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Si mi energía no te despierta no soy para ti, si mi espíritu no te inspira, no fuerces la conexión. Si mi mente no te hace pensar más profundo, no tiene sentido que me tengas en tu mente. Si mi pasión no te mueve, entonces, será mejor cambiar de dirección. Si mi presencia no te impulsa a evolucionar, seguramente lo hará mi ausencia. Si mi amor no abre tu corazón definitivamente otro amor lo hará, ve y encuentra lo que hace vibrar tu ser, no te detengas ni siquiera para mirar atrás. Uno de los actos de amor más grandes, es dejar ir, las vibras no mienten. Confía en tu proceso.✨
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Procure culparte de nuestro fracaso, decidí darte el papel del villano para no odiarme ni lamentarme porque había terminado.
Por mucho tiempo, me creí el cuento que nunca me amaste y que fuiste mi ruina. Quizás era mi manera de protegerme y defenderme de tanto dolor y rencor; las mil y una historias que se contaron a nuestro alrededor por más que elegí el silencio me llevaron a desear odiarte para olvidarte.
Todas las fallas, las lágrimas y los gritos que inundaron nuestra vida me hicieron creer que amarte había sido el peor error de mi vida, el pecado más grande que había cometido y que ese sufrimiento era mi penitencia. Realmente, me convencí a mi misma que yo te había amado como no merecías, que yo nunca fui correspondida con la misma profundidad...y que equivocada estaba.
Ahora comprendo que me amaste como a nadie más, que fui la clase de amor con quien intentaste salvar tu alma; puedo recordar cómo lidiabas con tus demonios para darme todo, cada día era la búsqueda de entregarme el mundo entero de ser posible.
Amaste a la niña como a la mujer, me hiciste creer en mi y siempre me sostuviste pero jamás me cortaste las alas. Creo que no hay nadie más en el mundo que me conozca tan bien como tú, sabías descifrar mis gestos incluso los silencios incómodos. Me enseñaste a ser valiente y que podía confiar mi parte más vulnerable a alguien con la certeza que besarían cada una de mis cicatrices.
Eras la clase de demonio que se rindió ante un ángel, que al final también confió su lado más noble y le fallaron; mis miedos, mis inseguridades y mis demonios tambien destruyeron parte de lo que construimos.
Lo intentamos tantas veces y lo hicimos tan mal, siempre en un juego de control y razones; vaciando la caja de todo lo bueno y llenándola de mentiras, gritos y reclamos. El orgullo jugo el papel más importante, al final no hubo treguas y nos soltaste.
Al principio pensé que no sabías amar, que no era tan importante ni suficiente para que te quedaras, y sin embargo, solía cuestionarme que si había sido tan fácil irte porque lo habías hecho tan doloroso. Esa noche sabía que no había marcha atrás, porque por primera vez, había un tono de dolor y llanto reprimido al decirme adiós. Nos estábamos rindiendo, ya no había por lo cual apostar y el corazón se hacía pedazos, los sueños que teníamos se fueron haciendo añicos con cada palabra de infelicidad a la que nos habíamos sometido durante todo ese tiempo.
Habías dicho que yo no era feliz a tu lado, y la verdad es que sí lo fui inmensamente. Llenaste mis días de risas y aventuras, me inundaste de besos y caricias dulces, fuiste mi primera vez de muchas cosas y hoy estoy segura de que jamás cambiaría eso. Un amor como el nuestro que era tan intenso, tan revolucionario estaba destinado al fracaso porque no sabíamos lo que era paz, siempre ardiendo y causando turbulencia en la vida del otro sin descanso.
Me amaste y hoy soy clara con ello, nunca entendí hasta este momento que el dejarme ir fue la prueba más grande amor...elegiste por mí porque sabías que yo nunca iba a rendirme pero todo ese daño iba a destruirme tarde o temprano... y esa noche cumpliste tu promesa que me habías hecho en la puerta de mi casa: “el día que yo sienta que te estoy haciendo daño, por más que yo te ame con tanta fuerza, te dejare ir”
Gracias porque fui amada tan intensamente, y tratada con toda la dulzura y respeto que supiste darme; creo que por fin es momento de decirte adiós.
