#limusinas
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jms-viriato · 3 months ago
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Limusinas
Una de las primeras limusinas francesas, año 1910‌‌
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aricastmblr · 4 months ago
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Según su sitio web oficial Jimin yJungKook BTS viajaban con la empresa de alquiler de limusinas de lujo “Cadillac Escalade” cuando estaban en Hungría. 17jul2024
jk- 14 al 17.oct.23 para la grabación de Standing Next To You
jm- 16 al 19.nov.23 para la grabación de Who
(Este coche ha aparecido en varias películas famosas y también ha transportado a miembros de la banda BTS, como Jungkook y Jimin. Si tú también quieres sentirte como una estrella, no lo dudes y alquila un Cadillac Escalade)
cr. a busan_guys en x
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televisionenjoyer · 1 year ago
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ELLA SABÍA QUE ÉL SABÍA QUE ALGÚN DÍA PASARÍA QUE VENDRÍA ÉL A BUSCARLA CON SUS FLORES AMARILLAS 🌼🌻🏵️ NO TE APURES NO DETENGAS EL INSTANTE DEL ENCUENTRO ESTÁ DICHO QUE ES UN HECHO NO LA PIERDAS NO HAY DERECHO NO TE OLVIDES QUE LA VIDA CASI NUNCA ESTÁ DORMIDA
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panchicha · 5 months ago
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Limousine Fiat 600
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vegetablegardens454 · 7 months ago
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Explorando Barcelona en una Limusina: Lujo y Estilo en la Ciudad Condal
Barcelona, la joya de la corona de España, rebosa de vida, cultura y belleza arquitectónica. Desde las sinuosas calles del Barrio Gótico hasta las majestuosas vistas desde el Parque Güell, esta ciudad cautiva los corazones de quienes la visitan. Y ¿qué mejor manera de experimentar toda su grandeza que desde el interior de una lujosa limusina? limusina barcelona
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En Barcelona, el lujo se entrelaza con la historia y la modernidad, y una limusina ofrece la oportunidad perfecta para sumergirse en este ambiente único. Con su elegancia y comodidad, una limusina añade un toque de distinción a cualquier experiencia en la ciudad condal.
Una de las ventajas más destacadas de explorar Barcelona en una limusina es la comodidad que ofrece. Mientras te desplazas por las calles adoquinadas y los bulliciosos bulevares, puedes relajarte y disfrutar del viaje sin preocuparte por el tráfico o las direcciones. El conductor experto se encarga de todos los detalles, permitiéndote centrarte en admirar las vistas y absorber la energía vibrante de la ciudad.
Pero una limusina no es solo un medio de transporte, es una experiencia en sí misma. Equipadas con lujosos interiores, desde asientos de cuero hasta sistemas de entretenimiento de última generación, estas vehículos ofrecen un oasis de confort en medio del ajetreo urbano. Ya sea que estés celebrando una ocasión especial, como una boda o un cumpleaños, o simplemente deseas explorar la ciudad con estilo, una limusina añade un toque de glamour a cualquier evento.
Además del confort y la elegancia, una limusina también ofrece la oportunidad de experimentar Barcelona desde una perspectiva única. Con su diseño espacioso y sus ventanas panorámicas, proporciona vistas incomparables de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Imagina recorrer el Paseo de Gracia mientras admiras las obras maestras de Gaudí o cruzar el puerto mientras contemplas el horizonte salpicado de veleros y yates.
Por supuesto, una limusina también es una excelente opción para aquellos que desean hacer una declaración de estilo. Ya sea que estés asistiendo a una fiesta exclusiva en la playa o llegando a una cena elegante en uno de los restaurantes de alta cocina de la ciudad, una limusina garantiza que llegues con elegancia y sofisticación. limusina barcelona
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En resumen, explorar Barcelona en una limusina es una experiencia incomparable. Desde la comodidad y el lujo hasta las vistas panorámicas y el estilo, ofrece una manera única de descubrir todos los encantos de esta ciudad fascinante. Ya sea que estés de visita por primera vez o seas un residente de toda la vida, una limusina añade un toque de magia a cualquier aventura en la ciudad condal. Así que la próxima vez que te encuentres en Barcelona, considera subirte a una limusina y deja que el lujo te lleve a un viaje inolvidable.
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miskhalie · 9 months ago
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Besos Robados (Parte 1) - Matías Recalt x Reader x Enzo Vogrincic
Pairing: Matías Recalt y Enzo Vogrincic
Advertencias: La parte de antes del sexo.
Notas: ¿Parte dos? Comenta!
Hacia unos días atrás, después de los Goyas, que se quedaron un par de compañeros a seguir festejando la cantidad de premios recibidos. Fueron a un after y siguieron con los tragos y la musica, en el reservado se oía mucho más floja, con la oportunidad de poder charlar aún con la música puesta.
Al ser veinteañeros, la mayoría, decidisteis jugar a la botella, como cuando eran adolescentes. Algunos prefirieron bailar o seguir tomando tragos, pero una minoría quiso jugar. Generalmente ya ibais un poco bebidos por lo que la sensación de lo prohibido vibraba en el aire. Por suerte no eras la única chica, sino que algunos habían traído a sus parejas.
La primer pareja que quiso jugar fue la de Matías y Malena. Tú los habías visto besándose por los rincones y riendo de bromas suyas y habías tenido curiosidad. No era un secreto que Matías era un chico guapo, y que según el beso en el set que os disteis, él como Canessa y tú como Laurita, besaba de lujo. Verlos tan pegados, disfrutando el uno del otro te hizo suspirar y pensar como sería si tu fueras su novia. Si te besara y te tocara de esa manera.
Tu vida amorosa era complicada, no podías tener a Matías por quien empezabas a sentir algo y también disfrutabas de tiempo a solas con Enzo. Había empezado tras el rodaje de la película, tú estabas soltera y para él estabas super buena y eras una compañía encantadora, y viceversa. Besaba como si siempre hubiera sabido besar. Era una sensación tan sobre-acogedora que no podías evitar terminar en la cama la mayoría de veces. Y no te quejabas de ello. Pero no era nada serio, simplemente erais amigos con derecho a roce.
La segunda pareja en ofrecerse fuisteis vosotros. También se unieron varios chicos y chicas más, solteras o con pareja. La botella empezó a rodar con la tirada de Malena, quién le toco con un chico al que no conocías. Seguidamente de silbidos y gritos, era tu turno. Así como giraba parecía que fueras a besarte con Blas, pero no fue así. La botella se paró entre Enzo y Matías. Malena te dijo que volvieras a tirar que eso no contaba. Lo volviste a hacer con un resultado totalmente idéntico. Agustín dijo que eligieras quién más te gustaba, guiñándote un ojo. Para él era fácil, solo miraba con su novia al lado.
Besaste a Enzo, casi por costumbre, pero no sin sentir la pasión y la lengua cariñosa de él. El beso era suave y dulce. Había tomado un trago con sirope y podías lamerlo en el interior de su boca. Un escalofrío te subió por la espalda. Quisiste agarrarlo y nunca soltarle. Pero eso era lo que te provocaba el alcohol, una facilidad para calentarte con cualquier roce. O simplemente era Enzo, que era lo más probable.
Matías bebió de su copa un poco enfurruñado. Al parecer, no era un secreto que el joven había puesto el ojo sobre ti, un secreto a voces incluso, menos para ti. Tú solo sabías de su relación abierta pero no querías inmiscuirte, por lo que decidiste besar a Enzo, por mucho que os hubieras besado previamente. Aún así, Matías sintió un deseo extraño: los dos increíblemente atractivos besándoos como si no hubiera un mañana de la forma más pasional que hubiera. Puede que quisiera algo de eso. Suspiró y miró a sus novia, ¿le importaría si sucediera algo así? Probablemente no.
Por como avanzaba la noche, sabías que ibas a irte a la habitación de hotel de Enzo. No os dejabais de mirar y no podías resistirte a sus encantos de caballero. Te susurraba al oído y te estremecías, te daba de beber de su trago, te besaba en el cuello cuando alguien le tocaba besarse con otra persona. La fiesta no tardó en terminar y con las limusinas os fuisteis todos al hotel reservado.
Nota: ¿Qué pasara? ¿Enzo y tú pasareis la noche juntos? ¿Se unirá Matías? Eso lo veremos en la parte dos, si es que os interesa. Comentad o dad me gusta y me lo haréis saber.
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silvertice · 2 days ago
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Flicker.
Logan (2017) x female reader.
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Summary: Sumido en la monotonía y el enfado, sentía que ya no vivía, solo existía. Pero un día la vió, y por primera vez en mucho tiempo, encontró algo bonito y esperanzador en su vida. A pesar de sentir que no lo merece, no puede dejar de ignorarlo, actuando como un viejo amargado.
Category: Angst, Slow Burn, Forbidden Love, Emotional Struggle, Healing, Self-Discovery {TW}: Age Gap, Internal Struggle, Self-Doubt, Mentions of Violence, Isolation, Toxic Behavior, Unresolved Trauma
El sol apenas se filtraba por las grietas oxidadas de la persiana, bañando la habitación con un resplandor apagado, como si el mundo también estuviera cansado. Logan se levantó del sillón con un gruñido bajo, sintiendo cómo sus huesos protestaban con cada movimiento. No era nada nuevo. El dolor siempre estaba ahí, constante, un recordatorio de que su cuerpo seguía vivo aunque su espíritu no. Ese día no tenía nada planeado, como siempre. La rutina era una niebla pesada que lo envolvía, y Logan se había rendido a ella hacía mucho tiempo.
Había aprendido a no esperar nada de los días. Era más fácil así. Cada jornada se deslizaba como arena entre los dedos, insignificante, olvidable. Pero ese día fue distinto. Logan lo sintió primero en el aire, en cómo el viento se colaba entre las grietas de la vieja puerta del motel, trayendo consigo un aroma que no reconocía. Levantó la cabeza, frunciendo el ceño. Había algo ahí, algo diferente, como un leve cosquilleo en el borde de su conciencia. Era irritante. Molesto. Y, aun así, no pudo ignorarlo.
El motor de la vieja limusina rugió débilmente cuando Logan giró la llave. Era uno de esos días en los que su paciencia ya estaba agotada antes de siquiera empezar. Salió del motel sin mirar atrás, pero al girar hacia el estrecho estacionamiento, algo captó su atención. Ella apareció como un fantasma entre las sombras del edificio, cerrando la puerta de una habitación apenas iluminada. Llevaba un uniforme de mesera, algo arrugado, como si el día hubiese sido tan largo como el suyo. Su cabello desordenado caía sobre su rostro cansado, pero no ocultaba del todo esa belleza que parecía hecha para destacar incluso en un lugar tan miserable como aquel.
Logan se detuvo sin darse cuenta. Ella alzó la vista, y por un instante, sus miradas se encontraron. Había algo en sus ojos, una intensidad que lo atravesó. No supo si era curiosidad, desafío, o simplemente un rayo de humanidad en el lugar más inesperado. Entonces, ella sonrió, apenas un gesto, pero lo suficiente para hacer que él apartara la mirada y apretara el volante con más fuerza de la necesaria.
El plan inicial de Logan era quedarse solo unos días, lo suficiente para cumplir con los encargos de su jefe y seguir adelante. Pero las semanas comenzaron a alargarse, y la limusina se convirtió en su excusa perfecta para no pensar demasiado en el próximo paso. Aquella noche, regresó al motel tarde, cansado y con las manos aún oliendo a cuero y cigarrillos viejos. El estacionamiento estaba casi vacío, y el aire frío lo envolvió mientras se dirigía a su habitación.
Fue entonces cuando la vio de nuevo. Subía las escaleras con una bandeja en las manos, equilibrando cuidadosamente un par de platos cubiertos. Su cabello, ahora recogido, dejaba ver el cansancio en su rostro, pero también ese brillo natural que Logan había notado antes. La observó desaparecer en una de las puertas del pasillo, y algo en su interior, algo que llevaba años apagado, se agitó débilmente.
Se encerró en su habitación y dejó caer el cuerpo sobre la cama. El silencio era pesado, roto solo por el zumbido del ventilador. Sus ojos se clavaron en el teléfono de la mesita. Podría llamar a recepción, pedir algo, lo que fuera. No tenía hambre, pero quería verla otra vez, aunque fuera por unos segundos. Se frotó el rostro con las manos, sintiéndose ridículo. "Eres un viejo imbécil", murmuró para sí mismo, pero sus dedos ya estaban marcando el número.
El teléfono sonó un par de veces antes de que alguien atendiera. Logan pidió algo simple, casi al azar, solo para llenar el silencio. "Un café. Negro." Su voz salió más áspera de lo usual, como si hasta eso lo delatara. Colgó antes de arrepentirse, mirando su reflejo en el espejo del baño. Su cabello estaba enmarañado, las canas en su barba más prominentes que nunca. Soltó un bufido. "Ridículo..."
Abrió el grifo y se echó agua fría en el rostro, dejando que las gotas recorrieran su piel cansada. El frío lo despertó un poco, pero no lo suficiente para sacarlo de ese extraño nerviosismo que se había instalado en su pecho. Tomó la vieja afeitadora de su neceser, pensando que al menos podía intentar domar el caos en su barba.
Estaba terminando de arreglarse cuando un golpe seco en la puerta lo sobresaltó. Su mano tembló apenas un segundo, pero fue suficiente para que la cuchilla rozara su piel. "Mierda", murmuró entre dientes, viendo la fina línea de sangre que empezaba a formarse en su mejilla. Otro golpe, más insistente, lo hizo apresurarse. Se enjuagó rápidamente, ignorando el ardor, y salió del baño con una toalla en la mano, listo para abrir.
