#Ay esta niña *suspiro suspiro*
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COMEDOR · Nikolai dijo: “¿No sientes que alguien te está mirando?” * @nikovlai
"¿Mmh?" le había sacado de su burbuja al encontrarse mirando una de las pinturas que adornaban el lugar "¿Lo dices por las pinturas? Porque si es así, puede ser... ¿No sería gracioso que fueran como en 'Psycho' y los ojos sirvieran para espiar?" inquirió con media sonrisa, como siempre sus maneras de animar el ambiente nunca eran las convencionales "de lo contrario no, y espero que no, si alguien quiere verme, puede hablarme y hacerlo más de cerca" admitió encogiendose de hombros.
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The Bad Batch Reacción episodios 5 y 4 temporada 3
Con un poco de retraso, pero aquí van las reacciones que escribí mientras veía 'The Return'. Después como extra añado las del episodio 4, que como no me apetecía escribir mucho y simplemente disfrutar del capítulo así que solo hay un par de cosas y por eso no lo publiqué la semana pasada.
¡Gracias por leer!:
Episodio 5:
Omega durmiendo en su habitación después de tanto tiempo 🥺 Aunque se le va quedando pequeña
"Si Omega confía en él es suficiente para mí" GRÍTALO MI REY!!!
Hay no puede ser. Antes estaban todos menos Crosshair, y ahora que por fin tienen a Crosshair de vuelta falta Tech 😭
AYYYY AZI está hablando como Tech 😭
"Not hug for me?" OMG Quien escribió esa frase en el guion sabía perfectamente lo que estaba haciendo. Me imagino cómo debe estar ahora mismo el Twitter de TBB 😂😂🤩😂
Espero que ese datapad no de pueda rastrear o algo así 😥
"Especially without Tech." 😭😭😭😭😭 ¡Por favor tenéis que hablar del tema!
Y además hay justo una silla libre! 😭😭 Esa silla está puesta para Tech, para que estén los 6 juntos por fin, solo falta él 😭😭
Los 5 agachando la cabeza a la vez… La expresión en la cara de Crosshair… 😭😭😭 A mi mente vienen flasbakcs de algo "Understand you doesn't mean I agree with you." 😭
1 Minuto de silencio por favor, para recordar a vuestro hermano caído… (aunque sigo creyendo que él está vivo)
"I know a dacility." No… NO… TENGO TRAUMAS, VALE?? NO PUEDES VOLVER DONDE MAYDAY 😭😭😭
Un momento… Esta misma mañana, cuando estaba saliendo de mi casa para ir a la Universidad, justamente a las 9, la misma hora a la que sale el episodio, la banda sonora de ESE episodio de la Temporada 2 vino a mi mente y no me la pude quitar de la cabeza hasta que la escuché… Mi subconsciente sabía algo…
"I need to do this, Hunter." ¡Eso es mi niña! 🥺
"I'M OLDER THAN YOU ARE, LITTLE BROTHER!" AAHAAHWEIBFWEBCNWZMW4CNHHW4QZMVBSHXJCSEKHR
Ooooowww Wrecker le devuelve su equipamiento 🥺🥺
"It never felt right to get rid of it." No que lloro otra vez 🥺🥺😭😭
Ay ay la música cuando mira a Hunter 😢
Por favor necesito ya escuchar la bso de ciertos momentos.
Es como la vez que más bonito suena el tema de Crosshair 🥺
Ah van solo con la nave de Echo.
…No… 😭😭 Ahí está otra vez la música 😭😭😭 Mis traumas de 'The Outpost'…
Literalmente Cada. Una. De las veces. Que ecsucho esa música. Se me pone la piel de gallina 😭😭
Ayy, se llevan a Batcher también 🥺 Entonces es 100% la mascota del grupo y parte de él.
AHHHH CROSSHAIR EN SU ARMADURA DE LAS GUERRRAS CLON 😭😭 Es como viajar en el tiempo a otra época…
Ay el buitre de hielo… 😭😭 Mayday
Todo aquí es puro trauma 😭 Ya tengo la piel de gallina otra vez
Ay si Hunter supiera… 🥺
"Kill each other later." 😂😂 Lo mejor es que podría ser literal xDD
Jaja, el suspiro cansado de Omega como si ella fuera (es) la mayor xD
Ay, que Batcher sirva para algo 🥺
Ay no, seguro que ahí dentro están los cascos de Hex y Veech y los demás hermanos del grupo de Mayday… 🥺😭
Ayyy, Crosshair los está buscando… 🥺😢
[aparecen los cascos y el de Mayday está entre ellos] 😭😭😭😭
[Crosshair coge el de Mayday] 😭😭😭😭😭😭
[Coloca el casco y lo mira] 😭😭😭😭😭
[Hunter le ve colocando los cascos] 😭😭😭😭😭😭😭
AAHHHHHHHH VUELVE A TENER SUS PALILLOS 🤩😭🤩😭
Ostia pues el buitre es precioso 😍🥺
Sí por favor, se viene conversación entre estos dos. Lo necesitan.
Ay el movimiento de su mano 🥺
Noo, maldito bicho, va a interrumpir 😩
Presiónale un poco. Le hace falta para soltarlo.
"I did betray them after they betrayed me." Creo que eso es exactamente que le pasó con el Bad Batch. 🥺
Uy uy uy. Ayayay. Esta conversacion!! LO ES TODO 😭😭🤩😭
Jeje, Eco mirando entre los dos cuando discuten xD
Crosshair acariciando a Batcher… ¿es cosa mía o es una leve sonrisa en su rostro eso que veo? 🥺
Por favor, necesito esa imagen en la que Hunter, Crosshair y Batcher están sentados de espaldas como fondo de pantalla 😍😭
[Wrecker corre y abraza a Crosshair y Hunter] 😭😭😭😭😭😭 Son 3 de los 4 originales del Bad Batch 😭😭 Lo que habrán pasado juntos durante la guerra y no hemos visto.. Y ahora están juntos por fin después de tanto 😭😭😭 Tech te necesitan también!
La broma de Eco, por favor 😂😭🤣😭😍
Ay…
Ay Crosshair abriéndose 🥺 Su expresión…
Nooo y vuelve la música… el trauma… Y justo cuando dice "a good soldier!
"There just might be hope for us yet." 😭😭😭 Dime que sí. Dime que el final de la serie es un final feliz para ellos. Para todo el Bad Batch (Tech incluido) 🥺
Por favor, ¿por qué me quiero tatuar cada maldita frase de este episodio?, es que literalmente cada escena, cada frase, cada gesto… Significa TANTO. Creo que con ningún otro episodio (de entre todas las series) me ha pasado eso, cada momento es un momento álgido y para recordar. Yo siempre voy por escenas, hay escenas geniales en ciertos capítulos que repites una y otra vez, pero en este capítulo son todas y cada una de ellas, sin que haya ningún momento de excepción.
Este episodio me da todo lo que estuve toda la semana esperando, pero no solo esta última semana, si no desde hace un año cuando terminó la segunda temporada o incluso hace casi 3 años cuando empezó la serie y Crosshair ya se había separado del grupo.
PD: estoy viendo los créditos y.. NO PUEDE SER JAJAJAJAJ LITEERALMENTE SOLO DBB como Batcher (y eso que falta el buitre de hielo) y Ben Diskin como AZI-3 diciendo 2 frases 😂😂🤣🤣 Qué maravilla! El único episodio en el que pasa eso xDDDDDD
~ ~ ~
Episodio 4:
"You and your dad" Ya está. Lo estoy escuchando, a todos los fans de esta serie gritar porque se han referido a Crosshair como el padre de Omega.
Crosshair diciendo "Omega" suena tan… para mí
"My skills are being wasted," No puede dejar de pensar como un soldado de forma táctica.
Un rancor! ¡Dime que hay un rancor! *Salen tentáculos y se llevan al capitán* Yo: WTF o_O
JAJAJajJAJAJAJA qué ha sido eso?! (el soldado que estaba arriba sale volando y grita)
"Omega, it's being months.." Se viene, se viene, se viene… momento de llorar con el reencuentro
NO ESTOY LLORANDO, TÚ ESTÁS LLORANDO
LA MUSICAAA
¡SI ELLOS LLORAN YO LLORO!
#the bad batch#bad batch#tbb#tbb crosshair#tbb hunter#tbb wrecker#tbb omega#clone force 99#star wars the bad batch#sw tbb#the bad batch season 3#crosshair#hunter#wrecker#omega#echo
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Sanity Mask | Joker : 3. Bienvenida a Arkham
-Te juro que una vez que te fuiste me mandó quedarme y me interrogó sobre ti. Te digo que tengas cuidado, ese hombre es un maniaco Natalia.- Susurraba como para que nadie nos oyese, pero el tono de Sharon era exaltado como si estuviese gritando. Se frotaba la cara y las manos nerviosamente, pensé que por el frío del área de patio al aire libre que nos dejaban una vez a la semana, era para congelarse, sin embargo los presos parecían jugar al baloncesto o balancearse de un lado a otro sin inmutarse.
-Sharon dime una cosa, ¿Cuántos años tienes? ¿Por qué actúas como una niña cuando nos referimos al payaso?- Resoplé de una forma molesta ante su cobardía, deslizándome por la pared cruzándo mis brazos intentando parecer intimidante
-Tengo 30, pero vuelvo a ser una niña que huye de un monstruo cuando veo a ese hombre, ¿Sabes por qué pensábamos que no iba a volver? Porque mató a un médico asfixiándole con las esposas, lo iban a trasladar, pero es que ninguna cárcel lo quiere, están todos asustados.- Me parecía igual demasiado típico como para ser cierto.
-Ay por favor, es un solo hombre, no entiendo porqué genera tanto miedo, de todos modos podría ser perfectamente solo un rumor. ¿Dónde oíste eso?- Rodé los ojos cansada de que todo el mundo le siguiese la corriente, solo estaban fomentando el terror que infringía.
-En este sitio los rumores son potentes... y hablando del diablo.- Dijo huyendo al ver a un hombre de pelo blanco y de complexión fuerte venir con su pandilla riendo hacia mí.
-Vaya, vaya, vaya. Pero que es esto. ¿Pero como vamos a dejar a esta dulce chica congelándose?- Dijo el hombre cuando se paró en frente, e indicó a uno de sus matones que me diera la chaqueta de su uniforme, pero me alejé de ellos y azoté su mano cuando intentó ponérmela.
-Metete la chaqueta por el culo.- Le dije al matón afroamericano que me iba a tapar con la prenda.- ¿Qué carajo quieres?- Me volví a dirigir al que parecía el jefe de la banda.
-Ahora entiendo por qué le gustas al jefe. Soy Jonny Frost, y de verdad que no quiero nada de ti, simplemente ser un buen vecino y mostrarte nuestra humilde morada.- Intenté ignorar lo que mencionó acerca de su jefe, aunque ya sabía quien era la persona para la que trabajaba, si lo que decía Sharon era cierto, no me libraría de él en un tiempo.
-No me interesa, adiós.- Dije antes de intentar irme, pero él me agarró de los hombros y me volvió a tirar hacia la pared, susurrando que ya me interesaría.
-No te han dado habitación ni uniforme todavía. ¿Verdad?-Me miró de arriba a abajo y yo asentí con la cabeza, firme y seca.
-Como veo que no estás de humor para presentaciones hoy, haré mi última pregunta y me iré, ¿Cómo es tu apellido linda?- Peinó su pelo blanco hacia atrás y lamió sus labios antes de hablar.
-Williams, ahora vete, Frost.- Hice una cara de asco antes de despedirle con la mirada.
...
-¿Cómo fue tu infancia?- Fue la primera preguntá que me hizo la terapeuta cuando empezó la sesión. Era una mujer rusa de mediana edad, era desagradable y olía mal. Como todo en aquel edificio.
-No sea cliché.- Crucé las piernas en la silla y me incliné un poco para atrás descansando en el cómodo sillón. Más cómodo que las sillas del comedor.
-Quiero saber algo de tu vida para comprender que te pasa y como puedo ayudarte.- Susurró con un hilo de voz en tono comprensivo y dulce. Pero no la tragaba, no me tragaba sus mentiras sabiendo como eran los psiquiatras.
