#lenguaje claro
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elatril · 8 months ago
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La escritura transparente
Fragmento de La escritura transparente. Cómo contar historias, de William Lyon.
Por aquel entonces se bromeaba en la UPI diciendo que escribíamos para the Kansas City Milkman (...). Los artículos tenían que ser sencillos y directos para que este hipotético lector, probablemente sin mucha educación ni cultura, pudiera comprenderlos a la primera. La regla de oro era sujeto, verbo, complemento; verbos activos, no pasivos. Las palabras normales y corrientes desterraban a las largas y pretenciosas; si bastaba una, ¿para qué usar tres? Las frases, cortas.
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txttletale · 2 years ago
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you might actually be the funniest person on this whole fucking website i could name like a dozen posts of yours that i consider iconic easily
mutual 🍓 ask game!
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peaceeandcoolestvibes · 2 years ago
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nebulamorada · 8 months ago
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Michael Gavey x witch! reader
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• Cuando te conoció, era sumamente estúpido para él que en cada examen o día importante llevaras piedritas de colores, pero nada supero ese día de examen de opción múltiple en la que a la mitad de las preguntas las contestaste usando un péndulo.
• Te ama realmente, algo más allá de su comprensión porque siempre idealizó una pareja similar a él, pero con un poco de tiempo y paciencia comenzó a disfrutar de vos y cada una de las características que te hacen quien sos.
• Como dije, realmente te ama, pero si pudieras no prender sahumerios o palo santo las ocaciones en las que está en tu dormitorio lo apreciaría, el olor le hace doler la cabeza cuando es muy fuerte.
• Si tenés altares o cosas similares él va a intentar tocarlos más allá de tus pedidos y advertencias, después de todo no hay pruebas científicas sobre alguna deidad existente, no es hasta que te ve pasar por emociones desde la angustia hasta la ira dejando claro que no es un límite que estés dispuesta a remover que se retracta.
• "Mira, es un duende, lo conseguí en una feria a la que fui con unas amigas, ¿no es lindo?" no, él está algo asustado en este momento como escuchar la información que estás diciéndole.
• A veces aún no puede evitar ser un poco escéptico sobre ciertas cosas; tuvo un día horrendo porque la gente es estúpida y la vida es una mierda, ¿qué es eso de mercurio retrógrado?
• "¿Querés que te tire las cartas?" no, realmente no, pero lo preguntas con esa sonrisa tan linda mientras le das pequeñas caricias para convencerlo que está más que dispuesto a escucharte hablar de las cartas que salieron y su significado.
• Realmente, en ocaciones, cuando ve los frascos, las velas derretidas, las cenizas de sahumerios que llamas sal negra y todos los demás elementos, bromea sobre como tal vez lo hechizaste para atraerlo, mencionando el clásico muñeco vudú; pero claro que siempre te ríes de eso, sin contarle sobre la cantidad de miel que usaste en hacer cruces sobre tu lengua antes de las clases que compartían o el frasco sellado con vela que tienes en alguna parte escondido con el endulzamiento que hiciste en su nombre.
• Aprende rápidamente que uno de tus lenguajes de amor suele ser regalarle cosas de "protección", como la pulsera roja que usa en su muñeca o tus pedidos al universo para él, así que lo agradece cada vez.
• Aprendió que recibe muchos besos cada que consigue frascos, velas o incluso "yuyos" para vos, así que lo hace seguido.
• Siempre fue una persona de ciencia, pero escucharte hablar sobre los dioses o diosas con los que "trabajas" es una de sus cosas favoritas para hacer mientras ambos están acostados bajo las mantas mientras se acurrucan contra el otro.
• "¿Te hago tu carta astral?" no entiende para que necesita esas cosas, pero de cualquier modo ahí está en su dormitorio, llamando a su madre para preguntar cuando fue la hora exacta en la que nació para dártela.
• Con el tiempo, aprende los distintos tipos de brujas que hay, como las brujas de cocina, las brujas verdes, las brujas del caos, etc; quitando por fin la imagen de las señoras de vestidos blancos, sombreros en punta y escobas.
• El se adaptará bien a cualquiera que sea tu espacio, creelo.
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hellokittywrites · 4 months ago
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TEETH
segunda parte.
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¿se sellará la indescriptible atracción que sentías hacia Park Sunghoon con el pinchazo de un colmillo?
pair: vampire! park sunghoon x f!reader x (sightly?) vampire! park jay
summary: sunghoon ya no puede resistirse más a ti, especialmente después de que descubrieras su verdadera identidad y de que park jay se comportase de una manera demasiado amistosa contigo para su gusto
warnings of part 2: menciones de dios y del cristianismo (nada de lo escrito se aplica a la religión referida, es sólo ficción basada en ella), sangre, mordiscos y puede que un poco subida de tono en algunas partes (???) no nsfw tho, lenguaje malsonante
words: 3004 (im sorry)
quick note: resulta que no sólo van a ser dos partes... esta historia está volviéndose más interesante de lo que pensaba y puede que se vuelva una miniserie <3
primera parte tercera parte
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Sunghoon conectó sus ojos con los tuyos y las palmas de sus manos guardadas en los bolsillos de su pantalón de traje podrían haber empezado a sangrar en cualquier momento de la fuerza con la que estaba clavando sus uñas en ellas, buscando con el dolor, distraerse a sí mismo de quién tenía en frente, de tenerte cara a cara. 
Dios, había olido tu sangre desde mucho antes de que llegaras a la azotea y, pese a haberse apartado de la fiesta para ir a la zona más alejada y solitaria con la intención de no estar en tu radar, su instinto depredador consiguió igualmente atraerte hacia él.
Tu respiración agitada prueba de un corazón también agitado provocó la rebelión de sus colmillos. Dolían, y la fachada de indiferencia de Sunghoon cayó tras tres segundos de contacto visual, debido a cómo se encontraban pinchando su rojizo labio, buscando ser liberados de la presión que Sunghoon estaba ejerciendo, queriendo contenerse a sí mismo.
Porque si de ellos fuera, te mordería. Oh, si te mordería.
Aquella chispa de incomodidad, te hizo salir del estado de alucinación en el que te encontrabas. ¿Cómo que Sunghoon era tu sueño, o todo lo que necesitabas? No había ninguna prueba racional que explicase aquella premisa y no ibas a ponerte a buscarla próximamente. Así, fue ese ligero frunce de sus negras cejas lo que te hizo despertar. Tu respiración se empezó a calmar de la carrera que acababas de hacer, además de que ya empezabas a sentirte un poco mareada.
Recuperaste un poco la compostura dentro de lo posible ante la presencia de aquel hombre.
Sunghoon notó tu cambio y nunca creyó en dios, teniendo en cuenta su condición -aquella figura divina le parecía una simple invención a la que a veces se dirigía por desesperación-, pero le agradeció esa relajación por tu parte. Si seguías presa de lo que su interior más salvaje te hacia sentir, esa necesidad de satisfacción última por su persona, entonces él no podría hacer nada para contenerse. No tendría las fuerzas, ni siquiera la oportunidad, de reprimir aquel demonio interno que se encontraba babeando por probar tu sangre, por morderte, por marcarte, por sellarte como de su propiedad con sus colmillos.
Había oído hablar de conexiones similares: el regalo de Dios hacia los vampiros, el mayor acto de misericordia. Un vampiro destinado a un humano y un humano destinado a un vampiro. La satisfacción de su deseo asesino con un humano al que amará de por vida y que lo volverá bueno, correcto, humano.
Sunghoon nunca creyó estas patrañas pues jamás existió un vampiro cuyos colmillos fueran de la propiedad de un sólo humano, sólo pudiendo morderle a él y, cuando lo hiciera, no querer probar otra sangre nunca más.
Claro que éstas eran las palabras de la leyenda y el entorno de Sunghoon, lleno de vampiros casados con otros vampiros pero con numerosos mordiscos hacia múltiples humanos distintos, no le era el mejor contexto para creer en algo así como "tu salvación destinada".
Jake y Heeseung, además del resto de sus compañeros, solían encajar en las actividades de un vampiro adulto. La sangre humana es tentadora, pero no tanto como para perder el control, como muchas de las novelas vampíricas quieren probar. Uno puede saciar su hambre con su plato favorito conscientemente, disfrutando del sabor pero sin pasar los límites. En el caso de los humanos, son límites de quién come, cuánto su estómago puede aguantar; en el caso de los vampiros, el límite está en la persona de que se alimentan.
Esto ayudaba a que pudiesen convivir, pero Sunghoon, cuyo padre era un hombre sin prudencia, creció acostumbrándose a ver cuerpos totalmente secos saliendo de las puertas de su casa cada mañana.
Cuando vio el rostro sin vida de su niñera a la que en secreto llamaba madre, juró que él no iba a ser un asesino, no iba a dejarse llevar. No iba a alimentarse de sangre humana.
Pero tu cuerpo abrazado por ese vestido, tus ojos deseosos que le miran sin vergüenza alguna, tus labios brillantes y tentadores bajo la luz de la luna... Sunghoon sentía que iba a romper aquel juramento y lo peor es que lo haría sin remordimientos.
¿Creía Sunghoon que eras su salvación destinada? Lo único que Sunghoon sabía era que te detestaba por convertirle en la bestia que estaba destinada a ser, arrodillándose ante ti, ahogado en tu sangre.
Y estaba enfadado, verdaderamente molesto.
Sí, tras percibir cómo volvías a mantener la calma -dentro de lo que cabía-, Sunghoon, gran observador, se molestó más al darse cuenta de un factor y no pudo evitar mantener su silencio por más tiempo.
