#lejos del cielo
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r3-sensible · 2 years ago
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ochoafml · 2 years ago
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«Me tienes en el aire volando pero lejos del cielo »
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hxilss-frases · 2 years ago
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Al final si te marchaste como todos cuando prometiste no hacerlo.
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apolllonia · 2 years ago
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donde….donde estás…?
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moto-mami · 2 years ago
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baabylonn · 5 months ago
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Lejos del cielo 🌌
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jaquemuses · 9 months ago
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puedes hacer el mismo concepto de matías con la mariguana con enzo porfi? ame ese fic es increíble!!!!!
❋ ࣪ ⊹ lavender haze 𓂂˚ ﹒
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pairing. enzo vogrincic x female reader.
synopsis. hacia un mes que no veias a Enzo sin embargo encuentran tiempo para volver a verse y compartir tiempo juntos, y un porro también
cw. marihuana, fluff, cuddling, actor!enzo, relacion a distancia
an. blurb muy simple con una idea reciclada pero al fin y al cabo una request !!
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Suspiraste con satisfacción mientras te acurrucabas más contra el pecho de Enzo, disfrutando de su calor en la fresca tarde de otoño. Estabas vestida con un atuendo acogedor pero casual: un top negro de mangas largas con un escote bajo, combinado con pantalones de jogging gris suave y Uggs rosados. Alrededor de tu cuello colgaba un delicado collar de plata con su inicial, un regalo de su primer aniversario juntos. Su brazo se encontraba envuelto de manera protectora alrededor de tus hombros mientras tus dedos trazaban patrones sin sentido en su pecho a través de su hoodie negro.
El sol se estaba poniendo sobre las montañas dejando detras un espectacular resplandor naranja. Ambos estaban felices, simplemente disfrutando de la compañía del otro después de tanto tiempo separados.
"Como extrañaba esto", susurraste contra su cuello, inhalando el familiar aroma amaderado de su colonia. Había pasado más de un mes desde su última cita adecuada debido a las grabaciones de Enzo en España. Las videollamadas simplemente no eran lo mismo que sentir el constante latido de su corazón bajo tu palma, pero ahora que -por fin- tenia un par de dias libres, no los iban a desaprovechar. Los labios de Enzo presionaron un tierno beso en tu frente, demorándose más de lo habitual.
"yo también extrañaba esto" dijo contra tu frente, sus ojos se llenaron de amor cuando alzaste la mirada, sentiste tu mejilla ser acariciada por sus asperas manos suavemente y presionaste un beso en su palma.
"Me alegra que hayas podido venir, ahora vamos a poder ponernos al día correctamente", dijo con una sonrisa.
"Bueno, creo que alguien prometió algo para ayudar con eso de ponerse al día..." Enzo resopló, buscando en su bolsillo para sacar una bolsita de plástico familiar y papeles para armar.
"Como mi señora diga", bromeó, dándote un rápido beso en los labios antes de sentarse para preparar.
El sol se estaba hundiendo por debajo del horizonte ahora, proyectando todo en un resplandor rosado que resaltaba sus fuertes facciones mientras trabajaba. Te tomaste un momento para admirar lo lejos que habían llegado: hace poco más de un año, este hombre perfecto era un rostro que observabas desde lejos, nunca imaginando el dulce vínculo que formarían. Tu sonrisa se amplió con la alegría del recuerdo, distrayendo a Enzo hasta que tocó la punta de tu nariz con su dedo juguetonamente.
"Deja de mirarme como una acosadora nena!" Exclamo alargando la 'A' "Ayúdame acá mejor, ¿dale?", dijo rodando los ojos con cariño, mientras te ponías a ayudar a moler los brotes verdes y meterlos en un papel.
Una vez que el porro estuvo preparado a la perfección, Enzo miró al cielo oscureciéndose y dijo suavemente: "Hagamoslo rapido porque estas horas que se vienen son muy frías." Fue entonces cuando te diste cuenta de que la brisa nocturna había aumentado, penetrando cualquier piel expuesta y haciéndote temblar ligeramente, ahora entendias a lo que se referia Enzo cuando te decia que hacia un frio que te calaba los huesos, no podias ni imaginarte lo que debian pasar ellos grabando en la montaña.
Tu novio observó tu reacción y chasqueó la lengua. "Amor, ¿por qué no me dijiste que tenías frío? Ponete esto...” dijo antes de quitarse su bufanda del cuello. "Esto debería aliviarte un poco, yo lo uso cuando filmamos."
Te derretiste ante su consideración y dejaste que él te colocara suavemente la bufanda al rededor de tu cuello y tu cabeza, envolviendo tus sentidos en su cálido algodón y aroma amaderado. "Amor, ¿estás seguro? Ahora vas a tener frío vos..."
