#ahora me doy cuenta y TANGENTES
Explore tagged Tumblr posts
Text
Una noche ácida
Hoy es uno de esos días en que siento que tengo tantas cosas en la mente que no puedo organizarlas, quisiera poder plasmar todas y simplemente no me alcanza.
Analizo mi vida, mis relaciones personales, y después visualizo todo a un plano más amplio y me doy cuenta de que en la vida nunca hay reglas, y eso es lo que siempre me hace desequilibrar y me hace pensar que tengo un TOC, pero después realizo que debo aceptar esto como parte de mi individualidad y mi crecimiento y que forma parte de mi libertad como individuo de la humanidad, y todo esto me hace llegar a la conclusión de que mi vida me pertenece solo a mí, y el día esta hecho de desiciones que debo tomar en cada situación que se presenta, y siempre hay dos tangentes, de las cuales una se destaca de la otra y es la causante de los eventos actuales, por lo que mi presente ahora me pertenece.
Ingredientes: lsd + love, death & robots
1 note
·
View note
Text
Partamos del hecho de que no me creo lo suficientemente importante como para hablarle a nadie, de manera profunda, sobre lo que me pasa casi a diario. Mis dolores son cargas y esa constante sensación de soledad me llevó a creer que tengo que soportarlo sola. Cada quien carga con sus muertos y abrir la boca implica dejar mis muertos sobre algo más. Me siento culpable, me siento injusta, y también me siento idiota puesto que tarde o temprano todo brota por algún lado. Taquicardia, insomnio y la eterna creencia de que nadie, NADIE, me quiere, me piensa, me necesita, me extraña. Medalla al ser humano prescindible. El vórtice me deja rota intentando sonreír mientras lloro tirada en la cama. Hasta escribir esto me hace sentir vergüenza de mí misma. Me castigo constantemente porque en las venas tengo más culpa que sangre y me cuesta respirar.
Llego al fondo, necesito hablarlo. No, tengo que aguantar. Pero no doy más. ¿Y si..? No, no puedo, soy cobarde. Miro la piel, veo las venas verdes, desvío la mirada. Me toco el codo pero hace calor, se vería. Observo las piernas, aunque use short nadie lo notaría. ¿Pero no conviene hablar así no se llega a esto? No me escucho. La misma voz que me hace daño ahora pretende evitar el desastre. Ya es tarde. La piel es analogía del mundo exterior, es la vía de comunicación. La piel son los cables. Tengo que cortar los cables, se tienen que ir todos. Nadie puede verme llegando tan bajo. Pero en el fondo no quiero que se vayan. ¿Qué hago?¿Tengo que aprender a valorarme para así pedir ayuda? No quiero que me dejen sola, y a la vez sí. Y me arrepiento de todo porque estoy confundida, o me hago la confundida, sé que lo que me salvaría es lo que me da más miedo pero huyo. Siempre huyo. Busco tangentes, o las creo en el momento. Me tengo que escapar, no me gusta que me vean llorar, no me toquen (por favor no me suelten), no me abrazen (por favor no se rindan conmigo tan fácil), no se preocupen si es que alguien lo hace y no por compromiso (por favor sálvenme de mi misma un rato). Ya no quiero sobrevivirme y no puedo ponerme en manos de alguien más. Es mucho desastre en un cuerpo muy feo y muy cansado. Nadie lo toleraría. ¿Qué hago? Claramente no puedo salvarme yo sola y tampoco puedo permitir que alguien más lo haga porque simplemente me odiaría. ¿Entonces?
Entonces me queda seguir en lo mismo, perdiendo puntos con cada problema que se me filtra. Si, perdiendo puntos. Así lo siento yo cada vez que me corto. Es una cuadrilla mental donde voy tachando celdas bajo el título “Cuenta regresiva para que no tengas posibilidades de que te quieran” y a cada corte me veo más ajena, más horrible, más incapaz. Sólo me sale bien espantar a la gente antes de que lleguen más profundo bajo la piel y vean que no tengo nada que ofrecer. No puedo profundizar un lazo. No debo (QUIERO). Si llegan más allá van a ver las tachaduras, las cicatrices, los huesos. Van a sentir asco y me van a dejar. Y una parte mía dirá “Mejor así, otro más que se va. Otro más que se salva”. No me sirve intentar mejorar, ni cuidar mis palabras, o proteger las emociones de los demás. No me sirve intentar cuidar con tanta fuerza a las pocas personas que quiero (amo más que nada pero no tienen que saberlo) y necesito. No me conviene dar esperanzas para que luego vean que detrás de mi máscara de la comedia está la del drama. Siento que les miento. Hay una Ro simpática, que sabe qué decir en momentos complicados, que entiende por lo que pasan los demás y siente los dolores ajenos como propios. Pero hay otra Ro, oscura. Triste. Vacía. Una Ro que no tiene nada para dar y es estigma, secreto, problema. Una Ro que no vale la pena.
