#y no se preocupe por eso
Explore tagged Tumblr posts
multishipper-baby · 1 year ago
Text
Pensamiento random pero Derek estaría especialmente sobreprotector con Seba cuando ya esté para finales de su embarazo- ya cuando sea el último mes y esté todo rellenito dbdjdvrkfvdksb
1 note · View note
ellasadsblog · 1 month ago
Text
No tengo un nombre para esto que siento.
Tengo un caos en mi cabeza, el hecho de no saber porque me siento así o quizás si saberlo pero ignorarlo o por el contrario me siento así porque es la única emoción/sentimiento que conozco. Hace mucho no escribía por ese nudo que tengo tanto en la garganta como en el corazón.
Extraño sentir... pero sentir de verdad, no algo efímero, no algo por obsesión. SENTIR DE VERDAD. lo anhelo...
Tengo una tristeza que con el paso de los años se va volviendo mucho mas grande y a veces ni sé qué hacer con ella. Aquí ando detrás de esta pantalla plasmando lo que siento. Me costaba antes poder escribir pero hoy me siento inspirada porque no sé qué hacer con esto que siento, me pesa, me duele, me quema...
Ya el dolor de cabeza no sé si es porque me la he pasado sin comer nada o por todo ese caos que tengo dentro de mí.
La verdad soy tan impulsiva, algo me hiere o me duele y actúo sin pensarlo, actuando como una niñita inmadura que no sabe gestionar lo que siente. Sé que debo sanar, eso esta claro, tengo mucho por sanar...
Nunca sane, solo aprendí a vivir con esto, con las decepciones y desilusiones que me generaron personas del pasado, las del presente y hasta yo misma.
También he caído en cuenta que yo soy la del problema, también hago daño, también desilusiono, también hago las cosas mal. Eso me carcome la cabeza muchas veces porque creí que tenía buen corazón y no, pero tampoco es tan malo. ¿Sabes?. Como decía yo soy un caos que ni yo me entiendo, como voy a esperar que otra persona lo haga también.
El hecho es que quiero amor, quiero amar, quiero que me amen, quiero una relación bonita, con sus altas y bajas... ¿Tan complicado es conseguirlo?
Seguiré trabajando en mí, en aprender a gestionar las emociones, ser mas culta, mas responsable con todos y conmigo misma, ser una buena madre, una buena amiga, una buena hermana, hasta una buena hija (aunque sienta que no lo merecen)...
No quiero volver a sentirme nunca más, nunca más excluida y de ser así, aprender ha irme de ese lugar, aunque no quiera.
Yo valgo, valgo mucho como para estar donde no me quieren tener. Esto va dirigido a todo circulo social.
Ya no tengo más palabras, logre desahogarme un poco. Gracias aquellos que lleguen a leerme y si te sientes identific@, no te preocupes aquí hay alguien que te entiende. En algún momento todo estará en su lugar y seremos efímeramente felices. -Elav<3
105 notes · View notes
walker-skull · 22 days ago
Text
Poker face
Tumblr media
Intenté poner mi mejor cara de póquer y observé a Dante mientras él intentaba hacer lo mismo. Dante ya estaba casi completamente desnudo, sin nada puesto excepto por un par de calzoncillos ajustados. Si bien verlo desnudo era algo que siempre había deseado, estaba planeando algo que fuera mucho más allá de eso.
“Escalera de color”. Tiré las cartas sobre la mesa y vi cómo el rostro de Dante se desvanecía.
—¡Joder! ¿Otra vez? —Bebió un sorbo de vino pensando que había olvidado que estábamos jugando a ese tipo de juego. Lo miré fijamente, esperando a que se quitara la última prenda de ropa—. Bien —dijo, poniéndose de pie y deslizando sus manos dentro de su ropa interior. No voy a mentir, había estado ocultando una erección desde que se quitó la camisa, pero ahora se estaba volviendo insoportable. Su polla se movió hacia adelante y se rió mientras yo prácticamente me quedaba con la mandíbula abierta.
"Perdón por mirarte fijamente, pero maldita sea, eres..."
"Amigo, juguemos. La última mano". 
—Muy bien. ¿Qué te parece si apostamos algo más grande? —Bebí un trago de mi propio vino y lo observé para ver su reacción. Era evidente que estaba interesado, de lo contrario no habría indagado más.
"¿Como?"
“Como tu cuerpo”, dije.
"¿Qué quieres decir?"
—Lo único que tienes que hacer es decir que sí. Sé aventurera. —Sonreí y la base de mi vaso golpeó la mesa de madera. Lo volví a colocar en su lugar y me apoyé en mis rodillas, esperando una reacción—. Esta vez iré con calma.
—Está bien, lo que sea. —Se encogió de hombros. Eso era todo lo que necesitaba. Si ganaba esta ronda, lo cual definitivamente haría, entonces él sería todo mío. 
Se repartieron las cartas y el juego continuó. Lo observé con los ojos brillantes. Se dieron vuelta las últimas cartas y dejé que él las colocara. Estaba confiado a pesar de que solo era una escalera.
—¿Qué tienes? —Se inclinó hacia atrás, con su pene flácido expuesto y su cuerpo resplandeciente.
—Flush —le guiñé un ojo y las cartas cayeron sobre la mesa. Dante gimió mientras tomaba otro sorbo y luego se rió entre dientes.
—Entonces, ¿qué vas a hacerme? Nada de tonterías de gays. —Bebió un sorbo de vino. 
—No te preocupes. No te importará. —En un instante, salté sobre él y mi cabeza se hundió en su pecho. Dejó caer la copa de vino y forcejeó mientras yo desaparecía dentro de su torso. De vez en cuando salía y me movía dentro de él para ponerme cómodo, su rostro estaba congelado por la sorpresa. Todo su cuerpo se tambaleó alrededor del sofá mientras yo luchaba por controlarlo, encajando dentro de sus extremidades. Flexioné los dedos y sonreí cuando gané, sentándome y mirando hacia abajo a mi repentina erección.
—Mierda, esto es jodidamente caliente —dije, agarrando mi nueva polla y acariciándola. Temblé mientras se me ponía la piel de gallina. De pie, me miré a mí misma, bombeando mi miembro y flexionándolo. Siempre había querido estar dentro de su cuerpo y ahora que lo estaba era lo mejor que me había pasado en la vida. Gruñí, acariciando mis bolas mientras sentía que me acercaba cada vez más al borde, mis abdominales se flexionaban mientras mi saco se tensaba. 
Tumblr media
—¡Joder, sí, oh, mierda! —grité, flexionando el torso mientras me corría. Seguí corriéndose también, estirando la mano para agarrar mi pectoral y apretarlo mientras lo vaciaba.
Tumblr media
137 notes · View notes
xlomimi · 7 months ago
Text
Shy Girl. Capítulo 29: I Can See You
¡Hola! voy a publicar el capítulo de mi fanfic sin censura. Tuve que censurarlo por las nuevas políticas de Wattpad. Espero que les guste <3
ミ★ '𝘊𝘢𝘶𝘴𝘦 𝘐 𝘤𝘢𝘯 𝘴𝘦𝘦 𝘺𝘰𝘶 𝘸𝘢𝘪𝘵𝘪𝘯' 𝘥𝘰𝘸𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘩𝘢𝘭𝘭 𝘧𝘳𝘰𝘮 𝘮𝘦 
𝘈𝘯𝘥 𝘐 𝘤𝘰𝘶𝘭𝘥 𝘴𝘦𝘦 𝘺𝘰𝘶 𝘶𝘱 𝘢𝘨𝘢𝘪𝘯𝘴𝘵 𝘵𝘩𝘦 𝘸𝘢𝘭𝘭 𝘸𝘪𝘵𝘩 𝘮𝘦★彡
—Reg... —susurró Reese para comprobar si su novia seguía despierta.
Luego de fallida fiesta en casa de Carly, Hal los había enviado a dormir. Una hora más tarde, Reese se encontraba recostado en su cama con la cabeza de su novia en su pecho mientras Malcolm y Dewey dormían en la cama de dos plazas junto a ellos.
Al oírlo llamarla, Regina movió la cabeza del pecho de Reese para colocarla en la almohada, lo que le permitió conectar sus ojos con los suyos.
—¿Qué pasa? —susurró Regina con algo de cansancio.
—Estaba pensando en lo que dijiste... —dijo Reese misteriosamente.
—¿Qué dije? —murmuró Regina, cerrando los ojos con demasiado sueño como para recordar cualquier cosa.
—Que también quieres que lleguemos hasta el final —le recordó Reese con una sonrisa, llevando su mano a su mejilla para acariciarla.
—¿Qué hay con eso? —preguntó Regina sonriendo con los ojos cerrados al sentir la caricia de Reese.
—Bueno... estamos en una cama... —insinuó Reese. Sorprendida, Regina volvió a abrir los ojos para encontrarse con la sonrisa traviesa de su novio.
—No vamos a hacer eso ahora —susurró escandalizada. Al instante, Reese quitó la mano de su mejilla y la miró como si le hubiera mentido.
—Dijiste que no me detendrías si lo intentaba —respondió Reese en otro susurro.
—Pero en la situación adecuada, no en la habitación con tus hermanos en la cama de al lado —replicó Regina mirándolo como si estuviera loco. —Duérmete —susurró volviendo a cerrar los ojos. 
—¿Cuándo es la situación adecuada? —preguntó Reese con impaciencia, ignorando su pedido.
—No lo sé... —murmuró Regina abriendo los ojos con un pequeño bostezo. —Mañana mis padres no estarán en casa...
—Tus padres nunca están en casa en la tarde —respondió Reese sin ver la novedad. 
—Sí, pero siempre tengo que cuidar a Alec. Mañana tiene práctica de futbol, así que... —dijo Regina esperando que él complete la frase.
—Tendremos la casa solo para nosotros —comprendió Reese con una sonrisa de emoción. —Pero, ¿Tenemos que esperar hasta mañana? —preguntó Reese con tono de queja. —No voy a poder dormir pensando en eso —agregó mirándola con cara de perrito mojado. Luego de un momento en el analizó la expresión de su rostro, Regina suspiró.
—Ten —murmuró Regina finalmente, tomando una de sus manos y pasándola por debajo de la remera que Reese le había prestado para dormir para colocarla sobre uno de sus pechos. Al tocarlo, el rostro de Reese se iluminó. —Diviértete con eso —dijo volviendo a cerrar los ojos con la intención de continuar durmiendo.
Sonriendo como un niño con un nuevo juguete, Reese acomodó la palma de su mano de modo que cubriera el pecho izquierdo de Regina por completo. Al inicio se conformó con mantenerla allí, observándola tratar de dormir. Luego, comenzó a acariciarlo con el pulgar en círculos, sonriendo aún más al verla amagar una sonrisa sin dientes varias veces por la sensación que le provocaba. Eventualmente, decidió que era momento de estrujar suavemente su pecho. Fascinado por la sensación, Reese rio tontamente y repitió la acción riendo luego de cada pequeño apretón. 
Sin poder dormir al oír su risa, Regina abrió los ojos y lo observó reír con una sonrisa de diversión. —¿Qué es tan gracioso? —preguntó. 
—Es muy suave, es divertido tocarlo —explicó Reese en un susurro, riendo tontamente sin dejar de masajear su pecho, lo que la hizo reír también. 
—Lo sé —respondió Regina susurrando entre risas. —A veces lo hago también—admitió.
—No te preocupes, yo lo haré por ti —susurró Reese guiñándole un ojo con una media sonrisa, por lo que Regina tuvo que taparse la boca para no despertar a Malcolm y Dewey con su risa. —¿Puedo? —preguntó posando su mano libre en el borde de su remera mientras continuaba masajeando su pecho con la otra.
—Sí —accedió Regina, permitiendo que Reese pase su mano por debajo de su camiseta. Sin quitar una mano de su pecho izquierdo, emprendió un camino lento con la otra deslizando sus dedos desde su muslo hacia su seno derecho. Regina se estremeció al sentir las caricias de Reese subiendo lentamente. —Reese... —murmuró. Tal vez no había sido tan buena idea dejar que Reese juegue con sus pechos si quería dormir. 
—¿Si? —preguntó Reese con una sonrisa burlona al verla estremecerse al tacto, deteniendo su mano en su abdomen para dibujar círculos con su dedo índice a la vez que hacía lo mismo con su otra mano en su pecho. 
—Deja eso para mañana —susurro Regina con una sonrisa de disculpa, colocando su mano sobre la de él para detener las caricias en su abdomen. 
—Está bien, si es lo que quieres me detendré —respondió Reese riendo, dejando su mano reposar sobre su abdomen. —¿Pero puedo seguir haciendo esto? —preguntó apretando suavemente su pecho con la otra mano, volviendo a reír tontamente al hacerlo. Contagiada por su risa, Regina trató de responder que sí podía si la dejaba dormir, pero ambos se quedaron helados al oír una voz en medio de la penumbra.
—¿Quieren dejar de reírse? —escucharon a Malcolm quejarse en un susurro para no despertar a Dewey. Rápidamente Reese quitó ambas manos de debajo de su remera y se giró con cara de pánico hacia su hermano apoyándose sobre su codo, mientras Regina se escondía detrás de su espalda entre las sábanas sintiendo sus mejillas arder. —Son las... —continuó quejándose Malcolm, sentándose contra el respaldo de su cama y echándole un vistazo al reloj. —...dos de la madrugada, duerman y dejen dormir. 
—¿Qué escuchaste? —preguntó Reese alarmado, ignorando todas las quejas de Malcolm. 
—Solo me despertaron con sus risas, no oí más n... —explicó exasperado, pero se interrumpió abruptamente al percatarse de la expresión de preocupación de su hermano y la timidez repentina de Regina. —¿Por qué? —preguntó Malcolm con los ojos muy abiertos. 
—Por nada —respondieron rápidamente Reese y Regina. 
—Voy a dormir, estoy muy cansado... —agregó Reese, levantando un poco la espalda para volver a acomodarse junto a Regina bajo la mirada perpleja de Malcolm. —Buenas noches —concluyó la conversación dándole la espalda a su hermano y pasando sus manos por la cintura de Regina para dormir por fin. 
Aún sorprendido, Malcolm volvió a recostarse mirando hacia el techo. Retorciendo las sábanas entre sus puños, no podía dejar de pensar en lo que acababa de ocurrir. —Ellos no estaban... —trató de hablar con el lector para eliminar la extraña presión que sentía en el pecho. —No creo que ellos... —murmuró, pero volvió a dejar la frase en el aire. —¿Saben qué? No me importa —dijo finalmente en un intento por quitarle importancia, volviendo a recostarse de lado para dormir. 
•••
—No te limpies las manos en tu remera —reprendió Regina a Reese durante el desayuno, levantándose de su asiento para mojar una servilleta y limpiar la mancha de jarabe de su camiseta. Apenas se dio la vuelta, Reese volvió a hacerlo observando de reojo que no lo notara. 
—Hazle caso a Regina, hijo —dijo Hal, mientras Regina se paraba junto a Malcolm, que buscaba jugo en la heladera, para mojar la servilleta en la pileta de la cocina. —Siempre tienes que usar una servilleta —dijo asintiendo con la cabeza mientras se limpiaba los dedos en la servilleta que llevaba colgada en el cuello de su camisa para no mancharse. 
Girando nuevamente con la servilleta mojada, Regina observó asqueada como Malcolm bebía jugo del pico de la botella para luego pasárselo a Reese, que prácticamente eructó sobre la botella antes de pasársela a Dewey. 
—¿Puedo usar un vaso? —preguntó Dewey igual de asqueado que Regina, sin aceptar el jugo. 
—No, nada que requiera lavarse —respondió Hal con seriedad. 
Entre tanto, Regina volvió a sentarse entre Reese y Dewey para poder frotar la servilleta humedecida sobre la mancha de jarabe en la remera de Reese. Al ver que había una mancha que no estaba antes de que se levantara, Regina lo miró con fastidio, pero él fingió no notarlo. 
—¿Quieres jugo, linda? —preguntó Reese ofreciéndole la botella de jugo. 
—Mmm... no, gracias —respondió Regina arrugando la nariz con asco mientras continuaba limpiando su camiseta. 
—¿Por qué te da asco? Compartimos saliva todo el tiempo —la cuestionó Reese, insistiendo en entregarle la botella de jugo. 
—Pero no comparte saliva conmigo —replicó Malcolm, sentado frente a ellos. 
—Le eructaste al pico de la botella —replicó Regina a la vez, dejando la servilleta a un lado al ver que la mancha ya no estaba. Al levantar la vista se percató de que Reese se acercaba a ella peligrosamente con una sonrisa de picardía. —¡Que ni se te ocurra! —exclamó asqueada, posando una mano en su mejilla para alejarlo de su rostro. Estaba segura de que pretendía eructar cerca de ella. 
 —Basta, niños —los reprendió Hal, quitándose la servilleta del cuello de la camisa para limpiarse las manos. —Limpiemos la mesa —propuso tirando la servilleta sobre  la mesa con todos los platos descartables. 
Al instante, Dewey y Reese se levantaron para buscar una bolsa de basura de un cajón de la cocina, mientras que Hal y Malcolm comenzaron a juntar los platos descartables. Sin conocer la nueva dinámica, Regina se levantó de su asiento para facilitarles el paso, viendo como Reese y Dewey sostenían la bolsa abierta para que Malcolm y Hal pudieran tirar allí todo lo que usaron. Cuando terminaron, Regina se acercó a los chicos para quitar todas las migas de la mesa, limpiándola realmente. 
—Ah, hablé con su madre anoche —comentó Hal abriendo la heladera mientras ellos terminaban de limpiar la mesa. — A todos los extraña mucho y volverá pronto —dijo con una sonrisa. Al oírlo, sus tres hijos voltearon a verlo con expresiones de pánico, por lo que Regina contuvo una carcajada. 
—¿Cuándo? —preguntó Reese alarmado. 
—Unas semanas —aclaró Hal, por lo que sus hijos suspiraron aliviados mientras Regina se reía de ellos. Sonriendo más relajado, Reese tomó la mano de Regina con la intensión de caminar juntos a la escuela. —¡Ah, Reese! —exclamó Hal, haciendo que se detengan para voltear a verlo con Malcolm junto a ellos. —Quiere que limpies las hojas del techo de la cochera cuando regreses de la escuela. 
—¡¿Qué?! —exclamó Reese abriendo mucho los ojos, a la vez que Regina juntaba las cejas y tiraba la cabeza levemente hacia atrás. —¡Pero hoy es el único día que los padres de Reg no están en casa al mismo tiempo que Alec! —replicó Reese. Sintiendo que sus mejillas enrojecer por la vergüenza, Regina apretó su mano levemente para llamar su atención. Al conseguir conectar sus ojos con los suyos, le lanzó una mirada de pánico para que notara lo que acababa de decir. —N-no podremos hacer la tarea —agregó Reese girándose nuevamente hacia su padre en un intento por arreglarlo, pero hasta Dewey lo miraba con incredulidad. 
 —Reese, tu madre... —comenzó a sermonearlo Hal, haciendo la vista gorda ante lo evidente, pero fue interrumpido por las quejas de Reese. 
—¡Esto no es justo! —gritó Reese. —¡Mamá no puede controlarnos si ni siquiera está aquí! 