Logan abrió la puerta sin mucha ceremonia, todavía secándose la cara con la toalla. Ahí estaba ella, sosteniendo la bandeja con el café que había pedido, su expresión entre neutra y amable, aunque había un leve brillo de curiosidad en sus ojos al verlo. Su mirada bajó un segundo al pequeño corte en su mejilla, y luego volvió a encontrarse con la de él.
—Aquí está su café. —dijo, su voz calmada pero con un toque de cansancio que no lograba opacar lo natural de su tono.
Logan asintió, tomando la bandeja de sus manos con una torpeza que lo irritó consigo mismo. Había pasado mucho tiempo desde que alguien lo había hecho sentir así, tan expuesto.
—Gracias —murmuró, su voz más baja de lo habitual. Se detuvo un momento, buscando algo más que decir, pero las palabras no llegaban. Ella, sin embargo, no parecía apresurada por irse.
—¿Se cortó? —preguntó, señalando con un leve gesto su mejilla.
Logan llevó los dedos al corte, sintiendo el escozor. Bufó, una mezcla de vergüenza y frustración.
—Nada grave —respondió, encogiéndose de hombros.
Ella esbozó una sonrisa, una de esas que parecían a la vez ligeras y sinceras. Había algo en esa expresión que hizo que Logan desviara la mirada, incómodo con la intensidad que crecía entre ambos en ese pequeño espacio de tiempo.
—Bueno, espero que disfrute su café —añadió ella antes de dar un paso atrás, como si esperara su permiso para irse.
Pero Logan, por primera vez en años, sintió que no quería que se marchara tan pronto.
Por un momento, ninguno de los dos dijo nada. Logan seguía sosteniendo la puerta abierta, sus ojos oscuros fijos en ella, intentando descifrar qué era lo que lo tenía tan inquieto. La chica se quedó inmóvil, como si estuviera esperando algo, y luego su mirada se posó nuevamente en su mejilla. La sangre comenzaba a deslizarse lentamente hacia su mandíbula, un contraste llamativo contra su piel curtida.
Sin pensarlo demasiado, ella dio un paso adelante. —Si me deja, puedo curarlo. Podría infectarse. —Su tono era suave, pero había algo decidido en sus palabras.
Logan frunció el ceño. —No es necesario. —Su voz salió más brusca de lo que pretendía, casi un gruñido. Al instante notó cómo ella se tensaba, su incomodidad evidente en el ligero cambio de postura. Logan apretó los dientes, odiándose por su reacción.
—Perdón —murmuró, su tono más relajado ahora—. Si quieres, adelante. Pero no voy a pagarte por eso.
Ella soltó una pequeña risa, que sonó más sincera de lo que él esperaba. —No se preocupe, no voy a cobrarle. Será rápido.
Antes de que pudiera decir algo más, ella dejó la bandeja a un lado y sacó de su bolsillo un pequeño botiquín, una de esas cosas que probablemente llevaba consigo por costumbre. Logan observó cómo lo abría con movimientos precisos, y por un segundo, el silencio que se creó entre ellos no se sintió incómodo, sino extraño... casi íntimo.
Logan se sentó en el borde de la cama, sintiendo el colchón ceder bajo su peso. Ella se colocó frente a él, sacando un pequeño frasco de desinfectante y un algodón. La cercanía le resultaba extraña, incómoda y, al mismo tiempo, imposible de ignorar. Cuando el algodón presionó suavemente sobre el corte, un leve ardor lo hizo fruncir el ceño.
—¿Cómo sabes hacer esto? —preguntó, su voz ronca y algo cortante, aunque más por costumbre que por intención real.
—Estudié enfermería un par de años —respondió ella sin levantar la vista, concentrada en limpiar la herida. Sus movimientos eran meticulosos, casi profesionales, como si el tiempo no hubiera desgastado lo que había aprendido.
Logan soltó un leve bufido, más para sí mismo que para ella. — Es solo un rasguño. Ni siquiera deberías molestarte.
Ella levantó la mirada un momento, con una expresión entre curiosa y divertida. — Bueno si me molestara no te hubiera dicho de hacerlo.
El comentario lo golpeó con una especie de dulzura y ternura, y algo en su interior se revolvió.  Mientras ella volvía a concentrarse en su trabajo, Logan dejó que su mirada vagara por su figura. El uniforme de mesera, a pesar de su simplicidad, se ajustaba perfectamente a su cuerpo, realzando curvas que no había notado antes.
Trató de apartar la vista, de distraerse, pero sus ojos volvían a ella casi por voluntad propia. Se maldijo en silencio por mirarla de esa manera. No era correcto, no debería hacerlo, pero había algo en ella que lo atrapaba. Una belleza natural, casi etérea, que contrastaba con el cansancio reflejado en su rostro.
Logan apretó los dientes, buscando controlar sus pensamientos. Ella no merecía ser objeto de su mirada, mucho menos de los pensamientos que empezaban a rondar en su mente.
Cuando ella terminó de limpiar y desinfectar la herida, guardó el algodón y el desinfectante con calma, sin prisa. Alzó la mirada nuevamente y, por primera vez, se permitió observarlo de cerca. La distancia entre ambos era mínima, apenas unos pasos, y eso le dio la oportunidad de notar cosas que antes no había percibido.
Las facciones de Logan hablaban de su historia. La edad era evidente en las arrugas que surcaban su frente y el contorno de sus ojos, pero había algo en esa imperfección que no resultaba desagradable. Era un rostro descuidado, sí, marcado por el tiempo, pero eso le daba un atractivo particular, casi crudo, como si llevara consigo la esencia de alguien que había vivido más de lo que deseaba.
Y luego estaban sus ojos. De un tono verdoso ya casi cafés, pero profundamente expresivos, como un reflejo de todo aquello que no se atrevía a decir. Era fácil perderse en ellos, y por un instante, ella lo hizo. Se dio cuenta de que estaba mirándolo más de la cuenta y sonrió, un gesto pequeño, casi tímido, como si intentara disimular su distracción.
Logan, que había estado evitando fijar la mirada en ella, notó el cambio. Ese pequeño gesto, esa sonrisa, lo dejó inquieto. No sabía qué significaba, pero podía sentir cómo el ambiente entre ellos se volvía más pesado, más difícil de ignorar.
—Listo —dijo ella, su voz suave, como si no quisiera romper del todo el momento—. Eso debería bastar, pero si siente que molesta más tarde, avíseme.
Sin darse cuenta, su mirada volvió a encontrarse con la de él, y ambos quedaron atrapados en ese intercambio silencioso, donde las palabras no eran necesarias.
Ella se giró hacia el pequeño cesto de basura junto a la cama para tirar los restos del algodón y el envoltorio del desinfectante. Al inclinarse un poco, algo captó su atención: una placa metálica sobresalía entre los desperdicios. Estaba sucia y algo desgastada, pero claramente visible. Al mirarla con más detalle, pudo leer un nombre grabado en ella: Logan.
Se enderezó lentamente, sosteniendo la placa entre sus dedos. Había algo en ese objeto, en su peso y en la frialdad del metal, que parecía contar una historia. Giró hacia él, levantándola apenas para que la viera.
—¿Es suya? —preguntó con curiosidad, sus ojos fijos en los de él.
Logan la miró, y algo en su expresión cambió. No era exactamente enojo, pero había una dureza en su rostro, como si esa pequeña placa desenterrara algo que prefería mantener enterrado. Se puso de pie, acercándose para tomarla de su mano con cuidado, casi con reverencia.
—Sí —respondió después de un momento, su voz baja y áspera. Guardó la placa en el bolsillo de su chaqueta sin añadir nada más, como si eso bastara para cerrar el tema.
Ella lo observó en silencio, notando cómo apretaba los labios, claramente incómodo con la situación. No quería insistir, pero la curiosidad seguía latiendo en su interior. Había algo en él, algo más allá de lo que dejaba ver.
—Es un bonito nombre —dijo finalmente, rompiendo el silencio.
Logan dejó escapar un leve bufido, más una reacción automática que algo genuino. —Bonito, tal vez. Pero eso no significa nada.
El peso de sus palabras cayó entre ellos como una barrera, pero ella no retrocedió. En cambio, volvió a esbozar esa pequeña sonrisa que, por alguna razón, comenzaba a desarmarlo.
Ella observó la taza de café sobre la mesita de noche, ahora casi fría, con una ligera mueca de desaprobación. Se acercó a la mesa y la señaló suavemente.
—Seguro ya se enfrió, pero... cuando quiera, puedo traerle otro. —El tono de su voz, aunque casual, llevaba algo más. Un leve matiz que parecía sugerir que, tal vez, habría un segundo reencuentro, algo más que una simple visita ocasional.
Logan la miró en silencio, sin saber si debía responder o simplemente dejar que esas palabras se quedaran en el aire. Pero antes de que pudiera decidir qué hacer, ella ya estaba de pie, recogiendo sus cosas con movimientos tranquilos.
—Bueno, ya me voy. —Su voz, ahora más suave, apenas un susurro, se despidió con una ligera sonrisa antes de dar un paso atrás, dejando el espacio entre ellos aún más palpable.
Logan la observó irse, el sonido de sus pasos desapareciendo en el pasillo, pero algo en la atmósfera había cambiado. Él se quedó allí, sentado en la cama, con la mente revuelta por esa última frase, por la insinuación que ella había dejado flotando entre ellos.
No estaba seguro de lo que realmente había querido decir, pero algo en su interior le decía que no era algo que pudiera ignorar tan fácilmente.
Con un suspiro, miró la taza de café y luego, sin darse cuenta, pasó su mano por su barba canosa, reflexionando en silencio sobre todo lo que había sucedido.
Los días transcurrieron lentamente para Logan. A veces, mientras caminaba hacia su trabajo o cuando estaba de regreso en el motel, veía a la chica pasar. Él la reconocía al instante, por su paso ligero, por esa sonrisa que le dirigía cada vez que sus miradas se cruzaban, una sonrisa que él no sabía si correspondía a un simple gesto o a algo más. A veces, cuando la veía, se debatía con la idea de llamarla de nuevo, de romper el silencio que se había interpuesto entre ellos después de su última conversación. Pero siempre, al final, se mantenía firme, alejándose del impulso.
Se decía a sí mismo que ya estaba demasiado grande para estos juegos, para las complicaciones emocionales que una chica como ella podría traer. Se sentía como si estuviera demasiado lejos de ese mundo, como si los años que había vivido lo hubieran colocado en un sitio donde las cosas simples, las sonrisas y los reencuentros, ya no tenían cabida. Y, sin embargo, había algo en ella que lo llamaba, algo que le hacía dudar, que lo hacía sentirse vulnerable de una manera que no quería aceptar.
Cada vez que ella le sonreía desde lejos, él desviaba la mirada y apretaba los dientes, como si esa pequeña muestra de amabilidad fuera una tentación demasiado peligrosa. La idea de acercarse a ella lo incomodaba, pero la atracción que sentía hacia ella seguía ahí, oculta bajo capas de indiferencia y autocompasión.
Logan suspiraba, sintiendo el peso de su indecisión. Si bien su mente le decía que lo mejor era seguir ignorándola, algo dentro de él comenzaba a desear lo contrario. Pero esa lucha interna no parecía tener fin.
Una noche, después de un largo día de trabajo al volante, Logan decidió entrar al pequeño restaurante del motel. No era su primera opción para cenar, pero el hambre y el cansancio lo convencieron de que no había tiempo para buscar algo mejor. El lugar era modesto, con mesas de madera gastada y una iluminación cálida, pero tenue. Apenas cruzó la puerta, sus ojos la encontraron.
Allí estaba ella, moviéndose con soltura entre las mesas, una bandeja en equilibrio sobre una mano mientras entregaba pedidos con una sonrisa tan natural como desarmante. Llevaba el mismo uniforme de mesera que había notado días atrás, ceñido a su figura de manera sencilla pero que lograba llamar su atención sin esfuerzo.
Logan pensó en girarse y salir, pero antes de que pudiera reaccionar, ella lo vio. Su mirada se encontró con la de él, y esa sonrisa que tanto intentaba ignorar apareció de nuevo, iluminando su rostro.
—¡Bienvenido, Log! —dijo con una entonación juguetona y carismática, haciendo que su nombre sonara más familiar de lo que a él le gustaría.
Logan arqueó una ceja, cruzando los brazos mientras ella pasaba a su lado con la bandeja en alto. Esa informalidad lo tomó por sorpresa, pero algo en su tono, en la forma despreocupada en que lo dijo, lo desarmó más de lo que quería admitir.
—¿Así me llaman ahora? —respondió, su voz más áspera de lo que pretendía, aunque con un leve atisbo de humor.
Ella se detuvo por un momento, girándose hacia él con una sonrisa aún más amplia. —¿Prefiere que le diga "señor Logan"? —preguntó, inclinando la cabeza con un toque de ironía.
Él negó con la cabeza, soltando un suspiro y acercándose a una mesa vacía. —No me llames nada, solo haz tu trabajo.
—Como diga, señor. —Guiñó un ojo antes de girarse y seguir con su camino, dejando a Logan allí, sintiendo que algo en su interior se revolvía.
Logan comió en silencio, intentando ignorar las miradas furtivas que ella le lanzaba entre mesas mientras seguía atendiendo. El restaurante se fue vaciando poco a poco, y para cuando terminó su plato, el ambiente se había vuelto más tranquilo, casi íntimo. Se levantó de su asiento, llevando consigo el plato vacío hacia el mostrador, donde ella estaba ocupada anotando algo en una libreta.