Luego quedo anestesiada y ya no siento nada, no me importa nada mío (los demás sí, los demás siempre me importan. Siempre). Permanezco tranquila, como si nada hubiera pasado. Como si no me ardiera la pierna cuando me roza la ropa. Y empiezo nuevamente a sentir la sangre subir hasta que me ahogue y el círculo vicioso empiece a girar de nuevo.
1 note
·
View note
Text
Las estrellas son tuyas
Es muy difícil cómo sucede todo de pronto, así sin más -o así de más-; ella me pasó. Creí haber vivido lo que el cliché de la vida te hace sobrellevar cuando tienes cierta edad para creer que viviste lo importante, nunca fue tan importante. Cuando el café llegó en el otoño, las mariposas nacieron, se avivaron y se mantuvieron (mantienen) hasta invierno, hasta el momento más importante.
Ella, sí, ella fue una estrella -en cápsulas, tabletas y pastillas-, que, de lleno, de golpe, con fuerza y sin resabios entró a donde nadie había podido antes cruzar, un lugar recóndito e impensable; lo llamo vida, pero creo que otros lo llaman temor. Siempre es insensato ponerle un nombre a una ilusión (felicidad), no quiero postergar lo que imaginaba, pero quiero agradecer lo que sentí (siento). A veces Yann Tiersen es crucial cuando sabes que la persona de la que te enamoras, es totalmente lo contrario de lo que creías, ¿por qué? Summer 78’ suele socorrer en las inhóspitas cualidades de vagar en la mente del imprevisto y en la concurrencia de lo soberbio.
A veces toma lugar la palabra de lo vívido e incontrolable, es una fuerza, un lugar en una fuerza y un impulso en un lugar. Cuando el café apareció, las tardes se tornaron azules, sí, azules; más azules que la belleza.
La verdad es que el café llegó con amor.
Las tardes impávidas fueron testigo de lo acontecido; me declaro culpable. Le di a la sutileza una concepción subdesarrollada -y corrupta- de la felicidad, claro, se la di hace 10 años, y terminó en un septiembre memorable. Un frappé rosa y un par de sonrisas iniciaron un estrecho rezago entre una vida y un amor, ¡qué idiota! Resultó ser lo mismo; nuestra vida y un amor.
Hasta hace siempre que no dejo de pensarla y es que el perfume de mil sabores y las melodías de mil colores entonaban y esclarecían el significado de una respuesta. Esa respuesta.
Entre bocanadas y caminatas me di cuenta de tres cosas: la primera es aquella que sucumbía en el temor, aquella que mitigaba cualquier duda -y cualquier intento de sospecha-, la más importante de todas era que realmente la quiero (quiero); la segunda era una inseguridad, una confianza convincente e inestable, ¡y es que cómo no va a ser inconsistente! Todo pensamiento era imprescindible al “acepto” o “lo doy por hecho”. La segunda era felicidad. La tercera, la más importante, la que no puede definirse solo con palabras y un par de canciones de Max Richter, la tercera, la de las miradas rebosantes y las inquietudes anticipadas, la de las pinturas de Thomas Kinkade y las ilustraciones de Andreas Lie, la tercera es ella. Saber que es ella. Sujetarla de la mano y sentir las tres cosas al mismo tiempo y, esta vez, dar por hecho cómo son realmente las estrellas y la vibración que me advertía cada luna de este frío otoño.
¿Cuál es el sino de la infame vida? Ahora lo sé. Y ahora sé que no es infame, y ahora sé que siempre había que hallar una respuesta que, con inestabilidad, pero justificaciones, estuvo ahí; está ahora; estará siempre. Soffia La Notte tuvo que ver, ¡por supuesto! El Iván anodino y de medianas comisuras entendió del fracasó y superó del éxito el mayor tropiezo, nunca supo que conocería a la mejor persona que pudo encontrar -sin buscarlo- en una habitación blanca y ventanas cortas, una planta y muchos suéteres lo que era sonreír de amor, vivir de amor y sentir, de más a más, un amor insuperable.