Que la vida te bendiga con dicha y amor, eres un hombre maravilloso al cual ame tanto y que a pesar de los años, de los daños habrá tenido un lugar importante en mi historia de vida.
Fuimos una fantasía, desafiamos al mundo y vivimos un sueño el cual llegó a su fin; fuimos la prueba de que lo imposible se hace posible, luchamos cada uno en su momento por ello, y cuando ya no había nada que rescatar tuvimos el detallazo de perdonarnos y dejarnos ir.
¿Quién dijo que dejarnos ir, no fue una declaración de amor?
Gracias.
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Gracias.
Después de un año y medio que te vi soltarme, arrancarme el corazón y no sentir culpa alguna por ello después de tantas promesas, puedo decirte: ¡gracias!
Gracias por enseñarme que podía arriesgarme y amar a un hombre como tú, te agradezco por hacerme vibrar con cada caricia, por despertar en mi el cálido fuego con un simple beso, por acelerar mi corazón hasta el grado de sentir que explotaría de tanta emoción y deseo.
Fuiste mi primera vez en tantas cosas que una parte de mi te estará eternamente agradecida, porque tu ternura, tu impulso, tu visión e incluso tu abandono me hicieron la mujer que soy. Eres parte de esta creación porque al romperme me hiciste mas fuerte.
Quizás no tuve el valor de irme a la primera oportunidad posiblemente porque mi inocencia me hacia ver de manera testaruda que podíamos intentarlo una y otra vez, basado en que el amor era mas fuerte que cualquier cosa, que lo que teníamos era mágico y único, sin embargo, entiendo que vivimos el ciclo para que valiera la pena cada aprendizaje.
Anhelaba que el final fuera distinto cuando lo cierto es que nuestro destino ya estaba sellado, y no puedo dejar de darte las gracias porque fuiste mi mejor error, fuiste la razón de mi evolución. Y ahora entiendo que para enamorarme de alguien mas, primero tengo que armarme y amarme a mi misma con la misma incondicionalidad y entrega que lo hice por ti.
Gracias por todas esas lagrimas y por todas esas risas, por los momentos mágicos y dolorosos, gracias por ser mi primer amor, mi primera desilusión y mi mayor inspiración para volver a escribir.
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Fuiste.
Fuiste mi área segura, estable y soñada. Tu voz la inevitable solución a mi desesperación y mi angustia, la paz en tiempos de guerra.
No pedias nada y sin embargo, yo quería darte todo. Durante años apaciguaste mis temores y llenaste mis días de ilusiones y nuevas oportunidades. Sembraste sueños para procurar frutos llenos de éxito, nos vimos crecer sin siquiera dudarlo.
Musa para mis letras y remedio para mis heridas, te volviste mi mejor amigo y el compañero de vida que anhelaba pero el destino no fue justo y nos separo, posiblemente fuimos un desastre de esos que ocurren una en un millón, demostrando que existen las almas gemelas pero lamentablemente estábamos hechos para coincidir en un tiempo breve.
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Gracias por estos 11 meses de risas, apoyo, amor incondicional y aprendizajes sin medidas. Solo tú y yo conocemos la verdad de todo este caos, somos conscientes del poder de emociones que sentimos cuando estamos juntos. Estoy segura de que eres mi alma gemela pero no en todas las historias de amor suelen permanecer juntas, y ese fue nuestro caso.
Te doy gracias por demostrarme que por más miedo que sienta mi corazón, es capaz de volver a palpitar y emocionarse con tanta pasión. Estoy eternamente en deuda contigo por todo lo que despertaste en mi, y me disculpo por no haber correspondido con la misma confianza.
Eres y siempre serás la musa más grande de mi pluma, y aunque lamento que nuestros caminos se cruzaran algo tarde estoy plenamente segura que el propósito se logró.
Te deseo el amor, el éxito y que la profundidad de tus sentimientos sea correspondida en igual medida cómo mereces; no tengo más que respeto y cariño por ti.
