#Eduardo Reyes Echevarría

[baul-de-frases]

«Cuando te vi, la primera vez, quizá entonces no lo sabía, mas ahora creo entenderlo. Fueron quizá tus cabellos rizados, tu piel de porcelana, tus ojos pequeños o tu voz diminuta. Lo que haya sido ya no importa; al verte la primera vez quedé prendado, y ahora no lo estoy menos. Cuando te pienso, a veces quizá con deleite, otras veces con harto dolor, siempre creo entrever una esperanza (¿acaso el hálito sofocante de un sueño inmoral?) Quererte es una cosa insufrible pese a la pena que llevo a cuestas; pues aun queriéndote, sólo así consigo sobrevivir, aunque no pueda más tolerar estar sin ti. Estas últimas palabras son prenda de la tristeza que siento me desvive, son testimonio de mi largo calvario y de mi última decisión: quererte aunque no pueda quererte, aunque no quieras que te quiera, ¡¿a quién querría sino a ti?! Acuérdate de mí cuando te hayas esfumado de mi vida, pues no así lo habrás hecho, por más lejos que te encuentres para siempre. »Con amor, A.»*

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* (Vázquez Esparza, A. [21 de octubre del 2023]. Carta a Brenda Guadalupe Chavez Ceja, copia en posesión de Eduardo Reyes Echevarría).

[eucridemore]

ERES (PROSA); 11/10/2021, 08:07 PM

             Eres la mota encausable de un abismo ensordecedor, la mínima miga que esturde a su paso, el transcurso iletrado del Tiempo y la memoria pasante de postas. Te escribes dúctil como tus piernas, danzas elegante a lo sofisticado, quizá en una sátira sublime; tus lasos se ciñen a las voces que cambian sin sentido, evocan iracundas de sí, las fauces de un monstro: una ebriedad discordante de causas y motivos. Eres el sable del que hunde mi espalda, la fragata del naufrago y el trueno incesante en mi andar. Tus riendas saben a Yugo, tu estadía a ausencia y el corazón quien te soporta a miserable derruido. Todo un imperio de cosas que destruir, todo un cumulo a desarcir en el nombre del aprecio; eres la sirena y estoy rendido a Neptuno, que lleve mi corazón devuelta a sus dominios. 

[gobqro]

Queretanos viajan para competir en Juegos Nacionales CONADE

Los atletas queretanos están a pocas horas de iniciar su participación en los Juegos Nacionales CONADE 2021, y este lunes por la mañana las delegaciones de gimnasia y tenis viajaron rumbo a Jalisco y Guerrero, respectivamente. Claudia Lozano, presidenta de la Asociación Queretana de Gimnasia explicó que para estos Juegos Nacionales CONADE clasificaron ocho atletas de nuestra entidad, los cuales verán acción del 23 al 27 de junio. “La expectativa en femenil es alta, nuestras gimnastas están rankeadas entre los cinco primeros lugares, entonces estaremos ahí peleando medallas con ellas, y con los hombres es el mismo caso, quedamos clasificados entre los cinco primeros lugares”, mencionó la dirigente estatal.

Las gimnastas queretanas que competirán son: Constanza González Prieto, Valeria Ríos Palau y Camila Mora Gálvez; mientas que en la varonil se encuentran Alonso Pérez Torres, Alejandro Yáñez Marín, Jesús Cubillo Mendoza, Salvador de los Reyes Lara y Abraham García Sandoval. José Manuel Moreno, presidente de la Asociación Queretana de Tenistas, mencionó que los atletas llegarán días antes de la competencia con el objetivo de que tengan un mejor rendimiento. “La delegación está compuesta por ocho jugadores, cuatro capitanes y un delegado, salieron hoy lunes a Acapulco, Guerrero, van a llegar dos días antes de la contienda para tener una buena climatización porque como sabemos es a nivel del mar y el tipo de juego es totalmente distinto, y ellos competirán del 23 de junio al 30 de junio”, dijo.

