#resta de términos semejantes
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Aprenderás a sumar polinomios agrupando términos semejantes y reduciendo términos.
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CAPÍTULO 3 El hombre que calculaba
Singular aventura acerca de 35 camellos que debían ser repartidos entre tres árabes. Beremís Samir efectúa una división que parecía imposible, conformando plenamente a los tres querellantes. La ganancia inesperada que obtuvimos con la
transacción. Hacía pocas horas que viajábamos sin interrupción, cuando nos ocurrió una aventura digna de ser referida, en la cual mi compañero Beremís puso en práctica, con gran talento, sus habilidades de eximio algebrista.
Encontramos, cerca de una antigua posada medio abandonada, tres hombres que discutían acaloradamente al lado de un lote de camellos. Furiosos se gritaban improperios y deseaban plagas:
- ¡No puede ser!
- ¡Esto es un robo!
- ¡No acepto!
El inteligente Beremís trató de informarse de que se trataba.
- Somos hermanos –dijo el más viejo- y recibimos, como herencia, esos 35 camellos. Según la expresa voluntad de nuestro padre, debo yo recibir la mitad, mi hermano Hamed Namir una tercera parte, y Harim, el más joven, una novena parte. No sabemos sin embargo, como dividir de esa manera 35 camellos, y a cada división que uno propone protestan los otros dos, pues la mitad de 35 es 17 y medio. ¿Cómo hallar la tercera parte y la novena parte de 35, si tampoco son exactas las divisiones? - Es muy simple –respondió el “Hombre que calculaba”-. Me encargaré de hacer con
justicia esa división si me permitís que junte a los 35 camellos de la herencia, este hermoso animal que hasta aquí nos trajo en buena hora. Traté en ese momento de intervenir en la conversación: - ¡No puedo consentir semejante locura! ¿Cómo podríamos dar término a nuestro viaje si nos quedáramos sin nuestro camello?
- No te preocupes del resultado “bagdalí” –replicó en voz baja Beremís-. Sé muy bien lo que estoy haciendo. Dame tu camello y verás, al fin, a que conclusión quiero llegar.
Fue tal la fe y la seguridad con que me habló, que no dudé más y le entregué mi
hermoso “jamal” que inmediatamente juntó con los 35 camellos que allí estaban para ser repartidos entre los tres herederos. - Voy, amigos míos –dijo dirigiéndose a los tres hermanos- a hacer una división exacta de los camellos, que ahora son 36. Y volviéndose al más viejo de los hermanos, así le habló: - Debías recibir, amigo mío, la mitad de 35, o sea 17 y medio. Recibirás en cambio la mitad de 36, o sea, 18. Nada tienes que reclamar, pues es bien claro que sales ganando con esta división. Dirigiéndose al segundo heredero continuó:
- Tú, Hamed Namir, debías recibir un tercio de 35, o sea, 11 camellos y pico. Vas a recibir un tercio de 36, o sea 12. No podrás protestar, porque también es evidente que ganas en el cambio. Y dijo, por fin, al más joven: - A ti, joven Harim Namir, que según voluntad de tu padre debías recibir una
novena parte de 35, o sea, 3 camellos y parte de otro, te daré una novena parte de 36, es decir, 4, y tu ganancia será también evidente, por lo cual sólo te resta agradecerme el resultado.
Luego continuó diciendo: - Por esta ventajosa división que ha favorecido a todos vosotros, tocarán 18 camellos al primero, 12 al segundo y 4 al tercero, lo que da un resultado (18 + 12 + 4) de 34 camellos. De los 36 camellos sobran, por lo tanto, dos. Uno pertenece, como saben, a mi amigo el “bagdalí” y el otro me toca a mí, por derecho, y por haber resuelto a satisfacción de todos, el difícil problema de la herencia
.
- ¡Sois inteligente, extranjero! –exclamó el más viejo de los tres hermanos-. Aceptamos vuestro reparto en la seguridad de que fue hecho con justicia y equidad. El astuto beremís –el “Hombre que calculaba”- tomó luego posesión de uno de los más hermosos “jamales” del grupo y me dijo, entregándome por la rienda el animal que me pertenecía: - Podrás ahora, amigo, continuar tu viaje en tu manso y seguro camello. Tengo ahora yo, uno solamente para mí. Y continuamos nuestra jornada hacia Bagdad
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Comienzo casi siempre mis escritos, haciendo énfasis en que he aprendido algo, o que por fin lo he entendido, hoy no lo haré.
Hoy he aceptado un hecho indiscutible de la vida, solo basta con dar un vistazo alrededor y concluir que la gente se rodea de gente semejante a ella. En términos de estetica también se aplica esto y como ya lo he dicho antes pues no soy agraciada, mis facciones son feas y me ha costado mucho aceptarlo, porque alguien con mucha humanidad venía y me levantaba el ánimo, pero hoy es diferente.
No soy talentosa, solo me esfuerzo y a veces no lo hago lo suficiente no soy trabajadora pero trato de llevar mi día a día lo mejor que puedo, no soy muy lista pero trato de salir adelante, no tengo un buen cuerpo pero trato de cuidarme mucho, no soy agradable al tratarme pero finjo que lo soy, no soy amable pero intento callarme cuando algo no me agrada, no soy piadosa pero a veces el corazón se me parte en pedazos cuando observo cosas injustas, no soy generosa pero en ocasiones lo doy todo a personas que no darían nada por mi. Soy una persona tremendamente inestable es lo que puedo decir de mi.
Y pues con todo aquello solo me resta decir que soy una persona facil de olvidar, con un rostro común, con una personalidad que no impacta, con un intelecto menos del promedio y pues la gente se olvida fácil de mi.
Soy muy infeliz desde que tengo memoria y mi mente me sabotea para que siempre me mantenga infeliz. Lo que hoy también reafirmo es que debo estar sola sentimentalmente, no puedo estar con nadie, además si estuviera alguien conmigo por la mañana en la tarde ya no se acuerda de mi, esa soy yo. Y hoy lo acepto, porque de hecho ya lo sabía hace tiempo y solamente mantenía la esperanza de que algo en ese hecho cambiara.
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Ecuaciones lineales
El objetivo es despejar la/ las variables que se dan en una ecuación.
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Esa es una forma de hacerlo, sin embargo es bueno que sepan hacerlo utilizando el inverso del número que representa “b” en la ecuación, así:
Escribir el inverso del segundo número, es decir, “b”
Anular los números que sean el inverso y estén en el mismo lado del =
Hacer la operación que está después del =
Si se tiene términos semejantes operarlos
La clave es ir anulando conforme se pueda con el fin que la x quede sola
En el caso que el ejercicio sea de fracciones se realiza de la siguiente manera:
Tomar los denominadores y ponerlos a la par de los numeradores en simulación de multiplicación.