-Mira, lamento mucho que tengas que perder el tiempo así, seguro que preferías estar montando osos o conduciendo tanques de guerra pero no voy a contarte nada de mi vida camarada.- Le expliqué con un tono molesto mientras cerraba los ojos, tenía puesta una camisa de fuerza que me impedía estirarme pero sabía que si lo hacía me crujirían los huesos.
-Dejando de lado tus chistes racistas hacia mí, creo que eres una mujer lo bastante inteligente para dejarte ayudar si no...- Dijo esto en un suspiro e hizo una pausa antes de amenazar con las consecuencias.
-¿Si no qué? Soy como los demás presos, aunque esto parezca un campo de concentración, tengo derechos.- No me dejé asustar por su repetitivo discurso, había escuchado gente como ella durante toda mi vida, y más en el mundo del espectáculo. Todo el mundo quería ayudarte, todo el mundo daba una buena cara de frente. Pero a las espaldas era su propio beneficio el que importaba. Cuando te venden que esas pastillas que te tienes que tomar son para tu bien, se refieren a que esas pastillas que supuestamente te harán feliz son para el bien del bolsillo del fabricante. Al psiquiátrico de Arkham no le interesa ayudar a la gente, le interesa que la gente no cause problemas, que en sus números no salgan fallecidos y que el estado siga pagándoles por su servicio.
-Estás en una institución privada, tus derechos se limitan a lo que nosotros consideremos, tenemos tu custodia total. Y ante tu falta de colaboración, podemos actuar como consideremos.- Se levantó de la silla y alisó su bata antes de ir caminando hacia la puerta.
-Si se refiere a aumentarme la condena, no tienes pruebas de que no colaboro.- Estuve despreocupada hasta que la puerta se abrió y entraron dos guardias aguantando unos cinturones. Ese fue el momento en el que empecé a sudar en frío.
-De hecho, las tenemos. Esta sesión, como todas, ha sido grabada hasta este momento. De todos modos esas no son las medidas que solemos tomar.- Estaba a punto de replicar cuando los hombres me sujetaron por los hombros y desataron las hebillas de la camiseta de fuerza para soltarme los brazos. Después ataron cada brazo a cada lado de la silla con los cinturones, estaba demasiado apretado, me dolía una barbaridad y sentía que me iban a cortar la circulación. No me acuerdo de haber gritado, no me acuerdo de nada más que no fuese el dolor. Mis dientes rechinaban unos contra otros, mis ojos lagrimeaban de lo fuerte que los había cerrado y mis uñas se clavaban en la palma de mi mano al punto de dejar marca. Habían conectado un casco a mi sien y me habían proporcionado descargas cada vez más fuertes. Me recorrían todo el cuerpo. Perdí la noción del tiempo cuando cesaron, no puedo decirte cuanto tiempo había pasado con electricidad atormentándome. Al principio había estado inquieta, pensando en como eso era ilegal y de película, eso no podía estar pasando. Cuando me desataron ya no tenía capacidad para protestar, no tenía ninguna energía para razonar. Después me arrastraron hasta el bloque de celdas. Un hombre se acercó hacia mí, me extendió un uniforme de rayas y una almohada.
-Celda 505. Natalia Williams y Marshall de Angelis.- Empujé contra mi pecho el uniforme con la intención de esconderme de él, estaba asustada, descolocada, le miraba con los ojos en sangre y tan abiertos como era posible. Cuando entré en el cubículo sombrío vi como un preso se incorporaba de una de las dos camas para verme.
-No me jodas... ¿Me habéis encasquetado a la nueva? Sabes perfectamente que no tengo compañeros Dave. ¿Has hablado con J?- Se dirigió gritando al guardia. Este se iba alejando cada vez más, no parecía hacerle caso. Hasta que antes de desaparecer en la esquina del pasillo gritó.
-¡Casualmente es por orden de J!-
El hombre en frente de mí se quedó frío . Yo seguía quieta cerca de la puerta. Sin saber muy bien que hacer. Privada de todo mi ingenio y carisma, me sentía débil e indefensa.
-¿Qué haces ahí parada? ¿Por qué te ha metido aquí J?- Me sobresalté rápidamente y corrí a sentarme en el que debía ser mi catre correspondiente. Le pregunté en un susurró quien era J. A mi cerebro le costaba asimilar sus palabras y me ardía la garganta al respirar.
-No te hagas la tonta es imposible que no conozcas al jefe, literalmente maneja todo lo que hay aquí. Si el Joker ha hecho que te asignen esta celda es por algo...- Parecía preocupado, pero no le miré fijamente, no podía. En mis ojos se seguían viendo lucecitas e imágenes. En mis oídos, se seguían escuchando gritos y el sonido de la electricidad como un latigazo.
-Mierda te han jodido bien ¿no? -Marshall se percató de esto. Yo simplemente me recosté contra el incómodo metal de la cama, enterré mi cara en la almohada y del cansancio mental y físico caí dormida en posición fetal.- Bienvenida a Arkham.-
...
Desperté con la cara llena de saliva. Me sentía asquerosa, me sentía aún más drogada que cuando me dormí. Mi cerebro estaba frito, me costaba moverme, me costaba pestañear. Lo único que hice fue mantener la vista en un punto fijo por horas hasta que mi nuevo compañero de celda me habló.
-¡Hora de despertar bella durmiente!- Gritó mientras daba golpes en los barrotes. Se generó un ruido que casi hace mi cabeza explotar. Me tapé los oídos rápidamente y empecé a gritar de dolor. Marshall se encogió de hombros y simplemente se fue. Pude ver como otros presos salían de sus celdas y caminaban todos hacia el mismo lado. Cuando calmé un poco mis tímpanos me dispuse a hacer lo mismo. Me dolió moverme para vestirme, me dolió caminar hasta allí y me dolió ver a toda la gente alrededor de mí. Sentí algo que no había sentido jamás en mi vida, miedo de los demás. Nunca había retrocedido ante nadie, si había llegado lejos en la vida era por ser valiente. Por eso parte de mí se sentía fuera de mi cuerpo cuando casi rompo a llorar al sentir que todos me miraban. Sus ojos se clavaban en mi piel y mis orejas ardían de la ansiedad que me daba estar esperando por mi comida en la cola. Después de que la cocinera volcara la bazofia en la bandeja fui en una mesa cualquiera. No me fijé en quien estaba sentado allí, ya que mi cerebro no podía concentrarse en ello. Solo me di cuenta de que había más gente cuando una de las dos mujeres en frente de mí habló.
-¿Puedes pestañear cariño? Me estás dando miedo.- Levanté la vista para perseguir la dulce voz. Provenía de una mujer pelirroja de piel verde. En ese momento pensé "definitivamente me han jodido la cabeza". La otra chica a su lado era normal, pelo rizado castaño, rasgos finos, piel pálida... Ella fue la primera en interpretar mi expresión de sorpresa hacia la pelirroja.
-No te preocupes no estás alucinando. Ivy es verde, y si la miras fijamente con esos ojos saltones tuyos hará que te conviertas en una estatua de piedra.- Habló intentando sacarme de mi ensoñación con su compañera.
-No te burles Mery, se nota que ya le han dado el latigazo, pobre chica.- La mujer con ese aura verde parecía apenada por mi situación, sus ojos me inspeccionaban de tal forma que creía que iban a penetrar en mi alma.
-¿Latigazo?- Pronuncié a duras penas intentando no tartamudear.
-Así es como llamamos a la primera sesión de terapia electroconvulsiva, es la que más duele. A muchos les ha dejado días atontados.- Explicó Ivy mientras miraba a su alrededor. Mi vista siguió la suya y pude ver como algunos presos se encontraban en mi misma situación.
-Lo utilizan en presos conflictivos.- Completó su frase Mery, era aterrador la forma en la que se compenetraban para hablar. Hice una mueca ante su declaración. No consideraba que mi comportamiento hubiese sido conflictivo. Revolví la comida con frustración, lo que generó más interés en las dos chicas.
-Cambiando de tema... ¿Por qué estás aquí? ¿Cuánto te ha caído?- No obstante antes de que pudiese responder sentí una presencia desagradable detrás de mí.
-Joker...- Resopló Ivy cuando este se sentó a mi lado en el banco. No había mucho sitio, estaba demasiado cerca de mí. Lo más cerca que había estado nadie de mí desde que me encerraron.
-Disculpen mis modales señoritas. No he podido evitar escuchar su interesante tertulia.- Se inclinó sobre la mesa descansando su barbilla en las palmas de sus manos. Enunciaba las frases con un tono de formalidad que se notaba que era fingido. Igual en su cabeza hacía gracia. Me quedé mirándole fijamente como lo había hecho mientras hablaba.- ¿Os molestaría si me uno chicas?- Dijo en un tono molestamente afeminado intentando imitar nuestro timbre de voz.
-No quiero hablar de eso...- Murmuré mientras mi mirada seguía clavada en su rostro, en como se expresaba, en como sus ojos me miraban al hablar... Me generaba incomodidad, era un hombre con un aura asfixiante.
-¡¿Por qué no, cariño?! Todos estamos ansiosos por saber porqué está la nueva chica en el manicomio.- Dijo él ganándose una mirada de asco por parte de la pelirroja.
-Que no te mienta...-Se paró un rato intentando recordar como me llamaba. Pero no fui tan rápida para responderle como el payaso a mi lado.
-Se llama Natalia Williams.- Me asusté por la forma en la que pronunció estas palabras. Tenía que haber hecho caso a Sharon. Este tio era un rarito. Era alguien con quien no convenía tener problemas. Desde que le lleve la contraria había investigado sobre mí, había mandado al hombre de pelo blanco a por mí e incluso había hecho que me pusieran con un socio suyo en la celda. Cuando mi cerebro estaba en condiciones me sentía muy valiente para afrontar eso, incluso me hacía gracia. En ese momento me daba miedo.
-Natalia, no te dejes engañar por este imbécil, solo quiere saberlo porque han hecho una apuesta con los demás presos.- Dijo Ivy antes de levantarse con un aire cansado y retirarse murmurando insultos. Mi mente, aún cansada, anotó el detalle de que no había un buen vínculo entre la mujer de piel verde y el hombre de tez pálida. Pensé que parecía el título de una canción de una banda de música emo.
-Estoy... Estoy aquí por doble homicidio o algo así. Con agravantes, 46 años...- Mi tono de voz era más lucido que cuando me desperté, pero seguía siendo más tranquilo que el que era mi timbre usual. Aún así mis palabras causaron sorpresa en la mesa cuando la mujer en frente de mí saltó. Joker se limitó a reír a mi lado, y a hacer una aportación incómoda sobre como había ganado la apuesta.
-No tenías cara de estar tan desquiciada.- Mery hablaba con un acento español que reconocería a leguas. En parte por eso sabía que su comentario no era con ánimo de ofender.
-Fue un cúmulo de circunstancias, de todos modos no me arrepiento. Y pueden intentar que lo haga, pero van a perder su tiempo.- Me quejé refiriéndome a los jueces y a los médicos. Ellos asintieron en compresión. El poco tiempo que había estado allí me había hecho reflexionar. Estaba rodeada de locos, de criminales, ya fuesen notorios o de poca monta. Sin ir más lejos tenía al mismísimo príncipe payaso del crimen sentado a mi lado interesado en mi sentencia. Sabía que algo iba mal conmigo desde hace un tiempo. Pero yo no era tan grave como ellos. Yo no estaba tan loca como el Joker ¿NO? En mi cabeza tenía el control total de la situación. Solo estaba cumpliendo condena por asesinato, realmente no estaba mal de la cabeza. No había torturado a nadie... Ni secuestrado... Ni violado...
-Interesante...- Asintió con la cabeza Mery dándome paso a seguir explicando mi caso.
-No hay mucho más que te pueda decir...- Dije con los ojos fijos en otro lado, mi mente corriendo a 1000km por hora mientras que mi mirada se plantaba fija en la mesa del comedor. Mery asintió con comprensión. Supongo que habría captado la indirecta de que no quería hablar de ello. Esta chica parecía una persona comprensiva, me agradaba su presencia más de lo que lo había hecho la presencia de muchas de mis amigas durante estos meses.