—Nadie está siendo "controlado" por tu madre —dijo Hal levantando las manos como si lo que acabara de oír fuera una ridiculez. —Por ejemplo, yo invité a un viejo amigo esta noche y aunque no le diremos nada a su madre, ¡No significa que nos controle! —aclaró Hal riendo nerviosamente. —Repito, su madre jamás debe saber esto y eso te incluye, Reg —dijo Hal con tono de advertencia. —Y a ustedes les caerá muy bien Larry, éramos inseparables en la preparatoria. Pero en serio, su madre no debe averiguar que estuvo en la casa —repitió con más enojo. 
Sin responder, Reese abandonó la cocina con fastidio tirando de la mano de Regina a su paso. Aún desconcertada y avergonzada porque Reese prácticamente había gritado frente a la mitad de su familia que pretendían intimar esa tarde, ella dejó que la arrastre con él sin protestar con Malcolm a unos pasos por detrás.
Los tres salieron de la casa y caminaron en silencio por lo menos tres cuadras. Reese estaba demasiado irritado como para hablar. Había fantaseado con mantener relaciones sexuales con Regina desde antes de que iniciaran su noviazgo y su madre se las arreglaba para arruinarlo aún a la distancia. Caminando de la mano con él, Regina mantenía la vista fija en el piso mientras se carcomía internamente por la vergüenza que sentía. En cambio, Malcolm los observaba con diversión.
—Reg, pareces un tomate —se burló Malcolm, ganándose una mala mirada de la pareja.
—Cállate, Malcolm —dijeron ambos entre dientes.
•••
—Hola, tomatito —se burló Madison al ver a Regina entrar en la clase de Literatura junto a Reese con las mejillas coloradas.
—Cierra el pico, North —dijo Reese caminando hacia ella con enojo. Sabía que Regina empeoraría si seguían mencionándolo, solo quería que estuviera bien e iba a pelear con cualquiera que se lo impidiera. Pero Regina lo tomó de la muñeca para detenerlo.
—Está bien, amor, es un chiste —sonriendo levemente para que no le diera tanta importancia.
—Sí, Puercoespín, no saques las púas —se burló Madison para hacerlo enojar más, por lo que Regina le lanzó una mirada de fastidio.
—No ayudas, Maddie —se quejó Regina, empujando a Reese hacia el fondo del aula para que se siente en su lugar, muy alejado de Madison. —Volveré contigo en un momento —dijo besando su mejilla al llegar junto a sus asientos. —¿Si? 
—Está bien... —respondió Reese a regañadientes, sentándose en su banco escolar. Seguía de muy mal humor luego del pedido de su madre, así que simplemente se quedó mirando hacia la ventana con el ceño fruncido mientras su novia se alejaba de él.
—¿Qué le pasa al Puercoespín? —preguntó Madison cuando Regina se sentó provisoriamente en el asiento detrás de ella. —No discutíamos desde esa vez que te tiró del cabello.
—Está enojado porque no podremos vernos en la tarde, su mamá le pidió que limpie el techo de la cochera —explicó Regina haciendo una mueca.
—¿Eso es todo? —preguntó Madison, inconforme con la respuesta. —Ayúdalo a limpiar, problema resuelto.
—Es que íbamos a ir a casa... —trató de que entendiera sin dar muchos detalles, pero Madison seguía mirándola como si ella y Reese hicieran un drama por nada.
—¿Y? Cambien el plan —respondió Madison como si fuera obvio.
—No estás entendiendo —dijo Regina negando con la cabeza suavemente antes de inclinarse hacia ella. Intrigada, Madison imitó la acción. —Mis padres y Alec no estarán en casa esta tarde, así que queríamos... —explicó bajando el tono de voz, pero dejó la frase en el aire asumiendo que su amiga entendería.
Al ver que el rubor volvía a aparecer en las mejillas de Regina, Madison la miró boquiabierta, acababa de comprender la situación. —¡Ah! ¡Hubieras empezado por ahí! —exclamó Maddie, riendo por lo mucho que le costaba a Regina hablar de eso. —O sea que les arruinaron el primer se...—comenzó a decir en un tono demasiado alto a criterio de Regina, por lo que la interrumpió rápidamente.
—¡Shhhh! —exclamó Regina moviendo sus manos delante de ella para que guardara silencio. Madison volvió a reír. —No quiero que todo el mundo se entere —susurró escandalizada, haciéndola reír aún más.
—¿De qué? —preguntó Carly, sentándose en su lugar habitual al entrar al aula, justo al lado del asiento que ocupaba Regina en ese momento. 
—Luego te cuento —respondió Regina sin querer hacer tanto escándalo al respecto allí, pero ya era tarde. 
—Reg y el Puercoespín quieren hacer ñiqui ñiqui —respondió Madison a la vez bajando el tono de voz para no se molestara, pero aún así recibió una mala mirada de Regina. —¿Qué? 
—¿Tienes que decirlo así? —murmuró Regina jugando con el anillo de su mano sintiendo cada vez más calor en sus mejillas. Entre tanto, Carly soltó un suspiro de sorpresa y cubrió su boca para evitar gritar de emoción. 
—¡Yo lo predije! —exclamó alegremente Carly, por lo que Regina y Madison la observaron confundidas. —Cuando Reese trataba de llamar tu atención tirando de tu cabello el año pasado. ¡Yo lo dije! ¡Sabía que cuando fueran novios no te quejarías cuando tirara de tu cabello! 
—¿De qué estás hablando? Nadie dijo nada de eso —replicó Regina extrañada. —Ni siquiera lo hicimos aún, mucho menos tiró de mi cabello —agregó bajando el tono de voz nuevamente. 
—Aún no, pero cuando lo haga, te gustará —respondió Carly guiñándole un ojo. 
—Pero si tú no lo has hecho, no lo sabes —respondió Regina dejando salir una pequeña sonrisa.
—Pero yo sí y sí, te gustará —dijo Madison riendo al final.
—¿Anthony te...? No, espera, no quiero saberlo —dijo Regina arrugando la nariz y negando levemente con la cabeza, haciendo reír a sus amigas.
•••
—Pimpón es un muñeco muy ¡Au! —gritó Dewey cuando otra piedra cayó sobre su pie. Mientras era obligado a cantar y bailar vergonzosamente, Reese le lanzaba piedras a su hermanito con una resortera gracias a la falta de supervisión paterna. —... muy guapo y de cartón ¡Au! —continuó cantando, pero otra piedra impactó contra sus pies. —...se lava la ¡Au! ...la carita con ¡Au! ...con agua y con... —esta vez fue interrumpido por el sonido del teléfono sonando.
—Te toca —dijo Reese para que respondiera mientras él colocaba una piedra sobre la resortera.
—¿Hola? —dijo Dewey al responder el teléfono, pero su expresión se tornó preocupada al levantar la vista. Frente a él, Reese apuntaba con la resortera directo en su cara.
—¡Hola, Dewey! —dijo alegremente Regina del otro lado del teléfono. —Podrías decirle a Re...
—¡Mamá! —gritó Dewey, interrumpiendo a Regina. Al instante, Reese escondió la resortera detrás de su espalda, asustado como si su madre pudiera percibir a distancia lo que le hacía a su hermano.
—¿Me acabas de llamar "mamá"? —preguntó Regina confundida en el teléfono.
—Estamos bien. —dijo Dewey, fingiendo hablar con su madre ante la mirada preocupada de Reese. 
—¿Qué? —preguntó Regina cada vez más confundida. 
—Sí, le preguntaré —continuó fingiendo Dewey —Mamá quiere saber si ya barriste la cochera —preguntó a Reese. 
—¡¿Me canceló por eso y no lo está haciendo?! —exclamó Regina indignada. 
—¡Ya voy! —escuchó gritar a Reese del otro lado del teléfono mientras Dewey sonreía complacido, acababa de encontrar la forma de defenderse de su hermano mayor. 
—¿Quieres decirme qué ocurre? —preguntó Regina a Dewey asumiendo que su novio había corrido a limpiar las hojas del techo de la cochera. 
—Mamá no está y papá trabaja. La casa es una anarquía y soy el eslabón más débil, tengo que defenderme —respondió Dewey, observando a Reese salir corriendo de la casa para ir a la cochera. 
—Entiendo... —dijo Regina con un pequeño suspiro. —¿Qué te hizo Reese? 
—Me lanzó piedras con una resortera —explicó Dewey entre dientes.
—¡¿Qué?! —exclamó Regina entre sorprendida y enojada. —Lo voy a matar —murmuró para sí misma. Al oírla, Dewey abrió mucho los ojos asustado.
—¡No le digas nada! —dijo Dewey desesperado.
—¿No quieres que le diga que no te haga daño? —preguntó Regina sorprendida, eso no se lo esperaba.
—Si le dices sabrá que tú llamaste y perderé la única forma que tengo de defenderme. Por favor no le digas —insistió Dewey con tono de súplica. Regina lo pensó por un momento, pero finalmente cedió. 
—Está bien, no te mencionaré. Dile que llamé luego de tu mamá y que iré en dos horas —pidió Regina
—¡Gracias, Reg! —dijo Dewey alegremente antes de colgar.
•••
—No olvides limpiar las hojas de mi techo sin importar los planes que tengas con tu novia porque soy una vieja mala —se quejaba Reese dos horas más tarde sentado en su cama, imitando a su madre con enojo mientras Regina limpiaba la herida de su codo conteniendo una pequeña risa. Acostado en su propia cama, Dewey observaba a Reese con una sonrisa regodeándose de su sufrimiento discretamente. —¿Qué importa si está mojado y resbaloso? El techo tiene que estar limpio porque soy mala... 
—Reese, te resbalaste por pelear con un gato —dijo Regina sin poder evitar reír, ganándose una muy mala mirada de su novio. 
—¿Te burlas de mí? —preguntó Reese alzando una ceja con una media sonrisa. 
—¿Yo? ¡Jamás! —exclamó Regina fingiendo inocencia justo en el momento en el que oyeron el sonido del teléfono proveniente de la cocina. —Solo te estoy cuidando... —agregó levantando el codo de Reese y dejando un besito suave sobre la curita que le acababa de poner, para luego dedicarle una sonrisa de inocencia.  
—¡Yo contesto! —gritó Dewey antes de salir corriendo hacia la cocina, entrecerrando la puerta a su paso. Apenas cruzó la puerta, Reese inclinó levemente su cuello para comprobar que Dewey no estuviera cerca. Luego de comprobarlo, tomó una de las piernas de Regina para atraerla más hacia él y la colocó sobre su regazo mientras que la otra se mantenía detrás de su espalda, por lo que sus piernas rodeaban la cadera de Reese.  
—No... yo sí creo que te burlas de mí —dijo Reese con tono divertido, deslizando su mano derecha por la pierna de Regina que mantenía en su regazo desde la rodilla hasta el muslo.  
—Mmm... no sé qué te hace pensar eso... —respondió Regina juguetonamente, pasando sus brazos alrededor de su cuello y cruzando sus piernas alrededor de su cadera. —Simplemente mencioné que el gatito parecía el chico malo entre los dos —agregó manteniendo su tono inocente, pero con una sonrisa burlona en su rostro. 
—Ah, ¿Eso crees? —preguntó Reese con una sonrisa traviesa, lo había tomado como un desafío. —Veremos si sigues pensando que el gato es más malo que yo luego de que haga esto —en un instante, Reese hundió su rostro en el cuello de Regina para comenzar un camino de besos hasta su clavícula mientras continuaba acariciando el muslo de su pierna derecha. Sabía que sentía muchas cosquillas en esa zona y había conseguido el efecto deseado. Sin poder evitarlo, ella rio a carcajadas al sentir los labios de Reese recorrer su cuello. 
En un intento por evitar que continúe torturándola, Regina posó las manos sobre sus hombros y trató de alejarse de él tirando la espalda hacia atrás, pero no fue suficiente. Debido a la fuerza que Reese aplicó para mantener los labios en su cuello, Regina cayó de espaldas en la cama riendo cada vez más fuerte con su novio sobre ella dejando suaves besitos en su cuello y dibujando círculos en su muslo izquierdo. 
Lentamente, Reese comenzó a llevar sus besos desde su cuello a su mandíbula, luego de su mandíbula a su mejilla y, finalmente, unió sus labios en un beso desesperado. Sin dudarlo, Regina correspondió el beso acercándolo más a ella por el cuello. En medio del beso, Reese deslizó su mano por su pierna hacia el borde de su blusa. Aún sobre la tela, Reese acarició su abdomen como pidiendo permiso en silencio para meter una mano debajo de su blusa, lo que la hizo volver a la realidad. Rápidamente, separó sus labios y colocó una mano sobre la de Reese, evitando que continuara su camino hacia sus senos.  
—¡Espera, espera! —dijo Regina bajando el tono de voz a pesar de que no había nadie en la habitación. Sin comprender por qué lo detenía, Reese alejó un poco su rostro del de Regina esperando su explicación. —Dewey volverá en cualquier momento... 
—¿Quieres que vayamos al armario? —preguntó Reese en broma, sonriendo burlonamente. Riendo, Regina le dio una pequeña palmadita en el hombro, lo que también lo hizo reír. Justo cuando Dewey entraba en la habitación, Reese se levantaba de encima de Regina para sentarse y le ofrecía una mano para que hiciera lo mismo. 
—Sí, mamá, aquí está Reese —dijo Dewey parándose en la puerta de la habitación con el teléfono en la oreja. Al oírlo mencionar a su madre, Reese volteó a verlo preocupado y se levantó de la cama apenas Regina estuvo sentada. —Sí, se lo diré. ¿De verdad tiene que desvelarse toda la noche? ¿No puede reparar mi bici mañana? —preguntó Dewey al teléfono. Comprendiendo lo que hacía, Regina miró al niño con el ceño fruncido. —Bueno, tienes razón. El sábado en la mañana es el mejor día para salir —respondió al teléfono. Derrotado, Reese  suspiró con fastidio antes de volver a girarse hacia Regina. 
—Lo siento, amor, tengo que reparar la bici de Dewey —murmuró Reese, haciendo una mueca de fastidio. 
—No es nada, entiendo —respondió Regina apretando los labios en una sonrisa sin dientes. —Voy a volver a casa, mis padres ya deben haber llegado —agregó, levantándose de la cama de su novio.
—Te acompaño —dijo Reese rápidamente. — Y prometo que iré a verte mañana por la tarde —agregó antes de colocar las manos en sus mejillas para volver a besar sus labios.
—Te estaré esperando entonces —respondió Regina con una sonrisa, dejando un último beso rápido en sus labios antes de separarse definitivamente.
Luego de mirarla embobado por unos segundos, Reese entrelazó sus manos para guiarla hacia la puerta con él. Antes de cruzar la puerta, Regina soltó su mano para darle a Dewey un abrazo de despedida mientras él la esperaba en el pasillo.
—Adiós, Dewey —dijo Regina, inclinándose para abrazar al niño que pasó sus brazos por detrás de su espalda en respuesta. —No dije nada porque lo merece por la resortera, pero no te pases con él —le advirtió en un susurro antes de soltarlo.
•••
—Gracias por acompañarme —dijo Regina con una sonrisa cuando estuvieron en la puerta de su casa, jugando con la mano de Reese.
—No iba a dejar que volvieras sola de noche —respondió Reese levantando sus manos unidas para dejar un besito en sus nudillos. Regina rió por el gesto y dejó un beso en su mejilla antes de soltar su mano para introducir la llave en la puerta. —Y mañana... —agregó Reese, posando una mano sobre la suya para evitar que girara la llave. —...podríamos terminar lo que empezamos —concluyó con picardía, por lo que Regina giró nuevamente hacia él sin soltar la llave.
—Claro, será muy divertido que mi mamá entre de golpe —respondió Regina irónicamente, sacándole una carcajada. —Creo que tendrá que ser el próximo viernes, cuando Alec vuelva a tener práctica de fútbol —dijo con una sonrisa de disculpa.
—¿El viernes? —dijo Reese como un quejido, quitando la mano para que pudiera hacer girar la llave. —¿No podemos encerrar a Alec en su cuarto el lunes hasta que lleguen tus padres? —preguntó tirando la cabeza hacia atrás. Regina rió creyendo que estaba bromeando, pero Reese hablaba muy en serio.
—No creo que se deje encerrar —respondió Regina riendo mientras giraba la llave por fin. —Aunque tal vez si tú lo convences... —dijo pensándolo mejor, sin llegar a abrir la puerta. Al oírla, a Reese se le iluminó el rostro.
—Cierto, soy su héroe. Me hará caso —dijo Reese con orgullo, haciéndola reír.
—Sí, lo eres —respondió Regina entre risas. —Y justamente por eso dudo que te haga caso —agregó abriendo la puerta por fin.
—No sé qué estás insinuando —respondió Reese, fingiendo no comprender con diversión mientras se acercaba a ella para recibir un beso de despedida. Regina volvió a reír y se acercó a él para rodear su cuello con las manos, de espaldas la puerta abierta de su casa, mientras Reese pasaba sus manos por su cintura. Poniéndose de puntitas de pie, Regina estaba a punto de cumplir su deseo cuando la voz de su madre detrás de ella la detuvo. 
—¿Necesitas otra cosa para tu operación? —escucharon preguntar a Caroline. Confundida, Regina volvió a estabilizar sus pies en el suelo y soltó el cuello de su novio para dar unos pasos dentro de la casa, ignorando el quejido de Reese al darle la espalda. Justo frente a la puerta, Caroline y Phineas bajaban las escaleras lentamente conversando con la vista fija en los escalones, por lo que no notaron a su hija y su novio en la entrada. 
—Mmm... creo que debo comer helado —respondió Phineas pisando el segundo escalón, lo que hizo su esposa se detuviera un escalón por debajo de él para observarlo confundida. Entre tanto, Regina escuchaba desde la puerta sin entender de qué operación hablaban con Reese tratando de llamar su atención. 
—En realidad no creo que se coma helado para... —comenzó a decir Caroline arrugando la nariz, pero Phineas la interrumpió. 
—Perdón, ¿Es una vasecto-tuya o una vasecto-mía? —preguntó Phineas posando una mano en su hombro e inclinando la cabeza. Desde la puerta, tanto Reese como Regina abrieron los ojos sorprendidos. 
—...iré a pedir helado —respondió Caroline luego de un pequeño momento de silencio, a lo que Phineas sonrió complacido. 
—¿Papá va a hacerse una vasectomía? —preguntó Regina sorprendida, logrando que sus padres levanten la vista hacia ellos.
—¿Le van a cortar su...? —preguntó Reese con expresión de horror, dejando la frase a la mitad. 
—Ay por dios, mira la cara de horror del chico —susurró Phineas a su esposa, el terror que le generaba la operación comenzaba a reaparecer. A su lado, Caroline trataba de calmarlo haciéndole señas para que respire profundo. —Me arrepentí. No puedo hacerlo, no puedo hacerlo, ¡No puedo hacerlo! —murmuró entrando en pánico antes de salir corriendo por las escaleras hacia su cuarto.
