#Rey Felipe III de España
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"Australia del Espíritu Santo", la conquista española nunca reconocida
El investigador chileno Gustavo Mártin-Montenegro llegó a la conclusión de que el día nacional de Australia debería conmemorarse el 14 de mayo, en recuerdo al 14 de mayo de 1606, día en que el navegante Pedro Fernández de Quirós nombra al territorio Australia del Espíritu Santo.
¿Sabías que los españoles llegaron a territorio australiano casi 200 años antes que los británicos? ¿Tenías conocimiento que España reclamó la soberanía de Australia ? Estos hallazgos de la historia de Australia fueron presentados por el investigador chileno Gustavo Mártin-Montenegro en la monografía titulada Australia del Espíritu Santo Un nombre español para un país inglés.
El investigador chileno Gustavo Mártin-Montenegro llegó a la conclusión de que el día nacional de Australia debería conmemorarse el 14 de mayo, en recuerdo al 14 de mayo de 1606, día en que el navegante Pedro Fernández de Quirós, un portugués al servicio de la armada. española, nombra al territorio " Australia del Espíritu Santo".
De acuerdo a Mártin-Montenegro , el 21 de diciembre de 1605, Pedro Fernández de Quirós junto con Luis Váez de Torres zarpan desde Callao, Perú, con la intención de establecer un asentamiento en la tierra del sur. Es así que el 14 de mayo de 1606 toma posesión de las tierras y escribe al rey de España, Felipe III, una nota que decía: “Tomo posesión de todas estas tierras que tierras dejo vistas y estoy viendo, y de toda esta parte del sur hasta su polo, que desde ahora se ha de llamar Australia del Espíritu Santo ”.Anuncio
Mártin-Montenegro describe que el 26 de enero , día en que Australia celebra su día nacional, se decidió con base en los acontecimientos ocurridos en 1788 cuando Arthur Phillip, en nombre de la corona británica, inició el proceso de ocupación de los territorios. Phillip desembarcó en Puerto Jackson (lugar donde se funda Sydney) sus 11 barcos de convictos (reos o presidiarios), de los cuales 568 eran hombres y 191 mujeres. Todos habían sido enviados desde Inglaterra para establecer las colonias penales.
Devastadora acción colonial
El historiador remarca que el 26 de enero también es recordado como el inicio de un proceso devastador contra los habitantes originarios de esos territorios. Pues habitaron la tierra del sur mucho antes que los europeos. Investigaciones afirman que pudieron llegar de alguna parte de África, del sur de China o directamente del sudeste de Asia.
Mártin-Montenegro indica que hay evidencia de que la presencia humana más antigua data de hasta 116 mil años y que también se habla de hasta 176 mil años. El autor especifica que antes de que Gran Bretaña ocupara el país en 1788 existían en Australia más de 600 comunidades indígenas, incluso se calculó que existían entre 200 y 250 lenguas diferentes y se hablaban numerosos dialectos. Sin embargo, los primeros pobladores nunca le dieron nombre al territorio, sólo usaban nombres aborígenes para identificar ciertos lugares de residencia.
Es así que el autor pide se reconsidere la fecha, pues el 26 de enero de 1788 marca la “acción devastadora colonial impuesta por Inglaterra” cuando Arthur Phillip estableció las colonias penales.
English version on Australia
La investigación de historiador explica que los libros anglo-australianos sostienen que los primeros europeos en llegar a Australia fueron los holandeses, pero que nunca mostraron interés por colonizar el territorio. Tuvieron la impresión que era un “territorio árido y la población en estado primitivo”.
No obstante, sostiene Mártin-Montenegro , los españoles tienen su propia versión y afirman que ellos fueron los primeros en visitar la isla continente antes que los holandeses. En 1595, el navegante Lope de Vega habría llegado a las costas de Australia estableciéndose en Bondi Beach, en Sydney.
El 14 de mayo de 1606, Pedro Fernández de Quirós tomó posesión de las tierras y escribió de inmediato al rey de España, esta nota: “Tomo posesión de todas estas tierras que dejo vistas y estoy viendo, y de toda esta parte del sur hasta su polo, que desde ahora se ha de llamar Australia del Espíritu Santo”.
La investigación afirma que en sus memorias Fernández de Quirós dice al Rey Felipe III, quien se casó con Margarita de Austria, lo siguiente: “Por felice memoria de VM y por el apellido de Austria, le di por nombre (a quella tierra) la Australia del Espíritu Santo, porque en su mismo día tomé posesión de ella”.
Gracias a la investigación de George Collingride, citada por Mártin-Montenegro, se sabe que el 14 de mayo, día de la toma de posesión, se celebra la aparición del Espíritu Santo.
Algunos historiadores australianos sugieren que el manuscrito de Quirós sufrió algunas alteraciones y que la palabra original habría sido Austrialia . Es por ello que siempre han dudado de la veracidad de los hechos.
Mártin-Montenegro afirma que cuando España se enteró de la llegada de los ingleses en 1788, la corona española hizo todo lo posible para preservar los territorios que asumía como pertenecientes. De hecho, fueron dadas las instrucciones para arrestar a James Cook, lo culpaban de infringir la ley al invadir aguas que le pertenecían a España. La historia relata que el 22 de agosto de 1770, el capitán James Cook había tomado posesión en nombre del rey de Inglaterra, Jorge III, de toda la costa oriental hasta el extremo sur.
España continuó con su presión pero no consiguió desalojar a los invasores. Mártin-Montenegro asegura en su investigación que es obvio que España no tuvo la capacidad para defender la soberanía de Australia porque el imperio español se encontraba en decadencia y el imperio de Gran Bretaña iba en ascenso.

Fuente: cityartsydney.com.au
Nombre de Australia
Mártin-Montenegro hace una minuciosa descripción acerca de la teoría de cómo se descubrió Australia y el proceso para colocarle un nombre. Mártin-Montenegro afirma que los primeros trabajos se remontan al segundo siglo de nuestra era, cuando el astrónomo, matemático y geógrafo llamado Claudiuo Ptolomeo o Tolomeo habla por primera vez de un continente en el sur, una tierra desconocida. La investigación indica que fue hasta 1531, cuando el cartógrafo francés Oronce Fine establece en sus mapas un continente imaginario al que llama Terra Australis, que en latín significa tierra del sur o tierra de los vientos sureños.
Respecto al nombre definitivo de Australia se sabe lo siguiente, el explorador Matthew Flinders nombra a la zona como Terra Australis , que era el nombre original que habían colocado los cartógrafos europeos. Después, en 1804, Flinders trazó un mapa donde nombra a la zona como Australia. El entonces gobernador de Nueva Gales del Sur, Lachlan Macquarie apoyó la idea de Flinders por el nombre de Australia y lo usamos en sus mensajes a Inglaterra. En 1824, Inglaterra aceptó oficialmente que el continente debía ser llamado Australia.Mapa de Oronce Fine Fuente: dominio público
Claman la verdad historica
Varios escritores sostienen que los historiadores australianos no han querido reconocer o han ignorado que España reclamó la soberanía de Australia . El autor Al Grassby, quien es citado por Mártin-Montenegro , sostiene en su libro The Spanish in Australia lo siguiente: “Los historiadores australianos […] han ignorado […] el hecho de que España reclamó la soberanía de Australia. Esta “conspiración del silencio” continúa hoy en las universidades australianas, donde a los estudiantes […] se les permite […] mirar solamente los aspectos que fueron presentados por Londres. […] Esto es parte del enfoque desequilibrado que se ha hecho de la historia australiana […]”.
El autor de la investigación, Mártin-Montenegro hace un serio llamado a las autoridades tanto australianas como españolas para iniciar un proceso de investigación para conocer la verdad histórica.
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¿Sería posible algo de Irlanda y Bélgica para el Spaire?
Han salido en el manga juntos

¡Hola!
Antes de nada, perdón por haber tardado en responder. Es que justo había programado que hoy publicaba un fic en el que por fin coincidían ambas en escena, y quería aprovecharlo para responder a esta pregunta.
De todas formas, Bélgica es una figura muy importante en el SpaIre, sobre todo en la primera mitad del siglo XVII. Irlanda, además de en España y en su propia isla —con sus fugaces visitas—, pasaba también tiempo en los Países Bajos españoles, un centro muy importante en la lucha contra el protestantismo.
Me la imagino en 1617 acompañando a Florence Conry, arzobispo de Tuama, cuando tuvo que empezar su residencia en Lovaina (actual Bélgica) para el seguimiento de las actividades del colegio franciscano de San Antonio de Padua —fundado por el arzobispo en 1606 con la financiación de Felipe III como uno de los múltiples Colegios de Irlandeses en los territorios pertenecientes al Rey de España, que tenían como objetivo formar a los sacerdotes irlandeses en el catecismo para luego devolverlos a su isla para combatir el avance del protestantismo en lengua irlandesa; la llamada «Misión de Irlanda».
Por supuesto, incluso si su residencia estaba en España —donde podía controlar de mejor forma los asuntos con Inglaterra—, lo iría a visitar en determinadas ocasiones, y Bélgica le ofrecería su casa para quedarse tanto en las ocasiones que era acompañada por España como las que no. Me parece que sobre todo esa época les serviría para forjar una gran amistad, a pesar de su desacuerdo en el tema de Inglaterra y Portugal.
[Esa es una historia muy larga en la que ahora mismo no voy a meterme.]
Además, después de la muerte de Conry, en 1629, viajaría a Bruselas ocasionalmente para instalarse junto a las unidades de irlandeses en los Tercios de Flandes —porque ahí llegó a formarse una comuna militar de aquellos que escaparon en la Fuga de los Condes, en 1609—, hasta la vuelta triunfal a su país en 1642, para luchar en las Guerras Confederadas de Irlanda (1641-1653).
Huelga decir que esto no salió demasiado bien.
A partir de aquí, me imagino que la relación se enfría un poco, sobre todo porque Irlanda tuvo que dejar de lado su enfrentamiento con su hermano a cambio de su liberación. Además, se empezó a acercar a Francia —que, por decirlo de alguna forma, a Bélgica no le agrada—, y todo llegó a su final con la Guerra de Sucesión Española, o más bien, la firma del Tratado de Utrecht, con el que los Países Bajos españoles pasaron a ser austriacos.
En el siguiente siglo, en la Historia, se puede hablar de comerciantes irlandeses instalados en las zonas, aunque tampoco nada demasiado destacable, puesto que los viajes de Irlanda desde España eran a Francia, desde donde podía volver a su isla sin problema.
Se volverían a ver en el siglo XIX, puesto que Bélgica tuvo mucha relación con el Reino Unido, y en XX, sobre todo en el contexto de la Primera Guerra Mundial. La presencia irlandesa en suelo belga valdría para la apertura del Peace Park en Messines (Flandes, Bélgica), en 1998, que recibiría ese nombre debido a que en el desfile participarían dos divisiones, una del Norte de Irlanda y la otra de la República irlandesa, y quedaría como un símbolo de reconciliación.
En la actualidad, Bélgica es uno de los mayores socios comerciales de Irlanda, y me las puedo imaginar como buenas amigas con todo lo que tienen a sus espaldas.
(De hecho, puedo ver perfectamente a Bélgica contándole a Irlanda sobre la reanudación de las conversación para la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea antes que a nadie más.)
Y... pues eso.
[Para más interacciones entre ellas en mis fics pido un poquillo de paciencia 😅].
#y ya sé que no es Bélgica la que aparece en esa viñeta#pero me fue mandada antes de que siquiera saliese la completa y se viese que era Hungría#y he querido obviarlo un poco a la hora de responder#aph belgium#hws belgium#aph ireland#hws ireland#aph spain#hws spain#aph france#hws france#headcanon#spaire#historical hetalia#lo siento#me he ido por las ramas#ask
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IMAGENES Y DATOS INTERESANTES DEL DIA 14 DE ENERO DE 2024
Día Mundial de la Lógica, Día Internacional de la Cometa, Día Mundial de Vestir a tu Mascota, Año Nuevo Ortodoxo, Año Internacional de los Camélidos.
San Engelmaro.
