Tumgik
#jimin abrazo
aricastmblr · 10 months
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COMMENTARY BOOK JIMIN cut (hablo de la participación de ambos artistas)
Jimin hablando sobre su actuación con Megan Thee Stallion: “Durante el ensayo me di cuenta de que, aunque parece muy joven... a veces parece una niña pequeña, pero durante el espectáculo se mostró genial. Ha sido un hermoso momento"
Jimin hablando sobre su actuación con Chris Martin: “Chris también vino por nosotros. Oh, alguien escribió un comentario. Chris estuvo tan genial en el escenario y fue tan dulce que se fue de inmediato. En el show, realmente abandonó el escenario tan pronto como terminó el concierto. Supongo que estaba siendo un invitado considerado para nosotros (Chris Martin es tan dulce y considerado). ) No quería llamar la atención. Le estaba muy agradecido."
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mikrokosmcs · 6 months
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Junseong  está  acostumbrado  a  los  gritos,  triste  y  desconsoladamente,  desde  que  era  pequeño.  Recuerda  a  su  padre  gritando  y  golpeando  cuando  él  lloraba,  recuerda  los  gritos  de  piedad  de  las  personas  que  asesinó  en  su  camino  a  la  gloria,  los  gritos  de  soldados  en  la  guerra  ya  sean  de  dolor  por  una  amputación  o  simplemente  dando  órdenes.  El  ruido  es  cosa  de  su  día  a  día,  desde  los  volcanes  en  erupción  y  la  lava  corriente,  hasta  aquel  pequeño  chillido  de  una  habitación  adyacente  que  le  saca  de  su  sueño  rápidamente.  Nunca  ha  dormido  bien,  por  pesadillas  y  malos  ratos,  pero  ahora  aquel  chillido  potente  y  desconsolado  es  una  señal  de  que  hay  una  vida  que  espera  y  aguarda,  que  pide  por  su  clemencia;  pero  no  porque  esté  muriendo  por  sus  poderes,  sino  porque  añora  sus  cálidos  brazos  y  un  beso  de  buenas  noches.  Siente  a  su  omega  también  moverse  a  un  costado  de  la  cama,  alerta  también  a  cualquier  sonido  que  proviene  de  la  pequeña  criatura  en  la  otra  habitación,  Junseong  extiende  su  mano  sobre  una  espalda  desnuda  que  acaricia  con  vehemencia  y  se  inclina  para  besar  un  omoplato,  luego  la  marca  de  su  cuello  y  susurrar  un  suave  “yo  me  encargo”  en  el  oído  de  Hanbin.
No  le  cuesta  salir  de  la  cama  y  cubrir  su  desnudez  con  una  bata  de  seda  negra,  caminando  con  pies  descalzos  hasta  una  puerta  que  le  guía  al  lugar  donde  el  sonido  se  hace  potente,  dos  pulmones  pequeños  pero  que  parecen  dispuestos  a  romperle  los  tímpanos  si  no  es  atendida  pronto.  Demandante,  así  como  lo  era  él,  Jimin  parecía  saber  que  quería  desde  tan  temprana  edad.  -  —¿Qué  pretendes,  gatita?  ¿Despertar  a  todo  el  reino?  —  -su  voz  y  su  esencia  como  una  chimenea  tibia  en  un  día  helado,  parecen  calmar  a  la  pequeña  que  abre  sus  ojos,  aquellos  que  lucían  rasgados  y  felinos  como  los  de  su  padre  omega  y  su  sonrisa  se  pinta  enorme,  sin  ningun  diente  a  la  vista,  satisfecha  de  saber  que  el  alfa  estaba  en  su  presencia.  Junseong  se  ríe  suavemente,  un  sonido  alienígena  y  extraño,  pero  que  ya  no  era  tan  poco  común  como  años  antes.  Sus  grandes  manos  pueden  sostener  al  milagro  de  vida  entre  sus  palmas  sin  problema,  sacándola  de  su  cuna  y  llevándola  hasta  su  rostro  para  rozar  su  nariz  sobre  la  contraria,  marcándola  con  su  esencia  y  deseando  que  se  tranquilice,  borrar  sus  lágrimas  con  el  gesto.  Ya  tiene  un  hijo,  un  par  de  años  más  grande  y  también  siendo  el  centro  de  su  universo  entero,  con  una  personalidad  tan  gentil  y  dulce  como  Hanbin,  pero  una  apariencia  muy  similar  a  la  suya.  El  universo  le  había  regalado  otra  pequeña,  una  que  apenas  tenía  semanas  de  vida  y  si  que  lucía  como  un  problema  para  el  futuro,  remilgosa  y  demandante,  llena  de  pucheros  que  harían  que  Junseong  conquiste  cualquier  otro  reino  para  darle  lo  que  desea
La  criatura  busca  su  calor  y  es  algo  que  no  duda  en  darle,  acurrucándola  contra  su  pecho  y  las  pequeñas  manitas  se  aferran  al  borde  de  su  bata,  muy  cerca  donde  la  quemadura  en  el  corazón  ya  estaba  sanada,  pero  dejaba  un  par  de  bordes  feos  y  desagradables  en  su  prístina  piel  que  a  veces  le  avergonzaba,  aunque  Hanbin  los  besara  con  amor  y  cuidado.  Jimin  se  relaja  inmediatamente,  tal  vez  acompañando  su  pequeño  corazón  con  el  de  su  padre  y  bosteza,  cerrando  el  par  de  parpados  para  dormir  plácidamente  en  su  lugar  seguro,  en  los  brazos  de  un  padre  amoroso  que  no  dudaría  en  quemar  el  mundo  entero  si  con  eso  podría  verla  dormir  tan  plácidamente.  Él  nunca  tuvo  un  abrazo  gentil  de  un  padre  omega,  ni  tampoco  la  palmada  orgullosa  de  un  padre  alfa,  vivió  en  decadencia  y  seguido  de  miradas  de  odio  y  desprecio  a  donde  sea  que  fuese.  Pero  ahí  estaba,  su  milagro  de  vida  dándole  una  ultima  mirada  antes  de  caer  rendida  en  brazos  de  Morfeo,  una  mirada  de  pura  adoración  y  amor.   
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lileuph-milkybanana · 6 months
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Segundo año / Cuarto año
Resulta que todos vivían en el continente británico excepto por Hoseok, quien era de Belfast. La primera semana de vacaciones, Yoongi usó los polvos Flu para ir donde Seokjin, quien vivía en un elegante departamento de clase alta en Londres, y resultó ser que Jin había invitados a los tres más jóvenes, también, y Yoongi terminó haciendo un tour en el Museo Nacional de Historia con Jungkook y Namjoon mientras los otros cuatros bebían café, escuchándolos emocionarse sobre dinosaurios.
Era divertido.
Yoongi vivía en Devon, la cual era una tierra tan lejana que no se sentía mal por pasar todo el verano usando los polvos Flu para ir a otras partes de Gran Bretaña. Pasaba tiempo con su mamá, su papá y su hermano, obviamente, pero las visitas a Jin, a Namjoon en Aberysthyth e incluso a Hoseok en Irlanda, sucedían al menos una vez a la semana.
—¿Cómo estuvo la ciudad elegante? —preguntó Nathan un día, un amigo de la escuela primaria de Yoongi que nunca pudo perder. Muggle. Estaban pateando un balón de fútbol en el parque, con sus patinetas abandonadas bajo el aro de basquetbol.
Yoongi se alzó de hombros. —Estuvo bien. Lleno de imbéciles. Uno rompió mi nariz.
—¿Estás bromeando?
—Nah.
Nathan sonrió. —Vamos a destruirlo.
—Dudo que puedas, amigo. Yorkshire.
Nathan simuló vomitar en un arbusto, y patearon la pelota hasta que el sol se fue y ya no podían ver la pelota.
Y estaba la tarea de vacaciones de verano, ahora que el tercer año había terminado y se debían preparar para los T.I.M.O.S. Jungkook tomó el bus hasta la casa de Yoongi un día, y ambos se sentaron afuera con helados e hicieron su tarea de Historia de la Magia; el cabello de Jungkook estaba creciendo y su cara estaba comenzando a rellenarse y sus orejas comenzaban a ajustarse a su cara. Hablaba mucho sobre la guerra de los Goblin, y sobre Crowley, y Quidditch y Yoongi le hablaba de vuelta mientras se comían sus helados.
Ven a mi casa. O eres un cuadrado. El próximo año ganaras.
-Gerry Thompson, Capitán del equipo de Quidditch de Slytherin.
La cual era una rara nota para recibir.
—Deberías ir —dijo su mamá—, me agrada Gerry.
Así que Yoongi cruzó el mar irlandés en su escoba, porque los polvos Flu no eran muy confiables con largas distancias, y se enteró de que Gerry en realidad vivía en una granja que procesaba carne a unos kilómetros de Armagh, y que el papá de Gerry era igual de amistoso que él, y que Gerry pasó sus T.I.M.O.S con sobresaliente y que iba a ser un aprendiz de Encantamientos Teóricos en algún lugar del Ministerio de Magia de Dublín.
—¡Yoongi!
—¡Jimin!
Un día caluroso de julio, e incluso Inglaterra tenía sol algunas veces. Edie-Maude Black, con su cabello corto cerca de su barbilla y sus mejillas pecosas rojas con un toque de quemadura de sol, estaba sentada en el techo de uno de los cobertizos, con su escoba a su lado. Jimin estaba jugando con un gato doméstico, moviendo una cuerdita alrededor. Gerry estaba de pie con unos jeans y una camisa sin mangas y unas botas de agua pesadas, resplandeciendo, dirigiendo a Yoongi para que aterrizara en algún lugar medio limpio, con la mitad de la casa de Slytherin corriendo alrededor de su patio en vestidos de verano, pantalones cortos, túnicas en uno o dos casos.
—Qué pasa, cabrón.
Damien Roadfell saludó a Yoongi con una palmada en su hombro y una sonrisa, vistiendo una extraña mezcla de una túnica de mago sobre su hombro y una camisa que decía blur, las letras despegándose a medias. —¿Buen verano?
—Supongo—Yoongi se deslizó fuera de la escoba, inclinándose en el abrazo—. He estado pasando el rato con los demás, en su mayoría.
—Genial—Damien hizo lo contrario a Edie-Maude; donde ella se había cortado el cabello, más corto y bonito, él lo dejó crecer, desaliñado, de color pajizo rizado en la nuca. Había crecido como quince centímetros en un mes.
—¿Hiciste lo de encantamientos?
—Nah.
Entraron en la casa de Gerry uno al lado del otro, Yoongi usando la sudadera de Jungkook, todavía sin devolver. Y los dos nuevos de primer año estaban ahí, también...o de segundo año, ahora, Isobel Way y Alwyn Brydon, sentados mientras comían pan de jengibre en la mesa de la cocina.
—Adivina qué gilipollas apareció—anunció Damien—. Espera- mierda, Ger, ¿está tu mamá?
—Nah—dijo Gerry—, si estuviera, te jodería. Va a misa dos veces por semana.
Damien lanzó su brazo alrededor de la cintura de Yoongi y Edie-Maude tropezó en la cocina para comenzar a cantar una canción sobre los malditos sacerdotes dos veces a la semana, o algo como eso. Una canción para beber. Alwyn e Isobel se veían levemente asustados.
—Los llamé a todos por una razón especifica- Sam, entra—Dijo Gerry, mientras Samantha Woods se tropezaba por la puerta de la cocina, gritando un saludo—. Los llamé aquí por una razón específica- Jimin, te juro por-
—Vas a comenzar un culto—sugirió Damien.
—Una comunidad—dijo Yoongi.
—Un culto que vive en una comunidad.
—Nudistas—dijo Jimin, todavía con el gato acurrucado sobre sus hombros— Un culto que vive en una comunidad con nudistas.
—Hay niños presentes—dijo Edie-Maude—, solo pensamientos puros aquí.
—Una comunidad nudista suena genial—ofreció Alwyn, y se agachó para evitar la bofetada que Isobel le dio en la nuca—¡Oye!
—Soy su entrenador oficial, así que cállense la maldita boca sobre comunidades—Gerry juntó sus manos—. Si yo y Derek dejamos el equipo, voy a meter a los niños como cazadores, cierto, así que no comunidades o cultos o Jimin caminando con su pene afuera o los mataré a todos.
Isobel rompió el pan de jengibre en dos—Ya he escuchado demasiado sobre el pene de Jimin en mi vida.
—Espera a que tengas mi edad—le dijo Yoongi, con la mayor solemnidad que pudo juntar.
Era divertido, sin embargo. Damien era divertido para hacer tonterías, y estaban lo suficientemente lejos del pueblo para poder jugar un partido de Quidditch apropiadamente. Isobel y Alwyn jugaban bien como cazadores, dirigidos por Edie-Maude, y Damien logró mantener la mayoría de los lanzamientos cuando se alinearon para hacer penales. Gerry estaba en su elemento dirigiéndolos a todos con alegre y frenética energía, y Jimin y Samantha mostraron orgullosamente sus golpes sincronizados.
(Entre tiempos, Yoongi estuvo bastante seguro de que Jimin estuvo grabando todo para sus historias de Snapchat, lo que era...bueno. Estaba bien.)
(Esto se probó cuando Yoongi miró su celular y recibió una foto de Jungkook sonriendo, con la frase "¿divirtiéndote?" escrito en texto rosado brillante.)
Era un buen verano. Uno de los mejores. Yoongi se divirtió, comió un montón, y se mensajeó con Jungkook sobre lo mucho que odiaba los dramas de BBC estos días, y habló con Damien acerca de sus tareas de verano, y el equipo de Quidditch se consiguió una lechuza en beneficio a aquellas personas que no tenían celulares, y Gerry le contó cómo iba su pasantía.
Y volver a Hogwarts fue lo que siempre era.
Catártico.
*
*
*
Tres días antes de que comenzara el semestre, Yoongi se encontró con Jungkook, Taehyung y Namjoon en una pequeña tienda de discos tres callas lejos del Caldero Chorreante.
—Esto es de último minuto—dijo Namjoon, su mano bailando incómodamente en la lista que tenía. Él y Yoongi estaban tomando casi las mismas clases en cuarto año (las básicas, además de Runas Antiguas y Adivinación. Namjoon escogió Estudios Muggles y Yoongi Aritmancia.)
Jungkook estaba sonriendo: había crecido también, rápidamente, como un brote de frijol, y la sudadera que estaba usando se subía por sus antebrazos donde antes quedaba suelta. —¡Compras! Vamos, vamos, vamos...
—Pero viniste aquí en tu primer año—dijo Yoongi, mientras pasaban por el Caldero Chorreante—¿no es así?
Jungkook se encogió de hombros, un poco avergonzado mientras Namjoon sacaba su varita de su manga para tocar la pared. —Padres muggles, ¿no? Mamá no pudo tomarse el día libre del trabajo para venir, así que los ordené por lechuza y simplemente tuve que aparecer en la estación ese día.
—Oh, wow—dijo Yoongi, y retrocedió para mirar la cara de Jungkook mientras los ladrillos se salían de la pared.
—¿Qué son esos?
—Ojos de sapo-
—¿Qué es eso?
—Habla más bajo, eso es un-
—¿Quiénes son ellos?
—Aurores, creo, mira sus túnicas-
—Qué- oh por dios, una tienda de Quidditch-
Yoongi estaba bastante seguro que su manga ya se había estirado más allá de su muñeca con la fuerza de la emoción de Jungkook al arrastrarlo a lugares— Sí- Gguk, espera a Namjoon-
—Oh, no—dijo Namjoon, siguiéndolos—. Oh, no, ¿por qué deberían esperarme? Nah, simplemente me quedaré aquí. Un cero a la izquierda. Ese soy yo.
—Cállate—dijo Yoongi, pero tomó el codo de Namjoon para llevarlo hacia donde Jungkook se dirigía—. Es una locura aquí. Vamos a perder al niño.
—No vas a perder al niño—respondió de vuelta Jungkook. Luego gritó. —¡Algo mordió mi pie!
—Una rana goblin de tierra—dijo Namjoon, sabiamente, asintiendo—Una mordida de ellos...bueno, probablemente no mueras...
Yoongi arruinó la broma al soltar una risa, y Jungkook les disparó a los dos una mirada antes de entrar a la tienda, todavía sosteniendo a Yoongi por su manga, con su mano alrededor de la muñeca de Yoongi. Suministros de Quidditch de cualidad, con la última saeta de fuego en la ventana, y con todas las pelotas de Quidditch en un círculo en el techo como un sistema solar, con la snitch en el centro.
—Hola—saludó el mago detrás del mostrador—¿Nuevo semestre, chico?
—Ah, uh...sí, pero...simplemente miraremos por ahora—dijo Yoongi, frotando la parte trasera de su cuello. Tenía un Galleon en su bolsillo, Namjoon siempre estaba sin dinero y Jungkook tenía dinero muggle que dijo que necesitaba para volver a casa.
—Ah, bien, bien.
—Eso es tan genial—dijo Jungkook en voz baja, señalando una brillante Snitch de plata.
—Ah, eso—dijo el hombre detrás del mostrador— Me temo que eso es de adorno. Aun así, una pieza bonita.
—Huh.
Miraron la tienda de Quidditch por un rato, y luego fueron a la tienda Weasley, donde Jungkook admiró una caja de Gobstones.
—Flourish & Blotts—dijo severamente Namjoon—Necesitamos libros, mis pequeños patitos, no un maldito ahorcado que de verdad se ahorca cada vez que te equivocas, ¿está bien?
Yoongi tocó su costado con su dedo— Ustedes vayan—murmuró—. Voy a comprar algo, ¿está bien?
Los encontró de nuevo diez minutos después en Flourish & Blotts, escondiendo el pequeño paquete envuelto en antiguo papel de diario dentro del bolsillo de su abrigo. Namjoon llevaba a Jungkook de sección en sección, desde historia al plan de estudios de Hogwarts a la pequeña colección de libros de ficción Muggles. Narnia, en su mayoría.
—¿Por qué no tienen nada de, no sé, ficción mágica? —Jungkook deslizó su mano por el lomo desgastado de El señor de los anillos. Namjoon, detrás de él, llevaba los brazos llenos de libros de Runas Antiguas y se veía disgustado.
—A los magos no les gusta mucho la ficción—dijo Yoongi. Sí, había unos cuantos libros de Lizza White, aquella serie donde la chica se enamoraba de un centauro y todos hacían orgias en el bosque, pero en general...la gran tradición literaria de casi todas las sociedades pasó de largo para ellos.
—Solía amar leer estos—murmuró Jungkook, de canclillas en el estante de abajo—Quería ser un hobbit. Quería hacer magia y ese tipo de cosas.
—Yo quiero ser capaz de usar mis brazos en el futuro—interrumpió Namjoon—Vamos y paguemos, dios.
Mientras se iban, Yoongi deslizó los Gobstones en la mochila de Jungkook y pasó todo el camino en el Autobús Noctámbulo de vuelta a Devon sintiéndose feliz y cálido y listo para volver a la escuela. Gerry tenía a su equipo entrenado, iba a tener casi todas sus clases con Namjoon, Damien seguía enviándole cartas sobre cómo iban a decorar su dormitorio este año y Jungkook iba a estar ahí, feliz y brillante y sonriendo de oreja a oreja. Chester Whitehall y la humillación de final del tercer año era un recuerdo distante, mientras Yoongi se arreglaba su corbata plateada y verde en su cuello, mientras atravesaba la barrera el primero de septiembre, con su baúl y su varita guardada en la manga de su suéter.
*
*
*
En el expreso de Hogwarts, Yoongi vio a Jungkook en un compartimiento con un montón de otros Ravenclaw e intentó no sentirse extraño sobre eso. No era como si fuese dueño de Jungkook, y no era como si no tuviese otros amigos, Damien y Edie-Maude tenían un compartimiento justo ahí para él, pero era raro.
—Te ves de la mierda—dijo Damien, mientras Yoongi forcejeaba para entrar al compartimiento por la puerta pegajosa.
—Gracias, Damien. Muy amoroso.
—Te ves bien—dijo Isobel para ayudar. Ella estaba, pero Alywn no, todavía. Y su corbata estaba atada y su túnica estaba puesta y tenía lazos plateados y verdes al final de sus dos trenzas. —¿Quién es el capitán de Quidditch este año?
—¿Quién es el mayor? —dijo Edie-Maude, con la boca llena de sándwich de tomate y queso—¿Roadfell? ¿Min? ¿Woods?
—Sam podría hacerlo—Damien se encogió de hombros— Podemos hablarlo en la sala común.
Alwyn llegó y se apretujó junto a Isobel; se había cortado el cabello, así que sus rizos pelirrojos eran más como una nube de hongos, y sus gafas eran un poco más fuertes. Parecía un insecto palo y su apariencia en general no mejoraba con el sapo gordo que estaba agarrando en su mano. Aun así, hubo saludos e insultos intercambiados y todos se acomodaron de nuevo.
—Jimin se va a ir con Taehyung—reportó Edie-Maude—Recibí la lechuza ayer. "No me guarden un puesto". Imbécil.
Muchos asentimientos de cabeza y murmullos confirmando que, de hecho, Jimin era un imbécil. El tren comenzó a moverse de la estación; Isobel se despedía felizmente por la ventana y una pequeña mujer similar se despidió de vuelta, viéndose un poco llorosa. El resto de ellos simplemente se sentaron, incluso Alwyn, hasta donde Yoongi sabía, llegaron solos a la estación.
—Más importante—dijo Yoongi, cuando parecía que Alwyn estaba a punto de burlarse de Isobel, o algo igualmente insensible—¿Cuántos niños creen que tendremos este año?
Edie-Maude sacó un galeón de su bolsillo—Tres.
Damien dejó su propia moneda en la mesa de centro—Dos.
Yoongi añadió la suya. —Está bien, voy a decir cuatro. Jódanse. —Y luego, a Isobel y Alwyn—¿Van a jugar? Quien sea que gane se lleva todo el dinero.
Isobel se encogió de hombros y añadió un galeón. —Uno, supongo—porque era básicamente imposible que Slytherin tuviera más de cuatro en un año—¿Alwyn?
—No me cuenten—dijo—No hay manera de que gane con cinco.
—Ah, vamos.
—Nah.
—¡Gallina!
—Eres una idiota, Izzy.
—¡Gallina!
Por la ventana, el Londres urbano se estaba volviendo el campo del sur, mientras el expreso realizaba el largo viaje al norte. Hogwarts, brillando en el límite de las tierras altas de Escocia y Hogwarts era catarsis, no importaba cuan grande y fuerte Chester era, no importaba cuan pequeño y triste Slytherin era, no importaba qué pasara, no importaba quién se quedara.
Yoongi se arregló su corbata de nuevo una hora antes de llegar y pretendió no ver cómo Isobel se quitaba los lazos de su cabello, guardándolos cuidadosamente antes de desarmar sus trenzas y dejar su cabello suelto.
Y sin Gerry este año, eran una casa de veintitrés.
*
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*
La selección de este año fue sombría. Ninguno de ellos se alegró al dejarle su dinero a Isobel, e Isobel no se veía mucho más feliz de recibirlo. El único Slytherin que recibieron ese año era un silencioso norteño llamado Max Hastings, quien intentó no llorar en su flan. Yoongi hizo contacto visual con Namjoon sobre la cabeza del chico y sacudió la suya sombríamente.
Fue una noche tranquila. Yoongi se fue a la cama temprano, el cuarto año seguía siendo el cuarto año, los T.I.M.O y cosas así, y escuchó a Isobel diciéndole al niño nuevo, con voz seria y pesada, qué gente evitar.
Tristeza.
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*
—¿Adivinación de los últimos en la tarde del viernes? —Hoseok le entregó su horario a Yoongi, con un bollo de mantequilla a medio comer en su mano—Debes estar loco, amigo. Eso es asqueroso.
—Será relajante—dijo Namjoon, pero se veía dudoso—. Aún podrías cambiarte a Estudios Muggles si de verdad quisieras.
—Quiero tomar Adivinación—Yoongi los golpeó a ambos bajo la mesa del desayuno, uno por uno. Técnicamente, mezclarse entre las casas no estaba permitido en el Gran Comedor, pero era un sábado en la mañana y a nadie le importaba. (Yoongi no había visto a Chester en todo el día desde que volvieron, y no quería romper su suerte, no ahora.)
—Creo que estás loco—anunció Jungkook felizmente, sentado a su lado con una tostada y un tazón de miel con gachas de avena—. Yo quiero tomar Estudios Muggles.
—Eres hijo de muggles.
—Sí—Jungkook apuntó su cuchara a Yoongi, sonriendo—. De esa forma puedo pasar fácilmente. No pensaste en eso, ¿cierto?