En cuanto a las expectativas puntualizó que todos son contendientes y que  llevan un buen nivel de juego. “En la categoría de 14 años tenemos dos fuertes contendientes que van a ser la punta en esa categoría, en este caso es Natalia Pérez, de hecho es seleccionada nacional y acaba de ganar un pase para ir a disputar el mundial de 14 años; también está Santiago Trujillo que es el número dos nacional y es un fuerte contendiente”, resaltó. Agregó que en la categoría de 16 años también hay contendientes con nivel  como es el caso de Luis Eduardo Arellano y Juan Pablo Garzón. En el caso de las niñas, explicó que  Alma Regina Vázquez e Isabel Echevarría han tenido buena participación en torneos ITF. En el caso de luchas asociadas, los queretanos aún tienen que disputar la fase regional; mientras que las delegaciones de tenis de mesa y triatlón saldrán rumbo a sus competencias el 24 de junio.

[maduronobody]

“Hechizado”.

Reconozco que he blandido la cicatriz universal de la tristeza, que he reconocido en la mortaja que ha habido por pensamiento en mis razones de menos causa a estas acciones. Que son las Primaveras el fino hechizo de una mirada cansada, de un brazo que no desfila, ni destila; por los corazones con los que queremos, por el filo de las manchas, y de las palabras de oraciones pérfidas, de una hora y otra hora que se marcha por marchar descongojada sin consuelo ni quién amar.  

Pues así de breve socorre, que es su ayuda el socorro muerto de querer vivir para ir y amar, pero se vive a lo que se atiene, y se tiene lo que se posee cuando uno sólo tan solo se posee a sí, para así descolorar la piel de los labios de marchitar, de no solucionar ni ayudar, ni velar, ni hacer sombra de lo que hubo ahí para amar.

Por amar, la Primavera quiere amar, hacer de nosotros los juntos tantos que llorar, desdichar para tener dicha que amar, destilar, desfilar, de hombro a hombro y de cabello a cabello, unas de las más costosas de estas caricias caras; que son tuyas y mías, para cuando nos lloremos de la distancia de la capaz lejanía que haga no mirarnos los Sábados, ni el Junio ni el Abril… y sólo un poco de Marzo antes, antes muy antes de quedarme solo, descarado, desdichado, distanciado, de debilidad donde soy escaso si no tenerte a tí, me debo al mundo y a su tiempo amargo.

Ya no te encuentro, por consecuente consecuencia, ya no me tengo y te tengo en los recuerdos, deshechos a las palabras, que desquieren la hora en que no vine a verte, y me entristece que no solucione nada con tanta cobranza de palabras, y los versos que versaban nuestras historias de osadía, de romanzas, de abrazos a escondidas; porque eso lo somos, lienzos donde el otro danza su pluma o su pintura, o su color, de las notas más hermosas. Porque tú eres hermosa y en mi no es profano el miedo de creer que te amo demasiado, tantísimo sin callarme, tantísimo que te escribo por pensarte, porque reconozco que he blandido la cicatriz universal de la tristeza, que he reconocido que claramente la Primavera está hecha para extrañarte y para ondearme, de una esperanza de las que baila el viento, si eso sólo eso, me llevara a verte… volando, como tú me traes.

“Hechizado”.

Por: Eduardo Reyes Echevarría.

[eucridemore]

“Qué calor calza, del que llevo frío…” (PROSA); 11/10/2021, 08:28 PM

             Qué calor calza, del que llevo frio; casi pareciera ser un hombre inanimado que consagra la maldad de por medio la esperanza. La insipiencia que encausa y la marejada indefinida de la que reconozco estar perdido; fuera porque te amo o despiadada como eres, fuera porque te odio. Tal suposición si bien, mínima, se expresa casi capitalmente sinuosa, ortodoxa, dogmática y profunda cabecera de todas mis angustias. Tus lasos se extienden hacia abajo, hacia la raíz inconcebible de un amor inacabado. Casi veo encontrar de los hondos fosos la superficie de la que hablo, del trayecto vacuo, la fiabilidad que hace constancia de la memoria. Casi que te veo entre las estrellas, desnuda e ignorante de mí.

[eucridemore]

LA ETERNA EPÍSTOLA (PROSA); 05/10/2021, 05:27 PM.