Tal día como hoy en el año 2011
El presidente de Túnez, Zine el Abidine Ben Ali, abandona el país con destino a Arabia Saudí ante la imposibilidad de frenar las protestas que exigen su dimisión tras cinco mandatos de autocracia. El desempleo entre la juventud más preparada académicamente, el deseo de instaurar un régimen democrático que garantice las libertades, los salarios de miseria que cobran trabajadores y campesinos, la corrupción desmesurada y el saqueo de bienes públicos perpetrado por la familia presidencial durante lustros iniciaron, el pasado 17 de diciembre, esta revuelta popular, que se ha cobrado decenas de vidas y que hoy desemboca en el exilio del que ha sido presidente del país durante 23 años, al que acusan de la corrupción y el desempleo. (Hace 13 años)
1943
En Marruecos, desde hoy y hasta el 24 de enero tiene lugar la Conferencia de Casablanca en la que Roosevelt y Churchill decidirán el desembarco en Sicilia. También estudiarán un plan común de bombardeos sistemáticos al III Reich. Roosevelt exigirá la capitulación sin condiciones de Alemania. (Hace 81 años)
1942
En Washington (EE.UU.) y tras conocerse el sorpresivo ataque japonés a Pearl Harbor (islas Hawái) del pasado 7 de diciembre, concluye la Conferencia de Arcadia en la que el presidente norteamericano Roosevelt y el primer ministro británico Churchill han hablado de la "Operación Gymnast" en la que participarían 55.000 soldados británicos para realizar un desembarco conjunto en África. No obstante, se decide que primero se intentará derrotar a Alemania, concentrando el esfuerzo bélico aliado en Europa, y una vez conseguido se irá a por Japón. (Hace 82 años)
1900
En el Teatro Costanzi de Roma, (Italia), se estrena con éxito "Tosca", una ópera en tres actos, drama psicológico de mentira y dudas compuesta por Giacomo Puccini, uno de los más grandes exponentes de ópera verista, por la violencia y realismo del texto. El libreto es de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa basado en un intenso drama de teatro, "La Tosca" de Victorien Sardou, presentado en París en 1887. (Hace 124 años)
1876
Alexander Graham Bell registra en Estados Unidos la patente del teléfono. El próximo 10 de marzo lo pondrá en práctica. (Hace 148 años)
1851
En España, se nombra presidente del Consejo de Ministros a Bravo Murillo que se mantendrá en el cargo hasta finales del año siguiente. Como tecnócrata sus realizaciones serán importantes. (Hace 173 años)
1809
Inglaterra y España firman un Tratado de Alianza para luchar contra los franceses, cuyos ejércitos han invadido España. Inglaterra tiene necesidad imperiosa de vencer a Napoleón, por eso, nada más producirse el Levantamiento español contra el invasor en 1808, consideró a España y a los españoles alzados como potencia amiga intentado favorecerles en todo cuanto fuera posible para que lograsen la victoria. (Hace 215 años)
1643
Felipe IV, rey de España, convoca y destituye a su ministro el conde-duque de Olivares, por sus fracasos en la política llevada a cabo durante la Guerra separatista dels Segadors de Cataluña, el conflicto de Portugal y la conspiración de los nobles andaluces orquestada por el duque de Medina-Sidonia. El día 24 será efectivamente cesado y exiliado a Loeches, para ser definitivamente desterrado a Toro, donde morirá dos años más tarde. (Hace 381 años)
1514
El rey Fernando el Católico autoriza, mediante Real Cédula, el matrimonio de españoles con indias. Con ello trata de dar un carácter igualitario a sus conquistas. A pesar de ello habrá escasos matrimonios mixtos. (Hace 510 años)
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Juan Pantoja de la Cruz (Valladolid, h. 1553 – Madrid, 1608) Felipe III 1605 óleo sobre lienzo 204,8 x 101,5 cm Nº inv. 417 Colección BBVA España
El retrato, firmado y fechado en su ángulo inferior izquierdo, se pintó en 1605, durante la estancia de la corte en Valladolid, aventura propiciada por el duque de Lerma, que obtuvo de ella pingües beneficios tras la venta de su palacio al monarca para residencia real. Pantoja, vallisoletano de nacimiento, vivió en esos años su momento de mayor prestigio como pintor de cámara. Entronca perfectamente con los retratos que Pantoja realizó de Carlos I y Felipe II y, sobre todo, con las pinturas de su maestro, Alonso Sánchez Coello (1531-1588), que adopta los modelos y el estilo de Antonio Moro (1517-1576). La sequedad y relativa falta de vida del monarca son significativas del estilo personal de Pantoja, que no logra dulcificar a sus modelos como hiciera Sánchez Coello.
Este retrato, de tamaño natural, no fue realizado por encargo del monarca, sino posiblemente para un noble (como es también el caso del ejemplar del Prado), pues existe otro, fechado el mismo año y conservado en Hampton Court, que regaló el monarca a Jacobo Estuardo, que es el que consta en la memoria de las obras realizadas por Pantoja para el rey desde 1603, en la que se menciona también otro ejemplar de 1608 que se destinó a la Biblioteca de El Escorial, donde aún se conserva. Este ejemplar estaba en el siglo XIX en la colección del conde de Darnley en Cobham Hall, formando pareja con un retrato de su esposa, la reina Margarita de Austria, y fue subastado en Londres en 1957, fecha en la que ingresó en la colección. La diferencia fundamental entre la obra londinense y esta reside en la gran tienda de campaña carmesí y el fondo de paisaje que aparece en el extremo izquierdo del primer cuadro y que aquí se sustituye por un interior. Por lo demás, muestra similitudes con él en la armadura con damasquinados, la enorme gola y la actitud de Felipe III (1578-1621). El rey aparece representado en un interior, de pie, con las piernas en compás y vestido de media armadura damasquinada, del tipo de las que portan Carlos I (1500-1558) y Felipe II (1527-1598) en los retratos de Tiziano, aunque esta es más rica por la profusión de las bandas cinceladas y doradas y la Inmaculada cincelada en la parte superior de su peto, que esconden en parte el pavonado acero de la armadura. Lleva una enorme gola escarolada con remates dorados que, tal como exigía la moda, aísla del resto del cuerpo su cabeza, de rostro poco expresivo, con pelo y patillas cortos, tupé, fino bigote y mosca que contribuyen a disimular el acusado prognatismo de los Habsburgo. Asimismo, las manos asoman de los puños también escarolados y con remates dorados, sosteniendo la diestra una bengala y apoyada la siniestra en el pomo de la espada, que pende de un tahalí que también aloja una daga cuya empuñadura asoma. La imponente y majestuosa figura del monarca emerge del fondo en penumbra, y dirige su mirada serena al espectador, en actitud fría y distante. El Toisón de Oro cuelga sobre su pecho. Tras él, sobre un bufete cubierto con un tapete carmesí, reposa el yelmo con penacho de plumas blancas de tres órdenes, como corresponde a su rango de capitán general.
Información e imágenes de la web de la Colección BBVA.
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Escudo del Cardenal-Infante Fernando de Austria (1609-1641).
El Cardenal-Infante Fernando de Austria era hijo del Rey Felipe III de España y de su esposa Margarita de Austria. Fue elegido por Felipe III, hombre muy piadoso y uno de los pocos reyes del momento al que nunca se le conoció amante, para entrar en la Iglesia.
Por ello, aunque no fue nombrado sacerdote, fue consagrado arzobispo de Toledo y cardenal de la Iglesia en 1619 -a los 10 años-, aunque brillaría en el campo político y militar, siendo enviado al mando de los Tercios españoles a auxiliar a su primo el Emperador Fernando II en la Guerra de los Treinta Años, más tarde combatiendo en la Guerra de Flandes en calidad de gobernador de los Países Bajos españoles.
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Los reyes Felipe VI y Letizia se suman a la conmemoración del Privilegio de la Unión
Pamplona (EFE).- Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, se han sumado este viernes en Pamplona a la conmemoración del 600 aniversario del Privilegio de la Unión. Otorgado el 8 de septiembre de 1423 por el Rey Carlos III el Noble de Navarra, está considerado como el tratado fundacional de la ciudad. Entre los…Los reyes Felipe VI y Letizia se suman a la conmemoración del Privilegio de la Unión

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Philip III of Spain. Unknown artist.
#monarquia española#reyes de españa#felipe iii#felipe iii el piadoso#rey de españa#casa de austria#kingdom of spain#house of habsbug#in armour
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@Neoprusiano Rey Felipe III de España y II de Portugal Rex Philippus III Hispaniae et II Lusitaniae König Philipp III. von Spanien und II. von Portugal King Philip III of Spain and II of Portugal Roi Philippe III d'Espagne et II de Portugal
Pedro Antonio Vidal (1570- ), 1617.
#Rey#King#Imperio Español#Spanish Empire#España#Spain#Portugal#Felipe III de España#Pedro Antonio Vidal#1617
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𝙻𝙾𝚂 𝙷𝙸𝙹𝙾𝚂 𝙳𝙴 𝙵𝙴𝙻𝙸𝙿𝙴 𝙸𝙸 𝙳𝙴 𝙴𝚂𝙿𝙰Ñ𝙰- 𝙴𝙽𝚁𝙸𝚀𝚄𝙴 𝙸𝚇 𝙳𝙴 𝙸𝙽𝙶𝙻𝙰𝚃𝙴𝚁𝚁𝙰
Enrique fue el primer hijo de la reina María I de Inglaterra y entonces príncipe de Asturias Felipe de Austria. Su madre contaba con 38 años cuando lo dio a luz, siendo su nacimiento un milagro y una gran alegría para los católicos en Inglaterra. Sin embargo su nacimiento también causo grandes tensiones entre católicos y protestantes que no querían a un rey católico en el trono, siendo la preferida la medio hermana de su madre, Isabel Tudor que era protestante.
Estas tensiones aumentaron cuando nació un año después su hermana Catalina debido a que ambos hermanos apartaban definitivamente de la linea sucesora a su tía materna. Pese a estas tensiones y conflictos religiosos, Enrique tuvo una infancia feliz y se mostraba muy cercano a su madre y hermana con la cual compartió una educación basada en leyes, historia, religión y modales. Su padre Felipe II de España nunca se intereso por el ni por Catalina, es por ello que Enrique nunca mostro interés por el reino de España además de mantener numerosas tensiones con sus medios hermanos.
El príncipe de Gales fue un soplo de aire fresco para su madre María I de Inglaterra y se dice que este calmaba los arranques de ira que tenia su madre, además de que la reina se volvió una mujer mas calmada y su imagen de reina sanguinaria se fue dispersando volviéndose una mujer serena, estricta y que buscaba no anteponer sus sentimientos ante la gobernación.
En 1558 sus padres se divorciaron por acuerdo mutuo y los príncipes adoptaron el apellido Tudor, además de permanecer junto a su progenitora mientras que su padre volvía a España para hacer su propia vida. Pese al divorcio de sus padres, Enrique y Catalina siguieron siendo vistos como los herederos de la corona inglesa, además de que su vida siguió siendo igual junto a su madre.
En 1569 la reina María I de Inglaterra empezó a tener distintos problemas de salud y permaneció en cama por varios d��as. Durante su enfermedad la reina temiendo por su final decidió declarar a su hijo como mayor de edad y le dejo a Enrique la tarea de buscar un buen compromiso para su hermana. María I de Inglaterra falleció ese mismo debido a un supuesto cáncer de ovarios y su muerte fue muy sentida por sus hijos que guardaron un luto de 5 meses por su querida madre.
Enrique fue rápidamente coronado en el Palacio de St James en Londres como Enrique IX de Inglaterra y fue declarado mayor de edad con casi 15 años. Tras ser coronado una de las primeras decisiones que tomo fue mandar a llamar a su tía, Isabel Tudor y se dice que en aquella reunión la princesa acepto renunciar al trono ingles a cambio de grandes sumas de dinero y de portar el titulo de Duquesa de Leicester.
Tras esta negociación Enrique decidió aceptar la libertad religiosa pese a ser un devoto católico, debido a los numerosos enfrentamientos religiosos en Inglaterra y causados por su subida al trono. Aquella decisión le trajo algunas tensiones con el papado y reinos como España no aprobaban aquella libertad de culto.
El rey decidió casar a su hermana Catalina con el príncipe Enrique de Navarra, heredero al trono navarro como una forma de entablar buenas relaciones con familias reales y nobles protestantes. Tras esto favoritos de Enrique buscaran una esposa para el y el opto por una esposa francesa siendo la elegida la hermosa Luisa de Lorena-Vaudémont, hija del Duque de Mercoeur y pariente de los Duques de Lorena.
La pareja se caso en 1570 y se sabe que Enrique apreció mucho a su esposa a la cual llamaba cariñosamente “Isa”. Los reyes mantuvieron un matrimonio estable y feliz, además de tener 4 hijos en común:
Eduardo VII (1571-1621) Fue rey de Inglaterra entre 1610 a 1621 siendo considerado un rey que no se intereso en la gobernación y prefería estar centrado en su gran biblioteca. No se caso por elección propia y no tuvo hijos. Falleció a los 50 años de edad y sería sucedido por su hermano Enrique X.
Enrique X (1572-1643) Fue rey de Inglaterra entre 1621 a 1643 al suceder a su hermano mayor. Para esos momentos ya estaba casado con Isabel de Dinamarca y tuvieron 6 hijos: Ana Isabel, Enrique XI, Inés, Victoria, Eduardo y Edmundo. Su reinado destaco por entablar una corta paz con Roma y en acabar con las guerras de religión. Sin embargo falleció a los 71 años antes de llegar a cumplir este ultimo objetivo.
Luisa (1574-1649) Fue Gran Duquesa consorte de Toscana al casarse con su primo, Felipe I de la Toscana. La pareja tuvo una buena relación y Luisa le dio a su marido 8 hijos: Luisa, Felipe II, Olga, Francisco II, Juana, Virginia, Cosme y Guillermo. Tras enviudar en 1630 permaneció alejada de la gobernación y falleció a los 75 años.
María Francisca (1575-1611) Fue Duquesa consorte de Suffolk al casarse con su primo Edward Dudley, hijo de Jane Grey y Guilford Dudley. Los duques no tuvieron una buena relación por la arrogancia de María Francisca, pero acabaron teniendo 3 hijos: Edward, Enriqueta y Isabel. María Francisca falleció un año después que su padre a los 36 años por tuberculosis.
En 1576 falleció la reina Luisa de Lorena-Vaudémont debido a un aborto y su muerte muy dolorosa para Enrique que estableció un luto de 5 meses por su fallecida esposa.
Tras esto Enrique se reunió en 1577 con su hermana la nueva reina de Navarra Catalina en la frontera de Navarra y ahí ambos hermanos tuvieron un emotivo reencuentro, además de entablar algunos acuerdos con el reino de Francia. El rey apoyo los derechos sucesorios de la joven princesa María Isabel de Valois, hija del rey Carlos IX de Francia y que esta se casase con uno de sus primos paternos para asegurar el linaje de la Casa Valois.
Durante estas negociaciones la reina viuda de Francia, Isabel de Austria volvió a la corte francesa en 1578 tras ser echada por su antigua suegra Catalina de Medici. Enrique quedo encantado por la apariencia de la reina viuda considerándola como una de las mujeres mas hermosas y elegantes de Europa, por su parte Isabel considero al rey ingles como un joven atractivo, inteligente y tranquilo habiendo una gran química entre ellos. Rápidamente el rey pidió la mano de la archiduquesa al hermano de esta, Rodolfo II de Habsburgo y tras algunas negociaciones que duraron un año, el emperador acepto que su hermana se casase con Enrique.
Enrique IX e Isabel se casaron en 1579 en Moulins durante su estancia en Navarra con unos pocos invitados, entre ellos los reyes de Navarra Enrique III y Catalina Tudor la cual le entrego a su nueva cuñada un collar de diamantes como regalo de bodas. Isabel se quedo embarazada en su luna de miel, es por ello que Enrique decidió que partirían hacia Inglaterra para que fuese coronada como Reina consorte de Inglaterra.