-Para que te hayan caído tantos años...- El Joker se acarició la barbilla en un gesto pensador. - Tiene que haber sido algo grave... ¿Fueron niños? - Me estremecí al pensar que era lo primero que se le pasó por la cabeza. Lo dijo con un tono tan divertido y normal que me dio asco. Realmente le divertía pensar en niños muertos, la cosa era peor de lo que me imaginé cuando me metí en ese hoyo.
-Cree el ladrón que todos son de su condición.- Fue algo aburrido por mi parte contestarle con un refrán. Pero reflejaba todo lo que quería decir en ese momento. No había tenido reparo en asesinar a dos personas. Hombre y Mujer. ¿Pero niños? NO.
-Oh no, niñita no intentes hacerte la santa, si en la primera semana ya te han dado el latigazo significa que eres igual o peor que nosotros.- Su risa era repetitiva y molesta en mis oídos. Este hombre me intrigaba de sobremanera. Mi mala tendencia a sobre analizar todo causó que empezase a profundizar en su comportamiento. ¿Era pintura el tono de su piel o realmente tendría un desorden en su melanina? ¿Por qué apodarte "Joker"? ¿Cómo se llamaba antes de ser el criminal más destacado de Gotham? Todas las cuestiones que generó mi cerebro se disiparon al analizar más sus recientes palabras que su historia.
-¿Me acabas de llamar niñita?- Mi voz parecía un poco más despierta, los efectos de la terapia de electroshock estaban desapareciendo poco a poco.
-Sí, eres una niñita. Una de las listas, de las astutas que se convierten ridiculamente en imprudentes. Aunque es normal, probablemente seas la persona más joven de esta prisión.- Ignoré sus ofensas para centrarme en su punto. Miré a la gente a mi alrededor. Le miré a él. Tenía razón. No lo era para mí, pero parecía intimidante que la persona más cercana a mi edad me sacase aproximadamente un par de años. Tenía 23 y saldría de ese infierno con 69 años. Un número gracioso y triste a la vez. Mi vida estaría condenada dentro de esas paredes frías y sucias. Rodeada de asesinos y psicópatas
-Lo único imprudente que ha hecho desde que ha llegado es hablar contigo.- Mery se reía mientras se levantaba del banco para dirigirse a la salida del comedor. El Joker también la siguió así que fui detrás de ellos. Mery desapareció en el pasillo que llevaba a sus celdas, yo no estaba autorizada para entrar ahí. Así que giré en dirección a mi celda, con mis pensamientos martilleando contra mi cerebro y peleándose entre ellos. Estaba tan sobre estimulada que casi grité cuando sentí dos manos en mis hombros frenándome. Después el culpable me susurró al oído algo de lo que no me olvidaría en los próximos días.
-La chica tiene razón, pero no dejarás que eso te acobarde. ¿Verdad niñita?-
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AMAPOLA
¡Ay que lindo es poder compartir lo que puedo hablar! Bueno, "AMAPOLA" es de mi autoría, participe con esta breve historia de cinco capítulos en un concurso literario y es la historia de dos personas se aman profundamente. No todos tenemos la posibilidad y la valentía de vivir un gran amor. Y de sostenerlo a pesar de las tormentas de la vida. Aún así, creo que tanto amor que se separa por cosas triviales a él, termina pululando por el universo como energía que trasciende de alguna manera. O al menos creo eso como respuesta a ¿a dónde se va el amor que no es amado? ¿a dónde va el amor que no fue vivido? ¡¡Gracias infinitas por leerme!! Mer <3
5 de abril de 1995. Córdoba, Argentina.
Es de noche dentro de ese lugar, lleno de silencios.
Lugar de almas deambulantes, historias tejidas de antaño, la noche cálida de otoño en la ciudad de Córdoba.
Subieron las escaleras entre risas. Los nervios no hacían más que aumentar la adrenalina por sus cuerpos. Por momentos se sentía esa niña del ayer enamorada del mismo joven. Por momentos, una mujer llena de poder, que todo lo puede, que todo lo soporta.
Seis años después, aún lo eran. Dos cuerpos enamorados.
Sabían que estaban haciendo lo que no debían, pero sabían que, si no lo hacían en ese momento, la vida les robaría el tiempo y como un reloj de arena, se escaparía grano tras grano de arena.
Un paso en falso y ambos, podrían perderlo todo.
Malena recorría los años dorados de su juventud, pero en ese mundo de sentimientos y perpleja ante la oportunidad que le estaba dando la vida, no sabía que estos hermosos años quedarían marcados.
El sentir de las escaleras en sus pies, como pasos de gigantes queriendo escapar. Lujosas y marmoladas escaleras los separan de la mejor locura de sus vidas.
Llegaron al pasillo. El primer descanso, al subir las escaleras, era largo y sombrío; pulcro pero antiguo; silencioso, extraño, como si de lo grande y vacío te asfixiara. Lleno de puertas que parecían interminables de abrir y cerrar. En el transitar del corredor, y casi con un eco imperceptible, se escuchan voces, a lo lejos.
Llegaron a la habitación: una puerta blanca, de madera laqueada que cuando se abría, el picaporte largaba en su crujido, todas las historias pasadas. Apenas entraron, esa mirada cómplice envolvía de energía todo el espacio. Las manos sudorosas, estrechadas, nerviosas. Julián, guía cada paso. Al pararse en la antesala pequeña y blanca, Julián le susurra con pudor: - Male, ¿estás segura de seguir? -. Malena afirma en silencio, sus ojos y su cuerpo estremecido de amor y entrega; avanza junto a Él. Y al entrar, es como si ese lugar se transformara en una mandala de inmersos colores, y tonos.
Como si fuera un suspiro que al cerrar los ojos sentimos, se huele el perfume de la limpieza. Un baño de un tenue color celeste se percibe al continuar. Las toallas, blancas. Enfrente de ellos, una segunda puerta, igual a la primera. Pero esta es la puerta que dispone para la entrega. Perceptiblemente, dos corazones laten al son de su natural sístole y diástole; diástole y sístole; reiteradas veces, cada vez más rápido, cada vez más inquietos. Julián abre rápidamente la segunda puerta, y es igual que pasar un umbral de color blanco, colmado de vida. Como un mundo que solo algunos pocos han conocido al ser atravesados por el verdadero amor. Eran las perras mariposas moviéndose en sus estómagos, inundados de felicidad, inundados de deseo mutuo…Inundados. (suspiro)
Enmudecida por el tan esperado encuentro que se suscita ¡al fin!, en realidad, Malena se deja llevar hasta los brazos de Julián y tiembla. Julián la suelta a medias y fija su mirada en ella mientras que le repite: ¡sos temiblemente hermosa! y todo así cierra y abre, con un beso que otra vez, los dejo sin respirar........
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unexpected reunion | charlie nelson x oc
charlie nelson x isabelle barnaby (oc)
recuento de palabras 2.1k
La navidad ya estaba a la vuelta de la esquina y este año la joven Barnaby había decidido pasar las fiestas junto a su familia, en este caso, junto a sus padres y a su futura hermanita. Lo que no contaba la chica era que días antes se reencontraría con su ex pareja, con quién había terminado recientemente.
¡! domingo 22 de diciembre de 2013 14:55 pm Isabella
Acabada de llegar a Causton y me encontraba junto con mi amigo Ben en su auto, frente a la casa de mis padres.
─Estas lista?─Pregunto mi mejor amigo
─Creo que si─murmuré abriendo la puerta.
Bajé y le hice un ademán a Ben para que venga conmigo, él dudo un poco pero termino accediendo, bajé mis dos maletas, nos dirigimos hacia la puerta, después de unos minutos golpee levemente en esta y al poco tiempo se sintieron unos pasos junto con ladridos.
Al abrirse la puerta pude ver a mi madre y de inmediato la abracé
—Mamá—Sonreí. —Oh, Bella mi pequeña— dijo mientras acunaba mi rostro entre sus manos.— cómo estás?— pregunto.
—Bien y tú— hablé volviendo a sus brazos, hasta que recordé a mi amigo—Oh disculpa Ben, ma él es Ben mi mejor amigo y compañero en Londres. —Jones, Ben Jones mucho gusto señora Barnaby, aquí su hija me a contado mucho sobre usted y su esposo—se presentó amablemente, extendiendo su mano, acto que mi madre acepto gustosamente.
—Nada de señora, dime Sarah—le sonrió amablemente— pero bueno pasen que hace mucho frío— Se hizo al lado y ambos nos adentramos hacia la casa. Deje mis maletas al lado de la escalera para subirlas luego.
Un alegre Sykes nos recibió ya adentró, lo acaricié levemente y el lo recibió alegre.
—Y papá?— le pregunté al ya estar en la cocina —Esta atendiendo un caso reciente con su nuevo compañero—me contó y nos resumió un poco de lo que estaba ocurriendo en estos días.— ...deben tener cuidado.— nos advirtió.
⟨ 16:02 ⟩
Pasamos un muy buen rato hablado que ya eran las cuatro de la tarde, Ben se había ido acomodarse al hotel, aunque con mamá le insistimos en que se quedará el se negó, además me dijo que yo tenía que tener un momento a solas con mi madre para contarle la noticia que tenia. Ahora nos encontrábamos horneando galletas.
—Y algo interesante para contar—pregunto mamá—algún chico o algo más.— —No nada interesante, que tal tú mamá, como vas con el embarazo— trate de esquivar el tema —Bella Barnaby que me estás ocultando—se cruzo de brazo viéndome sería— —Nad-a, n-ada— maldeci por tartamudear. —Isabella—su tono se volvió más serio.
Suspiré y la tome de la mano para que tomara asiento apoyando ambas manos unidas sobre la mesa.
—Mamá—suspire— estoy embarazada—solté de repente— y antes que me digas algo quiero que sepas que yo no estaba buscando esto—mi voz se quebró— no ahora que tú estás embarazada, tengo miedo por el que dirá la gente y ustedes, más que nada ustedes me come internamente—me largue a llorar. —Pequeña— me abrazó y hizo que me sentará en su falda, tratando de no aplastarla— tu padre y yo jamás te diríamos nada y la opinión de los demás tiene que importarte muy poco— me daba suaves caricias en la espalda— además ya estás en buena edad, tienes treinta años, linda—me consolaba.
Y tenía razón, estaba en edad pero nunca en mi vida imagine embarazarme a la vez que mi madre.
—cuando te enteraste?—pregunto. —a principios de mes, después de romper con mi pareja— solté mirando a la nada— rompimos por problemas de distancia, le ofrecieron trabajo en otro lugar y por eso terminamos—explique antes de que preguntará— me gustaría hablar con él pero perdimos contacto— hice una mueca.
Recordé los últimos días con mi pareja, estábamos bien, hasta estábamos por comprometernos, pero la distancia nos estaba consumiendo. Mentiría si dijera que ya no sentía nada por él. Sonreí mientras jugaba con el anillo que se encontraba en mi dedo.
—Bueno tu decidirás que hacer y nosotros te vamos apoyar eso tenlo por seguro mi niña—me beso la cabeza para luego limpiar mis lágrimas.
Nos quedamos un rato abrazadas, hasta que el ruido de la puerta nos interrumpió
—cariño, estoy en casa— hablo una voz desde la sala que inmediatamente reconocí.—Donde estás?—pregunto. —Estamos en la cocina—contesto mi madre
—Estamos?—oí que dijo.
Con mamá nos paramos, yo me dirigí hacia el baño para limpiar mi cara y ella se fue a la sala. Al terminar fui a la sala, cuando llegué pude ver a un hombre alto hablando con mamá.
─Ya te tiene mintiendo por él─escuche decir a mi madre.─Bien llegarás lejos.─habló divertida y empezó a sacar su lado protector haciéndole preguntas al chico.
─Sarah.─Llamo mi padre como por décima vez, acercándose a ella. —Te dije el chico iba ser apuesto—le pegó en el hombro, yo reí llamando la atención de los presentes. —Bella—Sonrió papá. —Hola pa—Lo abrace. —Pero, cuando llegaste, con quién?—empezó hacer preguntas. —Creo que eso mejor te lo respondo luego ahora tienes que resolver un caso—Palme su espalda. —oh es verdad, por cierto él es Nelson, Nelson ella es mi hija Isabella—Nos presentó.
Mi vista se fijo en el acompañante y quede sorprendida, era él, mi ex pareja. Salí de mi trance y lo salude
─Un gusto─hice una mueca que trate de disimular.
