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— 𝐃𝐀𝐍𝐈𝐒𝐌𝐀𝐍 (𝐈𝐕) —

ㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤ⠀ ⠀⠀ ⠀ ㅤ 𝐈𝐬𝐭𝐚𝐧𝐛𝐮𝐥, 𝐓𝐮𝐫𝐤𝐞𝐲 ㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤ⠀ ⠀ ⠀ ㅤ⠀𝟏𝟎/𝟐𝟎𝟏𝟔 ㅤ ㅤㅤ Siguió sus pasos perdido, anduvo en medio de la nada abstraído en el nudo que eran sus pensamientos. Emociones que por más que buscaban una salida, solo eran capaces de acumularse como un globo traslúcido que parecía a punto de estallar. Cantos de las mujeres que resonaban a los lejos mientras sus pasos le alejaban, el llanto de su madre que resonaba aún en sus oídos siendo reemplazado por la brisa que corría entre los árboles, el cantar de los pájaros mientras ningún alma transitaba por el lugar. Los pies anclados al suelo en su andar y sin embargo, su mente volaba en un sinfín de opciones, forzado a abandonar cualquier opción soñadora. Abandonar su propia esencia. ㅤ ㅤ ¿Y si no lo hacía? ¿Realmente podría moverse en un mundo de hombres que predicaban la violencia como su religión sin disparar un arma? ㅤ ㅤ La sangre de un hombre que algún día ensuciaría sus manos, se volvería parte de su conciencia y es que, tarde o temprano, terminaría predicando aquellas palabras que tanto se negaba a dejar salir de su boca. La sangre de su padre como una herencia maldita que corría por sus venas, ardiendo por dejar escapar el monstruo que dentro de sí vivía dormido. Aquel que corría a través de su torrente sanguíneo como un aprendizaje adquirido desde su infancia. ㅤ ㅤ —¿Perdido o escapando del tumulto, Burak? ㅤ ㅤ Su propio tormento emocional se vio entonces interrumpido por la voz de Melek que le traía de regreso a la realidad, la cuál al borde de un banquillo se permitía apreciar el suave oleaje que se expandía en el horizonte infinito. Pasos inconscientes que entonces se acercaron hasta su cuñada, tomando asiento a un costado de ella haciéndole compañía en medio de su silencio, aislados del escándalo y la atención que tenía el hombre muerto. ㅤ ㅤ —Podría decirte que las dos opciones son correctas. —Somos dos. ㅤ ㅤ La sonrisa amarga en el rostro de la mujer que ausente de maquillaje, dejaba caer su rostro compungido carente ya de lágrimas, como cargando una cruz que parecía pesar toneladas. La carga de la viudez para una mujer tan joven parecía una verdadera tortura, no debía ser adivino para saberlo. Una mujer condenada a las miradas ajenas y vivir bajo el ojo crítico de una sociedad destructiva con quienes no seguían sus alineamientos, forzada a decisiones que iban más allá de sus anhelos. ㅤ ㅤ —Ibrahim era una mierda, incluso después de muerto se dedica a volverme miserable la vida. ㅤ ㅤ Reflexionó la castaña a viva voz consigo misma. Burak mantuvo el silencio, respetando el propio desahogo de su cuñada quién con solo veinte años, ya parecía tener su sentencia dictada gracias al egoísmo de su hermano. Quien desde la primera vez que le había visto, se había negado a permitirle la felicidad con otro hombre que no fuese él, tomándole como esposa en medio de la desesperación familiar de ella por obtener algo de bienestar económico. El panorama perfecto para los más egoístas deseos de Ibrahim. ㅤ ㅤ —Pero al final del día era un buen hombre, intentaba comprender y jamás imponerse sobre mí. Quizás si hubiese aplicado aquella filosofía con el mundo, él estaría aún entre nosotros, pero no.. Él quería el poder, el dinero, dejar atrás su moral por obtener siempre algo