A principios del 1580 Enrique IX e Isabel llegaron a Inglaterra y pocos meses después se celebro una segunda boda donde Isabel fue coronada como Reina consorte de Inglaterra y esta adopto a los hijos que tuvo Enrique de su primer matrimonio a los cuales crío como sus propios hijos. Los reyes mantuvieron un matrimonio muy feliz destacando Enrique como un marido fiel, amoroso y coqueto con su segunda esposa. Isabel le dio a su marido 6 hijos a su marido:
Isabel Catalina (1580-1655) Fue reina consorte de Navarra al casarse con su primo Enrique IV. La pareja fue feliz y tuvieron 4 hijos en común: Isabel María, Juan II, Enriqueta y Antonio.
Ricardo de Somerset (1581-1620) Fue Duque de Somerset ostentando este titulo tras la caída del anterior Duque Edward Seymour. Ricardo se caso con Elizabeth Howard y tuvieron 2 hijas: Margarita Ana y Felipa
Maximiliano de Richmond (1582-1645) Fue Duque de Richmond y regente de su medio hermano Enrique X y del hijo de este Enrique XI de Inglaterra. Se caso con Luisa Juliana del Palatinado y tuvieron 7 hijos: Carolina, Marcela, Maximiliano, María Ana, Ernesto, Sofía y Margarita.
María Ana (1584-1660) Fue reina consorte de Escocia al casarse con el príncipe Enrique Federico Estuardo el futuro Enrique I Federico de Escocia que era casi 10 años mas joven que ella. Su matrimonio no se consumo hasta 1610 y la pareja tuvo 3 hijos en común: Jacobo VII, Carlos y Barbara.
Margarita (1586-1619) Fue Marquesa de Hamilton y después Duquesa de Ross al casarse con James Hamilton, que se convirtió en el favorito de la reina María I Estuardo. La pareja no fue feliz, aun que llegaron a tener 5 hijos: James, Victoria, Renata, María Margarita y George. Falleció a los 33 años de edad por la viruela.
Felipe (1587-1670) Fue cardenal y escritor controversial por sus ideas liberales a cerca sobre la religión protestante, la corrupción en Roma y su desacuerdo ante el Papa Paulo V. Fue el hijo mas longevo del rey, falleciendo a los 83 años de edad.
Enrique IX fue un rey apreciado por una gran parte del pueblo y su reinado destaco por buscar la paz entre la nobleza, el pueblo y otras casas reales. Por ello apoyo a la reina María Estuardo cuando esta se había casado con su tercer marido James Hepburn y tenia muchos frentes abiertos en Escocia. El rey decidió proponerle a su prima lejana la posibilidad de mantener su corona y la custodia de sus hijos si se divorciaba de su marido para contraer un matrimonio ventajoso, algo que la reina acabo por aceptar y se caso con el archiduque de Austria Ernesto de Austria.
También se sabe que acepto que la exiliada reina Jane Grey regresara a Inglaterra y de darle el Ducado de Suffolk que le pertenecía por derecho propio. Aquellos acuerdos de paz exitosos le valieron el apodo del “Pacificador” y se gano el respeto de algunos nobles que en un principio estaban en su contra. Pese a esto el rey no era un hombre muy confiado y temía ser envenenado en cualquier momento, es por ello que tenia sus cocineros y sirvientes de confianza.
Enrique siempre honro la memoria de su madre y de su abuela materna es por ello que decidió que ambas debían ser enterradas juntas en la Abadía de Westminster donde también decidió enterrar los restos mortales de las esposas que tuvo su fallecido abuelo Enrique VIII pensando que debían de tener un entierro digno por haber sido reinas.
Durante sus últimos años su salud se fue deteriorando y solían practicarle sangrías que lo debilitaron aun mas conforme pasaba el tiempo. Enrique decidió dictar su testamento donde pidió ser enterrado junto a sus familiares en Westminster y llevarse a la tumba los retratos de su esposa e hijos, también le heredo a cada uno de sus hijos y a su segunda esposa una cuantiosa herencia.
Enrique IX de Inglaterra falleció en 1610 a los 56 años de edad y tras haber reinado durante 32 años. Se dice que falleció mientras abrazaba a su esposa Isabel de Austria que quedo desolada con su muerte y se entrego a la religión tras quedar viuda por segunda vez. El rey fue enterrado en la Abadía de Westminster junto a su madre y donde tiempo después serían enterrados su esposa e hijos.
𝚃𝙷𝙴 𝙲𝙷𝙸𝙻𝙳𝚁𝙴𝙽 𝙾𝙵 𝙿𝙷𝙸𝙻𝙸𝙿 𝙸𝙸 𝙾𝙵 𝚂𝙿𝙰𝙸𝙽- 𝙷𝙴𝙽𝚁𝚈 𝙸𝚇 𝙾𝙵 𝙴𝙽𝙶𝙻𝙰𝙽𝙳
Henry was the first son of Queen María I of England and then Prince of Asturias Felipe of Austria. His mother was 38 years old when she gave birth to him, her birth being a miracle and a great joy for Catholics in England. However, his birth also caused great tensions between Catholics and Protestants who did not want a Catholic king on the throne, the preferred half sister of his mother, Isabel Tudor who was a Protestant.
These tensions increased when his sister Catherine was born a year later due to the fact that both brothers definitively separated their maternal aunt from the successor line. Despite these tensions and religious conflicts, Henry had a happy childhood and was very close to his mother and sister with whom he shared an education based on laws, history, religion and manners. His father Philip II of Spain was never interested in him or Catherine, which is why Henry never showed interest in the kingdom of Spain in addition to maintaining numerous tensions with his half-brothers.
The Prince of Wales was a breath of fresh air for his mother Mary I of England and it is said that this calmed the outbursts of anger that his mother had, in addition to the fact that the queen became a calmer woman and her image of a bloodthirsty queen became she dispersed, becoming a serene, strict woman who sought not to put her feelings before the government.
In 1558 his parents divorced by mutual agreement and the princes adopted the surname Tudor, in addition to staying with their mother while his father returned to Spain to make his own life for him. Despite the divorce of his parents, Henry and Catherine continued to be seen as the heirs of the English crown, and his life remained the same with his mother.
In 1569, Queen Mary I of England began to have various health problems and she remained in bed for several days. During her illness, the queen, fearing for her end, decided to declare her son of legal age and left Henry the task of finding a good compromise for her sister. Mary I of England died that same due to an alleged ovarian cancer and her death was deeply felt by her children who kept a 5-month mourning for her beloved mother.
Henry was quickly crowned at St James's Palace in London as Henry IX of England and was declared of age at nearly 15 years of age. After being crowned, one of the first decisions he made was to send for his aunt, Isabel Tudor, and it is said that at that meeting the princess agreed to resign from the English throne in exchange for large sums of money and to carry the title of Duchess of Leicester. .
After this negotiation Henry decided to accept religious freedom despite being a devout Catholic, due to the numerous religious confrontations in England and caused by his accession to his throne. That decision brought him some tensions with the papacy and kingdoms like Spain did not approve of that freedom of worship.
The king decided to marry his sister Catherine to Prince Henry of Navarre, heir to the Navarrese throne as a way to establish good relations with royal families and Protestant nobles. After this, Henry's favorites looked for a wife for him and he chose a French wife, the chosen one being the beautiful Louise de Lorena-Vaudémont, daughter of the Duke of Mercoeur and a relative of the Dukes of Lorraine.
The couple married in 1570 and it is known that Henry was very fond of his wife whom he affectionately called "Isa." The kings maintained a stable and happy marriage, in addition to having 4 children in common:
Edward VII (1571-1621) He was King of England between 1610 and 1621 being considered a king who was not interested in the government and preferred to be focused on his great library. He did not marry by choice and had no children. He passed away at the age of 50 and would be succeeded by his brother Henry X.
Henry X (1572-1643) He was King of England between 1621 and 1643 after succeeding his older brother. By that time he was already married to Isabel of Denmark and they had 6 children: Anne Elizabeth, Henry XI, Inés, Victoria, Edward and Edmund. His reign stood out for establishing a short peace with Rome and ending the wars of religion. However, he died at the age of 71 before reaching this last goal.
Louise (1574-1649) she was Grand Duchess consort of Tuscany by marrying her cousin, Philip I of Tuscany. The couple had a good relationship and Luisa gave her husband 8 children: Luisa, Felipe II, Olga, Francisco II, Juana, Virginia, Cosme and Guillermo. After being widowed in 1630, she remained away from the governorship and died at the age of 75.
Mary Frances (1575-1611) she was Duchess consort of Suffolk when she married her cousin Edward Dudley, son of Jane Grey and Guilford Dudley. The dukes did not have a good relationship due to the arrogance of Mary Frances, but they ended up having 3 children: Edward, Henrietta and Elizabeth. Mary Frances died a year after her father at the age of 36 due to tuberculosis.
In 1576 Queen Louise of Lorraine-Vaudémont died due to an abortion and her death, very painful for Henry, who established a 5-month mourning for his deceased wife.
After this Henry met in 1577 with his sister, the new queen of Navarre Catherine on the border of Navarre and there both brothers had an emotional reunion, in addition to entering into some agreements with the kingdom of France. The king supported the inheritance rights of the young princess Marie Elisabeth of Valois, daughter of King Charles IX of France and that she married one of her paternal cousins to ensure the lineage of the House of Valois.
During these negotiations, the widowed queen of France, Elisabeth of Austria returned to the French court in 1578 after being thrown out by her former mother-in-law Catherine de’ Medici. Henry was enchanted by the appearance of the widowed queen, considering her as one of the most beautiful and elegant women in Europe, for her part, Isabel considered the English king as an attractive, intelligent and calm young man, having great chemistry between them. The king quickly asked the archduchess's hand from her brother, Rudolf II of Habsburg, and after some negotiations that lasted a year, the emperor accepted that her sister marry Henry.
Henry IX and Isabel were married in 1579 in Moulins during their stay in Navarre with a few guests, among them the kings of Navarre Henry III and Catherine Tudor, who gave his new sister-in-law a diamond necklace as a wedding gift. Isabel got pregnant on her honeymoon, which is why Enrique decided that they would leave for England so that she would be crowned Queen consort of England.
At the beginning of 1580, Henry IX and Elisabeth arrived in England and a few months later a second wedding took place where Elizabeth was crowned Queen consort of England and she adopted the children that Henry had from his first marriage, whom she raised as her own children. . The kings maintained a very happy marriage, highlighting Henry as a faithful, loving and flirtatious husband with his second wife. Isabel bore her husband 6 children to her husband:
Elizabeth Catherine (1580-1655) She was queen consort of Navarre when she married her cousin Henry IV. The couple was happy and they had 4 children in common: Elizabeth Mary, John II, Henrietta and Anthony.
Richard of Somerset (1581-1620) He was Duke of Somerset holding this title after the fall of the previous Duke Edward Seymour. Ricardo married Elizabeth Howard and they had 2 daughters: Margaret Anne and Philippa
Maximilian of Richmond (1582-1645) was Duke of Richmond and regent of the half brother of Henry X and of the son of this Enrique XI of England. He married Louise Juliane of Palatinado and they had 7 children: Caroline, Marcela, Maximilian, Mary Anne, Ernest, Sophie and Margaret.
Mary Anne (1584-1660) She was queen consort of Scotland when she married Prince Henry Frederick Stuart the future Henry I Frederick of Scotland who was almost 10 years younger than her. Their marriage was not consumed until 1610 and the couple had 3 children in common: James VII, Charles and Barbara.
Margaret (1586-1619) she was the Marchioness of Hamilton and later Duchess of Ross by marrying James Hamilton, who became the favorite of Queen Mary I Stuart. The couple was not happy, even though they had 5 children: James, Victoria, Renee, Mary Margaret and George. She passed away at 33 years of age from smallpox.
Philip (1587-1670) He was a cardinal and controversial writer for his liberal ideas about the Protestant religion, corruption in Rome and his disagreement with Pope Paul V. He was the oldest son of the king, passing away at 83 years of age.
Henry IX was a king appreciated by a large part of the people and his reign stood out for seeking peace between the nobility, the people and other royal houses. That is why he supported Queen Mary Stuart when she had married her third husband James Hepburn and had many open fronts in Scotland. The king decided to propose to his distant cousin the possibility of keeping his crown and the custody of their children if she divorced her husband to contract an advantageous marriage, something that the queen ended up accepting and married the Archduke of Austria Ernest of Austria . It is also known that he agreed to allow the exiled Queen Jane Grey to return to England and to give her the Duchy of Suffolk that belonged to him in her own right. Those successful peace accords earned him the nickname of the "Peacemaker" and he earned the respect of some nobles who were initially against him. Despite this the king was not a very trusting man and he feared being poisoned at any moment, that is why he had the chefs and trusted servants of him.
Henry always honored the memory of his mother and his maternal grandmother that is why he decided that both should be buried together in Westminster Abbey where he also decided to bury the mortal remains of the wives that his deceased grandfather Henry VIII had, thinking that they should have have a dignified burial for having been queens.
During his last years his health was deteriorating and they used to practice bloodletting that weakened him even more as time passed. Henry decided to dictate his will where he asked to be buried with his relatives in Westminster and to take to the grave the portraits of his wife and children, he also inherited each of his children and the second wife of him a large inheritance.
Henry IX of England died in 1610 at 56 years of age and after reigning for 32 years. It is said that he died while embracing his wife Elisabeth of Austria who was devastated by her death and gave himself up to religion after being a widow for the second time. The king was buried in Westminster Abbey with his mother and where his wife and children would later be buried.
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¿Quién fue y que hizo Alfonso X el Sabio?

"Rey de Castilla. Su reinado sobresalió por una política de colaboración entre las tres culturas de la España medieval: hebrea, árabe y cristiana." Nació en Toledo, en 1221, y murió en Sevilla, en 1284.
¿Cuál es la obra más importante de Alfonso X el Sabio?
Por lo que se relaciona con el ámbito de la historia el Rey Sabio impulsó la redacción de una especie de historia universal, la Grande e General Estoria. Pero el trabajo de índole histórica más importante que se efectuó en tiempos de Alfonso X fue la denominada Primera Crónica General de España.
¿Quién declaro el castellano como lengua oficial?