Él desestimó tu preocupación, pasando un brazo alrededor de tu cintura para atraerte firmemente hacia su lado una vez más. "No gorda, con todos estos meses ya me volvi inmune al frio" dijo bromeando "Además, te queda más lindo a vos de todas formas." Te reíste y te acurrucaste en su pecho, jugueteando con la suave bufanda.
Enzo prendió el encendedor con un movimiento experto y observaste cómo la llama prendía el papel de liar hasta que brilló débilmente de un color morado. Él tomo una larga calada y retuvo el humo en sus pulmones por un momento antes de exhalar una nube billante hacia el cielo oscurecido. Vos hiciste lo mismo, sintiendo cómo la tensión en tus hombros se desvanecia instantáneamente mientras una agradable neblina se asentaba sobre tus pensamientos.
Te acurrucaste más profundamente en el abrazo de tu novio, absorbiendo el resplandor del atardecer y las notas terrosas del pasto alto en tu lengua. El aire frío ya no te molestaba ya que estabas envuelta en la calidez constante de Enzo, por dentro y por fuera. Finalmente, después de un mes separados, te sentiste completamente relajada por primera vez en semanas.
Él parecía sentirlo también; su pulgar retomo sus caricias a lo largo de tu brazo mientras suspiros relajados se escapaban contra tu cabello. Ninguno dijo una palabra, estaban demasiado absortos en la presencia y comodidad de la compañía del otro después de la larga separación. Esta era la calma y la cercanía que ansiabas, todas sus necesidades eran ahora saciadas entre los brazos del otro bajo la luz rosada del anochecer.
El porro ya había desaparecido cuando el crepúsculo se estableció completamente en tonos índigo. Adormecida y confundida por el humo, inclinaste la barbilla con un suave murmullo, encontrando a Enzo ya mirándote con afecto en sus ojitos entrecerrados. Sus labios rozaron los tuyos tiernamente, dulces y lentos como meterse en una cama acogedora después de estar parada todo el día.
Este era tu hogar: su abrazo, su cuidado, su amor.
Te derretiste aún más con cada segundo que pasaba, el corazón a punto de estallar como si fuera la primer cita mientras sus brazos te sostenían más firmemente cuidandote de la noche helada.
Ninguna cantidad de distancia o tiempo separados podría disminuir la perfección de momentos como estos, en donde su amor te nutría para florecer una vez más.
Nada en el mundo se sentía tan relajante o correcto como acurrucarse entre los fuertes brazos de Enzo.
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depoesiaypoetas · 1 year ago
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Qué bueno que la gente cambia, que las heridas se hacen pequeñitas y los dolores caminan lejos. Qué bien mirar el cielo y no pensar en nada. Y llenarte los pulmones del aire de hace dos años, donde la calamidad no existía y podía mirarte de frente. Qué deja vü tan fuerte me ha traído ese abrazo, sentir que la tragedia puede arreglarse, y ver tu sonrisa, intentar la mía, y esperar que ésto de a poquito sea como antes, pero mejor.
Clara Ajc
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solxs · 4 months ago
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Las notas que una vez quise cantarte se repiten dentro del compás, mientras finjo mi sonrisa al enterrar tu recuerdo.
Veo marchitar las rosas que planté en la tumba de nuestra felicidad; sus pétalos se desprenden y vuelan lejos en el viento junto al azul del cielo, que se torna gris.
Se desvanecen tus memorias, enterrando mis sentimientos.
Norxaki
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not-sad-just-tired · 3 months ago
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Suelta un suspiro, cogida del brazo de su queridismo @oinorinoyaiba. No suele estar tan callada, ni siquiera cuando su hombre parece no responderle, pero pasear bajo el enorme, casi infinito, cielo estrellado de Biscuit, perdidamente enamorada y aún algo sonrojada por las copas de vino que ha tomado con una cena deliciosa le ha dejado sin palabras.
Han acordado dar un paseo nocturno, por el campo, a la búsqueda de un pequeño montecito por recomendación de las Blackwood. En cierto punto, ya bastante lejos del rancho, Laurita apoya la cabeza en el hombro de Miyabi, con un suave ronroneo.
No es justo.. Le dice en una voz que es casi en un susurro. ...que un hombre me guste tanto como me gustas tú.