No supe cómo decírselo.
Hay veces que lo que acongoje no solo es un pasado (infame), sino una muestra de vida que rechazas con dolor y cuidado, cuidado de no dañarlo, pero cuidado de evitarlo. Nunca sabes cuánto evitas algo que siempre sale sin permiso y sube sin límites al acecho, al acecho de una víctima; al acecho de ti. Sucumbe y retiembla, invade y deplora cada parte consumible y araña lo más fuerte, pero sin poder entrar. Lo que me mantiene en pie ha sabido guardar rescoldo en tonos, melodías y dos, tal vez tres partituras. Azules.
Ella es vida y nada más.
La mejor de las fascinaciones es descubrir del té y del encanto que ella siempre gana. El quedarme corto y sin palabras en discusiones inevitables de amor y liderazgo lo que nunca creí posible; creo que es orgullo, pero del querido. La razón solo se mantiene cuando las palabras tienen sentido y ella siempre me hacía perder la cordura. Yo creo que fueron sus abrazos, largos, tímidos, sospechosos y reconfortantes. Cada lunes era un tormento, cada día era una muestra de cariño y de nostalgia y cada beso era una verdad digna de ser recordada. Un amor así siempre es digno de recordarse con la pulcritud de las palabras y la solvencia de un alma (sí, he tocado el tema del alma) imparable y reparable. La quiero y la extraño en cada instante, bocanada, despertar y madrugada. Es un poco fastidioso el extrañar a alguien porque, ¿sabes? Todo parece infinito, es una quietud desvergonzada y aprehensiva, es un mal vicio, una sobrante, una tangente que socorre a la distancia y encamina a la virtud del menos vivo. Del impávido. El tormento de la decisión amarga y al desmesurado trecho del lastimoso.
Quererla es magnífico; es armonía.
3 notes
·
View notes
Text
Diego Ricol Freyre recomienda: Diego Ricol Freyre recomienda: María Armellín: “Cada vez soy más exigente con la música”
La joven cantante argentina presenta su primer material, “Perspectiva”, un EP de cuatro temas en el que se pasea por el soul, el blues, el jazz, la bossa nova y el pop.
“El EP es una mezcla de canciones nuevas y canciones más viejas -cuenta María Armellín-. Al pasar tiempo entre medio de haberlas escrito, se ve qué estilo me influenciaba más en cada momento. El soul fue lo que siempre me atrajo más, para cantar, para escuchar, y las canciones salieron 100 por ciento de estar tocando encima de mis artistas preferidos”.
La cantante y guitarrista, que tiene entre sus influencias musicales a Joni Mitchell, Lianne La Havas, Ella Fitzgerald y Aretha Franklin, señala que la idea de este material era mostrar algo sincero que represente las distintas épocas en que las canciones fueron compuestas
“El hilo conductor terminó siendo la letra de las canciones que, incluso sin intención, todas se refieren a la forma en la que uno se involucra con las cosas -afirma-. En general, con un vínculo, con cualquier situación. Es de lo que siempre me encuentro escribiendo. Se llama ‘Perspectiva’ porque sé que es algo que me falta en mi vida (Risas). Y siempre estoy buscándola, para tener un panorama más objetivo. El hecho depende siempre de cómo lo mires y eso es una elección. Eso es lo que conecta los 4 temas”.
¿Qué es lo que priorizás más al componer: letra o música?
La verdad que la letra, siempre fue así. Ahora siento que estoy mutando al otro lado y cada vez soy más exigente con la música. Antes, si lograba bajar y escribir lo que quería decir, la música me pasaba más por un segundo plano. Pero ahora no, necesito lograr que me gusten las dos cosas por igual para terminar algo.
¿Cuáles fueron los sentimientos durante la grabación y cuáles al haber terminado y escuchado el EP?