Gracias por ser una estación llena de magia y arte que mi tren disfrutó durante su parada, serás sin duda inolvidable pero hoy nuestros caminos tomaron senderos distintos y lo han hecho de manera madura y honesta.
Con todo el cariño que despertaste en mi,
Diana.✨
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Sabia que no te amaba
Sabía que no te amaba, pero algo dentro de mi parecía anhelarlo, quizás porque simplemente eras todo lo que en algún momento desee encontrar en el amor. Sin embargo, tenía tanto miedo de intentarlo, de poner mi corazón en riesgo y perder de nuevo porque entonces todo lo que había construido desde aquella vieja herida no había valido la pena. Pero ahí estabas tú siendo la primera persona en robar mi atención después de tanto tiempo, parecías ser el hombre perfecto, cada vez que observaba tu rostro veía tus cejas pobladas formar un arco de incertidumbre, tu sonrisa torcida y esos dientes blancos y bien alineados me provocaban sensaciones extrañas pero tu forma de mirarme, estudiarme me hacía perder la cabeza.
Nunca supe con certeza que buscabas en mi cada vez que estábamos juntos, tus palabras parecían ser sinceras hablando sobre temas tan extraños que me sacaban de mi orbita incluso de lo que parecía conocer. Siempre sentado con la seguridad de tener en tus manos las respuestas a todas mis dudas a pesar de que yo ya las conocía y, sin embargo, era un placer verte construir los hechos y solo decir: eres demasiado arte para cualquiera.
Y quizás si en otro tiempo nos hubiéramos encontrado el resultado hubiera sido distinto, porque en ese entonces no lo hubiera dudado, me hubiera arriesgado y te hubiera amado. Justo ahora que te perdí lo cual resulta absurdo porque nunca te tuve, a pesar de que me abriste la puerta a tu corazón sin siquiera pedirlo.
Tú y yo conocemos la verdad de todo este caos, y pareciera ser que fue demasiado tarde para darnos cuenta que lo teníamos justo ahí frente a nosotros, nos habíamos encontrado porque sencillamente éramos almas gemelas como Aristófanes lo predijo. Nos hayamos en medio de un camino con tantas dudas, miedos, fracasos e incluso mientras dibujábamos la mentira más grande: no querer enamorarnos.
Y mientras observo alrededor puedo sentir como mi cuerpo y mi mente parecen ser uno por primera vez, no se contradicen ni se justifican porque el final de esta novela poco romántica, burda y en ocasiones divertida se parece más a un nuevo inicio en la cual soy consciente por primera vez, un principio donde busco hacer las cosas de forma correcta, en la cual ya no se trata de subir los muros en alto para protegerme sino de construir puentes que den acceso a un nuevo corazón.
Cada recuerdo tuyo me sabe a dulzura, te memorice con cada caricia y aun siento recorrer tus manos sobre mi piel con ese calor que irradias, y aquel primer beso que nos hizo pensar que podíamos serlo todo, tal nuestra presencia en una habitación donde solo solíamos estar tú y yo sin pensar en el tiempo, sentados frente a frente e incluso recostados en aquella cama que habían conocido a tantos cuerpos, pero que hacías sentir al mío como el único.
Sabía que no te amaba y aun así por instantes nos vi juntos una tarde en aquel sofá, yo recostada en tu pecho mientras mis ojos recorrían las líneas de aquel viejo libro que recitaba poesía a un amor imposible, y tú en silencio oliendo aquel café negro que tanto adorabas pues su aroma inundaba todo el espacio; te vi besar en lo alto de mi cabeza al mismo tiempo que regabas leves caricias en mis brazos. Llegue a pensar que podía sentirme tan segura, tan amada y complementamente enamorada.
Sabía que no te amaba, pero por las noches te soñaba como susurrabas dulces melodías en mi oído, aquellas llenas de amor, pasión y promesas que confiaba cumplirías. Porque cada vez que te miraba tenía la certeza que eras el indicado y justo en ese instante me aterrorizaba porque algo dentro de mi pensaba que ibas a destruirme, y me negaba a sentirme de nuevo como aquella vez que fui arrojada al infierno por amar a quien no debía.
