Tumgik
#basofia
basxfia · 9 months
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marianomoreno · 1 year
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el dulce de leche granizado es incluso peor que el dulce de leche porque la combinación de ddl y chocolate es un insulto al chocolate we all know this its been said
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wachi-delectrico · 2 years
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El mundial...
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irrationnel · 2 years
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Hola basofias
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todos-los-30 · 1 month
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JOHNNY ya deja de escribir y hablar mierda, tu eres una basofia rosa quizás era una farsa si. Pero tu acosador también lo eres, alguien que acosa envía anónimos con historias falsas eres tu infeliz, maldito infeliz doble cara, doble moralista, animal borra este maldito blog y listo, deja de acosar
Vaya, es temprano en la mañana sólo para que hayas venido aquí hablando mal para contaminar la atmósfera. Búscate una vida, intenta unirte a una congregación religiosa local y sé un predicador de fe en todo el desierto del Sahara, allí encontrarás paz con algunos clanes. Este gusano necesita ayuda.
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ephemeralmoth · 4 months
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Mi vida está llena de cosas malas, que me quebraron y me hicieron ser una basofia
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radiocalamar · 1 year
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Soltala porque te convertiste en la peor basofia del planeta
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Ya critico si es basofia lo que publica rondón... No se lo deje caer de chingadasos dígaselo suavecito.
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luna-31 · 2 years
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Dia 1. Astronauta
hoy te me hiciste cancion, hoy llegue a comprender lo hermoso q es amar sin poseer, hoy acabo de darme cuenta q te fuiste con tanta profesion en el arte de huir q ni te senti cuando cerraste la puerta.
Al inicio pense escribir sobre el amor, sobre la dulce vita q este te da.. ahora creo q no, creo q esta bien ser solo materia oscura, ser solo teoria de cuerdas, creo q esta bien ser alguien desechable..
En cada uno de los dias, podria decir q te he perdido, pero seria mentir.... te he sentido tan cerca mio q aun no se quien esta contigo...
se preguntaran quien es aquel Astronauta??.. muchos piensan q es quien viene a gobernarnos, otros q es quien viene a darnos lecciones.. yo considero q un Astronauta es quien viene q decir: estoy vivo, te conoci, te disfrute, nos vemos del otro lado, cuando seamos polvo de estrellas..
que porq escrii esto?? porq tengo q llevar un registro, no solo de amor propio, tbn de aquel amor q se siente cuando ya no sientes nada!!...
porq encontre mi astronauta aunq hace mucho se quiso ir... escribo para aquellos q vieron la luna en brazos y abrazos de otros seres q no saben lo q es brillar...
escribo para no sentirme solo, para sentir q ella algun dia leera mi amor,
escribo a veces solo para entender la luz de la luna confortandome, a veces solo por morbo sigo su luz...
escribo para ti, aquel q tiene un sueño pendiente, un conflicto humano y moral.
lo escribo para ti q sabes lo q es perder...
lo escribo pra ti q sabes lo q es oir el corazon de tu ser amado sintimiendo miedo de ti.
lo escribo para ti, q aun sabiendo q eres la basofia, sigues confiando en hacer todo bien para ser el ejemplo.
pero sobre todo, lo escribo por ti.. paara q entiendas q el amor no tiene logica y q todo lo q esta hecho con logica es lo q hace q impida q seamos libres
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basxfia · 3 months
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paint3d
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shamaya-16 · 7 years
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Siempre me enamoro de gente basura;pero eso tiene su lado bueno. Tengo de quien burlarme cuando necesito reír u odiar.
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daniwritter25 · 6 years
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家に帰ろう [Let's go home]
Oikawa sabía que era su fin. Y, a pesar de ser un demonio despiadado, le dolío. Le dolió la espada envenenada con agua bendita que atravesó su pecho. Le dolió dejar atrás al único amigo que alguna vez conoció. Le dolió esa expresión en la cara de Haijme. Le dolió ver a su caballero de brillante armadura desmoronándose.
No obstante, su destino ya había sido escrito de esa forma, y no había otra opción más que aceptarlo.
Aunque, nada de eso le dolió más que decirle "Adiós".
