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#victoria rubio
loloavy · 2 months
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One year anniversary and Nouma's birthday!!
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Hello everyone, loloavy's here!!
I making this post to say thank you so much to all who supported and send nice thing to me during this one year, you people are too nice and sweet I can't- lol
Also big BIG Happy Late Birthday to my best friend @noumasblog , please please please send her a nice birthday wish, she's fighting demon over there! Thank you for being my friend dude and sorry for all those lousy moments.❤️❤️
I honestly didn't expect myself to stay this long in this blog because I honestly usually delete it after a month or two, so I decided to draw a small party to celebrate!🎉🎉 Apologies for not answering your asks and not post much, I honestly insecure with my art lmao.
Here's some song for the party I guess hehe
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blacksvans · 2 months
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El reino del Sol era encantador, el oro y el aceite que corría por medio de intrincados canales de riego, encendía cada una de las vasijas donde el fuego iluminaba la habitación. El vino y el sake se estaban acabando, mientras Alastair descansaba dentro de su gran tina de agua, sales y hierbas que limpiaban sus heridas de la guerra. El nekomata descansa al borde de la bañera, muchas de sus prendas propias del kimono formal se habían desaparecido y ahora solo quedaba con la más colorida superior, cubriéndolo de una desnudes, pero aliviando su calor en un reino tan sofocante. ❝ Felicidades por una victoria más, Alastair ❞ Sus manos con pequeñas garras rastrillan el cabello rubio fuera de su frente, acercando luego un vaso con sake hasta los bonitos labios del menor a quien parece devorar con sus ojos felinos. ❝ Tu victoria final contra tu hermano, ahora te puedo llamar majestad. ❞ | @mikrokosmcs
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sporadiceagleheart · 14 days
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Start of September edits Rachel Marie Jones Arana, Ana Rose “Nortie Grace” Huntley, Ahnika Elaine Clark, Heather Michele O'Rourke, Judith Eva Barsi (1978 - 1988), JonBenét Ramsey, Meika Dawn “Peeka” Jordan, Sara Sharif, Charlotte Figi, Olivia Pratt-Korbel, Liliana Marie “Lily” Peters, Saffie-Rose Brenda Roussos, Audrii Danielle Cunningham, Norah Lee Howard, 5-year-old Mercedes Losoya, Little Lucy Morgan, Sloan Ella Mattingly, Destiny Arianna Kay Riekeberg, Louis XVII Dauphin of France, Athena Presley Monroe Strand, Pauline “Paultje” Adelaar, Angellika Nicole “Angie” Arndt, Niña Sophia Gabrielle Corullo or Sophie,Charlotte Helen “Char” Bacon, Charlotte Louise Dunn, Kylie Ann Rosset, Naomi Reese Dunmire, Deborah Anne “Debbie” Bricca, Kyleigh Rampley, Kyleigh Leann Rampley, Eliahna “Ellie or Elle” Torres, Layla Marie Salazar, Alexandria Aniyah “Lexi” Rubio, Tess Marie Mata, Makenna Lee “Kenna” Elrod Seiler, Jacklyn Jaylen “Jackie” Cazares, Ahnika Elaine Clark, Ana Rose “Nortie Grace” Huntley, Rachel Marie Jones Arana, Emilie Alice “Em” Parker, Grace Lillian Ford, Three-year-old twins Aisha and Lailani Ford, Leiliana Wright, Arabella McCormack, MCKENNA CLAIRE WETZEL, Olivia Rose “Liv or Livie” Engel, Olivia Twenty Dahl, Olivia-Leigh Picton, Jaquita Mack, Bella Skye “Bellz” Edwards, Natalia Victoria Wallace, Bella Claire Callaway,Delyza Alyze Ortiz Hernandez, Mia Ugalde-Jorris, Mary Beatrice “Mary Bea” Perez, Hope Arismandez, Angel Hope Herrera, Danielle Marie “Danny” Franklin, Emma Catherine Grace Thompson, Katelynn Elizabeth Stinnett, April Sue-Lyn Jones, April Marie Tinsley was an eight-year-old, Cody Paul Chama, Star Hobson, Karla Isabelle Ruth “Karly” Sheehan, Opal Jo Dace Jennings, Amber Rene Hagerman, Lois Janes, Sarah Payne, Alicia Lynn Clark, Tristyn Bailey, Rosalie Avila, Elizabeth Shelley,
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whileiamdying · 1 year
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Literatura venezolana contemporánea: la exploración de lo transterritorial
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Una contribución para ensanchar el mapa de una literatura marcada por la diáspora, pero con autores clave que siguen escribiendo en el país. Por Alirio Fernández Rodríguez 7 septiembre 2023
Venezuela ha configurado, a través de un flujo migratorio inédito, un mapa literario de escritoras y escritores regados por todo el mundo. Está situación incide en un mayor interés acerca de una literatura no muy conocida. También han influido los premios internacionales. El último Premio Cervantes fue concedido a Rafael Cadenas, figura cimera de la poesía venezolana. El oriundo de Barquisimeto, reconocido ahora como “el poeta nacional”, fue el primer venezolano en obtener tal reconocimiento.
A propósito de este galardón, el más importante en lengua castellana, me he planteado hacer una panorámica actual de la literatura venezolana. Este ejercicio, como toda visión de conjunto, significa una renuncia a la exhaustividad. Así que he elegido ocuparme exclusivamente de la narrativa en el presente. De entrada, reconozco que al revisar cualquier aproximación a las voces literarias actuales de Venezuela, se tendrán por ineludibles los nombres de Karina Sainz Borgo (1982), Rodrigo Blanco Calderón (1981), Juan Carlos Méndez Guédez (1967) y Alberto Barrera Tyszka (1960).
Ahora bien, he dicho ineludibles, pero no los únicos en esta comunidad transterritorial de voces literarias venezolanas. De hecho, en 2022 intenté mostrar la realidad desperdigada que somos. Para ello diseñé el Mapa glocal de la literatura venezolana contemporánea, un mapa interactivo que muestra quiénes y en dónde están haciendo literatura. Allí se muestran las voces vivas, consagradas y jóvenes, de Venezuela. Entre los nombres incuestionables están Victoria de Stefano (1940-2023), Ana Teresa Torres (1945), José Balza (1939), Elisa Lerner (1932), Milagros Mata Gil (1951), José Napoleón Oropeza (1950), Gabriel Jiménez Emán (1950), Laura Antillano (1951) Eduardo Liendo (1941) y Antonieta Madrid (1939).
Por su parte, WMagazín planteó un “panorama actual” de la literatura venezolana que registra una treintena de voces. Además, como parte de una cartografía de la literatura latinoamericana del siglo XXI publicada en Letras Libres, Federico Guzmán Rubio incluyó un grupo de autores reconocidos como infaltables en la literatura de Venezuela de las últimas décadas. Todas estas han sido exploraciones necesarias que buscan señalar lo que va siendo la actualidad literaria venezolana.
Desde esta aproximación, pretendo sumar otros nombres que bien complementan estos panoramas. Así las cosas, un acercamiento a la narrativa muestra cómo la novela sigue dominando el pulso de la literatura, pero sin dejar de lado el cuento, cuya tradición en Venezuela es importantísima. Asimismo, movimiento y errancia se imponen como signos de esta época; pareciera ser este el modo en que va configurándose la patria literaria transterritorial venezolana. Desde allí, y sin ánimos canónicos, quisiera detenerme muy brevemente en algunos proyectos literarios que dan cuenta de este rasgo transterritorial preponderante de la literatura venezolana contemporánea. Destaco a continuación algunas voces, con al menos tres libros publicados, cuyas obras son dignas de considerar.
Dentro de Venezuela, pese a la precariedad de las últimas décadas, hay voces de gran valor. Victoria de Stefano (1940-2023) fue una narradora sumamente singular que construyó una obra sobresaliente con estilo y calidad estética particularísimos, a cuyo encuentro lamentablemente la crítica ha tardado en llegar. Son notables obras como Historias de la marcha a pie (1997), Lluvia (2006) o Vamos, venimos(2019), novelas en las que prosa, profundidad y lenguaje articulan belleza y verdad. También es significativa la obra de Ana Teresa Torres (1945), en la que ha sido determinante su interés y gran manejo de lo histórico, la memoria, lo político, lo psicosociológico o lo distópico para convertirla en una referencia obligada en Venezuela. De su trabajo, resalto El exilio del tiempo (1990), Doña Inés contra el olvido (1992), Nocturama (2006), Diorama (2021) y Cuentos completos (1966-2001). (2002).
Agrego a dos autoras más residentes de Venezuela: Carolina Lozada (1974) y Krina Ber (1948). Lozada es reconocida por una cuentística en la que destacan la efectividad de sus atmósferas, la presencia de personajes cercanos y alucinantes y la búsqueda estética desde temas irónicos y humorísticos, cotidianos y existenciales. Esta narradora acaba de publicar una novela titulada Todo es lo que parece (2023), y de sus libros de cuentos destaco Los cuentos de Natalia (2010) y El cuarto del loco (2014). Mientras que Krina Ber ha sabido dar tratamiento, desde el relato y la novela, a temas tan disímiles como el amor, el desplazamiento, el poder y la política, la muerte y, desde luego, el valor de la vida y la libertad. Quizá sea lo inestable o la desestructuración lo que mejor caracteriza su narrativa, ante la que el lector puede sentirse descolocado y cautivado a la vez. De Krina Ber son destacables el libro de cuentos Para no perder el hilo (2009) y las novelas Nube de polvo (2015) y Ficciones asesinas (2021).
Otras voces narrativas que considero pertinente anotar son Gisela Kozak (1963), Fedosy Santaella (1970) y José Urriola (1971), establecidos en México. El caso de Urriola es el de una voz “solitaria” en la ciencia ficción, a la cual ha resignificado en libros que ofrecen una experiencia enrarecida, a través de historias aparentemente comunes hasta que las máquinas o la inventiva humana irrumpen y desconciertan. De la obra de Urriola hay que mencionar las novelas Santiago se va (2015) y Fisuras (2020) y el libro de relatos Fragmentario (2021). Por otro lado, Fedosy Santaella ha acumulado una ingente obra, con novelas y cuentos que exploran las más diversas búsquedas de la condición humana, el tiempo y la identidad. Entre sus libros habría que señalar El dedo de David Lynch (2015), Los nombres (2016) Hopper y el fin del mundo (2021), Ciudades que ya no existen (2010) y Piedras lunares (2016). Gisela Kozak ha concedido lugar especial a la realidad urbana, a sus modos de vida y las relaciones que de allí emergen para narrar lo que la escritora descifra y desea mostrar: amor, emocionalidad, violencia, intimidad y condición política. Ha publicado Pecados de la capital y otras historias (2005), Latidos de Caracas (2006), En rojo (2011) y Todas las lunas (2011).
Daniel Centeno Maldonado (1974) tiene una obra desdoblada entre el periodismo literario y la ficción. Ha publicado en la primera categoría Retratos hablados: 50 conversaciones de aquí y de allá (2010) y Ogros ejemplares (2015); en la segunda, su novela La vida alegre (2020). En esta, el autor ha sabido combinar la profundidad de vidas ordinarias y grotescas, desde un impecable manejo del humor y el drama, con la tragedia de la existencia humana; todo dominado por un sutilmente esbozado deterioro de la Venezuela actual. También residenciado en Estados Unidos, está Camilo Pino (1970), quien ha publicado tres novelas: Valle zamuro (2011), Mandrágora (2017) y Crema Paraíso (2020). La narrativa de Pino explora la realidad política venezolana, la presencia de personajes fracturados en sus relaciones y las deformaciones derivadas de obsesiones profundamente humanas; sus narraciones se sirven del cinismo, el humor, la ironía y la provocación para hacer funcionar las historias.