             La eterna epístola que desperdiga, la inconcebible verdad del perdido y su pérdida. Fuera a morar un sinsentido desestimado, un quever iracundo de ideas mochas; pero lo eras tú, desatinada e infeliz. Todo hubiera ido bien lejos tras las voces gritonas del eco, bajo tierra hundido en el magro que es sepulcro. Todo hubiese hondado del cielo a las estrellas; perpetuamente indivisible del fondo neto que ostentase. Todo lo hubiera perdido salvo tu recuerdo. Era un sinsentido vacuo y desperdigado, como eterna costumbre que incorporase a la palabra; bien lo fuera tras tus ojos de perla, tu cabellera de carámbanos y volutas; el rubor que pintó granate entre tus mejillas… todo lo eras tú hasta haberme cerrado la boca.

[eucridemore]

ÍKARO Y FELÍBA (PROSA); 06/10/2021, 10:36 PM

             Íkcaro obvio su duelo al morir Felíba, hubo de dormir en el exilio y admitir tras su propio detrimento el cuidado indeseable del azar, siendo este fausto. Agoró mediante su propia muerte; siendo infeliz tras su partida, consintió caer a las faldas del rio Ovalo e inundó su cabellera hasta el cuello; era un beligerante y sucio apasionado, reiterado al dolor y en la pérdida un obtuso de moral despistada. Murió a las faldas del Ovalo, cuentan se volvió piedra y ensancha al caudal según cuesta de lado, toda marejada de incisiva atemporal.

[eucridemore]

TÚ (PROSA); 06/10/2021, 01:11 PM.

             Fuera que imprescindible oculta a la obscuridad, bajo la rastra infame de un sitio a las luces; como un nicho oblongo y del pretérito, a medio sócalo o herrenal. Era que tu figura, inmaculada, del dorso a las flores impresa sobre el suelo, rechizaba. Tu figura hondeando sobre el Todo y ésta incandescente, prolifera acusándose de los siete vientos y el risoteo de la lluvia. Sólo hallándote entre las luces, deshonrosa y apartada de mí.

[eucridemore]

11/02/2021, 2:10 AM.

Quédate en mi corazón, quédate aquí adentro que allá, del otro lado, todo marchita y cae el viento. Quédate aquí, entre estos brazos y sobrevive, no de otro modo, a las brazas encendidas del otro lado. Quédate quieta y permanece en silencio hasta olvidar de dónde vienes y hacia dónde ibas. Quédate aquí perdida para no ser encontrada de otra forma, si no es allá donde mi palabra. Donde sea escrito tu nombre y con él mi corazón. Quédate, y quédate para no olvidarme, para que aquí tengas tus brazos amarrados al principio y no enredados hacia el final. Quédate a cuidar de ambos y apaga bien oculta tu luz más en calma. Para no ser gobernados para el histrionico y obseno lucero del otro lado. Sólo quédate, quédate a mi lado y no habrá premura por andar, no, hacia otro lado. Quédate y lo tendrás todo, y así para no acabar jamás.    

[eucridemore]

EL DIVÁN (CUENTO CORTO);  19/08/2021, 04:28 PM.

Álgida voz de tinieblas, causa pretendida de vano y argucias; opulenta intuición insomne, insolente; arbitraria y estridente: son pequeñas causas de una razón cuya asiduidad te tratan al par. Fuiste pegadizo, de ramas sujetas tras mis piernas; de incandescente estirpe, de cabellera e hilaza de seda. Fuiste aquellos labios pretendidos al inframundo, suscritos de un síntoma aparente; fui amándote sin remedios, sin pena y capitalmente estúpida. Me abandonaste una tarde en septiembre; te mantuve a expensas de un sueño, paulatina y nativamente desplazado de un esquicio sin quisquillas, sin cosicosas, sin prorroga que valga de duda. Habrás marchado mirándome, tergiversando lo que oculto se izó tras mi pecho: lo que un estallido considera propio. Habrás marchado simpático e impetuoso, desgarbado de endechas, de pretender lo pretensioso, de falsa caballería; fuiste un demolido truhan, un pendencioso bocado de levadura: un trajín sin consecuencias, fuiste la pérdida de un cariño agotador.