Fueron cientos de años más tarde y durante el siglo XV, cuando los monarcas católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón con su poderoso reino, consiguieron que el dialecto castellano ganase una mayor aceptación después de la Reconquista de España en 1492, momento en el que convirtieron el castellano en el idioma
¿Qué rey ayudo a fijar el castellano como lengua de cultura?
Alfonso X
Si siempre se ha resaltado la importancia del rey Sabio en el proceso de "normalización" del castellano escrito, es porque durante el reinado de Alfonso X se avanzó considerablemente en esos tres frentes y se cumplieron así las condiciones iniciales para que se pusiera en marcha la larga transformación del castellano ...
¿Quién mató al rey Alfonso?
El 29 de marzo de 1956, hace exactamente 67 años, en un confuso episodio del que trascendieron distintas versiones, Juan Carlos mató al infante Alfonso, de tan solo 14 años. Juan Carlos de Borbón nació en Roma, durante el exilio de sus padres.
¿Qué es el castellano alfonsí?
El llamado castellano alfonsí fue el resultado de la labor regia de Alfonso X, conocido por el sobrenombre de el Sabio. Reinó en Castilla y León a lo largo de treinta y dos años, de 1252 a 1284.
Biografía de Alfonso X el Sabio
Alfonso X (1221-1284) heredó unidos los reinos de León y Castilla a la muerte de su padre, Fernando III, en 1252. A tal unión, que ya no se disolvería, Fernando III había agregado nuevos territorios en el sur de la Península Ibérica, conquistados a los musulmanes, que incluían Córdoba, Murcia y Sevilla, y el propio Alfonso había participado, junto a su padre, en la toma de estas dos últimas ciudades. Poco se sabe acerca de su formación, pero puede al menos detallarse el nombre de algunos intelectuales ligados a él desde su juventud. Jacobo de Junta, un importante hombre de leyes, le dedicó siendo infante las Flores de derecho, según afirma un prólogo a esta obra. Pedro Gallego, autor de algunos textos científicos, fue su confesor, y recibió el obispado de Murcia a la conquista de esta ciudad. Parece haber sido el destinatario de un ars dictaminis a cargo de Pedro de Provenza en 1252, lo que podría indicar que este importante personaje tuvo parte en su educación. Por fin, uno de los colaboradores más activos y relevantes de Alfonso, Judá ben Moisés ha-Cohen, figura ligado a él al menos desde 1243, como informa el prólogo al Lapidario. Por lo demás, Fernando III parece haber cuidado en detalle la educación de sus hijos y, uno de ellos, el infante Felipe, estudió en París con San Alberto Magno. Cabe así la posibilidad también de que Rodrigo Jiménez de Rada participara en la formación de Alfonso, aunque ello no pasa de ser, a falta de datos al respecto, una mera conjetura.
A su subida al trono, Alfonso X heredaba el reino más importante de la Península Ibérica, y lo hacía en unas circunstancias de indudable optimismo, por las cuales parecía que se estaba llegando al cumplimiento de un destino histórico, sin duda relacionado con una ideología que pretendía recobrar la forma y el esplendor del poder visigodo desaparecido a comienzos del siglo VIII con la invasión musulmana. Se trata de una percepción que sin duda debió de favorecer el amplio programa cultural puesto en marcha por el rey ya desde los inicios de su reinado, cuyos pilares fueron, en principio, la ciencia (incluyendo astronomía, astrología y magia) y el derecho, incorporándose después la historia y la poesía. Este proyecto está gobernado por la idea de la difusión de los textos y su aprovechamiento por parte de los súbditos, algo que trataba de propiciar una visión favorable de tal programa en base a su implícito carácter benéfico. Es por ello que la lengua fundamental en dicho programa fue el romance castellano, algo encaminado también a dotar de una identidad textual, por decirlo así, a sus destinatarios. Sin embargo, no es fácil determinar con exactitud cuál fuera la audiencia real de los textos y tampoco cuáles hayan sido las condiciones concretas de la recepción de la obra alfonsí. En todo caso, debe tenerse en cuenta que el rey aspiró no sólo a lograr una recepción inmediata, sino también a proporcionar un legado cultural para su propio reino, como muestra su cuidado en encargar ejemplares de sus obras, y en este sentido no cabe duda de que logró su objetivo, pues su obra constituye la base lingüística e intelectual de la cultura en castellano.
En lo político, el optimismo con el que Alfonso X accedió al trono de León y Castilla no se vio refrendado por el curso de los hechos. La enorme expansión territorial y los problemas estructurales y sociales que acarreaba precisarían de mucho tiempo antes de que pudiera alcanzarse ese destino histórico soñado por el rey, y que sólo se lograría, bajo premisas muy distintas ciertamente, con los Reyes Católicos. Varias revueltas nobiliarias, crisis económicas endémicas, paralización de las conquistas territoriales y un azar no siempre favorable dan una imagen de su reinado un tanto sombría, aunque la valoración histórica de Alfonso X debe permanecer sin duda abierta al debate. Por otro lado, Alfonso fue elegido Rey de Romanos en 1256 y propuesto como candidato al Imperio, aunque no llegó a obtener esta dignidad. En el momento más propicio, el de su elección por las ciudades italianas, el rey no pareció dar demasiada importancia a estos hechos, y cuando lo hizo, diez o quince años después, fue demasiado tarde, obligado a renunciar a sus aspiraciones por el papa Gregorio IX en 1275. Ello supuso una indudable decepción para el rey, aunque el revés más doloroso y significativo en sus planes fue la muerte, en ese mismo año, de su heredero, Fernando de la Cerda, con quien estaba estrechamente unido. Este imprevisto dio lugar a un complejo y conflictivo proceso de sucesión, en el que acabó triunfando el partido que apoyaba al infante Sancho, el segundo hijo del rey, en torno a quien se agruparon los sectores más descontentos con Alfonso. En 1282 se inició una guerra civil que confinó al rey en Sevilla, donde moriría en 1284.
Como observó Antonio G. Solalinde, uno de los mayores especialistas en la obra alfonsí, la biografía del rey, al menos con los datos de que disponemos, no permite intuir ni presuponer el extraordinario impulso que dio a la cultura. Esta consideración, por sencilla que sea, apunta a una cierta distancia entre los hechos y los textos, e invita también a entender la obra de Alfonso X como un proyecto con una ineludible raigambre histórica pero sin circunscribirlo estrechamente a los vaivenes o conflictos inmediatos de su reinado. En otras palabras, parece que el proyecto alfonsí se gestó con una mirada a largo plazo, por lo que no es susceptible de una contextualización puntual o unidireccional. Y quizá valga la pena no perder de vista este aspecto a la hora de interpretar los textos y sus variaciones. Por ejemplo, uno de los rasgos más característicos de la producción alfonsí estriba en que nos ha legado, en varias ocasiones, diversas redacciones de una obra. En este sentido, y aunque las revisiones tengan que ver en algunos casos con los problemas políticos enfrentados por el rey, tampoco debe olvidarse que la mejora de los textos fue una exigencia constante para éste. De esa forma, es posible que la revisión de las obras tenga que ver también en otras ocasiones con la necesidad de adaptarlas a la imagen ideal del proyecto que las sostenía.
La producción cultural de Alfonso X puede agruparse en torno a varios bloques: obras científicas y paracientíficas, obras doctrinales y didácticas, obras legales, historiografía y poesía. En general, tiene una eminente vocación práctica y constituye, en su conjunto, un magnífico elogio del saber, como una condición liberadora, que puede llevar al hombre a coronar con éxito todas sus iniciativas. Se encuentra encaminada a conocer y actuar sobre la naturaleza y el destino (ciencia), a ofrecer una serie de consejos sobre moral y conducta (didactismo), a sentar las bases de una organización social fundamentada en el bien común (obras legales) y a proporcionar los pilares de una identidad colectiva y de una conciencia histórica (historiografía). No todos los textos son reductibles a este esquema, pues hay algunos, como los poéticos, que tienen que ver con prácticas cortesanas que no son exclusivas del contexto alfonsí, aunque la inclinación mariana del rey, con sus Cantigas de Santa Maria, resulta bastante singular. Tampoco es sencillo saber qué líneas de fuerza ligan los diversos componentes de este proyecto, pues no existen indicaciones al respecto en los textos. Cabe adelantar, de forma tentativa, que su coherencia no sólo debe buscarse en argumentos internos, sino en las necesidades históricas que Alfonso X quiso cubrir para su reino.
El rey y sus colaboradores
Aunque el mecenazgo artístico y literario de la realeza es un hecho bien documentado y conocido, con importancia creciente a partir del siglo XII, la forma en que Alfonso X se encargó de impulsar la cultura tiene unos rasgos netamente distintivos. Como señaló la investigadora Evelyn S. Procter, en la que es aún una de las mejores visiones de conjunto de la producción alfonsí, la corte de Alfonso se singulariza frente a otras próximas, como la de Federico II en Sicilia, por el uso de la lengua vernácula y por la existencia, implícita al menos, de un programa cultural destinado a proporcionar una serie de obras de referencia. Además, como indica esta misma estudiosa, la posición de Alfonso como mecenas presenta igualmente caracteres propios: las obras no fueron, por lo general, elaboradas por tal o cual autor, que después las dedicaba al rey, sino que parecen haber sido el fruto de un esfuerzo colectivo, de labores en equipo, llevadas a cabo bajo la supervisión, más o menos directa, del propio rey. Es en la definición del papel desempeñado por Alfonso donde resulta más difícil ofrecer precisiones. El prólogo al Libro de la ochava espera afirma que el rey revisó el resultado final, aunque no está claro si se refiere a los contenidos o al lenguaje. Más allá de esta declaración, se diría que Alfonso tuvo un estrecho contacto con sus colaboradores y que fue en buena medida responsable del diseño global de su producción, así como del diseño general de las obras más importantes y originales, como las históricas, las legales, las compilaciones mágicas o las Cantigas de Santa Maria. Para las obras más técnicas, como las Tablas alfonsíes, cabe suponerle una intervención menos decisiva. En este sentido, parece que Alfonso decidió el comienzo de las observaciones astronómicas y sus objetivos, pero no tuvo una implicación directa en ellas, pues tales observaciones se llevaron a cabo en Toledo entre 1262 y 1272, y el rey residió en Sevilla entre 1260 y 1268.
Hacia esa forma de dirección y supervisión general apunta, en efecto, un conocido pasaje incluido en la General estoria, donde se explica el sentido de una afirmación como la de que el rey hace un libro: «el rey faze un libro non porque él escriva con sus manos, mas porque compone las razones d'él, e las enmienda e yegua e enderesça, e muestra la manera de cómo se deven fazer, e desí escrívelas qui él manda; peró por esto dezimos por esta razón que ��l faze el libro». Don Juan Manuel escribió que el rey encontraba tiempo para dialogar con sus intelectuales, y para planear sus obras con ellos. Uno de sus colaboradores, Bernardo de Brihuega, nos ha dejado un precioso testimonio de la exigencia del rey, que afecta también a la definición de sus tareas, pues parece que se encargaba de supervisar los materiales con los que se redactaban sus obras, con el objetivo, típicamente alfonsí, de que fueran lo más completas posibles. Dice Bernardo que nadie debe maravillarse si ha acabado escribiendo varios volúmenes sobre las vidas de los mártires y los santos, obra que ha emprendido por encargo del rey, pues éste le hizo reunir muchos libros, y aun después de ello, le obligó a recorrer su reino en otras dos ocasiones en busca de varios textos más que faltaban en su obra. Por otro lado, han llegado hasta nosotros dos documentos de 1270 en que Alfonso reconoce que los monasterios de Nájera y Albelda le han prestado una serie de libros, que parecen en general ligados a sus intereses históricos y legales, y confirma que los devolverá cuando se haya procurado una copia de los mismos.
Ahora bien, la obra alfonsí es una obra de equipo, y resulta inimaginable sin los colaboradores. Desafortunadamente, sólo conocemos bien los nombres y el trabajo de los colaboradores científicos y de algunos de los traductores. Entre los colaboradores científicos destacan especialmente dos, ambos judíos: Judá ben Moisés ha-Cohen e Isaac ben Sid. El primero, ligado a Alfonso desde su juventud, al menos desde 1243, parece haber tenido una importancia decisiva en las obras astrológicas y mágicas, y estuvo implicado en casi todos los textos en estos dos campos. Su perfil intelectual es el que hoy conocemos mejor, merced en especial a los trabajos de Gerold Hilty. Participó, junto a Isaac ben Sid, en la elaboración de las Tablas alfonsíes, aunque su tarea en esta obra ha sido caracterizada por Julio Samsó como la de un astrónomo de biblioteca. Isaac ben Sid fue, en cambio, el científico de Alfonso X: a él se debe en su mayor parte la traducción de los tratados sobre instrumentos y la redacción de aquellos para los que no existían originales árabes disponibles. Es posible que desarrollara el Tratado del cuadrante señero, para el que no se han descubierto fuentes posibles. Y copió, en 1268, un manuscrito árabe sobre autómatas, quizá construyendo algunos de los mecanismos que en él se detallan. La actuación de estos dos intelectuales fue sin duda brillante. En torno a ellos se sitúan otros colaboradores, que en unas ocasiones trabajaron a su lado y en otras de forma independiente. Con alguna excepción, su perfil intelectual es más difuso. Sólo en el caso de Álvaro de Oviedo, que llevó a cabo la primera traducción al latín del Libro conplido en los iudizios de las estrellas, nos ha llegado una obra personal, y sabemos que trabajó, hacia 1280-1290, para el arzobispo de Toledo, Gonzalo Pérez Gudiel. Es sin duda un individuo que merece un trabajo monográfico, pues puede revelar aspectos interesantes del entorno alfonsí y su relación con otros proyectos contemporáneos.
