Éste es un espacio virtual creado por dos amigos, los cuales buscan un lugar en el que expresarse y compartir sus experiencias y aprendizajes con el resto del mundo. Cuéntanos tus experiencias y disfruta, ¡tu opinión vale mucho!
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MENTE DE PIEDRA O MENTE DE GOMA
A la hora de tratar la información externa, tenemos dos extremos y unos términos medios. Un extremo es el de la mente cerrada a cal y canto en su propia visión de la realidad, en sus convicciones, en su manera cuadrada de ver el mundo. El otro extremo es el de una mente flexible, que abre sus puertas a la información y la contempla. En ambos extremos hay peligros, como siempre. Por ejemplo, una mente demasiado abierta corre el riesgo de dejar entrar cualquier tipo de información y posiblemente aceptarla sin más, además de no llegar a tener unas bases sólidas, o principios en los que sustentarse. Una mente muy cerrada, por otro lado, suele regirse por lo aprendido en los 20-30 primeros años de vida, y todo lo demás no tiene casi cabida en ella. Es decir que no se llega a plantear o replantear la información, sino que sigue como un credo lo ya aceptado hasta cierto punto de su vida (aceptado por la flexibilidad de la mente de la infancia), y lo nuevo no es válido y no tiene la posibilidad de integrarse en su personalidad y su repertorio.
Entonces tenemos por un lado a personas que pecan de un relativismo muy exagerado, que no llegan a encontrar unas raíces, perdidas en su propia ‘’amplitud’’ y sin llegar nunca a posicionarse en casi nada. No llegan a ser un referente de verdad para nadie, y pocas veces se atreven a mojarse. Y por el otro, cabezotas radicales muy posicionados en sus creencias y que suelen decir cosas como ‘’a mí nadie me va a cambiar a estas alturas’’ o ‘’no me vas a enseñar nada’’, ‘’yo soy así’’, etc. Ambos extremos producen radicalismos a su manera, muchas veces disfrazados de otras cosas, y en ambos extremos hay varios tipos de personas que funcionan igual pero con sus propias creencias, generando más extremos.
Yo creo que, como siempre, en el punto medio está la virtud. Pienso que hay que tener una mente abierta para ser capaces de contemplar información de todo tipo, pero además unos filtros (principios, experiencia, cautela, conocimiento) para procesarla cuidadosamente. De ésta manera podemos hasta contemplar lo que nos cuente el diablo, pero teniendo siempre un filtro que sólo dejará pasar lo que consideremos válido. Porque, aunque alguien no me guste en términos generales, y suela decir idioteces, no significa que no pueda separar el trigo de la paja y saber aceptar cuando ha dicho o hecho algo correcto. O cuando nos topamos con temas, palabras o términos que hemos tachado de tabú, rechazarlos de plano nos cierra las puertas a las joyas que pueda haber detrás. Es como tener una carpeta en el PC, que no abrimos porque el título no nos gusta o nos da miedo, pero que dentro puede tener cosas buenas que nos estamos perdiendo sólo por no mirar. Es mejor ajustar el ‘’cortafuegos’’ a cosas más concretas.
También así se pierde el miedo a posicionarse, a tener creencias, por mucho que éstas puedan estar equivocadas o no ser correctas del todo. ¿Qué más da? Si seguramente nada de lo que sabemos o creemos saber, o ‘’sabremos’’ en el resto de nuestras vidas, sea cierto ni en un 50%. Aprender, asimilar, equivocarse, descubrir, demoler todo y volver a aprender, volver a equivocarse, y así continuamente. Pienso que esa es la base del aprendizaje y que cada vez que descartamos algo y volvemos a aceptar (como válido o posiblemente válido) algo nuevo, se queda un residuo de experiencia que se va acumulando poco a poco y que al final es lo que se convierte en nuestro camino y nuestra persona propios. No aceptar de primeras cualquier cosa que venga como un idiota, pero no ser un tocón seco soberbio, que se niega a aprender y se piensa que lo conoce todo en sus 50 años de vida rancios. Es un buen término medio al que cuesta llegar (y mantener) pero al que vale la pena apuntar.
Radicales liberales que pegan palizas a los que consideran fascistas, fascistas que pegan palizas a los que odian, liberales que condenan y atacan a quien siquiera llega a contemplar una posibilidad que no les convence, y sigue y sigue la lista de extremos. Todos iguales sin darse cuenta de que son y actúan como lo que odian y condenan, con otros colores, con otras banderas. Con la misma violencia, la misma idiotez y la misma ignorancia, echan la misma peste.
Los extremos son siempre manipulables, destructivos y opresivos. A mí me gusta más intentar ir a mi aire y, en la medida de mis posibilidades, caminar por el centro. Te vendrán collejas de ambos lados, pero el camino es más auténtico y satisfactorio. Te caerás igual, pero el suelo es blandito sin llegar a desmoronarse. Te quedarás más a la intemperie, pero el aire será templado.
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INCERTIDUMBRE E INSEGURIDAD
Vivir con miedo, vivir con ansiedad, mortificados por el pasado y angustiados por el futuro. Ésta es la manera en la que mucha gente en mayor o menor medida vive hoy en día, o más bien todos sufrimos de ello en algún grado durante nuestra vida. Creo que la solución a cualquier problema empieza por entenderlo, entonces… la pregunta; ¿de dónde vienen éstos miedos y ésta manera de vivir? La respuesta que yo he encontrado en mi vida, está resumida en el título.
Pasado
Por una parte tenemos el pasado. Cuando nacemos, no tenemos, y tras nuestros primeros años de vida tenemos, pero poco. Por eso suele ser la época en la que menos nos martirizamos por lo ya vivido, no cargamos con suficiente basura mental y emocional (juicios, dolor, etc.) todavía. Al no tenerla, no proyectamos esa basura hacia nuestro futuro, y al no temer a ninguna proyección de futuro nos dedicamos casi plenamente al presente. Vivimos, experimentamos, la incertidumbre es sorpresa y emoción, es vida y nadamos en ella. Jugamos, descubrimos, nos asombramos, no ponemos etiquetas ni cerramos conclusiones sobre nada porque no tenemos. Ahí nacen nuestros recuerdos más plenos, nuestras experiencias más auténticas.
Futuro
Gradualmente la vida nos va imponiendo su visión, o visiones. La visión de la gente, la visión de la cultura, del pasado, de la familia, de la escuela, del gobierno, de ideologías de todo tipo, mezclado con nuestras propias experiencias, etc. En cierto punto aprendemos a juzgar y etiquetar, y a temer. A temer repetir experiencias dolorosas, a temer vivir las realidades que el mundo nos ha ido imponiendo y que no son afines a nosotros. De ahí en adelante vamos dejando cada vez más de prestar atención al presente, de vivir de manera auténtica según nuestra realidad propia, y empezamos a anclarnos a las experiencias pasadas (dolor, trauma, arrepentimiento, culpa, etc.) y a proyectar al futuro el miedo de perpetuar ese pasado.
Presente
¿Cómo volver entonces, poco a poco, a vivir ‘’libres’’ de miedo en nuestro presente y nuestra propia realidad? ¿Cuál es nuestra propia realidad, y cuál la de otros? Hay varias claves que al menos a mí me han servido como respuesta.
Por una parte, tenemos que entender que el miedo viene principalmente de la incertidumbre, ésta viene dada por el cambio, y el cambio es parte intrínseca de la vida. Nos hemos acostumbrado a vivir saltando de zona de confort en zona de confort, buscando establecer ‘’burbujas’’ seguras y conocidas que se mantengan igual para darnos estabilidad. Esto significa falsa seguridad, estancamiento y miedo constante a lo que pueda sacarnos de esa burbuja. Es necesario volver a aprender a disfrutar el cambio, como cuando éramos niños, el día a día cambiante lleno de sorpresas y nuevas experiencias. Pero para disfrutarlo, debemos dejar de temerlo. Por lo tanto, hay que agradecer y dejar ir experiencias pasadas y aceptar el futuro como sea que venga. Para dejar ir el pasado es necesario perdonar y perdonarse (que no aceptar y tragar cualquier cosa), pues venimos a ésta vida sin ninguna guía y por lo tanto con derecho a cometer errores y aprender.
Para poder aceptar el futuro sin miedo y sobrevivir como individuos, es imprescindible separar esas ‘’realidades’’ impuestas por la vida, de la nuestra propia. Es necesario que prioricemos nuestra visión propia, o que al menos le demos la misma importancia que a la realidad externa. En el punto medio entre nuestra visión (opinión, expectativas, sentimientos, etc.) y la realidad externa (sucesos, acciones de otras personas, etc.) se encuentra el lugar al que debemos prestar atención y en el que nos conviene ubicarnos.
Es el lugar en el que los errores no se convierten en culpa, pues el auto-perdón nos permite aprender del error y encontrar la solución. Es el lugar en el que empatizamos con los demás y valoramos sus opiniones, pero no dejamos que pasen por encima de la nuestra, ni de nosotros como persona. Es el lugar en el que tenemos deseos, planes y expectativas propias, pero sabremos aceptar y adaptarnos a lo que venga aunque no se ajuste a lo que queríamos o esperábamos. Es el lugar en el que el miedo pasa a convertirse en simple precaución, pues la seguridad y certeza de que nuestro propio filtro (visión) siempre estará ahí, llena la incertidumbre con calma y paz. La respuesta al miedo y la ansiedad, somos nosotros. Nosotros somos lo que rellena los huecos, lo que le da sentido a lo que sucede, somos el parámetro para todo. Cuando entendemos ésto y ese parámetro deja de ser algo externo, para pasar a ser interno, el miedo va desapareciendo. Incertidumbre = externo, cambiante, no se puede controlar. Estabilidad = nosotros, interno, controlable, somos el común denominador en todas las vivencias de nuestra vida, que equilibra la ecuación de la dualidad y lo une todo. Todo lo que provoca el miedo somos nosotros, por lo tanto depende de nosotros ‘’encenderlo’’ o ‘’apagarlo’’. No es necesario (de hecho es casi imposible) vivir absolutamente sin miedo, pero se puede dejar de vivir ‘’en base’’ a él.
No poner en práctica esto es vivir con miedo. Y vivir con miedo es vivir buscando siempre una seguridad futura que nunca llega, y así pasa la vida, hasta que un día se acaba sin haberla vivido. Creo que cualquier persona que mire atrás en su lecho de muerte, querría poder decir ‘’he vivido mi propia vida, auténtica y sin miedo, y no la que otros quisieron o me dijeron que viviera’’… en lugar de ‘’he pasado mi vida huyendo con temor, esperando algo externo que nunca llegó, y siguiendo las pautas que otros me marcaron’’. En el momento de nuestra muerte, ninguna autoridad u opinión, persona/cosa o ley externa de las que hemos encumbrado por encima de nosotros como si fueran ley divina, cediendo al miedo, va a venir a darnos un premio o a consolarnos. En ese momento sólo estamos nosotros, el final del juego y la vida que hemos llevado, y prefiero que haya salido de mis cojones a que me la hayan ‘’echado encima’’ otros imbéciles igual de imbéciles (o más) que yo.
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UN SUEÑO SIN FIN
Hoy en día casi todos tenemos presente el concepto de que todo está compuesto por energía en diferentes estados. Los átomos, según la estructura que formen y la separación entre ellos, marcan la diferencia entre lo sólido, líquido o gaseoso. La solidez o el vacío son una ilusión de la percepción, no hay espacio que no esté ‘’ocupado’’ por algún tipo de energía o materia (en el estado o al nivel que sea). Sí, se dice que la mayor parte del universo o de la materia es vacío, pero ese vacío de materia debe estar ocupado a algún nivel por otro tipo de energía o base a su vez, de lo contrario para empezar no podría sustentarse todo lo demás.
Por otra parte tenemos la idea lógica (que muchos han expuesto ya) de que para que el universo pueda existir sin colapsar sobre sí mismo, en su estructura más básica (y dado que no hay vacío y todo debe estar ocupado por algún tipo de energía/materia) debe estar todo completamente interconectado en una red de información perfectamente coherente. Información, sí, porque sabemos que en la naturaleza todo funciona mediante paquetes de instrucciones e información que se intercomunican. Las células enviándose información para proteger al cuerpo de una enfermedad, las sinapsis cerebrales, el adn mismo con sus códigos genéticos de instrucciones, etc.
Ahora, con estos conceptos presentes me surgen una serie de preguntas e ideas:
Somos parte de un sistema (unidades dentro de un sistema mayor, llámese universo, creación o como se quiera llamar). Todo lo que está incluído dentro de un sistema viene dado por las características base de ese sistema, es decir, no hay nada dentro de un sistema que la base de datos o ‘’genética’’ de ese sistema no tenga contemplado o programado como posibilidad o caracterísica/función, pues al tratarse de información interconectada, todo parte de la base o del ‘’conjunto’’ mayor/ecuación completa. Pongamos un ordenador como ejemplo. Un ordenador tiene la capacidad de ejecutar programas, y esos programas de realizar funciones varias. Dentro de un programa pueden componerse ideas nuevas o complejas, pero todo aquello que se componga no puede rebasar las características del programa o la potencia del hardware, pues al estar contenido en él y su sistema operativo, debe regirse por las reglas o ‘’genética’’ de ese sistema. Si se intenta romper esta norma, la idea o composición no funcionará o siempre faltará algo para que sea completa y factible, necesitando un hardware y software más potentes para ejecutarse al completo.
Podemos concluir, entonces, que la unidad/parte/fractal dentro de un sistema nunca puede ser más compleja en su esencia y características base, que el sistema completo o la esencia misma del sistema, así como el cuerpo humano o una planta desarrollados no son más complejos que su adn, pues todo viene preconcebido y configurado en los códigos genéticos primero.
Todo esto me lleva a pensar lo siguiente. Si somos parte de un sistema, y hemos visto que el sistema debe tener en su esencia todas aquellas funciones/características que nos forman a nosotros como fractal/unidad/parte de él… siendo nosotros seres con conciencia y raciocinio, seres autoconscientes (de sí mismos), ¿no sería lógico pensar que el sistema en sí (creación, universo) posee también esa característica o función en su genética esencial? Y si esto fuera así, ¿podríamos decir que el universo tiene una mente en esencia, y que como partes de su sistema somos parte de su mente (pensamientos)? ¿Y no se parecería esta mente que nos contiene, ésta ecuación completa, este sistema, a la idea de ‘’un dios’’? Que cada uno saque sus conclusiones al respecto, ‘’dios’’ sólo es una palabra con mucha carga simbólica y acepciones, pero la idea neutra está ahí.
No puedo evitar entonces llegar a la conclusión de que, la consciencia es una constante en la ecuación completa de la creación. En su genética, en su esencia misma. Y me surgen más preguntas.
