#no contesto nada hoy
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OCs F1 Fanfic
Sinopsis: Enemies to lovers, forced proximity entre una nueva actriz de Hollywood y el piloto de Ferrari al que no le gusta su película. Su pelea se vuelve viral y les obligan a fingir llevarse bien mientras trabajan juntos en un proyecto.
Palabras: 3.5k
Smooth Operator
Capítulo 1— @
En el vídeo salgo yo. Me habrán etiquetado al menos doscientas veces y lo han subido hace menos de tres horas. Es mi escena. Subida sobre un escenario de un cabaret como en los años 20, vestido verde de coctel, guantes blancos, los ojos pintados de negro y los labios de rojo. Unas dulces notas de saxofón y un ritmo de maracas se van extendiendo poco a poco. Levanto la vista a través de mis pestañas, el zoom se centra en mi mirada, mil veces ensayada y una docena de veces repetida, que tanto me costó conseguir. Sujeto el micrófono con suavidad y acerco los labios, como si le susurrara a un amante. Y ahí empiezo a cantar. Me pierdo en la música. Una triste historia sobre un amor que se marchó.
Es mi escena favorita y parece que también la del público. Brillo y la gente parece comprenderlo. La película ya lleva una semana en cartelera y está siendo un éxito, esta escena es viral en internet, es la que me ha lanzado de golpe a probar el estrellato, a que a la gente al fin le suene mi nombre, a firmar otro contrato para una super producción. Pero eso no es lo interesante del vídeo. No, hay doscientos como este. Pero no me etiquetan. La gente quería que yo viera este en concreto.
El misterio no se hace de rogar. La escena se vuelve pequeña hasta quedar relevada a una esquina de la pantalla. En primer plano aparece una entrevistadora muy mona sujetando un micrófono frente a la boca de Álex Da Silva, a la vez que le enseña el vídeo en su teléfono. Lleva la camiseta roja de Ferrari, el pelo revuelto y una toalla colgada de un hombro. Lo mira atentamente, aún sin decir una palabra.
—En el entrenamiento de hoy estabas cantando esta canción —comenta la chica y a mí se me acelera el corazón—. Últimamente solo se habla de Laura Nazario, no hay muchas españolas por Hollywood. Así que supongo que tú, como compatriota, habrás visto la película.
—Sí, claro que la he visto —contesta él, aún sin separar los ojos de la pantalla, como si quisiera terminar de ver la escena.
—¿Y qué te pareció?
El latir en mis o��dos no deja de coger fuerza, casi no escucho el vídeo.
—No me ha gustado, siendo sinceros. La música está bien. Pero la actuación… —Creo que se me ha parado el corazón de golpe, puede que también me haya quedado sorda. Un creciente pitido se instala en mi cabeza.
Apago el móvil y lo lanzo lejos de mí.
La pantalla se rompe. Veo cómo los cortes se iluminan con la llamada entrante de mi representante, seguro que ella también ha visto el vídeo.
Pero no contesto. No. Estoy ocupada, me doy cuenta, porque cuando recupero el oído soy consciente de que he empezado a gritar.
—¡¿Que no le ha gustado?! ¡¿Pero qué cojones tiene que opinar él en esto?! ¡Ahora resulta que es crítico de cine! Que se dedique a lo suyo que no le está yendo nada bien, hace dos años que no hace un puto podio. No está como para decirle a los demás si hacen bien o mal las cosas. Joder, menos mal que somos compatriotas. Será gilipollas.
Tengo que calmarme, tengo que calmarme. No puedo. Tengo que respirar. Uno, dos, uno dos. No funciona.
Mi canción vuelve a sonar. Es mi maldito tono de llamada. Es la quinta vez que aparece el nombre de mi agente. Creo que las paredes se están cerrando, mi habitación nunca había parecido tan pequeña. Boqueo intentando llenar los pulmones de aire. Abro una ventana y corro para descolgar el teléfono a la sexta vez.
Isa no me deja ni hablar.
—No pasa nada, en serio. Seguro que a nadie le va a importar. Mañana nadie se acordará de esto. —Su voz tranquila y reafirmante tiene un efecto en mí. Es tan buena hablando que consigue convencerme.
El problema es que mañana la gente se sigue acordando.
No puedo abrir Instagram o Tiktok o Youtube sin que me salga ese puñetero clip de la entrevista. Lo paso lo más deprisa que puedo.
Isa me dice que espere. Y yo lo hago. Pero nadie se olvida.
Mis amigas no han dejado de llamarme, no he contestado ni una vez, me he limitado a mandar un mensaje a nuestro grupo: no quiero escuchar ni una palabra al respecto.
Para pasado mañana está declarado, se ha hecho viral. Me he leído todos los putos comentarios habidos y por haber. Ya nadie está hablando de la película o de la escena. ¡No! Están hablando de la entrevista, de lo conciso que ha sido en su opinión, de si nos conoceremos ya de antes, de lo que pasará si nos encontramos. Si lo viera, lo estrangularía, lo tengo claro.
Nuestro hastag es trending topic y yo estoy que echo humo. No puedo abrir mi teléfono sin ver su estúpida cara. Por. Todas. Partes.
No ha vuelto a hacer ningún comentario al respecto y todos esperan que yo haga una declaración, cosa que me niego a hacer. No sé qué intenciones tenía al decir eso, pero desde luego, no voy a darle la satisfacción de hacerle saber que he visto la entrevista, mucho menos que me ha molestado.
Para la semana siguiente he borrado todas las aplicaciones de mi móvil, no me hace bien seguir torturándome de esta manera. Tengo que pasar página y esperar a que esta popularidad muera, como lo hace todo en internet. Además, hoy tengo que trabajar.
Me visto, me maquillo y salgo de casa, todo por primera vez desde el “incidente” que es como llamaré a partir de ahora a la funesta entrevista del idiota, a quien también me dirigiré de esa forma de ahora en adelante.
Isa pasa a recogerme. Le dedico un escueto hola antes de cerrar la puerta del copiloto.
No se atreve a dirigirme la mirada, así que yo la estudio de reojo cavilando si aunará el valor para decirme algo o nos sumiremos en un silencio total durante este trayecto. Lleva el pelo rubio anaranjado en una trenza apretada y acicalada con sumo cuidado, el maquillaje impoluto y la blusa recién planchada. Solo tiene unos pocos años más que yo. Ha luchado con dientes y garras por su posición y su lista de contactos. Es un amor pero está hecha de acero, por eso la elegí. Por eso y porque también habla español, así que cuando me enfado es la única que me entiende.
Al no ver indicios de conversación, saco mi teléfono para distraerme. Entonces recuerdo que he inutilizado tanto el aparato que lo he convertido en una especie de Nokia, así que no hay mucho que pueda hacer.
—¿Qué le ha pasado? —pregunta Isa haciendo un gesto con la barbilla, sin soltar el volante, hacia mí pantalla reventada.
Me encojo de hombros y vuelvo a guardarme el aparato en el bolsillo.
—Ninguno de los dos hemos tenido una buena semana.
—Ya te he dicho que no es para tanto…
—Isa —la corto—, he dicho que no quiero oír nada al respecto. Esperaremos el olvido, ¿sí?
—Eres una cabezota.
Lo soy.
…
La reunión va bien. Director, productores y equipo de dirección. El contrato ya está firmado así que es una reunión sin más. Me limito a contestar las preguntas que van hacia mi persona y me permito desconectar el resto del tiempo, dejo que Isa se encargue de lo demás, que para eso cobra.
Se habla sobre el proyecto, ya está casi todo organizado. La película cuenta unas historias entrelazadas, entre ellas la vida de Bertha Benz y la mía, una actual piloto que intenta abrirse paso en el complicado mundo de la Formula 1, un guión maravilloso, yo misma lo leí. Se ultiman unos detalles, se rodará este verano, el casting está casi cerrado, hay que buscar localizaciones y la escudería que va a colaborar en el proyecto es Ferrari…
Despierto de golpe, me atraganto con mi café de 11 dólares, por ese precio me esfuerzo en volver a tragarlo. Por desgracia y pese a que no he derramado ni una gota, he llamado la atención, todos los ojos se posan sobre mí. Sonrió quitándole importancia y cuando retoman la conversación lanzó mis ojos como un dardo sobre Isa. La muy malvada finge estar inmersa en sus papeles, lo que me deja bien claro que ella ya lo sabía y que la lista de gente que tengo que matar no deja de crecer.
Jugueteo con mi boli. Si da la casualidad de que me encuentro a ese idiota, aunque solo sea un minuto…
—¿Qué te parece, Laura?
Joder, tengo que empezar a prestar atención a estas cosas. Es que no tengo ni idea de lo que me tiene que parecer lo que sea que han dicho pero todos me miran expectantes.
Fuerzo una sonrisa y busco ayuda, una que Isa no me da. Intento leer el ambiente, sonrisas amabilidad…
—Pues estupendo… —me tomo la libertad de soltar una mínima risa.
—Fabuloso, nos vemos esta tarde. —¿Qué?— Mandaremos un coche a buscarte.
Vamos, no me jodas. ¿A que acabo de aceptar para que me líen la tarde del domingo?
Todos empiezan a recoger la mesa y a levantarse. Isa y yo hacemos lo mismo. Despedidas, apretones de manos, deseos de suerte.
En cuanto ponemos un pie en la calle la sujeto del brazo.
—Dime qué tengo que hacer esta tarde.
Me mira, mira al suelo, se muerde el labio. Y yo me temo lo peor. Tendré que ir a cenar con la mafia o a beber te al infierno.
—Bueno…
…
Hubiera preferido al diablo o a Al Capone. Hubiera preferido ir a nadar con hipopótamos. Hubiera preferido tumbarme en la carretera al atardecer y rezar para que pasara un miope.
Pero no pudo ser.
Por el contrario, me pongo un vestido precioso, elegante y azul; me plancho el pelo; me pongo los tacones negros más altos que tengo y me preparo para estar espectacular para cualquier foto “robada”, que será la primera tras el incidente. Debo aparentar que no me ha afectado nada, no, aparentar no, tengo que conseguir que no me afecte nada, eso es.
Un elegante mercedes me recoge de mi casa y me deposita en el circuito de Long Beach, al sur de Los Ángeles. Me encargo de llegar tarde. Finjo que he olvidado el bolso antes de montarme en el coche, que tengo que ir un segundo al tocador y me paro a hacer un par de fotos para colgar luego. Lo retraso todo hasta que la carrera está a punto de empezar. Todo según mi plan porque me niego a dirigirle la palabra al idiota si me topo con él.
Enseguida me llevan con el equipo de Ferrari, me saludan efusivamente bromeando sobre que soy su nuevo fichaje, yo finjo que me río y que me encanta estar allí y me buscan un fantástico sitio para disfrutar de la carrera. Poso disimuladamente para un par de fotos y rehúyo de forma muy poco disimulada a dos periodistas que tenían la clara intención de hablar conmigo.
Isa viene poco después a sentarse a mi lado, ofreciéndome un refresco.
Lo cojo gustosa.
—Lo estás llevando mejor de lo que pensaba —me dice, ninguna de las dos apartamos los ojos de la carrera que acaba de comenzar, como si no estuviéramos hablando en realidad.
—¿Qué esperabas? ¿Qué le rayara el coche delante de todos sus mecánicos?
—La tarde aún es muy larga…
—Por desgracia. Mi único consuelo será verle perder.
Esta temporada lleva fiasco tras fiasco, apenas ha conseguido rascar un par de puntos.
La carrera está interesante. Es un circuito urbano, lo llaman el Mónaco de EEUU. Hay un choque en las 10 primeras vueltas, dos pilotos se retiran. Es un circuito complicado, curvas muy cerradas. El idiota va décimo así que estoy contenta. En la vuelta 38 la cosa está muy reñida, casi todos los 8 primeros van pegados, luchando por ganar posiciones hasta que llega una curva en forma de herradura y el otro piloto de Ferrari choca contra una esquina de un edificio, en ese momento se desata el caos. Tres coches se unen en el choque y otros dos se salen del circuito para evitar a los demás. Una humarada de polvo se eleva y los alientos se contienen. De pronto, un morro asoma a través de la nube… un morro rojo…
—No puede ser.
Pasa esquivando los obstáculos y no se detiene ante nada, acelera y acelera hasta que alcanza al primero en una recta, su rueda de atrás tocada por el otro piloto de Ferrari antes de chocar. Menos de un segundo de ventaja…
—Qué hijo de puta, tiene DRS. —Me pongo de pie sin dar crédito a mis ojos, mirando la pantalla embobada.
—No sabía que te interesaras por las carreras. –A Isa no le podría dar más igual lo que está pasando, lleva un rato contestando emails.
—A mi padre le encanta, a algunas de mis amigas también. Me han suplicado que los traiga.
Pero eso da igual ahora mismo porque el idiota se pega y se pega, una curva y otra y otra. 40 vueltas. 41. Esto está acabando. Busca un hueco, un despiste. Delante de él está otro piloto español, le aprieta las tuercas, intenta defender todo lo posible, pero no puede cerrarse bien en una curva y eso es todo lo que le hace falta al idiota. Se pone en cabeza. El público está eufórico. Yo me desplomo en mi silla.
—No me jodas, Alonso. Te has dejado adelantar por un niñato.
…
Cada segundo es doloroso. Cuando cruza la meta. Cuando sube al podio. Cuando le dan el trofeo. Todo.
Tengo que tragarme todas las palmaditas, todos los vítores y todos los elogios.
Le suplico a Isa que me saque de allí o que me mate, lo que le apetezca, pero que lo haga rápido.
Se niega en rotundo, me suelta un rapapolvo sobre que no puedo ser tan infantil y que me aguante, que todavía tenemos que saludar al director y que tengo que poner una bonita sonrisa para que todo el mundo piense que estoy feliz. Y más me vale que todo el mundo lo piense.
Me arrastra a cenar. Todo el equipo está celebrando, el champán corre por doquier.
El jefe de equipo, sentado bastante lejos de nosotras se levanta en un momento.
—¡Un brindis por la primera victoria de la temporada!
—Desde luego ese no es su primer brindis de la noche… ¡Ay! —Isa me da un fuerte puntapié por debajo de la mesa.
Me vuelto como un látigo hacia ella, me señala efusivamente que coja mi copa y la alce como ella. Lo hago a regañadientes y murmurando y solo para que no me dé otra patada, cosa que haría seguro.
Hay por lo menos otros tres brindis antes del postre y juro por Marylin Monroe que si hay uno más se me van a caer las cejas de tanto fruncir el ceño.
Mientras remuevo mi copa de helado de chocolate transformada en sopa marrón, suena un ritmo de marimba. Isa coge rápidamente la llamada y cuchichea rápido y furiosa.
Me mira fijamente, colocándose el pelo por detrás de la oreja y el bolso en el hombro, como si fuera una niña pequeña dando instrucciones a su hija.
