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#TAL VEZ PROBÓ NO LO GUSTÓ
elbiotipo · 8 months
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Cada vez que tengo pensamientos no heterosexuales estos dos hdps se manifiestan en mi cabeza y discuten mi posible bisexualidad
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https://www.fanfiction.net/s/3589802/1/Big-Brother-s-Responsibility
Vi a muchos hablar del “Yakko milk fic” y me di cuenta que era un viejo fic INACABADO que ya había leído, fue escrito en 2007 pero cuando vi los comentarios me tope con este:
Traducción:
YO- Bien. Primero que todo, la historia es genial, me mantuvo enganchado y al principio estaba realmente interesado! Y no estoy diciendo que leí esto porque alguien en Twitter dijo que iba a terminar con Yakko cometiendo milkcidio. No, absolutamente no. De acuerdo, tal vez un poco. La gente decía que estaba maldita, así que lo intenté. ¡Y me gustó! Confiado en que Yakko iba a morir. Porque, ya sabes, si una historia presenta un arma, alguien recibirá un disparo. Entonces, si dices que es intolerante a la lactosa y que podría morir... ya sabes... pensé que iba a morir. Y está bien, está bien que no lo hiciera. Supongo. Me encantó la angustia, pensaste mucho, estuve ansioso todo el tiempo leyendo esto, fue un gran viaje. PERO. Esperaba el milkcidio. No es nada personal. Solo estaba aquí por la maldición y pasé un buen rato con sentimientos y angustia. Entonces, pensé que podría arreglar el final para usted manteniéndolo actualizado con los eventos de 2020.
" Sentándose, comenzó a tramar una idea radical. Wakko le había traído un vaso de agua. Las cosas nunca volverían a la normalidad, eso lo sabía. Scratchansniff y Pauniell, más el primero que el segundo, querían no tener que concentrar tanta atención en la estabilidad mental de Yakko. ¿Cuánto tiempo podría seguir así? ¿Un día ?, ¿una semana? ¿Meses? Deslizando su mano en el bolsillo de su pantalón, agarró una bolsa de leche en polvo, que con fines narrativos, simplemente se materializó entre sus manos ¿Había alguna normalidad a la que volver?
Quizás. Pero cuando el polvo se vertió en el vaso, tiñéndolo de blanco, y su lengua probó el insípido líquido, supo que no había vuelta atrás.
Se quedó mirando el techo, viendo de lejos un auto que le sonreía desde el cielo, mientras las llamas de SuperMegaTurboHell lo devoraban. "Vuelvo a casa, Castiel"
Solo digo que esta es una joya de comentario, fácilmente uno de los mejores que he leído, y jamás espere tanta angustia y dolor evocada por un vaso de agua y leche en polvo.
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xk1rarax-pony · 5 years
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Ponpon — 03
Palabras: 1278  (Duración corta)
Personajes: Furs!Sans & Ponpon
Resumen: Porque el regalo más cálido que puede recibir Ponpon es poder pasar tiempo estas fiestas junto a su único hermano, incluso aunque haya algo que puede estar molestando a Furs desde hace tiempo... Ponpon estará ahí para él.
Siempre.
.
Furs soltó un suspiro de resignación mientras dejaba que Ponpon usase su magia sanadora en él, más específicamente en su mano. La herida que había recibido era relativamente pequeña así que no tardó mucho en curarse, a lo cual apartó su mano para ver el dedo que había sido afectado.
 — Ahora, ¿Qué fue lo que sucedió? — Preguntó el mayor con notoria confusión en su rostro.
— Estaba jugando con tu conejo y me mordió…
— ¿Jugando o “jugando”…? — Preguntó nuevamente.
— Ah, ¿Ahora yo soy el culpable? — Furs le replicó haciéndose la víctima, Pon ya conocía las intenciones que tenía con su ‘deliciosa’ mascota. — Pues no estoy seguro, sólo lo levanté y me mordió.
— A los conejos no les gusta que los levanten, Furs… les da miedo… — Dio una mirada hacia Conejito, quien yacía acostado pero atento en su jaula. — Aunque tampoco esperaba que pudiese morder tan fuerte…
— Última vez que intento tocarlo, lo prometo.
 El cánido fue hasta el sofá de la sala, dejándose caer en él para luego bostezar y hacerse bolita. Los noches cada vez más largas del invierno le hacían sentir más flojera de lo usual, aunque al estar de visita en la casa de Ponpon (ubicada en la Omega Timeline) esto no se notaba tanto, aquel lugar era prácticamente templado lo cual no le agradaba pero sí toleraba.
En ocasiones lamentaba la decisión de haber vuelto a su AU en lugar de quedarse con Ponpon en aquel sitio.
 — Furs~ ¡Mira lo que encontré! — Apenas levantó la mirada, vio como le colocaba un clásico gorro navideño rojo. — Sé que no celebras navidad, pero pensé que se te vería bonito.
— Claro, si tú lo dices… — Acomodó mejor el gorro, pues era difícil usar ese tipo de accesorio debido a sus orejas. — ¿En esta fiesta adoran a los árboles o algo así? — Preguntó señalando el árbol de navidad con luces que estaba en un rincón.
— No lo sé, pero en mi antiguo multiverso ‘El Día de la Fogata’ servía para celebrar las diferencias que existían en todas las clases de monstruos. Creo que acá es una celebración que se usa para unir y pasar tiempo con tu familia y seres queridos.
— Qué raros son ustedes. — Ante su comentario, Ponpon acarició su cabeza divertido. — En FursTale sólo tenemos el Solsticio de Invierno, simboliza el fin del año y el comienzo de los meses más duros… Hay alcohol y carne barata por todos lados.
— Oh, ahora que lo mencionas… quería que probaras algo. — El mayor se sentó junto a él, tomando un tazón pequeño que había dejado en la mesita que estaba en frente. — Sé que no acostumbras per-
— ¿Qué es eso…?
— Sopa de calabaza.
— No tiene carne.
— No. — Y fue ahí cuando Furs hizo un gesto de desaprobación, acurrucándose más en su posición como si de un gato se tratase. — Furs, sé que los lobos son carnívoros pero tú tan sólo eres un híbrido de ellos y, vamos, te haría bien probar cosas nuevas. — El aludido no se movió aunque lo miró de reojo con claro disgusto. — Me haces sentir que hablo con un niño pequeño…
— ¿…Y eso es malo? — Aquella pregunta tomó por sorpresa al de orbes celestes. — A veces me agobio pensando que soy fastidioso para otros, que requiero demasiada atención, que soy egoísta, que actúo extraño y que las personas que están conmigo sólo lo hacen porque ven en mí cosas que realmente no existen. — Hizo una pausa, ocultando su rostro. — Y me prometo a mí mismo que voy a cambiar, pero al mínimo disgusto vuelvo a ser el mismo de siempre.
 Ponpon sabía que su hermano menor no era la compañía más sana o cálida para tener, podía ponerse violento cuando estaba estresado, era muy hiriente a veces y nunca, NUNCA JAMÁS pedía perdón por el daño que ocasionaba… pero él no consideró ni por un segundo simplemente hacerlo a un lado, no sólo era su amigo, era su hermano… y mientras Ponpon siguiese con vida, estaría ahí para Furs.
Además… aquel híbrido era lo más cercano que tenía a un hermano.