El terror en los ojos de su contrario relucía, y a la vez que una pregunta que le aterraba pronunciar rondaba por su cabeza:
¿Qué pasará ahora?
Dado que, en cualquier momento, Oikawa caería muerto, y aquello lo desconcertaba.
Cada parpadeo configuraba una fracción de segundo en la que el castaño continuaba respirando, como también una esperanza de que pudiese salir vivo de esta, aunque en realidad fuese imposible.
A Oikawa no se le daban bien las despedidas. ¿Qué digo despedidas? No conocía lo que era despedirse de alguien. La única persona que él había conocido realmente, la única a la que sintió cercana, la única que había estado a su lado durante más tiempo del que él creía posible que se le permitiera, era el caballero que empuñaba el sable que ahora lo perforaba.
Debido a esto, recurrió a la única táctica que había aprendido en todos estos años para librarse de situaciones serias y delicadas: sonrió. No porque no sintiera el dolor en su carne, tampoco para pretender tranquilizar a su amigo. Sino, porque su Rey se encontraba rodeado, porque se le habían agotado los movimientos para defenderse, y porque no sabía reaccionar de otra manera mas que aceptar su derrota.
Quiso creer que lo único que lo único que dolía era la punzante  sensación provocada por la herida en batalla, intentó convencerse de ello.
A lo largo de su vida, asoció el dolor que él mismo provocaba en los demás con la felicidad. A excepción de cuando se trataba de él. A excepción de cuando se trataba de su hermano de distinta naturaleza. Lo más lógico es creer que esa fue la razón por la que, a la vez que sonreía, lloraba.
Las lágrimas que se acumulaban cual manantiales en sus ojos (apacibles, quietas, inamovibles), y la realidad de que estaba a punto de perecer, produjeron que se le iniciara a nublar la vista. Sus manos comenzaban a temblar, y paulatinamente perdía más el equilibrio.
Pese a que trató de disimularlo, fue cuestión de un momento para que la sangre con la que su garganta se estaba ahogando fuera tocida, salpicando así el rostro del moreno
- Lo siento - Oikawa murmuró, exhalando, como si cada respiro fuese uno que no volvería. Asimismo, se cubrió la boca con su mano, para aplacar su necesidad de volver a tocer.
-No seas idiota - Hajime lo reprendió -. Tose, Kusokawa, te vas a atragantar - posteriormente, quitó la mano del castaño de su boca a la fuerza.
Instintivamente, Oikawa desvió lo más que pudo su cuerpo hacia un lado, para así permitirse vomitar la sangre que volvía a acumularse en sus fauces.
-...Nunca - prosiguió, tociendo despacio nuevamente, ahora volviendo a su posición anterior - ... pensé que el sufrimiento fuese tan...
-¿Doloroso? - ante la aparente dificultad del contrario por hallar la palabra correcta, el caballero sugirió.
El Demonio carcajeó.
- Sí - admitió, con sonrisa en boca y la mirada de cierta forma ida, como si su vida hubiese estado proyectándose frente a sus ojos, pero Hajime no podía verla - ... se siente genial.
- ¿Puedes dejar de ser tan masoquista por un momento? - Iwaizumi gruñó, verdaderamente molesto por la actitud de porquería del opuesto, para luego recordarle y plantarle los pies en la Tierra, en un inconsciente mohín por preservarlo allí - Estamos teniendo una situación aquí.
El reproche de su amigo no hizo más que extraerle otra risa, lo que acabó provocando que conjuntamente escupiera gotas de sangre. Algunas de ellas se amontonaron en la comisura de su labio.
- Perdona... - dijo, sin sentirlo para nada - es que es realmente genial. Se siente tan dentro de uno - Pausó por un instante, y derramó lamentos por sus mejillas, todavía sosteniendo la sonrisa, a pesar de que un ojo le palpitaba -... y-y cómo duele...
De esta manera, Iwaizumi concibió que era mejor sentarse, para eludir que el castaño se cansara más rápido de lo que él podía soportar. Sentó a Oikawa sobre su regazo, y extrajo de su pecho su espada. El Demonio vomitó sangre una vez más a un costado de Hajime.