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hurzzuzzrodea · 1 month ago
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Ya no me puedo encender
como un foquito de navidad lo se desde mi sombra
pero un día fui todo un cielo lleno de navidad
ahora la navidad está afuera en alguna galaxia distantisima
desde aquí es un punto allá afuera
nada me conmueve como la navidad
de niño le recuerdo en la lumbre de mi casa llena de ella
por eso le escribo a la navidad ahora como un loco
loco le pinto a esa estrella diminuta te digo que es un punto
es parecida a un ruido que oí
ahora desde mi sombra casi no oigo pero te oí quedito que viniste sin zapatos no hiciste ruido
o te oí o me avisa el viento que luego me visita como a una hoja seca
nada es parecido hoy a la navidad
ni siquiera se porque está melancolía le nombra casi sin afán pero mientras also los hombros te digo de como es mi casi memoria
aquí todo es casi noche o casi tarde o casi yo
nada está completo
en partes se divide la calle cada pedazo de tarde le quiero acomodar y a ti que viniste intento escribirte algo que me hace sonreír poquito aunque falte que venga
ya te dije que es un punto pero le pienso como en lo alto de ese árbol azul inmenso llamado universo que se burla de mí tan pequeño como un todo
trato de ser congruente ante lo era
Y pensaba bonito de hasta la lluvia
ella también llueve lejos le oigo luego caer como un eco grande en sueños y ahora que le nombró me parece casi verla adelante de cada ojo
no sé si escribir o tocarle o limpiarle para que el polvo de estas palabras quede bonito si pues
está retórica de algún sueño intenta decirte mucho apenas
estaba silencita como cuando la noche se espera a que la tarde se balla
en veces digo en pequeño las cosas
y en veces les digo del tamaño de inviernos reunidos
.
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Diario de un sueño
Agosto de 2024
patas de gato 🐾🐾🐾🐾🐾
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myillicitaffair · 9 months ago
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Strawberries & cigarettes | Esteban Kukuriczka
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Sumario: llamar a tu ex en la mitad de la noche jamás podrá ser buena idea, a menos de que se trate de él, claro.
Advertencias: sexo explícito (+18), masturbación, dirty talking, degradación, cigarrillos y engaños.
Créditos: el fic está basado en la canción de troye sivan y las fotos utilizadas para el collage las saqué de pinterest.
Nota del autor: este mi primer request, gracias por pedirlo, amoor xx
2k words
La ciudad se alza orgullosa frente a mis ojos, los edificios brillando en todo su esplendor. Un limitado arsenal de vehículos se pasea por las calles; desplegada en una silla de mimbre, me pregunto su destino.
¿A dónde se dirigen a las 2 de la mañana?
La bulliciosa metrópoli parece tomarse un respiro a estas horas de la madrugada, logrando, por consiguiente, relajar a los escasos espectadores de su tranquilidad.
Jugueteo con el cigarrillo entre mis dedos, notándolo desperdigarse gracias a la brisa otoñal. Es un mal hábito, lo sé, pero es de los pocos resabios de su presencia que aún conservo, una de las pocas garantías que aseveran su paso por mi vida.
Lo introduzco en mi boca, inhalando el humo profundamente para luego exhalarlo. Degusto sus notas amargas en mis papilas gustativas, como casi saboreando sus labios…
Esteban y yo habíamos terminado en buenos términos; él vivía en capital y yo demasiado lejos, ahí fue cuando descubrimos que la relación a distancia simplemente no funcionaba para nosotros.
Después su carrera como actor despegó, yo senté cabeza con un viejo novio de la infancia- inofensivo, predecible- y en nuestras vidas ya no cabía lugar para el otro. Incluso ahora, cohabitando en la misma ciudad, nuestros rumbos se habían desviado del otro.
Tecleo los números de su teléfono de memoria, grabados a fuego en mi retina.
Soy perfectamente consciente de las horribles consecuencias que mis acciones podrían conllevar, pero nada de eso cobra importancia cuando la línea se interrumpe con su contestación, su voz dormida aguardando al otro lado de la llamada.
“¿Hola?”- Vocifera, ronco y un tanto desorientado.
Mi pulso se desestabiliza al escucharlo hablar luego de tanto tiempo, recordando de golpe los matices en su tono. Me lo imagino tumbado en su recámara, durmiendo en posición fetal, como siempre, la almohada abrazada entre su fuerte contextura.
“¿Tebi, te desperté?”- Mi respuesta se oye torpe ante el nerviosismo. ¡Es la madrugada, claro que lo desperté!
“Nena, ¿sos vos?”- Pregunta, esta vez un tanto más despierto y despabilado.
Aquel viejo apodo se desliza por sus labios sin siquiera notarlo, sin causarle ningún esfuerzo. Sin embargo, a mi me destruye, me obliga a rebobinar el tiempo y fundirme en los agridulces recuerdos.
“¡Si! Perdón que te llame tan tarde”- Me disculpo atropelladamente, de pasada nada más- “Yo se que no hablamos hace meses.”
Me arrepiento de mis palabras en el segundo en el que las formulo, mis miedos se solidifican ante mis ojos; el temor a parecer necesitada, débil, obsesiva incluso.