Seokjin se les unió, viéndose exhausto. —Me hicieron prefecto de Gryffindor—dijo, con su voz sonando como campanas de funeral—Odio a los niños. Los odios. ¿Has intentado darles un tour a treinta niños con un gran nivel de azúcar? Nunca más. Nunca.
Yoongi pensó sobre Max Hastings llorando en su manga, y acerca del pequeño tour solemne, andando alrededor de la Sala Común de Slytherin, mostrándole los dormitorios y la ventana que daba al lago y la chimenea y las sillas cómodas para leer. —Sí, debe ser difícil—dijo, e intentó no hacerlo sonar sarcástico.
Creyó lograrlo.
Jungkook se estiró por otra tostada durante su conversación. —¿Juega Gobstones conmigo mañana? —le pidió, pateando a Yoongi bajo la mesa—Un alma cualquiera muy bondadosa a la cual no conozco dejó una caja muy buena en mi mochila y quiero estrenarlo.
—Eso fue agradable de su parte.
Jungkook empujó un cromo de las Ranas de Chocolate sobre la mesa. —Gracias—dijo, un poco más bajo. —Y. ¿um? Espero...si alguna vez necesitas ayuda con el chico nuevo de primer año...
Yoongi giró el cromo y vio a Aleister Crowley guiñando un ojo, con una pequeña nota rosada en la parte trasera. Hola, de nuevo, le decía con la boca el cromo. —El de primer año—repitió, un poco confundido, metiendo la carta en su bolsillo—Sí, si alguna...si alguna vez necesito ayuda, te la pediré.
La sonrisa de Jungkook era gigante y brillante e intensa. —Gracias, Yoongi.
—Cuando quieras.
*
*
*
Fueron unos primeros días muy productivos, en el sentido de que la casa de Slytherin se asentó rápidamente a su antigua rutina de horas muy tarde jugando póker frente a la chimenea y abundante whiskey consumida a una velocidad aterradora. Max Hastings cayó en el ritmo de Isobel y Alwyn, y los tres conformaron un pequeño trío acurrucado frente a la chimenea; Max tenía una gata llamada Molly, la cual parecía llevar a todos lados. Era ridículamente mimada por Izzy y Alwyn y Sam y Edie-Maude.
—¿Has visto a Chester? —le preguntó Damien el primer lunes en la mañana de vuelta a clases. Estaba amarrando su corbata, aquella en la que Yoongi sangró en su primer año.
—Lo he evitado. ¿Orgulloso de mi?
—Tan orgulloso de ti—Damien alisó su camisa y luego comenzó a quitarle el polvo de los hombros a Yoongi. —¿Cuál es tu primera clase?
Yoongi le entregó su horario sobre su hombro; estaba ocupado abotonando su camisa, justo hasta sus clavículas. —Pociones, ¿cierto? Malfoy. Namjoon está ahí, así que puedes sentarte con Sam. Estaré bien.
—Genial—Damien le entregó su horario, doblado en la forma que estaba antes.
Pociones. Una clase central. Yoongi ya sabía que la dejaría para la evaluación ÉXTASIS. El profesor Malfoy era un imbécil, pero era admirable de cierta forma y Yoongi lo admiraba, lo distante que se hacía ver, la forma en la que hacía impensable que alguna vez fuese insultado. O golpeado. O, gritado, o maldecido con hechizos vergonzosos.
—No tengo hambre—dijo Yoongi, cuando Damien señaló hacia la puerta—Oye, si vez a Namjoon, dile que me guarde un asiento.
—Claro.
Damien se fue, dejando a Yoongi solo; se tiró en su cama sin hacer, mirando apáticamente el techo. No quería volver a clases. Había tenido el mejor verano de su vida y no quería volver a evitar a Chester y Sadie y ser maldecido con hechizos de clima y practicar Quidditch solo para perder.
—Deprimirte no se ve bien en ti—dijo una voz familiarmente irritante. Yoongi giró su cabeza hacía un cuadro impresionista bastante bonito que colgaba entre su cama y la de Damien, y se encontró con el antiguo profesor del año pasado viéndolo de manera lúgubre con pinceladas manchadas por el sol.
—Vete—dijo terminantemente Yoongi. Se sentó, rozando sus rodillas. —. No estaba deprimiéndome.
—Santo dios, chico, al menos cuando estaba vivo Slytherin se tenía respeto.
—Respeto-
—Nada de estar en la cama sintiendo pena por uno mismo.
—Perdón, quién-
—Aunque sí había un poco de eso—dijo el profesor, su tono ligero se tornó oscuro y áspero—. Según recuerdo. Siento lástima que crezcas en esta época.
—Lástima es igual de malo—murmuró Yoongi mientras amarraba sus cordones en un lazo limpio—. ¿Por qué no puedes simplemente decir, sí, cuatro casas, este montón, este montón, este montón, este montón en vez de ir todo- Slytherin, como si fuéramos una especie de maldita enfermedad rara? Sin ofender, señor.
—No lo haces—dijo secamente la pintura—. No eres el estudiante más grosero que he conocido. Ni tampoco eres el más elocuente. Pero mi punto sigue siendo el mismo, no deberías pasar todo este tiempo deprimiéndote. Especialmente sobre algo que sientes que no puedes cambiar.
—No puedo cambiarlo—dijo Yoongi, poniendo su mochila en su hombro, esperando cerca de la puerta mientras la pintura saltaba a un cuadro más pequeño cerca del espejo- un antiguo profesor oscuro. Tiziano, quizás.
—¿No puedes?
—Si pudiera, ¿no lo habría hecho ya?
La pintura se encogió de hombros; un gesto moderno que se veía horriblemente fuera de lugar en su cuerpo pintado de forma clásica. —Eso depende de la clase de persona que eres. Ve a clase, o llegarás tarde. Pociones es un arte fino, de hecho, y sería una lástima perdértela. Malfoy especialmente ha estado a la altura de las expectativas.
Yoongi no se molestó en preguntarle a qué se refería; simplemente asintió y se despidió con la mano y se fue. Y se encondió detrás de una pared o dos cuando vio a personas que probablemente reaccionarían mal al verlo.
*
*
*
Jungkook sacó el set de Gobstones de su mochila con una especie de reverencia aterradora, dejándolo sobre la mesa entre ellos en la biblioteca. El sol de septiembre brillaba felizmente a través de las ventanas y la bibliotecaria estaba al otro lado de la habitación y el lugar estaba lleno del suave murmurar de los estudiantes que volvían al ritmo de Hogwarts.
—Es bonito—dijo Jungkook, con sus dedos bailando sobre el broche de plata—. No debiste comprármelo.
—Puedo comprarles cosas a mis amigos—dijo Yoongi. Murmuró. —. No fue nada.
—Lo fue.
—No.
Jungkook lo golpeó bajo la mesa. —Gracias, de todas formas—dijo suavemente. Cuando abrió el estuche, la caja de madera hexagonal se abrió, revelando un tablero de Gobstones tallado en madera, con pequeñas lunas y soles estilizados que detallaban las metas de los puntos. Doce Gobstones por lado, verdes y azules, se agitaban en sus pequeñas plumas.
—¿Sabes cómo jugar? —preguntó Yoongi, tomando los seis gobstones azules. Jungkook se quedó con los verdes.
Jungkook se encogió de hombros. —Jugué a las canicas en la escuela, si eso cuenta.
—¿Un poco? Piensa en las canicas con un fondo y pequeñas pelotitas que escupen acido. Algo así.
—Suena...raro—dijo Jungkook y sonrió. —. Jugaré con las verdes.
Las seis piedras se sentían pesadas en la mano de Yoongi y las sacudió de un lado a otro antes de dejarlas en su lado del tablero. —ordénalas así, ¿está bien? Seis, una en cada esquina del hexágono—Jungkook copió sus movimientos. Las piedras brillaban en el sol; Jungkook parecía brillar, también, un gran destello en su rostro mientras las ponía de manera torpe en su lugar.
—Las lanzas, así—Yoongi se lo demostró, haciendo su primer movimiento—¿Ves los círculos en cada parte de nuestro hexágono? El objetivo es poner tus seis piedras en mi circulo, y las mías en el tuyo, y el ganador es quien lo haga primero.
—Está bien—dijo Jungkook, con el ceño fruncido. Su lengua estaba atrapada entre sus dientes en concentración.
Gobstones era esa clase de juego que era fácil de aprender cuando conoces las reglas básicas y Jungkook aprendía rápido. Hablaban mientras jugaban, sobre Gerry, quien enviaba lechuzas divertidas a la Sala Común, y sobre Namjoon, quien estaba intentando reunir coraje para invitar a salir a Seojkin y sobre Jimin, quien simplemente existía, siendo Jimin.
—Quizás intente entrar al equipo de Ravenclaw este año—dijo Jungkook. Escogió su objetivo y disparó, pero rebotó en el interior de su propio hexágono y terminó sacando de lugar unas piedras cuidadosamente colocadas; todas le dispararon rápidamente ácido verde, el cual evitó por poco.
—Deberías—dijo Yoongi—. Si quieres.
—Todavía tienes un equipo, ¿no?
—¿No lo sé? Gerry era como la vida y el alma—Yoongi disparó su tercera piedra en el objetivo—Creo que no tiene mucho sentido, con Izzy y Alwyn tan pequeños. Chester solamente los molestaría.
—Ya te molesta a ti.
—Es diferente.
—Mm—Jungkook disparó y sacó una de las piedras de Yoongi de su posición—. Serías el capitán, ¿no es así?
—No necesariamente—Yoongi se encogió de hombros. —. Podría ser Damien o Samantha. Incluso podría ser Jimin o Edi-Maude. Ser el mayor no significa ser capitán, ya no.
Jungkook no habló más acerca de Quidditch y Yoongi se sintió agradecido; la conversación se terminó, como lo hacen todas las conversaciones, y el tiempo pasó lentamente en la biblioteca, en el sol.
—Me acuesto con Samantha, mato a Jimin y me caso con Diamen—dijo Yoongi, en respuesta a la pregunta de Jungkook—Listo, es tú turno.
—¿Por qué te casarías con Damien? —interrumpió Jungkook. Yoongi ganó el primer juego y estaban jugando el segundo, pero sus movimientos eran lentos y lejanos, ahora que habían encontrado un juego de palabras para jugar—¿Por qué no Sam?
—Sam está bien, pero me volvería loca con el tiempo—Yoongi le siguió la corriente al tono serio de Jungkook, aunque no sabía por qué—Yo y Damien hemos vivido juntos por cuatro años. Es genial.
Jungkook se encogió de hombros. Disparó su piedra con un poco más de fuerza y rebotó por todo el tablero antes de golpear sus propias piedras. —Mierda. Uh...¿cuál era la pregunta?
—Ravenclaw. Acostarse, casarse y matar.
—Me acuesto con...Sadie, me caso con Fred y mato a Sophie.
—¿Sadie?
Jungkook sonrió—Puede que sea un pedazo de mierda, pero sigue siendo parte Veela.
—Es un pedazo de mierda—dijo Yoongi—. Y tiene un puño malditamente fuerte, también.
Yoongi disparó su piedra a una dirección aleatoria. —Uh, oye, ¿alguna vez te conté sobre aquella vez que Jin se emborrachó tanto que comenzó a pensar sobre cogerse al sauce boxeador?
—No—Jungkook sonaba encantado—¿En serio?
—Sí, fue genial. Y Namjoon comenzó a hablar sobre casarse el concepto abstracto de...algo.
—Cuando los Ravenclaws se emborrachan, solo hablan de estupideces—dijo lamentándose Jungkook—. Una vez me desperté para ir a clase y Sadie y sus amigas estabas hablando sobre qué Gryffindor se cogerían. ¿Qué tan asqueroso es eso?
—Muy—dijo Yoongi. De la nada, se imaginó a Sadie y Seokjin y fingió vomitar sobre el tablero—Eso es asqueroso.
—Muy cierto que es asqueroso—dijo una voz cerca de los estantes y apareció Sadie, con su cabello arreglado perfectamente sobre sus hombros, sus pestañas largas y encantadoras, con su corbata de bronce y azul fresca y prístina al igual que su nueva insignia roja de prefecta. Dos chicas la acompañaban, cada una en cada hombro, las dos Ravenclaw. —Jungkook, si estás siendo molestado, no debería darte miedo decirle a un adulto.
Jungkook tiró sus hombros hacia atrás—No me está-
Sadie golpeó la mesa con sus nudillos y las piedras rodaron por todos lados. —Está bien—dijo—. Yoongi es un estúpido.
—Déjalo solo, Sadie—dijo Yoongi.
—Tú déjalo—dijo Sadie, con algo brillante y malvado en sus ojos—. Eres un asqueroso, Yoongi. Siempre lo fuiste.
Jungkook no dijo nada. Sus ojos estabas bien abiertos y su pie golpeó el talón de Yoongi bajo de la mesa, al ritmo de una disculpa.
Yoongi asintió, tomó su mochila y se fue.
*
*
*
Lo siento mucho pero sadie me da mucho miedo le dije que no debió hacer eso después de que te fuiste créeme xfavor
Yoongi dobló la nota. —Gracias, Friedrich—dijo, y vio como la lechuza salía por la ventana. Damien estaba sentado en la cama, haciendo planes para Quidditch y apenas lo miro mientras Yoongi leía la nota de nuevo.
—Práctica el sábado. Cinco de la madrugada—dijo Damien. —. Te despertaré.
—Maldito—dijo sin un tono en particular Yoongi, y sacó sus piernas de la cama. —. Voy a caminar. Retrasa la práctica hasta las seis si quieres durar algo.
—Tengo que hacer cosas más tarde también—Damien rozó sus nudillos contra su maleta—¿Sabías que hacen vodka de frambuesa? Sabe a trasero de perro.
—Probablemente lo sacaron del trasero de un perro—dijo Yoongi, poniéndose sus pantuflas esponjosas—. No esperes despierto.
En la Sala Común, nadie estaba despierto. Isobel, Alwyn y Max, los de segundo año y el pequeño de primer año que adoptaron estaban dormidos en el sillón, con un juego muggle abandonado en la alfombra con una botella de tinta y una página donde Max había estado escribiendo los puntajes.
—¿A dónde vas, tan tarde en la noche? —le preguntó la pintura-profesor, saltando a la pintura cerca de la puerta, aquella con un recipiente con frutas junto a un jarrón de agua—Estudiantes fuera de la cama, cincuenta puntos menos.
—Sin ofender, pero no tenemos cincuenta puntos para perder—señaló Yoongi—. Y quería encontrarte, de hecho. Uh, ¿recuerdas el chico de Ravenclaw que fuiste a buscar el año pasado?
—Mensajes. No es como si tuviera algo mejor que hacer—dijo la pintura sarcásticamente.
—No tienes. Estás muerto.
La pintura hizo una mueca; sus labios se curvaron. —Iré a buscarlo por esta vez, pero solo porque las pinturas de la biblioteca me contaron lo que pasó. ¿Dónde debería ir? No te confíes con esto, Yoongi. No soy un mensajero.
—Séptimo piso...donde está esa pintura de Barnabas-
—¿Barmy enseñándoles a los trolls a bailar balé? —la pintura pareció pensativa—¿Alguna razón...en particular?
—Usualmente está vacía—dijo Yoongi. ¿Qué otra razón podría haber?
Los pasillos de Hogwarts estaban abandonados y Yoongi era muy bueno escondiéndose para ir a los lugares que quería, incluso si sospechaba que Jungkook no era bueno. Y a pesar de la melancolía que lo atacaba este año, todavía había algo de esperanza para tener normalidad. Damien y la promesa de emborracharse el sábado por la noche, Seokjin, Namjoon y Hoseok pasando el rato juntos, Quidditch el fin de semana, los viajes a Hogsmeade, las cartas que Gerry prometió llegarían a fines de mes.
Simplemente deseaba-
—Desearía que hubiera un lugar donde ser normal—dijo, con su voz rompiéndose cuando susurró. Estaba yendo de un lado a otro en el pasillo del séptimo piso. Barnabas y los trolls bailarines estaban mirándolo mientras señalaban y se reían.
—Solo un lugar para ser normal—dijo. Como si eso justificara algo.
Algo pareció retumbar dentro de la muralla.
—Normal—dijo y Jungkook llegó haciendo ruido mientras subía las escaleras con un pijama azul adornado con Peter Rabbits, con sus ojos grandes y somnolientos y el profesor de la pintura llegó tambaleándose dentro de Barnabas, justo cuando una puerta aparecía en la pared detrás de él.
—Qué mierda, Yoongi—dijo Jungkook.
—¿Qué mierda yo? Qué mierda la muralla, creo que quisiste decir.
Jungkook se dio un golpecito en la mejilla. —Perdón por lo de antes—dijo, acercándose a la puerta; su pijama le quedaba un poco grande, a pesar de que sus mangas se estaban deshilachando y Yoongi podía ver los elásticos y pequeños Peter Rabbits impresos por toda la parte frontal. —Yo solo- Yoongi, qué mierda.
—No sabía que esto estaba aquí—Yoongi de pronto estuvo consciente de sus pantuflas esponjosas con pompones rosados y se avergonzó. —Yo solo- yo solo...
—Entren a la habitación—interrumpió la pintura—. Eso es lo que hace uno, generalmente, entrar a las habitaciones.
—Jódete—dijo Yoongi.
Jungkook mordió su pulgar y giró el pomo de la puerta.
*
*
*
—¿Qué esseso?
—Ess—Yoongi giró el chocolate—Aw, mierda, fruta y nuez. Odio la fruta y nuez.
—Nuez—dijo Namjoon, y se rio—. Oye, nuez. ¿Entiendes?
Hoseok metió su mano dentro de la caja de dulces que le envió su hermano; estaban sentados en el lago, pasándose un cigarrillo entre los cuatro, mientras que las cervezas se desvanecían y sus latas vacías eran apiladas en una pequeña pirámide en el césped húmedo. —Déjame encontrar el dulce que me gusta—dijo Hoseok—. Y Joon, cállate.
—Come pene—dijo amigablemente Namjoon—. O nueces. Come nueces. Frutas y nueces.
—Me gusta cremoso—dijo Seokjin, y miró a Namjoon y Namjoon comenzó a toser en su sidra.
Yoongi se acostó en el césped con sus manos detrás de su cabeza, mirando el cielo nublado. Bebió lo suficiente como para sentirse mareado y un poco aturdido y solo quería acurrucarse y dormir en algún lugar cálido y calmado.
Una barra de dulce lo golpeó en el pecho y Hoseok dio golpecitos en su frente en una forma torpe de darle consuelo—¿Alguna vez te han dicho que eres como un gato? —dijo, y tiró su cabeza hacía atrás, gotas caían de la lata que estaba bebiendo—Como un gato grande y triste lleno de miedos adolescentes y chocolate. Ese eres tú. Ese es quién eres.
—Meow meow, hijo de puta—dijo Yoongi—. Jódete.
Namjoon abrió la barra de chocolate para él y le sacó un pedazo—Aquí viene el avioncito, zoom zoom...
Seokjin era quien estaba fumando el cigarro cuando se volvió una colilla; lo puso en el césped y luego lo disparó con sus dedos hacía el lago para que se uniera a sus camaradas caídos. —¿Tienes más?
Hoseok sacudió su cabeza. Era él quien tenía una provisión interminable de alcohol y cigarros, porque su hermana siempre le enviaba paquetes por correo, los restos de la tienda de sus padres. —Ese era el último. Dijo que enviaría más la semana que viene, bastardo impaciente.
Yoongi cerró sus ojos, y se encontró kilómetros y un día lejos.
—Se llama Sala de los Menesteres—dijo la pintura, con sus brazos cruzados y su larga cara con un deje melancólico. —Te da lo que más necesitas, santuario, un lugar para entrenar, un...un lugar para esconder un libro. Pensé que se había quemado hace mucho tiempo.
—Obviamente no—espetó Yoongi, la sorpresa lo irritó—. Kook, no entres, en caso de que sea peligroso.
La mano de Jungkook todavía descansaba sobre el pómulo de la puerta. —. Vi unos pufs y una TV—dijo suavemente—. No creo que sea peligroso a menos que abras los pufs y te comas las pelotas pequeñas —y luego bufó—. Ahogarse con pelotas pequeñas. Heh.
La pintura resopló. —Entren, entonces. ¿Qué pediste?
—Nada—dijo Yoongi. Ser normal parecía ser demasiado triste para admitirlo. —Solo un lugar para...relajarme. Jungkook, ¿quieres-?
—Tengamos una revancha de Gobstones—dijo Jungkook y atravesó la puerta, manteniéndola abierta para Yoongi. —¿Vas a venir o qué?
Y hace mucho tiempo no había dormido tan bien como esa noche, acurrucado en un puf suave, con el tablero de Gobstones entre ellos y una manta suave sobre sus hombros, junto con un aroma rico y limpio en el aire. Jungkook había estado jugando con la configuración de la TV cuando Yoongi se fue a dormir, pero cuando Yoongi despertó el chico estaba roncando también y la habitación estaba más oscura, como si se sincronizara con la noche.
—Alguien está silencioso—Hoseok golpeó su rodilla—. ¿Alguien ha estado molestándote o simplemente estás siendo un imbécil?
—¿Huh? Oh, no. —Yoongi tomó el chocolate de las manos de Namjoon—. Simplemente pensaba.
La sala de menesteres (aparentemente) no era nada especial. Una habitación un tanto pequeña, con un techo bajo y una bombilla en la sombra, tan refrescantemente realista en el gran desorden medieval de Hogwarts. Las paredes eran de paneles de madera, tal y como lo recordaba Yoongi, con esos aquellos tres patos tontos voladores colgados en el borde del papel pintado, igual que en su casa. Había pufs esparcidos por todas partes, desordenados en un rincón, una chimenea, paneles de ladrillos y cerámica gris. Un montón de libros, libros viejos, libros muy queridos, libros que Yoongi recordaba haber leído y disfrutado se encontraban apilados en estanterías. Había una mesa de cocina, y unos cuantos armarios y estanterías, y una jarra de agua que no se vaciaba por mucho que se sirvieran.
Yoongi se encontró a sí mismo queriendo volver. No hicieron mucho, solo jugaron y después durmieron, pero fue agradable ser normal, sin pensar en Chester o Sadie o alguien que interrumpiera.
—Escuché que Sadie estuvo en la biblioteca ayer—dijo Namjoon.
—Yoongi.
—No hizo una mierda—dijo Yoongi, rodando para quedar acostado sobre su estómago—. Hoseok, dame más chocolate y Joon, cállate.
—Según Maisie Phair, molestó a Jungkook toda la tarde en la Sala Común de Ravenclaw.
—Bueno, sí, podría haberte dicho que ser mi amigo no iba a terminar bien para el chico—dijo Yoongi e intentó comerse una barra entera de caramelo en una sola mordida.
*
*
*
Queridas serpientes bastardas (y también Izzi y Alwyn y El Chico Nuevo Max)
Su más magnifico, querido y verdadero capitán ha adjuntado su insignia a continuación y por la presenta declara a Damien Roadfell como capitán porque es el más grande y también el que menos posibilidades tiene de sufrir un ataque de nervios antes del partido. Practiquen duro, cabrones, que los estoy vigilando. Y los que vayan a Hogsmeade el próximo fin de semana, vayan al Cabeza de Puerco y den la contraseña "Gerry es genial" y serán conducidos a un misterioso caballero que los espera.
Mucho amor, besos y todas esas mierdas,
Gerry Thompson, el Único y Verdadero Capitán.
Yoongi permitió que una sonrisa gigante se apoderara de su cara mientras leía la carta. Dirigida a Los bastardos de Slytherin, había sido depositada en su mesa en el desayuno por la pequeña lechuza enojona de Gerry (Micky) y los veinte Slytherin se reunieron a su alrededor mientras Yoongi la leí en voz alta.
—¡Va a volver! —Samantha se inclinó sobre la mesa para chocar las cinco con Edie-Maude—. ¡Excelente!
Izzy y Alwyn inmediatamente comenzaron a explicarle a un confundido Max Hasting quien era exactamente Gerry y por qué toda la casa de Slytherin de pronto estaba planeando ir a Hogsmeade la próxima semana y por qué el ambiente en la mesa se elevó masivamente.
(Demonios, incluso había una conversación audible. Yoongi sabía que estaban recibiendo mirandas burlescas, pero no le importaba.)
—Maldito imbécil, enviando su insignia en la carta—dijo Damien, sonriendo mientras la ponía en su pecho—Mierda, de verdad tenemos que ganar el primer partido ahora.
—¿Contra quién?
—¡Gerry está de vuelta!
—¿Con quién jugaremos?
—Sí, pero Gerry-
—Jugamos contra Ravenclaw—interrumpió Yoongi, dejando la carta en la mesa, cauteloso con las manchas de mermelada y mantequilla. —Sadie es buscadora. Así que ninguno puede tontear porque queremos que Gerry crea que somos geniales.
