Descargar pelis de Cine.ar antes de que cierre
Ante el potencial cierre de Cine.ar Play (plataforma gratuita de la Argentina manejado por el INCAA) en el marco del desguace del INCAA por su nuevo director Carlos Pirovano, un economista con nula experiencia previa en el audiovisual, a sólo 24 horas de haber asumido su cargo, les vengo a compartir cómo descargar películas de Cine.ar Play
Por si nunca usaron Cine.ar Play antes, tienen que hacerse una cuenta para poder ver pelis ahí, pero como ya dije es todo gratuito (las pelis de estreno son pagas, pero son $400, mucho menos que una entrada de cine). Esta guía es compatible con Firefox, Chrome, y Edge. Si usan otro navegador, tiene que ser uno con algún complemento que descargue streams de formato .mp2t.
Pasos:
1) Descargar la extensión Video DownloadHelper (o similar que permita la descarga de streams de formato .mp2t), y fijarla en la barra de herramientas del navegador
2) Ir a Cine.ar Play, elegir una película, y darle a play. Para mi ejemplo voy a usar "El puto inolvidable. Vida de Carlos Jáuregui" de Lucas Santa Ana
3) Después de darle a play (importante, no sirve si se hace antes de reproducir el video), clickeen el ícono de Video DownloadHelper en la barra, les tiene que aparecer la peli que esté reproduciéndose. Clickeen ahí para empezar a descargarla.
Nota: es posible que les salga un cartelito diciendo que tienen que descargar la CoApp para poder procesar la descarga; no es una extensión, es un archivo ejecutable .exe. Denle sin miedo, descarguen e instalen.
4) Cuando haya terminado la descarga, estará listo el archivo en formato .mp4. Ya lo tienen, pueden reproducirlo en el reproductor de video que quieran (mi recomendación personal es el VLC)
Como nota final, en las configuraciones de la extensión pueden elegir adónde van a parar las películas una vez descargadas
Y eso es todo! Luchemos por el continuo acceso libre y gratuito a la producción audiovisual nacional ✊
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Primer shot en la plataforma. Yei...
No tengo idea cómo termine esto.
Como no hay casi nada de Bjorn, arrancamos con algo del insoportable lindo.
Nota: usar los espacios entre párrafos no queda muy lindo acá (mucho espacio entre ellos) asi que todavía no estoy segura de cómo adaptarme al formato de acá...
Yo les hablo como si todos los lectores me conocen de Wattpad xdxd.
Como el sol de verano... (Bjorn x lectora)
Nota: pronombres femeninos. Uso de ____ (pienso en la idea de usar un nombre predeterminado para todos los shots, asi descartamos la línea)
Tipo: one shot.
Sinopsis: el chatarrero y la mecánica se conocieron cierta tarde soleada, cuando un desperfecto en un carguero y una amenaza por parte de su jefe hicieron que Bjorn se viera obligado a arreglar el desastre solo. No esperaba que un regaño y el miedo de quedar desempleado terminara en él perdidamente enamorado de una soñadora.
"¿Qué diablos le sucedió a tu carguero?"
"Pensé que eras mecánica, no policía."
____ miraba con preocupación el ollin que ensuciaba parte de los rotores de aquel motor. Lo habían sobreforzado. No sería nada raro, de no ser por el hecho de que se trataba de un maldito carguero espacial. Ni siquiera se le ocurría con qué fuerza era posible una sobrecarga.
Pero el chico tenía razón, no era de su incumbencia.
—Bueno, amigo. Esto es complicado.—____ escaneó el motor—. La pieza esta detonada. Necesitas una nueva. O rulemanes nuevos como mínimo para que funcione decente.—
—¿Cuánto cuesta?—por el rostro de la mujer, Bjorn ya se veía venir una locura.
—Dime algo... ¿Eres del nivel D?—
—¿Eso es relevante?—la joven asintió, solo haciendo que Bjorn se sintiera aún más perdido—. Pues si, soy chatarrero ¿Que no ves que te traje un carguero?—
—... Entonces no te alcanza.—____ cerró la puertita, dándole unos golpecitos al metal—. Saca tu trasto viejo de mi taller, chatarrero.—
Bjorn tardó unos segundos en comprender la situación, y no tardó en salir detrás de la mujer.
