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#facultad de ciencias sociales
renajuvperu · 1 year
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sudaca-swag · 2 years
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i think if the secret history ever got a movie it should be set in latin america, i think it would be hilarious to see five rich snobs and a class traitor boot licker go through public university while trying to be aesthetic about it, sitting in the cold hard floor of the classroom, having to endure nude edgy performances of students spitting on teachers, faculty ocupations and strikes, somebody from the student union punches bunny on the second day for taking down a communist poster
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deefeeme · 2 months
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Prácticas supervisadas para estudiantes de Turismo: Puente entre la teoría y la realidad
Prácticas supervisadas para estudiantes de Turismo: Puente entre la teoría y la realidad El Tren Solar de la Quebrada y la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales firman acuerdo para prácticas supervisadas en turismo, promoviendo la formación profesional in situ.
El Tren Solar de la Quebrada y la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales firman acuerdo para prácticas supervisadas en turismo, promoviendo la formación profesional in situ. El Tren Solar de la Quebrada y la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) han firmado un acuerdo trascendental que permitirá a los estudiantes de la carrera de Turismo…
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jujuygrafico · 2 months
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Prácticas supervisadas para estudiantes de Turismo: Puente entre la teoría y la realidad
Prácticas supervisadas para estudiantes de Turismo: Puente entre la teoría y la realidad El Tren Solar de la Quebrada y la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales firman acuerdo para prácticas supervisadas en turismo, promoviendo la formación profesional in situ.
El Tren Solar de la Quebrada y la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales firman acuerdo para prácticas supervisadas en turismo, promoviendo la formación profesional in situ. El Tren Solar de la Quebrada y la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) han firmado un acuerdo trascendental que permitirá a los estudiantes de la carrera de Turismo…
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tjeromebaker · 3 months
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Reseña | Reivindicación y Reconocimiento: Relatos de Resiliencia Femenina en la Historia Chilena | Mujeres En La Historia de Chile
La historia de Chile contada a través de sus más eminentes mujeres ¿A cuántas mujeres de la conquista o del Chile colonial conocemos? ¿Quiénes fueron Janequeo, Catalina de Erauso y Úrsula Suárez? ¿Por qué todavía resuenan los nombres de Teresa Flores, Ernestina Pérez, Inés Echeverría y Teresa Wilms Montt? ¿Por qué fue tan importante para las mujeres de la mitad del siglo xix el “decreto…
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cristinabcn · 10 months
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"Impactos sociales del cambio climático"
“Social impacts of climate change” Cristina García Fernández “Impactos sociales del cambio climático” es un libro publicado recientemente por la Profesora de Economía en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Cristina García Fernández, profesora del Departamento de Economía Aplicada, Pública y Política de la Facultad de Ciencias Políticas y…
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elcorreografico · 1 year
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7 al 9 de julio será en Berisso la XX Fiesta del Vino de la Costa
7 al 9 de julio será en Berisso la XX Fiesta del Vino de la Costa
La Municipalidad de Berisso informó que desde el viernes 7 al domingo 9 de julio se llevará a cabo la XX edición de la Fiesta del Vino de la Costa. La actividad es organizada de manera conjunta desde la Secretaría de Producción Municipal, la Cooperativa de la Costa de Berisso y las facultades de la UNLP, de Ciencias Agrarias y Forestales, Ciencias Exactas y Trabajo Social. La muestra se…
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oct31m · 3 days
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2024 ⸻  agosto a dejado londres, y con este, recuerdos de apenas un año atrás con otras cuatro caras que puede o no, cruces ahora en la universidad. empieza setiembre y respiras alivio, mirando adelante. sabes que solo debes preocuparte por el itinerario que el comité de graduación ha dejado entre la correspondencia y empieza hoy. tomarse las medidas para la indumentaria por usar, uno especial para cada facultad. sin embargo, la correspondencia de uno entre los cinco venía con una carta adicional. una sin remitente que pudiste haber ignorado al inicio, pero eso hubiera sido buena suerte. es 2 de setiembre, y debes dirigirte a uno de los salones mas grandes de la universidad, de la facultad de ciencias sociales y humanidades. alli se encuentran los estudiantes para probarse la toga y hacer los ultimos retoques necesarios individualmente bajo la firma de sastrería contratada . ¿momento ideal para reencuentros?
𝗙𝗨𝗡𝗖𝗜𝗢𝗡𝗔𝗠𝗜𝗘𝗡𝗧𝗢 :
¡bienvenides al primer evento del verse! , este y la mayoría de los siguientes eventos seguirá una dinámica establecida que hallarán a continuación.
por el poder del guión, o coincidencia, los cinco esqueletos asisten en el mismo rango de tiempo al salon: luego del almuerzo hasta las 6pm ( horario límite del salón )
la dinámica en el dash será el siguiente para cada grupo :
( 1 ) thread grupal , empieza esqueleto A5. ( 2 ) privados por personaje, máx. deben iniciar antes del thread grupal y en cualquier lugar de la universidad. ( 2 ) flashbacks por personaje, máx. situado en cualquier momento y lugar deseado . todo mientras los personajes no tengan menos de 21 años.
con los privados y los flashbacks, significa que cada personaje puede abrir 2 threads de cada tipo. la cantidad de threads por personaje es indiferente. solo esperamos que le den prioridad al thread grupal, ¡por favor!
el esqueleto 5 recibió la primera decisión antes del evento, por ende decide con quien iniciará el thread grupal luego de su encuentro con pnj 001. no es necesario que todos hablen al mismo tiempo, ni que se queden en el mismo lugar, pero si que compartan al menos un intercambio con cada esqueleto de su grupo en el thread.
el tiempo en rol será solo el 2 de setiembre, tanto para el thread grupal como los privados. en flashbacks, ya está descrito mas arriba. el tiempo fuera de rol será desde el día de hoy ( lunes 23 de setiembre ), hasta el lunes 7 de octubre.
recuerden etiquetar y hacer uso del readmore ante cualquier tema sensible. les animamos a dejar sus detonantes en el hilo de muns en discord para que sea accesible a todes.
les dejamos un par de apartados por aqui: el directorio , y los personajes no jugables y los detonantes , que pueden ser de ayuda.
ante cualquier duda , sugerencia , etc . estamos a un mensaje de distancia . ¡esperamos se diviertan!
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notasfilosoficas · 1 year
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"Tres cosas ayudan a sobrellevar las dificultades: La esperanza, el sueño y la risa"
Immanuel Kant
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Immanuel Kant fue un filósofo científico alemán de la ilustración, época de profundos cambios en lo social y político y también en lo relativo al conocimiento y la razón. 
Nació en Könisberg Prusia en abril de 1724, y es considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal.
Pasó toda su vida en Könisberg sin viajar jamás más allá de 150 kilómetros. Su padre era un artesano alemán y su madre hija de un fabricante de sillas de montar. Era el cuarto de nueve hermanos de los cuales solo 5 llegaron más allá de la adolescencia.
En 1740, a la edad de 16 años se matriculó en la Universidad de Könisberg y estudió filosofía. Sin embargo la muerte de su padre interrumpió sus estudios y se convirtió en profesor de lógica y metafísica.
Kant publicó múltiples obras y llegó a ser profesor universitario en 1755, en donde el tema de sus lecciones era la metafísica y a la edad de 46 años ya era considerado un gran erudito y filósofo influyente.