—Vengo más tarde, intentando evitarte y mírate... Los protegidos tendrían que haberse ido hace una hora y media— Ladeó la cabeza mientras levantaba unos centímetros su barbilla, suavemente. Sunghoon era absolutamente majestuoso con la luz de la Luna acariciando sus rasgos faciales. Entrecerró los ojos y temiste volverte transparente ante él. —Seguro que ya has visto por qué... ¿verdad?—
Sí, lo habías visto pero, ¿tu esperada hora de partida? No, no lo sabías. Ni Aerin ni Sunoo te habían comentado nada por el estilo. Pero antes de hacer esta reflexión, sentiste estar a punto de volver a caer en el abismo de pérdida de conciencia que Park Sunghoon te suponía. Después de tres intensos meses de un anhelo secreto, te había hablado por primera vez. Esa voz que siempre te despertó de un sueño desconocido, haciéndote consciente de algo que todavía no sabías denominar, se había dirigido a ti, mirándote, examinándote, prestándote toda su atención, tal y como en tus más oscuros sueños siempre habías sucedido.
Tu cuello volvió a palpitar y Sunghoon, como si lo hubiera notado, dio un paso atrás, casi chocando con el muro de cristal de la azotea, mientras giraba la cabeza hacia el otro lado, bajando la mirada y lamiéndose los labios con frustración. Notaste su nuez moviéndose tras tragar. Inconscientemente, tú también tragaste.
Sunghoon te estaba distrayendo demasiado del por qué tus supuestos amigos, tu supuesta mejor amiga, habían decidido omitir un detalle tan importante como la necesidad de irte hace media hora para evitar encontrarte con supuestos vampiros o, mejor dicho, evitar estar en un lugar en el que sus colmillos eran absoluta y legalmente libres, sin necesidad de ser retenidos, sin ser nombrados armas asesinas.
Evitar unos como los de Sunghoon. No, tanto tú como él lo sabían, no había otra opción, otros colmillos para ti. Evitar los colmillos de Sunghoon pues sólo podían ser ellos los únicos cuyo dueño podía llamarte proclamándote de esa forma.
Evitar que sucediera lo que estaba a punto de suceder si ninguno de los dos frenaba, si ni tú ni él deteníais este terremoto descontrolado. Y tú deberías ser quién lo hiciera. Tú, la presa, deberías escapar de tu depredador y, sin embargo, ahí iba un paso, dos pasos, tres pasos hacia un vampiro, hacia Park Sunghoon.
— Quieta, por favor. No — Sunghoon se pegó lo máximo posible a aquel muro, susurrando aquella negación casi con derrota en su voz, sacando sus pálidas manos llenas de marcas de frustración de sus bolsillos, tensándose con cada paso que dabas.
La azotea no era muy ancha de largo y ahora os encontrabais a cuatro pasos el uno del otro. Sunghoon nunca tuvo la necesidad de respirar y, pese a eso, ahora sus pulmones lo estaban haciendo.
Estabas a punto de caer y rendirte ante tu propia libertad pero, como él, la racionalidad todavía seguía de pie en la batalla. Y, buscando distraerte de su expresión frustrada que te producía una calidez placentera en tu vientre, la música que parecía hasta el momento sonar de fondo, incrementó en volumen, junto con los gritos de júbilo de los participantes de aquel ahora terrorífico evento.
Así, recordaste todo. Sunoo mordiendo a Aerin, los colmillos de Jake, la sangre de aquella chica que estaba con Heeseung, lo que de verdad servían en la cocina... ¿Realmente existían los vampiros? ¿Realmente todo lo que había sucedido eran pruebas claves para probar tu teoría? ¿Realmente estabas a punto de creer en la existencia de los vampiros? Sunghoon sólo te había dado una indirecta que podía hacer referencia a otra cosa.
Pero, si realmente era así y ellos eran eso, el enfado era lo que te encontrarías sintiendo. ¿Cuánto te habían manipulado exactamente?
Te dirigiste a él con una mirada que sin que fueras consciente de ello, era desafiante. Sunghoon, al ver la chispa encendida en tus ojos, tuvo que volver a controlarse mientras, sin poder evitarlo, sonreía ladinamente. Le gustabas, Dios, le volvías absolutamente loco.
—¿Tú también haces eso?— Preguntaste mientras sentiste tus rodillas temblar por un momento. El frío que acariciaba tus desnudas piernas fue al que culpaste, no queriendo pensar en los efectos de la sonrisa del hombre que tenías enfrente tuya.
Esa misma sonrisa que pretendías ignorar sólo se agrandó más, dejando, ahora sí, ver una chispa de aquellos colmillos, todavía no en su estado total de liberación pues Sunghoon seguía reteniéndolos. Pero tu voz le gustaba demasiado, como tus piernas desnudas. Le estabas provocando sed... Mucha sed.
—Vas a tener que ser más específica— Sunghoon contuvo su lengua antes de pronunciar tu nombre o entonces tendría la gran necesidad de conocer el sabor de tu sangre.
Le miraste entrecerrando los ojos. Habías visto las pruebas por ti misma, negar o intentar ser racional no servía de nada por mucho que supusiese afirmar la existencia de aquellos seres. Suspiraste y te lamiste el labio inferior antes de preguntar— ¿Muerdes a la gente inferior a ti?—.
Sunghoon alzó una ceja y se mantuvo en un extraño en silencio. Aquel gesto como respuesta despertó en ti un nerviosismo que sonó más brusco de lo que pretendías —¿Qué? ¿Acaso me equivoco? Vampiro—.
Oh, Sunghoon podría mirar tu expresión de enfado por toda la eternidad, temió. Pero en el fondo, intentaba distraerse del asco con el que expresaste aquella palabra, su verdadera identidad. Tu tono había rasguñado un poco su estático corazón.
Esta vez fuiste tú la observadora perspicaz y lo notaste. ¿Existía un punto débil en su gran armadura? Diste un paso y Sunghoon no pudo más.
—Corre— Su voz ahora gélida, sus colmillos ahora en su estado libre y natural, su hambre descontrolada.
Dudaste un segundo. ¡Aquellos colmillos parecieron a simple vista hechos para tu cuello!. Ese era tu lugar, tu sueño. Por un momento ibas a quedarte por iniciativa propia pero, antes de cumplir ese deseo, notaste el dolor en sus capas de desgrado, el alma en su intento de incendio y tus piernas se alejaron rápidamente al volver a recordar que él era un vampiro, un asesino. Park Sunghoon.
Corriste escaleras abajo, temiendo que te atrapara, pero Sunghoon en ningún momento te persiguió o hizo ademán de hacerlo. Desde el primer momento sólo quiso que escaparas, siendo un depredador con el castigo de necesitar a una presa no deseada. ¿Lo hacía por ti? Sunghoon nunca era honesto consigo mismo, así que claramente lo hizo por él, para no volverse quién más odia, para no ser su padre.
‧͙⁺˚・༓☾  ☽༓・˚⁺‧͙
Fue un milagro que no te hubieras tropezado con las escaleras mientras, con la respiración entrecortada, te hacías paso entre alumnos SSR que ahora eran percibidos por tus ojos con temor. La música te hacía pitar los oídos y acostumbrarse a la oscuridad nunca fue tan difícil pero ahí estaba, la puerta de salida.
Miraste hacia atrás por un segundo tras escuchar un ruido demasiado cerca y no proveniente de la piscina. Ahí, en plena gloria, los colmillos de Sunoo volvían a penetrar el cuello de Aerin. Sentiste lágrimas acudir a tus ojos y, sin pensarlo más, atravesaste la puerta, saliendo de aquella casa.
Caminaste un tanto apurada por la acera de la desierta carretera y al momento te diste cuenta de que no sabías dónde estabas. Giraste la cabeza hacia la casa, buscando señales de un Sunghoon persiguiéndote, pero nada.
Una idea cruzó tu mente y decidiste caminar en el sentido contrario, retrocediendo en tus pasos, buscando desde la carretera ver la azotea. Escondiéndote un poco entre una moto y un arbusto, levantaste dirigiste tu atenta mirada hacia el lugar donde minutos antes casi sucumbías a tus deseos. Deseaste por un momento que no estuviese desierta, significando en la cercanía de Sunghoon, fruto de aquella parte irracional que seguía y, después de tu primera conversación con él, más que nunca necesitada de él.
Para tu decepción, Park Sunghoon no se había movido ni un milímetro del borde de la azotea, pero esta vez miraba las vistas, dándote la espalda. Aliviada, pero a la vez tremendamente avergonzada al haber caído en lo que no pareció minutos antes un engaño, soltaste un suspiro mientras tus mejillas se incendiaban.
—No te recomendaría mear ahí— Una voz grave y un poco raspada te sorprendió, haciéndote saltar y, de no ser por el arbusto, estarías en el suelo con uno de tus bonitos tacones rotos.
Tu cabeza se apartó de Sunghoon rápidamente dirigiendo la mirada hacia aquella voz.
Park Jay, con su característica ceja cortada, frente descubierta y ojos negros rasgados te recibió, dirigiéndote una mirada cansada. Al momento, te apartaste tanto de la moto como del arbusto, volviendo a la acera. Estabais frente a frente. —No estaba intentando mear —Tu voz sonó un poco más elevado de lo que pretendías y te hizo sentirte más avergonzada.
—Ya— Soltó Jay elevando una de sus cejas mientras encogía los hombros. En verdad, no le importaba mucho la respuesta, mientras su moto siguiera intacta. Porque así era Park Jay, el alumno de las SSR y del grupo de Sunghoon que menos destacaba salvo por ser el capitán de béisbol de la academia Bram Stoker, más concretamente, el primero en la historia del equipo en ser elegido en primer curso.
Como con el resto de SSR que no fuesen Sunoo o Aerin (salvo en esta fiesta en la que intentaste pasártelo en grande), mantenías tus distancias con Jay Park. Siendo del mismo curso que Sunghoon, ésta era también vuestra primera conversación.
Y así siguió Jay, mirando la moto. Todavía no habíais hecho contacto visual desde su inesperada aparición mientras mirabas tus tacones, buscando distraerte. Jay, una vez comprobado que su roja moto estaba en perfecto estado, se dirigió a ti.