más, nunca estaba satisfecho. ㅤ ㅤ Burak recordó entonces las palabras de su hermano menor y aunque, su expresión mantuvo la misma calma de siempre con la mirada perdida en su horizonte, por dentro la curiosidad le carcomió al punto de repetir una y otra vez la misma pregunta en su mente. Hasta finalmente dejarla escapar a través de sus labios. ㅤ ㅤ —¿Sabes algo más sobre su muerte? —No es algo de lo que pueda hablar, Burak. Tu padre tiene reglas bastante claras.. —Mi padre, sí. ㅤ ㅤ ¿Qué era lo que realmente su padre quería ocultarle? ¿De qué tanto se había perdido en su ausencia? Quizás, solo quizás, la familia feliz había quedado atrás. De pronto, un manto de oscuridad y secretos parecía comenzar a cubrir sus lazos desde su regreso. La desconfianza como principal debilidad y las mentiras detrás en cada palabra perfectamente planeada. ㅤ ㅤ —Tu padre, por cierto.. —la voz de Melek fue disminuyéndose, temerosa de dejar escapar las siguientes palabras. Sin desear una respuesta a los planes que el patriarca tenía para ellos dos, o al menos, no una respuesta no deseada. —Lo sé, lo ha hablado conmigo. Y no estoy de acuerdo. —le interrumpió. ㅤ ㅤ Y como si se hubiese quitado una tonelada de encima, Melek suspiró entonces, permitiéndose el simple acto de dejar caer sus párpados con un relajo que finalmente llegaba. La cabeza que descansó sobre el hombro de Burak quedándose ahí, en medio de un suspiro de tranquilidad que pareció venir con las palabras del hombre que habían roto cualquier tensión que pudiese haberse creado entre ambos amigos. ㅤ ㅤ —No necesito ser tu esposo para acompañarte y cuidar de ti, Melek. No podría condenarte a una vida así. —añadió Burak, a pesar de que su mirada se mantenía perdida en un punto infinito, su mente volando en sus propios tormentos. —Ni en un millón de años podríamos tener un lazo más que fraternal, Burak. Tu padre está loco. ㅤ ㅤ El ambiente que de pronto había mutado desde tenso a distendido, ahora se acompañaba de carcajadas que no ocultaban el dolor de su pérdida. Pero aún así, se confortaba en la compañía de dos hermanos que a pesar de no compartir la sangre, las vivencias parecían fortalecer aquellos lazos políticamente creados. ㅤ ㅤ —Tienes cinco años para encontrar un esposo que él apruebe o elegir la vida en libertad, no es como que las opciones sean tan malas. —Cinco años me parece más que suficiente para que tu padre ceda en algunos principios arcaicos que aún residen en él. Lo harás bien, Burak. Eres un buen hombre. —le apoyó entonces su cuñada, sabiendo bien la carga emocional que él experimentaba. Tan cruda y densa como la propia. —Razón tienes —finalizó él con una media sonrisa. ㅤ ㅤ Entonces, Burak finalmente sintió la comprensión, el calor familiar y la tranquilidad de sentirse aceptado, irónicamente en quién no compartía ningún lazo sanguíneo. Y permanecieron allí, acompañándose mientras la brisa corría y los dolores parecían curar, como una promesa sellada de acompañarse en cada aventura en la que se embarcaran. ㅤ ㅤ Cuidaría de ella como a su hermano le hubiese gustado, como la hermana pequeña que jamás había podido tener. Cinco años tenía para salvarle de un matrimonio sin amor y también, salvarse a sí mismo de una carga que no estaba preparado para llevar. Aprender a llenar el espacio que su hermano había dejado en el negocio, sin perderse a sí mismo en el proceso.ㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤㅤ⠀ ⠀ 