Mientras que para el caso de las obras científicas y de ciertas traducciones disponemos de estos datos y nombres, para el resto de la producción alfonsí debemos movernos entre conjeturas. Este hecho no parece casual, pero no resulta fácil de explicar. Se diría que los conocimientos técnicos requeridos por los textos científicos propiciaron la mención de sus responsables directos, y también parece que en la mayor parte de las traducciones del árabe se hizo consignar el nombre del traductor o traductores. No así para los textos de raigambre latina, que constituye el fondo cultural de donde proceden las obras legales, historiográficas y poéticas, y que el rey asume sin distancia. En todo caso, pueden ofrecerse algunos nombres que seguramente estuvieron implicados en estos trabajos, aunque sus tareas concretas no puedan delimitarse en la mayoría de los casos. Es muy posible que Jacobo de Junta, que habría dedicado al joven Alfonso las Flores de derecho, tuviera un peso importante en la producción legislativa. Lo mismo se ha sugerido a propósito de Fernando de Zamora, autor de un tratado sobre derecho procesal, y que participó en varias misiones diplomáticas de Alfonso. Por último, un tal maestro Roldán, de quien no se tienen más datos, compuso por orden del rey el Ordenamiento de las tafurerías en 1276, y cabe pensar que participara en otras obras legales.
En cuanto a los textos históricos, sólo dos nombres pueden rescatarse. El de Bernardo de Brihuega, a quien el rey encargó una compilación sobre las vidas de los apóstoles, los mártires y los santos, compilación que está íntimamente conectada con la General estoria. Es probable que el propio Bernardo haya participado en otras fases de esta obra, quizá desde un momento muy temprano, o en otros textos, pues el rey le hizo una donación en Sevilla en 1256. Por otro lado, Juan Gil de Zamora compuso en 1278 una obra histórica en latín para la formación del infante Sancho, titulada De preconiis Hispanie, que muestra a veces una estrecha relación con los trabajos del taller historiográfico alfonsí. El propio Juan Gil es autor de una amplia producción, aún por detallar, editar y estudiar en su mayoría, que muestra otras conexiones con las obras alfonsíes, como sucede con su Liber Marie, en la misma tradición de las Cantigas de Santa Maria. Finalmente, en relación con las propias Cantigas, se han rescatado los nombres de Arias Núñez y de un tal Bonamí, aunque de nuevo desconocemos el papel exacto de estos colaboradores. Sabemos que algunos intelectuales estuvieron ligados a la cancillería, como por ejemplo el italiano Egidio de Tebaldis, por lo que resulta muy probable que quienes trabajaran en la redacción de documentos pudieran haberlo hecho en ocasiones también en la copia de textos, o a la inversa. Sin embargo, es preciso constatar que el propio Egidio es un mero traductor (del castellano al latín), y que la redacción de las obras históricas y legales hubo de precisar de una larga dedicación y de unas competencias bastante especializadas, por lo que no parece probable en principio, al menos de forma general y más allá de la posible copia de manuscritos (por ejemplo, Millán Pérez de Ayllón, de la cancillería regia, copia en 1255 el original del Fuero real), un simple trasvase entre la cancillería y el escritorio regio.
Todo ello tiene que ver también con los lugares donde se llevó a cabo la producción alfonsí. Entre todos los que se han aducido (Burgos, Sevilla, Murcia y Toledo), esta última ciudad parece haber tenido un peso muy significativo, y cabe pensar que allí se encontrara el escritorio regio. Toledanos eran varios de los colaboradores alfonsíes, en Toledo se llevaron a cabo las observaciones astronómicas, y allí se documenta la traducción de algunas obras, como el Libro conplido. Que el rey compensara a sus colaboradores en ciertas ocasiones con posesiones en Murcia o Sevilla parece tener que ver con la disponibilidad de tal patrimonio, pero no presupone necesariamente la residencia fija allí de estos individuos. Por otro lado, aunque tenemos constancia de que la revisión del Libro de la ochava espera se llevó a cabo en Burgos en 1276, donde se encontraba el rey, no cabe pensar que todos los colaboradores se desplazaran con él en todo momento, pues algunas obras requerían de una ingente bibliografía, cuya constante movilización resulta inimaginable. Que algunos colaboradores se desplazaran en algún momento con el rey y trataran de algún texto en particular es algo que coincide con el testimonio de don Juan Manuel, pero sólo debió de producirse en casos puntuales o en las fases de concepción o de revisión de los textos. El hecho de que Alfonso X, al reemprender en Sevilla la Estoria de España hacia 1282, lo hiciera a partir de un borrador bastante primitivo y con un acceso muy parcial a las fuentes, apunta a que el escritorio que había producido esta obra años atrás no estaba de hecho en Sevilla. Las referencias del propio Alfonso en estos años, tanto en su maldición al infante Sancho como en su testamento, a ciertos objetos que habían quedado en Toledo, sugiere que allí se ubicó su escritorio, sólo desplazado a Sevilla a causa de la guerra civil que se inició en 1282 y que confinó al rey en tal ciudad a partir de esa fecha hasta su muerte.
Obra científica
Una preocupación constante del rey, y sin duda distintiva, fue la ciencia, o los diversos discursos que bajo este rótulo pueden agruparse en la Edad Media. El primer texto impulsado por Alfonso del que tenemos noticia fue el Lapidario, rescatado en 1243, cuando contaba con 22 años, y que terminó de traducirse al castellano en 1250. La ciencia alfonsí abarca tres grandes campos: astronomía, astrología y magia. Parte de la tradición científica andalusí, aunque no sólo se compone de traducciones, sino que llegó a alcanzar notables desarrollos originales. Es posible, por otro lado, que deban colocarse también bajo su mecenazgo, como propuso José M.ª Millás Vallicrosa, editor de los textos, las traducciones de dos tratados árabes sobre agricultura, de las que sólo han llegado hasta nosotros algunos fragmentos. La idea motriz de la obra científica alfonsí parece residir en la correspondencia, de amplias resonancias aunque encuadrada en la tradición aristotélica, entre macrocosmos y microcosmos, entre el universo y el hombre. Alfonso X se apoya en esta idea desde una perspectiva práctica, con el objetivo de conocer los secretos del destino y prepararse para afrontarlos en las mejores condiciones, o con el objetivo de transformar la realidad mediante procedimientos mágicos. No debe sorprender en exceso esta confianza en tales proyectos pues, como se ha señalado en más de una ocasión, resulta plenamente coherente con los presupuestos intelectuales de la época. Los textos astrológicos dan la pauta para levantar un horóscopo y para interpretarlo, y la magia alfonsí es en gran medida una magia astral, dirigida fundamentalmente a la construcción de talismanes en las condiciones astrológicas adecuadas.
La producción alfonsí en todos estos dominios es completa y coherente. Encargó la traducción de tres distintos tratados astrológicos (Libro conplido en los iudizios de las estrellas, Libro de las cruzes y Quadripartitum), dos de los cuales (el primero y el tercero) tuvieron una amplísima influencia en Europa a través de traducciones latinas encargadas por el propio Alfonso. Por su parte, los textos mágicos se han conservado muy precariamente, y son conocidos en su mayor parte gracias a traducciones latinas, que tuvieron asimismo una repercusión extraordinaria en la tradición intelectual europea, en especial el Picatrix y el Liber Razielis. Como he señalado antes, Alfonso X ordenó tempranamente la traducción de un Lapidario cuyas fuentes aún no han sido aclaradas. Se trata de un lapidario astrológico, que muestra la relación de las piedras con cada grado de los signos zodiacales, lo que habría de favorecer el aprovechamiento de sus virtudes y propiedades. Junto a este lapidario se conservan otros tres, más breves, pero el Libro de las formas e imágenes, que vendría a ser una summa de esta literatura, se ha perdido, y apenas puede reconstruirse gracias al índice de la obra, lo único que se conserva. Una suerte parecida le cupo al Libro de astromagia, en el que se recogen partes del Picatrix, del Liber Razielis y de otros textos mágicos, y que se ha conservado muy fragmentariamente, pues han llegado hasta nosotros sólo 36 folios. Por fin, Alfonso X ordenó traducir otros textos como una versión de las Cyranides (traducción conservada gracias a una versión francesa del siglo XIV, el Livre des secrez de nature), y el Miftah al-Hikma, un texto de carácter alquímico (traducción conservada también gracias a una versión latina de ella, con el título de Clavis sapientiae).
Las traducciones alfonsíes se relacionan con las formas de trabajo desarrolladas en Toledo anteriormente, entre los siglos XII y XIII, y que dieron a conocer en Europa un corpus filosófico y científico trascendental. Como sucedía en aquellos casos, fueron intelectuales judíos quienes llevaron a cabo las versiones del árabe, y con ellos colaboraban maestros cristianos que mientras en el contexto anterior se habían encargado de la redacción latina, en el caso de Alfonso X parecen haberse ocupado de la capitulación de los textos y tal vez de su revisión. Una diferencia de raíz es obviamente la lengua, pues si las traducciones anteriores se sirvieron en todos los casos del latín, el mecenazgo de Alfonso X determinó el uso del castellano. Por lo demás, el rey no parece haberse servido nunca de traducciones latinas anteriores, y el conjunto de su producción en este sentido resulta bastante diferenciado si se compara con ellas, lo que sin duda apunta a que servía a horizontes bien distintos. Los rasgos de todas estas traducciones, en cuanto a su relación con los originales, aún no son bien conocidos, con la excepción del Picatrix, muy bien estudiado desde que el influyente historiador del arte Aby Warburg reparara en este texto a comienzos del pasado siglo. En general, se diría que los traductores actuaron con cierta libertad, resumiendo cuando lo creían oportuno e incorporando diversos materiales nuevos, aunque el más singular de estos textos parece ser el Liber Razielis, un texto de magia cabalística cuya forma se debería a los colaboradores alfonsíes. Desafortunadamente, las grandes compilaciones, el Libro de las formas e imágenes y el Libro de astromagia, en donde cabría esperar la mayor intervención y originalidad, ya que su diseño es plenamente alfonsí, o bien se han perdido o bien se conservan muy deficientemente, lo que dificulta de forma muy grave su estudio.
La parte más canónicamente científica se cifra en la astronomía, centrada en la observación, en el cálculo de las posiciones planetarias y en la determinación de la hora. La investigación astronómica está íntimamente ligada a los intereses astrológicos, ya que en general servía al objeto de obtener de la forma más precisa los datos para levantar un horóscopo. Sin embargo, este interés, por importante que sea, no parece que pueda agotar plenamente las investigaciones de los colaboradores alfonsíes. Alfonso ordenó efectuar una serie de observaciones entre 1262 y 1272, y encargó la construcción de los instrumentos necesarios a tal efecto, en lo que significaría la creación del primer observatorio del occidente cristiano. Tales investigaciones condujeron a la elaboración de unas tablas astronómicas, las Tablas alfonsíes, que sustituyeron a las Tablas toledanas y que se difundieron en toda Europa, dominando este campo hasta Copérnico. Es posible que en la elaboración de las tablas influyeran, al margen de los astrológicos, motivos simbólicos y políticos, como deja ver el hecho de que el punto de partida de las mismas fuera la creación de un parámetro, tomado del inicio del reinado de Alfonso X, al que sus colaboradores denominaron «era alfonsí». Como señaló Jerry Craddock, existe una estrecha relación entre los parámetros de las Tablas y la nota cronológica del segundo prólogo de las Partidas. Asimismo, las obras historiográficas, cuya redacción se inició en este momento, hacia 1270, se basan en una rigurosa y original estructuración cronológica, fundamentada en el señorío, cuyas implicaciones parecen relacionadas con una aguda percepción del tiempo histórico. Al margen de los problemas en la transmisión de las Tablas alfonsíes, y que sólo es de esperar que se resuelvan con el estudio de la tradición manuscrita, aún por hacer, parece hoy fuera de duda que deban atribuirse al impulso de Alfonso X, aunque en su difusión tuviera un papel muy destacado un grupo de astrónomos parisinos que trabajaron sobre ellas en torno a 1320.
Aparte de las Tablas, la astronomía alfonsí ha legado dos importantes obras, que conocemos además a través de dos códices salidos del escritorio regio: los Libros del saber de astronomía (o Libro del saber de astrología, que es el título alfonsí) y un manuscrito, por desgracia muy incompleto y muy poco estudiado, que recoge la traducción de los cánones y tablas del astrónomo Albateni, la de las tablas de Azarquiel y el Tratado del cuadrante señero, conservado fragmentariamente. Los Libros del saber, sin duda la obra científica mejor conocida actualmente, gracias a los trabajos de la escuela barcelonesa de historiadores de la ciencia, constan de 15 tratados, entre los que se cuentan secciones originales (debidas en su mayor parte a Isaac ben Sid, llamado Rabiçag), adaptaciones más o menos libres de textos árabes o traducciones fieles de tratados en esta lengua. El primero, el Libro de la ochava esfera, consiste en una descripción de las estrellas y constituye una revisión muy intervenida de un tratado árabe sobre las constelaciones. El resto forma una completa colección de instrumental astronómico (esfera, astrolabios, ecuatorio, cuadrante y relojes), del cual sólo una pequeña parte está ligada a la observación, mientras que los demás son computadores analógicos, útiles para la construcción de las tablas, pero también necesarios para la actividad astrológica. Por último, se debe al escritorio alfonsí la traducción de una obra astronómica de carácter teórico, que se ha conservado a través de una traducción latina con el título de De configuratione mundi.
Francisco Bautista Pérez
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Uno de los hechos históricos que más gracia me hacen de Felipe IV es que llegó a prohibir por mandato real que los hombres llevasen la lechuguilla al cuello el 11 de febrero de 1623.
Y me resulta aún más gracioso el pensar que probablemente España se sintiese aliviado con tal medida. No es para menos; imaginaos pasar de un simple cuello a una gorguera con lechuguilla moderada (Carlos I) —que al principio era reconfortante—, y de ahí a una gorguera con cuello alto con una pequeña lechuguilla (Felipe II) hasta la locura de lechuguilla (Felipe III) en la que, si se distraía, le comía la barbilla.
Creo que el impacto es mayor con imágenes.
Aunque en la imagen es Isabel de Portugal quien lleva la gorguera con una lechuguilla moderada, casi inapreciable.
Felipe II, en 1565. La gorguera se encuentra oculta, dejando solo ver la lechuguilla.
La locura máxima... A lo largo de todo su reinado.