La sorpresa fue evidente en la ampliación de sus orbes negros tras hacer contacto visual con el jugador de béisbol. Frunciste el ceño por un momento, no entendiendo muy bien su reacción. ¿Tenías algo en la cara..? Hasta que recordaste las palabras de Sunghoon. Hace tiempo que tendrías que haberte ido porque...
Diste un paso hacia atrás y tus brazos se tensaron a cada lado de tu cuerpo, ahora no tropezándote con tus tacones. Te mordiste el interior de la mejilla mientras rápidamente echaste una ojeada hacia tus alrededores, buscando una posible vía de escape si las circunstancias la requerían.
No sabías muy bien exactamente lo que había pasado en la fiesta, pero sí que había vampiros. ¿Cuántos? ¿Quiénes eran y quiénes no? El corto tiempo que había transcurrido desde esa revelación al presente de Park Jay hicieron que no tuvieras el puzzle completo, pero sí lo suficiente para saber dónde colocar la siguiente pieza. Y Jay premió tu inteligencia en su cabeza con un imperceptible asentimiento.
Se quitó la piruleta roja que desde el principio tenía en la boca y, acercando su brazo al casco de moto negro como el carbón situado sobre su moto, similar a sus ojos, casi soltó una carcajada.
—Así que ya sabes quiénes somos o, mejor dicho, lo que somos— Jay subió la mirada hacia tu figura, escaneando tu cuerpo. Gesto que no te ayudó a bajar la guardia ante su persona.
Tu ceño fruncido le pareció divertido y se apoyó en su moto, observándote con una chispa de interés en sus ojos. Pero no era el interés de Sunghoon, ni tampoco indicaba sed o lujuria. Tú tampoco te sentías de la misma manera cuando le mirabas a los ojos. Era como estar con Sunoo antes de saber que era... que era...
—¿Tú también eres un vampiro?— Preguntaste con un tono de voz un tanto grave, pero no titubeante.
Una sonrisa nostálgica fue lo que te respondió y tu confusión te hizo prestar más atención a la vez que él se volvía a llevar el caramelo a la boca. Ahí, entre su lengua y el resto de sus dientes, había un colmillo roto, partido.
La sorpresa fue evidente en tu cara y ahora si, Park Jay se rio abiertamente. Mientras sus carcajadas se mezclaban con el sonido lejano de la música, no sabías qué hacer.
— Para. Por favor, para— Dijiste intentando aguantar una sonrisa que se te moría por escapar ante toda esta locura que acababas de vivir. Jay hizo caso omiso a tus palabras y tardó varios segundos en recomponerse.
Te sonrió ladinamente y, tirándote el casco, dijo —Supongo que necesitas que alguien te lleve a los dormitorios. Sube— Jay, sin casco, detalle que no te sorprendió al entender más o menos la razón, se subió a la moto, esperándote.
Lo correcto y racional era negarse. Pero morder técnicamente no te podría morder y, pese a ser alumno SSR, su sonrisa llegaba a sus ojos, o por lo menos las que te había dedicado en el corto período de aquella conversación. No, conducir una moto era muy peligroso. Pero quedarte ahí suponía más peligros con un Sunghoon acechando y unos amigos que pueden que no sean tan amigos. Además de los vampiros. No, Jay también era un vampiro. Decidiste negarte obviamente-
—Está bien, pero debes responder a todas mis preguntas— Te acercaste y te colocaste detrás de un sorprendido Jay, el cual tras verte correctamente situada en su moto, sonrió caninamente.
—Eso ya lo veremos— Jay encendió la moto y os alejasteis de la casa.
Todo bajo la atenta mirada de un Park Sunghoon que juró en ese mismo instante hacerte suya y a la mierda su propio juicio.
‧͙⁺˚・༓☾  ☽༓・˚⁺‧͙
tercera parte
taglist: @strxwbloody @baaamkyu (open!)
notes: omg!! segunda parte lista. siento que sea un poco corta comparada con la anterior pero estas escenas me salieron más largas de lo que pensaba y no quería haceros esperar mucho. ¿qué tal la dinámica entre sunghoon y la prota? prometo que ellos dos son endgame!!! la aparición de jay es cosa mía jusjus <3333
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neuroconflictos · 4 months ago
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Cuando me llamas amor
Te lo diré claro
Lo hare hoy.
Ahora cuando me miras, cuando somos dos
Te lo diré
Adoro que me llames amor.
Porque me entregas el alma al decirme eso que te recorre el cuerpo, tú cariño.
Dios
Si supieras la distancia que borras, la tranquilidad que otorgas, las sonrisas que formas, el lenguaje único que creas.
Te lo diré de más formas, a esta hora
Que cuando me dices mi amor, me vuelvo ternura y se me alegra el corazón.
Cherryofsaturn
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alquimistaliteraria · 7 months ago
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Mi cuerpo estaba con ella pero mi mente y corazón estaban contigo.
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Tu sentir en mis letras:
Sabía perfectamente que no podía escapar de lo que sentía,
lo intenté, pero terminaba extrañándote y buscándote,
Aún estando con alguien más, seguías habitándome en la lejanía.
Te quedaste como tinta en mi piel, imborrable,
Y aquel [tal vez] de lo que pudo ser no me soltaba,
Mi cuerpo estaba con ella, pero mi mente y corazón estaban contigo.
Trataba de comprenderlo, el porque no podía olvidarte y dejar de sentirte,
La respuesta estaba en mi y la busqué en ti.
Tenía que confirmar si al tenerte enfrente el sentir era real o…
y si ¿realmente era una excusa para tenerte cerca?
Odiaba estar en esta situación, en la que yo me meti, y aunque la respuesta era lógica, yo solita me ataba y elegía estar a la mitad.
Era tan sencillo como releerme y encontrar lo que me niego a ver y aceptar.
Mi sentir en mis letras:
Me doy cuenta que antes no entendía del todo la conexión que compartíamos, pero ahora es obvio lo que ocurre. Tu lenguaje corporal me ha dejado claro lo que nuestras almas y nuestros cuerpos están tratando de decir. Esas señales, que antes me confundían, ahora revelan la intensidad de lo que siento.
No voy a negar que me resistí al magnetismo que existe entre nosotras. Sin embargo, hay algo en mí que ha recordado que no me gusta ser parte de triángulos. La decisión de elegirme a mí misma ha tomado un peso significativo, y por ello, he decidido olvidarte. Reconozco que volver a confiar en ti me parece complicado. Siento que aún te falta claridad, ganas y, sobre todo, amor. Y, honestamente, he llegado a la conclusión de que yo te amé de más, entregando una parte de mí que ahora entiendo que debo cuidar.
Lo más crucial que he podido confirmar en este proceso es que estar cerca de ti resulta riesgoso para mi camino personal. Quiero lo mejor para mí y estoy decidida a avanzar en esta travesía sin las cargas del pasado. Espero que puedas encontrar la claridad que necesitas en tu vida, no solo por el bien de ti misma, si no, por el bien de tus futuras chicas. Mereces, como yo, un amor que sea verdaderamente compatible y que te haga sentir plena.
En el pasado, tuve la oportunidad de expresarte muchas cosas lindas desde el fondo de mi corazón, y esas creencias se mantienen firmes en mí. Veo el potencial que tienes, esa luz que a veces se oscurece, pero que todavía brilla intensamente. Solo espero, de corazón, que también puedas verlo y que tomes las decisiones necesarias para hacerlo tuyo.
Te deseo lo mejor en este viaje de autodescubrimiento y crecimiento. Que encuentres ese amor que te haga sentir completa y feliz.
By Yls.
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creative-kny-fics · 22 days ago
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Hola! No estoy segura su hables español pero puedo pedir una solicitud? Mayormente creo que Giyuu es uno de los más usados en modo Lee! Pero y si en vez de ellos usan a Tsutako? Podría ser un AU en donde ella esté viva tal vez? Ler! De tu preferencia!
Porfavor y Gracias 🤍
Pues, en efecto, hablo español, es mi lenguaje original pero también entiendo inglés jajajaja
Y sí, espero que no te moleste que haya usado uno de mis ships si es así, dilo y lo edito
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Lee: Tsutako Tomioka
Ler: Kyojuro Rengoku y Giyuu Tomioka
Narra Giyuu: Os digo algo? Casi toda mi vida, no, mejor dicho, toda mi vida he sufrido por los ataques de Tsutako, créanme que al inicio no me molestaban tanto, era un niño y ya saben, me gustaba un poco, pero ese día, algo cambió, fue cuando todos supieron cual era mi punto de muerte
'Ooooh Giyuu, hermanito, ¿porqué no me habías dicho de este lugar~?'
'¡NOHOHOHO! ¡¡TS-TSUTAKO!!'
'Tus costillas son tan sensibles, es tan tierno. Ya de por sí eras tierno pero esto es otro nivel. ¿Qué pasa si uso tus costillas como un piano? ¿O quizás un xilofono? Hay tantas opciones...'
'¡NOOOO! ¡¡AYUHUDAHAHAHA!!'
Y no, no estaba feliz, puede que no suene tan malo, pero lo resumiré en una frase... 'Manos pequeñas, mi debilidad'
Sin embargo, adivinen que pasó. Mi hermana consiguió pareja, antes que yo, pero no adivinan quién es...
'¡Hola Tomioka! ¡Parece que ahora seremos familia!'
Y sip, nadie más y nadie menos que Kyojuro Rengoku...
Narra Kyojuro: Me siento nervioso y algo confundido, no lo sé. Tsutako y Giyuu son dos personalidades tan diferentes, pero eso no importa, sé que Giyuu confía en mí y no tendré problemas
'Rengoku, ¿puedo pedirte un favor?'
'¡Claro que sí! ¿Qué se te ofrece?'