En la filosofía de Kant se distingue un primer periodo caracterizado por el apego a la física racionalista de Wolff y a la física clásica de Newton, pero no fue hasta 1770 que Kant reconoció en el filosofo escocés David Hume lo que Kant llamaría el despertar de un sueño dogmático, y no publicaría nada más hasta 11 años después, aislándose completamente de amigos y reuniones. 
Cuando Kant salió de su aislamiento en 1781, dió a conocer una de las obras más importantes de la historia de la filosofía “la crítica de la razón pura”, libro poco entendido pues se trataba de una obra de más de 800 páginas escrito en un estilo seco y académico. 
Decepcionado con la aceptación de esta obra, reconoció la necesidad de clarificarla y escribió una segunda edición en 1787 revisando en profundidad las primeras partes del libro.
En la critica de la razón pura, Kant trata de fundamentar el conocimiento humano y fijar así mismo sus límites. Declara que el conocimiento humano es limitado, por el hecho de que esta requiere de los fenómenos para tener conocimiento.
Kant argumenta que todo conocimiento requiere la concurrencia de dos facultades radicalmente heterogéneas de la mente: la sensibilidad y el entendimiento. En el primero, los objetos nos son dados gracias a los sentidos y a la concepción espacio tiempo, que está inherente en nuestra percepción, y por otra parte, el entendimiento, la cual son conocimientos pensados y no necesariamente experimentados. 
En el caso de los objetos denominados “metafisicos”, como Dios, el alma, el mundo, tal función del entendimiento deriva sin mucho sentido y cae en las llamadas antinomias o conflictos de la razón, en donde puede demostrarse como verdadera una posición como la contraria. Con lo anterior, se establece el llamado “problema crítico” en donde la lógica, las matemáticas y la física se consideran un camino seguro de la ciencia mientras que la metafísica no.
Murió en febrero de 1804 a la edad de 79 años en Könisberg se dice que antes de morir murmuró la palabra “Genug” (suficiente) antes de expirar. 
Algunos años después de su fallecimiento, en 1827, la iglesia católica incluyó su Crítica de la razón pura en el indice de libros prohibidos.
Fuentes Wikipedia, https://www.biografiasyvidas.com/biografia/k/kant.htm
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sheliach · 3 months
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Facultad de derecho y ciencias sociales
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Facultad de derecho y ciencias sociales por Hannah Por Flickr: Universidad de Buenos Aires
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lovelikeinthebooks · 8 months
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Hoy estoy triste.
Estoy triste porque soy un fracaso.
Porque mi idea de salir de la miseria y sacar a mi familia de la pobreza se está convirtiendo en un sueño mas que una posibilidad. Porque antes me costaba, incluso cuando no tenia otras obligaciones más que la facultad y el viaje largo era mi único contratiempo. Ahora no solo el tiempo que requiere ese viaje, sino tambien la plata que cuesta es algo que no tengo para nada de sobra.
Por un lado, voy a tener (mucho) menos tiempo para dedicar a la facultad porque estoy siendo responsable de un ser humano que no elegí tener y mucho menos estoy de acuerdo de dónde salió, que aunque sé que ella no tiene la culpa de su origen, sigue dandome rechazo. No ella, sino su origen: mi mamá y esa basura. Nunca le creí cuando me dijo que fue con un hombre random que conoció bailando salsa y que casualmente se desligó de la responsabilidad porque "estaba casado y no confiaba en ella". Yo sé que fue con esa escoria. Y pensarlo me trae todos los recuerdos de ese tiempo oscuro que quiero dejar atras.
Por otro lado, la plata es algo que no tuve ni tengo de sobra. Esa era una de las motivaciones para elegir la carrera que elegí y, erroneamente, la universidad que elegí (a kilómetros y kilómetros, horas y horas de distancia). En el pasado, vivimos como pudimos con lo que conseguimos y con la situación politica actual (que parece estar empecinada en desaparecer todas las facilidades brindadas a la gente en mi situación, que intenta salir de su mala posición) parece que ese va a ser mi futuro también.
Y no sé de qué forma ayudar. Me siento cada vez mas inútil porque no se me ocurre nada para aportar económicamente; ya que pensar en un futuro mejor estudiando una carrera está quedando fuera de la ecuación, tampoco tengo disponible el tiempo necesario para un trabajo normal de 8hs diarías mínimo, ni la fuerza y conocimientos necesarios para hacer changas de construcción o jardinería.
Cada vez me siento mas desesperada y solo encuentro trabas en cualquier cosa que me plantee.
También es mi culpa obviamente. A esta altura tendría que estar recibida si hubiera seguido un plan fijo. Pero desperdicié mi tiempo y plata ganada de las formas mas patéticas. Intento justificarme diciendo que era mi forma de escape (los libros, las historias ficticias me hicieron vivir imaginariamente miles de vidas mejores que la mía) y tanto me hacía bien al corazón que se terminó convirtiendo en adicción. Terminé gastando la única plata que tenia disponible durante toda mi adolescencia y juventud en libros y en viajes a otra parte de la provincia para construir el camino de ascenso social. En vez de gastarlos (mi tiempo y dinero) en algo que en el futuro me rentaría más, como enamorar a un millonario o comprar dólares.
Es más no quería gastar en eso último (lo primero es imposible con mi forma de ser y mi apariencia física) porque sentía que traicionaba a mi país, a mi patria y a los argentinos. Y, al final, ellos fueron los que me soltaron la mano. Votando a personas que hablan de la gente como yo: pobre, con menos opciones y, por lo tanto, recibiendo ayudas del Estado diciendonos planeros, vagos, chorros; gente de ciencia (en mi caso, aspirando a ser) tratada como no rentable, ñoquis y sacando el apoyo y respeto que tenía el dedicar tu vida al desarrollo de conocimiento; mujer feminista siendo desvalorizada y volviendo a invisibilizar nuestras luchas; gente que cree en la justicia social y en la importancia de la convivencia organizada siendo rebajada a comunista y corrupta. Y muchas otras cosas que no me tocan personalmente o me olvido ahora mismo, pero que destrozaron tanto simbólicamente y que llegó a afectar en la vida real (los maestros y la educación pública, los ancianos y jubilados, la salud pública, los empleados públicos, la gente dedicada al arte, a la historia, etc. Sé que me quedo corta) Todo se redujo a números. A si da ganancia monetaria o no. Se redujo a un partido de futbol en donde hay ganadores y perdedores y como ellos ganaron el balotage (donde era uno u otro) ahora tienen el poder de decisión en todo, asi que nos toca jodernos porque "hubiéramos ganado las elecciones".
Sé que antes había cosas que mejorar, la gente no está disconforme y enojada de la nada (aunque hay gente para todo). Estábamos en una crisis económica con inflación en aumento y no parecía haber mejora en la inseguridad y corrupción. Pero estábamos es eso, manteniendolo a flote, remando para adelante e intendando mejorar poco a poco. Sin embargo, mucha gente se cansó, se bajó y dejó de aportar a la causa colectiva, decidiendo que era mejor destruir todo a seguir construyendo.
Que haya ganado la violencia, el individualismo y la intolerancia me decepciona mucho. Y si hablamos de victorias y derrotas, ya perdimos la batalla cultural. Porque ahora no importa cuánta formación, conocimiento y empatía tengas, si tenés más likes, plata y (sobre todo) si ganaste las elecciones podés manejar la verdad a tu antojo.