Durante la grabación, entusiasmo, vértigo. Bastante ansiedad. Armamos los arreglos de toda la banda en el estudio, grabando en simultáneo. Algo nos gustaba y quedaba, no dimos demasiadas vueltas con eso. Fue muy divertido y aprendí muchísimo grabando. Entre la mezcla y el master final hasta el día que se publicó finalmente pasaron varios meses, en los que seguí escribiendo y hasta mutando en la forma de hacerlo, entonces cuando llegó el momento de sacarlo tuve sentimientos encontrados. Muchas ganas, por un lado, de compartirlo, y también algo de ya querer sacar cosas nuevas. En el medio cambié mucho y hasta busco distintas cosas que antes, así que tuve esa doble sensación.
¿Qué cosas te motivan o empujan para llevar adelante una carrera en la música?
Es lo único que me genera tanta pasión. No sé si podría hacer otra cosa, nada me interesa ni parecido a esto. Lo necesito también, por mi forma de ser. Necesito encausar tanta intensidad por algún lado (Risas). Sentir que puedo ser libre y elegir cada paso que doy en el momento que quiera darlo, y compartir con otras personas a través de un vocabulario sin palabras te lleva a mucha conexión. Eso me motiva muchísimo.
¿Cuáles son los planes para este año?
Tocar, mucho. Quiero salir a cantar constantemente. Y para fin de año me gustaría terminar de componer un disco entero, continuo. Está en camino y planeo terminarlo.
María Armellín se presentará el miércoles 20 de marzo, a las 21, en La Tangente. Honduras 5317, CABA.
youtube
Ver fuente
Ver Fuente
0 notes
Text
Maxi Calvo: “Cada cual regula sus ideales, lo importante es que tengamos algo en que creer”
Maxi Calvo supo marcar tendencia hace unos años junto a su banda Intrépidos Navegantes y ahora se encuentra embarcado en una nueva aventura. Como solista ha cosechado un éxito notable en España y ahora se dispone a terminar de conquistar la Argentina de la mano de su disco Quema Volumen 1 y su sucesor próximo a salir.
TRS: Charlemos de tu momento musical y personal ¿Cómo te sentís en este 2017? ¿Viene saliendo todo como lo habías planeado?
Bueno todo viene muy movilizado y no solo en lo interno, sino también en cuestiones de movimiento físicas, ciudades, un tour que casi no para, es una forma de vida. Entonces la verdad es que estoy muy feliz por cómo se están dando las cosas y sobre todo por tener la posibilidad de tener un oficio y de vivir de eso y podes conocer muchos lugares nuevos gracias a eso. Cuando uno lo hace con amor y con veracidad y al mismo tiempo sufre mucho por eso, llega un momento donde si no hay una respuesta del mundo, del destino, de lo que sea, uno termina cediendo en ese recorrido. Como decía Violeta Parra le doy gracias a la vida que me ha dado tanto.
TRS: Vayamos a “Quema Volumen 1” ¿Qué es lo que buscaste con el disco en lo sonoro?
El disco es una especie de visión mía de la música de raíz del Río de La Plata sobre todo y de varios tipos de música que a mí me interesaba tener en el foco. Entonces al partir de eso construí el “Quema Volumen 1” que tiene mucho de música de raíz, pero tiene también cosas más modernas o piezas más extrañas, con una poética centrada en el desamor. Yo tengo un tema que es mi preferido que se llama Quema, un candombe que habla desde el resentimiento, le digo a ella “vete de mi vida para siempre” aunque la ame y necesite que esté conmigo. Y esa es la canción que más me gusta, porque los acordes son súper bonitos, que pude retratar lo que sentía por el Río de La Plata, que pude hacer una letra a la altura de lo que me interesa al estilo de los poetas malditos, del decadentismo francés.
Después compuse una milonga que se llama “Ella” pero terminó siendo una cumbia. Era muy tanguera pero mi idea era hacerla bailable con el concepto gitano de matar las penas bailando. Y también está “Dame Lo Que Quieras” que tiene que ver con Sui Generis o con Los Gatos, esa cosa de decir algo juvenilmente para que en los años de la dictadura esquivase la censura, una poética juvenil con mucho peso.
TRS: ¿Cómo fue a nivel experiencia la gira por España? ¿Cuánto ha influenciado la música de ese país en vos?
España es mi vida, Buenos Aires fue la que me dio el oficio y Madrid fue la que me cambió y me resignificó el oficio y la forma que tengo de hacer las cosas. También me dio herramientas para plantarme con seguridad frente al mundo y un realismo mágico de enamorarme de vuelta de la cinematografía de la vida. Madrid fue una película, llegué y me encontré con Drexler que me dijo que me tenía que quedar a vivir ahí y le respondí: “sí, lo hago” y fue así.