Más allá de ello, se que fue la decisión correcta. Es en noches como estas, solitarias y sin una estrella parpadeando en el cielo, en que más extraño su luz, la que jamás fallaba en brindar sin pretensiones.
Un par de lagrimas fugaces atentan mis mejillas, derrumbando por completo el sereno revestimiento que tanto me esforcé en construir.
“¿Estás bien? ¿Qué pasó?”- Cuestiona, todo en su actitud delatando una reciente preocupación. Puedo oír el rechinar de las bases de su cama, evidenciando su brusca reacción, la fricción contra las sábanas al enderezar su espalda.
“Si si, pero ¿Podes pasarte por casa?”- Propongo, más temblorosa de lo que me gustaría.
Agradezco el soporte que el asiento me proporciona, tal vez sin este, mis piernas hubiesen cedido ante la ansiedad.
Espero paciente al otro lado de la convocatoria, siendo testigo de su respiración acompasada, como sopesando mis palabras.
“Estoy allá en 15 minutos, máximo.”- Confirma, irguiéndose para emprender camino.
“Esteban”- Llamo su atención, provocando que sus extremidades se aquieten- “Muchas gracias…”
Una sonrisa brota de su expresión, dándole lugar a una leve risa, que escucho desde la quietud de mi balcón. Sin notarlo, mis comisuras imitan su gesto.
“No hay de qué, chiquita, ¡esperame que ya llego!”- Asegura, dando por concluida la comunicación.
Un poco más distendida, permanezco quieta en mi lugar, moviendo mis anestesiados dedos solo para fumar pausadamente.
Una pequeña expectativa comienza a burbujear en mi interior; con la simple idea de volver a estar en su presencia, mi corazón descontrolado golpetea mi caja torácica, como tratando de huir de sus confinamientos.
¿Cuánto tiempo habré permanecido así? Genuinamente, no lo sé, pero lo suficiente para que él arribe.
Mis ensoñaciones se ven interrumpidas por el timbre resonando en mi departamento, generando temblores en toda la superficie.
Salto de mi butaca impacientemente, avanzando con agilidad hasta el recibidor. Del otro lado de la puerta, lo descubro enfrentándome, jugueteando con las llaves entre sus dedos. Sus orbes se pasean por mi persona presurosamente, por lo que autorizo a los propios a hacer lo mismo.
A pesar de nuestro breve tiempo separados, él permaneció prácticamente intocado; su postura relajada, sus cabellos alocados y desparramados en todas direcciones… “tal vez dejó crecerse la barba”, filosofo al chequearlo.
Sin más premeditaciones, me arrojo a sus brazos entreabiertos, los cuales me reciben gustosamente. Escondo mi nariz en su cuello, inhalando aquella familiar fragancia, perdiéndome en su calor corporal engulléndome por completo. Se toma la libertad de posar su pera contra la corona de mi cabeza.
Contra mis propios deseos, me despego de su torso, alejándome levemente para guiarlo adentro. Estiro mi mano, aguardando que la tome para adentrarnos en el living.
Una vez allí, esquivo la pequeña mesa ratona para dirigirlo hacia el sillón, donde se sienta sin mediar palabra.
Allí, parada en la sala de estar, mis pensamientos giran en su torno, envalentonándose con cada segundo que transcurre. Por un impulso indescifrable, me apropincuo a su espacio personal, rompiendo dicha barrera.
Acomodo mis piernas de modo que las suyas queden entre medio, para luego sentarme sobre sus templados muslos, regodeándome en la sensación de su contacto físico. Mi boca busca la suya en un movimiento desesperado, moviendo mis labios contra los suyos con una inesperada urgencia.
Me inunda la decepción al sentirlo separar nuestros rostros. La confusión tiñe su semblante, mientras investiga la escena que se le presenta.
“¿Y tu novio?”- Consulta, penetrándome con el fulgor de su mirada.
Abrazo su nuca entre mis brazos, atrayéndolo nuevamente hacia mí. Una mano se desliza hasta juguetear con el cuello de su remera, señalizando mi deseo de arrancársela.
“No está en casa”- Ronroneo en su oído, serpenteando mis manos por sus hombros con delicadeza- “No pienses en él, amor, concéntrate en mí.”
Comienzo a despilfarrar besos por su cuello, succionando su sensible piel hasta dejar marcas, clavándole los dientes juguetonamente para luego chupar el escozor. Saboreo su colonia en mi lengua y me encuentro adicta a su sabor amaderado, incapaz de separarme. Una necesidad primal se cuece en mi interior al presenciar su tez brillante con mi saliva.
“Esto está mal, nena”- Gime profundamente, echando su cabeza hacia atrás y concediéndome más acceso.