Sé que mi visión es limitada y espero estar equivocada con muchas cosas, pero la realidad que veo en el presente y a futuro es catastrófica. Hay incendios intencionales en la Patagonia, comedores, universidades, escuelas y hospitales desfinanciados, ministerios destruidos, gente de cualquier edad que reclama siendo reprimida, lastimada y encarcelada, inflación por encima de cualquier aumento de sueldo en más del 100%, gente que en pocos meses se queda sin vivienda, trabajo y comida, una estigmatización creciente por tener un color de piel no blanco (¡ahora usan la palabra marrón de forma peyorativa!), un genocidio en curso en el mundo, mayor desconexión entre personas habiendo más redes sociales y tecnología de comunicación; y la gente responsable sigue de fiesta sacando provecho de haber ganado poder, eliminando las ayudas y subsidios (que están por algo!), votando leyes que destruyen el avance de décadas y desprotegen a la mayoría de la población (millones de personas y ecosistemas), apoyando a los genocidas, mostrando orgullosa su falta de empatía y razonamiento, creyéndose mejores y con más valor de opinión que gente a la legua más inteligente y experimentada no solo en la vida sino también en asuntos que requieren formación profesional.
No cuento a la gente que no está de fiesta porque votó algo que al final los terminó perjudicando. Estuvieron siempre a la vista las intenciones e intereses de las personas gobernado, tomando decisiones que afectan a miles, pero aún así decidieron ser ciegos.
Me da lastima la gente ciega de verdad (metafóricamente hablando), que votó pensando que el cambio iba por ese lado. Sin ver que ese lado era formando más caos y rompiendo el tejido social a sierrazos.
Estoy que lloro escuchando No llores por mí Argentina.
De nuevo, espero estar equivocada y que mi visión sea muy alejada de la realidad con tal de que yo sola esté viviendo en este mundo cayéndose a pedazos. Y, de nuevo, me siento inútil porque no tengo ni poder ni ideas que puedan ayudar a mejorar algo, aunque sea algo simple.
Soy un conjunto de células existiendo que no lograron nada con su organización sostenida por mas de 25 años.
Volviendo a mi existencia diminuta en mi propio espacio tan pequeño como una cama de una plaza en una habitación 3x3. Debería estar estudiando para liberarme de 1(una) materia de 30(TREINTA) en vez de mover los dedos sobre la pantalla de mi celular para escribir letritas que solo tienen significado para mí, en este momento de mi vida y con esta tristeza dentro del pecho.
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renajuvperu · 1 year
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ENTREVISTA CADENA TV HUANCAYO (JUNIN) - DICTAMEN DEL PL N°970 "LEY GENERAL DE JUVENTUDES"
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arminis · 5 months
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¡Hola! Les comparto una ilustración que hice en honor de algunos de mis personajes favoritos de Toriyama sensei. El nuevo diseño de Pan en la última película de Dragon Ball Súper me gustó mucho, y quise que estuviera acompañada de algunos de los gatos que salen en la serie. ¡Espero les guste!
Ésta ilustración va a participar en una pequeña exposición del Festival Polaka Geek en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y también estará disponible en forma de print.
Pronto les daré más información. ¡Hasta pronto!
https://linktr.ee/arminis
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lanuevafotodelmes · 3 months
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FOTO DEL MES/ JULIO
Solo un instante, un destello de paz y felicidad encubierto en un mar de ruido, caos y desorden en las calles abarrotadas por su incesante actividad.
Máximo Corbalán
Sobre la fotografía elegida escribe Diego Tolosa
Una imagen no vale más que mil palabras. En la elección de la foto del mes, pensé mucho sobre el criterio de elección, ¿cuál debía tomar?, el meramente fotográfico técnico, el documental clásico o el de la fotografía orientada a las artes visuales. Al ver el drive, las fotografías estaban acompañadas por palabras que sus autores eligieron de otres autores o de propia producción, algunas con increíble acierto y simpleza, otras con algo de prejuicio, y otras con frases frías que no representaban. De esta experiencia de elección me gustaría destacar la importancia de escribir sobre lo que hacemos, la idea de un fotógrafo inefable es tentadora y poética, pero en la contemporaneidad, la sola imagen muchas veces queda a medio camino. En la convocatoria de la foto del mes hay una oportunidad (que debería ser más extensa) de apalabrar la fotografía, esa debería ser aprovechada para hablar por fuera del hacer decir cosas que la fotografía no dice, en el común de lectura de la gente. Se vino a mi cabeza el viejo lema publicitario de Paris Match, revista fundada en 1949: «El peso de las palabras, la conmoción de las fotos». El caer en la búsqueda de imágenes más dramáticas o querer darle dramatismo a la misma, impulsa la búsqueda de imágenes y es parte de la "normalidad" de una cultura en la que la conmoción, la fascinación por el horror, por la melancolía, la tristeza, del otre, se ha convertido en la principal fuente de valor y estímulo, no solo del consumo, sino de la realización de discursos visuales. Creo que como autores contemporáneos en tiempos de posfotografía, tenemos la oportunidad de deconstruir el concepto de la vieja tradición documental, sobre cómo se "muestra" una historia, y hacernos cargo de que la fotografía nada tiene de objetiva y con esto, tomar la posta de la enorme posibilidad de crear nuevos mundos.
Sobre nuestro editor del mes
Diego Toloza ,dimato ,nací en 1991 soy tucumano, fotógrafo, artista visual, Técnico Universitario en Fotografía, Docente e investigador Universitario de la UNT, docente en la tecnicatura universitaria en Fotografía y en la Diplomatura de fotografía aplicada, tallerista, investigador bajo el Programa de Formación de Recursos Humanos de la Facultad de Artes de la UNT, Curse por 3 años el Taller C de la licenciatura en artes plásticas Facultad de Artes Dirigido por Marcos Figueroa, Carlota Beltrame, y Angelica Geli González, estudiante avanzado de la carrera de Abogacía en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNT, activista por los derechos humanos y el colectivo LGBTTTIQ+, voluntario en el área de género y derechos humanos de ANDHES. Becario del Fondo nacional de las artes año 2022, Ganador de la Revisión de Portafolio en la Bienal de Fotografía con perspectiva documental de Tucumán 2022, Argentina. Participe de diversas muestras colectivas como artista expositor, también desarrollo actividades como Curador y gestor cultural de eventos culturales y muestras fotográficas, municipales, provinciales, nacionales e internacionales.
@di.ma.to
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jujuygrafico · 2 years
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Carta Compromiso con la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de Jujuy
#Institucionales #Educación | Carta Compromiso con la #FacultaddeHumanidadesyCienciasSociales de #Jujuy
La ministra de Educación, María Teresa Bovi, recibió a académicos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (FHyCS) de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), para la firma de Cartas Compromiso de Aval para el apoyo a dos proyectos presentados por la casa de Altos Estudios, en la convocatoria de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la…
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jgmail · 7 months
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La formación del espíritu capitalista según Werner Sombart
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Por Théo Delestrade 
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
“¡Maldito sea Mammón, cuando con tesoros nos incita a arrojadas empresas, cuando para el placer ocioso nos apareja mullidos almohadones!”
Goethe, Fausto, 1790.