—¿Todo bien con la comida? —preguntó ella, mirándolo con una sonrisa amable.
—Sí, estuvo bien. —Logan dejó el plato en la barra y sacó la billetera para pagar.
—¿Algo más para esta noche? —su voz tenía ese tono que empezaba a reconocer: ligero, despreocupado, pero con un trasfondo que lo hacía sentir bajo un reflector.
Logan titubeó un momento antes de decir: —Un café.
Ella asintió, girándose para prepararlo. —¿Lo quiere aquí o... prefiero llevárselo a su habitación? —El guiño que acompañó la pregunta era sutil, pero lo suficientemente evidente como para que él lo notara.
Se aclaró la garganta, desviando la mirada mientras sacaba un billete del bolsillo. —A la habitación, por favor.
—Como diga. —Ella tomó el dinero y se lo guardó con rapidez, mientras llenaba una taza humeante con café recién hecho. —Estará allí en un minuto.
Logan asintió y se dirigió hacia la salida del restaurante, sintiendo cómo su presencia lo seguía como una sombra cálida. Cada vez que interactuaban, la barrera que había intentado construir entre ellos parecía desmoronarse un poco más, y no estaba seguro de si debía resistirse o simplemente dejarse llevar.
Unos minutos después, el sonido de un golpe suave en la puerta lo sacó de sus pensamientos. Logan se levantó de la cama, ajustándose la camisa por puro reflejo antes de abrir. Allí estaba ella, con su sonrisa inconfundible y, para su sorpresa, sosteniendo no una, sino dos tazas de café en una pequeña bandeja.
—¿Dos cafés? —preguntó él, arqueando una ceja mientras sus ojos pasaban de las tazas a su rostro.
Ella le devolvió una mirada despreocupada, como si su elección fuera lo más natural del mundo. —Pensé que tal vez le vendría bien algo de compañía. —Levantó un poco la bandeja con una sonrisa ladeada.
Logan suspiró, cruzando los brazos mientras evaluaba la situación. No estaba acostumbrado a que alguien tomara ese tipo de iniciativas con él, y mucho menos de esa manera tan directa.
—¿Así de simple, eh? —murmuró, aunque no pudo evitar que un leve tono de curiosidad se filtrara en su voz.
—Así de simple. —Ella dio un paso al frente, dejando la bandeja sobre la mesita junto a la puerta, y luego se giró hacia él. —Pero si prefiere estar solo, puedo irme.
Logan negó lentamente con la cabeza, cerrando la puerta detrás de ella. —No es eso... Solo no estoy acostumbrado.
—Bueno, entonces será una experiencia nueva. —Le tendió una de las tazas antes de tomar la suya propia y darle un sorbo, manteniendo sus ojos en él con una mezcla de desafío y calidez.
El silencio que siguió no fue incómodo, sino denso, lleno de esa tensión inexplicable que parecía surgir cada vez que estaban cerca. Logan tomó su taza, sin apartar la mirada de ella, sintiendo que algo en su interior cedía poco a poco.
Tomó un sorbo de su café, dejando que el calor recorriera su garganta antes de fijar su mirada en ella. Había algo en su actitud, en su forma de moverse con tanta naturalidad, que lo descolocaba. Y esa sonrisa, siempre ahí, como si supiera algo que él no.
—¿No te molesta? —preguntó de pronto, rompiendo el silencio.
Ella frunció ligeramente el ceño, confundida. —¿Qué cosa?
Logan apoyó la taza en la mesita, cruzando los brazos mientras sus ojos vagaban por el suelo, buscando las palabras. —La diferencia de edad.
Ella lo miró, sus labios curvándose en una sonrisa suave. Se recargó en el marco de la ventana, sosteniendo su taza entre las manos.
—¿Por qué debería molestarme? —respondió con un tono despreocupado.
—No sé… —Logan se encogió de hombros, su voz grave cargada de una mezcla de inseguridad y escepticismo. —Podrías pensar que es raro. Que no tiene sentido.
Ella dejó la taza sobre el alféizar y lo miró directamente, con una intensidad que lo hizo sentir expuesto. —Creo que lo único raro sería que tú te lo creyeras.
Logan se quedó en silencio, sin saber qué responder. Había esperado una respuesta diferente, quizás algo más superficial o distante, pero sus palabras lo golpearon con una fuerza inesperada.
—Además —añadió ella, con un toque de diversión en su voz—, no es como si yo estuviera aquí preocupándome por lo que piensen los demás.
Él soltó una risa baja, seca, mientras sacudía la cabeza. —Tienes una manera de simplificar las cosas.
—A veces la vida es más simple de lo que queremos admitir, Log. —Su voz se suavizó al decir esto, y esa familiaridad al usar su nombre volvió a desarmarlo.
El silencio volvió a llenar la habitación, pero esta vez no era incómodo. Era como si cada palabra dicha antes hubiera dejado una marca en el aire. Ella dio un paso hacia él, su mirada clavada en la de Logan, llena de algo que él no supo interpretar del todo: curiosidad, ternura, quizá incluso desafío.
Sin pensarlo demasiado, ella levantó una mano y la posó suavemente sobre su mejilla. Sus dedos rozaron la barba áspera, canosa, deteniéndose apenas para sentir la textura.
—¿Siempre has sido tan terco? —preguntó, su voz apenas un susurro mientras lo miraba, como si quisiera desentrañar lo que se escondía detrás de esos ojos.
Logan no se movió al principio, su cuerpo rígido como una roca bajo el toque de ella. Su mirada bajó hacia la de ella, capturando cada detalle de su rostro: la curva de sus labios, el brillo en sus ojos, la calidez en su expresión. Algo dentro de él pareció tambalearse.
Pero entonces, con un leve movimiento, Logan se apartó. No fue brusco, pero sí lo suficiente para marcar una distancia.
—No deberías hacer eso. —Su voz sonó más dura de lo que había planeado, aunque el peso de sus propias palabras le cayó encima como una losa.
Ella bajó la mano lentamente, sin dejar de mirarlo. Había algo en su mirada, una mezcla de decepción y comprensión, que lo hizo sentirse peor.
—¿Por qué no? —preguntó, sin reproche, solo curiosidad genuina.
Logan negó con la cabeza, llevándose una mano a la nuca mientras se giraba ligeramente hacia la ventana. —Porque no soy alguien con quien debas involucrarte.
Ella dejó escapar una risa suave, como si esa respuesta no fuera suficiente para disuadirla. —Tal vez no me corresponde a ti decidir eso.
Él no respondió, permaneciendo con la mirada fija en la ventana. Había algo en su postura que parecía cargado de peso, como si llevara años arrastrando una batalla interna que no podía ganar.
—Bueno... —dijo ella después de un momento, retomando su tono ligero. — si necesitas algo más, ya sabes dónde encontrarme.
Cuando ella se giró para dirigirse hacia la puerta, Logan sintió un impulso que no pudo controlar. Dio un paso adelante y, con una mano firme pero cuidadosa, sujetó su brazo, deteniéndola en seco. Ella lo miró sorprendida, con los ojos amplios y curiosos.
—Espera. —Su voz sonó grave, cargada de algo que ni él mismo podía identificar del todo. Se quedó mirándola por un momento, como si buscara algo en su rostro, algo que pudiera explicar lo que estaba ocurriendo. — No lo entiendo, ¿si? ¿Qué ves en un viejo molesto y amargado como yo?
Ella parpadeó, el asombro suavizándose en una expresión de ternura que él no pudo entender. No había burla, ni lástima, ni duda en su mirada, solo una calidez que lo desarmaba por completo.
—Veo mucho más que eso, Logan. —Su voz era baja, sincera, cada palabra parecía elegida con cuidado.
Logan frunció el ceño, sin apartar los ojos de ella. —No entiendo.
Ella sonrió, ladeando la cabeza ligeramente mientras lo estudiaba. —Eso es porque tú mismo te has convencido de que no hay nada más en ti. Pero yo veo a alguien que, a pesar de todo, sigue adelante. Alguien que ha vivido más de lo que probablemente quiera admitir, y que, aunque intente esconderlo, todavía tiene algo bueno ahí dentro.
Logan se quedó callado, sus dedos aún aferrados a su brazo, aunque sin apretar. Sus palabras lo atravesaron como un golpe, porque no estaba acostumbrado a que alguien lo mirara de esa manera. Para él, su reflejo siempre había mostrado a alguien cansado, roto, un cascarón del hombre que alguna vez fue.
Ella, en cambio, lo miraba como si hubiera algo más, algo que él mismo había olvidado hacía tiempo.
—No soy ese tipo de hombre. —Su voz salió más suave, casi un susurro, como si estuviera admitiendo una derrota que llevaba tiempo evitando.
—Tal vez no lo eres para ti, pero eso no significa que no puedas serlo para alguien más. —Ella se inclinó un poco hacia él, sus ojos buscando los suyos con una determinación dulce y firme.
Por un segundo eterno, Logan no supo qué decir ni cómo moverse. Entonces, soltó su brazo lentamente, sus dedos dejando su piel con un cuidado que no se correspondía con la fuerza que él creía tener.
—Debería irme. —Ella rompió el momento con una sonrisa ligera, y aunque parecía que quería quedarse, dio un paso atrás hacia la puerta. Logan sintió una urgencia desconocida que lo hizo actuar antes de pensarlo.
—No. —La palabra salió de sus labios en un susurro áspero, como si cargara más peso del que él mismo entendía.
Ella se giró a mirarlo, sus ojos reflejando sorpresa y curiosidad, pero no tuvo tiempo de responder. Logan dejó que su mano se deslizara de su brazo hacia su cintura, con una firmeza que no era brusca, pero sí lo suficientemente decidida como para dejar claro que no quería que se fuera.
El contacto hizo que ella contuviera el aliento, no porque fuera incómodo, sino porque la diferencia en sus cuerpos era innegable. Su mano era grande y áspera, contrastando con su figura más delicada, y la manera en que la acercó hacia él la dejó momentáneamente sin palabras.
—¿Qué haces? —preguntó ella en un susurro, su voz quebrándose apenas al sentir la proximidad.
—No lo sé. —La sinceridad en su respuesta la desarmó, y durante un segundo largo se quedaron así, mirándose tan cerca que cada respiración parecía compartida.
Ella no intentó alejarse, aunque su mente le decía que tal vez debería. Algo en la intensidad de sus ojos, en la vulnerabilidad que escondían, la mantuvo allí, atrapada en ese instante que parecía detener el tiempo.
Logan se inclinó un poco más, su mirada vagando entre sus ojos y sus labios, pero antes de que pudiera hacer algo más, una chispa de razón lo golpeó. Se apartó con un movimiento torpe, liberándola de su agarre y girándose hacia el costado, frotándose la nuca con una mezcla de frustración y autodesprecio.
—Lo siento. No debí... —murmuró, su voz más baja, como si hablara consigo mismo.
Ella se quedó quieta, su corazón latiendo con fuerza mientras lo miraba. Logan levantó la vista hacia ella, confundido por su dulzura, pero no dijo nada. Ella esbozó una pequeña sonrisa, inclinándose hacia la puerta para abrirla, aunque esta vez lo hizo con lentitud, como si le diera una última oportunidad de decir algo más.
Ella ya había dado un paso hacia la puerta, pero algo en su interior la hizo detenerse. Giró lentamente, y esta vez fue ella quien tomó la iniciativa. Con una suavidad inesperada, deslizó su mano sobre la de Logan, que aún estaba cerca, y la guió de nuevo hacia su cintura.
Él no se resistió, sorprendido por su gesto, y dejó que su mano descansara allí, sintiendo el calor de su cuerpo a través de la tela del uniforme. Ella se acercó un poco más, sus ojos clavados en los suyos con una intensidad que desarmaba cualquier argumento que Logan pudiera haber tenido para detener aquello.
—No pienses tanto. —Su voz fue apenas un susurro, casi una súplica, mientras mantenía su mirada fija en él.
Logan respiró hondo, luchando contra todas las barreras que había construido durante años, pero cuando ella se inclinó levemente hacia él, algo en su interior se rompió. No había nada más que aquel momento, y por primera vez en mucho tiempo, decidió ceder.
Se inclinó hacia ella, su rostro acercándose lentamente mientras su mano en su cintura la acercaba aún más. Cuando sus labios finalmente se encontraron, fue un roce suave al principio, una prueba tímida, como si ambos estuvieran descubriendo algo que no sabían que necesitaban.
Pero la presión aumentó, y el beso se volvió más decidido, más cargado de emociones que ninguno de los dos podía verbalizar. Las manos de ella subieron instintivamente hacia su rostro, acariciando su barba con ternura, mientras él la sostenía con firmeza, como si temiera que ella pudiera desvanecerse si la soltaba.
Cuando finalmente se separaron, sus respiraciones estaban entrecortadas, pero ninguno se apartó del todo. Sus frentes se apoyaron, sus miradas entrelazadas en el silencio que seguía cargado de significado.
Logan la observó en silencio durante un segundo eterno, como si estuviera buscando algo en sus ojos que le diera el permiso que, en realidad, ya le había dado. Finalmente, sin decir nada más, se inclinó de nuevo hacia ella, esta vez con más firmeza, dejando que sus manos descansaran completamente en su cintura, afianzando el contacto.
El beso llegó con una intensidad distinta, más segura pero aún contenida, como si estuviera tratando de equilibrar lo que sentía con lo que creía que debía hacer. Sus labios encontraron los de ella en un choque suave pero decidido, explorando con más tiempo, con más necesidad.
