#JSNSKJDMNDJDKMNJKF

[criminxlis]

happy birthday, sunshine!

Después de todo el infierno que había atravesado durante su ultimo año en preparatoria, Lee Minho no podía creer qué tan lejos llegó.  Ahora se encontraba en la comodidad de su hogar, preparando un pastel de chocolate con toda la intención de entregárselo a Mingi apenas llegase la media noche y aun así, le parecía muy poco ese regalo porque sentía que le debía mucho más. Si bien era cierto que tomar el papel de padre no fue nada sencillo pero entre idas y venidas, la conclusión fue que... Mingi había llegado a la vida de Jaehyun y Minho a sanar las heridas que aun yacían frescas, para hacer desaparecer incluso las cicatrices y olvidar por completo todo por lo que tuvieron que vivir para estar al fin juntos como ahora.

Aunque se tratara de un niño adoptado, Minho nunca podría considerarlo como tal, pues para él ya formaba parte de su día a día y sentía que si su hijo no estaba a su lado, le quitarían una parte de sí mismo. 

❝ Quiero que adoptemos.❞ fueron las palabras de Lee Minho hace unos cuantos años atrás, aun a sabiendas la carga de responsabilidad que tomar esa decisión significaba. Aquella propuesta rondaba por su cabeza hace mucho tiempo y creía que tanto Jaehyun como él, se encontraban listos. ❝ Sé que todo estará bien y que podremos darle un buen hogar a un niño.❞ Agregó en medio de la conversación, observando a un sorprendido azabache que se encontraba entre nervioso y a la vez ansioso, la respuesta estaba en la punta de su lengua....

❝ Sí, adoptemos un niño, Minho.❞

...

El orfanato que visitaban estaba en horribles condiciones y por si fuera poco, muchos niños llevaban puesta vestimenta vieja y sucia, Minho se preguntaba hace cuanto tiempo le habrían comprado algo nuevo a los pequeños infantes. Sintió pena y desolación porque únicamente podría llevar consigo uno de ellos, no se tenía la confianza suficiente para hacerse cargo de dos. Pero en fin, lo importante es que pondría su granito de arena para que todo funcionara. Los niños y niñas que les mostraron, se formaron en línea recta uno detrás de otro, escuchaba murmuros entre los señores encargados y después notó la forma nerviosa en que les sonreían ¿Ocultaban alguna cosa? La respuesta a esa pregunta llegó más rapido de lo que imaginó porque en medio de la presentación de la tercera niña de la fila, ingresó alguien por la puerta e hizo todo un escándalo al gritar “¡Ayudenlo, ayudenlo por favor!”. Jaehyun volteó a ver qué pasaba y por consecuencia Minho también, encontrándose con la imagen de un pequeño que traía en brazos a un gatito, el animalito no dejaba de maullar y por el tamaño seguramente no tenía más de tres meses de nacido. Unos regaños vinieron a continuación, los hombres empezaron a reprender al infante por haber traído un animal callejero y además por encontrarse muy sucio, sin mencionar que no se presentó ni arregló para lo que acontecía ahora mismo. 

❝ Nos interesa él.❞ Soltó Minho de la nada, llamando la atención no solo de Jaehyun, sino que de todos los presentes. El castaño apretó el agarre de su mano en torno a la de su pareja, quien sonrió e igualmente agregó. ❝ Sí, él nos interesa.❞

...

El primer cumpleaños siempre era el más esperado y a la vez el más planeado, suponía Minho que eso sucedía cuando adoptabas a un pequeño porque él se sentía de esa forma. No había dejado de planear los mil y un lugares donde quería llevar a Mingi ¿Lo mejor? Es que pudieron pasar su fiesta de cumpleaños tal cual lo pensaron junto a Jaehyun, lo llevaron a Disneyland y justo después de haber subido a la rueda de la fortuna, Minho no pudo hacer otra cosa que abrazar a Mingi que se encontraba a su lado, hundiendo su nariz en las hebras claras del menor de once años.

❝ Para mi, tú siempre serás mi mejor regalo, Mingi-yah.❞ Murmuró.

...

Finalmente Minho acabó de decorar el pastel de cumpleaños mientras que Jaehyun se acercó para colocar las velas sobre el mismo. MIngi se encontraba en su cuarto, así que el castaño se tomó su tiempo (esperando a que su esposo terminara de encender la ultima vela) y después se acercó al marco de la puerta para llamar a su hijo.  Tap, tap, tap. Los pasos bajando de las escaleras se oyeron claramente y apenas se asomó el menor por la puerta que estaba a oscuras, su rostro se iluminó en una sonrisa.

❝¡Feliz cumpleaños, Mingi-yah!❞ — exclamó muy contento, acortando la distancia hasta tener a su pequeño entre los brazos. ❝ De verdad, siempre serás el mejor regalo para nosotros.❞ — repitió aquella frase, la misma que mencionó en el primer cumpleaños que Mingi pasó junto a ellos. { @dicnysxs }