—¡Cariño...! —exclamó Caroline tratando de detenerlo, pero Phineas ya estaba en mitad del pasillo que daba a la habitación matrimonial. Al ver que tendría que calmar sus nervios otra vez, Caroline suspiró con cansancio antes de voltear nuevamente hacia los adolescentes. —No se asusten, solo es una pequeña intervención quirúrgica que tu padre se hará mañana... —dijo Caroline con tono tranquilizador, dando pequeños vistazos en la dirección en la que se había ido su esposo. —Tendrás que cuidar a Alec mañana por la tarde, me quedaré con él hasta que le den el alta —agregó sin prestarles mucha atención. Si lo hubiera hecho, probablemente habría notado las miradas cómplices compartieron Reese y Regina, pero estaba demasiado ocupada pensando en su esposo. —Reese, ¿Te quedas a cenar? —preguntó volviendo su atención hacia ellos justo cuando despegaban la mirada uno del otro. 
—Gracias, señora Langdon, pero tengo que volver a arreglar la bicicleta de Dewey —respondió Reese, usando el tono educado que solo sacaba a relucir con la madre de su novia. 
—Oh, será la próxima vez. ¡Envíale saludos a Hal! —exclamó Caroline mientras subía las escaleras para consolar a su esposo. 
—Bueno... —dijo Reese con una sonrisa apenas Caroline desapareció por las escaleras, acercándose nuevamente hacia Regina para pasar sus manos por su cintura. — Tendremos que adelantar nuestros planes para el lunes...
—Sí, se te ve muy triste por eso —respondió Regina con una pequeña risa antes de dejar un beso rápido en sus labios como despedida. —Hasta mañana.
•••
—¡Hecho! Alec no saldrá del patio hasta que lleguen tus padres —dijo Reese muy orgulloso de sí mismo entrando por la puerta que conectaba el jardín a la sala de la casa de los Langdon el sábado en la tarde.
—¿En serio? ¿Cómo lo hiciste? —preguntó Regina sorprendida, observándolo caminar hacia ella desde el sofá.
—Le prometí un par de secretos de Dewey si se quedaba en el patio —respondió Reese mientras se sentaba a su lado.
—El mejor hermano del mundo —dijo Regina irónicamente, haciéndolo reír.
—No te vi muy en contra de la idea de encerrar a tu hermano con llave en una habitación—replicó Reese entre risas.
—Shhh —dijo Regina riendo a la vez que se deslizaba más cerca de él, pasando las piernas por encima de su regazo y abrazándolo por el cuello para acercar sus rostros. Con una gran sonrisa, Reese se dejó atraer pasando la vista embobado entre sus ojos y sus labios hasta Regina rompió por fin la distancia entre ellos. 
El beso era lento y dulce en un inicio, incluso podían sentir la sonrisa del otro sobre sus labios. Mientras Regina acariciaba la parte baja de su nuca, Reese deslizó sus manos por su cintura y, a medida que los besos se hacían más intensos, comenzó a acercarla más hacia él al punto de sentir su pecho pegado a su torso.
Totalmente perdida entre sus besos, Regina ni siquiera notó que Reese colocaba una mano por debajo de sus rodillas y otra sobre su cintura para levantarla suavemente hasta que se vio a sí misma sentada por completo en su regazo. Lentamente, Regina acomodó sus piernas a cada lado de las de Reese tratando de separar sus labios la menor cantidad de tiempo posible.
Entre tanto, él deslizó una de las manos por debajo de su remera. Regina se estremeció ante el tacto frío recorrer su abdomen hasta llegar a su pecho derecho. Al sentir que comenzaba a masajear su seno, ella movió las manos de sus hombros a sus mejillas para profundizar los besos, volviéndolos más desesperados. Para Reese esto fue una súplica de atención al pecho izquierdo, por lo que repitió la acción con la otra mano.
Casi sin quererlo, Reese descubrió algo nuevo sobre los senos. Mientras jugaba con ellos, rozó por accidente el pezón derecho de su novia. Fascinado, rompió el beso para observarla con un brillo en los ojos. La había oído jadear sobre sobre sus labios.
Sin notar el motivo de la expresión de Reese, Regina aprovechó la oportunidad para recorrer el camino desde la comisura de sus labios hasta su cuello con pequeños besitos. A la vez, Reese continuó jugando con sus pechos, pero esta vez no solo los masajeaba. Con delicadeza, comenzó a apretarlos desde la base hasta los pezones, sorprendiéndose al sentir que se endurecían debajo de sus dedos. Pero lo que más le gustaba era oír a Regina soltar pequeños jadeos cada vez que los tocaba.
—¿Subimos... a mi cuarto? —murmuró Regina haciendo una pequeña pausa al estremecerse por la atención de Reese en sus pezones.
—Por supuesto —respondió Reese con una sonrisa de picardía, volviendo a conectar sus labios sin dejar de jugar con sus pechos. Entre besos y pequeños jadeos, Regina comenzó a incorporarse con la intención de caminar hacia las escaleras, pero Reese se lo impidió. Rápidamente, alejó las manos de sus senos para volver a colocarlas en su cintura, sentándola en su regazo a horcajadas de un tirón. Confundida, Regina detuvo los besos para esperar una explicación. —Así no —respondió simplemente.
—¿Entonces cómo...? ¡Ay! —exclamó Regina riendo. En un segundo, Reese deslizó sus manos por debajo de sus piernas y se levantó del sofá con Regina aferrada a él. Para no caer, rodeo su cuello con los brazos y su cadera con las piernas mientras él subía las escaleras casi trotando.
En menos de un minuto llegaron a la habitación. Cerrando la puerta con el pie, Reese se arrojó sobre la cama con Regina riendo debajo de él. —¿Te parece divertido? —dijo Reese con una sonrisa burlona, quitando las manos de sus muslos para sostenerse sobre ella con los antebrazos apoyados a sus lados.
—Muy divertido —respondió Regina riendo antes de volver a dejar besitos cortos en sus labios. Colocando las manos detrás de su nuca para profundizar el beso, hizo caer su peso por completo sobre ella.
—A mí me parece divertido que no te hayas puesto sujetador —dijo Reese entre besos, aprovechando que ya no necesitaba sostenerse con sus brazos para volver a deslizar sus manos por debajo de su remera. —Aunque no puedo quitártelo si no lo llevas puesto...
—Oh, lo siento. ¿Quieres que me ponga uno? —preguntó Regina con diversión. —Porque están en ese cajón, podría... —dijo señalando hacia el armario, pero Reese la interrumpió.
—¡No! —exclamó Reese rápidamente antes de volver a unir sus labios, haciéndola reír en medio del beso. —Así estás perfecta... —agregó con una sonrisa traviesa mientras se alejaba unos centímetros para empezar a levantar su remera lentamente. Con una pequeña sonrisa, Regina permitió que quite la camiseta por completo mientras jugaba con el cinturón del pantalón de Reese.
Una vez que arrojó la remera de Regina en alguna parte de la habitación, Reese observó fascinado sus propias manos caer con delicadeza sobre los pechos desnudos de su novia. Riendo por su expresión de embobado, Regina bajó los besos hacia su cuello, viendo de reojo la sonrisa de disfrute de Reese. Pero no pudo hacerlo por mucho tiempo ya que él puso el rostro a la altura de su pecho izquierdo para poder dejar pequeños besitos sobre él a la vez que continuaba masajeando el otro con la mano. Luego de unos minutos, lo introdujo por completo en su boca. Regina contuvo la respiración por unos segundos sorprendida antes de las manos al cabello de Reese. 
—Reese... —murmuró Regina, aunque sonó más bien como un jadeo al sentir la lengua de Reese hacer círculos sobre su pezón. Con una media sonrisa, Reese levantó la vista hacia ella mientras continuaba con su tarea, disfrutando hacerla retorcerse debajo de él. —Reese... —repitió tratando de calmar su respiración y deslizando sus manos a sus mejillas para apartar su boca de su pecho. A pesar de que lo estaba disfrutando, quería que le prestara atención antes de seguir. Suponiendo que tenía otra idea en mente, él se dejó guiar hasta que volvió a enfrentar sus rostros. —Trajiste protección, ¿Verdad? —preguntó Regina entre pequeños besos, mucho más cuerda al no tener la lengua de su novio sobre su pecho. 
—¿De qué hablas? —preguntó Reese sin dejar de besarla, manteniendo sus ojos cerrados con una sonrisa placentera sin dientes. 
—Ya sabes... un condón —respondió Regina rompiendo los besos y alejándose unos centímetros para verlo mejor. Como respuesta, Reese juntó sus cejas confundido. —¿Esa cosa que tienes que ponerte para no dejarme embarazada? —explicó, aunque sonó como una pregunta al ver que ni siquiera sabía qué era. 
—Ah, sí, claro. Sé lo que es —respondió Reese asintiendo con la cabeza, cosa que era claramente una mentira. 
—¿Entonces tienes uno? —preguntó Regina. Sabía que estaba mintiendo, pero a la vez se aferraba a la posibilidad de que en verdad tuviera uno para continuar. Al ver que Reese le dedicaba una sonrisa de disculpa, Regina suspiró frustrada. 
—Relájate —dijo Reese sin darle importancia, volviendo a unir sus labios en pequeños besos para poder seguir hablando. —Podemos arriesgarnos —agregó, comenzando a bajar sus besos para volver a poner su atención en sus pechos.
—¿Arriesgarnos? —repitió Regina pestañeando varias veces mientras él continuaba con su camino de besos hacia sus senos. 
—Ajá... —murmuró Reese llegando por fin a su pecho derecho para dejar pequeño besitos en él, repitiendo su accionar previo con el izquierdo. Antes de que pudiera meterlo en su boca, Regina salió de su estupefacción y lo alejó de un tirón, empujándolo a un lado de la cama para dejara de estar sobre ella. —¡Oye! ¿Cuál es el problema? Te gustó cuando lo hice en el otro—se quejó mirándola con el ceño fruncido. 
—¿Arriesgarnos? ¡¿Arriesgarnos?! —repitió Regina indignada levantándose de su cama. Una vez de pie, comenzó a buscar su remera por el suelo mientras cubría sus senos con un brazo. —¡Ni loca me arriesgo a tener un bebé! ¡¿Estás demente?! —exclamó encontrando por fin la remera y volviendo a ponérsela.
—Pero nos estábamos divirtiendo —replicó Reese con tono de queja.
—Y nos seguiremos divirtiendo cuando consigas protección —respondió Regina tomando su mano y tirando de él para obligarlo a levantarse, ignorando sus quejas.
—Estás enojada, no vas a querer cuando vuelva —protestó Reese mientras era arrastrado por su novia fuera de la habitación.
—No estoy enojada, solo... ¡¿Arriesgarnos?! —repitió, aún sin poder creer que haya dicho eso. 
—Eso solo prueba mi punto —dijo Reese bajando las escaleras detrás de ella. 
—No porque mientras tú vas a una farmacia yo... —comenzó a hablar una vez que llegaron al final de las escaleras, pero se detuvo por unos segundos a pensar cómo seguiría la frase. —...voy a darme una ducha para relajarme —concluyó finalmente. 
—Está bien... —respondió Reese haciendo una mueca. —Compraré condones —concluyó. 
—Genial —dijo Regina dejando un beso en su mejilla antes de abrir la puerta, pero Reese no tuvo tiempo de salir de la casa. 
—¡Ah! ¡Hola! Estábamos por tocar el timbre —exclamó Mitchell, el tío de Regina, terminando de cerrar la puerta de su auto mientras su esposo sacaba a Lily del asiento trasero. 
Olvidando lo que acababa de ocurrir, Reese y Regina compartieron miradas de preocupación. Una de las cosas que dejó bien en claro Caroline cuando abandonó la casa esa mañana era que Reese no podía entrar. Aunque no era su madre, los habían descubierto. 
—Hola... —dijo Regina volviendo su vista hacia sus tíos, tratando de mantener la calma con una sonrisa forzada. Entre tanto, Mitch y Cam se acercaron a ellos con Lily en brazos.  
—Phineas nos dijo que Alec y tú estarían solos durante su operación. Así que pensamos que necesitarían compañía, pero veo que ya la consiguieron —comentó Cameron lanzándole una mirada cómplice a los adolescentes, por lo que Regina se ruborizó y Reese sonrió con incomodidad. 
—¿Entonces van a quedarse? —preguntó Regina para cambiar casualmente el tema, aunque le interesaba mucho que se fueran. 
—¡Ay, no! Lily es la compañía —respondió Mitch antes de volver al auto para sacar un bolso con algunas pertenencias de la bebé. Desde la entrada, Reese y Regina lo miraron con impotencia.  
—No tenemos mucho tiempo, pero estará con ustedes por un par de horas —dijo Cam entregándole a la bebé a Regina. 
—P-pero no podemos cuidar a Lily —respondió Regina con nerviosismo, aunque sostenía a su prima en brazos, observando a su tío Mitch dejar un bolso de bebé junto a ella.
—Sí, estamos haciendo tarea —concordó Reese tratando de sonar convincente, utilizando la misma excusa que le había dado a su padre.  
—Sí, claro. Díselo a tu cabello despeinado y a sus pezones erectos —respondió Cam con una sonrisa que indicaba que no iban a engañarlo, haciendo que el rostro de Regina enrojeciera aún más y que Reese hiciera una mueca de fastidio. 
—Cam, deja de molestarlos y vámonos, se hace tarde —dijo Mitchell haciéndole señas para que volviera al auto con él. 
—Tienes razón vámonos. Recuerda que debe tomar una siesta en una hora, pero no más de media hora o no dormirá en la noche —advirtió Cam a Regina antes de seguir a su esposo hacia el auto. 
—¡Y no le diremos a Caro que Reese estaba aquí! —agregó Mitchell abriendo la puerta del auto. 
Resignados, Reese y Regina se despidieron de ellos desde la entrada, observando el auto alejarse. Cuando ya no pudieron ver el auto, Regina entró en la casa con la bebé en sus brazos mientras Reese cerraba la puerta detrás de ella. 
—Genial, tenemos el bebé sin la diversión —dijo Reese con fastidio, observando a Lily jugar con el cabello de Regina. 
—¿Ves por qué no hay que arriesgarse? —respondió Regina igual de fastidiada que él, entregándole a la bebé mientras él hacía una mueca. —Voy a ponerme un sostén, dile a Alec que ya puede entrar. 
•••
—Creo que Reese y yo tenemos una maldición de celibato o algo así —dijo Regina con hartazgo, tapándose el rostro con las manos.
El lunes durante el almuerzo, se encontraba sentada en la mesa que siempre ocupaba con sus amigas quejándose de su mala suerte. Habían pasado días desde que había comenzado a tratar de tener más intimidad con Reese, pero aún no habían conseguido avanzar más allá de segunda base.
—No seas exagerada, no puede ser tan malo —dijo Danny riendo, logrando que Regina quite las manos de su rostro para mirarla.
—La última vez que lo intentamos terminamos cuidando un bebé. ¡Un bebé! —repitió como si hubiera un mensaje encriptado en ese suceso.
—Uy, sí. El universo te está diciendo que no lo hagas o quedarás embarazada —se burló Maddie en broma, pero Regina pareció tomarlo en serio.
—¿Tú crees? —preguntó con tono de preocupación.
—Reg, si tienes miedo no es necesario que lo hagas —dijo Lorelai riendo.
—No, no, no. Sí que quiero hacerlo —dijo Regina muy segura de lo que decía. —Tengo muchas ganas de hacerlo, en realidad —admitió jugando con sus manos algo avergonzada. —El sábado Reese estuvo tan bien que... me dejó... —dejó la frase a medias demasiado avergonzada como para continuar.
—¿Mojada y con ganas de más? —supuso Danny con diversión.
—Sí —confirmó Regina volviendo a cubrirse el rostro con las manos mientras sus amigas se reían de ella.
—Ya encontrarán un lugar en donde hacerlo —dijo Talía para tranquilizarla, pero no surtió efecto.
—Es imposible... —murmuró Regina quitando sus manos de su rostro, acababa de sonar el timbre que indicaba el inicio de la siguiente clase. —Mi papá estará en casa toda la semana por la operación y su casa siempre está llena de gente. Perdimos nuestra oportunidad el sábado —explicó mientras las siete se levantaban y comenzaban a caminar hacia el aula.
—Entonces háganlo en la escuela —sugirió Carly.
—¿En la escuela? —repitió Regina arrugando la nariz. A unos metros de ellas pudo ver a Reese caminar de frente directamente hacia ellas.
—¡Sí! Bueno, no en un lugar en qué puedan verlos. Tal vez el armario de limpieza... —se explicó mejor Carly.
—¡Uh! Pueden escabullirse de una clase, es excitante —agregó Melody con emoción mientras se acercaban más a la puerta del aula.
Regina no respondió durante unos segundos, estaba demasiado distraída observando a Reese acercarse a ella. Se veía tan lindo y lo necesitaba tanto que sentía su estómago estrujarse. Cuando llegaron por fin frente al aula, la cantidad de gente que se acumuló provocó que Reese y Regina cruzaran por la puerta uno al lado del otro. Al rozar su brazo con el suyo Regina sintió que se le erizaba la piel.
—No lo sé... —respondió finalmente a sus amigas.
•••
Reese y Regina no llegaron al final de la clase. Luego de una hora de pequeños coqueteos desde sus asientos, él le había susurrado que buscara una excusa para salir del salón antes de levantarse y, luego de pedir permiso a la profesora, salir él mismo del aula. Diez minutos más tarde, Regina siguió sus pasos. 
No tardó mucho en encontrar a Reese. Aún desde la puerta del aula pudo verlo esperándola al final del pasillo, recostado en la pared sonriéndole desde la distancia. Comprobando que no había nadie que pudiera verlos, Regina caminó hacia él a paso rápido. Al llegar, descubrió que no era casualidad que la esperara al final del pasillo. Reese estaba recostado justo junto a la puerta del cuarto de limpieza. 
Sin perder el tiempo, Reese se abalanzó sobre sus labios apenas la tuvo enfrente, haciéndola chocar contra la pared. Mientras él sostenía sus mejillas con las manos para inclinar su rostro unos centímetros hacia arriba y así profundizar el beso, Regina tanteó la pared detrás de su espalda en busca de la manija de la puerta. Cuando la encontró, la abrió rápidamente y caminó de espaldas con Reese aún sobre sus labios. Dejando un último beso, Reese se separó para girarse a cerrar la puerta. 
—Mira... —dijo Reese luego de cerrar la puerta con una sonrisa triunfante, sacando del bolsillo de su pantalón una tira de preservativos para enseñársela. Regina observó la tira de preservativos conteniendo una pequeña risa, había al menos cinco allí. 
—Creo que solo necesitaremos uno —dijo Regina con diversión, tomando la tira de su mano para desprender uno. 
—Eso ya lo veremos, nunca se sabe —respondió Reese encogiéndose de hombros con picardía, haciéndola reír, a la vez que dejaba la tira sobre la estantería que se encontraba detrás de su novia. 
Siguiendo sus movimientos con los ojos, Regina no pudo contenerse más. Dando un pequeño saltito, volvió a unir sus labios en un beso desesperado mientras se sostenía de sus hombros para mantenerse a su altura. Rápidamente Reese llevó las manos a sus muslos, levantándolos levemente para que rodeara su cadera con sus piernas, cosa que Regina hizo al instante. Entre besos, Reese dio un par de pasos hacia delante, haciéndola chocar contra la estantería llena de artículos de limpieza para sentarla en el borde de uno de los estantes. Al hacerlo, la estantería de metal se movió tanto que hizo un gran estruendo. Rompieron el beso del susto, pero al instante comenzaron a reír. 
