A place you've never seen before and you might never come back Este blog no tiene nombre de narcótico, fobia ó droga, no planea nada más que dejarte un bonito rato, recomendaciones musicales y ¿porqué no? algo nuevo que leer. ***Todo texto que se firme bajo mi pseudónimo (Auby) vino directamente de mi imaginación, de lo contrario es sólo una recomendación.
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looking at the moon and experiencing a very deep yearning
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Me gusta el mar porque me trae recuerdos y ganas de hacer cosas con ellos. Como escribir esto ahora que recordé a Javier.
Es chistoso que hay gente que viene a tu vida un tiempo cortito nada mas. Asi fue con él.
Nos conocimos en el parque un día de luna llena, fue muy emocionante el hilo de coincidencias que se fueron haciendo en la charla, cuando nos quedamos hipnotizados, congelados en el tiempo que se convirtió en una clase de yoga y una tarde de slackline para los demás. Durante las horas que hablamos, los demás hicieron muchas cosas, y nosotros nos dimos cuenta que nos parecíamos mucho. Pero que también éramos enormemente diferentes.
Javier es de Veracruz, un lugar al que recuerdo con cariño aunque me haya hecho sudar como ningún otro. Me acuerdo que no tardabas en salirte de bañar cuando ya tenías el cuerpo sudado otra vez. Me acuerdo de mi pelo chino, de jugar en la calle cuando bajaba el sol. De la música, porque en esa tierra escuché por primera vez el reggaeton.
Me gusta Veracruz por ese sofoque húmedo, así como me gusta Mérida por la misma razón. Creo que llevo años buscando que un lugar me arrope con su viento espumoso como aquellos dos, porque me encanta ese sabor a sal, el brillo de la piel transpirada y las tantas maravillas que viven en espacios así, con Mar.
Javier me recordaba ese sazón, esa vida de costa que está destinada para el disfrute y la calma.
Me acuerdo de la primera vez que mis ojos lo vieron, estaba tocando sus tambores con una camisa azul marino a lado de los amigos de Elisa que estaban haciendo slackline. Me gustó ver a alguien tocando los tambores en medio de un parque que se siente un tanto artificial, donde los perros van con correa, donde las plantas no se sienten tan vivas. Me gustaron sus brazos torneados y fuertes, su barba decorando el gesto de concentración mientras ladeaba la cabeza para escuchar mejor.
Descubri que a Javier le gusta mucho caminar y que se la pasa varias horas al día en sus trayectos escuchando música, como a mi. Cualidad que te brinda una vida en calma, como en la costa, de donde viene el y secretamente a donde quiero ir yo.
Me gustaría volver a vivir en la playa, pero me dan miedo sus revolcadas, ¿qué tal si llego y sólo me dan ganas de nadar y no hacer nada? así me sentí ahora que llegué de Puerto Escondido, lugar en donde también he estado echando raíz, aunque no como en Mazunte. Luna de arena, lugar exquisito de olas quitas y perfectas.
Cómo quiero al Mar...
En fin, ahora mismo recordé a Javier y se me vinieron estas palabras, hace mucho no pensaba en el, y es curioso el darme cuenta. ¿Porqué será el olvido? ¿porqué será que hay vivencias que nunca se deslavan?
Tal vez se impregnan en la piel como la sal, creando ese pegoste que al parecer a pocas personas les gusta, pero a mi me encanta. Tal vez se quedan como la arena se queda en el fondo de la maleta, escondida para salir después, erosionando para que al verla te recuerdas de la mar. Del vaivén que colorea la orilla, del sonido que arrulla, de la sensación en los pies cuando la arena se jala.
¿Qué será de las palabras que dijimos Javier y yo en el parque?
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-no vacancy-
Me dice Pao que no me encadene al tiempo y viva a mis reglas, pero yo no puedo dejar de impresionarme de que ya es 3 de Enero, otra vez.
El año nuevo siempre ha significado algo muy importante para mi, no se si es porque de niña esa fecha siempre fue muy divertida en mis tradiciones familiares, o si es porque para mi corazón nostálgico es la perfecta excusa para hacer memoria. Me gusta mucho recapitular y hacer listas, aunque jamás he sido de hacer propósitos de año nuevo...
Yo creo, mas bien, que hago un recuento de motivos por los que seguí girando en la vida, y el resultado siempre me sorprende.
Este año nuevo se siente extremadamente confuso, la razón mas obvia es que vengo llegando de la playa de un viaje inesperado y si hay algo que yo no hago es precisamente eso, irme 5 días a la playa de imprevisto.