Y después esto, el llamado cuello golilla. En otros retratos de Felipe IV, más mayor, se le puede ver con el cuello valona.
Como curiosidad, Felipe IV lo hizo para reflejar esa lucha contra la corrupción del reinado anterior —vamos, el Rey de las buenas ideas que terminaron mal, como Alfonso XIII—, y huir de las tendencias que exportaba Francia, volviendo a refugiarse en la sobriedad.
De hecho, la lechuguilla llegaba a costar a doscientos reales, mientras que la golilla rondaba los cuatro.
#aph spain#hws spain#historical hetalia#(podéis también ver el claro desarrollo de la prenda en el dibujo de «Don Antonio»)#hay muchos escritos en el Siglo de Oro que se burlan de ella#y no es para menos#felipe iv
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Felipe and Letizia retrospective: November 7th
2003: Military exercise by the Defensive Antiaircraft Unit (UDAA) in ‘El Picacho,’ near the village of Mazagon, Huelva.
2004: Launching of the “Almirante Juan de Borbón” navy ship in Muelle Este de Barcelona (1, 2)
2005: Presentation of Infanta Leonor & Official pictures released to celebrate the birth of Infanta Leonor.
2006: Commemorative dinner of the 11th Anniversary of the Project Stela of the Foundation Down Syndrome of Madrid
2007: Inauguration of the new headquarters of the Official Chamber of Commerce, Industry and Navigation of Valencia; Inauguration of the “Visión de España” exhibition & “Valencian Economy Night” dinner
2008: Visited the Spanish troops in Lebanon
2010: Generali Grand Prix of the Valencian Community - Motogp World Championship 2010; Bon Jovi concert in Madrid
2011: Business meeting arranged by the ‘Spanish Chamber of Commerce in Great Britain’ in London; Visited the ‘World Travel Market’ international tourism fair in the ExCeL exhibition centre in London & Gala Dinner arranged by the ‘Spanish Chamber of Commerce in Great Britain’ in London.
2012: Visited the villages of Alcaniz in Teruel & of Caspe in Zaragoza
2013: “Royal Academy of Language” (RAE) ceremony income for Spanish author Carme Riera in Madrid & Military audiences at El Pardo
2014: Audiences at la Zarzuela; Visited the “Una Historia Compartida. Tesoros de los Palacios Reales de España” exhibition in Lisbon, Portugal; Closing of the 2nd Ibero-American Congress of Rare Diseases in Lisbon, Portugal & Visited “Casa dos Marcos” and had a meeting with the leaders of ALIBER (Latin American Alliance of Rare Diseases) in Lisbon, Portugal
2016: Opening session of ‘International Symposium about Carlos III’ at the Aranjuez Royal Palace in Aranjuez.
2017: Israeli President Reuven Rivlin and wife Nechama Rivlin offered a reception in honour of King Felipe and Queen Letizia at El Pardo Palace.
2018: 30th Rey Jaime I awards (1, 2) & Night of the Valencian Economy. (1, 2, 3, 4)
2020: Arrived in Bolivia for the inauguration of new President, Luis Arce Catacora; Met with the Spanish community in Bolivia & Held bilateral meetings with LATAM Presidents
F&L Through the Years: 656/??
#King Felipe#Queen Letizia#Princess Leonor#King Felipe of Spain#Queen Letizia of Spain#Princess Leonor of Asturias#King Felipe VI#Princess of Asturias#King Felipe VI of Spain#F&L Through the Years#November7
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Inventario: 08473
Autor/a: Herrera Barnuevo: discípulo o seguidor; Anónimo
Título: Carlos II niño y sus antepasados
Materia/Soporte: Lienzo
Técnica: Óleo
Dimensiones: Con Marco: Altura = 204 cm; Anchura = 118,50 cm; Profundidad = 5 cm
Sin Marco: Altura = 195 cm; Anchura = 108 cm
Descripción: Vestido con una ongarina con lazos, ropilla y calzones de color gris verdoso. Con la mano derecha sostiene la bengala de general y con la izquierda un gran sombrero con plumas. Sobre el pecho, el tahalí bordado y cadena con el Toisón. El lienzo, derivado directamente del Inv. 8065, acumula una serie de elementos que subrayan el sentido alegórico de la composición, entendido como una exaltación de la monarquía española o, más directamente, de la casa de Austria. Sobre la figura del soberano aparece en el muro un lienzo con el retrato de su madre, Mariana de Austria, encima del cual se muestra un angelito niño que porta la corona real y el cetro. En segundo término, se ve sobre el muro el retrato de Felipe IV ecuestre con la inscripción en el marco "PHILIPUS IIII ISPAGN / REX" y, debajo de él, otros dos retratos que serán, seguramente, el Emperador Leopoldo de Austria y su esposa Margarita, hermana de Carlos II. Bien visible está, a la derecha, un busto del emperador Carlos V sobre una peana con armas, trofeos y dos águilas que sujetan con sus picos el collar del Toisón. Debajo, sobre un bufete, un libro abierto que muestra retratos familiares: "PHILIPUS I / REX; PHILIPUS II ISPAG / REX; PHILIPUS III ISPAG / REX", y dos miniaturas ovales con los supuestos retratos de los Reyes Católicos, aunque en nada se les parecen, que más bien podrían ser Luis XIV y su esposa María Teresa, hermana mayor del soberano. El complejo alegórico se completa con el león hispano que apoya sus garras sobre la bola del mundo bajo la cual hay unas lanzas y, tras él, se advierte un pedestal decorado con un águila trompetera. En primer término, a la derecha, una rica maceta de cerámica con la inscripción "CARLO /SPAGNA" y el escudo de España con castillos y leones.
Iconografía: Carlos II, rey de España; Retrato
Datación: 1670-1675
Contexto Cultural/Estilo: Edad Moderna
Lugar de Producción/Ceca: España (Europa)
Historia del Objeto: Adquirido por José Lázaro en París a finales de 1939 o comienzos de 1940.
Clasificación Razonada: La figura del joven rey, que aparenta unos ocho o nueve años, se relaciona muy directamente con otros ejemplares análogos aunque de calidades muy diversas. Los mejores son el de la Colección real inglesa, en Hampton Court, fechado en 1670, el de la Colección Gil de Barcelona, el del Ermitage de San Petersburgo y el de la propia Colección Lázaro (8065), todos ellos considerados, no sin reservas, obras de Herrera Barnuevo. No obstante, y como señaló ya E. Young, la calidad es algo menor que la de los lienzos comentados y debe considerarse obra de taller o quizás copia realizada por algún artista madrileño menor, aunque no se conoce otro lienzo mejor de idéntica composición que pueda considerarse su original. El rostro del angelito o genio que porta la corona y el cetro se relaciona muy directamente con algunos de los ángeles que pululan por los lienzos de Alonso del Arco; se ha pensado también en José García Hidalgo como posible autor de este lienzo. Pero, con todo ello, es preferible considerarlo anónimo, derivado, sin duda, de Herrera Barnuevo.
Forma de Ingreso: Donación al Estado
Información del Museo Lázaro Galdiano, en la web Colecciones en Red, imagen de mi autoría.
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Don Francisco Alsedo y Bustamante, el héroe santanderino de Trafalgar

Nacido en Santander, el 3 de septiembre de 1758, fue uno de los marinos que murieron durante el combate de Trafalgar, el 21 de octubre de 1805. Vino al mundo en el seno de una familia noble, su padre, Francisco de Alsedo y Agüero, era caballero comendador de la Orden de Santiago, además de coronel de los reales ejércitos de S. M., fue gobernador de Ocaña y de las Cuatro villas de la costa: su madre, que murió cuando él era muy joven, era María Antonia de Bustamante, marquesa de Villatorre y vizcondesa de Cabañas.
Al año siguiente del nacimiento de Alsedo, el 10 de agosto de 1759, se produce el prematuro fallecimiento del rey Fernando VI y la llegada a España, procedente de Nápoles, de su hermanastro Carlos III que, ante la actitud hostil del gobierno británico de William Pitt, estableció con Francia el tercer Pacto de Familia del año 1761, que trajo consigo la declaración de guerra con Inglaterra el 2 de enero de 1762. El 13 de agosto se rinde La Habana a los ingleses y el 22 de septiembre lo hace Manila.
Alsedo recibió sus primeras enseñanzas en el Real Seminario de Nobles, ingresando el 27 de abril de 1774 en la compañía de guardiamarinas de Cádiz. Finalizados los estudios embarcó en el navío “Paula” de la escuadra mandada por el general Arce, condujo un convoy de Cádiz a Cartagena, donde pasó al jabeque “Gamo” de la escuadra del teniente general Pedro de Castejón que el día 8 de julio de 1775 batió las fortalezas de Argel protegiendo el desembarco y posterior reembarco de las fuerzas del conde de Orelly. Finalizadas estas operaciones embarcó la fragata “Santa Marta” y, posteriormente, en el jabeque “Atrevido”, desembarcando el 21 de octubre de 1775 en Ferrol.
Al año siguiente, embarcó en la fragata “Dorotea” navegando por el golfo de México, pasando en 1779 a la fragata “Nuestra Señora de la O” realizando varias comisiones por aquellos mares. En abril de este año, Carlos III decide intervenir junto a Francia en ayuda de las trece colonias inglesas en Norteamérica, que se habían sublevado contra la metrópoli. En el mes de julio de 1779 las tropas españolas inician el bloqueo de Gibraltar.
El 16 de octubre de 1780, Alsedo formó parte de la expedición organizada por el general Bernardo Gálvez, gobernador de la Luisiana, que, al mando del jefe de escuadra José Solano, salió de La Habana para tomar Pensacola y terminar con la ocupación inglesa de la Florida occidental. Un fuerte temporal impidió que se pudiera llevar a cabo la misión. La fragata de Alsedo, que estuvo a punto de naufragar, consiguió regresar a La Habana en compañía de la fragata “Santa Cecilia” y del paquebote “Pío” después de apresar a dos fragatas inglesas que, armadas en corso, navegaban de Jamaica a Nueva York.
En octubre de 1781, regresó a Cádiz y embarcó en el navío “San Vicente” de la escuadra del general Luis de Córdova, donde estuvo hasta el 20 de marzo de 1782 que pasó al navío “San Dámaso”, buque insignia de la escuadra del jefe de escuadra Antonio Osorno, que se incorporó a la del contralmirante conde de Guichen para participar en la expedición a las Islas de la Madera, actuales Islas de la Bahía (Honduras), y Puerto Santo (Venezuela).
Posteriormente, ambas escuadras en unión de la de Luis de Córdova, tomaron parte en la última campaña en el Canal de la Mancha y el 13 de septiembre en el fracasado intento de asalto con baterías flotantes a Gibraltar. En esta última acción, Alsedo resultó herido, al proteger a dichas baterías durante el ataque. A pesar de lo cual, no consintió en retirarse del combate hasta que éste finalizó al día siguiente. Restablecido de su herida, embarcó en el navío “San Pascual” como ayudante del teniente general Juan de Lángara, cuya escuadra partía hacia América. El 21 de diciembre de 1782 fue promovido al empleo de teniente de navío, pero la escuadra de Juan de Lángara no llegó a salir y Alsedo embarcó sucesivamente en los navíos “San Fermín” y “Santa Isabel”, del que desembarcó con licencia para Santander. Terminada la licencia volvió a incorporarse, destinado a los batallones y brigadas de marina, que, por entonces, mandaban oficiales del cuerpo general de la armada. En junio de 1986 fue nombrado alférez de la compañía de guardiamarinas.
A principios de 1787 embarcó en la fragata “Paz” como oficial de órdenes del jefe de escuadra Gabriel de Aristizábal, encargado del mando de los guardiamarinas de la compañía de Ferrol, destinada en la escuadra de evoluciones de Juan de Lángara. El 14 de junio de 1791, Alsedo ascendió a capitán de fragata y embarcó en el navío “Europa” como comandante de los guardiamarinas destinados en la escuadra del general Francisco de Borja. Pasó a Cádiz, embarcando en el navío “Salvador” como primer ayudante, en la escuadra del teniente general marqués del Socorro, José Solano y Bote, participó en la campaña del cabo Finisterre y regresó a Cádiz, sirviendo sucesivamente como ayudante mayor de los generales Gabriel de Aristizábal, Francisco de Borja y Felipe López de Carrizosa. El 12 de julio de 1792 fue nombrado teniente de la compañía de guardiamarinas de Ferrol.
El 15 de mayo de 1793, la Convención Francesa declaró la guerra a España, Alsedo embarcó en el navío “San Eugenio” como mayor general de la escuadra del teniente general Gabriel de Aristizábal, destinada a la América septentrional, teniendo como misión la protección del comercio español y el hostigamiento a la parte de la isla de Santo Domingo que estaba en poder de los franceses, desde donde actuaban los corsarios contra los buques españoles. En la noche del 27 de enero de 1794, Alsedo participó de forma muy activa en la toma del puerto de Fuerte- Delfín (Santo Domingo). Al frente de cuatrocientos hombres, tomó por sorpresa el fuerte de la Boca y la llamada batería de Llars, permitiendo la entrada de una fragata y un bergantín ofrecieron la rendición de la plaza que, capituló a pesar de estar guarnecida por fuerzas muy superiores a las españolas. Regresó a La Habana y continuó prestando servicios, en aquellos mares, durante la guerra con Inglaterra.
El 22 de julio de 1795 se firmó la Paz de Basilea, por la que Francia devolvió a España los territorios conquistados y percibió como contrapartida la parte española de Santo Domingo. El 18 de agosto de 1796 se firmó entre España y Francia el Tratado de San Ildefonso y el 6 de octubre se inició una nueva guerra contra Inglaterra. El 29 de octubre de ese mismo año, Alsedo ascendió a capitán de navío, y el 14 de febrero de 1797, una escuadra española, al mando del teniente general José de Córdova y Ramos fue derrotada en cabo San Vicente por la inglesa que mandaba el almirante John Jervisy en la que se encontraba el comodoro Horacio Nelson. Este mismo mes, el almirante Eliab Harvey se apoderó de Trinidad y fue derrotado en Puerto Rico. En julio Nelson atacó Cádiz y posteriormente Santa Cruz de Tenerife, donde fue rechazado y sufrió la pérdida de un brazo.