—Tengo que irme. —Un coro de ángeles canta a mi alrededor. ¿Es acaso la salvación lo que oigo?— Tú te quedas. —¿Lo cualo?— Tienes que saludar al director y tomarte una copa.
—Pero…
—¡Pero nada! —me ladra, poniéndose de pie—. Volveré pronto a buscarte. Puedes coger un taxi si tardo mucho, solo y exclusivamente si la fiesta se te hace tediosa e inhumanamente insoportable. Ni un segundo antes. —Me clava la mirada, con una promesa de muerte si la desobedezco.— ¿Estamos?
—Sí, mamá…
Me da un capirotazo en la cabeza. Le enseño los dientes, frotándome el pelo.
—Casi, casi. Sonríe. —Remarca la palabra alargando su propia sonrisa con los dedos.
…
Me duele la cara de sonreír. Creo que para este punto se me ha olvidado y que en la cara no tengo más que una especie de mueca torcida. Me han arrastrado hasta una especie de bar. Luz morada y oscura, música para bailar pero al volumen justo para poder hablar también, gente, alcohol. El alcohol fue lo primero de lo que me percaté. Voy por mi segundo mojito para soportar esta mierda. Me han presentado a tantísima gente que ya todas las caras me parecen igual. Y, ahora, ¡al fin!, he cogido por banda al director. Me está contando cosas del proyecto, ropa, escenas, giros. No sé, desconecto entre sorbo y sorbo de ron. Y sonrío, ¿sonrío? Sí, creo que sonrío… o algo así.
Hasta que veo un pelo negro entrar en la sala. Ahí ya no sonrío. Todos se giran hacia él, le dan palmaditas en la espalda y lo felicitan.
—¡El campeón de la noche!
—¡A disfrutar que te lo has ganado!
Mi director, John, escucha el alboroto y centra su atención en él.
—Pero si es Álex, vamos a saludarlo.
Que majo y que educado. Creo que soy buena actriz, pero no sé si tan buena. Titubeo, buscando una excusa muy rápido porque me da la impresión de que el idiota se está acercando a nuestra órbita y si me cruzo con él vamos a colisionar.
—Ve tú primero, yo voy a por algo de beber. –Le doy un suave toque en el brazo y saco mi expresión más dulce. Asiente convencido.
Y yo huyo.
Me refugio en la barra, hay bastante gente concentrada, es más fácil camuflarse. Me refugio en un lateral, algo más vacío y apoyo la espalda contra la encimera de metal.
—Buenas. —Me sorprende escuchar español bien pronunciado y por un segundo me temo lo peor. Por suerte, es el otro español de por aquí. Rozando la cuarentena por arriba ya peina canas pero la sonrisa sigue siendo la misma que cuando levantaba la copa del mundo que emocionó a toda España. Parece amable.– Solo quería decirte que me gustó mucho tu película. —Es amable. Ya me cae bien. Vale, puede que sea fácil de encandilar.
Creo que me sonrojo, pero el mojito no me deja pensarlo mucho.
—Te lo agradezco, significa mucho para mí.
—Hay que apoyar el producto nacional. —Se ríe de su propia broma y yo lo acompaño. “Hay quien no piensa igual…”
—Enhorabuena a ti también por el podio. —También hacía mucho que no quedaba segundo.— Mi padre es fan tuyo desde siempre y te aseguro que está muy contento.
—Me alegro de no decepcionarle. Laura, ¿verdad?
—Eso es.
—¿Tu primera vez por aquí?
—Así es pero creo que a partir de ahora me vas a ver mucho…
—¡Alonso! —Nos interrumpe una voz un poco más para allá. Y yo solita me he encerrado en una esquina. ¿Y si finjo que me desmayo? Quizá podría hacerlo creíble.— ¡Qué bien que estés aquí! —Ha llegado. Apoya el codo sobre el hombro de Alonso y lo zarandea un poco. Entonces, fija sus ojos castaños en mí y tiene la desvergüenza de mirarme de arriba abajo con una pasada rápida. Rechino los dientes.— Y con buena compañía.
Alonso pasa su mirada de uno a otro.
—Laura, Álex —nos presenta—. ¿Os conocíais?
—Por desgracia —dice él. Por suerte, pienso yo–, no.
—No nos habían presentado oficialmente —concuerdo yo.
—Vi tu película.
—Algo he oído…
Parece reflexionar.
—Oh… has visto el vídeo.
—Así es.
—No te habrá parecido mal, ¿verdad? —Retira su codo y se acerca un paso a mí con una sonrisa apaciguadora.
—No, claro que no. Me encanta que digan que mi trabajo es una mierda.
Mi respuesta le pilla desprevenido. Duda por un segundo antes de recomponerse.
—Eh, yo no dije eso.
—De hecho, sí.
—Solo daba mi opinión.
—No pasa nada, al parecer eres entendido en todo. Bueno, supongo que en todo menos en lo tuyo, ya que has llegado último en las tres últimas carreras.
Parpadea una, dos veces y frunce el ceño.
—¿Intentas molestarme?
—Solo daba mi opinión. —Me encojo de hombros con expresión inocente.
—Los 15 minutos de fama se te han subido a la cabeza. —El calor pesado sí que me está llegando a la cabeza.
—Ya veremos a quién le duran más los 15 minutos. Al menos, la gente viene al cine a verme a mí. —Un paso. Otro paso.
—Al menos, el final de mis carreras se entiende.
Se acabó.
Le lanzo en contenido de mi copa a la cara. Está empapado y decorado con hojas verdes.
Las cabezas empiezan a girarse hacia nosotros.
—Que te follen, a ti y a tus carreras.
Y me marcho. Rápidamente. Furiosa.
Cojo un taxi. Me voy a mi casa. Y me meto en la cama.
Dedico solo un pequeño rato a pensar en mi enfado y me duermo.
Por la mañana, mi canción consigue despertarme. Medio dormida aún, estiro la mano hasta coger el teléfono.
—¿Sí?
—La has jodido pero bien.
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Celos?
Se disfruta más con esto , (no es la traduccion literal)
Miguel acababa de llegar de la sede al departamento que compartimos, no traia muy buen humor y yo no tenía ganas de molestarlo, habíamos pasado unos días sin convivir mucho.
- Comprare comida hoy ¿Qué se te antoja? - pregunta con un tono de voz contenido.
- No es necesario cariño, puedo cocinarte algo rápido, hay alimentos en el refrigerador - contesto pensando preparar algode comer rapido y quizá que se una a mi y cocinar juntos, pero contrario a eso lo escucho decir.
- Sé que tenemos comida en la alacena y refrigerador, puedo notarlo todos los días al abrirlo y lo recuerdo porque yo cargue las bolsas, aveces solo quiero comprar un poco de comida preparada, incluso ahora - suspira intentando tranquilizarse al tonar que comenzaba a alzar la voz - no importa, ¿Qué se te antoja? ¿Comida china?¿mexicana? quiza ¿hamburguesas?, que quieres?, solo pidelo, te lo traeré - Hice una huelga de silencio, pues no tenía la culpa de su estrés, aunque si me gustaba su actitud así en la cama no me gustaba que me hablará así, yo solo tenía la intención de preparale algo , obviamente no le parecio que me quedará callada
-- Muy bien - Suspira pesadamente - mantente en silencio entonces, más para mí - se hizo un silencio entre nosotros donde era palpable su irritabilidad y joder, solo es comida, ¿Por qué se pone así?
Me mira fijamente aún esperando alguna respuesta - Solo estoy esperando una respuesta de tu parte, puedo sentir la tensión en el aire, Alaia solo quiero ordenar para comer algo, contestame, maldita sea - eleva la voz con cada frase que dice y solo lo observo diciendole con los ojos que no me gusta su tono. - Lo siento cariño - dice suavizando la voz, tomandose el puente de la nariz - Fue una noche de mierda, más de lo normal, estoy cansado, tengo mucha hambre, las cosas en la sede se estan pniendo feas con unas anomalias - vuelve a subir la voz y como no me esta mirando solo levanto una ceja - No se lo que el multiverso necesita de mi y es malditamente frustrante, solo quiero desestresarme pasando tiempo contigo, no quería pelear por alguna de tus actitudes, así que por favor no te pongas quisquillosa - termina casi gruñendo
Solo me quedo en el otro sofa mirándolo triste y desaprobatoriamente ¿Mis actitudes?, no puedo creer que un platillo lo molestara. Suspira fuertemente al no recibir, nuevamente, una respuesta de mi parte
- ¿Así es como será entonces? - pregunta mirandome con una ceja alzada -¿en serio? ¿La ley del hielo?, A puesto que a tu compañero Willison no tardaste en contestarle que tipo de comida deseabas, ¿no?, no te perderías de ningun aluerzo con él, claro -
Espera, ¿en que momento?, ¿no era esto por la comida?, todo este alboroto es porque esta celoso, perfecto, quiero decir, el sexo es mucho mejor cuando esta molesto y mis hormonas lo necesitan rudo. Lo miro aún más molesta sin decir nada
- ¿Así será?, ¿Quieres estar en silencio?, quedate en silencio entonces - Se levanta del sillón en el que se encontraba y lo imito quedando de frente - Te voy a recordar y dejar en claro a quien le perteneces - me toma de la barbilla y me observa a los ojos -- Voy a tomar todo de ti, a la habitación, andando. - Me empuja ligeramente al pasillo que da a la habitación golpeando mi culo en el proceso y se queda unos minutos en la sala.
Al llegar a la habitación me quito la camisa de Miguel que traía encima de mi ropa interior y lo espero impaciente, su actitud celosa nunca la había visto así, Will es solo un compañero asignado, justo por él mismo, es nuevo en la spider society y cabe aclarar que almuerza con todo el equipo.
Escucho sus paso por el pasillo antes de que habrá la puerta y se desplace dentro de nuestro dormitorio aflojandose el cinturon - Ven aquí - camino hacía él y cuando me tiene cerca toma mi cabello en un puño y me acerca a él, termina de quitarse el cinturón y lo pone como collar alrededor de mi cuello -Eso es, que bonita y mía te ves así - aprieta el cinturon alrededor de mi cuello solo para cortar un poco la circulación del aire. - Espero que te mantengas en silencio como hace un momento, de rodillas - ordena, puedo sentir mi coño empapado por su actitud domitante.
- No has sido una buena chica esta semana cariño, conviviendo demasiado con ese compañero tuyo - Se inclina y toma mi barbilla - Te demostraré que le sucede a las chicas que se portan mal - aprieta un poco, solo un poco más el cinto - Estoy muy estresado y demsiado celoso, no pararé contigo hasta drenarte y que te quede claro que me pertences - dice rozando su nariz con la mía - y no podrás hacer nada al respecto - por fin junta nuestros labios en un beso corto, casi un roce mientras afloja el cinturón - respira, eso es -
Me indica con una mirada la cama y obedezco su petición silenciosa, recostandome en medio de esta - Separa las piernas bonita, déjame ver tu coño empapado y preparado solo para mi - dice desde la orilla de la cama y obedezco - eso es - gruñe de placer - ahora bajaras tu mano y te masturbaras mientras me miras con esos ojos que tienes, sin hacer un solo ruido - dice mientras acaricia su polla aún en sus pantalones, por mi parte obedezco y deslizo mi mano llegando a su destino, me deshago de mis bragas y acaricio mi clítoris para seguir deslizándome a mi entrada en donde introduzco 2 dedos y bombeo bajo la atenta mirada de Miguel - Más rápido - comenta ya con la polla en su mano - Más rapido - dice nuevamente con la respiración acelerada y no creo poder soportar - Detente, aleja las manos - ordena cuando estaba por alcanzar la cima.
- Ves esta polla?, su punta hinchada y rojiza no estará en tu boca, no hoy - dice mientras desliza su mano de arriba a abajo.
Joder, era un placer chupársela siempre, su tamaño, las venas marcadas alrededor de esta, siempre me dieron asco muchas cosas y alguna vez pensar en chupársela alguien lo era, pero puedo jurar que es increíble, la reacción de Miguel, sus gemidos y gruñidos, con la cabeza hacia atrás y maldiciendo era un espectáculo que se me estaba negando en este momento.
-De rodillas y con la cara en el colchón - Me saca de mis sucios recuerdos y me acomodo al borde del colchón, frente a él, tal como me ordena -Te has portado realmente mal - comenta distraídamente acariciando mi glúteo - mereces un castigo, lo sabes, ¿no?, así es amor, lo amerita -
Deja caer su mano sobre mi glúteo en una sonora nalgada. Antes de hincarse en la alfombra de la habitación y ponerse entre mis piernas acariciando mis muslos con sus grandes manos. puedo sentir su respiración en mi centro y comienza con una lamida a mi feminidad, desplazándose a mis pliegues y antes de continuar se aleja un poco - Una cosa más, no hagas ningún sonido - continua en mis pliegues succionando e introduciendo dos dedos en mi centro para bombearlos mientras mueve su lengua avidamente sobre mi clitores, y como si no fuera suficiente comienza a golpear mi culo - Esto es por ser una mala chica - dice separándose de mi clitoris y puedo sentir su aliento y sus dedos, que solo me estropean más, continua golpeando y sigo mordiendo la sabana debajo mio con miedo de no aguantar.
- Voltéate - habla mientras se limpia con el dorso de la mano y cuando estoy en la nueva posición pasa la punta de su polla por mis pliegues deteniéndose peligrosamente en mi entrada para meter medio centímetro y sacarlo antes de que pueda empujar mis caderas -Eres un desastre justo ahora cariño - dice burlonamente, disfrutando de sus efectos en mi, se sepra de mi entrepierna y se masturma enfrente mío, intento llevar mis manos hacia mi entrada - no te di permiso de tocarte - gruñe mientras sigue masturbandose, trato de cerrar mis piernas pero no me lo permite.
Es demasiado para mi, ya no aguanto, conteniendo mis gemidos, escuchando los suyos, la sobreestimulación y la vista que me regala, tengo lágrimas en mis ojos de placer. Gruñe cada vez más fuerte - Abre bien las piernas, te follaré ahora -dice acomodándose enmedio de mis muslos - Mírame - me ahuaca las mejilla obligándome a verlo a los ojos - Te jodere de la forma que mereces, ¿entendiste?, ven aquí y justo cuando está por follarme como lo necesito se me hace escuchar que llaman a la puerta, lo ignoró, pero Miguel no. -Mira nadamas, ya esta llego la razón por la que te encuentras así - dice separándose y caminar a la puerta -Juega contigo, pero no te corras - dice antes de salir
Lo escucho abrir la puerta -Hey, Willson - ¿¿¿Dijo Willson???, - no fue tan difícil traernos la comida, ¿no?, gracias, déjame pagarte - parece buscar algo - Mierda, no traigo efectivo, dejame buscar rapido, un segundo - lo escuchó regresar y al minuto está de nuevo en la habitación -Mantén la boca cerrada - se mete entre mis piernas y me come nuevamente - El puede esperar -mueve la lengua hábilmente sobre mi clitoris, cada vez más rápido y me observa desde abajo, tomo su cabello acercandolo más a donde lo necesito, cuando se aleja -¡Dame un segundo estoy buscando la cartera! - grita para Will antes de volver a mi entrepierna y succionar deliciosamente mi clitoris - ¡La encontre! - grita nuevamente dejándome a medias otra vez, regresando a la puerta principal.