Anular el número que multiplica y es el mismo que el denominador de dicho numerador y multiplicar los demás números con el numerador. Hacer esto con cada numerador dado en el ejercicio, incluyendo el de la fracción después del =
Hacer suma/ resta de términos semejantes
Despejar la x pasando el número que lo acompaña al otro lado del = cambiando de operación a realizar.
Realizar la operación correspondiente y ¡listo!
EJEMPLOS
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8 de mayo de 2018
Después de años de haberlo calificado como el peor de los acuerdos jamás firmados, la decisión de Trump ha sido tomada. Washington abandona el pacto nuclear con Irán. Pero, ¿estamos ante una inescapable alternativa entre aceptar a un Irán armado nuclearmente o una guerra? No aún.
Como escribí el sábado, el acuerdo con Irán no es un tratado vinculante sino una serie de términos pactados por siete partes que los mantienen con vida a cambio de que las otras partes hagan lo propio. En este caso, Trump ha decidido que EU deja de cumplir con su compromiso: la suspensión de sanciones (además de imponer nuevas). Pero el hecho de que una de esas partes decida abandonar el convenio no supone de manera automática que las otras seis lo harán también. Primero tenemos la propia decisión de Irán, quien teóricamente podría mantener sus compromisos a cambio de que los países europeos, además de Rusia y China, no se sumaran a las sanciones estadounidenses. Esto no nulificaría, pero sí limitaría el impacto de las sanciones de EU. Ahora bien, Irán podría también dejar de cumplir con sus compromisos del pacto, y reanudar su actividad nuclear parcial o completamente.
Por consiguiente, dependiendo de cómo se muevan todas las variables anteriores, podríamos estar enfrentando en mayor o menor grado, las siguientes repercusiones:
1. Es muy probable que, en Irán, se fortalezcan las posiciones de los más duros, aquellos quienes desde un principio estaban en contra de negociar con Occidente. Lo más probable es que las Guardias Revolucionarias mantengan e incrementen su posición (en lo económico y en lo político).
2. Como dijimos, es probable que en esta ocasión sea mucho más difícil para Washington establecer un régimen de sanciones coordinado internacionalmente como en el pasado.
3. Adicionalmente, Rusia y China podrían ahora emplear el tema iraní como arma para seguir peleando sus propias luchas contra Washington. Ninguno de esos dos países tiene incentivos económicos, mucho menos políticos para abandonar a Teherán en este momento. Por el contrario, Moscú y Beijing podrían caminar precisamente en la dirección contraria (incrementando su actividad económica y respaldo a la República Islámica)
4. En cuanto a los escenarios de conflicto armado, también hay varios. Primero tenemos la posibilidad de enfrentamientos Irán-Israel. Este tema está caminando ya por dos rutas paralelas, vinculadas, pero diferentes. De un lado, Israel está buscando contener la presencia militar iraní en Siria, lo que ya ha desatado choques directos que podrían ir creciendo. Del otro lado, regresa a la agenda la posibilidad de que Israel eventualmente opte por atacar las instalaciones nucleares iraníes como en su momento lo hizo contra Irak y contra Siria. Esta última alternativa, al menos hasta 2015, no era logísticamente viable. Es por ello que Netanyahu tenía que confiar en Washington para llevar a cabo esa tarea. Pero para que Estados Unidos se embarcara en una operación militar de semejante tamaño, hay demasiadas variables a considerar, y Washington no está contemplándolas en este momento. Aún así, es importante valorar que, abandonado el acuerdo nuclear, todas esas variables empiezan a moverse dentro de una lógica distinta a la que tenía lugar mientras el convenio se encontraba vigente.
5. Por último, debemos también considerar que, dependiendo lo que Irán decida hacer acerca de programa nuclear, es probable que veamos detonarse en Medio Oriente una carrera armamentista y una proliferación nuclear de dimensiones difíciles de prever.
A pesar de la muy conocida opinión de Trump, de acuerdo con una enorme cantidad de analistas, políticos, e incluso personal militar (lo que incluye a su secretario de defensa, Jim Mattis, o a una gran parte del establishment militar israelí), el pacto nuclear entre Irán y las potencias tenía varios huecos y defectos, pero estaba funcionando en lo esencial. Había una ventana de tiempo (8-13 años) para negociar la corrección de esos defectos. Ahora, cabe esperar que todas las partes sepan leer el margen de acción que aún resta, y puedan evitar las peores consecuencias de lo que hoy se está echando a andar.
Twitter: @maurimm
#el universal#mauricio meschoulam#opinión#columna de opinión#irán#acuerdo nuclear#teheran#estados unidos#retiro#dondald trump#medio oriente#nuclear#guerra
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<h1>Como ser ingeniero aeroespacial. Requisitos, sueldo y cursos.</h1>
Las estimaciones de sueldos se basan en los 1 salarios aportados a Glassdoor de forma anónima por empleados que trabajan de Ingeniero Informático. Para un ingeniero informático con determinada experiencia los casos pueden variar y mucho, dependiento de la empresa en la que trabajes, para ciertos con unos cinco años de experiencia el sueldo sube mas poco, unos cien euros mensuales, aunque asimismo existen casos de algunos que ven incrementado bastante más. Para convertirte en ingeniero informático el paso inicial es matricularte en el grado de ingeniería informática, haz click acá para poder ver las universidades españolas que ofertan este grado.
Sueldos por empresa
En el año 2010 las partes implicadas (Institutos Oficiales de Ingenieros y también Ingenieros Técnicos en Informática, Consejo de Universidades, Conferencia de Decanos y Directores de Informática) llegaron a una suerte de acuerdo para aunar los criterios de denominación de la titulación y de sus contenidos. Mas hoy, únicamente se han creado las fichas marco que definen esta titulación en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), y que no son de obligado cumpliento por las universidades en contraste al resto de ingenierías, aunque hay un compromiso por parte de ANECA de hacer cumplir las fichas en los Grados y Másteres en Ingeniería Informática. Esta especialidad de la ingeniería, aplica los principios de la informática, el análisis físico-matemático para el diseño, desarrollo, prueba y evaluación de los sistemas de transporte de información y programas informáticos que se usan en ambientes profesionales y de ocio. Los ingenieros informáticos ganaron $ ciento tres con novecientos ochenta al año a partir de mayo de 2012, conforme el BLS. Los que consiguieron los ingresos más bajos recibieron menos de $ 63,970.