En tierras más al sur de América, en Argentina desde hace más de veinte años, encontramos a Gustavo Valle (1967). Es autor de las novelas Bajo tierra (2009), Happpenig (2014) y Amar a Olga (2021). En su obra es clave la carga que se otorga a los personajes, pues parecieran los principales encargados de convencer al lector de que se quede a vivir la historia que se narra. Temas infaltables de su novelística: el amor y sus implicaciones, el intimismo, las ciudades y sus particularidades, la existencia y el paso del tiempo.
Por último, destaca el nombre de Eduardo Sánchez Rugeles (1977), de los autores mejor recibidos por el público dentro de Venezuela, con novelas como Blue Label (2010), Liubliana (2012) y, más recientemente, El síndrome de Lisboa (2022). También ha publicado el libro de cuentos Los desterrados (2011). La narrativa de este autor es potente y atrapa, despierta los sentidos y todo tipo de emociones; las historias suelen contener personajes que han sido llevados a límites inimaginables y nunca está muy claro lo que sucede ni cómo va a ser el desenlace.
Hasta aquí esta aproximación a la literatura venezolana actual. Se ha ampliado el universo de autores reseñados en otros panoramas, sin olvidar a los autores de más larga trayectoria ni a los nombres de mayor resonancia internacional. Con ello se pretende contribuir a la difusión de una literatura marcada por la diáspora, pero con autores clave que siguen escribiendo en el país. ~
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colaherrerar · 8 months
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Me estallo si me vuelven a preguntar porque no me hago un cambio de look
Ya bastante la semejante pelotudez me comí de que me preguntaran porque no me tiño de rubia del ya me lo preguntaron en el live “Victoria Herrera se están tiñiendo de rubios por vos del porque no te tiñirias de rubia ya se tiñió medio mundo de rubio por vos
Me importa un kinoto que significa eso de que se tiñan de rubio
Algunos se tiñieron de rubios porque piensan que porque tengo un novio villancico rubio es porque ahora ME FASCINAN LOS RUBIOS del se creen que así les voy a dar bola
La gente quiere que me haga cambio un look
Gente yo no me voy a hacer ningún cambio de look
Yo siempre igual
Amo ser morocha del soy morocha porque soy una negrita
Amo mi pelo negro
Lo único que me gustaría es que me crezca el pelo del extraño mi pelo largo del me a entrado ahora que quiero pelo largo pero MI pelo no extensiones dejen la gronchada
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midnnightxrainn · 1 year
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♡ 025, an empty balcony while a party goes on inside. @boingdeguayava​
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Con sonrisas falsas y promesas de que volvería en unos minutos, Victoria se alejó del grupo de personas que la rodeaba esta noche y se abrió camino entre los cuerpos sudorosos para tomar algo de aire en el balcón que sabía que estaba en ese piso y una vez que encontró las puertas apuro más su paso hasta que por fin pudo salir y cerrar la puerta detrás suyo amortiguando la música de la fiesta dándole la paz que necesitaba por lo que se acercó hasta el barandal del balcón pero solo pudo disfrutar unos segundos de paz hasta que escucho la puerta abrirse por lo que miro sobre su hombro. “Ugh eres tú” no pudo poner los ojos en blanco al reconocer al rubio por lo que nuevamente le dio la espalda al tiempo que lo despedía con un movimiento de mano. “Haznos el favor a ambos y largarte” prácticamente le exigió.
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kratt-au-void · 1 year
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Un mágico cuento (parte 2)
(parte 1)
Los siguientes meses fueron difíciles. De tener amigos, libertad, un propósito, el chico se quedó solo. Ella se había ido. Ni su familia, ni la policía, ni siquiera sus mágicos aliados sabían dónde estaba. Se esfumó sin dejar rastro. Pero lo peor, para su sorpresa, no fue eso. Su Compañero tampoco estaba. Esa criatura que él pensaba era sólo una herramienta no estaba; no podía sentirlo. Su falta era dolorosa, como perder una parte su alma. 
Sin amigos, sin su Compañero, guardando secretos, su sueño destrozado. ¿Qué razón tenía para seguir?
Una vez más, fue escuchado.
-
Fue de casualidad. La única vez que no se molestó en mirar antes de cruzar la calle, aunque con su estado de ánimo tal vez fuera a propósito. Como fuese, casi es atropellado.
Casi.
Recuerda escuchar la bocina del carro, antes de ser levantado en el aire envuelto en luces azules. Un sentimiento que casi había olvidado... Se tambaleó cuando sus pies volvieron a tocar el suelo. Miró alrededor suyo buscando al responsable, encontrando un par de ojos azules mirándolo con curiosidad.
“¿Sabías que debes mirar a ambos lados antes de cruzar la calle?” 
Era un niño. Rubio y con voz aguda. No podía tener más de doce años.
“¡Tienes suerte de que yo estaba cerca para salvarte!” Dijo orgulloso con una gran sonrisa pintando su rostro. Era solo un niño.
El niño rubio no había terminado de hablar cuando otro niño se acercó a donde estaban. Este era castaño y un poco más bajo que el rubio. Se parecían bastante, tal vez eran hermanos.
“Oyeeeee, ¿me escuchas?” el rubio movió su mano frente al chico haciéndole volver. “¿Estas bien?”
“S-si” dijo por lo bajo. “Gra... Gracias por salvarme.” Al oir eso, ambos niños saltaron de alegría e hicieron un pequeño baile. Era gracioso, inocente...
“¡Fue todo un placer ayudar señor!”...
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“Tengo 16″
“Uy, perdón jeje. Um, bueno, ya que, emm, te salvamos, ¿podrías ayudarnos? Estamos perdidos.” Sonrieron con preocupación. El chico siguió escuchando “Estábamos en la plaza victoria y vimos un halcón y lo seguimos- 
“¿Sabías que los halcones pueden llegar a 380 kilómetros por hora?”
“-Y lo seguimos y luego te vimos cruzar y el carro y FIUMM (ruido de aire veloz) ¡fuimos a salvarte con nuestros poderes!”
Entonces sí tenían algo, esas luces azules no fueron invento suyo. Ahora que lo notaba, ambos niños llevaban guantes, el castaño verdes y el rubio azules. No debería preguntar. Aprendió que la magia es sagrada y debe mantenerse en secreto. Hablar de ésta con otros tendría graves consecuencias
¿A quien engaña? No es que le quedara mucho por lo que preocuparse.
“¿También son Chicas Mágicas?”  
Los ojos de los niños se iluminaron.
-
El chico los ayudó a volver a la plaza donde estaban sus padres. En el camino los niños hablaban y hablaban sobre lo divertido que era tener magia. Llevaban solo unas semanas con los guantes pero ya habían tenido bastantes aventuras, principalmente ayudando animales callejeros. También le preguntaron al chico sobre sus aventuras. Contó lo mínimo, evitando detalles dolorosos. Mencionó que su Compañero estaba perdido, y ambos niños juraron que le ayudarían a encontrarlo. Era tierno, ver la ilusión en sus rostros. Por un momento, el chico pensó en advertirles sobre los peligros. Sabía lo rápido que las cosas se podían torcer. Si se metían muy profundo, sus vidas se verían envueltas en tareas y deberes y problemas ajenos y debates sobre el bien y el mal y-
Oh. A esto se refería con no poder enfocarse...
Al final decidió hacer otra cosa, les dio su número en caso de emergencia. No podía hacer mucho, pero tener alguien con quién hablar podía ser de mucha ayuda. Él sabe lo mucho que hubiera querido eso.
Y por dos meses más, la vida siguió.
-
Estaba lloviendo. El chico caminaba lento. No le importaba mojarse. No le importaba arruinar sus libros. No le importaba ya no le importaba no quería-
¡ZACH!
Fue embestido y derribado al suelo.
Algo se aferraba a su pecho con fuerza. En la oscuridad de la tormenta brillaba en rojo.
Era él.
Su Compañero había vuelto
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garudabluffs · 1 year
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"Trumps Criminal Associates from A to Z”
Donald Trump, Melania Trump, Donald Trump Jr., Ivanka Trump, Eric Trump; >>> Greg Abbott, Ali Alexander, Samuel Alito, Rick Allen, Brian Babin, Jim Banks, Steve Bannon, Kathy Barnette, Bill Barr, Tom Barrack, Maria Bartiromo, Glenn Beck, John Bennett, Andy Biggs, Dan Bishop, Christina Bobb, Lauren Boebert, John Bolton, David Bossie, Kevin Brady, Mike Braun, Mo Brooks, Taylor Budowich, Ted Budd, Aileen Cannon, Madison Cawthorn, Tucker Carlson, Matthew Calamari, Kenneth Chesebro, Andrew Clyde, Jeffery Clark, Robert Cheeley, Chris Christie, Chris Collins, Susan Collins, James Comer, Kellyanne Conway, John Cornyn, Thomas Bryant Cotton, Kevin Cramer, Dan Crenshaw, Steven Crowder, Raphael Edward Cruz, Ken Cuccinelli, Warren Davidson, Louis DeJoy, Carlos DeOliveira, Ron DeSantis, Betsy DeVos, Lou Dobbs, Byron Donalds, John Eastman, Larry Elder, Jenna Ellis, Michael Ellis, Tom Emmer, Boris Epshteyn, Julie Jenkins Fancelli, Nigel Farage, Tom Fitton, Harrison Floyd, Michael Flynn, Matt Gaetz, Bob Gibbs, Newt Gingrich, Rudy Giuliani, Louie Gohmert, Sebastian Gorka, Paul Gosar, Trey Gowdy, Lindsey Graham, Charles Grassley, Mark Green, Marjorie Taylor Greene, Ric Grenell, Kimberly Guilfoyle, Alina Habba, Harriet Hageman, Misty Hampton, Liz Harrington, Nikki Haley, Scott Hall, Sean Hannity, Josh Hawley, Jody Hice, Hope Hicks, Thomas Homan, Richard Hudson, Duncan Hunter, Laura Ingraham, Kay Ivey, Ronny Jackson, Jim Jordan, Mike Johnson, Ron Johnson, Alex Jones, Fred Keller, Keith Kellogg, Mike Kelly, Bernard Kerik, Charlie Kirk, Kim Klacik, Kenneth Klukowski, Jared Kushner, Trevian Kutti, Tomi Lahren, Kari Lake, Cathleen Latham, Bill Lee, Mike Lee, Stephen Lee, Mark Levin, Corey Lewandowski, Christopher Liddell, Mike Lindell, Billy Long, Barry Loudermilk, Cynthia Lummis, Nick Luna, Nancy Mace, Paul Manafort, Roger Marshall, Thomas Massie, Douglas Mastriano, Angela McCallum, Kevin McCarthy, Mitch McConnell, Ronna Romney McDaniel, Kayleigh McEnany, Johnny McEntee, Mark Meadows, Molly Michael, Chris Miller, Jason Miller, Stephen Miller, Barry Moore, Steven Mnuchin, Rupert Murdoch, Greg Murphy, Heather Nauret, Waltine Torre Nauta Jr., Peter Navarro, Carl Nichols, Kristi Noem, Ralph Norman, Oliver North, Devin Nunes, Bill O’Reilly, Candace Owens, Stefan Passantino, Kash Patel, Dan Patrick, Rand Paul, Ken Paxton, David Perdue, Scott Perry, Rick Perry, Mike Pence, Judge-Jeanine Ferris Pirro, Mike Pompeo, Erik Prince, Vladimir Putin, Sidney Powell, Kim Reynolds, Karrin Taylor Robson, Michael Roman, Chip Roy, Marco Rubio, Anthony Sabatini, Sarah Huckabee Sanders, George Santos, Steve Scalise, Dan Scavino, Rick Scott, Tim Scott, Jeff Sessions, David Shafer, Ben Shapiro, Bill Shine, Kyrsten Lea Sinema, Ray Smith lll, Victoria Spartz, Sean Spicer, Todd Starnes, Elise Stefanik, William Stepien, Shawn Still, Roger Stone, Jason Sullivan, Clarence Thomas, Virginia (Ginni) Thomas, Tommy Tuberville, Mike Turner, James David (JD) Vance, Herschel Walker, Kelli Ward, Jesse Watters, Allen Weisselberg, Matthew George Whitaker, Susan Wiles, Ben Williamson, Chad Wolf, Lin Wood, Todd Young…Just to name a few. “Vote Blue in November: In numbers too big to rig, in numbers too real to steal….