- Ten un buen día, gracias por la comida, bye - lo despide rápidamente para volver a la habitación casi volando, lo bueno es que ya no solo yo estoy desesperada.
No había dado cuenta de que cerré mis piernas buscando algo de fricción, has que Miguel llega y las separa bruscamente para escupir en mi entrada y enterrarse de una sola estocada en mi, ambos gemimos - tan apretada, después de todo este tiempo - dice en mi oido, saca toda su dureza para empujar de nuevo, tomando mi cintura con una mano y una de mis piernas en su hombro
- En cuatro, volteate - Ordena de nuevo - en tus rodillas, dame esas manos - las apresa con una mano y se empuja nuevamente dentro de mi , entra y sale demasiado rápido, puedo sentirlo en todas partes, toma mic abello con la mano libre y suelta mis manos para apoyarlas en el colchon -Que bien lo tomas cariño, hecha para mi - continua gimiendo en mi oído, conmigo acompañándolo -Toma mi polla eso es, mi chica sucia -
-Mig... guel, ahhh - grito- me voy a correr, ¿Me puedo correr señor? -Suplico aturdida -por favor -
-Que buena niña, cuplicandome,correte para mí -aumenta las embestiadas y no puedo más - Has que me corra
- AAAHH MMMM - grito y Miguel toma mi cara desde atrás y me besa tragandose ese gemido y yo el suyo cuando se corre dentro de mí.
Suelta su agarre en mi cabello y sale de mi, puede sentir su semen y mi corrida saliendo de mi, es obsceno, pero maravilloso, me recuesta en la cama en lo que busca con que limpiarme.
- ¿Entonces todo esto fue por us celos? - pregunto cuando regresa y limpia mi entrepierna.
- En parte si - dice, ahora algo avergonzado
- ¿Recuerdas que fuiste tu quien me lo encargo?, además sabes que no tienes que preocuparte, ¿verdad? -
- Por supuesto solo que tambien necesitaba una excusa para liberar estrés - miente muy mal, sabe que no ocupa excusas - Vamos a comer algo ahora sí, te ordené algo tambien.
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15 octubre
Acá estoy tratando de entender el por qué de las cosas? El darme yo misma una explicación a esta agonía y a este dolor tan inmenso que llevo en mi corazón, tratando de tapar el sol con dedo y huyendo de mis pensamientos, recuerdos, palabras, caricias, promesas y un sin número de experiencias que abarcan mi mente y no me dejan dormir, no dejan de rondarme y me cuestiono… por que tanto dolor, por que cuesta tanto soltar algo que amas con el alma, por que la vida te pone pruebas que sabes que eres fácil de quebrar en esas lucha contante de la mente y el corazón, o por que la vida te trae personas para recordarte que quizás no te merezcas nada. Hoy es un día en el decido escribir para desahogarme y llorando escribo, por que creo que esto ayudará a sanar el alma o mi corazón roto. Dar y dar, y no recibir es más malo que consumir cualquier tipo de droga, por que eso es el amor una droga que te consume y te hace cometer estupideces que a la final no vale la pena arriesgar todo, dar todo….
Y es que creía que todo era Perfecto, sus besos, sus te amos, sus promesas, esas son las que duele, idealizase de tal manera que no hubiese ningún hombre en la vida más que el, llamémoslo “A”, recordando su mirada, sus abrazos, todo… no se por que es tan difícil para mi. O si se por que… la falta de amor propio, heridas infantiles que hacen que uno sea dependiente emocional? Pero luego me contesto a mi misma, si yo tome la decisión de dejarlo entonces no es dependencia, o que un psicólogo me explique que es, por que estoy al punto de la locura buscando el por qué? Dice “A” que el dolor es Ego…. Vaya ego cómo me juegas tan mal. Todos somos tan inperfectamente perfectos que cometemos errores pero en el transcurso de ese camino junto con el, vi mi falencias, fallé y claro que quise cambiar, por el amor a nuestra familia, familia que él nunca vio que tenía por que se sentía excluido, sentía poco poco se apagaba ese llamaba de amor que ardía con furor, en qué momento me dejo de amar? No lo sé, pero si sentía su frialdad, los menos te amo, las menos caricias, y las pocas intimidades, duele admitir todo, pero el camino del duelo, de aceptación es fuerte y ya de ser lastimada siempre, creo que este me duele mucho más, por que no hay ningún día que deje de pensar en el, en los planes, en recuerdos y desearía tanto que estuviera acá junto a mi, pero recuerdo que a veces los golpes no duelen tanto como las palabras llenan de odio y rencor… yo si lo amé, con todo mi corazón, y me condene hasta de perder absolutamente todo por su amor, le abrí las puertas a las cosas más importantes de mi vida, mis hijas… y aún así lo pisoteo de tal manera que me dejo como un vaso quebrado, escribo con dolor, decepción y resinación a un amor que yo solo me lo imagine y me ilusione de algo que quizás sólo fue mentira…. Pero cómo pudo ser tan real su propuesta de ser novios un san Valentín, o un fin de año un anillo donde prometía no hacerme daño? Todo era real, seguramente si me amo? Y quizás ambos nos hicimos daño y fuimos culpables sin darnos cuenta? No se la verdad, le pido a Dios fuerza, resilencia… berraquera… por que lo amo pero se que no es bueno ahora en mi vida…
#amor#desilusión#corazon roto#amor propio#ilusion#resilience#tristeza#llorar#desahogarse#desamor#falsedad#ansiedad#insomnio#depresion#vida
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Bueno, me cansé de discutir con pelotudos por hoy, no contesto más nada.
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•𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 1: el accidente
the accident
|NARRADOR OMNISCIENTE|
━━━UN NUEVO DÍA COMENZABA en new York, la vida de la ciudad se podía escuchar claramente; los murmullos de las personas, sus vehículos... muchos de ellos iban directo a su trabajo. y nuestra protagonista no era la excepción.
La C/P abría su puesto en el centro de la ciudad, dejando ver varios pasteles extravagantes hechos de chocolate, arandanos, entre otras especies. aquella era una de las pocas veces que se le veía en el lugar, llevaba años viviendo en el lugar y, por su bien, evitaba resaltar entre las personas, por lo que era poco común que se le viera ahí.
Pasaron al menos unas tres horas, ya habían comprado alguna que otra cosa en su puesto, aliviando un poco a la joven, al menos tendría con qué comprar cosas nuevas.
La pequeña campana del local sonó cuando se abrió la puerta, dando a entender que llegó un cliente. La joven mujer dejo de acomodar los pasteles en la estantería para ir a atender, al llegar se encontró con un joven de estatura alta y delgado, cabello rubio con franjas rosadas atados en una trenza alargada, poseía unos ojos azules como el cielo, bastante atractivo. Pero no se dejaba ver mucho ya que traía un tapabocas que le impedían ver el resto de la cara, igual no le dió mucha importancia y se acercó para preparar el pedido.
━━━ Muy buenas tardes, joven. ¿qué le puedo servir hoy? ━━━ pregunto con una sonrisa, el chico se le quedó viendo por un largo rato directo a los ojos de la fémina, algo que le incómodo un poco.
━━━ Ah, si. Me gustaría llevar cuatro pasteles rellenos y un cupcake, por favor ━━━ pidio amablemente señalando dichos pasteles, la fémina los coloco en una bolsa con servilletas adentro y se los entregó al chico.
El varón agradeció y dejo el pago antes de irse, la chica guardo el dinero en la caja. El resto del día transcurrió con normalidad luego de la incómoda presencia del chico.
Luego de que el último cliente fuera atendido, observó la hora en el reloj de la pared y ya casi heran las 09:00, la hora exacta en la que cerraba el local como todos los dias, mientras se ocupaba de guardar los pasteles y otras cosas sentía la extraña sensación de que alguien la observaba, se dió la vuelta encontrándose con absolutamente nadie. Creía que era su mente que le estaba jugando en su contra por el apuro de cerrar.
Cerro la puerta con llave y bajo la persiana de hierro asegurando mejor la tienda, dándole un último vistazo de que todo estubiera bien cerrado se subió a su coche y dió marcha hacia su casa.
El camino era tranquilo, los pájaros todavía seguían cantando, las luces de la calle se empezaban a encender al igual que las de los edificios y casas. Mientras seguía conduciendo su mente no paraba de reflectar la mirada extraña que le había dado el chico rubio de esta mañana, no era normal mirar por mucho tiempo a una persona y después actuar como si nada.
Salió de sus pensamientos al escuchar la melodía musical proveniente de su celular, lo saco de la guantera y vio que era un número desconocido, igualmente atendió aún concentrada en el camino.
━━━ ¿Hola?
Espero unos minutos hasta que la persona del otro lado de la llamada empezar a hablar.
━━━ Hola preciosa, ¿Cómo te encuentras el día de hoy? ━━━ reconocía esa irritante voz donde fuera, ¿Cómo había encontrado su número de nuevo? Con la poca paciencia que le quedaba contesto.
━━━ lo sentimos, pero el número que usted marco no está disponible en este momento. Por favor deje su mensaje después del tono ━━━ trato de hacer como puedo la voz de una contestadora mientras se aguantaba una carcajada de su propia broma.
━━━ ja, ja, ja. Eres muy graciosa pequeña, pero a mí no me engañas. Ahora volviendo a lo de antes ━━━ lo cortó en medio de la oración antes de que siguiera.
━━━ escucha idiota porque no lo volveré a repetir, no quiero volver a recibir una de tus putas llamadas o alguna de tus cartas. Es la cuarta vez en este mes que me cambio el número por tu culpa y si sigues insistiendo te haré una maldita denuncia ━━━ escupió con todo el veneno de su ser, en verdad lo odiaba. Aún seguia sin creer que hace tres años tuvo una relación con él.
━━━ awww cariño, ¿aún sigues resentida por "eso"? Ya te dije que fue un pequeño error, solo perdóname ━━━ el mencionar aquello le traía malos recuerdos, y al sacar ese tema solo la hizo enojar más.
━━━ ¡Un pequeño error que casi me cuesta la vida maldito idiota!.
━━━ okey, solo. Vamos a hablar bien las cosas, ¿Que tal si un día de estos nos reunimos para tratar de arreglar el tema? ━━━ propuso él, tenía un leve tono de esperanza en su voz.
━━━ uuuy, no lo creó, mi agenda está muy apretada estos últimos días y me temo que no se puede, bye ━━━ se despidió cortando la llamada en seguida volviendo a guardar el teléfono en la guantera, pero este seguía sonando por la misma persona.
El irritante sonido y vibraciones del teléfono solo hacian que apretara el volante con furia y por poco tira el aparato por la ventana.
No podía esperar para llegar a casa, cambiar de nuevo su número, comer algo rápido e irse a dormir con nerón, su perro San Bernardo que era prácticamente más grande que ella en tamaño pero entraba perfectamente en su cama.
De repente y con brusquedad, sintió como si su auto se estrellara contra una gran roca, la bolsa de aire se abrió al instante antes de que su cabeza se golpeara contra el volante, por suerte traía el cinturon de seguridad pero eso no impidió que quedará desmayada por el impactó.
Había chocado a alguien por accidente a causa de la frustración por las llamada que no puedo concentrarse en el camino.
Abrió los ojos lentamente y un dolor rápidamente se instalo en su cabeza y sintió como un líquido se escurría de su frente, aún aturdida por el golpe como pudo salió del auto para confirmar que había pasado. Ahogó un grito cuando vio que justo enfrente de su auto había un joven alto y musculoso. Tenía la piel ligeramente bronceada y el cabello púrpura bastante entrecortado peinado con un prominente mohawk rojo en el centro, con un solo mechón que cae entre sus ojos; su cabello está adornado con adornos de estilo tribal adornados con cuentas verdes, rojas y amarillas y plumas blancas y rojas. Al otro lado del puente de su nariz hay una cicatriz gruesa e irregular y Sus uñas son moradas.
¡Acababa de chocar a alguien! ¿que se supone que deba hacer ahora? Fue un accidente. El pánico y terror se adueñaron de su cuerpo al ver que el cuerpo del chico no despertaba por más que lo moviera o le diera cachetadas, estaba realmente asustada.
Una parte le decía que debería llevarlo a su casa y sanarle las heridas ella misma ya que el hospital ahora se encontraba muy lejos de donde estaba, pero Por otra parte le decía que tenía que dejarlo ahi y huir lo más rápido que podia porque quizás era un hombre peligroso.
Así que optó por elegir la opción más razonable desde su perspectiva.
No podía creer lo que acababa de hacer, había terminado por meter al grandulón en su auto en la parte trasera y condució de nuevo a su casa, estaba haciendo la cosa más loca y estúpida que había hecho en su vida pero no podía dejarlo tirado ahí, su lado amable no se lo permitiría y su conciencia no la dejaría tranquila solo por ayudarlo.
Por el retrovisor observó como el chico aún estaba inconsciente recostado sobre los asientos con una frazada sobre su cuerpo mientras su respiración era lenta y tranquila. La tierna imagen le recordó a su perro nerón como cuando se queda dormido en los sillones Por jugar todo el día, era demaciado adorable.
Con una sonrisa plasmada en su cara ante su comparación volvió su mirada al camino, tratando de no cometer el mismo error dos veces.
Quien diría la llegada inesperada del chico ha su vida le daría un giro inexplicable.
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Constrúyelo mejor
*Aclaración: Para esta historia el diseño de los taxis en Londres es el mismo que se usa en Nueva York, Estados Unidos.
CAPITULO 2
—Hasta mañana Alicia —escucho decir a Holly mientras lavo los trastes sucios de la cocina—, recuerda cerrar bien.
No contesto y sigo con lo mío, solo escucho la puerta anunciando su ida. José, el cocinero, también está preparándose para irse.
—¿Hoy tampoco vendrá tu novio?
Lo miro con una cara de pocos amigos sin dejar de lavar los utensilios de cocina. Él se ríe levemente y niega varias veces con su cabeza.
—El luce como un buen hombre —vuelvo mi mirada a la pared frente a mi—, en la actualidad todos se las dan de rudos y son maleducados —José sigue hablando—. No lo dejes ir niña, él es muy amable, algo tonto —sonrío de forma inconsciente, Steven si puede llegar a ser vivamente torpe—, pero noble, y como te dije, —termino de enjuagar un vaso y lo miro, se está poniendo su pesado abrigo para después tomar su paraguas— se ve en sus ojos que te quiere mucho.
