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¡COMUNICA!

LECTURA: Mateo 7:13‑23

“Y entonces les declararé: ‘Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.’” — Mateo 7:23

La mayoría de las personas no comunican correctamente y por eso no tienen buenas relaciones. Permanecen desconocidos para Dios y para nosotros. La comunicación es la única forma de desarrollar una verdadera relación con alguien.

¡Dios quiere conocerte! ¡Dios quiere ser tu amigo! Las palabras “Nunca os conocí” serán usadas como base para rechazar personas. Dios quiere tener una relación cercana contigo. Cuando Dios tiene una buena relación contigo, estás a salvo.

Cuando envío personas al campo misionero, hay una característica que resalta: quienes se comunican bien son los que han tenido éxito en el campo. La falta de buena comunicación es el problema principal de los misioneros que no prosperan. En muchas ocasiones he debido seleccionar personas para una misión y el motivo de mi no selección ha sido: no los conocía. Conocer y ser conocido son esenciales para servir a Dios.

Puedes conocer a Dios hablando con Él, orando desde el corazón. Cuando oras, estás comunicándote con Dios. Al esperar en Él y hablar desde lo profundo de tu ser, Dios también te hablará. Poco a poco se formará un vínculo íntimo y estrecho con Dios. Tus conversaciones de corazón a corazón con Dios lo conquistarán. Dios quiere relacionarse contigo.

Cuando José murió, surgió un nuevo faraón (Éxodo 2:23‑25). Los hijos de Israel sufrieron mucho. ¡Oraron! ¡Lloraron! ¡Esperaron! Su clamor llegó a Dios. Dios escuchó. Dios recordó. Dios miró. ¡Dios tuvo compasión de ellos!

Dios realmente responde a tu clamor. ¡Dios realmente escucha todo lo que le estás diciendo!

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LA MORADA DEL SEÑOR

LECTURA: Salmo 84:1‑4

“Señor, he amado la morada de tu casa, y el lugar donde habita tu gloria.” — Salmo 26:8 (NBLA)

Aquellos que aman a Dios aman Su casa. David dijo claramente: «Amo la morada de tu casa». La versión NIV lo expresa aún con más claridad: “Señor, amo la casa donde vives, el lugar donde mora tu gloria.” [traducción literal] Amar la casa de Dios es una señal segura de que amas al Señor.

“Porque un día en tus atrios es mejor que mil; antes querría estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.” — Salmo 84:10

Si amas al Señor, amarás pasar todo el día en Su presencia. Ningún tiempo en la iglesia será demasiado largo. La razón por la que los servicios parecen largos es que no amas al Señor. Puedes ver una serie de televisión durante horas sin aburrirte porque amas la serie. Si amas al Señor, preferirás estar en Su casa que en cualquier otro lugar.

El rey David hizo todo lo posible por construir la casa de Dios (1 Crónicas 29:3). Si amas al Señor, edificarás Su casa. Si lo amas, darás para que Su casa se edifique. Si amas al Señor, apoyarás a los misioneros que trabajan por edificar Su casa. Si lo amas, apoyarás cualquier esfuerzo por edificar la iglesia. Si lo amas, cumplirás el rol de pastor para ayudar a edificar a la congregación. Edificar a la congregación es edificar la casa de Dios. Quienes aman a Dios siempre aman Su casa. Quienes aman a Dios siempre edifican Su casa.

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VÍNCULOS CON LA MALICIA

LECTURA: 1 Corintios 5:6‑11

“¡Ay del mundo por los escándalos! Porque es necesario que vengan escándalos; pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el escándalo!” — Mateo 18:7

El principal objetivo de Satanás es sacarte de tu carrera ministerial. Las personas que mantienen una relación estrecha con un ofensor pueden caer fácilmente.

Un ofensor es alguien que practica diversas formas de pecado y maldad. Su vida y acciones ofenden al Espíritu Santo. Practica malicia y maldad. No puedes ser fiel si estás conectado de cerca con personas que practican malicia y maldad.