Werner Sombart, junto con su director de tesis Gustav von Schmoller, fue uno de los más importantes representantes de la escuela histórica alemana. Sombart se oponía a la metodología de la economía clásica y trató de promover un enfoque multidisciplinar de la economía basado en el análisis sociológico e histórico. En su libro de 1913, titulado El burgués, Sombart se esforzó por demostrar que el capitalismo era el producto de un nuevo espíritu y no, como sostenía la teoría económica liberal, una asociación de individuos que buscaban únicamente hacer valer sus intereses egoístas dentro de un mercado autorregulado. Sombart trata de demostrar que el homo oeconomicus no ha existido siempre y por eso se proponía comprender su nacimiento y advenimiento. Igualmente, Sombart se oponía a Marx y su materialismo histórico, intentando demostrar que el capitalismo era ante todo un espíritu y un hecho social total. Todo su análisis del capitalismo busca explicar el cambio de mentalidad del hombre precapitalista con respecto del hombre moderno. El planteamiento de Sombart es muy original y bien estructurado, aunque relativamente desconocido al día de hoy. La pregunta a la que trata de responder Sombart es la siguiente: ¿cómo explicar la aparición del espíritu capitalista en el curso de la historia?
Para comprender la importancia histórica de la obra de Sombart debemos ante todo entender las preguntas intelectuales que trataba de responder y comprender el lugar en que se sitúa su obra en la historia de las ideas. Sombart fue un contemporáneo de Karl Marx y llegó a ser considerado como un marxista a lo largo de toda su carrera académica, sin embargo, se esforzó por ir más allá de la obra de Marx. Además, fue un eminente crítico de Marx e incluso Engels reconocía sus capacidades intelectuales, manteniendo una breve correspondencia con él ya que lo consideraba como el único economista alemán que había comprendido El Capital. Una diferencia notable entre estos Marx y Sombart radica en lo que ambos entienden por materialismo e idealismo. Marx era un materialista en el sentido filosófico del término ya que consideraba que los hechos sociales y las ideas de una época estaban determinados por la infraestructura, en la cual se incluyen las relaciones de producción, las condiciones de producción y las fuerzas productivas. Para Marx era la infraestructura, Bau, la que determinaba a la superestructura, Überbau, siendo esta última compuesta por el Estado, las ideas y las representaciones individuales y colectivas, así como la autoconciencia. En cambio, Sombart era un idealista que intenta demostrar que en realidad eran las mentalidades, a pesar de que no se podía negar la influencia de la infraestructura, la que determinaba el desarrollo de las sociedades, siendo esto lo opuesto a lo que pensaba Marx. Es la superestructura la que influye y cambia la infraestructura. Es así como Sombart oponía una especie de “idealismo histórico” al materialismo histórico de Marx. Sombart consideraba que la sociología era una ciencia noológica, es decir, una ciencia que estudiaba el mundo del espíritu y el pensamiento, una expresión que Proudhon tomó de M. Ampère. Sombart justificaba su idealismo diciendo: “ya que las organizaciones son una obra del ser humano, el hombre y el espíritu humano deben preexistir necesariamente a ellas”.
¿Cómo nació el espíritu capitalista?
Sombart retoma la idea del “espíritu”, Geist, que se encuentra en la Fenomenología del Espíritu de Georg Wilhelm Friedrich Hegel, y la adapta para analizar la vida económica como una suma de las facultades y actividades psíquicas que intervienen en ella. El espíritu económico va más allá de las meras normas morales y la ética, ya que incluye, entre otras cosas, la inteligencia, los distintos rasgos del carácter y los juicios de valor. Estos factores espirituales son decisivos para explicar las realidades sociales concretas presentes en un momento dado de la historia: es, pues, a su juicio, el espíritu el que da origen a la vida econ��mica. Posteriormente, Sombart centró su atención en el predominio de ciertos factores espirituales, que no pueden explicar plenamente la vida económica de una época, pero que revelan las tendencias y dinámicas subyacentes de la misma. Es por eso que abordaremos el pensamiento de Sombart y la forma original en que analizó el desarrollo histórico del capitalismo. Este análisis irá acompañado de referencias económicas, históricas y filosóficas; este enfoque global, que era el usado por Sombart, nos permite contemplar a vuelo de pájaro la evolución del capitalismo, término que el inventó y popularizó.
Sombart distingue dos tipos de espíritu: el espíritu empresarial y el espíritu burgués, los cuales confluyen en el espíritu capitalista. El sustrato sobre el que se desarrolla el capitalismo es el espíritu empresarial en sentido amplio (la expedición militar es un ejemplo típico de ello) que durante mucho tiempo no estuvo orientado hacia el beneficio. El capitalismo nació de la combinación de este espíritu empresarial con el espíritu burgués, el cual contiene una multitud de factores a veces difíciles de comprender: prudencia, cálculo, racionalización, etc. Este encuentro dio nacimiento a las empresas, tal y como las entendemos hoy en día, en un sentido puramente económico. Es a partir de este contexto, más que a partir de la clase, que se debe entender a la burguesía como representante de una mentalidad especifica. Gide, citando una frase de Flaubert, decía: “Llamo burgués a cualquiera que tenga pensamientos bajos” (Diario, 1937). Además, Guide se dio cuenta de lo siguiente: “Reconozco al burgués no por su traje ni por su condición social, sino por sus pensamientos. El burgués odia lo gratuito, lo desinteresado. Odia todo lo que ni siquiera puede empezar a comprender”.
La formación del espíritu empresarial
La primera fuente del espíritu capitalista se remonta a la pasión por el oro y los tesoros característica de los pueblos germánicos y celtas. El origen cosmogónico de esta pasión por el oro se encuentra en el canto de la Völuspa en la Edda Poética, que explica que los crímenes y los pecados surgieron de la fusión entre el primitivo reino del agua de los Vanes y el reino de la luz de los Aesir. Esta fusión, provocada por el oro, inicia el proceso de transición del primero al segundo, convirtiéndose en un hecho central de la historia universal. El oro es objeto de toda codicia por lo que es al mismo tiempo el símbolo de la tierra, el fruto de sus cosechas y la riqueza de sus suelos. Encarna el poder y la magnificencia que todos los hombres desean y codician.  Históricamente, esta pasión por el oro evolucionó hacia el amor por el dinero como lo demuestra las quejas de Erasmo, Pecunioe obediunt omnia, o la importancia que se dio en el siglo XIV en Florencia al culto a Mammon, la deidad del Nuevo Testamento que personifica la riqueza y la avaricia. La fuente principal del espíritu capitalista es la combinación de la avaricia con el espíritu empresarial.  Para tener éxito en una empresa el empresario debe poseer cualidades mentales específicas: debe ser un conquistador, un organizador y un negociador. En el Fausto de Goethe, y en particular en su último acto, se describe perfectamente el perfil típico del empresario: someter a la naturaleza y dominar la técnica como expresiones del exceso humano. A partir de ahora, desde que Fausto se ha consagrado a la “Acción”, que sustituye a la “Palabra” bíblica, todo se ha vuelto posible.