El 6 de mayo de este año, 1801, Alsedo tomó el mando del navío “San Ramón” y el día 8 salió de La Habana con la fragata “Anfitrite”, que arbolaba la insignia del brigadier Francisco de Montes, escoltando un convoy para los puertos de Barlovento. Al regresar a La Habana, tras separarse de la “Anfitrite”, se encontró con un navío, dos fragatas y una corbeta inglesas, una de las fragatas le dio alcance y tuvo que batirse en retirada ante la superioridad enemiga, durante la noche se refugió en el placer de la Cruz del Padre en las cercanías del puerto de Matanzas (Cuba) y a la mañana siguiente consiguió entrar en este puerto, donde permaneció bloqueado dos meses y medio hasta que, aprovechando un descuido de las fuerzas que efectuaban el bloqueo, salió rumbo a La Habana escoltando un convoy con un valioso cargamento.
En diciembre del mismo año tomó el mando del navío “Asia”. Al zarpar hacia España, a la salida de puerto, un tremendo temporal dejó al buque desarbolado y con una importante vía de agua que le obligó a entrar en Puerto Rico para repararla. Reparadas las averías salió para Cádiz, trasladándose posteriormente a Cartagena donde el buque entró en obras.
El 27 de marzo de 1802 se firmó la Paz de Amiens, una tregua entre Francia e Inglaterra, que permitió a España recuperar Menorca a cambio de ceder Trinidad a Inglaterra. El 29 de marzo de 1804, Napoleón se convirtió en emperador de los franceses. Godoy se inclinó de nuevo hacia Francia, Alsedo fue nombrado mayor general del departamento de Ferrol y en junio de 1805 tomó el mando del navío “Montañés”, incorporándose a la recién creada escuadra del general Grandallana.
El 14 de agosto salió de la ría de Ares con la escuadra combinada de Francia y España a las órdenes del almirante Villeneuve y del teniente general Federico Gravina con rumbo hacia el canal de la Mancha para tratar de dominar estas aguas mientras las fuerzas terrestres de Napoleón desembarcaban en las islas Británicas.
En la mar avistaron a la flota del almirante francés Allemand que había salido de Rochefort para unirse a la escuadra de Villeneuve. Allemand entró en Vigo el día 16, y la escuadra combinada se dirigió a Cádiz para evitar el enfrentamiento con la que había creído que era una flota enemiga. El día 19 fondeó en la bahía de Cádiz la escuadra, formada por treinta y tres navíos (dieciocho franceses y quince españoles), cinco fragatas y dos corbetas. Napoleón les ordenó salir de puerto y dirigirse al Mediterráneo para junto a la flota que al mando de Salcedo se encontraba en Cartagena, realizar desembarcos en Nápoles y hacer la guerra a ingleses y sus aliados y finalmente entrar en Tolón. Pero los ingleses los bloquearon con una flota al mando del almirante Nelson. Ante lo cual, decidieron esperar a que se presentase una situación favorable para salir. Napoleón impaciente por la tardanza, decidió sustituir a Villeneuve por el almirante Rosily Merós.
Enterado Villeneuvede las intenciones de relevarle en el mando, decidió salir de Cádiz, cosa que hizo el día 20, enfrentándose ambas escuadras el día 21 en el memorable combate de Trafalgar. El navío “Montañés”, al mando de Alsedo, formaba parte de la escuadra de observación, quedando a retaguardia de la línea de batalla, en la que tuvo lugar lo más duro de la pelea. Se batió durante mucho tiempo con un navío inglés de tres puentes que le ocasionó importantes daños. Alsedo recibió el impacto de una bala de cañón en la espalda y murió en el acto, le relevó en el mando el segundo comandante del buque, capitán de fragata Antonio Castaños, que al poco tiempo sufrió la misma suerte, siendo relevado por el teniente de navío Alejo Gutiérrez de Rubalcaba que continuó el combate hasta recibir la orden de incorporase al Príncipe de Asturias, buque insignia de Gravina, con el que navegando en conserva regresó a Cádiz.
El nombre de Alsedo figura en una placa que, por orden del rey Alfonso XII se colocó en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando para honrar a marinos ilustres muertos en combate. En una de las fachadas de la casa-palacio en que nació, en Santander, se colocó en el año 1880 una placa conmemorativa de su nacimiento. En el Museo Naval de Madrid hay un retrato de Alsedo cuando era teniente de navío con uniforme del cuerpo de guardiamarinas de la época, pintado en óleo sobre lienzo.
En honor de Alsedo la Armada ha denominado con su nombre a un bergantín que estuvo en servicio entre 1851 y 1869; un cañonero, en servicio de 1882 a 1898; un destructor, en servicio de 1924 y 1957, y un patrullero, en servicio de 1977 a 1993.
Bibliografía: Elogio de Don Francisco Alsedo y Bustamante, Valladolid Viuda e Hijos de Santander, 1806 Marinos Ilustres de La Provincia de Santander Enciclopedia General del Mar, Barcelona, Ediciones Garriga. Imágenes de WikipediA
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𝙻𝙾𝚂 𝙷𝙸𝙹𝙾𝚂 𝙳𝙴 𝙵𝙴𝙻𝙸𝙿𝙴 𝙸𝙸 𝙳𝙴 𝙴𝚂𝙿𝙰Ñ𝙰-𝙲𝙰𝚁𝙻𝙾𝚂 𝙸 𝙳𝙴 𝙿𝙾𝚁𝚃𝚄𝙶𝙰𝙻
Carlos de Austria y Avis fue el único hijo de Felipe de Austria futuro Felipe II de España con su primera esposa María Manuela de Portugal que era princesa de Portugal. Su madre falleció tras darlo a luz y fue criado por sus tías las infantas María y Juana, pero esta ultima llegaría a ser su favorita y quien mas lo cuido tras marcharse María a Viena para casarse con el archiduque Maximiliano.
Tras su tía Juana marcharse a Portugal para casarse con el príncipe Juan Manuel, Carlos se quedaría con algunos familiares cercanos y no vio a su padre por largos periodos de tiempo. Carlos empezó a desarrollar sus primeros juegos sádicos lastimando a animales pequeños y causando numerosas travesuras peligrosas.
Carlos fue educado en la Universidad de Alcalá de Henares junto al medio hermano del rey don Juan de Austria y su primo hermano Alejandro Farnesio. Sin embargo no fue un buen estudiante y llego a ser una gran vergüenza para su padre.
En un principió el príncipe estaba comprometido con la princesa francesa Isabel de Valois, pero esta acabaría casándose con su padre tras este divorciarse en 1558 de la reina María I de Inglaterra. Tras su fallido compromiso se le busco una nueva prometida y varios nobles ofrecieron a sus hijas, entre ellos el Duque de Florencia Cosme de Medici que ofreció 3 retratos de sus 4 hijas: Lucrecia, Ana y Juana. Carlos se decanto por Lucrecia debido a que le parecía una joven guapa, sumisa y con un aspecto delicado.
La boda entre Carlos y Lucrecia se celebro a principios del 1560 teniendo los prometidos 14 años en el momento de la unión, además de ser nombrados príncipes de Asturias. El matrimonio fue consumado pese a que Lucrecia aun no menstruaba y Carlos llego a decir que le encantaba como su esposa chillaba, gemía y gritaba cuando la penetraba resultándole muy satisfactorio.
Lucrecia no se quedaría embarazada hasta 1561 pese a que los príncipes compartían el lecho hasta 4 veces por noche. Pese a la débil salud de Carlos el y su esposa tuvieron 8 hijos en común:
Carlos II de Portugal (1561-1631) Fue rey de Portugal y segundo rey de la Dinastía Austria. Carlos es conocido como “El testarudo” por su lucha inalcanzable por tener el trono español, pero nunca lo conseguiría. Se caso en dos ocasiones, en primeras nupcias se caso con la archiduquesa María Ana de Habsburgo y tuvieron 3 hijas: Ana, María y Carolina. Al enviudar en 1591 se caso con Ana de Suecia y tuvieron 5 hijos: Carlos III, Enrique, Juan, Fernanda y Renata.
Sebastián de Viseu (1563-1640) Fue Duque de Viseu como segundo hijo y fue conocido como “La serpiente portuguesa” por sus numerosas intrigas palaciegas y pasando entre los bandos de su hermano Carlos II y su tío Enrique V de España. Se caso con su prima Romola de Medici y tuvieron 3 hijos: Renato, Claudia y Manuela. Tras divorciarse en 1599 se caso con su amante Maria de Mendoza y Maria de Silva con la cual ya tenia 6 hijos ilegítimos entre ellos Juan de Viseu.
María de Portugal (1564-1608) Fue Reina consorte de Polonia al ser la segunda esposa de su primo Segismundo III Jagellon y tuvieron 5 hijos: Alejandro, María Casimira, Carlota, Ana Joaquina y Fernando. Murió debido a la tuberculosis.
Manuela de Portugal (1566-1639) Fue duquesa de Ferrara, Modena y Reggio al casarse con Alfonso III de Este, único hijo de Alfonso II. Manuela le dio a su marido 8 hijos: Manuela Catalina, María Enriqueta, Alfonso IV, niño mortinato, Cecilia, Lucrecia, Federico y Antonio.
Lucrecia de Portugal (1569-1610) Fue Duquesa de Urbino al ser la primera esposa de Francesco Maria II della Rovere y tuvieron 2 hijos: Francisco Maria III y Enrique Fernando. Lucrecia falleció a los 41 años por la viruela.
Lorenzo de Guarda (1570-1599) Fue Duque de Guarda por herencia y desempeño una carrera militar. Se caso con Anna Juliana Gonzaga y tuvieron dos hijas: Juliana María y María Teodora. Fue asesinado a los 29 años por unos ladrones mientras regresaba de una noche en taberna.
Juan de Portugal (1572-1575) Fue el ultimo hijo de los reyes y gemelo de Romola. Fue un niño muy delicado y acabo falleciendo a los 3 años de edad.
Romola de Portugal (1572-1582) Fue la gemela de Juan. Su padre decidió que debía convertirse en monja, pero durante su etapa como novicia Romola enfermo de viruela y falleció a los 10 años de edad.
Durante los embarazos de su esposa, Carlos mantuvo varias relaciones extramatrimoniales con sirvientas y prostitutas, teniendo probablemente algunos hijos ilegítimos, pero solo reconoció a dos de estos:
Margarita (1565-1640) Fue condesa consorte de Belchite al casarse con Juan Francisco Cristóbal Fernández de Híjar y Fernández de Heredia con el cual tuvo 8 hijos.
Carlos Enrique (1571-1612) Fue un destacado militar y Duque de Guimarães siendo llamado “el duque bastardo”. Se caso con María de Braganza, hija del Duque Juan I de Braganza y con ella tuvo 5 hijos. Tras su muerte su hijo, Jaime le fue arrebatado el Ducado de Guimarães y le fue entregado el titulo de Conde de Vizela.
Carlos tuvo infinidad de relaciones extramatrimoniales aun que siempre se supo que sentía una gran debilidad por su esposa y conforme sus problema mentales iban aumentando mas se volvía un esposo fiel. El príncipe llego a ser muy impopular por su amor por la tortura y las artes amatorias. Una de sus mayores leyendas negras fue la que cuenta que mantuvo un romance con su tía favorita Juana de Austria cuando esta regreso a España tras enviudar del príncipe Juan Manuel de Portugal. Sin embargo esta leyenda termino cuando Felipe II de España caso a su hermana en 1559 con Constantino de Braganza y tuvo 3 hijos con el.
En 1576 Sebastián I de Portugal nombro a Carlos como su heredero en el trono portugués debido a que el rey se negaba a casarse. El príncipe se mostro ansioso por portar la corona portuguesa al ser hijo de María Manuela de Portugal, pero Felipe II aprovecho esta oportunidad para forzar a su hijo a dejar su titulo como Príncipe de Asturias y heredero al trono español a cambio de ser rey de Portugal. Carlos acepto de mala gana renunciar a la corona de España debido a que quería ser rey y sabía que tenia mas posibilidades de fallecer antes que su padre.
El 13 de noviembre del 1576 fue nombrado príncipe heredero de Portugal junto a su esposa. Sin embargo el pueblo no lo quería a un extranjero como su futuro rey, empezando a ser llamado en un principio “El indeseado”. Tras casi dos años de ser príncipe heredero de Portugal, el rey Sebastián I de Portugal falleció supuestamente en 1578 durante la batalla de Alcazarquivir.
Carlos fue coronado como Carlos I de Portugal en Lisboa junto a su esposa que seria su Reina consorte. Una de las primeras decisiones que tomo fue el de desterrar a su tío abuelo Enrique de Portugal que deseaba quedarse con el trono portugués e incluso se dice que pudo mandar a envenenarlo para quitárselo de en medio, pero el cardenal acabaría falleciendo un año después por causas naturales.
Su reinado fue conocido como “El gobierno del Loco” debido a la gran cantidad de damas bellas que se encontraban en la corte, además de que se implemento los castigos de tortura por cualquier crimen hacia la corona. Carlos fue conocido El rey loco de Portugal ya que mientras avanzaba el tiempo mas era su inestabilidad mental, siendo muy frecuente que llegase a golpear a sus criados y a sus amantes e incluso se cree que asesino cruelmente a una de estas mientras intimaban al ahorcarla con una sabana.
En 1584 llego a la corte portuguesa su prima María Ana de Austria y Mendoza que era la hija ilegitima de su tío Don Juan de Austria. Carlos se obsesiono con su prima y la saco del convento donde había crecido para convertirla en su amante. Aquella relación fue un absoluto escandalo debido a que ambos eran primos paternos, además de ser María Ana una hija ilegitima de un hijo legitimado. Pero al rey poco le importo y le entrego a su joven amante el viejo Señorío de Cadaval, además de darle algunos regalos.