¿Y para qué serviría la familia si te abandonase a tu suerte apenas surgiese el primer problema?
 Le sorprendía que estuviese siendo abierto con sus sentimientos ya que era usual que nunca lo hiciera y estaba feliz por eso, era el tipo de cosas que el menor no le contaría a nadie, aquello era especial.
 — Nunca dije que fuese malo. — Acarició su cabeza con ternura. — Sabes que te amo hermanito, aunque te equivoques de camino yo siempre estaré ahí cuando más me necesites… Eres tan lindo cuando te pones así. — Furs no supo si se sonrojó por el explícito ‘te amo’, el ‘hermanito’ o por su cumplido. ¿Cómo hacía Ponpon para ser tan honesto con sus sentimientos…?
— No sé qué decir, pero casi me ahogo en sentimentalismo… — Comentó sinceramente, tratando de salir de aquella atmosfera íntima donde él mismo se había metido. — ¿…Si pruebo eso que hiciste te sentirías feliz?
— Sí, Furs… Sería la primera vez que pruebas algo nuevo.
— Bueno, puedo hacerlo… pero no garantizo que me guste.
 Aclaró rápidamente y Pon asintió, sopló la cuchara y la acercó hacia él. Miró a otro lado para evitar ver al menor, puesto a que debido a su ansiedad todavía le incomodaba a veces que otras personas le viesen comiendo, en especial si no eran snacks o galletas.
Furs evitó pensárselo mucho y lo probó, era muy diferente a lo que acostumbraba a comer pero su sabor no le desagradó… sino al contrario, le gustaba. Nunca pensó que algo completamente carente de productos de origen animal supiese tan bien.
La parte difícil sería admitirlo.
 — ¿Y qué tal? ¿Te gustó? — Preguntó el mayor con una sonrisa expectante.
— Pues… no estuvo mal… — Desvió la mirada, acomodándose mejor para quedar sentado en el sofá. — No por eso creas que puedes meterme todas tus recetas veganas y vegetarianas. — Advirtió con burla.
— Ay, arruinas mis planes… — Fingió tristeza mientras ponía el plato en la mesita para así dedicar toda su atención a Furs. — Pero hey, lo hiciste.
— Sigo esperando mi recompensa.
— ¿Recompensa…? — Ponpon se mostró confundido hasta que el contrario señaló su cara. — ¡Claro! — Se sonrojó un poco por su petición, pero de igual manera sonrió ampliamente para él.
— Sí, a eso me refería.
 El mayor volvió a acariciarlo, salvo que esta vez usó ambas manos, bajando luego por su rostro para tomar sus pómulos y darle un beso en la frente. Furs movió su cola ante esto y no dudó en apoyarse en él, buscando afecto y cariño. Al igual que la mayoría de monstruos de FursTale era muy sensorial así que le gustaba tener contacto físico cercano con quienes quería.
Ponpon entonces lo abrazó para que así se acurrucara en su pecho, comenzando a acariciar su espalda suavemente y el menor quedó tan relajado que cerró las cuencas y empezó a ronronear casi al instante, cosa que se le hacía infinitamente tierna a su hermano mayor. Era tan cálido cuando se lo proponía…
No era fácil que Furs le ronronease tan pronto (Y de hecho, Winter lo conseguía más rápido) así que asumió que en verdad había tenido un buen día junto a él.
 Eran las fechas próximas a festividades cuando Ponpon tenía más trabajo puesto que era un organizador de fiestas y eventos sociales así que estaba muy atareado pero le alegraba poder tener tiempo para quienes quería, fue justo por eso que se quedó dormido al estar unos minutos en la misma posición, necesitaba un descanso.
Y aquello era bueno puesto que debía mantener sus fuerzas, en cualquier momento podrían tener que enfrentarse a Tamer… o tal vez a Cye si es que tenían mala suerte.
 .
.
 Notas:
Furs no está ni cerca de merecer a alguien como su “hermano mayor”, pero espero que hayan entendido los motivos de Ponpon para permanecer junto a él… incluso aunque sea tóxico y a veces le duela. No intento justificar nada, tan sólo quiero que entiendan~
La verdad yo los shipeo en cierta manera (sobre todo con ese ‘te amo’ que le soltó xD) pero es todo fraternal, amor de hermano mayor protector uwu
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thegoldenyearsrp · 7 years
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      ¡Bienvenida a tus años dorados, Marlene McKinnon!
¡Felicidades, Javi! Tu audición ha sido aceptada. Nos alegra mucho tenerte por aquí. Tienes 48 horas para mandar tu cuenta e incorporarte al roleplay. Esperamos disfrutes tu estancia y cualquier duda, estamos para servirte. ¡Gracias por tu interés!
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moony.
{ NOTA: Me gustó muchísimo la descripción. }
→ PERSONAJE CANON
✦ DATOS IC
DATOS PERSONALES
Personaje deseado: Marlene McKinnon.
Apodo: Marley, Marls. En casa, sus hermanos ocasionalmente le llaman Lene o Lennie, apodo que ha sido adoptado también por algunos de sus amigos.
FC: Lily James.
Fecha de nacimiento: 24 de noviembre.
Padres: Charles McKinnon y Celia McKinnon.
Hermanos: Ryan McKinnon, Eloise McKinnon, Adelaide McKinnon y Katherine McKinnon.
Mascota: Ninguna, además de la lechuza familiar llamada Gris (porque ella eligió el nombre y de pequeña no era muy creativa). Quiere un perro pero muy en el fondo sabe que quizás no podría cuidarlo como es debido.
Alianza: Miembro de la Orden del Fénix.
CARACTERÍSTICAS MÁGICAS
Boggart: Para Marlene lo peor que puede pasar es que sus seres queridos sean heridos y, con la guerra que ya está sobre ellos, sabe que no hay miedo más real que aquel. Su boggart toma la forma de sus seres queridos, algunos agonizantes y otros derechamente muertos. Escucha su dolor, lo ve, pero no puede hacer nada. La mata no poder hacer nada por ellos, no poder ser la que da la vida para protegerlos.
Patronus: Una leona.
Varita: Serbal, núcleo de corazón de dragón. 21 centímetros y medio. Rígida. La madera de serbal es una de las que produce las varitas más protectoras y sólo se da con brujas y magos de buen corazón, tal como Marlene. Eso, combinado con el núcleo y con las habilidades propias de McKinnon, hacen que desde el primer momento que la chica la probó a los once años en Ollivander’s se creara una fuerte lealtad entre la bruja y la varita.
Amortentia: Naranja, brisa marina, el olor distintivo de la época veraniega.
Espejo de Oesed: Su reflejo se ve feliz y en paz, alegre como siempre pero sin el peso de la guerra sobre sus hombros. Sus amigos y familia están ahí. Todos están sanos, todos están bien. Ese no es más que su mayor deseo.
ETCÉTERA
¿Algún cambio? 
—-
¿Por qué escogiste a este personaje?
Marlene siempre ha sido un personaje que me ha llamado mucho y siempre he querido rolearla. Creo que es un personaje sumamente importante y además es un gran personaje al que espero poder hacerle justicia. No se habla mucho de ella, se la menciona y ya, pero algo me dice que era una chica muy cool y muy importante para haber sido parte de la Orden además que la mataron a ella y a toda su familia so eso dice algo. Also, creo que es un personaje importantísimo y alguien tiene que llevarlo.