Posteriormente, cuando el contrario hubo finalizado y recostó su mentón sobre su hombro, optó por propiciarle caricias en la espalda, con intenciones de (en lo posible) relajarlo.
- Iwa-chan - el castañó llamó.
-¿Mhm?
- ¿Quién es él? - cuestionó en un cansado suspiro, con sus ojos fijos detrás de Iwaizumi.
- ¿Eh? - intrigado, el moreno dio pie a que se le explicara algo que luego, quizás, se arrepentiría de oír.
- Hay un hombre aquí - el herido especificó, exhalando de forma que connotaba que el aire arrastraba sus palabras fuera de su boca, no él -. D-Detrás
El caballero se volteó, aún con Oikawa sobre sus piernas, y ojeó sus espaldas.
-No hay nadie -totalmente convencido, determinó, tornando de nuevo su mirada y cuerpo al frente.
- Deja de jugar conmigo de una vez, Iwa-chan. Te digo que está ahí, yo le veo - el caprichoso sujeto insistió, después pausando, transmitiendo la sensación de que intentaba concentrar sus sentidos para hallar una respuesta a la situación - No es... ¿No es acaso tu padre?
Ante sus palabras, el caballero abrió los ojos estupefacto, y volvió a girarse en busca del hombre que le había causado tantas penas a su familia. Como si se hubiese visto envuelto en una especie de trance que lo desconectaba de sus conocimientos sobre aquella situación, había olvidado que, realmente, su padre había muerto un par de años atrás, según las palabras de su madre. Cuando cayó en cuentas de este hecho, no pudo contener su impulso por abrazar con firmeza al castaño, ni por esconder la cabeza de este en su pecho, en un desesperado (e inútil) intento por retenerlo, por privarlo, por protegerlo (como ha hecho desde que recuerda) de la realidad.
Tardó menos de tres segundos en percatarse de que su esfuerzo sería en vano, por lo que comenzó a llorar. Ya comprendía...Oikawa estaba literalmente fatal, estaba desvariando. Aquella era la señal de que ya había dado sus primeros pasos en el camino que lo guiaría hacia el otro mundo, de que estaba marchándose.
-¿I-Iwa-chan? -  Gracias a la abruptuosidad de sus acciones, Oikawa cuestionó, con su voz notoriamente más débil.
-No lo hagas - Iwaizumi probó si sonar demandante le brindaría el resultado que deseaba.
- ¿Eh? - la lúcida mente de Tooru, a este punto, ya debería haber intuido qué estaba clamando el contrario. Por su duda, desconsoladamente él recurrió a otra alternativa.
- No lo hagas, por favor -  le suplicó, algo que había jurado a sí mismo nunca hacer a Oikawa, pero que ahora tragaba por un deseo mayor que el de conservar su orgullo - no te vayas.
El Demonio furnció el entrecejo, algo irritado.
-Ustedes los humanos s-son tan exagerados y ocurrentes - arrastró las palabras con pesadez, obligándose a sí mismo a ser capaz de estructurar correctamente su punto-...Creen que el alma de un ser que fallece pasa por tantos procesos... Pero no hay más que la Vida. La Muerte no es una etapa en la que sigues viviendo. - sus pulmones le exigieron que tomara aire para proseguir, lo cual efectuó, pero más detenidamente - El... el cuerpo se descompone, el corazón se detiene, y-y el cerebro deja de funcionar... - En eso, posó su cabeza de costado sobre el hombro de Iwaizumi, con su rostro encarando su cuello - N-No hay nada más que eso, nada más que esto...
Él tragó en seco.
- No nos volveremos a ver - Oikawa insistió, pese a la dureza que el mismo sentía en su lengua al pronunciar tales frases -. Así que, Iwa-chan, empieza a aceptar que.. que yo voy a desaparecer.
Hajime permaneció callado.  
Tenía razón.
Tenía toda la razón, y aquello solo incrementaba el dolor.
Ya que Oikawa Tooru no volvería a vivir nunca más, y porque todo estaba por acabar.
Porque Oikawa no volvería directo a casa, saltando y cantando con su irritante voz, luego de torturar seres.