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— 𝐃𝐀𝐍𝐈𝐒𝐌𝐀𝐍 (𝐈𝐈𝐈) —

ㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤ⠀ ⠀⠀ ⠀ ㅤ 𝐈𝐬𝐭𝐚𝐧𝐛𝐮𝐥, 𝐓𝐮𝐫𝐤𝐞𝐲 ㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤ⠀ ⠀ ⠀ ㅤ⠀𝟏𝟎/𝟐𝟎𝟏𝟔 ㅤ ㅤㅤ Silencio sepulcral, la tensión de aquella sala asfixiaba, sintió aquella carga energética en su espalda en cuánto cruzó el pórtico del hogar. ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ Seis horas exactas habían pasado desde la llamada de su progenitor, el cuál en un rincón de la sala descansaba sobre su bergere, como presidiendo aquella íntima junta mientras en su diestra descansaba su vaso de té que procuraba siempre mantenerse servido. A su costado de pie estaba Umit, tío de Burak que mantenía su rostro serio como cual perro guardián, analizando cada expresión ajena, a la espera de cualquier cambio en el ambiente que significase algún peligro no esperado. ㅤ ㅤ El resto, entre sus hermanos, su madre y unos cuantos aliados, se acomodaban entre los sofás, tras el mismo o de pie en algún rincón de la sala. Pero siempre con el mismo objeto de atención, Mehmet Çelik se robaba las miradas por donde iba, imponente, la edad que parecía caerle mejor con el paso de los años antes de demacrarle. Lucía como cual mafioso salido de aquellas películas que exhibian en el cine local desde su infancia, cuando su madre le llevaba junto a todos sus hermanos junto a su balde de golosinas. Discutiendo siempre por quién lo cargaba, el ganador era siempre su hermano mayor. ㅤ ㅤ —Toma asiento, Burak. ㅤ ㅤ La voz de su padre le despertó de sus cavilaciones, había regresado su timbre natural. Aires de mando que incluso se imponían a través de sus palabras, todas las miradas se centraron en el segundo de los hermanos, quien cabizbajo tomó asiento a un costado de su madre la cual con un velo cubría las lágrimas que adornaban su cansado rostro. Sintió el roce de su delicada mano y con gentileza ejerció un suave apretón, antes de cubrirla con sus falanges intentando darle algo de tranquilidad. ㅤ ㅤ —¿Qué haremos ahora? Necesitamos al sucesor de Ibrahim. —su tío rompió el incómodo silencio, recibiendo una corta mirada del patriarca quién asintió con su cabeza. ㅤ ㅤ Parecía analizar la pregunta que el hombre había presentado. ㅤ ㅤ —Burak será su reemplazante, eso es algo implícito que está asimilado desde que han nacido. Es su deber. —ordenó el patriarca con aire autoritario. Burak no chistó y menos se negó, era una responsabilidad con la que debía cargar. Se mantuvo inexpresivo con la mirada sobre su padre. ㅤ ㅤ —La tierra ni siquiera cubre el cuerpo de mi hijo, su cuerpo aún conserva el calor de su alma que ha partido y ustedes ya están pensando en su reemplazo como si fuese la pieza de una maquinaria averiada, ¿No tienen ustedes vergüenza? ㅤ ㅤ Su madre irrumpió en la conversación, oculta tras su velo escupiendo con ímpetu sus palabras. Todos guardaron silencio, incluso su padre quien cabizbajo mantuvo el silencio como una forma secreta de darle la razón a la mujer, quien no se soltó del agarre de Burak en todo momento. Podía sentir como su tacto se volvía tibio y la rigidez de sus falanges parecía desaparecer. ㅤ ㅤ —Mi amada Ayse, puedo darte razón en ello. No es el momento de pensar en nuestro poderío, en venganzas o un reemplazo para mantener el engranaje corriendo. —finalmente cedió Mehmet en voz alta, volviendo a relajar el ambiente que a ratos parecía una sala de torturas en la que se dificultaba incluso el respirar. ㅤ ㅤ —Se lo merecía —Kaan, su hermano menor interrumpió entonces —¿De qué hablas? —consultó Burak. —Un niño está muerto por culpa de Ibrahim, la venganza no debería ser una opción. Es una vida por otra, la deuda está pagada. —altanero respondió el menor, despertando la duda en el ahora mayor de los hermanos quién se preparaba para ir más allá con sus preguntas. ㅤ ㅤ La mirada gélida de los dos hombres mayores sobre el joven anunciaron que había soltado la lengua más de lo permitido. Un Burak confundido con la situación regresó la mirada hacia su padre, quién no dió explicación alguna. ㅤ ㅤ —Como decía, no es el momento.. Sin embargo, Ibrahim ha dejado una esposa y un bebé recién nacido quienes son la responsabilidad de nuestra familia ahora. ㅤ ㅤ Burak soltó al instante el agarre que sostenía la mano de su madre, la mirada fija en