¿Cómo ves al personaje psicológicamente?
Marlene es, para mí, de esas personas como las cuales muchos quieren ser y por todas las razones correctas. Es un ejemplo de valentía y decisión, de fuerza y de lucha. Es muchas cosas que la gente a veces no puede ver hasta que de verdad la conoce. Es gritona, es bromista, es testaruda y coqueta. Y eso es lo que se ve, o al menos eso era lo que se veía antes de que la guerra se ciñera sobre todo. La verdad, es que la otra parte de Marlene es mucho más fácil de ver ahora. Esa es la parte de Marlene que predomina. La luchadora, la justa, la buena amiga, la que se pone en peligro si alguien más necesita que ella lo haga. Sí, esa es Marlene McKinnon.
A veces, Marlene puede ser tomada como una persona quizás egoísta, por lo infantil y consentida que solía ser (y a veces, aún es), sin embargo, Marlene rara vez pensará en sí misma antes que en su familia y amigos. De hecho, esa es una de sus debilidades. Haría lo que sea para que sus seres estuvieran bien, en cualquier sentido. Desde alguna payasada para subirles el ánimo, hasta saltar frente a una maldición asesina para comprarles minutos de vida. No se mide, no puede hacerlo, no cuando se trata de otros. Quizás no era la más responsable en lo académico y no lo sería en un empleo (por eso no lo tiene), pero tiene un sentido de la responsabilidad por el bien mayor y eso es justamente lo que la hace una guerrera tan importante en todo lo que está pasando. Está dispuesta a hacer lo que sea y enfrentarse a quién sea por quienes ama.
La valentía de Marlene es algo rara. Está tan acostumbrada a no temer que su miedo es al miedo mismo. Le teme a estar asustada, le teme a verse asustada. No ve que no hay nada cobarde en tener miedo, no lo sabe. Y así mismo, ha desarrollado un temor a verse débil de cualquier forma. Triste, temerosa, lo que sea que la haga salir de su escudo general. Marlene es muy intensa para sentir todo. Ama con mucha fuerza pero no confía con la misma facilidad, pero si confía y se la traiciona, el dolor será terrible. Pero Marlene es tan fuerte que se caerá a pedazos y se levantará sola. No sabe que no tiene que cargar con todo sobre sus hombros, no le confía a los demás que la ayuden a levantarse. No sabe que eso también puede ser una debilidad.
Marlene tiene tantos aspectos que abarcarlos todos es difícil. Es independiente, luchadora, una gran amiga y una gran persona por sobre todas las cosas. Testaruda también y con un carácter fuertísimo, pero todo eso se construye en una persona valiosa y completa.  
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virginiamasonrp · 5 years
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AUDICIÓN ACEPTADA JOHAN STONNE ( ALEXANDER SKARSGARD )
¡ Bienvenido a Los Ángeles,JOHAN STONNE ! Después de una profunda revisión de tus documentos, parece que todos tus papeles de residencia están en completo orden, por lo que la impresionante ciudad de Los Ángeles, está preparada para recibirte.
¡ GIULIA ! Muchísimas gracias por interesarte en nosotros. A partir de este momento cuentas con 24 horas para enviar la cuenta de tu personaje. Si necesitas más tiempo, no dudes en acercarte al main y solicitarlo. Esperamos verte muy pronto por aquí, que te diviertas en tu estadía con nosotros.
► DATOS IC
Nombre completo del personaje: Johan Stonne
Faceclaim: Alexander Skarsgård
Edad y fecha de nacimiento: 42 años | 18 de enero
Ocupación: Financiero
Secretos (2) ¿qué es lo que tu pj teme que se descubra en la ciudad?: (removido por la administración )
► DATOS IMPORTANTES
Acá puedes contar la historia de tu personaje, así como su personalidad, y gustas, o de igual manera datos extra que quieras agregar, puede ser de manera detallada o puedes enviarnos sucesos importantes de su vida (lo más relevante que quieras contarnos).
Nació en algún lugar de Estados Unidos, lo único que sabía de su madre es que era Islandesa y que lo había abandonado cuando era un recién nacido. Creció dentro de una casa hogar en Filadelfia y fue adoptado por los Stonne a los 4 años de edad mudándose a Phoenix, Arizona.
Ser parte de la familia Stonne era todo lo que podía desear, eran unos padres cariñosos, atentos, le daban una vida cómoda, y educaci��n, lo cuál siempre les agradecería, y como parte de este agradecimiento, siempre fue un buen chico. Cumplía con sus tareas y seguía las normas que se le daban.
Para él el ser adoptado nunca fue de importancia, los Stonne eran sus padres y nadie ni nada podría cambiar eso. Durante la adolescencia se volvió un poco rebelde en el aspecto que gustó de seguir la moda, probó algunas drogas pero no era lo suyo, su único vicio quedo en el cigarro, el cuál disfruta en cada oportunidad.
En un principio creyó que se quedaría como hijo único, pero cuándo tenía 16 años llegó Maxine, en ese momento Johan se dió cuenta que no sería el único en pertenecer a esa familia, y desde que miró aquel rostro rosado y brillantes ojos castaños supo que la protegería de todo y todos. Seguido de ella llegó otro miembro más a la familia, otra responsabilidad en su espalda, pues a su familia nadie la tocaría. Creció llevando una buena relación con sus hermanos, quizá en ocasiones pecaba de protector, pero así era él, sobre todo con Maxine al ser la única mujer.
En un principio no sabía que quería estudiar, tenía tantas opciones, pero finalmente se inclinó hacia los negocios. Durante su carrera conoció a Gaëlle, de quién se enamoró perdidamente. Cuándo tenía 26 años supo que sería padre, lo cual fue un shock tremendo, pues no estaba preparado para tal responsabilidad, además, no sabía como ser un padre, y muy en el fondo sentía miedo de no poder serlo.
Meses después una pequeña de cabello rubio y ojos marrones llegó a su vida, la primera vez que miró ese rosado y regordete rostros se enamoró y juró que la protegería sobre todas las cosas, sin saberlo se había convertido en el hombre más feliz del planeta tierra. Años más tarde llegó otro pequeño a completar sus vidas.
Actualmente sus hijos cuentan con 16 y 8 años de edad, Johan trabaja en una empresa importante la cuál lo ha transferido a la ciudad de Los Ángeles para ocupar un puesto de gerente en aquella sede. Por lo que tuvo que mudarse junto con su familia.
Sabe que su hermana Maxine se encuentra en la ciudad, por lo que la ha frecuentando desde que llegó a la ciudad, además que sus hijos adoran a su tía, sobre todo la mayor, quien al parecer mantiene una relación más cercana a ella.
PERSONALIDAD
Johan se caracteriza por su carácter protector sobre su familia, desde pequeño siempre sintió que debía hacer lo que fuera por proteger a sus padres así como a su hermana y hermano menor, siempre trataba de ver por ellos y hoy en día hace lo mismo con su propia familia, tanto por su esposa como por sus hijos.
Es leal por naturaleza, muestra siempre buena voluntad, podría decirse que es bastante centrado en sus decisiones y en su vida, eso lo ha llevado al éxito con su carrera. Siempre fue independiente, y seguro de sí mismo una cualidad de su signo zodiacal.
