#crímenes y esperas: un día cualquiera en el j
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«J», Kathy Acker.
ÉSTA NO ES UNA HISTORIA ESCRITA PARA MUJERES: MIS HIJAS, MIS HERMANAS, MI MADRE, MI ESPOSA, ETC. NO ES UNA HISTORIA ESCRITA PARA ELLAS, PARA NINGUNA HIJA, HERMANA, MADRE, ESPOSA. ES UNA HISTORIA ESCRITA PARA MIS HERMANOS. SOY CONSCIENTE DE QUE CUALQUIERA, HOMBRE O MUJER, QUE AME LA BELLEZA (Y EL ARTE) SE EXPONE AL DESPRECIO DE LAS MASAS. EN OTRAS PALABRAS, ESCRIBO ESTA HISTORIA INOCENTE Y ESENCIALMENTE INÚTIL SÓLO PARA DISTRAERME Y EJERCITAR MI PASIÓN POR BUSCARME PROBLEMAS. A PESAR DE QUE EL HOMBRE QUE ESCRIBIÓ ESTAS PALABRAS VIVIÓ DURANTE EL SIGLO DIECINUEVE EN PARÍS, CONTARÉ PARTE DE SU VIDA COMO SI VIVIESE HOY EN DÍA EN NUEVA YORK. Y, SI BIEN TENÍA SÍFILIS, QUE POR ENTONCES ERA PLAGA, YO DIRÉ QUE TIENE SIDA. EL RESTO, POR LO DEMÁS, ES VERDAD. SEGÚN ALGUNOS BIÓGRAFOS. DE HECHO, CONTARÉ LA HISTORIA DE SU AMIGA, DE LA QUE NADA SE SABE EXCEPTO LO QUE ÉL DIJO SOBRE ELLA Y SU CONDICIÓN DE MULATA. ... Llevo tiempo queriendo hundir temerariamente los dedos en tu grueso y espeso vello. Aunque en anteriores romances resulté herido, deseo meter la cabeza en esa tumba: tus faldas llenas del olor de tu sexo. Porque así podré oler la dulzura de mi propio semen, como si fuera una flor marchita. Porque no quiero estar vivo como lo está la mayoría de la gente. Porque quiero sumirme en un sueño tan profundo y espermático como la muerte para poder recorrer sin culpa tu cuerpo mulato con mi lengua. Sólo el abismo de tu cama podrá destruir estas heridas sexuales, mi carne; sólo tu lengua puede borrar mis recuerdos; sólo de tus pezones pueden brotar los líquidos que necesito, la muerte de todo menos de la sensación. Haré lo que debo, como si lo que debo hacer fuera el placer. Voy a enterrarme en tu sexo. Como si tuviera otra opción. Seré un mártir de mi sino, los líquidos ya secos en tus pelos. Soy el prisionero inocente camino del cadalso: todo me está permitido. De ahora en adelante, mi necesidad de placer agudizará mi dolor. Y para despojarme de cualquier ambigüedad, si acaso la hubiera, mamaré más y más leche envenenada, toda clase de sexualidad, de tus puntiagudos pezones que jamás fueron amados. Vosotros, pelos. Llenándolo todo de rizos porque os importan un carajo las personas o las reglas. Vuestra ilegalidad es mi éxtasis. Porque mis recuerdos se ocultan en vosotros. Esta noche, para que revivan todos los recuerdos y se hagan inmortales, voy a haceros ondear en la cara de la gente, pelos, como si fueseis banderas. Deseo hacer todo lo que es oscuro, que la oscuridad sea norma. Lánguida, demente Asia que en su interior quema lentamente todo y a todos, regiones climáticas del norte donde ningún hombre se atreve a vivir, y todo lo que es primitivo o que no se puede mutilar (nada odia más nuestro gobierno) reside en ti, bosque. Infranqueable. Así como hay quienes afirman que determinadas músicas abren las puertas de la suprema percepción, tu hedor me conduce a... Voy a viajar a donde el suelo y el aire son tan tórridos que todo ser vivo perece. Pelos del pubis, vosotros seréis las olas que me llevarán allí. Vuestras largas sombras forman un mar de ébano. Allí hay sueños de piratas, velas y fuegos: El puerto de Ecos, donde marinos, solitarios y exiliados