─Igual─estrechamos las manos y con la mirada fija.
─Bueno los dejaremos haciendo su trabajo─Hablo mi madre de repente haciendo que nuestras miradas se separen.
─Si de hecho yo me tengo que ir, quede con Ben para ver donde se iba a hospedar─Me excuse.
Me despedí y fui hasta la cocina a buscar mi teléfono y mi abrigo.
─Es él, no─Apareció mi madre por la puerta de la cocina
─¿Que?
─Él es el padre y tu pareja, no? —Pero que cosas dices mamá?—trate de no alzar tanto la voz. —Dios Isa, te conozco, vi ese brillo en tus ojos, el mismo que tenía yo al ver a tu padre cuando era joven.
Yo solo suspiré colocándome mi abrigó. —Por favor dile a papá, yo me encargaré de darle los detalles después, necesito hablar con Kate.— mire a mamá— prometo no tardar—Dije para luego salir de casa.
Salí caminando en dirección hacia el trabajo de mi padre, haciendo una parada en una cafetería que se encontraba en la esquina, al tener ya los pedidos, retome mi camino.
Cuando entre, el recepcionista me paró.
—Disculpe señorita, que desea—el muchacho me miró. —buscaba a Kate Wilding. —Claro, veré si está disponible—El tipo teclo el teléfono y hablo un poco, luego volvió su mirada a mi—a nombre de quién? —Barnaby, Isabella Barnaby—el chico me miró sorprendido.
Habló un poco más y me indico dónde tenía que ir, agradecí y fui hacia donde me dijo el muchacho.
—Pero si es mi Barnaby favorita—soltó la rubia ni bien entre a la habitación donde se encontraba —Deja que te escuché papá y vas a ver cómo te va—Reí y me acerque para abrazarla—Dios, te extrañe tanto Wilding. —Yo igual Bella—Me abrazo más fuerte. —Tengo muchas cosas para contarte, estás disponible? es una historia algo larga, hasta traje comida—Puse la bolsa de la cafetería en la mesa. —Si el caso está finalizando, así que si, adelante.—Ambas nos sentamos.
Empecé a contarle todo de a poco y resumiendo alguna que otra parte, finalizando con una Kate algo sorprendida.
—Estas embarazada!!—Chillo— y del nuevo detective de tu padre!! —Si, aunque en ese momento no se conocían. —Y como harás para contárselo a él y a tu padre?—pregunto. —A papá le dije a mamá que lo hiciera por mi. Y a Nelson...—Suspire frustrada pasando mis manos por mi rostro — simplemente no lo sé. —Bueno, si me dejas opinar creo que sería mejor que hablarán solos y cuánto antes—aconsejo Kate.—Y que mejor hacerlo ahora—sonrió dándome ánimos. —Pero, está en medio de un caso—Dije no muy convencida. —Ay Bella, Bella, acaso no escuchaste el caso ya finalizó.—Me mostró su celular con un mensaje, tenía razón.
Dudé un poco en que hacer.
—Me recomiendas decirle ahora a Nelson o dices que esperé?—Pregunte indecisa—O sea nos acabamos de ver recién hoy después de un mes, no puedo llegar y decirle "Hey, Nelson, sabías que vamos a ser papás y que aunque haya pasado un mes sigo enamorada de ti, muy loco lo sé"—Kate palideció, manteniendo su mirada detrás de mí—Que pasa—Me di la vuelta y vi a Charlie parado en la puerta con una cara de asombro.
—Que acabas de decir Isabella—Nelson entro y dejo los papeles que tenía en mano sobre la mesa. —Saben que yo mejor me retiro—Hablo la rubia mientras agarraba un par de cosas—cualquier cosa que necesites no dudes en llamar—susurro antes de salir.
Todo había quedado en completo silencio, Charlie me miraba esperando una respuesta y yo no sabía que decir, simplemente jugaba con el anillo que el me había entregado tiempo atrás.
—Bella, te hice una pregunta—suspiro él. —Lo que escuchaste Nelson, vas a ser papá, estoy embarazada—confesé con la mirada gacha, él se acercó a mi, agachándose a mi altura. —Lo dices enserio?—Sus ojos se iluminaron. —Nunca he hablado tan enserio en mi vida—me limpie una lágrima que amenazaba en salir—No estás enojado? lo cual es entendible porque puede qu....—Fui interrumpida por Nelson quien se abalanzó para besarme.
El beso duro alrededor de dos minutos, al terminarlo el no se separó, es más junto nuestras frentes. —Como vas a pensar que está noticia me va a enojar, es la más maravillosa que me has dado—acaricio mi mejilla— bueno luego de que hayas dado el si—Sonreímos.— Isabella desde que nos separamos no he encontrado a alguien que me complete tanto como lo haces tú, esto de separarnos me hizo demasiado mal, me hacías tanta falta.—Soltó dejándome shockeada. —Q-ue, que estás tratando de decir. —Que te amo, Isabella. Te amo como nunca he amado a cualquier otra persona.—confeso
Con esa confesión quedé helada, no sabía que hacer o que decir. Así que hice lo que sea probablemente lo más cliché y lo que él antes había echo, exacto lo bese. Coloqué mis brazos sobre sus hombros y nos acercamos aún más.
—Yo también te amo Charlie Nelson, aunque ya lo hayas escuchado—me sonroje— sinceramente no sé porque nos distanciamos—Dije al separarnos, él se arrodilló —Bee—me nombró por el apodo que el me había puesto— quieres volver con este hombre que ahora es detective de tu padre. —Claro que quiero—Se levanto y nos dimos un pequeño beso.
Nos separamos por culpa de mi celular que estaba sonando, era mamá.
—Bella, dónde estás ya es tarde. —Ma, estoy en el trabajo de papá, con Kate se nos fue la hora hablando ya mismo voy a casa. —Por cierto tu padre ya lo sabe —Y como se lo tomó? —Quiere hablar contigo, ven cuánto antes. —b-ien voy en camino—colgué cuánto antes y me empecé a poner el abrigó y a tirar lo que quedó de basura.
—Todo bien?—se preocupo Charlie. —Si, solo tengo que volver a casa, mamá está preocupada—hice una mueca— además papá se enteró del embarazo y quiere hablar. —No lo sabía?—Pregunto —No, primero se enteró Ben, luego mamá, Kate, tu y ahora papá—enumeré, el asintió —Bien déjame llevarte, ya es algo tarde y no puedo dejarte ir sola—Estaba por salir cuando se detiene—espérame en la entrada, no tardaré— y se fue, supongo que a buscar sus cosas.
Hice lo que me dijo y alrededor de unos minutos ya estábamos en el auto, en el camino nos pusimos un poco al día, mientras la radio estaba a un volumen aceptable.
—No puedo creer que aún conserves el anillo que te dí— hablo riendo mientras manejaba —Bueno, quería tener algo de ti conmigo, aunque sea por un pequeño tiempo.—Sonreí tímida. —Bueno, que bueno que lo hayas guardado— tomó mi mano y la besó—esa propuesta sigue en pie, ¿no? —Claro que si—sonreí y lo bese fugazmente.—
Cuando hice eso el estaciono el auto, pues ya habíamos llegado. baje del auto y al segundo Charlie hizo lo mismo, rodeo el auto y me tomo de la mano para acompañarme hasta la puerta.
—Hasta mañana linda, descansa— hablo dulcemente.— —Hasta mañana Nel, gracias por acompañarme— nos acercamos para darnos un beso de despedida, pero fuimos interrumpidos por la puerta que se había abierto, dejando ver a mi padre junto a mi madre, detrás de esta. —Ejem—carraspeó John—Señorita Barnaby y detective Nelson, creo que ustedes y yo necesitamos hablar seriamente—
he aquí la finalización de este primer OS de mi rey Charlie Nelson. Se me hizo un poco largo y un poco aburrido capaz, pero me gustó el resultado. Hasta ya estoy pensando en hacerle segunda parte y tal vez tercera O incluso una propia historia(ojo al piojo) Bueno espero que les haya gustado nos vemos en la próxima actualización, que no se cuando sera:)) ♥️¡! tal vez mas adelante traduzca en ingles este os
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Living with you Chapter 3 - Jotakak fanfic
Jotaro estaba en su descanso en el trabajo, se le ocurrió llamar al pelirojo, tenía ganas de ir a pasar el rato con el y además su hija estaba insistiendo en ir a verlo, la cría se la pasaba bien pintando con Kakyoin, quien aprovechaba para sacarle provecho a sus pinturas y hacer cosas juntos, el lo llamaba Adultez e Infancia en un solo lienzo y Jojo solo le decía: la cría no me esta jodiendo a mi... Saco su celular y marco su numero, pero por desgracia solo sonaba el tono de marcado, seguramente estaba ocupado ahora mismo, no siempre va a estar disponible para el.
Aunque le gustaría que fuera así.
Al rato, en un momento en el baño volvió a llamar, se sentía impaciente.
-Kakyoin?
-Jotaro? que inusual que llames ahora, no estas en el trabajo? llamaste antes pero no llegue a atender y estoy ocupado ahora mismo.
-Emmm, bueno, si, estoy en el trabajo, quería preguntarte si no podía pasar por tu casa luego, a Jolyne le gustaría verte y...
-No hay problema, pero aunque sea solo un rato, tengo cosas que entregar y...lo siento
-No, yo, si no puedes y estas ocupado otro día me dices cuando puedo ir -Jotaro se avergonzó, realmente esperaba que el pelirojo estuviera disponible para que le ocupen la casa a todo momento? que idiota.
-No enserio, vengan, estaría bueno distraerme un rato, no hay problema
-Esta bien, después de ir a buscar a Jolyne al colegio vamos, te parece?
-Si, para esa hora ya estaré llegando a casa, nos vemos.
Ahora, con toda la vergüenza y todo, tenía que ir, salió del baño mas nervioso que de costumbre y volvió al trabajo.
Casualmente al salir, literalmente en la puerta de su trabajo, recibió una llamada de su amigo -Jojo? -noto que su voz estaba temblorosa.
-Si? estaba por ir hacía tu casa
-Lo siento, tuve una emergencia, tenemos que cancelar por hoy, dile a Jolyne que lo siento pero tengo un problema grave ahora mismo -se lo notaba severamente alterado y agitado, tal vez se estaba moviendo mientras hablaba.
-Kakyoin que sucede? Tranquilizate
-No puedo, tengo muchas cosas que hacer y estoy en problemas y no tengo tiempo, lo siento, ahora no puedo hablar, ya luego te aviso yo cuando pueden venir si? -la llamada se corto, Jotaro preocupado llamo un par de veces mas y Kakyoin le colgaba en todas, le mando un mensaje "Que sucede?" y el pintor le respondió "Ahora no puedo hablar" así que decidió que lo mejor era hablarle mañana, a lo mejor estaría mas tranquilo y tendría la mente mas en blanco. Que sería lo que altero tanto a su amigo? si fuera algo en el trabajo sabía que no tendría problemas en decírselo, realmente tenía curiosidad de saber, no era normal que el pelirojo no le contara las cosas no importa lo estresado que este, era raro.
Tendría que ir a buscar a Jolyne al colegio y llevarla a algún lado para compensarla, aunque estaría el resto del día preocupado por el pintor.
Al día siguiente, sábado, Jotaro se despertó en la cama de su hija, ella al parecer se había levantado ya y según los ruidos de la televisión de la sala estaba despierta, anoche había intentado ver una película con ella en su celular, pero dicho aparato se quedo sin batería y se fueron a dormir juntos. Se paso una mano por la cara para levantarse y dirigirse hacía el comedor, allá dejaría su celular cargando mientras se iba a la cocina a agarrar un pan y ponerle mermelada encima, Jolyne aparecía ahí y el le sirvió un poco de pan con mermelada mientras le acariciaba la cabeza.
-Que le habrá pasado al tío Kakyoin? -preguntaba Jolyne mirando el rostro de su padre.