Una vez que estás cómodo en la compañía de una persona malvada, sus ideas malévolas y sus pensamientos perversos entran en ti como levadura. En la Biblia, la malicia y la maldad se comparan con levadura: son cosas que se esparcen.

Conocí una vez a alguien que me amaba, pero se hizo amigo de alguien que me odiaba. Con el tiempo, el odio de ese segundo individuo se filtró en la vida del primero, y este, que me amaba, se volvió tan odioso, perverso e ingrato como su amigo maligno.

Cualquiera que tenga amistades maliciosas o malvadas está en riesgo de escándalo. Pronto tropieza y cae muy bajo a causa de esas malas amistades. Como vemos en la Escritura, el escándalo (skandalon) proviene de alguien. Por eso Jesús advierte: “¡Ay de aquel por quien vienen los escándalos!” Si te vinculas con una persona peligrosa, su maldad te infectará. Hay personas que te conducirán a la inmoralidad. Pecarán contigo o te incitarán a pecar.

Al asociarte con gente desleal, serás contagiado por su forma de hablar maliciosa. Te infectará su deslealtad y traición. No podrás permanecer fiel hasta la muerte debido a esas malas asociaciones y amistades.

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MINISTROS DE APOYO

LECTURA: 1 Corintios 12:27‑31

“Y a unos puso Dios en la iglesia: primeramente apóstoles, luego profetas, luego maestros; después los que hacen milagros; luego los que sanan; los que ayudan; los que administran; los que hablan en lenguas.” — 1 Corintios 12:28

La sal es discreta y eficaz, y tú puedes ser así. Puedes ser la sal de la tierra siendo un ministro de apoyo silencioso pero efectivo. Labores como guerrero de oración, secretario o incluso guardia de seguridad son formas discretas y poderosas de influir en la tierra.

Trabaja eficaz y silenciosamente para el Señor convirtiéndote en un buen ministro de apoyo. El ministerio de “helps” es silencioso y eficaz tras bambalinas. Detrás de cada gran ministerio suelen estar grandes ayudantes. Grandes ayudantes son personas discretas y eficaces que no son conocidas por el público general. Algunos ministros de apoyo son infieles y traicioneros. Algunos ministros de apoyo son ladrones. Algunos ministros de apoyo son Judas. ¡Tú serás uno de los buenos ministros de ayuda!

Y el SEÑOR Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.” — Génesis 2:18

La sal es discreta y eficaz y tú puedes ser exactamente así. Puedes ser la sal de la tierra siendo una esposa de pastor silenciosa y eficaz. Trabaja eficaz y silenciosamente para el Señor siendo una buena esposa pastoral. Una esposa que ayuda es, de hecho, una columna vertebral silenciosa y eficaz de cualquier ministro. Muchos ministros dependen de sus esposas por la ayuda silenciosa y eficiente que les brindan. No todas las esposas de pastores son de ayuda. Algunas esposas de pastores son malhumoradas. Algunas esposas de pastores son obstinadas y argumentativas. En verdad, detrás de cada gran ministro no siempre hay una esposa silenciosa y eficaz. A veces, un gran hombre de Dios prospera a pesar de (y no debido a) tener una gran ayudante como esposa.

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NO TE OFENDAS

LECTURA: Lucas 7:16‑23

“Y Simeón los bendijo, y dijo a María su madre: ‘He aquí, este niño está puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel; y para señal que será contradicha;’” — Lucas 2:34

¿Por qué te ofenderías porque tu hermano avance más en el ministerio? Un día, un pastor visitante de otro país confesó algo interesante al final de su visita: dijo, “Si viviera en Ghana, creo que sería celoso de ustedes y les odiaría. Me alegra no vivir en Ghana.” Ese hombre de Dios entendió que la promoción recibida por medio de Dios realmente despierta diferentes sentimientos en diversas personas. Muchas veces, tu mera existencia y éxito asustan, sorprenden y provocan ofensa en el vecino.