Ella correspondió al instante, sus manos subiendo otra vez hacia su rostro, acariciándolo mientras se entregaba al momento. Logan la sostuvo más cerca, sus dedos presionando ligeramente en su cintura, como si quisiera memorizar el tacto de su piel bajo sus manos.
Fue entonces cuando dejó que su lengua se deslizara, probando con cuidado, esperando alguna señal. Ella la dio al instante, abriéndose a él con la misma disposición, y el beso se volvió más profundo, más cargado de emociones que ambos habían intentado ignorar hasta ahora.
Su sabor era un contraste perfecto con la aspereza de la barba que rozaba sus labios, una mezcla que la hizo suspirar contra su boca, enviando una corriente por el cuerpo de Logan que lo llevó a intensificar el beso, pero sin dejar que se volviera apresurado o desesperado.
Sus manos en su cintura parecían anclarla, y cada movimiento de sus labios y su lengua era una mezcla perfecta de control y pasión. Cuando se separaron, fue apenas por segundos, solo para tomar aire antes de que sus frentes volvieran a juntarse.
Logan cerró los ojos, todavía sosteniéndola cerca, mientras su respiración entrecortada hablaba de todo lo que no se atrevía a decir en palabras. Ella sonrió suavemente, acariciando su mejilla con el pulgar, permitiéndose disfrutar de aquel momento que parecía suspendido fuera del tiempo.
—Esto no estaba en mis planes. —Su voz ronca rompió el silencio, pero no se alejó ni un centímetro de ella.
—A veces, lo mejor no necesita estarlo. —Ella respondió con una dulzura que él apenas podía comprender, dejando que sus palabras calaran profundo.
Ella lo miró con una mezcla de decisión y ternura, dejando que sus manos se apoyaran suavemente en su pecho. Luego, sin romper el contacto visual, lo empujó con suavidad hacia el borde de la cama. Logan, sorprendido, dejó que lo guiara hasta sentarse, el colchón cediendo bajo su peso mientras su mirada permanecía fija en ella, tratando de descifrar sus intenciones.
Antes de que pudiera procesarlo del todo, ella se colocó en su regazo con una confianza que lo desarmó, sus piernas descansando a ambos lados de las suyas. La cercanía lo envolvió por completo, y el calor de su cuerpo hizo que olvidara cualquier excusa que podría haber intentado plantear.
Logan tragó con dificultad, sus manos temblando por un momento antes de apoyarse en sus caderas, como si necesitara asegurarse de que aquello era real. Ella sonrió, una expresión suave que contrastaba con la intensidad del momento, y sus dedos encontraron su lugar nuevamente en su rostro, acariciando su barba con una dulzura que él no estaba acostumbrado a recibir.
—No pensé que te dejarías llevar tan fácil, viejo gruñón. —Su voz tenía un deje juguetón, pero también una calidez que lo hizo sentir algo más que vulnerable.
Logan soltó un resoplido, medio riéndose, medio intentando mantener su fachada de dureza, pero sus ojos delataban la tormenta de emociones que ella había desatado en él.
—Y yo no pensé que fueras tan atrevida. —Su voz era grave, más baja de lo habitual, mientras sus manos apretaban ligeramente sus caderas, explorando el peso de ella sobre él con una mezcla de necesidad y autocontrol.
Ella inclinó la cabeza, sus labios a apenas centímetros de los suyos, y el silencio que los envolvía era denso, cargado de una tensión que ninguno parecía dispuesto a romper.
—Tal vez solo necesitabas a alguien que te recordara cómo es vivir un poco. —La respuesta salió de sus labios con una suavidad que lo desarmó por completo, y antes de que pudiera responder, ella se inclinó para reclamar sus labios en un beso que esta vez fue lento pero profundamente apasionado.
Logan correspondió sin dudar, sus manos afianzándose en su cintura mientras la sostenía más cerca, como si temiera que pudiera desaparecer en cualquier momento. La intensidad del beso creció, sus movimientos coordinados en un vaivén que parecía borrar cualquier barrera entre ellos.
El aire se volvió pesado, cargado de emociones y deseos reprimidos durante demasiado tiempo. Y mientras sus bocas exploraban, Logan se dio cuenta de algo que lo asustó y lo reconfortó al mismo tiempo: hacía años que no sentía algo así.
Mientras sus cuerpos se movían al unísono, ella no pudo evitar moverse con un leve vaivén, un movimiento que se hizo más pronunciado sin que siquiera lo notara. Logan, al sentirlo, no pudo evitar dejarse llevar, sus manos deslizándose suavemente por su espalda, explorando la figura de ella con una delicadeza inesperada. El roce de sus dedos sobre su ropa era casi como una caricia, como si estuviera temeroso de hacer cualquier cosa que pudiera romper la atmósfera que se había creado entre ellos.
Logan comenzó a recorrer la línea de su cintura, siguiendo el contorno de su figura con cuidado, sintiendo la suavidad de su piel debajo de las telas. Cada movimiento de ella hacía que el deseo creciera, pero también que se diera cuenta de la vulnerabilidad en él, una que no quería reconocer, pero que estaba allí, palpable en el aire.
El contacto de sus manos era firme pero no posesivo, como si quisiera que ella entendiera que, aunque la atracción entre ellos fuera innegable, aún había algo más: respeto, paciencia. Cada vez que sus dedos pasaban cerca de su piel, él casi podía escuchar su respiración entrecortada, y eso solo lo impulsaba a ser más suave, más consciente de su cuerpo sobre el suyo.
Ella cerró los ojos por un momento, disfrutando de la suavidad con que él la tocaba, pero también de la extraña mezcla de sensaciones que provocaba en ella. No podía dejar de pensar que aquello era tan real, tan auténtico, y no importaba cuánto tratara de resistirse, se sentía completamente conectada a él.
Logan se detuvo por un segundo, sus dedos rozando el costado de ella, casi como si estuviera preguntando si podía continuar, pero en lugar de palabras, fue el gesto de ella, una pequeña inclinación hacia él, lo que lo hizo seguir.
El roce de su mano subió por su espalda, a la base de su cuello, donde sus dedos se enredaron suavemente en algunos cabellos sueltos. Los ojos de Logan se encontraron con los de ella, y por un instante, todo lo que podían sentir era la conexión pura entre ambos. Sin decir una palabra, él la sostuvo un poco más fuerte, mientras sus labios se acercaban nuevamente, buscando el contacto que ambos sabían que no podían evitar más.
La sensación de sus cuerpos tan cerca, el calor de sus pieles y la suavidad de sus movimientos era todo lo que existía, todo lo que necesitaban. Y por fin, cuando sus labios se encontraron de nuevo, fue un beso que selló algo mucho más profundo que solo deseo: una conexión que, de alguna manera, ambos sabían que podría cambiar todo lo que habían conocido hasta ese momento.
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belencha77 · 3 months ago
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CAP 35 - AMIGOS Y AVENTURA
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Al llegar al tren, cada uno fue a su habitación para recoger las cosas necesarias para pasar la noche bajo las estrellas. La emoción del viaje llenaba el aire y todos estábamos ansiosos por comenzar nuestra aventura.
Me sentía más relajada solo con estar cerca de todos mis amigos. Al entrar a mi habitación, me di cuenta de lo mucho que había necesitado un descanso así. Llené mi maleta con lo esencial: una linterna, una manta abrigada, ropa cómoda, y por supuesto, algunos bocadillos. Mientras organizaba mis cosas, Chance, mi leal amigo de cuatro patas, me observaba con curiosidad.
|| Voy a extrañarte esta noche, amigo || le dije mientras acariciaba su pelaje. Le dejé comida y agua en su plato y avisé al personal para que lo cuidaran mientras yo no estaba.
Una vez lista, me dispuse a descansar un poco hasta la hora del encuentro. Acostada en mi cama, con el tren detenido y la tranquilidad de la estación, la compañía de Chance me ayudó a relajarme.
**
<<Punto de vista de Drake>>
Cuando llegó la hora, nos reunimos en la limusina y nos dirigimos hacia nuestra pequeña aventura. Junto a todos parecía que cualquier problema desaparecería, por lo menos por algunas horas.
El viaje en auto fue una mezcla de risas y conversaciones. Las ventanas abiertas permitían que el aire fresco nos envolviera mientras cruzábamos paisajes pintorescos. Pasamos por verdes praderas, pequeñas aldeas con casas de piedra y campos dorados por el sol del atardecer. Maxwell no dejaba de contar chistes, haciendo que todos riéramos sin parar, mientras Riley y Liam compartían historias de sus viajes pasados.
Finalmente, llegamos al punto donde la carretera se terminaba y comenzaba el sendero hacia el acantilado de Étretat. Aparcamos la limusina y comenzamos la caminata. El sendero era estrecho y serpenteaba entre árboles frondosos, cuyas hojas empezaban a cambiar de color con la llegada del otoño. Cada paso nos acercaba más al sonido relajante de las olas rompiendo contra las rocas.
La caminata fue ardua, pero valió la pena. Al salir del bosque, el paisaje se abrió ante nosotros, revelando las majestuosas formaciones rocosas y los impresionantes arcos naturales por los que Étretat es famoso. El océano Atlántico se extendía hasta donde alcanzaba la vista, su superficie ondulante reflejando los colores del cielo.
Después de una larga caminata, finalmente arribamos a un acantilado con vista al océano. La vista era impresionante. Nos sentamos en rocas altas y colocamos mantas a cuadros en un círculo alrededor de la fogata que estaba armando. El atardecer pintaba el agua de colores naranja y amarillo, y a lo lejos se podía observar un faro al otro lado del acantilado.
|| Podría acostumbrarme a esto || dijo Liam respirando el aire fresco y estirando sus brazos.
|| ¡HOLAAAAA! || gritó Maxwell para que su voz resonara por todo el valle del otro lado || Esto es tan genial ||
Pero, aunque fuera una hermosa vista, necesitaba encargarme de prender el fuego. Concentrado en mi tarea, apenas noté que Riley estaba hablando hasta que ella se acercó.
|| Drake, deberías contemplar la vista || exclamó emocionada.
|| Sí, es realmente bella || respondí, pero mi mirada volvió a concentrarse en la fogata.
|| Drake, ¿no sugeriste venir aquí para apreciar la vista? Porque ahora ni siquiera la estás mirando || insistió.
|| Lo sé, Brown, y prometo que la miraré más tarde... Pero ahora mismo, necesito asegurarme de que tengamos calor. La noche puede llegar a ser demasiado fría || le respondí. Hana intervino riendo.
|| Estoy de acuerdo con Drake. Quizás sus instintos cavernícolas están entrando en acción || Y sus palabras me hicieron reír.
|| Exacto Hana… Proteger y calentar a la tribu es mi misión. Estoy a cargo de eso || Le dije y Liam, que había estado desempacando comida y poniéndola en bandejas, también intervino.
|| Tranquilas chicas, así es como se pone cuando va de campamento. Es mejor dejarlo trabajar en lo suyo ||
|| Exactamente, escúchenlo. Él lo sabe || exclamé apoyando a Liam. Después de unos minutos, finalmente tenía la fogata encendida y el grupo tenía calor || Muy bien, chicos. Como este viaje fue idea mía, era mi responsabilidad asegurarme de que todos sobrevivieran aquí || dije con una sonrisa de satisfacción.
|| No te preocupes, Drake. Yo creo que estaríamos bien por nuestra cuenta aquí. Soy muy ingenioso || exclamó Maxwell, encogiéndose de hombros.
|| Vamos, Maxwell, no te engañes. Tú serías el primero en rendirte || le dije mirándolo con atención || ¿O no recuerdas cuando nos fuimos a acampar por los valles de Cordonia? ||
|| Bueno, esa vez fue diferente... || Maxwell se puso nervioso, una risa incómoda escapando de sus labios.
|| ¿Diferente? Te pusiste nervioso porque escuchaste un búho y pensaste que era un oso || continué, recordando vívidamente la noche en que Maxwell había estado convencido de que un pequeño búho era una amenaza peligrosa || Terminaste durmiendo en la camioneta mientras todos nosotros estábamos perfectamente bien bajo las estrellas ||
El grupo estalló en risas, recordando aquella anécdota con cariño. Maxwell, aunque un poco avergonzado, se unió a la risa, aceptando la broma con buen humor.
|| Está bien, lo admito. Tal vez no soy tan ingenioso como pensaba || dijo Maxwell con una sonrisa resignada. || Pero no te olvides de la vez que tú ayudaste a Liam || exclamó, intentando defenderse. Liam se puso rojo e intentó replicar.
|| Olvídalo, Maxwell, eso no tiene nada que ver || dijo con seriedad Liam.
|| ¿Y qué fue lo que pasó? || preguntó Riley, curiosa. Antes de que Liam o yo pudiéramos responder, Hana gritó fuertemente.
|| ¡MAXWELL! ¡Tienes un animal en tu camisa! || señaló con terror mientras Maxwell se congelaba en su lugar.
|| ¡Santo cielo! ¡Santo cielo! ¡Santo cielo! ¡Nadie se mueva! Puedo sentirlo moverse... Creo que ha llegado mi momento de morir... || gritó Maxwell, cerrando los ojos, completamente desesperado. Me costó no reírme, pero Liam no pudo evitarlo, negando con la cabeza mientras se acercaba a él. Con calma y cuidado, Liam agarró el animal de la camisa de Maxwell y lo colocó delicadamente en su mano, mostrándonoslo. Maxwell respiró aliviado || ¡Qué alivio! Gracias, Liam... || exclamó Maxwell, mirando la pequeña lagartija. || Hola, pequeño amigo... Déjame decirte que no es bueno quedarte en un grupo donde no fuiste invitado. ||
|| ¿Es venenosa, Liam? || preguntó Hana, retrocediendo por miedo.