381 Comments https://www.youtube.com/watch?v=SY8rIL3xUKc
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jvvnsoo · 1 year
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* STARTER 𝗣𝗥𝗜𝗩𝗔𝗗𝗢 PARA @cnzok
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‘ ¡le di! ’ celebración resuena de forma inmediata, como si su victoria hubiese requerido arduo esfuerzo. ‘ creo que estoy en una racha de suerte. ’ eso o quizá virtud facilita su puntería. sea cuál sea el truco, es su tercer triunfo seguido. el guardia de seguridad a cargo del puesto no parece muy contento de que el rubio le está desbancando de todos sus premios, pero el detalle se vuelve mínimo cuando la intención en la cabeza del delfín es simplemente impresionar a acompañante de turno. ‘ elige otro osito, vinny. ’ propone con una atenta sonrisa. ‘ mira, ese de allá está igualito a ti. ’
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dneurin · 2 years
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El desayuno (Film, short version) - Miguel Casco from Miguel Ángel Casco on Vimeo.
Largometraje / Performance / Videoarte Miguel Casco en colaboración con Hekatombe Producción Artística
Catorce personas habitan su propia piel para atestiguar el amanecer y compartir sus cuerpxs mientras el sol naciente ilumina el espacio. La interacción se suscita entre ellxs y la premisa principal es celebrar la vida, honrar la libertad y el disfrute. El Desayuno invita a abrazar la desnudez y entrar en sintonía con la naturaleza.
miguelcasco.com
D I R E C C I Ó N Miguel Casco
D I R E C C I Ó N E S C É N I C A Andrea Garay
D I R E C C I Ó N C O R E O G R Á F I C A Sebastián Santamaría
D I R E C C I Ó N E J E C U T I V A Catalina Navarrete
R E P A R T O Mar Castañedo Mónica Colin Marlene Coronel Mariana Domenech Jimena González Aileen Kent Carlos Nunez José Francisco Ordóñez Luis Ortega José Ortiz Baruk Serna
V I D E O Alan Espinosa Erik Jonguitud Michel Trevilla F O T O G R A F Í A Alejandra Edwards David Flores Rubio
M Ú S I C A Sebastián Lechuga (Intro, Oscuridad, Ofrenda y Desayuno) Alejandro Preisser (Locura, Descenso, Claridad y Outro)
E D I C I Ó N D E V I D E O Miguel Casco Erik Jonguitud
D I S E Ñ O F L O R A L Alejandra Velasco
M U S I C A L I Z A C I Ó N E N V I V O Jail Less
E Q U I P O T É C N I C O Humberto C. Cáceres Heber Leonidez Elena Manero Ehécatl Moreno María Naidich Alfonso Pérez Yair Ramírez
P R O Y E C T O R E A L I Z A D O C O N E L A P O Y O D E Etna M. Arroyo, Jacobo M. Casco, Patricia Almada, Luis Antonio Garay, Elsa Hernández, Carlos Navarrete, Rocio Barajas, Carlos Santamaría, José María Macías, Andrés Castañeda, César Meza, Enrique Ajuria, Susana Tovar, Valeria Casco, Luis Antonio Casco, Heleni Castro, Óliver Victoria, Andrea Ayala, Andrea Anderson, Indira Zamora, Roberto González, Andrés Piña, Rafael Hernández, David C. Parra, Youtaek Hwang, Eduardo Palacio, Remi Cárdenas, Rogelio Toledo, Ross Romero, Isabella de la Mora, Tabaré Arroyo, Yair Ramírez, Luis Almada, Omar Cobos, Silvana Larrea, Raffaela Schiavon, Isabel Vieitez, Rebeca Zequera, Leonardo Galicia, Mark Feldmann, Francisco Saldívar, José Francisco Ordóñez, Neil Haidorfer, Bárbara Huerta, Adriana Degetau, Tere Sáenz, Chloe Estes, Fernando Almazán, Gina Guzmán, Mariano Nava, Rubén Ojeda, Diego Ortiz, Santi San Martin, Carlos Santamaría Barajas, José Funcia, Malimna Etnegorozka, Pablo P. Caro, Gabriela Chávez, Gabriel Picazo, Rubén Torres, Roberto Praxedis, Luis Pérez, Jeannette Betancourt, Elena Manero, Ma. Ceci Cuesta, Humberto Schiavon, Celeste Bejarano, Mario Montes & David Martínez.
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arieeag · 1 year
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Hijos del Este
El libro Perdido
Capítulo 4: Mirlo para una decisión
Desde que el emisario recorrió los pueblos más cercanos de la frontera, la noticia de que los salvajes nómadas han regresado, se riega como pólvora por toda la región, y todas las gobernaciones del oeste se preparar para defender sus tiernas incluso antes de que la noticia llegue a la capital. Sin embargo, ninguna torre de vigilancia encendió las antorchas de guerra para corroborar la amenaza y cuando los primeros soldados de refuerzo llegan a las barracas de la frontera Oeste, fueron recibidos por una lluvia de flechas.
Por el sur los cuervos vuelan en círculos en torno a las torres de vigilancia luego de que miles marchara hacia los páramos, unidos en torno al llamado de conquista de Mitsuki Bakugo, la nueva Gran Khan.
Y en el bosque, un grupo de 6 nómadas se resguarda luego de pasar 2 semanas infiltrados entre los dagobenses, vestidos como viajeros. Son parte de lo que se conoce como los grupos de avanzada. Una táctica de guerra usada cuando el enemigo es numeroso, o tiene ventaja sobre el terreno. En términos simples, los nómadas envían grupos pequeños en distintos poblados para atacar o causar disturbios. Su fin no es otro que distraer al enemigo de la verdadera ruta por donde pasara un ejército todavía mayor.
Este grupo va contando su propia historia. Una plagada de victorias desde que se unieran como manada, bajo el mando de un poderoso descendiente de los nómades del este. Tiene el cabello rubio cenizo y ojos rojos como la sangre, y en su cuerpo porta más de 100 nudos tatuados, que simbolizan todas sus victorias entre batallas y duelos.
En medio de la penumbra descansa junto al fuego. En su mano sostiene la espada que heredó de su padre al cumplir la mayoría de edad y el emblema de los pueblos nómadas del sur. En la insignia, el dragón que representa a todos los nómadas, yace dormido dentro de un sol dorado coronado por 3 flamas que simbolizan la libertad, por el reverso están escritos los nombres de los ocho líderes alfa que han regido sobre los hijos de dios Erlik Khan Tngri o los hijos del rigor sur, incluyendo al actual, Mirio Togata el discípulo de Yagi. 
En sus manos el peso de ese emblema duele. Representa la alianza pactada, es poder, reconocimiento, un honor a su casa, pero también es responsabilidad, servicio y un golpe de realidad. Todavía le resulta amargo recordar la batalla, antes de establecer el acuerdo con Mirio, porque fue un empate casi piadoso. Nunca su espada flaqueó ante la fuerza de otro alfa, hasta su batalla con el Khan, cuando un golpe insospechadamente brutal suelta la empuñadura haciendo que la hoja vuele metros tras su espalda. Por poco ese desliz le cuesta la vida, además de la vergüenza de contar con una cicatriz a medio cerrar en el hombro. 
Sin embargo, lo cierto es que de haber sido fácil también habría estado molesto. Según dicen las leyendas Erlik Khan Tngri es alfa y desciende directo de Aodht, el único dios al que sirven los nómades, y de su sangre han nacido los guerreros más formidables, cómo la implacable Tomoe, Nana la virtuosa y Toshinori el pacificador.  
La suya, en cambio, proviene de Etüken, la primogénita omega del dios, cuyas historias están perdidas desde hace 500 años y más. Quien fue y que honores tenía nadie lo recuerda, a excepción del origen de las 13 lanzas con que es representada. Su ascendencia divina es, para él, Katsuki Bakugo, un orgullo, pero su casa ha vivido opacada por la sombra de la ignorancia y las consecuencias contra la traición del imperio dagobense en la guerra del exterminio del año 500.
Hoy tras tantos siglos desde el incidente, su casa regresa tras lograr el Gran Kanato por primera vez en mucho tiempo, con una estrategia implacable para recuperar la antigua capital sagrada izando un estandarte que porta un dragón de agua dentro de una rueda de nudos esvásticos. Sobre su lomo las trece verdades de la naturaleza animal, son representadas por lanzas flameantes que están ensartadas en su espalda, cómo símbolo del luto por la guerra del exterminio. 
El peso de estas historias lo mantienen despierto mientras los demás duermen alrededor del fuego, o eso les ha dicho a sus hombres, pero eso no es lo único que lo inquieta para esas alturas.
De pronto, el deber se cuestiona en su corazón cuando guarda el emblema de los nómadas del sur y en su lugar extrae un pañuelo de lino. Es una prenda sencilla, práctica, que no debería estar en el bosque, impregnado con una esencia única. Es un aroma dulce, sin duda alguna pertenece a un omega, pero en sus 21 años de vida nunca conoció un aroma que no fuera frutal o floral. En cambio, este era penetrante de una forma diferente, es picante y refrescante, dulce sin ser empalagoso. Las feromonas cuentan una historia sobre deberes, la expectación y emoción por algo, miedo. Vigoriza su instinto alfa con oleadas de energía, a veces erótica, y en otros momentos es desafiante, como si la personalidad del dueño estuviera impresa en el aroma de alguna forma.
¿Pero qué posibilidad tiene de encontrar al dueño de esa esencia?
Con toda certeza lo hará si se lo propone, el pañuelo habría perdido el olor de haber pasado mucho tiempo desde que su portador lo perdió. Pero su madre lo necesita con ella al frente de la batalla liderando sus hombres para reclamar justicia por su pueblo masacrado en la guerra del exterminio. Así que deja pasar las horas mientras mata sus ansias y espera que termine su guardia.
La mañana todavía no cruzaba esos parajes cuando Katsuki despertó por el canto de un ave. Ella revolotea muy cerca de su cabeza, dando saltos en la tierra. Entonces, se levanta adormilado para ahuyentar el extraño animal, pero cuando lo hace cae en cuenta de que Sero está profundamente dormido, descuidando su guardia.
La ira se hincha y amenaza con explotar todo, o más bien, va a cortarle el cuello, pero el pájaro se interpone. De pronto vuela directo hacia él y se posa en la espada observando su reflejo en la hoja. El gesto lo toma por sorpresa, al punto que olvida la grave falta de Sero y en su lugar dirige la hoja de la cimitarra hacia él esperando que el ave huya, pero ésta apenas se mueve, en cambio, parece tan intrigada cómo él o más bien expectante. 
- si no fueras tan pequeño, te ensartaría... - dice el alfa sonriendo ante el claro desafío del animal, más la magia se pierde cuando el mirlo salta lejos de él. Katsuki gruñe y enseguida regresa sobre sus pasos para despertar de una patada a Sero, pero su pierna queda detenida en el aire cuando el ruido de un aleteo le advierte el regreso del pájaro. Katsuki se da vuelta para encarar a la pequeña mierda que está tentando su suerte, sin embargo, no es uno, sino tres pequeños hijos de puta, mirándolo con ojos espectrales.
- que mierda ¿me van a sacar los ojos? Quiero ver que lo intenten. -susurra con la mirada estrecha.