“Y he aquí, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. ÉL SERÁ GRANDE, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin.” — Lucas 1:31‑33

Algunos se alegran con la grandeza de Jesucristo. Otros se ofenden ante esa grandeza, Su superioridad y gloria. ¿Vas a ser de los que se levantan al ver la grandeza de un siervo de Dios? ¿O serás de los que se ofenden ante esa grandeza? En verdad, la grandeza de una persona provoca ofensa. Te advierto: no permitas que la grandeza te ofenda. Dios te acercará a la grandeza para bendecirte, no para destruirte.

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LECTURA Y CONOCIMIENTO

LECTURA: Filipenses 3:1‑3, 15‑21

    “...Escribir las mismas cosas a ustedes no es gravoso para mí, pero para ustedes es seguro.”

    — Filipenses 3:1

El arte de la repetición consiste en hacer algo frecuentemente, de nuevo, muchas veces, una y otra vez—día tras día, hora tras hora, momento tras momento.

Nunca sabrás todo lo que contiene un libro hasta que lo hayas leído al menos nueve veces. Adéntrate en las riquezas de sabiduría y conocimiento mediante la lectura repetida. Es importante leer los mismos libros una y otra vez hasta cosechar plenamente su sabiduría. Mis libros favoritos aún lo siguen siendo porque año tras año extraigo nuevo entendimiento. Algunos libros y autores están ungidos para ti; Dios los usa una y otra vez para iluminar tu vida. Es sorprendente cómo el mismo libro puede revelar nueva luz, incluso después de haberlo leído antes.

    “Cuando esta epístola haya sido leída entre ustedes, procuren que también se lea en la iglesia de los laodicenses; y que lean igualmente la epístola que viene de Laodicea.”

    — Colosenses 4:16

Sumérgete más en las riquezas de sabiduría y conocimiento leyendo ampliamente. Algunos leen solo de un autor; es vital diversificar tu lectura. Pablo pidió que la epístola a los colosenses se leyera también en Laodicea, y viceversa. Esta instrucción muestra que debemos profundizar leyendo de múltiples fuentes y comunidades .

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¡NO ATRAIGAS UNA MALDICIÓN!

LECTURA: Hebreos 6:1‑12

    “En lugar de la zarza brotará cedro; en lugar de la ortiga crecerá mirto; y esto será para el Señor por nombre, por señal eterna que no será quitada.”

    — Isaías 55:13

Una de las razones por las que hay maldición en la tierra es por cómo algunas personas dicen “gracias”. Una de las formas más comunes de “agradecer” es pagar el bien con mal. Existen tres respuestas esperadas cuando alguien te hace un bien:

    Decir “gracias” para expresar gratitud.

    Hacer algo bueno que demuestre agradecimiento.

    Mantener una actitud de gratitud constante.

Si, en lugar de eso, devuelves el bien con mal y respondes con negatividad o insulto, estarás atrayendo maldición sobre ti mismo. Jugar con Dios es peligroso. Esa recompensa negativa se manifiesta de varias maneras, y no es algo con lo que quieras experimentar en tu vida.

¿Por qué producir espinas cuando puedes producir cedros o mirto, árboles suaves y frutales? Desde hoy sé como el mirto, no como la zarza. Di “gracias” correctamente, haz cosas que reflejen esa gratitud y mantén una actitud agradecida. No permitas que el mal surja de ti cuando recibes algo bueno.

    “El que devuelve mal por bien, mal no se apartará de su casa.”

    — Proverbios 17:13

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VIDA SANTA

LECTURA: Mateo 19:16‑20

    “…Y fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos…”

    — Romanos 1:4

¡Tienes que estar preparado para llevar una vida limpia y santa!

Los jóvenes pueden vivir con pureza. Jesucristo fue puro y sin pecado; Él mismo dijo: «¿Quién de vosotros me convence de pecado?» (Juan 8:46). Jesús es el mejor ejemplo de un joven que vivió una vida limpia.