Después transité un círculo muy bonito de actores, de músicos, todo lo que yo sentía venía de la época de La Mandrágora, de Krahe, de Sabina…Era la contracultura de la contracultura, estaba la movida madrileña y ellos no la querían para nada, entonces eran los poetas y músicos que se sentían como tales pero que no querían participar en la revolución sexual que lideraban Almodóvar, Alaska, Fangoria, Olé Olé, Marta Sánchez. La participación en un sitio muy chiquito me identifica un montón, la contracultura de la contracultura de la contracultura, es bonito cuando hay ideales al menos.
Y hay una cosa que me pasa con el flamenco que es que me vuelve loco, me hubiese gustado nacer en Andalucía y ser gitano, pero soy un payo que no puede tocar el flamenco como lo tocan ellos y esa va a ser la frustración de mi vida (risas). Es que aparte se pueden pasar acá toda la noche tocando y son tan carismáticos, tan poéticos y tienen un círculo cerrado en su propia realidad…Mirá allá me topé con Quique Morente y pude ir a ver a Omega en un concierto que hicieron los hijos y fue super emotivo y tuve la posibilidad de estar con ellos. Otro de los momentos muy lindos fue cuando en un lugar donde estábamos entró El Cigala, son cosas que te regala la vida de escucharlo ahí cerquita, es una mafia poética muy particular, no hay maldad ahí solo hay corazón y sangre, muchos valores juntos que el mundo ha perdido y que ellos tienen a flor de piel. Cada cual regula sus ideales, lo importante es que tengamos algo en que creer.
TRS: ¿Cómo viene lo nuevo que estás preparando?
El “Quema Volumen 2”, lo estamos mezclando en este momento, hoy estuve todo el día con Tweety en el estudio y en algún momento va a salir, posiblemente sea después de La Tangente. Ese recital va a estar centrado en el “Quema Volumen 1” que no pudo tener su despedida en la Argentina. Por fin, tengo a alguien que me organiza, porque yo soy muy caótico, te das cuenta con la preguntas que me voy por cualquier lado (risas).
Ahora en este momento hay mucha gente detrás que me ayuda mucho y siento que por primera vez en mi vida hay un plan puntual que dice que “esto lo sacamos tal día, esto el otro” y eso me viene bien. Pero también hay ocasiones en las que me vuelvo loco y quiero sacar todo de un tirón, pero el nuevo material va a salir después de La Tangente.
TRS: ¿Cómo recordas tu etapa en los Intrépidos Navegantes?
Fue muy loco, otra de las cosas que marcó mi vida, en nuestro primer disco vino Fito Páez a grabar y a estar ahí. Era toda la tropa rosarina, con Lito Nebbia también, trabajando para nosotros y yo no entendía que estaba pasando. Igualmente, hicimos un disco de puta madre, según la Rolling Stone fue el mejor debut de rock en ese año, muchas cosas que no son tan relevantes, pero que en ese momento que éramos más chicos era un sueño cumplido.
Y lo siento como eso justamente. Fue tocar en el Lollapalooza y estaban los Phoenix, jugamos a la pelota con Julian Casablancas y los vimos a The Killers y a los Arctic Monkeys. Fue una locura, abrimos los 20 años de “Amor Después Del Amor”, con Fito giramos por todo el país, tocamos un montón nosotros, ganamos la Bienal y cultivamos una gran amistad, además de hacer discos muy bonitos. No me puedo quejar para nada de esa etapa y cuando la veo para atrás reflexiono acerca de lo que la vida me dio, cosas súper increíbles que en ese momento uno no las disfruta tanto. Hay un alarde del disfrute, pero no termina siendo así del todo, siempre estás pensando en que al otro le va mejor y demás porque cuando uno es más joven se rige mucho por lo que opina un periodista o que puntuación le dan a tu disco o si a otra banda le va mejor. Hace tiempo ya decidí bajarme de esa carrera de caballos y hacer otra historia y siento que se trata de eso.
Mi sueño de juventud fue tener una banda como Intrépidos Navegantes y fue hermoso, pero ahora con la madurez vienen otros sueños y otros caminos, siempre guardando con cariño lo vivido en esos años.