Y no es pues sea hispano o bien exista discriminación ni nada semejante, puesto que si bien solo seamos 3 los astronautas latinos en la NASA, actualmente, los hispanos conformamos el cuatro,8 por cien de los más de dieciocho y ciento setenta empleados de la plantilla de la agencia. Según el portal tusalario.es el sueldo medio de un Bombero se sitúa en 2.344 euros. En esta cifra se incluye la media entre jefes de bombero, bomberos y bomberos forestales. En una cualquiera de las especialidades se supera la cifra de los veinticinco euros bárbaros anuales distribuidos en catorce pagas.
Firmas como Ironhack, Ubiqum o Skylab Coders se promocionan como “escuelas donde se enseña cómo hacer software en el mundo real”, con cursos que cuestan entre 7.000 y 10.000 euros, en los que cooperan como profesores expertos que trabajan en empresas del campo. La demanda de profesionales en el sector es tan grande que de media los estudiantes tardan treinta días en localizar un empleo como programador, y menos del diez por ciento no logra localizar empleo.
Esto podría acrecentar la motivación y permitirle a los ingenieros expandir su conocimiento y experiencia en el campo. El salario de un ingeniero aeroespacial es uno de los mejor pagados en España. De hecho la mayor parte de los ingenieros aeroespaciales son buscados de manera directa en las universidades, debido a que son poquísimos los que dirigen por esta área.
El diecinueve de noviembre de 2008 se generaron manifestaciones del colectivo de Ingenieros en Informática, calculándose un total de más de 45.000 personas en toda España, para defender su titulación contra las intenciones del proceso de Bolonia.
Conforme el sitio web, los ingenieros informáticos júnior deberían ganar alrededor de $ 74,600 USD anuales, o prácticamente dólares americanos 6220 USD al mes.
Lo cierto es que he visto sueldo que rondan los 15k a 17k nada más salir de la carrera y pasados 2 años alteran el contrato con lo que normalmente la cosa esta muy malita.
¿Cuál es el salario de un bombero?
En España la formación para adquisición de los conocimientos necesarios para la obtención del título de Graduado en Ingeniería Informática, se estructura en una carrera de 4 años de duración más un Trabajo de Final de Grado (TFG), donde el alumno demuestra que ha asimilado todo lo necesario para realizar su profesión.
¿Qué ingeniería tiene más trabajos?
En realidad no es mucho cuando la NASA invierte 5 billones de dólares americanos por transbordador y maneja un presupuesto total de 16,7 billones de dólares anuales. A mí, incluso, me bajaron el sueldo en un 15 por cien cuando decidí dejar mi carrera de ingeniero y dedicarme a perseguir este sueño.
Cursos de ingeniería aeroespacial
La orden también ha ganado en los tribunales contra Microsoft sobre el empleo ilegal en Quebec del título de Ingeniero, utilizado en la formación MSCE (Microsoft Certified Systems Engineer). En España la capacitación para adquisición de los conocimientos necesarios para la obtención del título de Graduado en Ingeniería Informática, se estructura en una carrera de 4 años de duración más un Trabajo de Final de Grado (TFG), donde el alumno prueba que ha asimilado todo lo necesario para realizar su profesión.
tres. Especialista en la seguridad de la información:
No profundizaremos mucho a este respecto, no obstante, como el artículo se enfoca en el segundo tipo de estos expertos – quienes trabajan con software y redes. Para facilitar todo, utilizaré el término ¨ingenieros informáticos¨ en lo que resta del artículo hablando de los últimos, a menos de que especifique lo opuesto. Los puestos relacionados con tecnologías son enormemente demandados. De este modo, por ejemplo, la demanda de ingenieros informáticos se ha disparado en Barcelona al amparo de las start-ups (hay más de mil cien según un estudio de la Generalitat) y con la implantación de centros tecnológicos de multinacionales, que no pueden cubrir la demanda que mismos generan.
Ingeniero informatico especialista en programación de PLC, SGA y comunicaciones
La cifra porcentual indica la magnitud del trabajo en el campo. Importante grupo empresarial precisa incorporar ingenieros/as informáticos/as con experiencia en administración de base datos y soporte informático.
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La excusa es la foto para poder citar este relato, y no al contrario, aunque sea difícil de creer.
Además, es como si Julián hablara sobre los dos.
Una mujercita de Kafka:
Es toda una mujercita; aunque muy delgada, suele además usar un corsé ajustado; la veo siempre con el mismo vestido gris amarillento, algo así como el color de la madera, adornado discretamente con borlas en forma de botón, de igual color; siempre sale sin sombrero, el rubio cabello opaco y lacio es ordenado, pero también muy suelto. Aunque está encorsetada se mueve con agilidad, y a veces exagera esa facilidad de movimiento; le gusta llevarse las manos a la cintura y girar el torso hacia uno u otro lado, con asombrosa rapidez. Apenas puedo dar una ligera idea de la impresión que me causa su mano, si digo que jamás he visto una cuyos dedos estén tan agudamente diferenciados entre sí como la suya; y sin embargo no presenta ninguna peculiaridad anatómica, es completamente normal.
Ahora bien, esta mujercita está muy descontenta conmigo, siempre tiene algo que objetarme, siempre cometo toda clase de injusticias con ella, cada paso mío la irrita; si la vida pudiera cortarse en trozos infinitesimales y cada pedacito pudiera ser juzgado, estoy seguro de que cada partícula de mi vida sería para ella motivo de disgusto. A menudo he pensado en eso: ¿por qué la irrito tanto? Podría ser que todo en mí ofendiera su sentido de la belleza, su idea de la justicia, sus costumbres, sus tradiciones, sus esperanzas; hay naturalezas humanas muy incompatibles, pero ¿por qué se preocupa tanto por eso? No hay en verdad ninguna relación entre nosotros que la obligue a soportarme. Debería decidirse a considerarme un perfecto desconocido, lo que en realidad soy, teniendo en cuenta que semejante decisión no me molestaría, más bien se la agradecería mucho, sólo debería decidirse a olvidar mi existencia, una existencia que nunca quise obligarla a soportar, y jamás querré; y evidentemente, todos sus tormentos terminarían. Hago total abstracción de mis sentimientos y no tengo en cuenta que su actitud también es para mí, naturalmente, muy dolorosa, y no lo tengo en cuenta porque reconozco perfectamente que mis molestias no son nada al lado de sus sufrimientos. De todos modos, siempre he sabido que esos sufrimientos no son causados por el afecto; no le interesa en absoluto mejorarme, y además todo lo que en mí le desagrada es justamente lo que menos puede impedirme mejorar. Pero tampoco le importa que yo progrese, solamente le importan sus intereses personales, que consisten en vengarse de los sufrimientos que le provoco, e impedir los sufrimientos con que pueda volver a amenazarla. Ya una vez intenté indicarle la mejor manera de poner fin a este resentimiento perpetuo, pero sólo logré suscitar en ella tal arrebato de furor, que nunca más repetiré esa tentativa.