Me cuelo entre nuestras siluetas, acariciando su agitado abdomen, el cual se estremece ante mi toque. Batallo con el botón de su pantalón hasta desabrocharlo, sin parafernalias desciendo el cierre y descanso mi palma en su entrepierna.
“Decime que queres parar y yo lo hago”- Respiro, sobre la ardiente piel de sus hombros. Aún estática sobre su ropa interior.
“Sabes que no te voy a pedir que pares”- Murmura pesadamente, levantando sus caderas hasta rozarse con mis dedos. Evacua un sollozo de alivio.
Como cobrando vida, deslizo mis yemas por su longitud, generando una creciente erección. Masturbo su miembro sobre el calzoncillo a un ritmo agonizantemente lento.
“Entonces no te niegues, Tebi”- Respondo, inmiscuyéndome en la tela para palparlo piel a piel y acelerar mis atenciones.
Sus gemidos llenan el aire, complaciéndome de sobre manera y excitándome más de lo que creía posible. Buscando desesperadamente calmar el ardor, me froto contra la tela del pantalón, escasas barreras separándolo de mi centro.
Sus músculos se tensan bajo mi coño, devolviéndome placer al golpear mi clítoris al unísono de mis caricias en su polla. Mis labios se entreabren ante la fricción, escurriendo murmullos de regocijo por mis cuerdas vocales.
“Al final, que puta que resultaste”- Se burla cínicamente, enjaulando mi cintura en su agarre para presionarme más contra él.
Subo el volumen de mis quejidos ante la nueva intensidad de sus acciones, la degradación dejándome sin raciocinio. Mi torso completamente presionado contra el suyo, mis manos aún tocándolo deprisa.
Utilizando su fuerza, me recuesta en el sillón y se despega de mí, sentándose en el otro costado de este.
“Quiero que me muestres como te estuviste tocando, pensando en mí, mientras tu noviecito dormía a tu lado”- Demanda, su vista fija en mi mientras comienza a palparse.
“Mi amor, por favor”- Ruego, un tanto agobiada ante las llamaradas quemando mi vientre bajo.
Observo sus movimientos con atención, como sus yemas rozan su glande perezosamente, excitándose aún más. Una gota de sudor descendiendo por su cuello ante el esfuerzo físico, escondiéndose bajo su camiseta de algodón.
Bajo mis shorts aun observando la imagen frente a mí, aventándolos al suelo junto con mi blusa. Recubierta únicamente por mi ropa interior, asciendo hasta mi busto, pellizcando mis pezones hasta formar duros picos entre mis dedos. Sus penetrantes orbes persiguen cada uno de mis movimientos, sintonizando los suyos para que ambos nos movamos al mismo ritmo.
“Tu noviecito no te sabe satisfacer, por eso tuviste que llamarme, ¿o no?”- Se mofa al presenciar la impaciencia que me consume, como me apresuro a infiltrarme por mis bragas para sobar mi punto mas sensible con urgencia.
“Nadie me coge como vos, Tebi…”- Susurro, extraviada ante el renovado éxtasis.
Fantaseo con su toque entre mis labios, desparramando mi humedad, saboreándola desenfadadamente, con los ojos cerrados y la lengua paseándose por sus propios dígitos.
Sin embargo, debo conformarme con la mediocridad de la autovalidez, hasta que decida tomar piedad de mis intentos en vano de remplazar sus atenciones.
“No doy más, necesito que te corras conmigo, mi amor”- Pide al sentir su orgasmo aproximarse, ahora follando su propio puño con premura.
Al ver su estado de frenesí descontrolado, decido avivar mis caricias a mis zonas intimas, introduciendo mis dedos en mi apretado agujero hasta notar que mi estomago empieza a tensarse.
El ambiente transluce nuestros inminentes apogeos con los suspiros que desangran nuestras gargantas, el sucio sonido de humedad encontrada por extremidades y suplicas al aire, con un destinatario en concreto.
Acerca su temblorosa complexión a la mía, atisbando mi muñeca moverse al compás de los bombeos en su longitud y arrimándose a mis piernas abiertas. Ante un sollozo particularmente estridente de su parte, despierto de mi ensimismamiento y lo acerco a partir de sus caderas en erráticos movimientos.
“Encima de mí, por favor, ¡correte encima de mí!”- Imploro, aturdida por las oleadas de placer poseyéndome por completo.
Suelta un grave gruñido seguido de improperios al momento de llegar a la culminación de la satisfacción, depositando cuerdas infinitas de semen blanco sobre mi meciente pecho. Su excitación comienza a chorrear por mi vientre, agrupándose en mi ombligo para continuar su descenso pausado.