(Sadie, Ravenclaw, lo que significaba que Jungkook no lo animaría a él. A ellos. Ellos.)
(Pero al menos Chester no rompería su maldita nariz-)
—Eso es fácil—dijo Damien. La insignia de capitán parecía hacerlo más grande, fuerte, mucho más feliz, aunque su voz era baja para que no pudieran escucharlos los de Hufflepuff que estaban a su lado—Yoongi, tú eres quien debe encargarse de Sadie, así que ese es el trabajo más difícil ahora. Izzy, Alwyn, Edie-Maude-
—Sus cazadores son buenos, pero nosotros somos mejores—dijo Alwyn, inclinándose hacia adelante en sus codos y ensuciando su túnica con mantequilla—. Mierda.
—Hay que meter goles—señaló Samantha.
Damien asintió. —Pero su estrategia es apoyarse en Sadie. Es una buscadora llamativa, mientras que Yoongi es-
—Aburrido—lo ayudó Yoongi—. Soy realmente aburrido. Así que el equipo de Ravenclaw simplemente distrae a los jugadores principales mientras que Sadie busca, pero ustedes, malditos, deben tener un impacto real y forzar a los Ravenclaw principales a dejar de ayudar a Sadie o a defenderse a ellos mismos.
En el cabeza de puerco, cuando están con Gerry, escucharon su plan.
—Y, por lo tanto, solo hay una forma en que puede terminar el juego—dijo Gerry. Era sábado, estaban en Hogsmeade con al menos quince Slytherin a su alrededor mientras Gerry repetía lo mismo que Damien, Yoongi y Samantha habían estado teorizando en el desayuno el otro día.
Yoongi asintió—Ganamos, pero Sadie consigue la Snitch, o-
—O ganamos con la Snitch y humillamos a Sadie—terminó Damien y se inclinó en la mesa para chocar las cinco con Yoongi.
Gerry se veía bien, al menos. Ya llevaba un mes en su programa de investigación de magia de Irlanda, y su acento era mucho más fuerte y se había comenzado a dejar crecer un poco de barba. Seguía viéndose como Gerry, sin embargo, y seguía pagando sus tragos incluso cuando era obvio que había vaciado su billetera.
—Veré el partido, por supuesto—dijo—. Así que más les vale hacerme sentir orgulloso. ¿Cómo está el chico nuevo?
—Max es genial—dijo de forma entusiasta Alwyn y se lanzó en una larga perorata sobre qué era exactamente lo que hacía tan genial a Max, ayudado por las frecuentes interrupciones y elogios de Isobel. Solo había otra persona en el pub, un hombre encapuchado y embozado, y Yoongi se preguntó si lo estaban molestando, pero no le importó mucho. Gerry había vuelto.
—¿Cómo está tu nariz?
—¿Huh? —Yoongi alejó su vista del hombre y miró a Gerry—. Oh, oh. Sí, está bien.
—¿Algo nuevo?
—Sadie está molestando a mi-, ah, ¿mi amigo? ¿el chico de Ravenclaw?
—Jungkook, sí, lo conozco—Gerry intentó verse astuto—¿Tú lo conoces?
—Cállate, Gerry—dijo Yoongi, y lo pateó por debajo de la mesa.
Y Samantha levantó su puño en el aire. —¡Más tragos!
*
*
*
El partido contra Ravenclaw apareció con una especie de brusquedad surrealista, de pronto era sábado y Yoongi estaba poniéndose su túnica y luchando con sus botas y apretando su varita entre los dientes para poder anudarse la capucha.
Gerry estaba en algún lugar entre la multitud; y lo que era más importante, también lo estaba Jungkook, moviendo una pequeña banderita de Ravenclaw porque, aunque quizás le agradaba Yoongi, Ravenclaw seguía siendo su casa, y Yoongi no envidiaba el apoyo, simplemente sentía la falta de él.
Damien se abrochó el casco de Guardián bajo la barbilla con la determinación de alguien que va a la guerra. —Muy bien, cabrones. Vamos a ganar o a morir. Yo compro los tragos si ganamos.
—¡Sí!
Izzy y Alwyn, animando, moviendo sus escobas en el aire, las únicas adiciones nuevas después de que Derek Molesey se fue para concentrarse en los E.X.T.A.S.I.S. El equipo de Quidditch de Slytherin, desaliñado, pero todavía juntos a pesar de todo.
—¡Y aquí están, caminando hasta la cancha, el equipo de quidditch de slytherin!
Aquellos nerds, también. Namjoon y Seokjin sentados mientras discutían en la cabina de comentaristas, con el profesor Malfoy entre ellos con un aspecto tan estresado que parecía que había pasado por algún lado de zona crepuscular de zen mientras sus estudiantes se asesinaban luchando por el control del megáfono.
—¡Y desde el otro lado, los Ravenclaw!
Un mar de gritos y alientos. Cuando Yoongi forzó su mirada en la tribuna de Ravenclaw, imaginó que veía a Jungkook, aunque no podía, no en aquel mar de azul y bronce. Miró la tribuna de Slytherin y vio al pequeño Max Hastings gritando, moviendo su bandera, adornado en verde y plateado, con su cara completamente escondida en su bufanda.
—Buena suerte—dijo Damien, dando palmaditas en el hombro de Yoongi.
—Buena suerte.
Cuando el silbato para iniciar el partido sonó, Yoongi voló inmediatamente hasta el circulo de la arena, justo como en el primer partido en el que jugó. No podía ver a Sadie. Se dio cuenta de que no le importaba; que hiciera lo que quisiera. Podía atrapar la Snitch. Tenía que atrapar la Snitch.
La táctica de Sadie siempre fue involucrarse en la acción, distraer a la audiencia ellos mismos de la meta principal. Yoongi se forzó a sí mismo a quitarle la mirada a ella y enfocarla en el cielo. Seguían estando en desventaja, los Slytherin, y anoche Damien admitió que su mejor opción para ganar sería atrapar la Snitch lo más pronto posible, antes de que los cazadores de Ravenclaw tuvieran tiempo de anotar goles.
—¡Y de buenas a primeras es Isobel Way de Slytherin en posesión, una nueva adición al equipo! —dijo Namjoon—¡Y mírenla!
Yoongi observó a Izzy volar, deslizándose a través del estadio, Alwyn flanqueándola de cerca y por debajo. Un Ravenclaw se movió para bloquear y una bludger voló sobre su camino; pasó a Alwyn y esquivó la bludger, y Alwyn lanzó limpiamente el balón por el aro central.
—¡Slytherin anota! ¡Santa mierda!
El lamento del profesor Malfoy se escuchó en todo el estadio.
Yoongi alentó para sí mismo, demasiado alto como para que alguien lo escuchara. Abajo, Izzy y Alwyn chocaron las cinco; en la tribuna el pequeño Max Hastings estaba gritando hasta quedarse afónico, a un lado de Gerry, quien estaba disfrazado de mala forma con una túnica antigua de Damien mientras movía un peluche de serpiente en el aire.
Resultó ser exactamente la motivación que necesitaban. Reacios a ser superados por los más jóvenes, Edie-Maude anotó dos veces seguidas y Samantha y Jimin eran una fuerza imparable, bloqueando a los Ravenclaw al menos tres veces cuando parecía que los cazadores iban a anotar. Después de media hora, el puntaje era de 50-20 en favor de los Slytherin, pero Yoongi todavía no podía ver rastro alguno de la snitch.
—Debo decir, los Slytherin nos están ganando pro completo aquí-
—Seokjin Kim-
—Señor, ese no fue una declaración imparcial, puedo ver desde aquí como celebra-
Yoongi vio a Sadie abajo, volando entre los jugadores como una especie de elegante libélula azul, con sus dos trenzas rubias sobre sus hombros. Tenía lazos azules y bronces amarrándolas, y brillaban en la luz de sol. Quizás sintió su mirada sobre ella, porque miró hacia arriba y le sonrió de medio lado y Yoongi miró hacia otro lado, inquieto.
Tenía que ayudarlos a ganar. Nunca descansaría de las burlas de Sadie o Chester o cualquiera de ellos si perdían por culpa de Yoongi.
—¡Slytherin anota de nuevo! ¡Joder, estos chicos cazadores lo están haciendo de maravilla!
Abajo en la cancha, Damien dio vueltas alrededor de los aros para celebrar, una mancha de verde y plateado en su escoba.
Pero Yoongi no podía ver ningún rastro de aquella pelotita dorada, en ningún lado.
Y
Entonces
La
Vio
Un destello de dorado que se cernía cerca de la tribuna de Hufflepuff, y su cuerpo reaccionó incluso antes que su mente lo hiciera, llevando el mango de su escoba hacia abajo en una zambullida tan elegante y rápida como si fuera una golondrina de esmeralda dirigiéndose en picado hacia la tierra. Seokjin gritó algo a través del megáfono, pero Yoongi no tenía la energía para escucharlo. La snitch estaba ahí, de verdad lo estaba.
Sadie voló para encontrarlo, y la snitch cambió de dirección.
—Los buscadores están a la par-
Yoongi enterró sus dientes en su labio inferior-
Sadie se deslizó hacia arriba de él y fue como el año pasado de nuevo, Chester y el partido contra Gryffindor, y la snitch estaba frente a una fila de Ravenclaws impactados y silenciosos, sus banderas colgando sin fuerza de sus puños.
El mundo se detuvo.
Yoongi estiró su mano para alcanzar la snitch, la cual bailaba justo frente la cara asombrada de Jungkook Jeon, apenas visible bajo su bufanda azul que envolvió en su cuello.
—Es mejor que vengas a la fiesta más tarde—logró decir, antes de envolver sus dedos fuertemente alrededor de la pequeña cosa dorada y gritó cuando Sadie chocó con él.
—¡Y en un final impresionante, la buscadora Sadie McDemot envió al buscador Yoongi Min a la enfermería!
Con la mano que podía sentir, Yoongi apoyó su cabeza en el césped y levantó dos dedos en saludo en vaga dirección hacia la cabina y Namjoon comenzó a reírse.
Al final, O'Shannon lo diagnosticó con un par de dedos rotos, lo cual no era lo suficientemente severo como para arreglarlos con magia, así que los entablillaron y luego lo mandaron fuera de la enfermería. Gerry estaba esperando en la Sala Común, con Namjoon, Jin y Hoseok, pero sin Jungkook.
—¿Puedo firmar tu yeso?
—Es una maldita venda, idiota.
Namjoon suspiró.
Tuvieron una fiesta y Yoongi bebió hasta sentirse enfermo. Cuando miró los retratos en las paredes vio al antiguo profesor en su túnica con su cabello negro y largo mirándolo. —No soy un mensajero—dijo el cuadro.
Le tomó un momento para procesar las palabras a través del mareo en la cabeza de Yoongi. —Sí sé eso—dijo, parpadeando—. Oye, ¿no sabes que ganamos? ¡Vencí a Sadie!
—Muy bien hecho—dijo secamente la pintura—. En mis tiempos incluso para el profesor Malfoy era difícil vencer a ese equipo. Pero recibí un mensaje, aunque le dije que no estoy aquí para eso. Tu amigo quiero verte en el séptimo piso, a un lado de esa horrible pintura del troll bailando balé.
—¿La sala de menesteres?
—Asumo que sí.
Yoongi se dio la vuelta para excusarse y se encontró con que casi toda la casa de Slytherin -y algunos visitantes- estaban desmayados en diversos estados. Alwyn e Izzy estaban durmiendo junto a la chimenea y Damien estaba tirado en su pijama con los labios entreabiertos. Incluso Gerry estaba dormido, entre botellas vacías del mejor whisky irlandés que se puede comprar con un sueldo de aprendiz; y Edie-Maude y Samantha estaban bebiendo vodka en copas de vino y animándose cada vez que tenían que parar para toser.
Así que nadie lo extrañaría.
Yoongi le agradeció entre dientes al cuadro y salió a trompicones de la Sala Común, lanzándose a sí mismo un rápido conjuro de sobriedad que funcionó casi todo el camino. Subió las escaleras, demasiado tarde para que los estudiantes respetuosos de la ley estuvieran fuera de sus camas.
Y de un lado a otro contra la pared, tres veces.
—Quiero estar donde está Jungkook, quiero estar donde está Jungkook, quiero estar donde está Jungkook—repitió, y atravesó la puerta tan pronto como apareció, de vuelta en aquella habitación hogareña que encontraron la última vez.
Y vio a Jungkook, estirado boca abajo en medio de la carpeta.
Yoongi, curioso, lo empujó con su pie. —No viniste a nuestra fiesta. Incluso vino Gerry. Y, además, había trago gratis.
—Soy demasiado joven para beber—dijo Jungkook, amortiguado por tener su cara contra la alfombra.
—Nunca detuvo a nadie antes. ¿Qué pasa? —la poca cantidad de alcohol que quedaba en el sistema de Yoongi se fue un poco y no se sintió raro acostarse a un lado de Jungkook y pasar un brazo alrededor de sus hombros—Lo de antes no fue raro, ¿cierto?
Jungkook no dijo nada.
—¿No yo?
Jungkook no dijo nada.
—Uh...aw, mierda—dijo Yoongi. —¿Te atrapó Sadie?
Jungkook dijo algo en la alfombra que bien podía ser la odio por qué tiene que ser tan mala o la odio porque tiene una hamaca. Yoongi ponía su dinero en la primera opción, especialmente cuando vio la cara de Jungkook cuando se dio vuela; sus mejillas estaban manchadas y sus ojos estaban tristes, como un cachorro desolado. —Me dijo que solamente eras mi amigo para molestarla.
Yoongi sintió como algo se apretó dentro de él, de forma horrible e incómoda—. No es verdad.
—Lo sé. ¿Pero por qué los demás no?
—Porque soy una serpiente bastarda malvada—dijo fríamente Yoongi, llevando sus rodillas hasta su pecho y poniendo sus dedos rotos entre ellas—. Simplemente...dile que se vaya a la mierda, supongo. O dime a mi que me vaya a la mierda. La ves más a ella, de todas formas, es la prefecta.
Jungkook no dijo nada en respuesta. Los dos se sentaron en los puf y Jungkook sacó un libro de la estantería. El caballo y el muchacho. Yoongi se encontró a sí mismo durmiéndose gracias a la voz de Jungkook mientras leía sobre Shasta, quien, maltratado y abusado, encontró a Aravis y viajó a una nueva tierra donde a nadie le importaba de donde venía y nadie le hacia daño y nadie pensaba que no era bueno.
(Yoongi pensó que había una mano en su cabello. No lo sabía. Estaba cálido y cómodo, y su mano no dolía y le ganaron a Ravenclaw y Jungkook estaba aquí, y no con Sadie, y eso era mucho más de lo que Yoongi tenía derecho de pedir.)
*
*
*
Adivinación era, como Hoseok lo mencionó a comienzo del año, la última cosa el viernes por la tarde. En invierno había sido frío, en primavera sofocante, pero ahora estaba más cerca a la pascua y la profesora Bloom los dejaba abrir las ventanas.
Estaba resultando ser, hasta el momento, una clase muy fácil de tener éxito. Yoongi y Namjoon se sentaban al final, bebían té y dibujaban profecías con los restos que veían en las hojas de té, como darles forma a las nubes, pero con una recompensa al final. Bloom era una profesora decente, aparentemente mucho mejor que la última profesora de adivinación. Era escocesa y tenía cabello negro largo y pequeñas gafas que se balanceaban en su nariz, y un gato que Yoongi pensó era una bufanda hasta febrero.
—Hoy nos moveremos a algo más, —dijo—más, más. ¿Quién me puede decir el propósito de las hojas de té?
—Para hacer una taza de té—le susurró Yoongi a Namjoon.
—Eso es correcto—dijo Bloom, apuntándolo y guiñando bajo un flequillo de pelo negro. —Sin embargo, hay otro propósito. ¿Alguien con un poco más de espíritu educativo que Min podría decirme?
—Para predicciones—dijo confiadamente Amanda Reily. Era vegana y tenía una insignia de P.E.D.D.O en su túnica y prácticamente adoraba el piso en que Bloom caminaba.
Bloom sonrió e incluso aunque el día era uno caluroso y no había nada ni remotamente misteriosos acerca de ello, por un segundo Yoongi sintió un escalofrío en su espalda. —Por supuesto que no. Las hojas de té son un placebo. Fácilmente podría mirar los restos de tu cena y predecirlos como con tus hojas de té. Son una forma de ver quiénes confían en las imágenes que ven en el libro de texto y quiénes pueden ver la verdad para la que las hojas son una muleta.
Lo que sonaba tonto. Yoongi simplemente había estado escribiendo estupideces todo el año. A veces, él y Namjoon usaban el libro, pero la mayormente del tiempo no. Tenían competencias para ver quién podía decir la cosa más estúpida.
—Todos ustedes, ahora—dijo Bloom—. Háganse una taza de té, pero por favor no usen el libro.
Con vacilación, Amanda levantó su mano. —¿Profesora? ¿Es una prueba?
Bloom le sonrió y luego sus ojos se desviaron a Yoongi. —La mayoría de las cosas lo son.
*
*
*
La primavera se transformó en verano casi de la misma forma. Yoongi iba a las prácticas de Quidditch y cuando tenía tiempo libre se encontraba yendo siete pisos arriba, levantando el dedo de en medio a Barnabas y sus troles bailarines y caminando de un lado a otro tres veces para luego entrar a la sala de menesteres.
La mayoría de las veces, Jungkook estaba ahí, y si no lo estaba, usualmente aparecía. Jugaban Gobstones y Jungkook le enseñó a jugar a Yoongi algunos juegos muggles y leían libros.
(Leían libros: si era tarde en la noche, Jungkook tomaba el libro de Narnia en el que estaban del estante y lo leía en voz alta hasta que Yoongi se dormía. Había descansado mucho mejor estos días, incluso si pasaba solo la mitad en su propia cama.)
(Ahora mismo, habían comenzado El príncipe Caspian. Hasta el momento, El león, la bruja y el ropero era su favorito, pero Yoongi pensaba que siempre tendría espacio para El caballo y el muchacho.)
—¿Qué es Monopoly?
La boca de Jungkook se abrió y agua escapó de su boca. —De ninguna manera. ¿Hablas en serio? ¿De verdad?
Yoongi empujó la caja con su pie. —¿Qué parte de "fui criado por magos y solamente me permitían jugar con mis amigos muggles a veces" no entendiste? Por supuesto que hablo en serio. ¿Qué es Monopoly?
���Compras cosas y termina matrimonios—dijo seriamente Jungkook, abriendo el juego y sacando las partes del juego para ponerlas a un lado de los pufs y la comida sana que la habitación seguía dándoles de la nada. —¿Ves esto?
—Es Londres—dijo Yoongi—. Con...una plancha y... ¿es eso una bota?
—Siempre soy la bota. Puedes ser la plancha.
—Oh, sí, genial. Gracias.
Jungkook le dedicó una sonrisa descarada y le entregó la pequeña plancha metálica. —¿No te sientes uno con la plancha, huh? ¿No es genial? Así eres tú como persona, así que cállate y escucha cómo te digo cómo jugar.
—Sí señor—dijo Yoongi, y chocó su planchita con la bota de Jungkook.
—...y luego doscientas libras cada vez que pasas, bien, y si consigues suficiente dinero consigues poner una casita verde, y si consigues cuatro casas verdes consigues un hotel rojo-
—Esto es una inmobiliaria—dijo Yoongi, parpadeando, recostándose en uno de los pufs más blandos. La habitación se encogía cuando jugaban; era pequeña y acogedora, y siempre se sentía como si estuviesen en su propio mundo cuando estaba aquí; el y Jungkook, sentados, jugando como si no tuvieran nada mejor que hacer. Quizás no lo tenían.
—Seré el banquero.
—¿Ves? ¡Es una inmobiliaria!
Jungkook obtuvo once al tirar los dados y el juego comenzó.
—¿Por qué quieres tanto Mayfair? ¿No es ahí donde se reúnen los banqueros de Londres? —Yoongi jadeó dramáticamente. —Te estás transformando. Oh, dios, ya no te puedo salvar.
—No seas un idiota—Jungkook lo golpeó con uno de los hoteles de plástico pequeños—. Quieres los morados porque son más caros, así que si aterrizas en ellos tienes que darme cincuenta libras, y si hay hoteles ahí estás jodido.
—Quiero estas pequeñas cositas cafés—Yoongi tocó las propiedades a un lado del cuadrado de COMENZAR—. ¿Cuánto cuestan?
—No tanto como los azules.
—Lo pensé.
Jungkook lo miró con recelo, sosteniendo una carta de suerte. —¿Qué se supone que significa eso?
—Nada.
—Está bien. Gané un concurso de belleza, así que dame diez libras.
El Monopoly los entretuvo dos horas y media, casi la una de la madrugada, y para entonces Yoongi ya estaba acurrucado alrededor de uno de los pufs con su cabeza en el muslo de Jungkook, contando sus centavos y diciendo "oye, tengo que comenzar a contar de nuevo", en una voz somnolienta llena de cansancio. Jungkook comenzó a acariciar su cabello de vez en cuando y se sentía bien.
—Recibes doscientas libras.
—Genial.
Las cosas electrónicas todavía no estaban permitidas en Hogwarts, así que no podían reproducir CDs o algo por el estilo, pero de vez en cuando un gramófono aparecía en antigua mesa y una pila de discos en fundas de papel descoloridas. A la mitad de su juego de Monopoly, Jungkook tomó un disco de Les Miserables, por alguna maldita razón, y ahora Yoongi estaba tan cansado que todo se estaba mezclando. Cada vez que Jungkook abría su boca parecía que estuviera cantando alguna canción fúnebre acerca de una prostituta Parisina, y el surrealismo se arremolinó en un charco de sonidos y papelitos que cambiaban de mano en un ciclo interminable.
—Estás cansado—dijo Jungkook—. Acabo de dejarte en banca rota.
—Llama a los malditos agentes judiciales—dijo somnoliento Yoongi en la pierna de Jungkoook—. Por supuesto que estoy cansado. Siempre estoy cansado. Soy como el maldito Hulk, pero en vez de golpear desgraciados me desmayo en el supermercado Tesco.
—¿Vas a Tesco?
—Todos van a Tesco.
—Mmm—Jungkook tiró el cabello de Yoongi—. ¿La reina?
—Va a Tesco.
—¿David Beckham?
—Él va a Sainsburys.
Jungkook se rio suavemente. —Deberíamos ir a dormir.
—Cambia el disco—Yoongi se estiró y sintió sus rodillas y tobillos sonar con la presión. —. Mierda, ¿qué hora es? Estoy triste.
—Una de la madrugada. Vamos.
—Mmh. Está bien.
El tablero de Monopoly fue tirado cuando Yoongi se levantó, balanceándose hacia atrás y adelante al ritmo de la música suave, con las manos de Jungkook en su codo. La sala de menesteres obligatoriamente les reveló la puerta, a un lado de los estantes, y el gramófono giraba casi silenciosamente. Nunca tenían que ordenar nada aquí, aunque la mayoría de las veces lo hacían. Yoongi sentía que, si eran amables con la sala, la sala sería más amables con ellos.
Estaba cansado, sin embargo. El Monopoly seguramente podía esperar a que volvieran.
—¿Jungkook?
—Mm—dijo Jungkook, más silencioso ahora que estaban fuera de la sala y en el pasillo. Desde el cuadro de los trolls bailarines, el antiguo profesor los miraba. —Sí, ¿qué pasa?
Yoongi suspiró. —¿Sadie te molesta mucho?
—Me importa una mierda Sadie.
—No me interesa si te importa una mierda—dijo Yoongi, agachándose en el pequeño arco donde Jungkook había sanado su nariz rota el año pasado—. Me interesa si Sadie te molesta,
Jungkook se encogió de hombros. —Molesta a todos.
—Me molesta a mí, a Jimin y a Edie-Maude y a personas. Y podemos sobrellevarlo porque tenemos nuestra casa—Yoongi rozó sus nudillos en el hombro de Jungkook—. Si te molesta por mi culpa-
—La vida no es color de rosa—dijo secamente Jungkook—. Déjame lidiar con ello si tengo que hacerlo. No es tu culpa que Sadie sea una perra.
—Es mi culpa si te molesta porque eres mi amigo.
Por alguna razón, fue un error decir eso. El rostro de Jungkook se cerró y oscureció y soltó el codo de Yoongi. —Me voy a la cama—dijo—. Tú también deberías. Te veo mañana.
—Está bien—dijo suavemente Yoongi.
(Y luego, al cuadro: —¿Qué hice?)
*
*
*
Justo antes de las vacaciones de Pascua, en la última tarde de un viernes del semestre, la profesora Bloom se paró frente a la clase con sus manos tomadas frente a ella. —Hoy haremos algo un poquito diferente—dijo—. Van a hacer una taza de té-
Quejidos generales. Namjoon golpeó su cabeza teatralmente contra su libro.
