#además me 'gané' mi lugar cada vez que aprobé una materia

[quemirabobo]

Gente no les puedo explicar lo mucho que detesto a mis profes de didáctica general, no solo son pretenciosas y creen que tienen la posta sino que se contradicen solas. Arrancamos la clase con una exposición, como éramos 10 pasamos solo 3 (literal la última vez no dijeron que expongamos en parejas) y cuando terminamos no sólo nos marcaron un error que no era un error (lo explique bien la concha de tu hermana todes me entendieron menos vos con tu absurdo título en educación) sino que nos "advirtieron" que ellas se dan cuenta quienes participan y quiénes no??? Y dsps saltaron diciendo que nosotres nos teníamos que ganar nuestro lugar en la facultad??? Y LITERAL media hora después nos dicen que tenemos que luchar contra la meritocracia que nosotres tenemos tan arraigada?? Las odio profundamente, no sé cómo me las voy a fumar los próximos 5 meses😤

[simibibliotecaardieraestanoche]

2017: if i ever feel better

No me gusta hacer balances de año pero no quiero olvidarme de todo lo que sentí durante el 2017. Tuve que pasar por muchas cosas extremas y difíciles y al menos quiero quedarme con un aprendizaje, un recuerdo, quizás para creer que el año que viene inevitablemente tiene que ser mejor. 

El primer día del 2017 lo arranqué llorando en mi casa, peleandome con mi entonces novio por whatsapp casi como una rutina repetida de cada año. Durante el mes vino la primera gran decepción: me canceló el viaje que ibamos a hacer juntos cuando yo ya me había pedido los días en el trabajo, había sacrificado mi campamento scout y necesitaba desesperadamente vacaciones. De alguna forma me convencí de que no me mentía con sus razones y lo postergamos para febrero o marzo aunque no me convenía en absoluto. En enero viajé con una amiga a cubrir mi primer festival en Mar del Plata. No creí que fuera a animarme y al final terminó siendo una buena experiencia. Además vimos gratis a El Mató a un policía motorizado y mi crónica le gustó a mucha gente. 

En febrero me la pasé estudiando, estresada por vivir con mi abuela sin internet mientras mis papás estaban de vacaciones, con muchos problemas en el trabajo al punto de no poder dormir por las noches. Pasamos San valentín en un restaurante tan rico como caro y recibí un disco de the cure y unos anteojos de sol. Fue lindo. Aprobé mi examen de la facultad. Casi llegando a marzo otra vez, vacaciones canceladas. Esta vez ya no podía soportarlo y de alguna forma supe que mi relación ya no tenía mucho futuro. No podía estar con alguien que me faltaba el respeto de esa forma, que me había hecho pedirme otra vez los días en el trabajo y que por sobre todas las cosas, no me podía decir lo que le pasaba de frente. Tantas mentiras y tantas excusas me hacían explotar la cabeza. Estaba dolida y decepcionada. Mi relación estuvo pendiendo de un hilo los siguientes meses. Aunque la pasábamos bien juntos, y yo me sentía igual de feliz y enamorada que el primer día, había algo ahí que estaba mal. No había futuro. 

En marzo vi a The Strokes, mi banda favorita en la tierra. Empezaron con Reptilia en versión cumbia y aunque no pude cumplir el sueño de entrevistarlos, toda la experiencia lollapalooza estuvo buena. También cubrí el recital de Jake Bugg y me fui a Cataratas del Iguazú con mi madre. Dejé Scout después de 15 años y me arrepentí de no haber ido a mi último campamento por unas supuestas vacaciones que nunca pasaron. Fue una decisión muy dura.

En abril supe que mi relación se venía a pique cuando no pasé con mi novio su cumpleaños. En cambio, me vino a buscar a casa a la madrugada y me sacó a pasear la persona que iba a estar conmigo todo el resto del año. En ese momento no pensé que se iba a volver tan importante para mí. 

En mayo tuve el mejor cumpleaños de mi vida. La pasé muy bien por la gente que estuvo conmigo y también por los amigos nuevos que me hice en la facultad, tres personas que me llevó conmigo hasta el fin del mundo. Aun habiendome conocido en el peor momento de mi vida, estuvieron ahí, bancandome hasta que todo se calmó. Lástima que ese día mi novio se fue antes de que terminara el festejo y me ignoró las semanas siguientes. No estoy orgullosa de haber estado con otra persona antes de cortar con mi pareja, pero sin ese empujoncito nunca iba a poder salir de ahí. En junio cortamos y lloré sobre una trucha con papines de La Mar. Todo exótico. Al principio me sentí horriblemente sola pero tarde o temprano me acostumbré a no tener ni siquiera un whatsapp durante el día.