Pero las aves solo observan, hasta que Katsuki camina hacia ellas para ahuyentarlas. Cuando logra alcanzarlas, ellas caminan o saltan pocos metros, luego esperan.
Lentamente guarda la espada, contrariado prueba de nuevo, y obtiene el mismo resultado. El las sigue y ellas continúan una a una caminando por los pocos espacios en que la luz escaza del amanecer penetra las copas de los árboles. A veces incluso danzan en el aire, formando figuras elegantes en la oscuridad, hipnotizando sus sentidos y liberando su instinto.
Al poco tiempo Katsuki comprende que ya no puede regresar por sus propios pies y acaba ascendiendo por la ladera del monte, entre socavones, raíces y un claro tapizado por hierba áspera. Ahí puede notar el alba que comienza a nacer, pero las sombras logran ocultar a los mirlos al punto de dudar sobre su existencia, más los oye en todas partes, entonando canticos en la oscuridad, a un ritmo pausado y nostálgico que le recuerdan a las melodías entonadas en los altares alzados por los muertos de la antigua ciudad de Zenuara.
Lentamente ellos adormecen su humanidad, mientras el instinto merodea rincones de su mente que hace tiempo no ha cedido. Su alfa despierta, se inspira al tiempo que sus pies son empujados lejos del claro, hacia la oscuridad de los árboles.
Su cuerpo entonces reacciona, dominado por un golpe de energía súbito que lo inviste de coraje y decisión, cuando comprende que ha sido elegido por una de las naturalezas animales. Sin importar nada, aceptará la verdad que desean mostrar los espíritus Tangri encarnados a través de los Mirlos.
Ni siquiera tiene buscarlos cuando la primera señal verdadera llega, no en los árboles ni en las voces de las aves que lo rodean sino en el suelo, donde va apareciendo un camino de manzanas rotas. Una incluso estaba mordida. Inmediatamente su corazón late de emoción, su alfa se agita en respuesta y se adelanta a su razonamiento, despertando su sus reflejos de cazador. Pronto encuentra las huellas de pisadas pequeñas, los cascos de un caballo y el olor característico de un omega. El mismo que dejo caer su pañuelo.
Antes de darse cuenta ya está siguiendo las pocas huellas que haya por el piso y solo por la profundidad y vueltas que dieron para abandonar el lugar, sabe huían a mitad de la noche. Más cuando el viento se agita en su contra, libera una pesada carga de feromonas con la certeza de que su guardia captará el mensaje inmediatamente.
El primero en llegar es Kirishima, un alfa de cabello rojo y dientes afilados. Lo alcanza corriendo, empuñando la espada, pero se calma al ver a su amigo solo y sin ningún rasguño.
-¿Bakugou, qué está pasando?
-Lo encontré…- susurra cuando capta el espeso olor de su omega bajo el manzano, luego se da vuelta hacia Kirishima, su mente activa y la sonrisa casi viciosa - Alguien sabe que estamos aquí, tenemos que atraparlo antes de que delate nuestra posición. Así que tengo órdenes, dile a Kyoka que se adelante al río hacia las deltas, Tokoyami, quiero que Ojiro la siga y le entregue el mensaje mi madre y el reporte. Al imbécil de Sero, dile que si quiere seguir viviendo será mejor que me alcance con mi caballo.
- No, yo te alcanzaré con los caballos, soy tu hermano y escudo. -dicho esto Kirishima se va rápido de regreso al campamento impávido ante la ola de insultos que Katsuki dice tras su espalda, en el fondo sabe que no está enojado, además jamás dejará de cubrir su espalda así esto le signifique la muerte.
Katsuki emprende marcha otra vez, siguiendo el rastro del omega, pero el monte tiene tantos accidentes en su relieve que seguir los pasos que dio su presa es difícil sino imposible a caballo, así que el continua a pie mientras Kirishima sigue sus feromonas y aguarda órdenes mientras encuentra una ruta por la que los caballos si puedan pasar.
El rubio se da cuenta de que el omega intenta llegar el valle boscoso y sin perder más tiempo, ayuda a los demás a bajar hasta una sección donde las flores y musgo abundan. Ahí el olor del omega se camufla al punto que casi no puede distinguir las feromonas humanas del olor a menta fresca que crece como parte de la flora natural.
Entonces da nuevas órdenes a todos con lo cual se dispersan, pero cuando se da la vuelta ahí está Kirishima que sonríe leal, listo para seguirlo. Casi se muerde cuando suelta una amenaza para que lo deje solo, pero por su puesto Kirishima no solo no se va, sino que se concentra en cada cosa que hace Bakugo. Nunca lo vio tan ansioso por algo, ni siquiera cuando la batalla de dominancia se torció en su contra. Sin embargo, hasta el momento Eijiro no ha hecho preguntas ni se atreve a saber por qué están buscando un fantasma. Para él, el omega ya escapó.
-Hermano
-qué. – contesta Bakugo mientras olisquea otra vez el aire, avanzado unos metros al azar. Las feromonas omegas son más fuertes ahora, pero a ratos es cómo si se hubiera dividido en dos. - solo dilo maldición.
- no creo que debamos estar haciendo esto, Togata está a pocos días de aquí.
- ¿Crees que no lo sé?
Kirishima suspira un poco apesadumbrado- Bakugo no quiero contradecirte, pero todo esto es extraño, no debería haber nadie por estos lugares, la gente le teme al bosque y no hay caminos aquí. Además, es omega, los omegas dagobenses no viajan solos jamás.
- por eso tengo que encontrarlo... Mierda, no puedo explicar por qué, pero debo encontrarlo. Es la segunda vez que nuestros caminos se encuentran gracias a un mirlo
- espera ¿crees que es una señal de Tngri?
- no idiota, estoy seguro. – se queja, harto del golpe de sensatez de Kirishima, porque cuando pasa, le avienta pregunta molesta tras pregunta idiota. -Sólo lo voy a decir esta vez, no tengo ni puta idea del por qué, pero mi sangre me dice que lo encuentre. Por eso necesito que hagas lo que digo. 
- que estás pensando
Katsuki está a punto de golpearlo, pero se contiene porque lo va a necesitar. - Estoy pensando en que no sé a dónde fue, pero si sigo perdiendo el maldito tiempo contigo, perderé el rastro de olor y al omega. – gruñe amenazante, dando largas zancadas
Pero Kirishima nunca ha sido diligente- ¿Crees que oculta su olor? Los dagobenses no hacen eso
Katsuki entorna los ojos frustrados, pero igual le confirma sus suposiciones. - De hecho, es imposible porque aquí no tienen piel de Manul. El maldito dejó marcas de olor en distintas zonas para confundirnos, pero hace falta más tiempo del que le dimos... 
- ¿Entonces?
- Creo que obligó al puto caballo a irse sólo, pero no tengo idea de cómo mierda hizo eso, los caballos no se alejan de sus amos por demasiado tiempo. Es un omega listo, maldición.
Kirishima entonces sonrió para ocultar su curiosidad. Si no lo conociera tan bien cómo lo hace, pensaría que Katsuki tiene cierto interés sexual por el omega.
-  Sigue esa dirección hasta que dejes de sentir el olor o hasta que encuentres el caballo. 
- Hermano no puedo dejarte sólo, no sabemos con quién va. 
-¿Eres tonto? ¿Crees que voy a dejar que me maten? 
-No. Pero aun así no quiero pensar en lo que me hará Mitsuki una vez se entere de esto. - dice porque de alguna forma, esa mujer siempre sabe todo y no le hará gracia saber que Katsuki se distrajo por culpa de un omega, incluso si parte del punto de esta guerra son ellos.
Katsuki entorna los ojos, porque, aunque sigue siendo parte del clan, ya son una manada independiente - Imbécil, antes tendríamos que contarle. Si no encuentras el caballo pronto busca a Kyoka en el rio. Yo haré lo mismo- miente pues ha decidido que no volverá hasta regresar con su puto premio. 
- ¿Y por qué tú vas por allá y no por acá?, ahí el olor es aún menos fuerte. 
Katsuki entonces esbozo una sonrisa belicosa -porqué quiero que me guste más.
Luego monta su caballo y se va dispuesto a capturar a su presa.
Tiene que dar varias vueltas por el terreno, detenerse para mirar las huellas esporádicas que encuentra en la tierra para confirmar que está siguiendo la pista correcta, pero, aunque al principio había dos de ellos, una desaparece abruptamente. Lo siguiente que descubre son rastros de hierbas prensadas en lugares poco visibles, probablemente para para camuflar su olor. Hasta ahí casi no tiene que bajarse del caballo para seguir el rastro, pero cuando el rumor de las aguas del río sobrepasa el sonido de los cascos de su caballo sabe que ya no puede usarlo más o lo alertará.
Una vez que alcanza la rivera, se da cuenta de que hay casi dos metros de tierra tapizada en piedras, en consecuencia, las huellas desaparecen junto al olor. Transcurren horas antes de que pueda distinguir la dirección que siguió, sobre todo porque primero asumió que huiría contra la corriente, buscando acercarse al fuerte, sin embargo, de no ser tan impaciente, habría adivinado que lo más sensato era cruzar el río al sur donde aumentan los deltas y la fuerza es menor.
Para estas alturas, tiene que admitir que está cansado y hambriento, más se niega a aceptar la derrota. Por un momento piensa en regresar al bosque, pero entonces encuentra la primera señal que comprueba que el omega estaba cerca. Aun mejor, el omega comete más y más errores a lo largo del río, en un signo indiscutible de desesperación. Pero muy probablemente el juego no hace más que comenzar, puesto que el mismo día que aprendió a cazar, también comprendió que un animal acorralado es peligroso.
Sus pies avanzan de largas zancas siguiendo las pequeñas pistas.  No puede ver al omega incluso en la rivera, pero como está demasiado expuesto decide regresar hacia el follaje donde puede camuflarse mejor. Entonces, sus pies trotan sobre la tierra, corren y serpetean entre los obstáculos, hasta que puede ver la figura de una persona en el rio.
Cuando le da alcance, el chico está mirando a todos lados, pero no se percata de su presencia. Katsuki conoce esa postura y la mirada de ciervo, signo de que el miedo a un peligro desconocido lo está dominando. Su instinto sabe que alguien lo está cazando.  
Sin embargo, es joven, tiene el cabello verde oscuro, la piel nívea besada por el sol en un mar de manchas oscuras y pequeñas desperdigadas sobre sus mejillas, y aun detrás de la ropa puede notar sus caderas anchas e intuir lo fuertes que son sus piernas, o no habría llegado tan lejos de no ser así. Es un omega conectado a la tierra en toda regla. Uno que puede tener. Entonces salta frente a él cuando le ve hacer la cosa más estúpida del día. Intentar cruzar el río a esa distancia.
Katsuki sonríe victorioso cuando encuentra su mirada aterrada, tan brillante que casi se pierde en el verde de sus ojos. Incluso a esa distancia puede decir que su olor es dulce a pesar de las pequeñas notas agrias de ansiedad y miedo, de hecho, es incluso mejor y más envolvente ahora que puede sentirlo desde su fuente.
Por un instante, que se siente como un siglo, la mirada del omega se nubla con la bruma de algo remoto mientras sus labios se separan suavemente. Katsuki admira en detalle cada arco de emoción reflejada en su rostro, al tiempo que toma conciencia del flujo de aire frío que entra a sus propios pulmones junto al pulso que retumba en sus oídos, una emoción tibia revolotea en su vientre, parecido al que siente cuando el licor de airag caliente lo embriaga en invierno.
-Me diste trabajo…- dice sin quitarle los ojos de encima. El omega tiembla ante el tono de su voz pero retrocede, aún si apenas puede avanzar por el estrecho espacio. Katsuki toma su espada y la deja en el piso suavemente, sus movimientos medidos y cuidados mientras evitar perder el contacto con el omega asustado. Luego alza las manos desnudas para demostrar que no quiere herirlo.