Como parte de este supuesto sistema consciente, interconectado todo a niveles imperceptibles como una malla de información, nuestros pensamientos e ideas no deberían ser capaces de superar la complejidad/capacidad de la base de datos de posibilidades/probabilidades de la ecuación completa/genética de la creación. Estamos contenidos en ella, por lo tanto todo lo que es posible dentro de nuestra mente, es posible e incluso factible y probablemente ya existente en alguna parte/estrato de la mente completa. Dicho de otra forma, nada que podamos pensar o concebir, supera la capacidad o complejidad de la ecuación completa. Dicho más claro aún, nada que se nos pase por la cabeza es imposible. Puede ser imposible dentro de un contexto concreto, debido a la falta de información o de capacidad en un entorno limitado. Pero en la ecuación completa es posible, pues en un sector limitado de un sistema no puede existir información que no esté dentro de ese sistema ya, al menos en esencia o código, puesto que no puede venir de la nada (¿de dónde viene todo? ¿Existe la nada? Esa pregunta me cortocircuita así que la dejamos. Lo que me da que pensar que, a medida que adquirimos la información correcta y ampliamos nuestro sistema operativo (instalamos programas más potentes y complejos y desinstalamos los erróneos, en nuestra mente), existe la posibilidad de que fuéramos capaces de cambiar las limitaciones de ese contexto o entorno limitado, borrarlas, ampliarlas, quizá incluso hasta llegar a la complejidad de la ecuación completa. Suena increíble pero, significa que no sólo seríamos ‘’parte’’ de ese ‘’dios’’, sino que podríamos ampliar el espectro o foco de nuestra unidad hasta abarcar la totalidad, es decir, convertirnos en ‘’Dios’’ al observar por completo y asimilar por completo la ecuación total que lo compone. *aquí termina la parte más ‘’consistente’’ de lo que quería exponer y empiezan como podéis ver las suposiciones más locas y en el aire.
Puede sonar a locura, pero no tanto si recordamos que somos parte de la mente total, y de que todo el sistema está interconectado en una red de información similar al internet. Puede sonar raro también hablar de la mente como sistema operativo y ‘’programas’’, pero tened en cuenta que la mente no es humo, debe tener en sí para poder sustentarse y existir una estructura material básica, creamos que es únicamente el cerebro o que haya otra capa más (a nivel cuántico tal vez, o a saber). Es decir que todo pensamiento, idea, imagen dentro de nuestra mente, etc. tienen una estructura y forma básica material y coherente en algún lugar, en algún nivel, y se escriben y forman con un código. Por lo tanto, no son distintos de un software, sobre todo si tenemos en cuenta que se ha demostrado que experiencias y emociones pueden alterar ciertas partes de nuestro adn. Nada raro teniendo en cuenta que se trata de un sistema de información que no deja de fluir y retroalimentarse.
Alguno pensará, recordando el paralelismo con los ordenadores, que no puedes cambiar tu hardware desde el software. Y yo digo… si nuestra mente está interconectada con la mente ‘’completa’’, y somos capaces de acceder a ella… ¿no es esa mente completa el ‘’técnico’’ que crea nuestro hardware? Y si somos parte de esa mente al estar conectados, ¿no somos nosotros el propio técnico si logramos expandir nuestro sistema de información, o enfoque? Un ordenador ‘’deja de ser’’ un solo ordenador si adquiere conexión a internet y accede a otros ordenadores, puede controlar una red entera, puede ser un mundo enorme. Es decir, ¿no es cierto que podríamos ‘’pensarnos’’ a nosotros mismos? Entonces, si así fuera, podríamos ser capaces de alterar nuestro hardware sin límite. Otra pregunta más simple es si estamos seguros de que nuestro hardware es tan limitado como creemos, de si hemos desarrollado todas las instrucciones y posibilidades escondidas en nuestra genética, o todavía se puede actualizar y ampliar mucho más. Al final, un software no es más que el hardware de otro software/programa. Un sistema operativo ‘’es el hardware’’ que contiene a un programa, que en sí es un software, y a la vez un hardware que contiene otras funcionalidades.
Hardware = software = sistema operativo = hardware = programa… Se trata de una cadena de contenedores que contienen algo, que a su vez contiene a otro algo, y así sucesivamente. El hardware de nuestros ordenadores es el software de otro hardware, que tal vez sean nuestras manos, cuyo software podría ser nuestra mente, y así eternamente. Lo único que cambia aparentemente es el tipo de materia o código que compone a cada eslabón, pero eso no cambia el concepto esencial.
¿Dónde empieza y termina la cadena de hardware/software/hardware/software (avatares¿?) de la que formamos parte? ¿Quién nos está pensando a nosotros? ¿Es un niño, un anciano, es alguien, o es algo? Dejo mis preguntas en el aire.
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ANSIEDAD Y MIEDO
Uno de los mayores problemas en nuestra sociedad actual parece ser la ansiedad. Afecta a un enorme número de personas, a veces en formas sostenibles y a veces en grados tan altos que impiden a la gente llevar una vida normal y sana, o que incluso conducen al suicidio. Así que he decidido escribir acerca de la ansiedad, de cómo la entiendo y gestiono yo según mi experiencia, por si a alguien le sirve y le ayuda a comprenderla y comprenderse mejor, y así quizá poder ponerle una solución. Primero veamos cuál es la definición de ''ansiedad'' según wikipedia:
''La ansiedad (del latín anxietas, 'angustia, aflicción') es una respuesta de anticipación involuntaria del organismo frente a estímulos que pueden ser externos o internos, tales como pensamientos, ideas, imágenes, etc., que son percibidos por el individuo como amenazantes y/o peligrosos,1 y se acompaña de un sentimiento desagradable o de síntomas somáticos de tensión. Se trata de una señal de alerta que advierte sobre un peligro inminente y permite a la persona que adopte las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza.'' Dicho de forma más simple, se trata de un miedo, tensión, nerviosismo y/o angustia que están presentes en cualquier momento de nuestro día a día, a veces con una causa concreta y a veces sin motivo aparente, lo cual lo hace todavía más peligroso y difícil de tratar/comprender.
Primero, hay que entender que nuestra mente trabaja con información y ''programas'' que se encargan de gestionarla correctamente (o así debieran hacerlo). Éstos programas son el sistema operativo de nuestro cerebro, son las ideas básicas que grabamos sobretodo en la primera infancia. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos, de forma incorrecta. Ésto hace que dichos programas den fallos y, en muchas ocasiones, actúen como ''virus'' para el sistema, un sistema lleno de errores y problemas que no será capaz de gestionar la información adecuadamente y causará un caos mental y emocional.
El segundo punto a tener en cuenta, es que el universo ''odia'' el vacío. ¿Qué mierdas significa esto? Significa que los vacíos siempre tienden a llenarse, es una ley de la energía y se aplica a todo. En una sociedad adicta a la información externa, en una mente dependiente de constantes estímulos (internet, móviles, redes sociales, ruído, etc.), un vacío siempre será llenado rápidamente por algo. Si tu mente funciona correctamente, tú decides con qué llenarlo (ideas positivas). Si no lo hace, si dejas que el vacío se llene automáticamente (desde la inconsciencia), se pone en juego la ecuación de improbabilidad, los millones de posibilidades de todo lo que puede haber y suceder. Y esa improbabilidad tan abismal sumada a la necesidad de tener control y seguridad sobre el porvenir, se percibe en forma de miedo en su gran variedad de formas (es decir, da lugar a la ansiedad).
El miedo a lo desconocido, es el miedo a la ''ecuación de improbabilidad'', al abismo de posibilidades fuera de control, percibido por nuestra mente. La seguridad de lo conocido, viene dada por la ilusión (a veces acertada, a veces no) de que todo va a acontecer como está previsto, como ya ha hecho muchas veces previamente, y de que se tienen calculados los posibles resultados de dicha ecuación. Es decir, esa ''falsa'' seguridad que tenemos la mayoría del tiempo, viene dada por la ilusión de tener el control. Ésto quiere decir que, cuando se rompa esa zona de confort y se produzcan cambios en nuestra vida, ya sean grandes o pequeños, pueden aparecer el miedo y la ansiedad. Lo desconocido, la falta de control, la ilusión se desvanece y estamos vendidos.
Ahora, ¿cómo hacemos para solucionar esto? ¿De qué llenamos ese vacío? ¿Cómo se logran seguridad y confianza reales? ¿Cómo convertimos la ecuación de improbabilidad (múltiples posibilidades fuera de control) en ecuación de probabilidad (camino elegido por nosotros)?
Pues ese vacío se llena con conciencia. La conciencia es el correcto funcionamiento de la mente y las emociones, es la claridad de percepción de la realidad, es la capacidad de elegir ''desde fuera de la caja''. Vivir desde la conciencia implica sobreescribir los programas erróneos de nuestra mente, cambiándolos por los programas correctos.
Una de las ideas clave para resolver todo este jaleo es darse cuenta del hecho de que, por mucho que lo intentemos, no tenemos control sobre nada. Podemos proyectar pensamientos, planes de futuro, intenciones y propósitos, pero todo ello son simples esbozos virtuales que no tienen por qué suceder tal cual esperamos. No existe el control, es una quimera de la mente. La vida llega y sucede en formas que escapan a lo que tienes previsto, a veces coincidiendo con tus planes y a veces no. Por lo tanto, tu seguridad no puede provenir del control, porque este no existe. Entonces, ¿de dónde sacamos esa seguridad? Pues, irónicamente, de la ausencia total de control. De la noción de que no podemos controlar nada. ¿Cómo es esto? Simple. Si no puedo controlar nada, si todo va a pasar como tenga que pasar, ¿para qué narices me voy a preocupar? Es un maldito alivio, es una liberación. No hay que soportar la enorme carga de intentar controlar todo el futuro, de preocuparse a largo plazo, esa no es nuestra responsabilidad. Sería de locos. Todo llega como deba llegar, y como sea que ocurra está bien. No es nuestra misión controlarlo, sino adaptarse a lo que venga y dar lo mejor de nosotros mismos. Podemos hacer planes, pero sabiendo que sólo son bocetos y esquemas sujetos a cambios, y que si es necesario se adaptarán, y eso está bien. Nuestra única misión es elegir y avanzar a través de la ecuación, y lo que ocurra bienvenido sea porque ahí estaremos nosotros para seguir tomando decisiones, que nos llevarán por el imprevisible camino de la vida.
La vida no se controla, se surfea. Es imparable, imprevisible, y nuestra cualidad de oro no es que podamos controlarla y detenerla, sino que podemos adaptarnos a todo lo que nos traiga. Bruce Lee lo decía.. ''sé como el agua''. Adáptate a todo, no te dejes romper por rigidez. Toma tus decisiones y crea tu futuro desde la conciencia, sabiendo lo que está en tu mano decidir y lo que no. No seas conformista pero vive feliz sabiendo que ésto es un ''juego'' y que puede ocurrir cualquier cosa, que tú no eres culpable o responsable de la imprevisibilidad o de no tener el control. Eso nos viene grande, lo nuestro es observar y elegir, crear un camino sobre la trama que se nos planta delante. Aprende a dejar de intentar controlar o saber lo que viene, limpia tu mente de esos programas. No es fácil, lleva arraigado mucho tiempo. Esfuérzate cada dia, recuérdatelo. Todo está bien, da igual la variable, vive y juega con lo que venga, no te aferres a tus previsiones. Elige con conciencia y, sabiendo que no eres responsable de lo que pueda suceder, responsabilízate al máximo de tus actos y elecciones, pues es lo único de lo que eres realmente responsable.
Esa elección consciente y sin miedo, sumada al entendimiento de que no puedes ni debes controlar nada externo, produce seguridad y confianza auténticas. Pues esa seguridad no viene del control de lo externo, sino del control de lo interno que es el único control posible, es decir viene de algo real. Por lo tanto, no se pierde con el cambio, no se la lleva el viento. Venga lo que venga, cambie lo que cambie por fuera, tú eres tú, inalterable en el ojo del huracán. Con esa seguridad real y ese ''dejar ir'' y ''aceptación'', la ansiedad desaparece, se volatiliza con sus causas. Pues era un reflejo de la ecuación de improbabilidad (variables externas) en las que te apoyabas, y ésta ha sido sustituída por la ecuación de probabilidad, que eres tú mismo.
Creo que esto cubre en gran medida todo lo que quería explicar, espero que pueda serle de ayuda a alguien. Si algo de lo que he dicho no se entiende, estaré encantado de explicarme mejor en los comentarios.
Un saludo a todos
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EL ORIGEN DE LOS PROGRAMADORES Para hablar de los programadores de nuestra realidad, podríamos dividirlos en dos grupos. Por una parte están aquellos que ejecutan órdenes consciente o inconscientemente, entre los cuales figuran cantantes, actores, directores, telediarios, cualquier tipo de prensa, moda, literatura etc. Ellos se dedican a lanzar y plasmar en la sociedad aquellas ideas que los de más arriba generan, ideas que luego son reproducidas por el resto de la misma automáticamente. Por otra parte están los que mueven los hilos de los ejecutores y dan las órdenes, aquellos que no se muestran públicamente o lo hacen bajo máscaras e identidades superficiales que cubren su verdadera esencia. Éstos son aquellos que conocen el mecanismo de la realidad, las reglas, y las usan eficientemente a su favor y contra nosotros. Dentro de ese grupo hay jerarquías y diferentes grados de conocimiento y poder, existiendo también entre ellos esa distinción entre ejecutores y dirigentes. Está compuesto en gran parte por familias de linajes antiguos, altos grados de órdenes de conocimiento, familias de la nobleza negra, y otros tantos que desconozco.
Y aún así todavía existe un círculo más interno, un escalón más alto, el origen y la causa de todo ello... Aquello que dio paso a todas las barbaries y desgracias que la humanidad ha sufrido, a los males que cargamos hoy en día. ¿Podemos culpar a alguien más por todo aquello que hemos hecho mal? ¿Podemos afirmar que somos buenos por naturaleza? ¿Podemos decir que existen el bien y el mal? Sí, y no. Formamos parte de un universo dual, en el cual lo dividimos todo en partes y contrapartes, en polaridades, en extremos, y donde normalmente la verdad se halla en un punto medio. Nuestra línea evolutiva fue creada y establecida en éste mundo como parte del diseño original de la creación, como ''hijos de dios''. Ésto debería habernos ''garantizado'' una evolución sana y alejada del mal, o tal vez del 95% del mal que hemos sufrido y generado como especie, pues disponemos por naturaleza/genética de las condiciones y mecanismos necesarios para sintonizar frecuencialmente con la fuente y desarrollarnos de manera ''correcta'' (es decir, siguiendo la frecuencia adecuada y con un desvío mínimo del curso trazado). Sin embargo no fue así, pues algo sucedió en nuestra historia que lo cambió todo. Ese algo se deriva y está íntimamente ligado a nuestro origen como Seres, como conciencias individuales, y ahora veremos por qué (la siguiente explicación será breve e incompleta por estar resumida, para más detalles podéis indagar en el blog de DDLA y donde consideréis oportuno).
En el momento de la creación de nuestras conciencias, de nuestros Seres, el Logos correspondiente cometió un error. (llamamos Logos a una conciencia/inteligencia creadora a nivel macrocósmico, de un grado conciencial y jerárquico mucho más alto que el nuestro o el de nuestro planeta). Ese error no fue asimilado y transmutado adecuadamente por el Logos (es decir, no se perdonó, lo cual tiene sus repercusiones y reflejos a nivel de mecánicas), el cual en su lugar intentó corregirlo. Al hacer esto, creó por su propia cuenta un diseño paralelo al original, un diseño que aún siendo similar carecía de todas las características e información necesarias. Fue entonces cuando nacieron una serie de conciencias que nunca deberían haber existido. Éstas conciencias estaban constituídas por una configuración muy similar a la nuestra, pero carecían de ciertas características básicas. Una de ellas es el alma o cuerpo energético de enlace emocional, y con ella el centro de control emocional del que disponemos los seres humanos. Ésto significa que dichos seres carecen del circuito o interfaz energética que nos permite sentir y procesar emociones. El alma es un cuerpo que enlaza al Ser con el ego o personalidad virtual, imprescindible además para que algo exista en el nivel de la materia que nosotros habitamos, y por lo tanto ellos sólo poseen ''cuerpo'' mental. Haciendo un símil con la electrónica, podríamos decir que el alma es a la materia lo que el hardware y el software son a las imágenes que se ven en un monitor.