'Bueno, creo que sabes que mayoría de las personas encuentran algo... Divertido... En hacerme cosquillas'
'Hahahaha cierto, lo siento Giyuu'
En realidad, yo encuentro divertido hacerlo con todos, sea quién sea...
'Y te quería pedir un favor, claro, si no es molestia...'
'Por supuesto que no, estoy más que dispuesto a ayudarte. ¿Quieres que te haga cosquillas?'
'¿Qué? ¡NO!'
Lo haría igual, pero entiendo cuando alguien dice que no... Bueno... En ciertas ocasiones hahahaha
'Quiero que me ayudes a vengarme de Tsutako'
'Vaya vaya, Tomioka. La venganza no es algo bueno, ¿lo sabes?'
'¿No quieres escuchar a mi hermana reír? Ella es muy cosquilluda... Es algo de familia, al parecer...'
Woah, siendo honesto, jamás se me pasó por la mente eso, ¿que hago? ¿Ayudo a Tomioka? ¿O no lo hago?
Aunque... ¿Qué probabilidad hay de que un evento así se repita?
Narra Giyuu: Estoy asustado. Rengoku se ha quedado quieto, sin decir nada y no es buena señal. Oh tío, si él rechaza mi oferta, no sólo no me va a ayudar, sino que él empezará con su ataque de cosquillas y créanme, es algo horrible...
¿Pero saben que es peor? Tsutako está en la casa, y si ella ve que me están haciendo cosquillas, no me ayudará, sino que se unirá y ambos me harán llorar de risa, si es que antes no muero, claro
'Bien, acepto'
'¿Lo dices en serio?'
'¡Mhm! Yo te entiendo Tomioka, sé que debe ser difícil que todos los días te hagan cosquillas, incluso si no las deseas. Y conociendo a Tsu, creo que ella es la que más ha hecho eso hahaha'
'Gracias, Rengoku'
'Me alegra ver que ustedes dos se llevan tan bien. ¿De qué hablaban?'
Oh hermanita, no sabes lo que te espera...
'Nada, solo que Tomioka parecía intrigado por nuestra relación. Pero nada de lo que debas de preocuparte, todo está bien, ¿no es así Tomioka?'
'Puedes llamarme Giyuu, no me gusta tanto que me digan Tomioka, prefiero mi nombre'
'Bueno, ¿alguien tiene hambre?'
'En realidad, yo sí'
'Oh, dime entonces, ¿qué quisieras que te traiga?'
'Frambuesas, por favor...'
Espera, ooooh, ya entendí...
Narra Kyojuro: Espero que Giyuu no haya mentido, aunque, de todos modos lo habría descubierto yo mismo
'Hmmm, creo que tenemos algunas en la nevera, déjenme ver'
'Creo que no entendiste, Tsutako...'
Sip, definitivamente, no...
Narra Tsutako: ¿Frambuesas? No lo entiendo, ¿qué tienen que ver con-? Oh no, nononono, por favor que no sea eso
'¡A por ella!'
Ay no, sí lo es, seguro fue Giyuu, sólo él sabe eso de mí. Oh dios mío, que alguien me ayude...
'¡HEY! E-ehehehe... ¿Y sí hablamos?'
'Vaya vaya, ustedes dos son iguales, ¿entonces eres igual de cosquilluda que Giyuu?'
Nononono, oh, ¿porqué a mí? Sólo me descuide un rato para tomar aire y ahora Giyuu está sosteniendo mis brazos sobre mi cabeza y Kyojuro, bueno, de momento no está haciendo nada, pero aún así, que vergüenza
'Traza garabatos en su barriga, no seas brusco, sólo sé suave'
'¿Así?'
'Sólo escúchala reír y lo sabrás'
'N-No... Nohohoho hahacehehe mmmmm ahahahaha cosquihillahas'
'¿Ah no? ¿Y sí hago esto que pasa?'
'¡Gyahahaha! ¡¡Hehermahanohoho!!'
Sólo unos cuantos garabatos en mi barriga ya me estaban derrumbando. Y ahora, Giyuu está apretando mi cuello, no solo eso, está susurrando y sus susurros me hacen cosquillas
'¡Bahahahastahahahaha!'
'¿Y porque deberíamos? A ti te gusta hacerle cosquillas a Giyuu, ¿no? Además, cuando te presente a Senjuro hace unos días, también le hiciste cosquillas, diciendo que te recordó a Giyuu. No trates de negar que esto no te gusta'
'¡Cahahallatehehehe! ¡¡Gihiyuhuhu!! ¡Por fahavohohor!'
'Masajea sus costados y mira lo que pasa'
'¡¡NOOOO!! ¡¡AAAAH!! ¡NONONONO! ¡POR FAHAHAVOHOHOR! ¡¡PEHEHERDOHOHON!!'
Aaaaaah que horrible, eso me pasa por tener de "enemigo" a mi propio hermano. Sólo él conoce mis puntos débiles...
'¿A quién le pides perdón? Mejor dicho, ¿porqué pides perdón? ¿Por ser tan linda? ¿Por ser...?
'¡¡POHODRIAHAHAHA PATEHAHARTE!! ¡YA PAHAHAREHEHEHEN! ¡POHOHOR FIHIHIS!'
'No podemos detenernos sin al menos darte una frambuesa. ¿Qué dices Rengoku? ¿Quieres iniciar?'
'¡Con gusto!'
Nonono, cualquier cosa menos eso, un segundo, ¿porqué Giyuu también está tomando aire? No, por favor, Giyuu no te atrevas, por favor...
'¡¡¡AHAHAHAHAHAHAHAHA!!! ¡¡AYUDA!! ¡DIJERON UNA! ¡POHOHOR FAVAHAHAHAR! ¡Y-YA NOHOHOHO!'
'¿Deberíamos soltarla?'
'Lo haremos después de que yo también le de una frambuesa'
No sé cuánto más aguantaré, si es incluso una sola, voy a llorar... Es demasiado...
'Espero que pienses seriamente la próxima vez que me hagas cosquillas'
'Gi-Giyuu, por favor... Hermanito... ¡¡WAHAHAHAHAHA!! ¡¡NOOOO KYAAAA GIHIYUHUHU!! ¡ME RIHIHINDOHOHO!'
'Bien, dejémosla ir, tiene la cara roja y creo que está a nada de llorar...'
Narra Giyuu: Finalmente, un poco de venganza, no fui cruel, ¿o sí?
'¿Todo bien Tsu?'
'Sihihihi... Dahahadme un rehespiro'
'Está bien, Rengoku, ve por agua, debe de tener sed'
Heh, es gracioso ver a alguien más en la posición en la que yo estoy casi siempre
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falopaycosas · 9 months ago
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Nuevo capítulo de Norte y Sur: un viaje inesperado.
Anteúltimo capítulo: Tú, de nuevo.
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Pedí a las estrellas un lenguaje más claro
palabras más bellas. Las dulces estrellas
me dieron tu vida y encontré en tus ojos
la verdad perdida.
-Alfonsina Storni
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cadeloverforever · 10 months ago
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Hello!, I wanted to make one of Bi-Han, I might make one of Scorpion or Steven Grant from Marvel today! I hope you like this Headcanon! (El mismo Headcanon está en esta misma publicación!)
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Sub-Zero (Bi-Han) Headcanon!
⍟ Don't expect many "details" or gifts from him, of course he loves you but in his own way, he may give you flowers from time to time, I feel like I would only leave it to you so that you can find them, for example, on the side of the bed so you can find him in the morning, you usually thank him for the little details and he just says "hmm" as if it were an "okay."
⍟He moves very fast and silently, which almost always scares you. One day you got up to go drink water at night and when you turned around you saw a Bi-Han with his hair messed up, which gave you a scare, you threw the glass at him because of the scare, Bi-Han just looked at you a little confused by the glass you threw at him, he sketched an almost smile on his face.
⍟His love language is spending time with you, maybe sitting looking at places or just sitting without talking, he likes being with you like that, it gives him a lot of peace, if you decide to talk or tell something he will shut up and listen to you.
⍟He would like to give you clothes from time to time, whether dresses or shirts, it gives him a warm feeling when he sees you wearing something he gave you, although you tell him that this is not necessary.
⍟He is literally very cold, literally COLD, but not in feelings but in body temperature, although on hot days it is very useful!
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¡Hola!, quería hacer uno de Bi-Han, ¡tal vez hoy haga uno de Scorpion o Steven Grant de Marvel! Espero que les guste este Headcanon!
Sub-Zero (Bi-Han) Headcanon!
⍟ No esperes muchos "detalles" o regalos de él, claro que te ama pero a su manera, puede que te regale flores de vez en cuando, siento que solo te lo dejaría para que puedas encontrar Déjalos, por ejemplo, al lado de la cama para que puedas encontrarlo por la mañana, normalmente le agradeces los pequeños detalles y él solo dice "hmm" como si fuera un "vale".
⍟Se mueve muy rápido y silenciosamente, lo que casi siempre te asusta. Un día te levantaste para ir a tomar agua en la noche y al voltearte viste a un Bi-Han con el cabello revuelto, lo cual te dio un susto, le tiraste el vaso por el susto, Bi-Han solo miró hacia ti un poco confundido por el vaso que le arrojaste, esbozó una casi sonrisa en su rostro.
⍟Su lenguaje de amor es pasar tiempo contigo, tal vez sentado mirando a lugares o simplemente sentado sin hablar, le gusta estar así contigo, le da mucha paz, si decides hablar o contar algo se calla y escucharte.
⍟Le gustaría regalarte ropa de vez en cuando, ya sean vestidos o camisas, le da una sensación de calidez cuando te ve usando algo que él te regaló, aunque le dices que eso no es necesario.
⍟Tiene literalmente mucho frío, literalmente FRÍO, pero no en las sensaciones sino en la temperatura corporal, ¡aunque en los días calurosos es muy útil!
