CAP 35 - AMIGOS Y AVENTURA
Al llegar al tren, cada uno fue a su habitación para recoger las cosas necesarias para pasar la noche bajo las estrellas. La emoción del viaje llenaba el aire y todos estábamos ansiosos por comenzar nuestra aventura.
Me sentía más relajada solo con estar cerca de todos mis amigos. Al entrar a mi habitación, me di cuenta de lo mucho que había necesitado un descanso así. Llené mi maleta con lo esencial: una linterna, una manta abrigada, ropa cómoda, y por supuesto, algunos bocadillos. Mientras organizaba mis cosas, Chance, mi leal amigo de cuatro patas, me observaba con curiosidad.
|| Voy a extrañarte esta noche, amigo || le dije mientras acariciaba su pelaje. Le dejé comida y agua en su plato y avisé al personal para que lo cuidaran mientras yo no estaba.
Una vez lista, me dispuse a descansar un poco hasta la hora del encuentro. Acostada en mi cama, con el tren detenido y la tranquilidad de la estación, la compañía de Chance me ayudó a relajarme.
**
<<Punto de vista de Drake>>
Cuando llegó la hora, nos reunimos en la limusina y nos dirigimos hacia nuestra pequeña aventura. Junto a todos parecía que cualquier problema desaparecería, por lo menos por algunas horas.
El viaje en auto fue una mezcla de risas y conversaciones. Las ventanas abiertas permitían que el aire fresco nos envolviera mientras cruzábamos paisajes pintorescos. Pasamos por verdes praderas, pequeñas aldeas con casas de piedra y campos dorados por el sol del atardecer. Maxwell no dejaba de contar chistes, haciendo que todos riéramos sin parar, mientras Riley y Liam compartían historias de sus viajes pasados.
Finalmente, llegamos al punto donde la carretera se terminaba y comenzaba el sendero hacia el acantilado de Étretat. Aparcamos la limusina y comenzamos la caminata. El sendero era estrecho y serpenteaba entre árboles frondosos, cuyas hojas empezaban a cambiar de color con la llegada del otoño. Cada paso nos acercaba más al sonido relajante de las olas rompiendo contra las rocas.
La caminata fue ardua, pero valió la pena. Al salir del bosque, el paisaje se abrió ante nosotros, revelando las majestuosas formaciones rocosas y los impresionantes arcos naturales por los que Étretat es famoso. El océano Atlántico se extendía hasta donde alcanzaba la vista, su superficie ondulante reflejando los colores del cielo.
Después de una larga caminata, finalmente arribamos a un acantilado con vista al océano. La vista era impresionante. Nos sentamos en rocas altas y colocamos mantas a cuadros en un círculo alrededor de la fogata que estaba armando. El atardecer pintaba el agua de colores naranja y amarillo, y a lo lejos se podía observar un faro al otro lado del acantilado.
|| Podría acostumbrarme a esto || dijo Liam respirando el aire fresco y estirando sus brazos.
|| ¡HOLAAAAA! || gritó Maxwell para que su voz resonara por todo el valle del otro lado || Esto es tan genial ||
Pero, aunque fuera una hermosa vista, necesitaba encargarme de prender el fuego. Concentrado en mi tarea, apenas noté que Riley estaba hablando hasta que ella se acercó.
|| Drake, deberías contemplar la vista || exclamó emocionada.
|| Sí, es realmente bella || respondí, pero mi mirada volvió a concentrarse en la fogata.
|| Drake, ¿no sugeriste venir aquí para apreciar la vista? Porque ahora ni siquiera la estás mirando || insistió.
|| Lo sé, Brown, y prometo que la miraré más tarde... Pero ahora mismo, necesito asegurarme de que tengamos calor. La noche puede llegar a ser demasiado fría || le respondí. Hana intervino riendo.
|| Estoy de acuerdo con Drake. Quizás sus instintos cavernícolas están entrando en acción || Y sus palabras me hicieron reír.
|| Exacto Hana… Proteger y calentar a la tribu es mi misión. Estoy a cargo de eso || Le dije y Liam, que había estado desempacando comida y poniéndola en bandejas, también intervino.
|| Tranquilas chicas, así es como se pone cuando va de campamento. Es mejor dejarlo trabajar en lo suyo ||
|| Exactamente, escúchenlo. Él lo sabe || exclamé apoyando a Liam. Después de unos minutos, finalmente tenía la fogata encendida y el grupo tenía calor || Muy bien, chicos. Como este viaje fue idea mía, era mi responsabilidad asegurarme de que todos sobrevivieran aquí || dije con una sonrisa de satisfacción.
|| No te preocupes, Drake. Yo creo que estaríamos bien por nuestra cuenta aquí. Soy muy ingenioso || exclamó Maxwell, encogiéndose de hombros.
|| Vamos, Maxwell, no te engañes. Tú serías el primero en rendirte || le dije mirándolo con atención || ¿O no recuerdas cuando nos fuimos a acampar por los valles de Cordonia? ||
|| Bueno, esa vez fue diferente... || Maxwell se puso nervioso, una risa incómoda escapando de sus labios.
|| ¿Diferente? Te pusiste nervioso porque escuchaste un búho y pensaste que era un oso || continué, recordando vívidamente la noche en que Maxwell había estado convencido de que un pequeño búho era una amenaza peligrosa || Terminaste durmiendo en la camioneta mientras todos nosotros estábamos perfectamente bien bajo las estrellas ||
El grupo estalló en risas, recordando aquella anécdota con cariño. Maxwell, aunque un poco avergonzado, se unió a la risa, aceptando la broma con buen humor.
|| Está bien, lo admito. Tal vez no soy tan ingenioso como pensaba || dijo Maxwell con una sonrisa resignada. || Pero no te olvides de la vez que tú ayudaste a Liam || exclamó, intentando defenderse. Liam se puso rojo e intentó replicar.
|| Olvídalo, Maxwell, eso no tiene nada que ver || dijo con seriedad Liam.
|| ¿Y qué fue lo que pasó? || preguntó Riley, curiosa. Antes de que Liam o yo pudiéramos responder, Hana gritó fuertemente.
|| ¡MAXWELL! ¡Tienes un animal en tu camisa! || señaló con terror mientras Maxwell se congelaba en su lugar.
|| ¡Santo cielo! ¡Santo cielo! ¡Santo cielo! ¡Nadie se mueva! Puedo sentirlo moverse... Creo que ha llegado mi momento de morir... || gritó Maxwell, cerrando los ojos, completamente desesperado. Me costó no reírme, pero Liam no pudo evitarlo, negando con la cabeza mientras se acercaba a él. Con calma y cuidado, Liam agarró el animal de la camisa de Maxwell y lo colocó delicadamente en su mano, mostrándonoslo. Maxwell respiró aliviado || ¡Qué alivio! Gracias, Liam... || exclamó Maxwell, mirando la pequeña lagartija. || Hola, pequeño amigo... Déjame decirte que no es bueno quedarte en un grupo donde no fuiste invitado. ||
|| ¿Es venenosa, Liam? || preguntó Hana, retrocediendo por miedo.
|| No lo creo, Hana. Tranquila, || respondió Liam con calma mientras la lagartija se acurrucaba en su palma.
|| Viéndolo con más calma, parece inofensiva, || comentó Maxwell, extendiendo su dedo para acariciar al animal. Sin embargo, la lagartija se tambaleó rápidamente hacia él y le mordió la punta del dedo, haciendo que Maxwell gritara de dolor.
|| Seguro que sí... Muy inofensiva, || dijo Riley riendo.
|| Imagínate Maxwell, ese pobre animal te conoce unos minutos y ya te odia... || añadí en tono burlón, sin poder evitar reírme grandemente.
|| ¡Hey, él no me odia! Tan solo siente que soy una amenaza aterradora, || respondió Maxwell, con una cara de enojo que más bien parecía de consternación. Liam soltó a la lagartija en el suelo, y el pequeño animal se escabulló entre los arbustos, desapareciendo de nuestra vista.
|| Está bien, está bien... Ahora que la visita de la lagartija se acabó, || dije aplaudiendo para llamar la atención. || Continuemos comiendo. ||
**
La camaradería y el buen humor aliviaron cualquier tensión restante. La fogata crepitaba, y la tarde se llenó de risas y recuerdos compartidos, haciendo que la pequeña aventura fuera especial. Poco a poco, los rayos de sol se ocultaban, tiñendo el cielo de tonos cálidos y nostálgicos.
|| Gracias, Hana, por proporcionarnos la comida, || dije con sinceridad, apreciando el esfuerzo que había puesto en preparar todo.
|| Fue un placer, Drake. Aunque el viaje fue un poco imprevisto, pude empacar lo necesario. ¡Gracias por organizarlo! || Hana respondió, sonriendo ampliamente.
|| ¡Hana, todo lo que trajiste es perfecto! || exclamó Riley emocionada.
|| Chicos, ¿hay algo que Hana no pueda hacer? || preguntó Maxwell con admiración hacia Hana || ¿Qué más podría pedirle a la vida? Tengo comida, naturaleza, buenos amigos y a la chica más linda de todas ||
|| Awwww, Max, eres un encanto || respondió Hana mientras Maxwell dejaba escapar un gran suspiro, apoyado contra una de las rocas y le daba un beso en su mano. Liam observó a Riley y le dedicó una sonrisa.
|| Tienes razón, Maxwell, ¿qué más se puede pedir? || exclamó Liam mientras miraba a Riley con adoración. Rápidamente aclaré mi garganta.
|| Por favor, por favor... Pueden dejar a un lado la miel || dije tratando de no parecer demasiado disgustado. Por un momento, me sentí como un plato de segunda mesa, observando cómo todos parecían estar perfectamente emparejados || Me alegra que todo esté funcionando || comenté, tratando de mantener un tono ligero.
Pero por dentro, la sensación de exclusión se intensificaba. No era fácil ver a todos tan felices y emparejados, especialmente a Riley con Liam. Cada mirada y sonrisa entre ellos era un recordatorio doloroso de lo que no podía tener. Aun así, me forcé a sonreír y a disfrutar del momento, porque, al fin y al cabo, había organizado este viaje para todos, especialmente para Riley. Verlos felices, aunque me sintiera un poco al margen, era suficiente recompensa.
|| Estoy muy feliz de estar con todos ustedes. Honestamente, es muy liberador poder compartir este momento lejos de todo el drama del tour || exclamó Liam mientras se acercaba a Riley y colocaba su mano cerca de la de ella. Observé cómo sus manos se encontraban de manera natural, y sentí cómo algo se apretaba en mi pecho. Maxwell y Hana parecían inmersos en su propio mundo, ajeno al torbellino de emociones que yo estaba experimentando. De repente, Riley inclinó la cabeza hacia Liam, compartiendo risas y miradas que hablaban de una complicidad profunda. Me quedé allí, observando en silencio. Era evidente que Riley estaba completamente entregada a Liam, y eso me provocaba una mezcla de admiración y resignación. Ambos rieron, y sentí que no podía soportarlo más. Me levanté rápidamente y me dirigí al borde del acantilado. No puedo negar que mi herida seguía abierta, y necesitaba encontrar un rincón donde pudiera olvidar, al menos por una noche, lo que mi corazón realmente deseaba.
Después de algunos instantes, la voz de Riley me sacó de mis pensamientos.
|| ¿Así que finalmente estás contemplando la vista? || preguntó Riley, mirando al horizonte como yo. La miré suavemente y luego volví a admirar el hermoso atardecer.
|| Sí, finalmente. Ahora que me he ocupado de lo básico, puedo hacerlo || respondí, intentando ocultar cualquier emoción.
|| Nunca había visto algo tan hermoso || dijo, llena de emoción. Ambos observamos cómo las hojas se balanceaban con el viento y el sol poniente pintaba los árboles en tonos de rojo, amarillo y naranja. Los acantilados como estos son increíbles para contemplar, especialmente en momentos como estos. || Es muy hermoso, para ser sincera, y me alegra que hayamos venido para verlo || añadió, sonriendo ampliamente. Nos quedamos en silencio por un momento, absorbidos por la tranquilidad del entorno. Después de un rato, ella rompió el silencio con otra pregunta|| ¿Qué te llevó a elegir este lugar para visitar hoy? || preguntó, curiosa por conocer más de mis pensamientos.
|| Bueno, necesitaba un descanso de la ciudad y había oído hablar de lo impresionante que es este lugar al atardecer. Además, pensé que sería agradable compartirlo contigo en tu cumpleaños || respondí, tratando de transmitir la sinceridad de mis sentimientos mientras encontraba en su mirada una calidez reconfortante.
|| Me alegra que lo hayas elegido. Ha sido un buen día para desconectar || comentó Riley, mientras seguía disfrutando del momento || Gracias por hacer esto, Drake, significa mucho para mí || añadió, colocando su suave mano en mi brazo. Su toque envió una oleada de emociones a través de mí, y sentí una conexión profunda en ese instante. Justo cuando abría la boca para contestarle, Liam la llamó desde la distancia:
|| ¡Riley, ven a ver esto! ¡Es increíble! || Su voz rompió el cálido momento que estábamos teniendo, llevándose a Riley consigo. Ella se volvió hacia mí, sonriendo disculpándose:
|| Parece que me necesitan || me dijo. Rápidamente asentí, forzando una sonrisa.
|| Ve, Brown, no te preocupes… Yo seguiré admirando la vista || le respondí. Observé cómo se alejaba hacia Liam, sintiendo cómo la distancia entre nosotros crecía, no solo físicamente, sino también emocionalmente.
Mi mente se llenó de preguntas sobre qué podría haber sido si las circunstancias hubieran sido diferentes, si Riley hubiera sentido algo más por mí. Esas reflexiones persistían mientras los observaba, compartiendo risas y gestos cómplices. Liam le susurró algo al oído que hizo que Riley riera con verdadera alegría. Desde mi lugar, vi cómo Riley y Liam se abrazaban, compartiendo una mirada cargada de complicidad mientras contemplaban el horizonte. Verlos avivó sentimientos que deseaba compartir con ella. Sentí una mezcla de nostalgia y resignación al aceptar que lo que anhelaba con Riley nunca sería posible.
