hongbin, xxv. blue dreamer, crux constellation and messy artist.
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Observaba con suma atención cómo cada gota desde el cristal de su ventana discurría, avanzando en un parsimonioso sendero cuestas abajo, hasta limitar con el alfeizar de madera y allí, de forma imperceptible, cobijarse, acumulándose hasta que la cantidad fuese la suficiente para desbordarse en forma de ríos hacia el infinito, evaporándose en el aire, hasta convertirse en un suave rocío sobre el césped rodeando el castillo. Respiraba con suavidad, y con cada exhalo que daba, con cada suspiro que sus cerezos borgoñas liberaban, una mácula vaporosa se formaba frente a sus ojos, en el exacto lugar donde su frente reposaba, en búsqueda de acallar todos aquellos pensamientos que corrían sin límites ni control en su mente imposible de silenciar. Así era el mago, siempre sabio y astuto, sin embargo, ansioso y calculador por excelencia, llevándole a pensar una situación en concreto hasta agotarse, hasta que su propio cuerpo, ya cansado del constante martirio, rogase que se detuviese. Aquella vez, para su gran lamento, no era la excepción, y mientras contraía las rodillas hacia su pecho, rodeándolas con sus fríos brazos de pálida piel, que bañados por hebras plateadas de luna tranquila se veían, así como también deleitaba sus oídos de la gran tormenta que fuera se desataba, con furia bestial, volvió a suspirar, dotado y descrito por una gran intensidad, pero a su vez, poco duradero, entendiendo que sus compañeros de casa se hallaban descansado a esas altas horas de la madrugada. El sonido fue casi nulo, como un parpadeo casi imperceptible, consiguiendo así que cada temor en el ambiente se expresase, tácito e incorpóreo, como un pensamiento que le huía de la psiquis y flotando en el aire quedaba, con tal de que pudiese sobre analizarlo.
Se aproximaba a pasos agigantados fin de semestre, y con ello, las vacaciones a su puerta golpearían. Podría estar feliz, rebosando de una energía inminente, inmaculada e inconmensurable, sin embargo, aquel año en específico, era todo diferente para el joven animago, quien, con diecisiete años corriendo en sus venas, se encontraba completando su último curso. Aquello no sólo significaba el dejar atrás su época de estudiante e ingresar a un trabajo donde se desempeñaría en el área optada, sino que, a su vez, también conllevaba en abandonar amistades, una rutina ya formada, una vida a la cual ya se encontraba acostumbrado, y no había nada que provocase que su pecho doliese más, excepto por una cosa, una situación en específico que le mantenía allí, en el límite del arrepentimiento y el deseo: junto a sus estudios, dejaría a su mejor amigo, SangHyuk, y con ello, una parte de sí se perdería. Retiró su frente de aquella ventana azotada por la lluvia, y con cuidado, sobre sus rodillas la posicionó, mientras sus ojos cerraba y permitía que aquel pesar en su corazón se extendiese más allá, haciéndole cosquillear el cuerpo, desmoronando las altas paredes que tejió a base de esfuerzo, mismas que le protegían del dolor que cualquier otro pudiese ocasionarle, y las cuales, sólo acceso al más joven había concebido, brindándole la oportunidad de posicionarse allí, directamente entre las emociones más latentes de su órgano vital. Si a Hongbin le brindasen la oportunidad de retroceder el tiempo, y revivir cada instante con el menor, no lo dudaría un sólo segundo y accedería, todo con tal de disfrutar plenamente de sus risas, de sus días y veladas juntos, de su crecimiento acompañado el uno del otro, de cada etapa que habían quemado hombro a hombro, incluso los malos instantes, las caídas, el sufrimiento. Porque, absolutamente todo significaba algo para él, y no realizaría nada, jamás, para cambiarlo. Pero la vida continuaba, el tiempo se le evaporaba desde los dedos, y no cabía posibilidad para que el de la casa de las águilas pudiese viajar en los años y quedarse atrapado eternamente en algún recuerdo, por lo que, tuvo que enfrentarse a la realidad, y simplemente vivir el dolor que le carcomía cada entraña. Mentiría al decir que no le extrañaría, que no sufriría cada vez que recordase su nariz tan particular y esa sonrisa felina que le dedicaba cada vez que una travesura realizaban, cada vez que pensase en su cabello suave o su aroma particular, en su actitud tan torpe y amable, tan particular y única, sin embargo, a esas alturas, él debía ser el fuerte y demostrarle que todo estaría bien, que nada negativo interferiría en aquella amistad que ambos conservaban y construían día a día, aún si la confianza pareciese abandonarle, y sólo incertidumbre fuera la restante entre sus sentimientos más impíos y cavilares más dolorosos, haciéndole dudar si la comunicación pudiese resistir los kilómetros que interferirían entre ellos. Así permaneció todo lo que restaba de la madrugada, aún si por la mañana debiese asistir a sus clases de preparación EXTASIS, aún si tuviese que enfrentar al mundo, sólo necesitaba hacer sangrar sus emociones más, sólo un poco más… y con una lágrima resbalando desde su pómulo en dirección de sus trémulas piernas, volvió a suspirar.