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hablemosderol · 3 months ago
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Nos han llegado un par de mensaje respecto a la utilización quizá "exagerada" de llamar acosadores a algunos miembros de la comunidad y sus grupos. A continuación explicaremos porque son acosadores y no "roler tóxicos"
Referirse a estas personas como "acosadores" nos ayuda a nombrar y visibilizar el problema de manera directa, reconociendo el impacto negativo de sus acciones dentro de la comunidad. Aquí les explicamos algunas razones por las que esta terminología es importante y porqué no son simples roler hablando mal de otra persona, porque cuando hablamos de acosadores no estamos hablando de alguien que opina de un chisme, sino de alguien que hace mucho más, pero eso lo mostraremos en "Hablemos de tipos de acosadores" que subiremos una vez terminemos con esta explicación.
El término "acoso" tiene un significado claro y ampliamente reconocido, que implica un comportamiento repetitivo y dañino hacia una persona o grupo. Utilizar esta palabra ayuda a identificar conductas que sobrepasan los límites del conflicto o la crítica constructiva, dejando claro que no se trata de simples diferencias de opinión, sino de acciones deliberadas para perjudicar a otros.
Nombrar estas conductas como acoso permite reconocer el daño real que causan. Minimizar estas acciones o llamarlas de otra manera podría restar importancia a los efectos emocionales y psicológicos que sufren las personas que son nombradas y descalificadas (las victimas, en muchos casos). Al usar el término "acosador", se valida la experiencia de las personas afectadas y se subraya la gravedad del comportamiento.
Etiquetar a alguien como "acosador" destaca la responsabilidad social que tiene la comunidad de rol (o cualquier otra) para abordar estos comportamientos. Se convierte en una cuestión colectiva de establecer límites claros y fomentar un entorno seguro, en lugar de ignorar o minimizar el problema.
Cuando se usan eufemismos o se suaviza el lenguaje para describir a estas personas, existe el riesgo de normalizar el comportamiento dañino. Al llamarlos "acosadores", se envía un mensaje claro de que esas acciones no son aceptables y que la comunidad las reconoce como problemáticas.
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elatril · 10 months ago
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Tratado de la puntuación castellana, de Felipe Pérez (1863)
Escrito hace más de cien años, este librito sigue siendo hoy una maravillosa guía para la buena puntuación.
La multiplicación de la coma (lo mismo que la de cualquier otro signo de puntuación) tiene, además de lo pedantesco, el inconveniente de dificultar la lectura quitando su rotundidad y belleza al período.
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nayypretty · 15 days ago
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communication
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1. Escucha Activa
Presta Atención: Escucha a los demás con total atención. No solo oigas las palabras, sino también el tono y el lenguaje corporal.
Refleja y Pregunta: Refleja lo que dices para mostrar comprensión y haz preguntas para profundizar en el tema.
2. Lenguaje Corporal
Postura y Contacto Visual: Mantén una postura abierta y segura. El contacto visual muestra confianza y empatía.
Gestos y Expresiones: Usa gestos y expresiones que complementen tus palabras. Asegúrate de que tus movimientos sean naturales y no forzados.
3. Uso del Lenguaje
Elige las Palabras Cuidadosamente: Usa un lenguaje claro, positivo y enfocado en los beneficios para tu audiencia. Evita tecnicismos o jergas innecesarias.
Lenguaje Persuasivo: Usa técnicas de persuasión como la reciprocidad, la autoridad y la escasez. Por ejemplo, muestra cómo lo que ofreces puede beneficiar a la otra persona.
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4. Empatía y Conexión
Ponte en el Lugar del Otro: Trata de entender las emociones y perspectivas de la otra persona. La empatía ayuda a construir una conexión genuina.
Personaliza el Mensaje: Adapta tu comunicación según la persona con la que estás hablando. Considera sus intereses, preocupaciones y estilo de comunicación.
5. Confianza y Seguridad
Proyecta Seguridad: Habla con claridad y con un tono de voz firme. La seguridad en tu mensaje hace que sea más creíble y persuasivo.
Autoconocimiento: Conoce tus fortalezas y áreas de mejora. Trabaja en construir una autoestima sólida.
6. Práctica y Retroalimentación
Practica Regularmente: Participa en debates, presentaciones o simplemente en conversaciones diarias. Cuanto más practiques, mejor serás.
Busca Retroalimentación: Pide a amigos, familiares o colegas que te den su opinión sobre tu estilo de comunicación. Usa esa retroalimentación para mejorar.
7. Lectura y Aprendizaje
Lee sobre Comunicación: Libros como "Cómo ganar amigos e influir sobre las personas" de Dale Carnegie o "Influence: The Psychology of Persuasion" de Robert Cialdini ofrecen excelentes consejos.
Estudia a los Expertos: Observa cómo los oradores y comunicadores expertos manejan sus presentaciones y conversaciones. Analiza y aprende de sus técnicas.
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8. Desarrollo Personal
Trabaja en tu Inteligencia Emocional: La capacidad para manejar tus propias emociones y entender las de los demás es crucial para una comunicación persuasiva.
Desarrolla el Carisma: El carisma se puede desarrollar a través de la autenticidad, la pasión y la capacidad de conectar genuinamente con los demás.
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figurationoftheinvisible · 11 months ago
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ELEVACIÓN Por encima de los lagos, por encima de los valles, de las montañas, de los bosques, de las nubes, de los mares, más allá del sol, más allá de los éteres, más allá del confín de estrelladas esferas espíritu mío, tú te mueves con agilidad y como un nadador que surge entre las olas surcas alegremente la inmensidad profunda con una indescriptible alegría vigorosa Vuela lejos de esas miasmas mórbidas; te purificarás en el aire superior y bébete, igual que un puro y divino licor, el fuego claro que llena los espacios límpidos. Detrás de los problemas y las grandes penas que cargan con su peso la existencia brumosa feliz es él que puede de un ala vigorosa elevarse hacia los campos luminosos y serenos; Aquel cuyos pensamientos, cual alondras hacia los cielos matutinos, tienden al vuelo libre, Quién planea sobre la vida, y comprende sin esfuerzo el lenguaje de las flores y de las cosas mudas! — Charles Baudelaire
Painting: Carlos Schwabe, Spleen and Ideal, 1907
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hellokittywrites · 4 months ago
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MOONSTRUCK
teeth, tercera parte.
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¿se sellará la indescriptible atracción que sentías hacia Park Sunghoon con el pinchazo de un colmillo?
pair: vampire!park sunghoon x f!reader
summary: park sunghoon volvió a por ti y esta vez, selló lo que debería haber sellado desde que hace tres meses.
warnings of part 3: sangre, mordiscos, besos en el cuello, menciones de dios, traición de una amistad, lenguaje malsonante y si veis alguno más decidme pls
words: 4587
quick note: esta es la penúltima parte escrita escuchando compulsivamente moonstruck y folklore porque estoy obsesionada, de ahí el cambio de título! disfrutad <3
primera parte segunda parte cuarta parte
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Park Sunghoon miró a la Luna desde aquella azotea, lejos del lado por el cual podías llegar a verle desde la entrada. La miró con un corazón tembloroso y entrañas temerosas. Se sintió un niño, aquel que una vez fue él, mirando desde una de las grandes ventanas de su cuarto a la misma Luna que ahora todavía le proporcionaba esa simpatía que muchas veces, sintiéndose la criatura más horrorosa del mundo, necesitaba.
Te extrañaba.
Su pequeñez e iluminación de plenitud le provocaban paz, la misma que junto a ti minutos antes, dentro de toda la excitación y nerviosismo de vuestro primer encuentro, sentía. Porque os pertenecíais. Erais uno del otro.
Con una mano en su boca, intentando notar la relajación de sus colmillos, se dio cuenta de que todas aquellas veces de niño que hacía lo mismo, mirar a la Luna buscando una compañía específica, ya no se repetirían. ¿Por qué? Porque tú eras esa compañía que siempre su solitario corazón necesitó.
Tú eras su Luna. Y no podía perderte.
Tus manos, agarradas a los soportes laterales que tenía la moto en su asiento trasero, empezaban a congelarse mientras Park Jay conducía por la autopista.
Su camiseta holgada de tirantes sufría cada golpe del viento con pasividad, moviéndose descontroladamente mientras su pelo se revolvía al mismo ritmo. Tu corazón se relajó en tu pecho tras notar la prudencia con la que este ser que suponías inmortal conducía, preocupándose por seguir las normas de tráfico correspondientes pese a conducir una moto, conducta no muy seguida por la mayoría de los mortales.
Y, en verdad, mientras Sunoo te peinaba escasas horas antes preparándote para la fiesta, el trayecto no te había parecido tan largo.
Recordaste lo emocionada que te sentías entre las risas de Sunoo y los comentarios de Aerin y tu estómago se revolvió, rememorando por algún motivo muy claro, el sabor a sangre de animal que habías ingerido pensando que era ese vino de mala calidad que Aerin te recomendó -con ella las recomendaciones son prohibiciones- no beber.
Volver a pensar en ellos, en tus hasta el momento amigos, no te produjo buenas sensaciones. Aerin no estabas del todo segura pero Sunoo sí... Sunoo era lo mismo que el chico que te llevaba a los dormitorios sin pedir aparentemente nada a cambio; un vampiro. No sabías si por esa similitud Jay te había recordado a Sunoo, o si eran sus acciones amables. Comportamientos de Sunoo contigo que ya no te parecían tan bondadosos.
El frío de tus manos empeoró mientras salíais de la autopista, volviéndose sumamente doloroso. El frío quema, y no sentías las cenizas de tus manos mientras Park Jay al entrar en la carretera que dirigía hacia el pueblo cercano a dónde se situaba la Academia Bram Stoker, era parado por un semáforo en rojo.