Tiene una personalidad  imponente, pero bajo esa fachada, es un hombre cariñoso, tierno y cuidadoso.  Tiene un gran sentido de responsabilidad y la mayoría del tiempo siente que es responsable de todo lo que pasa. Es confiable y practico, busca ser un buen padre y darle el mejor ejemplo a sus hijos.
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beatrizefe · 6 years
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El emperador va desnudo.
Como da igual cantar bien que mal, tocar los instrumentos bien que mal y que las canciones sean buenas o malas porque lo importante es insistir con la honestidad (que no sabemos muy bien en qué se traduce) y el rollito que le des al asunto desde el escenario (que tampoco sabemos en qué se traduce si obvia que abajo el público sufre, se marcha o charla del inicio de la liga) vamos a crear una banda y que alguien nos pague las cervezas. Básicamente este es el planteamiento de Carolina Durante. Y visto lo visto me parece bien.
Pero no lo llevan hasta las últimas consecuencias, porque resulta que cantan mejor y tocan mejor y saben mejor lo que se traen entre manos que muchas bandas indies que se toman tan en serio a sí mismas como para editar su propia entrada de Wikipedia de forma cursi y engolada "el proyecto personal de Fulanito de tal que cabalga entre estilo random y otro estilo random pasando por un tercer estilo random".
Se toman tan en serio a sí mismos que, a pesar de escribir unas letras que un preescolar podría considerar básicas, tienen el santo cuajo de llamar "literatura" a la sección de su web que recoge esas canciones que no usan en total más de 50 palabras diferentes. Contando las conjunciones y los adverbios.
Lo importante es el rollito. E insistir con lo de ser honesto. Honestidad, por ejemplo, es asumir que tus letras las podría escribir un niño de 7 años sin ningún problema. En vez de llamarlas literatura.
Honestidad es asumir que el tío que toca la batería en tu banda se podría sustituir por un loop y nada en el show se resentiria. Que tu voz no se oye ni con un micro y que le estás cantando a una piedra como si tuviese sentido.
Supongo que los de los proyectos personales que cabalgan entre estilos opinan que si a Dylan le han dado el Nobel de literatura cantando sobre piedras, por qué no a ellos.
La cosa es que Dylan no le canta a una piedra. La cosa es que Dylan vomitó su frustración, su miedo, su agotamiento. Porque necesitaba expresar algo. Y luego fue una canción. Eso fue luego. Que, por cierto, alguien en su discografica consideró mala aquella canción. Y no. No insistan. No va de una piedra.
Y no insistan tampoco. Lo que importa no es el rollito. Lo que importa es tener algo que decir y encontrar un vehículo para comunicarlo. Lo que importa es que Dylan no estaba conforme con las cosas que grabaron en torno a la canción. Así que probó junto a sus músicos, velocidades, compases, arreglos y solos instrumentales diversos hasta que sintió que había llegado a alguna parte. No probó todo aquello por la épica. Por la pose de lo obsesivo, de lo atormentado. Probó todo eso porque quería contar algo y no estaba contento con cómo emitía el mensaje. Es siempre así. Yo creo que es siempre así con las buenas canciones. Que hay algunas que salen solas porque uno escupe y está inspirado y todo sale. Hay otras que se enquistan porque uno tiene algo dentro y ese algo no sale. O uno no se atreve a dejar que salga. Hay canciones que salen solas porque el mensaje es simple.
Lo simple tampco es malo en sí mismo. Por más que los empeñados en el "rollito" intenten darle a todo, hasta lo más básico, ese aire complicado para esconder que el emperador va desnudo y le están cantando a una piedra. Podemos hablar del hilo de oro, de los ricos bordados. Pero el emperador va desnudo. Y un emperador desnudo empeñado en que apreciemos su ropa es peor que uno que lleva chándal porque ha salido a correr. Mucho peor que uno que va desnudo y lo dice. Porque al menos lo sabe. Lo asume. Y establece una comunicación, tal vez simple pero real (honesta, podríamos decir) con el público. Mira. Voy desnudo. Es lo que hay. Entiendo que no te guste verme en pelotas. Pero es que no hay traje nuevo. Ni viejo.
Y yo personalmente conecto con eso mucho más que con el que me vende el traje y un crecepelo de regalo. Porque encima de echarle morro me está tomando por idiota y faltando al respeto como público y le está faltando al respeto a todos esos músicos que se toman en serio su don o su talento o su capacidad, tienen cosas que contar y menos interés en el ego, la fama y los pelotas palmeros que te ríen chistes sin gracia que en la música como expresión artística humana. Simple o complicada. Pop o folk o jota castellana.
Por eso me gustó mucho que el líder de Carolina Durante dijese no recordar los nombres de quienes le hacen la pelota explicándole lo bonito que es su traje a un emperador que se presenta al desfile desnudo y gritando que va desnudo.
Y por eso me sacó de mis casillas la banda del día siguiente con todo ese rollito y esa distancia con el público que es un mal menor que sufrir para estar en el tinglado. Todo ese rollito y esa distancia pero nada de música, que por lo visto es algo totalmente prescindible en el tinglado. Y luego, claro, el problema es la incultura del público. No que nos lleven haciendo comulgar con ruedas de molino años y años.
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monasterioshaodin · 7 years
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El discípulo díscolo
Sí, recuerdo cuando Shang se presentó en las puertas de nuestro monasterio.
Traía otro pandaren exhausto en sus brazos: lo había acarreado, según nos contó, más de quinientos de marcha casi en vertical por las montañas de la Cima Kun-Lai. Le ofrecimos bebida, pero la rechazó. Tampoco quiso comer y permaneció al lado del herido durante horas, simplemente mirándolo, sin decir apenas nada.
Nos enteramos de que ambos eran de la Isla Errante. Que habían estado en Ventormenta, con los Tushui, y que después de varios viajes y aventuras, habían dado con sus pies en Pandaria. En aquella época, Garrosh era historia y el Valle de la Flor Eterna estaba comenzando a sanar. Cuando su acompañante se repuso, nos dio las gracias y se ofreció a trabajar para nosotros a cambio de los cuidados que le habíamos proporcionado. El gran maestro Tai Sho, sorprendido, les invitó a ambos a quedarse y a entrenar en el Monasterio Ambulante.
Shang tenía una forma de combatir… extraña. En Pandaria nos enseñan los estilos de los Augustos Celestiales en su estado puro y practicamos duramente para convertirnos en maestros de uno de ellos. Él, en su kung-fu, los mezclaba todos; con diversa fortuna, hay que añadir. Cuando le hicimos las pruebas, no le costó derrotar a nuestros discípulos más avezados. Incluso pudo con uno de nuestros maestros. Entonces fue cuando intervino Tai Sho. A él no le ganó. De hecho, su pelea quedó en tablas. Jamás, hasta ese momento, había visto a nadie agotar así al gran maestro; nunca se había declarado un empate. Nunca.
Aunque al principio se le ordenó barrer, limpiar las instalaciones y arreglar los desperfectos, como a todo recién llegado, no tardó en dejar atrás esa clase de ocupaciones y empezó a instruirse con cada uno de los Cinco Maestros. Asistía a todas mis clases. A veces me irritaba su falta de ortodoxia y lo improvisado de sus soluciones. Me costó adiestrarlo; más que nada porque prefería seguir su intuición antes que acatar mis mandatos. No es que no prestase atención –por el contrario–, pero siempre prefería obrar a su manera.