En algún punto de las horas corriendo en el reloj, sus párpados cayeron rendidos y Morfeo entre sus brazos le tomó, llevándose a la joven ardilla hacia un mundo onírico, y si no fuese porque uno de sus amigos con suavidad le sacudió, hubiese no despertado hasta horas después, aterrado y agitado por su pérdida de clases tan necesarias de fin de curso. Muy a su pesar, caminando con cierta torpeza en sus accionares, hacia los baños se dirigió, tomando una ducha con tal de desperezarse y así de su letargo salir. En el reflejo del cuarto rodeado de baldosas, fue capaz de apreciar fuertes coloraciones grisáceas bajo sus marrones ojos, mismas que, con ayuda de sus gafas ópticas, intentó cubrir, de forma fallida, pero que, al fin y al cabo, disimularían algo, antes de peinar su cabello con cierta rapidez y hacia el gran comedor encaminarse, a paso fugaz y ligero, intentando siempre ser el primero, o al menos, aventajarse a su mejor amigo, quien, con el transcurrir de los años, de forma misteriosa, que aún no lograba comprender del todo, le sobrepasó en altura, de forma casi increíble, provocando que las personas que le rodeaban le tomasen como el menor de ambos, casi la mayor parte de las ocasiones, lo que hacía reír al más alto, mientras palabras entorpecidas de su propia boca escapaban, avergonzado ante la mención. Desde que conocía a Han, y su amistad de había fortalecido de forma inminente, se esforzó en siempre estar de forma anticipada entre las mesas. Si bien, el joven podía ser sumamente inteligente, también era un olvidadizo empedernido, y él debía ser quien se encargase de corregir y señalar sus fallas, causadas por el sueño de las mañanas.
Al llegar al lugar, agradeció que el surcoreano no se hallase aún allí, y ya más relajado, asiento tomó, procediendo a hundirse nuevamente entre sus pensamientos, en aquella batalla mental que mantenía oculta, misma que le torturaba, y a su vez, le llevaba a analizar con profundidad y tranquilidad todo aquello que le rodeaba. Le iba a extrañar, no podía poner eso en la palestra de las dudas, no obstante, entre sus tinieblas, el chico hubo hallado una solución a aquello que le torturaba, al menos, un parche que recubriría su corazón hasta el día que se volviesen a encontrar, lo que le mantenía más tranquilo, más relajado en cuanto a lo que estaba a tan sólo unas semanas de acontecer. El desayuno de tal grisácea mañana estuvo descrito por un ensordecedor silencio, mismo que les mantenía en un áurea tranquila, mas no incomoda, y es que el de azules tonalidad, de su mente era víctima y cómplice, provocando que de la realidad distanciado se mantuviese, volando a ras del cielo, entre posibilidades infinitas, inacabables, y no fue hasta que el resto de estudiantes comenzó a abandonar el salón, que a sí miso regresó. Estando allí, plenamente consciente de la realidad, sus castaños orbes hacia el otro dirigió, y antes de que pudiese decir nada, le silenció con un movimiento de sus dedos. Necesitaba expresarse él solo, y no hallaría momento más indicado que ese, por lo cual, dándose los ánimos necesarios, del bolsillo de su capa un delicado y pequeño anillo dorado sustrajo, reliquia que hubo pertenecido a su persona ya por años, desde que sus padres se lo obsequiaron al ingresar a tan reconocido colegio de hechicería, y que, para sí mismo, significaba más que el mundo completo. Ya con el objeto pendiendo de sus dedos, la mano del otro tomó en una de las suyas, volteándola para que su palma estuviese extendida y en ese mismo lugar, depositó la sutil pieza, haciéndole atesorarla con rapidez allí, presionando sus dedos contra el lugar donde descansaba, observándole directamente a los ojos. SangHyuk era en quien más confiaba en toda su existencia, y a través de los años, le había llegado a amar de una forma que incluso él mismo no comprendía, tan latente y tranquila, tan obvia y escondida, pero al no saber cómo explicar todo aquello, Lee prefirió al chico obsequiarle una de sus posesiones más valiosas. Sabía que, como él, lo valoraría, y no tendría que dar más explicaciones a lo que estaba aconteciendo.