Una parte de mi piensa que te deje ir, pero otra prefiere pensar que no éramos un destino solo una parada, algo tuvimos que aprender uno del otro posiblemente ahora mismo no tengo idea de que es, pero confió que tarde o temprano, sabré que no te amaba pero que estuve cerca de hacerlo.
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No se trata de los errores sino de las lecciones...
El 2020 agoniza... (Parte II)
Hice una pequeña lista del recuento de daños de este año y llegó el momento de hacer una lista de las lecciones que me dejó.
No todo fue caos, pero a veces en medio del caos encontramos paz... O aprendemos de este.
1. Lo importante es aprender del error y seguir adelante. No puedes avanzar si no aceptas que te equivocaste, eso te hace crecer y cierra la herida. Sí el tiempo cura muchas cosas pero depende de nuestra decisión que la herida se vuelva en una cicatriz.
2. Sí es posible perdonar y olvidar, pero hacer eso no quiere decir que continuarás en el mismo lugar que te lastimó. Tal vez está fue de las lecciones que se me hizo más díficil aprender. Porque cuando te acostumbras a ciertas personas y situaciones, es díficil desprenderte porque se vuelve en algo conocido que tenés perder y no volver a encontrar o a sentir de la misma manera.
3. Tú escribes tu historia, no la historia te escribe a ti. No importa cuántas veces creas que te equivocaste, no importa cuánto lloraste y no importa si crees que ya nada tiene solución. Sí hay solución, tú decides cómo sigue el sigues capítulo de tu vida. No te detengas aunque todo parezca gris y sin sentido, decide con que azaña maravillosa seguirás y serás feliz una vez más. Aunque llevo tiempo.
No podemos vivir enfocándonos en todo lo que fallamos, siempre en medio del caos existe una enseñanza, una que te hace cambiar. No te límites, no permitas que tu pasado defina tu presente y condene ese futuro maravilloso que te espera.
Con mucho amor...
Becks❄️
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𝐍𝐎 𝐓𝐄 𝐀𝐂𝐄𝐑𝐐𝐔𝐄𝐒 𝐀 𝐄𝐋𝐋𝐀...
Ella es una mujer complicada, una mujer enojona y explosiva, a veces hasta sin motivos.
Una mujer que a veces parece niña haciendo berrinches. Una mujer sensible que a veces llora por todo o por nada.
Una mujer que tiene miedo, que tiembla, que corre pero que no huye.
Una chica que de la nada empieza a reírse a carcajadas, que de repente no sabe quedarse callada, habla hasta por los codos, o simplemente no dice absolutamente nada.
Una mujer a quien le gusta escuchar canciones, y cuando le gusta una la repite como si el disco estuviera rayado,
Una chica inocente que le cuesta mucho creer en la maldad de otras personas, ilusa tal vez, pero con corazón puro.
Una mujer loca pero que cuando ama se entrega por completo al amor y a la persona que ama.
No te enamores de ella si no vas a poder entenderla, no te enamores de ella si el hecho de que no sea como otras no te agrada, no te enamores de ella si no podrás compartir con ella sus locuras, no te enamores de ella, porque si lo haces y después desistes y quieres irte, no vas a poder olvidarla.
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Sí soy, y posiblemente sea la especie con más peligro de extinción de todo el universo, porque sé que como yo NO hay dos iguales. No es cuestión de tener el ego alto, o de que me guste echar flores a mi propio tejado (que tampoco estaría nada mal porque no hay nada mejor que amarse a uno mismo) es que es la pura verdad.
Sé que soy una mezcla entre misterio y pasión. Firmeza y rebeldía. Pasión y frialdad… Sé que la tierra es mi elemento y que la firmeza es una de mis grandes virtudes, pero no por eso soy la persona con la cara más seria del planeta y el carácter más seco y frío de todos. La envoltura del exterior no tiene por qué dictaminar el interior de un regalo… Caminar por el sendero de la rebeldía sabiendo lo que haces y yendo con pies de plomo SE PUEDE, porque yo lo hago cuando quiero, cómo quiero y con quién quiero. Sin pisar a nadie.