Porque las ninfas que habitualmente lo rodeaban, lo halagaban y le alimentaban ese colosal ego ya no lo harían.
Porque ese estúpido apodo, con el que solo él lo llamaba, no volvería a pronunciarlo su boca.
Y, sobre todo, porque el odio que Iwaizumi le tendría a Oikawa por irse no sería ni diminutamente comparable al que se tendría a sí mismo por no haber podido evitarlo.
Entonces, sintió cómo los brazos del castaño rodeaban su espalda, abrazándolo, con lo que probablemente fueran sus últimas fuerzas.  
-Iwa-chan... - él demandó su atención.
No obtuvo respuesta.
-Iwa-chan -persistió el castaño, mas el moreno aún callaba.
-Hajime - con seriedad y determinación, el Demonio consiguió lo que había anhelado.
-¿Qué?
-Tengo frío... -- admitió, sonando casual.
El caballero sabía que no se encontraban en una ocasión casual, y también sabía lo que significaba el repentino cambio en la temperatura corporal del opuesto. Por lo tanto, no hizo más que abrazarlo con más fuerza, siendo cauteloso de no lastimarlo innecesariamente.
- Tengo mucho frío... -se quejó el castaño, otra vez. Su tono de voz quebradizo, como si estuviese apunto de volver a romper en llanto.
Cuando entre sus brazos lo sintió tiritar, Hajime levantó su cabeza,  y unió el cuerpo ajeno más al suyo, en un afán por, por lo menos, brindarle calor una última vez.
Porque sabía que sería la última.
-Tengo muchísimo frío... -Oikawa, retornando a las lágrimas, se apenó; cual niño pequeño sin su madre, cual niño asustado. Y, aunque su inservible orgullo demoníaco no le permitiese admitirlo, así era cómo se encontraba.
Con un agarre que no era siquiera una fracción de su auténtica fuerza, se aferró lo más que pudo a las ropas de su aliado.
-Está helado... -murmuró contra su cuello, aparentemente siendo que la sutil brisa que soplaba por ese campo únicamente constituía dagas que perforaban lastimeramente, cada vez más, su cuerpo.
Iwaizumi alzó su cabeza, en completo silencio. Mordió su labio deliberdamante con fuerza, impidiendo así que cualquier sollozo escapase de su boca mientras batallaba por conservar la lágrimas dentro.
Se encargó de mantener la cabeza de Tooru en posición, para que no cayera. La presión de la gravedad paulatinamente exigiendo con más insistencia que aquello que no puede mantenerse erguido, caiga, nunca antes había resultado tan densa.
-I-Iwa-chan- el castaño volvió a llamar -... Vamos a casa.
La opresión en el pecho del caballero debería haber sido demasiado que soportar para un mortal.
- Tengo frío - musitó llorando -... P-Por favor.
Fue en aquél momento que Hajime supo. El hecho de que Oikawa Tooru, el Rey Demonio, hubiese implorado (algo que jamás en su vida había hecho) corroboraba que, efectivamente, ya no estaba en sus cabales.
Su cuerpo temblaba tanto... Similarmente a una cría de conejo abandonada a la deriva: desprotegida, vulnerable, frágil.
Su agarre perdía fuerza tan rápido que en un momento dejó de sentirse.
Hajime no sabía cuánto tiempo resistiría.
- Vamos... ¿Sí? - repitió, empleando inconscientemente aquella voz cantora que había forjado con los años para asegurarse de conseguir lo que quisiera.
- Tal vez tu madre  preparó ese estofado... caliente -divagó entre las sensaciones que aún podía recordar-. y nos quita el... frío - de nuevo tosió tenue, simultáneamente dejando que su cabeza colgara por sobre la espalda de Hajime.
A pesar de estar temblando imparablemente, suspiró en calma.
- Vamos a casa...¿Iwa-chan? - propuso, despacio.
Ante sus palabras, Iwaizumi, quien ya había perdido la contienda contra las lágrimas, pues las había dejado fluir desenfrenadamente por sus mejillas, inhaló y frotó la espalda del castaño.