Además de Jesús, muchos otros jóvenes vivieron vidas relativamente puras. Fíjate en el joven rico que le preguntó a Jesús cómo obtener la vida eterna. Él mismo declaró que había guardado todos los mandamientos «desde su juventud» (Mateo 19:20).

📖 Contexto bíblico y enseñanza

    Romanos 1:4 destaca que Jesús fue declarado Hijo de Dios “con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección”. Esto no solo afirma su divinidad manifestada en la resurrección, sino también la obra del Espíritu Santo que lo santificó

    La frase “Espíritu de santidad” indica que el Espíritu le otorgó santidad y fue el agente de su resurrección —una obra divina que trasciende lo humano .

    En Mateo 19:16‑20, el joven afirmó haber guardado los mandamientos: no matar, adulterar, robar, mentir, honrar padre y madre, amar al prójimo

        Aunque vivía decentemente, Jesús le mostró que aún faltaba: “Si quieres ser perfecto… vende tus bienes, dá a los pobres y sígueme”

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ESCUCHA BUEN CONSEJO

LECTURA: Rut 3:1‑18

    “Fíjate dónde se acuesta. Luego ve, descubre sus pies y acuéstate allí. Él te dirá qué hacer.”

    — Rut 3:4‑5 (NIRV)

Por fortuna, Rut escuchó el consejo de una mujer experimentada: su suegra, Noemí. Aunque era nueva en Belén, aquella viuda moabita siguió la guía de Noemí: limpió, perfumó, se vistió con elegancia y acudió al lugar indicado. Gracias a aquel consejo, Rut logró casarse con Booz, un hombre de posición y fe, y se convirtió en su esposa.

Según los comentaristas, Noemí entendía muy bien las leyes y costumbres judías, especialmente el rol del “pariente redentor” (goel), y guió a Rut para que acudiera a Booz en el piso de trilla y esperara la señal que él le indicara

La estrategia de Noemí consistió en:

    Limpieza y preparación personal (lavarse, perfumarse, vestirse bien), representando pulcritud y respeto .

    Sigilo y humildad: esperar junto a Booz sin solicitar nada, hasta estar segura de su respuesta .

    Esperar la reacción del hombre honorable, quien al despertarse respondió bendiciéndola y asumiendo responsabilidad .

Según la tradición, Noemí tomó esta iniciativa no por manipulación, sino porque entendía el valor de la humildad y la obediencia al consejo adecuado. Rut respondió con devoción:

    “Haré todo lo que me digas… haré todo cuanto me mandes.”

    — Rut 3:5

Lo que siguió fue un acto culturalmente atrevido, pero marcado por respeto, prudencia y confianza. Booz reconoció tanto el valor de Rut como el peso del consejo sabio de Noemí

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AMOR POR ISRAEL

LECTURA: Lucas 7:1‑10

    “Y yo bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga maldeciré; y en ti serán benditas todas las familias de la tierra.”

    — Génesis 12:3

El centurión en esta historia llevó a Jesús la situación de su querido siervo. Aunque era un oficial romano, su amor por Israel —por el pueblo judío— era evidente y sin reservas. Este acto de “amar a Israel” es un acto espiritual profundo. Al amar a Israel, el centurión provocó bendiciones sobrenaturales en su propia vida.

Los ancianos judíos dijeron: “porque ama a nuestra nación y nos construyó una sinagoga” (Lucas 7:5)

. Edificar esa sinagoga fue una muestra tangible de su amor y apoyo, lo que provocó la intervención divina en su situación.

Dios hizo un pacto con Abraham, prometiendo:

    Bendecir a aquellos que bendigan a Israel y maldecir a quienes lo maldigan.

    Que todas las naciones de la tierra serían bendecidas a través de Abraham (Génesis 12:2‑3)

Por tanto, quienes demuestran amor por Israel se abren a recibir bendición según esa promesa ancestral. El centurión, al amar y apoyar al pueblo judío, se alineó con el flujo de bendición divina, algo confirmado más claramente en él que en cualquier hombre de Israel según Lucas 7:9 .