En ese preciso instante comprendí que debía enfrentar la realidad: el amor que sentía por Riley estaba destinado a permanecer oculto. Decidí entonces que era momento de seguir adelante. Debía buscar nuevos caminos, tratando de llenar el vacío que Riley había dejado en mi corazón. Desvié la mirada hacia el horizonte, buscando encontrar algo de paz y comenzar a sanar las heridas que aún mantenía.
Principio del formulario
Final del formulario
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<<Punto de vista de Riley>>
Después de unos minutos, cuando el último rayo de sol se desvanece y la luz de la luna comienza a reflejarse en el agua, casi todos hemos terminado de construir nuestras carpas a la perfección. Liam me mira y se acerca con una sonrisa traviesa.
|| ¡Vaya! Parece que sabías lo que hacías || me dice mientras se mueve detrás de mí, acercándose a mi oído || Y no puedo negar que estoy impresionado. Pensé que aquí iba a poder presumirme frente a ti. || Su voz suave hace que mi respiración se ralentice; me encanta cuando está tan cerca. Giro mi cabeza para mirar sus labios.
|| ¿No me digas? Quién sabe, quizás encuentres otra manera de impresionarme ||
|| No lo sé, eso lo veremos más tarde || murmura mientras sus dedos rozan mi barbilla y me obliga a mirarlo a los ojos. Le sonrío como una boba. De repente, Drake aclara su garganta y nos mira a todos con atención.
|| Muy bien todos, es hora de descansar. Mañana regresaremos a primera hora al amanecer… No queremos que empiecen a buscar a su rey desesperadamente || dice, luego posa su mirada en mí y, con una ligera sonrisa, exclama || Brown, espero que hayas disfrutado de esta pequeña escapada al aire libre. ¡Feliz cumpleaños! ||
|| ¡Feliz cumpleaños! || gritan los demás al unísono.
|| Gracias, chicos. Han hecho de este día uno que jamás olvidaré || respondí, sintiendo una profunda gratitud. Luego, todos nos levantamos y nos dirigimos a nuestras tiendas para descansar.
**
Cuando la oscuridad cayó sobre el campamento, los grillos comenzaban a cantar y la luz del faro iluminaba partes del océano. Dentro de la mía, la luz del fuego parpadeaba constantemente. Podía escuchar claramente cómo todos comenzaban a cerrar las cremalleras de sus tiendas de campaña para pasar la noche. Me recosté en mi cama, pensando en los eventos de mañana. A pesar de todo lo que hemos descubierto, todavía me siento perdida y no puedo negar que tengo un poco de miedo. De repente miro mi reloj y me doy cuenta de que es la hora de mi encuentro con la única persona que me hace sentir segura: Liam. Decido colarme en su tienda. Lentamente, abro la cremallera de mi tienda con cuidado y veo que la suya está ligeramente abierta. Me aseguro de que no haya nadie alrededor y me deslizo suave y lentamente hacia su tienda. Al entrar, lo veo colocando su saco de dormir en el suelo.
|| Toc – Toc || susurro, y él me mira con una gran sonrisa.
|| ¡Riley! Llegaste || Me dice y sin querer, lo miro de pies a cabeza, ya que se encuentra solo con sus calzoncillos. No puedo negarlo, ¡qué hermosa vista!
|| Estaba ansiosa por estar contigo || digo, mientras me acerco lentamente hacia él. De un solo tirón, me hala hacia su abrazo.
|| Riley, debo confesar que yo también moría de ganas por estar a solas contigo. ||
|| Y aquí estoy, Liam, solo para ti. || le susurré mientras acariciaba suavemente su brazo. || No hay otro lugar en el que prefiera estar esta noche. || Mi mano recorre los músculos de su hombro hasta su mano y los entrelazo. Liam me hace espacio, abriendo su saco de dormir y tirando las mantas. Colocada entre sus brazos, lanzo un suspiro que venía conteniendo || Entonces, ¿te gustó escaparte esta noche? ||
|| Seguro que sí. Esto me hace recordar cuando los tiempos eran simples, esos tiempos cuando Drake, Maxwell y yo podíamos escapar de la corte por una noche sin que nadie dijera nada… Sin embargo, este viaje en particular tiene sus méritos... || Coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja. No puedo evitar dejar escapar una pequeña respuesta de gemido || Tu presencia es una magnífica adición ||
|| Yo digo lo mismo y, ¿sabes? Estoy feliz de estar aquí… Aunque no sabía que ustedes solían acampar… Por cierto ¿A qué historia se refería Maxwell hace un momento, que no le dejaste hablar? || pregunto curiosa.
|| Bueno, pues es porque es un poco vergonzosa, se podría decir… Pero te la voy a contar || Me abraza y automáticamente me acurruco en él, sumergiéndome en su cálido toque || No tengo muy clara la edad, pero creo que tenía alrededor de doce o catorce años cuando me perdí en el bosque. Drake, Maxwell y yo nos escapamos a uno que queda junto al palacio para pasar la noche. Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, me levanté a buscar agua. No tuve problema en encontrar el arroyo, pero al regresar, comencé a andar en círculos y no podía encontrar mi camino de vuelta al campamento. Para cuando salió el sol, estaba completamente perdido || exclama con una risa, mientras yo me espanto ante la historia.
|| ¿Y cómo encontraste el camino de regreso? || pregunté asustada.
|| Nunca lo hice. Fue Drake quien me encontró, || respondió con una sonrisa || Había seguido mi rastro desde las carpas y me encontró vagando entre los árboles, a más de veinte minutos de nuestro campamento. Mientras tropezaba en el bosque, me sentía completamente solo, pero cuando Drake me encontró, me di cuenta de que, incluso cuando pensaba que estaba solo, él siempre me respaldaba. Drake jamás se burló de mí; solo me llevó de vuelta. Cuando llegamos a casa, ninguno de ellos mencionó esto a nadie. Es por eso que esta noche me ha recordado mucho a esa aventura. No por perderme, sino por ese sentimiento de saber que tengo personas en las que puedo confiar y contar. Personas por las cuales me preocupo y que me importan más allá de todo el drama cortesano. || El relato de Liam me conmovió profundamente. Sentí una calidez en mi corazón al escuchar la importancia de la lealtad y la amistad en su vida. Verlo hablar con tanto cariño y gratitud hacia Drake y Maxwell, me hizo darme cuenta de lo afortunada que era de estar rodeada de personas tan especiales. Liam continuó, su mirada se suavizó mientras hablaba de sus amigos. || Drake y Maxwell son como hermanos para mí. Drake siempre ha estado ahí, como un guardián silencioso, asegurándose de que nunca me pierda, tanto literal como figurativamente. Maxwell, con su ingenio y humor, siempre sabe cómo sacarme una sonrisa, incluso en los momentos más oscuros. Ambos me han enseñado lo que significa la verdadera amistad. ||
|| Me alegro de que hayamos venido entonces || le digo, mirándolo fijamente. Ver la emoción en los ojos de Liam mientras hablaba de sus amigos me llenó de ternura. Agradecí en silencio tener la oportunidad de ser parte de este círculo tan unido y lleno de cariño.
|| Yo también me alegro || dice Liam, inclinándose lentamente para presionar sus labios contra los míos en un beso prolongado. Sus manos se deslizan suavemente por mi cintura mientras nos fundimos en ese momento íntimo. Cuando nos separamos del beso, susurra cerca de mi oído, con su voz ronca y llena de deseo || Quédate aquí conmigo esta noche || Le sonrío con picardía y asiento con la cabeza.
**
Después de perdernos el uno en el otro durante un rato, apoyé mi frente contra la suya, sintiendo un hormigueo en los labios mientras mantenía los ojos cerrados.
|| Deberíamos dormir un poco || susurré a Liam. Él asintió con la cabeza. Nos acostamos uno al lado del otro, y bajo la tenue luz de la luna, pude verlo sonreír mientras descansaba la cabeza en la almohada. Rápidamente me incliné sobre el espacio entre nuestras almohadas y rocé mis labios suavemente contra los suyos. Liam correspondió inclinándose hacia el beso, deslizando una mano por mi cabello. Luego, con ternura, me rodeó con su brazo, atrayéndome hacia él || Gracias por el final perfecto para un día perfecto, mi Rey || susurré y pude verlo sonreír. Luego me acurruqué entre sus brazos y rocé suavemente su nariz con la mía || Buenas noches, mi amor || murmuré.
|| Buenas noches, mi Reina || respondió Liam en un susurro. Juntos nos sumergimos en un sueño cálido y confortable, donde todas las preocupaciones del mundo se desvanecieron mientras dormíamos juntos, abrazados en la tranquilidad de la noche.
@tessa-liam, @kingliam2019, @choicesficwriterscreations
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Shhh, es un secreto
Pareja: Neteyam x Reader
ADVERTENCIA: obscenidad | temas incómodos | sangre | violencia | escritura oscura | manipulación emocional.
Capitulo nueve:
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Capitulo nueve
" DESPIERTA "
La regla que Toruk Makto impuso fue quedarse en el laboratorio. Eso hasta que todo en la aldea llegará a calmarse, lo cual ya dudabas que eso sucediera en algún momento. Te volviste solitaria, callada y tan poco brillante que Neteyam comenzaba a desesperarse ante la vista de cómo decidías morir lentamente frente a él y su presencia no podía hacer nada a eso.
Neteyam observaba como poco a poco te volvías en nada más que un simple cuerpo viviente. No comías, no sonreías y ni siquiera lo mirabas. Sí, tu mirada podía estar en su dirección, pero realmente no lo mirabas. Buscabas a alguien que simplemente no era él y aquello dolía tanto. A cada segundo que pasaba su corazón comenzaba a destrozarse conforme más pasaba cerca tuyo.
Sus ojos amarillos te miraron, forzó una sonrisa suave mientras que su mano tomó con cariño la tuya, dio un ligero apretón provocando que tus ojos lo miraran, aunque tu mente estuviera en cualquier otro lugar que no fuera él.
---- ¿Qué tal si comemos un poco, mmm? ---- no hiciste nada, no dijiste nada, solo lo observaste provocando un nudo en su garganta. Neteyam asintió, tomando el pequeño plato comenzando a meter cucharadas de lo que era avena a tu boca ----. ¿Es bueno, no es así?
Tú solo abrías y tragabas, un movimiento en automático que habías estado haciendo cuando él te alimentaba. Como si esto ya fuera tan normal que tú cuerpo lo estaba tomando como una rutina.
---- Está bien, cariño. Estoy aquí ---- murmuró alimentándote ---- sigo aquí, (T/N).
Y tú te encontrabas en tu hogar. El olor al bosque inundaba tus sentidos y el sonido de los cánticos de Pandora te dejaba en la eterna calma. El bosque era tan hermoso, te arrullaba cómo el viento podía mover las hojas de los árboles, adorabas cómo las plantas bajo tus pies te abrazaban con amor.
Caminaste con cuidado mirando al suelo mientras una suave sonrisa adornaba tu rostro. Comenzaste a danzar con cuidado, meciendo tu vestido de un lado a otro mientras tu cabello giraba con tu cuerpo, una risa detuvo tus acciones.
Tus ojos miraron aquel verde profundo el cuál te miraba divertido ante tus acciones. Devolviste la sonrisa, volviendo a girar en tu propio eje.
----¿Qué haces?
---- Bailo, skxáwng.
El rodó los ojos.
---- Tú ni siquiera sabes caminar ---- dejó su arco de lado, levantándose del suelo para avanzar hacia ti ---- pareces un bebé dando sus primeros pasos.
---- Bueno, en mi mundo así bailamos. ---- Observaste el rodar los ojos ante la mención de algo humano.
---- Son bastantes tontos entonces. Todos y cada uno de ustedes.
Una mueca de molestia apareció en tu rostro, a punto de replicar de no ser porque su mano tomó tu mentón obligándote a mirarlo, su frente simuló juntarse con la tuya porque la mascarilla que te brindaba oxígeno le impedía el contacto, sus ojos verdes miraban fijamente tus ojos provocando que tú corazón se acelerara.
Su mirada se volvió tan profunda que creíste que él estaba leyendo todos y cada uno de tus pensamientos.
----Ska'anekx... ---- murmuraste mirando sus labios, anhelante.
Su ceño se frunció mostrando molestia por algo que realmente no entendías. Cerró sus ojos con fuerza, maldiciendo en su lengua, una que no sabías por qué, pero entendías perfectamente. Se alejó comenzando a caminar de vuelta a la aldea moviendo su cola de un lado a otro demostrando que estaba molesto.
Te quedaste quieta recordando cómo por un momento sus ojos habían mirado tus labios, sonriendo con un poco de esperanza ante sus acciones.
Tus pensamientos se vieron interrumpidos por una suave voz, llamando tu nombre desde la lejanía del bosque. Miraste extrañada hacia las profundidades de Pandora, un suave llanto susurró en tu oído con añoranza.
----¡Humana, andando!
Tus pies se movieron rápidamente alejando tu atención del bosque, llegando justo detrás del Na'vi. Tomaste con cuidado su capa para asegurarle que seguías ahí.
Que siempre estarías ahí.
Neteyam dejó salir un suspiro cansado al ver cómo simplemente cerrabas tus ojos para descansar en la cama del pequeño cuarto. Sus ojos cansados fueron tallados por el dorso de su mano pensando en que tal vez y solo tal vez pronto estarías de nuevo en sus brazos. Decidió recostarse un momento a tu lado, abrazando tu pequeño cuerpo contra él, intentando recordar el calor de tu cuerpo contra el suyo.