-No seas idiota…- advierte al notar como el tronco se hunde con el peso de ellos. – el tronco no te ayudará a cruzar – le dice con franqueza, pero el omega ni siquiera se detiene a sopesar su advertencia y en su lugar pregunta:
-¿Quién eres? – su tono es demandante, pero su cuerpo lo traicióna. Katsuki no pierde detalles, en especial el ligero temblor en su cuerpo ni como sus labios están oscurecidos por el frío y el agotamiento. Entonces una sonrisa irónica se forma en rostro de Katsuki porque, a su presa ya no le queda muchas más fuerzas para defenderse y además, esa no era la pregunta correcta.
-Soy Katsuki Bakugo, hijo de Mitsuki, líder y alfa de los pueblos nómades del este. – le dice elevando la barbilla con orgullo al tiempo abre los brazos. Los ojos de Izuku se abren al tiempo que todo su cuerpo se tensa ante la revelación y Katsuki se prepara para que se paralice de miedo, presa de su instinto omega sin dominar, pero en cambio, el dagobense retrocede un paso.
-No tenemos nada de valor. - insiste negando con la cabeza, los ojos llorosos, pero todavía alertas.
La sonrisa de Katsuki cae un momento, aunque el otro no lo nota. Entonces niega con un gesto de la cabeza. Porque ¿Qué podrá querer del mocoso que se aferra su falda o de un dagobense traidor? Nada ¿Pero de un omega joven y sano? Bastante, sin embargo, antes de poder contestar el niño que trae en brazos se queja.
-¿Quién es? – dice percatándose del gesto demasiado protector. No le gusta eso, aunque no sabe por qué.
-Nadie. Déjanos en paz. - ordena Izuku fingiendo ser más valiente de lo que se siente.
-Ja, tú no tienes a donde ir Deku
E Izuku sabe que es cierto, pero no va a confirmárselo. En cambio, frunce los labios para contener las ganas de jadear por aire, luego afianza el cuerpo de su hermano contra él.
- Déjame ayudarte- le dice Katsuki mientras piensa en los pocos metros que los separan.
El omega niega, pero sus ojos están aguándose. Su pecho se aprieta a medida se siente cada vez más acorralado.
-Kota promete que no te soltaras de mí…- dice mirando el rostro asustado de su hermano y el alfa aprovecha esa distracción para subir al tronco- ¡Aléjate! – grita Izuku tomando con fuerza los hombros de Kota que esta rígido contra sus piernas.
Katsuki mira un instante el río tras ellos, la corriente siempre mentirosa no les permitirá llegar del otro lado. Él tiene experiencia con caídas desastrosas al agua. – No seas imbécil y piensa un poco, estas cansado, el rio te arrastrará antes de que llegues al otro lado o puede que logres llegar, pero no con el mocoso. Créeme. No vale el riesgo. - dice firme, pero sus promesas son palabras vacías para alguien cómo Izuku, al que ya no le queda casi nada por perder.
Katsuki nota el brillo extraño en la mirada del otro y por pura inercia se acerca, pensando que va a saltar, pero el omega saca una daga. El alfa ríe con sorna, sin preocuparse por el juguete en las manos del otro, su postura no es la correcta y esa forma de sostener el mango es una vergüenza- Te lo advertí idiota- susurra. entonces se abalanza hacia el omega para quitarle la daga, pero el chico no lo ataca con la daga sino que le lanza una piedra directo a la cabeza.
-Maldita sea, imbécil- gruñe el rubio con una mano en la frente, pero el omega ya está tomando al niño en sus brazos para luego correr hacia el río.
No quiere escuchar que le digan si puede hacerlo no. Esto es lo que tiene que hacer, esto es lo único que ha hecho siempre. Tampoco tiene otra salida o el salvaje los matará de todas formas. Entonces salta con todas sus fuerzas, su cuerpo se eleva en el aire, pero un aguijón con forma de flecha atraviesa su hombro con fuerza. El impacto es tal que su cuerpo es empujado de atrás.
Katsuki corre detrás de ellos y los atrapa antes de que caigan al agua. Luego los protege usando toda su fuerza para ponerlos a resguardo de vuelta a la orilla. Allí los deja caer, empuña el arma mirando hacia la sombra de los árboles, asumiendo que llegarán más enemigos, pero se calma cuando Kyoka aparece desde las sombras.
-¡Perra estúpida! Si muere te asesinare empalada.
-De nada Bakugo- dice la chica para luego silbar, llamando un caballo que trota hacia ella tras escucharla.
Izuku jadea de dolor y horror al ver el astil de una flecha sobresalir de su hombro. La sangre brota oscura en un flujo constante. Kota llora mientras mueve sus manos sin saber que hacer, pero cuando el alfa regresa a ellos, toma una piedra temblando. Izuku jadea entre lágrimas aterrado mientras intenta arrastrarse lejos del alfa, pero su cuerpo de pronto se siente entumecido.
El mayor, observa el pobre intento por escapar de él. Luego deja la espada en el suelo unos metros más allá para regresar a pasos lentos y pausados.
Izuku siente la ira por no poder levantarse mientras el dolor recorre todo su pecho y brazo. Kota se pone por delante de él, a pesar del terror y le gruñe al alfa cuando está cerca de Izuku, las lágrimas acumulándose en sus ojos. El alfa sonríe con sorna, el niño es una maldita molestia. Si quisiera, solo tendría que usar las manos para matarlo. El desafío a un alfa adulto no es solo estúpido sino una petición de muerte, pero por esta vez podría simplemente romperle un brazo para enseñarle su lugar.  
Izuku se da cuenta del peligro y se levanta, interponiéndose entre el alfa y su Kota, luego arranca la flecha y la empuña para defenderse- ¡ Kota! ¡Sal de aquí!
Katsuki se sorprende, algo semejante a la duda se anida en su mente tras ver la reacción desesperada por proteger un simple niño. En sus 20 años ha tenido suficiente tiempo para decidir cómo quiere ascender al liderazgo de su gente o con quien, por eso ahora necesita saber porque el espírito Tngri unió sus caminos. Y el niño no pinta nada en la imagen que tiene de su futuro.
El mocoso por su puesto, se desespera, y de todas formas pasa por un lado del omega para pelear contra katsuki. El alfa, centra sus ojos devuelta al mocoso enojado, lo intercepta con una mano sola mano, agarrándolo de las solapas mientras lo eleva en el aire antes de lanzarlo en dirección al bosque.
-¡No!- Izuku jadea e intenta escapar, pero una mano áspera lo sostiene firmemente.
La mirada en el hombre refleja ira y peligro ciego, pero su cuerpo se mueve de forma casi automática. Empuña la mano para golpearlo mientras tira para soltarse, Katsuki aprovecha de empujar el brazo hacia atrás de forma dolorsa, le quita la punta de flecha, y lo empuja devuelta al piso. Ahí lo retiene usando todo su peso mientras la sangre se expande poco a poco a través de la ropa.
Ante la vista, Katsuki maldice a kyoka por inmiscuirse en un susurro, luego busca algo para presionar la herida y en su breve distracción Izuku logra rasguñarle los brazos mientras intenta patearlo. Katsuki esta vez se enoja de verdad. Tira de los brazos del omega hacia abajo para forzar un abrazo, entonces lo retiene cerca de su cuello donde puede impregnarlo con sus feromonas dominantes, pero esto tampoco funciona. La reacción del pequeño idiota es incluso peor, ahora tiene un omega aterrado usando toda su fuerza para librarse de su abrazo, patea, se remueve, grita y llora contra su pecho, hasta que lo muerde.
-Maldita sea, ¡Quedate Quieto!- brama usando la voz apartándose del chico.
Las pupilas de izuku se abren y cierran abruptamente ante la orden, mientras respira las feromonas del alfa. De pronto, una presión abrumadora se abre paso dentro de su cabeza aturdiendo sus sentidos al tiempo que su mente se parte en dos. Y es como haber salido lejos de su cuerpo. Cada musculo se tensa ante la incapacidad de articular un solo movimiento, de pronto, puede sentir como los impulsos nerviosos suben y bajan por su cuerpo llenándolo de una frustración fría.
Es una respuesta tan severa, que incluso el alfa nota que no es normal, sospechando que quizás esa es la primera vez que alguien la usa en él, pero el tiempo apremia cuando debe atender una herida activa.
Rápidamente sigue buscando algo para hacer presión, encontrando el pañuelo de lino. Tendrá que servir por el momento.
Izuku llora en silencio con la cara roja debido a la presión del llanto y el inmenso mar de emociones que luchan por purgarse a pesar de la orden del alfa. De su boca solo pueden salir sonidos guturales y oírse sin poder ver qué pasa a su alrededor o a Kota, lo desespera de una forma espantosa. Le duele el pecho por la humillación, su cabeza parece que quiere explotar mientras la vista que tiene delante se vuelve borrosa con puntos negros.
El alfa vuelve a liberar otra carga de feromonas para atraer la atención de sus hombres, piensa que su manada debería estar cerca de ahí, así que los busca más allá del follaje que rodea la ribera del río sin poder encontrar a nadie, excepto el cuerpo del niño imbécil, que está de rodillas mostrando su cuello, los ojos rojos en los bordes, con la boca abierta enseñando los dientes de leche patéticos en un vano intento por luchar contra la voz Alfa.
Katsuki, maldice a los dos por lo bajo y lanza otra llamada silenciosa, pero ahora duda de que su manada esté tan cerca como Kyoka hizo parecer. Al final se las ingenia para llevarse a los dos con él.
Por el camino, no le sorprende que el primero en encontrarlo es Kirishima. Llega empuñando la espada, listo para pelear al sentir la presencia de los extraños, pero cuando ve a Katsuki con un omega colgando de su hombro y un niño en el otro brazo, la guarda.
-¿Quiénes son?
-El omega que seguimos, pero la estúpida de Kyoka le disparó. - tras eso, Kirishima busca a la mujer con la vista, pero ni siquiera puede sentir su olor.
-¡La mataste por ese omega!
-No me dio el placer
-¡Entonces está herida!
-¡No, imbécil! Se fue y me dejó con estos dos.
El chico pelirrojo sonríe aliviado y se adelanta para pedir ayuda ruidosamente. En respuesta, una alfa de cabello rosado y ojos amarillos llega corriendo. Katsuki le entrega al niño y la sigue hacia el lugar donde todos estaban esperándolo. Ahí recuesta al omega en el suelo, luego se deja caer a un lado, bastante cansado, pero aunque echarse a descansar, ya no les quedan tantas horas de luz.
A su alrededor todos comienzan a ayudar sin esperar órdenes. Sero rápidamente le ofrece un riñón con agua, Mina arrodilla a un lado del omega, se quita un pañuelo del cuello y lo usa para presionar encima del trapo que ya está empapado con sangre, mientras tanto Kyoka, totalmente ajena al alboroto de los demás corta fruta con una cuchilla y las arroja a un cueco de madera.
- Mina, sostenlo bien. -ordena Bakugo mientras busca entre sus cosas algo más que pueda usar para curar al omega.
- No hace falta, se desmayó. -le advierte ella. - ¿Qué paso?
- Kyoka le disparó una flecha, eso paso.
- amiga, el flechazo no es literal. -bromea, pero Bakugo aprieta la mandíbula sin sentir una pizca de gracia.
- Uh, sigue sangrando. - avisa ella al tiempo que kirishima le entrega un ungüento cauterizante
- Tks. Carajo – se queja Katsuki con los dientes apretados- Guárdalo, el calor será más rápido - ordena mientras toma una daga pequeña para colocarla contra sus palmas.