tragan ginebra barata como tus jugos. Un asesino me dirá mi verdadera fortuna: sin historia ni futuro, sólo color, olor y sensación. El olor es metafísico. En este puerto, los barcos, al atravesar la seda acuosa, estiran las piernas lo más que pueden para aferrarse a un cielo trepidante de calor eterno. He notado que nunca dejas de gozar. Luego ahogaré mi cabeza doliente de necesidad y borrachera en el océano negro. La alteridad se oculta en el océano negro. Allí encontraré lujuria y atemporalidad, fuente de toda creación. Tú eres el líquido hediondo donde mora la creatividad. Pelos nocturnos, pabellones de tenebrosos recuerdos, me habéis devuelto el espacio del cielo. El olor de aceite de coco mezclado con semen, orina y fluido vaginal me ha embriagado para siempre. Prometo continuar dándote dinero para poder olerte y para que sigas cumpliendo mis deseos. Pelos, ¿no sois los espacios donde puedo empezar a soñar? ¿No estáis siempre mojados? ¿No sois los pezones de donde chupo el licor de los recuerdos? B NO ESTABA SEGURO DEL NOMBRE DE J, AUNQUE SABÍA QUE ERA MULATA. NO SE SABE DÓNDE O CUÁNDO J Y B SE CONOCIERON. EN UNA CARTA NO FECHADA A SU MADRE, B REVELABA QUE ESTABA MUY LIGADO A UNA CHICA QUE TRABAJABA EN EL TEATRO PANTHEON. NO LE DECÍA QUE EL PANTHEON ERA UN LOCAL DE ESPECTÁCULOS PORNO DE LA CALLE 43. UNA SEMANA DESPUÉS DE ESCRIBIR ESTA CARTA A SU MADRE, B ALQUILÓ UN PISO E INSTALÓ ALLÍ A J, ASÍ NO TENÍA QUE SEGUIR OFRECIENDO SU CUERPO A OTROS HOMBRES POR DINERO. LOS BIÓGRAFOS TIENEN VARIAS CERTEZAS ACERCA DE B. TENÍA SIDA. NO SE SABE SI EL SIDA ERA CONGÉNITO O NO. TAMPOCO LOGRABA O QUERÍA QUE SE LE PUSIERA DURA A PESAR DE QUE PAGABA POR J. SEGÚN ÉL, J ERA SEXUALMENTE INSACIABLE. B LE DIJO A J: -¿Recuerdas lo que vimos aquella hermosa mañana de verano con un sol tan blanco como mi semen? »Justo enfrente de Planeta Prohibido, allí donde la calle da ese giro brusco, vimos carne podrida. Una furcia, piernas arriba como si se estuviera lubricando. Su colchón, basura y agujeros. »Las lubricaciones eran vapores venenosos, y alguien le había abierto con indiferencia el vientre. Burbujas de gas hinchaban lo que quedaba de carne. »E1 sol golpeaba la carne podrida como si quisiera convertirla en un bistec asado o devolverle cuanto antes su creación a la madre naturaleza. »Para el cielo apasionado este cadáver era flor que se abre en plena lozanía, su vulnerabilidad en plena lozanía. El vaho de las partes internas borraba la pestilencia de la orina suelta. Las moscas zumbaban alrededor del vientre mientras de las entrañas brotaban batallones de gusanos, en densas olas tan viscosas que lo que quedaba de carne renació. »Todo esto se elevó y hundió como una ola y luego tuvo un orgasmo y transformó a la furcia en una mujer que daba a luz un niño. Vivimos en un mundo de transformaciones. Los sonidos del parto eran naturales, como arroyuelos que corren entre la hierba helada de las abruptas laderas montañosas o vientos aullando al vagar de bruma en bruma. »Luego todo lo que yo veía se desvaneció: no era más que un sueño; ni siquiera un sueño sino lo que espera ser expresado y no se graba en papel. Se olvida, y el escritor sólo puede encontrarlo en la memoria. »La ciudad desapareció. »Detrás de una de las escaleras de servicio una mujer, que tenía un ojo totalmente