La persona que me ayudó a escapar de esa relación estuvo conmigo todo el resto del año. No es perfecto en absoluto pero se bancó toda la toxicidad que tenía acumulada. Muy de a poco estoy sintiendo que puedo querer a alguien sin estar enferma. Ahora sé que hay otras formas de relacionarse con una pareja. Pienso que quizás, si me sigo esforzando, algún día pueda tener una relación 100% sana con alguien. Pero todavía me cuesta no sentirme inferior, no sentirme fea, no sentir que me merecía todo lo que me pasó, no desconfiar de absolutamente todo y pensar siempre lo peor. Un mes después de cortar, justo un día después de haber rendido un examen en el que me saqué un 10 y amé la materia junto al profesor que fue mi gran amor universitario, me enteré que mi ex me había estado cagando. Hace bastante. Con medio mundo, básicamente. Esta vez sí que no me la esperaba porque había disfrutado mucho los últimos meses juntos. En diciembre del 2016 nos había sentido más unidos que nunca, pero él estaba con una nena de secundaria en la cama en la que dormíamos juntos mientras yo trabajaba a cinco cuadras de distancia. También me engañó el fin de semana de mi cumpleaños, y me banqué hablar con varias de las pibas con las que me cagó porque daría todo para que ninguna más tenga que sentir ese nivel de traición. Pero nunca voy a poder evitarlo. Me fui a mar del plata con mis amigas y me sané más rápido de lo que esperaba. Al menos no me tiré otra vez al pozo que ya tan bien conocía. Esta vez, pude seguir adelante y eliminarlo para siempre de mi vida. También porque él ya no quería saber nada conmigo. Cursábamos juntos pero nos ignoramos todo el resto del año. Justo me lo crucé en la calle el día en que tuve que tomar una decisión importante y hablamos. Extraño muchas cosas de nosotros dos pero nunca más quiero volver a ese estado mental en el que me tenía.   

No sé bien qué pasó en el medio pero en septiembre vino el golpe más duro: falleció Misty. Mi felicidad absoluta, mi luz, mi vida. La razón por la que volvía todos los días expectante a mi casa. La única que podía sacarme una sonrisa y mantener vivo todo ese amor que tengo adentro mío y que ahora no puedo expresar. De repente me quedé sin poder dar cariño. De repente nunca más volví a decir Te amo. La extraño cada día de mi vida. A veces sueño con su presencia, la escucho caminar y rascar la pared cerca de su cucha. Ese domingo me percaté de que jamás había sentido un dolor tan grande en el corazón. Misty y yo teníamos una conexión tan grande que dos días antes supe que se iba a morir. El día anterior la abracé mientras lloraba con True Love Waits de Radiohead y le rogaba don’t leave. Pero estaba sufriendo tanto que ni yo podía seguir soportando verla así. Daría todo lo que tengo para estar otra vez con ella. Espero que en algún lugar nos reencontremos. Te voy a extrañar siempre. 

En el medio de todo esto fui a un recital de Bestia Bebé, me rompí y un pibe que consideraba mi amigo me chapó aunque le dije que no quería. Nunca más lo vi. Fui a recitales copados como el BUE, el personal fest y a cubrir peter doherty. También cubrí el recital de Julian Casablancas, justo un día en el que estaba triste porque me criticaron por pedir justicia por Santiago Maldonado y él, por suerte, también lo hizo durante el concierto. Me gané entradas para Devendra Banhart y me regalaron para The Kills. 

En la facultad me fue genial durante todo el año y por sobre todas las cosas, me divertí. En el trabajo -salvo algunas excepciones- la estaba pasando tan bien que cuando me salió una nueva oportunidad me la pasé llorando durante semanas porque no sabía qué hacer. Pero mi cabeza ya estaba atrofiada de hacer siempre lo mismo y toda mi vida había querido trabajar en una productora así que finalmente acepté. Ahora soy una proletaria que labura 9 hs por día y no tiene vacaciones, pero estoy donde siempre quise estar y con muchas ganas de ver lo que me depara ahí. 

En el 2018 espero recibirme, bajar de peso (engordé bocha) y ojalá enamorarme de alguien sano porque extraño ese sentimiento y proyectar la vida de a dos. Me alegra haber eliminado gente que no me sumaba en mi vida y haberme animado a dar un gran paso por más de que me cueste muchísimo en este momento ver como todos están de vacaciones y yo no puedo. Agradezco a las personas que salvaron mi 2017 y no me dejaron sola. Por favor, que el 2018 sea mejor.