Mi sonrisa desaparece, seco mis manos con el trapo pero no contesto, no veo la necesidad de hacerlo, José me sonríe y guiña un ojo.
—Hasta mañana, Millie.
Me quedo sola en el restaurante, afuera está lloviendo demasiado fuerte, yo solo espero que el clima no siga así cuando sea tiempo de irme, en la mañana por las prisas olvide traer mi paraguas.
Sigo limpiando y para cuando me doy cuenta ya solo me falta lavar el baño; salgo del almacén con los artículos de limpieza y estoy dispuesta a dirigirme al susodicho cuando escucho golpes en la puerta.
Recuerdo haber puesto el cartel de “cerrado”, y cerrar con llave poco después de que José se haya ido; por esa razón lo ignoro y sigo mi camino al baño, hasta que vuelven a tocar más insistentemente, las persianas están bajadas así que no alcanzo a ver bien quién es.
Tocan por tercera ocasión y con más intensidad.
—¡Ok! —dejo el jabón con el cepillo a un lado y me dirijo hacia la puerta con paso firme— ¡Esta cerrado, no sabe leer!
Exclamé molesta antes de fijar bien mi vista en la persona frente a mí. Steven.
—Lo siento —dice débilmente, esta empapado de pies a cabeza—, Millie, lo siento.
El entra y me abraza, me abraza fuertemente, su cuerpo esta frio pero a la vez sus brazos son tan cálidos que no lo aparto. No le correspondo, estoy enojada, demasiado enojada, todo el día le he llamado y dejado mensajes para saber su estado y si podía apoyarlo en algo, lo único que recibí fue un “no necesito tu preocupación, ni tu ayuda, si sabes lo que te conviene aléjate de mí”.
—Lo siento, lo siento, lo siento —repite varias veces mientras sigue rodeándome con sus brazos—; cuando desperté y vi la hora sabía que iba tarde a la cena —ok, ¿qué?—, así que fui a tu departamento y no te encontré.
—Pensé que tú también la habías olvidado o que te habías molestado por llegar tarde y —hizo una pausa, yo estoy muy confundida ¿de qué está hablando?—, que ya no quisieras hablar conmigo. Entonces entre a tu departamento y no te vi y —a Steven se le corto la voz— vi sangre en tu sofá y en tu ropa de dormir y, y, y —hipeo—, y pensé, yo creí, que te había pasado algo malo.
—Haber, ¿cómo?, ¿qué dijiste? —frunzo el ceño y lo aparto bruscamente— ¿Steven no te acuerdas de lo que sucedió ayer? ¡Estuviste a punto de morir desangrado en mi sala!
—¿Morir? —Steven luce más confundido que yo—, ¿cómo por qué estaría desangrándome en tu departamento Millie?
—No lo sé, tu dime, ¿por qué estabas atrás de nuestro edificio con fácil 20 heridas de bala y mil golpes en todo tu cuerpo?
—¿Heridas de bala? ¿Qué?
La expresión de Steven me hace creer que realmente no recuerda nada de ayer.
—Steven —digo tranquila—, ¿qué es lo último que recuerdas?
—Era viernes por la noche, nos habíamos despedido antes de dormir, recuerdo haberte mandado un mensaje de dulces sueños también y —hace una pausa y me mira—, y el sábado íbamos a cenar en tu departamento, tu ibas a cocinar comida vegana.
—Steven —me estoy empezando a inquietar—, ¿qué día es hoy?
Él no quiere responder, sabe que no esta seguro de su respuesta, pero aun así lo hace.
—¿Sábado?
—Hoy es martes.
Steven cierra los ojos, parece aturdido, su reacción me recuerda a cuando nos conocimos por primera vez.
¿Será que todo lo que paso en los últimos 4 días tendrá que ver con su sonambulismo? Aunque eso no explica por qué lo encontré al borde de la muerte.
—Por favor dime que si llegué a nuestra cita —dice Steven con aflicción—, odiaría haberte dejado plantada.
—Steven —digo lentamente—, ¿estas bien?
Steven me mira cansado, obviamente no está bien, el perder 4 días es duro de asimilar para cualquiera.
—Me refiero —continuo—, me refiero a si sientes un dolor físico, algo como dolor de cabeza o mareo —lo examino con la mirada—; quizás, ¿nauseas?
Desconozco gran parte del tema pero hasta donde sé, una persona sonámbula está dormida, y Steven no parecía dormido cuando se desarrollaron los eventos de los últimos días. A lo mejor recibió un duro golpe en la cabeza haciendo quién sabe qué, antes de terminar en los contenedores de basura. Me pregunto qué tan duro deben golpearte para que pierdas la memoria.
Él niega con la cabeza.
—¿Por qué lo dices así?
Steven detecto el cuidado y tono de mis palabras. A la mierda Holly.
—Ok Steven —digo con sutileza y me quito el delantal negro de mi uniforme—, solo deja tomar rápido mis cosas y vamos al hospital.
—¿Hospital? ¿Por qué iríamos a un hospital? —me mira preocupado— ¿Te paso algo? ¿Estás herida?
—Si —me dirijo al almacén, tomo mi mochila y apago las luces—, definitivamente vamos a ir a un hospital.
Me pongo mi chaqueta y le ofrezco un abrigo seco a él, José a veces olvida llevarse alguno cuando sale con prisa.
—Vamos —el sin entender me sigue hacia la puerta—, tendremos que tomar un taxi con esta lluvia y sin paraguas no llegaremos a ningún lado.
Cierro tras de mí, y tomo el brazo de Steven.
—Refugiémonos en la parada del bus mientras esperamos a que pase alguno —propongo y corremos a la que se encuentra frente al restaurante—.
Había muy pocos vehículos circulando, miro la hora en mi celular, 23:40.
—Millie —dice Steven después de un rato en silencio— ¿qué paso? ¿por qué vamos a ir a un hospital?
Suelto un suspiro preocupado, ¿será contraproducente decirle? ¿y si lo confundo más de lo que ya está? Con cuidado tomo su cabeza con ambas manos y lo veo a los ojos.
—Steven —sus ojos son diferentes a los últimos días, no sé como explicarlo, son los mismos físicamente pero estos ojos me miran con amor, cariño y preocupación; no con temor, ni molestia—, ayer te encontré ensangrentado, con heridas de balas y golpes por todo tu cuerpo, tirado en la parte trasera de nuestro edificio.
—Te estabas muriendo y yo no supe qué hacer —mi voz se entrecorto—, te dije que fuéramos a un hospital pero tu insististe en que ibas a estar bien. Entonces te llevé a mi departamento, para curarte, y luego tus heridas sanaron mágicamente, y —hice una pausa para soltar su cabeza y mirar al suelo— posiblemente creas que estoy loca pero yo vi como tus moretones desaparecieron y…
Empecé a llorar.
—Ahora tal vez tengas una contusión en la cabeza —emito un sollozo y tomo mi cara con mis manos—, y lo mas probable es que sea mi culpa por hacerte caso, por no llevarte a urgencias a tiempo.
Steven no dice nada, luce perdido, desorientado y aterrado. Me abrazo a mi misma, tengo frio y estoy mojada por la lluvia. Visualizo un taxi a lo lejos, le hago la señal y se para frente a nosotros; por suerte mis lagrimas se camuflan con las gotas de la lluvia, por lo tanto el chofer no dice nada. Ambos nos sentamos en la parte trasera del auto.
—Al hospital más cercano —le pido al taxista—, por favor.
Sin contestar, el señor de mediana edad al volante arranca, derrotada recargo mi espalda en el asiento y miro hacia afuera; la lluvia no ha bajado la intensidad. No pasan ni dos minutos cuando siento que Steven toma mi mano con delicadeza y empieza a acariciarla con dulzura. Lo volteo a ver sin soltar su mano, una lagrima o gota resbala por mi mejilla y él la limpia con cuidado con su pulgar.
—Perdóname Millie —el es Steven, mi Steven—, no tengo idea de cómo paso, sin embargo te creo y gracias por estar conmigo, por no dejarme solo.
Suelto un sollozo fuerte y tapo mi boca con mi mano libre, el conductor nos observa por el espejo retrovisor.
Steven me sostiene en sus brazos, y lo dejo. Me siento tan mal, yo debería estar consolándolo a él, no él a mí. Decido no mencionar todo lo que ocurrió, las cosas que me dijo y mi leve depresión, al menos hasta consultarlo con un médico y asegurarme de que eso no afecte en su pérdida de memoria.
Nos mantenemos en silencio por varios minutos, deje de llorar hace rato aunque aún siento mis mejillas mojadas; continúo abrazada de Steven y el me acaricia el pelo varias veces pero de forma suave, como si temiera romperme si lo hace demasiado brusco.
—Disculpe señor —dice Steven de repente alejándose apuradamente de mi mientras mira hacia la calle en diferentes direcciones—, pero el camino al St Helen’s Hospital no es por esta dirección.
Yo miro a Steven confundida, y me incorporo para ver fuera del auto, las calles están oscuras y la lluvia ha disminuido un poco; considero que mi estadía en Londres ha sido sumamente poca porque desconozco en dónde estamos.
—Vamos al Lennox.
El conductor gruñe su respuesta y sigue conduciendo.
—Lo siento —Steven frunce el ceño al igual que yo—, pero el Lennox queda bastante retirado. ¿Puede dar la vuelta y llevarnos al St Helen, por favor?
El sujeto frente a nosotros no contesta y mantiene su camino, me empiezo a inquietar.
—De la vuelta —decido intervenir—, ahora.
Silencio. Steven y yo nos miramos preocupados, intento abrir mi puerta mientras Steven trata de bajar su ventana, ambas están bloqueadas.
—Señor —Steven trata de sonar calmado, a pesar de que yo detecto un temblor en su voz—, si no detiene el auto en este momento, voy a llamar a la policía.
El conductor frena abruptamente, lo que provoca que Steven y yo salgamos disparados hacia adelante, y nos amenaza con un arma.
Ambos, por inercia, levantamos las manos en forma de rendición.
—Si no quieres lamer los sesos de tu muñequita del suelo —apunta a mi dirección—, será mejor que cooperes idiota.
Yo trago fuerte sin apartar la mirada del arma que amenaza con mi vida.
—¿Q-q-qué quieres de nosotros? —Steven tartamudea con miedo—.
—La noche de ayer alguien robo algo muy valioso a personas extremadamente peligrosas —la voz del hombre sonaba ronca y gruesa—, y al parecer hoy me saque la lotería porque el hombre al que buscan es igual a ti.
—Pero yo no robe nada —dice Steven rápidamente—, yo no soy el que buscas, te has equivocado; yo trabajo en la tienda de regalos del museo egipcio y Millie es mesera de un restaurante de comida mexicana —«Por Dios Steven, estas dando información de más», pienso—, déjanos por favor.
—Ahórrate las excusas para tu verdugo imbécil —baja su arma pero no la suelta—, ahora sean buenos y cállense.
Ordena mientras vuelve a conducir, yo estoy congelada en mi lugar y veo de reojo a Steven entrando en pánico. Yo no sé qué hacer, quiero hacer algo, lo que sea para sacarnos de esta situación, pero no puedo moverme, estoy paralizada; es la primera vez que alguien me apunta con una pistola. ¿Steven en qué estas metido?
Alrededor de unos 15 minutos, el chofer aparca, baja del auto y abre la puerta de Steven, nos ordena que bajemos y no ponemos resistencia.
Ya fuera del auto el hombre, que parece medir casi dos metros, nos coloca un saco de tela sobre nuestras cabezas, de tal forma que no vemos nada y nos jalonea para seguirlo.
Siento las gotas de lluvia caer sobre mi cuerpo, ahora solo es una leve llovizna, seguimos caminando y dejo de sentirla, parece que entramos a algún lugar cerrado.
—¿Steven? —digo asustada pero en seguida siento como el chofer del taxi aprieta mi brazo de tal forma que duele, duele mucho.
—Cállate —ordena—.
Cuando nos detenemos siento como soy arrojada a una silla, gimo del dolor, y me sujetan en esta con una cuerda; retiran la tela de mi cabeza pero una luz me ciega, creo que están apuntando con una linterna directo a mis ojos.
—Amordázala.
Ordena una voz masculina desconocida, a este punto yo ya estoy muerta de miedo.
—No, por favor —ruego—, por favor…
Ponen una cinta en mi boca amortiguando mis palabras sin embargo mis lagrimas no dejan de resbalar por mis mejillas. Dejan de alumbrarme pero cuando recupero la vista ya no hay nadie.
¿Dónde esta Steven? ¿En qué momento me alejaron de él?
Intento mover mis brazos o levantarme de donde estoy sentada, pero es inútil, ataron la cuerda de forma que rodea mi cuerpo y el respaldo de la silla, al igual que ligaron mis manos y pies. Me desespero y empiezo a llorar más fuerte.
Estoy en un cuarto pequeño, más pequeño que el patético almacén de empleados del restaurante en donde trabajo, hay bolsas cubriendo el piso y la única puerta a la vista es la que está frente a mí. Tras de mi supongo que hay una pequeña ventana porque la luz de la luna alumbra un poco la habitación. ¿Tan rápido se despejo el cielo? Hace no mas de 1 hora se estaba cayendo.
Después de mucho tiempo tratando de tranquilizarme y pensar en como salir de aquí, escucho fuertes golpes, gemidos y gritos fuera de donde estoy.
Me aterrorizo, los gemidos y gritos suenan tan desgarradores como si estuvieran torturando a quienes los emiten.
«No, Steven, por favor, Dios, que no le estén haciendo nada a Steven, por favor» pienso mientras las lágrimas salen de mi por enésima vez en el día.
El lugar queda en silencio, solo se escuchan mis lamentos debilitados por la cinta en mi boca. De pronto arrojan la puerta pegando esta en mis pies, suelto un gemido de dolor y levanto la vista asustada.
«Gracias al cielo» pienso mientras veo a Steven entrar al almacén, camina hacia mi de forma amenazante, yo frunzo el ceño; ¿eso es un arma? y, ¿eso es sangre en sus manos?
Sin tiempo a reaccionar observo como levanta el arma para golpearme en la sien.
Abro los ojos, mi cabeza duele demasiado y la luz que entra por entre las cortinas lastima, siento como muerden levemente mi nariz, me levanto apartando a Colin y quedando sentada en la cama, estoy en mi casa, miro mi ropa, es mi pijama.
«¿Fue un sueño?» pienso confundida, mientras tomo mi cabeza con las manos.
—Duele mucho —me quejo—, duele mucho.
Intento calmar el dolor con leves masajes pero no funciona, lo empeora. Escucho como tocan la puerta. Con esfuerzo me alzo y me dirijo a la puerta.
Abro y veo a Steven con una sonrisa de oreja a oreja, mi mente no recapacita lo que está sucediendo.