María Ana y Lucrecia de Medici entablaron una buena relación e incluso se dice que entre los reyes y la amante del rey mantuvieron un trío o incluso se llego a pensar que María Ana complacía tanto al rey como a la reina en sus aposentos. Pese a estos rumores la reina y la amante oficial manejaron al rey siendo ellas las que mandaban en la corte lusa, además de atender los asuntos de estado mientras que Carlos I se entregaba a los placeres de la vida.
La amante oficial alumbro a una hija del rey:
María Ana de Portugal (1588-1648) Fue condesa de Tentúgal y marquesa consorte de Ferreira al casarse con Francisco de Melo con el cual tuvo 12 hijos.
Tras el nacimiento de su ultima hija ilegitima, Carlos se distancio de María Ana y esta acabaría casándose con Miguel Luís que era conde de Alcoutim y sexto marques de Vila Real con el cual tuvo 7 hijos.
Carlos llevaba varios años padeciendo de gota y de continuos dolores de cabeza siempre poniéndose de mal humor, además de tener insoportables dolores. Su condición siguió empeorando permaneciendo por varios días en cama y siendo cuidado por su esposa que nunca se aparto de el. El rey dicto su testamento en sus pocos momentos de cordura repartiendo sus dominios entre sus hijos y dejándole a su mujer una gran suma de dinero como agradecimiento por haber estado siempre con el.
Carlos I de Portugal falleció a los 44 años de edad supuestamente por sus continuos ataques de gota o por que el mismo bebió una copa de vino que contenía arsénico muriendo en cuestión de segundos. Fue sucedido por su hijo Carlos II y la Dinastía Austria seguiría reinando por 8 generaciones mas hasta el reinado de Carlota I de Portugal que seria su descendiente.
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Charles of Austria and Avis was the only son of Felipe of Austria future Philip II of Spain with his first wife María Manuela of Portugal who was princess of Portugal. His mother died after giving birth to him and he was raised by his aunts the infantas María and Juana, but the latter would become his favorite and the one who cared for him the most after Maria left for Vienna to marry Archduke Maximilian.
After his aunt Juana left for Portugal to marry Prince Juan Manuel, Carlos would stay with some close relatives and did not see his father for long periods of time. Carlos began to play his first sadistic games by hurting small animals and causing numerous dangerous mischiefs.
Charles was educated at the University of Alcalá de Henares together with the half brother of King Juan of Austria and his first cousin Alexander Farnese. However, he was not a good student and he became a great shame to his father.
In the beginning, the prince was engaged to the French princess Elisabeth of Valois, but she would end up marrying her father after he divorced Queen Mary I of England in 1558. After his failed engagement, a new fiancee was sought for him and several nobles offered his daughters, among them the Duke of Florence Cosimo de' Medici who offered 3 portraits of his 4 daughters: Lucrezia, Anna and Juana. Charles opted for Lucrezia because he thought she was a pretty, submissive young woman with a delicate appearance.
The wedding between Charles and Lucrezia was celebrated at the beginning of 1560 having the promised 14 years at the time of the union, in addition to being named princes of Asturias. The marriage was consummated despite the fact that Lucrezia still did not menstruate and Charles went on to say that she loved how her wife screamed, moaned and screamed when she penetrated her, finding it very satisfactory.
Lucrezia would not get pregnant until 1561 despite the princes sharing the bed up to 4 times a night. Despite Charles's weak health, he and his wife had 8 children in common:
Charles II of Portugal (1561-1631) He was king of Portugal and second king of the Austrian Dynasty. Carlos is known as "El stubborn" for his unattainable struggle to have the Spanish throne, but he would never achieve it. He married twice, in the first nuptials he married Archduchess María Ana de Habsburgo and they had 3 daughters: Ana, María and Caroline. When he was widowed in 1591 he married Ana of Sweden and they had 5 children: Charles III, Henry, John, Fernanda and Renee.
Sebastián of Viseu (1563-1640) He was Duke of Viseu as second son and was known as "The Portuguese Serpent" for his numerous palace intrigues and passing between the sides of his brother Charles II and his uncle Henry V of Spain . He married his cousin Romola de Medici and they had 3 children: Renato, Claude and Manuela. After divorcing in 1599, he married his mistress Maria de Mendoza and Maria de Silva, with whom he already had 6 illegitimate children, including John of Viseu.
María of Portugal (1564-1608) was Queen consort of Poland as the second wife of her cousin Sigismund III Jagellon and they had 5 children: Alexander, María Casimira, Charlotte, Anna Joaquina and Ferdinand. She died due to tuberculosis.
Manuela of Portugal (1566-1639) She was Duchess of Ferrara, Modena and Reggio when she married Alfonso III of Este, the only son of Alfonso II. Manuela gave her husband 8 children: Manuela Catalina, María Enriqueta, Alfonso IV, stillborn child, Cecilia, Lucrezia, Frederick and Antonio.
Lucrezia of Portugal (1569-1610) She was Duchess of Urbino as she was the first wife of Francesco Maria II della Rovere and they had 2 children: Francisco Maria III and Enrique Fernando. Lucrecia died at the age of 41 from smallpox.
Lorenzo of Guarda (1570-1599) He was Duke of Guarda by inheritance and a military career. He married Anna Juliana Gonzaga and they had two daughters: Juliana María and María Teodora. He was murdered at the age of 29 by robbers while returning from a night in a tavern.
John of Portugal (1572-1575) He was the last son of the kings and twin of Romola. He was a very delicate child and he ended up passing away at 3 years of age.
Romola of Portugal (1572-1582) was the twin of John. Her father decided that she should become a nun, but during her stage as a novice Romola was ill with smallpox and passed away at the age of 10.
During the pregnancies of his wife, Charles had several extramarital affairs with maids and prostitutes, probably having some illegitimate children, but he only recognized two of these:
Margaret (1565-1640) she was Countess consort of Belchite when she married Juan Francis Christóbal Fernández de Híjar and Fernández de Heredia with whom she had 8 children.
Charles Henry (1571-1612) He was a prominent military man and Duke of Guimarães being called “the bastard duke”. He married María of Braganza, daughter of Duke Juan I de Braganza and with her he had 5 children. After his son's death, Jaime was taken from him by the Duchy of Guimarães and he was given the title of Count of Vizela.
Charles had countless extramarital affairs even though it was always known that he felt a great weakness for his wife and as his mental problems increased, he became a faithful husband. The prince became very unpopular because of his love of torture and the lovemaking arts. One of his greatest black legends was that he had an affair with her favorite aunt Juana de Austria when she returned to Spain after being widowed by Prince Juan Manuel of Portugal. However, this legend ended when Felipe II of Spain married his sister in 1559 with Constantine of Braganza and had 3 children with him.
In 1576 Sebastián I of Portugal named Charles as his heir to the Portuguese throne because the king refused to marry. The prince was eager to wear the Portuguese crown as he was the son of María Manuela of Portugal, but Felipe II took this opportunity to force his son to give up his title as Prince of Asturias and heir to the Spanish throne in exchange for being King of Portugal. . Charles reluctantly agreed to give up the crown of Spain because he wanted to be king and knew that he had a better chance of dying before his father.
On November 13, 1576, he was named Crown Prince of Portugal along with his wife. However, the people did not want a foreigner like his future king, beginning to be called "The unwanted one" at first. After almost two years of being Crown Prince of Portugal, King Sebastián I of Portugal supposedly died in 1578 during the Battle of Alcazarquivir.
Charles was crowned Charles I of Portugal in Lisbon with his wife who would be his Queen consort. One of the first decisions he made was to banish his great-uncle Enrique from Portugal, who wanted to stay with the Portuguese throne and it is even said that he could have him poisoned to get him out of the way, but the cardinal would end up dying a year later due to causes. natural.
His reign was known as "The government of the Fool" due to the large number of beautiful ladies who were at court, in addition to the punishment of torture for any crime against the crown. Charles was known The Mad King of Portugal since as time progressed, his mental instability was more, being very frequent that he hit his servants and his lovers and it is even believed that he cruelly murdered one of these while they intimidated by hanging her with a sheet.
In 1584 his cousin María Ana de Austria y Mendoza, who was the illegitimate daughter of his uncle Don Juan de Austria, arrived at the Portuguese court. Charles became obsessed with her cousin and took her out of the convent where he had grown up to make her her lover. That relationship was an absolute scandal because both were paternal cousins, in addition to being María Ana an illegitimate daughter of a legitimate son. But the king cared little for me and he gave his young mistress the old Señorío de Cadaval, in addition to giving her some gifts. Maria Ana and Lucrezia de Medici established a good relationship and it is even said that between the kings and the king's mistress they had a trio or it was even thought that Maria Ana pleased both the king and the queen in her chambers. Despite these rumors, the queen and the official mistress managed the king, they being the ones who ruled the Portuguese court, in addition to attending to state affairs while Charles I indulged in the pleasures of life.
The official mistress gave birth to a daughter of the king:
María Ana de Portugal (1588-1648) she was Countess of Tentúgal and Marchioness consort of Ferreira when she married Francisco de Melo with whom she had 12 children.
After the birth of her last illegitimate daughter, Charles distanced himself from María Ana and she would end up marrying Miguel Luís who was count of Alcoutim and sixth marquess of Vila Real with whom she had 7 children.
Charles had been suffering from gout and continuous headaches for several years, always getting in a bad mood, in addition to having excruciating pain. His condition continued to worsen by staying for several days in bed and being cared for by his wife who never left his. The king dictated his will in the few moments of sanity, dividing his dominions among his children and leaving his wife a large sum of money as thanks for having always been with his.
Charles I of Portugal died at the age of 44, supposedly due to his continuous attacks of gout or because he himself drank a glass of wine that contained arsenic, dying in a matter of seconds. He was succeeded by his son Charles II and the Austrian Dynasty would continue to reign for 8 more generations until the reign of Charlotte I of Portugal who would be his descendant.
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LOS EXORCISMOS DE CARLOS II DE ESPAÑA
Carlos II de España, llamado el «Hechizado» (el del cuadro adjunto) fue rey de España entre 1665 y 1700. Hijo y heredero de Felipe IV y de Mariana de Austria, permaneció bajo la regencia de su madre hasta que alcanzó la mayoría de edad en 1675. Aunque su sobrenombre le venía de que pensaban que estaba hechizado o embrujado, como estos reyes llevaban siglos de endogamia, acostándose madre con hijos o nietos con abuelas, parece que el rey padecía síndrome de Klinefelter. Murió sin dejar descendencia, extinguiéndose así la rama española de los Habsburgo, lo que daría pie a que llegaran los Borbones franceses a España.
Como Carlos II no podía tener hijos con Mariana de Neoburgo, los sacerdotes comenzaron a sospechar que la culpa era de la segunda esposa del rey y que lo había endemoniado. Se conoce que eso de que un varón fuera estéril no entraba en la cabeza de la iglesia católica.
Así debió pensar fray Antonio Álvarez Argüelles, un afamado exorcista asturiano con el que se había contactado desde Madrid ante las crecientes sospechas de que sobre el Rey pesaba una maldición. Esto fue lo que escribió, en una carta, este afamado capellán:
“Anoche me dijo el demonio que el Rey se halla hechizado maléficamente para gobernar y para engendrar. Se le hechizó cuando tenía 14 años con un chocolate en el que se disolvieron los sesos de un hombre muerto para quitarle la salud, corromperle el semen e impedirle la generación”. Y, por supuesto, el maleficio era cosa de mujeres, que ya se sabe que los hombres no juegan con el demonio.
Desde luego nadie pensaba que lo que escribió el embajador de Francia, cuando Carlos II de España nació, tenía algo que ver: "El Príncipe nacido parece bastante débil; muestra signos de degeneración; tiene flemones en las mejillas, la cabeza llena de costras y el cuello le supura (…) asusta de feo”. Vamos, que tanta reproducción entre parientes lo había hecho más feúcho que el demonio, ahora sí, y con una buena cantidad de problemas físicos.
Lo cierto es que para que España siguiera teniendo a esta estirpe de reyes, se necesitaba un heredero. Y mira que Carlos II lo intentó con María de Orleans, su primera esposa; pero como no había manera, los curas comenzaron a darle a ella todo tipo de brebajes para que se quedara preñada y acabaron cargándosela de una peritonitis.
Mientras el Rey soportaba todos sus males endogámicos y la imposibilidad de dar a luz un heredero, llegó a oídos de su confesor la fama de un fraile asturiano que tenía el poder de hablar con el diablo, don del que se había valido para exorcizar a unas monjas que estaban "poseídas" (ejem, entrecomillado). Enseguida se solicitaron sus servicios desde Madrid y, por boca del exorcista, el demonio corroboró el encantamiento del Rey: la mala salud de Carlos II se debía a un hechizo de su segunda mujer. Se recetó entonces al monarca la ingesta en ayunas de aceite bendito, aunque pronto la imaginación de los religiosos se inflamó y estos empezaron también a administrarle purgas de huesos de mártires pulverizados, o a colocarle pichones recién muertos sobre la cabeza y entrañas de cordero sobre el abdomen.
Todo valía para practicarle exorcismos. Y un día sí, otro también, Carlos II era exorcizado por la iglesia católica.
Las mejores ideas de los curas llegaron cuando aprovechando que los restos de sus antepasados estaban siendo trasladados al nuevo panteón de El Escorial, se destaparon sus ataúdes y se celebró un exorcismo en donde los cadáveres de su padre Felipe IV, sus abuelos Felipe III y doña Margarita, sus bisabuelos Felipe II y doña Ana, y sus imperiales tatarabuelos Carlos V y doña Isabel, fueron siendo exhibidos ante el enfermo, mientras recriminaban al demonio y liaban la de dios.
La procesión de momias de este exorcismo terminó con el féretro donde se pudría el cuerpo de su amada María Luisa de Orleans, y se dice que el pobrecito Rey ya no se recuperó jamás de la impresión que le produjo tan espantosa visión.
La cosa acabó cuando Mariana de Neoburgo, la segunda esposa, envió a freír gárgaras a todos los frailes, despachando a todos los exorcistas de la corte.
El 1 de noviembre de 1700, día de los difuntos, Carlos II de España estiró la pata.
Las últimas palabras del monarca fueron: “Me duele todo”. Y no es para menos, porque entre sus enfermedades y los exorcismos, lo dejaron fino filipino.
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