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DAR BUEN FRUTO

LECTURA: Lucas 13:1‑9

“Entonces dijo al encargado de su viña: ‘He aquí tres años que vengo procurando fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿por qué sirve para estorbo?’” Lucas 13:7

Dios viene a tu vida buscando frutos; espera encontrarlos. Del mismo modo, si alguien ha invertido en ti, espera ver resultados. A lo largo de la Biblia se enfatiza el recibir resultados de aquello que Dios o las personas han sembrado.

La reacción de quienes invierten frente a la falta de fruto suele ser desagradable. Jesús lo enseña al decir “vengo procurando fruto”, y el sentido de urgencia y expectativa está claro.

Existe una “maldición” simbólica sobre la tierra infructífera. Si después de varios años no produces fruto, hay consecuencias —como en la parábola de la higuera que es señalada para ser cortada.

También se advierte contra producir frutos malos: palabras negativas, juicios destructivos o maledicencia son frutos de pecado. Jesús advirtió que hablar contra el Espíritu Santo es imperdonable (Marcos 3:29). Esa maldad oculta es un fruto venenoso que puede traer una “maldición” espiritual y emocional. Proverbios y Hebreos confirman que el terreno seco—es decir, una vida sin buena obra ni carácter digno—se arriesga a perder su bendición .

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ODIO PURO

DEVOCIONAL DIARIO – DAG HEWARD‑MILLS

LECTURA: Juan 15:18‑25

Proverbios 9:8 (NVI) dice:

    “No reprendas a los burladores, porque te odiarán; reprende a los sabios, y te amarán.”

Las reprensiones pueden provocar odio. El odio es el resultado final y más grave en alguien que no acepta la corrección. La palabra de Dios nos dice con claridad que “la gente te odia por corregirla”.

El odio es la culminación del rencor y la amargura al sentirse reprendido. Revela malicia y deseo de hacer daño. He experimentado un odio intenso por parte de pastores y líderes que una vez trabajaron conmigo, tras ser corregidos. Me preguntaba entonces: “¿Qué les hice? ¿Por qué me odian tanto?”.

Cierto día, en un evento evangelístico, predicaba cada noche. Mientras hablaba, sentí el odio de una persona a quien había reprendido. En medio del sermón, me detuve y pregunté a alguien cercano por qué tanto odio. El orgullo, la amargura y la maldad de esa persona se manifestaron sin razón aparente.

El odio puro a menudo no tiene motivo. Jesús mismo experimentó ese odio irracional (véase Juan 15:25).

    Cuando hay razones para el odio, no es puro. Pero si hay malicia irracional, es odio genuino. Un odiador es malvado, dañino y rencoroso. Quiere destrucción y venganza. Así sentirás el primer encuentro con el odio real. Ten cuidado: hay quienes te dañarían si pudieran.

La Biblia advierte claramente:

    “Quien aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna en él.”

    — 1 Juan 3:15

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ENFOCA TU CORAZÓN

LECTURA: Mateo 25:1‑13

    “…el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el SEÑOR mira el corazón.”

    1 Samuel 16:7

En esta historia, diez vírgenes fueron invitadas a una boda. Cinco fueron excluidas del llamado de Dios porque se enfocaron en todo menos en lo esencial: el aceite de sus lámparas. Aunque externamente lucían iguales —tenían lámparas, aceite, vestido de boda y llegaron a tiempo— cinco de ellas no tenían ese pequeño pero clave extra de aceite.

Hoy debes preguntarte: ¿qué aspecto oculto de tu vida está fallando? En el ministerio (o en tu caminar), necesitas enfocarte en lo invisible —lo que no se ve a simple vista. Servir a Dios es servir con tu corazón, y nadie puede verlo desde fuera. Dios juzga de otro modo que los hombres:

Incluso el profeta Samuel se frustró con la apariencia física de Eliab al buscar un rey, evaluando altura o porte, mientras Dios solo valoraba el corazón—1 Samuel 16:7

Tu ministerio depende de esas “cosas invisibles” que no se detectan a simple vista. Dios quiere que corrijas lo profundo y oculto de tu vida. ¿Hay celos, odio, maldad, falta de perdón, amargura, vacío, algún pecado oculto? Estas actitudes invisibles terminarán destruyéndote si no las enfrentas.