|| No lo creo, Hana. Tranquila, || respondió Liam con calma mientras la lagartija se acurrucaba en su palma.
|| Viéndolo con más calma, parece inofensiva, || comentó Maxwell, extendiendo su dedo para acariciar al animal. Sin embargo, la lagartija se tambaleó rápidamente hacia él y le mordió la punta del dedo, haciendo que Maxwell gritara de dolor.
|| Seguro que sí... Muy inofensiva, || dijo Riley riendo.
|| Imagínate Maxwell, ese pobre animal te conoce unos minutos y ya te odia... || añadí en tono burlón, sin poder evitar reírme grandemente.
|| ¡Hey, él no me odia! Tan solo siente que soy una amenaza aterradora, || respondió Maxwell, con una cara de enojo que más bien parecía de consternación. Liam soltó a la lagartija en el suelo, y el pequeño animal se escabulló entre los arbustos, desapareciendo de nuestra vista.
|| Está bien, está bien... Ahora que la visita de la lagartija se acabó, || dije aplaudiendo para llamar la atención. || Continuemos comiendo. ||
**
La camaradería y el buen humor aliviaron cualquier tensión restante. La fogata crepitaba, y la tarde se llenó de risas y recuerdos compartidos, haciendo que la pequeña aventura fuera especial. Poco a poco, los rayos de sol se ocultaban, tiñendo el cielo de tonos cálidos y nostálgicos.
|| Gracias, Hana, por proporcionarnos la comida, || dije con sinceridad, apreciando el esfuerzo que había puesto en preparar todo.
|| Fue un placer, Drake. Aunque el viaje fue un poco imprevisto, pude empacar lo necesario. ¡Gracias por organizarlo! || Hana respondió, sonriendo ampliamente.
|| ¡Hana, todo lo que trajiste es perfecto! || exclamó Riley emocionada.
|| Chicos, ¿hay algo que Hana no pueda hacer? || preguntó Maxwell con admiración hacia Hana || ¿Qué más podría pedirle a la vida? Tengo comida, naturaleza, buenos amigos y a la chica más linda de todas ||
|| Awwww, Max, eres un encanto || respondió Hana mientras Maxwell dejaba escapar un gran suspiro, apoyado contra una de las rocas y le daba un beso en su mano. Liam observó a Riley y le dedicó una sonrisa.
|| Tienes razón, Maxwell, ¿qué más se puede pedir? || exclamó Liam mientras miraba a Riley con adoración. Rápidamente aclaré mi garganta.
|| Por favor, por favor... Pueden dejar a un lado la miel || dije tratando de no parecer demasiado disgustado. Por un momento, me sentí como un plato de segunda mesa, observando cómo todos parecían estar perfectamente emparejados || Me alegra que todo esté funcionando || comenté, tratando de mantener un tono ligero.
Pero por dentro, la sensación de exclusión se intensificaba. No era fácil ver a todos tan felices y emparejados, especialmente a Riley con Liam. Cada mirada y sonrisa entre ellos era un recordatorio doloroso de lo que no podía tener. Aun así, me forcé a sonreír y a disfrutar del momento, porque, al fin y al cabo, había organizado este viaje para todos, especialmente para Riley. Verlos felices, aunque me sintiera un poco al margen, era suficiente recompensa.
|| Estoy muy feliz de estar con todos ustedes. Honestamente, es muy liberador poder compartir este momento lejos de todo el drama del tour || exclamó Liam mientras se acercaba a Riley y colocaba su mano cerca de la de ella. Observé cómo sus manos se encontraban de manera natural, y sentí cómo algo se apretaba en mi pecho. Maxwell y Hana parecían inmersos en su propio mundo, ajeno al torbellino de emociones que yo estaba experimentando. De repente, Riley inclinó la cabeza hacia Liam, compartiendo risas y miradas que hablaban de una complicidad profunda. Me quedé allí, observando en silencio. Era evidente que Riley estaba completamente entregada a Liam, y eso me provocaba una mezcla de admiración y resignación. Ambos rieron, y sentí que no podía soportarlo más. Me levanté rápidamente y me dirigí al borde del acantilado. No puedo negar que mi herida seguía abierta, y necesitaba encontrar un rincón donde pudiera olvidar, al menos por una noche, lo que mi corazón realmente deseaba.
Después de algunos instantes, la voz de Riley me sacó de mis pensamientos.
|| ¿Así que finalmente estás contemplando la vista? || preguntó Riley, mirando al horizonte como yo. La miré suavemente y luego volví a admirar el hermoso atardecer.
|| Sí, finalmente. Ahora que me he ocupado de lo básico, puedo hacerlo || respondí, intentando ocultar cualquier emoción.
|| Nunca había visto algo tan hermoso || dijo, llena de emoción. Ambos observamos cómo las hojas se balanceaban con el viento y el sol poniente pintaba los árboles en tonos de rojo, amarillo y naranja. Los acantilados como estos son increíbles para contemplar, especialmente en momentos como estos. || Es muy hermoso, para ser sincera, y me alegra que hayamos venido para verlo || añadió, sonriendo ampliamente. Nos quedamos en silencio por un momento, absorbidos por la tranquilidad del entorno. Después de un rato, ella rompió el silencio con otra pregunta|| ¿Qué te llevó a elegir este lugar para visitar hoy? || preguntó, curiosa por conocer más de mis pensamientos.
|| Bueno, necesitaba un descanso de la ciudad y había oído hablar de lo impresionante que es este lugar al atardecer. Además, pensé que sería agradable compartirlo contigo en tu cumpleaños || respondí, tratando de transmitir la sinceridad de mis sentimientos mientras encontraba en su mirada una calidez reconfortante.
|| Me alegra que lo hayas elegido. Ha sido un buen día para desconectar || comentó Riley, mientras seguía disfrutando del momento || Gracias por hacer esto, Drake, significa mucho para mí || añadió, colocando su suave mano en mi brazo. Su toque envió una oleada de emociones a través de mí, y sentí una conexión profunda en ese instante. Justo cuando abría la boca para contestarle, Liam la llamó desde la distancia:
|| ¡Riley, ven a ver esto! ¡Es increíble! || Su voz rompió el cálido momento que estábamos teniendo, llevándose a Riley consigo. Ella se volvió hacia mí, sonriendo disculpándose:
|| Parece que me necesitan || me dijo. Rápidamente asentí, forzando una sonrisa.
|| Ve, Brown, no te preocupes… Yo seguiré admirando la vista || le respondí. Observé cómo se alejaba hacia Liam, sintiendo cómo la distancia entre nosotros crecía, no solo físicamente, sino también emocionalmente.
Mi mente se llenó de preguntas sobre qué podría haber sido si las circunstancias hubieran sido diferentes, si Riley hubiera sentido algo más por mí. Esas reflexiones persistían mientras los observaba, compartiendo risas y gestos cómplices. Liam le susurró algo al oído que hizo que Riley riera con verdadera alegría. Desde mi lugar, vi cómo Riley y Liam se abrazaban, compartiendo una mirada cargada de complicidad mientras contemplaban el horizonte. Verlos avivó sentimientos que deseaba compartir con ella. Sentí una mezcla de nostalgia y resignación al aceptar que lo que anhelaba con Riley nunca sería posible.
En ese preciso instante comprendí que debía enfrentar la realidad: el amor que sentía por Riley estaba destinado a permanecer oculto. Decidí entonces que era momento de seguir adelante. Debía buscar nuevos caminos, tratando de llenar el vacío que Riley había dejado en mi corazón. Desvié la mirada hacia el horizonte, buscando encontrar algo de paz y comenzar a sanar las heridas que aún mantenía.
Principio del formulario
Final del formulario
**
<<Punto de vista de Riley>>
Después de unos minutos, cuando el último rayo de sol se desvanece y la luz de la luna comienza a reflejarse en el agua, casi todos hemos terminado de construir nuestras carpas a la perfección. Liam me mira y se acerca con una sonrisa traviesa.
|| ¡Vaya! Parece que sabías lo que hacías || me dice mientras se mueve detrás de mí, acercándose a mi oído || Y no puedo negar que estoy impresionado. Pensé que aquí iba a poder presumirme frente a ti. || Su voz suave hace que mi respiración se ralentice; me encanta cuando está tan cerca. Giro mi cabeza para mirar sus labios.
|| ¿No me digas? Quién sabe, quizás encuentres otra manera de impresionarme ||
|| No lo sé, eso lo veremos más tarde || murmura mientras sus dedos rozan mi barbilla y me obliga a mirarlo a los ojos. Le sonrío como una boba. De repente, Drake aclara su garganta y nos mira a todos con atención.
|| Muy bien todos, es hora de descansar. Mañana regresaremos a primera hora al amanecer… No queremos que empiecen a buscar a su rey desesperadamente || dice, luego posa su mirada en mí y, con una ligera sonrisa, exclama || Brown, espero que hayas disfrutado de esta pequeña escapada al aire libre. ¡Feliz cumpleaños! ||
|| ¡Feliz cumpleaños! || gritan los demás al unísono.
|| Gracias, chicos. Han hecho de este día uno que jamás olvidaré || respondí, sintiendo una profunda gratitud. Luego, todos nos levantamos y nos dirigimos a nuestras tiendas para descansar.
**
Cuando la oscuridad cayó sobre el campamento, los grillos comenzaban a cantar y la luz del faro iluminaba partes del océano. Dentro de la mía, la luz del fuego parpadeaba constantemente. Podía escuchar claramente cómo todos comenzaban a cerrar las cremalleras de sus tiendas de campaña para pasar la noche. Me recosté en mi cama, pensando en los eventos de mañana. A pesar de todo lo que hemos descubierto, todavía me siento perdida y no puedo negar que tengo un poco de miedo. De repente miro mi reloj y me doy cuenta de que es la hora de mi encuentro con la única persona que me hace sentir segura: Liam. Decido colarme en su tienda. Lentamente, abro la cremallera de mi tienda con cuidado y veo que la suya está ligeramente abierta. Me aseguro de que no haya nadie alrededor y me deslizo suave y lentamente hacia su tienda. Al entrar, lo veo colocando su saco de dormir en el suelo.
|| Toc – Toc || susurro, y él me mira con una gran sonrisa.
|| ¡Riley! Llegaste || Me dice y sin querer, lo miro de pies a cabeza, ya que se encuentra solo con sus calzoncillos. No puedo negarlo, ¡qué hermosa vista!
|| Estaba ansiosa por estar contigo || digo, mientras me acerco lentamente hacia él. De un solo tirón, me hala hacia su abrazo.
|| Riley, debo confesar que yo también moría de ganas por estar a solas contigo. ||
|| Y aquí estoy, Liam, solo para ti. || le susurré mientras acariciaba suavemente su brazo. || No hay otro lugar en el que prefiera estar esta noche. || Mi mano recorre los músculos de su hombro hasta su mano y los entrelazo. Liam me hace espacio, abriendo su saco de dormir y tirando las mantas. Colocada entre sus brazos, lanzo un suspiro que venía conteniendo || Entonces, ¿te gustó escaparte esta noche? ||
|| Seguro que sí. Esto me hace recordar cuando los tiempos eran simples, esos tiempos cuando Drake, Maxwell y yo podíamos escapar de la corte por una noche sin que nadie dijera nada… Sin embargo, este viaje en particular tiene sus méritos... || Coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja. No puedo evitar dejar escapar una pequeña respuesta de gemido || Tu presencia es una magnífica adición ||
|| Yo digo lo mismo y, ¿sabes? Estoy feliz de estar aquí… Aunque no sabía que ustedes solían acampar… Por cierto ¿A qué historia se refería Maxwell hace un momento, que no le dejaste hablar? || pregunto curiosa.
|| Bueno, pues es porque es un poco vergonzosa, se podría decir… Pero te la voy a contar || Me abraza y automáticamente me acurruco en él, sumergiéndome en su cálido toque || No tengo muy clara la edad, pero creo que tenía alrededor de doce o catorce años cuando me perdí en el bosque. Drake, Maxwell y yo nos escapamos a uno que queda junto al palacio para pasar la noche. Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, me levanté a buscar agua. No tuve problema en encontrar el arroyo, pero al regresar, comencé a andar en círculos y no podía encontrar mi camino de vuelta al campamento. Para cuando salió el sol, estaba completamente perdido || exclama con una risa, mientras yo me espanto ante la historia.
|| ¿Y cómo encontraste el camino de regreso? || pregunté asustada.
|| Nunca lo hice. Fue Drake quien me encontró, || respondió con una sonrisa || Había seguido mi rastro desde las carpas y me encontró vagando entre los árboles, a más de veinte minutos de nuestro campamento. Mientras tropezaba en el bosque, me sentía completamente solo, pero cuando Drake me encontró, me di cuenta de que, incluso cuando pensaba que estaba solo, él siempre me respaldaba. Drake jamás se burló de mí; solo me llevó de vuelta. Cuando llegamos a casa, ninguno de ellos mencionó esto a nadie. Es por eso que esta noche me ha recordado mucho a esa aventura. No por perderme, sino por ese sentimiento de saber que tengo personas en las que puedo confiar y contar. Personas por las cuales me preocupo y que me importan más allá de todo el drama cortesano. || El relato de Liam me conmovió profundamente. Sentí una calidez en mi corazón al escuchar la importancia de la lealtad y la amistad en su vida. Verlo hablar con tanto cariño y gratitud hacia Drake y Maxwell, me hizo darme cuenta de lo afortunada que era de estar rodeada de personas tan especiales. Liam continuó, su mirada se suavizó mientras hablaba de sus amigos. || Drake y Maxwell son como hermanos para mí. Drake siempre ha estado ahí, como un guardián silencioso, asegurándose de que nunca me pierda, tanto literal como figurativamente. Maxwell, con su ingenio y humor, siempre sabe cómo sacarme una sonrisa, incluso en los momentos más oscuros. Ambos me han enseñado lo que significa la verdadera amistad. ||
|| Me alegro de que hayamos venido entonces || le digo, mirándolo fijamente. Ver la emoción en los ojos de Liam mientras hablaba de sus amigos me llenó de ternura. Agradecí en silencio tener la oportunidad de ser parte de este círculo tan unido y lleno de cariño.
|| Yo también me alegro || dice Liam, inclinándose lentamente para presionar sus labios contra los míos en un beso prolongado. Sus manos se deslizan suavemente por mi cintura mientras nos fundimos en ese momento íntimo. Cuando nos separamos del beso, susurra cerca de mi oído, con su voz ronca y llena de deseo || Quédate aquí conmigo esta noche || Le sonrío con picardía y asiento con la cabeza.