En mi agenda suele estar marcado lo que haré con un par de meses de anticipación, yo veo este hábito como tener un par de piedras en frente en donde sé que pisaré al cruzar el río. Me da seguridad y mas importante, me alienta a seguir dando los pasos pequeños del día con día. Cosa que tanto trabajo me cuesta.
Y bien, no entiendo aún que ya pasó la noche sagrada en que espero las 00:00 para comer unas uvas y abrazar a quienes tenga junto a mi, sin importar quienes sean. Pasó muy rápido todo como el resto del 2023.
Creo que este año hacer el recuento se me hace imposible porque me la pasé girando y girando tan a prisa que no pude ver nada fijamente, como si mi vida hubiera sido una fotografía barrida, o un stop motion de puras fotos "movidas" mejor dicho, siento que necesito lentes, pero ya los traigo puestos...
¿Qué dia es? ¿Ya es 3 de Enero? ¿Qué pasó todo este tiempo?
Graciosa mi duda, porque sé exactamente lo que pasó: vi asientos desocuparse. Vi el anuncio de mi vida cambiar, ya no dice "no vacancy", ahora hay mucho espacio libre que dejaron personas que simplemente hicieron check out sin despedirse. ¿Será por eso que me importó tanto despedirme de mis nuevos amigos del hostal en Puerto Escondido? Me es importante poner punto final a las frases que escribo, así como dar ese apretón de manos cuando logramos un acuerdo, o sellar la despedida con un beso en la mejilla.
Curioso todo, el 2023 y yo nos despedimos con una luna llena en Cancer, no hubo besos pero sí muchas risas y llantos que me tocó a mi calmar como se calma al fuego. Desconocidos me rodeaban para preguntarme sobre mi profesión "escuché que eres Astróloga" me decían con un paquete de preguntas bajo la manga, preguntas listas para responderse mientras las olas rompían a unos cuantos metros de nosotros y el humo de la marihuana nos rodeaba como si fuera incienso.
Esos últimos días fueron nebulosos, pero las noches eran claras como el agua de un cenote Tulumense, claras como el reflejo de mi rostro en una piedra de obsidiana. Y aunque ya no se sobre qué estoy escribiendo, si de mi año nuevo o de mi estancia en la playa, sigo sabiendo que este año conocí de verdad lo que es el tiempo.
Se que no está en ningún reloj, ni está marcado en ningún aparato.
El tiempo está en las arrugas de mi piel, y en lo largo de mi pelo al mes después de cortarlo.
Este año me creció más el pelo que en toda mi vida, lo juro. ¿Cómo es ese dicho? ¿El tiempo pasa más rápido cuando te la estás pasando bien? ¿Cuándo me la pasé bien?
Este año fue horrible...
En 2023 aprendí a restar. Empezamos 4, ahora sólo somos 2.
Todo se desvaneció,
no acabé ningún texto y las playlists tambien se fueron quedando atrás sin un final, me revolcaron muchas olas y ahora estoy aquí, desnuda en la orilla de la vida, completamente desorientada.
¿Qué pasó todo este tiempo y porque hace tanto frío?
-Andrea
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es 1ro de Junio y soy libre
libre del fantasma en mi cabeza
del roedor que mordisqueaba esa materia gris
del recuerdo tenue de lo que algún día concebí como vital.
antes temía a cantar mis victorias, pues siempre se sintieron prematuras,
como si al entusiasmarme se cumpliera la promesa de su muerte.
como si el marchitar tuviera un olfato sensible por el champán.
por eso me acostumbré a descorchar los vinos en silencio
y a callar lo que mi corazón gritaba.
me siento como cuando llego a la paya
fresca, abierta, dispuesta.
me siento como cuando estoy en la hamaca,
flojita, relajada, entregada.
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me gustan los corazones de roble pues qué pereza estar vacío.
me gusta exclamarme, pronunciarme ante el mundo,
me gusta sentirme la piedra en el espacio,
vocera del menester.
porque sí hay cosas que se tienen que decir
porque sí hay silencios que aunque incrédulos, aún sofocan.
me gusta sentirme adecuada y precisa
me gusta sentir cuando las palabras cortan lo invisible
y la pausa despues.
asi como cuando escribí en secreto todo lo prohibido,
así como cuando hablé de la compasión de Miranda,
así como cuando repliqué el rugido de Daniela,
porque es deber replicar su nombre de Fiera. Una, otra, otra otra vez.