Neteyam se lamentó un poco ante tu lejania, apretando tu cuerpo entre sus brazos dejando que las lágrimas salieran de sus ojos mientras te llamaba suplicante, rogándote a qué lo miraras, a que volvieras a su lado. No ocurrió esa noche, ni siquiera las anteriores vio un poco de esperanza. Pero esperaba, esparaba en que pronto volverías a él.
Neteyam abrió sus ojos cuando sintió cómo te movías entre sus brazos. Tus ojos vacíos ahora lo miraban inexpresivos enviando una punzada a su pecho, él tomó tu mano intentando brindarse fuerza cuando te acercaste cada vez más. Dejando un pequeño beso en sus labios, uno casto e inocente, uno hueco porque realmente seguías en tu cabeza.
---- Está bien, cariño ----. Cerraste tus ojos apretando su mano ---- Está bien ---- murmuró más para si mismo que para ti.
A veces Ska'anekx hacía esto.
Adentrarse en tu carpa en medio de la noche para simplemente abrazarte y dormir. Levantándose temprano al día siguiente para salir de ahí y fingir que no había pasado nada. Aunque esta vez te permitiste ser valiente, porque habías visto señales de este Na'vi con respecto a lo que pensaba de ti y definitivamente ya no dejarías pasar ninguna oportunidad.
Te giraste lentamente notando cómo sus ojos verdes estaban abiertos demirando fijamente cada una de tus acciones, tu cabeza se recostó en tu brazo y con tranquilidad parpadeaste lentamente, sin apartar ni un segundo la mirada del Na'vi.
----¿Qué haces despierta?
----¿Qué haces en mi carpa?
Mostró sus dientes un poco, amenazándote al llamar tuyo algo que definitivamente no te pertenecía.
----No te atrevas a tanto, humana.
Sonreíste divertida ante su actitud estoica, tus manos querían moverse y tocarlo por completo, esos ojos verdes estaban enterrandose en lo más profundo de tu corazón que dejaban huellas en toda tu mente.
----¿Qué tanto miras? ---- cuestionó molesto ante tu insistente mirada.
---- Hermoso... ---- su mano tomó tu rostro un poco brusco causando que saltaras en tu sitio.
----No me gusta que hables en lengua humana ----. Su frente se pegó a la tuya o eso intentó. habías aprendido que está acción significaba que ellos querían que te grabaras estás palabras pues eran un sincero llamado de su corazón ---- Te he dicho que está prohibida.
---- Hermoso. Significa hermoso en Na'vi ---- aclaraste rápidamente, sus ojos se abrieron ligeramente ante la sorpresa.
La mano en tu cintura había titubeado en su agarre y con una sonrisa volviste a arriesgarte, sacando la máscara suavemente para dejar un suave beso en sus labios.
Un suspiro tembloroso salió de entre el beso. Haciéndote sonreír cuando volviste a recostar tu cabeza colocando tu máscara con rapidez. Sus ojos verdes miraban fijamente a los tuyos como si quisieran saber qué es lo que pensabas, lo viste cerrar sus ojos con fuerza dejando salir un suspiro cansado.
----Skxáwng... ---- murmuró con una pequeña sonrisa ---- Duerme, ya es tarde.
Estabas a punto de replicar de no ser por ese llanto. Ese llanto que siempre estaba en el bosque, rogando que volvieras con él. Miraste fijamente hacia allá sintiendo una curiosidad inmensa por la voz que te llamaba. Tus ojos fueron cubiertos por la mano de Ska'anekx, algo que hacía cuando quería que solo te centraras en él. Sonreíste encantada, dejándote arrastrar por el sueño en sus brazos.
Ignorando esa linda voz de nuevo.
Jake no podía seguir con esto. Observaba a su hijo mayor destruirse poco a poco por ti.
Neteyam no volvió a la aldea en ningún momento, sus hermanos no lo habían visto en una semana porque él estaba contigo y Neytiri comenzaba a impacientarse por qué su hijo no había ido a verlos en ningún momento. Los Na'vi preguntaban dónde se encontraba el futuro Olo'eyktan, porqué Neteyam no estaba en casa y si se encontraba bien. Jake respondía que él estaba en una misión importante, una que era necesaria para que Neteyam creciera cómo persona. Jake ahora pensaba que esto solo lo estaba destruyendo poco a poco.
Cuando Jakesully iba a verlo lo único que observaba era a un Neteyam destrozado hablándole a una muñeca de trapo, eras simplemente un cuerpo. Como si tu mente se hubiera ido hace tiempo y solo quedarán los restos de ti.
Jake pensó que ese golpe tal vez te traería de vuelta a la realidad y se sintió culpable cuando simplemente habías dejado de existir.
No lo diría en voz alta, pero te había tomado cariño. Eras como su pequeña Tuk, su yo pasado, tan asombrado y maravillado con Pandora, tan solitario y abandonado por todos. Verte responder ansiosa a su toque o sus palabras simplemente lo hacía sonreír, sus hijos hace tiempo habían crecido y ahora no demostraban esa devoción tan ferviente cómo tú y a veces extrañaba a sus pequeños.
Tú le recordabas a todos y cada uno de ellos.
Se acercó a su hijo, quién dormitaba a tu lado sin soltar tu mano ni un segundo. Jake se agachó a su altura, acarició su cabello con suavidad logrando que Neteyam despertara ante el tacto.
----¿Cómo estás hijo? ---- preguntó suavemente.
Neteyam lo miró con ojos cansados, mordiendo sus labios cuando sintió su garganta cerrarse. Él negó, apretando con más fuerza tu mano.
---- Ella no se ha movido nada. Ha seguido así por semanas, ya no sé que más hacer, papá... Ella simplemente no está.
Jake asintió limpiando cada lágrima que manchaba las mejillas de su hijo. Miró en tu dirección, dormías.
Solo hacías eso cuando Jake estaba.
Tomó fuerza recordando las palabras de Neytiri, su hijo se estaba perdiendo por alguien que no estaba dispuesta a luchar.
Y eso era tan injusto, para él y para ti.
Por qué no podía pedirle a Neteyam que se siguiera destruyendo por ti y tampoco podía obligarte a superar todo lo que habías pasado en cuestión de segundos.
Jake tomó fuerza.
---- Neteyam... A veces dejar ir también es una muestra de amor.
Su hijo lo miró aterrado, negando una y otra vez intentando alejarse de él.
---- No, no, no. Dijiste que me apoyarías ---- recriminó inquieto ---- ¡Dijiste que estarías de mi lado cualquiera fuera la decisión que tomara!
Jake intentó detener la resistencia de su hijo, el cuál se intentaba alejar con toda la fuerza que tenía de su agarre.
----¡Neteyam, te estás matando! ---- gritó su padre desesperado ---- ¡Estás destruyendote junto con ella! ¡No puedo simplemente quedarme de brazos cruzados al ver cómo pierdes tu vida poco a poco!
Neteyam lo miró con ojos llorosos.
---- Antes no era nadie... ---- murmuró Neteyam ---- siempre fui el hijo mayor, el futuro Olo'eyktan, el sucesor de Toruk Makto. Nunca Neteyam, y con ella supe quien era realmente ---- Neteyam sollozó, temblando ansioso ---- no me pidas que me aleje de ella, por favor... P-por favor, ella me enseñó a vivir. No me pidas que renuncie a eso.
Jake acercó a su pequeño, abrazándolo con fuerza intentando sacar todos estos pensamientos de su cabeza. Si Jake pudiera tomaría todo el dolor de sus hijos, los protegería de todo mundo para no verlos llorar. Pero aquí estaba, consolando a su hijo mayor el cuál había sido atrapado por ti.
Jake no dijo nada, rompiendo su promesa de llevar a su hijo a casa esa noche. No podía, simplemente no toleraba verlo llorar cuando se trataba de ti y él siempre terminaba rompiéndose cuando hacían mención de alejarlo de tu lado.
Estuvieron así un par de minutos hasta que un pequeño quejido interrumpió su momento.
Neteyam se alejó de su padre, tomando tus manos al ver tu primera reacción en mucho tiempo. Te habías levantado de golpe mirando en todas direcciones aterrada, cuando Neteyam tomó tu rostro pronto intentaste alejarlo de ti, golpeando y arañando su rostro mientras llorabas.
----¡(T/N)! ¡(T/N), soy yo. Tranquila bebé! ---- suplicó Neteyam tomando con fuerza tus manos evitando que volvieras a golpearlo ---- ¡Estoy aquí!
---- ¡Mentiroso! ¡Mentiroso, traidor! ---- gritaste con rabia, las lágrimas no dejaban de desbordarse ----- ¡Me engañaste! ¡Dijiste que me amabas! ¡Mentiroso!
---- ¿De qué hablas? S-sigo aquí nunca me fui de tu lado... ---- murmuró dolido, entonces Neteyam lo observó. La vista perdida en la nada. Seguías sin verlo y realmente estas palabras crueles no iban dirigidas a él sino a aquel Na'vi al cuál tu corazón pertenecía.
Neteyam apretó sus labios, guardando silencio ante tu desahogo. Sintió las manos de sus padre en sus hombros, brindándole un apoyo que realmente necesita.
----¡Te odio! ¡T-te odio! ¡Odio cada parte de ti...! ----- un sollozó abandonó tus labios, tus manos comenzaron a temblar y pronto ocultaste tu rostro en el pecho de Ska'anekx ---- Odio amarte tanto... Odio saber que te perdonaré todo... Mátame, por favor, m-mátame... Te lo ruego, Yawne...
Te dejaste caer al suelo del bosque, dejándote consolar por el toque de Eywa.
Tu corazón se había roto en miles de pedazos en poco tiempo.
El sonido de victoria de los guerreros llamó tu atención haciendo que salgas de la carpa, observando como todos ellos bajaban de sus ikran con grandes sonrisas. Te acercaste curiosa, los niños jalándote hacia allá para que también observarás el show. Una hermosa Na'vi se colocó al lado de Ska'anekx, en su manos estaba el cadáver de un humano. Tu estómago se revolvió al ver cómo ella levantaba el cuerpo inerte con un cántico, siendo seguida por todos los del clan.
Entonces el Olo'eyktan habló. Con su imponente voz, causando estragos en tu corazón
---- ¡Está misión fue un total éxito! ---- él levantó el cadáver orgulloso ---- ¡El clan Tormakticaya volvió con victoria en esta guerra! ¡Los humanos no son rivales para nosotros!
Todos siguieron el festejo. Tú tomaste con fuerza las pequeñas manos de los niños, el hijo de Ska'anekx tomaba tu mano con fuerza mirando atento a su padre.
---- ¡Sempu! ---- apuntó el niño de cuatro años, tú sonreíste asintiendo agachándote a su altura para rozar la mascara en su cuello causando risitas del pequeño Na'vi.
---- Así es, sempu... ¿Tu papá es impresionante verdad? ---- exclamaste mirándolo.
---- ¡Esta no será nuestra última victoria, estaremos preparándonos para el siguiente ataque! ---- vitoreó la Na'vi con adrenalina ---- ¡El Olo'eyktan, mi esposo, nos llevará a la victoria!
Todo se detuvo ante esa última frase. Tus ojos miraron hacia Ska'anekx, quién estaba siendo besado por aquella Na'vi con anhelo. Tu respiración comenzaba a agitarse conforme la escena se calaba en tus recuerdos. Cuando los ojos de Ska'anekx se encontraron con los tuyos sabías que debías salir lo más rápido posible de ahí.
Con el pequeño en tus brazos corriste a su carpa dejándolo en el suelo con brazos temblorosos.
Claro que un Olo'eyktan no podría ser padre soltero. Entonces porque él... Porqué él prometió que serían ustedes dos por la eternidad.
----¿Nana...? ---- preguntó el niño comenzando a hacer pucheros al ver tu estado de pánico.
---- Ey, Ey mi pequeño ikran... E-está bien yo... Yo debo irme, ¿Si? ---- besaste su frente o eso intentaste acariciando sus pequeñas trenzas con una sonrisa triste ---- quédate aquí, porfavor... S-sempu vendrá en cualquier momento.
----¿Nana? ---- te alejaste de él, comenzando a sollozar cuando sus pequeñas manos intentaban aferrarse a ti ---- ¡Nana! ¡N-nana!
Corriste escuchando como el llanto desgarrador del niño se hacía cada vez más lejano.
Entonces obligaste a tus piernas a correr lo más rápido que pudiste, tus pies se movieron por el bosque de Pandora a toda velocidad, sintiendo cómo tu corazón se destrozaba poco a poco mientras la palabra "esposo" se repetía en tu cabeza. Te habías entregado por completo a él, habías renunciado a lo poco que te había quedado y él simplemente te había apuñalado por la espalda.
Sollozaste sintiendo cómo tus pulmones perdían cada vez más aire. La máscara de oxígeno comenzaba a sentirse pesada contra tu cara y aquello te estaba matando, estabas segura de que estabas muriendo. Estabas segura de que querías hacerlo, querías simplemente desaparecer de este mundo y volverte en la nada.
Tu cuerpo fue golpeado contra el suelo, rodando duramente para detenerte sintiendo un gran peso encima tuyo.
Tus ojos miraron aquellos verdes profundos sintiendo como volvías a quebrarte.
---- ¡DÉJAME IR! ---- Gritaste pataleando contra su agarre.
----¿¡Qué crees que haces!? ---- gritó histérico ---- ¿¡A dónde pensabas ir!?
---- ¡Lo más lejos posible de ti, mentiroso!---- Sollozaste sintiendo como tus manos comenzaban a temblar ---- M-me engañaste... Dijiste que no había nadie más, que solo seríamos tu y yo... Mentiroso.
Ska'anekx miró a otro lado apretando los labios. Su cola se movía desesperada.
---- Soy el Olo'eyktan, mi deber como líder es ver por el bien de mi clan.