Con tal candencia rodeando los actos desplegados, logro abandonarme al pasmo de la conclusión con un arrollador orgasmo; mi coño apretando mis propios dedos, deseando que se aniden allí, mi cuerpo gozando violentos espasmos, mi visión jamás partiendo de las farolas apuntadas en mi dirección.
“Muy bien, chiquita, siempre tan obediente para mi”- Me alaga, estirando sus yemas para recoger unas resbalantes gotas de semen y empotrarlas en mi boca entreabierta, indicándome tácitamente mis propias acciones.
Mi lengua recorre cada uno de sus surcos y recovecos, aspirando casi instantáneamente su salada carga, como si de un codiciado elixir se tratase.
“Ahora vas a dejar que te coja hasta que no puedas ni caminar, hasta que te olvides incluso de su nombre ¿si bebita?”- Propone sin remover sus dígitos de mi cavidad, sus crudas palabras contrastando con la suavidad de sus manos en mí.
Asiento frenéticamente, ahuecando mis mejillas para lograr tomarlo aún más profundo, notando un estremecimiento recorrer mi medula espinal ante la anticipación de una larga noche de pasión.
Aclarar que cumplió con sus promesas al pie de la letra sería, francamente, caer en un vago eufemismo…
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soyelmorse · 6 months ago
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Capitulo 5 parte 2: Lo tuve que dividir porque Tumblr no me deja poner mas de 3000 palabras, asi que tendré que conservar los capitulos de 2000 palabras.
PD: la foto no me pertenece, créditos: @/iamespecter
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Continuando con lo que sucedió en el capítulo anterior
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Ragatha:
Gracias por acompañarme Pomni, realmente no podía contener la emoción de buscar a mas gente
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*Pomni y Ragatha habían salido del circo, habían visto a los bubble irse hace varias horas y ahora rondaban por el bosque buscando a mas gente*
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Pomni:
Está bien supongo, y que planes tienes?
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Ragatha:
Pues lo principal es hacerles preguntas, para ver si saben cómo llegaron aquí, si tienen recuerdo de antes de todo esto y cosas así
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Pomni:
No suena mal, sin embargo interrogarlos apenas los ves
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Ragatha: bueno, tienes razón, ya pensaré en algo mejor jeje, lo mejor será buscar alguna pista
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*Ragatha y Pomni empezaron a revisar todo, después de un buen rato, finalmente le dieron toda la vuelta al circo y escucharon una explosión*
*Alarmas, corrieron a dónde la habían escuchado y vieron a Gangle bajo una red tratando de liberarse y varios árboles destruidos*
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Ragatha:
Gangle!? Estás bien? Que sucedió aquí?
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Gangle:
Nada jeje...
Es solo que estaban creando una nueva arena en el cuarto de edición y Jax me pidió que la probará con el, pero las cosas se salieron de control
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*Después de eso Pomni y Ragatha la liberaron*
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Gangle:
Gracias, pensé que me quedaría allí por siempre
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Pomni:
Cuánto tiempo llevas allí?
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Gangle:
El suficiente
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Ragatha:
Cielos, este lugar si que es un desastre
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*Mientras hablaban, vieron como las luces se empezaban a apagar y a encender indicando el reinicio del proceso*
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Ragatha:
Será mejor regresar a dentro, no queremos que las herramientas de este lugar nos hagan daño
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*Pomni, Gangle y Ragatha volvieron a dentro del circo*
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Caíne:
Oh! Así que allí estaban, que fue lo que sucedió?, escuché un fuerte sonido y cuandl revise ese lugar estaba destruido
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Ragatha:
No nos mires a nosotras, ni siquiera estábamos cerca cuando se escuchó la explosión
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Gangle:
Fue Jax, quería que le ayudara a probar la nueva arena
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Caíne:
Ha? Ya veo, aún así la siguiente actividad se demora mucho mas entonces, les apetece algún juego de mesa?
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Ragatha:
Claro porque no, ustedes que dicen?
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Pomni:
Por mi está bien
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Gangle:
Creo que sí
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Caíne:
Bien! El juego elegido será ludo, lo conocen?