Del burgués de “viejo cuño” al hombre económico moderno
Sombart formula una tesis original al situar el nacimiento del capitalismo en las repúblicas mercantiles del norte de Italia durante el 1300 y, más concretamente, en Florencia. El tratado Del governo della famiglia de Leone Battista Alberti, uno de los más grandes humanistas del siglo XIV, es el epítome del espíritu burgués que más tarde defenderían Defoe y Benjamín Franklin.  Alberti alababa la “sancta cosa la masserizia”, el “espíritu santo del orden”, que se refiere a la correcta organización interna de la economía, sobre todo mediante la racionalización de la conducta económica y el espíritu de ahorro. Es precisamente en el desarrollo de este último que el “dominus” se encargó por primera vez de la administración económica.  La importancia creciente de este último en la expansión del capitalismo señala también la transición de una economía basada en el gasto a otra basada en los ingresos. Esto último llevó a Santo Tomás de Aquino a afirmar que el dinero sólo existe para ser gastado: “usus pecuniae est in emissione ipsius” y que, según Alberti, el credo de todo buen burgués era que el gasto no debía superar los ingresos. Sombart muestra que Florencia fue la cuna del cálculo comercial con el Liber Abbaci de Leonardo Pisano en 1202, el cual estableció los principios del cálculo correcto y condujo a la creciente matematización del mundo. En el siglo XIV había seis escuelas de cálculo en Florencia. Esta reducción de todo a la cantidad, es decir, a la sustancia, como el aspecto más crudo de la existencia manifiesta fue analizada brillantemente por René Guénon, cuyo pensamiento, fuertemente influido por el esoterismo, el hinduismo y las doctrinas metafísicas orientales, propone una filosofía de la historia tradicionalista y cíclica (diferente de la Hegel o Spengler). Para Guénon, el ciclo en el que está inmersa actualmente la humanidad es el Kali Yuga: se trata de una edad oscura, la Edad de Hierro de la mitología griega, de la que habla Hesíodo y que se caracteriza por un aumento de la velocidad y una multiplicación de los acontecimientos. En el ciclo histórico en que nos encontramos se da más importancia al carácter cuantitativo sobre el carácter cualitativo, lo que significa la reducción de la esencia a lo sustancial o la materia como lo definan los escolásticos y que para el hombre no es sino pura cantidad. Esta degeneración se manifiesta concretamente (Guénon adopta siempre dos puntos de vista: el punto de vista humano y el punto de vista cosmológico) a través de la moneda. Antes, la moneda estaba revestida de símbolos muy específicos y su función ahora se reduce únicamente a servir de valor de cambio, degradando su valor inherente mediante la inflación. Este giro hacia una época dominada por la cantidad puede apreciarse en la frase de Cornelius Castoriadis que casi podría tomarse por un aforismo: “Lo que cuenta a partir de ahora es lo que se puede contar”.
Un aspecto interesante del método de Sombart es que hace distinciones entre sociedades o pueblos en sus análisis: se da cuenta de que el espíritu capitalista difiere en intensidad de un pueblo a otro, de una época a otra, e incluso da importancia al carácter particular de diferentes comunidades o clases sociales. A diferencia de Marx – que ve los factores materiales como fuerzas que actúan en una dirección única y predeterminada (análisis que convierte al capitalismo en un mal “necesario”) sin importan las diferencias entre las sociedades o pueblos que afecta (internacionalismo) –, Sombart analiza en profundidad las variaciones, apariciones y desapariciones del espíritu capitalista en los distintos países. Por lo que es posible interesarse por Francia, por su especificidad histórica, ya que siempre hemos encontrado allí empresarios de genio. Así lo ilustra el ejemplo de Jacques Cœur, banquero de Carlos VII, que desarrolló sus negocios con un cierto estilo en el siglo XV. De hecho, su leyenda fue retomada por varios empresarios ávidos de aventuras como Rochefort, Boncour, Lesseps... El estilo comercial de Jacques Cœur representaba por sí solo un poder comercial extraordinario del que se decía en su época que era capaz de igualar al de los genoveses, venecianos y catalanes. Acusado de alta traición y falsificación de títulos, Jacques Cœur acabó su vida en prisión, despojado de todos sus bienes y condenado al exilio. Sin embargo, este espíritu típicamente francés se mezclaba a veces con el temor a la falta de espíritu capitalista entre los franceses, que tenían fama de indolentes, preferían quedarse en su zona de confort y no querían trabajar demasiado. Esto se ha manifestado históricamente en el funcionariado francés que se extendió durante el siglo XVI y el manifiesto “desdén por las carreras industriales y comerciales”. 
Sombart observa que con el tiempo se produjo un cambio en la mentalidad burguesa y por eso habla de un paso de lo que llama el “burgués de viejo cuño” (de los comienzos del capitalismo en el siglo XVIII) al hombre económico moderno, homo economicus. El burgués a la antigua era “un empresario capitalista que buscaba el beneficio como objetivo y fundaba empresas como un medio para alcanzarlo”, ya que esto era considerado como una virtud burguesa. Sin embargo, se entiende que el burgués a la antigua se guía ante todo por la consideración del bien y del mal: la riqueza no es un fin en sí mismo, sino un medio para crear y conservar valores en relación con la vida. Busca la calma y el descanso por encima de todo. En cambio, el espíritu del hombre económico moderno se caracteriza por su atracción por lo ilimitado y lo infinito. No es casualidad que en La decadencia de Occidente Spengler hable de esa pasión “fáustica” occidental por lo ilimitado o lo infinito. El hombre económico moderno busca ganar tanto como sea posible, hacer prosperar su negocio lo más que pueda, sin otro interés que la propia ganancia. Es una lógica interminable: a la vez ilimitada y, en sentido teleológico, sin otro fin a la vista. La figura del Fausto de Goethe, aliado del demonio Mefistófeles, parece ser una imagen invertida del hombre piadoso liberado de los grilletes eclesiásticos que estaba solo ante Dios. Sus instrumentos son la magia y el dinero. Precisamente este libro apareció en los albores de las revolución técnica, industrial y económica occidental. Goethe ve el amanecer de esta empresa sin precedentes que tiene como objetivo reconstruir el mundo, mezclando el conformismo burgués y el Antiguo Régimen al cual ya no le quedan fuerzas para continuar existiendo. Fausto es la encarnación de la nueva aventura iniciada por el capitalismo. 
Libre del poder de la racionalización, el hombre de negocios moderno puede concentrarse enteramente en ampliar su comercio con la intención de querer cada vez más. A este último le tortura la aspiración a lo infinitamente grande: lucrum in infinitum, la búsqueda de la ganancia por la ganancia. Pero la búsqueda de la ganancia es necesaria para cualquier economía capitalista si quiere prosperar, por lo que siempre debe ir más allá de sus necesidades. Baudrillard se interesó especialmente por el acto de consumo en el mundo moderno. El planteamiento del hombre moderno es el de un hombre ávido de consumo interminable de “experiencias” que le puede proporcionar el mundo comercial. Este mundo comercial no es en realidad más que un mercado del deseo que se ve obligado a pasar por la seducción (Michel Clouscard) y el espectáculo (en el sentido en que Guy Debord la entiende en La sociedad del espectáculo) como “fetichismo de la mercancía”, que fue teorizado por primera vez por Marx. El objetivo es controlar el universo simbólico para perpetuar y acentuar la lógica capitalista. Como dice Baudrillard en La sociedad del consumo: “Hay que probarlo todo, porque al consumidor le persigue el miedo a ‘perderse’ algo, es decir, el disfrute de cualquier tipo. Nunca sabe si tal o cual contacto, tal o cual experiencia (Navidad en Canarias, anguila o whisky, el Prado, L.S.D., hacer el amor a la japonesa) no le producirá una ‘sensación’ distinta. Ya no es el deseo, ni siquiera el “gusto” o una inclinación específica lo que está en juego, es una curiosidad generalizada impulsada por una obsesión difusa: es la ‘moral de la diversión’ o el imperativo de divertirse, de explotar al máximo todas las posibilidades de emocionarse, disfrutar o gratificarse”.