La idea de volver a su sector con la nave destruida no era ni siquiera pensable. Debía solucionar su desastre cuanto antes.
—¿Y tú qué sabes si puedo pagarlo o no?—caminó a su par, notando como reía entre dientes.
—Siendo nivel C y con un sueldo más grande que el tuyo no me alcanzaría ni para la media docena de los doce rulemanes que necesitas... Menos te alcanzará a ti. Matemática simple, querido. Buena suerte.—
____ entró a la pequeña oficina del taller dispuesta a sentarse a finalmente almorzar algo, cuando la todavía figura presente de Bjorn la hizo bufar sin disimulo.
—¿Quieres que te lo escriba en una carta y se lo llevas a tu posible ex jefe?—
—Por favor. Se supone que esa nave debe estar en funcionamiento para el próximo lunes.—
—Si, el próximo lunes dentro de 20 ciclos solares. Empieza a ahorrar, compañero.—Bjorn se removió ansioso, pensando en algo que pudiera sacarlo de apuros.
—... ¿Hay alguna mínima chance de que esto se solucione y no me quede en la calle?—____ lo miró cansada—. Por favor... Tengo una hermanita.—
____ notó entonces la desesperación en sus ojos.
Ese brillo tan característico de la gente sin esperanza. Había muchos de esos en su sector, pues romper un vehículo en Jackson's Star era una sentencia de muerte si tu trabajo dependía de ello.
—... ¿Tienes tiempo libre?—
Cuando ____ le planteó a Bjorn la idea de ayudarla con el desguace de unas naves, el chatarrero accedió sin dudar.
"alguna de esas naves puede tener los rulemanes que necesitas. Ayúdame y serán tuyos"
Lo que esa tarde empezó como un planteo de ayuda mutua, con el pasar de las horas y días se fue convirtiendo en algo más. Algo mucho más ameno.
—Dijiste "hermanita"... Navarro no tiene nada de pequeña.—____ miró divertida al chico, quien rió sin despegar la mirada del tablero que estaba desarmando.
—Bueno, tenía que darte lástima. Funcionó ¿O no?—
—Medidas desesperadas supongo.—
____ había conocido a la chica esa mañana, cuando Bjorn llegó al taller junto a ella. Le pareció una buena chica. Simpática. Su visita fue fugaz, pues solo estaba de pasada camino al trabajo. Pero prometieron comer algo todos juntos algun día.
—¿Te quedan muchas horas de pago?—Bjorn llamó la atención de la chica, quien tomaba unas llaves y las acomodaba en el bolsillo de su chaqueta.
—En realidad ya las he cumplido, estoy trabajando solo por dinero. El doble.—
—¿Por qué no te vas de éste lugar de mierda entonces? Yo ya estaría en Yvaga, bebiendo una cerveza al sol.—____ rió bajito, abriendo la compuerta de la cabina y comenzando a desajustar los primeros tornillos.
—No es conveniente pedir el pase ahora. No les sirve que me vaya, querrán retenerme.—Bjorn entonces miró a la chica, despegando su atención del tablero.
____ sacaba sin mucho esfuerzo los componentes, dejándolos a un lado. No se molestó en mirar al chico que se acomodaba a su lado.
—No pueden retenerte.—
—Oh, sí pueden. A un colega le sumaron diez mil horas de trabajo en cuanto pidió el pase a Yvaga... La gente sigue muriendo en Jackson, se quedan sin trabajadores. No les sirve que nos mudemos.—Bjorn entonces lo entendió. La chica tenía un punto.
—¿Y qué harás entonces?—la ayudó con unas piezas, acomodándolas a un lado.
—Esperar el momento justo. Mientras tanto sigo ahorrando dinero.—____ entró al pequeño hueco que acababa de despejar, asomándose un segundo para ver a Bjorn—. Cuando vaya a Yvaga, tendré una bonita casa. Prometo invitarte una cerveza cuando me alcances en 40 ciclos, asi veremos las estrellas en el jardín.—
La chica volvió a desaparecer en el hueco, y Bjorn se quedó ahí, pensativo. Ella tenía todo su futuro planeado. Pero él... Él solo tenía en mente trabajar, cumplir y largarse al diablo ¿Era un plan tonto acaso?
—¿Cómo piensas agradecerme si te consigo tus repuestos?—____ se asomó apenas, y Bjorn sonrió al ver su revoltoso cabello, sus ojos divertidos lo miraban desde el hueco del suelo.