—¡Buenos días! —saluda alegremente mientras entra a mi departamento, tiene dos termos de café en sus manos— ¿Todavía no estas lista? Holly te hará trabajar horas extras si llegas tarde otra vez…
Mi cabeza da vueltas, me siento realmente mareada y tengo nauseas.
—¿Millie? —escucho decir a Steven con preocupación— ¿te sientes bien?
Muchas nauseas.
Corro al baño, me arrodillo frente al inodoro y arrojo todo lo que mi organismo quiere desechar; tardo varios minutos, Steven me siguió agachándose a un costado y sosteniendo mi cabello para no mancharlo de vomito asqueroso.
Tan pronto como termino de expulsar todo, me tumbo sobre el piso recargando mi espalda frente a la pared del excusado. Sigo mareada. Ignoro en qué momento mi amigo se levanto y fue por un vaso de agua a la cocina.
—Aquí tienes —me dice mientras regresa a mi lado y lo sostiene sobre mis labios—, tómalo con calma.
—Gracias Steven —alcanzo a decir después de beber—, me zumban los oídos.
Steven me examina y con cuidado toca la parte de entre mi ojo y oreja derecha, su palpar, aunque suave, me duele.
—¡Au!
—Tienes un moretón tenue ahí, Millie —él vuelve a tentar con más cuidado— ¿te golpeaste con algo?
Yo niego con la cabeza.
—¿Te caíste? —Steven deja de tocar y me mira a los ojos, yo vuelvo a negar—.
—No me acuerdo.
—¿Las náuseas empezaron apenas hoy?
—Creo que sí.
—Sospecho que tienes una conmoción cerebral —el rostro de Steven muestra preocupación—, Millie —Steven se para y saca el celular de su bolsillo—, voy a llamar a nuestros respectivos trabajos y avisar que no vamos a poder presentarnos; voy a llevarte a un médico.
—No —si no asisto hoy, Holly me va a hacer trabajar días extra sin remuneración—, Steven, espera.
Con dificultad me enderezo y tomo el móvil de sus manos.
—Estoy bien, es solo un diminuto golpe. Voy a estar bien, no te preocupes.
Intento tranquilizarlo, todo da vueltas pero me las arreglo para seguir de pie.
—No creo eso —Steven sostiene mis brazos estabilizándome un poco—, si estuvieses bien recordarías cómo te hiciste eso.
—Colin tiro mis libros de la repisa sobre mi cama, al intentar volverlos a colocar en su lugar se me vino encima el pequeño cactus que tengo como decoración —lo estoy inventando, en realidad no recuerdo cómo o qué hice para terminar con un golpe de esta magnitud en mi cabeza—, la razón por la que tengo un moretón y esta enrojecido —alcanzo a ver mi cara en el espejo atrás de Steven— es porque el cactus tiene espinas y la maceta está hecha de cemento.
Steven me mira en silencio y alza una ceja, cuestionando lo que le he dicho.
—¿Qué? —defiendo mi mentira—, lo recordé cuando dijiste que ibas a llamar a la insoportable de mi jefa.
—Esta bien —Steven no me cree, aun veo en su rostro preocupación pero suelta un suspiro derrotado—, solo prométeme que me llamaras cada hora reportando tu estado ¿de acuerdo?
—Si papá —suelto burlona y Steven sonríe—, lo prometo.
—Ja-ja-ja muy graciosa —dice él con sarcasmo—, ahora ve a vestirte mientras alimento a Colin y te preparo un sándwich.
—Gracias —digo antes de salir del baño dándole un beso en la mejilla—, no sé qué haría sin ti.
—Matarte con un cactus, eso es seguro.
—Ahora quién es el payaso —termino de reír y cierro la puerta de mi habitación—.
Cualquier rastro de diversión desaparece, estoy apoyada en la manija sin animarme a moverme por miedo a caerme. «Vamos Millie, tú puedes», pienso mientras me dirijo con cuidado al baño de mi habitación, «una buena ducha con agua caliente puede arreglar todo», sigo alentándome.
Ya limpia, vestida y arreglada me miro al espejo, sigo con dolor de cabeza pero al menos las náuseas, la fatiga y el zumbido de odios han desaparecido.
Salgo de la habitación y un olor delicioso llena mis fosas nasales, Steven hizo el desayuno, sonrió internamente.
—¡Mmmm, qué rico! —digo mientras entro a la cocina— ¿No quieres casarte conmigo? Quisiera despertar con este aroma todas las mañanas.
Bromeo con Steven mientras lo ayudo a terminar de poner la mesa, solo faltan los cubiertos.
—Sería todo un placer tenerte como esposa —Steven sigue mi broma, recorre mi silla y me invita a sentar— tú también hueles muy bien, ¿mejor?
Steven toma asiento frente a mi y comenzamos a comer.
—Si, mejor —contesto a su pregunta y le sonrió—, aun me duele un poco la cabeza —confieso— pero de ahí en mas ya me siento mucho mejor.
—Metí un frasco de pasillas para el dolor en tu mochila, lo recomendable es tomar una cada siete horas, no abuses, por favor —dice para después dar un trago del café de uno de los termos—, también coloque una botella de agua y llene un termo con té de manzanilla por si te sientes cansada o fatigada.
—Gracias Steven, en serio, no tenías que hacerlo.
—Millie —suena severo pero después sonríe—, qué te he dicho —yo frunzo el ceño sin entender—, no tienes que agradecerme ya te dije que somos amigos.
La felicidad que me provoca su respuesta me llena de entusiasmo, olvidando cualquier otra cosa, incluso el dolor.
—Y los amigos hacen esto porque se quieren —no puedo con mi alegría, el hecho de que me recordara la frase que nunca me canso de decirle me hace querer saltar de emoción—. Te amo, Grant.
—Te amo, Harper.
GRACIAS POR EL APOYO ♥
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Se sentía muy cansado, hoy había tenido mucho trabajo y demasiados enfermos habían llegado al hospital, habían aumentado los contagios.
Solo quería descansar pero eso Kitty no se lo iba a permitir.
— Hoy una de las monjas me dijo que te vio OTRA VEZ con la enfermera Sophie.
— Si, ¿Y?
— ¿Y? ¿Qué estabas haciendo con ella?
— ¿Trabajando? Ella trabaja como enfermera en el hospital, tú lo sabes. ¿Qué más podríamos estar haciendo? — pregunto cómo si fuera obvio.
— ¡Cogiendo! — exclamó enojada.
— ¡Por favor!
Walter puso cara de fastidio, se tallo la cara con frustración.
— Eso es lo que ella quiere contigo, por eso siempre anda detrás de ti, como una perra detrás de su hueso.
— ¡Hey!—se enfrentó a ella — No hables así de Sophie.
— ¿La estás defendiendo?— pregunto indignada.
— Si, Kitty. Eso estoy haciendo. —dijo Walter antes de soltar un suspiro cansado —. ¿Sabes que? No me interesa pelear contigo, estoy cansado.
Se dió media vuelta dispuesta a ir a su habitación pero Kitty lo impidió.
— ¡No! ¿Acaso eres tonto? ¿No te das cuenta que te esta seduciendo?
— Kitty, por favor...
— Lo ha hecho desde que llegamos al pueblo, siempre siendo coqueta y estando detrás de ti.
Se acerca a él y lo toma de las mejillas sin dejar de mirarlo a los ojos.
— Walter, haz que la despidan.
— ¿Que? ¡No!—exclamo enojado, alejándose de ella —. No es momento para tus celos y comportamientos infantiles. Ella ha sido de mucha ayuda en el hospital.
— Pueden conseguir a alguien más.— contesto como si fuera tan fácil.
— Hay pocos medicos, el pueblo está en medio de la nada, por favor Kitty.
— ¡Walter, no quiero que esté contigo!— exclamó celosa.
— No me importa.
— ¿Disculpa?— dijo ofendida.
— Lo que escuchaste— respondió el rubio —. No voy a hacer lo que tú digas, no eres una niña, eres una adulta.
— ¡Ella te quiere alejar de mi!
— Tú lo arruinaste cuando te acostaste con otro hombre.
— Él ya no es importante para mí, ahora tú lo eres.— Kitty trato de acercarse a él pero él se alejo.
Walter solto una risa al escuchar sus palabras.
— Te amo, Walter.— murmuro la castaña.
— ¿Desde cuándo? ¿desde que Charlie te dijo que no se iba a divorciar de su esposa?— pregunto desafiante.
— Walter...
— No, Kitty. No entiendes. Sophie se ha vuelto alguien importante para mí.— explico, abriendo su corazón un poco.
— No me digas eso.— su voz se rompió.
— Ella ha hecho más por mí durante estos meses que tú durante todo nuestro matrimonio.
El rubio después de decir eso, se dió media vuelta y entro a su habitación, poniendo seguro. Pero a pesar de eso Kitty no dejaba de golpear la puerta.
— Walter.... Walter.... ¡No me puedes dejar así, por favor!
Walter solo suspiro, y se recostó boca abajo en la cama, y se cubrió la cabeza para evitar escuchar los gritos de Kitty.
Empezaba a tener dolor de cabeza.
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Contigo hasta el fin del mundo Capítulo 9
Capítulo 8
*Angel POV*
“Queridos papá y mamá:
Seguramente os sorprendáis de recibir tan pronto otra carta mía y es porque hay noticias recientes: Estamos cuidando de un niño. Es el hijo de un amigo de él.
Sí, lo sé, ¿Cómo es que he aceptado? Ni yo misma lo sé, supongo que es porque le amo demasiado como para aceptar. No es que sea un mal niño como esos dos monstruos, pero ¿De verdad puedo hacerlo? Sabéis perfectamente mi opinión sobre los niños, son muy molestos y se comportan mal ¿Pero Jack? Es otro nivel, no parece un mal niño, pero porque le han enseñado a estarse callado y no de la buena manera ¿Qué debería hacer? No sé cómo se cuidan este tipo de niños, necesita ayuda. Es una pena que no vaya a poder recibir vuestro consejo me vendría bien ayuda. Y tampoco me veo haciendo de madre. Esto va a salir mal.
Desearme suerte, besos Vuestra querida hija.
Posdata: cuando terminé de escribir esto, vi a mi novio hablar con Jack de una manera que me maravilló, ha conseguido que exprese lo que siente. Amo por completo su alma. No puedo haber tenido tanta suerte de encontrar a alguien como él. Es increíble, espero que algún día le conozcáis.”
Miro el sobre que contiene la dirección de la calle más alejada del lugar en donde nos alojamos. Bueno, alojábamos. Hoy nos marchamos de aquí. Jake me envió un mensaje diciendo que compró un saco de dormir para Jack. No es justo que tengamos que viajar separados. Seguro que lo ha hecho pensando en los dos. Par que cuide de él en caso de que algo le suceda. Me la ha jugado. — ¡Mamá! —reacciono a ese grito y miro a Jack— ¿Estás bien? Recuerdo que delante de la gente me tiene que llamar ‘Mamá’. Es una sensación terrible el ser llamada de ese modo, me he saltado años de maternidad. —Sí, estoy bien —contesto mientras echo la carta en el buzón—. Bien, vámonos —cojo su mano y comenzamos a caminar hacia la estación. — ¿Qué era lo que tenías en la mano? —me pregunta con curiosidad. —Es dinero por un alquiler —le miento. — ¿Qué es un alquiler? —Es cuando tienes una casa pero que pagas por vivir en ella porque le pertenece a otra persona. — ¿Quieres decir como el banco? —le miro arqueando una ceja, sorprendida— Jonas siempre estaba ‘Otra vez el puto banco de nuevo enviando la carta’ —expresa en una voz fina, pero fingiendo como si estuviera enfadado. —Ey, que tu hermano lo dijera no significa que debas imitarlo —le contesto señalándole enfadada—. Nada de palabrotas ¿De acuerdo? —De acuerdo. Suspiro un poco nerviosa. Paro de caminar y me pongo a su altura, colocando mis manos en sus brazos, mirándole con un poco de miedo. —También será mejor que no hables de Jonas —explico con calma—, la gente podría preguntarse dónde está ¿Lo entiendes? Él no pertenece a esta familia. —Vale, no hablo más de Jonas. —Perfecto. Me incorporo y retomamos el volver a caminar, ajustándome la mochila. — ¿Jake no viene con nosotros? —No digas su nombre aquí —le hago la señal de silencio—. No, nos encontraremos en la estación cuando lleguemos. Desearía de verdad que estuviera aquí conmigo. Jake se lleva mejor con Jack. Él es más amable con el niño, mientras que yo soy más estricta. No me extrañaría que me llegase a odiar por cómo le trato.
Estamos a una calle de la estación y Jack se detiene, buscando en sus bolsillos. — ¿Qué pasa? —pregunto mirándole extrañada. —Mi muñeco no está —responde nervioso—, ¡No tengo mi muñeco! —Pero no podemos buscarlo- — ¡Oye niño! —nos giramos en la dirección de la voz. Un hombre se acerca a nosotros y le muestra el muñeco del zorro. — ¿Es tuyo? — ¡Sí, gracias! —Jack lo coge y lo abraza. —Gracias por devolvérselo —le digo con educación. —No es nada, me alegra de devolverle a su pequeño amigo —mira a Jack y luego a mí, con una sonrisa—. Tu hermano no se pasará la noche llorando. —No es mi hermano, es… —trago saliva nerviosa— Mi hijo. Me mira sorprendido, arqueando las cejas como si hubiera dicho algo extraño. —Vaya, no lo parece, eres muy joven. Creo que colaría que me dijera eso si tuviera menos de veintiséis años, creo que lo ha dicho para ser educado. —Errores de juventud, ponte siempre protección —digo incómoda, teniendo que hablar con un desconocido sobre esto. O quizás es el miedo de continuar hablando con él—. Tenemos que- —Soy Andrew Lorenz —me ofrece la mano modo de saludo. —Y yo soy ‘Tenemos prisa’ —contesto cogiendo la mano de Jack. —Curioso nombre —suelta una risa y me quedo observándolo. Extraño, algo en él me resulta familiar. —Mamá —Jack tira de mí sudadera, haciendo que me deje de estar distraída. —Sí, ya vamos —vuelvo a mirar a Andrew y le dedico una pequeña sonrisa—. Gracias de nuevo. —Un placer —levanta la mano despidiéndose. Jack y yo volvemos a caminar, alejándonos de él. Mi cerebro ha grabado su cara. Cabello castaño y lacio, unos ojos azules, sonrisa encantadora, extrañamente encantadora. Su postura era muy recta y hablaba con demasiada confianza en sí mismo por el tono. —No me ha gustado ese hombre —me dice Jack, agarrando con fuerza el muñeco. —Ya, a mí tampoco —respondo en tono serio. —Parecía que quería ser mi nuevo papá, pero ya tengo uno que quiere a mí mamá. Le miro sorprendida y una oleada cálida me hunda en el pecho. No… suena tan mal, sabiendo que Jake y yo somos pareja. Aunque mis palabras son distintas a las de él, me hacen sonreír ante su inocencia. —Así es, Jack, no te preocupes que no habrá otro hombre en mi vida —le sonrío mientras me imagino toda una vida con Jake. Juntos. —Bien, porque me gusta que Jake sea mi papá, puede hacer cosas divertidas en el ordenador. Me mantengo en silencio ante esa sentencia. Sí que es cierto que Jake es increíble con el ordenador, pero me pregunto hasta qué punto a él le gustaría que Jack le gustase lo que él hace. No son cosas para un niño. — ¿Crees que me enseñará algún día a hacer esas cosas? —sus ojos brillan con felicidad de querer saber más. —Eso no es algo que esté en mi mano, Jack- —Entonces aprenderé observándole y seré igual de genial que él. Buena suerte con eso, porque solo hay un Jake capaz de hacer cosas increíbles.