—...y voy a tomar todas las tazas y les daré una al azar. Irán hacia esa persona y les dirán su futuro.
—¿Así que nos dará su taza y su nombre? —preguntó Amanda Reilly.
Bloom sonrió angelicalmente. —¿Por qué haría eso? Hay tanto por leer en el aire como lo hay en las hojas de té.
Yoongi caminó hasta la tetera con el resto de la clase, murmurando junto a los demás lo injusto que era introducir un nuevo tema el último día del semestre. Diablos, antes de que Bloom entrara a la clase todos habían estado hablando de lo mucho que dormirían en el descanso, y Sara Jennings iba a ir a un crucero en malta, a lo que todos habían reaccionado de forma alegre. Yoongi no tenía la energía para esforzarse, especialmente en una materia tan estúpida como esta.
—La taza, Min—Bloom estiró su mano—. Vamos, apresúrate.
—Todavía está hirviendo—gruñó, pero se la pasó tan rápido como pudo y le entregó la taza con el mango por delante. —Hey, Joon, dame la tuya también.
Les tomó casi toda la clase beberse el té, pero a Bloom no pareció importarle. Conversó serenamente con los de cuarto año, aunque su vista se posó en Yoongi más de una vez. Le habló a Amanda por casi diez minutos antes de seguir y Amanda se veía un poco engreída, como si hubiera sido ascendida. Una futura profesora de adivinación en proceso adivinó Yoongi.
—Gracias—dijo Bloom mientras recibía la última taza—. Sé que todos están ansiosos por tomar el tren lo más temprano posible, así que haré esta parte rápida.
Todas las tazas de té en su infierno de colores pasteles se veían iguales. Y si era sincero, Yoongi no le estaba prestando mucha atención a la taza que le entregaron finalmente. Era la misma que todas las tazas de té que tomó en esta clase, una vez a la semana, los viernes por la tarde, durante dos horas de incienso y tratando de no reírse a carcajadas por los dibujos humorísticos de Namjoon. Siempre lo mismo, hojas de té en una forma vagamente legible con el borde de la taza un poco astillado. Hojas de té que quedan para ser derramadas.
Namjoon sacudió la suya, perplejo. —Me siento tonto—susurró.
Yoongi asintió.
(También se sentía...raro. Estuvo despierto hasta tarde, anoche, y Jungkook no fue a hablar con el a la hora del desayuno aquella mañana; si lo saludó desde su mana, sin embargo, lo que era algo.)
—Encuentren a la persona con su futuro en la t—leazas dijo Bloom.
Yoongi miró las hojas con desesperación. Vamos, dame algo. Vamos. Cualquier cosa.
Tocó un hombro al azar entre la multitud y Amanda Reilly se dio la vuelta, sorprendida. —¿Yoongi? ¿Ya lo descubriste?
—Tienes un hermano—dijo tan seguro como pudo.
—Yo- sí—dijo, con la voz llena de sospecha, con su taza colgando en su mano. —¿De verdad es mi taza? Tienes que intentarlo, Yoongi-
—Tú hermano tiene qué, ¿siete años?
Amanda suspiró. —Le preguntaste a Namjoon, ¿no es así?
—Por supuesto que no. Escucha, no sé si esto está bien, pero tú hermano- deberías decirle que vaya a un hospital muggle para que le revisen su pierna, ¿está bien? —y Yoongi no sabía de dónde salió eso. Parecía demasiado directo como para que lo imaginara en ese mismo momento, y muy ofensivo si consideraba que simplemente estaba improvisando, pero-
—No sabes nada—dijo Amanda. —. Dios, ¿qué estás haciendo en esta clase?
—Su nombre es Peter—dijo Yoongi, de pronto y de manera inexplicable tuvo la urgencia de ser tomado en serio por Amanda. —Y deberías, no sé, al menos sugerírselo.
Ella levantó una ceja. —Lo haré. Solo para mostrarle lo mierda que eres en Adivinación.
—¿Qué mierda fue eso? —le preguntó Namjoon a su lado, cuando Amanda se fue. —Usualmente no te comportan como un imbécil, amigo.
—No lo sé—dijo Yoongi—. Solo algo, supongo. Me deshice de mi taza, al menos; me voy a sentar.
—Está bien.
Yoongi se sentó en la silla más cercana para poder considerar apropiadamente como arreglarse con Jungkook. Estaba pensando en darle pastel y otra partida de Gobstones donde Jungkook lo venza al menos dos veces. O un abrazo. Quizás un abrazo fuera mejor. O ambas. En realidad, no podía recordar qué dijo ayer, pero estaba casi seguro en un cien porciento que fue algo malo, ya que Jungkook era la persona más agradable que pudiera existir en la tierra.
O algo así.
O algo así.
—Min.
Yoongi miró hacia los ojos de la profesora Bloom. —Ya entregué mi taza, profesora. —dijo.
—Te vi—Bloom se sentó suavemente en la silla opuesta a la de él. —. El hermano de Amanda, ¿cierto?
Un sofocón se arrastró por el cuello de Yoongi, porque no había forma de que alguien como Bloom no supiera que estaba diciendo estupideces. —Uh, ¿sí?
—Tengo tú taza.
—Oh. Genial.
Bloom se la mostró y luego la dejó en la mesa y llevó su mirada hacia arriba, hasta el techo de piedra con telarañas. Era plomo, en comparación con la explosión de rosado en la habitación; un recordatorio de no importaba lo mucho que se pareciera a un calabozo de una abuela, seguía siendo parte de Hogwarts. —Tú taza es muy interesante.
Yoongi intentó mantener una expresión que indicara que le importaba el tema en su cara.
—¿Estás interesado en los riesgos, Min?
Cierto. Genial. Más adivinación. —Me temo que no, profesora—dijo, e intentó no sonar muy sarcástico.
—Eres el buscador de Slytherin.
—Solo porque nadie más quería hacerlo.
—Por supuesto—Bloom dio golpecitos a la mesa con su dedo—. Bueno, la adivinación siempre es una materia muy quisquillosa y difícil de ser precioso en ella. No me andaré con rodeos, tu futuro dice que el gran riesgo que tomes valdrá la pena, y que el hombre mirándote a ti no es el mismo que miras tú, aunque seré sincera y diré que no miré mucho más acerca de eso. El romance estudiantil no es mi taza de té.
Yoongi se rio por deber.
—Riesgos, hombres...—Bloom se alzó de hombros—. Y un recordatorio, aunque fue difícil de ver. Me gustaría decir que te estaba diciendo que mantengas tu cabeza en alto, considerando tú...casa, pero también podría ser perseverar. Al final, lo entenderás.
—Gracias—dijo Yoongi de la manera más sincera que pudo lograr.
Bloom le dio palmaditas en el hombro. —Puede que no creas en ti mismo, pero tienes un talento real para la adivinación—dijo—. Sería una pena verlo desperdiciado. ¿Te veré el próximo año o no te has decidido?
—Probablemente me vea—dijo—. Yo- sí. Lo disfruto.
—Bien. No muchas personas lo hacen.
Mientras la clase se retiraba, Bloom lo llamó hasta su escritorio. Yoongi se despidió de Namjoon, porque Namjoon quería tener buenos asientos en el tren al igual que todos los demás. Al igual que Yoongi. (Maldita Bloom, en serio.)
—Te daré esto—le dijo—. En preparación para el nuevo semestre.
Un paquete de papel. —Gracias—dijo, y luego se movió, incómodo. —Uh, ¿qué es esto?
—Una ayuda, eso es todo. Todo en la adivinación es una ayuda—su collar de plástico sonaba al chocar y se veía muy pequeña en su silla—Ve. Si corres, todavía puedes encontrar un asiento al lado del chico de Ravenclaw. Te está guardando uno.
Y cuando Yoongi bajó las escaleras hasta el expreso de Hogwarts, se dio cuenta de que Jungkook lo hizo.
*
*
*
Querido Yoongi,
Namjoon me dio tu dirección, espero que no te importe. Le dije a mi hermano sobre lo que dijiste en clase y fuimos a San Mungo. Verás, Peter tiene una cojera desde que era pequeño y acaban de darle un bastón mejor.
Ya le compramos uno por si acaso
Y hay un hospital muggle cerca de San Mungo así que fuimos allí y recibió una hora para tener terapia física lo que suena a mierda de muggles pero realmente funciona y Peter dijo que su pierna ya no duele tanto
Así que gracias, supongo?
Gracias por parte de Peter, también
Amanda Reilly
Lo cual fue raro. E inesperado.
Querido Yoongi,
Buen trabajo buscando
T veo en mi casa este verano
Por siempre tuyo, Gerry, el único y verdadero capitán
Lo que no fue raro y muy esperado y se fue hacía la página del álbum que Yoongi llamó momentos estúpidos de Gerry. (Esto estaba a un lado de momentos estúpidos de hoseok, otra página que se estaba llenando.)
Yoongi,
Mi mamá dice que hará pudin si vienes a mi casa la próxima semana. Ah, y creo que Namjoon intentó mandarme una carta pq encontré a Friedrich afuera de mi ventana pero se desmayó de nuevo
Firmada por el Mejor Chico del Monopoly, Jungkook
A lo cual Yoongi sonrió y guardó en una página al final del álbum que tenía como título simplemente Jungkook.
*
*
*
El paquete de Bloom resultaron ser cartas de tarot y Yoongi pasó casi todo el descanso intentando aprender cómo se llamaban. Las cartas estaban un poco usadas y dobladas, y demasiado pegadas y reparadas y olían a librería.
Yoongi simplemente usó su descanso para hacer eso, con un breve viaje a Irlanda para pasar el rato en la casa de Gerry y un paseo en Londres para visitar a Jungkook.
Un buen descanso, en general.
*
* *
—¿A dónde vas?
Damien estaba sentado en la cama, con el cuello de su camisa caída hacia un lado así que estaba apretada alrededor de su garganta y se caía por su hombro. No había cortado su cabello este año. Ahora, entrando en mayo, había comenzado a crecer y a rizarse dramáticamente, lo que lo hacía ver más misterioso. (Pero Yoongi sabía que roncaba, así que, ningún misterio.)
—A ningún lado—dijo Yoongi, con la mano en la puerta, listo para ir a la sala de menesteres. —¿Por qué?
—Estoy comenzando a pensar que mi capitanía de Quidditch te está inquietando. Ya casi no duermes aquí—la voz de Damien sonaba ligera, pero había una corriente de verdadera preocupación allí.
—Simplemente...—Yoongi se alzó de hombros. La sala de menesteres era suya, suya y de Jungkook. —. Simplemente iré a hablar con Jungkook.
Damien lo vio irse.
Y la siguiente práctica de Quidditch fue el domingo en la mañana, a las cinco, cuando el amanecer apenas comenzaba a aparecer en el cielo. —Los Gryffindor tendrán la cancha a las ocho—gritó Damien en los vestuarios—¡Así que a trabajar! El último partido del año es contra los Hufflepuff, recuerden. Edie-Maude, llévate a Izzy y a Alwyn un rato, yo quiero intentar cosas con Sam y Jimin...
Yoongi apretó sus cordones y se ató la túnica de Quidditch más firmemente alrededor de su cuello y jugó Quidditch del bueno por dos horas y media, animado por Max Hastings, todavía en pijama y con la capa de Alwyn alrededor de sus hombros para calentarse en el aire húmedo.
—Oye—dijo Damien, deslizándose a su lado cuando se detuvieron por un momento—Yo... ¿puedes quedarte en los vestuarios?
—Sí, claro.
Se estaban volviendo muy, muy buenos. Yoongi sabía que Damien recibía cartas especiales de Quidditch de Gerry, además de las que envía a toda la casa, y Slytherin había estado entrenando más duro este año que el anterior. Yoongi no es de los que se hacían ilusiones, pero creía, realmente creía, que podrían hacerlo.
Tal vez.
Todo lo que tenían que hacer era jugar contra Hufflepuff y esperar que Gryffindor perdiera el último partido de la temporada y tendrían una oportunidad.
Tal vez.
(Por favor.)
Izzy, Alwyn y Jimin jugaban al pilla-pilla por el estadio, gritando cada vez que uno de ellos agarraba al otro y Samantha intentaba hacer malabares, procurando que ninguna quaffle le entrara a su ojo. Max bajó corriendo de las gradas para unirse a ellos y no había nada mejor que la diversión pura y dura que consiguen con sus juegos, aunque fuera al amanecer, cuando estaban casi demasiado cansados para ducharse.
Cuando Yoongi salió de la ducha secándose el pelo con los pantalones del colegio puestos y la camisa desabrochada, Damien estaba esperando en el vestuario principal, con la corbata colgando del cuello y se arreglaba el cinturón. —Hola.
—Hola. ¿qué pasa?
—¿Por qué te juntas con ese chico de Ravenclaw a las tres de la madrugada?
Yoongi se alzó de hombros, un poco irritado, si era honesto. Esto era como la pascua del año pasado, con Namjoon y Seokjin. —¿Por qué no? Sadie lo molesta, así que nos juntamos cuando ella no nos puede molestar.
—Es lo que Sadie y Chester y los de su clase hacen—dijo Damien, sus dedos largos amarraban su corbata de forma desordenada—. Qué, ¿está avergonzado de ti?
—Fue mi idea, de hecho—Yoongi dijo más brusco de lo que pretendía. A veces Chester levantaba su mano en los pasillos y Yoongi se estremecía, y entonces Chester chocaba los cinco con sus amigos y todo su grupo estallaba en carcajadas y Yoongi se escabullía con lagrimas en sus ojos y no quería eso para Jungkook. Chester, Sadie...eran malas noticias.
—Tú idea.
—Sí—Yoongi comenzó a abotonarse su camisa y Damien se puso de pie, unos centímetros más altos que Yoongi, incluso más pronunciado ahora que estaba tan cerca—. Damien, es un niño. No quiero joder con eso.
—Sí, pero- podrías volver a la habitación, es todo lo que digo—Damien tiró de la camisa de Yoongi, enroscando sus dedos en la tela—. La abotonaste mal, estúpido.
—Jódete.
Damien tocó el botón mal abotonado, viendo como Yoongi lo desabotonaba y lo ponía en el lugar correcto. —¿Te irás esta noche?
Y algo en su cara hizo que Yoongi dijera que no.
(Él y Jungkook se encontraban en la biblioteca para hacer tareas juntos -debían estudiar para fin de año- y Chester les lanzó escupitajos y Jungkook simplemente sonrió y Yoongi sabía que solo estaba poniendo una cara valiente y eso dolía.)
Damien seguía mirándolo. Estaban estudiando en la biblioteca, Yoongi, Damien, Samantha y Jimin, y Damien seguía mirando la muñeca de Yoongi y Yoongi se sentía quisquilloso con su mirada. Los exámenes eran la próxima semana y estaba preparado para todos ellos, incluso adivinación, y tenía el presentimiento de que Bloom lo haría pasar de todas formas por su intuición o lo que sea, así que estaba escribiéndole una carta a Gerry.
Y Damien lo estaba mirando.
Gerry
El equipo lo está haciendo bien. Damien disfruta mucho ser el capitán
—Puede leer desde aquí—dijo Damien—. Jódete.
—Damien disfruta ser capitán demasiado—Yoongi amenazó con incluir la palabra, la punta de su pluma contra el pergamino—¿Qué se supone que debo decir?
—Dile que Izzy está dejando que su cabello crezca—dijo Samantha.
Jimin lo pateó por debajo de la mesa. —Dile que lo extrañamos.
Yoongi escribió diligentemente ambas cosas, aunque subrayó el te extrañamos y añadió una carita triste en vez de un punto. Gerry seguía enviándoles sobre lo injusto que era el chantaje emocional, así que Yoongi y el resto de la casa doblaron sus esfuerzos para hacer que Gerry llorara en el trabajo.
Y Damien lo estaba mirando.
Una bola de papel aterrizó en su mesa; Jimin la abrió, mientras Yoongi miraba sobre su hombro de donde provenía.
Maricones. Y un dibujo de alguien con un pene al lado de su cara, y la palabra Min con una flecha apuntando dicha cara.
—Gracias, Chester—Yoongi gritó sobre su hombro y luego se metió debajo de la mesa antes de que la bibliotecaria pudiera encontrarlo y decirle que se callara.
—Lo odio—susurró Damien.
—Sí, eso es genial y todo, pero él podría arruinarte—siseó Yoongi, pellizcando su pierna—. Cállate. Quizás piense que me fui.
Podía ver las piernas de Chester, sus zapatos moviéndose hacia la mesa y deteniéndose. —¿Roadfell? ¿Min se fue?
—¿Y qué si lo hizo? —dijo fríamente Damien, y bajo la mesa Yoongi agarró la fabrica de sus pantalones. —¿Cuál es tu maldito problema?
—¿Cuál es el tuyo?
Yoongi pellizcó a Damien lo más fuerte que pudo.
—Simplemente aléjate de Yoongi—interrumpió Jimin—. Nunca te hizo nada.
Yoongi no podía ver a Chester, pero podía imaginar su cara arrugándose de forma maliciosa. —Son unas malditas serpientes de todas formas. Es cosa de tiempo.
—Maldito imbécil—murmuró Samantha, pero Yoongi se mantuvo debajo de la mesa, sosteniendo la mano que Damien le tendió y deseó estar en la sala de menesteres con Jungkook.
*
*
*
Y ahí es donde estaba, cuando le llegó la noticia.
Jungkook terminó sus exámenes dos días después que Yoongi y ambos celebraron con una botella de whisky de fuego en la sala, sentados en un sofá grande y suave mientras escuchaban discos antiguos de La divina comedia y cantaban lo más fuerte posible. Yoongi estaba feliz y Jungkook estaba feliz y había un partido de Quidditch el sábado y Slytherin iba a ganar y todo era simplemente -malditamente- asombroso.
Y entonces el retrato del antiguo profesor de pociones corrió hacia La sala, dentro de la pintura que colgaba cerca de la mesa -Lucien Freud, o la reproducción de uno, con verdes y negros crudos que se encontraban con un desnudo espigado. El profesor se veía graciosísimamente fuera de lugar junto a los colchones, pero no parecía importarle. —¡Min! ¡Sal de aquí, ahora!
Jungkook soltó la mano de Yoongi. —Qué mier-
—Es- la chica Way—dijo la pintura, dándose cuenta solo ahora de la pintura a la que entró y envolvió su túnica a su alrededor. —Rápido, debes ir.
—¿Por qué? ¿Qué pasó?
—Sígueme—dijo sombríamente la pintura. Yoongi no necesitó un hechizo para estar sobrio para ponerse de pie, y Jungkook tampoco; salieron de la sala y bajaron las escaleras, y aunque eran las tres de la madrugada y Jungkook debía estar destrozado, nunca mencionó volver a la cama.
Y abajo en las mazmorras, en el pasillo, la pequeña Isobel Way estaba sosteniendo su muñeca y lloraba.
—¡Mierda!
El antiguo profesor se metió en otra pintura y Yoongi fue hasta la chica, con Jungkook a su lado. —Mierda, Izzy, Izzy, mierda, ¿qué pasó?
Los ojos de Jungkook estaban abiertos como plato, mirando la muñeca luego a Yoongi y luego a Izzy y de vuelta a su mano—C-conozco episkey-
Izzy se acurruco alrededor de la mano y simplemente lloró más fuerte y Yoongi terminó levantando su cuerpo y le dijo a Jungkook la contraseña entre dientes para poder entrar a la sala común. Eran las tres de la madrugada, así que nadie estaba despierto, pero Jungkook tocó cada puerta que pudo ver mientras Yoongi acostaba a Isobel en el sillón más largo. Samantha llegó corriendo en su bata, Damien en una camisa suelta y Max con su pijama de ositos, Edie-Maude todavía en su uniforme y Alwyn en su camisón.
—Alwyn-
—Izzy-
Yoongi atrapó al chico por su cintura antes de que pudiera abalanzarse sobre Izzy y causar más daño—. No sé qué está herido-
—Izzy, qué mier-
En ese momento, Jimin cayó, más que caminó, a través de la puerta de la Sala Común. Su pómulo estaba morado y sus ojos llenos de furia. —El maldito Chester Whitehall estuvo aquí—dijo, y estaba tan enojado que su voz eran lágrimas burbujeantes—Maldito, maldito Chester, intenté perseguirlo y dijo que me acusaría por estar fuera de la cama y entonces Sadie la maldita perra me dio una cachetada y- ¿está bien Izzy, lo está? ¿Está bien?
—Ve por tú mismo—dijo sombríamente Damien.
—¿Qué mierda pasó? —Yoongi todavía sostenía a Alwyn, aunque ahora ya no estaba peleando por moverse, sino que estaba quieto, viendo como Izzy lloraba como si nunca hubiese visto algo como eso. —Jimin, ¿tú lo viste?
—Whitehall tiró una especie de maldición—dijo Jimin, arrodillándose al lado de Izzy, desabotonando su túnica para dejarla sobre sus hombros—. Levantó su mano y la golpeó en la mucha, y me enfurecí y lo perseguí y Sadie se interpuso en mi camino y volví a mis malditos sentidos y una pintura dijo que la encontraste. Mierda. Mierdamierdamierda.
Yoongi puso su mano en el hombro de Jungkook. —Oye-
—Izzy-
Al otro lado de la chimenea, el retrato del antiguo profesor los estaba mirando desde el gran Carvaggio colgado ahí. Yoongi caminó hacia el lo más silencioso que pudo, detrás de Edie-Maude maldiciendo el cielo y Alwyn amenazando con matar a todos los que pueda pensar; Jungkook, mientras tanto, estaba arrodillado a un lado de Izzy con su varita sostenida por su mano temblorosa.
—¿Puedes ir por el profesor Malfoy? —dijo silenciosamente Yoongi. Dickens era el jefe de la casa, pero Malfoy sabría qué hacer. —¿Por favor?
Por una vez, el retrato no hizo un escándalo sobre no ser un mensajero. Asintió, mirando la escena en la Sala Común y envolvió su túnica sobre su cuerpo antes de desaparecer, dejando a Yoongi abandonado.
Cuando el profesor Malfoy entró, estaba con su ropa de dormir y pantuflas, sus pómulos brillosos y rojos y sus ojos salvajes. —¿Qué pasó? Way, ¿Way? ¿Está-? Roadfell, Min, díganme qué sucedió.
Le dijeron de la mejor forma que lograron.
—Whitehall—repitió Malfoy. —. Whitehall y...¿McDermot? ¿Sadie? ¿La Ravenclaw?
Ante el sonido del nombre de su casa, Jungkook se escondió detrás del hombro de Yoongi. Max Hastings se unió a Alwyn y se acomodó junto a Izzy en el sillón, e Izzy había dejado de llorar tan fuerte, aunque seguía apretando su muñeca, con lágrimas cayendo por sus mejillas. —Todos ellos—dijo fríamente Jimin. Todos los Slytherin, además del profesor y un Ravenclaw, estaban en la Sala Común. Todavía se sentía vacía.
—Serán castigados—dijo Malfoy—. Way – Isobel, ¿puedes pararte? Podemos ir hasta donde O'Shannon.
Con la cara blanca, Izzy sacudió su cabeza.
—O-O'Shannon no podrá hacer nada—dijo Jungkook, con la voz débil.
—¿Qué diablos estás haciendo tú aquí, Jeon?
—Perdón, señor—Jungkook le envió una mirada de disculpa a Yoongi mientras sostenía su codo—. Yo- yo y Yoongi estábamos pasando el rato, y escuchamos- y bajamos, así que pensé que podría hacer algo-
—Arregló mi nariz el año pasado cuando Chester la rompió—dijo Yoongi.
Malfoy le dio una mirada. —No sabía que Whitehall rompió tú nariz.
—Se arregló, así que no me molesté en mencionarlo.
El profesor suspiró, sus hombros se hundieron y se veía muy muy joven y al mismo tiempo muy muy viejo. —Bueno. Jeon, ¿por qué O'Shannon no podrá hacer nada?
—Es una maldición—Jungkook sostuvo su propia mano, dejándola caer hacía adelante—¿En realidad no le hace nada a la mano? Simplemente duele mucho, es como una cosa que duele demasiado y tu mano se siente adormecida.
Malfoy frunció el ceño, pero no dudó de las palabras de Jungkook. —Aún así quiero que O 'Shannon sepa. Isobel, ven conmigo-
—Iré también—dijeron Alwyn y Max al mismo tiempo.
—No soñaría con algo diferente—les aseguró Malfoy y levantó a Izzy con alguna especie de hechizo—Vamos. Profesor, ¿puedes despertar a O'Shannon? —eso fue dirigido hasta la pintura, la que siempre estaba ayudando a Yoongi, quien asintió obedientemente y desapareció por segunda vez esa noche.
—Maldita sea—dijo Jimin cuando todos se fueron—. Dios.