-Ni idea, ahora le voy a mandar un mensaje, sonaba bastante alterado ayer -Jojo termino su pan y cargo a Jolyne en sus brazos para luego sentarse con ella en el sillón y tomar su celular, no encontró ningún mensaje de Kakyoin, ciertamente estaba ocupado, tecleo tranquilamente "Estas más tranquilo?", Jolyne estaba mirando la televisión así que Jotaro se unió, nada que realmente le interesaba pero para pasar el tiempo...al rato su celular vibro en su mano "Masomenos..." el moreno sintió que podía sacarle algunas respuestas ya "Que sucedío?" el telefono tardo un poco mas en vibrar "Problemas serios con la casa" cansado de no obtener respuestas, presiono para llamarlo, afortunadamente Kakyoin esta vez le respondió -Cuéntame
Escucho al pelirojo suspirar con cansancio -Uno de mis vecinos de al lado haciendo una reparación rompió un caño de agua, así que todas mis paredes están llenas de humedad y por lo tanto el ambiente también, no puedo trabajar así, dependo mucho de que mis pinturas se sequen rápido y tengo muchas cosas que entregar y ya lo intente y definitivamente no puedo pintar así y...
-Tranquilízate, respira Noriaki
Obligado por sus instintos, escucho al pelirojo tomar un respiro para seguir hablando -tengo que hacer muchas cosas y ahora estoy intentando conseguir una habitación de un hotel con mi celular para seguir trabajando ahí y como me cortaron la luz "por mi seguridad" no tengo internet y las páginas web móviles son un desastre y no puedo sacarla y...
-Noriaki -de nuevo, tenía que usar ese hechizo mágico captador de atención menos seguido o dejaría de surtir efecto -estás en tu departamento no?
-Si...
-Voy yendo para allá, hoy no trabajo así que te puedo ayudar sin problemas, espérame -sin dejar hablar al pelirojo Jotaro colgó la llamada y se dirigió a su habitación a vestirse, Jolyne, vístete, vamos a ver a tu tío.
Padre e hija estaban subidos en un taxi camino al departamento del pintor de ojos violetas, el estaba intentando trenzarle el pelo a la niña, tarea que cada día se le iba haciendo mas sencilla y en menos intentos fallidos, la niña mientras tanto miraba el paisaje por la ventanilla.
-Que vamos a hacer?
-Ver que necesita Kakyoin
-Podre pintar con el?
-Quizas
Al llegar encontró a Noriaki en la entrada de su edificio recorriéndose su cabello con las manos, notablemente estresado y hastiado, Jotaro le dio su paga al taxista y bajo del coche sujetando a la niña de la mano.
-Que haces con Jolyne aquí? -susurro Kakyoin levantando una ceja confundido y ligeramente preocupado.
-Tio Kakyoin~ -la niña corrió a abrazarle, solo que que el pelirojo en su cansancio lo único que pudo hacer fue acariciarle la mejilla y su cabello.
-Te vienes con nosotros -declaro Jotaro secamente.
-....eh?....EH!?- el pintor abrió la boca de la sorpresa.
-Vamos a recoger tus cosas -el moreno quiso meterse en el interior del edificio cuando el otro hombre sujeto su hombro, muy nervioso, al punto del colapso.
-Espera Jotaro! explícate un poco más -la cabeza le estaba empezando a doler.
Jotaro largo un suspiro mirándolo a los ojos -No puedes estar en tu casa verdad? necesitas seguir trabajando no? -Kakyoin asintió ligeramente con los ojos abiertos como platos- te vienes a nuestra casa a trabajar y ya, al menos hasta que tu departamento sea habitable de nuevo o hasta que lo necesites, no hay problema.
-Espera Jotaro no puedo hacer eso, sería una molestia y...
-Molestia sería tener que irte a un hotel a pasarla mal -Jolyne se había separado del pelirojo para colocarse al lado de su padre, clavándole la mirada al pintor.
-Te quedaras con nosotros tio Kakyoin? -la cara de se ilumino de felicidad, pensar que alguien mas estaría con ella en la casa la hacía feliz, Jotaro trabajaba muchisimo y no estaba precisamente mucho con ella, cada tanto venía su abuelo a visitarla y llevarla a pasear pero no era nada en comparación a todo el tiempo que pasaba aburrida en casa.
-No puedo quedarme en tu casa, sería un gasto y no aportaría mas que problemas y...
-En mi casa hay un ambiente seco, pintaste varias veces ahí, si es por tu trabajo no hay problema, quedaba a una hora de mi casa, no es tanto, no puedes vivir entre la humedad Kakyoin -Jojo se saco la mano que el pelirojo le puso en el hombro, al cual notaba agitado y bastante intranquilo.
-Pero te molestaría en tu trabajo y...
-Nunca me molestaste trabajando.
-Cuanto necesitarías de renta?
Un enojo tremendo nació en Jotaro al oir eso, lo creía así de patán? de querer darle una ayuda y pensar que iba a estar detras de eso? -No seas idiota, como crees que te pediría eso? tu me lo pedirías a mi?
-No...claro que no...-veía en el pecho de Kakyoin como iba subiendo y descendiendo mas lentamente.
-Idiota -el chico se llevo una mano a la frente, guardo silencio por unos instantes hasta que vio a Jolyne tironeando de su camisa. Le dio una sonrisa y miro al moreno de nuevo.
-Estas seguro?
-Claro que si...mira no te podría abandonar, tu trabajo es muy importante para ti y...
-Llevo un día de retraso por lo que paso ayer, tengo que ponerme a trabajar rápido...de verdad esta bien? -el pelirojo dijo esto bajando la voz.
-Si, vamos a empacar tus cosas? te parece bien? -Jojo poso una mano en su cadera.
-...Solo de manera temporal ok? no quiero ser una carga -se puso a caminar en direccion al ascensor, donde padre e hija los siguieron, la niña adelantandose a presionar el botón.
-No lo eres -Jotaro dijo esto en un suspiro cansado, yare yare daze, que hombre mas denso.
-Trajiste a Jolyne para convencerme no? -Kakyoin se acerco a el para decirle esto y que la niña no los escuchara, Jojo solo le mostro una sonrisa.
El ascensor se abrió y los 3 se metieron, la niña toco el botón del piso al que tenían que ir con una sonrisa en su rostro.
-Tu tio va a estar ocupado, no creas que vas a poder molestarlo -Jotaro le anunció a la niña, la cual le miro con ligera molestia
-Ay, lo dices como si no fuera a tener tiempo para Jolyne~-Kakyoin le dedico una sonrisa complice a la niña y ella le correspondió alegre.
Al llegar al piso y abrir la puerta la situación era un poquito menos que como Kakyoin la describía, las paredes estaban dentro de todo bien pero si había humedad en el ambiente, tampoco tenía luz, lo cual sería una molestia.
-Como te dejaron con el tema de la renta? -pregunto Jotaro curioso mientras su hija corría a ver el cuaderno de dibujos del pelirojo.
-Me dijeron que no voy a tener que pagar por unos 3 meses logicamente, pero que el problema principal, que es la luz, y la humedad claro, no se va a resolver rápido...en todo caso, lo primero que necesito es llevar algunas pinturas y mis soportes, también varios lienzos...mejor me encargo yo de estos, por que no pones un poco de mi ropa en algunas maletas? y cepillo de dientes y cosas del baño y eso -Jotaro asintió y se dirigió a la habitación- Jolyne si quieres te puedes poner mi ropa~-al oír esto la niña ilusionada corrió al cuarto donde estaba su padre.
Kakyoin se puso a organizar sus cosas dentro de una valija en forma de caja, un estilo tal vez antiguo pero ahora mismo super necesario, coloco ahí dentro algunos soportes y sus cajas de pintura, también sus pinceles, los cuales eran su adoración, y el único cuadro que pudo entrar, abría unas cuantas carpetas y coloco de la mejor manera posible los cuadros que pudo, luego tendría que regresar a buscar mas pero de momento se llevaba en los que tenia que trabajar, luego por los lienzos no se preocupaba, compraría algunos por casa de Jojo, estando lo mas importante terminado se dirigió a su habitación para agarrar otra valija, ahí Jotaro estaba tomando algunas camisas de el poniéndolas en la maleta, Kakyoin se dio cuenta que no tenía realmente muchas ganas de que su mejor amigo tocara su ropa interior, así que la saco disimuladamente dentro de una remera junto con sus calcetines y la posiciono bien abajo de la maleta.
Jolyne estaba saltando y rodando en su cama, fingiendo que ayudaba, Kakyoin le puso uno de sus lentes de sol y le paso su consola portátil.
-Ah! tienes Sonic Rush Adventure~-la niña quedo de lo mas estupefacta al ver el juego -Marine es tan linda~
Kakyoin empezó a poner objetos de gran valor dentro de la maleta, como su consola, su notebook, su disco rígido, su tableta, los respectivos cargadores y cables, no lo parecía pero tenían un gran valor sentimental ara el chico por que les había puesto mucho empeño para comprarlos y no le gustaría que alguien entrara a su casa con la excusa de ir a arreglar y le terminara robando algo, lamentablemente con los televisores la tenía mas difícil pero no había nada que hacer, luego puso algunos toallones y cosas que serían para su propio uso realmente, no iba a ser un parasito en la casa de Jotaro, incluso aunque el dijera que no era nada a Noriaki la idea no le gustaba mucho.
Se dirigió a su habitación, tomo algunas cosas mas y las puso en la valija donde estaba organizando todo –Jotaro, es suficiente! Hay que llamar a un taxi o algo
La hija de Jojo fue corriendo hacía el- Tio Kakykoin~ podemos dibujar algo mientras esperamos al taxi? Quiero dibujar unos superhéroes como los de el viejo y el tuyo~
-Claro –le entrego el cuaderno y un lápiz con una goma en la punta- espera un poco tengo que hablar con tu papa –Jojo –el nombrado volteo a verlo cuando el pelirojo entro a la habitación- enserio gracias, juro que no te causare problemas, es solo hasta que termine este problema y…estaré todo el tiempo trabajando así que no molestare y no me molestaría ayudar con los gastos de la casa o ayudarte mientras este
-Yare yare daze, ya te dije que no era nada, ni que me fueras a molestar, deja de preocuparte –Jojo tomo la valija con ropa de Kakyoin y la llevo al comedor, donde el pelirrojo se sentó frente a la niña y estuvieron dibujando un rato, Kakyoin dibujaba a su propio superhéroe Hierophant Green y la niña intentaba dibujar a Star Platinum, el superhéroe de su padre, cuando ella comenzó a dibujar a su propio superhéroe dibujo a un hombre con unas hombreras y unos lentes, con diferentes detalles de mallas en las piernas y brazos.
El taxi llego y con un gran esfuerzo, los 2 hombres bajaron todas las maletas, las cuales eran bastante pesadas, en especial la de los elementos de trabajo de Kakyoin, consiguieron meter todo en el coche y apretaditos pero felices fueron a su casa, tal vez esta nueva vida para Kakyoin no estaría tan mal, aunque sea momentánea.
Fanfiction
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Cuco
Una forma de recordar el principio y el fatídico final, fue la forma más bella de representar un amor adolescente tierno e inocente al que un día tuvimos, todas nuestras ganas y forma de sentir quedaron en sus palabras al igual que nuestro fin. Ya no somos los de antes, la chica por la cual me cautivaba con sus palabras de optimismo convenciendome que me amaba más que yo a ella, y he de aceptarlo, ya no existe, y es doloroso reconocer eso en esta realidad, creía que estaba muy dentro de ese corazón, pero esa chica que alguna vez conocí, escapó del cuerpo por el cual yo solía despertar cada día por escucharla una vez más, lo único que queda de esa chica son sus palabras en viejas capturas de pantallas, sus incontables fotos de lo enamorada que estaba en mi regazo, los pequeños videos que fueron reproducidos hasta el cansancio sobre una chica con voz intranquila porque temía que no la amará de la misma manera que ella a mi sólo porque no nos veríamos unos días y unos gifs que sólo confundieron mis esperanzas pensando que lo estaba logrando cuando nada más equivocado a la realidad, pero ah como me hacían continuar con mis anhelos. Como dije ya no somos los mismos, yo no dejé de mejorar para darte lo mejor y a tí te arrebataron la poca inocencia que tenías sólo por enfrentarte al duro mundo de nuestra sociedad, una niña que sólo quería estudiar tranquila y no preocuparse por nada más. Confío en que no dejas de soñar y lograr metas, y que ese cambió no me regrese a esa chica más. Es difícil escribir esto porque son tantos sentimientos crudos y potentes que no encuentro las palabras para poder desahogarme. De lo que fuiste para mí me enseñaste tanto, como comprender que el artista no es el que pinta hermoso o escribe mucho, si no el que lograr transmitir sus sentimientos, aprendí a apreciar el arte y poder detenerme solo para admirar su belleza poluta, comprendí tu música y la pasión que te hacía escucharlas una y otra vez, pero joder que si extraño a Fernii, la sonrisa que suspiros y mi alma se comían, su tono de voz tan peculiar que no he vuelto escuchar desde que hubo un fin a toda esta historia, es como si desapareció y jamás volverá, solo el estar a tu lado me hacía sentir que aún seguía ahí y que sólo necesitaba demostrar que la extrañaba más que ella misma. Sin duda nuestras vidas dieron un giro muy intenso, y ya no se que más escribir porque sé que no lo ver��s, pero al menos me enseñaste esta parte de ti, el lugar donde mis pensamientos pueden plasmarse y sentir paz una vez que das "publicar"
Te extraño,pero no debo, ay que duro es esto.