Éstos seres son meras sombras del ser humano, son una ''raza'' destinada a la extinción desde el momento de su creación. Son el otro extremo de nuestra balanza, un reflejo oscuro de nuestra esencia. Si nuestra forma natural de vida es el amor y la creación, la suya es el miedo y la destrucción. Son un vacío que lo traga todo, funcionan con energías tan bajas que lo consumen todo sin dar nada a cambio. Viven en el plano mental y se cuelan en nuestras mentes como parásitos, cada persona tiene una contraparte oscura alimentada e influenciada por uno o más de estos seres o de otros parásitos de menor jerarquía controlados por ellos. Han formado parte de nuestra historia y han sido representados a lo largo de ella como demonios, djinns, y otras tantas denominaciones. Son una llama que se hunde en sí misma y para no extinguirse consume todo lo que encuentra, esa es su esencia y condena como errores de la creación. En cierto momento de nuestra historia hicieron un pacto con varias tribus o pueblos humanos (tal vez no tan humanos). El pacto consistía en que ellos darían a esos ''elegidos'' el conocimiento necesario para el manejo de esta realidad, es decir, para el dominio sobre toda la humanidad. Y a cambio, la humanidad entera sería de su propiedad (de los demonios) y se les rendiría pleitesía.
Conociendo nuestras debilidades, engañaron a esas gentes ofreciéndoles un falso poder, un dulce que aceptaron sin ser realmente conscientes quizá del precio que pagaríamos a cambio. Esos ''elegidos'' nos entregaron a todos ''al diablo'' por un poco de poder sobre el resto, y para ello literalmente vendieron sus propias almas a los demonios, pues éstos se encargarían de parasitarlos y cosecharlas. Ése era su propósito final, conseguir una forma de manifestarse en éste plano de la materia al que no podían acceder... Puesto que no tienen alma, utilizarían las nuestras como conexión y canal, poseyendo así con el tiempo nuestros cuerpos y ganando un control total de ellos, lo cual consiguieron y han conseguido con muchos humanos. Esos cuerpos son cascarones vacíos sin conexión con el Ser, que pasan a ser propiedad y herramienta/canal del demonio de turno. De ésta manera se aseguraron un modo de evitar su desaparición, de sobreponerse a nosotros, los originales, enraizándose en nuestro planeta. Nos colonizaron, invadieron, infestaron, ganaron espacio matricial y capacidad de acción. Así lo hicieron con otros planetas, también, llegando incluso a acabar con algunos de ellos por completo. Si bien ese pacto lo realizaron mediante otras razas representantes (es decir, estas sombras mandaron a la Tierra representantes suyos en la materia, razas de otros planetas que ya habían sido colonizadas por ellos), en algún momento de la historia lograron abrir un portal dimensional por el cual se colaron cientos de miles de ellos, logrando entonces un control mucho mayor. Pero esa ya es otra historia.
Hoy en día somos controlados por las sombras, las cuales manejan a sus ''elegidos'' en el poder, que junto con los ejecutores ejercen el papel de programadores y dominadores. Les hemos ganado terreno con ayuda externa, han perdido mucho espacio, pero todavía siguen ahí y están dispuestos a eliminarnos si es necesario, pues dominan otros planetas como el nuestro y su último recurso sería escapar tras nuestra total aniquilación. Como humanos tenemos que cargar con la responsabilidad de todas nuestras elecciones, de las atrocidades que hemos cometido, de haber elegido el sometimiento, el olvido y la complacencia como lo hacemos hoy en día. Sin embargo debemos saber perdonarnos la culpa, sobretodo porque el origen y la causa de semejante decadencia fueron y son los demonios, aquellos que decidieron enviarnos a los niveles más bajos de la existencia para sobrevivir, como aquel que se ahoga en el agua y se apoya en el de al lado para respirar, hundiéndole... Se trata de una guerra milenaria por la supervivencia, de la cual casi nadie es consciente. ¿Son el bien y el mal relativos, como afirman muchos? Creo que se puede dar muchas vueltas al respecto, pero en última instancia el bien y el mal son algo muy real, atado a nuestra esencia. ¿Somos nosotros el mal para los demonios? Ellos no manejan esos conceptos y lo ven todo de una forma más simple y neutral, y precisamente esa sea quizá la clave que nos hace diferentes... nosotros sí poseemos empatía, consideración y amor, gracias al alma. Somos su enemigo natural y su alimento, y no tienen reparo en masacrarnos y hacernos sufrir. Yo creo que cuando el bien y el mal se convierten en algo poco claro o muy extremo es porque se está confundiendo y trastocando la idea, alejándose de la esencia, que es lo importante. Creo que todos aquellos que no hemos perdido la humanidad sabemos distinguir en el fondo entre el bien y mal, incluso ubicándonos en el punto intermedio y percibiéndolo de forma distinta. En cualquier caso, necesitamos tomar una postura si queremos sobrevivir a esta ancestral guerra.
Debemos aprender a perdonarnos y asimilar todos nuestros errores. A darnos ese perdón necesario para avanzar y seguir adelante que el Logos no se supo dar y que ahora busca a través de nosotros, sus creaciones y fractales. Nosotros somos el Logos intentando perdonarse y transmutar su error, y esta es una enseñanza que él mismo se encargó de darnos en el pasado. El que quiera entender que entienda.
EXTRA, DIÁLOGO STRANGER THINGS 2 - SPOILER
’’- Como el desuellamentes. - ¿Qué diablos es eso? - Es un monstruo de una dimensión desconocida. Es tan antiguo que desconoce su verdadero hogar. Esclaviza razas de otras dimensiones al dominar sus cerebros mediante altos poderes psiónicos. - Dios mío... nada de ésto es real, es un juego de niños. - No, es un manual. Y no es para niños. Es una analogía para entender esto. - Vale, vale...Y éste desuellamentes, ¿qué quiere? - Conquistarnos, básicamente. Cree ser una raza superior. Nos considera inferiores. - Desea expandirse y dominar otras dimensiones. - Estamos hablando de la destrucción del mundo tal y como lo conocemos.’’
#mindflayer#sombras#demonios#control#bien#mal#stranger things#desuellamentes#aprendizajes y conocimientos
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LA REALIDAD Y LOS PROGRAMADORES Vivimos en una realidad multidimensional, formada por energía que vibra en diferentes rangos y estratos frecuenciales. Como parte de esa realidad que somos, nuestra existencia es también multidimensional (a pesar de que lo ignoramos). El hecho de que ignoremos esta característica intrínseca a nosotros y nuestro universo se debe ni más ni menos a que nuestras capacidades de percepción y acción multidimensional han sido bloqueadas, desactivadas, dañadas, saboteadas y ocultadas por los programadores de ésta realidad que habitamos. Por lo tanto, nuestra existencia en éste mundo acaba siendo comúnmente una experiencia incompleta y engañosa, dirigida y controlada en gran parte, una experiencia cuyo potencial es cercenado y aún siendo en muchos casos maravillosa, no es ni una milésima parte de lo grandiosa y rica que podría (y debería) llegar a ser por naturaleza. Ésto resulta a menudo en incomprensión, sufrimiento, dudas, engaño, manipulación, falta de motivación, vidas que se mueven en los extremos, etc. (dejando a un lado su contraparte positiva, de la cual no trata este texto y ya sommos conscientes). ¿Por qué vivimos en semejante condición, pues? ¿Por qué no logramos despertar a esta realidad y recuperar el recuerdo de todas estas cosas? ¿Cómo es posible que algo tan enorme y básico sea ocultado si forma parte de nuestro propio Ser?
Como mencioné antes, en esta realidad existen ciertos programadores. Éstos programadores son una serie de seres, personas, entidades e inteligencias que conocen todas estas verdades. Conocen la realidad y su funcionamiento, conocen las reglas y los comandos. Conocen al ser humano y su naturaleza, y dominan el arte de programar tanto a la realidad como al humano, teniendo un control casi absoluto sobre ambos. Igual que aquel programador que crea un juego o cualquier tipo de arquitectura informática (programa, aplicación, script, sistema operativo...) y para ello estudia y conoce la naturaleza y funcionamiento de todo aquello que los compone (comandos más básicos, su razón de ser y su función, la manera en que ciertos programas interactúan sobre determinado sistema...), estos programadores de la realidad saben perfectamente cómo manejar a la ''máquina humana'' para lograr un control total de la misma y obtener los resultados deseados, sin que ésta se dé cuenta. Para ello toman nuestra mente (sistema operativo) desde la más temprana edad y se encargan de grabar todo tipo de runas y patrones básicos, conductas, tendencias, ideas, acciones y reacciones emocionales que actúan como cadenas de resortes, etc. Mediante esta programación crean e instalan en nosotros un sub-sistema que sobreescribe al que poseemos por naturaleza, un sistema compatible con el paradigma de la realidad que también ellos programaron (la sociedad en la que nacemos con todos sus arquetipos, paradigmas, etc.). y con eso logran alejarnos de nuestro origen, de nuestra naturaleza, y nos cortan la conexión con nuestra memoria genética y nuestra fuente (esto es, como si bloqueasen nuestra señal natural de wifi, la cual nos conecta con los otros niveles dimensionales y con nuestro centro de conciencia o Ser).
Haciendo de nuevo un símil con la informática, que funciona de manera bastante parecida a la realidad, podemos decir que éstos programadores se encargan de tomar los ordenadores (personas) recién fabricados e instalarles su sistema operativo personal (sus arquetipos, paradigmas, ideas, concepciones y patrones de conducta), anulando en gran parte el que traemos de base. Después los ponen a funcionar en su propia red de internet (realidad, sociedad, paradigma), sobre la cual obviamente también tienen control, y dejan que se llenen de virus y troyanos (virus creados y esparcidos por ellos mismos en forma de ideas y patrones de conducta, transmitidos de manera generacional ya programada y también mediante todos los medios de comunicación, formas de arte, literatura, cine, etc. de los cuales poseen el control y cumplen la función de sistemas de diseño/ingeniería social y programación/control mental) los cuales se instalan en todos los niveles de estos ordenadores, ocultándose y afectando al resto de programas más básicos de manera que para el ordenador sea casi imposible detectarlos, reconocerlos y eliminarlos. Pues además también se replican y reproducen, interactuando con el resto y creando nuevas formas de ataque y control.
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EL OLVIDO Y LA COMPLACENCIA
Unos de los mayores logros que los programadores han alcanzado con respecto a nosotros, son el olvido y la complacencia. Cometemos errores y aprendemos de ellos, y una vez aprendida la lección decidimos que no se volverán a repetir. Pero con el debido tiempo y los estímulos necesarios (o la ausencia de ellos), volvemos a repetirlos como si fuera la primera vez. Dicen que el tiempo todo lo cura, y en cierta manera es verdad. Tal vez sería más acertado decir que es el olvido el que cura, o más bien el que apacigua, porque para curar de verdad hay que transmutar (reprogramar). Y de la misma forma que el tiempo y el olvido apaciguan el dolor de una herida o una experiencia traumática que nos causó sufrimiento, también apaciguan cualquier otro tipo de emoción, sentimiento, o impulso (ya sea ''positivo'' o ''negativo''). La mejor forma para entender todos estos procesos mentales y emocionales es verlos por lo que realmente son; esto es, juegos de energías.
Como dijimos anteriormente, somos seres formados por energía. Nuestros cuerpos (tanto el físico como el mental, emocional, etc.), funcionan como auténticos circuitos energéticos complejos (yo les llamo cuerpos pero se pueden entender como interfaces o sistemas que actúan como vehículo y herramienta para el usuario, que es la conciencia). Cada experiencia que vivimos, imprime en el campo electromagnético de nuestro cuerpo emmocional una marca o impulso energético, un choque, como si tocara una nota o fibra concreta de ese compendio de circuitos que poseemos. La forma en que ese choque interactúa con nuestras interfaces emocional y mental, genera un impacto que va a parar a las runas de nuestros patrones básicos mentales, y queda grabado. A mayor sea el impacto emocional, con más fuerza quedará grabado. De esta manera es como se reprograma nuestra programación básica, incluyendo aquella con la que nos infectaron. Así pues, hay patrones de conducta que requerirán únicamente de un impacto débil y simple para ser sobreescritos, y otros que requeriran más. Cientos, miles, uno; todo dependerá del tipo de estímulo y de su intensidad, así como del enraizamiento del patrón previamente grabado. Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor: Un joven sale de juerga con sus amigos y decide beber alcohol, siendo él el conductor del vehículo con el que viajan. Esa noche, volviendo a casa todavía un poco ebrio, tiene un pequeño desliz con el coche pero nadie resulta herido, todo queda en un susto. Posiblemente la próxima vez se lo piense dos veces antes de coger el coche tras haber bebido, pero con el tiempo quizá volverá a hacerlo. Al mismo tiempo, en otra línea temporal o realidad paralela de las muchas que nacen y mueren en el quantum, éste punto de inflexión genera una situación similar pero con resultados muy distintos. El accidente es grave y el joven logra sobrevivir, pero todos sus amigos pierden la vida. Casi con total seguridad, la próxima vez que conduzca no volverá a beber. Quizá ni siquiera vuelva a conducir en absoluto, ni a beber. Pues el choque emocional del suceso golpeó con una fuerza abrumadora el circuito energético del campo emocional de esta persona, tocando las notas o switches asociados a la culpa, responsabilidad, pena, etc. y generando una serie de impactos que como una oleada irán a parar a las runas de los patrones básicos y quedarán grabados a fuego de por vida, sobreescribiendo la programación anterior de un plumazo. Si el joven no consiguiera procesar correctamente estas emociones y equilibrar el choque energético, tan potente que se fue hacia el otro extremo, quedaría traumatizado y psicológicamente destruído. Porque los traumas nacen de los extremos, al igual que la enfermedad, y la salud y todo lo bueno del equilibrio.
Nuestra sociedad padece la enfermedad del olvido, pues la programación y la marabunta de información repleta de virus y basura mental es tan fuerte que nos hace olvidar los impactos emocionales del dolor y lo verdaderamente importante. Da igual si un cáncer de pulmón mata al vecino, la mayoría de sus allegados seguirán fumando pues el impacto no fue suficientemente fuerte para ellos. Da igual que nos enteremos de que nos están masacrando, envenenando, distrayendo, manipulando y engañando, pues si bien en ciertos momentos nos ha parecido lo más importante, el tiempo y la programación nos han vuelto a apaciguar en la comodidad y los placeres del olvido.
Nuestra sociedad padece también la enfermedad de la complacencia, pues ésta es una prisión que los programadores han creado para nosotros, pero nos han enseñado a buscar lo cómodo y lo seguro, aunque lo cómodo y seguro sea nuestra condena y nuestra muerte como humanos.
Está en nuestra mano, en cada individuo, decidir si tirar de la cuerda y salir a la superficie o quedarse en el fondo del pozo. Luchar contra la programación y los virus, buscar los estímulos adecuados, encontrar los choques necesarios y equilibrarlos para que nos ayuden y no nos destruyan, para que no nos muevan de un extremo al otro. Pues si la cuerda se mueve de un extremo al otro, nos caeremos de nuevo. Pero si logramos dejarla quieta, será un punto de apoyo estable para seguir subiendo. Y poco a poco, muy poco a poco, aceptando los errores, iremos volviendo a nuestro origen, a aquello que nos robaron y que es lo más preciado de la creación. Nuestro tesoro.