—Tenemos que ser silenciosos —susurró Regina tratando de mantener su risa en un tono bajo. 
—Lo sé, lo siento —respondió Reese entre risas en otro susurro. 
Cuando ambos se calmaron, Reese volvió a besarla suavemente, pero de a poco comenzó a volverse más intenso. Abandonando sus muslos al ver que podía sostenerse por su cuenta, deslizó las manos por debajo de su blusa para jugar con las tiras de su sujetador, moviendo nuevamente la estantería por accidente, pero esta vez no le dio importancia. Entre tanto, Regina rompió el beso para mirar hacia arriba, se había percatado de que una caja se balanceaba peligrosamente sobre sus cabezas con el movimiento de la estantería metálica. Por su parte, Reese ni siquiera lo notó, estaba demasiado ocupado llevando los besos a su cuello y buscando el broche de su sujetador. Normalmente eso le hubiera causado cosquillas, pero estaba tan distraída con el ruido de la estantería y el movimiento de la caja sobre ellos que apenas sintió un cosquilleo. 
—¿Me ayudas? No encuentro el broche —susurró Reese, despegando los labios de su cuello para volver a dejar pequeños besitos sobre sus labios. 
—¿Ah? —preguntó Regina confundida, bajando la vista para prestarle atención. Había estado demasiado inmersa en los ruidos que podrían hacer que los descubrieran. 
—El broche del sujetador —repitió Reese entre besos. 
—Ah, sí —respondió ladeando un poco la cabeza. Al oír su tono de voz, Reese detuvo sus besos. La conocía lo suficientemente bien como para saber que algo no iba bien. —Es que este es distinto, no está ahí —explicó colocando sus manos encima de las de él detrás de su espalda para guiarlas hacia el espacio entre sus senos, dejándolas justo encima del broche. 
—¿Qué pasa? —preguntó Reese un poco preocupado, quitan las manos de debajo de su blusa para colocarlas en su cintura. Imitando el gesto, Regina volvió a dejar las suyas sobre sus hombros.
—Nada, solo me distrae un poco el ruido. Siento que nos van a encontrar aquí y... —explicó apenada, pero dejó la frase en el aire. 
—...y no quieres hacerlo aquí —concluyó Reese. 
—No... lo siento —respondió Regina abrazándolo por el cuello apenada. 
—No tienes que disculparte —respondió Reese dando unos pasos hacia atrás dentro de lo que podía en ese pequeño cuarto, permitiendo que Regina vuelva a colocar los pies en el piso. —Quiero que te sientas cómoda y que ambos lo disfrutemos —agregó, haciéndola sonreír enternecida y abrazarlo con más fuerza. En respuesta, Reese la abrazó por la cintura y dejó un beso en su frente antes de que Regina apoyara su cabeza en su hombro. Se mantuvieron en esa posición por varios minutos hasta que Regina rompió el silencio. 
—Aunque admito que hubiera sido un poco romántico que nuestra primera vez fuera aquí —dijo Regina con una pequeña risa. Sin comprender a qué se refería, Reese la miró extrañado. 
—¿Romántico? —repitió alzando las cejas. 
—Sí... bueno... aquí fue donde nos escondimos del prefecto el año pasado, ¿Recuerdas? El día que me prestaste tu remera —explicó Regina, separándose de su hombro para mirarlo a los ojos. 
—Es verdad —confirmó Reese dejando ver una sonrisa al recordarlo. —Estabas llorando —agregó deslizando un mechón de su cabello por detrás de su oreja. 
—Sí, estaba llorando —recordó Regina con leve sonrisa. —Y tú fuiste muy dulce conmigo ese día... 
—Ah, por eso sería romántico —comprendió Reese, acercándola más hacia él. 
—Bueno, mas bien porque... creo que ese fue el momento en el que empecé a enamorarme de ti —explicó Regina sintiendo una timidez repentina, por lo que bajó la vista mordiéndose el labio inferior al terminar de hablar. Al volver a mirarlo a los ojos, se encontró con la gran sonrisa de alegría de Reese justo antes de que volviera a inclinarse para besarla con ternura, quitándole la timidez por completo. 
•••
—Sí, mamá. Mi cama ya está donde da el sol y la cama de Reese está en el armario como querías —dijo Dewey entrando en su habitación con el teléfono en su oreja, mirando con una sonrisa sin dientes a Reese empujando su cama en el armario.
—¡Esto es ridículo! —exclamó Regina con hartazgo, parada detrás de Reese con los brazos cruzados. —Los padres de Talía llegarán en una hora y ya no podrá prestarnos su casa para... —comenzó a quejarse, pero se detuvo con nerviosismo al recordar que Dewey seguía ahí. —...hacer la tarea —agregó, maldiciéndose mentalmente por usar la misma excusa tonta de Reese.
—¡Voy tan rápido como puedo! —respondió Reese terminando de poner la cama en el armario y pasando junto a ella para agacharse a mover la cama grande.
—Lo está haciendo muy bien mamá, deberías dejarlo descansar —dijo Dewey al teléfono, sentándose en la cama grande mientras Reese la movía hacia la ventana.
—Gracias, Dewey. Eres un buen hermano —dijo Reese con una sonrisa. A su lado, Regina miró al niño con el ceño fruncido.
—Dijo que no —respondió Dewey.
—Amor, ¿No te parece un poco extraño que tu mamá solo llama para que arregles la bici de Dewey, que cambies los muebles de lugar de Dewey...? —trató de hacerlo razonar por cuarta vez en el día para que se diera cuenta por sí mismo de lo que ocurría, pero Reese solo la miró confundido desde el suelo.
—¿Qué insinúas? —preguntó Reese pasando la vista entre Dewey y ella.
—No lo sé, ¿Tú qué crees? —replicó Regina mirándolo como si fuera obvio.
—Oye, si quieres habla tú con ella —intervino Dewey al ver que estaba a punto de lograr hacer que Reese lo descubra, tendiéndole el teléfono.
—¡Ah! ¿Vas a desafiarme, duende maligno? —exclamó Regina indignada, colocando sus manos en su cintura. —Por supuesto que hablaré con ella —dijo con una sonrisa desafiante, por lo que Dewey abrió mucho los ojos. Sabía que estaba tirando demasiado de la paciencia de Regina para mantener su defensa contra Reese. De mala gana, dejó que Regina le quitara el teléfono de las manos. —Hola, señora Wilkerson —dijo Regina mirando fijamente a Dewey, mientras Reese escuchaba con preocupado detrás de ella. Por supuesto, no era Lois, solo era la contestadora. —Reese prometió que saldría conmigo esta tarde... Sí, ¡Gracias! —exclamó fingiendo que Lois le permitía llevarse a Reese, quien alzó los puños a modo de festejo a la vez que Dewey apretaba los labios. —Ah, ¿Quiere que Dewey regrese la cama de Reese a su lugar? Sí, le diré. Adiós —agregó Regina antes de colgar el teléfono y devolvérselo, por lo que el niño la miró con los ojos entrecerrados. 
—¡Genial! —exclamó Reese, caminando hacia ella para tomar su mano. —No olvides poner las sábanas —advirtió a Dewey con tono amenazante antes de tirar de la mano de su novia para salir de la casa. 
 •••
Zafarse del engaño de Dewey no sirvió de mucho. Ni siquiera llegaron a entrar en casa de Talía, desde la ventana pudieron ver a sus padres mirando la televisión en el sofá.
Cinco horas más tarde, Regina leía en su habitación cuando oyó el sonido ya familiar de unos pequeños golpes en su ventana. Rápidamente dejó el libro a un lado de su cama y corrió a abrir la ventana, permitiendo que Reese entre en su habitación. 
—Pudiste habérmelo dicho —dijo Reese apenas entró, parándose detrás de ella con el ceño fruncido mientras Regina cerraba la ventana. 
—Ya sabes que Dewey mentía sobre las llamadas de tu mamá —supuso Regina volteando a verlo. A modo de respuesta, Reese emitió un pequeño gruñido. —Lo siento, pero le lanzaste piedras con una resortera y era la única forma de la que podía defenderse. Aunque se haya aprovechado de eso —dijo un poco apenada, pero a la vez convencida de lo que decía. 
Sin poder pasar mucho tiempo enojado con ella, Reese asintió haciendo una mueca mientras pasaba sus manos por su cintura. Al instante, Regina correspondió el abrazo pasando sus brazos por detrás de su cuello, pegándose a su cuerpo. 
—Lo siento —repitió Regina, abrazándolo con fuerza y apoyando la mejilla en su hombro. 
—Está bien, me lo merecía —admitió Reese reforzando el agarre en su cintura y ladeando la cabeza para apoyarla sobre la suya. —Y ya me encargué de él —agregó con una media sonrisa. 
—No quiero saber que hiciste, pero también se lo merecía —dijo Regina apretando los labios. 
—¡Por supuesto! Intentó cortarme el cabello —comenzó Reese volviendo a fruncir el ceño. Al oírlo, Regina levantó la cabeza para verlo con los ojos muy abiertos. 
—Nooo —dijo juntando las cejas y ladeando la cabeza mientras llevaba las manos al cabello de Reese para acariciarlo. Entre tanto, él cerró los ojos con una sonrisa sin dientes, disfrutando las caricias. —Me encanta tu cabello de puercoespín —agregó jugando con su cabello, haciendo que Reese abriera los ojos para lanzarle una mirada de fastidio. 
—Vas a pagar por eso —dijo Reese con una sonrisa traviesa, empujándola suavemente hacia la cama hasta hacerla caer debajo de él. Tomándola desprevenida, comenzó a besar su cuello a sabiendas de que la haría reír a carcajadas por las cosquillas que le daba. 
—Lo siento, pero no puedo hacerlo por ahora—dijo Regina entre risas, tratando de alejarlo de su cuello. 
—¿Cómo que no puedes? —preguntó Reese con tono de queja, permitiéndole apartarlo de su cuello para poder mirarla a los ojos. —Son las dos de la madrugada, nadie nos molestará y estamos en un lugar cómodo...  
—No es eso... —lo interrumpió Regina, mirándolo apenada con una sonrisa de disculpa. —Estoy menstruando, no podremos intentarlo por una semana —explicó haciendo una mueca con los labios. Apenas la oyó, Reese dejó caer la cabeza sobre su pecho casi como si se hubiera desmayado. Al instante, Regina colocó una mano en su cabello para acariciarlo, tampoco estaba muy feliz con eso. 
—Voy a matar a Dewey... —murmuró Reese entre dientes.
Tumblr media
120 notes · View notes
another-delta-lover · 2 months ago
Note
Hola delta o ni idea como decirte lol, primera vez que mando un request o lo ke sea.
Porfa dibuja a algunos de los mercenarios con traje de cueca, cueca chora o de salon o cualquiera yo que se, como se viene el 18 🙏🙏🙏
(Al medic que lo kiero mucho)
Ooo al heavy y al medic bailando cueca
**I'M NOT BACK FROM BREAK, BUT IT'S MY FAV MONTH (INDEPENDENCE DAY) SO I GET TO DRAW MY FAV CHARACTERS AS MY PEOPLE!!! UYUIIII**
WEEENAAAAAA AKJSDBHVAHKSDKGHASDASJKD HOLIII AMO Q HAYA GENTE DE MI PAÍS EN MI INBOX AAAA (no te preocupes, llamame delta o pipe xP y GRACIAS POR MANDAR ESTA REQUEST T JURO Q LA ESTABA ESPERANDO)
Aqui tienes algunos dibujitos q me he hecho en descanso :3 :
1.- Primero el MAESTRO (engie), pq siento q el sería re sureño y huasito, de esos q te re marcan la JJJJOTA al hablar AJDAJD.
Tumblr media
2.- Aqui el Medic al q le queda xiko el traje por q olvidó bajar de peso en Agosto el tontito
Tumblr media
3.- Aquí el Medic y el Heavy bailando cueca <'3
Tumblr media
4.- Aqui el FLAITE (Scout) molestando al WATON (Heavy) mientras toma temblorcitos (terremoto pa niños)
Tumblr media
5.- Medic tirándose unas payas
Tumblr media
AJSDHGAJDASD Vendrán más si lo pides/piden. OJALÁ VENGAN MÁS REQUESTS DE ESTOOO AMO DIBUJARLOS ASÍ AJSDHGAJSD AAAA VIVA CHILEEE
Me la pasé escuchando esto mientras dibujaba:
62 notes · View notes
soyelmorse · 6 months ago
Text
Tumblr media
Capitulo 5 parte 2: Lo tuve que dividir porque Tumblr no me deja poner mas de 3000 palabras, asi que tendré que conservar los capitulos de 2000 palabras.
PD: la foto no me pertenece, créditos: @/iamespecter
.
.
.
.
.
Continuando con lo que sucedió en el capítulo anterior
.
.
.
.
.
-
Ragatha:
Gracias por acompañarme Pomni, realmente no podía contener la emoción de buscar a mas gente
-
*Pomni y Ragatha habían salido del circo, habían visto a los bubble irse hace varias horas y ahora rondaban por el bosque buscando a mas gente*
-
Pomni:
Está bien supongo, y que planes tienes?
-
Ragatha:
Pues lo principal es hacerles preguntas, para ver si saben cómo llegaron aquí, si tienen recuerdo de antes de todo esto y cosas así
-
Pomni:
No suena mal, sin embargo interrogarlos apenas los ves
-
Ragatha: bueno, tienes razón, ya pensaré en algo mejor jeje, lo mejor será buscar alguna pista
-
*Ragatha y Pomni empezaron a revisar todo, después de un buen rato, finalmente le dieron toda la vuelta al circo y escucharon una explosión*
*Alarmas, corrieron a dónde la habían escuchado y vieron a Gangle bajo una red tratando de liberarse y varios árboles destruidos*
-
Ragatha:
Gangle!? Estás bien? Que sucedió aquí?
-
Gangle:
Nada jeje...
Es solo que estaban creando una nueva arena en el cuarto de edición y Jax me pidió que la probará con el, pero las cosas se salieron de control
-
*Después de eso Pomni y Ragatha la liberaron*
-
Gangle:
Gracias, pensé que me quedaría allí por siempre
-
Pomni:
Cuánto tiempo llevas allí?
-
Gangle:
El suficiente
-
Ragatha:
Cielos, este lugar si que es un desastre
-
*Mientras hablaban, vieron como las luces se empezaban a apagar y a encender indicando el reinicio del proceso*
-
Ragatha:
Será mejor regresar a dentro, no queremos que las herramientas de este lugar nos hagan daño
-
*Pomni, Gangle y Ragatha volvieron a dentro del circo*
-
Caíne:
Oh! Así que allí estaban, que fue lo que sucedió?, escuché un fuerte sonido y cuandl revise ese lugar estaba destruido
-
Ragatha:
No nos mires a nosotras, ni siquiera estábamos cerca cuando se escuchó la explosión
-
Gangle:
Fue Jax, quería que le ayudara a probar la nueva arena
-
Caíne:
Ha? Ya veo, aún así la siguiente actividad se demora mucho mas entonces, les apetece algún juego de mesa?
-
Ragatha:
Claro porque no, ustedes que dicen?
-
Pomni:
Por mi está bien
-
Gangle:
Creo que sí
-
Caíne:
Bien! El juego elegido será ludo, lo conocen?
-
Pomni:
Ha, yo si
-
Ragatha:
Yo también
-
Gangle:
Yo no
-
Caíne:
No te preocupes, déjame enseñarte
-
*Caíne y las chicas fueron al centró, una vez allí Jax estaba acostado en un sofá relajante y estaba comiendo helado, al escuchar a los demás creo con unas cenizas unos audífonos para bloquear el ruido y siguió con lo suyo*
*Al cabo de un rato recordó lo que pasó en la habitación del estadio y de los disparos, se levantó y fue a este lugar para ver si había rastro de otra persona*
*Al llegar no encontro a nadie sin embargo noto que a lo lejos Zooble lo estaba vigilando y no tardo en asumir que fue culpa suya, empezó a caminar hacia su dirección pero el reloj gigante que marcaba el tiempo de descanso sonó*
-
Caíne:
Santo cielos solo miren la hora que es, bien chicas, hora de dormir, seguiremos con el juego para mas tarde
-
Gangle:
En serio? Y justo me faltaba un tíro para colocar 1
-
*Caíne ayudo a Gangle y salió justamente el número que ella buscaba*
-
Caíne:
felicidades, ahora vayan a sus dormitorios, se que no es necesario dormir pero es importante no sobre cargarse, créanme no es buena idea averiguar el porque
-
Gangle:
supongo que está bien
-
Ragatha:
Bien andando
-
*Las 3 se retiraron a su habitación, Zooble y Jax escucharon a Caíne y Jax me hizo una señal a Zooble con los dedos de que la estaba vigilando, después de eso el regreso a su habitación junto con Caíne y Kinger y zooble se quedó afuera*
-
Gangle:
que raro, Zooble siempre está primero aquí
-
Ragatha:
Se habrá perdido? Deberíamos ir a buscarla
-
Pomni:
No debería haber problema, igual siempre Caíne nos encuentra
-
Gangle:
En cualquier caso yo la buscaré no se preocupen
-
Ragatha:
De acuerdo, ten cuidado
-
*Después de eso, Gangle se retiró y Ragatha y Pomni se fueron a sus respectivos espacios*
-
Ragatha:
Oye Pomni, no te gustaría hacer una pijamada?
-
Pomni:
Pijamada? No estamos muy grande para eso
-
Ragatha:
Pues si y se supone que no debamos hacer muchas cosas cuando toca la hora de descansar pero es algo aburrido pasar el tiempo a solas
-
Pomni:
Bueno, supongo que no estaría mal está vez?
-
Ragatha:
En serio? Gracias eres un amor
-
*Ragatha la abrazo y le dió un beso*
-
Ragatha:
Hay perdón me emocioné demás, bien, iré a cambiarme
-
Pomni:
Lo mismo...
-
*Después de ello, ambas se cambiaron y Pomni fue al espacio de Ragatha para "dormír" aunque en realidad hablaron todo el tiempo en voz baja*
-
.
.
.
.
.
Horas después
.
.
.
.
.
-
Gummigoo:
A dónde nos llevan?
-
Bubble:
No te preocupes, lo sabrás muy pronto
-
*Mientras decían eso, gummigoo y todos los demás observaron la entrada del circo*
84 notes · View notes
deepinsideyourbeing · 6 months ago
Note
Holi! ✨
Te gustaría escribir una fic de enzo soft sobre la mañana después de que lectora tenga su primera vez con el y ella tenga que caminar despacito porque la re cogio mal y el se preocupe porque siente que fue muy duro con ella y sea todo super tierno 😭?
(ya se que no es muy alto ni nada por el estilo pero mido 1.50 y soy bastante flaquita and I know that man would wreck me)
No se si por el tipo de request se note pero soy la del ask de gentle sex
+18!