Mehmet quién no temía. Se la sostenía retándole a bajar la vista, ceder a su poderío y el control que podía ejercer sobre las vidas ajenas. No necesitaba decir más para que él supiera hacia donde se dirigía aquella conversación, Burak era el segundo mayor tras Mehmet, aquel que debía tomar el rol de hermano mayor ante cualquier problemática. Aquel que debía tomar las riendas que su hermano alguna vez tiraría, aquel que... ㅤ ㅤ —Burak se casará con Melek, será quién criará al pequeño Ilhan como su padre. Nadie en esta ciudad traerá la deshonra a mi familia ni escupirá sobre mi nuera. —ordenó Mehmet, la tensión palpable que volvía a tomar el control de la sala. ㅤ ㅤ —¿No crees que es ella quién debería decidir sobre su futuro, padre? ㅤ ㅤ Burak le retó, olvidando entonces la cadena de mando o el respeto que debía mantener siempre sobre sus mayores. Sus manos empuñadas que caían a sus costados, a pesar de que su rostro y palabras se mantenían neutrales, ninguna solución obtendría si perdiese la compostura mientras se mantenía sentado. ㅤ ㅤ —Por supuesto que su opinión será tomada en cuenta, hijo. Pero necesitamos la opción sobre la mesa, Melek necesita saber que no será abandonada a su suerte y la tradición indica que el siguiente hermano soltero es quién se hará cargo de ella. ㅤ ㅤ —No voy a tomar en matrimonio a mi cuñada como si fuese un objeto que pasa de un propietario a otro. ㅤ ㅤ Finalmente Mehmet fue el primero en ponerse de pie, visiblemente alterado ante la negativa de su segundo hijo. ㅤ ㅤ —No es una consulta, hijo. Es una orden y deberás obedecerla. ㅤ ㅤ Burak no se quedó atrás, poniéndose de pie de un salto visiblemente alterado. Le hizo frente a su progenitor sin temor al castigo que recibiría, su destino y el de su cuñada no era algo que estuviese en juego. No eran muñecos de juguete para ser controlados por terceros. ㅤ ㅤ —¿Y si quiere respetar su viudez por toda su vida, padre? Quizás puede enamorarse de alguien más, es una mujer joven, ¿No crees que deberíamos permitirle al menos ese derecho de encontrar algún día su felicidad? Las tradiciones no aseguran la felicidad. ㅤ ㅤ Mehmet mantuvo el silencio, sus labios tensados mientras su mentón se apoyaba sobre su diestra. Podía escuchar los engranajes de su mente correr a toda velocidad analizando la situación, las palabras expresadas, la negativa de Burak y su propia crianza contra la experiencia vivida que le había llevado a abrir su mente. ㅤ ㅤ —Está bien.. No tranzaré el hecho de que te necesito de vuelta en el negocio, tienes seis meses para ordenar la vida que hayas construido y regresar aquí. Empaparte del conocimiento necesario y tomar el lugar de tu hermano. ㅤ ㅤ Desganado, Burak asintió. Sabía bien que ese sería su futuro desde antes de cruzar la puerta, cuando había recibido aquella llamada, incluso desde el día que nació sabía que aquel era su destino sellado. Había huido lo suficiente de su propia realidad y el sueño de una vida normal había muerto, junto a su egoísta hermano. ㅤ ㅤ —Respecto al matrimonio.. Tienen cinco años. ㅤ ㅤ —¿Cinco años para qué? —cuestionó Burak, las miradas de los presentes que iban de un interlocutor a otro. Simples espectadores que temerosos mantenían el hocico cerrado. ㅤ ㅤ —Cinco años para que tú y Melek decidan que harán con su vida. Cinco años me parece el tiempo suficiente para pensar, para que tú o ella puedan encontrar el amor. En cinco años o antes, vendrán conmigo y me informarán su decisión, si se comprometerán o no. ㅤ ㅤ Cinco años era mejor que nada, ¿No? Un suspiro escapó de la boca de Burak quien aún de pie se giró sobre sus pies, dando una furibunda mirada a su madre antes de comenzar a andar. Dejando atrás a aquella sala sintiendo todas las miradas de lástima clavadas en su nuca. ㅤ ㅤ —¡Burak! ㅤ ㅤ Los pasos de su madre se llevaron su atención detendiendo su andar en mitad del pasillo, volteándose a su encuentro esperanzado de encontrar algún consuelo. ㅤ ㅤ —Vendrás a los funerales de tu hermano, ¿Verdad? ㅤ ㅤ Burak asintió, suspiró resignado y retomó su andar solitario. Cruzó el pórtico saliendo de su hogar con la misma desesperanza con la que había ingresado, aunque esta vez con su propio destino que sellado estaba. No había vuelta atrás, había muerto su hermano y con él, su sueño de salir de aquel mundo en el que había nacido. ㅤ ㅤ Cinco años.