TRS: Tu estilo no es encasillado, es complicado ponerte en una categoría ¿Cómo lo describirías?
Siempre digo que empecé con la música popular rosarina y después mutó hacia un Indie…Se puede decir que no estoy dentro de ningún género musical pero que al mismo tiempo tengo varios. Soy demasiado romántico para el Indie, demasiado elegante para el saje, demasiado moderno para la música de raíz y demasiado blando para el Rock. Entonces como que en un punto no participó en eso, me siento de a ratos afuera de todo y al mismo tiempo siento que eso permite que logre llevar mi particularidad con confianza y libertad. No tengo que depender de ningún subgénero y eso es bonito porque puedo mezcla candombe con música del Río Paraná o canciones populares argentinas o españolas y en el medio no se sabe que pasa.
¿Cómo te ves en el corto plazo? ¿Cómo sigue el recorrido de acá en adelante?
Lo que me gustaría es poder seguir llevando a cabo este oficio, disfrutándolo, poniéndome a prueba para poder llegar a ser mejor artista. Ponerme en jaque como lo hago constantemente…Y en el medio de todo eso, me divierto mucho.
Entrevista: Rodrigo López Vázquez
Fotografía: Carolina Rodríguez
0 notes
Photo
Mira, seré el primero en admitir que soy un completo hijo de puta. También soy holgazán. Solo estoy aquí para encontrar al pendejo, porque casi siempre hay un pendejo. Este grupo de apoyo es bastante típico. Nos conectamos por internet, concordamos en un lugar callado y ahora todos estamos sentados con las piernas cruzadas en un círculo. Bien cursi la mamada. Jerome lidera el grupo, sirviéndole a todos una taza de té a medida que empieza a hablar. —Soy Jerome. Puedes beber tu té, pero solo luego de la explicación de por qué estás aquí. Yo comenzaré. Jerome nos cuenta que nunca ha sido amado. Puedo ver por qué; el tipo tiene cara de orto. Toma un sorbo de su té mientras la chica huraña sigue la conversación: —Miyu —dice—. Mis padres. Breve y dulce, sin irse por la tangente. Cómo no admirar a Miyu. Ella probablemente no es la pendeja. Los próximos en hablar son un veterano sin piernas, un hombre de negocios en bancarrota, un drogadicto recubierto en pinchazos y una arpía enferma de edad avanzada. Llega mi turno. —Soy un cabrón. Todos me odian. Le doy un sorbo ruidoso y molesto al té azul mientras el joven gordo con un ojo morado toma la palabra, contando su historia aburrida de gordo lastimero. Después de eso, todos estamos sentados en silencio cuando Jerome colapsa. Luego, los ojos de Miyu se giran hacia su cráneo y la chica se desploma hacia adelante. Solo el gordo reacciona. —¿Qué está pasando? —se queja—. ¡Pensé que este era un grupo de apoyo para el suicidio! Hallé al pendejo. —Lo es —le digo, escupiendo mi trago de té—. Lo apoyan. Nadie quiere morirse solo, niño. ¡Oh, pero se tornó tan pálido como un fantasma y observó su taza! ¡Lo amo! Estas reuniones de suicidas son el sueño de un sádico, y nunca tengo que mover un dedo. Te dije que soy un hijo de puta holgazán. https://www.reddit.com/r/shortscarystories/comments/2jxv6x/my_favorite_support_group/
0 notes
Text
Cenizas sin filtros.
Te tengo atravesada en la garganta. Supongo que es el remanente de haber vivido en cautiverio sin mi. También tengo la fecha en la que perdí el brillo en la mirada, fue aquel día en el que invité a las cenizas a marchar con la brisa.
Aunque supongo que el problema es mío con los mares en calma, por eso ahora rompo mareas bajo lunas que queman. Ya sabes que la opción del náufrago nunca fue llegar a orillas desiertas. Lo que no sabes es que me gustaba más cuando me tocabas y no me hundías.
Confieso que, a veces, me ahogo en el imperativo del domingo. Pero qué más da si resucito el lunes para ensuciar las suelas por selvas anárquicas. Que me queda mucho camino para salir limpia de esta historia elíptica. Y aún con estas formas me sigo cortando con aristas. Mi suerte es haberme vuelto a encontrar en una tangente a descálculo.
No se a cuántos abismos estoy de ti, pero a veces miro hacia abajo desde el precipicio y me doy cuenta de que de lo visceral a lo práctico hay un salto. Al vacío.