El aroma del café te despierta por la mañana y se entremezcla con el aroma de las sábanas que te rodean, impregnadas con el perfume de Enzo y un algo más que provoca que entierres tu rostro en la almohada.
-Buenos días...
Enzo trae consigo una bandeja y también una sonrisa que, aunque borda la timidez, parece sugerir cierta complicidad e intimidad. Coloca la bandeja sobre el colchón y se estira para darte un beso, por accidente descansando su peso sobre la mano que colocó en tu cadera y haciéndote protestar.
Levanta el dobladillo de la camiseta que te prestó para dormir y frunce el ceño cuando encuentra las huellas de sus dedos en tu piel. Bajás la mirada para comprender el por qué de su mueca y no podés evitar recordar la forma en que guió tus movimientos sobre su cuerpo.
-Perdón, bebé, no...
-No pasa nada.
Pero sí pasa, porque cuando te sentás el roce de tu intimidad con el colchón arranca un quejido de tus labios. Intentás disimular y buscar una mejor posición, pero el interior y la parte posterior de tus muslos también duelen, igual que lo hace tu abdomen bajo.
-Voy al baño rápido y...
Te interrumpe la fatiga de tus músculos cuando intentás ponerte de pie. Enzo se sentiría orgulloso por la forma en que tus piernas tiemblan, pero de momento lo único que siente es culpa por ver cómo batallás con los efectos de la noche que compartieron.
-Te ayudo.
Ir al baño es otro problema, porque allí descubrís que tu entrada está aún demasiado sensible y el agua es más que suficiente para provocar un dolor que también hace presencia en la zona de tu clítoris. Casi te avergüenza un poco pensar en lo excitante que es encontrarte en tal estado luego de tu primera vez con Enzo.
-¿Todo bien?- pregunta cuando salís.
-Sí...- hacés una mueca al sentarte.
Enzo se arrodilla junto a la cama y sus manos separan tus muslos para examinarte. Tus mejillas arden pero no comprendés si es vergüenza o excitación, mucho menos luego de que decide rozar tus pliegues enrojecidos.
-Mirá cómo estás...
Apretás los párpados con fuerza.
Por mucho que disfrute pensar en arruinarte todavía más (es difícil olvidar la forma en que llorabas de placer bajo su cuerpo o ignorar el ardor de los rasguños que tus uñas dibujaron en su espalda), Enzo deja de lado esos pensamientos para cuidarte el resto del día y permitir que tu cuerpo se recupere adecuadamente.
Masajea tus músculos y también tus pies, te ayuda a tomar un baño e incluso te ordena quedarte recostada mientras él se encarga de preparar la cena, que luego cortará y te ofrecerá como último acto de devoción antes de tomar tu cuerpo nuevamente.
"La re cogió mal" es ahora mi nueva frase favorita luego de "Me desperté puta". Amo la forma en que se expresan y amo los pedidos que hacen 😭❤️
94 notes · View notes
verso-abstracto · 5 months ago
Text
Como las estrellas en el cielo
Calma…
Ya sé, ya sé. Todo parece aterrador ahora mismo, lo comprendo.
No te preocupes, todo se va a solucionar.
Ten calma…
Respira… Mira al cielo que tan bonitas se encuentran las estrellas esta noche.
¿Asombroso cierto? Concéntrate en ellas, están aquí para ti. Vinieron especialmente a verte, no le hagas el desaire, por favor, aprécialas. Son únicas, cada una brilla de una forma distinta y se complementan para brindarte un espectáculo digno de admirar.
¿Ves algún defecto? ¿No, verdad? Exacto. Tal vez algunas son raras, pero no importa, se complementan unas con otras y eso las hace asombrosas.
Como tú.
Cada parte de ti es como esas estrellas en el cielo.
No hay nada que temer ni nada que reprochar.
Podrás tener algo en ti que no es común con los demás, pero eso te hace único, exclusivo, inigualable.
Cada parte de ti se complementa para formar a la persona especial que eres. Atrapando lo que la belleza física podría representar e incluso mucho más profundo que eso.
Apréciate, quiérete, valórate, amate y brilla.
Brilla tanto… como las estrellas en el cielo.
Little Moon
76 notes · View notes
chiquititamia · 6 months ago
Text
Tumblr media
Sunkissed
🩷Hola mis amores!! Les traigo un pequeño drabble, me ha venido la inspiración divina y lo he tenido que escribir desde el móvil. Espero que lo disfrutéis aunque sea cortito!🩷
Enzo x f!reader
Warnings: soft smut
Si hay algo que te relajaba era el mar. La arena caliente debajo de tu toalla, una lata de coca cola bien fría semi enterrada para que no se moviese. La sensación de la sal en tu piel bronceada. Era algo que necesitabas de vez en cuando. Habías llegado más o menos temprano a la playa, habías plantado tu sombrilla y habías disfrutado de un primer refrescante baño. Ahora, te habías tumbado a descansar.
Era lunes, así que no había más que un par de transeúntes. Cuando la playa se llenaba de verdad era el fin de semana, después de todo. Aprovechando esto, habías decidido quitarle la parte de arriba de tu bikini.No estaría mal broncear un poco tus pechos, que estaban pálidos por la falta de sol. Llevabas puestos tus anteojos de sol cumpliendo una doble función: protegerte de la luz y del contacto visual con los bañistas y algún que otro vendedor ambulante.
Habías olvidado tu libro en casa, así que decidiste dedicar tu tiempo a escuchar música tranquila. Podrías dormirte tranquila, tan sólo habías traído tu vestido y un monederito con algo de cambio para quizás tomar un helado. Si decidieran robarte mientras duermes no sería la gran cosa. Además esta era una playa tranquila.
Dawn chorus de Thom Yorke sonaba a través de tus auriculares. Los tonos repetitivos y tenues resonaban en tu cabeza invitándole a relajarte. Te encontrabas tumbada boca abajo cuando una sombra cambió en la arena y pudiste ver cómo unos pies masculinos habían aparecido delante de ti. Te quitaste los auriculares por si te estaban diciendo algo, y, sin pensarlo, empujaste tu cuerpo con tus manos para incorporarte y levantarte.
Oh Dios mío. No era posible.
- Hola, disculpá, no tendrás fuego?
Era Enzo Vogrincic sosteniendo un cigarro entre sus dedos. Entrecerraba un poco los ojos para no verse cegado por el sol.
Calma. CALMA -pensaste- Encuentra el encendedor y dáselo. Mantén la calma.
-Sí, esperame. -murmuraste
Revolviste en tu tote bag hasta que encontraste el pequeño encendedor morado.
Encendiste el mechero tapando con la otra mano el cigarro para que el viento no apagara la llama. Él había acercado su boca a tus manos para que se lo pudieras encender.
-V-vos sos... Sos vos, verdad? -Bravo por tu elocuencia, pensaste.
-Sí, creo que sí - dijo Enzo riéndose.
-Sí, claro, qué pelotuda. Yo soy muy fan de tu trabajo sabés?
- Ah, mirá, muchas gracias- le dio una amplia calada al cigarro y exhaló el humo hacia arriba. Te miraba con esa sonrisa suya tan seductora, peinando de vez en cuando su cabello con las manos.
No se te ocurría que decir. Estabas en blanco y temías que, ahora que ya había encontrado lo que venía a buscar, se marchase por donde había venido.
-Sé que te tiene que molestar, pero... ¿Te tomás una foto conmigo? Mis amigas me asesinaran si les cuento que te he conocido y no te lo he pedido.
-Sí, claro, pero....
-No hace falta si no, ¿eh? - te arrepentiste de haberlo pedido. Claro que no le apetecía tomarse una foto en la playa donde seguramente solo había ido a relajarse- No te preocupes...
-No, pero... No querés taparte para la foto? -dijo riendo suavemente.
Oh, no. Toda la emoción y tu pendejismo crónico habían nublado un importante asunto: seguías estando en topless.
-Ay! -chillaste, ya roja como un tomate- disculpáme por favor, no me di cuenta- te intentaste cubrir con las manos- qué boluda....
Si no hubiera sido porque eso hubiera supuesto despegar las manos de tu pecho, te hubiera gustado cavar un hoyo con las manos y enterrarte ahí para huir de la vergüenza. Tierra, trágame.
-No, pará, ¿pero porqué te tapás ahora? No pasa absolutamente nada... -seguía sonriendo de una manera condenadamente encantadora.
-Yo no me había dado cuenta de que estaba así, yo...
-Hey, hey -trató de tranquilizarte- te ví los pechos, ¿y qué? Es natural, no tiene nada de malo... Además... - pareció Interrumpirse a si mismo.
Lo miraste interrogante. El rubor aún quemando tus mejillas.
Se sentó en tu toalla como si nada, debajo de tu sombrilla. El gesto te invitó a hacer lo mismo.
-Además son preciosos, bo- dijo mirando al mar con el cigarro entre los labios para volver a dar una calada.
No pudiste evitar reirte y él te miró sonriendo.
-Qué vergüenza, no puedo parar de hacer el ridículo- pensaste en alto
-¿Pero porqué 'el ridículo'? -pareció regañarte con su tono.
-Y, ¿porque me encuentro al mismísimo Enzo Vogrincic y le enseño las peras? -dijiste enfurruñada contigo misma
Ahora fue su turno de reírse.
-Che, no es tan grave el asunto...- apagó el cigarro en tu lata vacía- ¿te estabas bronceando ,no?
-Sí...
- ¿Y cómo va quedando?
Estallaste en risa apretando tus manos contra tu pecho y le miraste
-¿Vos me estás jodiendo?
-No te estoy jodiendo, tengo.. Curiosidad- pareció saborear esa última palabra.
-¿Querés ver? -una voz en tu cabeza te gritaba "Se puede saber que hacés, loca?", pero decidiste ignorarla como si fuera una amiga molesta y responsable y tú estuvieras borracha.
-Obvio - se giró hacia ti.
Here goes nothing, pensaste y descubriste tus pechos ante él.
Enzo resopló por lo bajo y te observó por un par de segundos, para después dirigir su mirada a tus ojos de nuevo.
-Y, les falta un poco, están paliditos -comentó.
-Sí, deberían seguir tomando el sol- concediste con un tono seguro que ni tú sabías de donde venía.
Está claro que esta coqueteando contigo, ¿no? Tu mente iba a mil por hora.
-Tumbáte chiquita- dijo relajadamente, dando un par de toques a su regazo.
Obedeciste, ¿cómo no hacerlo? Te reclinaste sobre tu regazo, él seguía sentado. Su bañador mojado entró en contacto con tu nunca. Luchaste por no volver a cubrirte.
-Deberías echarte loción solar, nena. ¿Puedo?
Cerraste los ojos bajo tus lentes oscuros. Los nervios iban a acabar contigo. Tan sólo asentiste.
Él alargó su brazo para alcanzar la crema. Pudiste escuchar cómo la destapaba y se echaba un poco en las manos, posiblemente templándola un poco.
Y entonces sucedió: sus dedos se posaron en tus senos, manchados de la loción que olía a coco y a verano. Masajeó suavemente durante un rato. Rozaba tu piel suave con delicadeza y experiencia. No pudiste evitar que un gemido escapase de tu boca.
-Shh.... Chiquita, no seas mala...
Una de tus manos subió hasta tu boca para taparla.
Él se inclinó un poco sobre ti, acercando su rostro al tuyo. Su pelo negro caía enmarcando su cara.
-Qué lindas tetitas tenés...
Otro gemido ahogado.
Te incorporate un poco para apoyar tu espalda en su torso y así estar protegida por su cuerpo.
-Me estás poniendo malo, preciosa -susurró- tengo la pija durísima y ahora no me voy a poder levantar- pudiste comprobar que no mentía, notabas su erección contra tu culo.
-Enzo... -gemiste, como todas las veces que lo habías hecho en tu cama, a solas, solo que esta vez él estaba ahí para escucharte.
-Qué ganas de cogerte...- Gimió aún masajeando tus pechos y apretando su bulto contra ti, jurabas que lo sentías palpitar.
Tú no podías parar de gimotear en tu mano.
La humedad que sentías en tu parte de abajo del bañador ya no tenía nada que ver con el mar.
De repente, un grito a lo lejos os sacó de vuestro universo.
-"¡Enzo! ¡Vamos, boludo, te estamos esperando!"
-Mierda- maldijo él- son mis amigos, me tengo que ir, chiquita.
Antes de que pudieras protestar y mirarle te dio un beso en la cabeza y te prometió:
-Hoy a medianoche aquí, ¿sí?
Qué acababa de pasar?
tags: @iamjustadoll @andyrubei @madame-fear @miskhalie @karylvsjuanii @koiibiito @quarzitos @voglatte @llorented @deepinsideyourbeing
79 notes · View notes
themasterreader69 · 7 months ago
Text
HASTA EL AMANECER
Enzo Vogrincic x Reader
Enzo Vogrincic regresa a casa antes de lo esperado por un cambio de vuelo, convirtiendo los sentimientos de un día cansador en un momento para reconectar.
Tumblr media
Eran pasadas las dos de la madrugada, la oscuridad envolvía la habitación del apartamento, nada excepto la luz esquinera al borde del sofá y las luces de la televisión. La película her se reproducía en la pantalla frente a mí aunque mis párpados pesaban como el silencio que me inundaba, las gatas estaban durmiendo en mi cama así que los únicos ruidos eran los de la voz de Joaquin Phoenix y los huesos de mi espalda cada vez que cambiaba de posición. 
     El largo día había dejado mi cuerpo exhausto, no obstante, mi mente seguía revoloteando como un pájaro inquieto, negándose a ceder ante el cansancio. Mis ojos se cerraban intermitentemente, luchando contra la tentación de dejarse llevar por el sueño. En un momento, el sonido de la película se desvaneció en el fondo, transformándose en un susurro indistinguible y caí en un sueño profundo sin más lucha.
Me despertó a las cuatro de la mañana, el inesperado tintineo de las llaves en la puerta principal, que resonó en la sala de estar, rompiendo el silencio de la noche. Me extrañé por la situación –¿Enzo? ¿A esta hora?– con un esfuerzo titánico, luché contra la somnolencia y me senté en el sofá, todavía parpadeando con un ojo cerrado. Mis sentidos se agudizaron mientras pausaba la película, que ya estaba mucho más cerca de su final de lo que recordaba haberla comenzado.
     Escuché la puerta al abrirse y mi corazón comenzó a palpitar con fuerza. Aunque mi mente estaba en cualquier lado –debido al sueño– la emoción de verlo de nuevo se filtraba entre toda esa fatiga. Seguí bostezando mientras esperaba en el sofá, con la mirada entrecerrada enfocada en la entrada. Mis sentidos estaban alerta, captando cada sonido, cada movimiento. Entonces, lo vi. Enzo entró en la habitación con total cautela, siquiera arrastró su valija, sino que la cargaba cuidando sus pisadas. Su figura apenas iluminada por la luz que llegaba del pasillo trajo una gran calidez a mi alma. Él estaba bellísimo, abrigado con su campera rompevientos de LOEWE –desde que modeló para ellos ya perdí la cuenta de cuántas prendas de esa marca hay en el armario– y con un jean básico que estoy casi seguro es de JACK & JONES fue de los regalos de su hermano menor por su último cumpleaños, el corte del pantalón es relajado y eso le queda tan pero tan bien. 
     Con un bostezo final, me levanté para recibirlo, dejando atrás el sofá y la película inconclusa. La fatiga se desvaneció momentáneamente, reemplazada por el calor reconfortante de un beso de regreso y un fuerte abrazo. 
Yo quería hablar primero pero me distraje entre sus labios. 
—¿Qué hacés a esta hora? pensé que ibas a estar durmiendo, quería que fuera una sorpresa el estar de vuelta. —Me dijo mientras hacía muecas como si lo que acababa de hacer fuera algo inimaginable. 
—No entiendo, en la última videollamada que hicimos me dijiste que no llegabas hasta la mañana. 
Dejó la mochila y las valijas y comenzó a explicarme mientras se desabrochaba la campera dejándola así en el perchero. 
—Sí, bueno, copsas pasaron —Se reía— Mira, es así, mi vuelo original tenía una escala larga pero resulta que hubo problemas técnicos con el avión, así que nos desviaron a otra ciudad para hacer una escala no programada y de suerte nomás es que pude conseguir un vuelo de conexión más rápido y lo tomé para poder llegar a casa antes.
Mi ceño se frunció ligeramente mientras procesaba la información –mucho que procesar para alguien que recién despierta además la gesticulación de sus manos me distraía– Banca ¿problemas técnicos? ¿pasó algo durante el vuelo? —Dije angustiado.
—No, no te preocupes —Me agarró de la mano mientras movía la otra para explicar— Fue más un tema logístico que otra cosa. Todo estuvo bien, solo un poco de retraso y un cambio de ruta inesperado. Pero ya estoy acá sano y salvo así que quédate tranqui. 
Me acurruqué un poco más cerca de él.
—Me alegra mucho que estés bien. Aunque hubiera preferido que llegaras según lo planeado así te esperaba con alguna sorpresita o algo, pero bueno, estoy feliz de tenerte de vuelta.
Enzo me sonrió y pasó un brazo alrededor de mis hombros, dejando un beso suave en mi frente.
—Tenía unas ganas de verte que no te haces idea —Me dijo mientras vi que su mirada pasaba de estar en mis ojos a estar centrada en la tele— Uy amor, ¿otra vez con esta película? ¿me tendría que preocupar de que me vayas a reemplazar por inteligencia artificial ahora? —Soltó una carcajada mientras jugaba con el control de la televisión.��
—No seas boludo. Primero, es un peliculón y lo sabes, si hasta te encantó el soundtrack tanto como a mí. Segundo, no hay robot que me convenza de hacerte a un lado —Le dije al mismo tiempo que le sacaba el control de las manos y le volvía a poner play a la película. 
—¿La vas a seguir viendo? ¿No tenés sueño? —Dijo mientras jugaba con mis pelos. 
—¿Vos no tenés sueño? Sos vos el que vino de un viaje largo, no yo —Le retruqué. 
—Todavía ando con jet lag, de hecho incluso podría decir que estoy estresado, ya sabés que no he parado en toda esta semana,pero ahora quiero estar contigo —Pausó como reflexivo— y ya sé que prácticamente no te dejé en paz con tanto mensaje y llamada pero es que, en serio, no es lo mismo hacer cosas sin que vos estés ahí. 
Con una sonrisa traviesa, empujé suavemente a Enzo hacia atrás para que se recostara por completo en nuestro sofá verde. Sus labios otra vez con los míos donde cada beso daba lugar al siguiente. El roce de nuestras prendas se convirtió en un juego tentador, su solo tacto enviaba una corriente eléctrica a través de mi cuerpo, ahora completamente despierto y atento.
—Extrañaba la sensación de tu piel —Susurré entre besos— dejando un rastro de besos en su cuello y hombros. 
Él se limitó a soltar pequeñas exhalaciones y gruñidos cortados, más no emitió palabra.
Haciendo un movimiento sutil, me deslicé hacia adelante para sentir la presión de su entrepierna contra mi vientre. Un estremecimiento recorrió mi cuerpo y creo que también el suyo porque me apretó contra sí. Sin embargo, noté que Enzo desvió su mirada hacia el techo, como buscando una excusa para escapar de la intensidad del momento. 