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AMPLIACIÓN Y ESPIRITUALIDAD

DEVOCIONAL DIARIO – DAG HEWARD‑MILLS

LECTURA: Josué 4:1‑24

“Cuando todo el pueblo hubo cruzado el Jordán, habló el Señor a Josué, diciendo: ‘Toma de entre el pueblo doce hombres, de cada tribu un hombre…’” — Josué 4:1‑2

La ampliación empezó cuando Josué obedeció al Señor y sacó las piedras del río Jordán. El Jordán simboliza al Espíritu Santo, lo que nos dice que Josué y su equipo eran un grupo profundamente espiritual que solo tomaba del Espíritu. No estaban interesados en cosas que provinieran del mundo secular. La generación de Josué, que experimentó ampliación de parte de Dios, era una generación de jóvenes súper espirituales.

Todo aquel que intenta grandes cosas para Dios debe hacerlo siendo profundamente espiritual. Muchos pastores no lo son, y por eso no pueden ampliarse según la voluntad de Dios. La generación de Josué no era solo un grupo de jóvenes emocionados por los deportes o la música. Las iglesias organizan campamentos juveniles y, en lugar de sacar piedras del Jordán, las sacan de los campos de fútbol o baloncesto. Su principio es: “¡Den deporte a los jóvenes! Mantenlos activos para que no tengan energía para vivir en pecado.” Pero el poder para vencer el pecado no se encuentra en cansar a las personas con deporte; el poder para vencer el pecado está en la cruz. El poder de Dios se desata en la vida de los jóvenes a través de la predicación de la cruz.

Hay una generación de jóvenes que se levantará siendo espiritual. La ampliación viene desarrollando el hombre espiritual. Hay tres partes en todo ser humano: espíritu, alma y cuerpo. Si desarrollas lo físico, te vuelves carnal. Si desarrollas lo emocional, te vuelves psicológica o "almal"; si desarrollas el espíritu, te vuelves espiritual. La espiritualidad consiste en desarrollar tu parte espiritual.

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ETERNIDAD SIN ARREPENTIMIENTOS

DEVOCIONAL DIARIO – DAG HEWARD‑MILLS

LECTURA: Mateo 25:14‑30

«Echad, pues, al siervo inútil en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.» Mateo 25:14‑30

En esta asombrosa parábola, Jesús nos dejó verdades eternas de las que nos arrepentiremos si pasamos por alto. Esto revela qué será importante en el Día del Juicio. Cada vez que Jesús habló de “lloro y crujir de dientes”, estaba advirtiendo a los cristianos sobre aquello de lo que se arrepentirían en la eternidad.

Este pasaje es uno de los hitos más relevantes en nuestro camino hacia la eternidad. Debes creer cada palabra como si alguien hubiera resucitado para decirte lo que ocurrirá en el Tribunal de Cristo.

Que Jesús empleara las expresiones “lloro y crujir de dientes” muestra la gravedad de Su advertencia. ¿Acaso quieres llegar al cielo y desear poder regresar para hacer más? ¡Espero que no!

Así como cuando una persona traicionera fue expuesta, juzgada y perdonada, anhela volver a ser confiable y amada como antes; sin embargo, yo pensaba que tomarían otros veinte años reconstruir esa confianza. Ha transcurrido una estación completa y no resulta fácil retroceder en el tiempo y recomenzar nuestra vida.

Cuando lleguemos al cielo, muchos descubrirán cuán grande es Dios: cuán supremo, excelente, real y maravilloso es. Dirán: “Por favor, dame otra oportunidad para demostrarte mi amor.” Lamentablemente, sería imposible regresar a la tierra y vivir algunos años más para demostrarle a Dios tu amor.