A mí me exasperaba. Y al resto de maestros también. A todos salvo a uno: Tai Sho. Durante dos meses, no le impartió una sola lección; y después, de la noche a la mañana, empezó a darle clases privadas. Te confieso que a veces me acercaba para ver qué es lo que hacían, por simple curiosidad. Lo que averigüé me decepcionó: no peleaban, no ensayaban movimientos; tan solo meditaban, callados, bebían o charlaban. Tan solo eso.
No podía comprenderlo: ¿aquel discípulo estaba tan por encima de los demás que ni siquiera necesitaba aprender nada del mismísimo gran maestro?
Un día, otro extranjero llegó a nuestras puertas. Tenemos por costumbre, como ya sabes, aceptar a aquellos que encuentren el Monasterio Ambulante y que pidan con humildad unirse a él; pero este era distinto: no era un pandaren. Era… un trol. Un trol de Zandalar.
Tras la invasión de los trols y la resurrección del Rey del Trueno no habíamos recibido noticias de que hubieran regresado al continente. Y efectivamente, no lo habían hecho. Le hicimos prisionero y lo interrogamos a conciencia: él se había desgajado de los suyos hacía bastante tiempo. Su objetivo no era, o eso decía, matar pandaren, sino desenterrar tumbas mogu. Por supuesto, podía haber estado engañándonos y quizá debimos haberlo expulsado al momento, pero sabía la localización del Monasterio Ambulante y eso nos ponía en peligro.
Así pues, tras varios días de deliberación, Tai Sho resolvió que se quedase con nosotros en calidad de “huésped” durante una temporada. A ninguno nos gustó su medida, pero hubo uno que se mostró en contra desde el primer instante: Shang. Por aquel entonces se rumoreaba que a no mucho tardar habría un sexto maestro: él. Los decires eran más que meras habladurías: conozco a Tai Sho y sé que muy probablemente estuviera pensando en nombrarlo maestro; pero algo lo retenía. Quizás esperaba que pasase más tiempo entre nosotros. O quizá era otra cosa que solo él y Shang sabían. Lo ignoro.
Como sea, el trol se adaptó bien a la vida del Monasterio Ambulante: realizaba con eficacia las tareas que le encargaban. Nunca protestaba. Miraba y aprendía. Incluso comenzó a ensayar, por su cuenta, las artes marciales. Y probó ser bastante competente. Con todo, Shang lo detestaba: lo vigilaba día y noche. No tenía autoridad para reprenderlo, pero jamás le tendió una mano ni cruzó una palabra con él. Se alejaba del trol todo lo que podía y su sola presencia lo volvía susceptible, hostil y arisco. No confiaba en él.
Todo empezó cuando Tai Sho aceptó a aquel forastero como novicio. El trol aseguraba que había cambiado, que en su patria lo considerarían un traidor y que no podía volver. Todos nos apiadamos de él. Todos salvo Shang. Disconforme, Shang se opuso a Tai Sho públicamente… y lo desafío. Pelearon, como la primera vez, y por un segundo me dio la sensación de que el gran maestro cedía antes los golpes iracundos de su discípulo. Jamás antes había visto tanta ira, tanta frustración en un pandaren: la imagen que proyectaba no cuadraba para nada con aquello: siempre nos había parecido sobrio y diligente, a pesar de los descarríos de su técnica. No me podía imaginar que albergase tanto dolor, tanto resentimiento…
Pero algo ocurrió hacia la mitad del combate y de pronto, Tai Sho tumbó a Shang. Lo noqueó de un golpe. Por mucho tiempo creí que la maestría de Tai Sho había sido suficiente para hacerle dormir el sueño de los justos, aunque ahora sospecho que hubo algo más.
Al día siguiente, Shang abandonó el monasterio. No se despidió de nadie, ni siquiera de Tai Sho. Recogió sus cosas de madrugada y se fue tan repentinamente como había aparecido. Nadie dijo una palabra al respecto: pensábamos que volvería al cabo de unos días, cuando se hubiese templado. Pero pasamos varias semanas sin escuchar noticias de él, lo que terminó por aniquilar nuestras esperanzas.
En ese tiempo, Tai Sho había enfermado. Algunos afirmaban que era por Shang, que su airada partida lo había apenado enormemente. El gran maestro empeoraba con cada día que pasaba. Incluso llegamos a temer por su vida.
Una noche nos llegó un alarido espantoso de su celda. Inmediatamente, la mitad del Monasterio Ambulante se plantó allí. Encontramos un espectáculo dantesco: el trol, nuestro “invitado”, yacía muerto en el suelo, con el cuello descoyuntado; y Tai Sho, sudoroso, febril, repetía con vehemencia y entre jadeos lo siguiente: “tenía razón. Shang tenía razón”.
Se desplomó. En menos de tres días, ya casi se había repuesto del todo. Descubrimos que el trol le había estado suministrando veneno a través del té, tal vez con la intención de destruir la orden y colmarse de gloria por esta hazaña en su bárbara patria. Cuando se recuperó, Tai Sho adoptó una determinación firme, que nadie más cuestionaría: “no admitiremos extranjeros”, dijo. Y hasta hace relativamente poco, esa ley se ha mantenido vigente…
–Supongo que yo soy la excepción que confirma la norma, ¿no, gran maestra?
Shiji sonrió. Sus ojos dorados se encendieron en la oscuridad.
Lan se encogió de hombros. Sonrió con ambigüedad.
–¿No habéis vuelto a saber nada de Shang?
–No. Me figuro que Tai Sho debía de sentirse culpable. Todos nos sentimos así, en mayor o menor medida. Quizá sus métodos no fueran los mejores; tal vez, es cierto, no debió alzarle la voz al gran maestro de esa forma. Pero era un buen pandaren y un artista marcial excepcional. Esté donde esté, lo más probable es que le haya ido bien. Seguro que eso consolaría a Tai Sho.
–¿No hay nadie que tenga alguna idea de dónde puede hallarse?
–Quizá… la persona que vino con él.
–¿Y quién es esa persona, si puede saberse?
Un ruido seco interrumpió la conversación entre el Bibliotecario Augusto y la gran maestra.
–Adelante –respondió Lan.
Hanshan asomó la cabeza por la puerta. La expresión del bardo, que solía lucir una sonrisilla desenfadada, a tono con su temperamento, no podía estar más mudada.
–Tienes mala cara. ¿Qué pasa, Han?
–Ha… llegado alguien a nuestras puertas –Tartamudeó.
¿Tartamudear? ¿Hanshan nervioso?
–¿De quién se trata?
Hanshan negó con energía. Parecía tremendamente inquieto.
–Está bien, Hanshan. Iré a recibirlo enseguida.
Hanshan no acertó a vocalizar nada más. Asintió con torpeza y cerró la puerta.
–Lo siento, Shiji –se disculpó la monje, levantándose–, tendremos que aplazar nuestra charla. Sé que necesitas esta información para las nuevas crónicas de la orden, pero deberá esperar.
Shiji apuró su taza de té. También se incorporó, con aire dubitativo.
–¡Para nada! La actualidad también forma parte de la historia. Si no te importa, iré contigo.