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ㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤㅤ⠀ / Dilek /

Cuerpos que se encuentran a través de la oscuridad, buscándose en un juego eterno de seducción. El ardor de la carne que necesita del tacto ajeno para apagar el fuego a flor de piel. Manos que se aferran temblorosas, el roce de la dermis a través de sus yemas, el vaivén lento y las caricias suaves. Dos cuerpos encontrándose sin ninguna barrera hecha de tela, el calor natural que eriza hasta el último vello. Miradas que se encuentran, manos que se entrelazan y bocas que se aferran en un danzar sin fin. Labios, elíxir adictivo que a su propio ritmo forman su propia sincronía, tierra desconocida que conquistan. El descubrimiento de sensaciones únicas, un eterno aprendizaje. 

Aquella noche llenó el lienzo en blanco que era su cuerpo de caricias, besos ocultos y el rastro quemante de su tacto. Llenó con sus colores cada rincón, formando juntos su propia obra de arte, utilizando sus cuerpos como la única herramienta para formar un cuadro digno de la representación explícita del deseo descontrolado que atravesaba el tiempo. Tacto suave de sus manos que borraron una a una sus cicatrices, expiando sus pecados con cada caricia, alcanzando el cielo con la punta de sus dedos en cada suspiro de placer que escapaba de la boca ajena.

Dos amantes se encontraron aquella noche, desconocidos con sus propios pecados en su espalda. Dos almas que encendieron el fuego con cada caricia borrando cualquier padecimiento, el pasado, el futuro, cambiando todo por un corto momento que sabía a sudor, besos y pasión. 

La promesa de un ahora que anhelaba transformarse en una eternidad.