Para dos billetes de última hora, he gastado más de lo que pensaba. Le compro también una libreta de dibujo y pinturas para que no moleste durante el viaje. —Quizás… debería comprar algo también para que coma… <<Mírate, cuidándole como si fuera tu hijo ¿Hasta dónde voy a llegar con esta falsa?>> Saco el móvil y decido escribir a Jake para avisarle. ----------------------------------------------------------------------------------------
Angel Ya estamos en la estación ✌️ Y tú? Ya estás en el autobús?
-----Jake se ha conectado-----
Jake Estoy intentando mejorar la configuración del portátil en el estudio. La distancia será más larga esta vez.
Angel No tengo ni idea de cómo va eso, pero confío en ti 😆
Jake :) ¿Está Jack nervioso por el viaje?
Angel No Todo lo contrario, bastante tranquilo
Jake Me alegro.
Angel Ocurrió algo que me ha hecho gracia Se ha enfadado con un hombre que intentaba ligar conmigo tras ayudarle a recuperar su muñeco🤭 Porque ha creído que quería ser su nuevo papá
Jake Jaja. No tiene que preocuparse, no va a tener otro padre ;)
Angel Bueno, un día lo tendrá 🙂 Nos encargaremos de eso, no?
Jake Por supuesto.
Angel Bueno, ya nos avisan de que el tren está listo Nos vemos pronto?
Jake Nos vemos pronto. :)
Angel 😊
-----Jake se ha desconectado----- ----------------------------------------------------------------------------------------
Me acerco a Jack y le tiendo la mano para marcharnos al tren. Tengo ganas de reunirme con Jake de nuevo. Cuento las horas para reunirnos. <<Tan solo ten cuidado en tu viaje, Jake.>>
*Jake POV*
Quizás haya mentido un poco. A parte de comprobar el ordenador antes de irme, he querido escuchar si hay algún rumor sobre lo ocurrido con Jonas. Entro en la tienda de Leonardo cuando la policía se marcha tras interrogarle. —¿Saben de Jack? —pregunto preocupado. Me apoyo en el mostrador y Leonardo niega con la cabeza. —Me han preguntado por él, sí —también él se apoya—. Les he dicho que quizás el crío haya visto la oportunidad de huir de su hermano, así que estará en búsqueda por el país. —¿Y saben de mi existencia? —No, al parecer, nadie te ha prestado atención —contesta con una risa—, eres como una sombra, chaval. —Ya veo. Nadie llegó a ayudar a Jack, no vieron las señales de que ese niño estaba siendo maltratado. Quizás es eso lo que me ha hecho ser protector con él y querer que lo cuidásemos nosotros. Y él realmente está feliz con nosotros. —Me tengo que ir —me separo del mostrador. —Cuidar bien del niño —Leonardo me sonríe— y tener un buen viaje, familia. Doy gracias a que llevo puesta la mascarilla o me vería sonrojado. Nunca pensé que iba a tener una familia de esta forma.
Mientras voy a la estación de autobuses, me salta la notificación de que han vuelto a hablar del FBI. Otra entrevista. Me coloco los cascos y lo reproduzco. De nuevo, John Fusch aparece en el vídeo. —Hemos ampliado la plantilla de agentes en la búsqueda del hacker —dice en el vídeo con una sonrisa al hombre que le entrevista—, puede que muchos de ellos sean nuevos, pero son los mejores en su promoción. Son decididos, fuertes y muy inteligentes. — ¿Y de cuántos hombres estamos hablando? —le pregunta el entrevistador, con papeles en la mano. —Bueno, si nos ponemos a contar, al principio éramos muy pocos, como mucho, dieciséis personas —explica moviendo la mano—. Durante los últimos años, hemos integrado a más gente de diferentes campos de especialidades, así que ahora tenemos mucha más confianza y no tendremos que pedir más dinero para más horas extra —se ríe como si hubiera hecho una broma—. Ahora son más de veinte personas trabajando. Claro, para pagar las horas extras, no porque necesitaban un gran equipo para poder atraparme. — ¿Y no le preocupa que ese hacker en este mismo momento nos esté viendo y se esté enterando de todo esto? —Por supuesto que no —niega con orgullo—. Es más, deseo que de verdad esté viendo esto y sepa que aún no nos rendimos —mira a cámara casi desafiante—. Sabes perfectamente que lo que hiciste no estuvo bien, si te entregas por voluntad propia, seremos amables contigo, Jake. Aprieto la mandíbula, apretando con fuerza el móvil. ¿Amables? Ese hombre desea tener mi cabeza colgada en su despacho. Decir mi nombre en televisión ha sido claramente un desafío hacia mí.
El viaje será más largo en carretera, incluso tengo que cambiar de autobús por seguridad. Voy a tardar un poco más que ellos en llegar a Italia, pero llegaré para estar con ellos. Recibo un mensaje de Comet, preocupado. ----------------------------------------------------------------------------------------
Comet Has visto las noticias?
Nymos Sí. Como si antes no hubieran ido en serio.
Comet Qué harás?
Nymos Nada.
Comet Cómo!? 😨 Cómo que no harás nada!?
Nymos No voy a seguirle el juego. Intenta que le tenga miedo, pero no lo va a conseguir.
Comet Y Angel? Vi el vídeo de la rueda de prensa con ese tío del FBI Te avisé Jake 😑 Tendrás problemas con ella
Nymos Tiene bastante cuidado. Además, le es fácil leer a la gente, no creo que tenga problemas :)
Comet Crees que podrían buscarla? Ya sabes, porque es una sospecha de estar en contacto contigo
Nymos Lo he preparado todo para que ella huya en caso de que vengan a por nosotros.
Comet Déjame adivinar… Ella no lo sabe
Nymos Con el niño ahora, no podemos arriesgarnos.
Comet QUÉ NIÑO!? JAKE!!?? VAIS A SER PADRES!?!? TAN PRONTO!?! CÓMO HA PODIDO PASAR!?!
Nymos Henry, no vamos a ser padres. Ayudé a un niño que me recordó a ti cuando eras pequeño. Y ahora lo estamos cuidando.
Comet Oh… Entonces lo entiendo Pero si está contigo, va a estar bien cuidado 😄
Nymos Aunque es peligroso.
Comet Pero te has encariñado con él, verdad? 😆
Nymos Sí. Por desgracia, he acabado cogiéndole cariño. Angel me ha contado que se ha enfadado con un hombre porque creía que quería ser su nuevo papá cuando ya me tenía a mí.
Comet Jaja! 😂 Ya no creo que vayas a poder alejarle de vosotros
Nymos Lo se. ----------------------------------------------------------------------------------------
Noto entonces la mirada de alguien en el autobús. No es directamente a mí, sino a todas partes, como si estuviera buscando algo. No sabría decir si ya es por mis preocupaciones de sentirme observado o si estoy en lo correcto. ----------------------------------------------------------------------------------------
Comet De aquí al matrimonio hay un paso 😜 Y de eso no habéis hablado? Jake? Ey, qué pasa?
Nymos No me llames Jake.
Comet ??
Nymos Perdón. Creo que hay alguien observando todo el autobús.
Comet Necesitas mi ayuda?
Nymos Sería arriesgarte demasiado.
Comet Puedo investigar los móviles de cada pasajero si te localizo 😎
Nymos No, es mejor que no te involucres.
Comet Está bien 😞
Nymos Me desconecto.
Comet Adiós Nymos ☹️
-----Comet se ha desconectado----- ----------------------------------------------------------------------------------------
Guardo el móvil e intento mantenerme tranquilo para no levantar sospecha. Tendré que cambiar de autobús en la siguiente estación solo para mantenerme seguro.
Cuando bajo en la primera estación de autobús, me fijo en las personas que han bajado: Una anciana, un chico de mí edad y una familia. A no ser que sea veterana, no creo que hubiera sido la anciana quien estuviera mirándome. El chico está demasiado centrado en su móvil y los padres intentan controlar al niño que no para de moverse. Me siento a la espera del siguiente autobús. Es desviarse un poco de la ruta que pretendía hacer, pero al menos no me siento tan vigilado —Perdona, me he olvidado de mí cargador del móvil, ¿Tienes uno? —escucho a mi lado y miro por el rabillo del ojo. Es el chico que se ha bajado en el mismo autobús. Me mantengo callado, no queriendo desvelar mi voz. —Es que necesito llamar a mi madre —me dice casi con pena—. Está enferma y quiero decirle que tardaré en llegar. Suspiro y saco el cargador de la mochila, prestándoselo. —Gracias —me dice con una sonrisa, alejándose. Me levanto del asiento y le sigo con cuidado de que no me note. Me oculto e intento comprobar si me decía la verdad. —¿Papá? —frunzo el ceño al escucharlo ¿No era que iba a llamar a su madre?— ¿Cómo está mamá? —vale, entonces era verdad— Bien, he conocido a una chica. Creo que podría ser la única. Pongo los ojos en blanco al escucharle. Me he preocupado por nada. Regreso al asiento, no queriendo seguir escuchando una conversación privada.
El chico regresa más tarde con el cargador en la mano y una sonrisa. —Ya está, muchas gracias —me tiende la mano y recojo el objeto—. Me has salvado la vida —Asiento y guardo el cargador— ¿No puedes hablar? Meto las manos en mi sudadera y le ignoro por completo. —Está bien, supongo… Se aleja y recibo un mensaje, con la foto de un dibujo de tres personas. La persona del medio es más bajo que las otras dos que tiene al lado. Me río diferenciándonos por el cabello. Encima de las tres personas, pone ‘Mi familia’. Sonrío al leer el mensaje. ----------------------------------------------------------------------------------------
Angel Has visto lo que Jack ha dibujado? Ha insistido de que te enviase una foto para que lo vieras Ug… Sabe cómo llegarme al corazón 😩 Vas bien en tu viaje?
Jake Sí , todo va bien :) Es todo un artista.
Angel Y ha escrito Mi familia
Jake ¿Y eso te gusta?
Angel Mmm… Me ha conmovido, no lo niego
Jake Jaja. Te doy solo una semana a que al final te guste que te llame ‘mamá’. ;)
Angel No! Tengo un límite! Sí tú quieres que te llame papá, adelante Pero a mí no me metas en el juego
Jake Vaya, ya no te molesta tanto como antes. ¿Ha tenido que ver el que se haya enfadado con aquel hombre?
Angel Bueno, si le gusta vernos juntos, cómo no aceptar al menos solo una cosa?
Jake Y eso para ti es importante.
Angel Sí 🤭
Jake :)
Angel Genial, quiere ir al baño 😑
Jake Pues acompáñalo, “mamá”.
Angel 😒
-----Angel se ha desconectado----- ----------------------------------------------------------------------------------------
Suelto una pequeña risa, imaginando su cara. Seguramente después de esto, no tendré permitido dormir en el saco de dormir con ella por un tiempo.
Observo la foto del dibujo, sonriendo detrás de la mascarilla. Me doy cuenta de que nos ha dibujado cogiéndole de las manos. Somos eso para él al final. Una familia. Dejé ese pensamiento en el pasado, pensando que jamás tendría algo así.
Sigo recuperando cosas que jamás pensé que tendría de nuevo.
Capítulo 10
#duskwood#duskwood jake#duskwood mc#duskwood jake x mc#duskwood español#duskwood fanfic#duskwood everbyte#everbyte#everbyte studio
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Ese “alguien mayor” suena de perro jajajaja pta igual entiendo tu poco nivel de decisiones jajajaj y me siento reflejado, siempre hago este tipo de preguntas pero yo nunca sé contestarlas onda “comida favorita?” Ni idea que chucha contestar, siempre contesto lasagna porque una vez lo dije, aunque tu respuesta de los completos fue buena, comida para toda ocasión, jajajaa pero cada cosa tiene su lado bueno entonces tampoco se que contestar muchas veces 🥲.
Hay algo de lo que te arrepientas en tu vida?
JAKDJWK perdón es q no sé cuántos años tienessss
y siii, soy muy indecisa pero a la vez demasiado habladora, por eso igual me cuesta, tengo como mucho para decir
la vdd es que no me arrepiento de nada nada, si me arrepintiera quizás no sería la persona que soy hoy
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Me desperté al día siguiente con la sensación de que la había cagado... con esa sensación de mierda donde sientes que te equivocaste en algo y no sabes si es verdad o no. Con la culpa.
Hace un rato había despertado, eran como las 15.30pm y yo aun no podía entender si el suceso de anoche era real o no...
Pero imágenes de sus ojos penetrantes inundaron mi cabeza, imágenes donde su pelo negro, su cuello, su rostro, su mejilla y boca estaban tan cerca pero a la vez tan lejos de mi. Me sentía una mierda por pensar en Joaco de esta forma, pero también entendía el juego que el estaba jugando intentando meterse con alguien mayor. Me tape la los ojos con mi antebrazo, cubriendo mi vergüenza de pensar en esa boca y recordar ese olor. ¿Cómo mierda se volvió tan atractivo de un rato para otro?
Adicional a eso su sonrisa ☺️
Su color de pelo cubriendo levemente sus ojos... 🥵🥵
Bueno... será mejor dejarlo así.
Y mientras sonreía mi teléfono se iluminó:
<Mensaje nuevo>
<Joaco 😱>
"Espero que estés bien, no sabía si molestarte, solo quería desearte un buen dia"
😐😐😐😐😐😐😐😐😐😐😐😐😐😐😐
Mire el mensaje 3 veces, porque también pensé que no valía la pena contestar...
Entonces simplemente bloquie la pantalla y decidí levantarme, me senté en la cama desorientada, pero sonrojada por la situación.
Me levante y ne duche rápido, hoy tenia algo que hacer en la tarde. Comí algo, me arregle un poco baje del edificio y baje a los estacionamientos, me subo al auto y ...
<suena el celular >
<Llamando Made>
Mire de reojo un segundo antes de contestar, y después de demorarse un poco dije "aló?"
-Made dime-
Ella estaba empeñada en que tenia que ir hoy en la tarde a buscar algo a su casa, no tenia a nadie a quien más pedirle ayuda.