**
Después de perdernos el uno en el otro durante un rato, apoyé mi frente contra la suya, sintiendo un hormigueo en los labios mientras mantenía los ojos cerrados.
|| Deberíamos dormir un poco || susurré a Liam. Él asintió con la cabeza. Nos acostamos uno al lado del otro, y bajo la tenue luz de la luna, pude verlo sonreír mientras descansaba la cabeza en la almohada. Rápidamente me incliné sobre el espacio entre nuestras almohadas y rocé mis labios suavemente contra los suyos. Liam correspondió inclinándose hacia el beso, deslizando una mano por mi cabello. Luego, con ternura, me rodeó con su brazo, atrayéndome hacia él || Gracias por el final perfecto para un día perfecto, mi Rey || susurré y pude verlo sonreír. Luego me acurruqué entre sus brazos y rocé suavemente su nariz con la mía || Buenas noches, mi amor || murmuré.
|| Buenas noches, mi Reina || respondió Liam en un susurro. Juntos nos sumergimos en un sueño cálido y confortable, donde todas las preocupaciones del mundo se desvanecieron mientras dormíamos juntos, abrazados en la tranquilidad de la noche.
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@tessa-liam, @kingliam2019, @choicesficwriterscreations
If anyone else wants to be tagged, just let me know. I hope you enjoy this wonderful love adventure.
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emvisual · 1 year ago
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El enemigo no llega en patera, viene en limusina.
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dreamymoonpearl · 1 year ago
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Lo que hacemos por amor
I
Jason Lannister estaba muerto.
Un trágico accidente para un alfa en sus 40´s y una triste perdida para su esposa alfa Aemma Targaryen, sólo llevaban cuatro años de matrimonio y para tristeza de los Lannister junto a los Hightower no hubo hijos, muchos murmuraban en que era el castigo de la madre por haber obligado a casarse a la alfa Aemma con un hombre que ni siquiera era compatible con ella.
La pobre mujer sólo siguiendo las órdenes de su madre (abuelo) para complacerla y dejar sus “desviados” gustos que la alejaban de seguir por el buen camino de los siete, así que se calló y cumplió su deber por cuatro años, ¿Así le pagaban los sus dioses?
Alicent se pellizcaba sus cutículas, el funeral es hermoso y todos están ahí, sobre todo muchas familias nobles y sus hijos, su hija estaba sentada en primera línea hermosamente vestida y con su rostro neutral, el velo marcaba su delgado rostro sin rastro de lágrimas y sólo aceptando con un asentimiento las condolencias de todos, desvió la mirada a su padre, Otto Hightower hablando discretamente con Vaemon Velaryon…lo estaba haciendo de nuevo.
El esposo de su hija llevaba sólo muerto cuatro días y desde el segundo día su padre ya estaba buscando un nuevo esposo/aliado para Aemma (él), ¿Pero por qué no se sorprendió?, solo estaba esperando cuando Viserys Targaryen se muriera, así Aegon ocuparía el mando total de la compañía y de todos sus bienes, no importaba que tuviera que usar a sus propios nietos, ya lo había hecho con su única hija.
¿Qué más daba usar a los niños de ella como monedas intercambiables?
Al menos espera que Aemma pudiera disfrutar su libertad por un año entero en su luto, respirar con tranquilidad a diferencia de ella, que parecía que Viserys no moriría pronto, si Alicent moría antes que el alfa no le importaba, no habría diferencia, pero al menos quería asegurarse de dejar a sus hijos felices y en buenos matrimonios, al menos con Aemma y Daeron, ya había arruinado las vidas de Aegon y Helaena al casarlos, al tener que obligar a su primera pequeña a parir hijos…rápido todo eso paso a segundo plano al ver al omega castaño, Lucerys Velaryon, acercarse a la alfa que pareció iluminarse e incluso compartió más de cinco palabras con ella.
La estaba tomando de las manos y Aemma le estaba acariciando con su pulgar la blanca mano, ella se veía tranquila y radiante con él frete a ella.
“Aemma”, llamo con tranquilidad, como si no hubiera corrido casi para separarlos, “debemos seguir, vamos, la carroza nos espera…Lucerys”, saludo por educación al omega que le dio una suave sonrisa y un asentimiento de cabeza con un bajo Señora Alicent.
“Si, gracias Lucerys, espero…”, Aemma miro a su sobrino y dejo las palabras al aire, la beta alzo una ceja, ¿Estaban secreteando delante de ella?
“Lo haré tía, gracias, las dejo solas y no les quito más tiempo”
Rápido Lucerys se dio vuelta y se dirigió a su familia que estaba en grupo platicando entre ellos y varios nobles que apoyaban a Rhaenyra como heredera, Alicent frunció el ceño. Eso no le estaba gustando nada.
“¿Qué te dijo ese omega?”, con la carroza delante de la limusina oscura que madre e hija subieron para tener privacidad y finalmente hablar a solas, la beta expreso su desconcierto.
“Jason quería invertir con los Velaryon, pero siempre lo rechazaron, Corlys Velaryon le dijo que no valía la pena, hago esto por el bien de mi familia”, la platinada respondió con tranquilidad mirando por la ventana polarizada, “si es que sigue siendo mi familia para el siguiente mes…”
“Querida”
“Está bien madre, lo entiendo, tendré que aceptar lo que hará”, seguía sin mirarla y Alicent se sintió morir, su hija sabia lo que su abuelo tramaba y sabia que ella de nuevo no la defendería, “si es que puede”
Antes que pudiera preguntar a que se refería la carroza se detuvo, era hora, debían darle un entierro digno a Jason Lannister y su hija debía hacer algo que ninguna esposa debería hacer, que no debería ver ni sentir, perder a su esposo en tan poco tiempo y quedarse sola, desprotegida en ese horrible mundo.
El funeral fue hermoso, grandes palabras de consuelo de su familia, hermano gemelo y viuda, había muchos llorando de verdad y otros hipócritamente, las despedidas se alargaron por parte de cada invitado y ella se encontró buscando a su hija por la gran multitud sin exitoso, diez minutos pasaron y no veía la cabellera adornada por el velo de su alta hija por ningún lado.
“Quizás se fue”, Aegon musico ebrio, tenia una copa de vino en la mano y se tambaleaba un poco, “o debe estar escondida para que nadie la vea, sabes como es Aemma, no le gusta que la vean llorar”
“Ella no se iría, ¡Es el funeral de su esposo y seria una falta de respeto!”, le grito a su hijo al alejarse de la multitud, desesperada por encontrarla, “tienes razón, debe estar destrozada y no quiere que nadie la vea así, ayúdame a encontrarla”
Con un bufido, su hijo mayor la siguió para encontrar a la viuda alfa que solo los siete sabrían donde esta escondida para que no la vean en tan lamentable estado.
-
Gemidos ahogados y el lascivo sonido de dos bocas chocando entre si eran lo único que se escuchaba en la limusina, manos enguantadas acariciando el cuerpo desnudo delante de ella con desesperación, después de todo no tenían mucho tiempo y en cualquier momento los interrumpirían, seria un gran escandalo que a la alfa ya no le importaba.
“Tía, por favor”, con un hilo de salivada uniéndolos, unos grandes ojos claros la miraron, “estoy tan mojado”
“Lo estas, puedo olerte”
“Aemma, por favor”, empujándola un poco para subir sus piernas en el asiento y mostrar en todo su esplendor su coño que goteaba fluidos, rojo por la tortura que la alfa le dio con sus dedos minutos antes, “necesito tu polla”
“¿No eres una zorra necesitada que le está abriendo las piernas a una viuda en el funeral de su esposo?, mal Lucy”, abofeteando el coño frente a ella y haciendo chillar al omega de placer, Aemma se agacho e hinco en el suelo tapizado de la limusina, “no podemos, no ahora al menos, pero puedo comerme este delicioso coño, ¿Le explicaras a tu madre, a nuestra familia y a todos los invitados que hace un omega ofreciéndose a una pobre alfa devastada por la muerte de su alfa?”
“Si, si, si lo haré”, hablo con desesperación empujando sus caderas, Aemma sonrió y beso superficialmente su hinchado clítoris, “¡AEMMA!”
“Shhh…nos podrán escuchar”, con una mano le abrió los labios y sintió su polla a comenzar a molestar en su vestido ante la entrada abrirse y cerrarse desperada por sentirse llena, “no me tomes del cabello, no podre arreglarlo y todos se darán cuenta”
No le dio tiempo de responder y saco su lengua para lamer su coño de abajo hacia arriba, deteniéndose en su clítoris para tirarlo con suavidad con sus dientes, Lucerys gimió fuerte y se aferro al asiento siguiendo las ordenes de su tía, rápido la suave mano de su tía le tapo la boca, un grito ahogado salió de la garganta del omega al sentir a alfa succionar con fuerza su botón rojo.
“Te dije silencio, ¿Entiendes?”, usando su voz de alfa hizo a Lucerys cohibirse y asentirse despacio, retiro su mano, escupió en su entrada metiéndole dos dedos y el castaño se tapó rápido la boca meneando sus caderas buscando más contacto, ofreciéndose ante ella abriendo imposiblemente más sus piernas, “buen omega, mañana podrás tener mi nudo y marca, ¿Te gustaría?”
Ojos cristalinos por las lagrimas de placer le respondieron lo que el omega quería decir, sus ojos gritando un claro si, cógeme alfa la hicieron volver a su tarea de torturar el dulce coño de su sobrino, su alfa interno aullaba de felicidad por finalmente tener a su omega a su lado y saborear su delicioso lubricante, su legua se derretía en sus paredes internas y su nariz chocaba con su clítoris acariciándolo, sentía el cuerpo del omega temblar por el placer que sentía.
Ella también sentía su erección palpitar desesperada, cuatro años de frustración sexual al tener que tolerar los besos, caricias y nudo de un alfa como Jason Lannister pasaban factura, sentía que se vendría en cualquier momento, apretó sus piernas intento autocomplacerse. No podía follarse a su sobrino, no pararía hasta que le destrozara el apretado coño a Lucerys, no pararía hasta sentirse saciada de su frustración sexual que llevaba cargando todo su matrimonio, desearía tanto que no le importara lo que todos pensarían de ella y no planeaba arriesgar a Lucerys, ahora que finalmente lo tenía donde quería.
Esta vez su abuelo no se entrometería en sus planes, no con un prontamente omega embarazo, al terminar el funeral y se fueran a su casa lo follaría en la boca, en su coño y trasero hasta el amanecer, lo anudaría tanto como quisiera y lo haría cargar a su cachorro y lo marcaria, pero por ahora, se contentaría con sólo usar su boca para complacer a Lucerys.
-
“¡AEMMA! ¡¿Dónde estabas?!”, la mujer beta se acerco a zancadas pesadas a su hija, la miro de arriaba para abajo, “¿Estás bien?”
La alfa estaba perfectamente peinada, pero su vestido estaba arrugado y su cara echa un desastre, su maquillaje de ojos estaba corrido y no llevaba su labial rojo, sus ojos incluso estaban algo rojos.
“No, mi esposo está muerto, ¿Cómo voy a estar bien?”, se relamió los labios evitando mirarla, “ya termino, me voy a casa, por favor despídanse de todos por mí, me siento mal”
“Voy contigo, Aegon ve con tu abu-”
“Quiero estar sola madre”, la interrumpió secamente, Alicent miro a su hija sorprendida, “antes que tenga que volver a tener que casarme”
“Aemma…”, intentado abrazarla y volviendo a ser cruelmente rechazada, sus manos temblaron, “mañana iré verte, te llevare algo de comer”
“Creo que sabes lo que quiero darte a entender madre, quiero estar sola unos dias”, murmuro molesta, su hermano mayor abrió los ojos sorprendidos por la actitud de la niña de los ojos de su madre, “te llamare si necesito algo o si me siento sola, gracias”
Todavía sin mirarla, llamo al chofer de la limusina y se encamino al estacionamiento que quedaba retirado de la capilla y el panteón, tanto alfa y beta miraron a la platinada alejarse y subirse cuando el hombre le abrió la puerta, la mujer sabia que esto era lo menos que se merecía, dejo que su padre usara a sus hijos como a ella, los dejo ser victimas de Otto Hightower y ella jamás movió un dedo, si su hija no deseaba verla por ahora, ella entendería, le daría la paz que ella no pudo tener un solo minuto de su vida al cumplir 16 años.