Es esa orientación forzada de la actividad capitalista donde reside la posibilidad psicológica tanto de la aspiración a lo infinitamente grande como a lo infinitamente pequeño. La aspiración al infinito sólo puede satisfacerse, a su vez, mediante el desarrollo de la técnica moderna y el odio hacia la armonía natural. Este desarrollo pretende “alcanzar un estado que no se define por nada, salvo por la capacidad de alcanzar nuevos estados”, como explica Cornelius Castoriadis, y reintegrar de ese modo lo infinito en el mundo material. Si los empresarios quieren seguir el ritmo de las invenciones tecnológicas sólo podrán hacerlo ampliando indefinidamente sus negocios. En consonancia con esta evolución se produce lo infinitamente pequeño mediante la contracción del tiempo y la minimización de los costes. El capitalismo, con la ayuda de la tecnología, determina el ritmo de la vida espiritual del hombre económico moderno que se ve obligado a darse prisa, aunque no quiera seguir ese camino. Lo que diferencia fundamentalmente al hombre moderno del hombre tradicional es que ha dejado de ser la medida de todas las cosas. Los rasgos psíquicos del hombre económico moderno se definen por una racionalización absoluta que impregna todos los ámbitos de la vida y una proclamación de la superioridad de la ganancia sobre todos los demás valores. De hecho, cierto número de virtudes burguesas propias del burgués de antaño (diligencia, ahorro, honorabilidad) se han perdido en el hombre económico moderno y más bien se han convertido en principios objetivos inherentes a toda conducta económica. La naturaleza de la actividad económica ha pasado de ser empírica (la economía de la demanda y el uso) a ser racional (la economía de la oferta y el intercambio).
En el burgués perfecto deben coexistir dos almas: un alma empresarial y un alma burguesa que juntas forman el espíritu capitalista. El alma emprendedora, asociada al empresario capitalista, es poseedora de un intelecto y una fuerza de voluntad superiores a la de los demás y muestra tres cualidades morales: alerta, perspicacia e inteligencia. Esta alma puede encontrarse en puestos importantes como los del jefe de un ejército o el jefe de un Estado. Además, el filósofo Henri Bergson corroboraba este aspecto de dos diferentes almas al distinguir entre el hombre abierto que gasta, y que básicamente tenía un temperamento señorial, basado en sus juicios personales totalmente determinados por una visión tradicional de la vida y el hombre cerrado que atesoraba, característica propia del temperamento burgués, valores objetivos con una visión utilitarista de la vida. En El burgués Sombart retoma esta idea de Bergson: “Vivimos o para la economía o para el amor. Vivir para la economía es ahorrar; vivir para el amor es gastar”. 
¿Por qué surgió el espíritu capitalista?
Remitiéndonos a Max Weber, podríamos decir que la organización capitalista representa un “inmenso cosmos” que preexiste al hombre y cuyas normas vienen dictadas por los mecanismos del mercado. Para intentar comprender por qué surgió el espíritu capitalista, Sombart analiza la influencia de las fuerzas externas y la selección, así como la presencia de condiciones y fuerzas morales favorables o desfavorables, al surgimiento del espíritu capitalista. De esta manera, él intentaba preguntarse el “como en un determinado grupo humano la mente de cierto número de individuos recibe, gracias a ciertas predisposiciones externas, un cierto aire capitalista”.
Las predisposiciones étnicas al capitalismo
Sombart decidió ir más allá del mero análisis de los individuos y sus aptitudes cuando se propuso examinar los grandes grupos humanos que llamamos pueblos históricos. Él observaba que ciertos pueblos parecen tener una predisposición étnica particular hacia el capitalismo; es el caso, en particular, de todos los pueblos de Europa y América del Norte, que parecen “poseer un número suficiente de variantes capaces de contribuir al desarrollo del capitalismo”. Pero esta predisposición varía de un pueblo a otro, tanto en términos del número de variantes capitalistas que cada pueblo posee, como en términos de la intensidad de estas predisposiciones capitalistas dentro de los individuos que componen un pueblo dado. No obstante, existen dos pueblos que parecen especialmente predispuestos al capitalismo. Por un lado, los pueblos heroicos muestran una disposición particular a lanzarse a empresas violentas de gran estilo (bandolerismo, piratería, etc.). Los romanos, por ejemplo, creían que el éxito económico sólo podía conquistarse por medio de la espada. En cambio, los pueblos mercantes practicaban el comercio pacífico y tenían una marcada inclinación por la vida burguesa. Sombart cita el ejemplo de los escoceses, los florentinos y los judíos cuyas disposiciones hacia el comercio proceden de tres pueblos anteriores: los etruscos, los frisios y los judaicos respectivamente.  Sombart prefiere “analizar los diferentes conjuntos de causas en función de sus múltiples y variados efectos” en lugar de “buscar las causas que dieron origen a los diferentes elementos constitutivos del espíritu capitalista examinando estos elementos uno tras otro”. Ahora bien, entre estos conjuntos de causas, encontramos lo que llamamos las fuerzas morales que actúan desde el interior hacia el exterior y que representan un aspecto importante del desarrollo capitalista.
Las influencias religiosas y filosóficas
Las principales influencias filosóficas para el desarrollo del espíritu capitalista fueron los filósofos empiristas-naturalistas (Francis Bacon, George Berkeley, David Hume, etc.) y los filósofos utilitaristas (Jeremy Bentham, John Stuart Mill, etc.). Además, la lectura de los autores antiguos tuvo una influencia muy fuerte en el desarrollo de la mentalidad capitalista, ya que en ella encontramos la racionalización de todas las manifestaciones de la vida. De hecho, los pensadores del quattrocento redujeron el pensamiento estoico al racionalismo y le dieron “un sentido puramente utilitario, enseñando en particular que la felicidad suprema de la vida consiste en una organización racional y finalista de la misma”. Este renacimiento del sistema estoico se inspiró, entre otras cosas, en aforismos del pensamiento de Marco Aurelio (“Es con vistas a la utilidad que la naturaleza procede como procede”) o de Séneca (“Todas las demás cosas están fuera de nuestro poder, pero nuestro tiempo nos pertenece”).
