#I'D WANNA HOLD YOU JUST FOR A WHILEEEEEEEE AND DIE WITH A SMILEEEEEEEE (8)

[mikrokosmcs]

La  morada  que  parecía  más  humilde  de  lo  que  era,  se  enciende  con  un  solo  comando  y  algunas  pantallas  los  rodean  prontamente,  al  igual  que  un  teclado  holográfico  donde  teclea  con  prisas  porque  sabe  que  cuenta  con  poco  tiempo  y  si  no  lograba  reanimar  el  corazón  de  Suyeong,  moriría  en  su  mesa.  Sus  movimientos  paran  cuando  escucha  la  voz  de  Bulyeong,  haciendo  preguntas  y  hablándole  sobre  la  experiencia  vivida  con  respecto  a  encontrarse  con  quien  era  también  su  hijo,  pero  él  no  lo  sabía.  Sooan  muerde  su  labio  inferior,  negando  con  la  cabeza.  -  —Hiciste  bien  en  traerlo,  soy  la  única  persona  que  puede  salvarlo  ahora…  —  -o  tal  vez  el  mismo  Bulyeong  con  una  transfusión  de  sangre,  pera  el  método  más  fácil  siempre  era  con  un  cordón  umbilical  entre  la  madre  y  el  hijo.  Sooan  alcanza  un  cableado,  tentando  su  propia  muñeca  donde  una  ranura  se  abre  para  conectar  uno  de  los  extremos  del  usb  consigo  mismo,  acercándose  hasta  la  mesa  para  desde  el  otro  lado  observar  al  más  alto.  Se  ve  acongojado,  tal  vez  es  su  instinto  diciéndole  que  el  muchacho  significa  mucho  más  de  lo  que  sabe,  tal  vez  simplemente  era  el  pánico  de  ver  morir  a  alguien  tan  joven  otra  vez.  Pero  lo  encontraba  sumamente  atractivo  inclusive  en  un  momento  tan  tenso,  el  agente.btz  se  mueve  como  desesperado  y  el  sonido  del  metal  hacen  que  Sooan  se  abochorne  por  pensar  en  eso  cuando  poco  tiempo  tenían.  -  —Te  hablaré  de  esto  luego,  ¿sí?  —  -con  cuidado  rebusca  detrás  de  la  oreja  izquierda  de  Suyeong,  tentando  también  para  que  se  abriera  la  ranura  y  sonríe  victorioso,  conectándolo  a  él.  La  luminosidad  se  enciende  desde  su  propio  pecho,  que  inclusive  con  las  ropas  que  llevaba  puestas,  podía  notarse  que  es  el  corazón  que  latía  con  normalidad,  conectándose  con  el  muchacho  orgánico.  La  luz  corría  por  el  cable,  llegando  hasta  el  pecho  de  Suyeong,  donde  el  trozo  de  corazón  que  le  regaló  y  le  trasplantaron  desde  niño,  se  enciende  exactamente  igual  que  el  suyo.  -  —Está  funcionando…  —  -Sooan  siente  las  lagrimas  de  nuevo  en  sus  ojos,  especialmente  cuando  su  pequeño  milagro  hace  un  sonido  de  queja,  pero  su  pecho  comienza  a  subir  y  bajar  con  una  respiración  más  normal.  Es  un  impulso,  es  también  su  instinto,  el  que  le  hace  extender  una  mano  para  tomar  la  cálida  de  Bulyeong,  apretándola,  sintiéndose  acompañado  por  otro  ser  humano  por  primera  vez  en  mucho  tiempo.  Es  pronto  para  cantar  victoria,  pero  es  una  pequeña  batallada  ganada  y  puede  volver  a  mirar  al  otro  a  la  cara,  sin  intensión  alguna  de  soltarlo.  -  —Se  pondrá  bien,  mi  pequeño  milagro…  nuestro  milagro.   

La noche había avanzado demasiado y con ella, la oportunidad de huir se había desvanecido por completo, ahora solo restaba esperar una respuesta del otro lado que no tarda en llegar. Bulyeong siente cómo su corazón se aceleraba aún más, casi como si quisiera escapar de su tórax, mientras la desesperación lo consume pero mantiene el cuerpo del joven apretado contra el suyo, intentando no perder la calma. Escuchar la voz de Sooan a través de videollamadas había sido difícil de soportar, especialmente para alguien cuyo corazón aún está roto y es incapaz de olvidar a esa persona que había marcado su vida, sin embargo nada se comparaba con el impacto de oír esa voz en persona después de años de distancia. La manera en que María pronuncia su nombre logra atravesar el torbellino de emociones en su cabeza y al mismo tiempo, causa otro montón de dudas aparecen. ¿Habrá cambiado en su ausencia? ¿Seguirá conservando esa bella sonrisa que le hacía no perder la fe en un mejor futuro para todos? ¿Será que aún recuerda la promesa que hicieron de jóvenes, de una vida juntos, lejos del dolor? No tiene mucho tiempo para divagar, pues cuando el contrario abre la puesta y logra verlo al fin, siente un pequeño alivio al notar que sigue igual que en sus recuerdos. La mirada del hombre que aún ama y protegió en su momento se clava en él y luego en el muchacho que apenas respira, provocando un temblor en Bulyeong al ver la expresión de terror que no deseaba volver a presenciar.  “¿Sabes quién es?” es lo primero que salió de sus labios al escuchar el nombre, siguiendo los pasos como el más bajo le indica, dejando con cuidado el cuerpo sobre la superficie para que no pierda más sangre. Nota una presencia más y en cuanto gira la cabeza se encuentra con un robot que parece estar vigilándolo. Que extraño, no recuerda que Haneul le mencionara sobre aquello. “Lo encontré en medio de la basura cuando recorría los distritos, no sé qué está pasando… pero sentí el impulso de traerlo a ti, lo siento.” Nuevamente su atención se centra en Sooan y la tela que le ofrece, siguiendo las indicaciones con sus manos temblorosas pero también, evitando hacer más fuerza de la necesaria sobre la herida, temeroso de causar más daño. “No lo haré, María, estoy aquí contigo.” La desesperación en el aire es casi tangible y ahora con un poco más de iluminación repasa las facciones de quién responde a Suyeong, reiterando su punto que no se parece en nada y frunciendo el ceño ante la conexión que experimenta con él. La vida del joven y por lo que siente, una parte de la suya, cuelga de un hilo. “¿Cómo sabes de él…?” ‘Ahora no es el momento adecuado para las preguntas, Bulyeong’ dice su consciencia, pero para él todo esto es… misterioso. “¿Lo has atentado antes?”