----¡Y una mierda! ---- gritaste provocando que sus ojos te miraran ---- ¡Tu clan no te importo cuando decidiste acostarte conmigo!, ¡Nada te importo cuando me hiciste tu pareja ante Eywa! ¡Me usaste!
Su mano tomó tu mentón con fuerza obligándote a mirarlo, él intentó que su frente se pegara con la tuya siendo bloqueado por tu máscara de oxígeno.
---- Te veo...
Negaste sintiendo como las mejillas caían de tus ojos, tu corazón se sintió cálido y estabas segura de que caerías.
---- No me hagas esto... Por favor, no me hagas más daño.
----Mi corazón es tuyo humana.
Entonces el recuerdo de aquella Na'vi besándolo caló en tu mente, su bebé el cuál habías cuidado mientras ella estaba fuera de casa. Él diciendo que eras la única.
----Te odio... ---- murmuraste dolida, pegaste con más fuerza tu frente con la de él ---- te odio desde lo más profundo de mi corazón, Ska'anekx.
Sus ojos que mostraron dolor por un momento te miraron con rabia, el Olo'eyktan del clan Tormakticaya se enderezó encima tuyo haciéndote ver qué era mucho más grande y fuerte que tú.
---- No me importa, estás sola ---- escupió con rabia ---- tu única opción es quedarte conmigo, el bosque te matara.
---- Prefiero morir a estar un segundo más mirando tus ojos ---- la rabia en tus ojos lo hizo titubear ---- mi corazón ya no es tuyo por más que lo desee, no me entregaré a ti más. Estás muerto para mí.
Sus ojos te miraron fijamente. El Na'vi mostró sus colmillos amenzantes.
----Entonces te obligaré a darmelo ---- pataleaste nuevamente sintiendo como apretaba tus muñecas con más fuerza ---- te forzaré a amarme aunque tenga que romperte cada hueso para que te quedes a mi lado.
Una mueca de dolor apareció en tu rostro cuando sentiste que el agarre en tus muñecas estaba siendo demasiado.
----¡Duele, detenente! ---- giraste el rostro cuando intentó besarte ---- ¡Regresa con tu esposa y tu hijo! ¡Ellos son tuyos, no yo!.
Tu muñeca se rompió en su agarre haciéndote gritar de dolor.
---- Pero no son lo que quiero... Eywa te trajo a mi, ella quiere que seas mía ---- olió tu cuello, comenzando a encajar sus dientes en tu hombro ---- Yo quiero que seas solo mía y así será.
Por favor... Por favor, cariño estoy aquí. Vuelve a mi, por favor.
Sollozaste cuando la suave voz del bosque te llamaba. Era tan confortante y cálida, tan hermosa y aún así decidiste quedarte... Por qué amabas tanto a Ska'anekx que estabas dispuesta a romperte en miles de pedazos.
Gritaste de dolor cuando te forzó a aparearse.
Porque él te amaba tanto que dolía.
---- Neytiri, por favor.
----No.
---- Ella está muriendo.
---- Ese no es nuestro problema, maJake ---- Neytiri lo miró con sus orejas pegadas al cráneo demostrando su disgusto ----. Ella no merece nuestra ayuda, su gente ha dañado todo lo que conoces, todo lo que amamos.
---- Ella no es igual.
La vista de ambos se dirigió a la entrada de la carpa. Los adultos miraron a el Na'vi que los miraba colérico, Lo'ak estaba ahí defendiendo a tu persona de estos Na'vi que se negaban a aceptarte, aquellos que se negaban a conocerte.
---- Lo'ak ---- Neytiri se acercó a él, regañando a su hijo por defender a una humana ----. No puedes defender a alguien que no es igual a ti. Te estaba usando para escapar.
---- No es así ----. Él los miró dudoso --- tal vez en un principio así sería, pero ella se convirtió en mi amiga---- su mirada cambió a una determinada, el rencor en sus palabras calaron en la mente de Jake y Neytiri ---- ¡Y me brindo más apoyo y comprensión de la que ustedes lo hicieron!
---- Mi niño, claro que te apoyamos e intentamos darte todo el amor que tenemos ---- consoló su madre, limpiando las pequeñas lágrimas que salían de sus ojos ---- pero está niña es peligrosa, no sabemos nada de ella, puede que su raza la esté buscando y estén dispuesto a atacar cualquiera que le haya hecho daño.
Y Lo'ak estaba totalmente dispuesto a objetar, de no ser por un llanto que invadió la carpa. Al girarse, su hermano Neteyam los miraba con ojos suplicantes y tu pequeño cuerpo en sus brazos.
---- Por favor... Por favor ---- Jake se acercó rápidamente a Neteyam quién se veía cansado. Tu nariz sangraba y tu cuerpo tenía temblores ligeros ---- Ayúdenme... Mamá, por favor no dejes que muera.
----¡(T/N)! ---- Lo'ak te tomó en brazos, limpiando la sangre de tu nariz desesperado mientras las lágrimas comenzaban a caer de sus ojos ---- ¡E-ella está helada!
Neteyam mordió su labio temblando mirando a su padre.
---- Comenzó a temblar tanto, no sabía que hacer... S-su nariz comenzó a sangrar de la nada... ¡Por favor, por favor, ya no puedo más! ---- suplicó Neteyam arrodillándose frente a su madre. aferrandose a su manos las cuales temblaban ante la imagen destrozada de su hijo. ---- mamá por favor deja que la Tsahik la vea... Ya no puedo verla más así, me está matando.
Neytiri cerró sus ojos con fuerza, conociendo esa mirada que Neteyam tenía. Esa mirada que alguna vez tuvo cuando sintió que perdía a su Jake.
Asintió, levantando a su hijo obligando a Lo'ak que te llevara a Mo'at.
Neteyam se sentó cerca, observando como su abuela hacia cánticos y tocaba ciertos puntos en tu cuerpo. Su hermano tomaba con fuerza su mano dejando que se recargara en su hombros mientras que ambos miraban como poco a poco dejabas de temblar. Neteyam se enderezó expectante, Mo'at soltó un suspiro mirando como Jake hacia brincar su pierna ansioso.
---- Está estable. El sangrado fue por la desnutrición y deshidratación---- murmuró ella ---- En lo mental... está encerrada en su mente como protección. Sacarla de ahí podría ser riesgoso, Eywa no puede hacer mucho. Todo depende de ella.
----¿Depender de ella? ---- preguntó Neteyam intranquilo.
Mo'at asintió.
----Depende de si ella prefiere superar o vivir en el pasado.
Neteyam asintió, acercándose a ti para tomar tu mano. Sus labios besaron el dorso de esta suavemente y pronto el Na'vi comenzó a acariciar tu rostro.
----Vuelve a mí, querida... ---- susurró suavemente ---- sigo aquí esperando por ti.
Jake desvío la mirada a su esposa, la cuál miraba a su hijo con unos ojos llenos de tristeza. Su cola se movía inquieta ante tu presencia, sin embargo, dejó que su hijo buscará consuelo en tu persona.
Neytiri te toleraba, solo por Neteyam.
Cuando abriste los ojos hiciste una mueca ante el dolor de todo tu cuerpo. Tus muñecas hinchadas y sangrantes ardían por el esfuerzo de huir de aquel lugar. Tus ojos miraron rápidamente a Ska'anekx, el cuál te miraba desde la entrada con una mirada perdida.
---- ¿Porqué tienes que ser tan difícil?
Guardaste silencio, conociendo que realmente no quería una respuesta. Simplemente hablaba con la nada mientras te observaba.
----Te entregué toda mi alma, me entregué a ti. Y tú simplemente quieres alejarte de mi... ---- murmuró con rencor.
Cuando lo viste moverse tu cuerpo tembló ante el miedo. Tus muñecas ardieron y aquello provocó que un quejido abandonará tus labios, pronto mordiste tus labios, esperando que aquel sonido no haya despertado ese lado errático que de pronto llegaba de la nada. El Na'vi ya estaba encima tuyo y a pesar de sentir a tu cuerpo temblar debido a su presencia no dejaste de mirar sus verdosos ojos.
---- Sigues mirándome así... Desafiante ---- su mano cubrió tus ojos y un pequeño beso fue dejado en tus labios cubiertos por la mascarilla sintiendo como tu estómago se revolvió ante el asco ---- te veo...
Murmuró por segunda vez en el día.
La rabia se aglomeró en tu pecho como una tormenta furiosa. Apretaste la mandíbula, sabiendo que esta noche habían anunciado como Maikte esperaba un bebé.
---- Te odio.
Sus ojos verdosos se llenaron de ira y cuando levantó tu vestido furioso no evitaste gritar que se detuviera.
No lo hizo. Nunca lo hacía.
Pronto notaste como tu estómago comenzaba a hincharse y eso te hizo entrar en pánico total. Los Na'vi sabían lo que su Olo'eyktan hacía en la carpa de la prisionera, habían oído los gritos, olían el aroma y sabías que todos estarían del lado de la guerrera Na'vi, de su reina Maikte.
Las comidas que antes eran dadas con cuidado ahora eran directamente lanzadas, algunos Na'vi se paraban cerca solo para insultarte por arruinar su clan. Otros incluso llegaban y golpeaban un poco y Ska'anekx no había ido a verte en semanas como una especie de castigo. Te estabas volviendo loca sin nadie con quién hablar, solo llevándote insultos y maltratos por parte de todo el clan.
A pesar de suplicar por piedad ninguno se detuvo. Eran mucho más grandes que tú, fuertes y ninguno era delicado o se contenía en sus golpes. Siempre terminabas escupiendo sangre o simplemente gritando del dolor, ni siquiera enviaban a un médico para curar tus costillas rotas.
Y ahí fue cuando sucedió. Después de una golpiza sentiste el dolor entre tus piernas, tu vientre estaba enviando punzadas a todo tu cuerpo debido al dolor que se presentaba, la sangre salía a borbotones y aquello te hizo gritar aterrada, tu garganta se destrozaba poco a poco siendo ignorada por los Na'vi.
La nula atención por parte de ellos te hizo desmayarte del dolor y solo despertaste cuando sentiste tu cuerpo ser movido con brusquedad. Ska'anekx tomaba tu rostro en sus manos pidiéndote que te quedarás con él, tu cabeza daba tantas vueltas que no intentaste hacer nada para alejarte de él. En cambio pateaste cuando sentiste unos dedos largos entre tus piernas, intentando tocarte sin tu consentimiento.
Escuchaste a Ska'anekx sisear a la persona que te tocaba cuando comenzaste a llorar atemorizada.
----Señor, debo hacer un chequeo general para saber la causa del sangrado. Si ella no me lo permite no podremos curarla.
----Hey, hey pequeña ---- intentó tranquilizar tus llantos obligándote a mirarlo ---- sé que duele, sé que no quieres que te toque... Pero, para que deje de doler debemos revisar, ¿Lo entiendes?
Negaste llorando, intentando apartar las manos de Tsahik de tus piernas. Él arrulló con una caricia suave en tus orejas, sus ojos verdosos perforaban tu alma intentando brindarte calma.
---- Si ella intenta algo contra ti, le arrancaré la garganta de una mordida, ¿Está bien? ---- sonaba más una advertencia que un intento de consuelo.
Tomaste grandes bocanadas de aire, asintiendo mientras cerrabas tus ojos. Ska'anekx dio la señal para que el Na'vi hiciera su trabajo.
Un grito de dolor se presentó en toda la carpa cuando sus dedos urgaron en tu interior. Sentías cómo sus uñas rasguñaban tu interior y cómo esta acción ardía como el infierno. Tu vientre ligeramente hinchado se sentía como si fuera a reventar en cualquier momento y aquellos dedos que presionaban ligeramente tu vientre no estaban ayudando, el dolor estaba causando que el llanto se escapara sin reparo alguno.
Cuando el Tsahik dejó tu cuerpo su mirada se levantó hacia Ska'anekx, podías ver cómo aquellos ojos demostraban tanta perturbación a lo que acaba de descubrir que el temor invadió cada parte de tu mente. Finalmente, con voz temblorosa murmuró.
---- Un aborto.
Temblaste ante sus palabras, aferrándote a Ska'anekx con terror pensando en cómo algo así de grotesco pudo haberse estado formando en tu estómago.
Tus ojos miraron al Tsahik, en sus ojos podías notar la más pura perturbación causandote náuseas debido al pánico.
El Tsahik te miró, sus ojos perplejos ante la idea de que estuvieras cargando con un bebé Na'vi.
Todos conocían lo que el Olo'eyktan hacía en la carpa de la prisionera.
---- ¿Un aborto...? ---- murmuró el líder ---- ¿Porqué?
Lo miraste atemorizada ante el tono de su voz, profunda como si estuviera reteniendo el gruñido.
----¿D-disculpe?
Ahora no dudó en mostrar su colmillos, el profundo gruñido de su pecho te hizo temblar.
----Cuál fue la maldita causa ---- sus ojos verdosos lo miraron con rabia podías notar como su cola comenzaba a moverse errática en su espalda y el maquillaje negro de sus ojos solo hacía que sus iris verdes se vean más brillantes ---- ¡Dime la maldita causa!
Tú te encogiste en tu lugar, quejándote cuando sus manos comenzaron a apretar demasiado las tuyas.
---- La humana presenta signos de violencia. Su vientre está inflamado y hay una clara desnutrición. El bebé pudo a ver perdido la vida debido a muchos factores.
---- Quién fue ---- está vez sus ojos verdosos te miraban a ti ---- Dime quién fue el atrevido que asesinó a nuestro bebé.
Te sentiste enferma cuando tu corazón se sintió cálido debido a sus palabras. Sabías que estabas mal cuando se sintió bien que esté Na'vi te brindará un poco de apoyo, pero quién se atrevería a juzgarte, habías sido tan maltratada por todos aquí.... Que te dejaste atrapar por el Olo'eyktan sádico, el único que te brindó un poco de apoyo. Sin embargo, te negaste a hablar y hacer que personas murieran por tu causa. Tus labios repetían que no sabías, que no conocías sus nombres, no tenías una forma de identificar a nadie.