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Glee «143 freckles, 4 moles and one tattoo» Part II
Febrero de 2036
-¿«Papáblen»?, ¿por que estás aquí?, ¿no tendrías que estar encima del Papá o algo?... ¡hola!... —dijo Lizzie al encontrarse con Blaine en la escalera que conducía a la cocina. -Hola Princesa, y que tu Papá nunca escuche eso que acabas de decir, o le darían cinco infartos… -Es verdad… -¿Y qué haces tú aquí?, ¿cambiaste de planes?... —pregunto Blaine mientras tomaba las copas y otras cosas usadas en la cena de San Valentín.. -No… solo vine porque el reproductor de Alaska se averió y como su mamá esta un poco… ya sabes… —Lizzie hizo un gesto de locura simulando con sus manos dos focos que se prenden y se apagan. -Princesa… —advirtió Blaine tratando de no reír. -¡Ay «Papáblen»!, ¡si es super verdad!… ¡hola! -Aunque lo sea… debes respeto a tus mayores y lo sabes… —advirtió apuntándola con los tenedores del postre, Lizzie hizo un par de muecas bien, divertidas— ¿decías? -Decía que la mamá de Alaska esta bien… —Lizzie volvió a lo del gesto de locura desenfrenada, Blaine no pudo evitarlo y negó con la cabeza en medio de una risa— entonces… como no le ha comprado otro, vinimos a buscar el mío… si no la pijamada será un super fracaso… ¡hola! -Entiendo… —agregó poniendo todo lo que le quedaba por lavar dentro del bowl de la ensalada. -¿Y tú?...¿ya se acabó la súper celebración?... —pregunto dando un tono de canción a sus palabras.
-Se acabó… así es que ahora viene la parte aburrida que es la limpieza… -¿Y te toco a ti?... vaya con el Papá… -Era lo que correspondía… -Si claro… oye… voy a buscar eso que te dije y después me voy de nuevo… -Claro… que Alaska conduzca con cuidado… -Lo hará, la loca es su madre no ella… ¡hola!... ¡uy!, ¡te super amo!… —dijo dándole un beso en la mejilla antes de retirarse a su propio cuarto. -Y yo Princesa… ¡Princesa!... —exclamó Blaine como si hubiese recordado algo de pronto. -¿Que? -El hijo de la tía Rachel nacerá hoy… -¡¿QUE?! —grito devolviéndose en sus pasos. -Lo que oyes… íbamos a camino a lo que se supone y le tenía al Papá y Jessie nos llamó para contarnos… -Vaya… ¿y esta bien?... ¿conocieron al bebé?, ¿qué fue?... ¡di que una niña por favor!… -Aún no lo sabemos… con el Papá nos vinimos antes que naciera… -¿En serio?, ¿el Papá dejó a su amiga del alma? -En serio… -Vaya… puntos para ti Blaine Anderson… —dijo Lizzie dándole un puñetazo en un brazo al tiempo que engrosando su voz para hablar como un hermano de fraternidad lo haría— en fin… —agrego al darse cuenta de que con aquello había cruzado un poco la línea del respeto— voy a por lo que dije… —dijo dando un pequeño salto seguido un aplauso— ¡avísame si sabes algo de la tía Rachel!… ¡ah!, y cuando llegué, el Señor Jenkins dijo algo sobre el servicio de internet y telefonía. creo que esta o estará cortado… no le entendí muy bien… -¿Es verdad eso? -Obvio, el Señor Jenkins sabe todo lo que de aqui… ¡hola!... ¡te super amo «Papáblen»!... —repitió yéndose por fin, Blaine la miro un rato y luego sonrió como siempre lo hacía cuando Lizzie se comportaba como Lizzie.
-¿Alguien ordeno una porción de helado?... —pregunto Blaine llegando de vuelta hasta el dormitorio, traía el bote de helado de la marca preferida por todos, más dos cucharas, una para su esposo y otra para él. -Ese seria yo… —contestó Kurt volteando la cabeza, estaba frente al espejo de cuerpo entero tratando de mirarse algo tras la oreja derecha— ¿en el envase?, ¿estas bromeando conmigo Blaine Anderson-Hummel?... —pregunto poniendo un poco de mala cara. -No… —contesto terminado entrar y empezando a comer de inmediato— pues pensé… —agrego lamiendo su cuchara— que ya no me quedaban ganas de seguir lavando utensilios, así es que, perdón por no presentarlo como la hora del té en el Plaza, pero creo que lo importante aquí es el sabor… —dijo señalándolo con la cuchara— y créeme que este helado cumple con eso… —añadió comiendo mas. -Eso es verdad… —corroboró Kurt alzando un poco su ceja inquisidora, soltó un suspiro y volvió a lo de examinarse el cuello— ¿supiste de nuestros hijos? -Supe… —dijo Blaine subiéndose a su lado de la cama— Noah esta durmiendo, Lizzie esta en su cuarto— Kurt alzo mas la ceja— pero se irá enseguida, vinieron con Alaska a buscar un aparato de nuestra hija, algo para reproducir que su amiga tenía pero no se le estropeo o algo así… y Henry esta comiendo cereal en la cocina. -¿Como?... —pregunto de inmediato mirándolo por el reflejo del espejo— ¿no tenía planes con Liang?— insistió dándose media vuelta. -Es lo que le pregunte… pero… me explicó que su amigo cambio de planes a ultima ahora porque llego su novio famoso desde Puerto Rico… -¿El novio de Liang es un famoso de Puerto Rico? -Así parece... -Famoso y de Puerto Rico… vaya… ¿no sera…? -No creo que sea Ricky Martin, primero porque es casado y segundo porque tiene como 80 años… —interrumpió Blaine blanqueando los ojos. -70, Ricky Martín tiene 70 años Blaine Anderson-Hummel… no exageres... -Ok… 70… —repitió chasqueando su lengua por fastidio y celos— en fin, el asunto es que le avisó que no podría juntarse con él, así es que terminó yendo al cine… -Bueno, al menos pudo hacer algo divertido… -Hizo más que eso… —dijo Blaine poniendo cara de travesura mientras sacaba otra cucharada bien grande de helado. -¿De qué estás hablando?... —quiso saber Kurt subiéndose a la cama también, se sentó sobre sus talones y agarró su cuchara para comenzar a comer. -Hablo… —contestó su esposo acercándole el envase de helado— de que se encontró con Amelia, y la invito al baile. -¿En serio?... —dijo Kurt llevándose una mano al pecho como emocionado al máximo. -Muy en serio… estaba feliz... -Lo imagino, esa niñita lo ha hecho esperar bastante… -Kurt... -¿Que? -No le digas esa «niñita»… -¿Por qué no?... —pregunto lamiendo su cuchara. -Porque será la novia de nuestro hijo y no deberías tratarla así, con ese desdén...—Kurt hizo un gesto de desinterés con el hombro en alto y todo. -¿Todo en orden entonces? -Todo en orden… -Eso quiere decir que podemos desaparecer mas seguido… —añadió todo sexy. -Creo que si… -Genial, porque al parecer olvidó contar uno de mis lunares Señor Anderson-Hummel… -Eso es imposible… -Te lo estoy diciendo, fui al baño y note uno aquí detrás de la oreja… ¿ves?... —dijo ladeando su cabeza para señalar el lugar que decía, Blaine dejó el bote de helado sobre su mesa de noche y se acercó poniéndose de rodillas frente a él, le miró tras la oreja y soltó una pequeña risa— ¿que? -No es un lunar… —dijo quitando la supuesta lesión cutánea con su dedo pulgar— es un poco de quinoa… —añadio mostrando el grano negro bien pegado en su dedo. -¡¿Que?!... ¡asco!... —exclamó poniendo cara de ácido— ¿cómo llegó eso ahí?... —pregunto limpiándose con la sabana. -No lo se... ¿la pasión?... —respondió Blaine moviendo sus cejas, acto seguido volvió a acomodarse en su lado de la cama para seguir tomando helado. -Tu que me haces cosas raras… ¿no tengo más?. ¿o si? -No tienes más… -¿Seguro?... no quiero que mañana alguien se me acerque en el teatro y me diga ¿«que tienes ahí»?... —insistió pasándose la punta de la sabana por todo el cuello. -Nadie te lo dirá porque no tienes nada, ven a comer helado conmigo mejor...—dijo dando unos golpes en el lado desocupado del colchón. -Como negarme a eso… —respondió recostándose junto a él, tomó de vuelta su cuchara y sacó una porción casi desbordante— ¿crees que ya nació el bebé de Rachel? -Considerando la hora y si quiere que nazca en San Valentín, asumo que sí… —dijo Blaine mirando el reloj en su mesa de noche. -¿Y porque no habrá llamado? -No lo se… ¡ah!... —exclamó como recordando algo de pronto, Kurt dio un respingo casi de susto— Lizzie me dijo que el Señor Jenkins le había dicho que no había servicio de teléfono ni internet… -¿Cómo?... —dijo Kurt tomando su teléfono de inmediato. -Eso… -Vaya... es verdad… —contestó moviendo el aparato como si fuera un sonajero de bebe— bueno… ya llegará… —añadió tirándolo hacia un lado— entonces… Señor Anderson Hummel… ¿vio que hora es? —preguntó acomodándose en uno de sus lados. -La vi… —contestó su esposo tragando lo último que se había echado a la boca. -Pues si la vio… —dijo Kurt acercándose mas— se habrá dado cuenta que quedan 15 minutos de este día de «San Valentín»...—añadió mientras usaba uno de los pies para acariciarle la parte baja de las piernas— y me preguntaba, ¿cómo podemos usar esos 15 minutos?... —termino por decir exagerando el tono de pregunta, Blaine sonrió coqueto y dejó el helado y lo demás sobre su mesa de noche e hizo ademán de subirse sobre él. -¡Espera!... —exclamo Kurt apartándose. -¿Que? -Tengo una cosa… —agregó sonriendo con picardía. -¿Una cosa? -Si… espera un segundo… —dijo levantándose. -Kurt.. -Valdrá la pena, te lo prometo… además…¿que?... ¿ese fue mi teléfono o el tuyo?... —añadió al sentir el primero de varios pitidos que anunciaban mensajes entrantes. -Creo que son ambos… —respondió Blaine estirándose para tomar su teléfono. -¿Volvió el servicio?... —pregunto Kurt retrocediendo los pasos que había avanzado y revisar su propio aparato. -Al parecer... -¡Es Rachel!… —exclamaron los dos al unísono.
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ALFA 7
Notas del cap:
Mira… y sin querer esta historia sigue expandiéndose… y yo acá pensando que iba a ir directo al grano… bueno… ya veremos si esto va para bien… que ruego (y por lo que he visto) va para bien… ¿Qué opinan ustedes? (nunca confíen en mis predicciones DX… ni yo las hago bien)
¡A leer!