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LA AUTÉNTICA FUERZA
Primero quiero exponer algo brevemente para que se entienda lo que quiero transmitir. Nacemos en un mundo enorme, desconocido para nosotros, lleno de cosas que no entendemos y que por lo tanto nos dan miedo. Vamos creciendo y desarrollándonos en una sociedad ya de por sí corrupta, llena de problemas, manipulada desde hace tiempo por ciertos intereses para que sea difícil prosperar en ella como persona. Nos educan personas con buenas intenciones pero también con sus propios problemas, con su espalda cargada de conflictos emocionales que no han sabido superar todavía, con ignorancia, con falta de recursos. Y a la vez, interactuamos con ese entorno caótico y con todos los seres que viven en él, empezando un camino difícil que nos dará golpes por todas partes y hará que perdamos esa pureza que traíamos al nacer. Ése es el panorama que, como niños, enfrentamos desde que empezamos a tener conciencia de nuestro entorno y capacidad para razonar.
Ahora, es importante entender que el ser humano es una máquina emocional. Nuestras emociones generan campos electromagnéticos, que a su vez influyen directamente en el funcionamiento de nuestro cuerpo físico. Esto significa que, si nuestro cuerpo es un circuito energético (que lo es), las emociones determinan si ese circuito va a funcionar correctamente o se va a cortocircuitar, generando así enfermedades y disfunciones (a esto se le suele llamar somatizar). Así pues, como máquinas emocionales que somos, lo lógico sería que la educación se centrase desde lo más básico en enseñarnos a conocernos, a conocer nuestras emociones, por qué se da cada una de ellas y qué consecuencias tiene eso en nuestra persona y organismo. Pero resulta que no es así, que la educación ha sido diseñada para que no sepamos manejarnos de esa manera y a causa de ello enfermemos, tanto mentalmente como físicamente. ¿Por qué? Porque una persona que no sabe manejarse emocionalmente, que es un caos sentimental, que tiene debilidades, es más manejable por los que gobiernan. Una persona con miedo es fácil de manipular y engañar, y si enferma y tiene problemas mentales, las farmacéuticas se encargarán de parchearnos y que sigamos teniendo dichos problemas. Pero nunca solucionarán el problema de raíz, ya que no les interesa. No les interesa enseñarnos a manejar nuestro ''ordenador'', nuestro sistema operativo, por así decirlo, pero sí vendernos el antivirus.
Así pues, como esos seres emocionales que somos, nos encontramos desde pequeños en un entorno hostil lleno de estímulos externos, de diferencias. Como no entendemos todo lo que vemos, y nos resulta desconocido, nos ponemos a la defensiva y somos inseguros. Con el tiempo nos acostumbramos hasta cierto punto y nos familiarizamos con las personas, con el entorno, etc. Pero aún así seguimos sin comprender todo lo que ocurre en nuestro interior, cuáles son las causas y consecuencias de esa vorágine de emociones que sentimos día a día, y simplemente reaccionamos y nos defendemos lo mejor que podemos. Cuando uno de esos estímulos entra en nuestro sistema emocional que, por falta de comprensión y manejo, está desprotegido (ya sea una situación en la que sintamos miedo, vergüenza, envidia, etc.) y no somos capaces de procesarlo correctamente, empieza a causar un daño, un caos, un funcionamiento negativo de esas emociones. Según la situación, puede llegar a ser un problema mayor o no, pero poco a poco esos pequeños traumas se van acumulando y van enraizándose en nuestro subconsciente y en lo más profundo de nosotros. Ideas, conceptos, valoraciones, certezas, inseguridades, incertidumbre, inseguridad; todas van a parar poco a poco a nuestro subconsciente y van asentándose, pasando a determinar lo que será parte de nuestra personalidad y forma de ser.
Como consecuencia de ello, tenemos entonces una sociedad cuya educación genera personas desequilibradas mental y emocionalmente, con faltantes de diversos tipos (gente que se infravalora, que odia a los demás, que se siente pequeña, que tiene miedo de afrontar la realidad, y una larga lista de conflictos), en lugar de personas estables y equilibradas, en armonía consigo mismas y con su entorno, capaces de gestionar su mundo particular e interactuar sin problemas con la realidad. Esto significa que los de arriba consiguen lo que quieren; personas productivas para la economía y el sistema, capaces de trabajar y memorizar como han hecho durante toda su ''educación'' escolar, pero incapaces de ser verdaderos humanos y pensar por sí mismos.
Hasta aquí mi forma de ver el panorama actual, en el cual, pensaréis, todo parecen ser problemas. ¿Pero dónde estan las soluciones? Bueno, por fortuna no todo es tan negro como parece y en la vida encontramos también gente que nos enseña lo correcto, que le da el valor necesario a esa faceta nuestra tan importante, y que nos ayuda a comprendernos de verdad y poder así aguantar los embates. De esta manera tenemos la oportunidad de ir abriéndonos camino y superándonos como personas, pues estamos diseñados para eso... para aguantar todo lo que nos venga y superarnos contínuamente, hasta sacar la mejor versión de nosotros mismos como personas. Quizá este texto ayude a alguien en semejante odisea, aunque sólo sea para tener algo a lo que agarrarse y subir otro escalón. Sigamos entonces.
Como decía al principio del texto, nacemos en este mundo como seres puros. La diversidad hace que, entre todos, nos veamos distintos y eso ayuda a generar la ilusión dual de mejor o peor, más guapo o más feo, más gordo o más flaco, más importante o menos importante, etc. Pero la realidad es que, independientemente de nuestro ''estatus social'', apariencia, lenguaje, religión, y todas las variantes que se nos puedan ocurrir, somos iguales. Somos seres perfectos (a nuestra manera), cada uno de nosotros único, siendo todos lo más bonito de lo creado. Producto de esa ilusión de la mente y de las circunstancias que vivimos, podemos llegar a creer (o pueden llegar a hacernos creer) que somos mejores o peores que los demás, pero eso nunca será cierto y siempre estará en nosotros mismos saber apreciarlo y convertirlo en una realidad o no. Nuestro espacio vital, emocional, es un lugar al que nadie puede acceder si nosotros no se lo permitimos. Nadie ni nada puede afectarnos si nosotros no damos el permiso, o le entregamos el poder para que lo haga: insultos, odio, rechazo... todo son productos de los faltantes emocionales de otras personas que, por ignorancia y debilidad, intentan degradar al resto para poder así sentirse ellos mejor. Un insulto o una mala palabra no tiene poder alguno de por sí, no puede atravesarnos como una flecha o golpearnos como un puñetazo, siempre que nosotros no lo aceptemos y le demos esa capacidad. Las palabras se las lleva el viento cuando no encuentran dónde aterrizar, y nosotros somos quienes autorizamos ese aterrizaje. Por ejemplo: si alguien me llama imbécil, ese insulto nunca llegará a mi interior, pues yo sé perfectamente lo que soy y cómo soy, y lo que otros puedan opinar no lo va a cambiar. Por lo tanto, ese intento de ataque contra mí quedará en el aire y únicamente dañará a la persona que lo lanzó, cuya debilidad seguirá en su interior y no podrá saciarse con el consentimiento de la persona a la que intentó hacer sentir igual de mal. Y además, no sentiré odio ni me enfadaré con aquella persona que intentó dañarme, pues soy consciente de que ese ataque es fruto de su debilidad, su miedo y sus problemas, y es esa persona quién lo está pasando mal. No hay que tomarse nada como algo personal, pues al hacerlo le damos cabida en nuestro mundo interno, y desde el entendimiento de que todos somos iguales en el fondo, de que todos podemos llegar a cometer los mismos errores según sea nuestra educación temprana y experiencias, el odio y la culpabilidad no tienen sentido.
Para poder manejarnos de esta manera, pues, habría que alcanzar ciertos puntos o fases, que podríamos resumir en lo siguiente:
-Debemos analizarnos y conocernos a nosotros mismos. Una vez nos conocemos a nosotros mismos, entendemos lo que pasa en nuestro interior y por qué, las experiencias y decisiones que han llevado a ello, etc.. estamos en posición de empezar a corregirlo.
-Tenemos que establecer un propósito, el propósito de llevar a cabo ese cambio. Tenemos la intención de cambiar, pero debemos entender por qué queremos hacerlo (cuál es el propósito de ello). Ese propósito, cuyas bases son el dolor y los problemas vividos y que ya no queremos volver a revivir o mantener en nuestra vida y nuestra persona, acompañado de la voluntad férrea de cumplirlo, será lo que nos mantenga fuertes y determine nuestro futuro; nuestra felicidad y bienestar.
-Es imprescindible dejar de culpar y odiar al mundo, pues ahora que entendemos que todos somos víctimas de nuestra ignorancia desde que somos niños (incluso aquellos, o sobretodo aquellos, que nos han causado males y ofensas) no tenemos por qué odiar a nadie. Es ahora, que comprendemos que debemos dejar de centrarnos en el problema y en los culpables, que no los hay, y buscar las soluciones, que sí las hay. Todas esas energías que gastamos en culpar a otros y a nosotros mismos, las reunimos ahora para llegar a la solución de una vez, centrándonos en aquello que realmente marca la diferencia.
-Para cumplir el paso anterior, es un requisito indispensable el perdón. El perdón más importante y más difícil, que es el perdón a uno mismo. Durante toda la vida nos hemos ido cargando con culpa, hemos creído que no estábamos a la altura y hemos aprendido a rechazarnos como personas debido a esas ilusorias diferencias y dependencias que la ignorancia nos ha hecho tomar como reales o negativas. Esa culpabilidad y rechazo son un bloqueo total que nunca nos dejará avanzar a no ser que lo derribemos. Ahora que entendemos que no tenemos la culpa de nada y que, a diferencia de como nos hicieron creer (y aprendimos a creer) somos tan valiosos y capaces como cualquier otro, con tantos derechos como cualquier otro, y tan perfectos como cualquier otro, podemos aceptarnos tal y como somos y perdonarnos por todo. Decirnos a nosotros mismos que nos perdonamos por todo lo que hemos hecho mal, por todos los errores (necesarios, al fin y al cabo, para mejorar) por todo lo que nos hemos castigado, y que nos aceptamos y valoramos como los seres únicos, bellos e irrepetibles que somos. Siempre, por supuesto, sin que esto signifique que resignamos a cambiar para bien y mejorarnos, sino aceptando que todo está bien como está y que cada paso es necesario para llegar al siguiente. Una vez hemos dado este paso, todo ese bloqueo de culpa y rechazo se diluye como la ilusión que es y desaparece, permitiendo que todo fluya de nuevo y podamos avanzar en nuestro camino y propósito establecidos.
-Superar las dificultades y obstáculos. En todo propósito hay obstáculos y dificultades, y nuestro interior es tan complejo que siempre sacará una nueva forma de hacernos volver a caer en pensamientos y emociones negativas, de derrota y desvaloración, y de todo tipo. Cuando esto sucede, es importante pararse a recordar todo lo que nos ha llevado hasta ahí y el dolor que hemos superado para ello. El recuerdo hace que evitemos caer en los mismos errores del pasado, y que el propósito y nuestra voluntad se mantengan firmes y continúen.
-Otra pieza fundamental es no creernos y sentirnos sólos, pues es importantísmo tener amistades y seres queridos en los que apoyarnos y confiar, personas que nos ayudan a aligerar la carga y que nos comprenden. No somos seres perfectos e invulnerables, nadie nunca lo será por mucho que intente aparentarlo. Todas esas personas que admiramos, que parecen ser perfectas por fuera y por dentro, a las que todo el mundo sigue y aspira, ya sea por su belleza o por sus cualidades, están realmente llenas de problemas como nosotros. Desequilibrios emocionales que ocultan, problemas internos que no manifiestan o que camuflan con esa tapadera de perfección e invulnerabilidad... Nadie está exento, pero a veces pensamos que si aparentamos algo se volverá una realidad, cuando realmente la persona que pareciera ser más perfecta y feliz, es en ocasiones la más infeliz y vulnerable. Así que hay que dejarse de estupideces y aprender a ser quienes realmente somos, con todos nuestros problemas y virtudes, y confiar en los demás. Ocultar algo no es una solución, es un agravante del problema y no sirve de nada. Si todos confiásemos en nuestros amigos y seres queridos y compartiésemos con ellos la realidad de nuestros problemas, seguramente esos problemas no lo serían tanto y se solucionarían rápidamente. Pero nos empecinamos en ocultarlos y tratar de aparentar lo contrario en este mundo de apariencias y falsedades, y así nos va.
Sólo hace falta que nos perdonemos y nos aceptemos, para empezar a generar un cambio enorme en nuestras vidas y dirigirnos verdaderamente a una solución, una solución que supondrá felicidad, plenitud, salud y bienestar para nosotros y para los que nos rodean. Dejemos de aparentar y empecemos a afrontar las cosas como son, con valor y firmeza. Tenemos un tiempo limitado en este mundo y es imperioso que dejemos de perderlo en chorradas y convirtamos la pesadilla en un precioso y agradable sueño, pues siempre podemos decidir quiénes somos y cómo será nuestra vida. Una persona no se mide por lo que aparenta ser, o por lo que los demás creen que es, o por la medida en que se ajusta o no a las modas y convenios estúpidos de la sociedad en la que vive. Se mide por lo que es en su interior, por lo que cree y decide que es y va a ser, por su intención honesta de ser mejor persona y cambiar, por su capacidad de valorarse y valorar así a los demás... y por su determinación a la hora de ser única y original. En lugar de perder el tiempo y las fuerzas enjuiciándonos a nosotros mismos y a los demás, lamentándonos y revolviéndonos en el victimismo una y otra vez, levantémonos con dignidad de una buena vez y dediquémonos a mejorar de verdad, para poder ayudar a quien realmente sufre auténticas desgracias. Guerras, hambrunas, atentados... mientras una parte del mundo sufre por maldad y crueldad, y aprecia lo verdaderamente importante, nosotros en nuestro primer mundo ilusorio sufrimos de estupidez e ignorancia. Ignorancia que nos hace volvernos egoístas, tan egoístas que pasamos la vida dándonos una importancia que no tenemos, autocompadeciéndonos, defendiendo con uñas y dientes una imagen que hemos montado entorno a nuestra persona mediante farsas e ilusiones egóicas. Quizá lo que necesitamos para ser felices es darnos menos importancia personal y tener más consideración hacia los demás, preocuparnos más por su bienestar en lugar de por nuestra imagen. Basta ya de tonterías, levántate y haz de tu vida algo digno ahora que tienes la increíble suerte de estar vivo, en esta maravillosa pero incomprendida vida. Por tí, o al menos por aquellos que realmente lo necesitan; ése es el propósito verdadero, capaz de superponerse a toda la debilidad y estupidez que hemos estado tolerando hasta ahora.