Además, esto representa para mí, si así puedo decirlo, cierta responsabilidad, porque por menos intimidad que haya entre la mujercita y yo, y por más evidente que sea que la única relación existente es la irritación que le produzco, o más bien la irritación que ella permite que yo le produzca, no por eso puedo sentirme indiferente ante los visibles perjuicios físicos que le produce. De vez en cuando, y estos últimos tiempos más a menudo, me llegan informes de que esa mañana amaneció pálida, insomne, con dolor de cabeza y casi incapacitada para el trabajo; esto hace que sus familiares se pregunten perplejos cuál será el origen de esos estados, y hasta ahora no lo han descubierto. Sólo yo lo sé, es la antigua y siempre renovada irritación. Claro que no comparto totalmente las preocupaciones de sus familiares; ella es fuerte y resistente; quien puede enojarse hasta ese punto, puede con seguridad también pasar por alto las consecuencias del enojo; hasta tengo la sospecha de que ella -por lo menos a veces- simula sufrimientos para dirigir hacia mí las sospechas de la gente. Es demasiado orgullosa para decir abiertamente cómo sufre por culpa de mi simple existencia; recurrir a los demás contra mí le parecería rebajarse a sí misma; sólo la repugnancia, una incesante repugnancia que no deja de impelerla, consigue que se ocupe de mí; discutir abiertamente algo tan impuro le parecería demasiada vergüenza. Pero también es demasiado para ella callar constantemente algo que la oprime sin cesar. Por eso prefiere, con astucia femenina, un término medio: callar, y sólo mediante las apariencias exteriores de un sufrimiento oculto, llamar la atención pública sobre el asunto. Tal vez espere, posiblemente, que en cuanto la atención pública fije en mí todas sus miradas, se concrete un rencor general y público, y con todos sus vastos poderes éste consiga condenarme definitivamente, con mucho más vigor y rapidez que sus relativamente débiles rencores privados, entonces se retiraría de la escena, respiraría con alivio y me volvería la espalda. Ahora bien, si estas son realmente sus esperanzas, se engaña. La opinión pública no la sustituirá en su papel; la opinión pública nunca encontraría en mí tantos motivos de reproche, aunque me estudiara a través de su lupa de mayor aumento. No soy un hombre tan inútil como ella cree; no quiero exagerar mis méritos, y mucho menos cuando se trata de este asunto; pero si no llamo la atención por mis condiciones extraordinarias, tampoco la llamo por mi falta de condiciones; sólo para ella, para sus ojos llameantes y casi lívidos de ira, soy así; no podrá convencer a nadie más. Por lo tanto, ¿puedo sentirme por completo tranquilo en lo que a esto respecta?
No, tampoco; porque cuando sea realmente de conocimiento público que mi comportamiento está provocando positivamente su enfermedad, y algún observador, por ejemplo mis más activos informadores, estén a punto de advertirlo, o por lo menos adopten la actitud de advertirlo, y la gente venga a preguntarme por qué hago sufrir a esta pobre mujercita con mis acciones incorregibles, o si tengo la intención de llevarla a la tumba, y cuándo llegará el momento de mostrarme más sensato y de demostrar suficiente compasión para poner fin a todo eso; cuando la gente me haga esta pregunta, me costará bastante responder. ¿Confesaré francamente que no creo en sus síntomas de enfermedad, lo que producirá la desagradable impresión de que para librarme de mi culpa culpo a otro, y justamente de una manera tan poco galante? ¿Y cómo podría decir abiertamente que yo, aun cuando creyera que ella está realmente enferma, no siento un poco de compasión, que la mujer en cuestión es para mí una perfecta desconocida, y que la relación que existe entre nosotros es pura invención de su parte y totalmente inexistente? No digo que no me creerían; más bien ni una cosa ni la otra; no se tomarían el trabajo de dudar; simplemente, se tomaría nota de la respuesta relativa a una mujer débil y enferma, y esto no me haría mucho honor. Tanto con ésta como con cualquier otra respuesta, chocaría inevitablemente con la incapacidad de la gente de impedir, en un caso como éste, la sospecha de una relación amorosa, aunque es más evidente que la luz del día que semejante relación no existe, y que si existiera, se originaría más bien en mí y no en ella, ya que realmente yo sería muy capaz de admirar en esta mujercita la potente rapidez de sus juicios y la infatigabilidad de sus conclusiones, cuando esas mismas cualidades no estuvieran al servicio constante de mi tormento. Pero en todo caso, ella no muestra el menor deseo de llegar a una relación amistosa; en eso es honrada y veraz; en eso reside mi última esperanza; sería imposible que la conveniencia de su plan de campaña la llevara a hacerme creer en una relación de ese tipo, olvidándose de sí misma hasta el punto de cometer una acción semejante. Pero la opinión pública, absolutamente incapaz de sutilezas, seguirá siempre pensando lo mismo en este sentido, y siempre se decidirá en mi contra.
Por lo tanto, lo único que me resta es cambiar a tiempo, antes que intervengan los demás, lo suficiente no para anular el rencor de la mujercita, que es inconcebible, sino por lo menos para dulcificarlo. Y en efecto, muchas veces me he preguntado si me agrada tanto mi estado actual que ya no quiero modificarlo, y si no sería posible provocar en mí algunos cambios, no porque me parecieran necesarios, sino simplemente para calmar a la mujercita. Y he tratado honradamente de hacerlo, no sin fatigas ni problemas; hasta me hacía bien, casi me divertía; logré ciertas modificaciones visibles desde muy lejos, no necesitaba llamar la atención de la mujercita sobre ellas, ya que se da cuenta de esas cosas antes que yo, puede percibir por la expresión de mi cara las intenciones de mi mente; pero no logré ningún éxito. ¿Cómo hubiera podido lograrlo? Su disconformidad conmigo es, como bien lo comprendo ahora, fundamental; nada puede hacerla desaparecer, ni siquiera mi propia desaparición; su furor ante la noticia de mi suicidio sería posiblemente inmenso.