     Sus labios se movieron como si estuviera a punto de decir algo, pero ningún sonido salió de ellos. Un gesto de confusión cruzó mi rostro mientras seguía su mirada, intentando comprender lo que estaba pasando.
Entonces, su expresión cambió abruptamente cuando forzó su mirada en la mía, sosteniéndome los cabellos con firmeza. La intensidad en sus ojos me dejó sin aliento, y su voz resonó en la habitación con un tono tenso.
—Esto ya empieza a molestar —murmuró señalando el cinturón que llevaba puesto— Observé cómo movía su mano derecha lentamente por el cuero buscando la hebilla lentamente con sus dedos, liberándose para permitirse más movilidad.
Una sonrisa traviesa bailó en mis labios.
—Vamos a terminar de sacarte ese estrés que tenés, ¿te parece? —murmuré manteniendo mi mirada— Él asintió con una expresión de anticipación y supe que estábamos en la misma sintonía.
Su respiración cambiaba de ritmo con cada cambio de presión, y supe que estaba extasiado por el placer que le estaba brindando. Aunque él aún sostenía mis cabellos, no era para nada bruto, su mano estaba entrelazada de una manera delicada y cariñosa, dedicado a seguir mis movimientos con reverencia. 
Agradecimos el inesperado cambio de escalas de avión que había permitido que Enzo llegara antes y que había permitido este momento, necesario para los dos. 
Una oportunidad para reconectar después de estar separados, hasta el amanecer.
74 notes · View notes
dansformations · 6 months ago
Text
"A straight foward Halloween"
Tags: gay to straight, dumbification, fartkink, burpkink.
Marco y Jalil, vivían juntos en su lindo y ordenado departamento, cada Halloween solían impactar en las fiestas con elaborados disfraces, sin embargo habían decidido un disfraz de Halloween menos producido, pero divertido para este año: los dos novios se disfrazarian de hombres heterosexuales.
Era una idea estúpida, pero todos aman una buena sátira.
Jalil se había decidido por unas bermudas y una camisa de fútbol de la selección del país.
Por otro lado Marco estaba usando unos pants flojos y un sport blanco sin mangas que además había tintado de un marrón amarillento en la zona de las axilas para hacerlo parecer un Sport sudado.
Todo habia sido comprado en lugares de segunda mano.
- Nos quedó increíble, 'Bro' - bromeó Marco dándole una nalgada a su novio
Después de aquel golpe, el trasero de Jalil liberó un corto pero sonoro pedo PPTTTTTTTTTRRRFT. El joven se sonrojo de inmediato.
- Jaja alguien se está metiendo demasiado en personaje - bromeó su novio
- Sí... No se que paso, lo siento Bro, ¡digo!, amor - contestó, sintiéndose un poco confundido
- No te preocupes amor... - Marco le dio un beso a su novio, no sabiendo que aquel sería el último...
Pronto arrugó la nariz, un hedor rancio estaba invadiendo sus fosas nasales. Era el gas de Jalil.
No quería demostrarlo e incomodar a su novio, pero aquel gas apestaba demasiado, era bastante sorprendente, jamás había sentido a Jalil apestar así. Para no incomodar a su novio, pero dejar de sentir aquel hedor, Marco caminó hacia el baño.
Estando ahí, aspiró profundamente, pero otro olor igual de rancio invadió sus fosas nasales, comenzó a buscar la fuente para toparse que venía de las manchas de falso sudor de su camiseta.
Pero era imposible... Las había hecho con colorante, agua y esencia de vainilla...
Sin embargo entre más olía, más seguro estaba de que aquel olor venía de esas manchas. ¡No podía ir a la fiesta oliendo así!, Así que se quitó la playera y decidió que también iría con una camiseta de fútbol, como Jalil. Que suerte que habían obtenido 2 camisetas de fútbol en aquel extraño bazar... Un momento... Aún estando sin camiseta el hedor lo acompañaba, olisqueo nuevamente y se dió cuenta de que ahora el hedor venía directamente de sus axilas.
Olió directamente y un olor a atleta después de partido lo invadió.
Algo muy raro estaba pasando.
Mientras, en la sala, Jalil se rascaba constantemente la entrepierna, había algo en aquellas bermudas que le causaba una constante picazón. Y eso solo podía resolverse de una forma: Jalil metió una mano a su ropa interior y rascó fuertemente.
Cuando terminó de hacerlo por alguna razón sintió curiosidad de oler sus dedos... así que lo hizo, un olor a sudor guardado y húmedo invadió sus fosas nasales.
"Tal vez necesito un baño... Tal vez" pensó y rió.
Pronto desde el baño se escuchó un enorme:
- PRRRRRIFFRRRFRRRRPT
Marco estaba teniendo una incontrolable cantidad de gases.
Jalil rió, sintiéndose incluso algo humillado, eso por mucho lo había superado
- ¡Buena Bro! - gritó Jalil, está vez no cambiando el Bro por algo más cariñoso.
Pronto marco abrió la puerta saliendo del baño y el hedor invadió todo el departamento, pero esta vez ninguno de los dos arrugó la nariz. Ambos aspiraron aquel masculino olor que les recordaba tanto al olor del locker room después de entrenar, el olor del sofá cuando los 2 se juntaban a jugar videojuegos, el olor que ellos consideraban olor a hombría; todos nuevos recuerdos implantados por aquel mismo olor de las camisetas y sus propios pedos que estaba alterando todo en ellos:
Marcos y Jalil ya no eran aquella ordenada y culta pareja gay, ahora eran 2 sucios, descuidados y descerebrados mejores amigos, dos bros que vivían juntos ya que eran los únicos capaces de aguantar el hedor y desorden del otro.
Marco hizo una reverencia a modo de broma, aunque realmente sí estaba orgulloso, seguro que aquel pedo había sido audible hasta en la habitación del nerd que tenían de vecino. Se puso su camisa de fútbol, y ambos estaban listos.
Este año los dos amigos habían decidido usar sus uniformes de fútbol como disfraz para Halloween, no era un disfraz muy creativo, pero ellos tampoco lo eran y no era como que a sus amigos hetero de la fiesta a la que iban les importará.
- ¿Listo, bro?
- Como siempre
Marco nalgeo a su mejor amigo, a lo cual este contestó con un ruidoso pedo, pero esta vez no hubo besos ni vergüenza, solo risas como los buenos jugadores de fútbol heterosexuales que eran.
Tumblr media
82 notes · View notes
i-am-not-a-super-hero · 7 months ago
Text
My Candy Love New Gen is finally out!!!!! 🥳🥳🥳🥳 So I went ahead and played the first chapter a bunch of times, here are the answers I chose in case they can be useful to someone else :3 (spanish only since that's my main server)
/neutral +positive -negative
Zahra: Bueno, ¿quieres beber algo, Ysaline?
Un zumo de naranja está bien. /
Como tú, un café será perfecto. /
Sí, me apetece un té, si hay. /
Zahra: …
¡Y también pienso disfrutar de ella! No creo que mi próxima casa tenga piscina… /
¡Y cuando vuelvas ya me habré ido! /
Y me salvas la vida, de verdad. No me quedaré mucho tiempo… /
Zahra: Por cierto, Ysaline, ¿qué esperas de este nuevo comienzo?
(REBELDE) Quiero tomarme la revancha. /
(DULCE) Pues la verdad es que espero que vaya mejor que en EPMC… -Tasha
(ENÉRGICA) ¡Quiero arrasar en mi nuevo trabajo! +Tasha
Zahra: ¡Qué experiencia más terrible! ¡Podría haber hecho que Ysaline se desencantara del amor para siempre!
(REBELDE) Ignoraré los consejos de una adolescente de dieciséis años. -Tasha
(DULCE) No te preocupes por eso, mamá. /
(ENÉRGICA) Lo que tengo muy claro es que el siguiente que intente jugar conmigo va a pasar un mal rato. +Tasha
CONJUNTO: 40 PAS
Archibald: Pero lo que no sabía es que tú también habías decidido venir aquí…
De momento, estoy en casa de mamá. REGALO TAKI
Llevo muy poco tiempo, acabo de llegar… /
Para ser sincera, lo cierto es que no he tenido elección. /
Roy: Y no entiendo cómo es posible que no me haya fijado en ti…
(REBELDE) ¿En serio ese es tu mejor piropo?
(DULCE) No pasa nada, a veces pasa… /
(ENÉRGICA) No te preocupes, a mí también me pasa cuando corro. +
Thomas: …
(REBELDE) ¿Y por eso llegas tarde? /
(ENÉRGICA) Creo que la primera hora ya ha pasado, no deberíamos demorarnos más. -
(DULCE) ¿No te gusta madrugar? A mí, tampoco… +
Thomas: …
(DULCE) Siento que tengas que encargarte de esto… -
(REBELDE) Estoy de acuerdo contigo: el papeleo es un rollo. +
(ENÉRGICA) Es increíble. ¡Me atrevería a decir que no te gusta el papeleo! /
Thomas: Es de buena calidad y estás de frente.
(REBELDE) Vale… Pero es mejor poner en el pase la foto que he traído. -
(ENÉRGICA) En realidad, tiene bastante gracia… ¡Creo que me acostumbraré! +
(DULCE) Bueno… Tal vez podrías haberme preguntado mi opinión antes… /
Thomas: Es una foto tuya, se te reconoce, y estás guapa… ¿no?
En este caso concreto, no, la verdad es que no. /
¿Intentas arreglarlo con un cumplido? /
De verdad, ¿tú crees? /
Thomas: …
Mi madre es rica, pero yo no. /
Así es, mi madre es arquitecta, y es bastante conocida en el sector… /
Preferiría que guardaras tus comentarios para ti… /
Thomas: …
(REBELDE) Déjalo. ¿Puedo dar una vuelta, para conocer la oficina? IMAGEN
(ENÉRGICA) ¡Esperaba que al menos me presentaras a todo el mundo!
(DULCE) Quizá podrías enseñarme un poco la oficina… /
Thomas: ¿Qué te apetece?
Nada, estoy bien, gracias…
¿Qué te apetece a ti? /
Déjame mirar a ver qué hay… IMAGEN
Thomas: …
Un zumo de tomate. Es estimulante… /
Un chocolate caliente, si está bueno. /
Un café está bien. /
Amanda: Tú debes de ser la nueva. Soy Amanda de Lavienne.
(DULCE) (Le estrecho la mano sonriendo) +
(REBELDE) Deduzco que tú debes de ser la veterana. Soy Ysaline. /
(ENÉRGICA) ¡Sí! Me llamo Ysaline. ¿¡Me das dos besos!?
Roy: …
¿Qué te parece esta, en forma de dinosaurio? ¿¡No es muy bonita!? / ESCRITORIO PREHISTÓRICO
Mira, una verdadera silla de oficina: móvil, con buen apoyo lumbar, sobria… / ESCRITORIO ERGONÓMICO
La silla redonda es bonita, ¿no? Me gusta, y parece cómoda… / ESCRITORIO AGRADABLE
Brune: ¿Qué te hagamos un montón de preguntas?
(REBELDE) De momento solo van tres. Creo que podré soportarlo. +Elenda
(DULCE) Toda va bien, gracias. Y sí, ya he encontrado mi mesa. /
(ENÉRGICA) Lo ideal sería tenerlas todas por escrito, para poder responder a mi ritmo. +Brune
Brune: Yo creo que al final, estamos mucho mejor aquí.
La empresa en sí misma estaba bien… pero la gente que trabajaba allí… +Brune
Digamos que ha sido… instructivo. Pero quería cambiar a otra cosa. /
Yo también lo creo. Allí, el ambiente era insoportable. +Elenda
COMEDOR – ROY
Roy: …
¡Perdona, es que es muy raro!
Aquí todo el mundo sabe que haces… ¿qué exactamente? IMAGEN
Voy a dejarte entonces, antes de no poder parar de mirar esos abdominales…
Roy: Dos series de cincuenta. Tampoco quiero quedar molido…
(REBELDE) ¡Ah, claro! Después de hacer jogging, cien flexiones… ¡Qué menos!
(ENÉRGICA) ¿En dos series? ¡Eso es para principiantes! IMAGEN
(DULCE) Vale, no quería molestarte… Te dejo. /
SALA DE REUNIONES – AMANDA
Amanda: ¿Puedo hacer algo por ti?
Quizá… Aún me estoy adaptando… /
Pues… No. Pensaba que la sala estaba vacía… Perdona.
Amanda: Vengo de una familia privilegiada. No voy a renegar de ella por eso.
(REBELDE) No hay por qué avergonzarse, pero no me gustan demasiado los interrogatorios. /
(ENÉRGICA) Tienes razón. No me avergüenzo de ello, es más, todo lo contrario. -
(DULCE) No, por supuesto. Es solo que no me gusta alardear de ello. +
Amanda: …
(No me muevo. Mala suerte para la abeja reina.)
(Me precipito a ayudarla a recogerlo todo.) IMAGEN
(Por curiosidad, aprovecho para intentar leer los papeles…)
DESPACHO DE DEVON – DEVON
Devon: Ven, Ysaline, puedes entrar.
(Entro en el despacho y me indica que me siente) +
No, eres muy amable, pero no quiero molestar…
Devon: ¿Quieres que firmemos tu contrato, quizá? Lo tengo aquí…
¡Encantada! ¡Es increíble lo rápido que va todo esto! /
¡Estupendo! Casi me esperaba pasar una entrevista de trabajo.
Devon: No aceptaba un no por respuesta.
(DULCE) Estupendo… Una vez más, mi madre es quien lo ha hecho todo. +
(REBELDE) Ya te digo. Habría podido comprar toda la empresa.
(ENÉRGICA) ¿¡En serio!? ¡Si es así, prefiero ir a buscar a otro sitio!
Devon: Y cuando lo hayas leído, podrás firmarlo…
(ENÉRGICA) (Me tomo un minuto para leer rápidamente las páginas.) IMAGEN
(DULCE) Vale, bien. Confío en ti.
(REBELDE) ¿Te importa si me lo llevo a casa para leerlo más tranquilamente?
70 notes · View notes
walker-skull · 8 days ago
Text
¡Aferrate... Aferrate! El sonido de las pesas en el gimnasio tenía un ritmo que era demasiado musical para mi gusto. Presioné el botón de "enfriamiento" en la cinta de correr y escuché los gruñidos que provenían de los levantadores de pesas en la esquina. No era tan grande como ninguno de ellos, al menos en cuanto a músculos. Comencé un viaje de pérdida de peso porque estaba cansado de sentirme como un elefante literal en una habitación y ha sido un viaje inconsistente. Perdí un par de kilos y luego, una semana después, los recuperé.
"¿Es usted miembro?", escuché a mi derecha y vi al encargado manteniendo una conversación bastante agresiva con alguien que acababa de entrar al edificio. Estaba apoyado en el mostrador y parecía terriblemente cansado, casi como si sus músculos hubieran trabajado demasiado a pesar de parecer bastante normal. Agarró la mano del caballero de la recepción y de repente lo dejó solo, aparentemente volviéndose mucho más dócil.
Seguí al hombre mientras cruzaba el gimnasio y se dirigía directamente hacia los levantadores de pesas. Al principio, lo zarandearon y le pidieron que los dejara en paz, pero luego se dio cuenta de que había un deportista que estaba haciendo ejercicio en una zona más apartada, donde estaban las máquinas de pesas. Se tambaleó y se acercó, casi fuera de la vista de los hombres que gruñían, y luego se paró encima del deportista. Tenía los brazos por encima de la cabeza, agarrándose a la gran barra y miró fijamente al extraño hasta que se agachó, deslizó la mano por la nuca y abrió la boca. Los ojos del deportista parecieron vidriosos mientras lo hacía y parecía como si el extraño estuviera escupiendo en su boca.
Tumblr media
En ese momento detuve la cinta y comencé a caminar hacia ellos por curiosidad. Cuando el último resto de líquido blanco desapareció en la boca del deportista, el tipo de la camiseta gris se tambaleó hacia atrás mientras parpadeaba. Parecía perdido y extremadamente angustiado, tanto que tropezó con otro juego de pesas y se golpeó la cabeza contra un estante de metal con mancuernas. El deportista también parpadeaba y finalmente se puso de pie con una convulsión. De repente, un grupo de hombres rodeó al extraño herido y el deportista miró a su alrededor, al caos. Me las arreglé para acercarme lo suficiente para agarrar su mano y arrastrarlo hacia los casilleros, fuera de la vista de la multitud.
"¿Qué fue eso?", le pregunté, observando su ser. Estaba caliente, eso era seguro, y yo estaba empezando a tener una pequeña erección al pensar en eso.
"¿Viste mi transferencia? Me han dicho que sea más discreto", dijo, casi como un robot.
—Lo hice, pero no te preocupes. ¿Estás bien?
—Me sentí un poco confundido por lo que quería decir con transferencia, pero traté de mantener la calma.
"Estoy bien. Me ayudaste sin ninguna motivación", dijo, esta vez mirándome de arriba abajo. Obviamente no estaba tan bien formado como este tipo, pero no estoy seguro de que eso importara.
—Bueno, estás bueno, pero supongo que ese no es el tema. ¿Eres una especie de extraterrestre o algo así? —pregunté sin rodeos.
Él asintió. "Sí, sería agradable si pudieras mantener esto en secreto. No deseo hacerte daño, pero comprende que si te conviertes en una amenaza, me veré obligado a hacerlo".
"Mis labios están sellados." Hice un movimiento de cierre sobre mis labios.
—Pero no es así. ¿Por qué mientes? —preguntó.
—Oh, es sólo un dicho. Significa que no se lo diré a nadie. —Levanté mi dedo meñique y lo miré a los ojos—. Lo prometo con mi dedo meñique.
—¿Promesa de meñique? —Miró mi mano. Extendí la mano para tomar la suya y lo ayudé a corresponder la promesa. En el momento en que nuestros dedos se entrelazaron, de repente sentí una presencia en la parte posterior de mi cabeza. Algo que no era dañino, pero casi como si la cosa estuviera mirando a través de una ventana y dentro estuvieran mis recuerdos. Jadeé cuando nos soltamos y me arrastré hacia atrás mientras mis ojos se nublaban por un momento.
—Eres una buena persona, lo sé —me sonrió—. Me gustaría seguir usando esta 'promesa del meñique', pero solo contigo. Puede ser algo que hagamos para ponernos al día. ¿Te opones a que me quede contigo? Sé lo que piensas sobre este anfitrión, así que estoy seguro de que puedo usarlo de una manera que te resulte agradable.
