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Primer encuentro

Empezaré aclarando que no siempre “fui gay”, antes solo lo consideraba como una distracción en vacaciones y algo que se me pasaría con el tiempo...o por lo menos con uno de los 12 deseos de las uvas de año nuevo. Tuve novias, lloré las rupturas y me molesté con cosas que los heteros también se molestarían, pero no era lo mío (me vine a enterar un poco tarde de eso). El primer hombre que accedí a conocer en persona fue (1) después de mucho tiempo hablando, un año para ser exacto, y (2) de Chatroulette. A estas alturas de mi historia, los que me conocen deben estar con la boca abierta por haber sido de ahí, sorry. No me importa, pero él tenía sus ojos verdes, muy buen cuerpo, DELI, y tenía muy buena parla.

Eso fue una semana antes de irme de intercambio con el colegio, estaba en vacaciones y tenía la casa sola, así que me conecté a mi famoso Skype. Apenas entré, él estaba conectado y empezamos a hablar de lo bueno que sería vernos, así que yo le dije que estaba solo, que si quería venir. Él aceptó sin pensarlo dos veces, y después de unas cuantas horas de mucho chichí y sentir los dientes flojos (eso me pasa cuando estoy nervioso), llegó este ser humano a mi casa.

Abro la puerta y me encuentro con él, ojos verdes, un aire muy latino, intentando mostrarse tranquilo pero se le notaban un poco las ansias. Entró a mi casa y nos sentamos en un sofá mientras hablábamos mucho. Entre los temas que surgieron, hablamos que él estuvo muy enfermo una semana antes, y perdió mucho peso, por lo cual había perdido el cuerpo que tenía.

- “Que va, fijo fijo estás exagerando” le dije yo. - “No, en serio, mira” mientras se levantaba un poco la camisa. - “Te ves muy normal”. - “Siente y verás” mientras me cogía la mano y la pasaba por su abdomen.

Recuerdo en este momento tener un impulso el cual no sé de dónde salió y empecé a pasar la mano despacio. Su respuesta fue cogerla y empezarla a bajar, mientras me daba un beso. Yo estaba temblando, no tengo claro si de la emoción, de los nervios, o qué, pero estaba temblando mucho.

“Ven, vamos a mi cuarto” le dije mientras lo halaba de la mano y lo llevaba. Nos sentamos en la cama y le dije “Quítate el cinturón” a lo cual él respondió casi de manera automática.

Primera vez que estaba en mi cama con un hombre encima mío en bóxers besándome con su mano dentro de mi pantalón.

Nos quitamos las camisetas, y empezó a bajar besándome el pecho mientras su mano iba subiendo y bajando por mi bóxer. Llegó al ombligo y me bajó el pantalón. Mi primer oral. No sé si eran cosquillas, nervios, arrechera, pero algo se apoderó de mí que me descontroló por completo.

¿Mi respuesta a ese descontrol? Devolverle el favor.

Después de mucho tiempo de besos y mucha lengua, me dieron nervios que llegaran mis papás, así que terminamos nuestra labor y él se fue de mi casa.

No exagero al decir que quedé tan excitado que lo tuve duro casi el resto de la tarde. Solo me reía, mucho, y saber que no le podía contar a nadie me causaba más gracia.

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Noches de Chatroulette y Skype (Pt 1)

Mi acercamiento con el mundo gay fue parecido al de un cachorro apenas llega a una nueva casa: el man avanza temeroso, pero avanza. Yo empecé variando un poco la temática del porno que veía, cambiando de pestañas, unos cuantos clicks, y ya estaba sumergido en la pornografía homosexual. No me causaba asco sino curiosidad, así que seguí viendo. La curiosidad llegó a tal punto en el cual el porno ya no me satisfacía lo suficiente, por lo cual empecé a acceder a páginas de videochat, tales como Chatroulette.

Ahí pasaba mis noches de descanso en vacaciones, frente a una pantalla con miles de hombres buscando la perversión y la relajación en línea. Nunca olvidaré uno que después de mucho tiempo hablando me contó su verdadera historia: él había sido violado por un familiar, y para poder “sobrevivir” a tal acto, se obligó a sí mismo a encontrarle el gusto (cosa que no se le dificultó). Muchas historias diferentes llegaban todas las noches, y muchas promesas falsas me hacía por las mañanas al repetirme “Esto no lo volveré a hacer”.

Conocí a muchas muchas personas, de todas partes del mundo…solo diré que mi fake profile de Skype tiene 47 contactos, sin contar los eliminados.

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Lo Que Soy

 Muchos me dicen “puta”, otros “perro”, y muchos otros simplemente me llaman por mi nombre, o porque les importo como persona o porque en la sociedad moderna no pueden ser tan homófobos como su mente se los exige. Tampoco es que sea una perita en dulce, must accept it, pero sí he logrado destacarme por otras cosas distintas a la cantidad de hombres con los cuales he tirado.

Soy un simple estudiante, con una vida no tan normal, unos amigos no tan normales, una mente para nada normal y una familia inestable. Casi casi como todos los demás. Digamos que mi forma de ver las cosas es tan amplia y tan importaculista que critico absolutamente toda la ridiculez social basada en reglamentos estúpidos, como el tabú al sexo; la religión, junto a sus dichos como “si Dios me lo permite”; o el simple hecho de poder consumir alcohol a partir de las 00:00 hrs del día en el cual cumple 18 años, porque antes es ilegal y tiene peores consecuencias médicas (WTF?).

Lo que soy hoy ha dependido de muchas cosas, de muchos eventos. Amoríos, infidelidades, sexo casual, rechazos familiares y de “amigos”, al igual que aceptación total de verdaderos amigos y momentos de alegría, que lo único que causan en mí es una puta indecisión acerca de lo valiosa que puede llegar a ser mi vida, no lo sé.

En esta cuenta de Tumblr les relataré mi vida, mis sexual encounters, mis amores y desamores, mis problemas y mis éxitos.  ¿La conclusión? Ni idea. ¿El fin? Tal vez desahogarme de tantas cosas que tengo en mente y lo único que logran es desgastarme cada día más.