—Estoy haciendo tu trabajo hace cuatro días ¿No es suficiente?—
—Me gustan las pizzas... Con mucho queso.—
—¿Es un pedido?—
—Tal vez...—
—Bueno. Entonces te pagaré con pizza y unas cervezas.—
—Bueno, entonces que sea hoy.—____ sacó con algo de dificultad una caja metálica. Dentro estaban los pequeños artefactos redonditos que tanto buscaban—. Tesoro encontrado, chatarrero. Y se ven como nuevos.—
Bjorn gritó eufórico, y la mujer no tardó en reír.
—¡Eres la mejor, cariño!—
—Lo sé, lo sé. Ya, deja eso y salgamos de aquí.—
El par dejó la nave en ruinas, volviendo al taller principal. En el corto trayecto caminando, el par siguió hablando de Yvaga. Dejando volar su imaginación.
Bjorn se sintió la persona más aburrida y básica de la galaxia al escuchar los planes y anhelos de la chica. Al escucharla hablar con tanta ilusión y esperanza de su futuro, sus ojos se iluminaban, y su voz parecía encenderse. A Bjorn le gustó eso...
A Bjorn le gustaba ella.
—¿Sucede algo?—
____ miró confundida a Bjorn, quien se detuvo por un momento en medio del camino. Ese último pensamiento repentino lo tomó por sorpresa.
—... ¿A qué hora vamos por las pizzas?—desvió el foco de atención, volviendo a caminar.
—Ahora que lo recuerdo, hoy tengo que cumplir horario nocturno. Asi que vamos mañana ¿Te parece?—
—Claro, cuando terminemos la nave.—la chica rió bajito—. ¿Qué?—
—Ya cumpliste tu parte del trato, y ya tienes tus rulemanes. No debes seguir viniendo.—a Bjorn esa aclaración no le gustó mucho. Disfrutaba pasar las tardes en el lugar. Incluso si lo analizaba bien, nisiquiera pensaba en las refacciones. No. Él iba a compartir un momento agradable con la mujer.
Otra vez los pensamientos lo desorientaron un poco.
—... Pero debemos reparar el carguero, vendré igual a ayudarte.—
—No hace falta. Mis compañeros del taller se encargarán de eso. No quiero quitarte más de tu tiempo libre.—
—No lo haces.—____ lo miró confundida—. Es... Agradable estar contigo, supongo.—
La evidente sorpresa en el rostro de ____ fue acompañada enseguida por un suave sonrojo, algo opacado por las manchitas de grasa que adornaban sus mejillas. Los labios de Bjorn se curvaron en una pequeña sonrisa al ver que un comentario tan simple la había avergonzado tanto.
—Bueno... Para mi también fue divertido... Tú eres divertido.—se paró frente al taller—. Como sea, ya cumplimos el trato. Cambiar las piezas llevará unas horas, para mañana temprano ya tendrás el carguero.—
—... Pero igual iremos por las pizzas en la noche.—____ sonrió al ver que Bjorn parecía más interesado en la cena que en conservar su empleo.
—Si, Bjorn. Me debes las pizzas.—
—¡Es una cita!—palmeó las manos emocionado—. Nos vemos mañana entonces.—
—No es una cita, es una paga... podríamos invitar a Navarro.—
—No, ella no irá... y es una cita, una de paga.—
El joven comenzó a alejarse antes de volver a escuchar una negativa por parte de la mujer.
Durante todo el viaje hasta su sector de trabajo, Bjorn no dejó de pensar en qué haría la próxima tarde.
¿A dónde irían a comer? ¿De qué hablarían? ¿Le contaría a Navarro sobre la cita?
Sin darse cuenta, Bjorn le dio mil y un vueltas al asunto. Y por primera vez en mucho tiempo, una tarde hurgando chatarra no le resultó tan agobiante.
Primera publicación. Yeiii ✨
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#87 Robot Dreams (2023)
Dog está aburrido, casando y apático con su vida, observa por la ventana la vida de los demás y quiere llenar su vacío existencial con una pareja. Por eso, una noche viendo la teletienda, decide comprar un robot de compañía para empezar a vivir la vida.