Gracias y un saludo. Iván
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DESDE EL BORDE DE LA CAJA Somos proyectores holocuánticos que viven en una ''caja'' decorada con un escenario ilusorio, programado por seres que viven fuera de la misma y proyectado por nosotros mismos en base a esa programación. Como proyectores ignorantes de la auténtica realidad de la caja, vivimos y nos movemos en ella sin posibilidad de escapar. Los ''amos'', poseedores de este conocimiento, mueven los hilos desde fuera y hacen que bailemos al son de su tonada, creyendo inocentemente que conocemos nuestra realidad y que somos libres en nuestros actos. Tomando como base de lo real la mentira otorgada por ellos desde nuestra infancia, y descartando así todo aquello que difiera de esa mentira, calificándolo de ''falso'', ''imposible'' y ''fantasioso''. Como la verdad es difícil de ocultar, se aseguraron de mostrárnosla en formatos etiquetados por ellos como contenedores de mentiras y ficción; libros, películas, etc. De esta manera, cualquera que trate de salir de la caja atreviéndose a atisbar aunque sea una parte de la gran farsa, será tratado de fascineroso y loco. De inocente, ignorante, peligroso, y otros tantos calificativos... Los propios proyectores esclavos, hemos sido programados para vigilar nuestra propia prisión, SU prisión, asegurándose de que nosotros mismos nos encargamos de mantener la rueda girando y la ilusión en pie. De que nos mantenemos esclavos unos a otros mediante miedo, ignorancia, inconsciencia, egoísmo e idiotez. Afortunadamente, fuera de la caja también hay Seres de buena voluntad. Ellos se encargan de mantener el equilibrio y evitar que las sombras tomen el control completo de la caja, instruyendo a Humanos y entregando la verdad por diferentes medios, así como manipulando la realidad y sus acontecimientos para bien... pero siempre respetando el libre albedrío que poseemos como colectivo y como individuos, y nuestras decisiones tomadas antes de ingresar a la caja (antes de encarnar o conectar a esta realidad). Para alcanzar nuestra libertad y conocer el panorama completo, saliendo de la caja y dirigiendo así el curso de nuestra existencia, se requieren ciertas condiciones. Una de ellas es ser consciente de que la realidad en la que vivimos es una farsa y de que prácticamente todo lo que creemos conocer, es un engaño y una versión incompleta de lo que vemos y lo que no. Es entonces cuando, en base a ese choque consciente, nos lanzamos a buscar la verdad, llevados por la voluntad de desenmascararlo todo y dejar de ser manipulados. Y es esa voluntad precisamente otro de los requisitos necesarios, pues sin voluntad, los guardias de seguridad de la caja (el resto de esclavos aún dormidos) y el propio peso de la falsa realidad, nos impedirán ''ascender'' y avanzar. Querrán devolvernos al redil con el resto de ovejas, minando nuestra intención y voluntad de manera que no representemos un virus para su programa. Otro requisito indispensable y que va creciendo poco a poco de forma proporcional a nuestra expansión de conciencia y consideración hacia el prójimo, es el compromiso. El compromiso de aquel que quiere liberarse a sí mismo y liberar a sus hermanos del yugo al que están sometidos, aunque eso suponga ser apaleado y rechazado por esos mismos hermanos. Un compromiso basado en una contundente certeza del propósito, y reforzado por la coherencia entre pensamiento, palabra y obra. Todo ello requiere años de entrenamiento y aprendizaje, construyendo ese espíritu creciente que se va convirtiendo poco a poco en nuestro nuevo ''sistema operativo'' reemplazando así nuestra antigua programación. Nos queda, entonces, un orden: Descubrir la mentira --> comenzar a salir de la caja --> ayudar a otros a salir de la caja --> ver, a su vez, el exterior de la caja, reforzando así la certeza del propósito y las convicciones. El que no conoce la mentira no tiene manera de salir de ella, y el que sale de ella lo tiene difícil para sacar al resto. A veces es necesario un choque consciente muy fuerte, algo que varía según la persona... unos necesitan ver la verdad con sus propios ojos, algo que desbarate toda su programación con un sólo vistazo; un suceso, una experiencia dura que los empuja a buscar una salida o una experiencia que no saben explicar, una muestra de algo de fuera de la caja, algo que active su voluntad y su conciencia. A cada quién le llega en su momento ese click, aunque también puede ser (y es) gradual. Pero es muy cómodo vivir en la falsa seguridad y confort que nos aporta la ilusión de la caja. Mantenernos a la espera, temerosos, en la gran mentira que nos ofrecieron al ingresar. Comer lo que ellos nos dicen que comamos, ver y consumir el contenido que ellos quieren que visualicemos, creer las mentiras que ellos retransmiten y quieren que aceptemos, seguir las modas que elos mismos o la propia idiotez del colectivo crean, conformarnos con los placeres y seguridades del ego... pues a muchos les importa más la falsa estabilidad y la imagen personal que proyectan a los demás (ya sea por redes sociales, reputación, etc.) que su verdadero Ser interior, el cual al ser cultivado aporta verdadera fuerza, amor, felicidad, y confianza. Sin embargo se ve mejor y es más fácil sentirse amado por otros, buscar en el exterior lo que sólo nos aporta el interior, quedándonos con una versión egóica y falsa de lo que realmente necesitamos. Es más sencillo y requiere menos esfuerzo y voluntad, aparentar ser algo que convertirse realmente en ello. Seguir los estándares marcados y tener por vida un teatro armado por nosotros para que los demás lo vean y lo reflejen, ya que al no tener nada auténtico en el interior, buscamos que otros lo proyecten por nosotros en el exterior. Si hago que mis amigos y conocidos crean que soy feliz y tengo una vida genial (facebook lo pone fácil) y consigo una pareja que me de ese amor que yo no he sabido darme, y logro con todo ello además la aceptación de mi entorno y mis seres queridos... lo tengo todo. Y a la vez... no tengo nada por dentro, todo es un montaje que se cae a pedazos al final del día, y que nos lleva de cabeza al sufrimiento tarde o temprano, a una vida falsa llena de discordancias y falta de consideración. Cada instante de nuestra existencia es un tiempo valiosísimo, sobretodo en nuestra época actual. Vamos a contrarreloj como colectivo, y sin embargo nos empeñamos en quedarnos en la zona de confort inundándonos de entretenimientos y placeres sin más propósito que el puro ocio, sin más intención que la de mirarnos el ombligo y no mover un dedo por mejorar el mundo. Pasamos los días sin pena ni gloria, viviendo en realidades virtuales que anestesian nuestra incomodidad, entregándonos a la rutina y lo común. Tratando de convencernos de que no podemos hacer más, sin salirnos de la línea de lo conocido, esperando a que alguien nos traiga la verdad y la salvación como si fuera una pizza a domicilio. Sin compromiso, sin coherencia, sin voluntad, sin valores, sin valentía, sin honor. Tirando el mundo a la basura por nuestro propio egoísmo y comodidad burguesa, por nuestra inacción, por no tomar las riendas e ir más allá del límite de nuestro propio techo. Por miedo al que dirán, por falta de consideración hacia los demás, por preferir quedar bien a hacer el bien, por no atrevernos a trepar por el borde de la caja por nosotros mismos. El tiempo corre, el espacio se mueve, y nosotros seguimos sin espabilar. Es tiempo de tomar la inciativa y levantar el trasero, tiempo de elegir con que llenar nuestro universo. La inacción y el olvido del ego son también una elección, sépanlo antes de usarla como zona de confort. Nota: Las fuentes que inspiran este contenido y muchos de los términos usados provienen de DDLA (www.detrasdeloaparente.blogspot.com)
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EL LÍMITE
¿Qué es el límite, cuál es el límite? ¿Quién lo establece, y cómo lo hace? ¿Es el límite verdaderamente irrebasable?
Hoy hablaremos sobre los límites, límites de conciencia que nos son impuestos y que nos autoimponemos por programación y desconocimiento. Barreras infranqueables que nos cuesta mundos derribar, y que en ocasiones nos acompañan hasta nuestra desconexión de este espacio matricial físico (muerte del cuerpo físico) delimitando así la realidad en que vivimos. Desde el momento en que nacemos, la sociedad que nos envuelve nos hace parte de ella y adoptamos de forma global una serie de creencias, costumbres, tradiciones, patrones de conducta, lenguaje, etc. El recorrido que hacemos a lo largo de nuestra vida, así como las experiencias vividas y características individuales de la persona, hacen que podamos tener nuestra visión particular de las cosas, la cual puede ser más o menos acorde a esa sociedad y los elementos que adoptamos de ella. De esta manera tenemos un mundo con una enorme diversidad de culturas y, dentro de cada cultura y según reducimos el margen (países, comunidades, etnias...) una variedad también muy diversa en cuanto a creencias, costumbres, etc. Si han seguido nuestras anteriores publicaciones y recuerdan lo hablado sobre la realidad general y realidad subjetiva, y sobre cómo nuestra conciencia recorre el entramado de la realidad (artículo ''El gran videojuego'') se preguntarán qué implica todo ésto a nivel más profundo, y cómo se relaciona con los límites que mencionamos. Vayamos pues un poco más allá, traspasando de nuevo la visión superficial y limitada a la que tenemos acceso normalmente y expandiendo nuestra esfera de conciencia aunque sólo sea por la duda creada, o por las posibilidades planteadas. Cuando el Ser (nuestra esencia divina adimensional) conecta con determinado espacio matricial o plano (en este caso el espacio matricial físico en el planeta Tierra) mediante los diversos cuerpos energéticos y el cuerpo físico, en cierto punto durante la gestación, empieza ya a recibir estímulos y percibir cosas del mundo que le rodea. Tanto los sucesos del exterior como la información que pasa al feto a través de la madre, empiezan a grabarse a los niveles más profundos. El ADN se va configurando y recibe influencia de estos estímulos, y cuando el niño/niña nace ya tiene en su interior una impronta que formará parte del resto de su existencia, pudiendo o no hacerla consciente y/o alterarla en un futuro. Tras el nacimiento y durante los primeros años de vida, nuestra esfera de conciencia sigue en su centro de gravedad (conectada a la fuente). Somos capaces de percibir la realidad general y todavía nos mantenemos ''puros'', pero poco a poco nos empapamos de nuestro entorno. La realidad subjetiva del colectivo humano (miles y miles de proyecciones holocuánticas inconscientes creando una realidad conjunta) y las ideas y esferas mentales de nuestros seres más cercanos van adhiriéndose a nosotros, de manera que sus arquetipos y paradigmas van grabándose en las runas de los patrones básicos de conducta en nuestro cuerpo mental. Empezamos así a estructurar en nuestro interior unas bases que no sólo determinarán la realidad que viviremos y proyectaremos, sino que marcarán nuestro ADN y nuestro subconsciente, y consecuentemente nuestra biología en gran medida. En torno a los siete años, la realidad impuesta y grabada en nosotros por la sociedad y nuestro ambiente más cercano, además de una condición de la que no hablaré ahora, habrán logrado ya que nuestra esfera de conciencia sea revertida. Esto implica la pérdida de conexión con la fuente y con nuestro Ser (al menos en gran medida) y se da cuando los VAET (vectores angulares espacio-temporales, ya descritos en anteriores publicaciones) que forman el exterior de la esfera de conciencia, dejan de apuntar hacia el centro de la misma y pasan a apuntar todos hacia diferentes ubicaciones del exterior (salvo uno de ellos que sigue apuntando al centro y es el que nos mantiene conectados al Ser). Esto provoca la reversión de nuestra percepción, pasando de ver la realidad general tal y como es mediante la conexión con el Ser, a ver una realidad subjetiva ilusoria proyectada por nuestra inconsciencia a través del programa EGO y el centro emocional (mediante el enlace del alma). A partir de este momento vivimos en una realidad sostenida por el colectivo humano inconsciente, diseñada y programada por ''los amos'' para perdurar y protegerse a sí misma. Esta realidad está llena de trampas y se vale del miedo y la inconsciencia para mantenernos subyugados y dormidos, entregando nuestro poder y potencial a los oscuros sin siquiera saberlo con cada acto, pensamiento y emociones de nuestro día a día. No me pararé a describir toda la ingeniería social (imposición de arquetipos, paradigmas, modas, corrientes de pensamiento, reacciones, etc, etc. que obran sobre nosotros y sobre nuestro subconsciente porque tendría que escribir un libro, pero basta con decir que quienes están en los círculos más internos (de la sinarquía que controla todo) conocen el funcionamiento de esta realidad al dedillo, pues hace mucho tiempo les fueron entregados los algoritmos de la misma a cambio de rendir pleitesía y servicio a ciertas entidades. Esto quiere decir que tienen los códigos del ''sistema operativo'' de esta realidad y del humano (de su mecanismo e interacción con dicha realidad), lo cual les ha permitido controlarnos a su antojo y manejar/dirigir/prever los acontecimientos de la misma, los procesos energéticos y en definitiva una larga serie de elementos clave. Como decía, podría seguir explicando el alcance de la manipulación y la inconsciencia a los que estamos sometidos, así como los procesos que hay tras todo ello, pero sería demasiado largo y creo que con esto se hacen una idea. Ahora podrán entender más claramente de qué manera la conciencia humana es totalmente dominada y marcada con todo tipo de límites mediante una meticulosa programación pre-diseñada y autosostenible. Límites que le indican qué es posible y qué no lo es, qué cosas se pueden hacer y qué cosas no, cómo es la realidad que la rodea y qué patrones la definen, etc. Si bien es cierto que la realidad en que vivimos tiene unas leyes (físicas) y unos ''límites'' según su condición, esas leyes y límites pasan a ser meras pautas y características completamente relativas y variables ante una conciencia que ha recuperado su centro de gravedad y ha alcanzado cierto punto de desarrollo, conectando de nuevo con su Ser y la fuente y siendo dueño total de sus cuerpos (hablo de un desarrollo muy avanzado), pues llegado a ese punto la realidad subjetiva desaparece y se desmorona y sólo queda la realidad general. La realidad general carece de las limitaciones de las realidades subjetivas, ya que sus supuestas limitaciones se transforman (ante una conciencia clara y capaz) en un mar de posibilidades, traspasando las fronteras que antes parecían inamovibles. ¿Cómo podemos pasar de percibir la realidad subjetiva a percibir la general de nuevo? Una posible respuesta sería ''mediante un largo aprendizaje que nos lleva varias existencias completar'', pero eso sería algo muy ambiguo y de poca utilidad. Lo que nos interesa es el aquí y ahora y lo que podemos hacer llegados a este punto en nuestra actual existencia, aprovechando la oportunidad que se nos ha dado. En este caso, la respuesta es distinta; pasando por un árduo proceso de transmutación alquímica y desprogramación/reprogramación, a lo largo del cual aprendemos cómo funcionan el ser humano y este espacio matricial (conocimiento que usan los oscuros para controlarnos) y usamos dicho aprendizaje para liberarnos, para recuperar el control sobre nosotros mismos, siendo así dueños de nuestros propios actos, pensamientos y decisiones. Mentiría si dijese que ese proceso es sencillo y se consigue simplemente con amor, tolerancia y paz. Esas pueden ser algunas claves del proceso, pero sería quedarnos en algo tan superficial que nunca nos llevaría a la liberación. Este proceso implica un estudio profundo y un duro entrenamiento, en el cual vamos regrabando runas y expandiendo la esfera de conciencia poco a poco, tumbando muros y límites y viendo como se vuelve real y posible lo que antes era mera fantasía. Si se quiere eliminar un virus de un sistema operativo, y reprogramar dicho sistema para mejor funcionamiento, no basta con sólo la intención, ¿verdad? Se requiere un profundo conocimiento de informática, de códigos, de programación, y una determinación y voluntad para conseguir dicho conocimiento y poder aplicarlo con éxito. Sucede lo mismo con ''la máquina humana'' (no se tome máquina en el sentido negativo, es sólo un paralelismo). Si queremos descubir la verdad y alcanzar la libertad (y créanme, esto no es tan siquiera la punta del iceberg) tenemos que trabajar duro y luchar por ello. Ahora preguntémonos de nuevo, ''¿Qué es el límite, cuál es el límite? ¿Quién lo establece, y cómo lo hace? ¿Es el límite verdaderamente irrebasable?'' Si ha comprendido bien lo dicho hasta ahora, posiblemente sepa responderse estas preguntas. El límite lo marca la expansión de nuestra esfera de conciencia, y no es algo fijo e inamovible sino que varía según dicha expansión es mayor o menor. Lo establecen los amos y nuestra propia ignorancia, y lo hacen mediante el conocimiento y manejo profundos de las leyes de este espacio matricial físico que habitamos, y nuestra inacción. No es irrebasable ni lo será nunca, pues ni siquiera existe ya que lo creamos nosotros con nuestra convicción de que así es. Nuestra conciencia es el parámetro entre realidad y fantasía, y ese parámetro es variable en tanto que rompemos el límite y nos volvemos capaces de abarcar mayor cantidad de dicha realidad. Esto es algo que muchas personas no son capaces de aceptar, pues parece más fácil y cómodo creer que la realidad tiene límites inamovibles, a contemplar la posibilidad de que seamos nosotros los responsables de los mismos y tener que cargar con ese peso. Hasta tal punto llegan la ignorancia y arrogancia del humano dormido, que considera la posibilidad de que algo no sea posible/factible dentro de esta inmensa creación, antes que la posibilidad de que sí lo sea pero que su diminuta conciencia y comprensión no alcanzan a comprender el cómo. Una vez más vemos que somos prisioneros de nuestra propia delimitada conciencia ya que, como acertadamente dice un amigo y maestro ''Uno vive en el universo que quiere vivir y existe en el que puede soportar, porque el universo se adapta a su consciencia y nunca al revés.''