                  Te amo, irremisiblemente lo hago; habiéndome dispuesto a morir, habiéndome de insensata; repudiándome, tras el escozor aquella tarde. Te vi, tratando sujetar mi mano, comparecer de mi hombro; te habré encontrado resuelto al fin, detestado de un zángano, de un pobre adherido sin usanza al cabo. Fuiste mi corazón despeñado, derruido, la ruina de la que fuera tu acervo. Pero te amé y lo hago despreciable monstro; sin hogar, sin tuición, sin pena capital pues eres guiso de un serafín; porque idiota te encontré afable y verme enumerar según tu rostro, lo cuidado de su hechura: te encontraba fantástico, una maravilla disuelta en hombre; una espalda de corazón, un tumulto de brazos que sostienen; te vi disfrazado de colera y entorpecer de lisonjería y fuego a medio calor. Pero me abandonaste, me rompiste el corazón; todavía recuerdo, te recuerdo despedazado sobre el diván, sobre mis piernas (que hubieron tuyas), desmadrado de heridas, absuelto de asfixia. Te vi sujetar mi mano, compadecer de mi hombro; te vi reprocharme las cosas, reconquistarme devuelta; apenas un hombre desecho, apenas un hombre moribundo. Tus palabras lastradas hacia una copla esputada, tras tus labios —esos labios— el vaivén borracho de un grito remojado, de una berrada postas la sangre latente. Tu ceja arqueada, tu oído roto, tus dientes amarillados; eras flor del Narciso, fuiste pieza suelta de un Monet. Todas tus palabras consabidas altivas y desgraciadas, qué poco hubo de resuelto en un «Te Amo» sin justicia. También te amo, corazón; también me vuelco en razón de todas, tu partida desconsiderada; tu tardía y mi nombre que hoy cava; que sepulta irreconciliable al blasón de un vacío insustancial; que soy presa de un cuaderno a desdibujar; el crimen desperdigado que fuera tu última vez… la nuestra.

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(POENTO) 21/08/2021, 12:51 PM.

El Sol decae, moribundo, una estrella roja. A la deriva, como ave desorientada; una esperanza rechizada cae a pedazos. Las pequeñeces se desmoronan, las grandísimas joyas se quiebran desastrosas. Son diatribas que no compensan; son casi que reprochan la voluntad y difaman siendo hipócritas de estos brazos: una pequeña guadaña está siendo afilada del margen al cabo, quizá en un pequeño islote fuera del litoral. Las presas huyen, las lluvias sofocan y lo que antes pendenciero, hoy cumple un corazón mal logrado de estallidos, de fuerzas vanas; de lacio crudo. Los hombres que fenecen a las cordilleras, entre las cavernas de un útil barracón, se enciman pustulosos de los unos con los otros: son postillas de un sacrificio; son heridas reque abiertas. Todo en la humanidad ha vuelto desordenado, víctima del caos; como una epifanía se piensan la fe y entre hoguera y hogar, son piedras trizadas que caen a lo incierto; que irán a despedazar del fondo hacia el litoral.

                  Una sátira desencajada, una nueva edad ciega; un candente amasijo de hierro al vivo, sobre las espaldas de todos. Una perpetua consecuencia. Hoy, que escucho los gritos que placen desacogidos, en un barraco populoso y trepidante: lo que escucho es la sangre a borbotones, es la crepita desmarañada de un borricón. Huele azufre tras los árboles; vendavales aúllan como los perros, pitan indistinguibles de realidad o infierno. Las plazas vacías, están hoy custodiadas de ratas; entre sus hendijas nacen cucarachos inflamados de oído y pútrida compostura. La naturaleza propensa a la vida, anda ceñida de boca al suelo y nada más que marchita. Aves caen azotadas contra sí, inútiles, de un vuelo mareado y borrachoso. Pequeñas esferas de vapor que pareciera tiran acido, se estampan volutas del cielo a medio hervir.

                  La ceniza se respira; el polvo que repta al lodazal. Cada día más muerte, cada día peor el odio. Hoy, me hablan las esquinas, me canta el suelo; hoy contra la pared custodiado dentro del litoral; es el trino a obscuras, la falange invertida del Mayor Más Grande; se suscitan Eco y desorientada grima: es una recurrencia de aves pestañando, de insectos quitinosos; entre mis pies la yema al barro, la excreción rastrada del fango. Sólo he vuelto a oír la paz tras el silencio que penetra; tras el fuego que rechina; pero no he visto nada: apenas falsas sonrisas que tuercen muecas en las horillas, apenas cabello desprenderse de las ventanas, apenas uñas y dientes sin pena al mármol, palidecer incluso a oscuras. He sentido emoción, un lento y frigio recorrer de plumas tras mi espalda, sobre del cuello, dentro de la garganta. He caído al litoral; he sido más que otro necio estúpido de penas y silencio moribundos. He tragado melancolía y culpa, he sido osado y un desgraciado… todo lo que queda de esta efigie, soy el hombre de ahora; encajonado de otra barraca, bajo el fondo, sin cabeza y mis brazos atados de detrás.