Querido amigo, esta es tu oportunidad para demostrar que amas a Dios. ¡Deja que este mensaje sobre el lloro y el crujir de dientes penetre en tu alma! ¡Estos son puntos de arrepentimiento eterno! Hagamos lo posible por entrar en la eternidad sin lloro ni crujir de dientes.

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SABIDURÍA E INSTRUCCIÓN

30 de julio de 2025

LEE: Jeremías 8:8-11

“Los sabios se avergüenzan, se espantan y son tomados: he aquí han rechazado la palabra de Jehová; ¿qué sabiduría tienen?” Jeremías 8:9

¿Qué clase de sabiduría puedes tener si rechazas la palabra de Dios? No hay verdadera sabiduría fuera de ella. La sabiduría genuina nace de aceptar, amar y obedecer Su palabra.

La Biblia enseña que “la sabiduría es lo principal”, y esto es cierto porque la palabra de Dios es lo principal para todos los que servimos al Señor. Si deseas crecer en el ministerio, si anhelas dirección, poder, discernimiento o eficacia espiritual, todo comienza y se sostiene por la palabra de Dios.

“La entrada de tus palabras da luz; da entendimiento a los simples.” Salmo 119:130

La palabra de Dios es más importante que la oración. La palabra de Dios es más importante que el poder. La palabra de Dios es más importante que los milagros.

¿Por qué? Porque es a través de la palabra que sabrás cuánto orar, cuánto ayunar, y cómo usar correctamente el poder, los dones, y los milagros en el ministerio. La palabra de Dios es la brújula que da forma y equilibrio a todo lo demás.

Si tuviera que elegir entre orar o leer la palabra, elegiría la palabra de Dios. Porque al recibirla, sabré con claridad qué orar, cómo actuar y qué decisiones tomar.

“¿No te he escrito cosas excelentes en consejos y ciencia, para hacerte saber la certeza de las palabras de la verdad…?” Proverbios 22:20-21

La palabra me corrige, me guía, me instruye y me reprende. Me transforma en alguien más sensible a Dios, más lleno de oración, más entregado al ayuno, y más obediente a Su voluntad. No existe crecimiento espiritual sin un fundamento profundo en la palabra del Señor.

Abraza la sabiduría. Abraza la Palabra.

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LA INVITACIÓN DE DIOS

29 de julio de 2025

LEE: Mateo 22:1-14

“Pero Jehová hizo soplar un gran viento sobre el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se quebraba la barca.” Jonás 1:4

No tomes a la ligera el llamado de Dios. No trivialices ni menosprecies la invitación que el Señor te hace. Hay personas que hoy trabajan en el mundo secular, cuando en realidad fueron llamadas para servir en el ministerio. Son sacerdotes que decidieron ignorar su llamado y se dedicaron a asuntos que no eran su propósito eterno.

Muchas maldiciones y dificultades se activan cuando alguien menosprecia el llamado divino. Recuerdo una historia compartida por Derek Prince sobre un Virrey británico en la India que invitó a uno de sus comandantes a cenar. Este comandante desestimó la invitación, lo que tuvo consecuencias severas. El Virrey, ofendido por la falta de respeto, lo destituyó de su cargo.

Dios también nos ha extendido una gran invitación: a Su obra, a Su mesa, a Su reino. Si rechazar una invitación humana puede acarrear serias consecuencias, ¿cuánto más lo hará rechazar la invitación del Dios Altísimo?

¿Por qué muchos toman a la ligera este llamado? Simplemente porque no entienden que su rechazo puede traer grandes problemas.

Pregunta a Jonás. Él huyó del llamado de Dios y vivió una de las tormentas más aterradoras registradas en la Escritura. Terminó siendo arrojado por la borda y tragado por un gran pez, pasando tres días y tres noches en una experiencia angustiosa y transformadora.

Rechazar el llamado de Dios nunca es una opción segura. La desobediencia trae tormentas. Pero aceptar Su invitación es el inicio de una vida plena, significativa y bendecida.