Metros más allá Kota despierta adolorido por todas partes, incluso las encías en su boca arden, pero mientras hace esfuerzos enormes para moverse y orientarse, se da cuenta de que tiene la cabeza sobre las piernas de un hombre con melena negra, ojos oscuros y profundos, con la nariz aguileña. Asustado, intenta alejarse de él usando las piernas que es lo más fuerte que tiene. El hombre sonríe con calma y lo mantiene en su lugar para luego descubrir las glándulas de olor de sus muñecas e impregnarlo con feromonas calmantes de leche. Los ojos se Kota se abren con sorpresa, algo semejante a la aprensión y vergüenza lo embarga: esta es la primera vez que un omega que no es Izuku usa esas feromonas con él, e incluso Izuku nunca lo hace frente a otras personas, sólo una vez paso y Izuku fue reprendido por ello.
Los demás siguen en lo suyo, Mina abandona a los muchachos y decide que será más útil ayudando a calmar al niño, acariciando las manos de Kota pero el niño desvía la mirada y comienza a llorar en silencio. Tokoyami niega con la cabeza, conoce bien a los niños con el temperamento de este cachorro, sólo confiará en su familia, y no se rendirá fácilmente a ellos, además, puede adivinar lo mucho que necesita saber quién es. Entonces, se acerca a su oído para decirlo- Me llamo Tokoyami y ella es Mina -luego toma una chaqueta para cubrir sus oídos- No te preocupes, el estará bien. -agrega mientras los distrae de lo que sucederá ahora que Bakugo terminó de calentar la cuchilla al rojo vivo con sus manos.
En cuanto la hoja toca la piel, el omega despierta gritando y removiéndose por el dolor atroz en su hombro. Tras él, Sero lo sostiene de los brazos con firmeza para impedir que se mueva de más.
-¡Basta!... ¡Detente!
-Aguanta - ordena Katsuki sacando el cuchillo de la herida mientras arruga la nariz por el olor a carne quemada y las feromonas ácidas del omega. - no dejaba de sangrar...-dice, aunque no entiende por qué acaba de excusarse. 
Izuku suelta un quejido agudo y gutural, lastimero como el chirrido de un animal que está a punto de morir. Las espaldas de todos se tensan al mismo tiempo que desvían la cabeza hacia Izuku, ansiosos y abrumados por un instinto protector que les obliga a rodear al omega para consolarlo.
Las pupilas de Katsuki se dilatan, la vista fija sobre el omega angustiado, “todo está bien ahora”, dice una voz en su mente, pero su alfa se eriza en alerta “¡arréglalo, ahora!” aúlla y rabea escalando ciertos niveles de su razón, entonces Katsuki cambia de posición con Sero. Los ojos de su omega lo siguen mirando con miedo. Su olor no es agradable, se da cuenta, él no es aceptado y ante esto, un escozor brota de todas sus glándulas de olor. En ese momento, el aroma a caña azúcar y campos verdes se fuga como una marea desde el cuello del alfa, embotando los sentidos de todos a su alrededor mientras el omega se duerme con un suspiro cansado.
Katsuki afloja su agarre en el omega, para rascarse la glándula de su cuello tras liberar un tipo de feromonas nuevo para él. – Que mierda- se queja mientras remueve los hombros y luego se mira la mano sin encontrar nada que justifique el ardor.
- Bakugo - llama Tokoyami, sus ojos lo observan con recelo tras inhalar la marea del alfa. – no puedes alejarte de él - advierte tras reconocer inmediatamente ese tipo de feromonas. Su esposo aprendió a liberarlas el día que fue herido gravemente por un gato mongol y luego las uso unos años después en su trabajo de parto- si vuelves a liberar otra carga igual nos harás dormir por días, tal como lo hizo Shoji conmigo.
-¿Qué mierda fue eso?, casi no puedo manejarlo- dice rascándose la nuca
-Son feromonas de… consuelo…- dice teniendo cuidado con cada palabra- No muchos alfas pueden hacerlas…solo duerme con él, su olor te ayudará. -insistió el omega mayor- Debemos tener cuidado de asustarlo, su instinto es demasiado fuerte y salvaje, podría afectarnos demasiado si hace otro llamado de auxilio así
- ¿Cómo mierda lo hizo? Siento como si hubiera tragado un litro de melaza o leche de amapola...
-Creo que es porque tú eres el único que no se ha acoplado…– dice, aunque no es del todo cierto, Kirishima no reaccionó de la misma forma, además, las pupilas dilatadas no es una respuesta normal a la angustia de un omega herido, sino la respuesta de un compañero angustiado. - si él estaba por la zona, significa que podríamos encontrar más personas, pero ya que lo has cazado durante todo el día, supongo que es mejor borrar nuestros rastros y descansar mientras montamos guardia.
La mirada de Katsuki ahora es suave mientras las feromonas de su propio olor se concentran en sus pulmones, podrían hacerlo, el personalmente necesita descansar, pero no aquí, entonces niega con la cabeza. - No podemos, trata al niño y cuando termines, partiremos, peor será que luego de todo este alboroto adviertan de nosotros antes de tiempo. Y, además, tengo un presentimiento- dice mirando brevemente al omega dormido. Entonces cubre su cuerpo con su capa para darle calor y de paso cubrirlo con su propia esencia.
Apenas una hora después Katsuki monta el caballo aun sintiendo la mente embotada, pero logra mantenerse despierto para guiar al caballo mientras todos retoman la marcha hacia el sureste. Kyoka lidera el camino y les muestra como cruzar el río, Katsuki se queda en medio sosteniendo al omega que sigue durmiendo entre sus brazos.
En el cielo, las nubes avanzan al igual que mengua la luz del día rápidamente, pero, aunque el bosque parece no tener final, Katsuki sabe que están muy cerca de las llanuras donde serán un blanco fácil de identificar y atrapar, así que se detienen a pocos metros de los lindes del bosque para buscar resguardo, agua y cazar un par de presas que Kirishima juro oler no muy lejos de allí.
El niño es el primero en despertar de los dos, pero se niega hablar o a mirar al líder alfa que ahora intenta sonsacar cualquier información, como saber porque estaban solos en medio del bosque y que los motivo a viajar tan livianos.
Cuando el niño se niega a responder otra vez, una risa sardónica se escapa de Katsuki mientras mueve la cabeza hacia atrás, necesita una i forma mucho más efectiva para presionarlo.
Sero regresa con 3 liebres muertas y sangrantes, los demás las reciben y rápidamente las preparan, ante la mirada incrédula del cachorro que se aferra contra Tokoyami.
Por su parte Kirishima se retira para hacer guardia por los alrededores, en caso de que hayan exploradores en el bosque, sin embargo, nada se acerca y mientras ellos siguen alejándose para buscar posibles enemigos o movimientos de depredadores, Katsuki resuelve por registrar la yegua de carga que Kirishima capturó más temprano.
Se apropia del agua fresca, una muda de ropa y la botella de licor que se bebe de dos sorbos. Luego quita el rollo de tela que esta adosado a las cinchas de la montura de la yegua. Resulta ser una manta hecha de retazos que parecen representar diversas escenas familiares, es algo vieja pero casi perfecta. Cada centímetro de tela huele como el omega.
Enseguida toma las prendas y las lanza sobre el chico ya que su ropa esta sucia por la sangre y húmeda por el agua del río, pero se mantiene dormido. El rubio se acerca lentamente, pero tan pronto sus manos callosas tiran de la cinta que cierra el escote de la camisa, una mano atrapa su muñeca. Los ojos del omega lo miran preocupado y con desconfianza, mientras se vuelve a cubrir para proteger la pequeña porción de piel expuesta.
El alfa sonríe ladino, ya se había dado cuenta que estaba despierto, pero decide dejar pasar el truco, levanta las manos y se aleja. Izuku mira a su alrededor en busca de Kota, lo encuentra dormido en los brazos de un hombre de cabello negro que lo observa desinteresadamente, al lado del hombre hay yelmo con forma de cuervo muy oscuro que le resulta espeluznante.
-cámbiate – ordena el alfa sin quitarle la vista de encima, llamando su atención- puedes seguir enseñando los dientes, no me importa, pero no te daré la espalda. No eres como los otros.
-¿Qué otros? – pregunta, contrariado.
Katsuki niega con la cabeza tras reír con cierto deje de burla. -Ya sabrás, vístete – insiste y esta vez el omega le hace caso, aunque no puede evitar sonrojarse ante la mirada profunda del alfa. A simple vista parece enojado, pero a la vez algo le dice que esa no es la emoción que el hombre está demostrando.
Katsuki se relame los labios con la vista, pero se contiene a decir las cosas que cruzan por su mente, convencido de que el omega es demasiado joven para si quiera tomarse con humor su interés. En cambio, respira las pequeñas trazas de feromonas que se liberan mientras el omega se calza la camisa seca y la capa que le han devuelto. Omega enemiga o no, Katsuki tiene que reconocer que hace tiempo que no ha visto a nadie con la piel besada por el sol. Las pecas están regadas en cada porción de su cuerpo incluso alrededor del pecho y ombligo,  y aunque le concede privacidad mirando hacia otro lado para que también se cambie de pantalones, todavía puede imaginar como esa marea veraniega salpica de forma delicada las piernas fuertes y sus caderas llenas.
Katsuki traga saliva ante la vista y separa un poco sus piernas cuando siente un calor familiar bajo el ombligo. Entonces toma el riñón con agua que encontró antes y comienza a beberla para distraerse. No puede asustarlo todavía.
En su lugar, se recuerda que los Dagobenses tienen a los omegas más frágiles de esta región, a pesar de que es uno de los territorios más prósperos. Y la manzana nunca cae tan lejos del árbol, se repite. Pero aún con todas sus aprensiones, algo le dice que este, en especial, con o sin espada, puede llegar a ser igual de peligroso que los de su raza.
Cuando el omega termina de vestirse, inmediatamente se envuelve en su capa lejos de la mirada peligrosa del Alfa. Nunca lo habían mirado así, de una forma tan íntima y ¿Hambrienta? Su rostro se calienta de vergüenza y culpa. Lo peor es que los demás que acompañan al alfa simplemente se quedaron ahí sin decir o hacer nada.
Cuando ve al hombre distraerse, trata de recuperarse para alcanzar a Kota. Su pobre hermano está amarrado de manos. Katsuki lo intercepta antes de que pueda alcanzarlo con un gruñido molesto, presionando deliberadamente sobre la herida todavía fresca en su hombro.
-Aquí el que pone las reglas soy yo- espeta ante la mirada vidriosa del chico- no tienes que mirarme así, seguro que sabes que está pasando ¿O no es así?
-No tengo nada de valor
Katsuki jadea con decepción, pero luego se burla. – Seguro que encontraremos algo, pero que tan amable sea de ahora en adelante contigo y el mocoso, dependerá absolutamente de ti y el cómo respondas mis preguntas
-No tengo nada de valor – insiste Izuku- solo soy un omega del campo- insistió
-Y sin embargo, estabas aquí en medio del bosque
Izuku se mordió los labios, ansioso por idear un plan que los mantuviera a ambos seguros- alguien advirtió la llegada de un ejercito
-¿Quien?
-Un emisario, llego al pueblo y dijo que ustedes venían por el oeste
-Oh, entonces hiciste el tonto cruzando un bosque que no conoces– espeta el alfa- Porque estabas aquí con un niño encima de todo
Izuku aprieta la mandíbula, molesto. Él también quería saber cómo es que los nómades habían llegado al bosque, pero el alfa tiene una mano sobre la empuñadura como una amenaza silenciosa. -Íbamos a la fortaleza de Yukai, quería pedir refugio …
-¿Solos? Con lo puritanos que son, uno pensaría que tu alfa te seguiría hasta allá
-No tengo alfa
-¿No? – pregunto sin ocultar su interés- quizás un padre entonces…los de tu clase no sueltan a un omega solo por los campos, eso te arruinaría para siempre- suelta entornando los ojos, los dagobenses son puritanos hipócritas y frígidos, no podrían llenar bien a un omega por su vida.