Rápidamente, tras él sacar sus pies de los soportes de la moto apoyándolos en la tierra para estabilizarla y cuando tuviste la seguridad de que la gravedad no te haría caer, llevaste tus manos a tu pecho, intentando de alguna forma calentarlas. Jay giró la cabeza hacia ti, notando tu movimiento y, tras chasquear la lengua -gesto que te asustó al relacionarlo con molestia por ti cuando en verdad era hacia él mismo por no haberse dado cuenta de que probablemente hacía un frío de muerte- desató la sudadera que tenía atada a la cintura y te la entregó.
Guiada por esa percepción de molestia causada por ti en ese ceño fruncido suyo, negaste con la cabeza efusivamente. El semáforo se puso en verde pero Jay siguió tendiéndote aquella prenda de ropa. Gesticulaste hacia el semáforo -considerabas que al tener el casco no te escucharía si hablabas, en fin- pero Jay ni se inmutó. Pese a coches pitando o adelantándole, la mano de Jay seguía dirigida hacia ti con la sudadera. Tus mejillas se calentaron de, lo que supusiste, frío y decidiste aceptar la oferta, poniéndotela rápidamente. Mañana seguramente te despertarías con fiebre.
Tras terminar de ponértela, te diste cuenta de que Jay seguía girado hacia ti y, antes de que pudieras comentarlo, agarró una de tus manos que llevó consigo hacia delante mientras el volvía a mirar al frente, colocándola en su abdomen, rodeándolo. Tu primer instinto fue apartarte, pero volver a pensar en estar en la posición de antes cuándo ésta era mucho más cómoda te hizo replantearte la situación hasta acabar aceptando, rodeando el otro lado de su abdomen con tu otro brazo.
Además, Jay no tenía intenciones de arrancar y seguir con la marcha hasta que te situaras de esa forma. No viste su sonrisa satisfactoria después de que lo hicieras y antes de encender el motor al sus anchos hombros bloquear tu campo de visión.
No pudiste evitar darte cuenta de lo relajado que estaba tu corazón y pensar en a cuánta velocidad latiría si tus manos estuviesen sobre los abdominales de Park Sunghoon y no sobre los del capitán del equipo de béisbol.
Buscando distraerte de cómo la adrenalina se instauró en tu diafragma ante el mero pensamiento de tener a Park Sunghoon a esta mínima distancia, pensaste en las preguntas que le harías a Jay una vez llegado a la Academia.
Toda las dudas que te podría provocar esta situación (tener pruebas de la existencia de vampiros) se podrían ramificar de muchas maneras, centrándose en diversos efectos. Pero, por tus vivencias y tú ya existente sospecha de la Academia y los alumnos SSR, tus se centraron en la identidad: ¿Quién era vampiro y quién no? ¿Eran todos los alumnos SSR vampiros? ¿Era la Academia una Organización secreta de vampiros? ¿Era Aerin... un vampiro? 
Sunoo, Jay, Jake y Heeseung lo eran. También Sunghoon aunque no necesitaba morder a nadie para demostrarlo. No eras estúpida, la atracción que sentías hacia Sunghoon no era una conexión posible entre dos meros humanos. Ni siquiera os conocíais ni habíais hablado más de las palabras que hacía menos de una hora habíais intercambiado... ¿Cómo podías sentir que lo necesitabas para existir cada vez que vuestros ojos se encontraban y amar semejante disparate? No, los vampiros tenían que tener algún  tipo de poder atrayente o de manipulación física y mental de la que los cuentos de hadas no hablaban. 
Esta era otra de las preguntas que le harías a Jay con confianza y seguridad pero... ¿Entrarías en detalles? Una especie de poder como el mencionado tenían que tener los vampiros y el hecho de que el colmillo de Jay estuviese partido podría ser una explicación de por qué con él no sentías ese indescriptible que se volvía una droga con Sunghoon.
Aunque luego pensabas en Jake y Heeseung, incluso en Sunoo, y te dabas cuenta de que tampoco lo sentías. Sólo con Sunghoon. Recapitulando algunos momentos de vuestra interacción, a veces Sunghoon ni siquiera parecía atraerte voluntariamente, frunciendo su ceño como si no pudiera controlar sus acciones pese a querer la anulación de ellas cuánto antes.
Tenias una pieza de un puzzle que no era parte del que Park Jay podía darte pistas sobre su colocación exacta. Eso sí, el resto de alumnos veían a los SSR con esos ojos de admiración que no solía provocar el simple hecho de una capacidad adquisitiva mayor, no. Eso normalmente daba envidia y no admiración.
Así que llegaste a la conclusión de que los propios alumnos SSR tenían algo que ver siendo ellos los responsables de la actitud de los azules.
Justo cuando ibas a dejar que tus pensamientos buscaran alguna otra cuestión o que simplemente tuviesen la oportunidad de recordar lo bonitos y definidos que lucían los lunares de Sunghoon a la corta distancia a la que habías llegado a estar de él, en el camino oculto por grandes árboles que llevaba directamente a la verja gótica que conformaba la entrada de la Academia, Jay bajó súbitamente de velocidad hasta quedaros parados en medio de naturaleza.
Le miraste extrañado pero antes de que pudieras preguntar, Jay te indicó bajar con la cabeza. Así hiciste, con su sudadera en tu cuerpo, apoyando los tacones en la gravilla de la carretera. Tras unos intentos de encender el motor, un Jay frustrado se dirigió a ti.
—Parece ser que nos hemos quedado sin gasolina de repente. Lo que no tiene ningún sentido porque este cacharro suele avisarme casi horas antes— y no dudabas las palabras de Jay pues aquella moto parecía haber costado una fortuna.
Jay se llevó una de sus manos cubiertas por guantes de cuero a la frente, resoplando mientras bajaba del vehículo y se dirigía a tu figura de brazos cruzados y mirada inocente.
—Creo que vamos a tener que seguir andando, menos mal que estamos cerca— Estableció mientras observaba. Asentiste sin remedio y comenzasteis a caminar: tú más cerca de los árboles y Jay tirando de la moto situándola en la carretera, caminado a tu lado izquierdo. Tras unos pasos de silencio cómodo hablaste.
—Es hora de mis preguntas— Tus palabras sonaron más serias de lo que esperabas y te sentiste una detective en una novela de Poe. Jay sonrió.
—¿Qué es lo que quieres saber?— Ladeó la cabeza mirando al frente mientras seguíais caminando.
—Antes de nada, ¿por qué me has ayudado?— Jay susurró algo entre las líneas de sabía que ibas a decir eso. Te miró de soslayo, girando su cabeza para conectar sus ojos rasgados con los tuyos, dijo — Cuando vives tantos años, los actos pierden mucho significado. Te ayudé porque vamos los dos al mismo destino. Además de que va en contra de mis valores dejar a una chica tirada en la calle rodeada de vampiros a estas horas—.
Te sorprendió sus largas respuestas al tener en tu cabeza la idea de que Park Jay era bastante reservado. Hasta su comentario final te había hecho sonreír.
—Que yo sepa, tú también eres un vampiro—.
—Sí, pero soy algo así como un retirado de guerra— El movimiento burlesco que realizó con sus cejas te hizo reír. Jay te miró con una expresión indescriptible.
Sorprendentemente, te sentías a gusto en la presencia del vampiro, demasiado a gusto. Deberías desconfiar de este sentimiento, de él, ya que no lo conocías. Pero no, seguiste con tu sonrisa, volviendo a mirarle tras tu explosión de risa. Hiciste contacto visual con esa mirada tan extraña y decidiste falsear tu antes verdadera sonrisa.
—No voy a preguntar acerca de vuestra condición porque ahora no podría procesarlo todo. Sólo necesito saber ahora mismo dos cosas, pues mi madre me enseñó a no ser avariciosa y la verdad siempre acaba saliendo a la luz— Tu mirada se tornó un tanto oscura, sorprendiendo a Jay. Ni de broma ibas a aceptar su amable gesto hacia ti como insignificante. Los vampiros no tenían tan mala fama en los cuentos sin razón.
Rápidamente ocultaste tu verdadera desconfianza al continuar con tus preguntas. —Bram Stocker es un refugio de vampiros, ¿verdad? Y manejáis vuestra identidad como secreto a través de la manipulación, ¿verdad? Tal y como ahora lo estás haciendo. Para que sienta confianza contigo sin apenas conocerte—.
Jay permaneció pensativo durante unos segundos mientras miraba al frente, ya distinguiéndose las verjas de entrada a la Academia. No te lo demostró, pero en el fondo estaba sorprendido porque no se esperaba esta forma de actuar por tu parte. Sin duda, eras estudiante becada por alguna razón. Después de varios pasos, habló.
—He de ser honesto, no eres la primera alumna azul o, en general, humana en descubrirnos porque la Academia no es un refugio, no es un escondite. Es nuestro lugar, somos nosotros los que tienen el poder. Si te das cuenta, mira de quiénes somos hijos los alumnos SSR. — En tu cabeza apareció el recuerdo de Aerin relatándote su primer encuentro con su ahora ex suegro, el presidente del país —Básicamente, tu sociedad está gobernada por mi sociedad. Pero no hay nada que temer, no nos interesa acabar con los humanos ya que ellos mismos podrían acabar con nosotros al conocer las formas de matarnos y porque siguen siendo nuestro mayor placer— Evitaste hacer contacto visual con Jay mientras seguíais caminando, reflexionando en sus palabras. Tras aclararse la garganta, Jay prosiguió.
—La paz existente es esta. También está relacionada con lo que acabas de decir. Los vampiros os atraemos, pero no conscientemente como piensas. Hay algunos que sí que lo hacen, al fin y al cabo somos manipuladores por naturaleza, pero lo que tú estás sintiendo ahora, esa confianza, no te la estoy produciendo voluntariamente. Nosotros, por nuestra complexión y físico, hasta por la propia voz, atraemos a nuestras presas sin mover un dedo. Sois vosotros los que venís hacia nosotros— El contacto visual fue ahora inevitable y la sudadera de Jay ya no servía para protegerte del frío mientras un brillo rojo parpadeaba en sus pupilas. —Por eso los que descubren lo que somos, no se escandalizan, porque les gustamos. Quieren más de nosotros. Salvo tú, claro. No sé por qué desconfías. No deberíais y esa condición tuya, sólo aparece en estúpidas leyendas imposibles—.