Solo le quedaba rezar por su hija y secretamente desear que huyera como ella tantas veces planeo cuando nació Aegon, en tomar a su bebé y huir lejos de las garras de su esposo y padre. Ahora era solo un sueño y esperaba que su hija perdonara como ella trataba de hacer con su padre.
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ethanwitht · 9 months ago
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si lo piensas, un autobús es como una limusina pero más grande
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jedivoodoochile · 1 year ago
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El villano , conocido como Cain , era el líder fanático del Culto del estupefaciente conocido como Nuke. Violentamente demente, irremediablemente adicto al Nuke y sumido en sus propios delirios, era un enemigo impredecible y peligroso, con seguidores capaces y leales.
Después de su muerte, su cerebro fue insertado en el cíborg, RoboCop 2.
En la película RoboCop 2 , dirigida por Irving Kershner, fue interpretado por Tom Noonan .
Según el expediente policial de Cain, fue arrestado por seis cargos de asesinato, cuarenta y siete cargos de alteración del orden público y era un veterano militar que sirvió en la Guerra del Amazonas.
Su carrera militar estuvo marcada por un consejo de guerra por un cargo desconocido, por lo que fue condenado y luego enviado a la Correccional de Danmemora. Estuvo retenido en Danmemora durante tres años, hasta que un fallo de seguridad le dio la oportunidad de escapar. Luego se mudó a Detroit y desarrolló el narcótico altamente adictivo conocido como "Nuke" y se instaló en una vieja planta de sedimentos en River Rouge como su base de operaciones.
Más tarde estuvo presente en un laboratorio de fabricación de Nuke cuando el cíborg oficial de policía RoboCop allanó la instalación. El cíborg no logró arrestar a Cain y sus seguidores más cercanos, el joven Hob y la amante de Cain, Angie, quienes se deslizaron por una entrada trasera y llegaron a su limusina que los esperaba. Dentro de la limusina, encontraron a una de los trabajadores inmigrantes ilegales que ellos empleaban en su laboratorio clandestino de drogas ilegales, suplicando no ser entregada a la policía. Cain demostró su naturaleza fría y sociópata simplemente disparándole y empujándola fuera de la limusina.
Más tarde, en la planta de sedimentos, Cain capturó a RoboCop y lo desarmó para que pudiera continuar con sus hazañas sin interferencias.
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momo-de-avis · 2 years ago
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TFW tás a andar de mota e no stop olhas para a limusina ao teu lado e vês o Sócrates 😂
Bem se me dissesses agora que o teu emprego era entregar pizzas serias a pessoa com mais piada do mundo inteiro
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emma0potter · 1 year ago
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𝐏𝐫𝐨𝐩𝐢𝐞𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞𝐥 𝐝𝐢𝐚𝐛𝐥𝐨||ᴰᵃᶻᵃᶦ ʸᵃⁿᵈᵉʳᵉ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ
ᴄᴀᴘ 0
𝑯𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂 𝒆𝒏 𝒘𝒂𝒕𝒕𝒑𝒂𝒅
✧༺✦✮✦༻∞ ♥︎ ∞༺✦✮✦༻✧
⚠️ᵃᵈᵛᵉʳᵗᵉⁿᶜᶦᵃˢ ⚠︎
❥𝙀𝙨𝙩𝙤𝙮 𝙚𝙣 𝙥𝙧𝙤𝙘𝙚𝙨𝙤 𝙙𝙚 𝙫𝙚𝙧𝙢𝙚 𝙮 𝙡𝙚𝙚𝙧𝙢𝙚 𝙚𝙡 𝙢𝙖𝙣𝙜𝙖
❥𝙇𝙖 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖 𝙦𝙪𝙚𝙙𝙖𝙧𝙖́ 𝙛𝙪𝙚𝙧𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙚𝙭𝙩𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙢𝙖𝙣𝙜𝙖/𝙖𝙣𝙞𝙢𝙚
❥𝙇𝙤𝙨 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖𝙟𝙚𝙨 𝙨𝙚𝙧𝙖́𝙣 𝙡𝙞𝙢𝙞𝙩𝙖𝙙𝙤𝙨
❥𝙏𝙚𝙢𝙖𝙨 𝙮𝙖𝙣𝙙𝙚𝙧𝙚𝙨
❥𝙈𝙖𝙨𝙩𝙪𝙧𝙗𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣
❥𝘼𝙨𝙚𝙨𝙞𝙣𝙖𝙩𝙤
❥𝙏𝙤𝙦𝙪𝙚𝙨 𝙨𝙞𝙣 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙚𝙣𝙩𝙞𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤
❥𝙤𝙢𝙚𝙜𝙖𝙫𝙚𝙧𝙨𝙚
❥𝙂𝙤𝙧𝙚
❥𝙇𝙚𝙢𝙤𝙣
❥+18
❥𝘿𝙧𝙤𝙜𝙖𝙨
❥𝙎𝙚𝙘𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤
❥𝙋𝙤𝙡𝙞𝙖𝙢𝙤𝙧
❥𝙏𝙧𝙖́𝙛𝙞𝙘𝙤 𝙙𝙚 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖𝙨
❥𝙏𝙚𝙢𝙖𝙨 𝙈4𝙛
❥𝙁𝙖𝙡𝙩𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙤𝙧𝙩𝙤𝙜𝙧𝙖𝙛𝙞́𝙖
❥𝙋𝙪𝙗𝙡𝙞𝙘𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨 𝙞𝙧𝙧𝙚𝙜𝙪𝙡𝙖𝙧𝙚𝙨
❥𝙎𝙪𝙞𝙘𝙞𝙙𝙞𝙤
❥𝘿𝙞𝙛𝙚𝙧𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙚𝙙𝙖𝙙 (6 años)
❥𝙐𝙣𝙞𝙫𝙚𝙧𝙨𝙤𝙨 𝙖𝙡𝙩𝙚𝙧𝙣𝙤𝙨
❥𝙋𝙚𝙙𝙤𝙛𝙞𝙡𝙞𝙖
❥𝘼𝙙𝙪𝙡𝙩𝙚𝙧𝙞𝙤
❥𝐈𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞!
𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐚́ 𝐢𝐧𝐬𝐩𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚
𝐄𝐧... Libertad ︴ᴰᵃᶻᵃᶦ ʸᵃⁿᵈᵉʳᵉ
𝐃𝐞... @C4rl3ss
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˚₊·͟͟͟͟͟͟͞͞͞͞͞͞➳❥ ꒰ ⌨ ✰  ♥︎ᴸᵒᵃᵈᶦⁿᵍ··· ꒱ | ೃ࿔₊•
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⚠️ⱽᶦᵈᵃ ᵖᵃˢᵃᵈᵃ 🤍
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𝙐𝙣𝙖 𝙟𝙤𝙫𝙚𝙣 𝙙𝙚 𝙙𝙤𝙘𝙚 𝙖𝙣̃𝙤𝙨 fue hayada en los almacenes Hiroshima estos días.  Según la Agencia de Detectives de la Armada, la pre-adolescente fue víctima de diferentes tipos de abusos y experimentos.  Y acontinuación los  resultado del partido de fútbol de...
La televisión no pudo continuar devido a que cierto pelinegro de nombre Mori Ogai la apago, seguido se levantó y se dirigió hacia una de las numerosas puertas de la gran mansión en la que habitaba. Se detuvo enfrente a una decorada con un cartel tipo cinta de policía que ponía ... "Suicidio" y así de forma continua, pero al parecer al líder de la Port Mafía no le importó mucho y entró a la habitación encontrándose con cierto Moreno que vestía de gabardina bocabajo intentando superar un nivel de algún juego de su amada Game Boy.
━Dazai tenemos que irnos, ya━ El menor al darse cuenta de la presencia del mayor simplemente se levantó se colocó bien su gabardina negra y colocó sus zapatos negros Italianos de la marca Milan
Mientras ambos hombres se montaban en una lujosa limusina conducida por un hombre en traje que hacia se las para que abrieran la puerta del garaje. Mientras esto sucedía el Alfa menor confundido de ¿por qué tantas formalidades?  Para una simple misión de reconocimiento o eso el pensaba, estos pensamientos continuaron hasta que sus dudas se apaciguaron preguntando a su superior
━Y bien a donde se supone que me llevas?━ Pregunto con curiosidad Dazai
━Haz oído la noticia de la joven de los almacenes Hiroshi? ━Pregunto Mori
━Si, por? ━Respondio algo curioso por el tema
━La Port Mafía era uno de los inversores del proyecto y junto al resto de organizaciones y empresas q fianzaron el proyecto tienen el derecho de reclamar a la joven mediante una subasta ━ respondió con sencillez el mayor despertando la curiosidad de el menor
━Y de que se trata ese proyecto o experimentó del que hablas━ El peli-moreno no obtuvo respuesta pero sin embargo su superior saco unos papeles de una elegante maleta de mano, seguido de sacar los documentos . Y enseguida el joven de 18 año empezó a leer
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𝐃𝐮𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝟐𝟎𝟎𝟎 𝐲 𝟐𝟎𝟎𝟏, 𝟑𝟎 𝐛𝐞𝐛𝐞́𝐬 𝐫𝐞𝐜𝐢𝐞́𝐧 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐝𝐚𝐬 𝐡𝐞𝐦𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐨𝐧 𝐬𝐞𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐮𝐧 𝐟𝐢𝐧 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐩��𝐜𝐢́𝐟𝐢𝐜𝐨, 𝐚𝐯𝐚𝐧𝐳𝐚𝐫 𝐲 𝐜𝐫𝐞𝐚𝐫 𝐮𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐬𝐞𝐫 𝐡𝐮𝐦𝐚𝐧𝐨 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫 𝐲 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐦𝐚́𝐬 𝐡𝐚́𝐛𝐢𝐥.
𝐃𝐮𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨𝐬 𝟏𝟎 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝐥𝐚𝐬 𝟑𝟎 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐚𝐫𝐫𝐨𝐥𝐥𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐡𝐚𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐍𝐚𝐭𝐮𝐫𝐚𝐥𝐞𝐬, 𝐝𝐮𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐨𝐬 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝐥𝐚𝐬 𝐣𝐨́𝐯𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐧𝐨 𝐦𝐚𝐧𝐭𝐮𝐯𝐢𝐞𝐫𝐨𝐧 𝐧𝐢𝐧𝐠𝐮́𝐧 𝐭𝐢𝐩𝐨 𝐝𝐞 𝐫𝐞𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐞𝐱𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨𝐫.
𝐄𝐥 𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨 𝐭𝐫𝐚𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐨𝐝𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐫 𝐠𝐞𝐧𝐞́𝐭𝐢𝐜𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐣𝐨́𝐯𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐲 𝐞𝐱𝐩𝐨𝐧𝐞𝐫𝐥𝐚𝐬 𝐚 𝐝𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐨𝐬 𝐞𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬. 𝐄𝐥 𝐞𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐬𝐞 𝐜𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨́ 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐩𝐚𝐫 𝐝𝐞 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝐦𝐞𝐧𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐫𝐞𝐬𝐭𝐨, 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐩𝐨𝐬𝐞𝐢́𝐚 𝐞𝐥 𝐭𝐚𝐥 𝐜𝐨𝐝𝐢𝐜𝐢𝐚𝐝𝐨 𝐭𝐢𝐩𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 𝐂𝟏𝟗, 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐭𝐢𝐩𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐮́𝐧𝐢𝐜𝐨 𝐜𝐚𝐩𝐚𝐳 𝐝𝐞 𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐀𝐃𝐍 𝐲 𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐭𝐞𝐣𝐢𝐝𝐨𝐬 𝐦𝐨𝐥𝐞𝐜𝐮𝐥𝐚𝐫𝐞𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐞𝐧𝐭𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐚𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐚𝐲𝐚𝐫𝐥𝐨 𝐬𝐨𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝟎,𝟎𝟎𝟎𝟏% 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐨 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐨 𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐢́𝐟𝐢𝐜𝐨𝐬 𝐧𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐜𝐢𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐜𝐫𝐞𝐚𝐫 𝐚 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐚𝐥𝐜𝐚𝐧𝐜𝐞 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐡𝐮𝐦𝐚𝐧𝐚. 𝐋𝐚 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧 𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐯𝐚𝐫𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐨𝐥𝐨𝐫𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐯𝐚𝐜𝐮𝐧𝐚𝐬 𝐲 𝐜𝐢𝐫𝐮𝐠𝐢́𝐚𝐬 𝐭𝐞𝐫𝐦𝐢𝐧𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐜𝐫𝐞𝐚𝐫 𝐚 𝐚𝐪𝐮𝐞𝐥 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨, 𝐬𝐮 𝐜𝐚𝐫𝐚 𝐜𝐮𝐛𝐢𝐞𝐫𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐜𝐢𝐜𝐚𝐭𝐫𝐢𝐜𝐞𝐬 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐜𝐞𝐝𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐢𝐫𝐮́𝐫𝐠𝐢𝐜𝐨𝐬 . 𝐂𝐨𝐦𝐨 𝐫𝐞𝐬𝐮𝐥𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧 𝐓𝐧 𝐓𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐚𝐫𝐨𝐥𝐥𝐨 𝐚𝐥𝐫𝐞𝐝𝐞𝐝𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝟏𝟎𝟎𝟎 𝐡𝐚𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞𝐧𝐚𝐭𝐮𝐫𝐚𝐥𝐞𝐬, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐢́𝐟𝐢𝐜𝐨𝐬 𝐧𝐨 𝐟𝐮𝐞 𝐬𝐮𝐟𝐢𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐲 𝐝𝐮𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫𝐯𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐪𝐮𝐢𝐫𝐮́𝐫𝐠𝐢𝐜𝐚 𝐥𝐚 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧 𝐓𝐧 𝐦𝐚́𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐝𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐞𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨́ 𝟎𝟑𝟎 𝐬𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐨𝐥𝐨́ 𝐦𝟒𝐚𝐭𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐚 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬. 𝐀𝐜𝐭𝐮𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐥 𝐥𝐢́𝐝𝐞𝐫 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐏𝐨𝐫𝐭 𝐌𝐚𝐟𝐢́𝐚 𝐲 𝐮𝐧 𝐚𝐜𝐨𝐦𝐩𝐚𝐧̃𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐧 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐢𝐜𝐢𝐩𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐬𝐮𝐛𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐧 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐬𝐞 𝐬𝐮𝐛𝐚𝐬𝐭𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐚𝐫𝐦𝐚 𝐛𝐢𝐨𝐥𝐨́𝐠𝐢𝐜𝐚 𝐚𝐧𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨𝐫𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐦𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐝𝐚.