Ahora bien, no puedo imaginarme que ella, una mujer tan aguda, no comprenda todo esto tan bien como yo, no comprenda tanto la inutilidad de sus esfuerzos como mi propia inocencia, mi incapacidad (a pesar de la mejor voluntad del mundo) de conformarme a sus requisitos. Seguramente lo comprende, pero como es de naturaleza combativa, lo olvida en el apasionamiento del combate, y mi desdichada manera de ser, que no puedo imaginar diferente porque me pertenece de nacimiento, consiste justamente en susurrar suaves consejos a quien está enfurecido. De este modo, naturalmente, no llegaremos jamás a entendernos. Día tras día saldré de la casa con mi habitual alegría matutina, para encontrarme con ese rostro amargado, con la curva desdeñosa de esos labios, la mirada investigadora (y ya antes de investigar, segura de lo que encontrará) que me explora y a la que nada escapa, sea cual sea su brevedad, la sonrisa sarcástica que abre surcos en sus mejillas adolescentes, la mirada lastimera elevada hacia el cielo, las manos que se plantan en las caderas, para reunir más aplomo, y luego, el temblor y la palidez de la ira al estallar.
No hace mucho -y por primera vez, como advertí asombrado entonces- mencioné algo de este asunto a un buen amigo mío, sólo de pasada, sin darle importancia; con sólo dos palabras le hice un rápido resumen de la situación; tan poca cosa me parece cuando la contemplo desde afuera, que hasta llegué a reducir un poco sus proporciones. Inesperadamente, mi amigo no se desinteresó de la cuestión, sino que por cuenta propia le dio más importancia que yo, no quería cambiar de tema, e insistía en discutirlo. Más inesperado aún fue que él, a pesar de todo, subestimara el problema en uno de sus aspectos más importantes, porque me aconsejó seriamente que me alejara por un tiempo, que viajara. Ningún consejo podría ser más incomprensible; la situación es bastante clara, cualquiera que la estudie de cerca puede llegar a comprenderla perfectamente, pero no es sin embargo tan simple que una simple partida la solucione del todo, o por lo menos en una parte. Nada de eso, tengo que cuidarme mucho de no alejarme; porque si me decido a seguir algún plan, éste debe consistir esencialmente en mantener el asunto dentro de los reducidos límites que hasta ahora ha tenido, no dejar penetrar en él al mundo exterior, o sea quedarme tranquilo donde estoy, y no permitir que el asunto ocasione ningún cambio considerable e importante, lo que significa no hablar con nadie de la cuestión; pero todo esto no porque se trate de un peligroso misterio, sino porque es una cuestión desdeñable, puramente personal, y como tal indigna de tanta atención; y porque no debe dejar de serlo. Por eso las observaciones de mi amigo no fueron totalmente inútiles; no me revelaron nada nuevo, pero fortificaron mi primitiva resolución.
En efecto, si se lo considera atentamente, las modificaciones que con el correr del tiempo parece haber sufrido este asunto, no son modificaciones del tema en sí, sino tan sólo un desarrollo de mi actitud ante él, una indicación de que esta actitud se ha vuelto por una parte más tranquila, más viril, más cerca del fondo de la cuestión, y por otra parte, bajo la incesante influencia de estos continuos sobresaltos, por insignificantes que parezcan, ha provocado cierta alteración de mis nervios.
Este asunto me preocupa menos que antes, porque comienzo a creer que comprendo que por más cerca que hayamos creído encontrarnos de una crisis decisiva, es muy poco probable que ésta ocurra; se está predispuesto a calcular con demasiado apresuramiento, en especial cuando se es joven, la rapidez con que se producen las crisis decisivas; cada vez que mi pequeño juez femenino, debilitado por culpa de mi mera presencia, se dejaba caer de costado en una silla sosteniéndose con una mano sobre el respaldo, y aflojándose los lazos del corpiño con la otra, mientras lágrimas de furor y desesperación corrían por sus mejillas, yo creía que el instante de la crisis había llegado, y que de un momento a otro me vería obligado a dar explicaciones. Pero nada de momento decisivo, nada de explicaciones, las mujeres se desvanecen con facilidad, la gente ni tiene tiempo de ocuparse de sus manías. ¿Y qué sucedió realmente durante todos estos años? Muy simple: estas situaciones se repitieron, a veces más violentamente, a veces menos, y que en consecuencia su suma total ha aumentado. Y la gente acecha en torno, deseosa de intervenir, si pudieran descubrir una oportunidad que se lo permitiera; pero no encuentran ninguna, hasta ahora se han visto obligados a reducirse a lo que podían olfatear en el ambiente, y bastante había como para mantenerlos ampliamente ocupados, pero allí terminaba todo. Pero siempre ha sido fundamentalmente así, siempre existieron esos inútiles espectadores y esos olfateadores, que excusaban su presencia con pretextos ingeniosos, con preferencia de parentesco, siempre espiando, siempre olfateando toda clase de pistas, pero la consecuencia de todo esto es simplemente que allí están todavía. La única diferencia consiste en que poco a poco he llegado a conocerlos, y a distinguir sus caras; en otros tiempos, yo creía que acudían paulatinamente de todas partes, que las repercusiones del asunto aumentaban y provocarían por sí solas la crisis definitiva; hoy creo saber que todos ésos estaban aquí desde mucho antes, y que la crisis definitiva poco o nada tiene que ver con ellos. Y esa crisis ¿por qué la dignifico con un nombre tan pomposo? Suponiendo que algún día -que no será seguro mañana ni pasado mañana ni probablemente nunca- ocurriera que la opinión pública se interesara en este asunto, lo que insisto en repetir, no le compete, no saldré seguramente indemne de dicho proceso, pero también es indudable que tendrán en consideración el hecho de que la opinión pública no le desconoce totalmente, y que hasta ahora siempre he vivido a la plena luz, confiado y digno de confianza, y que esta insignificante y desdichada mujercita, recién llegada a mi vida, a quien, hago notar de paso, otro hombre habría considerado hace mucho como insignificante y, sin llamar en lo más mínimo la atención de la opinión pública, la habría aplastado bajo sus pies; esta mujer, en el peor de los casos, sólo podría agregar un odioso adorno al diploma que desde hace tiempo me certifica ante la opinión pública como miembro respetable de la sociedad. Así están actualmente las cosas, de modo que no tengo muchos motivos de preocupación.