En cuanto a la influencia de la religión, Sombart le concede una importancia primordial en la formación de la infraestructura sociocultural y del espíritu capitalista, el cual tiene una dimensión económica, pero también biológica y etnológica. No nos detendremos aquí a hablar sobre la influencia del protestantismo, desarrollada por Max Weber (uno de sus colaboradores), en su libro La ética protestante y el espíritu del capitalismo, a la cual Sombart atribuye menos importancia. Por un lado, Weber se interesa por la afinidad entre la ética religiosa y el espíritu del capitalismo, pero, por el otro, Sombart insiste en la relación recíproca entre organización económica y mentalidad económica, que forman un conjunto de predisposiciones que, en ciertos grupos humanos, se ven transformados por determinadas influencias externas que predisponen unas ciertas orientaciones materiales (afectivas) y ciertas tendencias (activas). El catolicismo puede haber tenido efectos ambiguos en el desarrollo del espíritu capitalista según la época y el lugar. Sombart señala, en primer lugar, que toda la vida social estaba subordinada a los preceptos de la Iglesia, sobre todo en los primeros tiempos del capitalismo, y que la Iglesia ejerció una influencia significativa a lo largo del desarrollo del espíritu capitalista en Europa. Más concretamente, se puede decir que la obra de Santo Tomás de Aquino fue una de las principales influencias en el desarrollo del espíritu capitalista. El tomismo, que dominó el oficialismo católico a partir del siglo XIV, acabó con el dualismo entre la ley y el evangelio al combinar la religión de la gracia y del amor de San Pablo y San Agustín con la religión de la ley. También facilitó la racionalización de la vida: para Santo Tomás ser virtuoso significaba mantener el equilibrio prescrito por la razón. El hombre impulsivo desaparece progresivamente dándole paso a un tipo de hombre con un psiquismo más racional. La moral cristiana denunciaba la ociosidad, otiositas, prefiriendo la no-inactividad, neg-otium. La doctrina de la Iglesia nos enseña que el hombre ocioso comete el pecado de perder el tiempo, que es precioso para el cristiano. Todo este proceso de racionalización condujo a la aplicación económica de las reglas que la religión proponía para la dirección de la vida. Por otro lado, la moral escolástica es diferente del ideal de pobreza encarnado en el cristianismo primitivo: “Para el cristiano devoto, la pobreza y la riqueza como tales carecen de importancia: lo que importa es el uso que se hace de ellas”. El cristiano rico debe huir del reproche de iniquidad. La riqueza no puede ni debe considerarse nunca como un fin, sino sólo como un medio, al servicio del hombre y de Dios. Los moralistas de esta época comparten la concepción de las virtudes burguesas antiguas, rechazando la competición por enriquecerse sin límites ni escrúpulos. Es por esta última razón que no podemos confundirlos con el hombre económico moderno en un sentido estricto tal y como se desarrollará a partir del siglo XVIII. Santo Tomás propone una concepción “estática”, precapitalista, en la que cada persona ocupa un lugar determinado que debe conservar durante toda su vida. Toda evolución debía ser puramente interior, referida únicamente a la relación del hombre con Dios.
En contraste con esta moral propuesta por los escolásticos, la moral y los textos religiosos judíos se basaban en ver a los extranjeros de una forma diferente, sobre todo cuando se trataba de los préstamos con interés. Las justificaciones de ello se encuentran en el Antiguo Testamento que ordenaba a los judíos no prestar a interés a su propia comunidad, pero si daba permiso, si es que no obligaba, a prestar a interés a los extranjeros: “No exijas de tus hermanos interés alguno, ni por dinero ni por víveres, ni por nada de lo que con usura se presta” (Deuteronomio 23. 20), “Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita en medio de vosotros, no te portarás con él como acreedor, y no le exigirás usura” (Éxodo 22. 25), “no le darás tu dinero a usura, ni de tus bienes a ganancia. Teme a tu Dios y viva contigo tu hermano. No le prestes tu dinero a usura” (Levítico 25. 36-37). Con esto queda claro, pues, que los extranjeros eran sometidos a un trato financiero especial y Sombart demuestra que, mediante esta práctica, inaudita en la sociedad occidental de la época, los judíos estaban fuertemente predispuestos al espíritu del capitalismo. También se puede encontrar una referencia a los préstamos con intereses en El mercader de Venecia de Shakespeare, que se centra en la rivalidad entre Antonio, que presta sin intereses, y Shylock, un usurero judío. En la obra, Antonio pide prestados 3.000 ducados a Shylock, que tiene derecho a quitarle una libra de carne a Antonio en caso de que no le pague. Todo esto lleva a Antonio, que intimida constantemente a Shylock, a decirle que sólo a los extranjeros se les puede exigir despiadadamente capital e intereses cuando no pagan de buen grado; para Antonio, a diferencia de Shylock, los préstamos con intereses entre personas de la misma ciudad son amorales. Y, sin embargo, los préstamos con interés a extranjeros contribuyeron en gran medida al desarrollo del espíritu capitalista. De hecho, para Sombart, el préstamo de dinero contribuyó más que el comercio de mercancías a la formación de la mentalidad capitalista. El préstamo de dinero hace desaparecer todo lo que es cualitativo diferente y da paso a lo que es puramente cuantitativo. De este modo, el préstamo de dinero acabó con lo concreto y dio nacimiento a la abstracción total dentro de la economía. Es interesante observar que la ciudad de Florencia era el centro de los mercaderes de lana y, al mismo tiempo, el centro de los banqueros. También fue la ciudad de los gremios y del espíritu corporativo que contribuyó al desarrollo del espíritu burgués.
La intervención del Estado permite que el espíritu capitalista tome forma en una realidad social concreta
Sombart analiza otra influencia significativa en la formación del espíritu capitalista a lo largo de la historia: la del Estado. El Estado ha contribuido, a través de su política económica, al desarrollo de la mentalidad capitalista. Por ejemplo, la política mercantilista benefició de los intereses capitalistas durante el periodo del nacimiento del capitalismo. En la Inglaterra de los siglos XVI y XVII era el rey o la reina quien, con los recursos necesarios a su disposición, garantizaba el funcionamiento de un gran número de empresas. Podemos ilustrar este punto con Sir Walter Raleigh, quien fue sin duda uno de los antepasados más importantes del espíritu capitalista y uno de los primeros en subrayar la importancia geopolítica y económica de los océanos, lo cual permitió a Gran Bretaña asegurar su superioridad marítima en épocas posteriores. El Estado puede actuar mediante privilegios negativos (monopolios sobre la producción y el comercio) o mediante privilegios positivos (protegiendo o fomentando iniciativas políticas o comerciales). Todo ello llevó a Enrique II a afirmar, en una carta fechada el 13 de junio de 1558, que la finalidad de estos “privilegios y beneficios” era estimular a los hombres “virtuosos e industriosos” para que se embarcaran en empresas rentables.