Damien, con su cara pálida, se derrumbó en una silla. Nadie le sugirió a Jungkook que se moviera. Nadie sugirió ir a la cama.
*
*
*
—¿Detención? ¿Por una semana? ¡Le hizo mucho daño a Izzy!
—Lo sé—dijo tranquilamente el profesor Malfoy. Damien, Yoongi y Samantha estaban de pie en su escritorio, Damien casi vibraba por la furia. —Sugerí detención y suspensión el próximo año, pero nadie estuvo de acuerdo.
—No es justo, señor—dijo Damien.
—No, no lo es—por primera vez, Malfoy se veía enojado, realmente enojado y no por culpa de ellos. ¿En lugar de ellos, quizás? —. No es justo, pero no puedo hacer nada. O'Shannon dijo que Isobel no fue herida-
—Estaba llorando, señor-
—Lo sé—Malfoy cerró sus ojos y frotó su cien—. Lo que está hecho, está hecho. Withehall no se ganó ningún favor con sus profesores, sin embargo.
Yoongi no dijo nada. Toda la escuela parecía saber acerca de Izzy. Habían recibido muchas miradas compasivas estos días, pero nadie hizo nada realmente. Slytherin tendría que retirarse de la copa de Quidditch, porque sin Izzy tenían un cazador menos y no importaba cuánto rogaran, nadie rompería la regla de primer año para que Max jugara.
(—Harry Potter lo hizo-
—Pero tú no eres Harry Potter, Hastings.
Max entró furioso a la sala común, pateó un cojín y gritó ¡chupa un pene! Hasta que se sintió mejor.)
Fue una forma abrupta y dolorosa de terminar el año.
*
*
*
—Te veré en el verano—dijo Jungkook, abrazando a Yoongi en el abrazo más grande y cálido que había tenido en mucho tiempo—. ¿Cierto? ¿Te veré, cierto?
—Por supuesto que sí, bobo—Yoongi lo abrazó de vuelta—. Eres mi mejor amigo. ¿A quién más vería?
Estaba un poco satisfecho con el sonrojo en las mejillas de Jungkook, incluso cuando tuvieron que separarse, viendo como el tren paraba en la estación. —Eso es tonto. Eres tonto.
—Tú eres tonto.
Jungkook lo empujó. —¿Escribe?
—Escribiré tanto que tendrán que comprarme mi propia lechuza—dijo Yoongi, apretando su corazón de forma melodramática. Jungkook tuvo tiempo de reírse antes de que sus amigos de Ravenclaw se lo llevaran lejos y Yoongi fue dejado de pie con su maleta y el pecho lleno de calidez.
—¿Yoongi?
—Hey—Yoongi levantó una mano hacia Damien, subiendo al carruaje al cual Damien apuntaba. —¿Estás bien?
—Gerry me envió una carta—Damien le entregó una hoja de papel que simplemente decía QUE SE JODA CHESTER con letras gigantes escritas con un sharpie rojo.
—Bien por Gerry.
—Le envió una a Izzy, también, pero creo que sí se esforzó en escribir esa.
—Bien por Gerry—Yoongi miró por la ventana y pudo ver a Namjoon, Seokjin y Hoseok escogiendo un compartimiento para ellos. Tendría que ir hasta allí en algún momento durante el viaje.
Media hora después, Damien envolvió su dedo meñique en el pulgar de Yoongi.
Y Yoongi estaba cansado, así que lo dejó. Se sentía bien. 
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ae-conic · 11 months
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카리나는 예상치 못한 요청을 받았는데, 그로 인해 세계적인 가수를 만나 우정을 쌓을 가능성이 생겼다 #새친구 < NICE TO MEET YOU > FEBRUARY 26, 2023
ㅤ­
Un segundo día de concierto era menos desbordante emocionalmente que el primero; seguía siéndolo, aunque sin sobrepasar el sentimiento pletórico. A tres años de su debut, Karina estaba experimentando el comienzo de una gira masiva que comenzaba desde su propio continente y se expandiría gradualmente al europeo y americano. La última foto grupal en el centro del escenario del Jamsil Arena marcaba el punto de bienvenida a los conciertos futuros en Japón. Sonrisa grandiosa y emoción de júbilo relucían en la captura final como una despedida momentánea, pues aespa tenía un largo recorrido en cuya ruta seguiría figurando su país natal. Karina se despidió del público tomada de la mano de Giselle y Winter; con reverencia dieron paso al tránsito del escenario a los camerinos montados por el equipo. Junto a sus compañeras, se dirigió a la zona equipada con el vestuario y personal de maquillaje y luego, tras un conveniente reposo de escasos minutos, culminaron el día con una sesión de fotos junto a fans y personas conocidas. Entre ellas estaba Bini, bailarina de apoyo parte de YGX y que trabajó con muchos artistas como Somi, WINNER, BLACKPINK y aespa mismo.
La bailarina había trabajado previamente como coreógrafa para Stamp on it, y sobre todo Rina y Winter tenían un mayor recorrido de contacto con ella. Bini traía un gran abrigo color crudo que imitaba la piel de cordero y un holgado pantalón rosa, además de estar cubierta por un cubrebocas blanco. Fue así que Karina imaginó el frío que había por los alrededores propios del todavía presente invierno y del que ella fue lejana gracias al ejercicio que supuso bailar, cantar y moverse por horas en un amplio espacio. Estaba aún con el calor corporal en auge cuando la saludó y esperó el contacto visual con Bini. Ella agitó la mano y, cuando Karina se acercó abriendo los brazos para atraparla en ellos, sintió que el delgado cuerpo se relajaba.
—¿Pasaste frío, unnie? —preguntó susurrante.
Reforzó el abrazo cálido, palmeándola con suavidad por la espalda, y Bini subyugó a su cuidado. Después de un minuto, las dos se separaron y Karina pudo ver que sonreía por debajo del cubrebocas a consecuencia de las líneas alargadas que sus ojos hicieron.
—Todas las presentaciones las viví como si fueran kimchi picante, sobre todo la tuya, no te preocupes.
—¿Cómo puedes decir eso? Que vergüenza…
Bini sonrió y Karina se cubrió el creciente rubor en las mejillas con la mano. Sus palabras de agradecimiento se cohibieron, tenían mucha timidez como para salir.
—Lo hiciste muy bien, Jimin-ah —dijo concluyendo el halago, pero continuó hablando—. Por eso te tengo una sorpresa.
—¿Qué es?
—Tengo que pedir tu número para alguien que quiere conocerte, ¿me darías permiso?
—¡Unnie! ¿Quién es? ¿Por qué siento que suenas misteriosa?
—¡Adivina!
—¿Adivinar? —preguntó con duda—. ¿Cómo que adivine? Dímelo ya.
Karina estaba todavía tan cansada mentalmente que le costaba descifrar los jeroglíficos de Bini. Fijó la mirada en el suelo mientras impulsaba a sus neuronas a discernir cuál de todas las BLACKPINK era aquella quien había pedido su contacto. La mayoría de las chicas, en concreto Jennie, Rosé y Lisa parecían tener un vínculo más ligado al extranjero y, a pesar de ser Jennie quien tenía amistad con Irene, la relación más sonada en SM entertainment era entre Jisoo y Seulgi. ¿Tal vez era Jisoo?
—¿Tanto tienes que pensarlo? Jimin-ah, estoy segura que ya has dado con la respuesta, pero no te atreves a decírmela —Apuró—. Vamos, solo dilo.
—Está bien… —inspiró, y solo tras soltar le aire respondió—. Es Jisoo.
—BINGO.
—No sé por qué, pero presiento que Seulgi le ha hablado de mí.
—¿Por qué? Simplemente me ha dicho que le gustas y quiere conocerte.
—Si lo dices así parece que me estés organizando una cita a ciegas.
—Pero es broma —rio.
—Ya lo sé, unnie.
—¿Entonces? ¿me das permiso?
—¡Por supuesto! También quiero conocerla. Muero por conocerla.
Vio a Bini asentir con la cabeza, contenta y para nada sorprendida de la aceptación mutua de conocerse. A diferencia de las guerras que acaparaban los contenidos de las redes sociales entre seguidores de un grupo u otro, en realidad entre los y las idols coreanas existía un propio mundo de entendimiento. Vivían en un mismo planeta alrededor de una galaxia inmensa, muy inmensa, y por tanto la amistad o incluso las relaciones amorosas eran más coherentes en muchas ocasiones que la enemistad irracional. De aquella, esa normalidad, poco a poco se iba dejando ver con mayor abertura incluso entre las figuras de sexo opuesto. Karina, en ese instante, solo sabía que sentía impaciencia por la llamada o mensaje que podría llevar a una amistad con Jisoo. ¿Sería pronto? ¿Más rápido que caer dormida tras un día agotador?
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taetsi · 2 years
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Episode | 𝟶𝟷
Arikui Waltz ; Coltemönikha
...Tuve un sueño, perfecto en todo el sentido de la palabra.
Estabas tú, sonreías, los rayos del sol embellecían de más tu silueta, si no es que tú embellecías al sol.
Estabas tímido.
Y sonreí. Creíste que no notaría la forma en la que flotaba la bruma de centellos a tu alrededor, como si salieran de tí.
Te abracé y la sensación de tu corazón palpitando en la misma frecuencia que el mío me hizo temblar.
"No me abraces así..."
"¿Cómo?"
"Como si quisieras protegerme"
Pero tú no entendías. Porque no podías verte a ti mismo. Porque no eras yo en ese momento.
Porque no sentíamos de la misma forma el sol en las fibras de nuestra piel, no sabías que tu sonrisa tenía el mismo efecto que él.
"Tus pupilas"
Negué. Y pestañee tres veces o quizás cuatro.
"¿En qué piensas, si somos los únicos aquí?"
Me preguntaste. Pero no estaba segura de que responder, en lo único que podía pensar era en tí, tus ojos, tu cabello, tus labios y en la enorme similitud entre tu y la palabra "consolación".
Calientito. Un abrazo grande y suave pero estrecho, que te hace sentir cada nervio de tu cuerpo sacudirse al mismo tiempo.
"Pienso en la ironía del creador"
"No entiendo"
"Es decir, las nubes, el sol, la naturaleza, los animales... Creó todo eso como si su intención fuera la admiración del humano ante tal belleza... Sin embargo, no bastó todo aquello, porque en su lugar estás tú. Tú y la forma en la que sobresales en cualquier panorama."
"... La forma en la que puedo mirarte eternamente y nunca podré asimilar tanta belleza humana."
Pero parece que fue un error decirlo, desapareciste en ese sueño y el dolor de mi corazón siendo consciente de tu ausencia me hizo despertar de tal entelequia.
Eres cruel. No aceptando la forma en la que todo mundo puede fácilmente enloquecer por tí, por tus ceruleos orbes, tus labios que fácilmente son sinónimo de tentación.
Me haces pensar de nuevo en esa cuestión, en lo que verdaderamente eres.
Porque me estás enloqueciendo. Coqueto, mejillas rosas e inocencia que casi parece verdadera.
Park Jimin.
¿Qué eres sino la
síntesis de mi perdición?
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zohars-world-blog · 2 years
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Entonces yo tengo un teléfono super x y yo iba a sacar la selfie so me puse delante y Rm estaba detrás de mi luego las personas y así los chicos de forma intercalada hahhsa entonces mi móvil sacaba las fotos pero terrible, horrible y yo les decía con casi tristeza
- Chicos perdón es que mi teléfono no sirve
Entonces no se que pedo pero Rm saco su mega iPhone hahahha y me dijo:
- Tranquila yo lo hago
Entonces tomamos las fotos, note a Jimin sentado dos filas atrás de nosotros mirando a otro lado pero Tae no estaba por ninguna parte, por eso no estaban en la foto.
Luego de las fotos fue tipo Muchas gracias y sonrisas y abrazos pero trate de irme y Rm estaba tipo:
- Dónde crees que vas?
Y como que me jalo e hizo que lo abrazara con fuerza ya que el igual me estaba abrazando demasiado estrujandome contra su pecho. /Si fue hermoso/ Fue una sensación maravillosa, osea yo dentro del sueño o la Zohar del sueño hahhaa se sentía tan amada, tan querida, tan cercana al amor que jamás tuvo, tipo weon mi lugar seguro...♡/
Entonces el acariciaba mi cabello y yo calidamente disfrutaba del momento y me separe claro por que ya debia irme pero el me volvió a sujetar de una forma un poco más explícita hahahha algo subidita de tono frente a todos y eso fue muy muy muy sexy de su parte, osea creo que dentro de mi sueño el era mi pareja o algo así, seguro teníamos una relación secreta no tan secreta 👀
Pero yo estaba feliz dentro del sueño, mi sonrisa era una que nunca tuve, incluso al despertar, fue precioso, osea las morras pueden decir pinche sueño culero o algo por el estilo pero jajaj me vale la verdad hahahah para mi fue algo hermoso, un sueño que jamás podré olvidar, no creo que nadie lo vaya a leer pero igual quise escribirlo...
En verdad espero poder sentir eso por alguien algún día.
Alguna vez tuvieron un sueño con un kpop idol¿? Pueden contarme¿?
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aricastmblr · 14 days
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JiminxJungKook Are You Sure?! Sapporo Disney+ Season3 Episode 7
Sigue viaje el 25 Nov 2023~
jmjk abrazo(s) antes ahora - jm se recarga en jk
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yoonsaiblog · 4 years
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Fanfic
- mandarinas - yoontae.
Taehyung golpeo la puerta del estudio de Min a la espera de que le sea permitida la entrada, más que ansioso estaba nervioso, muerto de nervios.
Y como no, si el dia anterior se había confesado casi accidentalmente gracias a Jimin y el Maknae del grupo, más desgracias que gracias por supuesto.
En una rápida decisión por ayudar con el amorío de su amigo -que aseguraban no era unilateral- hizo un plan con Jeon, mientras el hacia a Tae hablarle de sus sentimientos por el pálido, Jungkook se encargaría de que su Hyung escuchará absolutamente todo lo que el castaño dijera.
Y lo lograron, solo que no contaron con que los nervios del castaño estallaran al ver a Yoongi y terminara tirándole lo que restaba de su vasito de helado encima para después salir corriendo como alma que lleva el viento. No volvió hasta por la noche, siendo recibido por Seokjin y Namjoon, un par de regaños por haberse ido sin que supieran a donde y muchos mimos al ver sus ojos y nariz rojitos por haber llorado.
Por eso se encontraba frente al estudio del mayor, quería pedirle disculpas, y que mejor manera de llevarle mandarinas en son de paz, sabía que le encantaban. Pediría perdón por tirarle helado encima, pero no hablaría de lo que escucho, sabía que Yoongi lo había oído todo.
Y tal vez, prefería la indiferencia al rechazo.
Golpeo por tercera vez en el tiempo que llevaba parado ahí.
— Hyung, soy Taehyung, vine a disculparme — murmuro frente a la puerta.
Iba a volver a golpear pero la voz grave del mayor lo interrumpió por el citofono.
— Te escuche las veces anteriores que golpeaste, estoy ocupado Taehyung, no tengo tiempo para hablar ahora.
— Lo siento — habló bajito.
Pero no se fue, se dejó caer contra la puerta del estudio y recogió sus piernas pegandolas a su pecho y envolviendolas en sus brazos, dejó la canastica de mandarinas a un costado suyo y escondió su cabeza entre sus brazos y piernas.
Era un hecho que estaba triste, las lágrimas se lo hicieron saber de nuevo. Se sentía frustrado por tener sentimientos hacia el mayor y no hacer nada porque fueran correspondidos, solo había logrado que el palido se enojada con el. Bueno, y tal vez estaba un poquito, pero solo un poquito enojado con Jimin y Jungkook, solo un poquito.
Seokjin lo observo con tristeza, pasaba al estudio para preguntarle a Min si iba a meriendar con ellos, pero se encontró a un castañito encogido en su lugar y con una canasta de mandarinas a su lado, se dio cuenta de que estaba dormido y no muy comodo.
Bufo con molestia sacando el teléfono y marcando el número de Min Yoongi.
— Seokjin Hyung, estoy ocupado — contestó al tercer tono.
— Y no me importa en lo absoluto, vas a salir y hablar con Taehyung, o te juro por Bangtan que tirare a patadas la puerta de tu estudio y te sacaré a rastras — amenazó sin levantar mucho la voz para no despertar al menor.
— Taehyung vino, pero estoy ocupado, realmente lo estoy — excusó.
— Y te dije que no me importa, Tae esta durmiendo contra tu puerta, no se cuanto tiempo lleva así, lo vuelves a hacer llorar y me encargaré de tu cadáver Min.
Colgó sin esperar respuesta, no escucho movimiento dentro del estudio, dudo entre esperar o levantar al castaño y llevarlo a su habitación para regalarle un par de mimos y golosinas.
Se iba a dar vuelta y llamar a Namjoon para que lo ayudará cuando escucho el seguro de la puerta ser desactivado, observo con cuidado como Yoongi abría la puerta y casi de inmediato se ponía tras el menor para evitar que cayera hacia atrás. Sonrio un poco pero en cuanto su mirada cruzó con la del pálido fruncio el ceño y apretó los labios en signo de molestia, volvió a dar la vuelta volviendo por donde llegó.
Por su lado, Min Yoongi tomó como le fue posible al menor entre sus brazos con cuidado de no lastimarlo. Lo llevó a su habitación y cubrió con sus cobijas dando un suspiro. Volvió por la canastica de mandarinas y cerro su estudio dirigiéndose de nuevo a su habitación.
Se sentó junto al menor observando con detalle su rostro, la culpa invadiendolo por ver sus mejillas rojas y rastros de lágrimas secas en ellas, no se necesitaba ser un genio para saber que había llorado, ni tener una maestría para saber que fue por su culpa.
Agarro una mandarina y la comió con lentitud, disfrutandola con una pequeña sonrisa. Minutos después sintió al menor removerse en la cama sabiendo que despertaría pronto al no tener algo que abrazar.
Tal como supuso, el menor abrió sus ojos, se quedó observando con una sonrisa divertida como trataba de acostumbrarse a la luz y se sentaba despistado observando como estaba en una habitación que no era la suya.
— ¿Umm? — murmuro observando lo que podía mientras su mano restregaba con suavidad uno de sus ojos. Yoongi sonrio aún más debido al rostro del otro.
— Taehyung, ¿Que hacias durmiendo en el suelo? — enarco una ceja conteniendo su sonrisa y manteniéndose serio.
Taehyung soltó un chillido a reconocer la voz, casi con temor se giro hacia un lado encontrandoce con el mayor. Solo hasta ese momento se dio cuenta de que habitación estaba ocupando.
— Estaba esperando a que saliera Hyung, lo siento, no quize incomodarlo — susurro en voz baja mientras quitaba las cobijas y se levantaba del todo.
— Siéntate de nuevo, hablemos — Taehyung asintio e hizo lo pedido con timidez.
— Solo quería pedirle perdón por haber tirado helado encima de usted y después salir corriendo
— ¿Por que la formalidad de repente?— cuestiono.
— Estoy nervioso
Yoongi asintio queriendo decir algo pero sin saber cómo formularlo.
—¿Esta enojado? — Yoongi lo miro negando— ayer, mmm, ayer usted... ¿Escucho mi conversación con Jiminie Hyung? — pregunto y el mayor asintio — oh.
Taehyung suspiro con pesadez y se levantó casi corriendo de la cama, tenía inmensas ganar de llorar nuevamente pero fue detenido justo en la entrada.
Se giro mirando con sorpresa como la mano de su Hyung lo sostenía de la muñeca, levantó su mirada.
— ¿Por que te vas?
— Evitó un rechazo directo, no lo molestare más Hyung, puede ignorar todo lo que escucho ¿por favor? — hizo una pequeña reverencia sintiendo un nudo en su garganta.
Soltó un jadeo cuando su pecho chocó contra el del mayor y este lo envolvió en un fuerte y cálido abrazo.
— ¿Hyung? — pregunto sin saber que hacer.
— No vuelvas a llorar, Tae, no debes llorar, menos por mi culpa, perdoname, por favor — murmuro contra su oído.
Taehyung rodeó la cintura del mayor en sus brazos y escondió su cabeza en el cuello contrario.
— No es tu culpa — murmuro en voz baja.
— Escucha, Tae, saliste ayer y me asuste, no me dejaste hablarte, quería decirte muchas cosas, pero te fuiste, me quedé despierto hasta asegurarme de que hubieras vuelto — lo apreto más contra si — Tae, es mutuo, todo es mutuo, lo que sientes, tu afecto, es mutuo.
Taehyung logró separarse unos centímetros quedando muy cerca del rostro del mayor. Yoongi sonrio sonrojado al ver una pequeña "o" En los labios del castaño y sus mejillas entintadas de rosita.
— ¿Mutuo?
Yoongi asintio sin soltarlo.
— Mutuo, te aprecio demasiado como amigo, pero te quiero como más que eso, me gustas ¿esta bien? Tarde mucho en decirtelo por que no crei que sintieras lo mismo.
Taehyung pataleo en su lugar repetidas veces, escindió de nuevo su rostro en el cuello del mayor ahogando un gritito de frustración.
Yoongi por su lado reía entendiendolo casi a la perfección, no se sentía de manera diferente.
— Hyung, no te lo dije por lo mismo, que idiota — chillo.
— Ambos somos idiotas entonces, tal para cual ¿no te parece? — murmuro divertido acariciando los cabellos castaños.
Ambos rieron.
— ¿Entonces?... — susurro el menor.
—¿Quieres salir conmigo? Hagamos las cosas bien — lo alejo un poco ahora ubicando sus manos en la cintura contraria, Taehyung las subió a su pecho.
Asintio con emoción y con una enorme sonrisa cuadrada que endulzo al mayor.
— Si quiero Hyung, si a todo si me lo dices tú — solto una risita.
Yoongi le sonrio mostrando sus rosadas encías. Le dio un beso en la nariz y cada una de sus mejillas sacándole bonitos sonrojos y dulces carcajadas, finalizó con uno en sus labios.
— ¿Comes mandarinas? — pregunto el mayor con una sonrisa señalando la canasta.
— Es lo más romantico que me has dicho Min — asintio divertido haciendo reír al mayor.
— Primera cita y mandarinas ¿mm? — ambos sonrieron.
— Primera cita y mandarinas.
Yoon Sai
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still-with-you-a · 3 years
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Capitulo 1
Te quiero tanto que me da miedo no ser capaz de dejar de quererte.
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Brillantes lágrimas aparecieron en mi rostro. Todavía me da miedo el amor, creo que las historias aún son parte de mi. De niño siempre me enseñaron que uno debe amarse a sí mismo por sobre todas las cosas pero siempre pensé que nunca me sería necesario y ahora en esta habitación oscura sin una sola luz extraño el amor que hasta ahora no pude darme. 
“No te lastimes más, no volverá. Se feliz con otra persona.”
La voz resonó por todo el cuarto. Vi como las luces poco a poco alumbraban el lugar y por un momento me sentí lleno al ver a la persona que estaba recargado en la puerta, pude ver como todo mi interior se sentía en paz.
“Oh Jimin, ¿que te trae por aquí?.“ 
“Nada en particular, solo quería asegurarme de que estuvieras bien.” 
Somos amigos desde hace 4 años y aun no me acostumbro a que aparezca tan repentinamente pero aprecio después de todo que aun este para mi. Amigos como él no se pueden encontrar tan fácilmente. 
“Estoy bien, no te preocupes, poco a poco el dolor se irá.” 
Dije mientras me paraba a darle un fuerte abrazo, hace un mes se fue de viaje y supuestamente regresaba mañana supongo que es por eso que me sorprendió un poco su visita. 
“Sabes te extrañe mucho, siempre sueles aparecer de forma repentina.” 
“Perdón, siempre olvido mandarte un mensaje aunque aún guardo una copia de las llaves de tu casa.” 
Me senté en el sillón y miles de recuerdos pasaron por mi mente pero los ignoré para concentrarme en la conversación que tendría con Jimin. 
“¿Cómo te fue en tu viaje de negocios?.” 
Vi como buscaba comida en la refrigeradora que estaba junto a las repisas en una pequeña cocina. Mi casa nunca fue lujosa ni mucho menos admirable pero era lo suficientemente cómoda. Al entrar estaba la sala y la cocina en diferentes espacios pero sin una pared que los separara, más a la derecha se encontraba mi cuarto, un baño y un pequeño armario donde guardaba las cosas que podría necesitar al salir de casa.  
“Oh Dios, no tienes nada de comida, ¿deberíamos ir de compras?.” 
Realmente se veía preocupado. Siempre fue muy sensible con la comida pero aun así está en forma. Es de esos hombres que disfrutan la comida pero siguen siendo guapos y apuestos, lo admiro aun cuando es un poco dramático. 
“No te preocupes, ven siéntate conmigo me interesa saber si ya conseguiste a alguien con quien pasar tus días en vez de preocuparte por si tengo comida o no.” 