-Mi padre tuvo un retraso…-agrego entonces se da cuenta de que cometió un error.
La mirada del alfa se oscurece. -Seguí personalmente tus huellas, salvo por el caballo, no había con nadie más grande que ustedes dos. ¿Estas mintiendo?
-Yo…- los ojos de Izuku vuelven a humedecerse, no sabe que quiere escuchar, y no sabe si su padre estaba vivo.-Responde ahora o el niño…
-La gente se volvió loca en los caminos, alguien nos atacó de camino a la fortaleza, mi padre lo intercepto y yo cabalgue hasta acá, no estoy mintiendo… ni siquiera yo entiendo que está pasando…-dice abruptamente mientras comienza a respirar con dificultad cerrando los ojos, necesita ordenar la ideas en su cabeza- estábamos en el camino principal que pasa por fuera del pueblo cuando un hombre calló muerto en el camino- dice con la voz temblando- la gente se peleaba por los caballos, mi padre nos guio al bosque, pero otro hombre con un caballo gigante nos interceptó y nos separamos. Cabalgué hacia el bosque solo…Lo juro
Por un largo tiempo se hace un silencio abrumador. Solo puede escuchar el crepitar de la madera que se quema al fuego y cuando abre los ojos la mirada roja del Katsuki lo observa con una inquietante pasividad.
-¿Sabes lo que son los grupos de avanzada? - pregunta Katsuki con voz monótona, aunque no espera que responda, en realidad ya sabe que no conoce la respuesta- son hombres preparados para morir una vez que abandonan el campamento de una campaña de guerra…Su misión es advertir al enemigo de un ataque por un flanco por el cual el campamento no ha tomado interés ni posición.
La mirada de Izuku se oscureció, al recordar nuevamente los incidentes del camino principal y el hombre siguió hablando- a menudo se visten como el enemigo para pasar desapercibidos, pero con suficientes signos para que un soldado experimentado pueda reconocerlo… ¿eso te trae recuerdos no Deku? ¿Qué estás pensando? – pregunta, pero el chico no le responde- Apuesto a que pensaste que los soldados, siendo tan nobles como juran ser en tiempos de paz, están listos para nosotros ¿no? - agrega con una risa corta y sin gracia- Y tienes razón, en parte. Las barracas de tu vanguardia se alistan para partir hacia la frontera, pero ¿tienes idea de que encontrarán ahí? - insiste mientras limpi las lágrimas que ahora corren sueltas por el rostro del omega- Esta será una guerra que tu gente nunca olvidará, al igual que nosotros nunca olvidamos el genocidio de nuestros cachorros en la guerra del exterminio.
-Por favor …
-No, eso no- espeto Katsuki soltando bruscamente el rostro pecoso mientras dirige su vista al cachorro.
Kota se levanta en algún momento de su diatriba y aunque Tokoyaki lo mantiene fijo en su lugar, no hay nada que pueda hacer para ocultar la mirada llena de odio y los pequeños colmillos que sobresalen de sus labios- tenemos otros deseos para ustedes, apuesto que tu hermano tiene suficiente edad para usar esas manos de princesa – agrego Katsuki con burla, su mano acaricia la empuñadura e izuku se da cuenta de lo que pasara si no piensa en algo ahora.
-No es mi hermano. – dice Izuku con un hilo de voz mientras intenta avanzar hacia Katsuki buscando distraerlo.
-¿Qué has dicho? – gruño Katsuki devolviéndole la mirada- ¿cachorro? – agrega con incredulidad
-Es mío…- aseguró- devuélvemelo – insistió con la mirada esta vez firme - el niño es mío y soy responsable de él…
-Mientes. - negó el alfa como si escupiera las palabras- tu gente no permitiría una cosa de esas
-Es mío insiste – esta vez corriendo para atrapar al cachorro entre sus brazos.
-Tokoyami suelta al niño- ordena Katsuki mientras tira del brazo a Izuku y lo empuja de vuelta al piso.
El hombre lo observa inseguro, huele el aire para leer las feromonas de Katsuki, pero como siempre, nada se filtra sin que Katsuki lo desee, en consecuencia, no puede adivinar que está planeando.
- El niño no ira a ningún lado sin izuku, Katsuki. – dice mientras sus brazos se deslizan por el torso de Kota, quien se levanta sin despegar la vista hacia izuku.
- ¿Izuku? ¿Así te llamas? - pregunta el alfa hacia el omega, pero el niño corre hacia ellos antes de que pueda contestar. Tokoyami por puro instinto lo atrapa de nuevo y lo hace retroceder, pero el niño gimotea y llora rogando - ¡Suéltame!
Katsuki maldice al mocoso al tiempo que mantiene al omega quieto con ambas manos. Tokoyami aprovecha de calmar a Kota, entiende lo difícil que debe ser para el todo esto- sólo tiene 5 años, no seas duro con el. - agrega como si eso fuera a despertar más simpatía en el alfa mayor.
- Sabes que a su edad empuñaba la espada. – repuso Katsuki
-Y también pedías historias a tu padre. - agregó Kyoka, provocando risas en los demás. 
- ¡Cierra la boca!- espeta Katsuki
- Quiero verlo- insistió Kouta. 
- ¡No! ¿sabes una cosa pequeña mierda? Realmente no necesitamos un boca inútil y llorona por aquí. – espeta mirando entre ambos prisioneros. -No nos hacen falta cachorros, pero él estaba dispuesto a ahogarse en el río con tal de protegerte...
Kota tensa la mandíbula mientras llora de impotencia y el alfa sonríe malicioso.
-  no haces eso por un extraño, pero tampoco huele a que tenga una marca... ¿entiendes lo que digo? - dice caminando hacia el niño que lo mira confundido. pero el hedor amenazante del alfa comienza a picar en nariz, mientras un sentimiento de estar acorralado lo inunda- ¿No es tu madre verdad? – susurra con voz ronca y cargada de molestia. Sabe que el niño no se atreverá a mentirle ahora, pero Kota no alcanza a responder cuando la voz de su hermano resuena alto y claro - Pero es mi hijo
- Es mío, mi hijo. -repite Izuku tras su espalda. - déjalo en paz. -amenaza, rompiendo con el miedo que logro infundirle al mocoso.
Katsuki se voltea furioso, olisquea el aire buscando rastro de mentiras o si quiera el rastro del olor de un alfa que los hubiera acompañado de camino aquí, pero no haya ninguna. - mientes – repite aún si no puede probarlo todavía. -eres demasiado joven 
- Tengo 18, es mi hijo. 
- ¿Sin una marca de alfa? Estás mintiendo. Tú gente permite cosas así. Nunca. – entonces su mano vuelve a su cadera, sobre la espada
- En la ciudad, pero en el campo, las cosas son- Izuku no puede terminar la frase cuando Katsuki le quita el niño a Tokoyami para ponerle la espada en el cuello.- si no quieres decir la verdad por las buenas, conozco una forma mejor
-¡Bakugo! -llaman todos los alarmados. 
Un aroma a leche y miel impregna el ambiente. Incrédulo, Katsuki deja a ir al niño, porque ese olor y esas feromonas, es una esencia que solo una madre puede liberar.
Izuku se pone de pie a pesar de la herida, el hambre y el cansancio. Se aferra a Kota por la cabeza cuando este se estrella contra su cuerpo y lo abraza con un sollozo.
- Por favor es mío... – ruega sin dejar de mirar al alfa. Bakugo retrocede atónito porque esto no es algo que debía pasar. El omega se deja caer al piso de rodillas, casi sin fuerzas y al borde de la inconciencia, pero todavía encuentra energías para cubrir con su cuerpo al niño, concentrando las feromonas que ha liberado sin que nadie a su alrededor de crédito sobre eso. Mas ninguno de los presentes puede negar ahora que este omega es de hecho una madre sin marca.
Katsuki se aleja del campamento sintiéndose traicionado y furioso, porque una cosa es aceptar a un omega de Dagoba como compañero, pero otra muy distinta es reclamar a un omega y su bastardo.
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westerlyroleplay · 2 years
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At long last — our first acceptance! We’re so excited to welcome all of our new members to Westerly, and hope everyone has a great time immersing themselves in the relaxed, easy-going atmosphere we have strived to create. We want to thank everyone who has applied and shown interest in the group, and we’re thrilled to get things started in our little coastal oasis! Under the cut are the accepted members for the applied for skeletons.
For those of you who have been accepted, you have 48 HOURS to get your account to the main page. Once you have it made, send in a message letting us know, and we’ll get you connected to the discord chat. Take a peek at the NEW PLAYER’S CHECKLIST.  We are now officially open for interacting and posting on the dash, check out our EVENT POST for information regarding our opening event.