- Vamos a casa... Tooru - él afirmó, mencionando el nombre de su amigo una última vez para que este lo oyera, y comenzando a sentir una húmeda calidez en su pecho, producto de la sangre del contrario, que ahora se esparcía por sus ropas.
Sin embargo, él sabía por la espiración relajada y callada que Oikawa soltó (y por haber convivido con él durante tantos años), pese a no haber podido ver su rostro en ese momento, que estaba sonriendo con los párpados pesándole.
El cuerpo del Demonio cesó su temblequeo. El dueño de este no continuó quejándose y dejó de hacer ruido.
Cuando fue despavilado de su ensoñación (en donde rogaba a toda deidad conocida que aquello no hubiera sido más que una pesadilla) y tuvo que encarar la realidad, quebró en un llanto áspero, con sollozos desgarrados y crudos. Los gritos y lamentos de desesperación ahogados quemaban su garganta.
Costándole horrores, se forzó a mirarlo, a examinar y recorrer con sus dígitos cada facción de la delicada cara del castaño, a plasmarse su imagen en la piel para no posibilitarse jamás olvidarlo.
Ulteriormente, con una espasmódica mano, baja sus párpados, con esperanzas (que suplica no sean infundadas) de que aquél gesto le permita a su amigo descansar en esa posible "Otra Vida".
En aquél instante, bastante poco le importó el hecho de que allí, rodeándolo, yacían los cuerpos gélidos e inertes de una armada completa. Dado que creyó un millar de veces más significativo que hubiese muerto, por su mano y en sus brazos, lo único que alguna vez él reconoció como "hogar".
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lalakiri · 6 years
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Genji=Watson Angela=Mary
McCree=Sherlock
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anellxhudson · 6 years
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Lugar: Departamento del Hacker a las afueras de Auburn
Menciones: Sergei, Roman, Noelle @actividadesauburn
Misión: Matar al hacker que está interfiriendo la red rusa.  
Triggers: Violencia y Sangre.
La rubia tuvo que cobrar muchos favores para poder llegar hasta aquel departamento. La luz parpadeaba, señal de que aquel mugroso hacker se encontraba en casa. Una sonrisa de satisfacción apareció en sus mayugados labios. Se dio el tiempo de contemplar, posibles salidas que usaría el chico si se daba cuenta de que ella estaba ahí. Se acercó a la escalera de incendios, dejando una trampa en ella por si el chico salía por ahí. Su final sería en todo caso terminar enredado en un hilo de metal muy delgado, y la rubia no tendría más que bajar y terminar con su trágico día. Se acomodó la chaqueta larga que cubría su cuerpo que aun le dolía después del castigo que el maldito de Sergei le había dado.Solo de recordarlo su sangre se heló. Se encamino hacía la entrada del edificio y comenzó a subir las escaleras, sin prisa alguna. Tenía que hacer ese trabajo de manera limpia, si así se quitaba de encima a Sergei y poder preocuparse del inútil de Roman, aunque estaba segura de que no era tan inútil cuando se lo proponía y a estas alturas ya estaría buscando venganza en su contra y eso le preocupaba... Noelle podría ser un blanco muy fácil. La sola idea hizo que la rubia se detuviera, antes de llegar al piso donde vivía el chico, sin haberlo querido, había llevado a la mayor aquel huracan que destruía todo a su paso. Se maldijo internamente, por querer quedar bien con su Pakhan ahora había quedado mal con los dos, pero conocía bien sus habilidades, solo esperaba que ese par no quisieran tenerla de enemiga. Arregló su saco y volvió a tomar camino hasta el piso y la puerta indicada. Con mucho cuidado abrió el picaporte y se metió al departamento, la luz seguía parpadeando, la ligera penumbra que era rota al parecer por la luz de las pantallas que tenía el chico. Camyl fijo su mirada al suelo, notando muchos cables que llevaban a un solo lugar. Con cuidado cortó uno haciendo que el chico se levantará de su asiento para ver que pasaba. Camyl dio un par de pasos hacía atrás en busca de un escondite. Cuando el Hacker se encontró lo suficientemente cerca, Camyl lanzó una patada con la punta de su zapatilla directo al rostro del chico ocasionando que este cayera de espaldas, con la sangre brotando de su nariz. -Idiota, esto es para que aprendas a no meterte con las personas equivocadas.