La gran maestra cabeceó en signo positivo. Ambos se dirigieron a la salida.
–A todo esto, ¿quién era el pandaren que vino con Shang?
Lan sonrió a medias. En el exterior, Hanshan paseaba de un lado a otro, visiblemente preocupado.
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napodm-blog · 7 years
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El Cuento (parte I)
Tengo algunas semanas escribiendo relatos y reflexiones. Hoy quisiera intentar algo diferente. Un cuento. Me gustan los cuentos y me gusta escribir (o al menos intentarlo, más bien). Así que supuse sería un buen experimento intentar redactar uno. Bueno, estoy siendo algo egoísta. La idea no fue enteramente mía sino una crítica constructiva de un amigo que no veo hace un tiempo. Verán, un día le pregunté a mi amigo por su opinión sobre lo que escribo. Básicamente me hizo ver que no era interesante pues dijo algo parecido a: “Bueno… no veo ninguna historia, alguna enseñanza, un cuento o algo de interés”. Y puede que tenga razón. Me gustó la parte donde menciona que no hay ningún cuento. Pensé que era cierto, hasta ahora había escrito realidades fantasiosas pero ningún cuento, con lo mucho que me gustan. Suficiente introducción, acá va: Érase una vez una princesa… no, demasiado cursi. Este será un cuento pero uno con un poco de realidad así que más bien digamos que era una mujer. Más o menos normal, aunque no estoy seguro del significado de esa palabra hoy en día. Pensándolo bien, no era normal. Era extraordinaria. Si bien podría compararse con las princesas de los cuentos por bella y bondadosa, no vivía en la edad media ni en un castillo, tampoco un príncipe la salvaba de ningún dragón pues ella podía salvarse sola de cualquier monstruosidad que se le pusiera enfrente. Tampoco se desplazaba en un carruaje movido por blancos corceles, más bien en un bonito automóvil de carrocería rojo fuego. Color que va muy acorde a su forma de manejar: Como un piloto experto de Fórmula 1. Tal vez un poco pequeña de estatura, no mayor a unos centímetros más del metro y medio. Pero como decía el conquistador francés Napoleón con respecto a la inteligencia, yo diría que en el caso de la mujer pequeña, el tamaño de su corazón se mide de la cabeza al cielo. Así que su amor era más grande que el de la mujer promedio. Ya sé, dije que no sería cursi. Mentí. A veces miento un poco, ¿sabían? Ahora lo saben. Pues bien, la mujer pequeña de gran corazón (como ahora la llamaremos) vivía acompañada de un gran oso con el que pasaba grandes aventuras. Sí, en el cuento hay un oso que habla y que además era el mejor amigo de la mujer pequeña de gran corazón. El oso se llamaba Pánfilo y a pesar de tener cabello negro más no blanco, Pánfilo era un oso panda. Un panda que nunca probó el bambú pero le encantaba la lasaña. Tenía la enorme suerte de que a su mejor amiga, la mujer pequeña de gran corazón, le gustaba cocinar y además tenía la mejor sazón e ideas para crear las recetas más originales y deliciosas. Pero hablaremos de Pánfilo y su obsesión por la comida en otra ocasión. Regresando a la mujer pequeña (para fines prácticos voy a llamarla así de ahora en adelante pero sigamos teniendo en cuenta su gran corazón), tenía toda clase de aventuras. Ha pasado por un montón de experiencias envidiables pues tenía la fortuna de haber vivido en múltiples lugares maravillosos y ha hecho tantas cosas fantásticas que esto sería un cuento de varias partes para poder abarcar una reducida parte de su historia. Ahora que lo pienso, tal vez haga de esto un cuento de varios capítulos. En fin, quiero comerme el mundo pero no pecar de gula como dice una canción que me gusta así que primero lo primero: Para empezar habría que describir a la mujer pequeña pues es el personaje principal: Ya conoces algo de su estatura y de su corazón, hablemos ahora de otros rasgos físicos para que puedas imaginarla mejor: La mujer pequeña era de tez blanca pero no demasiado pues vivía en un lugar soleado y tener un ligero bronceado es inevitable cuando se vive en un lugar así. Su cabello era color negro azabache y muy lacio, era sorprendente que incluso después de mojarlo siguiera igual de liso que cuando estaba seco. Nunca tenía que utilizar una plancha para el cabello aunque lucia como si lo hiciera. Tenía manos chicas pero fuertes, resultado de trabajar tanto en lograr lo que se proponía… y de hornear postres para Pánfilo. ¿Qué tiene que ver la masa para galletas con tener manos fuertes? Intenta amasar algo y verás de qué hablo. Por cierto, a Pánfilo le encantaban las cosas dulces, y las saladas y las agridulces y las amargas y… bueno, entiendes la idea. Sin embargo tenía una especial predilección por las cosas dulces. Tal vez por eso era que la mujer pequeña le resultaba tan agradable compañía, su gran corazón la volvía dulce como la miel. Un oso al que le gusta la miel, parece un conocido personaje de camiseta roja pero no. Les aseguro que es una coincidencia. Además Pánfilo era un oso pero panda y rara vez vestía de rojo. Ah sí, olvidé decirles que Pánfilo era un panda que usaba ropa de humano. Era un oso pero no uno exhibicionista. La mujercita (vamos a ser todavía más prácticos y llamémosle simplemente “mujercita” de ahora en adelante pero no olvidemos su gran corazón) tenía una mascota muy peculiar pues podía transformarse en el animal que quisiera y desarrollar habilidades increíbles en cuestión de segundos. En ocasiones era una suricata, a veces una foca, de repente podía ser una cabra montesa o hasta un perico pirata, de esos que se posan en el hombro del capitán del barco. Solo que en lugar de plumas tenía un pelaje blanco como las nubes aunque ese era el color que tenía cuando no andaba por ahí husmeando e inspeccionándolo todo. En verdad la mayor parte del tiempo su pelaje era color café por ensuciarse constantemente en sus aventuras diarias. Un día podía explorar la arenosa orilla de una soleada playa, al otro investigar qué había debajo del sillón de la sala o incluso podía pasar horas dentro de una vieja caja de cartón. Hasta ahora sigo sin saber qué se puede hacer dentro de una simple caja que resulta tan divertido. Entre sus habilidades destacaban las de ser una exploradora, detective y hasta concertista de piano. Sin embargo pasaba la mayor parte del tiempo en forma de una pequeña perrita que además era un tanto metiche pues le encantaba meter su gran y redonda nariz en donde no le llamaban. Su nombre era Sr. Jenkins y tenía un hermano gemelo que solo ella podía ver. Así es, la perrita tenía nombre de perrito y además era la gemela de un perrito fantasma. Bueno, en realidad tenía una gemela de verdad pero vivía en otra ciudad y no se veían seguido por lo que adoptó al perrito fantasma como su nuevo gemelo. Suficiente sobre el Sr. Jenkins y su árbol genealógico. Al igual que Pánfilo, será tema para después. Por el momento solo resta mencionar que a pesar de tener tantas aptitudes lo que más hacia el Sr. Jenkins era pasar el día durmiendo… a excepción de cuando despertaba y se