“Aún no he encontrado a nadie. ¿Quién encuentra a una chica en un viaje de negocios? Hay que ser muy suertudo y yo no tengo ese tipo de suerte, y aunque la tuviera no creo estar interesado en una relación.” 
“Siempre me dices lo mismo, es hora de que encuentres a alguien que te haga feliz.” 
Las palabras de Jimin siempre fueron muy sabias y aunque a veces no las comprendía siempre trataba de poner en práctica los consejos que me daba.
“Solo vine un rato aun tengo trabajo que hacer pero fue un placer verte de nuevo Jungkook” 
“¿Por qué la formalidad?. Vamos Jimin tu y yo sabemos que ese trabajo no te hace bien, te sobrecargas.” 
“No te preocupes, después de todo la paga no está nada mal” 
Vi como salía por la puerta, volví a quedarme solo, a veces siento que me estoy volviendo loco, todo ha cambiado desde que se fue, arruinó los corazones de todas las personas que conozco. Solo necesito tomar un respiro.
Hacía frío, los copos de nieve poco a poco empezaban a caer en mi ropa, el invierno siempre me gustó, visitaba a mi familia días antes de navidad. Las calles iban un poco vacías, el viento se hacía más fuerte y las gotas de lluvia empezaban a caer. 
Y la vi.
Llevaba una camisa negra y unos pantalones ajustados a la cintura. Cabello suelto y largo. Su típico abrigo de lana y tenis blancos.  
No pude evitar acercarme a ella. Me atraía como un imán. Era hermosa, como una flor que deleitaba a todos y digo “era” porque ahora ya no la reconozco. No es la chica de la que me enamore. 
“No des un paso más Jungkook” 
“Por favor vuelve, puedo ser mejor persona por ti.” 
Su fría mirada terminó creando sentimientos raros en mi interior. Lo odio, odio como después de tantos años de amor solo hay una chica delante de mí, como una desconocida más en todas esas calles. 
“No puedo Jungkook, yo ya encontre a alguien que me hace feliz, mucho más de lo que tu lo hiciste y bueno después de todo lo que pasamos quiero darte las gracias por poder experimentar contigo el amor por primera vez.” 
“Te he extrañado, más de lo que pensé. Aún estoy en casa, cuando quieras puedes ir a visitarme.” 
“Jungkook tú tienes que triunfar y yo, yo tengo que sobrevivir.” 
“No quiero triunfar si no es contigo.” 
Me miró, con esos ojos tan oscuros, tal vez creí que las cosas cambiarían, que aquellos momentos en los que me sentía feliz volverían, tal vez creí que podía ser otra persona o cambiar lo que soy ahora. 
“Sabes por momentos creí que eras como un ángel, que brillabas tanto y solo para mi, que sin importar la opinión de los demás tu y yo seguiríamos juntos, que seguirías creyendo que mi sonrisa era hermosa o que en las noches seguiría acariciando tu cabello pero nada de eso real y aunque no lo quiera admitir aun te quiero, cada mañana al despertar me siento un poco vacía, sin tus cafés o la forma en como hacias pucheros al no querer despertarte pero me dueles, dueles tanto que no quiero seguir a tu lado.” 
Y entonces lo pensé, quise llorar porque tu también me dolías, dolías cada mañana, tarde y noche pero me encantaba la sensación que tenía cuando tus brazos me envolvían o cuando me contabas chistes absurdos, pero no quería hacerte daño. 
La abrace por última vez y sentí como sus lágrimas se impregnaban en mi camisa, la lluvia mojaba su cabello y el mío, sus brazos me apretaron fuerte y escuche un sollozo.  
“Ahora que no estamos juntos, me doy cuenta que la luna siempre fue ese escape en mi mente para darte las gracias por todo aquello que nos quisimos dar y no pudimos.” 
Entonces se terminó.
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reaccionkpop · 4 years
Note
Holaaaa!! ¿Como estás? Te quería pedir Porfavor si podías hacer una Reacción de BTS al ver que su novia fue retada a Perrear en frente de todos! (Y que resultó que es demasiado buena en eso)
❤*❤∞:。.。TE MANDO UN ABRAZO Y UN BESO DESDÉ BUENOS AIRES。.。:∞❤*❤
<33 Aquí va!
MASTERLIST DE BTS
RM: La verdad es que él ya sabía que tenías talento para esto, por lo que no pudo evitar reír cuando los vio a todos sorprendidos.
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Jin: “No hables, no mires, no toques, no respires cerca” Él pensaba que este tipo de presentaciones eran solo para sus ojos, cuando te vio dándolo todo, sintió muchos celos.
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Suga: Y de un segundo a otro, su mente se llenó de recuerdos y posibles escenarios de él disfrutando de tus movimientos.
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JHope: “¿Me vas a decir que tuviste este talento oculto todo este tiempo?”
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Jimin: “Esperaba que fueses buena en esto, ¡pero nunca imaginé que sería a este nivel!” Estaba muy sorprendido y satisfecho por estar a tu lado, ahora tenía que recordarles a todos que él era el elegido. 
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V: “Wow, esto salió mucho mejor de lo que esperaba” Mirará tus movimientos, hechizado por tu cuerpo.
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JungKook: “Esa es mi novia, obviamente iba a ser la mejor” Comenzará a comentarle al resto lo orgulloso que estaba de ti.
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lileuph-milkybanana · 6 months
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Y...bloqueado
Jungkook no tenía idea de qué esperar cuando entró al departamento de Yoongi el viernes en la noche. Estaba intentando no parecer tan nervioso frente a Taehyung y Jimin, porque se supone que debía ser el novio que brindaba apoyo, ¿cierto? No importaba que Taehyung estuviera siendo cauteloso y raro, ni que Jimin estuviera haciendo bromas lascivas sobre cómo, exactamente, Jungkook felicitaría a Yoongi. Jungkook era simplemente el novio tranquilo y que apoyaba a su novio falso.
Excepto que las cosas no se sintieron para nada falsas el martes. Se sintieron...bueno, realmente buenas, si era honesto. Si Yoongi le hubiera pedido que se quedara,  se habría quedado. Hubiera hecho, si era honesto consigo mismo, lo que fuese que Yoongi le pidiera.
Y se había imaginado, con mucho detalle, a Yoongi pidiéndole hacer todo tipo de cosas desde el martes.
Pero Yoongi era Agust D, iba a ser famoso y se iba a mover a cosas más grandes y mejores. No necesitaba un niño suspirando tras él o las complicaciones de cualquier tipo de relación real. Fue por eso que Jungkook soltó esa estupidez acerca de terminar. Sabía que se acercaba, lo supo en cuanto Yoongi dijo que había firmado con Big Hit y pensó que no podría soportar la mirada de compasión en la cara de Yoongi después de esa increíble noche cantando y grabando y besándose. Fue tan perfecto y caliente y Jungkook iba a llevar el recuerdo de esa noche por años, probablemente. No lo quería recordar arruinado con Yoongi diciendo "Lo siento, niño, no podemos hacer más esto". Así que Jungkook se adelantó, lo cortó de raíz y así pudo tener más besos y coqueteo. Estaba todo bajo control.
Lo que no estaba esperando, sin embargo, era a Yoongi siendo cortejado en una silla de oficina con ruedas que había sido decorada, de manera muy entusiasta, para que pareciera un trono. Jungkook había pensado de alguna forma que Yoongi estaría incómodo con toda la atención, o que estaría en una esquina frunciendo el ceño. En vez de eso, al parecer estaba mandando a la gente para que le trajera tragos y comida con una tiara posada arriba de su cabeza. Aparentemente, el Yoongi alrededor de sus amigos era muy diferente al Yoongi en un club. Era un recordatorio incómodo de lo poco que se conocían el uno al otro, a pesar de que Jungkook se sinceró totalmente con él la otra noche.
El departamento estaba lleno y la música a todo volumen. Había vasos y botellas por todos lados, pero emitía más una vibra de buen tiempo que una de tiempo de descontrol.
—Hola—Hoseok se le acercó y le dio un medio abrazo— escuché el trabajo que realizaste con Yoongi-hyung en esa canción. Increíble, totalmente increíble.
—Gracias—dijo Jungkook, sin estar muy seguro de qué responder— no fue nada, uh--
—Oye, tú hombre te está buscando—lo interrumpió Hoseok—no hagas que salga de su silla, se va a enojar—rodeó ojos—toda una diva. ¿Oye, esos son tus amigos?
Hoseok le dio una palmada en la espalda y se dirigió en dirección a Jimin y Taehyung, quienes estaban en una esquina hablando con Seokjin-hyung.
Jungkook miró a Yoongi, quien estaba, de hecho, mirándolo. No podía leer la expresión en la cara de Yoongi. Sus ojos estaban negros, su boca con un pequeño puchero mientras sus dedos jugaban con la etiqueta de su cerveza. Jungkook recordó, de nuevo, la noche en la que se conocieron. Yoongi torció su dedo hacia Jungkook, haciéndole señales para que se acercara.
Cierto. Jungkook estaba jugando a ser el novio que debía felicitarlo, no el niño nervioso con un crush. Podía hacer eso. Yoongi estiró su mano y Jungkook la tomó, sorprendido cuando Yoongi inmediatamente entrelazó sus dedos y lo acercó hacia sí.
—Hola—dijo Jungkook, suavemente. Y entonces, antes de que pudiera rendirse ante sus nervios, se inclinó y besó a Yoongi. Su mano libre sostuvo la mandíbula de Yoongi. —Felicitaciones—murmuró en la oreja de Yoongi cuando se alejó.
La mano de Yoongi apretó la suya. —No quiero exagerar—dijo, sus ojos buscando los de Jungkook. —No si vamos a terminar pronto.
Y de alguna manera, Jungkook tuvo el presentimiento de que la había cagado en algún momento, que había descarrilado su amistad con todos sus coqueteos, o quizás con la ruptura, no podía decirlo con certeza.
—Aún no hemos terminado—dijo lentamente, no muy seguro de que fuera lo correcto para decir. Tenía un crush terrible, podía admitirlo ahora, este terrible y abrumador crush y simplemente quería a Yoongi, lo quería tanto que no podía mantener sus manos para sí mismo. No sabía si debía alejarse o mandar todo a la mierda y tomar la oferta original de Yoongi de sexo sin sentimientos de por medio.
Pero ya había desarrollado sentimientos. Y estaba bastante seguro de que Yoongi simplemente quería lo que había en sus pantalones.
Pero ¿honestamente? Viendo cómo Yoongi mordía sus labios y miraba de una forma no muy sutil donde la camiseta de Jungkook se había corrido y mostraba sus clavículas, simplemente no le importaba. A la mierda. No quería perder la oportunidad de Yoongi en su cama, incluso si no significaba nada.
—No hemos terminado aún—dijo, esta vez de manera más insistente, pero intentando no decirlo tan fuerte. Atrapó la mirada de Yoongi. —No hay razón por la cual no podamos divertirnos hasta que lo hagamos.
Yoongi respiró hondo y cerró sus ojos.
—Dios, niño—murmuró—me vas a matar. —Llevó la mano de Jungkook lentamente hasta su boca, manteniendo contacto visual, como si estuviera esperando a ver si esto era lo que Jungkook realmente quería. Jungkook no podía moverse y no lo hizo. Apenas podía escuchar los sonidos de la fiesta bajo su propia respiración y ya estaba semi-duro, solo por la mirada depredadora en los ojos de Yoongi. Yoongi presionó la mano de Jungkook contra sus labios, como si fuera a besarlos, pero en vez de eso, succionó la punta de los dedos en su boca, dejando que sus dientes rozaran la yema de sus dedos.
Jungkook nunca había estado tan duro tan rápido y en un lugar tan público como ese. Había una primera vez para todo, supuso. Tenía miedo de que, si abría su boca, un embarazoso gemido o quejido saldría. Vio los ojos de Yoongi mirar la puerta de su habitación.
—Ugh, consíganse una habitación— dijo Taehyung en la oreja de Jungkook, matando por completo el ambiente al darle un beso mojado en la mejilla.
—Sorprendentemente, tengo una aquí —dijo Yoongi secamente, soltando la mano de Jungkook — viendo que es mi departamento.
—Hablando de habitaciones —siguió hablando Taehyung y cualquiera que no lo conociera pensaría que estaba tranquilo, pero Jungkook podía ver la presión alrededor de sus ojos — ¿están libres el próximo viernes? Tengo una cita y el chico está presumiendo —Jungkook notó como Yoongi levantó la mirada rápidamente, entre cerrando sus ojos — Le dije que me ponía un poco nervioso estar solo con un billonario grande y malo, así que ofreció pagar por mis amigos para que tuviéramos una cita doble —los ojos de Taehyung se pusieron un tanto soñadores — una cena y una suite en Shilla, si pueden creerlo.
Si Jungkook no hubiera estado mirando de cerca, se habría perdido la rápida mirada que Taehyung le dio a la otra parte de la habitación, donde Namjoon estaba tomando sombríamente múltiples vasos de soju.
—Hyung —dijo Jungkook, intentando proseguir cautelosamente porque esto tenía un mala idea escrito por todos lados —¿Qué pasa con, uhm...? Pensé que tú y Namjoon- hyung...
—No está interesado —dijo rápidamente Taehyung —somos amigos, ¿está bien? —dijo insistentemente — ¿está bien?
Mierda, algo debió pasar. Algo no muy bueno si Taehyung se lanzó a los brazos del modelo rico e idiota más cercano.
—No está interesado —dijo Yoongi, inclinándose hacia adelante. Dios, podía ser aterrador si quería serlo, ¿y por qué eso era algo tan caliente? —Kim Namjoon. Ese chico. Allí —apuntó a Namjoon, quien estaba prácticamente llorando en la botella —¿no está interesado?
—Somos amigos —dijo Taehyung nuevamente — Hyung, ¿vendrán tú y Jungkookie conmigo el próximo viernes?
Jungkook quería ir, no confiaba en ese tipo. ¿Quién hacia una cena en una suite la primera cita? ¿Quién se ofrecía a pagar una cita doble? Pero no quería obligar a Yoongi y Yoongi era amigo de Namjoon, así que sostuvo su respiración y le dio sus mejores ojos de cachorro a Yoongi.
—Sí —dijo lentamente Yoongi —iremos —no dijo nada más, simplemente miró fríamente a Taehyung, quien sonrió e hizo una pequeña reverencia.
—Gracias, gracias hyung, te debo una —sacó su cabello de su cara, sin mirar a los ojos a Jungkook y se giró — ¡Jiminie! —gritó y se fue.
—Gracias —dijo Jungkook mientras dejaba salir su respiración — sé que Namjoon es tu amigo y que algo raro está pasando, pero...esto no se siente bien.
—No, está bien —dijo rápidamente Yoongi, levantando su mano. Se movió lentamente de un lado a otro con la silla —quiero que esté a salvo, también.
Y la forma en que lo dijo, tan serio y tranquilo, como si lo dijera en serio y no estuviera solamente preocupado de que Taehyung le rompiera el corazón a su amigo, pero también preocupado por Tae. Eso hizo que Jungkook se derritiera.
Y luego recordó que no habría conocido a Yoongi si no fuera un mentiroso de mierda y el buen sentimiento se disipó un poco — Te traeré un trago —dijo.
—¿Bebes mucho? —preguntó Yoongi. La forma en la que lo dijo era sin juzgar, como si solamente estuviera curioso y Jungkook se dio cuenta de que Yoongi no lo conocía demasiado tampoco.
—Lo normal, ¿supongo? — Jungkook se encogió de hombros — Trabajo en un gimnasio y me gusta ejercitarme y comer sano, así que no me vuelvo loco la mayor parte del tiempo. Aunque Jiminie-hyung puede contarte algunas historias —sonrió —No voy a emborracharme y vomitar en tus zapatos, si eso es lo que te preguntas.
—Es mejor que no lo hagas —dijo Yoongi, sonriendo mientras llevaba su cerveza a su boca. Jungkook tragó pesado. Bien, hora de cerveza, antes de que hiciera algo estúpido como besar a Yoongi hasta que se cayera de esa estúpida silla.
En la cocina, Jimin se apoyaba en Taehyung, riéndose de algo que Seokjin decía...Jungkook no sabía qué estaba diciendo porque Seokjin solamente estaba jadeando palabras entre risitas. Había otro grupo pequeño de amigos de Yoongi en la cocina, alguno de ellos sonriéndole a Seokjin, pero la mayoría le daba miradas curiosas a Jungkook. Cierto. Era el novio misterioso.
Jungkook educadamente inclinó la cabeza a todos y esquivó a un chico que parecia perezoso para tomar una de las cervezas que trajo. Se la bebió en unos pocos tragos y comenzó a hablar con uno de los chicos que estaba en la cocina, su nombre era Minghao, tenía la edad de Jungkook y venía de visita desde China. Su coreano era más o menos, pero era completamente fluido en Overwatch, así que terminaron hablando por casi una hora, bebiendo cerveza, intentando deducir si elegir siempre a Genji te hacia un imbécil o si los imbéciles eran atraídos para elegir a Genji como principal. (Ambas, decidieron).
Acababan de intercambiar perfiles de discord cuando Hoseok apareció de la nada, tendiéndole un vaso con Soju.
—Cuéntame sobre tú amigo —susurró. O casi susurró. Susurró muy mal.
—¿Taehyung-hyung? —preguntó Jungkook, frunciendo el ceño. La vida amorosa de Tae ya estaba lo suficientemente complicada, esto era lo último que necesitaba.
—No, no. El otro —Hoseok señaló con su cerveza.
—¿Jiminie-hyung? —dijo Jungkook —¡Oh! Bueno, um, es bailarín.
—Oh, Dios —respiró Hoseok. Se tomó de un sorbo el resto de su cerveza, inclinándose hacia adelante — Sigue.
—Tiene su propio estudio, trabaja realmente duro. Es muy amable y risueño la mayor parte del tiempo, pero también puede pelear contra ti, también...espera, pensé que eras hetero —Jungkook hizo una mueca —Lo siento, no sé de dónde tuve esa impresión.
—La ropa, probablemente —dijo distraídamente Hoseok, fijando su mirada en Jimin — Y soy como 75% hetero —se enderezó, tiró su cabello hacia atrás y lo arregló —Eso, Jungkook —apuntó a Jimin — eso es mi 25%.
—No le gustan mucho las relaciones —le advirtió Jungkook.
—Perfecto —dijo Hoseok, corriéndolo hacia un lado —Solo quiero verlo bailar.
Jungkook se tomó el soju, haciendo una mueca por el golpe del alcohol.
—Te tengo —le dijo a Hoseok, quien aplaudió alegremente y se sentó en una silla que estaba cerca.
—¡Hyung! —gritó. Tanto como Jimin como Taehyung se giraron. Diablos, odiaba ser el menor a vece. —Esa coreografía de Park Jiyoon —dijo y Jimin se iluminó —ponla, ponla —dijo, riéndose —¡Hagámoslo!
Les salió un poco torpe; ambos tenían unos cuantos tragos en su cuerpo y el comedor estaba lleno. Pero dieron en el clavo cada paso y estuvieron bastante sincronizados a pesar de las cervezas que tomaron. Jungkook miró hacia un lado en algún momento y vio a Yoongi mirándolo, con una cerveza a mitad de camino de su boca, inmóvil y con sus labios abiertos ligeramente. Jungkook mantuvo la mirada y empujó sus caderas un poco más fuerte en el siguiente movimiento, sonriendo. Mierda, extrañaba la forma en que su vergüenza y timidez se iba cuando bailaba. No siempre podía soportar unas cuantas personas en una fiesta pero ¿ponerlo en el escenario frente a millones de persona? Ardía de la emoción.
Cuando terminaron y se apoyaron el uno contra el otro riendo, Hoseok se le acercó a Jimin y dijo, muy serio:
—Jimin-ssi, sé que acabamos de conocernos, ¿pero puedo chupartela?
—¿Perdón?—dijo Jimin, estallando en risas al lado de Jungkook—¿qué?— estaba interesado, Jungkook podía notarlo.
Hoseok se acercó y tomó las manos de Jimin.
—No tengo mucha experiencia—entonó, con toda la gravedad de un presentador de noticias—en el mundo de chupar pollas, pero puedo prometerte entusiasmo y energía y...¿ya mencioné entusiasmo? Porque esa presentación fue digna de una chupada.
Jimin simplemente lo miró, aún riendo un poco— Podrías convencerme—dijo, moviendo sus pestañas de una manera que decía que ya estaba convencido.
—¿Mmmmm? —dijo Hoseok. Mordió su labio inferior y miró la boca de Jimin. Jungkook se preguntó si quizás debería ir a otro lado. Se giró para el otro lado de la habitación buscando a Yoongi, pero se había ido.
Cuando volvió a girarse, Hoseok acababa de decir algo que hizo que Jimin jadeara y se hiciera hacia atrás. La cara de Jimin pasó de ser una tierna y sonriente a una seria mientras tomaba los hombros de Hoseok. Lo giró y lo empujó contra el mostrador, le dio dos palmadas fuertes a su trasero dos veces. —Más tarde—dijo en tono grave, acercándose al oído de Hoseok— Si eres bueno— se giró y volvió a la cocina, quitando el cabello sudado de suf rente.
—Diablos—susurró Hoseok, enderezandose— diablos, él es...—se quedó en silencio.
—Sí—dijo Jungkook, entendiendo a qué se refería. Casi todas las personas que había conocido desarrollaban atracción por Jimin en algún punto.
Hoseok tembló por completo.
—¡Jungkook!—dijo, volviendo a ser el Hoseok de siempre— ¿te importa si te hablo mientras estoy duro?
—Bueno, un poco- —comenzó a decir Jungkook.
—Genial, escucha, esta es la cuestión—prosiguió Hoseok y Jungkook intentó borrar de su mente la cosa de estar duro— No puedo creer que puedes cantar así y bailar así. Sé que Jimin-ssi tiene su propio estudio, ¿pero estás haciendo algo relacionado con el baile ahora mismo? ¿O con la música?
—No—dijo Jungkook. Una parte de él estaba sorprendido de que Yoongi no le dijo nada sobre su pasado como idol a Hoseok, pero después de pensarlo, se avergonzó por completo. Yoongi no diría sus secretos— Yo, uh, trabajo en un gimnasio.
—Escucha, no puedo asegurar nada, pero Big Hit realmente amaría un chico como tú. Podrías ser bailarín de apoyo, voz de respaldo, un poco de esto y de eso—se encogió de hombros— como dije, no puedo asegurarte nada, pero tienen ojos para reconocer talento y tú eres talentoso.
—Oh, estoy. Wow—dijo Jungkook. Realmente no sabía cómo procesar todo eso y pensar acerca de volver a una empresa de entretenimiento. Y trabajar con Yoongi todos los días...¿eso estaría bien? Iban a ser amigos, ¿cierto? Pero extrañaba bailar y cantar más de lo que pensaba. Estar cerca de Yoongi trajo todo eso de vuelta de buena manera. —Sí, um, eso suena bien—dijo, un poco dudoso.
—Ahora no es el mejor momento, te entiendo— Hoseok le dio unas palmadas en la espalda— me caes bien, chico. Eres bueno para hyung, lo puedo ver— Hoseok asintió en dirección a Yoongi, quien estaba de nuevo en el comedor, apoyando a un Namjoon miserablemente borracho— Le gustas. Nunca lo había visto tan interesado en alguien antes, para ser honesto— Hoseok sonrió— Es mi persona favorita en el mundo—dijo seriamente, mirando a Jungkook de nuevo— No arruines esto, ¿está bien?
Jungkook sintió como su sonrisa vaciló. No iba a arruinarlo, ¿cierto? Yoongi parecía estar interesado en él porque estaba actuando y, sí, probablemente interesado en meterse en los pantalones de Jungkook, esa parte era obvia, pero tenía su propia vida. Iba a volver a eso y Jungkook iba a superarlo y nadie iba a resultar herido.
Excepto que Jungkook estaba comenzando a sentir que era él quién iba a resultar herido. Pero también fue él quién comenzó todo, así que si iba a ser quien resultara herido, eso estaba bien. Miró por la habitación, a sus amigos y los amigos de Yoongi hablando y bailando y riéndose juntos. Todos se veían tan felices, como si encajaran juntos. Jungkook deseó que se hubieran conocido normalmente esa noche, que su grupo de amigos se hubiese mezclado naturalmente.
Hoseok estaba susurrando algo al oído de Jimin mientras se apoyaba en él, Jimin se rió y le dio una palmada, susurrando de vuelta.
—Hey—Yoongi apareció a su lado, sobresaltandolo— ¿qué pasa con eso? —apuntó a Hoseok y Jimin.