blanco, un ojo que nos odiaba, esperaba a que el cadáver estuviera a solas para poder comer lo que quedaba de carne. Vi a dos hermanas. »Vosotras sois las estrellas que ven mis ojos y el único sol que ha ardido dentro de mí. Vais a morir. Os convertiréis en mierda. Puesto que estoy unido a vosotras, mi único consuelo, sois mi enfermedad. Sois la pasión que me está dado conocer. Esto es lo que seréis, esta furcia, después de morir. »Luego, cuando os estéis hundiendo en lo que sea que hay debajo de la tierra artificial del cementerio, tal vez hierbas y la más exuberante florescencia y, rodeadas de huesos, os convirtáis en polvo, podréis hablar por primera vez. Y, a los gusanos que os están comiendo como yo detesto comeros, les diréis que yo protegí e inmortalicé mi putrefacto amor. J NO CONTESTÓ. J lucía su oscura cabeza... con orgullo y sencillez; su andar majestuoso, lleno de gracia salvaje, era el de una diosa o un animal feroz. B DEBIÓ DE CONSEGUIR AL MENOS UNA ERECCIÓN PORQUE CONTAGIÓ A J. ELLA CONTRAJO LA VIRUELA. Bajo las tremendas escaras de la viruela, su belleza se desvaneció. AHORA QUE NO ERA DESEABLE A LOS OJOS DE LOS HOMBRES, CARECÍA DE MEDIOS PARA ASEGURARSE LA EXISTENCIA. EN J, B SE VEÍA A SÍ MISMO Y SU ENFERMEDAD. LA SUERTE O SU SINO LO HABÍAN EXILIADO A UN PAÍS LLAMADO «TUMBA: TRISTEZA», UNA TIERRA GRIS SÓLO HABITADA POR LA NOCHE, QUE, A CAUSA DE UNA INFANCIA MISERABLE, NUNCA HABÍA APRENDIDO A COMPORTARSE Y ERA SÓLO UNA JODIDA INÚTIL. -Noche -dijo B-, sólo soy un pintor al que Dios Padre o mi sino han condenado a dibujar, no sobre tela sino sobre la nada. Pintar comiéndome a mí mismo para que todos puedan comerme. »Poe dijo que cuando un artista expresara la verdad, la sociedad ardería en llamas. »En una ocasión se me apareció el amor. Yo sabía que era amor y, coherente con su naturaleza, ella creció, se hizo más rica, más barroca, soñadora y africana, o bien me franqueó el paso a todas las regiones desconocidas. Hasta convertirse en mi mundo. Entonces pude nombrar a mi visitante. »Después, sueño fue igual a infancia igual a actualidad. Era todo cuanto siempre había deseado: un abismo o la pérdida del mundo y simultáneamente la única luz que conocía. »¿Qué memorias despertaba ella en mí? ¿La tierra del recuerdo, que no es pasado ni futuro sino dicha presente que quema? ¿Qué recuerdo es este que ahora me niego a recordar? »Noche... »Noche, quiero viajar a tus tierras, que ahora no alcanzo. »Sólo puedo viajar a ellas mediante el olfato. Porque el olfato es el único modo perceptivo que, fundiendo cuerpo y mente, se hace a un lado para revelarnos los reinos que desconocemos. El olfato es el sentido que conduce a una experiencia tan real como la muerte pero que no es la muerte. »Esto es lo que quiero. »Atravesando el tufo de sudores y almizcles religiosos, como si no todos los caminos estuvieran vedados, iré a donde sólo estén presentes mis sensaciones. Éste es el cuerpo de J: sus pelos elásticos y espesos son recipiente vivo de todos los almizcles naturales y silvestres. Sus vestidos rebosaban de sus emisiones vaginales y anales, que siempre hedían a cuero. SEGÚN B, TODO CUANTO J HABÍA DESEADO ERA JODER Y SER JODIDA. UNA Y OTRA Y OTRA VEZ. NINGÚN HUMANO MATA A OTRO HUMANO, PUES TODO HUMANO HA DE MORIR. AL CONTAGIARLA, B HABÍA DIEZMADO SU