La gente tiende a pensar que mi cabeza es una especie de computadora de última generación en la que posiblemente está guardado el Código Da Vinci o algo así. Me tiñen de persona calculadora y manipuladora, y no tienen ni idea de lo mucho que se acercan a la verdad, exceptuando una cosa: JAMÁS manipulo porque directamente me da mucho igual lo que haga el resto de la gente con sus vidas. A mi me importa lo mío y me duele lo de mi gente, lo que opinen los demás me da igual.
Sé que no soy la persona más expresiva cuando hablamos de sentimientos, pero conmigo tiene que quedar algo claro: si de verdad no te quiero, no te haré perder el tiempo. No lucho por causas perdidas, yo solo apuesto cuando sé que voy a ganar o que voy a poder hacer feliz a alguien más. Al menos eso intento llevar a la práctica.
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Querido amor:
Gracias por existir, por sacarme una sonrisa a la mitad de mi llanto insistente, por tomar mi mano con orgullo mientras camino a tu lado. Te agradezco esos tiernos besos en la frente que surgen de la nada, por envolverme en tus brazos y darme una probada de lo que se siente estar en el cielo.
Pero sobre todo por amarme con toda mi esencia, por evolucionar conmigo y apostar por nosotros ante las circunstancias. Por no rendirte aunque me creíste perdida, por enseñarme que el amor verdadero es sano y pacifico, que es noble y nada egoísta.
Estoy agradecida por coincidir contigo en esta vida, por los encuentros casuales que se volvieron las señales perfectas para mirarnos a los ojos y enamorarnos. Porque el plan era ideal sin siquiera estuviéramos enterados, por mucho que tuvimos que confundir ajenos para poder encontrarnos, por mucho hoy lo ha valido totalmente cuando cae la noche y lo último que veo es tu sonrisa.
Gracias por existir.♥️
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Decreto de liberación (de un amor no correspondido)
Te declaro inocente. Inocente de todas mis expectativas, de mis ilusiones, de mis fantasías. De mi dolor, de mi insomnio, del vacío que ronda y perfora mi vida. Inocente del gran amor que en mi corazón latía pidiendo un poco de atención, de mimos y miradas de cofradía. Inocente por el tiempo que anhelaba pasar en tu compañía. Inocente de mis esperanzas, del imaginario futuro que llenaba mis días; del calor que a tu lado me envolvía cuando me abrazabas y muy tuya me sentía. Inocente del fulgor que irradiaban mis ojos, cada vez que te veían. De los sueños que vanamente me sostenían. Inocente del sentimiento que creció hasta rebasar mi serenidad, mi equilibrio, mi comportamiento, el cual se tornó en rebeldía. Inocente del gran amor que pensé que me tenías. Inocente, liberado, no culpable de mis imaginarias fantasías. Inocente de haber llenado y vaciado mi vida. Inocente de mis resentimientos, producto, quizás, de pasadas heridas. Te agradezco todo lo que te quise, te quiero y te quería. Te declaro liberado de cualquier pensamiento o culpa que pueda nublar tu vida.
Te libero y me libero. Gracias infinitas.
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Al chico que me rompió el corazón:
Quiero decirte tres cosas...
Primero, gracias porque pude sentir mi lado más vulnerable, ese lado que desconocía. Gracias, porque aprendí amarme, armarme y a valorarme.
Segundo, te perdono porque para crecer hay que cagarla. Tú la cagaste al lastimarme y yo al estar contigo.
Tercero, ¡no vuelvas! Y no, no es venganza porque quien quiere no abandona, no traiciona y menos hiere. Ante tanta cobardía, simplemente no me mereces.