¿A QUÉ NOS CONDUCE TODO ESTO EN NUESTRA EXISTENCIA ACTUAL, Y QUÉ IMPLICACIONES TIENE? Son miles las personas que pasan por este mundo sin tener la menor idea de lo que estoy hablando, sin saber quiénes son realmente y a qué vinieron. Sin saber que fueron esclavos toda su vida y no se dieron cuenta, sin darse cuenta de que vivían en una prisión mental cuyos barrotes no se ven a simple vista. Creyéndose dueños de sus decisiones, creyendo ver el gran panorama, seguros de ''haberlo visto todo'' cuando no habían visto literalmente nada. Muchos se conforman con ''ser buenas personas'', con formar una familia y conseguir un buen trabajo, mientras que otros buscan dinero, poder, fama y posesiones materiales, o prefieren terminar su aventura sin pena ni gloria. Lo cierto es que cada persona tiene una misión en esta vida, un camino particular predeterminado, con unos aprendizajes que realizar. No todos implican conocer la verdad o liberarse del yugo que nos esclaviza, de hecho algunos requieren de esa ignorancia para consumarse... Pero hay algo que empuja al ser humano a moverse y avanzar, algo que si se cultiva se vuelve imparable y no permite vuelta atrás. Es algo que todos despertamos en algún momento, una necesidad y un deseo profundos de conocer la verdad... un sentimiento de que hay algo más, de que algo no encaja en esta maltrecha y retorcida realidad, o incluso de no pertenecer a la misma; es el momento en que nuestro espíritu comienza a ganar fuerza y la conciencia del Ser lucha por volver a tomar las riendas de nuestra existencia. Todos tenemos el derecho de hacer lo que se nos venga en gana con nuestra propia vida y, aunque a veces cometo el error de hacerlo, no me gusta criticar las decisiones de los demás al respecto. Formar una familia, ''ser feliz'', ver mundo, tener un buen hogar... todas son opciones respetables y comprensibles, sobretodo cuando no dañan a terceros. Sin embargo, a la vez, es duro contemplar la inacción y la complacencia del ego (sobretodo la de uno mismo) cuando hay tanto por hacer... tanto por cambiar, por lo que luchar, tanto que ganar en una realidad en la que innumerables hermanos han muerto por lograr algo mejor. En la que se ha derramado tanta sangre, generado tantísimo sufrimiento y dolor, esclavitud, maldad, y todo tipo de atrocidades que se siguen dando hoy día. Estamos en un punto crítico en la batalla milenaria por la liberación de la Humanidad como raza, en el momento culminante que determinará si nos ganamos el derecho a esa libertad o seguimos siendo el alimento de terceros. Así pues, llegados a este punto la pregunta es: ¿Qué elige usted? ¿Qué siente al respecto? Muchos tomarán esto como una sarta de chorradas y seguirán con su vida tranquilamente. Otros comprenderán lo dicho o tomarán parte de ello como válido pero, a falta de una verdadera comprensión y concienciación al respecto, continuarán con su vida tal cual, buscando en lugar de encontrar. Incluso los habrá quienes crean que están haciendo todo lo que pueden por progresar, por liberarse a sí mismos y liberar al resto, quienes se engañen pensando que son libres y hacen lo correcto, dueños de sus actos y de su vida. Y quizá sea cierto que ''hacen lo correcto'', o que incluso vayan por buen camino, pero de nuevo volvemos a la cuestión del límite. ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar? ¿Hasta qué punto comprenden el alcance de lo que estoy diciendo? ¿En qué medida piensan hacerse cargo de la responsabilidad de su existencia? ¿Cuánto se conocen, cuántos pueden decir que saben quiénes son y a qué vinieron? ¿Cuántos se atreven a engañarse diciendo que ya no son esclavos, que escaparon totalmente a la manipulación y son dueños de sí mismos? ¿Cuántos eliminaron el virus por completo y reprogramaron de cero el sistema operativo? Son muchas las preguntas y pocas las respuestas, o mejor dicho pocas las correctas y auténticas. Toda elección es válida y legítima, lo importante es no engañarse a uno mismo diciéndose que hizo lo que pudo, o que no tuvo la culpa. Nos encontramos en una época turbulenta, y no queda muy lejos el momento en que ya no haya tiempo para vivir en la confortable comodidad del ego aburguesado (como colectivo, pues a nivel individual a cada quién se le acaba su debido tiempo) . Llegado ese punto, más de uno intentará engañarse para evadir responsabilidades, y entonces tal vez sea demasiado tarde y llegue el arrepentimiento. ¿Qué elige usted? Piénselo bien, analícese. Gracias por acompañarnos hasta aquí y como siempre, no crea de pies juntillas todo lo dicho. Dúdelo, investíguelo y saque sus propias conclusiones. Esta es mi verdad, encuentre la suya y posiblemente nos encontremos en el camino, más allá del límite. Nota: Las fuentes que inspiran este contenido y muchos de los términos usados provienen de DDLA (www.detrasdeloaparente.blogspot.com)
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LA PARÁLISIS DEL SUEÑO
Hoy hablaremos sobre un tema controvertido, pues no es poca la gente que ha experimentado el fenómeno conocido como ‘‘parálisis del sueño’‘ y ha tratado de encontrar respuestas al respecto, encontrándose con todo tipo de explicaciones; desde las más escépticas y puramente científicas hasta las más fantasiosas e incluso religiosas. Lo cierto es que ambos extremos tienen parte de razón y a la vez ambos se equivocan, ya que tanto las explicaciones científicas estrictas como las explicaciones más ‘‘atrevidas’‘ y especulativas acaban en fantasías y medias verdades, una por defecto y la otra por exceso. La ciencia oficial observa el fenómeno desde el punto de vista tradicional, limitándose a la observación del plano físico tridimensional. Llega así a descubrir la parte física/química del proceso, sin tener en cuenta la parte ‘’no visible’’ de todo ello y dejando así de lado la parte ‘‘cuántica’‘ (con esto hago referencia a la barrera que la física tradicional no puede romper y que la física cuántica trasciende, yendo más allá y abriéndose a una realidad completamente desconocida y enormemente vasta). De esta manera cae en el error de tratar de explicar el fenómeno a partir de una ínfima e incompleta parte del mismo, lo cual lleva a la típica conclusión forzada y no menos fantasiosa a la que suele recurrir la ciencia oficial cuando no tiene explicación para algo o cuando la tiene pero no la quiere decir: todo se trata de meras alucinaciones producidas por los químicos que libera nuestro organismo, o parálisis muscular inducida por el cerebro a la hora de dormir (esto es correcto pero incompleto), o sueños, o quién sabe qué tipo de explicación que suene convincente. Por otra parte, las explicaciones provenientes de la religión, de la ‘‘nueva era’‘, de la cultura popular, folklore, o de las realidades particulares de cada indivíduo, rozan también parte de la verdad al no limitarse tanto como lo hace la ciencia, yendo más lejos con una mente abierta pero perdiéndose en el mar de posibilidades y llegando a conclusiones erróneas o parcialmente erróneas. La una se queda al comienzo del camino por ‘‘exceso de prudencia’‘, y la otra echa a correr y acaba perdida por falta de ésta. Entonces, ¿cómo nos acercamos a la verdad sobre este tema? La respuesta, como siempre, está en el punto medio; en la tibieza, el equilibrio, lo neutro. Si uno quiere saber la verdad sobre las cosas, no se puede quedar esperando a que la ciencia le de una respuesta lógica y segura que suene bien, o a que la religión le ofrezca una versión prefabricada y tranquilizadora. No se puede depender de ellas e ir a su ritmo como si representasen la verdad absoluta, pues igual que no es correcto montar una religión sobre la espiritualidad, no lo es tampoco hacerlo sobre la ciencia. La pura lógica y el intelecto son importantes y son una parte del ser humano, pero no son lo único de lo que el ser humano dispone. Disponemos de emociones, de intuición, de herramientas latentes que la mayoría desconoce. Cuando se juntan ambas correctamente y en equilibrio, nos volvemos capaces de llegar a límites insospechados, nos convertimos en verdaderos experimentadores y hacemos la verdadera ciencia, la que surge de la experiencia propia y no de un informe o estudio que escribió menganito y que, si bien puede resultar muy útil, es sólo conocimiento procesado por él y no por nosotros. Entonces nos convertimos en el parámetro entre realidad y ficción, y sólo nuestra expansión de conciencia y sabiduría propia (conocimiento procesado por nosotros mismos) nos lleva a la verdad y a la certeza. Por lo tanto, todo lo que yo voy a explicar aquí al respecto es sabiduría para mí pero conocimiento para el lector, porque lo que veréis es mi verdad, conocimiento alcanzado mediante el intelecto y procesado previamente por mí mediante la experiencia personal, destilado en certeza. Certeza que sólo es válida para mí, pero que en forma de conocimiento puede servir al lector para que éste tenga la oportunidad de expandir conciencia y comprobar por sí mismo la veracidad del mismo. La oportunidad de lograr una certeza y sabiduría propias, obtenidas mediante su experiencia personal, creando así una firme verdad que ninguna duda o manipulación externa podrá hacer tambalear; su verdad. Dicho esto, pasaremos por fin al tema en cuestión. En la publicación anterior (EL SER EN LA MATERIA - CUERPOS DE ENLACE, CONEXIÓN ENTRE RG (REALIDAD GENERAL) Y RS (REALIDAD SUBJETIVA)) vimos por encima conceptos importantes como el de ‘‘esfera de conciencia’‘ y los diferentes cuerpos o vehículos que usa esta para desplazarse por el entramado de la realidad y para poder existir en la misma (importante leer esta publicación para entender lo que viene a continuación). Cuando nos vamos a dormir y ponemos nuestro cuerpo físico a descansar, las frecuencias cerebrales cambian y nuestra esfera de conciencia se desplaza hacia otras ubicaciones mediante los vaet. Según la frecuencia que alcancemos, nuestros estados emocionales y otra serie de factores, la esfera se ubicará en un ‘‘lugar’‘ u otro (en otra publicación veremos ésto en más profundidad). Normalmente dormimos inconscientemente, permaneciendo en nuestro cuerpo emocional/astral el cual flota cerca del cuerpo físico, percibiendo imágenes procesadas por el subconsciente (sueños, que recordaremos o no) o viajando con este por distintos planos y espacios dimensionales, viviendo experiencias y aprendizajes que raramente recordamos. En ocasiones, durante el proceso de dormirnos o despertarnos, es decir, mientras la frecuencia cerebral sale o vuelve de su estado normal en la vigilia, nuestra conciencia ‘‘despierta’‘. Nos encontramos entonces con la ‘‘parálisis del sueño’‘, estado en el cual percibimos nuestro cuerpo físico y nuestro entorno (pudiendo incluso verlo aún con los ojos cerrados, ya que estamos percibiendo con ‘‘los ojos’‘ de la conciencia), siendo que el cuerpo emocional o astral todavía no se ha acoplado del todo al físico. Dado que en esos momentos nuestra conciencia todavía no está ajustada a la frecuencia del cuerpo físico, y nuestros músculos siguen relajados, no podemos movernos y a menudo nos invade una sensación de impotencia y angustia o agobio. Esta situación no suele durar más de unos segundos, aunque en ciertos casos se extiende a unos minutos, y mientras lo hace cabe la posibilidad de que percibamos energías y entidades pertenecientes al nivel en que nos encontramos ubicados antes de ‘‘conectar’‘ con el cuerpo físico (recordemos que hablamos de frecuencias vibracionales de energía, siendo el espacio matricial o plano físico sólo una parte más de estas, y por ello no más o menos real que el resto). Es posible también percibir sonidos, imágenes, música, y todo tipo de cosas que hacen que la gente que lo vive quede confusa y asustada. Existe también otro tipo de experiencias catalogadas como ‘‘parálisis del sueño’‘, pero en este caso son provocadas por agentes externos. Hemos mencionado que existen seres que habitan otros planos, seres que no solemos percibir pero están ahí, y que no pueden interactuar en el espacio matricial físico debido a su naturaleza vibracional distinta. No obstante, estos seres a menudo nos influencian a nivel mental y/o etérico, pegándose a nosotros como parásitos y alimentándose de nuestras emanaciones energéticas, llegando incluso a colarse por el EM (espacio matricial) mental e influenciar nuestros pensamientos y emociones. Algunas de estas entidades han sido conocidas a lo largo de la historia como íncubos, súcubos, vampiros, etc. y pueden llegar a atacarnos mientras dormimos con el fin de alimentarse de nuestras energías. Ya sea de energías producidas por estímulos sexuales (generados por ellos mismos) o por el miedo y la angustia que nos hacen sentir al paralizarnos y echarse encima nuestra, generando una desagradable sensación de fuerte opresión en el pecho, tratando incluso en ocasiones de ‘‘sacarnos’‘ del cuerpo físico mediante la fuerza. Este tipo de experiencias negativas son la causa principal de que mucha gente tenga tanto miedo a dichas situaciones, y de ninguna manera se trata de alucinaciones o imágenes generadas por el cerebro (que por supuesto sí que tiene su parte y su reflejo en todo este proceso). No explicaré ahora cómo defenderse de estas entidades, ya que ese es un tema complejo y más personal, y faltaría mucha información para poder comprender bien de qué se está hablando. Pero sí que diré que la voluntad firme, el carácter, la ausencia de miedo e incluso las oraciones (no por lo religioso, sino por las energías que atraen) son efectivas contra ellas. Y añadiré que en las ‘‘parálisis normales’‘ es inútil tratar de moverse o agobiarse, tan inútil como tratar de conducir un coche sin entrar en él. No hay que tener miedo o agitarse, pues es algo natural, y lo mejor que podemos hacer es relajarnos y esperar a que todo se ajuste correctamente. Espero que esta información haya sido de ayuda, que haya despejado unas dudas y generado otras, y haya dado al lector herramientas para investigar el tema y encontrar su verdad. Iván Nota: Las fuentes que inspiran este contenido y muchos de los términos usados provienen de DDLA (www.detrasdeloaparente.blogspot.com)
#parálisis del sueño#conciencia#aprendizajes y conocimientos#súcubos#íncubos#vampiros#dimensiones#sueño#astral
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Tantos años jugando a la saga Pokemon y nunca me había parado a pensar en la estrecha linea que separa nuestro mundo del suyo. El gran final del Zafiro Alfa me ha conmovido mucho, acostumbrado a jugar y analizar el aspecto RPG había pasado por alto muchas cosas valiosas. En esta ocasión la banda sonora y las escenas cinematográficas me han atrapado por completo y me han hecho pensar.