TIS THE DAMN SEASON — Theodore “Theo” Jackson, Garrett Hedlund, penned by Lindsey
SEVEN — James Breckenridge, Minka Kelly, penned by Melanie
COWBOY LIKE ME — Nicolas “Nico” Rubio, Peter Gadiot, penned by Jam
NO BODY, NO CRIME — Anika Shaw, Zazie Beetz, penned by Mason
EPIPHANY — Ryder Dillon, Jesse Williams, penned by Bethany
RIGHT WHERE YOU LEFT ME — Wyatt Carter, Casey Deidrick, penned by Steph
BETTY — Eleanora Kingston, Florence Pugh, penned by Ace
IVY — Samuel “Sam” Breckenridge, Timothy Olyphant, penned by Mak
CONEY ISLAND — Halcombe Seo, Choo Jahyun, penned by Alicia
DOROTHEA — Kimmi Valle, Ana De Armas, penned by Hanna
THIS IS ME TRYING — Weston Albott, Chris Evans, penned by Kenz
INVISIBLE STRING — William Becker, Oliver Jackson-Cohen, penned by Lizzie
HOAX  — Lamar Davis II, Michael B Jordan, penned by Meg
TOLERATE IT — Maya Santiago, Victoria Justice, penned by Lynn
MARJORIE — Elenor “Nori” Hoffman, Zoey Deutch, penned by Kore
MIRRORBALL — Zoe Valiente, Adria Arjona, penned by Ella
THE LAKES — Loch Osorio, Sofia Carson, penned by Rachael
LONG STORY SHORT — Ashley “Ash” O’Neill, Will Poulter, penned by Laine
GOLD RUSH — Lennon Harlow, Margot Robbie, penned by Kara
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sporadiceagleheart · 5 months
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Rest in peace Those Who died deserves this honor of their names that's why this is Thursday edit April 18th to remember the legacy of the Angels that died Jesus healed them and they went on to heaven home in the sky
Rebecca Jeanne Riley, Sally Ann Chesebro, Jane Eilish Preston January 3, 2017 - October 3, 2020, Calla Adelaide Andrus, Gabrielle Renae “Gabby” Barrett, Lauren Victoria “Tori” Windsor Whetzel, Gabrielly “Gabi” Magalhães de Souza, Arthur Labinjo-Hughes, Terence Pinder the 18 year old that was shot and killed in 1800 block of Hicks Street, Star Hobson, Saffie-Rose Brenda Roussos, Lily Peters, Olivia Pratt Korbel, Elizabeth Shelley, Sara Sharif, Charlotte Figi, Jersey Dianne Bridgeman, Charlotte Bacon, Charlotte Louise Dunn, Emily Grace Jones, Ava Jordan Wood, Olivia Engel, Josephine Gay, Emilie Parker, Jackie Cazares, Makenna Lee Elrod, Eliahna Torres, Nevaeh Bravo, Layla Salazar, Jayce Carmelo Luevanos, Jailah Nicole Silguero, Bianca Devins, Catherine Violet Hubbard, Taylor Jean Moore, Destiny Norton, Destiny Riekeberg, JonBenèt Ramsey, Kelly Ann Fleming, Judith and Maria Barsi, Heather Michele O'Rourke, Lucille Ricksen, Indie Rose Armstrong, Rachel Joy Scott, Skylar Annette "Sky " Neese, Tristyn Bailey, Olivia Dahl, Lily Rose Diaz, Riley Faith Steep, Rylie Nicholls, Ava Martin White, James Bulger, Amerie Jo Garza, Maite Rodriguez, Alexandria Rubio, Joan of Arc, Jimmy the Crow, Dickey Betts, Kinsleigh Welty, Gracie Perry Watson, Inez Clarke Briggs, Annie Kerr Aiken, Grace Budd, Sloan Mattingly, Audrii Cunningham, Happy Birthday Isabella Nardoni, Bella Claire Callaway, Calla Adelaide Woods, Rose Pizem, Riley Ann Sawyers, Riley Ann Fox, Anne and Margot Frank, Shan'ann, Bella&CeCe, Lallie Charles, Isobel Elsom, Jordan Rosales, Jeremiah, Ava Cole Nichols, Pauline Adelaar and Peter Fuchs, Anna D. Crnkovic, Irmgard Christine Winter, Olga Chardymova, Eliza Adalynn Moore, Lois Janes, Louis XVII, Sarah Payne, Alicia Lynn Clark, Mercedes Losoya, Norah Lee Howard, Sandra Cantu, Jessica Lunsford, Sierra Lynn Newbold, Samantha Bree Runnion, Samantha Davis, Dr. Jeremy and Avielle Richman, Beatriz Mota, Danielle Van Dam, Baby LeRoy, Shirley Temple and more kids
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colaherrerar · 8 months
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A mi novio le gustan las negritas
A mi novio villancico le gustan las negritas 🤣
Jajajajajajajajajajajajajajakakakaka las negritas 🤣
Que estaba hablando
🤣🤌🏽
JUAAAAAAAAAAJAAAAAAAAAA
Bueno descubrí con la herrerona que al villancico le gustan las negritas y yo me di cuenta que soy una negrita del me dió el efecto bajo los memes y de lo que me dijieron en la X que no me buscan por linda me buscan por facil tal como lo puso la herrerona en TH
🤣🤣
Nunca me ofendí del que me dijieran negra y menos de los patrióticos si no me afecta pero NADA lo que digan de mi los patrióticos si siempre los destruyo yo ya los destruí a todos pero a TODOS los patrióticos
por eso también ya lo dijo la herrerona en TH diciendo que me chupó un huevo cuando los patrióticos me dijieron negra pero del me valió verga
Me dijieron negra por el color de piel
Tenía piel dorada hay cuando me lo dijieron
Después se me puso la piel negra y hay ya eso era la maldición que me echaron
Me convirtieron en negra y se les dió vuelta pero a favor mío
Mirenmen el levante que tengo siendo negrita
JUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
y ahora es VICTORIA HERRERA PONE A LA MODA EL COLOR NEGRO CHOCOLATE
VERSIÓN RENOVADA ME RENOVÉ EN COLOR PIEL CHOCOLATE
Victoria Herrera para la nueva versión actualizada 2024 en 3 2 1
Y salgo yo color chocolate
Que les parece
👧🏽
Versión única inigualable
Lluvia moda de tostado de me tostaron en lluvia barril la piel como lluvia blanca a Bella H
Los tiempos cambian
Antes era ay el Bauti Herrera nos puso esa de belleza computada
Y el villancico ya aplicó mi lanzamiento moda de color de piel con su sección para mi en Nueva York
Por eso todos están con fotitos con negros y negras
Igual que lo de rubio
Todos se están teñiendo de rubios porque saben que ahora me gustan los rubios porque tengo un novio villancico rubio y villancicos bien rubios paños atrás mío
Las negritas tenemos mas levante
Las negritas somos mas cancheras
No me considero negrita insignificante pero si una negrita
Y MUY CANCHERA
Del hay escalas de negritas
Y yo estoy en la última escala del no soy una negrita insignificante pero soy negrita
Al Bauti Herrera y al villancico le gustan las negritas me parece
Nononono al Bauti Herrera le gusta la belleza fake del Celepito Coreo belleza filtro domador
Y al villancico si le gustan las negritas del por eso digo
A
a esa no le va a dar bola porque es linda y a él le gustan las negritas
Del no sirve de nada ser linda
Una negrita levanta más por ser cancherita
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juarezesdeporte · 2 months
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CAEN INDIOS ANTE ALGODONEROS EN POLÉMICO JUEGO
Ciudad Delicias, Chih., domingo 21 de jlio de 2024.-El sensacional debut del pitcher juarense Efraín Contreras en la pelota estatal con la tribu termin�� abruptamente en el cierre del sexto capítulo en el que fue expulsado del juego por el ampayer en jefe Omar Bernal y, a la postre, los Indios de Ciudad Juárez cayeron anoche cinco carreras a dos ante los Algodoneros de Delicias, en el Gran Estadio Delicias.
Adelante Ciudad Juárez dos carreras por cero en el score, a esas alturas del duelo, Contreras Covarrubias lanzaba una joya de pitcheo y mantenía a raya a los Algodoneros con cinco entradas y un tercio de juego perfectas y cinco y dos tercios sin hit ni carrera, con 11 ponches.
Cuando enfrentaba a Erik Sagarnaga, Contreras lanzó una bola a la esquina de adentro, a la altura de las rodillas del bateador que Bernal no consideró strike.
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Molesto con la determinación y con algunas anteriores, Efraín mostró airadamente su inconformidad y el ampayer lo echó del terreno, determinación que cambió drásticamente el rumbo de lo que era un juegazo de pelota.
Al relevo vino Axel Sauceda y entonces, el cuerpo técnico deliciense a cargo del manager Roberto Pablo Cadena reclamó de manera absurda en ese rollo y, en el séptimo, que el lanzador oriundo de Culiacán aparecía en el roster con el número cinco y en su camisola tenía el 05.
Incapaz de tomar una decisión, el ampayer Francisco Farías hubo de consultar al delegado en un papelón de parte de los encargados de impartir justicia en el juego.
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Al final, Sauceda permaneció sobre el montículo y luego que otorgó pasaporte a Sagarnaga, Aarón Sillas conectó doble al izquierdo, -el primer imparable de los delicienses en el juego-, envió al pentágono a Carlos Rubio y a Omar Jaramillo y empató la pizarra a dos rayitas.
La escuadra aborigen reclamó igualmente una jugada suscitada en la parte alta del sexto capítulo en la que Luis Arturo Olivas aparto con su mano derecha del camino a tercera base al short stop Joel Flores y pese a los recamos del manager Iván Gallegos, la interferencia no fue concedida por los ampayers.
En el cierre del fatídico séptimo inning, los anfitriones, -quienes en la cuarta entrada reclamaron una interferencia de Olivas en home-  timbraron tres carreras más en los spikes de Armando Domínguez, Ramón Espinoza y Joel Flores y consiguieron su décima victoria al hilo.
Agresivos y con la idea de sumar tres victorias consecutivas por tercera vez en la campaña, los indígenas lanzaron la voz de ataque en su primer turno al bat contra la serpentina del pitcher derecho Luis Alberto Gutiérrez, quien llegó al duelo con récord invicto de 7-0.
Ya con dos outs, Yahir Gurrola caminó a la inicial con boleto gratis, Eudor García conectó imparable, el sonorense Ahmed Galaz abanicó la brisa, la pelota se le escapó al catcher Alonso Mendoza y la casa se llenó de arcos y flechas.
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Kevin Zamudio dio rola a la segunda base, Sagarnaga dio al menor Flores quien perdió la canica y, en la jugada, Gurrola anotó la carrera de la quiniela para la tribu.
En el segundo rollo, los Indios amenazaron nuevamente con anotar pero no lograron mover la pizarra.
Kevin García. camarero de la tribu, conectó un ‘Texas League’ al center, el catcher Rodolfo Soto fue enviado a la goma y fue puesto fuera con un muy buen tiro de Omar Jaramillo y asistencia del receptor Mendoza para el segundo out.
Gurrola rodó a la antesala, Carlos Rubio cometió error y los aborígenes llenaron las bases, pero Eudor García se ponchó sin tirarle a la pelota y el abridor derecho Alberto ‘Burris’ Gutiérrez salió del gran hoyo en el que se metió.
Al tiempo que Contreras Covarrubias dominaba a placer a los ‘Vencedores del Desierto’, en la parte alta del cuarto capítulo, Gurrola Rivera mandó a la goma al menor Oziel Méndez con sencillo al prado central.
De este modo, la tribu incrementó su ventaja sobre los delicienses, dos anotaciones por cero.
En el cierre del sexto y séptimo capítulos, los Algodoneros timbraron cinco carreras, ganaron el duelo y la serie a los Indios de Ciudad Juárez.
Sauceda cargó con el revés por la tribu, Juan Gabriel Alvarado logró la victoria y Édgar Manzo se apuntó el rescate por la novena algodonera.
TIRILLA
EQUIPO 123 456 789
Indios 100 100 000
Algodoneros 000 002 30X
LA PIZARRA
Equipo C          H          E
Indios   2          9          0
Algodoneros     5          4          4
PG: Juan Alvarado. 1.1 IP. 0C. 0H. 1P. 4BB
PP: Axel Sauceda. 4.2 IP. 2HRS. 5CL. 4H. 2P. 1BB
SV: Édgar Manzo. 1.1 IP. 0C. 1H. 1P.
Mejores bats
Indios
Yahir Gurrola. 4-2. 1CP. 1CA. 1P. 1BB
Eudor García. 4-2. 2P. 1BB.
Luis Olivas. 4-2.
Algodoneros
Aarón Sillas. 4-1. 2CP. 2P
Joel Flores. 3-1. 1CP. 1CA. 2P
(Sergio Arturo Duarte)
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uniquetyphoonmiracle · 2 months
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MAMONCIN en ESPAÑA todo es una ANOMALIDAD O ANORMALIDAD..al menos desde que entronaron al BOURBON FRANCES en ESPAÑA teniendo FRANCIA REPUBLICA como ALEMANIA mientras los HANNOVER alias WINDSOR reinan en INGLATERRA
En cuanto al PUTO FUTBOL o IDOLOS DE ORO me parece la MAYOR ANORMALIDAD de ESTA CIVILIZACION DE ANORMALES..podían estar LLORANDO si OLMO [no le pidas PERAS O TETAS] NO HUBIERA SACADO UN BALON EN LA LINEA [de lo que creo se van a PASAR en la CONCEPCION jaja] en el Último minuto..me parece un PUTO FUTBOLIN jugando con monedas de millones DE € o de CARADURAS Y SIN VERGUENZAS..EMPEZANDO POR EL ANTICRISTO Y SU PUTA FAMILIA DE PARASITOS..CON TODOS MIS RESPETOS
Por cierto..aún me pregunto quien coño es el puto RAOUL [solo me viene a la cabeza el marido de MAMEN=CHUPEN..el DEFRADAUDOR que en sus 16 años en REAL MADRID no ganó COPA DEL REY como si hicieron al año siguiente cuando la aplastó el BUS al caersele a Sergio RAMOS y actuando VIRGINIA MAESTRO en la FAN ZONE de REAL MADRID en Valencia tras tocar en sala EL SOL] and THE KINGS OF SPAIN de TEARS FOR FEARS grupo de ORZABAL no OYARZABAL autor del gol de VICTORIA y a los que vi hace justo 5 años en el PUERTO DE VALENCIA con KEANE (adelantando CAUSA Y EFECTO=CD DE MEXICANA PAULINA RUBIO) y LOS PLANETAS (con su ROLLO MESIANICO=TITULO DE EP)
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