27 Escritor/Writer Amante de la belleza femenina //New blogNinguna foto será mía, solo reblogueos de gente bella
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This is probably the closest I can get with a little glimpse? Not sure it'll make it...
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Te amo.
Amo cada pedazo de tu ser, amo cada centímetro de tu alma. Amo tu espontaneidad, tu capacidad de sorprenderme de una forma tan natural, sin forzar nada, solo siendo tu. Amo tu sentido del humor, tu forma de ver la vida y la madurez con la que tomas las cosas. Amo tu inteligencia y capacidad de pensar más allá de lo que se ve, la forma en que estudias todo a tu alrededor con una fascinación y un detenimiento impresionantes. Amo tu forma de filosofar, tu forma de hacer poesía, tu manera de rapear, todo lo externo que has hecho tuyo, también lo amo (interesante que eso también me incluye, así que debo cuidarme y ser compasiva conmigo misma, aunque no me ame del todo).
Amo conocerte, amo tu existencia, tu forma de moverte, tu forma tomar un libro, tus formas de tomarme a mi.
Amo tu mirada, con tus ojos rasgados, con las pestañas en caída, esa forma en que me miras con ellos, la capacidad que tienes para desvestirme en una mirada aunque esté totalmente vestida, cuando pones tu mirada penetrante en un lugar, la mirada de concentración cuando tratas de explicarte a ti mismo y lo que piensas, la mirada que refleja los pensamientos que vienen uno tras otro. Amo que me mires con esos ojos, porque no solo estás viendo mi cuerpo, me estás viendo a mi, y eso hace que mi corazón lata más fuerte.
Amo tu nariz romana, tus labios con esa silueta bien definida, unos labios que besan tan bien los míos, que han visitado lugares insospechados de mi y que poco a poco van explorando mi cuerpo, tus pómulos conformando tu cara, tu barbilla alargada, tu frente reflexiva, tu cabello grueso que has llevado en muchos estilos (con mención honorífica a tu cabello de príncipe y cuando te rapas, incluso un corte natural oscuro te queda bien), complementando a la perfección tu aura de páginas de libro, incluso tu mandíbula grácil o tu barba multicolor. Tu barba apenas creciendo, tu barba de muchos días, tu barba cuidada, tu barba descuidada, tu rostro afeitado. Amo el tono de tu piel, como avellana tostada, quisiera sumergirme en ella.
Amo tu olor, el aroma de tu piel, de tu perfume, incluso cualquier aroma de colonia que escojas, no sé cuál sea, nunca te he preguntado. Pero amo incluso el olor de tu semen que cae como premio en mi cara, en mis pechos o en mi boca.
Amo tus hombros cada vez más anchos y bien formados, amo tu pecho y tus pezones saltados, tus brazos cada vez más anchos, poder ver en tu desnudez tus marcas de nacimiento, sobre todo tu lunar de escarabajo en la espalda. Amo ver cómo te cuidas, y amo tu complexión. No hay complexión mejor que la tuya, con cada músculo y cada hueso que te constituye. Amo tus manos al sostener una pluma sobre el papel, pero las amo más tocando mi cuerpo. Tus manos que han apretado mi cuello, tus manos que han masajeado mis pechos, tus manos tan expertas en tocarme en los lugares que me gustan cada vez con más precisión, tus manos dándome nalgadas o recogiendo mi cabello detrás de mi cabeza para que entres en mi boca más y más profundo. Pero lo que más amo son tus manos tomando las mías, o tus brazos alrededor de mi cintura.
Amo tus piernas marcadas, que te han llevado a los lugares de esta ciudad que yo solo imagino en lo que me cuentas, esas historias de tus experiencias que también amo conocer. Amo que tus pies sigan adelante, y las veces que te llevan hasta mi. Amo que está última vez, tus pies juguetearan con mi cuerpo, porque eran con lo que podías alcanzarme. Amo tu entrepierna, y como me das permiso de quedarme ahí el tiempo que yo quiera, de hundir mi cara en la suavidad de tus bolas y que mi complejo oral sea saciado con la prominencia de tu miembro.
Amo que me toques con libertad, que juguetees con mi cuerpo, que me pegues de una forma que sea placentera y que midas tu fuerza para no hacerme daño. Porque eres muy cuidadoso.
Amo ser tu puta, tu mujer, tu perra, tu pequeña, tu bb, tu amor, y cuando te pones más cachondo, tu puta pendeja o tu pinche perra bastarda. Eres un hombre de contrastes y en tus contrastes, encuentro dulzura y pasión.
Amo los latidos de tu corazón y el ritmo que llevas en tu respiración, porque representan el milagro de tu existencia, tu presencia aquí y ahora. Amo el sonido de tu voz, tu tono masculino, o el tono que usas para rapear, es una armonía única y aurea.
Sé que no importa si termino este texto en mil, en dos mil o en un millón de palabras, porque de seguro me faltará poner algo más.
Siempre me faltará incluir algo, porque amo demasiado de ti. Y amo ser tuya.
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