— Cuida esto, seré yo cada vez que me necesites, no te olvides de eso.
Y con una sonrisa decorando sus labios, soltó la mano del chico, sabiendo muy bien que le acompañaría, aún si la distancia sobre ellos se instalara.
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A dog friendly new year.
Estamos a puertas de despedir 2018, y recibir con los brazos abiertos un nuevo año, repleto de esperanzas y sueños por cumplir. Tal y como en muchas generaciones, lo primero en desarrollarse son grandes fiestas y jolgorios que reúnen a los amigos y familia en un solo espacio, sin embargo, no todo es risa y felicidad. Junto a estas bellas festividades, descerebrados personas deciden utilizar la tan famosa y renombrada pirotecnia, en función de demostrar su alegría a niveles desenfrenados. No obstante, lo que la comunidad, ignorante e inconsciente, no comprende, es que lo que resulta tan inofensivo para el ser humano, puede resultar en una tortura para nuestros mejores amigos caninos. Y no es sólo una molestia a su sensibilidad, sino que, les ocasiona consecuencias graves, tal como la ansiedad, un temor desmesurado, tendencias a huir, incluso causándose daños en el proceso, inclusive, una sensación de fallecer.
Sé que, tal como yo, allá afuera existen muchas personas dueñas de una de estas inofensivas criaturas, y lo que más deseo, es que nos mantengamos informados, evitarles un trauma o fobia de carácter vital a nuestras mascotas, por lo que, les dejaré algunos consejos que he recopilado, con tal de que este sea un año nuevo amigable para ellos, también.
Consejos.
Disminuir el ruido del hogar: Sí, la idea es que nuestros perros no permanezcan encerrados durante estas festividades, sin embargo, cerrar puertas y ventanas, así como dejarlos en una habitación de su comodidad, puede ser de una gran ayuda para ellos.
Mimos y más mimos: Sí, aunque no lo crean, la compañía del dueño es esencial para nuestras mascotas. Acariciarlos puede funcionar, intenten no castigarles ni retarles durante este proceso, también el tener contacto con sus juguetes interactivos o con golosinas creadas especialmente para ellos, sería de gran ayuda.
Crear un refugio: Puede ser una pequeña cama bajo una mesa, cerca de tu persona, o incluso tras un sillón, esto con tal de que el perro se sienta seguro, y asocie la experiencia a buenos momentos.
Música: Los perros, tal como el ser humano, presentan sensibilidad, y un poco de melodía, podría ayudar a que se relajen en medio de esta parafernalia.
Mantén la calma: Sé que al ver el sufrimiento de nuestras mascotas, muchos tendemos a sentirnos desesperados, y el pánico cunde en nuestra persona, sin embargo, les insto a calmarse, y mostrarse pacífico frente a su perro. Él sentirá que está seguro, y no hay nada a qué temer.
Paseo: Antes de la celebración, es recomendable que lleves a tu perro en un paseo de mínimo veinte minutos, los relajará y mantendrá calmados.
Método Tellington TTouch: Esta terapia se basa en un masaje con movimientos específicos para nuestras mascotas, ayuda a sus temores y no es para nada invasivo, en este link pueden investigar e informarse más.
Medicina alternativa: Para nuestras mascotas, existe una gran variedad de tratamientos para calmar su ansiedad, y entre ellos, podemos encontrar medicina alternativa. Flores de Bach, Reiki, incluso aromaterapia.
Espero que estos consejos sean de utilidad para ustedes, prontamente estaré subiendo algunos otros métodos para relajar a nuestros mejores amigos en medio de estas épocas tan complejas.
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