CUERPO EN VIDA. PUESTO QUE EL CUERPO ES SEXO, LOS ÚNICOS CRÍMENES CONTRA EL SER HUMANO QUE EXISTEN SON LOS CRÍMENES CONTRA LA SEXUALIDAD. B LLAMABA A ESOS CRÍMENES «HASTÍO». CUANDO UNO ESTÁ HASTIADO O NO TIENE ESPERANZA, YA NO HAY COMUNICACIÓN EN ESTE MUNDO. Bajo un cielo cargado, los sueños rotos no existen. Siempre te has aburrido pero ahora la enfermedad, como el relleno de un bache, se instala sobre la multiplicación del hastío y tú, la asexualidad. Vuelve al comienzo: los últimos días del punk y el afterpunk antes del principio de la plaga. El horizonte que abrazaba el todo había creado un negro día más triste que la noche. Vidas convertidas en muerte en vida. Al mismo tiempo, la cultura se transformaba en el mausoleo de toda dicha. Los hechos son eso: mitos. Para cualquiera que, antes de aquello, creyó en el sexo, las drogas y el rock-and-roll (en la dicha o la esperanza), la esperanza, hoy un murciélago agónico, embistió las paredes de los edificios con sus tímidas alas e incrustó la cabeza en los techos podridos. Yo soy una ciudad. La ciudad del CRIMEN CONTRA LA SEXUALIDAD o la degradación de Nueva York. Las arañitas marrones de las ruinas tejen sus redes en la base del cerebro de las personas. Los neoyorquinos se niegan a aceptar la realidad: las arañas les están sorbiendo el seso. Y ahora los gritos, incluidos los que denuncian el sida, la droga, los vagabundos, la delincuencia, la recesión, que deberían ser sus cerebros, explotan en el aire, enloquecidos, como campanas de iglesia, y perforan el cielo con sus aullidos y su fealdad, de manera que el dolor nunca cesa y simultáneamente todos los sin techo y exiliados se han puesto a orinar como perros. Quienes velan a todos estos muertos están sentados en los coches fúnebres que recorren las arterias en dirección a mi corazón: NO HAY MÁS LENGUAJE. Puesto que no hay cómo librarse de esta plaga, la ESPERANZA conquistada yace en silencio mientras la interminable ANGUSTIA, esa tirana, clava su bandera negra en mi cabeza inclinada. ÉSTA NO ES UNA HISTORIA SOBRE B, SINO SOBRE NUEVA YORK. -Apiadado ante el sufrimiento de J -dijo B-, absorto en los imborrables estigmas de ese cuerpo que adoraba, de ahora en adelante esta enfermedad formará parte de mi felicidad. No sólo piedad o compasión, sino verdadero placer físico. B TOMÓ SU DECISIÓN. PUESTO QUE HABÍA CONTAGIADO A J, CUIDÓ DE ELLA DURANTE EL RESTO DE SU VIDA. COMO SI LA AMARA O HUBIESE LLEGADO A AMARLA. AL FINAL DE SUS DÍAS, B VOLVIÓ A ESCRIBIR ACERCA DE J: Ella es una hermosa mujer que escancia vino a través de los pelos del pubis. Las garras del deseo se partieron al atacarla. Ella se rió de la muerte y se burló del pecado, ese par de monstruos cuyas manos siempre arañan y retuercen. Incluso estos destructores tuvieron que respetar la erguida, poderosa y primitiva majestad de su cuerpo. Ella es una diosa. Sólo cree en el placer; sus ojos incitan a todo ser viviente a pulsar su clítoris. Esta mujer, infecunda pero necesaria para la pervivencia del mundo, sabía que el cuerpo es un don al que se le perdona todo pecado. No reconoce ni el Purgatorio ni el Infierno, y cuando le llegue la hora de entrar en la negra noche, mirará cara a cara a la muerte sin odio, remordimiento ni temor. Autor: Kathy Acker
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