—Jimin es su 25%, aparentemente—dijo Jungkook, sonriéndole a Yoongi, quien se había quitado su suéter y ahora solo tenía la camiseta blanca delgada que llevaba puesta cuando Jungkook lo conoció. Jungkook podía ver la curva de la su cuello y sus clavículas y su boca se secó. Si no nos hubiéramos conocido de la forma en que lo hicimos, no hubiera tenido la oportunidad de tocarlo, pensó, y eso le quitó el aliento.
Yoongi resopló.
—Por supuesto que lo es —miró a Jungkook, de pies a cabeza y Jungkook de pronto recordó la manera en que Yoongi lo miraba mientras bailaba— Supuse que habrías tenido un entrenamiento de baile—dijo Yoongi— pero no estaba esperando eso. Demonios, Kook, puedes moverte.
—¿Te gustó? —Jungkook sonrió. Sintió como el estado melancólico que tuvo antes desapareció cuando Yoongi lo halagó— te vi mirandome.
—Tendría que estar muerto para que no me gustara—dijo Yoongi. Parecía estar sonrojado pero no borracho, solo un poco relajado y sonriente, cálido, tocable y suave, de una forma en la que Jungkook no había visto antes. Estaba apoyándose en Jungkook y balanceándose hacia adelante. Jungkook no pudo evitarlo, extendió su mano hacia adelante y trazó el borde de la clavícula de Yoongi, siguiéndole bajo su camisa. Yoongi cerró los ojos y se estremeció.
Si hubiera sido una persona con la que estuviera saliendo, Jungkook lo habría acercado y lo hubiera abrazo, quizás le habría dado un beso cariño, pero algo en Yoongi le decía que no era del tipo al que le gustaban las afecciones en público. De alguna forma, este tipo de toque, era totalmente sexual y eso era más fácil. Quizás si de verdad estuvieran saliendo sería diferente, pero ahora mismo...incluso si el cariño era falso, el deseo era muy, muy real.
Yoongi lo estaba mirando mientras se mordía su labio inferior y claramente estaba pensando en algo. El movimiento atrajo la mirada de Jungkook y una mezcla de cuerpos borrosos y risitas, lo que significaba que Jimin por fin había caído ante los encantos de Hoseok. Los vio desaparecer en una de las habitaciones.
Jungkook se acercó a Yoongi y susurró en su oído.
—Creo que Hoseok acaba de convencer a Jimin de que se desnudaron juntos.
Yoongi se giró y sus caras estaban muy cerca. Jungkook quería besarlo, una ola de deseo rugió a través de él de pronto, tan fuerte que tuvo que detenerse y enfocarse en lo que Yoongi estaba diciendo.
—No es una fiesta a menos que alguien se desnude, supongo—dijo Yoongi, pero no estaba mirando a Jungkook a los ojos, estaba mirando su boca y cómo su camisa se estaba deslizando hacia abajo. Ninguno de los dos dijo nada por un momento, simplemente se quedaron de pie ahí, sus caras cercas pero sin tocarse. Jungkook vibraba de anticipación y sentía escalofríos en su cuerpo. Su mano se movió, queriendo tocar, pero no lo hizo.
Los ojos de Yoongi al fin lo miraron y tomó la mano de Jungkook.
—¿Quieres ir...—tragó duró y Jungkook lo miró, siguiendo el movimiento de su garganta—...a un lugar privado?—soltó Yoongi.
—Dios, sí—respiró Jungkook—sí, sí, ahora-
—Mi habitación—dijo Yoongi, tirando de su mano. Jungkook lo siguió a través de la cocina, justo en la puerta que se encontraba al lado y de pronto recordó que era la habitación de Yoongi. ¿Pero no era ahí dónde...?
Yoongi abrió la puerta con un fuerte sonido y oh, mierda, sí, definitivamente ese era Jimin y oh, no...
—Mis malditos ojos—gruño Yoongi, tomando la mano de Jungkook mientras lo alejaba de la habitación—¡Tienes tu maldita habitación, Jung Hoseok!—gritó, cerrando la puerta.
—Wow—dijo Jungkook—definitivamente es...entusiasta.
Yoongi lo miró y estallaron en risas.
—Vamos—dijo Yoongi—aquí.
Yoongi lo empujó dentro del baño, callando ruidosamente las risitas de Jungkook.
—No puedo creer que esos desgraciados lo están haciendo en mi cama—dijo, cerrando la puerta con un movimiento de su cadera. Al segundo que la puerta se cerró, Jungkook lo empujó contra ella, inclinándose para besar y morder su cuello.
—Dios—gimió Yoongi, tirando su cabeza hacia atrás— Mierda, sí.
Jungkook sabía que no tenían mucho tiempo allí adentro, no podían hacer mucho, pero quería que sus manos tocaran toda la piel que pudiera en el poco tiempo que tenían. Sacó la camiseta de los pantalones de Yoongi y deslizó sus manos hasta su estómago, pasando su pulgar por el pequeño camino de cabellos que llegaban hasta su ombligo, luego rozó el resto de su torso, sintiendo los endurecidos pezones bajo su toque. Jungkook quería ver, quería ver cada centímetro de aquella piel pálida, quería marcarla. Quería ver y tocar y morder y hacer cualquier cosa y todo lo que Yoongi le permitiera. No sabía qué estaba permitido. No sabía qué era demasiado en una relación temporal falsa. No sabía, no le importaba y eso lo asustaba un poco.
—Sí—jadeó Yoongi—se siente bien, ven aquí—atrajo a Jungkook en un beso, ya un poco descuidado por su fuerte respiración. Se besaron otro poco, profunda y suavemente. Jungkook podía sentir su corazón latir fuera de su pecho. No podía creer que tenía la oportunidad de tener esto, incluso temporalmente, tener a alguien tan guapo y tan talentoso como Min Yoongi retorciéndose contra él, con sus caderas chocando mientras Jungkook lo besaba lo más fuerte que podía. Las manos de Yoongi estaban deslizándose por la espalda de Jungkook bajo su camiseta, gentilmente al principio, luego rozando ligeramente con sus uñas.
Jungkook se estremeció. Estaba embarazosamente duro, absoluta y completamente entregado a ello. Había estado con chicas antes, amaba los pequeños ruidos que hacían y sus labios suaves y de verdad le gustaba la forma en que sus caderas se formaban y la suave curva de su trasero. Se había excitado por chicos en videos pornos, se había besuqueado con los chicos con los que había salido, pero absolutamente nada en su vida sexual lo había preparado para eso, la sensación del cuerpo delgado pero fuerte de Yoongi contra el suyo, la respiración de sus pequeños gruñidos mientras introducía su lengua en la boca de Jungkook, la forma en que podía sentir lo duro que estaba Yoongo cada vez que empujaba sus caderas. Rompió el beso para tomar algo de aire justo cuando Yoongi deslizaba sus manos por dentro la parte trasera de los jeans de Jungkook.
Justo en su trasero desnudo.
Porque hoy, entre todos los días...
—Día de lavado—soltó Jungkook, porque Yoongi aún estaba congelado, con sus manos cálidas y firmes y completamente inmóviles contra su piel desnuda—es día de lavado, y...—se calló, porque no podía concentrarse más. Aún estaban cerca, solo a centímetros del otro y Jungkook sintió aquellas manos en su piel como una marca, filtrando calor por todo su cuerpo. Su pene latió con eso y Jungkook se estremeció, deseando no correrse por una agarrada en su trasero. Yoongi se sacudió como si fuera a alejarse, pero no lo hizo, solo susurró un "mierda, mierda, mierdamierdamierda" mientras deslizaba lentamente sus manos más abajo. No te corras, se dijo Jungkook a sí mismo y la imagen mental de lo vergonzoso que sería eso lo salvó. Porque podía sentirlo, la presión aumentando, cada centímetro de su sensible piel, como si el simple toque de piel contra piel fuera suficiente para hacerlo explotar. Podía sentir el sudor juntándose en su espalda. No sabía qué hacer con sus manos, así que simplemente las dejó donde estaban, sosteniendo la cintura de Yoongi, sus pulgares trazando patrones justo arriba del cierre de Yoongi. Yoongi cerró sus ojos y mordió su labio, tirando su cabeza contra la puerta y Jungkook dejó que su cabeza reposara en el hombro de Yoongi, jadeando mientras rozaba sus caderas con las de Yoongi.
—¡Min Yoongi, no puedes usar el baño para coger! —alguien gritó, golpeando la puerta.
Se separaron y se miraron. Yoongi rápidamente sacó sus manos de los pantalones de Jungkook. Lamió sus labios. —Jungkook-ah, yo...
—¡Voy a mear tu alfombra! —gritó nuevamente la persona.
—¡Vete a la mierda!—gritó Yoongi de vuelta. Miró a Jungkook. —Perdón—dijo, y Jungkook no sabía si pidió perdón por casi hacerlo correrse en sus pantalones en el baño o si lo decía por tener que detenerse.
Yoongi abrió la puerta y pateó a un chico cuando pasó a su lado— Jaehwan-hyung no tiene modales—dijo— no sé por qué Jin-lo mantiene cerca.
—Estábamos usando el único baño—señaló Jungkook. Podía sentir su cara ardiendo. ¿Iban a hablar de esto? Probablemente debían hablar de esto.
Yoongi lo estaba mirando con el entrecejo levemente fruncidoy se parecía tanto a esa mirada que Jungkook había imaginado toda la semana, esa mirada de lastima que iría seguido de un "escucha, niño" y- no quería eso ahora mismo.
—¡Yoongi!— Seokjin trotó hasta ellos—¿Dónde estabas? Te estaba bus- —miró a Jungkook. —Oh, dios, dime que no estabas profanando a mi—sacudió su cabeza— espera, no, no quiero saberlo. Tenemos un problema. No puedo encontrar a Hoseokie por ninguna parte.
—No quieres hacerlo—dijo Yoongi sombríamente.
—Y el pobre de Namjoonie no la está pasando muy bien— hizo una mueca de pronto. Sobre el ruido de la fiesta podías escuchar el sonido de alguien muy enfermo— para nada bien.
Yoongi suspiró, cubriendo su cara con sus manos. —Dime que al menos logró llegar a su habitacón.
Seokjin lo miró con lástima— Hyung se quedará y te ayudará—fue todo lo que dijo y Yoongi suspiró de nuevo,
—¿Quieres que me quede? —preguntó Jungkook.
—No, no— Yoongi se despidió—ve a buscar a Jimin y Taehyung, Jin-hyung sacará a todos los demás. Hoseok y yo podemos manejarlo.
—Bueno, um— Jungkook sacudió su mano y se encogió ante lo vergonzoso que se sintió— adiós.
Yoongi lo miró y ahí estaba esa misma mirada de lo siento, chico en todo su rostro.
—Sí, te hablo más tarde. 
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voojwanlove · 4 years
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House of ARMY - ¿Qué le susurró Jin a Taehyung?
 Estoy muy emocionada de poder compartir lo siguiente con ustedes porque este descubrimiento es relativamente reciente, aunque el contenido del que salió fue grabado hace casi cuatro años. Además, no vi a ninguna de las personas Taejinnies de las que sigo hablar sobre esto en español, de hecho, solo vi a unas pocas en inglés, por supuesto, yo no sigo a todas las Taejinnies del mundo, así que es probable que algunos de ustedes ya lo sepan. Estoy hablando de este momento que sucedió en el Making of House of ARMY del BTS 3rd Muster en 2016:
vimeo
Fuente: TW @ddu1234_
Me enteré gracias al siguiente post del canal Moon Child [Taejin]: https://www.youtube.com/post/UgyOT2qx2uZkHD4_2y94AaABCQ?app=desktop
En el post ella se refiere a un tweet en el cual se le hace énfasis al susurro que podemos escuchar justo cuando comienza ese clip mientras Taehyung y Jin se abrazan por primera vez. El tweet es este https://twitter.com/ddu1234_/status/1262442424946712576, pero se encuentra en coreano. Para no dejar espacios a malentendidos voy a basarme en una traducción en inglés que alguien hizo del tweet y la voy a pasar a español (haré lo mismo para todas las citas textuales que vean en este post de aquí en adelante). Así pues, el tweet diría lo siguiente: “Gente, taejin es verdaderamente real, no un simple ship de personas reales sino una pareja real. Presten atención a lo que tae dice cuando los dos se están abrazando, dice “el hecho de que estamos saliendo (NT: dating, usado para parejas amorosas)” se escucha más claro cuando coloco el volumen al máximo… definitivamente está diciendo el hecho de que estamos saliendo.” La frase literal en inglés es “that we are dating” que estamos saliendo, pero después de leer varias traducciones y explicaciones la expresión que mejor engloba lo que están diciendo es el hecho de que estamos saliendo.
Muchas personas incluida Moon Child sugieren que, por lo que se puede ver en el video, quien susurra no parece ser Tae, sino Jin. Por otro lado, una persona comentó lo siguiente en el post de YouTube: “Hola he visto tus videos y soy coreana. El tweet original dice que fue Tae, no Jin, quien susurró en el oído de Jin “우리 사귄다는 거 (woori saguinda-neun geo, el hecho de que estamos saliendo (o en una relación)” Lo que yo escucho del video es que puede ser tanto 우리 사귄다는 거 o 둘이 사귄다는 거 (doori saguinda-neun geo, el hecho de que ellos dos están saliendo), dicho por alguien más, porque desde el video no puedo ver bien si es Tae quien susurra y no se puede saber de quién es la voz solo por el susurro. De todas maneras, si el video no está editado, creo que ese susurro es algo muy relevante.” Teniendo en cuenta que el tweet original viene desde una fan coreana y que muchas personas que son de allá o que hablan el idioma han confirmado que escuchan lo mismo creo que ciertamente no es ningún riesgo darle credibilidad al susurro sin importar quién lo haya dicho; personalmente creo que es Jin, pero supongo que hay posibilidades de que sea cualquiera. Si quieren comprobar que el susurro está ahí y no es un elemento insertado les voy a dejar un link a YouTube del Making of House of ARMY, miren a partir del minuto 17:53. https://www.youtube.com/watch?v=5ypF7CDqPQI
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Antes de decir mis opiniones y conclusiones de lo que les acabo de exponer, sugiero analizar por completo el par de momentos Taejin que tenemos en este detrás de escena junto con el Vlive BTS ~chuseok greeting~ Live que fue grabado el mismo día (2016/09/03), aspecto que es fácil de confirmar debido a la ropa que tienen puesta los siete y el gorrito de flor que se pone Hobi en la transmisión.
Para quienes no lo sepan o para refrescarles la memoria este House of ARMY es un skit en el que actuaron los chicos interpretando distintos papeles dentro de una misma familia. Namjoon es una ARMY muuuuy fanática, J-Hope es la mamá quien también es fan de BTS, Jimin es Cuty el perrito de la casa, Taehyung es el hermano que se mofa de Namjoon por ser ARMY pero que escucha las canciones de ellos en secreto, Jungkook es el padre atento de todos, Yoongi es el tío que quiere ser idol y Jin, el integrante que de hecho tiene un título en actuación… es el encargado de hacer el papel de extra: repartidor de paquetes, banana, reloj y flor, sí, esos fueron los papeles de Jin. Podría hacerme la ciega respecto a esto porque podría haber muchas razones por las que tomaron la decisión de darle estos roles a Jin (a pesar de que solo dice una línea), pero lo cierto es que él se la pasa lanzando pullas aquí y allá en todo el detrás de escena demostrando su inconformidad ante la situación, diciendo que lo único que le queda es ser positivo y hacer bien su trabajo. Lo siento, tenía que resaltar esto, aunque no sea el lugar más adecuado, de todos modos haré referencia a lo que acabo de decir más adelante.
Cuando el día de grabación ya está cerca de acabar Yoongi, Hobi y Jungkook se van y los otros miembros se quedan para terminar sus escenas. El primer momento Taejin que podemos ver es este del minuto 14:48 del último link que les puse.
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¿Qué necesidad había de que Taehyung hiciera como que le estaba arreglando el accesorio de reloj a Jin cuando tienen todo un equipo de staff pendientes de ellos justo para eso, o cuando Jin tiene, mmmm, manos para arreglarlo él mismo? Ay, lo dejaré ahí porque siento que entre más pequeño y descontextualizado el contenido nos es más fácil analizarlo innecesaria y erróneamente.
El siguiente momento es a partir del minuto 15:24 
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Jin: ¿Sabes cómo se está sintiendo la banana?
<Reloj Seokjin está molesto de repente>
Jin: ¿Sabes cómo se está sintiendo la flor?
Tae: Te voy a comer.
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Jin: ¿Sabes cómo se está sintiendo el reloj cucú?
<No te enojes>
Tengo unas cuantas cosas que destacar aquí. Primero, la conversación está cortada; justo cuando comienza el clip podemos escuchar y ver a Taehyung terminando una frase, ¿por qué empezar la conversación ahí, tan de repente, cuando el clip es tan corto y un par de segundos más no habrían afectado nada? ¿De qué estaban hablando ellos dos para que Jin le reclamara a Tae, aparte de que los subtítulos de edición señalan que está molesto? Es claro por el tono de voz, por sus expresiones y por las risas al final que están actuando, bromeando, además el “te voy a comer” es demasiado juguetón, justo esta frase le da más un tono de coqueteo al momento que de otra cosa, ¿podría haber respondido cualquier otra ocurrencia menos insinuante? Claro, solo él sabrá por qué dijo eso y nosotros como Taejinnies solo podemos imaginar en nuestra zona de teorías. Por mi parte, debido a que Jin menciona justo tres de sus papeles supongo que se está medio burlando y a la vez medio reclamando lo absurdo de la situación, por eso los subtítulos de “Reloj Seokjin está molesto de repente” y “No te enojes”, puede que las palabras de Tae sean solo para aligerar más la situación, aún así me queda la sensación de que hay un doble sentido en esa conversación que no queda muy claro a menos que lo veamos bajo nuestra perspectiva de Taejinnies.
El último momento que podemos ver de este detrás de escena es justo el que comienza con el susurro del que ya les hablé antes. Todavía hay otras cosas que se pueden analizar de ese clip.
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Jin: Gracias. ¿Estás grabando? Oh, bueno. Hagámoslo de nuevo [abrazarse].
<Esto no es para el programa>
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Tae: Buen trabajo.
Jin: Gracias. Déjame alabarte. Sí.
<Los miembros de BTS se apoyan entre sí de esta manera>
Teniendo en cuenta que hay varias frases que están sin traducir voy a comenzar con algo muy, muy, muy importante. ¿Ven ese primer gracias? Nadie lo dice realmente, no hay ningún gracias al inicio de la conversación y tampoco creo que sea un residuo del clip anterior a este, donde Tae está hablando. Yo deduzco que ese gracias es la traducción oficial del susurro de Jin, ahora, ¿suena a gracias en coreano? Ya he dicho que yo no sé prácticamente nada de esa lengua, así que me puse en la tarea de buscar información al respecto. Encontré que hay cuatro formas principales de decir gracias (organizadas de la menos a la más formal): gomawo (ghohmaewa),  kam sa hae yo (kahm sah hae yo), gomapseumnida (gohmapseubnida) y kamsahamnida (kahmsahamnida). Si les soy sincera algunas de estas opciones sí suenan como el susurro del inicio, pero a fin de cuentas yo no tengo un oído lo suficientemente ágil como para saber a ciencia cierta a qué suena y a qué no porque si cierro los ojos también escucho woori saguinda-neun geo, es decir, el hecho de que estamos saliendo. De todas maneras, leer a todas estas personas que sí hablan el idioma decir que definitivamente escucharon lo último, me deja pensando. Ya le queda a cada uno de ustedes analizar bien qué es lo que escuchan o qué deciden creer.
Cuando se termina el primer abrazo viene lo que más me llamaba la atención de este clip antes de saber lo del susurro: la expresión que tiene Taehyung en su mirada mientras mira a Jin, casi, casi como si le fuera a dar un besito en la mejilla, estoy segura de que es lo que todos los y las Taejinnies pensamos cuando vimos este momento. Luego Jin dice “Oh, ¿estás grabando?” mientras mira a la cámara, Taehyung también mira hacia la cámara y se escuchan varias risas, ¿por qué se ríen? ¿Cuántas veces no se han abrazado ellos dos? No sé bien cómo describir la cara que pone Tae aquí, se me hace una mezcla entre sorpresa, pero también de darse cuenta de algo. De nuevo, esto es lo que a mí me parece que veo mas no es la verdad absoluta, puede que ni siquiera tenga nada de verdadero.
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Taehyung se va alejando de Jin de a poquitos hasta que este le dice que se vuelvan a abrazar y entonces todos se vuelven a reír. Se dan palmaditas en la espalda, se felicitan por su trabajo y, finalmente, Tae mira hacia la cámara y luego hacia todas las personas que los están viendo. Antes de dar mi conclusión de este momento voy a poner este gif que hace parte del último clip del detrás de escenas.
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Tae: Buen trabajo.
<V no está haciendo esto [abrazarlo] para mostrárselo a la cámara>
La primera vez que vi este clip de los dos abrazos fue en una compilación de momentos Taejin, al principio solo podía pensar en lo íntimo que se veía el momento; la cámara casi que se sentía como una intrusa. Sin embargo, entre más veía el clip en otras compilaciones más me daba cuenta de que en realidad no tenemos el contexto de esta escena, no sabemos realmente cómo inicia y parece que tampoco tenemos el final completo. Además, las risas de los demás remarcan el hecho de que hay algo que pasó o está pasando y que nosotros no sabemos debido a que no tenemos el contexto completo. Tal vez sea algo que haya pasado a lo largo del día, con otros miembros o, incluso, una broma muy interna. No lo sabemos.
Sabiendo que yo siempre intento ver todo con una mirada que vaya más allá de la perspectiva de una Taejinnie, tengo una teoría de cuál podría ser ese contexto, pero es una especulación muy grande, no quiero que se tomen nada de lo que voy a decir a continuación seriamente porque no tengo grandes argumentos para defender mis palabras, aún así se me hace que, con lo que tenemos, sí podría tener un poco de sentido. Voy a recrear lo que yo creo que pasó.
Jin siguió haciendo referencia al hecho de que no había tenido mucha participación activa en el skit, entonces le dice al staff que va a tener una interacción con Tae para que lo graben y así al menos aparecer en el detrás de escenas. Tae accede, y mientras la cámara comienza a grabarlos Jin (o Tae, o alguien más) dice algo como: después de todo, está el hecho de que estamos (están) saliendo; es más relevante porque estamos saliendo o Jin simplemente diciéndole gracias. Se abrazan y después Jin finge estar sorprendido al ver la cámara, todos se ríen por la actuación de Jin y Tae pone cara de: aaaah, ¿ya habíamos comenzado? Jin sugiere que se vuelvan a abrazar después de ver la expresión de Tae (?) y por eso salen los subtítulos añadidos de “<Esto no es para el programa>” y “<Los miembros de BTS se apoyan entre sí de esta manera>”; tienen un tono sarcástico, están jugando a que algo es 100% natural cuando en realidad fue, de alguna manera, planeado. Esto explicaría por qué todos se siguen riendo y por qué vuelven a aparecer unos subtítulos similares cuando Tae abraza a Nam, es una referencia al momento con Jin… ¿Estoy imaginando demasiado? ¿Debería mejor inventar cosas en Wattpad xd?
Miren, cuando se me ocurrió esta teoría solamente tenía la parte del sarcasmo de los subtítulos y de la mirada sorpresiva de Tae, siendo eso suficiente me dije: bueno, ahí tu explicación del momento Taejin, pero luego decidí verme el detrás de escenas completo, no solo el abrazo, y entonces descubrí la conversación de antes entre ellos dos y volví a ver la expresión de Tae cuando parece que va a besar a Jin. Llegué a la conclusión de que ambas cosas podrían estar pasando al mismo tiempo. Tanto este contexto que me le inventé al abrazo, bajo mera especulación y creatividad, como el sentimiento que tienen los dos. Con la mirada que se dan la cámara sigue pareciendo una intrusa en medio de un momento muy íntimo sea este premeditado o no.  
Lo único que me queda por comentar es el Vlive del 13 de septiembre del 2016 https://www.vlive.tv/video/13898?channelCode=FE619. El video dura menos de 4 minutos; no hay momento Taejin como tal, aún así por la fecha y por la posible confirmación de ellos dos saliendo por estos tiempos, no está de más analizarlo. Hace un par de semanas vi un hilo en Twitter que examinaba a Taejin justo en este live, pero cometí el grave error de no guardarlo, lo que sí recuerdo de uno de los tweets es lo siguiente:
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Al inicio no lo entendía, todo se veía normal para mí, ¿qué era lo que esta persona quería señalar de este momento? Muchas personas como yo ya le habían indicado que no entendían el propósito de ese tweet así que la op nos dijo que prestáramos atención a la cara de Taehyung y a la pierna de Jin. Parece que los brazos de Jin están ocupados abrazando a Jungkook, pero para hacerle espacio termina poniendo una de sus piernas encima de Tae haciéndole presión. Varios creen que la expresión de Tae (:O) es justo por el movimiento y el descaro de Jin, no obstante, yo creo que se debe más al hecho de que Jin está abrazando a Jungkook. A lo largo del vlive todos permanecen casi en la misma posición.