He sentido algo muy similar a cuando vi por primera vez de pequeño la primera película de Pokemon. Y es que durante todo el entramado de la historia medio aparecen constantemente las palabras ‘equilibrio’ ‘naturaleza’ ‘respeto’ ‘esfuerzo’ ‘creer en ti’ y otras muchas mas que ahora no recuerdo bien que con respecto a la relación que guardan los humanos y los pokemon me pregunto ¿Tan distintos somos?
Esta bien que los animales con los que convivimos no son tan asombrosos y mágicos ¿o si? En pokemon nos enseñan que los pokemon no tienen sentido sin las personas y al revés, ambos forman parte de un todo con la naturaleza y que el equilibrio es vital. Las personas desarrollan un fuerte vinculo con los pokemon no muy diferente al que puede desarrollar un animal con las personas, entonces que nos separa?
Yo creo que yendo mas allá de superpoderes y demás elementos superficiales somos dos mundos muy parecidos con nombres distintos y me alegra mucho ver esto cuando en la actualidad la distanciación con la naturaleza y los animales esta mas lejos que nunca. Y por poco que sea no esta de más Series/Juegos con tales mensajes en el trasfondo. La unión sincera entre personas y animales es inevitable si queremos mejorar,evolucionar conscientemente y conservar nuestro planeta, el especismo es un callejón sin salida promovido por intereses egoístas, cada gesto es una victoria. Buen trabajo Satoshi Tajiri. Ending y banda sonora:
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#reseñas y analisis#pokemon#zafiro alfa#zafiro#naturaleza#equilibrio#respeto#animales#mensaje#concienciación#personas
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EL SER EN LA MATERIA - CUERPOS DE ENLACE, CONEXIÓN ENTRE RG (REALIDAD GENERAL) Y RS (REALIDAD SUBJETIVA) Si bien hace poco hablábamos sobre algunas diferencias entre la Realidad Subjetiva y la Realidad General (ver primera publicación del blog ‘‘LA VERDAD - MI VERDAD, LA REALIDAD - MI REALIDAD’’ antes de leer ésta), no llegamos a profundizar más en el tema para ver cómo están conectadas y cómo encajamos en ellas. Hoy veremos una serie de conceptos fundamentales para comprender nuestra vida y nuestra estancia en este mundo. En el texto enlazado más arriba aclarábamos que existe una realidad general ‘’auténtica’’ y una realidad subjetiva ‘’ilusoria’’, la cual no es más que un mero reflejo muy desvirtuado de la primera. Nosotros (por ciertas causas que ya desarrollaremos en otra ocasión) percibimos y recorremos únicamente la subjetiva, creada por nuestra conciencia mediante proyección holocuántica. Si hay una realidad general a la cual normalmente no tenemos acceso, pues cada persona la decodifica a su manera y la adapta a su realidad particular creando así una realidad subjetiva, ¿cómo encajamos nosotros en este panorama? ¿Qué somos, desde dónde percibimos? El primer concepto que hay que explicar es el de ‘‘Ser’‘, ya que el Ser es nuestra esencia. El Ser es una entidad formada por energía electromagnética de muy alta frecuencia vibratoria, que posee 33 pares de cromosomas (siendo la genética más alta en este universo) y existe en un nivel tan sutil que podemos definir como adimensional. Es un fractal del todo, del ‘‘gran arquitecto’‘, de la mente cósmica o como quieran llamarlo y fue creado en el choque fa-mi de la primera octava descendente de la creación (pues el cosmos se expande mediante octavas como en la música, ya que es sonido/vibración; como dice en la Biblia ‘’en el principio era el verbo’’ - Juan 1:1-3). Como fractales que son, los Seres son uno con el todo y a la vez son individualidades. Cada Ser tiene 49 conexiones a diferentes puntos del espacio-tiempo (cada una de ellas una existencia, todas simultáneas pero vividas por nosotros como una secuencia o de forma ‘’lineal’‘ en el tiempo, lo que llamaríamos reencarnaciones) y para lograr esas conexiones a planos más ‘‘densos’‘, se requiere de una serie de cuerpos de enlace y vehículos afines a cada estrato y espacio matricial. Veamos pues resumidamente el orden que sigue la creación para manifestarse en nuestro espacio matricial tridimensional físico: -Espacio Matricial Mental --> Es el espacio donde se crean las formas mentales de nuestros pensamientos, donde comienza una octava de creación. -Espacio Matricial Etérico --> Es el espacio donde se encuentra el éter, la materia prima de la creación, la energía ‘’primordial’‘ conocida también como Ki, Chi, Prana, etc. Cuando generamos un pensamiento y queremos llevarlo a cabo como acción, el éter toma la forma que el pensamiento le dicta y se manifiesta finalmente en el Espacio Matricial Físico. -Espacio Matricial Físico --> Es el espacio matricial tridimensional en el que nos desenvolvemos, el más ‘‘denso’‘, aquel en el cual termina la octava. CUERPOS DE ENLACE Y ALGUNOS DETALLES DE LA CONFIGURACIÓN DE LA MÁQUINA HUMANA Nuestro vehículo en el espacio matricial (o plano) físico, el cuerpo humano físico o unidad de carbono (llamada así porque su base es el carbono), es bien conocido por nosotros, pues llegamos incluso a identificarnos con él como si este fuese nuestra totalidad; algo tan absurdo como que un conductor llegue a creerse que es el coche que conduce y no él mismo. Como he mencionado, toda materia tiene su contraparte etérica que le precede, y nuestro cuerpo no es una excepción. El cuerpo vital o etérico es una copia exacta del cuerpo físico, o más bien al revés, pues sus átomos interpenetran los átomos del cuerpo físico y les hacen vibrar, animando así la materia y los procesos de éste (biológicos, fisiológicos, químicos, etc.). Está constituido por 4 éteres con diferentes funciones cada uno: lumínico, reflector, químico y de vida. Pasemos ahora al alma, también llamada cuerpo emocional, cuerpo de deseos o cuerpo astral. Es un cuerpo de enlace entre el espíritu y la personalidad virtual en la unidad de carbono (la personalidad virtual es aquella que se forma por el programa ego en ausencia de la conciencia del Ser). Este cuerpo de enlace lo poseemos por derecho de nacimiento y es el que nos permite sentir emociones y deseos, siendo que durante el día su actividad va destruyendo y dañando al cuerpo físico, mientras que cuando dormimos el cuerpo vital o etérico se encarga de repararlo (tema para otra publicación). El alma es una nueva para cada existencia, es decir, que se acaba desintegrando junto con el cuerpo físico y el etérico en el momento de la ‘’muerte’’ o deceso, a diferencia del espíritu que pasaremos a explicar ahora. Sin embargo, durante cada existencia o encarnación el alma tiene un proceso de desarrollo, y se vuelve más sutil y poderosa conforme transmutamos las energías groseras de las bajas pasiones y el deseo en otras más puras y elevadas. El otro cuerpo de enlace es el espíritu, que a diferencia del alma no se obtiene por derecho de nacimiento sino por derecho divino. Es un cuerpo formado por energía consciente, acumulada por los aprendizajes y vivencias a lo largo de nuestras numerosas existencias-encarnaciones. Formar el espíritu requiere un largo proceso, y en ausencia de un espíritu completo operamos en base a la conexión inconsciente con la personalidad virtual que nos ofrece el alma. Conforme construimos el espíritu este nos enlaza cada vez más a la conciencia del Ser, permitiéndonos acceder a nuestra esencia y a la sabiduría y conocimientos propios de ésta. Intuición, capacidades extrasensoriales, son algunas de las cosas que van despertando con este enlace. Se empiezan a vislumbrar otros planos y niveles de la creación y uno comienza a comprender y saber cosas ‘’porque sí’‘, sin una comprobación intelectualizada estricta. Cuando el espíritu está formado, en nuestra próxima encarnación ‘‘operamos’‘ en base a éste y no a la personalidad virtual, comenzando una existencia ‘‘superior’‘ desde la conciencia del Ser. Concluyendo, el orden de enlace o configuración sería: Ser --> Espíritu --> Alma --> Personalidad virtual/EGO - Cuerpo físico Podemos observar entonces que nuestro cuerpo físico es únicamente el avatar de nuestro Ser, siendo un perfecto ordenador cuántico biológico y multidimensional, con una configuración muy compleja cuya superficie ni siquiera hemos empezado a rascar con estas explicaciones (pero que por el momento serán suficientes para comprender lo básico de este asunto). LA ESFERA DE CONCIENCIA No podemos acabar este tema sin antes ver una breve explicación de lo que es la esfera de conciencia. Hemos hablado de los cuerpos de enlace y algunos de los distintos niveles por los que la creación se desplaza, así como el camino y método que sigue (espacios matriciales, octavas, cuerpos...). Ahora, ¿cómo se ‘‘asoma’‘ el Ser a la creación? ¿Cómo se desplaza su conciencia por el entramado? Lo hace mediante una esfera cuyo exterior está formado por partículas conocidas como vaet (vectores angulares espacio temporales) las cuales apuntan hacia su centro, un centro de gravedad, el cual actúa a modo de portal entre el Ser y la realidad. Cuando los vaet apuntan hacia el centro (hacia el Ser) la esfera se expande y la realidad general aparece ante los ojos del Ser tal y como es, pero cuando estos apuntan hacia afuera la esfera se revierte y la conexión con el Ser se ‘‘apaga’‘, tomando así el control la personalidad virtual con sus múltiples yoes y percibiendo una realidad ilusoria subjetiva. De manera que el Ser nunca está dentro de nuestro cuerpo, no se mueve de su sitio, sino que conecta con cualquier punto mediante la esfera y con ella y los distintos cuerpos se desplaza y experimenta (ya sea con el cuerpo físico, el emocional o el mental). No voy a extenderme ahora en este tema de la esfera, los yoes, los vaet, el centro de gravedad, etc. porque da para largo y es material para otras publicaciones, no para esta. Hay muchísimas cosas en el tintero, muchos temas en los que explayarse y profundizar, algunos de ellos tocados por encima o mencionados en este texto. La creación es compleja y enorme y hay muchos otros mundos, planos, dimensiones, realidades, formas de vida, reinos y todo tipo de lugares que el común de la gente desconoce. Por el momento es suficiente con tener una idea general y básica de todos estos conceptos, para ir afianzándola y comprendiendo mejor qué somos y qué hacemos aquí. Que cada uno piense todo esto y vaya sacando sus propias conclusiones. Como dice un amigo y maestro, ‘’no me crean, no crean nada de lo que digo, investiguen y créanse a ustedes mismos’‘. Iván Nota: Las fuentes que inspiran este contenido y muchos de los términos usados provienen de DDLA (www.detrasdeloaparente.blogspot.com)
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CREANDO NUESTRO TIEMPO, NUESTRA REALIDAD ''Ya lo haré mañana... Cómo voy a disfrutar cuando tenga tiempo libre... Cuando llegue tal día seré libre... Qué ganas tengo de que sea tal día/tal hora para disfrutar...'' Estas son unas de las frases que más nos repetimos las personas a lo largo de nuestras vidas, ya sea mentalmente o dichas en voz alta. Son fruto de un modo de pensar y actuar muy nocivo para la vida, pues son lo contrario a ella. En el mundo existen montones de cosas que no nos gustan. De hecho, normalmente nunca estamos contentos con nuestras vidas; siempre hay algo que nos molesta, que nos incomoda, que nos tiene zumbando la oreja y no nos deja vivir tranquilos el momento presente. Siempre hay una vida mejor, una alternativa mejor, un ''si hubiera hecho esto...'', ''si tuviera la misma suerte que tal persona...'', ''si mi vida fuese de esta forma...'', ''si consiguiera tal cosa...''. Son cuestiones que rondan nuestra mente durante gran parte del tiempo. El caso es que, cuando uno piensa un poco en ello, se da cuenta de que funcionando de esa manera estamos destinados a sentirnos así el resto de nuestra vida. Siempre, tengamos lo que tengamos, hagamos lo que hagamos, habrá algo que deseamos y algo que nos gustaría cambiar. Siempre habrá algo externo que nos llame la atención, que ocupe el vacío de eso que queríamos y ya conseguimos. Porque nuestra mente está programada para ubicarse en todos los lugares menos en el presente, y para desear algo continuamente. Estas dos cosas no sólo nos atan a un sufrimiento constante, sino que impiden también que vivamos la realidad. La vida es muy simple, más de lo que nosotros queremos creer, y a la vez es más compleja dentro de esa simpleza de lo que nunca podríamos llegar a concebir. La vida es lo que es, y no las aberraciones mentales que nosotros formamos en nuestro interior. La vida, además, sólo se vive en el presente. El tiempo es, de alguna forma, una constante repetición de un presente contínuo. El futuro se genera en el presente y, el pasado, pasado está. Cuando nos ponemos a pensar en lo que podremos hacer en un futuro, a desear ese futuro, metemos a nuestra mente en una realidad virtual que se aleja mucho de la auténtica. Nos alejamos del presente, nos vamos a un futuro ficticio donde la realidad no tiene lugar. Nos convertimos en algo muy similar a un vegetal, alguien ausente sin la capacidad de accionar en el presente que le rodea, porque no nos encontramos realmente ahí donde debiéramos estar. A su vez, al ubicar la mente en el pasado, lo que hacemos es volver a actuar de la misma manera en que lo hicimos. ¿Cómo voy a conseguir el futuro que me gustaría si no soy capaz de crearlo en el presente? ¿Cómo voy a cambiar el presente si actúo según lo hice en el pasado? ¿Cómo voy a disfrutar la vida si no la observo, si no me paro a mirarla, a olerla, a tocarla, a escucharla? ¿Cómo voy a sentirme a gusto en el futuro que espero si, cuando llegue, voy a estar pensando de nuevo en otro futuro próximo? Preocupaciones, miedos, inseguridades... todo esto hace que nuestra mente huya de la realidad presente y se oculte en ese futuro ficticio, o en ese pasado que ya no volverá. Entonces, ¿cuál es el problema de todos nuestros males? El problema es que no nos han enseñado a gestionar nuestras emociones, a afrontar la realidad, a aceptar las cosas tal y como son, ya sean ''buenas'', o ''malas''. Porque al fin y al cabo nada es bueno o malo, nada está de más o de menos. Todo, absolutamente todo lo que sucede en nuestras vidas, sucede porque debía suceder. Nos esforzamos en intentar controlarlo todo, algo totalmente imposible. Cuanto más trates de controlar algo, más incontrolable se volverá, porque la vida es movimiento y dinamismo. Todo cambia, todo se mueve, todo sucede lo queramos o no, y lo más sabio es aceptarlo y disfrutarlo al máximo. La clave para cambiarlo todo no está en cambiar lo de fuera, sino en cambiar nuestro interior. Sólo entonces se produce ese cambio que buscamos, y empezamos a verlo todo de otra forma diferente. Ya no deseamos nada, porque lo tenemos todo. Ya no pensamos en el futuro, porque estamos muy conformes con el presente. Ya no pensamos en el pasado, porque no tenemos razones para escondernos allí y hemos aprendido a cambiarlo desde nuestro presente; al aceptarnos a nosotros mismos con nuestros errores y virtudes, y comprender que todo lo que hemos hecho tenía un propósito y debía ser de esa manera, el pasado