Así como cuando confesé ante la Luna que ya no quiero responderle a Marte y asi, como cuando me escribo poemas de amor.
me gustan los corazones de roble pues qué pereza estar vacío.
a mi me pesa mucho cargar lo que es liviano, yo me aburro.
me hace bostezar lo simple y lo aparente, y en cambio,
me encantan las palabras que comienzan con una "h" silente,
lo hondo.
el fondo,
el eco,
el vacío,
el negro,
el sinfin.
pues de allí sale la luz, del Mal Espíritu.
la luz que atraviesa el cristal,
la luz afable,
la luz de Dios.
me gustan los corazones de roble pues si no, no encuentro espíritu,
sin el que no distingo el hambre de la hambruna,
ni distingo al Sabio de quien alucina,
ni al pez con el ladrón.
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00:00-28
Hay momentos que se sienten como ritos de paso.
Como si estuviera en un juego de feria dándo vueltas y vueltas me sentí girar tan rápido y tan violentamente por mucho tiempo, existí mareada y desorientada, forzándome a mantener los ojos en un solo punto, forzándome a ignorar el ruido y la vista tan borrosa. Ansiosa por tocar el suelo, sedienta por beber el néctar de las frutas que veía en las copas de los árboles, los que creía que mis brazos no alcanzaban.
El agua del baptismo hoy me moja la sien. Como si hubiera abierto un portal hacia un nuevo mundo, como si estuviera recién bañada en un balcón frente a una preciosa vista que se pinta tranquila. Asi me siento ahora frente a la noticia de ser dueña de mi tiempo. Ahora en calma, pero aún en la tomenta.
Quizás ese es el fruto del tiempo. Quizás así se siente tener la confianza de saber navegar en las mareas altas.
Hay caos y hay terror, también hay paz y también hay silencio.
También hay plenitud.
Hay aire fresco aquí, aire que invado con tabaco quemado, por ansia pero también por gana. Hay espacio para la tranquilidad, para el decidir, para fluir con los antojos, Hay tiempo entonces para bailar, para celebrar que no hay horarios. Que no hay otro amo, solo yo.
¿Cuánto tiempo tuve que pagar para tener este tiempo sólo mio?
¿Cuántas fantasías encapsulé en mi subconsciente pensando que aún no era el tiempo de vivirlas?
El frío me toca la piel, pero no hay techo más seguro que el Yo. No hay habitación más acogedora que el saber que yo puedo ser hogar. A pesar de que en la realidad las paredes están agrietadas y aquí se empolva rápido, dentro de mi se siente cálido. Ésta agua mía me moja de la cabeza hasta las manos, me colorea y me hace río.
"Soy creadora" me hace repetir, reconociéndome.
Me han llamado. He escuchado mi nombre, tengo que levantarme... caminar hacia delante o a donde la voz que tanto me desea me esté convocando.
Es tiempo me dice, de ir a navegar al mar.
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Todas esas flores...
Ojalá hubieras visto todas las flores que te llevamos, tantas que no cabían, tantas que te rodeaban como un abrazo.
Me parte el corazón por saberte tan triste y tan aislada de todo ese amor que tantos tenemos para desbordarte en lágrimas, paralizados por la ausencia. Me parte el corazón preguntarme desesperada ¿cómo habría podido transferirte todo ese amor?
¿Habrás sabido que cada uno que los que te conocímos teníamos tantas flores para ti?
Nos preguntaron cómo éras y mi corazón sin dudarlo ni un segundo respondió: "era una Fiera", porque así te recuerdo: rugiendo, corriendo, latiendo. Protegiendo tu centro blando y precioso, sensible y frágil. Viva, demasiado, demasiado viva.
Te recuerdo desesperadamente inspirada, queriendo desgarrarlo todo, reconstruirlo todo, armándolo todo tu misma. Te recuerdo tan feróz que tropezabas en el intento, llena de hambruna, sintiéndote fallar por no poder comerte el mundo.
Daniela, no me cabe en el pecho éste lamento.
No puedo creer que se han acabado las conversaciones infinitas, las risas, la locura, el compartir lo amargo y lo bueno. Alguna vez me dijiste algo que me marcó, dijiste que no debería sentirme sola por dejar tanto tras de mi, porque "nosotras somos como un cometa que no para y vamos muy rapido, por eso se caen pedazos que hay que dejar detrás... como migajas"... me hizo sentido pero hoy no me la creo. Ojalá pudieras saber que tu velocidad no comprometía al acompañamiento.
...
Te celebro y te honro fuerte. A ti, a tu corazón gigante y a tu luz violeta.
Que descances en paz, que te rodee todo ese amor donde sea que estés y a donde sea que vayas. Te amo, te amamos, te amaremos siempre.
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