Tumblr media
Miré hacia abajo para ver un bulto creciendo en sus pantalones cortos de entrenamiento y de repente su actitud cambió. Sus ojos parecían un poco más relajados y se levantó la camiseta para revelar un conjunto de abdominales hermosamente tonificados. Miré alrededor del vestuario y luego agarré su mano antes de colarme en una ducha. En ese momento, se había quitado la camisa y la arrojó afuera y luego me presionó contra la pared de azulejos. Hice una mueca cuando el frío sacudió la piel de mi espalda y sonreí cuando sentí su entrepierna frotarse contra la mía. Ya estaba dura, probablemente ya goteando cuando deslizó mis pantalones cortos por mi cintura. Mientras nos besábamos y nos apretábamos el uno contra el otro, el agua se abrió. Los chorros cálidos empaparon nuestros cuerpos mientras se daba la vuelta, mirando hacia atrás mientras extendía y separaba sus mejillas. Jugué con su agujero, provocándolo con la punta y luego, finalmente, deslizándome lentamente dentro de él. Gruñó cuando me sintió entrar y comencé a empujar cada vez más rápido a medida que el vapor llenaba la cabina. Él gimió y se estiró hacia atrás mientras admiraba los músculos de su espalda y me agarró mientras lo embestía. Me estiré hacia adelante y deslicé mis manos a lo largo de sus músculos mientras embestía, comenzando a sentir el retorcimiento en mis bolas mientras llegaba al borde. Cerré los ojos y embestí con fuerza, sintiendo que me liberaba dentro de él con un grito fuerte, ignorando la idea de que alguien pudiera escuchar.
"Eso fue increíble", dije, temblando mientras salía de él. La ducha seguía abierta y mi nuevo amigo extraterrestre se dio la vuelta mientras miraba su cuerpo. Se flexionó ligeramente y sonreí. Todavía estaba erecto.
- ¿Qué? - preguntó mirándome.
"Déjame cuidarte ahora. Te va a encantar". Sonreí y me arrodillé para ayudarlo con una nueva experiencia.
Tumblr media
46 notes · View notes
luceracastro · 9 months ago
Text
Teacher's Pet
Part 2
Professor!Esteban Kukurickza x Reader
Tumblr media
Summary: After a few months of starting your literature course you seem to find it harder with time to ignore your professor, little did you know you were driving him crazy as well.
Warnings: Not much in this part (Don't worry we'll get there soon ;)
Masterlist
you looked at the big A on your paper which was written with a red ink marker, you smiled to yourself proud of your grade, you looked over to Adelia who you helped out with the assignment and she smiled from ear to ear showing you the bright red A on her paper mouthing a thank you
you nodded smiling and looked to the front of the class, the lecture had started and Esteban couldn't keep his eyes off you, to try and cover it up he sometimes looks around the class or paces back and forth as he speaks but sometimes both of your eyes meet and you offer him a kind smile
Such a sweet girl, he thought "Senorita T/n, que pensaste de la lectura de hoy?" he asked and you tilted your head "Era bien interesante, yo se que va ayudar con los trabajos que nos diste" you said and he nodded "Yo se que siempre puedo confiar en ti" he said and you nodded "Si, siempre" the room all of a sudden felt a little hot
"Bueno que tenga un buen dia" you said and he nodded before you walked out letting a breath you didn't even know you were holding out. walking into the coffee shop you walked into the lunchroom putting your stuff away in your locker and moving to get your apron.
your job was to work as the cashier, sometimes to help prepare the drinks and serve baked goods or clean up , you did a little bit of everything, your boss said he trusted you the most considering how good you are with the customers. He's seen you work around the shop multitasking and getting almost everything done on your own.
"Entonces aqui trabajas?" you looked up and saw your Professor, you were surprised really, he's never been here before and you'd worked here for two years now "Hola Profe, Esteban" You were quick to correct yourself "Hola linda" he greeted you back and you smiled
"Que te puedo agarrar?" you asked and he looked up at the menu "Un cafe grande, negro por favor y eso nomas" he pulled out his wallet and you gave him his total and he paid and you moved to serve him his coffee
"aqui esta" you handed him his coffee with a sweet smile on your lips "Gracias querida" he smiled and you nodded "Que tenga buen dia" you said "Usted tambien linda, cuídate" he said and you nodded the same warm feeling returning to your belly.
"Y ese quien es?" your boss was standing behind you making you jump at the sound of his voice "Nomas un Maestro que conozco," you said moving to wipe down the counter and he nodded "Bueno iba preguntar si podrías cerrar, Melissa llamó que esta enferma y te prometo que te pagarán horas extras" your boss said and you really had nothing else to do and didn't mind more pay.
"Esta bien, lo hago no te preocupes" he smiled a sigh escaping his lips "Vos es un Angel linda muchas gracias" you nodded smiling at him before returning to work.
the whole day you were on your feet helping customers, cleaning the shop, and doing other things. "Adios T/n, buenas noches" Nereyda a coworker of yours had left the shop after offering to help pick up a bit "Adios, con cuidado," you said back sweeping the floor, after you had finished cleaning you got your belongings from your locker, and locked up the shop
you wrapped your jacket tighter around yourself since Spain's weather was unforgivable with the harsh cold wind at night, a honk made you jump a little before turning to see the car responsible for the sound, it drove a bit past you before stopping right beside you the window rolling down
"Apenas vas saliendo?" it was Esteban, you were honestly starting to think he might've been following you or something but then you remember he might've just been around yet you would've kinda found the whole following you around thing flattering
you nodded "Si, tenia que cerrar," you said "Y nadie puede venir por ti?" he asked almost with disbelief in his voice and you shook your head "Si no te molestaria pudiera llevarte a casa" he said and you froze with a stir in your belly, was he really offering you a ride home?
you honestly didn't think this was too appropriate either but then you remember you both are responsible adults and a simple ride home is innocent really "La verdad no te quiero molestar, esta bien" you tried to kindly decline but he shook his head
"La verdad linda, no es ninguna molestia" he said and you sighed, he didn't seem to give up or mind so you nodded "Bueno, si te lo agradeceria," you said and he nodded getting out the car to open the passenger side for you
You thanked him before getting in the car and he dismissed it as no problem, the warm smile on his face made you feel at ease. the drive had just started and you felt like you could fall asleep right then and there, the car was warm and the seats were comfortable for someone who had been on their feet all day
he had asked you your address before taking off so if you wanted to you could fall asleep but then you reminded yourself that this was your Professors car and you didn't want the awkwardness of that certain situation "Te ves cansada querida" he mentioned looking over at you and you turned you head to look at him with a small sleepy smile
"La verdad si, estuve trabajando toda esta semana sin parar" you said letting out a yawn covering your mouth and he thought it was just the cutest damn thing "Bueno si quieres te puedes dormir y podría despertarte" he offered and you thought about it
"Bueno si no es ningún problema" you started and he shook his head "No lo es querida, duerme," he urged you and you nodded slightly tilting your head to the side and the tiredness took over in seconds.
Esteban had looked over at you, he swore you looked like an angel and he couldn't help but smile, then the thought of how wrong it was plagued his mind, it was weird and not accepted to look at his own student in that way
yet he couldn't help but to keep stealing glances at you as you slept peacefully, he could tell you had a rough day. he stopped right in front of your apartment building and turned to face you as you slept
he really didn't want to wake you but he had too, better for you to be in a bed than a stiff car seat he thought "linda, linda estamos aqui" he whispered to not startle you and your eyes fluttered open
you then looked around realizing you guys made it to your place, you put on a small smile "Perdon" you chuckled a little rubbing your eyes "No no tranquila nena" you looked out the window "Bueno, gracias por el aventón, de verdad te lo agradezco" you said and he nodded "De nada linda," you smiled at him one last time "Que tenga buen noche" you said before opening the door "Usted tambien querida, descansa"
getting out the car you had carefully closed the door walking up to the entrance of your building, turning you saw him still there and you waved goodbye which he did in return, he didn't leave until you were inside then he drove off
once you unlocked your door and entered your apartment you sighed dropping everything to the floor, your whole body was in pain and the headache you had from the lack of sleep and food was unbearable
you didn't have the energy to eat no matter how hungry you were so you just went to your room and kicked your shoes off plopping down on your bed, as soon as your head hit the pillow you were out like a light.
the next morning you were in the worst pain, but you managed with a bowl of cereal, water, and some Ibuprofen
you had taken the bus to get to school, you lent a kind smile to Esteban as he returned the gesture, sitting in your usual seat with the class still semi empty you sighed taking out the materials you knew were needed for the lecture and class in general
he came to stand in front of you, he looked down at you and in that moment you realized just how tall he actually was "Profe" you said you both weren't alone, in the back there were a couple students who were distracted with one another but still better to be safe about it.
"Senorita, como estas? bien?" he asked and you nodded "Si, gracias por preguntar" you said and he nodded "Si, y dormiste bien?" he asked and you could sense the worry and care in his voice which made you warm inside, "Trate" you chuckled and he gave you a look "Tienes que descansar" he said and you nodded "Entiendo pero tampoco puedo dejar de ir a trabajar or faltar clase" you said and he nodded
"Mira si un dia no te sientes bien o nesecitas descansar dime y yo te mando la lectura y hasta te puedo ayudar despues de los clases," he offered and you were a bit surprised about it "De verdad?" you asked a brow raised and he nodded chuckling a little "Claro que si linda, yo haria lo que sea para mi alumna favorita" he winked at you making your stomach erupt in butterflies and you nodded a smile on your lips "Gracias profe" you chuckled a little
"bueno queirda, aye vienen los de mas, pero tenga en cuenta eh" he gave you a pointed look and you nodded "Si claro, gracias otra vez" he nodded and walked to the front of the class
did he just wink at you? did he give you a free pass most of the others don't get?
A/n: Hope ya'll are enjoying I promise it will get more and more interesting just don't wanna rush the relationship or anything so please bare with me babes! anyways comments, reblogs, and likes are greatly appreciated but no need if you do not want to just as long as you guys enjoy this for yourselves and read something that satisfies ya'll <33333 also if you'd like to be tagged let me know!
taglist: @madame-fear @catiwinky
119 notes · View notes
soyelmorse · 6 months ago
Text
🎇Ya está listo y aquí tienen el capítulo 5!!!🎆 Me tomo lo suyo, pero lo prometido es deuda, 🤣 literalmente me tuve que ver la serie otra vez y dormir un rato para tener ideas nuevas.
Pero bueno, ya se la saben, la foto no es mía, créditos a quien corresponda y disfruten del capitulo 5 me costo bastante
Tumblr media
-
En capitulos anteriores...
-
Shira:
Oye a dónde vamos?
-
*Shira de acerco a Gummigoo, mientras que Chad y Max vigilaban a Gloink y a Kaufmo*
-
Gummigoo:
Vamos con la princesa lu
-
Shira:
A... Que bien Pero... Porque?
-
Gummigoo:
Ella mi pidió que los rescatará, no me dijo el porque pero escuché de su gente que el rey de estás tierras era manipulado por alguien que sonreía mucho y que la reina estaba encerrada
-
Shira:
Kinger? El no es un rey, o almenos no en el sentido literal, Gloink tampoco y alguien que sonrie mucho, estará hablando de Caíne?
-
Gummigoo:
No lo sé pero-
-
*Gummigoo fue interrumpido, Chad y Max se acercaron a el*
-
Chad:
He, disculpe jefe, tenemos un problema
-
Gummigoo:
Que sucede?
-
Max:
Es solo que...
Son insoportables
-
Gummigoo:
He?
-
Chad:
La Reina Y el payaso señor, Una no deja de hablar y dar órdenes, Y el payaso no deja de hacer chistes malo y preguntar por una tal "salida"
-
Gummigoo:
Vamos chicos no es para tanto
-
Shira:
Ellos no están bien en este momento disculpenlos
-
Max:
A qué te refieres?
-
Shira:
Desde que llegaron a lo que sea que es este mundo pues pasaron muchas cosas y no están bien mentalmente
-
Gummigoo:
Igual no importa mucho, miren
-
*Gummigoo señalo hacia en frente y observaron el castillo de la princesa*
-
Chad:
Oh?
-
Max:
Menos mal
-
Shira:
Wao es un castillo impresionante, porque Caíne no lo ha encontrado antes?
-
*Todos caminaron hacia el castillo, al llegar la gente recibió a Gummigoo, Chad y Max como héroes mientras Shira, Gloink y Kaufmo le seguía*
-
Shira:
Que... Gente... Interesante?
-
*Shira se dió cuenta de que todas las personas allí parecían mas títeres con colores diferentes y ninguna posea rasgos faciales*
-
Gloink:
Que pueblo mas... Insolente, ante una reina como yo, obviamente que deberían alabarme mas
-
Kaufmo:
No creo que te estén Gloink
-
Gloink:
A qué te refieres?
-
*Después de pasar por la ruta principal, llegaron a la entrada del castillo y la princesa apareció*
-
Princesa lu:
Bienvenidos valerosos guerreros, me alegra ver qué hayáis podido cumplir vuestra misión y traer a la reina y sus compañeros con ella, como recompensa, aquí tenies busco camión con toda clase de herramientas y recursos que necesitás para ayudar a vuestra aldea
-
*La princesa aplaudió y el camión llegó*
-
Gummigoo:
Gracias princesa, Bien señores, andando!
-
Princesa:
Hasta pronto y que la suerte os acompañe!
-
*Gummigoo, Chad y Max subieron al camión y rápidamente salieron del reino*
-
Princesa Lu:
Tampoco me olvidó de vosotros, por favor acompañenme
-
Shira, Kaufmo y Gloink subieron las escaleras hacia el castillo y entraron en el
-
Gloink:
Es un lugar pequeño para alguien como yo
-
Princesa Lu:
Estamos al tanto de eso majestad, pero no se preocupe, en unos días se hará una habitación de acordé a usted
-
Kaufmo:
Aún así, nos ha ayudado, que podemos hacer por usted?
Si necesitas a alguien que le haga reír puede contar conmigo
-
Shira:
Jeje, creo que vamos a posponer eso por ahora, Disculpe princesa
-
Princesa Lu:
Puedes decirme Lu
-
Shira:
Bueno, Princeds Lu, le importa si hablamos un minuto?
Hay algo importante que debo contarle
-
Princesa Lu:
Por supuesto
-
*Lu aplaudió y 2 súbditos de acercaron*
-
Princesa Lu:
Lleven a la reina a una habitación a corde a ella y a su acompañante también
-
*Los súbditos hicieron caso y se llevaron a ambos*
-
Princesa Lu:
Y bien, como debería referirme a vos?
-
Shira:
Soy Shira, y lo que quisiera contarle es que...
Gloink, Kaufmo y yo no estamos bien
-
Princesa Lu:
A qué te refieres Shira?
-
Shira:
Este mundo nos ha dañado de una forma en particular, Gloink perdió noción de la realidad, o almenos está nueva realidad, Kaufmo aunque se ve alegre esta desesperado por encontrar una salida y yo suelo perder la memoria según me dijo Kinger
-
Princesa Lu:
Kinger? Acaso habla de ese ser sonriente? No debería confiar en sus palabras, es quien los tuvo cautivo
-
*La princesa chasqueo los dedos y aparecieron sus súbditos, estos les entregaron las cenizas de afuera y creo en frente de ella súbditos Pero muy pequeños*
-
Princesa Lu:
He hecho que mis súbditos vigilarán ese reino y me han contando cómo les ha tratado, a diario me traen historias de todo lo que han visto, y cuando me contaron la vuestra supe que tenia que ayudar
-
Shira:
Se equivoca princesa, Kinger no es ese ser sonriente si no el otro, el pqie posee una apariencia de rey
-
Princesa Lu:
Oh! Entonces te refieres al rey de ese lugar, mis súbditos me contaron que el en algún momento perdió su voluntad y desde entonces sigue las órdenes de ese señor sonriente, Pero no os preocupeis, sabemos exactamente que hacer para ayudarle a recuperar sus tierras
-
Shira:
Creo que no me he logrado explicar bien, ellos no son -
-
Princesa Lu:
No te preocupes, de segura estás cansada por el viajé, súbditos
-
*Lu chasqueo los dedos y otro súbdito apareció*
-
Súbdito:
Si princesa?
-
Princesa lu:
Lleva a la amiga del rey a una habitación adecuada para que descansé Porfavor.
Por el momento necesito hacer unas cosas, así que hablaremos mañana
-
Shira:
De acuerdo, sin embargo princesa insisto en-
-
Princesa Lu:
No te preocupes, en la cena real podrás contarme todo
-
*Después de eso, Shira fue llevada a su habitación y no tuvo mas opción que esperar, Mientras tanto*
-
.
.
.
.
.
-
Gummigoo:
Bien, llegamos
*Gummigoo bajo y observo el lugar, no se veía otra cosa que el bosque Infinito de siempre*
Esperen, y la aldea?
-
Chad:
Que extraño, debería estar aquí jefe
-
Max:
Estoy seguro de que esta era la dirección correcta, el mapa lo decía
-
Gummigoo:
Déjame ver ese mapa
-
*Max le pasó el mapa a Gummigoo y este lo reviso*
-
Gummigoo:
El mapa está bien, sin embargo porque...
-
*Gummigoo empezó a recordar*
-
Gummigoo:
Porque no hay nada aquí?...
-
*A los pocos minutos, gummigoo recodo lo que había olvidado, El había llegado a este lugar, sin embargo al no encontrar a nadie poco a poco se empezó a volver loco, y cuando llego al reino, la princesa lo recibió como un heroe y le encomendó una mision*
-
Gummigoo:
Esperen, nada fue real? Pero, yo recuerdo... Una... Aldea?...
-
*Chad y max se miraron*
-
Chad:
Jefe está bien?
-
Gummigoo:
Jefe? Yo no soy su jefe... O si?...
Esperen, yo no los conozco
-
Max:
Que dice jefe, claro que nos concoce, acaso no se acuerda de...
-
*Max estaba por decir pero no recordaba nada*
-
Max: hem...
-
Chad: tal vez esa vez de-
-
Max: Si, esa ves de...
-
Chad: De...
-
*Chad cayó en cuenta y tampoco se acordaba de nada*
-
Chad:
No... Recuerdo...
-
*Al pasar las horas, Gummigoo, Chad y Max empezaron a recordar lo que había pasado cuando llegaron allí*
-
Gummigoo:
Así que tuvimos experiencias similares, sin embargo, como fue que terminamos los 3 en ese reino
-
Max: Tal vez sea por lógica?
-
Chad:
Lógica?
-
Gummigoo:
hm... Max tiene razón, el reino es grande, y nosotros nos volvimos locos en un inicio porque no encontramos nada, tal vez, cuando el Reino se construyo los 3 estamos relativamente cerca y nos acercamos a el
-
Chad:
Eso tiene sentido, Pero en el reino había demasiada gente, como nos dimos cuenta antes?
Tanta gente así hubiera hecho mucho ruido
-
Max:
En serio? Pero si no tenían boca
-
Chad: 
Pero aún así los escuchamos y-
-
Gummigoo:
Wou espera, repite eso
-
Chad:
Pero aún así los escuchamos?
-
Gummigoo:
Me refería a max, Dijiste que ellos no tenían boca, y es cierto, entonces, porque los escuchábamos?
-
Max:
No lo sé
-
Chad:
Yo solo se que me recuerda a la voz de la princesa
-
Gummigoo:
La voz de la princesa...
Princesa de...
Que?
-
Chad:
He... No lo sé
-
Max:
Nunca nos dijo el nombre de su reino jefe
-
Gummigoo:
Tal vez no lo dijo el nombre de su reino no porque no quiera, si no porque no tiene
-
Chad:
un reino sin nombre?
-
Gummigoo:
Solo piensenlo, los 3 nos volvimos locos al vagar por estás tierras y de la nada apareció ese reino
-
Max:
Es bastante extraño...