[eucridemore]

¿Dónde andarás tú? (PROSA) 21/06/2021, 5:08 PM.

Líbrame de ambos, a no haberme en ambos, lo que juntos tuvo el destino devolverme a cambio: para siempre amar de vano, para huir del crimen un cenit entre tantos. Lo fueron tus besos, tus tersos repasos: lo del baile vaivén del eco encerrado, lo del amor de tus brazos, lo del cariño en tus hechos y este cristo que no lo es algo.

Te quedan mis lazos, las mismas causas que te ataron entonces, que a llevar se fueron tentando, a tronarse las mismas veces, las que retemblaron de ambos, de extraña verdad, cuando fue tu última vez. Te restan mis brazos, los que te hicieron de piel en el barro, los que te arrimaron calor, los que se olvidan cuando no quedan más que cuidados: todos mis abrazos, los que ya son poco, si de pobre, no en cambio me tienen miserable.

Miserable, lo soy ahora, lo que insiste ahora ser la lluvia, las aves y el caudal hundido de debajo el río. Miserable te amo, miserable lo soy a ambos, penas y todo son penas que huyen a saber dónde. ¿Dónde andarás tú?

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(PROSA) 28/02/2021, 2:11 AM.

Piensa en la eternidad, visualiza todos los cruces sin miramientos ni acciones raciales. Van cruzando torpes y desatinadas todas las trabas del mundo, también todos los aciertos pequeños, o grandotes. Se enredan bien pegadas todas las torvas ancianas junto con los primeros destellos en primavera. Se pliegan y retroceden los días, segundos e instantes para olvidar siempre todas las magnitudes. Y se representa delante toda esta mezcolanza homogénea de rayos y centellas. Así como porque la perspectiva cambia, renacen las tardes y se adelgazan los días, se enfrascan las noches y el sufrimiento escurre, huye de todos los brotes. Piensa en la eternidad como hecha otra vez de mármol y flores, de luz e imposible obscuridad. Siempre para retroceder y no encontrar otra cosa que un abismo inacabable, inmóvil de todas las oportunidades, del cristo del pasado, del principio del futuro y quizá todos los mismos, sólo motivos para el presente.

Ahora que soy peor cosa que un hombre, pienso en la eternidad desbocada como una larga y cansada rabieta para desembocar nunca en la paz. Y me ahogan los ojos, tantas lagrimas equiparadas nunca a la felicidad, siempre se me hunde el corazón como en el profundo foso que siento del pecho. Infeliz, y todas las palabras que decepcionan, cómo preceden y proceden a mi nombre, cómo hierve entre todas las causas la única para siempre creer mejor morir. Toda la eternidad es inconcebible de esta forma, y pienso, sin embargo, pienso con criterio, encontrarme tan terrible grado de decepción que no es otra cosa todo lo que me trae y me lleva, todo lo que el pavor me sabe, de años. Ahora puedo decir sin embargo, la eternidad tendría que ser el sueño de años, de antaño.

[eucridemore]

(PROSA) 26/01/2021, 19:04 PM.

Entonces pienso en el atardecer, por ser como lleva mi vida lo que nunca fue. Ahora peor que tú son estas tristezas que saben a sal y mueren de por sí. Que suenan a silencio y asesinan el fuego asfixiándolo. Peor que yo, es esta noche que muerde a obscuras y encuentra ahora, una luz también muerta. Pero recuerda que ahora, por ser quien eres, tendrás sitio en el lugar de antes, y no ahora que aquí voy a dejarte. Porque todo lo eras tú y todo siempre se perdió. Y si en el atardecer como lo hace el sol calla su luz, lo hará esta noche el día que sepa volver otro, tu nombre. Y no habrá olvidó que te llame, a ti, no habrá final que termine en ti y no habrá memoria que se despida de ti. Porque ahora, en el atardecer, el alba no sabe quién eres y no sabrá lo que tuve que perderte.