Ska'anekx te cargó en sus brazos, llevándote fuera de la carpa para comenzar a hacer sonidos de llamada. Los Na'vi comenzaron a salir de sus carpas acercándose al círculo central moviéndose curiosos ante tu presencia en los brazos del Olo'eyktan. Cuando te bajó sentiste tus piernas temblar aferrándote a su brazo, Maikte te miró fijamente enviando escalofríos por toda tu espina dorsal, podías ver cómo sus orejas se pegaron a su cráneo y observaste como sus manos cubrían su estómago ante tu presencia, como si fueras un peligro para su bebé.
---- Los Na'vi que golpearon a la prisionera den un paso al frente.
Los susurros se presentaron y tú te sentiste pequeñita ante la mirada de los enormes seres azules.
-----¡Salgan ahora mismo! ---- exigió colérico. Su voz intimidante resonó por todo el bosque haciendo que su clan saltara en su lugar atemorizados por el enojo de su líder.
Un Na'vi dio un paso adelante.
Observaste aterrada como el Olo'eyktan levantaba su arco y dejaba que una flecha atravesara el pecho del Na'vi que se atrevió a confesar. Todos gritaron con sorpresa, agachándose cuando el líder había alzado una flecha contra su propio clan.
----¿¡Qué crees que haces!? ---- Maikte rápidamente salió de entre la multitud, subiendo a la gran roca del líder ---- ¡Actúa como un líder, mira lo que haces!
Ska'anekx la miró con sus ojos llenos de ira.
---- Han atacado a algo que es mío ---- sus ojos miraron a todo su pueblo ---- ¡Han asesinado a una de mis crías!
----¿Qué...? ---- murmuró Maikte incrédula sus ojos amarillos te miraron, la sangre de tu vestido la hizo volverse loca ----. ¡Es todo por la humana!
Cuando ella intentó atacarte te aferraste con fuerza al brazo de Ska'anekx intentando ocultarte detrás de el. Tus ojos se abrieron aterrados cuando tu ojos se centraron en Maikte siendo empujada por Ska'anekx lo cual causó que ella cayera al suelo de golpe, los Na'vi hicieron ruidos de terror, completamente asustados por la actitud de su líder. Maikte fue ayudada por otras Na'vi, entrando en pánico cuando un dolor se presentó en su vientre. Cerraste los ojos con fuerza, pensando que este tipo de caídas eran graves cuando estabas embarazada.
Ska'anekx lo ignoró dejándote atónita
¿Cómo podría ignorar a su esposa y su pequeño bebé?
Tus ojos se abrieron aterrados cuando su mano sostuvo tu cintura con fuerza, acercándote a él para que todo el clan lo viera.
---- Quién quiera que ataque a la humana, será atravesado por mi flecha -----. Ska'anekx levantó su arco orgulloso, con una furia extraña ---- Eywa nos ha unido y haré todo lo que sea posible por mantenerla a mi lado, aunque tenga que atravesar cientos de cabezas.
Tu respiración se aceleró en pánico. Todos los del clan Tormakticaya miraban aterrorizados en lo que el Olo'eyktan se había convertido. Había sido hechizado por la humana y maldijo a todos y cada uno de ellos.
Tus ojos miraron al bosque, entendiendo que la oportunidad de libertad se iba de tus manos lentamente. Ska'anekx estaba tan obsesionado contigo que sería capaz de matar a toda su gente, tu presencia lo había vuelto un desquiciado sádico, un maldito demente que quemaría a su propio clan por su egoísmo.
Eywa te había entregado a las manos del diablo.
Neteyam cuidó de ti ahora en la seguridad de su hogar, su madre había aceptado que volvieras a tu carpa de prisionero, pero por tu estado está fue puesta en el suelo para que no tengas que escalar la ramada. el Na'vi te alimentaba con puré de frutas y te daba a beber agua directo de su boca, empujando con su lengua el agua para forzarte a beber, Porque ya te habías vuelto inútil incluso para comer y beber agua.
Neteyam miró a la entrada de la carpa, dónde un Lo'ak entraba con una pequeña sonrisa y aquellas ojeras debajo de sus ojos que poco a poco se remarcaban más.
----Hola hermano ----. Neteyam saludó con un asentimiento ----Hola, (T/N).
Tú solo dirigiste tus ojos a su hermano sin darle ninguna expresión.
----¿Sucede algo, Lo'ak? ---- preguntó Neteyam.
El menor negó, sentándose a tu lado atrayendo el cuenco que tenía cientos de piedritas.
----Vengo a cubrir, puedes dormir un rato yo le haré sus trenzas ---- Neteyam estaba a punto de objetar de no ser interrumpido por un gran bostezo ----. Vamos hermano, estás cansado. Si quieres dormir aquí un momento yo te despierto si ocurre algo.
El mayor te miró inseguro, asintiendo mientras dejaba salir un suspiro para acostarse justo a tu lado. Su cola se enredó en tu muslo, permitiendole saber que estabas ahí entre sueños.
Lo'ak soltó un suspiro al ver a su cansado hermano, quién al cerrar los ojos cayó completamente dormido.
Sus ojos amarillos te miraron suavemente. Tomando un pequeño mechón de tu cabello para comenzar a trenzarlo cuidadoso.
----(T/N)... ¿Sigues aquí, conmigo? ---- Susurró Lo'ak haciendo que tu rostro girará en su dirección ----. Te extraño mucho, Skxáwng...
Lo'ak sintió como sus ojos se volvían llorosos cuando tus ojos nublados lo miraban.
----Te estoy esperando, te lo prometo ----. Quitó una de sus piedras de su cabello, comenzando a ponerla en tu trenza ----. Dijiste que siempre estarías apoyándome y sé que no te gusta mentir. Así que estoy esperando, ¿Lo entiendes?
Su mano tomó tu pequeña mano, levantando su meñique para entrelazarlo con cuidado con el tuyo.
----Ahora yo voy a cuidar de ti, te lo prometo.
Lo'ak por primera vez se permitió disfrutar del silencio. Su naturaleza era inquieta, desde niño le gustaba explorar, saltar y estar de abajo a arriba. Así era Lo'ak, como unas olas tempestuosas que podrías disfrutar.
Él siempre te describió como el mar en la calma, esas pequeñas olitas que llegaban a la orilla o como una hoja que cae con suavidad de la copa de los árboles.
Así que cuando Lo'ak estaba a tu lado se permitía relajarse, estar quieto por un momento y apreciar lo que pasaba a todo su alrededor.
El Na'vi dejó tu cabello en paz cuando vio que ya llevaba casi la mitad de tu cabello hecho trenza. Sonrió acariciando tu rostro, el cuál no puso alguna resistencia, pero tampoco le brindó esas hermosas sonrisas que siempre le dabas cuando él tocaba.
Decidió entretenerse haciendo unas pulseras, una pulsera para ustedes dos y demostrar que aún seguía ahí y convencerse de que tú seguías ahí. Cuando Neteyam se despertó apenas habían pasado cuatro horas. El mayor talló sus ojos mientras bostezaba, sentándose para mirarlo con ojos cansados.
----¿Qué haces? ---- preguntó soñoliento.
----Una pulsera para ella ---- Lo'ak lo miró con pena ----. Te ves horrible. Deberías dormir más.
Lo'ak vió a su hermano negar.
---- No puedo dormir.
----Entonces ve a comer, te estás poniendo flaco ---- bromeó un poco, esperando hacer reír a su hermano mayor.
Lo vio sonreír un poco y eso lo tomó como una victoria.
----Como con ella, tranquilo hermano----. Neteyam colocó su mano en su hombro, intentando confortarlo ----. Te aseguro que si me estoy alimentando e intento dormir todo lo que puedo ----. Su hermano lo miró de arriba a abajo haciendo que sus cola comenzará a moverse incómoda ---- ¿Y tú? ¿Cómo lo llevas?
Lo'ak soltó una risita divertida, tomando tu mano para comenzar a colocar la pulsera terminada.
----Madre y Tuk me alimentan a la fuerza tranquilo. Y Kiri me obliga a dormir con ella.
Neteyam soltó una risita, ambos comenzaron a sentir el ambiente tan relajado, que por un momento se sintió como si todo fuera normal. Cómo si tu ausencia no estuviera pasando y tú realmente estuvieras ahí pasando el rato con ellos.
Lo'ak soltó un suspiro dejando un beso en tu frente para comenzar a levantarse.
----Debo irme, padre me dijo algo de ayudarlo para distraerme --- mencionó mirando a Neteyam ----. Tal vez después venga contigo diciendo lo mismo.
Neteyam asintió, tomando tu mano para comenzar a jugar con la pulsera que Lo'ak había hecho.
----Bien, nos vemos Lo'ak.
---- Adiós hermano ---- sus ojos te miraron suaves ----. Volveré mañana, pequeña.
Neteyam vio a su hermano salir lentamente, sus ojos amarillos miraron tus ojos perdidos en la nada. Neteyam apretó tu mano, besando el dorso ganando que tú rostro se gire hacia él. Se estaba aferrando a la fe que su hermano tenía, se veía tan seguro a que tú regresarás con ellos que Neteyam se estaba sosteniendo a eso.
La siguiente visita fue de Tuk. La niña se asomó curiosa con una pequeña canasta llena de florecitas de distintos colores. Neteyam le sonrió a su hermana sonriendo, asintiendo para que pasara sin miedo.
----Vengo a hacer coronas de flores con (T/N).
----Está bien, ven.
La niña se sentó a tu lado, comenzando a sacar enredaderas y flores comenzando a juntarlas. Neteyam decidió imitarla aprendiendo de su hermana menor cómo hacer coronas de flores ganándose varios regaños por parte de la niña.
----Mira yo pondré flores moradas por qué a ella le queda bonito ese color ---- los enormes ojos de la Na'vi te miraron ----. ¿No es así, (T/N)?
Tú solo ladeaste la cabeza.
---- ¿Y yo que color debería hacerla, Tuk?
----Tal vez puedas combinar los colores de ustedes dos.
La cola de Neteyam se movió emocionada ante la idea.
---- Terminé, voy a ponerte tu corona, (T/N).
La niña tomó la corona de flores colocándola en tu cabeza con suavidad intentando acomodar las trenzas que Lo'ak había hecho en tu cabeza. Cuando terminó, Tuk tomó tu rostro entre sus manos sonriendo en grande al ver cómo tus ojos la miraban fijamente.
----Waaa, te ves tan hermosa.
Entonces una gran sonrisa apareció en tu rostro provocando en la niña emoción.
----¡Neteyam, está sonriendo!
El Na'vi te miró rápidamente, sus ojos amarillos lagrimearon cuando por primera vez en mucho tiempo sonreías o tenías una expresión en la cara.
----Si, ella está sonriendo Tuk ----. Repitió con una sonrisa cuando tus manos comenzaron a acariciar las trenzas de su pequeña hermana.
----Significa que ella está bien, ¿verdad, Neteyam?---- preguntó Tuk mirándolo con emoción.
Neteyam te miró, notando cómo a pesar de tener una sonrisa en tu rostro tus ojos seguían perdidos y sin brillo. El Na'vi miró a su hermana menor, sonriéndole suavemente mientras que su mano se posaba en su hombro.
----No del todo Tuk, ella... Ella sigue en otro lado, pero significa que ya está avanzando ---- aseguró Neteyam, ganándose un asentimiento de parte de su hermana.
----Ya quiero que vuelva, ella juega mucho conmigo y mis amigos.
La niña se quedó sentada a tu lado, haciendo más coronas de flores y jugando con tus dedos mientras intentaba hacerte cosquillas. Neteyam lo miró todo, apreciando las sonrisas que Tuk podía obtener de tu parte.
Neteyam podría decir que su hora favorita del día era cuando jugabas en Tuk.
Cuando llegó la noche su madre fue por él, para que regresara a la carpa familiar y durmiera con toda su familia. Él se negó, porque definitivamente esta noche quería pasarla a tu lado, tal vez hoy obtendría una sonrisa de tu parte.
A veces él podía dormir contigo y aunque su madre hiciera muecas de disgusto lo dejaba hacerlo. Él toda la noche se dedicaría a acariciar tu cabello y sus labios susurraban palabras dulces para que regresaras a salvo con él. Se dedicaba a hacer promesas, sus promesas juraban que tú ya no sufririas más y que ambos superarían esto de alguna forma.
De esa forma Neteyam podría dormir tranquilo toda la noche, podía arrullarse sintiendo tu respiración tranquila contra su pecho, asegurándose de que tú persona seguía ahí con él.
----Neteyam. Neteyam despierta.
Sus ojos se comenzaron a abrir lentamente, levantándose de golpe cuando sus manos ya no te sintieron cerca. Miró a todos lados aterrado, pensando que te habían arrebatado de sus brazos mientras dormía.
----¡(T/N)!
----¡Hey, hey Neteyam!
Su rostro fue tomado con fuerza encontrándose con los ojos amarillos de su padre.
----Tranquilo muchacho, ella está aquí.
Neteyam miró detrás de su padre. Tu estabas parada mirándolos a ambos sin moverte de tu lugar.
Neteyam se levantó rápidamente acercándose a ti y tomando tu mano, sintiendo como su corazón poco a poco se tranquilizaba con tu tacto. Pudo ver la mirada de Jake, aquellos ojos llenos de pena por su hijo enviaron un punzada al corazón de Neteyam.
Porque sabía que estaba jodido, pero no quería saber cuan en el fondo estaba.
----¿Sucede algo, señor?---- preguntó el Na'vi tomando tu mano con fuerza.
Jake negó.
----Vamos a pasear, ambos lo necesitan.