7 - Simplemente Inadaptados
Un dolor agudo en uno de sus brazos le hizo abrir sus ojos y soltar un fuete golpe a la primera persona que tuvo delante suyo; escucho un quejido de alguien más y ella también se quejo; cuando su consciencia regreso (un poco más lenta que sus reflejos) pudo descubrir que estaba en un hospital y que había un medico alfa en el suelo; Mexica abre sus ojos y muestra un tenue sonrojo en sus mejillas
-¡Ay… Doc!... lo… lo siento mucho, no… no me fije que era usted- pide avergonzada la chica como muy raras veces se le podría llegar a ver, el hombre, un country alfa de 32 años suelta un leve suspiro molesto aunque se va poniendo de pie lentamente
-Descuida, sabíamos que actuarias así, por eso lo hice yo- anuncia el hombre sobando su barbilla; una vez en pie, mira a Mexica y le sonríe de medio lado divertido y burlón
-No estás tan fuerte si apenas me empujo tu golpe… otras veces me dejas un hematoma, pero creo que esta vez, lo máximo es una leve incomodidad- se burla de la mujer que, cambiando su gesto avergonzado, muestra uno molesto que, rápidamente es cortado; entre su intención de ir a golpear al médico que ya conoce desde que comenzó a pelear contra su familia (y los alfas de baja estirpe que merodeaban por las calles) y su movimiento en la cama que es cortado por un dolor agudo en su estomago venidero de la parte de atrás; su gesto cambia radicalmente a uno de dolor; queda arrodillada en la cama y sujetándose con dolor, ahogada y sin tener oportunidad de poder respirar. El hombre, mejor conocido como Imperio Japonés toma a la mujer y con cuidado la va empujando hasta volver a recostarla y ahora, volver con lo que había estado haciendo antes… ponerle una sonda que le diera algo de vitaminas y sueros que necesitaba
-Obviando de tu clara batalla… me intriga saber que pudo ser el detonante de tal lucha… es difícil que hoy en día haya alguien que te deje en este estado- habla el hombre tranquilo, curando las heridas de la chica y notando que esta se queda un momento pensando y mirando a todos lados
-Mas importante doc ¿Cómo rayos llegue yo aquí? Recuerdo que estaba en mi refugio muriéndome… ¿Qué paso?- pregunto ella, con un aire inocente y dudoso que solo a él le permitía mostrar, Imperio Japonés la miro curioso y sonrío suavemente divertido
-Un omega a mitad de celo te trajo cargando en su espalda… si hubieras despertado quince minutos antes lo hubieras alcanzado… parecía de buena familia también ¿Sabes? Vinieron por él y se lo llevaron justo a tiempo, porque ya habían un montón de alfas merodeándolo- suspira, Mexica parpadea curiosa y desvía la mirada
-Bueno… encontré al omega a mitad de celo por el callejón… ya sabrá el peligro que era; ni siquiera lo pensé realmente, solo lo encerré en mi casa hasta que se le pasara el celo pero estuvo pesada la noche… un montón de alfas llegaron a querer marcarlo y los detuve tanto como podía… fue un infierno ese aroma a canela tan penetrante- se queja la chica, cubriendo su nariz, Imperio Japonés ríe divertido asintiendo a sus comentarios
-¿Y este?- pregunta pasando una gasa por la herida de su costado que, por suerte no había golpeado en ningún punto débil y, gracias a su fuerza de alfa, ya estaba curando pero que, de todos modos, aun para ella, era una herida peligrosa, Mexica comprende rápido la pregunta y suspira sin mucho interés
-Ho, eso… creo que algún imbécil me ataco por la espalda cuando vieron que no pudieron conmigo de frente… pero para lo que les sirvió a los inútiles… los derrote como siempre- sonríe superior, cerrando su puño en victoria, gimiendo bajito cuando el dolor vuelve a ella, Imperio Japonés suspira cansado y negando suavemente
Mexica comienza a reír bajito, tratando de aguantar los dolores, Imperio Japonés corresponde del mismo modo… de algún modo, la fiereza de la chica violenta siempre disminuye delante suyo, dejándola ver como ella realmente se sentía, como una chica alegre he hiperactiva que siempre estaba sonriendo y que, pese a ser un alfa, siempre, gustosa, ayudaba a todo el mundo… era algo que le agradaba a Imperio Japonés de la chica… su fuerza para seguir sonriendo… o eso, hasta que, sorpresivamente, el ambiente agradable que había entre ambos es interrumpido a la llegada del padre de Mexica
El hombre, entra con porte, interrumpiendo incluso el ambiente, cortándolo todo cual espada afilada y crenado un ambiente tenso, Imperio Japonés baja la mirada… es cierto que el también era un alfa, pero el padre de Mexica era alguien con más poder y por tanto, el era inferior… hubo un momento de tensión extrema donde el hombre solo veía a la herida chica y como esta, con un mirar fiero, también le sostenía la mirada determinada aunque algo sumisa
-Otra vez volviste a pelear niña estúpida- gruñe molesto el hombre, ni siquiera con la necesidad de hacer la pregunta; haciendo a su vez, temblar a ambos alfas dentro de la habitación; sin embargo, y sabiéndose en peligro al estar amenazada por su propio padre, ella solo desvía la mirada como si estuviera indignada y estuviera haciendo un berrinche
-No creo que te interese la razón por la que haya peleado; hump, de hecho, me siento “alagada” de que mi asqueroso tutor se haya dignado a venir hasta acá para soltarme su estúpido discurso- gruñe ella… hay silencio, Imperio Japonés solo puede bajar más la mirada cuando escucha el gruñir del alfa mayor, Mexica soporta lo mas que puede, sabiéndose sola en estos momentos pues, de antemano, esta situación no era la primera vez que sucedía… el hombre solo termina optando por ver al médico que sigue con la mirada baja y temblando suavemente
-La quiero fuera del hospital ya mismo. Hoy tenemos una importante fiesta y ella tiene la obligación de estar presente- demanda el hombre a Imperio Japonés que solo asiente, Mexica gruñe, cerrando un segundo uno de sus ojos ante el dolor de su herida; muy discretamente el médico y la mujer se miran, Mexica desvía la mirada y por fin, ambos adultos salen, dejando a la lastimada chica recostarse lo que le queda de rato hasta que salga
… … …
Media hora para su desgracia, ha salido por su propio pie, sedada tanto como pueda para no sentir el dolor, con medicamento específicamente dado por el médico Imperio Japonés para que pudiera soportar el resto del día y de la noche, Mexica le agradece con la mirada y por fin, el auto que los lleva, parte de regreso a su hogar/casa donde, luego de un camino en silencio que ambos alfas agradecen; al llegar, parten a lugares diferentes
Lo único que dice el hombre a su hija ilegitima es una orden, hora para presentarse en el vestíbulo con sus mejores ropas y una amenaza a que no avergüence a su familia… Mexica no dice nada, simplemente lo ignora y marcha a su habitación, cerrando tras de sí y soltando un gemido ahogado con su mano cuando el dolor de su herida en el costado es tal que no puede mas, dejándose caer lentamente arrastrándose hasta quedar sentada en el suelo y mordiendo su mano para aguantar el dolor de la herida
Le toma una hora poder recuperarse del dolor y poder acostumbrarse al mismo; le toma media hora poder bañarse con el terrible dolor; tiene que pedirle ayuda a una sirvienta de la casa para que le ayude a ponerse las vendas en su herida cosida y desinfectarla, posteriormente, con ayuda de la chica que se ha ofrecido luego de ver las heridas de Mexica, termina vistiendo un vestido elegante de noche y se termina de cepillar; antes de que Mexica salga de su habitación, le agradece de corazón a la chica que tan amablemente le ha ayudado y finalmente, con un sentimiento amargo y una vez más, drogada en anestesia, sale de su habitación, con frascos de medicamento para soportar la velada y el dolor
Al llegar a la entrada, se encuentra con su padre y su hermano ya solo esperándola, Mexica se detiene un segundo para corroborar que, precisamente, no iba llegando tarde, aunque sus tutor y su estúpido hermano así lo digan; ella solo finge escuchar y, con el mismo ambiente tenso, salen de la casa hacia la limusina hacia la fiesta
--------------------
El silencio podría ser pesado o tranquilo, mayormente tranquilo ya que mi estúpido tutor de mierda estaba hablando más entretenido con el imbécil de Azteca, yo, como si no existiera, miro por la ventana, la ciudad en colores y lentamente como se va oscureciendo todo ante el manto de la noche, suspiro cundo percibo un pequeño chiflido de viento, cierro mis ojos y siento una cosquilla de preocupación… ¿Ese estúpido omega estaría bien? Me preocupa saber si llego con bien a su destino o que pudo haberle pasado… aun así, lo mejor es centrarme en esta pesada noche
El dolor comienza a aparecer en mi cuerpo, gruño bajito; el aire comienza a ser difícil de respirar, abro mi bolso y tomo otra pastilla para soportar el dolor; por fin llegamos a la fiesta, ahora por lo menos puedo respirar un poco más
Al salir, ya somos recibidos por una alfombra roja, un hombre tomando nuestros abrigos y por fin, entrando a un elegante edificio donde se llevaría a cabo la fiesta, suspiro, poniéndome lo mas derecha puedo, gruñendo de dolor pero avanzando al mismo nivel que mi tutor y mi hermano. Apenas al entrar, un ambiente suave se presenta; música instrumental anticuada, hombres y mujeres elegantes, alfas con porte y de trajes, con sonrisas falsas solo buscando dinero y más poder, hombres y mujeres omegas sonriendo falsa y gentilmente, algunos incluso pavoneándose de lo buenos y hábiles que son; yo solo suspiro desviando la mirada a cualquier parte
Una vez nuestro tutor se aleja de nosotros tenemos la oportunidad de escapar el uno del otro; rápidamente me acerco a un balcón pero aun antes de llegar, comienzo a ser rodeada por otros alfas que, sabiendo nuestro nivel y estatus, rápidamente se acercan para buscar algún tipo de beneficio, yo hablo lo mas cortes y educada se, ellos se ven contentos con mis respuestas; lentamente, uno tras otro trata de invitarme a bailar; no es como que pueda decir que no y salir de ahí… ahora, estoy a mitad de un baile junto a otros alfas y omegas; termino en un último giro, cambiando de pareja y, ante la sorpresa de ambos, delante de nosotros, está el otro… es decir…
Delante mío, se encuentra aquel omega que había salvado la noche pasada y sé que el también me puede reconocer porque me mira igual de sorprendido; sin embargo, siguiendo la falsa mascara de ser gente de alta sociedad, ambos vamos girando y bailando, alejándonos lentamente de la fiesta hasta poder llegar a un jardín exterior donde, luego de acabar la música y darnos mutuamente una reverencia de “agradecimiento” por fin salimos, como si extrañamente pudiéramos entendernos entre nosotros
-Admito que no espere verte en este lugar- fue lo primero que solté, para que el no tuviera la idea de tener que portarse educado conmigo, ambos nos miramos una vez logramos ocultarnos en una fuente, lejos de la fiesta. El solo bufo suavemente molesto, desviando la mirada de mi pero aun sentado a mi lado
-Eso debería de decirlo yo ¿No deberías de estar en el hospital? Esa herida tuya no era cualquier mierda- anuncia, yo suspiro divertida, bajando un momento mi mirada y volviendo a subirla hacia el cielo oscuro, cubierto por nubes
-Ya seremos dos… pero el imbécil de mi tutor me obligo a venir sin saber siquiera si estaba en condiciones o no… mhe, el cuento de toooooda mi vida- suspire encogiéndome de hombros divertida… por algún tipo de casualidad nuestras miradas colindaron curiosas y, sin poder evitarlo, ambos reímos ante un chiste que solo nosotros comprendimos y que jamás fue dicho
-Soy Mexica- salude primero, el correspondió estirando su mano, no como si fuera él un omega o yo un alfa o como si el nivel de cada uno importara… sino que éramos, en ese momento, personas iguales, que se saludaban en busca de una buena amistad
-Y yo soy Alemania Nazi, o también conocido como Third Reich- me respondió de igual modo, ambos nos pusimos en pie pero, en cuanto yo lo hice, un quejido me embriago obligándome de nuevo a volver a sentarme, la herida estaba más clara que antes y más penetrante, cerré uno de mis ojos con dolor; sorpresivamente sentí una mano en mi hombro, al abrir mis ojos, pude ver a Nazi con un rostro preocupado por mí, solo pude sonreír y luchar por ponerme de pie
-Sera mejor que regresemos antes de que los imbéciles de mi familia se preocupen por mi- el no dijo nada, simplemente asintió y ambos, con una charla más amena, comenzando a conocernos, regresamos a aquella terrible fiesta, tratando únicamente entre ambos, charlando, riendo de un modo divertido, diferente a lo que debía de ser aquella fiesta… simplemente, delante de los demás… éramos simples inadaptados que no encajaban en esta que debía de ser nuestra sociedad…
Notas finales:
¡Y ya! Esta me está gustando, la idea de que estos dos puedan ser amigos… ok, vengo influenciada por Suggar Daddy pero no puedo evitarlo, me parece que podrían ser buenos amigos, tipo, esos que te golpean y te hablan a mentadas de madre pero que, sabes que cuando estás en peligro, son los primeros en estar ahí para ayudarte y ocultan el cadáver contigo… me gustan este tipo de amistades… además, ya vimos que Mexica al menos es amable con alguien y ese alguien es Imperio Japonés ¬u¬ XD me agrado lo del golpe y como se hablan tan tranquilos XD… en fin
Este es el ultimo capitulo subido… digo, ya acabo el pack de publicaciones… dios mío, de verdad ha sido intenso. Ya saben, si ven muchos errores de ortografía es porque ya estoy bien pinches enletrada… advertidos están
¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
¡Comenten!