Entonces, me giro.
0 notes
Text
Ciegos (o miopes, que para el caso viene siendo peor)
Para Angel, siempre. [Texto escrito el 12 de marzo del 2015, redescubierto el día de hoy, a poco menos de dos años, 11 de enero del 2017. 11. 11. 11.] Angel, (me imagino a Luz Aurora Pimentel leyendo este texto, clasificándolo entre los textos que tienen un enunciatario definido) ángel. Tu nombre es divertido, me gusta, se puede jugar con él. Me alegra que sólo te llames así, sin atenuantes disfrazados de tilde ornamental. An-gel. Me gusta pronunciarlo, escribirlo, decirlo, masticarlo, letra por letra, sonido por sonido, uno, dos, diez. No tienes idea -así como tampoco la tienes del deleite que es pronunciar tu nombre, ergo, pronunciarte por mera antonomasia- de lo mucho que me enfada no poder comunicarme contigo. Sí, lo que quieras, por no es suficiente y no hay manera de superar ese obstáculo porque el problema no reside en el medio sino en la fuente. No hay puente que me lleve directamente de este lado hacia el otro. Ese otro lado en dónde estás tú y también un poco yo. Se me figura a a una de esas estructuras en abismo, ¿sabes? , donde 'p' le cuenta a 'y', y en esa historia 'x' le cuenta a 'z' y así sucesivamente hasta donde la pretendida mayéutica lo considere necesario. Así hasta el cansancio. Sí, muchos niveles, qué complejo, hermano, el problema es que cuando se resuelve el último nivel, el de hasta abajo, no se me resuelve nada de lo de arriba. A mí eso no me funciona. Me siento trunca, falta de, patética, en el sentido inicial de la palabra. No sé qué hacer. Y con respecto a esto tú no puedes ayudar mucho/ tú casi ayudar no puedes porque al menos en teoría todo está aquí y primero tengo que decírmelo para poder decírtelo, y nada de Blanchot; nada de hermenéuticas de bolsillo. No sé si no lo hay o si solamente no lo veo. Qué bello el pronunciar, esa manera de pensarte y as a matter of fact, hacerte presente, metapresencia, meta-tú. Como dice ella, meta-aquí. Ese tener[te] que se me va porque apenas discurre ya se vuelve sonido, lo que significa vibración y para terminar ya tornóse irreal. Y el resto ya para qué. Angel, (ya no te hablo de lo que es escribirte a ti o a tu nombre o lo que sea porque entonces nos metemos en el mismo problema, encima doble, y no, mejor que se quede así). ¿Entiendes lo que quiero decirte? No lo que estoy tratando de, porque creo que ni siquiera llego a eso, no estoy intentando nada, nada, nada. De nuevo aquí, por la tangente, rondando, perifraseando. Te pido lo posiblemente improbable, (equis de) por una simple carencia mía. Y eso me suena a un terrible terrible absurdo. Permíteme cambiar el tiempo, de presente indicativo a pretérito y encima subjuntivo, con lo de perfecto e imperfecto no me meto porque no entiendo qué podría tener de perfecto el tiempo que de antemano se rindió, que desistió absolutamente a aprehender el suceso. Sus pretensiones no me convencen, es por eso que con esa parte de la gramática no me meto, mejor así, de lejos. Pero basta de juegos lingüísticos. Regresemos, a sabiendas de lo anterior, una vez más a la idea inicial. Te pediría que te asomases a la región ulterior de estos enunciados. Que cuando hablo de lo que me enfada, cuando te cuento lo mucho que algo me gusta, que me mata, en realidad busco no sé qué que qué se yo, otra cosa; mirarte, mirarme, mirarme en ti, no sé. No me preguntes qué es eso que digo que hay debajo de, porque no lo sé, y en ese caso prefiero no decir nada. No debajo ni detrás de esto que escribo/digo pero que apenas pienso. Ahora que un momento me detengo, caigo en cuenta de que ni siquiera tengo la certeza de que hay, en efecto, eso que habría de buscarse. Si detrás no hay nada o sí eso es todo lo que habrá. No lo sé. En todo caso, el punto es que no hay punto. Que todo esto es inútil o a lo mucho un simulacro. Simulacro porque para ser francos nunca doy el salto. Y cuando creo que lo hago no logro aclararlo, ni decírtelo, y así a mí de nada me sirve. Acecho a ciegas lo que no sé que busco. Por último, es curioso que a pesar del caótico y tremendo estruendo que tiene lugar dentro de mis reducidos confines, nadie pueda escucharlo. Ni siquiera tú. Tú como posibilidad sí, nunca tú como realización, porque si lo lees, entre el momento en que eso suceda y el momento en que yo lo escribo, habrá siempre una distancia insalvable, una no-coincidencia, una nunca-coincidencia determinada de antemano. Cuántos de estos insuperables abismos no se tienden frente a nosotros entre una palabra y un oído, entre uno y otro neuma, entre tú y el resto del mundo. Angel, que nunca se piense que yo no [,] porque yo siempre.