-listo, no te preocupes, te paso a buscar a eso de las 20, te parece bien?, si?. Ok, nos vemos-
Colgué el teléfono sintiéndome una maldita aprovechadora, sabía que quizás lo volvería a ver, y después de no contestar su mensaje podría estar un poco molesto. Así que tome nuevamente el teléfono, busque su chat en WhatsApp y le escribí:
<Hola!, todo bien. Nos vemos>
Enviado...
🫥🫥🫥
Deje el teléfono, prendí el auto y ...
<Vibración, vibración >
<Mensaje nuevo>
Joaco 😱:
<Te veo después>
😧😧😧😧😧😧😨😨😨😨😨😰😰😰😰😰😱😱😱😱😱
Sabe que voy!!!!, lo sabe!!!!
Cálmate, cálmate, no es para tanto, tu eres la adulta y tienes el control. El es un pendejo jugando a ver si me conquista nada más.
Je je je
🥲🥲🥲🥲
Durante la tarde, no hice más que pensar en que podría verlo, y me sentía con una sensación extraña en el estómago, pero no sentía que estuviera bien o mal.
Llegue a eso de las 19.10pm... así que rápidamente estacione mi auto, entre a la casa y note que no había nadie. Ingrese de todas formas y llame a Made estando dentro y ella me contesto que demoraría un poco, pero que la esperara por favor. Entonces le comenté que no había nadie en su casa, y ella me dijo que no me preocupara que podía ver tele o jugar en la Nintendo de Joaco un rato para esperar. Me incline obviamente por ver televisión, pero también me tentó jugar un rato en la Nintendo, así que espere un rato y recibí un mensaje:
<Mensaje nuevi>
Made🍒:
<Hey Llegare más tarde de lo habitual, se están demorando mucho con mis uñas, esperame porfavor. Nos vemos a las 22.00pm a más tardar. 💋 💋 >
😦😦😦 mientras miraba el mensaje en la pantalla, no podía dejar de pensar que mierda iba a hacer casi dos horas sola en una casa. Entonces decidí definitivamente jugar en la Nintendo.
Entre a la pieza de Joaco, prendí la Nintendo y comencé a jugar, al rato me dio un poco de frío así que tome una manta y me recosté un minuto en la silla Gamer que tenia frente al televisor.
Pasaron no se... 40 minutos y despierto con una sensación extraña, escucho ruidos así que comienzo a abrir mis ojos poco a poco...
Cuándo los abro definitivamente veo a Joaco sin polera y me dice:
-Tranquila, voy a ducharme y me cambio ropa en el baño, sigue durmiendo no te quiero molesgar- y entonces salio de la habitación.
Mi cara estaba roja como un 🍅 🍅 🍅, estaba tan roja que no fui capaz de decir nada ni hacer nada más que quedarme en esa silla y esperar.
Fueron 15 minutos que se tardo en volver a entrar a su pieza, y cuando se sienta en su cama que estaba detrás de su silla me pregunta :
-¿Que juegas? - a lo que rápidamente contesto -unas carreras del Mario Kart-
El se queda pensando un minuto y se mueve cerca de su Nintendo, entonces carga uno de sus brazos sobre la silla y el otro para sacar el otro control para jugar. Por un momento volví a ver de cerca su rostro, sus ojos y su pelo húmedo...
Parecía que estaba aún más guapo que como lo recordaba ayer. En eso saqué mi celular para ver la hora y veo que son las 21.35pm, entonces comienzo a interrogarlo:
-Y tus papás llegarán pronto?- 😳
A lo que el contesta: -Hoy no van a llegar, tienen una fiesta, creo que también fue Made con ellos-
Yo:
😐 -Made?-
-Si, no te lo dijo?, ella necesitaba saber si podías quedarte hoy aquí, para que ella pudiera salir tranquila con mis viejos y así alimentaras a sus gatos y cuidaras a mama sole mientras no estan-
-y tu no puedes alimentar a los gatos y cuidar a tu mama Joaco??- 😠😠😠😠
-Ellos pensaban que no llegaría temprano hoy, entonces ... no tuve tiempo de avisarles que cancelé los planes y que me quedo aqui-
-Entonces llamalos ahora y diles que estarás tu, que no necesario que me quede 🙄-
<<Suena teléfono de Joaco>>
Contesta:
-Si?... hola todo bien, si esta aquí conmigo, estamos jugando en la Nintendo. Si le explique, pero me dice que prefiere que me quede solo aqui-
Yo: -yo no dije eso!!!, dije que creo que puedes hacerte cargo...-
-Aja, si, si... si obvio. Si yo le digo no va a decir que no, tranquila. Si Made le diré ahora y te aviso que es lo que me dice ok, bye.
Dice mi hermana, que se quedan más tranquilos todos si te quedas tu también a ayudarme con los remedios de la mama Sole, y con los gatos aquí. Que te pueden pagar si quieres, que de verdad les das más tranquilidad que yo- sonríe
-aaah ok, ya veo. Ok, me quedare a dormir aquí, pero en otra habitación, y no vamos a acostarnos tarde, necesito dormir-
De pronto cuando termine de decir eso el me mira con una cara de preocupación y me dice: -Dormiste mal anoche?, pensé que habías dormido bien conmigo.-
A lo que yo puse una cara de mucha vergüenza y le dije: -trabqui, no eres tu, solo estoy acostumbrada a mi cama, es todo- y le sonreí.
Al pasar un rato ya comencé a tener sueño, dejé todo listo y me fui al dormitorio de Made para Dormir, pero la puerta estaba cerrada, así que tuve que volver al cuarto de Joaco y preguntarle si tenía llaves a lo que el con mirada coqueta me dice que no.
-Tendrás que dormir aquí otra vez, pero esta vez dormiré bajo las frazadas, porque hace frío-
Mi cara roja explosiva de la vergüenza casi explotando.
-si obvio tranquilo, yo dormiré con ropa, no traje nada de pijama así que no tengo problemas. A parte así estoy más cerca de la mama Sole en caso que necesite algo-
😆😆😆... no se a quién quise engañar con esa última frase, pero trate de tener una excusa solamente 🤣 jajajajs.
Nos acostamos uno frente al otro sin decir nada, y yo rápidamente comencé a ceder y a querer dormir... entonces cuándo estaba dormitando comencé a sentir algo extraño...
🫣🫣🫣🫣🫣
Sentí como su mano comenzó a tocar sobre mi pantalón en la cadera... era algo muy suave, casi inexistente, casi como si no estuviera pasando. Rozó sus dedos sobre mi cara, bajo por mi mejilla, paso por mis labios y siguió su camino hacia mi cuello...
Pude sentir levemente como rozo mi pecho, pero yo no tenía la certeza de nada, entonces lo dejé seguir.
En un momento lo vi ponerse de espaldas a contra luz, tomó su cara con ambas manos y suspiró...
-Dios no puedo aguantarme, por fin la tengo aqui-
Para ese momento no sabía si estaba soñando o estaba despierta, por lo mismo solo lo dejé seguir.
Volvió a ponerse en posición frente a mi, lo pude observar de reojo lo nervioso que estaba, me miró un tiempo largo...
Y luego poco a poco comenzó a hacercar su boca hacia mí. En ese minuto no supe que hacer porque estaba medio dormida, pero tampoco quería asustarlo, al final de cuentas también quería saber hasta donde llegaría este juego de mierda donde el pensaba que me podría involucrar. Que tan valiente eres ??, me preguntaba con cada movimiento de sus manos o sus ojos. Que tan lejos pretendes llegar?
Una vez más podía sentir su respiración en mi boca, sentía su aliento y casi sus labios rozando los míos lleno de miedo y dudas por la situación. Era peligroso el juego que estábamos jugando, pero tampoco quería frenarlo, sentía que necesitaba saber hasta dónde podía llegar.
Por varios minutos sentí su boca frente a la mía inmobil, prácticamente en pausa y sin intención de moverse o de reaccionar.
Que juego estas jugando Joaco? Me preguntaba todo el tiempo. Pero el no se movía, no decía nada... solo se quedó quiero con sus labios frente a los míos y con su mirada mirando mi boca sin poder reaccionar.
Entonces decidí que quería dormir y me moví, en eso Joaco se mueve otra vez mirando al techo, poniendo su antebrazo en sus ojos y riendo comentando en voz baja:
-Mierda, por poco no me aguanto-
Y se levanta y se va.
...
Que mierda fue esto?
Que mierda le pasa?
Que juego esta jugando?
Mierda Joaco, por poco yo también no me aguanto. Entonces sonreí, me acomode y me dormí.
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Feeling alone
Estaba sentada en el sofá de la sala de estar, esperando a que mi prometido, Miguel, llegará.
Ha pasado 1 hora de la hora acordada, la cena fría sobre la mesa, la botella de vino que decidí beber para no desperdiciar, a la mitad. Hace tiempo que el departamento no se siente igual, el ambiente es frío, se siente solo, creí que al comprometerme con Miguel todo mejoraría, pero no cambio absolutamente nada.
Seguí en el sofá ya con la botella vacía, eran casi la 1:00 de la mañana cuando decidí trasladarme a la habitación, me acosté en esta hecha un ovillo en medio de la cama con la sábana hasta el cuello, recordando lo buena que era nuestra relación en un inicio, lo atento y que solía ser, solíamos pasar muchisimo tiempo juntos.
Las lágrimas se deslizaban por mis mejillas cuando escuché las llaves en la puerta principal.
— ¿Emma? — lo escuchó llamar mi nombre, y sus pasos por el pasillo que lleva a la habitación. Controlo mi respiración y finjo dormir.
— Cariño, ¿estás despierta? — abre la puerta y camina sigilosamente hasta la cama y se sentó en esta — Emma, perdóname cariño, no pude escaparme antes — dice con un tono precavido mientras acaricia mi mejilla y suspira — Lo siento — sabe que estoy despierta, pero finge que no y se dirige al baño.
Cuando desaparece suelto el aire que retenía y solamente dejó correr las lágrimas mientras caigo dormida evitando su presencia.
Al amanecer, me levanto con la esperanza de encontrarlo en casa, de que quiera arreglar esto, pero oh sorpresa, su lado de la cama frío y tendido con el reloj marcando las 7 am, me levanto perezosamente aún con un poco de ilusión de encontrarlo en la cocina, pero no, no hay ni señal de que estuviera por aquí de no ser porque lo que iba a ser la cena de ayer no está, hasta que llego al comedor en donde hay una nota.
Buenos días, linda.
Lamento mucho lo de anoche, así como lo de hoy, planeaba --------- disculparme apropiadamente, pero hubo una emergencia. ------------Esta noche te llevaré a cenar, lo juro, paso por ti al trabajo.
Con amor, Miguel
Puedo sentir mi cabeza negar, pero le daría el beneficio de la duda, es nuestro 4to aniversario, podría sorprenderme, así que con esa luz de esperanza en mi corazón me aliste para el trabajo y me puse en marcha.
Una decepción más, ¿sorprendida? para nada, ¿Decepcionada?, definitivamente.
Es un circulo al cual debo ponerle fin, de nuevo, media hora de espera, 10 llamadas directas al buzón, como 20 mensajes y ni una señal de humo, así que aquí estoy de camino a casa.
El camino no es tan largo así que me voy caminando, con un sentimiento oscuro en mi interior, estoy harta de todo esto, así que decidida voy practicando lo que le diré al llegar.
Al girar la esquina de nuestra casa mis manos comienzan a sudar y temblar, sé que lo que haré está bien, aunque lo ame. Abro la puerta principal y me recibe la oscuridad y el silencio del departamento, sin poder evitarlo lágrimas y sollozos escapan de mi y las dudas que quedaba sobre la decisión de dejarlo se han desvanecido, no podré soportar esto más.
Voy a la habitación y empaco mis cosas en una maleta y las alistó dejándolas en detrás de la puerta, no seré una cobarde y esperare a que llegue. Pasan 20 minutos cuando recibo su llamada.
— Emma, perdoname, no me di cuenta de la hora —está conduciendo se puede escuchar los carros alrededor —¿donde estas?
— En tu departamento Miguel —contesto más bruscamente de lo pensado — no te iba a esperar todo el tiempo que quisieras.
— Disculpame de verdad, voy para allá aún no se acaba el día — suelto un suspiro exhausto
— Te espero aquí — cuelgo y llamo a un taxi que me lleve a mi departamento, hice una buena elección al no deshacerme de él.
Veo a Miguel entrar por la puerta principal con un aspecto preocupado.
— Listo, vamos — solo lo veo desde el sillón en el que estoy sentada
—No, no vamos a ningun lado Miguel — suelto y su semblante empeora, verlo así me hace sentir mal, pero no puedo hecharme para atrás — tenemos que hablar
— Esto es por lo de ayer, ¿verdad? — se apresura a mi lado intentando tomar mi mano y es mi turno en ponerme de pie
— No solo de ayer y lo sabes — agacha la mirada — Ya no puedo seguir con esto — dejo salir, sin más
—¿Qué?, no, no digas eso cariño, sé que he estado ausente últimamente — se pone de pie y camina hasta mi, mientras lo miro con una ceja alzada —pero te prometo que... —
— Que pondrás de tu parte?—lo interrumpo — ¿Qué estarás al pendiente?, ¿Qué saldrás más temprano?, ¿Qué compartiremos más tiempo?, ya me lo sé de memoria Miguel — me cruzo de brazos reconfortandome a mi misma
— Lo siento, sé que el trabajo no es excusa — dice buscando que decir — pero aunque no me creas siempre estas en mi mente, y te amo, eres lo que más amo en esta vida, no soportaría que me dejarás — dice desesperado, con los ojos aguados
— Y yo te amo a ti, pero siempre he estado para ti y creo que se te olvido que es mutuo y tenías que estar para mi. Parece que somos extraños viviendo juntos.
Lo veo ponerse de rodillas y tomar mis manos mientras llora.
— Por favor perdoname, no me dejes — era difícil verlo así y mantenerme firme, pero sabía que si se lo permitía lo volveria a hacer — no sé que haría sin ti.
—Lo siento, no puedo vivir con la mitad, más bien menos de la mitad de ti, no es lo que quiero —ahora lloraba junto con él — jamás me había sentido tan sola como este último año a tu lado
Me solte de su agarre dejando el anillo en la mesa de centro, tomé mis maletas y salí del departamento con el corazón destrozado.
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carta a mi papá
me cayó la locha un año y medio después; acostada en mi cuarto, viendo el techo blanco, así que decidí abrir la aplicación de notas y escribirte esto.
tenía rato sin hacerlo, pero es que últimamente todo lo que deseaba era decir palabras oscuras, llenas de molestia y pedazos de alma. Y muy en el fondo, en el sótano de mi corazón, sé que eso no es lo que quiero transmitir(te).
hoy decidí organizar en este lienzo las emociones que realmente siento cuando revivo los sucesos.