El hecho de que con los años yo haya llegado a sentirme un poco inquieto no tiene nada que ver en realidad con el significado esencial del asunto; es simple: es insoportable ser el constante motivo de ira de otra persona, aun cuando se sabe perfectamente que esa ira es infundada; uno se siente inquieto, se empieza, de una manera puramente física, a eludir las crisis decisivas, aun cuando honradamente no crea demasiado en su posibilidad. Además, esto representa en cierta forma un síntoma de envejecimiento; la juventud lo mejora todo; las características desagradables se pierden en la fuente de vigor inagotable de la juventud; si una persona tiene mirada astuta cuando es joven no se considera un defecto, ni siquiera se advierte, ni siquiera él mismo lo advierte; pero lo que perdura en la vejez son restos, todo es necesario, nada se renueva, todo está expuesto a examen, y la mirada astuta de un hombre que envejece es francamente una mirada astuta, y no es difícil reconocerla. Sólo que tampoco en este caso constituye un empeoramiento real de su condición.
Por lo tanto, de cualquier ángulo que se lo considere resulta evidente, y a esa evidencia me atengo, que si consigo mantener este pequeño asunto bajo control, aun sin esforzarme, todavía podré seguir viviendo durante mucho tiempo la vida que hasta ahora he vivido, imperturbado por el mundo, a pesar de todos los arrebatos de esta mujer.
© RinconCastellano 1997-2017
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(vía https://www.youtube.com/watch?v=ID1dmjItLP0)
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Operación con Polinomios: Suma, Resta y Multiplicación de Polinomios
Operación con Polinomios: Suma, Resta y Multiplicación de Polinomios
Fuente: http://www.cienciamatematica.com Operación con Polinomios: Suma, Resta y Multiplicación de Polinomios,
Operaciones con Polinomios 1. Suma de Polinomios
Al sumar polinomios se reducirán sus términos semejantes. Aquellos que no lo sean; serán colocados conservando su propio signo.
Veamos dos ejemplos sobre suma de Polinomios.
Ejercicio 01:
Dados los Polinomios:
P(x) = 7x2 + 3x + 5 Q(x) =…
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Entrevista a Díaz-Canel: ni tan Presidente ni tan “mediático”
Entrevista a Miguel Díaz-Canel en Telesur. Foto Telesur/Rolando Segura
LA HABANA, Cuba- Si algo destaca en la entrevista concedida recientemente a la transnacional Telesur por el presidente (no electo) de Cuba, Miguel Díaz-Canel, es la manera en que se revela la pobreza de su vocabulario, la inconsistencia de sus argumentos, lo trillado de un discurso tan impostado como el propio entrevistado y muy especialmente la fragilidad teórica del supuesto heredero de la antorcha marxista-leninista-martiana-fidelista refrendada como la joya de la corona en el proyecto “constitucionalista” que actualmente –sin penas ni glorias– circula por la Isla.
De hecho, la cháchara del mandatario desborda tanta mediocridad que dedicarse a desmontarla sería un ejercicio casi tan vano y simplista como sus propias argumentaciones. Baste, a manera de ejemplo, destacar la manida defensa del partido único para Cuba bajo el ridículo supuesto de que José Martí –para mayor despropósito, un liberal y antisocialista contumaz– fundó un solo partido. Obviamente, solo si el Apóstol hubiese sido bipolar o esquizofrénico hubiese fundado más de un partido. Pero, por supuesto, el Presidente no se detuvo a considerar un detalle tan insignificante. A fin de cuentas, se dirán para sí los amos, este pueblo nunca ha cuestionado las decisiones políticas de la castrocracia y sus heraldos, ¿por qué habría de hacerlo ahora?
Quizás más penoso aún fue el galimatías que introdujo para justificar la eliminación del término “comunismo” como meta de la sociedad en la nueva Carta Magna. “Si uno va al marxismo clásico, el modo de producción al que aspiramos es el comunismo. (…) comunismo y socialismo están íntimamente relacionados. Si quieres construir el socialismo es porque quieres llegar al comunismo”, expresó impertérrito el Presidente. Quizás estaba convencido de que semejante inferencia debería zanjar el asunto. Tanta genialidad dialéctica no puede ser sino fruto de una muy personal y trasnochada interpretación de los clásicos del marxismo (¡Dios nos libre de todos ellos y muy especialmente de sus intérpretes!).
Por demás, toda la entrevista abunda en lugares comunes como el “Bloqueo” del gobierno de EE UU (“una práctica brutal que persigue condenar a nuestro pueblo a morir de necesidades” y que “constituye el principal obstáculo a nuestro desarrollo”), la “violencia” imperialista contra Venezuela y su “presidente obrero”, la defensa de la entelequia llamada “integración latinoamericana”, y otras advocaciones similares.
Aquellos que esperaban que en esta, su primera entrevista oficial –concedida no a un medio nacional sino a uno extranjero, todo un desprecio al gremio de amanuenses nativos– se ofreciera a la opinión pública algún vislumbre de un programa de gobierno, una estrategia para impulsar la maltrecha economía o una especie de plan maestro para (al menos) detener y reducir en un plazo razonable los acuciantes y múltiples problemas de la existencia cotidiana que sufre la población cubana; en fin, los que aspiraban a escuchar las propuestas de un Presidente, se quedaron con las ganas.
No hubo sorpresas. Está claro que Díaz-Canel no iba a apartarse del viejo guion dictado por su tutor y patrón desde las sombras encubridoras del supuesto “retiro” del General, menos aún en tiempos tan inciertos para gobernantes y “gobernados” y para los aliados de la Región. En ello le van el cargo, las siempre condicionadas prebendas y quizás algo más.
No hay que olvidar el tenebroso Artículo 3 del nuevo texto constitucional que establece que “La traición a la patria es el más grave de los crímenes, quien la comete está sujeto a las más severas sanciones” (donde dice “patria”, léase “el Poder”). Y es sabido que cuanto más cerca se está de la cúpula de un poder autocrático, tanto más grave suele considerarse la “traición” y tanto más ejemplar resulta el escarmiento.
Entrevista a Miguel Díaz-Canel en Telesur. Foto Telesur/Rolando Segura
A propósito vale citar las causas números 1 y 2 de 1989, acaecidas en medio del “desmerengamiento” de la URSS y del “campo socialista”, que terminaron con el fusilamiento de varios conspicuos servidores del régimen y con largas condenas a cárcel –no exentas de fatales “accidentes” de salud – para otros. Son la más convincente demostración de este aserto.
Sin embargo, y siguiendo el principio básico de descubrir entre líneas lo que intentan ocultar las palabras, destaca que esta vez no se manifestó en las palabras del Presidente el desbordante triunfalismo que habitualmente satura los discursos oficiales. En general, hubo énfasis en el tono pero faltó convicción en el mensaje. Díaz-Canel duda incluso cuando pretende afirmar.