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Pomni:
Ha, yo si
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Ragatha:
Yo también
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Gangle:
Yo no
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Caíne:
No te preocupes, déjame enseñarte
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*Caíne y las chicas fueron al centró, una vez allí Jax estaba acostado en un sofá relajante y estaba comiendo helado, al escuchar a los demás creo con unas cenizas unos audífonos para bloquear el ruido y siguió con lo suyo*
*Al cabo de un rato recordó lo que pasó en la habitación del estadio y de los disparos, se levantó y fue a este lugar para ver si había rastro de otra persona*
*Al llegar no encontro a nadie sin embargo noto que a lo lejos Zooble lo estaba vigilando y no tardo en asumir que fue culpa suya, empezó a caminar hacia su dirección pero el reloj gigante que marcaba el tiempo de descanso sonó*
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Caíne:
Santo cielos solo miren la hora que es, bien chicas, hora de dormir, seguiremos con el juego para mas tarde
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Gangle:
En serio? Y justo me faltaba un tíro para colocar 1
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*Caíne ayudo a Gangle y salió justamente el número que ella buscaba*
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Caíne:
felicidades, ahora vayan a sus dormitorios, se que no es necesario dormir pero es importante no sobre cargarse, créanme no es buena idea averiguar el porque
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Gangle:
supongo que está bien
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Ragatha:
Bien andando
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*Las 3 se retiraron a su habitación, Zooble y Jax escucharon a Caíne y Jax me hizo una señal a Zooble con los dedos de que la estaba vigilando, después de eso el regreso a su habitación junto con Caíne y Kinger y zooble se quedó afuera*
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Gangle:
que raro, Zooble siempre está primero aquí
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Ragatha:
Se habrá perdido? Deberíamos ir a buscarla
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Pomni:
No debería haber problema, igual siempre Caíne nos encuentra
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Gangle:
En cualquier caso yo la buscaré no se preocupen
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Ragatha:
De acuerdo, ten cuidado
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*Después de eso, Gangle se retiró y Ragatha y Pomni se fueron a sus respectivos espacios*
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Ragatha:
Oye Pomni, no te gustaría hacer una pijamada?
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Pomni:
Pijamada? No estamos muy grande para eso
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Ragatha:
Pues si y se supone que no debamos hacer muchas cosas cuando toca la hora de descansar pero es algo aburrido pasar el tiempo a solas
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Pomni:
Bueno, supongo que no estaría mal está vez?
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Ragatha:
En serio? Gracias eres un amor
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*Ragatha la abrazo y le dió un beso*
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Ragatha:
Hay perdón me emocioné demás, bien, iré a cambiarme
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Pomni:
Lo mismo...
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*Después de ello, ambas se cambiaron y Pomni fue al espacio de Ragatha para "dormír" aunque en realidad hablaron todo el tiempo en voz baja*
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Horas después
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Gummigoo:
A dónde nos llevan?
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Bubble:
No te preocupes, lo sabrás muy pronto
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*Mientras decían eso, gummigoo y todos los demás observaron la entrada del circo*
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yurnu · 8 months ago
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Adam's Third Wife AU/ La tercera esposa de Adam(HAZBIN HOTEL)
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Ariel. La Manipuladora.
Adam no cayó ante la tentación de Eva por la manzana. En el momento que Dios apareció desterró a Eva por rebelde y dejarse tentar por el diablo. Dios, enojado de que Lucifer se metiera en sus asuntos, creó una nueva esposa para Adam.
Creó una mujer con piel palida como la nieve, cabellos tan oscuros como la boca de un lobo, ojos celestes como el cielo, su cara inocente y dulce sonrisa ebombaria a cualquiera que la viera.
Pero ella no por nada fue creada por un Dios enojado.
Aunque Ariel amara mucho a Adam. Dándole cariño, amor y ternura y sus más sinceros sentimientos. La verdad era que ella era una manipuladora total.
En el momento que apareció Lucifer en el jardín del Edén y vio a la nueva esposa de Adam en seguida fue a entrometerse. Ambos tenían encuentros secretos, sin que Adam lo supiera. Lucifer pensó que estaba guiando a Ariel a su trampa. Pero nada más lejos de la realidad.
Era él quien se dirigía a la tela de la viuda negra.
Un día, Ariel mezclo hierbas y plantas inofensivas que juntas creaban un potente veneno, agarro una de las manzanas prohibidas del árbol, la trituro hasta hacerla una pasta y en el cuenco de madera que usaba la coloco adentro y la mezclo con el veneno.
Se fue a su lugar de encuentro para ver a Lucifer.
Lucifer no sospecho de nada y acepto gustoso el recipiente con el líquido. Al tomarlo por completo su garganta comenzó a arder, cayó al suelo. Le costaba respirar, la sangre dorada comenzó a salir de su boca. Cuando levanto la mirada para pedir ayuda, por primera vez sintió miedo.
Encima suya, parada como si nada, estaba Ariel dando una enorme sonrisa de oreja a oreja, sus ojos azules brillaban con intensidad llenos de sadismo.
Es ahí cuando se dió cuenta. Desde el principio fue él el que estaba siendo engañado.
Humillado, se fue arrastrandose fuera del Edén. No sin antes escuchar lo que decía Ariel: "Vuelve arrastrándote sobre tu vientre al agujero al que perteneces, serpiente. Que aquí tú ya no perteneces entre los bien honrados. Que la sangre que salga de tu boca sea índice de tu derrota a manos de la tercera esposa"
Lucifer se fue y no miró atrás. El veneno no lo mataría, pero la vergüenza y humillación prevalecerian.