Sólo se escuchaban el ruido que tus tacones provocaban al entrar en contacto con la gravilla de la carretera y las suaves pisadas de las botas de Jay mientras, pensativa, masticabas sus palabras internamente, siendo consciente de las respuestas que indirectamente te estaba aportando.
La primera, todos los SSR eran vampiros, incluyendo a Aerin. La segunda y que deriva de ésta, nuestro mundo parecía gobernado directa o indirectamente por ellos. La tercera, no había forma de resistirse o denunciar o nada. Parecía ser que su existencia en verdad era un secreto a voces. La cuarta, había una aparente paz que era mejor que no rompieras. La quinta y última, tal y como temías, eras diferente y Sunghoon lo sabía mejor que nadie. 
Buscando poder especificar qué era esa diferencia que te separaba del resto, decidiste preguntar más.
—¿Qué leyendas?— Tras tu pregunta, el capitán del equipo de béisbol te miró por un momento guardando silencio. Un silencio que notaste lleno de secretos.
—Eso yo no te lo puedo decir— Su tono de voz sonó un poco frío, lo que te hizo captar el mensaje que se escondía detrás de éste. Por ahí no podías seguir con tus preguntas.
Finalmente, llegasteis a la entrada de la Academia y la hora de separarse al Jay tener que dirigirse al aparcamiento destinado a los coches y motos de los alumnos SSR.
En silencio os situasteis cara a cara. Te quitaste su sudadera.
—Gracias Jay— Dijiste devolviéndole la prenda de ropa. Jay esbozó una misteriosa sonrisa después de fijarse por unos segundos en tu cuello.
—No hay de qué, amiga de Aerin— Se giró y su oscura figura empujando su moto desaparecieron en la niebla nocturna que se había empezado a formar.
¿Acaso no sabía tu nombre? Aquello te había molestado, especialmente tras el tono de burla que había empleado para designarte como amiga. Ya no sabías muy bien si podías encajar en esa categoría y no necesitabas que alguien como él te lo especificara.
‧͙⁺˚・༓☾  ☽༓・˚⁺‧͙
Mientras caminabas a paso ligero por la bóveda central a partir de la cual se elevaba el resto de la estructura de la Academia, las palabras de Jay te perseguían mentalmente. ¿No era muy pronto para llegar a una conclusión exacta? Sí, te había dejado sola en la guarida del lobo, formando parte ella de la manada, además de todas aquellos comentarios o actuaciones que podían cuestionar perfectamente su moralidad como tu amiga. Siempre fuiste consciente de ello, pero a la vez, Aerin fue quién nunca te dejó sola y quién te hablaba de su vida con una elocuencia un tanto íntima. ¿Verdaderamente no significabas nada para ella? Y, si te lo esperabas, ¿por qué te dolía tanto?
Pero, ¿cómo de buena amiga eras tú si te encontrabas suspirando por su exnovio?
Seguiste caminando inconscientemente, sumergida a gran profundidad en tus pensamientos y emociones. Toda aquella noche había sido digna de las historias más fantasiosas del mundo y, aún así, era tu realidad. Giraste una esquina, acercándote a la salida trasera del edificio de piedra, donde se situaba el camino al aire libre hacia los dormitorios de los alumnos azules.
Pensar en Aerin te hacía pensar inevitablemente en Sunoo y en la proximidad en la que estos dos se habían encontrado durante el evento. Imagen que te hizo recordar la existencia de los vampiros y las palabras de Jay y... Era definitivamente demasiado.
La idea del mundo estar gobernado por vampiros no te hacía sentir muy cómoda. Aunque Jay habló de paz, la Academia te parecía ahora una granja en la que los depredadores criaban a sus presas con amor para después matarlos con esos colmillos. Podía ser que estuvieras exagerando un poco, pero ahora estaba todo demasiado reciente. La necesidad de estar con tus padres casi te atragantó.
Saliste del edificio principal hacia los soportales de los dormitorios, siendo bañada por una lluvia repentina y la luz de la Luna. Mañana definitivamente tendrías fiebre y un resfriado.
Tus pisadas hacían contacto con la hierba y tus pies estaban sufriendo demasiado en aquellos rojos tacones. Sin pensártelo mucho debido a lo agobiada que te encontrabas por toda la situación necesitando tumbarte en tu querida cama cuánto antes, te quitaste esos tacones, liberando tus pies para que hicieran contacto con la húmeda hierba. Estaba muy fría y, si no tuvieses esas heridas en los pies, correrías para resguardarte de la lluvia.
Con cada ligera pisada eras más consciente del silencio que te rodeaba. Con la nieblilla que se había instaurado y la ausencia de luz artificial, la escena que te rodeaba era bastante tenebrosa. Digno de Poe, otra vez.
Cuando tu imaginación empezó a crear sombras oscuras semejantes a seres extraños o personas con la nieblilla, decidiste caminar más rápido y lo escuchaste. El eco de tus pisadas que semejaban otras.
Sentiste los pelos de tu nuca erizarse. Caminaste todavía más rápido, intentando convencerte de que era una ilusión provocada por tu cerebro, que nadie te estaba siguiendo. Pero ahora ese eco que decidiste pensar que era de tus pisadas empezó a sonar más fuerte, diferenciándose de tus pasos. ¿Alguien estaba caminado detrás tuya?
Probablemente sí, pero llegaste a la tranquilizadora conclusión de que seguramente era otra alumna o alumno que volvía de la fiesta. Hasta que tu corazón empezó a latir a una velocidad sólo conocida en momentos determinados y sólo provocada por un único estímulo.
Dejaste de caminar súbitamente, rezando a Dios o a alguien esperando que el alumno o la alumna que te seguía pasase de largo, demostrando que no eran quién creías que era.
Pero con el fin de tus pasos vinieron el fin de los pasos que te seguían. Respirabas lenta pero profundamente mientras lo único que se movía eran las gotas que resbalaban por tu frente hasta decorar tus pestañas, junto con los árboles lejanos por el baile del viento. Con el corazón en un puño, las manos temblando y la boca repentinamente seca pese a la humedad de tus labios mojados por la lluvia, giraste tu cabeza lentamente para después acompañar el movimiento con tu cuerpo, dando un paso hacia atrás, apoyando la punta de tu desnudo pie derecho en la hierba. Dejaste de respirar, forzando los huesos de tu cuello y tu clavícula en un frío instante.
Un Park Sunghoon con la cabeza baja y el flequillo húmedo de la lluvia te recibió. Al escuchar la detención de tus pasos, él también se había parado, esperando con paciencia. Sus piernas ancladas en la tierra con firmeza, sus manos todavía en sus bolsillos. Escuchando como cesó el ruido de tu respiración, levantó la cabeza, dejando de mirar simplemente las huellas que tus pies habían dejado en la hierba para mirarte.
Unos ojos de sangre te recibieron entre las cortinas que su húmedo pero luminoso flequillo formaban. Hiciste contacto visual y tragaste la sequedad de tu garganta, pasando tu lengua brevemente por tus labios, frunciendo levemente el ceño en un gesto de puro anhelo.
Las indescriptibles sensaciones volvieron pero, buscando que no consiguieran dominar tu mente y hacerte perder el sentido, en medio de la adrenalina de su repentina aparición te provocó, hablaste.
—¿Qué haces aquí? Por aquí no se van a tus jodidos dormitorios— Intentaste sonar distante, cortante, fría. —No te acerques ni un segundo, Jay me ha contado todo y esto no es normal. Yo no debería...— Tus palabras finales sonaron débiles llenas de oxígeno más que de sonido mientras el anhelo que sentías por él incrementaba demasiado. Estabas cansada de toda la situación, de sentir incomprensibles.
En medio de tus agotadas palabras pestañeaste y Sunghoon, un vampiro con la antinatural velocidad que los caracterizaba, apareció a un sólo paso de ti, paso que cerró rodeándote con un brazo la cintura y con una mano acariciarte el cuello. Su tacto era gélido. Su voz sonó con el mismo cansancio y el mismo anhelo que habías impregnado en la tuya.
—Jay... Jay... Después de meses, meses aguantando esta estúpida necesidad de tenerte en mis brazos y de que por fin me hicieras el caso que necesito, que necesitamos, te pones a hablar de otros. Lo tuyo es— Se acercó a tu cuello, oliéndolo y sentiste como todo su cuerpo temblaba de necesidad —... Absolutamente increíble. ¿Crees que yo quería sentirme así hacia una mera humana aun sabiendo mi propio disgusto a gustaros, a probaros, a... —Su voz calló y sin fuerza alguna susurró con el limitado aire de una última respiración —¿morderos? Dime, ¿tienes alguna absoluta idea de esto? Hasta romper con Aerin sacando de quicio a mi padre para que luego huelas a ese capitán de pacotilla— Se apartó de tu cuello, haciendo contacto visual contigo.
Este era el momento de apartarlo. Separarte de un vampiro, del ex de tu mejor amiga, del maldito Park Sunghoon hijo del presidente del país. Deberías apartarlo, ¿no? Empujarlo y llamarlo asesino, llamarlo frío y egoísta y narcisista y... —¿Por qué sólo me siento así contigo, Sunghoon? ¿No era que todos los vampiros pueden..?— Tus palabras quedaron apagadas ante la jodida sonrisa y el leve movimiento hacia atrás que Sunghoon realizó tras tú llamarle por su nombre. —Dios, hoy ya no sé quién soy— Murmuró y tus cejas se fruncieron, no entendiendo ninguno de sus actos pero sintiendo un gran aprecio hacia él, pese a ser un desconocido. Sunghoon levantó la mano de tu cuello, acariciándote la mejilla. Su voz sonó rota. —Porque soy jodidamente tuyo y me acabo de dar cuenta—.