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— 𝐃𝐀𝐍𝐈𝐒𝐌𝐀𝐍 (𝐈𝐈) —

ㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤ⠀ ⠀⠀ ⠀ ㅤ 𝐈𝐬𝐭𝐚𝐧𝐛𝐮𝐥, 𝐓𝐮𝐫𝐤𝐞𝐲 ㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤ⠀ ⠀ ⠀ ㅤ⠀𝟏𝟎/𝟐𝟎𝟏𝟔 ㅤ ㅤㅤ Los nudillos aferrados al volante del vehículo, el transcurso de los minutos que los vuelve pálidos mientras los brazos, temblorosos mantienen la presión de su agarre. Alma poseída por el dolor, perdida en su propio tormento perdiendo el control de un cuerpo que simula convulsionar entre temblores. Los ojos que arden carentes de lágrimas, las pupilas rodeadas de un aura enrojecida abstraída en el vacío, su vista se descubre incapaz de enfocar algún punto en el espacio. ㅤ ㅤㅤ En la soledad de su vehículo, se permitió perder el control, ahí donde nadie le veía. Donde no existía peligro alguno de mostrarse vulnerable y dejar caer hasta su última muralla, sus falanges que entonces abandonan el volante para ir hacia sus cabellos moviéndose a su alrededor. Una caricia desesperada que busca su propio consuelo, como la de un niño que recibía el calor de mamá con una caricia en su cabello para calmar el más insoportable de los dolores. La respiración agitada y los cristales empañados, un agujero en su pecho que parece arrasar con todo, el dolor que se acrecenta con el paso de los segundos mientras las palabras se detienen en su garganta incapaces de salir. ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤㅤ "¿Cómo podrías vivir una vida en paz sin riquezas y poder, hermano? Definitivamente la muerte de esa chica te ha pegado mal, tarde o temprano terminarás volviendo aquí. Nosotros nacimos para dominar por la fuerza, no para convivir junto al rebaño." ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤㅤ Las palabras de su hermano que se repiten entonces en su mente como un vívido recuerdo, agudizando el dolor que le carcome en medio de su pérdida. La mirada de un hombre convencido de la crueldad de su naturaleza, su hambre de conquistar no solo su barrio, también soñaba con la ciudad, el país, el continente completo. ㅤ ㅤㅤ ¿Cuál era el límite de la capacidad soñadora de Ibrahim? Una respuesta que jamás llegaría, una vida más apagada junto a sus sueños en la crudeza de las calles más ambiciosas de Estambul. ㅤ ㅤㅤ Recuperó el aire entonces, la mirada borrosa que pronto enfocó a su alrededor. Suspiró y con su diestra encendió el motor del vehículo, el aire frío que salió a través de los ductos de ventilación impactando su rostro dándole una bocanada de relajo. Una triste sonrisa asomó en su rostro e inició entonces su marcha, al encuentro citado por su progenitor que podía cambiar sus decisiones y su propio destino para siempre.

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Perdí la cuenta de las veces que intenté besar cada lunar que se hacía lugar en tu espalda, intentaba contar uno a uno concentrado en no perder alguno. El suave roce de tu piel contra mis labios y el sonido melodioso de tu risa, como cual distractor perfecto, me llevaba a perder la cuenta comenzando una y mil veces.

Bendita distracción de carne y hueso, que con su cabellera despeinada se dejaba arrastrar por la tentación, sin jamás negarse a lo que la carne pedía. Yo, como un simple pecador preso de sus encantos, quién era para negarme al brillo de su mirada y su adictiva presencia. Caía una y otra vez, cada noche enredado entre sus brazos sintiéndome vivo, los latidos frenéticos y la falsa sensación de un amor que se volvía eterno como tapadera de la adrenalina, el temor a lo prohibido sin alcanzar el cansancio.

Recuerdo cada noche en la que me reclamaste tuyo, mientras tus uñas desgarraban cuanta piel alcanzaban en su andar y tus labios, se entreabrían entre suspiros dejando escapar mi nombre entre jadeos, dulce caricia adictiva que alcanzaba mis oídos, reclamándote mía con un último suspiro cuando el aire escaseaba. Palabras que se expresaban en un íntimo lenguaje animal de sonidos, producto de un placer inconmensurable.