Neteyam asintió yendo detrás de su padre sin soltar tu mano, no la soltó en ningún momento por el camino en la aldea. Era tan claro y pacífico que Neteyam no entendía porqué simplemente su corazon no sentía la paz que debería invadir su sistema. Sus ojos amarillos te miraron, observabas solo hacia al frente cuando antes tus ojos siempre vagaban por todo el bosque. Pensando que era lo más mágico que podrías ver, ahora estabas más centrada en la nada o eso es lo que pensaba Neteyam hasta que un pequeño Na'vi chocó contra tu muslo.
Tus pies se detuvieron y aquello hizo que Neteyam parara de caminar. Observó como mirabas al pequeño Na'vi y notó como tus ojos se llenaban de lágrimas, no fue un llanto desgarrador. No, fue suave y tranquilo.
Neteyam estaba apunto de consolarte y volver a encerrarte en la carpa para protegerte del mundo de no ser por qué su padre lo detuvo.
Él negó, apuntando hacia ti.
Neteyam miró como te agachabas a la altura del bebé, abrazándolo con suavidad para acariciar su cabello.
Ella debe decidir si superar o quedarse en el pasado.
Por primera vez, Neteyam solo observó y no intervino sintiéndose ansioso con cada lágrima que dejabas salir.
Cuando miraste tu vientre hinchado lo odiaste con toda tu alma. Las arcadas invadían a cada momento que observabas las dimensiones de tu estómago con nada más que rabia, no lo querías. Habías sido forzada a quedar embarazada por Ska'anekx ante la perdida del primer bebé. Estaba tan obsesionado con obtener un bebé tuyo que siempre estaba encima de ti. No cuestionaba, ni preguntaba. Simplemente acababa dentro para obtener a su bebé. Destrozó cada parte tuya en donde sea que pudiera sin importarle quién pudiera verlo.
Te habías negado, siempre estabas peleando para que te dejara ir lo que ocasionaba que él aumentara la brutalidad conforme más lucharas. Tus piernas terminaban rasguñadas, tu espalda y pecho siempre terminaba sangrando debido a sus mordidas. Tu cuello siempre tenía una marca morada alrededor de él debido a su mano ahorcandote.
Terminabas patética. El dolor de coxis te hacía cojear a cada segundo y jamás llegaba a irse por completo porque él siempre volviera por más. Luego estarías llorando pidiendo que volviera, porque después de usar tu cuerpo a su conveniencia te dejaba ahí tirada en medio de la nada, esperando a que tú sola volvieras a casa. Llorabas de regreso avergonzada porque él se llevaría tu ropa para que tú tuvieras que caminar por el clan desnuda y sucia, demostrándole a todos los Na'vi a quién pertenecías.
Habían aprendido por las malas que lo mejor para todos era simplemente ignorar que existías. Si te intentaban alejar eran castigados, si te encerraban eran castigados, si te tocaban eran lastimados, si te hablaban había más heridas, si te miraban eran castigados.
El Olo'eyktan solo te quería para si mismo y para nadie más.
Cada que llegabas a la carpa principal Maikte salía rápidamente intentando evitar cualquier contacto contigo, te empujaba con el hombro ya resignada a tu presencia en lo que se suponía era su hogar. No te toleraba, te odiaba después de haber perdido su segundo bebé y que Ska'anekx solo se centrara en ti. Aunque no fuera tu culpa, para ella eras ese demonio que solo vino a arruinar todo su clan.
Llorarías ante la vida solitaria en el clan tormakticaya, buscando el cariño de Ska'anekx debido al bajón depresivo que de pronto tenías por el estado frágil que dejaba a tu mente después de cada relación sexual forzada. El líder te ignoraría, castigándote por haberte resistido a su muestra de amor, después de verte casi suplicar porque no te ignorara él acariciaba tu cabello y se acurrucaría contigo.
Te estaba moldeando y odiabas todo esto, pero se sentía tan bien cuando alguien le daba algo de calma a tu corazón.
Eso no significa qué amarías al bebé que comenzaba a formarse en tu estómago.
Ska'anekx siempre se mostraba alegre. besaba tu vientre y presumía que pronto nacería su hijo.
Aquello te hizo volverte demente, a cada paso que dabas podías oír a todos susurrando del adefesio en tu vientre y lo odiabas, odiabas que está cosa de tu agresor se formara dentro tuyo y no pudieras hacer nada para evitarlo porque estabas a su merced, sin ningún apoyo que te permitiera mantenerte firme.
Entonces cuando Ska'anekx te dijo que solo estabas viva por su bebé en medio de una pelea te hizo explotar. Te hizo sentir una cosa sin valor, algo que simplemente vivía por algo que no estabas manejando. Te hizo ver que él podía mantenerte donde quisiera y eso te volvió histérica.
Tu mano no dudó en formar un puño, comenzado a golpear tu estómago con fuerza, con tanta fuerza que tus piernas comenzaban a temblar.
El Na'vi hizo de todo para evitar esto, sin embargo, estabas fuera de control, mordiste, pataleaste y tomaste cualquier cosa para golpearte. Eso hasta que sentiste el dolor en el vientre y la sangre comenzaba a escurrir de entre tus piernas.
Podías oírlo llorar, sollozando patéticamente mientras el Tsahik le daba la noticia de que su bebé estaba muerto. Descansaste una semana, una semana sin que nadie te molestara.
Una semana donde comenzaste a extrañar a Ska'anekx.
Cuando volviste a casa él siempre te estaba mirando de lejos, observó como caminabas adolorida debido a la perdida del bebé que ya estaba demasiado cerca a nacer.
Ska'anekx te rogó por días para que le hablaras, pidiéndote perdón por haberte hecho hacer tales cosas, casi podías haberlos visto de rodillas con tal de que tú volvieras a hablarle. Entonces en una de sus escenas donde te pedía que volvieran a ser como antes tú le siseaste, sus manos se habían atrevido a tocar tu vientre y eso te hizo entrar en pánico. Sin embargo, también eso hizo que el Na'vi entrara en histeria.
Casi mueres ese día.
Rompió tus costillas causando que llegarás a vomitar sangre, sus dientes mordieron tus manos y piernas varias veces dejándote sangrar en exceso para marcarte nuevamente como suya. Jaló tu cabello tan fuerte que arrancó mechones haciendo que tu cabeza ardiera. Cuando ya sentías que estabas al borde de la muerte te llevó con el Tsahik.
Nuevamente estuviste un mes en camilla y el que te cuidó fue Ska'anekx. Él te dio alimento y bebida, aquello hizo que tu corazón se abriera a él. Te hizo desear que Ska'anekx fuera así por el resto de tu vida, que te mimara y flotara alrededor tuyo.
Ska'anekx te contó todo lo que hacía, las cazerías que te dedicaba y como su pequeño hijo ya te extrañaba.
Cuando decidió intentar tener otro hijo ya no te negaste. Dejaste que besara y acariciara tu cuerpo, aceptando tener un bebé suyo porque lo amabas y Eywa así lo había querido.
La voz del bosque se alejaba cada vez más de tus oídos.
Tus ojos observaron suave al bebé en tus brazos. Tus ojos miraban curiosa como el pequeño se aferraba a tu mano soltando suaves soniditos de queja. Sus cuatro dedos se aferraban con fuerza amamantandose de tu pecho hambriento.
Tu mano acarició su piel azul un poco más clara, su colita se movía de aquí a allá feliz debido al alimento.
No era tan grande como una cria de Na'vi normal. Sin embargo, era grande demasiado grande para ti.
---- Míralo... Es hermoso, pequeña.
Tus ojos miraron a Ska'anekx, quién miraba maravillado a la pequeña criatura en tus manos.
---- Es tan pequeñito como tú... ---- susurró maravillado ---- su frente se pegó a la tuya con amor y mirándote a los ojos murmuró suavemente ---- te veo.
Parpadeaste lentamente sonriendo ante sus palabras. Tu cuerpo aún temblaba debido a su cercanía pero ahora tú corazón se sentía cálido cada que él era así de amoroso Y ahora había un bebé. El tercer intento había salido bien. Tekit era pequeño y lindo, no parecía un adefecio así que te aferraste a él con tu alma.
Habías tomado al pequeño como una nueva razón para vivir. Debías cuidar de este niño con toda tu alma y fuerza. A pesar de ser un niño normal Tekit se enfermaba constantemente, siempre estaban yendo con el Tsahik para que aliviara las enfermedades del niño. Ska'anekx se había vuelto amable y cariñoso, era un padre acogedor que amaba a sus dos hijos por igual aunque ahora le dijera al primer niño que tú eras su Sa'nu y debió llamarte como tal.
Eso no te molestó.
Lo que te molestó fue el agujero en tu pecho que se estaba formando conforme pasaban los días.
Ska'anekx siempre estaba acariciando tu rostro y lo adorabas, si, hasta que la necesidad de que su mano golpeara tu mejilla aparecía. Era una necesidad que llegaba de la nada, te hacía querer que doliera cuando la inseguridad sobre un amor falso aparecía, temías a qué Ska'anekx haya dejado de amarte. A veces soltabas pequeños comentarios para provocarlo, ganándote una mirada extrañada de su parte, una mirada que te hacía sentir sucia por lo que sentías.
A veces cuando la necesidad era demasiada y estabas cargando a tu hijo le siseabas, yendo a un rincón de la carpa para que él no mirara a su hijo o siquiera lo tocará.
Lo veías apretar sus puños mientras sus ojos te miraban fijamente y aquello hacía que la expectativa se formara en tu estómago apagándose decepcionada cuando lo veías simplemente suspirar y darse la vuelta. Eso también te estaba volviendo loca, sin saber cuándo finalmente explotaría y volvería a golpearte y forzarte con un segundo bebé.
Entonces en la noche lo harías tu misma.
En mitad de la noche saltabas a su regazo para masturbarlo, el Na'vi rápidamente despertaba siempre atontado y aún así aceptando tu toque mientras dejaba que palabras sucias salieran de su boca. Cuando te enterraste en él, Ska'anekx se levantó preocupado al ver cómo tú entrepierna comenzaba a sangrar. Su mano había intentado detenerte al ver cómo tus ojos comenzaban a lagrimear debido al dolor.
----Espera... P-pequeña estás sangrando, ngh~.
No te detuviste, en cambio te aferraste a sus hombros y fuiste más dura y rápida.
----¡B-basta, Yawne en verdad estás sangrando! Ahhh~
Ska'anekx detuvo el movimiento de tus caderas con dureza, limpiando tus lágrimas preguntando que diablos te ocurría.
---- ¿Qué? ---- preguntaste mordaz.
---- ¿Qué haces? ---- sus ojos verdes intentaron leer tus pensamientos atraves de tus ojos ---- te estás lastimando.
---- Que importa ---- tu respuesta logró hacer que su rostro expresará sorpresa ----. Antes lo hacías así, duro. Siempre dolía, ¿Porqué paraste?
Ska'anekx tomó tus hombros, incrédulo ante tus palabras.
---- Era un idiota, (T/N) ----. Su mano acarició con suavidad tu rostro con una pequeña sonrisa ----. Ya no quiero lastimarte no me lo perdonaría.
Una mueca de disgusto se formó en tu rostro
---- Entonces ya no me amas.
----¿Qué...? ---- sus ojos te miraron confundidos ---- ¿Cómo es-
----Tu amor debe doler, sino ya no me agradas ---- aclaraste observando como su mandíbula se apretaba, eso hizo que la expectativa creciera ---- Yo no me quedé por esto, Ska'anekx.
----¿A qué mierda viene todo esto? ----- soltó él, su ceño comenzando a fruncirse debido a la rabia que comenzaba a invadirlo a cada segundo.
Tus ojos brillaron deseosos, una sonrisa temblorosa apareció en tu rostro cuando sus manos comenzaban a apretar demasiado fuerte el agarre de tu cintura.
---- Necesito que me muestres cuánto me odias, Ska'anekx ----. Pediste con una pequeña sonrisa, tus manos comenzaron a rodear su cuello ----. Necesito tanto que me lastimes que comienzo a desesperar, por favor... Te lo ruego Ska'anekx.
Sus verdosos ojos te miraron perturbado. Mirando de un ojo a otro buscando alguna pizca de diversión, encontradose nada más que pura sinceridad.
Por primera vez viste al Na'vi alejarse de ti de golpe, como si quemaras su piel por completo. Notaste como sus ojos verdes te miraron atemorizados saliendo de la carpa ante tu mirada inexpresiva.
Simplemente te quedaste quieta observando como se alejaba de ti.
Lo odiaste tanto por dejarte varada cuando simplemente pudo haberte dado su duro amor.
No lo hizo. Nunca más volvió a hacerlo, porque ahora debía hacer que su hijo creciera en un ambiente feliz y sano, entonces simplemente te forzarías a sangrar en la cama, haciéndolo rudo y feo. Una experiencia grotesca para cualquiera que lo viera y aún así lo deseabas. Cada que Ska'anekx llegaba en la noche a descansar saltabas a él para sentir esa pizca de miedo a la que te había acostumbrado por meses. La que te quito sin aviso después de haber tenido un bebé.
El Na'vi le tomó el gusto a esa forma.
Se sentía culpable pero a la noche siguiente volvería por más.
Eso hizo al cuarto bebé.
Lo cual desapareció por completo los malos tratos en la cama, ahora era suave y lindo. Lo hacía tan piadoso y con tanto amor que comenzaba a causarte náuseas porque ese no era el Ska'anekx que conocías. Dos meses fue lo único que tú cerebro traumatizado soportó, cuando te lanzaste encima de Ska'anekx intentando que te tomara con toda su fuerza para simplemente ser apartada suavemente te destruyó, hizo creer a tu corazón herido que había perdido todo el interés que alguna vez tuvo por ti.
Sus ojos ni siquiera mostraron un poco de molestia por tu actitud y eso te molestó.