Un claro ejemplo de esto es cuando se refiere a la juventud cubana como “activa y antianexionista” –llama la atención la utilización de este segundo término, que no forma parte del léxico del común de los cubanos y parece reflejar más bien una inconfesable preocupación de la casta del Poder que una realidad– y más adelante expresa: “Esta generación es culta y educada (…), no creo que su principal deseo sea estar contra el Partido y la Revolución”.
La sutileza de este mensaje puede resultar invisible a quienes desconocen la realidad cubana; sin embargo, el discurso oficial tradicionalmente se ha referido a la juventud del país, no a partir de lo que “no quiere” o lo que “no es”, sino con términos inequívocos de lo que supuestamente es: “revolucionaria”, “políticamente comprometida”, “intransigente”, “combativa”.
Un detalle que aparentemente no dice mucho, pero constituye un flagrante desliz que no se hubiese cometido impunemente en tiempos de Castro I… O acaso haya sido una involuntaria (e inoportuna) traición del subconsciente. Porque si el Presidente, cuya privilegiada posición le permite tener la más amplia y exacta información acerca de la temperatura social de esta Isla, no parece muy convencido de la militancia revolucionaria de los jóvenes y (lo que parece más grave) considera que los deseos de las jóvenes generaciones actuales “se concentran en que haya más desarrollo, más avances, que los tengan en cuenta, más participación, y que tiene aspiraciones de desarrollo tecnológico y sobre la comunicación social”, en lugar de la sagrada defensa de la Patria Socialista, que era la misión por encargo de las generaciones que les precedieron, ¿qué sentido tendría refrendar en la Ley de leyes una ideología y un sistema sociopolítico con aspiraciones de eternidad que no significan una prioridad para las juventudes actuales, herederas por fatalidad y no por elección propia de un legado fallido?
Sin dudas, el Presidente se ha confundido y eso no debe haber pasado inadvertido para los celosos comisarios políticos. Pretender ser “mediático” puede ser tentador, más aún cuando no se cuenta con suficiente prestigio o con un adecuado pedigrí político, pero también encierra muchos riesgos. Sobre todo cuando se es intérprete de un libreto ajeno, lo que resta verosimilitud a la interpretación y autenticidad al personaje.
Puede que ya a estas alturas el sucesor designado haya recibido la correspondiente llamada telefónica de su tutor, al que considera “un padre”, quien le habrá advertido que en sucesivas presentaciones públicas deberá concentrarse solo en lo que dicta el manual y mostrarse más revolucionariamente convencido de lo que dice, a fin de no dar pretextos al enemigo para tergiversar las cosas o imaginar flaquezas.
Pese a todo, en días venideros los medios oficiales divulgarán hasta el cansancio la versión original o editada de la referida entrevista. Para ello cuentan, en primer lugar, con la apatía política de una población que, como bien saben, no suele consumir ese tipo de producto. No por casualidad en la programación televisiva de este martes 18 de septiembre se adelantó el horario de la telenovela para, a continuaci��n, transmitir la susodicha entrevista… Con toda seguridad ese será el momento en que, en espontánea unanimidad, la gran mayoría de los cubanos, según sus posibilidades, sintonizarán otros canales, pasarán a “modo paquete” o se sumergirán en los programas “subversivos” de la antena.
Entrevista a Díaz-Canel: ni tan Presidente ni tan “mediático”
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tiempo a destiempo
Guy Debord ha escrito que “cuando una sociedad (..) llega a tomar conciencia del tiempo, su trabajo es sobre todo negarlo, pues (lo que) ve en el tiempo no (es) lo qué pasa, sino lo que vuelve"
Como toda frase polémica, esta también se presta a las más diversas interpretaciones, bien puediera sonar como una idea revolucionaria por sí misma, pero lo cierto es que a pesar de que el libro en que se expone es en gran medida un esfuerzo para reconocerla en su verdad pragmática, cuando mucho ventila los múltiples factores que le dan ese peso expansivo de la historia (con mayúsculas) a su inquietante tesis. Porque efectivamente, se conjunga ante todo, en un llamado urgente a la conciencia histórica
De un modo quizá más sobrio y distanciado, desmenuzo el dilema poco después JF Llyotard, empezando por declarar “la época de la postmodernidad” como la de la clausura de “los grandes relatos”, cosa que en gran parte no es sino consecuencia de la pluralidad dinámica y variable de elementos que configuran la realidad postmodena: con el término “juegos de lenguaje”, refería justamente la red interactiva de formas de expresión y/o actividades de las que participa cotidianamente el individuo contemporáneo*, mera reproducción de un mapa cognitivo a legitimar por derecho propio como una reestructuración del saber y modo(s) de producción del conocimiento.
La consecuencia es que narrativas mayores /y complejas/ como la afirmación universal de la soberanía política o la liberación de los hombres por el conocimiento, o se desplazadan o se replantean; con Llyotard, la atención se desvía de apelar a sustanciosos discursos (incluidos los patrioteros) a discurrir sobre una cuestión /de/ estrictamente/en rigor/ táctica :
En un entorno virtual y dinámico donde se desenvuelven concurrentemente varios "lenguajes" (desde léxicos coloquiales a sintaxis de campo como en la informática, pasando por códigos visuales o ideológicos, ..etc) la dialéctica misma del juego se actualiza mientras haya participantes/contendientes que intercambien jugadas/mensajes entre ellos, de manera que determinado juego solo se comprueba vigente de continuar suscitando interés, incitando la actividad/creatividad de los jugadores; sin duda de no verificarse esta condición tal juego cae en desuso y debe revisarse, pero también así cuando se juega arbitramiente, pues compromete al juego en sus bases; /además/ tal tipo de jugadas da pie a nuevas reglas, reglas cuya efectividad y pertinencia puede ponerse a prueba con tal de detectar en que escenarios es posible franquearlas sin romperlas: simple metodo que se practica volviendo las reglas contra sí mismas
Esta perspectiva puede resultar sumamente original y hasta ingeniosa, pero está de hecho formulada a partir de un análisis sobrio y objetivo de aquello en lo que vino a desembocar el redespliegue del capitalismo y la ciencia (aplicada) después de la Segunda Guerra Mundial: la revolución informática y expansión global del modelo mercantil capitalista. Estos elementos configuraron a su vez el modelo de desarrollo orientado a y fundamentado en el comercio internacional por un lado, y por el otro, en la productividad y el desempeño (performance) como indicadores -por defecto- de la eficiencia que prometen las nuevas tecnologías para el afianzamiento de los “Estado-nación” como potencias económicas competentes y competitivas (o con miras a serlo).