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Él no es mi novio, este hombre es para mi mas de lo que puedes imaginar. Es la luna cuando estoy perdida en la oscuridad y el calor cuando tiemblo de frío. Su beso aún me emociona incluso después de un milenio. Su corazón desborda una bondad de la que este mundo no es digno. Amo a este hombre más allá de lo que permite la razón. Él no es mi novio, él es todo y más.♥️
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Estaba tan asustada cuando me besaste la primera vez, recuerdo mi corazón acelerarse al nivel de casi estallar por el simple hecho de imaginar que pudieras romper mi corazón.
Estaba confundida por los torbellinos emocionales, a penas comenzaba a soltar el pasado uno al cual no quería volver. Y estabas ahí frente a mi observándome tratando de descifrar todo aquello que callaba.
Tuviste la paciencia y la dulzura de llegar a tocar mi corazón, alejando cada una de las inseguridades que me atormentaban de vez en cuando. Tuviste la inquietud de conocerme, de buscarme y de pretenderme como nunca nadie más lo había hecho.
Llenaste mi mente de mi, me dejaste ser y recuperar esa parte que había perdido. De pronto, encontré en ti al hombre que había soñado tanto tiempo al cual entregaría mi corazón sin miedo alguno.
Sabía que podía confiar en ti porque tú salvaje honestidad y lealtad combinada con tu sublime alma poética era tan transparente que nada podías ocultar ni siquiera intentándolo.
A pesar del pasado, de todos esos errores en el camino sabía que mi corazón le pertenecería a un amante de las letras, un hombre capaz de leerme sin tratar de cambiar mi esencia justo la clase de amor que merecía tener.
Estamos hechos a la medida aún con toda nuestras diferencias, más allá de los valores y los intereses tenemos algo que se construye día con día...amor a la vida.
Somos la garantía de que el destino nunca se equivoca, la espera valió la pena.
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Te eh escuchado miles de veces contar la primera vez que me viste, esas pequeñas ocasiones en las que el destino nos puso en el camino del otro como si tuviera un plan para nosotros. A veces me lamento de no haber prestado más atención, porque estoy segura de que mi camino hubiese sido otro contigo.
Sin embargo, confío que así debió ser para llegar hasta aquí y vernos el uno al otro con menos heridas en el corazón y con el alma puesta para enamorarnos de nuevo. La vida había sido un poco dura con ambos colocándonos en senderos llenos de espinas, pero lo cierto fue que la recompensa sería encontrarnos para querernos tanto.
No importa todas esas ocasiones en las que me viste en los brazos de alguien más, ni siquiera esos momentos en los que incluso le dedicabas poemas a ese viejo amor. Cuando nuestro presente no tiene espacio para recuerdos sin sentido, porque somos hoy el recorrido de nuestras decisiones que al final nos trajeron aquí para construir un futuro juntos.
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“No quieras que te quieran y quiérete más.”
— Porta - Libérate.
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“Qué bonito es verla ahora que se cansó de dejarse llevar por la corriente, ahora que ya no hay espacio para una mentira más en sus gavetas, ahora que le gusta apapacharse, arreglarse, pintarse las estrellas en las mejillas y sacarse a bailar ella sola. Y aunque ahora la veas como un jodido milagro andante, no le fue fácil entenderlo, no fue de un día para otro que supo la joya tan chingona de mujer que era, le costó como media docena de corazones rotos, un chingo de insomnios, dudas e inseguridades, dos que tres marchitadas, dos que tres pendejos en su vida, dos que tres topes a pared por no quererse lo suficiente y no haberse dado su lugar. Ya no se deja lastimar, el romance en su vida se resume a poesía y libros contra pared, y no es que le tema al amor, es sólo que por el momento lo prefiere en letras, de aquí en lo que vuelve a ser ella, de aquí en lo que se abraza fuerte, de aquí en lo que deja de ser tan dura consigo misma. Si un día te cruzas con ella, vas a darte cuenta que huele bien rico a locura, libertad e independencia, porque juntó sus pedacitos de vuelta y los pintó de su color favorito, porque se dio cuenta que le faltaban algunos por valiente y en vez de ponerse triste, sonrió, porque en lugar extrañar a vatos imbéciles, se extrañó a ella misma, y sin querer, lo entendió”.
Sin querer lo entendió.
-Emmanuel Zavala
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