Una frustración interna desconocida se desató al verlo en ese estado y, sin darte cuenta, te acercaste a él mientras la lluvia te dificultaba ver claramente sus ojos ahora rojos, su cuerpo entero. Sunghoon, notando aquello, inclinó su cara hacia la tuya y llevó la mano que estaba en tu cuello a tu mejilla, rozando con su pulgar pestañas, quitándote el agua de éstas que no te permitía ver la sinceridad de sus palabras en su rostro, que no te dejaban observar la puerta a sus honestas emociones que sus ojos eran, que toda su expresión era. Lentamente dejó de rodear tu cintura para con la mano de ese brazo, hacer lo mismo en tu otra mejilla, en tu otro ojo.
Tras segundos de este íntimo cariño silencioso, susurró débilmente —Me vuelves loco. Dime que tú también sientes lo mismo, por favor—Notaste el temblor de unas manos que luchaban por no perder el control, por no expresar al cien por cien su deseo.
Aún en las últimas, Sunghoon quería escucharte. Quería saber si esto también lo sentías como él, que tú también compartieras el momento con la misma pena. Porque no deberíais desearos, necesitaros. Te anhelaba de una forma que iba más allá de algo terrenal, casi parecía una unión del destino y él no había elegido esto. Tú no habías elegido esto. Él odiaba notar el fuego de sus ojos ahora carmesís, lo puntiagudo de sus colmillos y el temblor de sus manos. No quería ser lo quién era y toda su vida se había comportado como un humano hasta que tú llegaste y activaste sus más olvidados sentidos. Tú odiabas tu incapacidad de separarte porque lo necesitabas y ¿quién era él? Un vampiro y además, el exnovio de Aerin, de tu maldita mejor amiga.
Pero, ¿cómo podíais resistiros a vuestro propio destino cuando él tenerte en sus brazos y tú estar en ellos se sentía tan correcto? Porque si Sunghoon quitaba su propio miedo a dejarse llevar contigo, ese futuro presentándose como suyo jamás se había sentido tan perfecto, encajando con el resto de su vida sin imperfecciones ni esquinas forzadas, la verdadera pieza de su puzzle existencial.
Lo mismo sucedía contigo. Él te proporcionaba la compañía que en tu solitaria infancia habías buscado en libros con personajes tolerantes y relatos apasionantes. Sunghoon era tu historia.
—No te conozco Sunghoon y aún así..— Te miró con unos ojos rotos de necesidad— Aún así, es como llevase toda la vida buscando tu compañía—.
Sunghoon tras tu confesión perdió cualquier tipo de control.
—¿Puedo probar una cosa que realmente nos ayudará a saber si esto es puro deseo o pura necesidad?— Sunghoon te miró como si te fueras a romper, hablándote con una intimidad muy personal. Tragaste tras escuchar un relámpago y, con tu corazón latiendo de emoción, asentiste mordiéndote el labio. Sabías perfectamente qué es lo que iba a hacer, qué es lo que necesitaba, cómo se podría probar esto.
Así Sunghoon, con una velocidad demasiado lenta buscando grabar cada segundo de este encuentro en su memoria, se acercó con cuidado, como si temiera romperte si actuase con toda la fuerza con la que te deseaba, como si de ti dependiera el silencio, como si necesitase concentración en semejante tiro para que su flecha encajara perfectamente.
Tu mente, cuándo sintió su gélido aliento sobre tu mojado cuello, se bloqueó. No hubo miedos, no hubo nerviosismo. Estabas a absoluta merced de su contacto, sintiéndote lo más segura que te habías sentido nunca. Sunghoon acercó sus carnosos labios casi violetas por la temperatura a tu cuello, permitiéndose rozarlo con ellos, mientras uno de sus brazos volvía a rodearte la cintura, acercándote a él. Vuestros cuerpos chocaron suavemente.
La delicadeza con la que te tocaba no era para nada la de un depredador hambriento, siendo consciente de cada uno de sus movimientos para negar cualquier posibilidad de dañarte. ¿Era verdaderamente deseo si a la hora de la verdad podía ser tan racional?
Notó tu acelerado pulso en sus labios y con el brazo que te rodeaba ejerció más presión, empujándote un poco más hacia él, besándote el cuello con más presión, gesto que hizo que emitieras un sonido ahogado que fue directo a su propio control, desafiándolo. Con una de tus manos, agarraste el bíceps del brazo que te rodeaba, necesitando un soporte.
Sunghoon escuchando tu petición desplazó la mano que había quedado en una de tus mejillas hacia tu otro brazo, deslizando sus dedos por tu desnuda piel hasta llegar a la palma de tu mano, juntándola con la suya y entrelazando vuestros dedos. Cuando apretaste su mano como respuesta, supo que eras suya y así lo selló.
Sus imposiblemente afilados colmillos penetraron tu piel y nunca habías sentido tanta satisfacción en tu vida. No era un placer sexual pero te sentías completa de una manera que sólo eso podía dar. Y Sunghoon, cuando probó tu sangre, sólo supo una cosa.
Estaba destinado a ella.
‧͙⁺˚・༓☾  ☽༓・˚⁺‧͙
taglist (open!): @strxwbloody @baaamkyu
notes: omg la parte 3 está aquí!! espero haberos acelerado un poco el corazón JAJSJAJAJ me gustaría saber vuestras impresiones so... comentarlas pls!!! ilysm <3
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chiquititamia · 7 months ago
Note
RobertoxNando
• Roberto es una persona celosa, posesiva y territorial. Tengo cero pruebas pero cero dudas. Imaginate un escenario donde una chica viene y le dice un cumplido (con dobles intenciones) a Nando y Nando re denso: “Jaja bueno, gracias” mientras Roberto observa incrédulo y ofendido todo el intercambio porque no puede ser que Nando no sé de cuenta. Cuántas veces pasó esto sin que Roberto se haya enterado porque Nando es un denso de mierda y no se da cuenta de que se lo están queriendo levantar!?
• AU donde Nando es policia y recibe una llamada para que vaya a controlar un disturbio en un bar de la zona. Ahí conoce a Roberto (el cual está en los primeros años de la uni), quien se está cagando a trompadas con un pibe que le saca como mínimo una cabeza de altura. Nando primero observa la escena sorprendido y un poquito asustado porque “como puede caber tanta violencia en un cuerpo tan chiquito?”, pero finalmente los termina separando y tomando los datos de Roberto (spoiler alert: ese tipo no paraba de molestar a una chica en la barra que claramente no estaba interesada, Roberto se metió a defenderla y de ahí la pelea).
• Los veo a ambos siendo re contra competitivos (y orgullosos) entre ellos, no importa en qué sentido, siempre están haciendo apuestas (una más estúpida/peligrosa que la anterior). Cuando los chicos les preguntan a alguno de ellos qué anda pasando, Roberto y/o Nando responde: “Hicimos una apuesta” -todo el mundo se tapa la cara y gruñen frustrados porque ‘ah shit here we go again’-.
• De los cinco lenguajes del amor, Nando usa palabras de afirmación y contacto fisico, mientras que Roberto prefiere actos de servicio y tiempo de calidad.
• AU donde Nando se la pasa 24/7 en el hospital/sala de emergencias porque se la pasa lastimándose (trabajando en el taller, andando en auto o simplemente porque es una persona medio torpe kjjj). La primera vez que lo conoció a Roberto fue cuando se lastimó y el hospital más cercano era donde trabajaba Roberto. Ya después del primer encuentro no quiso saber nada con ir a otro hospital que no sea el suyo.
• Me encanta el concepto de Nando siendo un hopeless in love, especialmente con Roberto, pero que no se anima a dar el primer paso porque es tímido/es inseguro/está seguro de lo que va a rechazar/no sabe cómo/no quiere que Roberto lo odie, etc, etc. Cada vez que lo admira a Roberto desde lejos lo hace con esa carita de cachorro pateado bajo la lluvia. Todo el mundo se da cuenta (menos Roberto) de lo obvio que son sus sentimientos por Roberto (y los de él por Nando) pero nadie se quiere meter. La cosa se pone tan frustrante que llega al punto en que Panchito lo agarra de los hombros y lo amenaza: “Nando, o te confesas a Roberto o lo hago yo por vos, lo juro por Dios.”
• Roberto robando los buzos/sweaters/remeras/bufandas de Nando uno por uno porque son un par de talles más grandes que los que él usa y le gusta la comodidad que éstas le da (y que tengan el perfúme de Nando). “Roberto, me podrías devolver mi buzo verde que te llevaste el otro día? Y mi campera negra? Y mi sweater amarillo? Por favor, me estoy quedando sin ropa.” “No sé de qué me hablas.”
Te lo quería mandar antes pero recién ayer me pude liberar de unos compromisos. Ahh, quedó más largo de lo que esperaba y eso que no puse unos más que yo quería porque sino me quedaba muchísimo más largo y no quería molestarte, perdón :') Al final terminó siendo una mezcla de headcanons e ideas más que solamente ideas. Si estos te gustaron te puedo mandar otros sobre NandoxNuma si te interesa.
Créeme cuando te digo que me han encantado todas y cada una de las ideas que me has dado. No se te ocurra pensar que me molestas en ningún caso. Me ha hecho mucha ilusión que te tomases el tiempo de escribirlas para mí!! Espero poder escribirlas, aunque no sé cuando podré ponerme porque estoy de exámenes finales, pero ten claro que en algún momento lo haré.
Me encantaría que me contases las ideas que tienes de Nando y Numa si no es mucho abusar :')
Gracias queridx anon 💕💕💕
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