se vuelve algo brillante, tanto como el presente. Ya no hay nada de lo que nos arrepintamos, nada que no debiera haber ocurrido, todo está como debe estar. En definitiva, si no aprendemos a encarar nuestros miedos y debilidades y solucionarlos donde corresponde (en nuestro interior, no en el exterior y en los demás) nunca podremos vivir felices en el presente. Porque el presente sólo es apto para gente libre, sin miedos y remordimientos, para mentes aquietadas y serenas. Si ''pestañeas'', te lo pierdes. Nosotros creamos nuestro propio infierno y nuestro propio paraíso, le pese a quien le pese. La manera que tienen algunas personas de encadenarnos es hacernos creer que esto no es así y que depende de factores externos, ya que de esta forma nunca lograremos cambiar nada. Como decíamos, lo externo no se puede cambiar si no es desde el interior. Por lo tanto, una persona convencida de que esto es al revés, de que para estar bien debe cambiar lo externo, estará atrapada de por vida en su propia ilusión y en su afán de controlar lo incontrolable. De la misma manera que un surfista no se enfada con las olas ni les pega para que cambien de tamaño o dirección, sino que las acepta como son y fluye con ellas, nosotros debemos fluir con la vida, surcarla. Podemos seguir esperando un entorno mejor, unas condiciones mejores, más dinero, más de todo, pero esa abundancia sólo llegará cuando cambiemos nuestra forma de pensar. En el momento en que aprendes a ''surfear'', pasas de tener nada y quererlo todo, a tenerlo todo y no querer nada. Simplemente disfrutas, saboreas, y creas tu propia vida momento a momento, minuto a minuto, día a día. Si sigues esperando y esperando, mirando a lo lejos a ver qué es lo que viene, un día te darás de bruces con algo inesperado y de lo cual increíblemente nos solemos olvidar; la ''muerte''. Aunque a veces no lo tengamos en cuenta, aunque nos parezca algo improbable y lejano, la muerte se encuentra en algún punto de nuestro camino. Puede ser en un minuto, puede ser dentro de cuarenta años, o dentro de unos días. La muerte no es algo a lo que tener miedo, pues realmente ni siquiera existe como tal (pero esa es otra historia). Sin embargo es algo que, al tenerlo en cuenta y recordar que llegará en cualquier momento, nos pone en nuestro sitio y nos devuelve a la realidad, al presente. Alguien dijo que la muerte es la mejor maestra, y no se equivocaba. ¿Cuán estúpido es pensar en un futuro mejor si ni siquiera sabes si vas a llegar a él? El presente, de nuevo, es lo único que nos queda. Lo único real, lo único que podemos sentir, lo auténtico, y donde nosotros podemos crear nuestro propio destino, al aceptar el pasado y generar el futuro. La vida es mucho más mágica, divertida y completa de lo que nos han hecho creer, y sólo hace falta buscar esa magia para recuperarla poco a poco. Con una mente abierta, sin restricciones, con la certeza que te aporta la propia experiencia. Por una parte, disfrutemos cada momento sea cual sea, sin dejar que la mente se meta de por medio con sus juicios y etiquetas, con su pasado y su futuro, simplemente viviéndolo por primera vez. Como un bebé, que no juzga y se asombra por todo. Por otra parte, cambiemos aquello de nuestra vida que no concuerde con nuestra forma de pensar, con lo que no nos sintamos a gusto (pero siempre desde la libertad y sin estar motivados por esos miedos e inseguridades, sin caer en el error de hacer ese cambio por huir de algo que no somos capaces de solucionar en nosotros mismos). Seamos coherentes entre pensamiento, palabra y obra; cuando no existe esa coherencia, cuando uno piensa una cosa, hace otra y dice otra, llegan la enfermedad y la infelicidad. Debemos ser capaces de hacer cambios en nuestra vida, de dejar los miedos de lado y lanzarnos a aquello que realmente nos llena. No podemos atarnos a algo por miedo o pereza. Cuando el agua se estanca, se pudre. A nosotros nos sucede lo mismo, ya que no podemos estancarnos en un universo basado en el puro dinamismo, en el flujo continuo, en el cambio y los ciclos de renovación. No podemos quedarnos parados en una ilusoria zona de confort, viendo la vida pasar sin tomar parte en ella, sin estar vivo. Pues es cierto que la muerte como la conocemos no existe, pero sí existe otro tipo de muerte y se da cuando uno no fluye con la vida, cuando se estanca, cuando su día a día está basado en rutinas y actos programados repetitivos, cuando permanece en el futuro y el pasado, cuando no existe la coherencia entre pensamiento, palabra y obra. Cuando nada en tí es auténtico y vives en el miedo, sin ser dueño de tí mismo, eres un muerto en vida. Tu cuerpo está aquí pero tú no lo estás.
Vivimos en ''la era de la información'', algo supuestamente bueno. La información es buena si sabes controlarla, y no si ella te controla a tí. Hoy en día vivimos a un ritmo frenético, constantemente recibiendo estímulos: Que si tv, que si whatsapp, que si correo, que si música, radio, teléfono, y un largo etcétera. Debemos parar el carro y tener momentos para nosotros mismos, para la tranquilidad y el silencio mental, para la introspección y la calma. De lo contrario, toda esa información será contraproducente.
Así que, la próxima vez que comáis algo saboreadlo lentamente sin pensar en nada. Disfrutad del aire y el Sol en vuestra piel (incluso de este calorazo). Oled y tocad. Escuchad en lugar de sólo oir, sobretodo a lo que otros os tienen que decir. No penséis en qué vais a hacer o decir mientras alguien os habla; simplemente escuchadle. No hay necesidad de estar a la defensiva, de pensar en un contraargumento, no hay prisa por contar algo mejor que lo que otro os está contando. Vivimos con miedos y prisas, hay que ralentizar el ritmo de vida. Relajarse, vaciar la mente... Dejad la mente de lado, la usamos demasiado y en cosas para las cuales no está preparada, y ni pincha ni corta. Sentid la maravilla de todo lo que os rodea, paráos a sentir todo el entorno y todo lo que sucede en un instante. Con todos los sentidos, sin pensar en absolutamente nada. Es un lenguaje que sólo entiende el corazón, y se llena de gozo. Haciendo esto más a menudo, quizá empecemos a vivir más y a morir menos, a estar mejor en lugar de peor. A no juzgar los lugares, las situaciones, ensuciándolo todo con esos arquetipos y paradigmas podridos que hemos ido construyendo desde pequeños. Como hacen los perros cuando juegan, cuando comen... Como cuando ves a un bebé sonreir y hace que durante un momento sólo exista amor y alegría, sin lugar para la mente o para los juicios. Simplemente puro y eterno amor. Iván Nota: Las fuentes que inspiran este contenido y muchos de los términos usados provienen de DDLA (www.detrasdeloaparente.blogspot.com)
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El GRAN VIDEOJUEGO
Imagina que te propones programar un videojuego casi imposible de elaborar. En este juego tienes que programar un montón de información, ya que está basado en elecciones, y según cada mínima elección tienes que programar un nuevo desencadenante lleno de miles de posibilidades según las cuales, las que elijas en cada momento (combinaciónes, etc.) dan lugar a una nueva rama de posibilidades, etc. etc. Así, de manera que el juego tiene posibilidades casi infinitas según lo que se elija en cada momento, en cada punto de inflexión.
Tras siglos y siglos de programación se alcanza algo parecido y se observa todo el mapeado (como si fuese un circuito) de todas las posibilidades y ramificaciones, de cada alternativa, como un gran dibujo. Todo simultáneo en un gran panorama, quieto, eterno, presente, observado desde arriba.
Ahora ponte que inicias el juego como jugador desde ''x'' punto y empiezas a encadenar elecciones una tras otra, creando la historia desde ese punto hasta otro pasando por millones de puntos de inflexión y eligiendo más o menos lo que habías imaginado que elegirías mientras lo creabas (esta es una tarea imposible para un humano normal, así que para crearlo te amplificaron la conciencia enormemente, de manera que podías concebirlo todo a la vez).
Este videojuego es tan vasto y lleno de posibilidades que, aunque sea jugado por millones de personas, nunca se repetirá una historia. Por cada persona que lo juegue habrá una historia distinta, única e irrepetible por cualquier otro. Ahora, este ''videojuego'' existe. Esto que acabo de describir es el funcionamiento de la vida real, es la mecánica del espacio-tiempo. El tiempo es sólo nuestra percepción mental de una dimensión superior que nuestra conciencia actual no llega a abarcar, esto es, el movimiento del espacio. El tiempo es espacio en movimiento, o al menos nuestra percepción de ello. Nuestra esfera de conciencia recorre el mapeado del videojuego de elección en elección, desde un punto ''x'' hasta otro, creando la sensación de tiempo lineal. Pero lo único que hacemos es recorrer ese mapeado con una conciencia disminuida, olvidando que toda posibilidad está ya escrita y contemplada en la imagen completa, y vista por nosotros ''anteriormente'' en otro estado de conciencia (siendo pasado, presente y futuro algo simultáneo).
En resumen: Recorremos una matriz de millones de posibilidades ya contempladas y ejecutadas, determinando nuestro itinerario por ella con cada elección y cada pensamiento. Esta matriz es únicamente presente, eterna, no entiende de tiempo. Pero cuando la recorremos con una visión limitada la concebimos de forma errónea, concebimos el movimiento de nuestra conciencia y de la matriz misma como tiempo lineal. De esta manera podemos ver que la concepción de la realidad, de lo posible e imposible, depende siempre de la expansión de nuestra conciencia, de si puede abarcar más o menos cantidad de realidad.
El futuro existe y ya ha tenido lugar, es también posible recordarlo al igual que el pasado pero nosotros hemos sido programados para creer lo contrario. El futuro es espacio no manifestado todavía en nuestra conciencia, en el espacio matricial que recorremos como colectivo y como individuos. Empecemos a recordar. Iván Nota: Las fuentes que inspiran este contenido y muchos de los términos usados provienen de DDLA (www.detrasdeloaparente.blogspot.com)
#videojuego#conciencia#espacio tiempo#futuro#presente#pasado#dimensión#líneas temporales#aprendizajes y conocimientos
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Ambientación: RELIGIÓN.
INTRO
Ambientación: Tradiciones, culturas, religiones, mitologías, y conceptos filosóficos.
Valores: Evolución de los personajes frente a las adversidades, valores mostrados y su análisis.
Kentaro Miura nos muestra un mundo gobernado por la Santa Sede, una mezcla de catolicismo y protestantismo de la edad moderna que vendría a emular la labor del vaticano. Su doctrina busca una conducta estricta llevando a cabo prácticas inquisitoriales tal y como sucedió en nuestra edad media con la creación de la inquisición en 1184. Como vemos durante Berserk esta religión no vemos que ayude y actué por el bien común si no que más bien termina siendo una organización que acumula más y más poder para el bien de unos pocos, ya que debajo de esos velos se encuentran un conjunto de nobles que poseen el monopolio de la riqueza del mundo, no muy distinto a lo que pasa hoy en día.
Además de estar presente el catolicismo en la trama nos encontramos con diversos conceptos que tienen su origen en el judaísmo y a su vez de la disciplina y escuela de pensamiento esotérico de la Cábala, como puede ser “Qliphoth”, que en Berserk nos la presenta como una separación entre el plano físico y el astral, criaturas nacidas de las pesadillas y el subconsciente de los seres humanos en base a la afinidad de la maldad de su od (energía vital). En su contraposición esta “Arbol de la vida” la luz que emana del poder de dios y segrega criaturas de luz.
También conocido como Qlifot o Qliphoth que proviene del hebreo קליפות que significa piel o cáscara al igual que materia o sustancia. El singular de esta palabra es: קליפה Qlifá o Qelipá) también llamado a veces קליפות o "la primera cáscara" (emanación) de impureza, con el cual se refieren a los regentes de las huestes de la Maldad en el universo, dentro del sistema de enseñanzas místicas del judaísmo como la Cabalá y la Gematría entre otras.
Como vemos Kentaro Miura se basa en todo tipo de conocimientos para hilar la trama, resalta que sea un conocimiento poco esparcido hoy en día y que por lo menos a mí me hace googlear todos estos términos y plantearme algunas preguntas. Espero que a vosotros también. Saludos.
Luis
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Proyecto reseña Berserk.
Kentaro Miura. Berserk. 1988. Japón. Editorial Hakusensha y publicado en Young Animal. Colección Seinen. 37 tomos. Aún en emisión.
Kentaro Miura nació en la ciudad de Chiba en 1966. En 1976 a la temprana edad de 10 años, Miura realizó su primer manga, llamado “Miuranger”. Con 16 años público su primer dōjinshi con ayuda de sus amigos en una revista a la misma vez que conseguía entrar como artista en el instituto, donde ya entonces si empezó a crecer su reputación publicando numerosos dōjinshi para sus fans. En 1985 envía su obra “Futanabi” a la facultad de arte consiguiendo no solo entrar, sino que también consigue ganar el premio al mejor autor debutante.
En 1988 escribe “Berserk Prototype” lo que será los cimientos de su gran obra que marcará su carrera “Berserk”, 1990 y que hoy en día continúa por el tomo 37 en emisión.
Berserk
El principio de causalidad es un principio clásico de la filosofía y la ciencia, que afirma que todo evento tiene una causa.
Una historia de ficción en un mundo que no lo es tanto. Kentaro Miura nos presenta una historia protagonizada por Guts que deberá nadar contracorriente al destino o la causalidad para encontrar su lugar, su cometido, en esta vida. Y para ello necesitará varios elementos que en un principio desconoce y que le serán imprescindibles para realizarse como persona y poder terminar su viaje.
El principio de causalidad es un principio clásico de la filosofía y la ciencia, que afirma que todo evento tiene una causa.
Durante su viaje veremos un mundo que comparte parcialmente muchas similitudes con el nuestro, podremos ver un mundo diferenciado por planos (plano físico y plano astral), podremos ver como las conciencias colectivas se proyectan en el plano astral, podremos ver un mundo sumido por los deseos más carnales y superficiales, un mundo oscuro gobernado desde las sombras… Y lo que es más apasionante, veremos cómo se fundamenta y se nutre muchas veces la trama con antiquísimas tradiciones, culturas y mitologías.
No sabría cómo explicarlo muy bien, pero Berserk consigue mezclar de forma muy natural entretenimiento con aprendizajes y que nos servirá para reflexionar y cuestionar diversos asuntos de nuestra realidad.
Podríamos dividir la reseña en:
Ambientación: Tradiciones, culturas, religiones, mitologías, y conceptos filosóficos.
Valores: Evolución de los personajes frente a las adversidades, valores mostrados y su análisis.
Luis
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