volvía critica gastronómica pues le encantaba probar todos los platillos posibles. Por algo dicen que las mascotas se parecen a sus dueños, a la mujercita no solo le encantaba cocinar sino además probar nuevos sabores. Le emocionaba enterarse de nuevos platillos y bebidas. Visitar nuevos restaurantes, cafeterías o incluso bares donde no hubiera estado antes. Explorar las nuevas opciones de la gastronomía local era una de las cosas que más le gustaba hacer. Curiosamente le sucedía que al llegar a determinado lugar a probar lo que con ansias esperaba, era eso lo que ya no había en el menú, para su mala suerte. Cuando esto pasaba, Pánfilo intentaba reconfortarla recordándole que después de todo solo era un platillo y ya tendrían oportunidad de probarlo en otra ocasión. Al fin y al cabo era más importante disfrutar el presente: - Después podemos regresar por esa rebanada de pastel que solo hornean durante el mes de Diciembre pues al mes le quedan un par de semanas y a este día, solo unas cuantas horas. Le recordaba Pánfilo. - Pero yo quería ese pastel, repetía Mim (para fines aún más prácticos, llamémosle “Mim” a la mujercita ¿por qué? Porque es mi cuento y se me da la gana… y no olvidemos su gran corazón). - Entiendo, pero no hay y ya estamos aquí. Pidamos otra cosa, le volvía a repetir Pánfilo quien siempre intentaba resolver de manera lógica una situación que para Mim era meramente emocional. Lo cual, en ocasiones, solía crear cierta tensión entre ambos. - Siempre me pasa lo mismo, se lamentaba Mim. - Solo es un poco de mala suerte, a la próxima obtendrás lo que buscas, le aseguraba Pánfilo intentando animarla. A pesar de sus lamentos, Mim siempre parecía aceptar la situación porque luego de darle otro vistazo al menú del lugar terminaba pidiendo alguna otra cosa, por ejemplo una rebanada de otro pastel que le llamara la atención, algo que también fuese diferente aunque no exactamente lo que haya ido a buscar. Como un pay de limón con menta o algo así. ¿Qué? ¿No te parece único? Intenta buscar menta (no hierbabuena, repito: NO hierbabuena) en el desierto (donde vivía Mim en ese momento) y te sorprenderás de lo afortunado que eres si la encuentras. Dicho sea de paso, una de las tantas habilidades de Mim era sin duda la facilidad que tenía para diferenciar entre menta y hierbabuena. Pánfilo no comprendía cómo lo hacía pero una vez que Mim le señalaba la diferencia entre ambas era evidente que la menta sabía infinitamente mejor que la hierbabuena, aunque fueran casi lo mismo. A veces las cosas son así. Como menta y hierbabuena. Casi iguales pero muy diferentes, parecido al amor por esta y aquella persona en este y aquel momento. Pero eso es tema para otro cuento. - ¿Y? ¿Está bueno el pay de limón con menta?, preguntaba Pánfilo a Mim más por tratar de eliminar la tensión en el ambiente que otra cosa. (Después de todo, Pánfilo amaba la comida. Él sabía muy bien si el pay estaba bueno o no). - Sabe bien. Pero no es el que yo quería. Volvía a lamentarse Mim.  - ¿Quieres probarlo? Le preguntaba a Pánfilo como siguiéndole el juego para ayudarlo en su plan por amenizar el momento. Pánfilo estaba a punto de hacer un comentario sobre lo afortunados que debían sentirse de poder estar ahí disfrutando el momento con un postre, sin embargo sabía que a Mim no le agradaría del todo esa reflexión pues le molestaba que Pánfilo no le diera la razón así que mejor guardó silencio al tiempo que afirmaba con la cabeza y le sonreía a la pequeña mujer de cabello negro azabache al otro lado de la mesa. Debió ser la decisión correcta pues Mim le correspondió con una dulce sonrisa y un trozo de su pay de limón con menta al tiempo que le daba un sorbo a su té de frutos rojos.
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Nadie sabe nada de lo que hace o dice. Yo tampoco.
Que coraje y que tristeza que este blog, no hable mucho de lo positivo ya... procuraré buscarle lo bueno a todo lo que está pasando actualmente... tal vez así no se sienta tan pesado...
Me tiemblan las manos mientras comienzo a escribir, y un nudo en mi garganta decidió hacerse presente.
Ya se que es lo que estaba pasando.. por qué el me trataba como lo hacía.. y quien sabe si ese trato mejore... espero que si...
El me engañó.
El me engañó con otra.
Y lo que haré en este post es hacer una lista o mencionar las mentiras que recuerdo que me dijo porque necesito sacarlas de mi sistema.
8 meses, 8 meses de mentiras.. la mitad de lo que hemos estado juntos...
Lo conozco?
Qué es verdad y qué es mentira? tengo mucho miedo... no sé como manejarlo.. creo... nunca me habían hecho esto.
Mi postura al respecto siempre había sido muy tajante... engaño = ruptura. ¿ Porqué me quedaría con alguien que puede mentir tanto y mentir además de esa manera ? no debería. O eso dicen todos... pero yo me quiero quedar con él... me cuesta un poco entender por qué pero tengo una idea.
Le di todo... todo lo que tenía para ofrecer... y fue como si le hubiera dado una mordida a algo que no le gustó comer... lo tomó, lo probó y lo tiró a la basura.
No se que hacer, ni cómo hacerlo.
Me mintió tanto.. tanto tanto... se me nubla la razón cada que viene a mi cabeza, nótese que eso es todos los días desde que me enteré, a cualquier hora.
Estos días que he tenido la cabeza explotando de información... me he dado cuenta de lo egoísta y cobarde que es, de lo egocéntrico también y de la inconciencia que tiene al respecto del daño que causó.. cero. cero.
El piensa que el único problema fue que me puso el cuerno. A sus ojos así es.. a los míos no. Esto fue la crema y cereza sobre todo un helado que ya estaba servido. 
Yo ya sabía todo esto, pero nunca me imaginé que podía llegar tan lejos, me pregunto si el sabe si de verdad quiere estar conmigo o no... porque yo sé que yo si... me pone a prueba, en todos los sentidos, digo, a fin de cuentas yo también he cometido errores.. como ser demasiado demasiado permisiva, y comprensible con él.. justificarle todo... justificar sus malditos malos tratos hacia mí.
Todas las llamadas perdidas, los mensajes ignorados, los te amo colgados, los te extraño leídos, las salidas retrasadas, las noches silenciosas, las quejas a mis preguntas, los secretos, los cambios de planes, las excusas, LAS MENTIRAS.
Por eso me sentía sola.. por que él estaba ocupado en otras cosas.. como estar con otra persona por ejemplo.
Hay dudas por todos lados, hay dudas hasta por donde no sabía que podía haber.
Me pidió perdón.. me explicó porque lo había hecho, yo hablé con ella.. y todo coincidía... que raro es no? el día que me contó de sus mentiras.. no me dijo una sola. Aunque si cabe mencionar, que no tiene idea de que aunque yo lo perdone esto es de dos.. yo no le debo nada a ella.. no es como que me de gusto que ella se sienta mal.. pero no la conozco y para serles honesta no me interesa, además no tendría porque comprender porque él estuvo con ella.. hayan sido buenas o no sus intenciones.. lo que quiero es que me devuelva esos 8 meses.. que nadie me va a regresar, nadie ni nada.