[eucridemore]

LAS CORTINAS (CUENTO CORTO); 18/08/2021, 12:49 PM.

Arturo Ibaldéz Mejía, era bien conocido en la Plata tras el tribulo aquel martes de octubre, se le había visto despistar un par de milicos a las faldas del Palacio Gubernamental; luego de soportar delante al público perorata mal parada que encontrara en cinta las autoridades. Fue que, Ibaldéz advirtiera de golpe las últimas palabras; su efusión era tal, que, —según cuenta doña Jofina— esturdía hacia sialismo una suerte de invectiva tempestuosa y desorientada. Se le veía molesto, en cólera, fatigoso y de corbatín.

                  Tras ser burdamente correteado, Ibaldéz, nos cuenta, vuelve a su hogar esa misma noche; no obstante, tras la voz requebrada y el corazón pendiente a la garganta; recuerda a su esposa Alejandra Ibaldéz, estar sentada tras los harapos de invierno, re sentirse angustiada sobre el rincón del tocador, patinar de impetuosa tras el barandal de la entrada. —Era una mujer espectacular— como él nos cuenta; siempre al pendiente de sí y de los otros… fallece el quince de julio de mil novecientos ochenta y uno. Ibaldéz cruza la puerta, el comedor, vuelve a la habitación y bajo el fardo del edredón concilia el sueño, se ciñe de bocabajo a expensas de huir del destino. Se hace mudo entre las sabanas y profiere un suspiro agudo y carraspero, —era casi un llanto—. A la mañana siguiente, es fácil mirar las cortinas recordando Alejandra, es facilísimo escuchar las aves, sonriéndole Alejandra, es muy fácil prever la felicidad tras las puertas, tras el diván donde ella, recostada. Era como si estando la tuviera devuelta… Se mira al espejo, nos cuenta, haciéndose el corbatín (—carmesí—); no en cambio, pende hacia la locura.

                  El miércoles veintidós de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro, Ibaldéz se marcha de Plata rumbo Álava, entonces visitando a su madre. Tras el curso al aeropuerto, vio por la ventanilla niños y niñas ser conquistados tras la vida, reencontrarse en el arrabal para patinar, tirar la bola y escuchar de los otros; vio ancianos de ceño largo y cresta pelada, ser justos y fragantes del amor por los otros; también vio hombres escudriñar de las mujeres, con tal de emprender una aventura cualquiera; vio a las mujeres condescender de ellos, con tal repruebo que fue casi un cumplido. Se vio a sí mismo, sobre el reflejo postrarse delante, vio sus lágrimas extendiéndose bajo el labio inferior, sobre las comisuras y entre los dientes recorrer sus palabras. Quiso estar viendo por última vez la ciudad que le despreció, le quitó a su esposa y replicó: «habiéndome echado, he amado y fracasé, fui a darte mi corazón y envuelto de tiras de papel, lo erraste devuelta al rio, en sus piedras, en sus marejadas. Te traje este par de brazos y los requebraste sin cuidado. Eres tú quien me quita, eres tú quien me hace mudo».

Ibaldéz partió de Plata el veintidós de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro. Jamás regresó.

[eucridemore]

(PROSA) 20/02/2021, 18:35 PM.

Ya no me quedan más cosas, todas habrán marchado tras de ti. Se habrán ido con tal de estar junto a ti. Se habrán llevado todos mis tesoros, todas mis esperanzas junto con ellas. Y mi corazón, mi pobre y desgraciado corazón, que sólo se tuerce a tu antojo y baila según tu ánimo. Qué peor pesadilla que no estar junto a ti. Todas estas inolvidables travesías, todo con tal de estar tras de ti.

Se me habrán ido las fuerzas, pronto se me caerán los brazos y este par de ojos siempre a la expectativa, aguardando secarán. Y perderé mi vida, si tú en cambio no piensas volver. Todo lo que te he amado, todo lo que te he perdido y siempre recuerda, quizá no todo lo vivido habrá sido en vano.

Quizá.