-  y se rehusó a usar la pistola para darle un fin rápido, no, ella necesitaba desahogarse y el chico sería el pobre diablo al que le tocaría eso. Se acercó al contrario quien parecía estar muy aturdido, aplastando con la punta de su tacón la pierna haciendo que este gritara. -Cállate.- con el cable que cortó y que chispeaba, lo introdujo a la boca del chico, con mucha fuerza mientras el otro forcejeaba con la rubia. Puso su rodilla sobre el pecho, y podía sentir como su peso hacía hundir poco a poco esa parte. En los ojos del hombre podía ver la desesperación y el dolor en las lágrimas que poco a poco escurrían, mientras que la rubia mantenía ese rostro de seriedad. Pero cuando pensó que el chico se iba a rendir, saco fuerzas de quien sabe que lugar y la empujo, lo suficientemente fuerte para que el chico empezará arrastrarse por el suelo en dirección de la ventana. Camyl apenas se levanto, peinando su cabello. -Eres patético, agradece que termino con tu vida y que estoy siendo muy linda al respecto.- Se acercó, tomando el cabello del otro y estrellando su cabeza contra el filo de la ventana, una y otra y otra vez llegando al punto en que la sangre brotaba y brincaba por todos lados. Cuando Camyl se cansó, lo dejo caer desfallecido al suelo. -¿Estas muerto, eh?.- lo movió con el pie, sin tener respuesta. -Que aburrido eres... da igual.- Sacó una navaja que paso por todo el largo del cuello del contrario, haciendo que la sangre brotara como una bella y perfecta fuente color carmesí, llenando sus manos y su ropa de sangre, notando como los ojos contrarios se abrían de par en par mientras la vida se le escapaba en cada gota hasta que no hubo más que hacer. Se puso de pie, cansada y con el trabajo terminado. Seguramente los vecinos se darían cuenta hasta en una semana cuando el olor a putrefacto fuera demasiado. Cuando se giro, se dio cuenta de que en la computadora parpadeaba algo en la pantalla así que se acercó, jalando la silla y tomando asiento. Encendió un cigarrillo y empezó a teclear, buscando información útil para ella, pero no había nada, el chico había encriptado todo muy bien y era de difícil alcancé. Una pena, jalo el teclado para llevárselo y no dejar huellas, salió de ahí hasta llegar a su coche y de su chaqueta saco su celular. Aun con los dedos manchados, le mando un mensaje a Noelle. “Necesito verte” y se metió al coche para ir a su casa a darse una buena ducha.
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elmosqueo666 · 6 years
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BASOFIAS%CRUDO -LiveTape-
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crdblog · 3 years
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Moderno retraso:
No creo para nada en el orgullo moderno, que estupido aguantarse las ganas de decir lo que realmente uno necesita escupir al viento, que imbecilidad eso de jugar a quien habla primero, el que pierde es el honesto y directo, el que no da vueltas y es sincero.
Idiota no es el que expresa, idiota es el que se aguanta, no por que se caga en el otro, sino por que se caga en si mismo, se caga en su humanidad, se caga en eso tan lindo que es sentir intensamente, algo que solo nosotros tenemos el privilegio de vivir y manifestar sin miedo a ser incoherente, sin miedo a razonar lo que nos da esa esencia tan personal y presente.
Ridiculo es tener que vivir la vida fingiendo frialdad cuanto todos tenemos la sangre caliente, tachar de anormal al que busca sacarse de encima el verdadero peso emocional que te dicen que te banques para no pasar de intenso frente a la gente.
Buscate a alguien a quien contarle sobre todo eso sin vergüenza, sin sentirse feo por sentirse normal, no se quien fue el que nos convenció de que hablar era de animal sin control social, que incoherencia las mierdas que hacemos por querer disimular.
Quiero pasar vergüenza, quiero ser la deshonra de esta basofia y enferma humanidad que se contiene de babear las palabras mas lindas que puedo asegurar que todos sueñan con escuchar.
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