-
Gummigoo:
Bien, está decidido
-
Chad:
Que piensas hacer?
-
Gummigoo:
Volveré a ese reino a tratar de descubrir que fue lo que paso, si ustedes quieren pueden venir conmigo
-
*Chad y Max se miraron entre si y asintieron*
-
Chad:
Vamos con usted!
-
*Después de ello, Ambos se subieron se subieron al camión junto con gummigoo y empezaron a conducir hacia el reino*
*Horas después, antes de llegar al reino se encontraron con un sujeto extraño y se detuvieron*
*Gummigoo bajo del camión y encaro al sujeto*
-
Gummigoo:
Hola? Amigo? Estás perdido?
-
Fudge:
Hum? Hola, pensé que no volvería a ver a alguien, eres real?
-
Gummigoo:
Asi es, porque creías que no verías a alguien mas?
-
Fudge:
Oh, es desde que mate a esas marionetas la princesa me hecho de su reino, Dijo que estaba loco por asesinar a su gente, Pero yo digo que ella está mas loca que yo
-
Gummigoo:
Espera, marionetas?
Así que eso eran...
-
Fudge:
Trate de hacerla entrar en razón Pero no quiso escucharme y me exilió, sin embargo ya tengo un nuevo plan
-
Gummigoo:
A si? De que se trata, sabes tenemos asuntos pendientes con ese reino, tal vez nos podamos ayudar
-
Fudge:
En serio? Pues tenía planeado secuestrarla y quemar a todas sus marionetas, que pensaban hacer ustedes?
-
Gummigoo:
Ha...
-
*Gummigoo dudo en seguir hablando, la forma y actuar de Fudge era extraña y parecía que iba a eloquecee en cualquier momento, sin embargo continuo hablando*
-
Gummigoo:
Algo parecido...
Íbamos a interrogarla, que te parece este trato, si nos ayudas a interrogarla, podrás hacerle lo que quieras después a sus marionetas, sin embargo será después, no antes de que nosotros consigamos nuestro objetivo
-
Fudge:
Hmmm... Normalmente siempre soy quien toma el mando, sin embargo no puedo rechazar una oferta así, así que trato hecho, no le haré nada, y a cambio podré ver arder a esas...
Marionetas...
-
Gummigoo:
Bueno...
Creo que ya está decidido, súbete al camión, no te importa ir en la parte de atrás cierto?
-
Fudge:
En lo absoluto! Es la parte mas divertida
-
*Fudge subió al camión y gummigoo subió a la cabina con sus amigos*
-
Max:
Jefe de seguro que debería confiar en el?
-
Gummigoo:
Lo sabremos una vez lleguemos al reino, ya les diré que hacer cuando lleguemos, por ahora andando
-
*El camión empezó a andar*
-
.
.
.
.
.
-
*Un súbdito tocó la puerta de la habitación de Shira*
-
Shira:
Si?
-
Subdito:
Con todo respeto mandan, la princesa Lu le espera en el comedor real, sus acompañantes ya se encuentran allí
-
Shira:
De acuerdo
-
*Shira salió de su habitación y fue al comedor, allí se encontró a Gloink, que comía y daba órdenes a los subditos de traerle mas comida como su fuera la reina del lugar, mientras tanto Kaufmo intentaba hacer reír a la princesa Lu, aunque la expresión de esta era realmente difícil de decifrar*
-
Princesa Lu:
Oh! Discúlpame Kaufmo
-
*La princesa de levantó y fue a recibir a Shira*
-
Princesa Lu:
Me alegra que hayas venido, disculpa que no te pude ayudar antes pero en estos momentos soy todo oídos para tus inquietudes
-
Shira:
No es necesario, podemos esperar si-
-
Princeso lu:
Me gustaría atender esas inquietudes ahora, insisto
-
*La princesa Lu se retiró junto a Shira y caminaron por los pasillos*
-
Princesa Lu:
Tu acompañante y la reina son... Personas curiosas
-
Shira:
Le pido perdón por eso
-
Princesa Lu:
Se que me lo explicaste antes, pero podrías hacer énfasis otra vez en esa situación de que ustedes no estaban bien?
-
Shira:
Por supuesto, resulta que-
-
Subditos:
Alerta!
-
Princesa Lu:
Sucede algo?
-
Súbdito:
Algo ataca al reino, Unas especies de burbujas se lleva a la gente y-
-
*Antes de terminar la frase, Un bubble se lo comió y lo atrapó dentro de el*
-
Bubble:
Wowi!
Caíne estará muy contento!
-
Princesa Lu:
Ha!? Quien eres tu?
-
Shira:
Bubble?
-
Princesa Lu:
le conoces?
-
Bubble:
Me conoces?
-
Shira:
Si, Kinger me habló sobre ti
-
Bubble:
Oh! Tu eres una de sus amigas! Caíne me dijo que sus amigos se habían extraviado y que tenía que llevarlos de vuelta, además de llevar a cualquier otra forma de vida
-
Princesa Lu:
Caíne?
-
Shira:
Es sobre el quien también quería hablarle, sin embargo creo que sería buena idea que fuéramos
-
Princesa Lu:
Pero, y que hay con mis súbditos? No puedo dejarlos
-
*Ambos miraron por las ventanas del palacio y vieron como el ejército de bubble atrapaba a todos y se los llevaban*
-
Bubble:
Puede confiar en mi!
Llevaré a todos sus súbditos sin hacerles daño, chaíto
-
*El bubble se retiró y otro lo suplanto*
-
Bubble:
Y bien? Que estamos esperando, Caíne estará muy feliz de saber que hay mas gente aquí
-
Princesa Lu:
De verdad es seguro?
-
Shira:
Confíe en mi, nunca les haría daño
-
Princesa Lu:
supongo que está bien, iré contigo
-
.
.
.
.
.
-
Fudge:
Hm? Que está pasando aquí?
-
*Gummigoo detuvo el camión frente al reino y vieron a las burbujas irse en fila*
-
Gummigoo:
Y esto?
-
*Los 4 bajaron del camion y se empezaron a acercar, al estar por preguntarle a un bubble que sucedia otros se los comieron sin previo aviso y se los llevaron junto al resto*
-
.
83 notes · View notes
possession-swapbody · 7 months ago
Text
Saliendo de prisión parte 2
Leo Pov:
Últimamente me la he estado pasando recordando mis años en prisión, ya casi han pasado 6 meses desde que salí, pero de lo que más me acuerdo es de mi compañero de celda Marcus, era un tipo brillante, y además buena persona, nunca supe como es que una persona tan agradable había sido capas de cometer tantos asaltos con victimas y terminado en prisión.
El fue sentenciado a una condena de muerte, hace poco, si bien llevaba 3 años en prisión, su abogado conseguía extender parte del juicio para evitar ese destino, pero ya no lo logro más y sería ejecutado en solo una semana, pobre hombre solo tenía 47 años.
Fue entonces que no se si por el aprecio y mi amistad con el, se me ocurrió una tonta idea, iría y le contaría como poder poseer, seria sencillo, solo tenia que llevar a Aron y que el lo posea en lo que le buscamos un cuerpo afuera, Erick trato de convencerme que era una mala idea pero yo confiaba que era solo una preocupación sin motivo.
Erick: Tío te estas arriesgando a que Aron pierda su vida.
Leo: no te preocupes será seguro, solo necesita salir de Aron y entrar en alguien más, y después regresar a Aron hasta que consiga un cuerpo.
Erick: pero terminaran arruinando la vida de alguien.
Leo: Ya lo pensé bien, será fácil, le daré una nueva oportunidad en el cuerpo de alguien que haga más mal que bien, sabes el otro día logré que un cliente que es un tipo que cometió intento de asesinato será liberado por buena conducta y porque la víctima retiro los cargos ya que llego a un "acuerdo" poco ético en mi opinión ya que la soborno.
Erick: pero si tuvo buena conducta es que esta cambiando.
Leo: No lo creo, lo conozco bastante y la verdad se que solo esta manteniendo esa actitud, sabes me contó que lo hacía porque le gusta la adrenalina que surge de esos momentos.
Erick: eso es confidencial, no puedes decir las confesiones de tu cliente.
Leo: por favor no es como si tu lo fueras a difundir.
Erick: estas hablando enserió?!, soy un traje ahora se que no le puedo decir a nadie pero se te puede hacer costumbre.
Leo: bueno ya no digo nada.
Y esa fue la última vez que pude hablar con Erick.
El plan había salido perfecto, Aron y yo nos habíamos vuelto grandes amigos para este punto y cuando regresábamos de u pequeño viaje de fin de semana le pedí que me acompañará a la cárcel a visitar al compañero de mi tío "ya que el quería decirme una de las últimas voluntades de mi tío".
Aron accedió y llegamos, yo ya había informado a Marcus del plan, pues lo estuve visitando por 3 semanas y le platique lo ocurrió entre Erick y yo, llegué y le di los últimos detalles del hechizo en una nota, claro que la nota la metí en un libro de lectura para no tener sospechas, al salir del lugar fingí que no encontraba las llaves se mi moto, eso le dio tiempo suficiente a Marcus para tomar el cuerpo de Aron.
Tumblr media
Tras notar como parecía luchar por el control y tomar poseesion, le dije que teníamos que ir rápido a casa y después debería tomar el cuerpo de alguien más para evitar que Aron sea expulsado de su cuerpo.
Vi como Marcus admiraba su nuevo cuerpo, era raro había un toque en su mirada que no conocía, n osadía si era por que al estar e carcas parte de su personalidad podría no adaptarse a sus gestos, pero era extraño.
Al llegar a casa nos bajamos de la moto pero Saul nuestro vecino de 22 años nos jugo una broma para su canal de internet, nos tiro un globo grande de slime a cada uno, por lo general siempre nos da gracia sus bromas en parte porque nos llevamos muy bien pero esta vez solo complicaba que nos diéramos prisa.
Marcus sugirió entrar a bañarse ya que tenia slime en toda la cara y estaba bajando a su espalda, yo estaba igual pero le dije que estaba bien, que el fuera primero, se metió a la ducha y tardo media hora, pero lo peor es que escuchaba como hacía cosas indebidas con el cuerpo de Aron, me comencé a cuestionar si había cometido un grave error.
Luego de que Marcus saliera del baño, yo entré, tome una du ha y al salir vi a Marcus haciendo la comida, le cuestione si no saldría a buscar un cuerpo para dejar a Aron.
Leo: Sabes la comida puede esperar ya casi pasan las 2 horas, descuida Leo, no pasa nada, tomaré al vecino, después de todo nos retrasados por su culpa.
Leo: bueno esta bien, además el echo que viva cerca es de ayuda para poder comunicarnos.
Marcus, puso la mesa y nos sentamos a comer, la comida estaba muy buena pero el agua de frutas sabia un poco extraño, Marcus lo noto y me dijo que también le sabia raro, quizá era mi impaciencia cuando ya note que faltaban solo 10 minutos pero el cuerpo de Aron no mostraba señales de me inacción ni estímulos, yo para ese momento me sentía débil y en mi mente escuché una voz.
Marcus POV:
Mi vida se volvió un desastre, cometí varios asaltos pero mis nervios me llevaron acabar con la vida de inocentes, no se suponía que eso pasara, lo único bueno fue que conocí a un tipo llamado Leo, se volvió un gran amigo para mí, pero falleció hace 6 meses y como si de un chiste se tratara, hace 3 semanas llego su sobrino a contarme algo impresionante, en realidad era el mismísimo Leo, pero en el cuerpo de su sobrino, me ofreció una salida que yo aceptaría, no quería morir, así que tomaría la vida de un reo que no estuviera convencido con pena de muerte, pero ese reo estaba en otra prisión así que primero ocupaba uno o dos cuerpos en lo que llegábamos al que sería mi cuerpo permanente.
Al llegar a casa de Leo su fastidioso vecino me lleno de slime para un "video", y tuve que tomar una ducha, le agradezco mucho por ello, desde que entré sentí la fuerza y la juventud de este joven motociclista, no me sentía así desde hace muchos años, y ahora vería este cuerpo desnudo antes de dejarlo, seria la experiencia completa, subí al cuarto de este tipo por un cambio de ropa y me llamó la atención el traje que Leo usaba aveces cuando me visitaba, su traje de motorista, era raro que estuviera en esta habitación, sea que Aron y Leo son pareja o son amigos con... una voz interrumpió mis pensamientos al tocar el traje.
Erick: ¿quien eres?
Marcus: disculpa?
Erick: acaso eres el amigo de mi tío?
Marcus: si.
Erick: Ya veo, bueno mira no se si mi tío te dijo pero tienes menos 2 horas deseé que entras para dejar un cuerpo.
Marcus: lo se, no fastidies mocoso.
Erick: Sabes mi tío te describió como alguien agradable pero pareces un pesado.
Marcus: si bueno, sabes antes de sentir este cuerpo planeaba aceptar l oque me ofrecía tu tío, pero este cuerpo es sorprendente, no lo dejare.
Erick: no hagas eso, no vale la pena robar un cuerpo.
Marcus: si lo vale, sabes si acepto lo que ti tío propuso solo acabaré siendo vigilado y aunque estaré "libre", no se compara a un nuevo comienzo.
Erick: Sabes no creo que mi tío este de acuerdo con eso.
Marcus: y no le dirás, basta con ocultarte para que no digas nada.
Escondí el traje que contenía al sobrino de Leo y tome otra ropa, me fui a bañar, pero al desnudarte vi este cuerpo en toda su gloria, estaba en forma y no podía dejar de posar frente al espejo, tome mi nuevo pene con una mano y acariciaba mi pecho con el otro, era tan excitante y caliente, aproveche el ruido del agua para silenciar mis gélidos, al bombear esta gigante polla carnosa, era demasiado sensible y a su vez solo podía bombear más fuerte hasta que eche una voz.
Aron: ¿que pasa?, porque estoy haciendo esto?, no estaba en...
Marcus: muy bien chico, para ahí, te diré algo, tu cuerpo ahora es mío, tu amiguito Leo te vendió, me dio tu cuerpo.
Aron: que?, Leo?, no tengo ningún amigo llamado Leo y el más cercano es el tío fallecido de Erick.
Marcus: bueno con ideando esta situación adivina quien evitaba el cuerpo de Erick.
Aron: no puede ser... uf eso se siente bien.
Notaba como Aron sentía lo que yo, me costaba poder hablar con el y más porque el placer me hacía estar más cerca de correrme, entonces recordé algo y decidí lo mejor para mi.
Marcus: mira chico, desaparecerán en cuanto suelte tu espermatozoide, te iras a través del desagüe.
Aron: no entiend-do.
Marcus: al tomar tu cuerpo un alma suplanta y expulsa la otra, sorpresa la otra eres tu y te iras, Leo me dijo que puedo atrapar tu alma en un objeto que te pueda absorber ya que te convertirás en esperma o dejando entrar tu espermatozoide en el de un se vivo, así que escoge.
Aron: me meterás en un anim-mal o una tela?
Sentía como estaba más cerca de correrme.
Marcus: no, te meteré en un humano o en ropa, tu eliges.
Aron: q-quiero a Erick.
Sentía que no quedaba tiempo, tome un fresco vacío que estaba cerca y me corrí en el, fue glorioso y liberador, mi hipótesis fue correcta, el cuerpo al estimulará suelta el alma, las 2 horas es el tiempo natural, pero se puede acelerar con una masturbación o sexo.
Aron quería a Erick, quería su cuerpo, no entendía el porqué, o bueno talvez si, quizá venganza, después de todo le eche la culpa a Leo, y pensándolo bien, no se si Leo pueda echarme a la fuer,a de este cuerpo y regresar nos a la normalidad, tendré que sellarlo, pero enserió quiero eso?, es mi amigo y en prisión fue el único que me apoyo cuando me dieron pena de muerte, seria capaz, entonces vi mi actual reflejo y con todo el pesar de mi corazón tome una decisión, ya solo faltaba el como sellarlo.
Tuve una idea, lo engañaria con tomar el cuerpo del vecino, después...
Aron pov:
Mi visión regresaba y mire a mi anterior cuerpo sonriendo frente mío, no entendía que pasaba, solo recuerdo la desesperación y el placer de estar a punto de ser expulsado de mi cuerpo y luego un vacío, y ahora estaba frente mi viejo yo.
Lo mire y me calmo, me explico que concedió mi petición, me dio el cuerpo de Leo, basto con poner mi alma en forma de semen en su bebida y así mi alma se fundió con su cuerpo, el no sabia que pasaría, dijo que quizá yo seria expulsado en 2 horas o talvez Leo sería expulsado, o quizá no pasaría nada.
Yo camine a un espejo que estaba en la sala y miré mi nueva cara, en secreto estaba enamorado este rostro, en el pasado usaba el traje de motociclista de Erick, porque era como tenerlo conmigo, tocando mi piel, estaba enamorado de él y no podía decir nada, en cierta forma esto era aún más caliente, sentía como mi nuevo pene tocaba con los bóxer que llevaba puestos, y mi cuerpo me dijo que no me juzgarla que podía hacer lo que quisiera, lo mire y me desde en la sala, comencé a masturbarme y a mirar mi pecho, vi como mi anterior cuerpo se ponía duro, mi cuerpo mantenía esa atracción a Erick aunque Marcus lo condujera, no lo sabía con exactitud pero podría segurar eso, le guiño el ojo y el comenzaba a dejar ver que mi viejo pene estaba duro sobresalía de los shorts que llevaba puestos, ver eso me encendió mas, sentía como cada que bombeaba me acercaba mas y mas a correrme pero antes de que eso pasara el corrió a mi anterior habitación y tomó uno de mis trajes de trabajo, y me obligó a correrme en el, no sabia para que pero eso fue tan caliente.
Luego de eso se vistió con ropa limpia y me ordenó hacer lo mismo, yo le seguí y paramos en medio de la carretera, el viendo hacia una montaña solo decía como amaba estar libre al fin.
Tumblr media
4 meses después
Leo pov:
Han pasado mucho desde que estoy atrapado, Erick tenía razón, me advirtió que sacar a Marcus de la cárcel era mala idea y gracias a eso ahora perdí su cuerpo y el me encerró en un traje que usa para presumir su nuevo cuerpo, aunque es agradable ver el mundo de vez en cuando y sentir que le hago compañía a pesar que a su vez el rencor no deje disfrutar de los pocos momentos en que siento lo que Erick sentía cuando lo usaba, aunque Marcus aveces me usa para sus conquistas amorosas y siento placeres que nunca me anime a dejar que Erick viera conmigo en su cuerpo, eso me recordaba que todo lo que Erick hizo y perdió por mi fue en vano, todo lo que se es que Aron lo usa seguido en su día a día para salidas en moto.
Marcus pov:
Tener este cuerpo es genial, han pasado 4 meses y sin duda es una fuente de diversión y placer interminable, me gusta salir mostrando este cuerpo o salir usando trajes, ver las miradas de todos es tan entretenido, aunque Aron parece llevarse bien con el original propietario de su cuerpo, no le he dicho a Leo, pero Erick prefiere que sea Aron quien lo use ya que hay más acción jeje, y digamos que le ha tocado conocerme también, sin duda el se adapto, además que no le queda de otra, no puede hacer nada para evitarlo.
Tumblr media
85 notes · View notes