Espera con impaciencia al robot, y le dedica toda la atención para montarlo, juntos empiezan un viaje donde aprenderán y uno le enseñara al otro, y viceversa, lo que complementa su relación y hace que se vayan haciendo más inseparables.
Lo pasan realmente bien juntos, y se complementan completamente en todos los aspectos, pero cuando todo es demasiado bonito llega el golpe de realidad.
Un día van a la playa a pasar la tarde, disfrutan y se quedan dormidos, al despertarse ya no hay nadie en la playa ni en los chiringuitos cercanos, y cuando Dog empieza a recoger, Robot se da cuenta de que no se puede mover.
Pese a que Dog lo intenta con todas sus fuerzas no logra moverlo, ni siquiera arrastrarlo, por lo que decide taparlo con cariño, e irse a casa para volver mañana y repararlo, pero todo termina de romperse cuando vuelve al día siguiente y la playa está cerrada por fin de temporada hasta el 1 de junio del año siguiente, eso implica, como mínimo 9 meses de espera, cosa que Dog no está dispuesto a soportar.
Dog intenta entrar de forma legal, pidiendo un permiso, saltando la verja... pero no hay manera, acaba detenido y tendrá que esperar hasta el cambio de temporada para volver a la playa y recuperar a Robot.
En ese intervalo de tiempo a ambos les ocurren muchas cosas, algunas mejores y otras peores, y parece que esos 9 meses se convierten en un abismo entre los dos donde se van a olvidar.
Un trío de conejos que se iban a ahogar le rompen la pierna a Robot para salvar su barco y alejarse, cuando él pensaba que le iban a ayudar y poder volver con Dog. También sueña que con la llegada del invierno podrá romper el hielo y volver con Dog. Pero le aterra que le haya sustituido.
Dog conoce a un muñeco de nieve con quien cree que congenia, pero del que sus amigos se ríen y no vuelve a verlo más.
Una gorriona encuentra un hueco entre el brazo de Robot y la arena para construir su nido, con la ayuda de Robot saca a sus tres gorriones adelante, y en determinado momento se van porque deben seguir su camino, lo que le cuesta a Robot y, en especial, a uno de los gorriones, una despedida triste.
Dog conoce a una Pata aventurera con la que por fin congenia, pero pese a que encajan a marchas forzadas, ella deja de cogerle el teléfono de repente un día y él se hunde.
Un Mono que busca chatarra para vender da con Robot y lo lleva a un desguace donde lo hacen añicos, más adelante un Mapache que va en busca de algunas piezas, da con él y se lo lleva a casa. Decide repararlo y arreglarlo para que sea de nuevo funcional con algunas piezas de otros cacharros.
Mientras justo es cuando Dog va a buscar a Robot a la playa, pero solo queda de él la pierna que le arrancaron los conejos, y no logra encontrarlo por ninguna parte.
Mapache repara a Robot, lo trata con cuidado y cariño, hacen muchas cosas juntos y logran encajar perfectamente, no es como con Dog, pero se parece bastante a como debería ser la felicidad.
Dog, por su parte, consigue en una tienda de segunda mano otro Robot, esta vez dorado, con el que pasa tiempo de calidad y van a la playa, esta vez ocupándose de rociarlo con aceite para que no se oxide y de que no se meta en el agua, por la misma razón. Intentando evitar todo lo que salió mal con Robot el año pasado.
Un día de barbacoa Robot ve a Dog por la ventana de la mano del Robot Dorado y se acuerda de todos los buenos momentos y de lo bien que lo pasaban, y no puede evitar soñar con correr hacia él y abrazarlo, pero en la realidad simplemente, se queda en la ventana y pone la canción con la que solían patinar, haciendo que Dog también recuerde los momentos juntos, y como se llegaron a querer.
Dog no llega a ver a Robot y continua su vida con el Robot Dorado, encajando en algo que no es igual, pero también es perfecto, Robot hace lo mismo, vuelve con el Mapache y disfruta de su relación y de su vida con este, que aunque no es igual, también es perfecta.
Buen símil para las relaciones personales, cuando por desgracia no puede ser con alguien, y otras personas acuden a tu vida, algunas mejores y otras peores, todas te dejan una enseñanza. La vida sigue, y aunque algunas cosas no son igual, y es fácil caer en los buenos recuerdos, hay que avanzar, y no tiene por qué ser con la persona no indicada.
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