“la historia no tiene que ser trágica” Es algo que me repito a diario, porque durante 24 años redactamos un cuento lidísimo, con full antibajos, presencias, ausencias; muchas risas y abrazos. ¿Lo mejor? Haberlo hecho con Joe Arroyo de fondo y agarrados de la mano.
de antemano te advierto que cronológicamente no busco darle sentido a mis sentimientos, porque aún tengo muchos huecos grises y negros; sin embargo, solo quiero mencionar los destellos que hagan juego con el techo: esos espacios blancos, vibrantes, donde lo que vivimos fue luz plena y amor incondicional.
papá, qué ladilla.
de verdad, justamente este domingo todo lo que quería era estar viendo películas malísimas en tu casa, mientras comíamos helado tricolor de efe y los pancitos con queso de la cena se estaban calentando en la tostadora.
la tostadora perfecta la tenías tú. Esa que saca los sánduches en forma de triángulos y deja el queso de los bordes bien quemados.
¿sabes qué también tenías? La mejor sonrisa de la familia. Siempre presumiendo que nunca usaste “aparatos”, y recordándonos día a día el poder que tiene el sonreír en nuestras vidas.
gracias por hacerme adicta a cepillarme los dientes, por cierto.
y gracias por cuidarme en general, eh.
la verdad es que sin ti no sé cómo hubiese sido ese proceso de hacerme responsable de mí. Entre tus “trabajos como padre” el guiarme a la hora de prestarme atención y tomar decisiones favorables fue una materia que pasaste eximida.
ahorita, escribiendo esto, me acuerdo de las primeras veces que empecé a salir con alguien. Me dabas dinero de más “Por si acaso las cosas no te gustan”. Siempre me decías: “Llámame de una, y si no contesto agarras el primer taxi y te vienes a la casa”.
jamás me dejabas sola.
corrijo: jamás me dejas sola. Porque aquí en el celular llevo la cuenta de cuántos rideries he agarrado en la madrugada y al montarme los conductores están escuchando salsa. Han sido siete.
siete veces donde el copiloto era Alejandro.
es muy loco, porque por más que no esté tu presencia física, jamás creí que lo que me repetían las personas al oído en el funeral iba a ser verdad.
“ahora vas a sentir su presencia más que nunca”, “De ahora en adelante siempre estará contigo”. Bua, recuerdo ese día y esas palabras. Lo único que deseaba era que se fuera todo el mundo. Que se callaran, que no sabían nada.
jaja, me da risa la vaina y lo buena actriz que fui. Chamo, es que tenía tanta rabia. Estoy clara que me veías y seguro me tranquilizabas con la mirada.
pero en fin, quién lo diría, la gente tenía razón.
no hay un día en el que no te piense ni siente que estás ahí.
me abrazas en cada avena que me preparo, en cada canción de Madonna, cuando veo a Messi o una foto de Hamilton y cada que youtube me pone salsa en el trabajo.
diría que en el vino, pero ahorita no estoy tomando casi nada. De igual forma es inevitable que al regalarme una botella de tinto no se me venga la frase: “Te compré el vinito que te gusta” en cada cumpleaños.
dios, otro cumpleaños sin ti.
jaja, qué ladillaaaaaaaa.
sorry, sorry. PERO DIME SI NO TENGO RAZÓN EN FRUSTRARME.
ok.
listo.
ya me calmé.
fua. Me entraron ganas de ser una cantante famosísima y tener un espacio abierto, con un sonido bien arrecho donde pudiera gritar al cielo este “te extraño” que tengo atorado adentro.
¿sabías que llevo un año y medio sin saber lo que es comer un pan de maíz? Bueno, claro que lo sabes. Pues, extraño eso.
también extraño ver animal planet contigo. Ver videos graciosos de perritos y hacer karaokes.
no tengo con quien ver fútbol, creo que eso también lo sabes. Bueno, en general ya hasta veo muy poquito.
te confieso que solo estaba pendiente de lo que pasaba en el deporte para sacarte conversación y que me hablaras por horas con esa pasión que te caracterizaba
extraño verte jugar. Extraño que me cuentes que fuiste a trotar.
extraño que me des la cola al trabajo y que estuvieras parlanchín.
extraño que “me llevaras a pasear por ahí” y el plan era recorrer toda la cota mil con los vidrios abajo, la música alta y el atardecer de nuestro lado.
extraño que me llames y me digas: “Coño por fin contestas ese teléfono”.
extraño que toques corneta cada que pasabas por la casa.
extraño que siempre me brindaras un chocolatico o unas pastas secas.
extraño QUE NO SUPIERAS GUARDAR SORPRESAS.
extraño ir al parque del este a caminar contigo.
extraño tu increíble habilidad de reparar cualquier electrodoméstico, tus dotes de plomero y electricista.
extraño que cuides al perro y me molesta que te hayas ido sin conocer a Nube. Sé que no eras de gatos pero estoy segura de que Nube te hubiese puesto el corazón de pollo.
y hablando de pollo: gracias por apoyarme en la decisión de dejar de comer carnes.
lo cierto es que escribiendo esto no gano nada. tu cuerpo no volverá y tu voz tampoco. coño, pero me tiene feliz.
me tiene feliz estar echando letra por letra y ver cómo mis pulgares están dándole forma a las cosas que tengo en el cerebro y en el corazón.
con mi terapeuta he trabajado un kilo, y entre las actividades que hacemos está el tratar de organizar y expresar a través de preguntas y respuestas el torbellino de cosas que se sienten dentro del cuerpo en este proceso llamado luto.
el luto y yo ya somos panas.
no te voy a mentir: al principio lo odiaba. Era tipo: “broooother qué haces aquí” y ahora es algo como: “chamo vamos a subir al Humbolt y ver La Guaira, sí va?”.
llevo dos meses abrazándolo mucho, podría decir que hasta dormimos empiernados. Y es que no es más que un proceso que solo necesita cariño, comprensión, atención y que sea tomado en cuenta.
me cansé de dejarlo guardado en una gaveta porque ¿sabes qué? Si sigo con esa práctica jamás lo dejaré irse.
y eso es lo que quiero. Que sea libre, que vaya y venga pero que no sea un inquilino eterno.
feliz día del padre, peludito.
te amo con mucha fuerza.
gracias a ti y a mi mamá soy la persona que soy ahora.
te seguiré escribiendo. quizá no lo haga público como esto, pero algo me dice que compartir esta carta puede abrazar a alguien que también esté en el mismo camino que el nuestro.
18/06/23
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QUÉ
Estoy del orto y no se bien por qué. me pasa algo y no se bien qué.
Cuestiono y trato de entender la raíz de todas las discusiones superfluas por pavadas que estoy teniendo últimamente. Pero no puedo llegar al fondo de la cuestión.
FAMILIA: Por qué me tienen TAN harta? Estoy como una chispita del asado que saltó y esta buscando la mecha mojada en kerosene para prender fuego todo. Me alteran, me cansan, me irritan. Contesto mal. Reacciono mal. Todo me agota. NO QUIERO QUE ME ROMPAN LAS PELOTAS. A donde vas? Con quien hablas? Cuanto tardas? Donde estabas? No hagas esto. No hagas aquello. Zurda. Respiro espiritual. Libertaria. Lady godiva. Los caballos. De noche. Sola.
Para controladora estoy yo. No necesito que me controlen ustedes. Me van a robar/violar/lo que sea con o sin ustedes. Estos negros.... estoy de novia con uno de estos negros. Y LO AMO. Así. Grande. Bien. Con todas las letras y espero que para mucho rato.
Los amo. Daria la vida por ellos. por todos y cada uno. Pero no me quiero sentir mas como una nena de 16. Por otro lado yo no estoy haciendo nada para dejr de sentirme como una nena de 16.- Recibida. Sin titulo y sin trabajo (ahora tambien sin obra social... perdón mamá) sin un mango para irme, pero sin querer quedarme. Los amo. No son malas personas, pero necesito crecer. Salir. Ser yo. Aprender sola. Ser POR Y PARA MI. Ustedes, miran desde lejos. y cuando me golpee (porque obvio que me voy a golpear) no me dicen te lo dije, me abrazan y me dicen que ya va a pasar. Porque ustedes tambien aprendieron con golpes... o no?
MI NOVIO: somos distintos. Muy. Nuestras costumbres, lo que valoramos. como pensamos.. pero eso hace que lo ame. No lo querria si fueramos iguales. Seria aburrido si fueramos iguales. Lo amo. Eso lo se. Cada parte de mi cuerpo lo siente. Me duele emocional y fisicamente no tenerlo. Me duele tenerlo tan cerca y tan lejos. Él, él no me duele. Él me hace bien, me hace sentir bien. Acompañada. Querida. Valorada (como yo me hago sentir y él me lo reafirma).
Pero es dificil. Es muy dificil. No nos podemos ver. No podemos hablar porque no le gusta ni me gusta x wpp. No puedo ir a verlo. Lo extraño. No hay tiempo. Y el que hay no me alcanza.
Se que lo quiero. Se que va a ser dificil pero quiero que sea dificl CON él. De la mano. Juntos.
YO: quien soy? Que quiero? Que hago? Para que vine?
No lo se. Tengo mucho que decir. Ser un gris no esta mal. No es ser tibio.
Siento culpa. Muchos sentimientos encontrados. No se bien que me pasa, pero se que no estoy bien del todo. Quizas solo necesito llorar. This feels a lot like 16 (no fue una buena época). Porque yo no estaba bien conmigo. Hoy si. Por eso no se de dónde viene el problema.
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Warren x Lectora NSFW/Dhmis
(Advertencia contiene contenido sexual, y Warren tiene forma humana)
Ya tenias un año de relación con tu novio Warren, lo conociste por una app de citas, el buscaba amigos ya que era alguien muy solitario, mientras que tu solo para conocer gente, nunca fuiste muy sociable así que te pareció lo mejor, después de un mes de conocerse empezaron a salir, tu pensabas sobre como no tuvieron intimidad, nada de relaciones sexuales, estabas decidida de que hoy seria diferente o mínimo preguntarías si el quiere, ahora ambos estaban sentados en el sofá de su apartamento, diste un pequeño suspiro y lo llamaste.
-Warren- Lo llamaste, mientras mirabas su cara.
-¿Que pasa amor?- Pregunto tu querido novio, mirándote a los ojos.
-Bueno, tu sabes que llevamos un año de relación, pues quería saber, si te gustaría hacer algo nuevo- Dijiste lo ultimo, con una voz coqueta, el se sonrojo y dio una sonrisa.
-Oh, claro amor!- Contesto con una notable felicidad, como es obvio todavía es virgen, y le gustaría perder su virginidad contigo.
-¡Me encanta escuchar eso!- Dijiste para agarrarle de la mano delicadamente, y llevarlo a vuestra habitación.
Lo sentaste en su cama, y te agachaste rápidamente, le quitaste el pantalón y el bóxer, viendo su pene bastante grande a decir verdad, empezaste a masturbarlo un poco, tu novio daba suspiros le diste una sonrisa, para empezar una felación el daba cada vez mas suspiros, te decía cosas como "Carajo, lo haces muy bien!" o "Oh.. sigue así querida!" lo decía algo fuerte, pero no lo suficiente para que los vecinos lo escucharan, en un momento acabo en tu boca cosa que tragaste casi todo el semen, que era bastante, te levantaste y empezaste a desvestirte el dio una sonrisa picara, cuando quedaste sin ninguna prenda te subiste encima suyo, le diste un beso que correspondió, fue algo largo, se terminaron separando por la falta de aire, el frotaba su pene por tu vagina, hasta que la metió lentamente, empezó a penetrarte lentamente, dabas un par de gemidos cosa que parecía que le gustaba, el empezó a ir mas rápido haciéndote gemir mas fuerte, después de unos minutos acabaron los dos, terminaste quedándote dormida en sus brazos por el cansancio, mientras el se sentía satisfecho.
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Al igual que muchas personas, pensé que la vida artística se trataba solo de trabajar en arte; pero hoy me doy cuenta de que en realidad se trata de vivir de lo que puedas para hacer arte. El arte no es un medio, sino un fin: una inversión que realizas sin esperar nada a cambio, más allá del placer de crear, porque es probable que no encuentres otra recompensa. Este es un oficio tan salvaje e inesperado que puede darte fortunas un día, y al siguiente, sólo migajas. Por eso, cuando me preguntan a qué me dedico, siempre les contesto: A sobrevivir para poder seguir creando.
Ashauri López
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Pastor belga o alemán de trabajo dependiendo del veterinario que lo mire ,Color negro con corbata blanca, 35kg,hembra, 4 años, con vacunas al día y chip,no está castrada. Comportamiento: Es una perra alegre , con mucha energía para jugar , literalmente horas detrás de su pelota o palo, le gusta el agua de playa o pantano y se moja para buscar el juguete, está enseñanza a hacer sus necesidades fuera de casa y esperara a sus horarios ( uno de mañana y otro de tarde) , se le ha enseñado a no ladrar en casa , a no romper nada y respetar camas o sofás o muebles etc.... Es muy muy muy inteligente se le pueden enseñar trucos y esa actividad le gusta , se le puede enseñar con comida pero prefiere su juguete,pelota o cuerda o frisbi etc, como premio. No tiene ansiedad por comer cosas de la calle y respeta, sus turnos de comida y el de las personas ( no es de los perros que están agobiando a tu lado pidiendo), pero si que le gusta jugar a lanzar cosas y te va a pedir que lo hagas ( es muy inteligente)tiene muy buen olfato y si la acostumbras a buscar su pelota en la maleza o escondes por casa ...la buscará , y lo trae. Con las personas: al principio cauta pero si le tiras pelota....la ganaste , con los niños estupenda tengo tres y se llevan de maravilla , acepta cualquier contacto físico en cualquier parte de su cuerpo. Con otros perros en casa: la hemos acostumbrado en 2 días a convivir con otra hembra muy territorial y ella perfecta pero si la acechan no dudará en defenderse , hay que seguir el proceso de presentación al dedillo a día de hoy viven juntas pero no juegan y lo máximo que hacen es un olisqueó de reconocimiento. Con otros perros en la calle: Alana es una perra intensa y con mucha energía, hay que llevarla atada y hacer las presentaciones a otros perros , se recomienda iniciar con bozal y en cuanto corre ! Ya está lista! Eso si ...no le enseñes el juguete si no pasara de su alrededor. Su vida pasada: Alana viene de otra familia que vivían en una finca , tenía espacio para correr pero necesitaba más interacción humana , y no vivía dentro de la casa ,tenía su cochera o porche y la adoptaron unas personas mayores de cachorro. Otros: en buenas manos puede llegar a ser un buen pastor alemán de trabajo. Sus dueños no pueden hacerse cargo por traslado a un piso y enfermedades. Vive conmigo que me hago cargo temporalmente. Para más información contesto wasaap o llamadas se mostrarán videos o más fotos o vídeo llamada cuando estemos en el exterior o en casa. Read the full article
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