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El joven Dazai estaba algo exitado por lo leído anteriormente muchas preguntas se paseaban por su cabeza pero antes de siquiera de preguntar más a fondo sobre la chica ya habían llegado al casino donde sucederían  los eventos
━No te preocupes viejo, yo me encargaré de los negocios tu vete a apostar algo━ menciono el de cabellera marrón mientras que el mayor se alejaba cada vez más y más
Dazai no tardó mucho para imitar la acción dirigiéndose hacia el escenario donde por las noches se paseaban las prostitutas pero ahora no... Ahora se encontraban ahí unos guardaespaldas musculosos y a un hombre de aspecto refinado al lado de este un objeto no identificado a los ojos de Dazai
━Damas y caballeros , sean bienvenidos a la subasta de la joven, peor antes cabeza aclarar que... ━ El resto no lo escucho el de cabellera marrón ya que ciertas feromonas con olor a alcohol y a libro nuevo le llamaba la atención pero antes  q pudiera saber de donde proviene miles de cifras empezaron a saltar
"Yo doy 10.000"
"Yo 20.000"
"Quitaros del medio, ofrezco 100.000"
━Tsk novatos, doy 1.000.000 en efectivo━Lo siguiente que se supo es que la sabana negra había sido retirada mostrando a una joven peli-azul con los ojos tapados y una cuerda en forma de mordaza y su cuerpo atado a una silla de mala muerte
Dazai nada más verla salgo y dijo━ Ofrezco 1.000.000 y un centavo ━esto hizo que risas salgan a la luz y que su competidor Fyodor el líder de las ratas se enfadara
━a si que te cres listo Osamu, ofrezco 200.000.000━La Sala paso de estar envuelta de risas a estar llenos de murmullos
━Valla, si que sabes negociar pero...
Ofrezco 1.000.000.000 ━Dijo llamando la atención de todos y haciendo que los murmullos se incrementen
Antes de que Fyodor pueda refunfuñar el hombre de apariencia sofisticada grito ¡Vendido! .
Poco a poco la Sala empezó a vaciarse después de que Dazai pagará con su dinero fue a recoger su premio y lo primero que hizo aparte de notar de donde provenía el olor a alcohol y libro nuevo  también le quitó la venda de sus ojos mostrando a unos bicolor, uno marrón y otro azul, también  se mostró una cicatriz que recoria toda la cara esto a un ruso que miraba desde abajo se le hizo atractivo al igual que a Dazai, la única diferencia es que el ruso ya estaba planeando como obtenerte ya sea de las buenas o de las malas
Por otro lado Dazai idolotreaba a su nueva pertenencia con alagos mientras se dirigía a ver a su superior
━Y bien Dazai cuanto gastamos por ella━ Pregunto algo preocupado por la situación financiera de su empresa
━Yo  pague de mi bolsillo 2 billones por ella a si que no te preocupes ella es mia ━ Aclaro con un aura sombría a su alrededor esto la más joven noto y un escalofrío se escapó por su espiga dorsal
𝐃𝐚𝐳𝐚𝐢 𝐩𝐨𝐯'𝐬
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♥︎𝐃𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐯𝐢 𝐩𝐨𝐫 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐭𝐮 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐬𝐞𝐫 𝐦𝐢𝐚 𝐚𝐬𝐢́ 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐞𝐧 𝐲 𝐨𝐛𝐞𝐝𝐞𝐜𝐞
𝐂𝐀-𝐑𝐈-𝐍̃𝐎~ ♡
✧༺♥༻✧
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✧༺♥༻✧
⚠️ᶦⁿᶠᵒʳᵐᶦᶜᶦᵒⁿ✰
❥ɴᴏᴍʙʀᴇ: ᴛɴ ᴛᴀ
❥ᴇᴅᴀᴅ
ᴀᴄᴛᴜᴀʟ:12
ғᴜᴛᴜʀᴏ:22
❥ ғᴀᴍɪʟɪᴀ:???
❥ᴀᴍɪɢᴏs:???
❥ᴘᴀʀᴇᴊᴀ:???
❥ʜᴀʙɪʟɪᴅᴀᴅᴇs
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⚠️ꫀׁׅܻ݊ꭈׁׅꭈׁׅᨵׁׅׅꭈׁׅ⚠️
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❥ᴘʀɪᴍᴇʀ ɢᴇ́ɴᴇʀᴏ: ғᴇᴍ
❥sᴇɢᴜɴᴅᴏ ɢᴇ́ɴᴇʀᴏ: ᴏᴍᴇɢᴀ ᴅᴏᴍɪɴᴀɴᴛᴇ
❥ᴛᴜᴛᴏʀ: ᴅᴀᴢᴀɪ ᴏsᴀᴍᴜ - ᴍᴏʀɪ ᴏɢᴀɪ
❥ᴘᴇʀsᴏɴᴀʟɪᴅᴀᴅ: ɪɴᴛʀᴏᴠᴇʀᴛɪᴅᴀ
❥ɢᴜsᴛᴏs: ᴀɴɪᴍᴀʟᴇs ʏ ᴍᴜɴ̃ᴇᴄᴏs ᴅᴇ ᴛᴇʟᴀ
❥ᴅɪsɢᴜsᴛᴏs: ɢᴇʀɪɴɢᴀs ʏ ʟᴀʙᴏʀᴀᴛᴏʀɪᴏ𝙨
❥ʀᴇsɪᴅᴇɴᴄɪᴀ: ᴍᴀɴsɪᴏ́ɴ ᴏɢᴀɪ
❥ᴀsᴘᴇᴄᴛᴏ: ...
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⚠️𝑸𝒖𝒊𝒔𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒂𝒄𝒍𝒂𝒓𝒂𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒆 𝒇𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄 𝒏𝒐 𝒉𝒂𝒃𝒓𝒂́ 𝒊𝒏𝒗𝒆𝒓𝒔𝒊𝒐𝒏 𝒅𝒆 𝒈𝒆𝒏𝒆𝒓𝒐⚠️
❀✿**𝑺𝒆 𝒂𝒄𝒆𝒑𝒕𝒂𝒏 𝒄𝒓𝒊𝒕𝒊𝒄𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒕𝒓𝒖𝒄𝒕𝒊𝒗𝒂𝒔 ❀✿**
❀✿**𝑬𝒔𝒕𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒕𝒂𝒎𝒃𝒊𝒆́𝒏 𝒔𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓𝒂́ 𝒑𝒖𝒃𝒍𝒊𝒄𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒕𝒖𝒎𝒃𝒍𝒓❀✿*
𝑰𝑫: 𝑬𝒎𝒎𝒂𝟎𝑷𝒐𝒕𝒕𝒆𝒓
❀✿**𝑻𝒖 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓𝒊𝒐 𝒚 𝒗𝒐𝒕𝒐 𝒎𝒆 𝒂𝒚𝒖𝒅𝒂𝒓𝒊́𝒂 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒐 ❀✿**
**✿❀𝘾𝙖𝙥𝙨 𝙘𝙖𝙙𝙖 𝙙𝙤𝙨 𝙨𝙚𝙢𝙖𝙣𝙖𝙨 ❀✿**
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ᴰᵒ ʸᵒᵘ ʷᵃⁿᵗ ʳᵉᵃᵈ?
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ᵂᵉˡᶜᵒᵐᵉ ᵗᵒ...
𝑷𝒓𝒐𝒑𝒊𝒆𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒃𝒍𝒐||ᴰᵃᶻᵃᶦ ʸᵃⁿᵈᵉʳᵉ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ
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desorden-en-letras · 2 years ago
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Chelsea hotel
Te recuerdo bien en el Chelsea Hotel Hablabas tan valiente y tan dulce Dándome la cabeza en la cama no hecha Mientras las limusinas esperan en la calle Esas fueron las razones y esa fue Nueva York Estábamos corriendo por el dinero y la carne Y eso se llamaba amor por los trabajadores en la canción Probablemente todavía es para aquellos de ellos a la izquierda
Ah, pero te escapaste, ¿verdad, nena? Acabas de dar la espalda a la multitud Te escapaste, nunca te oí decir nada Te necesito, no te necesito Te necesito, no te necesito Y todo ese jiving alrededor
-Lana Del Rey
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miskhalie · 9 months ago
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Besos Robados (Parte 2) - Matías Recalt x Reader x Enzo Vogrincic
Pairing: Matías y Enzo
Advertencias: foreplay, un poco de angst
Notas: perdón, pero al final tendré que hacer una parte tres.
En el cuarto de Enzo todo eran besos, caricias y marcas por la piel. Habías ido en diferentes limusinas, pero no os aguantabais más estar uno lejos del otro. Por lo que decidisteis seguir lo que hacíais en la discoteca en el cuarto de Enzo.
Tú estabas tumbada sobre tu espalda con Enzo a tu lado, apoyado sobre su costilla izquierda, besándote de una manera más sucia y sin reparos. Ya estabais casi desnudos, solo llevando la parte de abajo de la ropa interior. Él con unos boxers negros y tu con unas bragas de encaje rosa. El pelo de Enzo estaba muy revuelto y el tuyo estaba desperdigado sobre la almohada. Estabais rojos por los besos y las mordidas, pero también por la calefacción y el propio calor corporal.
Al besarte, Enzo te masajeaba los pechos y tiraba de tus pezones con suavidad mientras se ponían duros. Tu gemías levemente, solo acababa de empezar la noche. Te besaba el cuello y su mano bajaba a tus costillas a tu vientre y a tu entrepierna, sobre la braga. Luego, volvía a subir y a bajar. Te creaba frustración pero también impaciencia. A Enzo le encantaban los juegos previos, pero tu los odiabas porque se aprovechaba para hacerte suplicar por él.
- Enzo, por favor... - gemías.
- Dime, nena - te respondía- ¿Qué queres?
- A ti, Enzo, A ti... - tu voz se entrecortaba por que Enzo no podía dejar de tocarte por todas partes menos de la forma y en el lugar que más lo necesitabas.
- Si me lo pedís así... - su voz se quebró cuando empezaste a tocar sus partes intimas, frotando el gran bulto que tenía entre las piernas. Un suspiro se escapó de él.
Cuando estaba apunto de meter la mano bajo la ropa, sonaron varios golpes en la puerta. ¿Quién llamaba a esta hora? Enzo se quedó parado pero ignoro los golpes y siguió el camino hasta debajo de su ropa, sin embargo, volvieron a sonar y esta vez, mas fuerte. Enzo resopló y se levantó, debían ser esas camareras que le habían llamado a la puerta solo al saber que se hospedaba allí. No quería fallar a sus fans, pero esque en ese momento tenia a la actriz más sexy del cast en su cama, esperando por él, suplicando por más. Se puso unos vaqueros y se los abrochó, debía estar decente.
Abrió la puerta y miró por la pequeña rendija que había dejado de visión dentro de su habitación. Rápidamente una mano cogió la puerta y empujó para abrir del todo esta.
Un Matías celoso entró, dando pisotones como un elefante.
- ¿Que queres, Mati? - le preguntó Enzo siguiendole, intentando adelantarlo para cortarle el paso.
- No me lo puedo creer... - musitó para si mismo, se giró hacia su amigo antes de girar el pasillo y ver la situación - ¡Te dije que queria besarme con ella y vas tú y la besas!
- Mati, yo no hice nada, fue idea suya. - avanzó por su lado y lo empujó suavemente hacia la puerta - Además, si ella no sabe nada. Deberías comentarselo mañana por la mañana.
Se oyeron los muelles de la cama de Enzo, habia alguien más, pensó Matías. Se miraron a los ojos por un instante y Enzo intentó agarrarlo en vano, ya que el pequeño era más agil. Giró la esquina y se quedó impactado por lo que vio.
La chica, por la que empezaba a sentir un cosquilleo, estaba tumbada en su cama, casi desnuda y sudorosa. Sus mejillas sonrosadas, sus pechos con incisiones de dientes y los pezones duros, con el pelo revuelto y las piernas entreabiertas. Todo apuntaba a que Enzo lo queria echar para terminar lo que empezaron en la discoteca. Respiro hondo y tragó. Quizás había cruzado el límite para ella. Tú te apoyaste sobre tus codos y miraste al chico intentando cerrar las piernas.
- Matías, creo que... - su amigo empezó a decir.
- No si ya estoy viendo que esta ocurriendo. - rió dolido. - No hace falta que me corras a la puerta. Ya me voy.
- ¡Mati, espera! - gritaste.
Te levantaste de la cama y le cogiste de la mano, lo llevaste hasta la cama para que se sentara. Le quitaste la camiseta y le besaste. Estaba receloso, incluso puede que un poco enfadado contigo, pero no rechistaba. Se fundía en el beso como si estuviera aprendiendo a besar por primera vez. Le agarraste la cara a Enzo y también lo besaste, era una invitación moderada a algo más de sexo casual del que habías tenido desde el principio.
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