Te comenzabas a sentir tan sucia, pensabas que su interés se había ido por completo y que volverías a estar sola como antes, donde él desaparecía por semanas y todos los demás decidían ignorarte. Cada que lo pensabas la desesperación invadía cada rincón de tu cuerpo. Sentías como el mundo se te cerraba mientras tu mente formaba cientos de imágenes sobre Ska'anekx dejando de amarte.
Intentaste huir, pero al poco tiempo eras atrapada por el Na'vi y por más sorprendente que fuera lo único que hizo fue besar tu frente y decirte que era peligroso que rondaras por ahí estando embarazada y que tú pequeño hijo no debía ser abandonado.
Te enfureció.
Lo golpeaste y aruñaste, intentando, forzando a que sucumbiera a su ira y finalmente obtuvieras lo que deseabas. Nunca vino, solo un poco rastro de ira en sus ojos, que pronto desapareció para arrullarte entre sus brazos y acariciar tu vientre con amor. Odiaste tanto cómo esa acción te relajó, como trajo paz a tu mente en cuestión de segundos y simplemente te dejaste derretir en sus brazos. La gran llama de necesidad que sentía tu corazón a ser maltratado se volvió pequeña, esperando... Esperando a volver a perder el control.
Y lo lograste.
Un Na'vi, solo bastó un Na'vi macho para que Ska'anekx volviera a ser el de antes. Para que volviera a ser aquel ser que tanto anhelabas.
Cuando tus manos acariciaron el vientre del Na'vi y él acarició tus hombros se sintió como una explosión. Todos tus sentidos se agudizaron en segundos y el contacto contra tu piel comenzaba a quemar. Sus colmillos contra tu piel se sentían como una droga y pronto el pánico comenzó a filtrarse por cada poro de tu piel. La paranoia había hecho que tus sentidos se agudizaran, entonces esa ramita que se quebró a lejos de ustedes la escuchaste. Esa maldición en Na'vi la oíste y los pasos de alguien corriendo en su dirección te hicieron sonreír satisfecha, por esa misma razón no te sorprendiste cuando golpeaste el duro suelo de Pandora.
Tus ojos se abrieron horrorizados cuando el sonido de algo viscoso siendo golpeado contra el suelo te obligaron a ponerte alerta. Tu cuerpo comenzó a temblar al ver cómo el Olo'eyktan tenía su rostro lleno de sangre, sus manos golpeaban contra el suelo la cabeza del Na'vi tan fuerte que podías oír su cráneo trozarse a cada golpe. Cubriste tu boca horrorizada, sintiendo como las náuseas se arremolinaban por tu estómago y estás decidían subir por tu garganta para finalmente vomitar.
Miraste nuevamente porque tu cuerpo te gritaba que corrieras y huyeras por tu vida. Podías ver cómo los hombros del Olo'eyktan subían y bajaban pesadamente mientras que sus manos sangrantes temblaban debido a la ira, cuando tus ojos volvieron a su rostro temblaste porque notaste como él ya te estaba mirando. Esos ojos verdes se instalaron en lo más profundo de tu alma recordando porqué habías sido tan obediente los primeros días. Tu rostro mostró todo el miedo que Ska'anekx te causaba, el verlo levantarse hizo que desearas gritar. Con la intención de huir comenzaste a empujar con tus pies hacia atrás intentando alejarte lo más posible de este asesino. Lo escuchaste sisear provocando que tu cuerpo temblara en su sitio quedándose quieto ante la clara advertencia. Cuando ya estaba a pocos centímetros tuyo su mano asquerosamente llena de sangre tomó tu cuello con fuerza, cortándote la respiración en cuestión de segundos.
Su frente se pegó a la mascarilla con fuerza, sus ojos verdes brillantes debido a la ira no se despegaron ni un segundo de los tuyos. Su cuerpo ya estaba encima del tuyo aprisionandote con su enorme musculatura.
----En este momento podría partirte el cuello tan fácil que no volverías a respirar... ---- soltó en ira.
Abriste la boca, temblando ante su fuerte agarre sintiendo como todos tus sentidos estaban sobreestimulando tu cerebro.
----L-lo asesinaste... Mataste a ese Na'vi ---- murmuraste con tu voz entrecortada debido a la falta de aire.
Su cola se movió furiosa ante la mención de aquel traidor.
---- Cualquiera que toque a la pareja del Olo'eyktan no merece nada más que la muerte. La Na'vi que traicione al Olo'eyktan no merece nada más que la muerte.
Tus ojos comenzaban a soltar lágrimas, tus labios ya estaban morados debido al agarre en tu cuello y a pesar de patalear él no te soltaba. Las vista comenzaba a volverse negra cuando el te soltó de golpe, diste grandes bocanadas de aire desesperada. Tu máscara hacía todo lo posible para brindarte el oxigeno que necesitabas. Tus ojos volvieron a mirarlo aterrada, mientras tu mano se encargaba de masajear tu cuello adolorido observando cómo él solo te miraba desde arriba, como si no valieras absolutamente nada.
----Y-yo no soy una Na'vi...
Una mueca de asco apareció en su rostro manchado de sangre.
----No, eres una humana. Una asquerosa e insignificante humana ---- sus manos tomaron tu cara, manchando la máscara de oxígeno de la sangre del otro Na'vi ---- Una humana que me pertenece y de la cuál puedo desechar en cualquier momento que lo desee.
Tu cuerpo tembló cuando miraste su mano tomar con fuerza tu muñeca, comenzaste a llorar anticipando su acción. Un alarido de dolor abandonó tu garganta cuando tu muñeca tronó en su mano. Mordiste tu labio, haciéndolo sangrar cuando tomó tu otra muñeca, quebrándola en cuestión de segundos.
Observaste cómo desataba su taparrabos lentamente para seguidamente romper el vestido que te cubría por completo. Sus manos te forzaron a abrirte de manera dolorosa y sin preparación alguna comenzó a embestirte duro y sin compasión.
Lloraste y gritaste, suplicando que parara sintiendo como tu interior ardía y dolía debido a su brusquedad. Su mano estaba encima de tus costillas y con un ligero empujón hacia abajo logró quebrar una. Lloraste siendo presa del dolor y pánico. Podías ver sus ojos verdes que solo te miraban retorcer, ninguna palabra salía de su boca y de alguna forma eso era mucho más doloroso que sus palabras crueles. Tomaste una bocanada de aire cuando sus manos azules acariciaron tu vientre con suavidad.
Una suavidad que se sintió asquerosa cuando tu cuerpo estaba lleno de pánico.
Entonces sucedió.
Tu útero comenzó a doler como si algo se desprendiera a la fuerza, sentiste cómo comenzaste a sangrar excesivamente y supiste que algo andaba mal con el bebé que crecía dentro tuyo.
Tu respiración se aceleró debido al pánico, tus manos trataban de esconder tu pequeña pansita de él, querías proteger al pequeño que se formaba en tu vientre porque a pesar de esto sentías que seguías amando al Olo'eyktan que te estaba maltratando. Ska'anekx se detuvo, sabiendo que algo estaba mal con su cría.
----¿Qué hiciste? ---- preguntó en una aterradora calma.
Tragaste pesado, mirando como sus ojos se oscurecían.
----M-mi bebé... ---- murmuraste entre lágrimas.
El Na'vi entró en furia, golpeó tu cara con su puño, comenzando a morder todo tu cuerpo con fuerza mientras sus embestidas se volvían brutales, con cada empujón que sus caderas daban sentías como tu interior se desgarraba, gritaste tanto que tu garganta se quedó sin voz y cuando el terminó te dejó ansiosa y temblorosa, deseando que ya no quisiera más y te dejará ver cómo estaba tu bebé.
Sus labios se acercaron a tu oreja y con un susurró advirtió.
----La próxima que hagas que mi bebé muera, voy a arrancarte la cara de un mordisco.
Entonces se fue.
En medio del bosque aquella suave voz volvía a llamarte. Pidiendo a que vayas con ella y sinceramente está vez la ignoraste yendo directo hacia la aldea, primero debías ver cómo estaba tu bebé.
Tu pequeño niño de tres años fue tu fuerza después de la perdida. Ahora te encargabas de siempre estarlo abrazando, cuidando y protegiendo de cualquier peligro.
Él recibía a su padre con emoción.
Tú te quedabas en cama mirando de lejos mientras cubrías tu nuevamente vientre abultado. Ska'anekx se acercaría y saludaría al bebé, no a ti. Besaría tu estómago con dulzura y susurraria lindas palabras a su bebé quien se movía en su estómago debido a la conocida voz del Na'vi.
Más no te hablaría, no te miraría. Eras un simple extensión de su bebé.
Ahora sí eras algo solitario, nada más que la compañía de tu pequeño Na'vi de tres años te brindaba un poco de calma.
Maikte y Ska'anekx habían vuelto a ser los mismos. Eran más cercanos, una pareja que se apoyaba mutuamente mientras tú eras cruelmente ignorada por Ska'anekx.
Te estaba volviendo loca, una ansiosa que necesitaba la atención de algo. Comenzaste a tener pesadillas donde el Na'vi te asesinaba después de dar a luz a su esperado hijo.
Entonces un día el se fue de caza a despejarse. Maikte quedó a cargo mientras el Olo'eyktan se iba y tú sabías que algo iba a pasar cuando la Na'vi te miró fijamente. Aquello te hizo abarazar a tu pequeño con fuerza, llevándolo a la cama para dormir un momento con él. Solo fue un pequeño descanso.
Un descanso que pronto se volvió una pesadilla.
Los canticos de afuera te habían despertado, era de noche y la llama de una gran fogata alumbraba fuera de la carpa. Volteaste a ver a tu hijo, el cuál ya no estaba en la cama. Negaste en estado de pánico, te levantaste buscando cada rincón de la carpa, al no encontrarlo decidiste salir.
Tu estómago se revolvió ante la escena. La respiración comenzó a acelerarse mientras que el terror subía por cada fibra de tu cuerpo. Maikte levantaba victoriosa con su boca llena de sangre un pequeño corazón, el pequeño cuerpo de tu hijo era tomado con su otra mano. Los Na'vi que estaban alrededor de la fogata festejaron, cada rincón de la aldea se llenó de victoria y tú gritaste con horror.
La necesidad de correr hacia tu pequeño bebé y tomarlo en tus brazos se apoderó de tu cuerpo, pero no te moviste. No moviste ni un solo músculo cuando Maikte te miró. Su boca mordió el pequeño corazón y con una gran voz firme gritó.
----¡Muerte al demonio!
Los Na'vi la siguieron, mirándote con sed de sangre y entonces la voz de tu cabeza gritó con todas tus fuerzas.
CORRE
No dudaste en adentrarte al bosque corriendo entre la maleza y fauna de Pandora. Escuchabas cómo los sonidos de caza eran lanzados por el clan en tu búsqueda, sus risas se instalaban en cada rincón de tu mente. Tu cuerpo estaba lleno de adrenalina y tus respiraciones comenzaban a ser uniformes, tu cabeza solo repetía "corre, corre, corre" una y otra vez.
El sonido de un flecha hizo a tu cuerpo reaccionar en automático. La esquivaste sin dudar, tomándola del gran árbol en el que quedó clavada.
"Cualquier cosa es un arma para la defensa"
Seguiste corriendo sin mirar atrás deteniéndote de golpe cuando un gran barranco se presentó frente a ti, tus sentidos entraron en pánico. No tenías escapatoria, estabas muerta. Ellos habían asesinado a tu bebé y harían lo mismo contigo.
Solo se controlaban por qué Ska'anekx estaba ahí.
El grito de victoria de un Na'vi detrás tuyo te hizo girarte. Tus ojos lo miraron aterrada observando como él sacaba una pequeña daga. Lo observaste relamer sus labios mientras su cola se movía con diversion, para ellos no era más que un simple juego de cazería. Obligaste a tus manos a levantarse, protegiendo tu cara a cualquier ataque de este alien de tres metros. Podías sentir como la flecha en tu mano era tomada con fuerza mientras que en tu mente rogabas recordar defenderte.
Le rogaste a Eywa que te diera fuerza para enfrentarte a un Na'vi.
Cuando el cazador se lanzó hacia a ti ,esquivaste, alejándote de su enorme pie cuando intentó patearte. Eras pequeña, en fuerza no le ganarías, él era ágil y tú estabas embarazada y sin experiencia.
No dudaste en usar sus puntos débiles.
Porque para ti está pelea era o ser tramposa o morir. Nunca tendrías la ventaja en Pandora.
Tomaste su cola con fuerza clavándole la flecha. El Na'vi siseó lanzando un ataque, sentiste como la navaja dañó tu vientre y eso casi te hace desconcentrarte.
"Usa la ira para pelear"
Tal vez fue la adrenalina, tal vez la necesidad increíble de mantenerte con vida lo que te dio la fuerza para poder saltar encima de él y poder tomar su trenza y darle un gran mordisco, arrancandola de manera salvaje, pero te sentiste bien. Fue como un escupitajo a todo lo que intentó matarte en este mundo, fue un "me volveré salvaje con tal de vivir en esta tierra".
El Na'vi gritó lanzándote lejos de él. Caíste por el barranco y lo único que le rogaste a Eywa era que te mantuviera a salvo a ti y a tu bebé. Mientras caías observaste a Maikte mirarte con esos ojos rabiosos, ella no se daría por vencida hasta encontrarte y matarte con sus propias manos. Tus manos cubrieron tu máscara por qué no sabías si soportaría el impacto. Cuando tú cuerpo sintió el agua helada abrazándolo comenzó a ser arrastrado con fuerza a quién sabe dónde. Podías oír los gritos de los Na'vi en la lejanía. El que te ahogaras no era un problema por la máscara, sin embargo, ella no podía evitar que tu cuerpo fuera golpeado por piedras y troncos. Tus manos jamás dejaron de aferrarse a tu vientre intentando proteger a tu bebé, aunque podías sentir el ardor de la herida.