No entiende que depende mucho de él, que yo pueda recuperar la confianza que le tenía, la cual era ciega.. le tenía fe, y no saben lo cansada que me siento de todo. de todo. De estar desilusionada todo el tiempo, quebrándome la cabeza pensando en que él se portaba de cierta manera por mi culpa, cuando en realidad el jodido siempre fue él.
Me duele tanto.. que no me duele nada.
Y todavía lo amo. Lo amo muchísimo.
Me siento perdida, tengo miedo de que él no cumpla con su palabra y ahora si tengo muchísimas más razones para pensar que no lo hará.
La poca fe que tengo en este momento viene desde muy dentro de mí, desde algo mayor que yo, algo como lo que nos hizo encontrarnos de nuevo. Y no la puedo dejar ir. En este momento sólo se que lo amo mucho y que no se que va a pasar, no tengo ni la más mínima idea, lo que me ha mantenido estas tres semanas ha sido vivir los días de uno por uno.
Sólo quiero que estemos bien... él también se siente mal y los dos estamos pasando por un momento difícil... solo quiero vernos bien y felices de nuevo, que esto quede lejos, muy muy lejos de nosotros y nos afiance, pero nada mas el universo sabe a donde vamos a llegar y como. Espero conspire a nuestro favor de nuevo.
Quiero perdonarlo, quiero dejar de estar enojada, y decepcionada, y creo que podemos. 
Necesito descansar.. desahogo o no, hasta escribir me cansa en este momento.
Decidí dar un salto a ciegas.. de nuevo. Espero regresar viva, y con él teniendo los ojos abiertos y consciente..
Ya no tengo nada que perder.. Literalmente.
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tuseriesdetv · 7 years
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'Dexter', el asesino en serie más querido de la televisión
En octubre del pasado año 2016 se nos pasó por alto que se cumplieron diez años del estreno de Dexter, una de esas series míticas que tanto nos gustó a todos. Para enmendar nuestro error, hemos decidido dedicarle un artículo homenaje muy merecido. La ficción de Showtime nos regaló uno de los personajes más queridos de los últimos años, una cabecera que a día de hoy sigue siendo una referencia y la demostración de cómo se puede echar a perder una gran serie con un final desastroso. Vamos a analizarla con más detenimiento. Dexter Morgan es un experto en analizar salpicaduras de sangre que trabaja para la Policía de Miami. Un trabajo que le sirve como tapadera para dar rienda suelta a su verdadera vocación, ser un asesino en serie. Con un código, eso sí, sólo mata a personas que lo merezcan, generalmente criminales cuyos crímenes han sido demostrados por él mismo. Pero ocultar su identidad le será cada vez más difícil con sus compañeros de trabajo pisándole los talones constantemente, y con el villano de turno intentando salirse con la suya. Obviamente, lo más llamativo de Dexter era su protagonista. Por dos motivos. Primero porque el actor escogido para interpretarlo era Michael C. Hall, que ya había demostrado su carisma en una de las grandes, A dos metros bajo tierra, dando vida al personaje más interesante del drama de HBO. Segundo porque Dexter Morgan era un asesino en serie y resultaba novedoso poner el foco en su interior, en su conciencia, en su oscuro pasajero, al que intentaba controlar como podía hasta que volvía a manifestarse. Nuestro amigo probó con la abstinencia, el matrimonio, la paternidad o la terapia sin éxito. Si llega a funcionar algo nos quedamos sin serie.
El tono de Dexter, mucho más relajado de lo que debería por la temática, fue la clave para que no fuera deprimente sino divertida. Aunque tenía muchos momentos cómicos, sobre todo cuando a nuestro protagonista le tocaba socializar o fingir empatía (también Masuka con sus chistes eróticos), de vez en cuando nos golpeaba con secuencias verdaderamente violentas o alguna que otra muerte trágica que nos dejaban conmocionados. Su estética colorista y sus contrastes, propios de una ciudad como Miami, ayudaban a crear un ambiente que podía resultar festivo, relajante o por el contrario se podía sentir el calor o la opresión. Sobre todo las escenas donde Dexter descuartizaba a sus víctimas. El tono era importante desde su cabecera, una de las mejores que se hayan visto en los últimos años y muy imitada desde entonces. Esa "morning routine" definía a la perfección cómo era Dexter, tanto el personaje como la serie. Y la música, compuesta por Daniel Licht. le da el toque que necesitaba. No sé si recordáis una cabecera piloto que tenía una música mucho más oscura que lógicamente no funcionaba también. Os la dejamos en este enlace, pero justo debajo encontraréis la definitiva, un placer para los sentidos.
youtube
Del asesino del hielo a Trinity
Durante cuatro temporadas, Dexter demostró ser cada vez mejor serie. Junto a su carácter episódico, en cada temporada había una trama central que nos presentaba un villano a cuál más temible y carismático. El asesino del camión de hielo, Lila, la femme fatale de Dexter o Miguel Prado fueron duros rivales pero sin lugar a dudas, Trinity fue el mejor antagonista de toda la serie. La interpretación de John Lithgow tuvo mucha culpa de lo que vimos en pantalla, del fatal desenlace de Rita y de ser tan insuperable que de ahí en adelante la serie empezara su declive.
Del Take it! a Hanna McKay
No es que a partir de la quinta temporada Dexter fuera un desastre, sólo el final, pero sí es cierto que empieza una leve decadencia hasta lo que sabíamos que iba a ser un final insatisfactorio. Tal y como se estaba manejando la serie, estaba claro que iba a tener un mal final. Cada temporada tenía sus pinceladas interesantes, su villano siniestro pero con tramas centrales repetitivas y con Debra siempre casi enterándose de que su hermano era un serial killer. El Jordan Chase de Jonny Lee Miller o Lumen Pierce (Julia Stiles) fueron personajes interesantes. Sin duda, el peor y más aburrido fue el Travis Marshall de Colin Hanks, infumable sexta temporada. Hasta que llegó Hanna McKay (Yvonne Strahovsky), la horma del zapato de Dexter, su alma gemela en todos los sentidos, aunque siempre queda la sensación de que era la sustituta de Rita, de que los guionistas reconocían haber metido la pata, incluso con ese parecido físico.
El pésimo final de Dexter
Y nuestro repaso llega así hasta el final de la serie. No he conocido persona que defienda semejante atrocidad. Recordemos que Debra acaba muriendo en la penúltima secuencia, el clímax, cuando ya dramáticamente no se le puede sacar partido. Además, provoca en Dexter una reacción totalmente absurda, más si cabe viendo el epílogo, cuando nos anuncia con esa mirada suya y esas barbas postizas penosas que volverá a las andadas. No sólo su suicidio dirigiéndose al ojo del huracán con el barco es estúpido sino que además no había suicidio. Todos sabemos que el final perfecto para Dexter hubiera sido verle morir ejecutado con la inyección letal mientras Debra lo observa desde la audiencia. Pero ese epílogo suena demasiado a dejar la puerta abierta a un futuro regreso que a otra cosa, cuando la agenda de Michael C. Hall, más centrado ahora en Broadway que en la televisión, se despeje. A pesar de todo, Dexter ocupa un lugar privilegiado en el corazón de muchos seriéfilos. Un gran personaje principal, un reparto carismático, una cabecera memorable, una premisa muy interesante y el tono relajado de la serie la han convertido en una serie mítica que merecía este homenaje. 
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