0 notes
Text
Diego Ricol Freyre recomienda:Diego Ricol Freyre recomienda: María Armellín: “Cada vez soy más exigente con la música”
La joven cantante argentina presenta su primer material, “Perspectiva”, un EP de cuatro temas en el que se pasea por el soul, el blues, el jazz, la bossa nova y el pop.
“El EP es una mezcla de canciones nuevas y canciones más viejas -cuenta María Armellín-. Al pasar tiempo entre medio de haberlas escrito, se ve qué estilo me influenciaba más en cada momento. El soul fue lo que siempre me atrajo más, para cantar, para escuchar, y las canciones salieron 100 por ciento de estar tocando encima de mis artistas preferidos”.
La cantante y guitarrista, que tiene entre sus influencias musicales a Joni Mitchell, Lianne La Havas, Ella Fitzgerald y Aretha Franklin, señala que la idea de este material era mostrar algo sincero que represente las distintas épocas en que las canciones fueron compuestas
“El hilo conductor terminó siendo la letra de las canciones que, incluso sin intención, todas se refieren a la forma en la que uno se involucra con las cosas -afirma-. En general, con un vínculo, con cualquier situación. Es de lo que siempre me encuentro escribiendo. Se llama ‘Perspectiva’ porque sé que es algo que me falta en mi vida (Risas). Y siempre estoy buscándola, para tener un panorama más objetivo. El hecho depende siempre de cómo lo mires y eso es una elección. Eso es lo que conecta los 4 temas”.
¿Qué es lo que priorizás más al componer: letra o música?
La verdad que la letra, siempre fue así. Ahora siento que estoy mutando al otro lado y cada vez soy más exigente con la música. Antes, si lograba bajar y escribir lo que quería decir, la música me pasaba más por un segundo plano. Pero ahora no, necesito lograr que me gusten las dos cosas por igual para terminar algo.
¿Cuáles fueron los sentimientos durante la grabación y cuáles al haber terminado y escuchado el EP?
Durante la grabación, entusiasmo, vértigo. Bastante ansiedad. Armamos los arreglos de toda la banda en el estudio, grabando en simultáneo. Algo nos gustaba y quedaba, no dimos demasiadas vueltas con eso. Fue muy divertido y aprendí muchísimo grabando. Entre la mezcla y el master final hasta el día que se publicó finalmente pasaron varios meses, en los que seguí escribiendo y hasta mutando en la forma de hacerlo, entonces cuando llegó el momento de sacarlo tuve sentimientos encontrados. Muchas ganas, por un lado, de compartirlo, y también algo de ya querer sacar cosas nuevas. En el medio cambié mucho y hasta busco distintas cosas que antes, así que tuve esa doble sensación.
¿Qué cosas te motivan o empujan para llevar adelante una carrera en la música?
Es lo único que me genera tanta pasión. No sé si podría hacer otra cosa, nada me interesa ni parecido a esto. Lo necesito también, por mi forma de ser. Necesito encausar tanta intensidad por algún lado (Risas). Sentir que puedo ser libre y elegir cada paso que doy en el momento que quiera darlo, y compartir con otras personas a través de un vocabulario sin palabras te lleva a mucha conexión. Eso me motiva muchísimo.
¿Cuáles son los planes para este año?
Tocar, mucho. Quiero salir a cantar constantemente. Y para fin de año me gustaría terminar de componer un disco entero, continuo. Está en camino y planeo terminarlo.
María Armellín se presentará el miércoles 20 de marzo, a las 21, en La Tangente. Honduras 5317, CABA.
youtube
Ver fuente
Ver Fuente
0 notes