Perdiste la conciencia cuando tu cabeza se golpeó contra una piedra.
Eywa tuvo misericordia salvandote de nuevo porque cuando abriste los ojos estabas en la orilla de lo que parecía el río. En cuanto pudiste te levantaste y seguiste corriendo. Corriste lo más lejos posible, ignorando las heridas en tu cuerpo, huiste de todo cuánto podías descansando una hora para seguir corriendo. El alimento y la falta de agua estaba comenzando a pasar factura, no sabías cuando se iba a acabar el oxígeno de tu máscara y eso te estaba haciendo entrar en pánico.
Cuando ya no podías más te dejaste caer al suelo. Te arrastraste dificultosa hacia la base de un árbol, acunándote entre las raíces para cerrar tus ojos mientras te hacías bolita intentando protegerte del frío.
---- Por favor... Por favor, Eywa ---- comenzaste a llorar soltando sollozos empañando el vidrio de la máscara ---- protege a mi bebé, por favor... Salva a mi bebé madre Eywa, E-es lo único que pido, porfavor... Por favor déjalo vivir.
Suplicaste como una niña pequeña, sintiendo como poco a poco tu cuerpo perdía fuerza y como el respirar cada vez era más complicado.
---- Salva a mi bebé... M-mi bebé... P-porfavor.
Todo se estaba volviendo tranquilo, era como si una gran paz te invadiera por completo, sintiendo como el suelo bajo tu cuerpo te abrazaba con tanto amor que te sentías tan cálida, recordando los reconfortantes brazos de una madre.
Con tu último soplo de vida pudiste murmurar.
----No quiero morir.
Nuevamente aquella voz del bosque susurró que volvieras a él.
Abriste los ojos de golpe sintiendo como el oxígeno era pesado, respiraste una y otra vez siendo inútil puesto que el aire no servía. Quitaste tu máscara desesperada tomando grandes bocanadas de aire cuando el oxígeno volvió a tus pulmones brindando a tu mente la calma que necesitabas sin entender porqué estabas respirando el aire de Pandora. Cuando levantaste la mirada te encontraste con tres Na'vi, uno de ellos te miraba preocupado mientras que los otros dos te apuntaban con sus arcos.
Miraste aterrada a todos ellos pensando que te habían encontrado, que te regresarían al infierno en el que estuviste viviendo. Hasta que lograste mirar esa pizca de duda y sorpresa en sus miradas. Eso te hizo saber que no te conocían, no sabían nada de ti.
Lograste oír cómo una suave voz le habló al Na'vi más grande y tú corazón se aceleró cuando identificaste está voz. Era la voz del bosque, esa que te había rogado qué fueras a él. Tu rostro se giró para mirarlo observando un rostro borroso, un Na'vi sin rostro que hablaba con los otros que tampoco tenían rostro. Te levantaste del suelo presa del pánico, acercándote al muchacho intentando recordar ese rostro. Su voz hizo eco en tu cabeza y finalmente lograste notar sus ojos amarillos.
----Neteyam... ---- murmuraste intentando tocar su rostro.
Todo se volvió negro de golpe llevando a tu mente a la penumbra a un lugar desconocido y frío donde todo era negro y solo estabas tú flotando a la espera de algo nuevo. Cuando tus ojos volvieron a abrirse estabas de nuevo en el bosque, con una mascarilla mientras la fauna a tu alrededor te llenaba de asombro. El flote de lo que tú llamabas medusa captó toda tu atención. Así que realmente no notaste al Na'vi frente a ti, no hasta que su grave voz llamó tu atención, unos ojos verdes te atraparon mientras eras amenazada con un arco.
Neteyam y Jake observaron cómo abrazaste al niño con cuidado. Besando su frente y arrullándolo, el pequeño Na'vi se dejó entre risitas devolviendo el abrazo gustoso causando que el corazón de Neteyam se sintiera cálido ante la escena. Eso hasta que tu llanto comenzó a ser incontrolable ahí es cuando decidieron llevarte de regreso a casa para que durmieras un rato más.
Neteyam estaba seguro de que tenías una pesadilla pues no dejabas de moverte, llorar y quejarte entre sueños. Neteyam tomaba tu mano con fuerza mientras que su otra mano acariciaba tus cabellos con suavidad, su boca susurraba palabras dulces para que te calmaras, solo que nada funcionaba. Hubo un punto donde iba a llamar a su abuela para que tú pudieras descansar al fin de no ser porque abriste los ojos y lo miraste un breve segundo causando que el corazón del Na'vi saltara ansioso, esperando expectante algo distinto.
Ese día susurraste su nombre y aquello lo hizo totalmente feliz, llamó a su abuela esperando que eso significara algo. Ella lo describió como un pequeño momento de lucidez. Que ya estabas tomando una decisión de a dónde ibas a ir y Neteyam se ilusionó pensando que estabas eligiendo a su persona, hasta que comenzaste a soltar palabras al azar y aquel nombre se volvió habitual cuando alguien te trataba con cariño.
"Ska'anekx" susurrabas cuando Neteyam tomaba tu mano, cuando te daba duchas, cuando te alimentaba, en todo momento y eso lo estaba destrozando letamente.
El avance que estaba teniendo se fue por la borda en cuestión de segundos.
Él suspiró cuando su nombre volvió a salir de tu boca. Lo llamabas cuando Neteyam acarició tu cabello.
----Cariño, en verdad me estás destruyendo ---- murmuró, analizando cómo tus ojos apagados lo miraban ---- vuelve a mí, mírame a mí. Yo estoy aquí, no él.
Su padre entró a la carpa interrumpiendo sus murmullos. Neteyam dejó de trenzar tu cabello para mirar a su padre con ojos cansados. Jake le sonrió suave, mirándote con sus ojos melancólicos.
----¿Qué tal si dan un paseo por el bosque? ---- aconsejó él ----. Estoy seguro de que será bueno para ambos.
Neteyam te miró, observó como tú mirada estaba en Jake sin expresar absolutamente nada y aquello causó una punzada a su pecho. Él asintió pesadamente porque en verdad necesitaba un poco de aire fresco, estaba a punto de renunciar a que tú volvieras y necesitaba que su cerebro se despejara un poco.
---- Si, creo que sería bueno.
Neteyam tomó tu mano, tus pies se movieron lentos levantando tu pequeño cuerpo del suelo para comenzar a dar pequeños pasos detrás del Na'vi. El joven te llevó al bosque dando pequeñas miradas hacia atrás notando como tus ojos miraban a la nada siguiendo sus pasos. Él soltó un suspiro cuando tus ojos lo miraron sin realmente estar ahí.
----Ven, sentemonos aquí.
El Na'vi te sentó con cuidado, comenzando a jugar con una plantita que arrancó pensando en qué es lo que haría, cómo hará para superarte si te calaste tanto en sus pensamientos que ahora simplemente no podía solo olvidarte. Sus ojos amarillos te miraron, tus ojos miraban fijamente las hojas de los árboles, mirabas a todos lados analizando cada parte del bosque de Pandora que lo hizo sonreír. A veces podía fingir que realmente eras tú y que todo entre ustedes era normal. Que tú seguías a su lado pasando simplemente el tiempo con él.
Pero no.
Tu corazón simplemente no le pertenecía a él, sino a aquel Na'vi que te dio hijos y al cuál sufriste cuando perdiste.
Le pertenecía a Ska'anekx.
A ese Na'vi del cual no sabía nada, simplemente que tú le pertenecías por completo hasta el punto de encerrarte en tu mente con tal de solo verlo, olvidándote de todos los que te rodean por qué al parecer sin Ska'anekx no podías seguir adelante.
Neteyam sintió como sus ojos se ponían llorosos ante el pensamiento de tú y Ska'anekx teniendo una familia con una felicidad inexplicable mientras él observaba a lo lejos, deseando ser aquel Na'vi que te brindaba toda la felicidad y amor que tus corazón podían brindar.
Neteyam sonrió melancólico cuando tus ojos siguieron el recorrido de un atokirina.
----Una medusa... ---- murmuraste con ojos brillantes.
Neteyam sonrió divertido.
----Es una atokirina, cariño. No una medusa.
Entonces tus ojos lo miraron fijamente comenzando a soltar lágrimas, Neteyam sintió como su pecho se apretaba ante eso y no dudó en llevarte a su pecho. Intentando consolar lo que fuera que estuvieras viendo en lo más profundo de tu mente.
Tú te quedaste quieta, mirando al Na'vi de ojos verdes frente a ti pensando cuántas veces habías pasado por esto, cuántas veces tu cerebro te tendría que torturar con este fatídico encuentro. Él dijo algo que no escuchaste muy bien cuando aquella pequeña medusa volvió a pasar frente a ustedes haciendo que tus ojos se centraran solo en ella pensando en que era muy bonita y que sino fuera por ella tal vez no estarías viva.
----Una medusa...
----Es una atokirina, cariño. No una medusa.
Miraste asustada a tu lado, un Na'vi sonriente te miraba con melancolía. Tus ojos miraron alrededor buscando al Na'vi de ojos verdes, el cuál simplemente había desaparecido. Volviste a mirar aquel Na'vi de rostro borroso.
----¿Quién eres?
---- Tú sabes quién soy.
Negaste comenzando a relajar tu cuerpo cuando notaste que su cola se movía relajada, de un lado a otro mientras "te miraba" puesto que solo podías ver un manchón borroso donde se encontraba su cara.
---- ¿Vas a hacerme daño? ---- cuestionaste con tranquilidad.
El Na'vi soltó una risa tomando tu mano con cuidado para llevarla a su rostro, dejando un sauve beso en él.
----Yo nunca te lastimaría, (T/N).
Por alguna razón lo sentiste sincero y eso te hizo relajarte con su toque. Parpadeaste lentamente tomando una de sus trenzas con tu mano, frunciendo tu ceño al pensar que estás se veían conocidas.
---- ¿Nos conocemos? ---- el Na'vi asintió.
Tú lo miraste fijamente intentando darle un rostro a ese manchón azul que estaba en su cara. Ladeaste tu cabeza pensando en el tono suave de su voz, era firme pero cariñosa cada que hablaba contigo. Abriste tus ojos con asombro al recordar aquella dulce voz que siempre te llamaba cuando llorabas en tus recuerdos. A cada que llorabas cuando estabas con Ska'anekx.
----Eres la voz del bosque.
El soltó una risa divertida, aferrándose a tu mano.
---- Ese no es mi nombre ----. Murmuró con suavidad ---- debes decir mi nombre, cariño.
Comenzaste a forzar a tu mente a recordar, a intentar saber quién era este Na'vi que tanta paz te estaba dando. Al Na'vi que había hecho desaparecer el segundo recuerdo que tenías con Ska'anekx.
Dejaste de pensar cuando notaste como tus ojos ya estaban soltando lágrimas al recordar un tacto suave y dulces palabras de amor. Tu mente te hizo recordar la suavidad y protección que el Na'vi te brindaba, ese sentimiento que tanto habías deseado en algún punto de tu secuestro. Recordabas como este muchacho había atravesado cada una de tus defensas, cómo te había apoyado en tus momentos más frágiles y que en lugar de golpearte al soltar el nombre de alguien más, simplemente te abrazó y te mencionó una y otra vez que él estaba ahí y que seguiría a tu lado sin importar nada.
Sus ojos amarillos invadieron tus recuerdos, la mirada suave que te enviaba cada que pasaban tiempo juntos calmó tu corazón. Un suspiro tembloroso abandonó tu boca cuando el rostro de Neteyam dejó de ser una mancha en tus recuerdos, su rostro se volvió claro en tus memorias y sus momentos juntos se volvieron nítidos.
Tu corazón comenzó a acelerarse conforme volvían todos tus momentos con él.
---- Neteyam.
El Na'vi sonrió, tomándote en sus brazos para consolarte. Las lágrimas se volvían incontrolables y tus manos se aferraban al cálido cuerpo del Na'vi, el cuál sollozaba en tu oído repitiendo una y otra vez que estaba ahí.
Te separaste ligeramente de él, acariciando su rostro entre lágrimas. No te habías dado cuenta cuánto extrañabas tenerlo tan cerca de ti.
----Neteyam... ---- murmuraste con una sonrisa entre lágrimas.
Sus ojos amarillos miraron con anhelo los tuyos moviéndose rápidamente por todo tu rostro, podías sentir sus mano temblorosas acariciando con cuidado tu cara aún incrédulo ante la idea de que volvieras en si. Las lágrimas salían de sus ojos sin control alguno, el na'vi se acercó a ti de manera desesperada.
----¿(T/N)? Por favor... Por favor ---- rogó mirando tus ojos suplicante.
Tomaste su rostro en tus manos mientras una sonrisa suave aparecía en tus labios intentando brindarle calma y a pesar de que lo intentaste simplemente no podías dejar de llorar. Tu frente se juntó con la suya suavemente y sin dejar de mirar sus ojos amarillos murmuraste sincera.
----- Te veo, Neteyam.
El Na'vi sonrió aún con sus ojos llenos de lágrimas.
---- Volviste a mi ---- exclamó acariciando tu rostro con alegría ----. Haz vuelto a mi, mi amor.
Asentiste con una sonrisa.
---- He vuelto, Yawne.
Neteyam besó tus labios, los beso con tanto anhelo que sentiste tu corazón derretirse. Sus manos se aferraban a tu rostro con el miedo de que volvieras a irte de su lado.
----Te extrañé, pensé que nunca volverías --- se sinceró cuando se alejaron del beso, sus manos acariciaban tus mejillas mientras su llanto seguía ---- pensé que te había perdido para siempre. Sentía que moría.
Negaste, pegando su frente nuevamente a la de él.
----No me iré, jamás volveré a irme, Neteyam. Te elijo a ti por sobretodo de las cosas, perdón por tardar tanto.
Ahora él fue quien negó.
---- Está bien, tranquila.
Ahora eran solo ustedes dos.
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