Hay otro pequeño suceso al minuto 01:20 cuando todos están intentando engañar a Jin para que les cocine songpyeon durante su celebración del chuseok. Taehyung intenta cruzar su meñique con el de Jin para hacerlo jurar, pero Jin reacciona exageradamente (como es usual en él cuando está bromeando) y retira su mano rápidamente mientras les grita que se dejen de inventar cosas. Tae inmediatamente se vuelve a cruzar de manos y solo emite un par de palabras más en lo que queda del live.
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He de decir que, a pesar de mi corto viaje como fan de BTS he notado que, aunque a Jin no se le dificulta hacer skinships en general, las personas con las que más lo hace son Jungkook, Jimin y Taehyung, siendo más notorios los momentos Jinkook por la cantidad de veces que suceden y los más difíciles de captar los Taejin porque siempre aparecen en contenido de detrás de cámaras o en segundo plano. Me parece gracioso cómo antes pensaba que Jin y Taehyung tenían muy pocos momentos y que se llevaban mal y ahora pienso todo lo contrario porque, si bien es cierto que no son taaaaaan frecuentes, hay momentos muy obvios, solo hay que saber buscar y permanecer atentos. Tal vez más adelante haga un post analizando las interacciones de todos los miembros y lo que hace realmente diferente a Taejin.
La razón por la que decidí crearme este blog fue justamente porque quería compartir lo del Making of House of ARMY con otras personas que también hablaran en español. De verdad espero que haya quedado claro aquello que sin duda alguna pasó, las teorías que han surgido, mis conclusiones y mis especulaciones. Para cerrar les dejo el post de una Taejinnie que admiro muchísimo y quien es mi mayor fuente de inspiración y contenido porque me parece muy objetiva y respetuosa al momento de hacer sus análisis, ella tiene su pequeña teoría sobre por qué Jin recibió este tipo de papeles en el skit y también tiene su propia opinión sobre el susurro y otras cosas. Está en inglés, espero que les guste https://purple-ktj.tumblr.com/post/620282911632048128/house-of-army
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horosebi · 5 years
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⊰ Fear ⊱
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❥ entregar tu corazón era parte de tus pesadillas, hasta que él aparece con las ganas más puras de tenerte.
「pareja」 ⇢ jimin ⇿ lectora
「género」 ⇢  fluff, poco de angst
「words」 ⇢ 1,1k
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Como toda estudiante universitaria en temporada de finales, tu fin de semana se resumía en estar rodeada de libros intentando retener todo lo posible y no dejar alguna clase, aislándote de todo aquello que pudiera distraer tu mente.
Te exaltaste cuando la música se detuvo y un tono que conocías demasiado bien sonó por tus audífonos. Contestaste con una sonrisa bastante genuina al corroborar de quien se trataba.
“¿Quieres ir a una cita hoy?”
“No,” su risa resonó por toda la habitación y fue tan gratificante como cuando veías la miel caer por tus deliciosos waffles.
“No puedo creer que me estés rechazando de nuevo, estas hiriendo mi orgullo,” dijo con un tono burlesco, “¿qué te tiene tan ocupada, hermosa?”
“La próxima semana son los finales,” formulaste con irritación haciéndolo sonreír.
“¿Puedo ir a tu casa?, necesitamos hablar de algo.”
Formulaste una respuesta afirmativa con un nudo en tu estómago para poco después despedirse, esa última petición era algo traumatizante en estos días. Era la típica frase que se utilizaba para terminar una relación, pero tú y Jimin no tenían una, no oficialmente, y eso en mayor parte era tu culpa.
Solían tener citas en su tiempo libre, te llamaba a las tantas de la madrugada porque te extrañaba y los besos y muestras de afecto no faltaban, pero había muchos factores que te aterrorizaban.
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Escuchaste claramente cómo ingresaba la contraseña y cambiaba sus zapatos, porque sí, técnicamente tu casa era la suya.
Arrastró sus pies hasta llegar a tu lado y echarse boca abajo, sosteniendo su cabeza en sus dos manos mientras apoyaba sus codos en el piso, sin parar de observarte en todo el trayecto.
Hiciste tu mayor esfuerzo para seguir “concentrada” en tus apuntes, pero al cabo de unos minutos que Jimin no pudo obtener tu atención, presenciaste el berrinche más tierno de la vida.
Gimoteaba como un bebé, puchereaba y cerraba sus ojos fingiendo llorar, definitivamente si dejabas ir a ese hombre eras totalmente idiota.
“De acuerdo, hablemos,” te rendiste.
Felizmente, se reincorporó sacudiendo sus ropas y tomó tu mano para acurrucarse en el sofá, listo para una larga sesión de abrazos, besos y caricias. Porque según te había comentado, eso le daba la energía suficiente y sobrante para enfrentar las arduas prácticas, tonto pero tierno.
Cuando estuvieron lo suficientemente pegados y Jimin satisfecho, lo sentiste suspirar y dejar un suave beso en tu cuello, fue ahí cuando tu corazón se volvió loco. No por su repentina acción, sino por lo que se venía.
Era todo, él terminaría todo lo que tienen y volverías a ser la patética sin gracia, amargada y sin voluntad propia para enfrentar sus inseguridades.
“¿Por qué estás tan nerviosa?, puedo sentir tu corazón taladrando tu pecho, nena.”
Maldita cercanía.
Buscaste palabras y trataste de responderle, pero simplemente guardaste silencio a como siempre hacías últimamente.
“¿Sabes de lo que quiero hablar?,” preguntó con dulzura, pensaste que estaba siendo suave para que no quedaras tan dolida cuando suelte las palabras dolorosas.
“¿Pa-para terminar conmigo?,” susurraste evadiendo su mirada, y lo siguiente que hizo desmoronó tu corazón por lo hermoso que era.
Llenó cada rincón de tu rostro con suaves besos, deteniéndose mucho tiempo en tu frente, para bajar hasta la punta de tu nariz y devorar tus labios con fervor, sin vergüenza pero cuidadoso.
“No, mi amor, no,” juntó sus frentes aun sin abrir sus ojitos, dejándote observarlo un poco más, “¿no notas lo tonto que me tienes?”
“Si me llamas para ir juntos al infierno, no pasaran ni dos segundos cuando ya me tengas a tu lado, incluso hoy he mentido para faltar a las practicas diciendo que me dolía el estómago,” jadeó bajando sus brazos para volver a tomar tu cintura y pegarte más a él, “y lo ridículo es que todos saben que venía a verte porque te extrañaba demasiado, y si al menos no te tengo una vez a la semana no lo haré bien, ¿crees que sería tan estúpido como para dejarte ir así nada más?, podría esperarte hasta el final de mis días si así gustas.”
Escondiste tu rostro en su pecho avergonzada, porque todo aquello te había tomado con la guardia baja.
“Estaba aquí para preguntarte si estás lista, no creo poder soportar esconderte más, quiero hacer las cosas bien sin importarme lo que pueda perder, no quiero que después todo salga a la luz por algún rumor y termine decepcionando a ARMY, ellos son tan importantes como para querer compartirles este pedacito de mi vida.”
“Jimin, yo lo sé,” respondiste agobiada, “pero tengo miedo. Tengo miedo de que no funcione y terminen odiándote por estar conmigo, que todo lo que les ha costado años se vaya abajo por alguien tan patético como yo, simplemente no podría vivir con ello en mi conciencia. No me importaría recibir todo el odio del mundo si la recompensa es tenerte a mi lado, pero que te insulten sería demasiado para mí.”
“No tienes que preocuparte por eso, no puedo decir que voy a protegerte de absolutamente todo porque es imposible, pero haré mi mejor esfuerzo. Como figura pública estoy acostumbrado a recibir cualquier tipo de comentarios, sólo es cuestión de que se acostumbren a ti y verás que con el tiempo lo irán obviando. He hablado con los managers y hasta Bang Pdnim lo ha aprobado, nena, ya es hora.”
“Está bien,” murmuraste.
No es algo que te haya convencido en ese instante, lo llevabas en tu mente desde la primera vez que te lo propuso, solías pasarte noches en vela analizando los pros y los contras de hacerlo.
A parte del odio y demás cosas, podrían salir a citas y no quedarse solo en casa, salir a caminar sin tener que pretender ser desconocidos, y es que ni tu familia lo conocía porque algunas de tus primas eran fans, y para rematar Jimin era el bias de una.
Te brindó la sonrisa más brillante que tenía antes de asfixiarte en sus brazos y besar tus labios de manera suave.
“Te quiero demasiado, bonita.”
“Te quiero mucho más, mochi,” le dijiste completamente enamorada, sabiendo que estaba a tu lado, que estaba dispuesto a atravesar todo contigo y que no se rendiría.
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daechvita · 4 years
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ahn sanryul  –  20/05/1998 – 22 años – tauro – experimento #007 / mesero en un restaurante 24/7 – fc: park jimin
❛      ♡      HISTORIA 。
Nacido en una familia disfuncional, su padre era adicto al juego y le debía dinero al crimen organizado a quienes tanto él, como su madre, solían comprarle drogas para consumir. Sanryul, en palabras de ambos, siempre fue un error que no debieron cometer y del cual siempre iban a arrepentirse. Obviamente, nunca se sintió a salvo y bienvenido en ese lugar que supuestamente debía llamar hogar.
Sanryul fue muy independiente desde que tenía memoria, puesto que la clase de familia que tenía le obligó a hacerse cargo de sí mismo. Una de sus vecinas, una mujer mayor, fue quien más velaba por él al darle algo de comer, al invitarlo a su casa a ver televisión o simplemente a que le ayudase con el jardín. Sanryul se imaginó, que así es como debería sentirse tener una madre.
Era un niño dulce y gentil, cosa por la cual los niños solían aprovecharse de él en las calles, incluso si él no lo notaba como tal y siempre terminaba siguiéndolos como un perrito deseoso de atención y sentir que pertenecía.
Su vida dio un giro de 360 grados cuando en una de las peleas de sus padres y cuando la ira completa del hombre se dirigió a él en un intento de también lastimarlo, Sanryul entró en un estado de pánico completo, gritando y pataleando junto con la estática de la televisión y la radio sonando de fondo, hasta que todo se volvió oscuridad alrededor de él. Toda luz del hogar, al igual que de la cuadra completa se había cortado y su padre, había volado un par de metros al recibir una descarga eléctrica proveniente de él. Tenía solo 5 años cuando descubrió que era un niño diferente a los demás.
Vivió en aquel infierno un año más donde los golpes y los abusos verbales solo incrementaron al ser llamado un “fenómeno”, hasta que al cumplir 6 años ingresó a la escuela. Estaba emocionado y encantado con la idea de pasar tiempo lejos de casa y claro, convivir con otros niños de su edad. Sin embargo, poco duró su gusto puesto que en un par de días llegaron varias camionetas del gobierno hasta su hogar, con la excusa de abuso infantil para sacarlo del lugar. En realidad, había sido “The Ingram” quienes le rastrearon desde el primer encuentro con su poder, buscándolo para experimentar con él y poder formar un arma completa de su persona, un super soldado para la guerra.
Fue despojado del nombre que recibió por nacimiento, tomando el de EXPERIMENTO #007, siendo sometido a experimentaciones que quebraban su cuerpo y su psique, lastimándolo y torturándolo por horas para saber hasta dónde llegaría su poder. Usando el collar para someterlo y mantener las fuertes ráfagas de poder bajo control, Sanryul pasaba horas y horas en cuartos oscurecidos y de madera aislada, de vidrio o plástico resistente; todos ellos aislantes de electricidad. Solían esposarlo y vendarle las manos, puesto que eran los principales conductores de su poder.
Sanryul tiene la capacidad de controlar absolutamente todo lo que sea conductor de electricidad desde cables hasta generar chispas de electricidad con el aire correcto como si fuese una tormenta. Los investigadores explicaron que su capacidad más letal y potente, era cuando su cerebro se apagaba de todo tipo de emociones y entraba en un estado de blancura completa, además de separar la energía de “ying” y “yang” dentro de él y al momento de hacerlas chocar, generar electricidad y canalizarla por medio de sus manos.
Puede cambiar también el clima si su poder comienza a salirse de las manos, creando oscuras tormentas que se iluminan solo con el choque de nubes, creando rayos y truenos en el proceso.
Sus ojos se vuelven completamente blancos cuando está en el estado más letal, sin embargo, Sanryul siempre fue una persona que no sabía monitorear sus emociones y sentimientos, dándoles problemas a los científicos para que él pueda convertirse en una fuente de energía y no tener que tomarla del ambiente. Sanryul podría perder el control de sí mismo si sacaba su potencial al ciento por ciento, por ende, desde el inicio le habían asignado un compañero no solo que sirviera como inhibidor si se ponía violento, sino como un potenciador para ambos poderes. Fue cuando conoció a Dante.
Dante era un niño dos años mayor a él, que tenía un par de meses dentro de “The Ingram”. Los científicos les colocaron en la misma habitación y comúnmente les hacían convivir mucho más que con otros experimentos, con la finalidad de generar un lazo poderoso entre los dos como una futura dupla de trabajo como armas completas. Recibieron el efecto deseado cuando Sanryul y Dante se volvieron inseparables y conforme crecieron aquella relación de camaradería y compinches cambió a un sentimiento más fuerte que ninguno de los dos realmente sabía cómo definir, más allá de compartir abrazos y besos inocentes, de sobrellevar las torturas a las cuales eran sometidos día con día. Los dos habían encontrado un alma gemela, una que les ayudaba a sobrellevar todo aquello.
Luego de años y años de experimentación y a estar a tan solo un año de poder convertirse del todo en un arma completa, es que la conmoción atacó “The Ingram”. Al parecer un par de experimentos decidieron revelarse y con ello, toda la seguridad y personal se enfocó en la huida. Gracias a eso, Sanryul y Dante decidieron aprovecharse de la situación y escapar juntos, queriendo hacer realidad uno de sus muchos sueños: el ver la luz del día una vez más. Todo iba de acuerdo al plan, al menos hasta que fueron acorralados y Dante decidió sacrificarse para permitir que Sanryul saliera de ahí con vida. Con enormes gritos de desesperación y lágrimas en los ojos y corriendo las mejillas, Sanryul se negaba a dejarlo sabiendo lo que le esperaría. De cierta forma fue arrastrado lejos de Dante, corriendo por su vida una vez estuvo lejos del establecimiento.
Nakyum y él corrieron por largos prados y se escondieron juntos luego de aquella fatídica noche. Sanryul lloraba todo el tiempo y su corazón se rompía cada que pensaba en Dante. Nakyum le ayudó no solo a esconderse bien, sino a mantenerse alimentado e hidratado, sosteniéndolo todo el tiempo cuando se derrumbaba y le repetía que debía ser fuerte, que debía vivir por Dante. Se volvió una de las personas más importantes en su vida, y al único al que le mostraba ciega confianza.
Luego de algunos meses de mantenerse escondido y solo en contacto con Nakyum, es que decide seguir con su vida. Encontrando un alquiler barato pero pequeño, en las afueras de la gran ciudad. También consiguió un trabajo de mesero en un restaurante de carretera, donde suelen pasar solo viajeros y comer algo muy tarde por la madrugada, teniendo poca clientela durante el día y eso le hace pasar desapercibido.
Prefiere mantenerse cerca del bosque, donde la madera le ayuda a mantener en control absoluto su poder y no conducirlo. Sin embargo, y como método de defensa, suele usar muchos anillos de plata en los dedos que sirven como potenciadores si es que alguna vez alguien deseara lastimarlo y atacarlo.
Luego de un año y algunos meses de su escape, es que aquella vida volvió a él de la peor de las maneras, como un muerto que salía de su tumba. Dante había venido a buscarlo, enmarañando su cabeza con palabras gentiles y frases que incitaban a creer que “The Ingram” iba a tratarlo bien de ahora en más si volvía con aquel hombre, Sanryul no creyó nada de esas palabras y la sospecha detonó lo que había visto en ese par de ojos sin brillo: el poder de un arma completa. El amor de su vida, quien alguna vez se sacrificó para que el huyera, ahora arremetía contra él con todo su poder y aunque Sanryul intentaba razonar, muchas piezas parecían perdidas en la memoria del otro. Aquella pelea duró largos minutos donde Sanryul logró atestar un buen golpe con su poder logrando detener a Dante de que le arrastrara de nuevo al laboratorio. Luego de eso, huyó.
Sanryul habló con Nakyum acerca de ese encuentro y le aconsejó comenzar a huir una vez más, que se pusiera a salvo y que no lo buscase más puesto que Dante iba a buscarlo a él. Varias semanas duró de esa forma, con el semblante bajo y escondido como una rata hasta que Dante volvió a dar con él, esta vez con menos suerte fue arrastrado de regreso a las instalaciones de aquellos laboratorios, perdiendo su identidad y siendo el EXPERIMENTO #007 de nueva cuenta.
La idea es devolverlo al programa para convertirlo en un arma completa, pero el tiempo en libertad no solo había logrado que canalizara mejor su poder y aprendiera de sí mismo, sino que su mente ya no era tan débil como para romperla. Por ende, es sometido a fuertes experimentos y prácticamente torturas, largas horas de aislamiento cuando ha intentado escapar o atacar a sus “cuidadores”. Recibe un trato más rudo y tiene siempre Dante cerca, como un perro guardián que le someterá apenas tenga cualquier tipo de idea. Sanryul no ha dejado de quererlo de la misma forma que antes, aunque este no muestre ningún tipo de aprecio por su persona incluso demostrando odio y resentimiento.
❛      ♡      PERSONALIDAD 。
Sanryul es una persona tranquila, pacífica y que prefiere pasar desapercibido. Siempre mantiene un perfil bajo y prefiere escuchar antes de opinar, manteniendo muchos de sus pensamientos embotellados. Es muy dedicado y trabajador, como también decidido cuando tiene que hacer algo, lo hará. Le gusta la rutina y lo que suele traer con ella, por lo que cuando estuvo libre le gustaba pasar tiempo en naturaleza y silencio, acompañado solo de sí mismo. Tiene un gran sentido de la justicia y aunque prefiera no meterse en problemas, no dudará en atacar a alguien que esté lastimado a uno de los suyos o a alguien más débil. Aun es un chico gentil y que le gusta ayudar, introvertido y que prefiere por mucho pasar una tarde entera leyendo a el contacto social. No se rinde a las dificultades, buscará la forma de salir adelante, ante todo.
A pesar de su temple tranquilo, Sanryul tiene un descontrol emocional y sentimental que le hace entrar en ataques de pánico y ansiedad muy fuertes. No tiene control de sus nervios, perdiendo los mismos rápidamente. Muchas veces son en histeria, otras, en violencia desenfrenada. Se ciega y termina por atacar a quien sea, no solo físicamente, sino con palabras duras que lastiman más que los golpes. Puede ser argumentativo y muy terco, es difícil que le hagan cambiar de opinión. Tiene muy mal genio luego de un ataque de histeria, siendo preferible aislarse.
❛      ♡      DATOS EXTRAS  。
Sufre fuertes migrañas que le tumban hasta ser medicado, todo es culpa de su poder que gracias a su histeria suele no centrarse ni canalizarse, sino que es un disturbio de poder por todo el cuerpo.
Tiene muchas cicatrices en el cuerpo, especialmente la espalda donde su padre solía golpearlo con cualquier cosa que tuviese a la mano. Tiene una quemadura en el brazo, es más reciente, de su primera pelea con Dante. Está un tanto acomplejado con su cuerpo por eso mismo.
Solía rescatar animales, curarlo y dejarlos libres. Nunca enjaularía a nadie como lo han enjaulado a él.
Es un gran cocinero, encontrando especial placer en la labor. Disfrutaba mucho también su trabajo como mesero, conociendo personas, escuchando sus historias y viajando por medio de la imaginación.
Se muerde las uñas, incluso hasta sangrar. Ni hablar de los labios, siempre tiene un desastre.
Luego de un ataque de histeria potente o de usar su poder y perder el conocimiento, suele parecer más un cascaron vacío cuando despierta. Tarda entre 3 o 4 horas en volver en si totalmente.
Encontró especial afecto en dibujar y en pintar, también en tomar fotografías con el teléfono celular que usaba. Solo tiene acceso a un par de hojas de papel y un lápiz si se porta “acorde” en el laboratorio.
A pesar de que Dante lo odia, los sentimientos que tenía por él siguen siendo los mismos y muy fuertes. Cada que este le rechaza o es el perpetrador de varios de los rituales para tranquilizarlo o sedarlo, su corazón se rompe un poco más.
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aricastmblr · 10 months
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liics · 5 years
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                                                  lia’s headcanons @stardustact​ 
capítulo uno.  claro que hubo quejas durante el primer episodio, la segunda menor de phoenix no paró de hacer pucheros y quejarse ( detrás de cámaras ) con jangmi unnie sobre su mala suerte al tener que dormir en carpas. ashes ha aprendido mentiante actividades y fansigns sobre la competividad de seoyin, por ello, no será sorpresa verla durante la competencia del día, puchero marcado en labios ante segundo lugar y una interminable queja al tener que lavar los trastes durante la cena. en el juego de frypan hubo bastantes risas, luchó un poco con la coordinación pero para el punto de la noche aquello ya no tuvo tanta importancia. 
capítulo dos. detesta despertar temprano, por ello, cuando la alarma suena estruendosamente puede versele correr algo desorientada y aún adormilada, aferrándose al brazo de jimin y pidiéndole entre pucheros regresar la carpa. durante el juego se le vio decidida, alentando a jangmi mientras mayor tiene venda en ojos. varias cámaras alcanzaron a grabar un “ unnie, si perdemos te haré dormir en el suelo cuando regresemos a casa. ¡ tú puedes hacerlo ! ¡ vamos, vamos, vamos ! ” durante el juego del silencio inna era quien debía gesticular la primer palabra mientras seoyin tenía los auriculares puestos. completo desastre cuando mayor comienza e incluso utiliza señales para ayudar a la más joven, provocando que lia termine por imitarla, en medio de frustración inna eleva más la voz provocando que ésta entienda con mayor claridad. celebran un poco repitiendo la palabra al unísono y moviendo sus manos. cuando llega el turno se lia es a miuna quien debe adivinar / entender la misma palabra. demasiada frustración por parte de las dos, al final miuna entiende una palabra completamente distinta pero no podían perder más tiempo. 
capítulo tres: fue en este capítulo donde nuestra querida jimin fue atacada por una gallina. seoyin en vez de brindarle ayuda a su unnie, hizo uso de su celular para grabar tal espectáculo. prometió borrar contenido multimedia, pero sabe que en cuanto regresen a dormitorio enviará éste al grupo de kakao que tienen las integrantes de phoenix. durante el juego anima a sus unnies y ante derrota hay pucheros infinitos en facciones. de brazos cruzados y negándose a cumplir con el reto, pero termina cediendo por petición de la mayor de phoenix. 
capítulo cuatro: durante su visita al pueblo se dedica a tomar fotografías, principalmente de perritos callejeros que ahora han llenado gran parte de su carrete. logra entrar a una tienda y con ayuda de algunos jóvenes clientes comienzan a cantar el coro de im so sick. no fue difícil dar con woobin durante el juego del zombie, haciendo uso de pasos escurridisos y la altura del trainee jugando en contra.  
capítulo cinco: convenció a saebom de hacer un pequeño picnick cerca del lago. robó un par de comida y  bebidas para pasar el rato. tomaron fotografías, compartieron audífonos para escuchar una de sus playlist favoritas y simplemente pasaron el rato. 
capítulo seis: se enfocó en ver la película, inmersa en trama ( y aunque no lo acepte ) ha sido víctima de escenas estruendosas y capaz de provocarle un susto a más de uno. durante una escena en particular ( la más horrible de todas, según idol ) es que tomó la mano de taeoh, un reflejo según ella a lo que esa noche le dificultó irse a dormir de inmediato. 
capítulo siete: en actividad con trainee asignado decidió tomar prestada una guitarra a los del staff, dedicándose a pasar más tiempo con el trainee en lo que parece ser en cámara una sesión acústica donde varios temas de phoenix y otras agrupaciones fueron entonados por el par. agradeció la experiencia y le deseo mucha suerte a woobin en sus actividades como trainee. 
capítulo ocho: durante la fogata, se le ve muy cerca de venus y sohee, entre risas aplaude a las presentaciones de compañeros e incluso decide tomar algunos videos para el recuerdo. no puede evitar ponerse sentimental al recordar el aniversario de su debut, memorias inundándola y provocando que corra a sugerir un abrazo grupal entre compañeras. 
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