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Ellos se aman su señoría (⁠ ⁠ꈍ⁠ᴗ⁠ꈍ⁠)
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mondosalamone · 1 month ago
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📗El palacio
El palacio municipal proyectado por Salamone, para el que hizo varios bocetos en Pellegrini, era el de la cabeza distrital de un partido más grande. Hoy Salliqueló y Tres Lomas, de mayores poblaciones, ya no le pertenecen. De allí que este sea el más grande y alto de la zona. El palacio se ve de lejos, desde la ruta. En el territorio que lo circunda es una especie de faro blanco que indica, señala y marca aquella presencia estatal. Salamone le construye una mentada fuente delante, para que la torre de 34 metros se refleje en el cielo, en una duplicación de metafísica estatal. El Estado en los cielos, y dándole la espalda al poder religioso. Las discusiones de época, me dicen, llevaron a ubicar un reloj también mirando a la iglesia, para que desde allí, digo, esta pudiera quedar delante. La fuente se tapó de tierra, pero no hay certezas de cuándo fue. A la versión de la dictadura, se suma una que dice que en los cuarenta, otra que se rehabilitó en el 83, pero también me dicen que se destapó mucho después. Las versiones múltiples y encontradas son habituales en la obra de Salamone. Pero en este caso, la trama estado-iglesia-dictadura reconfigura y actualiza la cuestión. Me dice Norma, la dueña del hotel, que el edificio y la plaza se iban a hacer en alto, y los coches pasarían por debajo, pero que no se pudo hacer por lo arenoso del terreno. Es otra versión incomprobable, pero que ubica una vez más la obra de Salamone no solo en las retóricas futuristas, sino en las monumentales. Y de una funcionalidad más ligada a reafirmar tales imaginarios que a “solucionar los problemas de la gente”. Una ciudadela a lo Metrópolis, donde utopía y distopía encuentran su correlato. Un mutuo abrevarse, un otro/mismo espejo opaco.
Matadero
Me despierto temprano. Desayuno en el bar Barrabás y emprendo caminata hacia el matadero. Hoy en el predio del viejo matadero funciona el corralón municipal donde se guardan cosas de gran porte, hierro, puertas, arena, piedras para la construcción. Los camiones de basura, del agua, las máquinas de construcción.
✍🏻 Sebastián Russo Bautista  📖 Ruta Salamone, Ediciones bonaerenses 📷 2022
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caostalgia · 2 years ago
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24/7
Cada domingo al despertar, lo primero que hago es preguntarme dónde estás.
Te vuelves malestar y confusa necesidad que no puedo ocultar, entre cobijas decido matar tu ausencia porque no la quiero aceptar.
Con el lunes llega la monotonía, la soledad al mediodía. Tu partida y las cosas que de ti creía, aquellas que le dan el gris a cada uno de mis días.
El martes es desprecio constante.
El causante de los pesares al echar de menos lo que éramos antes, que por ti me he perdido al encontrarnos ahora distantes, y no sé cómo lidiar con la tristeza y sus helados instantes.
A la llegada del miércoles, el sinónimo de mediocridad cobra sentido en verdad.
Me consume la ansiedad y la falta de claridad, para poder aceptar que solo fuiste fugaz.
Amargura total por intentar disfrazar de eternidad lo que solo fue casualidad.
El dolor del jueves es sutil, me aísla del drama por no tenerte aquí.
A las ansias por ti les veo un fin y mi yo más cuerdo piensa que es mejor no volver a saber de ti.
Decido borrar tu nombre escrito en carmín, mi obsesión febril, el olor a agrio jazmín.
Pero con el primer segundo del viernes ya he vuelto a quererte, soy un ejemplo claro de ridiculez a la espera de un poco de suerte. La estupidez que piensa que aún me quieres, y mi yo codependiente pensando que sí vienes.
El sábado soy todo aquello que no quieres cerca pero sí lejos.
Viejos besos y crudos complejos, lo a��ejo de mis miedos.
Con pies descalzos tanteo el terreno entre tu cielo y mi desvelo.
Ruego encontrar un texto con el "hola" que me sirva de anzuelo y así correr a tu encuentro, aún sabiendo que el tiempo será pasajero y solo te vuelves veneno.
Con el vaso lleno en mano, de tu vacío me dreno, desordeno mi yo más enfermo, y no freno hasta sentir que ardo en queroseno.
Me pierdo en necio anhelo por consuelo ajeno.
Y así, el ciclo se repite sin final.
Cada domingo al despertar, lo primero qué hago es preguntarme dónde estás.
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Coldissweet
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