Imposible olvidar cada centímetro de tu piel que mis falanges recorrieron grabándote en mi memoria, enigmática mirada llena de secretos que aún carcome mis pensamientos llevándome por un oscuro laberinto sin respuestas. Incluso, en éste momento mientras mi pluma evoca tu recuerdo, un frío escalofrío me recorre al recordar el calor de tu respiración contra mi cuello provocando un cosquilleo y una secreta promesa de dos almas que se pertenecerían a través del tiempo.

Incluso en este momento, mis pensamientos dudan entre una adicción letal que pudo acabar con mi vida, producto de tu traición o los latidos de mi corazón que llevan tu nombre marcado en cada uno de ellos, o los resquicios que quedan de él desde el día de tu partida. 

Tu recuerdo no me abandona, ni siquiera en el peor de los días. Incluso cuando tu nombre va acompañado de la palabra desamor. ¿Algún día el simple sonido de tu nombre en boca ajena no provocará una punzada insoportable en mi corazón?

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ㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤㅤ⠀ /⠀Hırs / ㅤ ㅤㅤ Cuantas veces nos hemos sentido tentados por la ambición, el hambre de triunfar sin importar el proceso, con la mente obsesionada en el simple resultado. Las ansias de sobresalir por sobre los demás, el éxito que nubla, la pérdida de los valores absolutos en pro de un momento único de éxtasis. El egocentrismo que se dispara cuando todos los reflectores están sobre ti y la admiración de las personas que alaban tu nombre, las inseguridades desaparecen y nuestros demonios se vuelven ángeles dorados de un único dios: nosotros. ㅤ ㅤㅤ Recuerdo a mi padre decirme que el único enemigo del hombre es sí mismo y cuanta razón tenía. Lo recuerdo cada mañana al despertar y veo al espejo el reflejo de un hombre, uno que desconozco, uno que lentamente ha ido perdiendo la bondad de su corazón para transformarse en uno que lleva la justicia desde su propio punto de vista allí por donde va, haciendo oídos sordos a otras versiones que no sean la propia, el dueño falso de una verdad absoluta engañosa. Uno que ha arrebatado más de una vida, vidas que carga en la conciencia como si fuera la propia, uno que cada vez que jala el gatillo pierde parte de sí mismo. Un hombre que a la fuerza aprendió que la ambición mata, que un hombre que no aprende a vivir según las reglas de su entorno, tarde o temprano terminará quebrantándolas y la única salida entonces, será dar su vida a cambio. ㅤ ㅤㅤ Le tememos a la traición, a la soledad y a los corazones rotos. Pero no le tememos a lo que realmente deberíamos; a nosotros mismos, porque somos nosotros quienes nos traicionamos a nuestra propia esencia. Nos abandonamos al punto de la soledad y nos rompemos, hacemos vista ciega de aquello que el corazón anhela y por egoísmo, buscamos lo ajeno, lo prohibido, lo ostentoso, el poder fácil, a pesar de sus débiles bases. ㅤ ㅤㅤ ¿A cuántos más tendré que ver morir hasta finalmente lograr mi propia muerte? ㅤ ㅤㅤ Pago la condena del pecado ajeno, la condena de un hombre que pecó de ambición y no solo arruinó su propia vida, también la de quienes lo amaron a pesar de sus defectos. Pago la condena de un pecador con quién solo compartí un lazo de sangre y sin embargo, ese lazo fue suficiente para condenarme en el infierno terrenal a una vida de torturas, carente de emociones, lleno de trofeos vacíos y oro impuro, riqueza hecha en base al dolor ajenos. ㅤ ㅤㅤ Cuídate de tus ambiciones o quizás, también terminarás condenando a quienes amas.