Así, un criterio económico-tecnológico vino a configurar un sistema social que lo refleja, aunque pobremente, y esto debido en parte a la falta de información de la sociedad misma acerca de las implicaciones de tal hecho, porque este criterio que técnicamente reconoce al individuo como libre y estimula su desarrollo en cuanto tal, lo hace a expensas de su conciencia del sistema, es decir, incapaz de pensarse no a partir del sistema, sino a este como un modelo concebido por y para el. Semejante modo de reconocerlo acaba traduciendose en una asimilación esquemática del individuo al sistema como mero consumidor, espectador o un engranaje más al mecanismo del demandante proceso de la producción, ahogando en el proceso sus oportunidades de reconocerse a sí mismo como tal, y al inducirle esta incapacidad, lo rinde ineficiente. Esto, peor aún que incongruente, es contradictorio para un criterio fundado en la prueba y en la eficiencia, ..por no hablar ya de las consecuencias poco favorables para la productividad de facto y rentabilidad del entero sistema, todo lo cual habla de que dicho criterio no ha llegado a ser aplicado a si mismo, condenando al estancamiento a su propio juego
Por otra parte, la producción y difusión masiva de datos que facilitan los medios digitales -hasta la fecha- se presentan como elementos que, al permitir el acceso y la circulación radial de información, hacen cuestionable la actividad centralista del estado al no corresponder este ni en actitud ni en forma, /a/ esta nueva manera de comunicarse. Además, cuando el conocimiento en tanto que disposición y uso de la información, cobra esta acepción mucho más concreta, su reconocimiento como un fenómeno notablemente reflejado por los modos de gestión, difusión y acceso a los archivos de datos, lleva a entablar con y esperar del estado un “juego de información completa”
Hoy por hoy, sobran casos que al verificar la actualidad de esta perspectiva nos permiten además (tanto por la amplia escala en que se descubren como por las características generales que comparten entre sí) constatarla como un hecho global; considérese el arresto de Ai wei wei en China, la sospechosa persecución a Assange, cuyo caso, por si solo, permea más de un país e involucra más de un continente; y para que ir tan lejos cuando en México, los asesinatos a periodistas arrojan cifras que hacen peor que explícita la importancia e impacto de/por/en la gestión de la información.
Precisamente los asesinatos a periodistas junto a otros temas de actualidad fueron abordados en ‘Acosos a la civilización’ (coloquio internacional convocado por la UNAM a finales del año pasado) en un contexto global: cambio climático, el muro, Trump y la migración, el fortalecimiento del populismo..etc.
Con todo esto, pareciera que para entender qué es lo que -hoy- esta en juego, se hace inevitable una noción de conjunto, y quizás bajo este enfoque comentó Luis de Tavira en una entrevista durante dicho coloquio, acerca de la condición del teatro en el contexto geopolítico contemporáneo que “si todo es teatro, nada es teatro”, un diagnóstico que parece imponerle de golpe un límite a las posibilidades actoriles, aún si simultáneamente y bajo el mismo argumento, admite y legítima a cualquiera; no resultando entonces tan fortuito el reconocimiento oficial de los ciudadanos como actores políticos decisivos e influyentes por parte de las instituciones y de los partidos, ya que en el fondo, los fulgurosos llamados a la conciencia cívica de los últimos tiempos a caso tengan más que ver con el modo estratégico en que las estructuras de poder asimilan un fenómeno que les rebasa, haciéndolo jugar a su favor con tal de patentarse o sumar simpatizantes antes que revisar yo replantear las bases de sus/los mismos modelos. Neutralizando así y sacando provecho de un escenario más bien crítico.
..¿Mas no será por la monotonía de sus medios que al proceder así hoy -igual que siempre- irónicamente lo que se descubre es lo teatral tras sus empeños y la teatralidad de sus campañas? Esta lógica absurda sea acaso el sedimento de lo que se dio en llamar la posverdad, de la cual, a base de ya gastados artificios y numerosos desengaños, /es t de / hoy* / puede decirse que por más llamativas que luzcan sus banderas, por más atractivo que pinte su mensaje, el mismo encanto que la anima, la delata; poniendo completamente en evidencia el trasfondo y el chiste del juego en marcha. Después de todo, no podría ser más obvio: si el individuo es asimilado al sistema, el sistema es co-determinable por sus usuarios
Así dispuesto, el asunto eslabona prólogo y consecuencia de/ *a lo que Stephen Wright refiere de la siguiente manera:
“Las pasadas décadas han atestiguado lo que podría ser descrito como un giro usologico en todos los sectores de la sociedad. (…) con el auge de la cultura de redes (digital?), los usuarios han llegado ha jugar un papel clave como productores de información, significado y valor, rompiendo con la largamente sostenida oposición entre consumo y producción”; Y ya que como usuarios “contribuyen [o comparten] contenido, conocimiento y saber-hacer..” Los organismos y esquematizaciones oficiales que sirven de plataforma al sistema, determinando y regulando su mecánica, quedan puestos en entredicho cuando no son enteramente by-passeados; hecho, que naturalmente, se le presenta como un desafío -sin precedentes?- al estado y a sus instituciones, desafío que, según el párrafo anterior*, no tarda en ser “reconocido” pero que sin embargo, no acaba de asumir -sea en actitud que en forma- otro caracter que el de la parodia.
El peor de los efectos que un escenario así puede surtir es el de rendir inactiva, sabotear, menguar o frustrar la capacidad de “acción, deseo o pensamiento” por medio de lo que él mismo Wright refiere como “formas de captura en la sociedad contemporánea” …figurando entre otras, la ideológica, la institucional o la logística. Frente a ello …esas formas familiares del ocio que se perfilan y asumen como medios de evasión inminentes -cuando no incontenibles- son también modalidades que nos permiten explorar o asumir plenamente la condición de usuario(s).
Su “ (..) Léxico para/de los usuarios” que reúne un set de “conceptos emergentes” minando la cultura contemporánea a lado de otros “a ser retirados” es una edición digital circulando libremente por la red, al cual solo resta remitr para insistir en lo provechoso que es revisarlo como /una/ herramienta para actualizarse.
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Resta de fracciones algebraicas
PASOS A SEGUIR
1. Factorizar si es posible
2. Revisar si hay algún denominador equivalente, es decir dos expresiones iguales en los denominadores, de ser así solo debe de colocarse uno para seguir con el proceso.
3. Analizar el denominador de la primera fracción y ver si le hace falta algo para ser como el denominador obtenido, de ser así colocar el numerador en paréntesis y el faltante dentro de otro paréntesis, a la par del numerador sino seguir con el siguiente numerador.
4. Multiplicar los paréntesis.
5. Hacer suma/resta de términos semejantes.
Para mejor comprensión: https://www.youtube.com/watch?v=dnurGdH8ZKs
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