En el siglo XIX el espíritu empresarial revivió con la destrucción del sistema mercantilista y de los gremios en favor de la nueva ley económica conocida como “libertad industrial”.   A través de la organización, administración y jerarquía de sus funcionarios el Estado representaba una de las principales formas de este espíritu empresarial. Esto se manifestó principalmente a través de su administración militar, su administración financiera y, en su política religiosa, mediante el establecimiento de una Iglesia oficial y la creación de una categoría social y política como la herejía. La política financiera se desarrolló durante el periodo mercantilista, cuando la grandeza y el poder de un Estado se medían por la cantidad de dinero que poseía. Como consecuencia, surgieron las primeras empresas especulativas, como la Compañía del Pacífico, que era una compañía colonial que asumía gran parte de la deuda del Estado. Esta compañía se hizo cargo de 30 millones de libras de deuda pública inglesa transformándolas en capital social: produciéndose una amalgama entre sus propios asuntos y las finanzas del Estado. En cuanto a la política religiosa, podemos decir que la creación de una Iglesia oficial por parte del Estado simultáneamente dio nacimiento a una categoría social nueva que dividía a los ciudadanos: herejes y los heterodoxos eran aquellos que pensaban a contracorriente del dogma dominante. La categoría de herejía, en donde se agrupaba a los ciudadanos de segunda clase (judíos, protestantes en países católicos, cuáqueros, presbiterianos, etc.), contribuyó poderosamente en todos los países a reforzar el amor por el lucro y a exaltar la aptitud para los negocios. Los herejes se resignaron a dedicar todas sus energías a la actividad económica, porque el dinero era la única forma de obtener poder dentro de sus países. Hubo muchos herejes entre los banqueros, comerciantes e industriales de los siglos XVI y XVIII, sobre todo entre los reformados franceses. Los hugonotes pudieron mantener su posición en gran medida gracias a su rectitud moral y su honradez. Sin embargo, el concepto de herejía está estrechamente ligado a fenómenos migratorios como consecuencia de persecuciones políticas y religiosas. En consecuencia, estas migraciones colectivas han contribuido en gran medida a la historia intelectual y social y en particular a la formación del espíritu capitalista. Por ejemplo, la colonización de los países de ultramar fue llevada a cabo por 7,5 millones de inmigrantes, en su mayoría alemanes e ingleses, y en particular el gran flujo migratorio (unos 20 millones de inmigrantes) de Europa a los Estados Unidos de América entre los siglos XVIII y XIX. Encontramos descripciones de los estadounidenses de antaño que más o menos poseen los mismos rasgos psicológicos que los estadounidenses de hoy: “predominio de los intereses materiales, trabajo duro, amor por lo ilimitado, ganancia incondicional, ausencia de escrúpulos, racionalismo económico llevado al extremo”.
Por encima de estas influencias externas, el espíritu burgués ha logrado de algún modo hacerse autónomo tras librar una cruzada contra la vida señorial. Sombart ve en esta inversión de los valores aristocráticos un auténtico resentimiento, en el sentido en que lo entiende Nietzsche, que lleva al burgués a exaltar el negocio por el negocio. En la Genealogía de la moral, Nietzsche teoriza el resentimiento, “o el resentimiento del débil”, que surge de la diferencia entre los valores del resentido frente a los valores del aristócrata. Estos últimos emanan del amor propio y la exaltación de la vida, mientras que los valores del débil proceden del odio a los demás y a la vida. Los oprimidos y los mediocres han alimentado el odio y el resentimiento hacia los fuertes que los dominan y que son felices y aman la vida. El esclavo está lleno de odio contra la naturaleza porque ha sido injusta con él. Los seres resentidos siguen existiendo, pero ya no tienen religión para desahogar su resentimiento y su deseo de venganza, así que se vuelven contra el mundo actual y buscan destruirlo. Nietzsche los describe como una raza de hombres para quienes “la verdadera reacción o la acción está prohibida y que sólo se compensan a sí mismos mediante la venganza imaginaria”. A esto hay que añadir la destrucción del sentimiento religioso: el empresario ya no necesita el sentido del deber para encontrar en el “negocio” el único interés de su vida. El espíritu capitalista está ahora libre de todos los grilletes que antes le obstaculizaban: “Para prosperar, toda economía capitalista debe ir más allá de sus necesidades. En esta orientación forzada de la actividad capitalista reside la posibilidad psicológica de la aspiración al infinito, que a su vez sólo puede satisfacerse mediante el desarrollo de la tecnología moderna, que ignora la medida natural”. La mentalidad burguesa es indiferente al destino del hombre. En efecto, el hombre pierde su valor económico e incluso cultural en la medida en que, gracias a la técnica, deja de constituir el centro del proceso de producción. El “progreso”, que de hecho tiene un cierto elemento de entusiasmo infantil en su estructura psíquica, y que tanto animó a los empresarios, ahora tiene, con el advenimiento del capitalismo como hecho social total, un significado únicamente tecnológico.
Conclusión
El problema de la mentalidad capitalista es, de hecho, mucho más complejo y polifacético de lo que parecía al principio de nuestro análisis. Sería inútil intentar remontarlo a una unidad, “reducir todas las causas del fenómeno que nos ocupa a una única causa fundamental, a una causa causans”. El método del materialismo histórico, que pretende ser un método científico y no ideológico, se revela bastante limitado una vez tenemos en cuenta todo lo expuesto anteriormente. Por lo tanto, es necesario captar la importancia de la evolución del espíritu del capitalismo para comprender su alcance. Desde el principio, desde la caída del Imperio Romano, los pueblos de Europa han tenido un amor muy pronunciado por el oro y el espíritu empresarial, que luego adoptó diversas formas. Todo esto acabó mezclándose y dando lugar a un poderoso organismo. A su vez, también dio lugar a la aparición del Estado moderno que instituyó la categoría de herejía; estos dos fenómenos están ligados a la importancia de la religión. Gracias a la estructura proporcionada por el Estado moderno pudieron surgir empresas exteriores y ambiciones de conquista. El descubrimiento de metales preciosos y la fundación de colonias, de los que no hemos podido hablar aquí en aras de la brevedad, se convirtieron en caldo de cultivo del capitalismo. Este espíritu empresarial, característico del alma europea y que se desarrolló con el tiempo, procedía ante todo de la casta señorial. Sin embargo, con el tiempo se extendió a sectores más amplios de la población que encontraron formas pacíficas de ganar dinero. Los valores que les motivaban eran el amor por el orden, el ahorro, la previsión y el cálculo. Este último tipo de empresa puede asimilarse al espíritu burgués, que con el tiempo se extendió a todos los pueblos europeos, aunque fue más frecuente entre ciertos pueblos (etruscos, frisios, judíos, etc.). La influencia de esos pueblos aumentó con el corolario de un cambio en la estructura psicológica del empresario capitalista, cuya mentalidad cambió y se aburguesó. El empresario se convirtió en la síntesis del burgués y el comerciante.
Evidentemente, la transición hacia el hombre económico moderno no ha sido uniforme a lo largo de la historia. En los primeros tiempos del capitalismo el espíritu capitalista se caracterizaba sobre todo por la rigurosidad moral y las buenas costumbres basados en la religión cristiana. En el siglo XV, sin embargo, se produjo una ruptura y el capitalismo se liberó de los grilletes y restricciones que hasta entonces habían limitado sus acciones. La economía se “desvinculó de las relaciones sociales”, como dijo en su momento Karl Polanyi, muy influido por la obra de Sombart, en La gran transformación. El principal objetivo de la vida para el hombre moderno era ganar dinero y buscar la acumulación ilimitada de riqueza. Esto se basará, entre otras cosas, en el desarrollo de las ciencias naturales, producto del espíritu romano-germánico, que servirán de base para el desarrollo de la tecnología moderna. Al final, toda esta evolución del hombre hacia la mentalidad burguesa le llevó a apartarse de la vida en favor de un simulacro materialista bajo – en el sentido vulgar del término y no en el filosófico del mismo – que terminó llevando hacia una estrechez de miras cada vez más pronunciada. Esto es exactamente lo que Patrice reprocha a Catherine en Les sept couleurs de Robert Brasillach: “Las palabras que se repiten en tu carta: sabia, razonable. Tenía razón al pensar que eras una pequeño-burguesa. Seguridad. Y también, qué cosa tan curiosa: juventud. Amo mi juventud, creo que es un don milagroso, que debemos disfrutarla, respirarla, beber su perfume y herirnos en sus espinas. Pero tú tienes miedo de la juventud. A los veinte años, tener miedo de tu juventud, no se me ocurre una falta más terrible”.
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