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— 𝐃𝐀𝐍𝐈𝐒𝐌𝐀𝐍 (𝐈) —

ㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤ⠀ ⠀⠀ ⠀ ㅤ 𝐈𝐬𝐭𝐚𝐧𝐛𝐮𝐥, 𝐓𝐮𝐫𝐤𝐞𝐲 ㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤㅤ⠀ ⠀ ㅤㅤ⠀ ⠀ ⠀ ㅤ⠀𝟏𝟎/𝟐𝟎𝟏𝟔 ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤㅤ—Ibrahim ha muerto. ㅤ ㅤㅤ Aquellas palabras calaron en su psique como si el fuego mismo estuviese quemando sus entrañas, deshaciendo sus huesos hasta volverse cenizas y el alma abandonase el vacío envase calcinado que era su cuerpo. La voz de Mehmet Çelik, su padre, al otro lado del auricular sonaba temblorosa, no se asemejaba en nada a la dureza de su tono con la que solía expresarse, la gravedad de sus palabras y el leve rasgueo en su voz producto de décadas del consumo de tabaco. Su voz sonaba aguda, quebrada, muerta. ㅤ ㅤㅤ Sus nudillos rodearon el frío metal del teléfono presionándolo contra su piel, palideciendo mientras su rostro cabizbajo buscaba una respuesta inmediata a las palabras que su padre había vocalizado con la mirada clavada en el gris de la acera, su espalda impactó contra la fría muralla de concreto y allí se quedó silente, su labio inferior tembloroso mientras buscaba las palabras correctas para expresar la oleada de sensaciones que le invadía. Sintió la debilidad en sus músculos, el nudo que crecía en su garganta enmudeciendo las palabras, aquellas que en su mente se atropellaban una tras otra formando oraciones aleatorias, buscando un alivio inmediato a la herida recién abierta. ㅤ ㅤㅤ —Encontraron su cuerpo esta mañana —el hombre añadió, rompiendo el doloroso silencio en vista de que no obtenía respuesta alguna de su hijo, el cuál buscaba refugio en la soledad de las calles de Estambul para calmar el desgarro de su pérdida. ㅤ ㅤㅤ Él sabía que Ibrahim era propenso a romper las reglas, lo sabía, mierda que lo sabía. Su ambición cegaba muchas veces los ideales que sus padres habían inculcado en ellos, podías ver el hambre de sobresalir por sobre sus pares en sus ojos, las ansias de tener más a pesar de perderse a sí mismo en el proceso. La misma ambición que le había llevado a escalar hasta volverse la mano derecha de su padre, pero también, la misma que ahora se llevaba su vida como cuáles hojas secas de otoño siendo arrastradas por el viento, débiles, sin su característico verde lleno de vida, frágiles, lúgubres. ㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤ ¿Realmente valía la pena arrebatarle la vida? ¿A cambio de qué? ㅤ ㅤㅤ —¿Y ahora qué? ㅤ ㅤㅤ Aquellas fueron las únicas palabras que escaparon de la boca de Burak, la calma constante en su comportamiento, la frialdad de sus palabras a pesar de que su alma en carne viva padecía la pérdida de uno de sus compañeros de vida. Sentía la tensión del momento en su nuca, el trasfondo de tres palabras y un signo de interrogación; el fin de su vida anhelada. ㅤ ㅤㅤ —Ven a casa, te estamos esperando. ㅤ ㅤㅤ Cortó la llamada su padre entonces, el sonido del auricular colgado que se quedó en su oído, el silencio después. No se movió, quizás pasaron segundos, minutos, sus nudillos aferrados al teléfono que sostenía contra su mejilla mientras cabizbajo ocultaba su rostro del mundo. El nudo en su garganta, la desesperación, sus ojos nublados que pronto transformaron aquella humedad en lágrimas, lágrimas que corrieron libres a través de sus mejillas sin perturbar su expresión. No gritó, no sollozó, solo padeció en silencio en la soledad de la calle su luto; solitario, perdido, tranquilo. ㅤ ㅤㅤ La pérdida parecía algo que se volvería una cotidianidad, desde aquel día en adelante. El punto de inflexión donde descubres que nada volverá a ser igual. Y no existe nada en el mundo que puedas hacer al respecto.ㅤ