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Ko-fi
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“UNA VISITA INESPERADA ”
“Introducción”
lack Dremurr, es una hermosa señorita de 22 años, la cual, es hija adoptiva de los Buckets,
Ella fue encontrada en la puerta de su casa junto con una carta al parecer, de su madre....
En ella se redactaba la situación de esta, una madre sin hogar con una niña en brazos, decidiendo por darle un mejor futuro a esta, legarla a otra persona...
Los Buckets la acogieron, adoptándola como su propia hija...
Con el tiempo, Black fue creciendo, dejando atrás a la pequeña niña...
Pero no dejando su notable inocencia...
Al cumplir 9 años, Black fue bendecida con un hermanito, Charlie... El cual le trajo luz a la familia.
Y así pasaron los años, ahora, Charlie tiene 12 años, apunto de cumplir 13 esa misma semana...
Nadie tenia la oportunidad de darle un obsequio digno de un joven puro a Charlie, pero lo que no se esperaban...era lo que se vendría después.
______________________________________
Pov Black:
Era un día como cualquiera, me dirigía hacia la tienda de dulces de Bill debido a que Charlie prometió ir sin tardar, pero ya va mas de media hora que salió...
Al llegar, logre distinguir a Charlie, parado frente a la escotilla de la tienda, mirando con ojos tristes a los demás niños que compraban dulces en su interior...
Me sentí muy mal por el... Nuestra familia es de bajos recursos, apenas nos alcanza para vivir...
Me acerque a el, poniendo una mano en su hombro, este se dirigió hacia mi con sorpresa, Sonreí suavemente, diciendo...
Black:Vamos Charlie, no te pongas asi, ya casi es tu cumpleaños...
Te aseguro que tu regalo sera especial... Tienes que confiar
Charlie me sonrió, recuperando su chispa, le indique que volviéramos a casa, pues se estaba haciendo tarde, el asintió, tomando mi mano, nos dirigimos hacia nuestro dulce hogar....
~~~~
Al llegar, Charlie y yo saludamos a todos, sentándonos en la pequeña mesa, delante de nosotros, fue servido un plato de sopa de repollo caliente, le Sonreí a mi mamá, asintiendo en forma de agradecimiento, tome la cuchara, sorbiendo lentamente el liquido de este, disfrutando de su sabor a pesar de ser la única comida probada en mi vida...
Ya terminada mi comida, le ayude a mamá a limpiar los platos, y me dirigí hacia la habitación de Charlie, que literalmente se encontraba a 10 pasos de la cocina, para leerle un cuento para dormir....
Black:Y asi, el conejito esponjosito vivió feliz para siempre....
A pesar de su avanzada edad, a Charlie le encantaba que le contara un cuento antes de dormir, pues este terminaba desmayado a mitad de este...
Acaricie su mejilla, depositando el libro en su lugar, me despedí de todos con un ligero buenas noches, subiendo a mi cama, junto a los abuelos, cerré mis ojos esperando caer dormida...
A la mañana siguiente, me desperté temprano, aprovechando esto, salí de casa para visitar a Bill, el cual, trabajaba horas extras en un restaurante cerca de la fábrica de chocolate ...
Sabes .. Esa fábrica me da curiosidad...
Wonka nunca la a abierto...
Nadie a salido ni entrado en ella, y después de años sin actividad, sin previo aviso comenzó a funcionar....
Me gustaría algún día conocer a Willy Wonka... Aunque se que nunca se va a poder.
Camine por la acera, observando la ciudad que ya tenía memorizada... Era demasiado grande, pero para mi pequeña... Observe a la distancia el restaurante en donde trabaja Bill, al llegar, empuje la puerta, entrando rápidamente, me dirigí hacia el área de descanso, aprovechando la hora de este, seguramente encontraría a Bill allí....
Como lo sospeche, Bill se encontraba sentado junto a otra persona que no logre reconocer, esta vestía un abrigo purpura, sombrero oscuro, pantalones crema, y una bufanda tapando su rostro.....
El tipo volvio su atención a mi, dándole una señal a Bill de mi presencia, este, al verme salto precipitadamente, acercándose a mi con un fuerte abrazo ...
Bill:¡Black!¡Que gusto que vinieras! ¿Como has estado?
Black:jeje muy bien, ¿y tu?
Bill:¡Excelente! ¡Mira! Este es Willy, un viejo amigo mio....Willy, esta es Black...
El hombre se acerco a mi con los brazos en la espalda, lentamente desprendió su mano para estrechar la mía, no pude verlo, pero sentí que estaba sonriendo, lo único que mostraba su bufanda eran sus ojos...
Unos ojos de un hermoso color azul cielo.... Me fascinaron ...
Willy:Oh, señorita Black, es un gusto conocerla, Bill me a hablado mucho de usted ...
Black:Oh.¿en serio?
Bill sólo habla de si mismo jeje...
Bill:¡Oye!
Willy:¡Oh! Mira la hora, me tengo que ir, tengo unos cuantos asuntos que atender...
Mis disculpas señorita Black, no es mi intención dejarla...
Black:*negando*Oh, no hay ningún problema, estoy totalmente de acuerdo...
Espero volvernos a ver señor William...
Willy:Jeje, Lo mismo digo señorita Black, hasta pronto
Black:Hasta pronto!
Pov narrador
Black solo pudo observar como el misterioso hombre salia de el lugar, antes de desaparecer de su vista...
Al hacerlo, Black se volvió hacia Bill, el cual la miraba con una ceja levantada
Bill:¿que?
Black:¿porque ese tipo estaba tan cubierto?¡solo mira el calor que hace!
Bill se mostró un poco nervioso ante la pregunta de Black, rascándose la nuca respondió:
Bill:No lo se... Tiene sus motivos....oye, ¿ya te enteraste de el concurso?
Era evidente el intento de cambio de tema, pero a Black le daba curiosidad el anunció asi que decidió preguntar
Black:¿Que concurso?
Bill:Uno de Willy Wonka¡
Black:¿En serio? Pensé que había muerto...
Bill:¡No seas ridícula Black!
Wonka soltará 5 boletos dorados, esparcidos aleatoriamente en sus chocolates....
¡El ganador tendrá la fortuna de entrar a su fábrica! ¡Además de un suministro de chocolates!
Black:W-wow... Pero...
No creo que tenga suficiente suerte como para ganar uno....
Bill:No te pongas asi...
¡Recuerda que soy el candy man!¡te ayudaré a encontrarlo!¡solo me tengo que comprar a mi mismo...!
Black:pffft.. Jajajaja... No tienes que hacer eso... Esta bien si quieres ayudar... Pero no creo que gane....
Pero vale la pena intentar...
Nos vemos Bill, tengo que recoger a Charlie de la escuela...
Bill:¡Nos vemos Black!
Pov narrador
Black, se dirigió hacia la escuela de Charlie, donde sorprendente el muchacho no estaba... Black suspiro molesta, ya era la quinta vez que Charlie se demoraba por comprar golosinas en la tiendita....
Después de un rato, Charlie por fin apareció en el radar...
Acercándose emocionado, salto a los brazos de su hermana diciendo
Charlie:¡Black!¿ya te enteraste de el concurso?
Black:Ay...
Claro Charlie... Pero... ¿Estas seguro de intentarlo?
Charlie:¡por supuesto que si!
¡Tengo suficientes ahorros!
Black:¿los gastarás?
Charlie:¡claro que si!
¡VALE LA PENA!
Black:Vaya chico, baja el volumen, asustaras a todos.....
Charlie:Oh, lo siento... Jeje...
El concurso inicia en 3 horas, antes de eso, no habrán sido lanzados los boletos....
Esperemos tener suerte...
¿Crees que la tendré, Black?
Black:*Suspiro*Ay Charlie, esperemos que el destino decida que si...
Por el momento, no hay que preocuparnos de eso...¿correcto?
Charlie:Esta bien Black...
Black:Bueno, ¿Que te parece si vamos a el parque un rato?
Charlie se ilumino ante la propuesta de Black, asintiendo múltiples veces
Charlie:¡Vamos a el cerezo!
Black:Esta bien, vamos entonces...
______________________________________
Black y Charlie llegaron a el parque, un pequeño parque abandonado a las afueras de el pueblo, en el centro de el, destacaba un hermoso cerezo, Black y Charlie siempre iban allí para regar y platicar con el cerezo, pues existía una leyenda antigua, la cual decía que el cerezo podía escuchar a las personas y cumplir deseos...
Por supuesto, Black y Charlie no tenian nada que desear, pues a pesar de su situación, vivían en paz, su familia estaba unida, y los ingresos que recibían eran justos pero suficientes...
Charlie es repartidor de periódicos, y Black trabaja junto a Bill en la tienda de dulces.
Black tomo a Charlie de la mano, llevándolo hacia el gran cerezo, sentándose en el, Black comenzó a cantar una suave melodía de cuna, balanceándose de un lado a otro junto a Charlie... El cual, se había quedado dormido....
Black, cerró los ojos, imaginando a su hermano junto a ella, parados frente a la fábrica .... Como ganadores...
Ella deseaba con todo su corazón ver feliz a su hermano .. Y a pesar de saber que lo era, quería compensarlo, pues sabia que se merecía mas de lo que se pueda dar ....
Black, pidió un deseo, un deseo, que lograría con suerte, formar una gran sonrisa en el alma de su hermano... Pues este desde muy pequeño, anhelaba al igual que ella, conocer a el chocolatero ... Si quiera un minuto....
Por supuesto...
Black no sabía, de a quien se dirigía en aquel restaurante...
Pues no era cualquier persona....
Si no mas bien el mismísimo Willy Wonka en persona...
Black, había , sorprendentemente, captado la atención de aquel chocolatero...
Y no de forma común. .
Pues algo surgió en su corazón...
¿Amor a primera vista?
Jeje.
No....
Aún no....
Wonka sintió curiosidad por la chica...
El nunca imaginaria estar enamorado de una chica....
Mucho menos de Black...
Ya que. ... Lo único que resaltaba en ella, era su belleza...
Pero a Wonka nunca le intereso eso...
Hasta que....
Conozca a probablemente, el ángel de su vida.... La luz de su corazón....
__________
Black abrió lentamente sus ojos...
Se había quedado dormida....
Y ya era de noche ..
Black se levanto de un salto, mirando a su hermano, sin tener la valentía de despertarlo, lo tomo entre sus brazos, cargándolo estilo nupcial, se dirigió corriendo hacia su hogar, esperando las constantes preguntas de su familia por su retraso.....
Al llegar, como esperaba, una lluvia de preguntas la golpeo,
Tranquilamente respondió a todas...
Cesando con todas y cada una de ellas...
Llevo a Charlie a su cama, recostándolo en ella, depósito un beso en su frente,
Y se retiro hacia la sala de estar, donde se encontraban los abuelos viendo la tele...
En ella, se anunciaba el inició del concurso, especificando dudas y detalles sobre este .. Los abuelos cambiaron el canal a uno deportivo, bufando por molestia,
El abuelo joe permanecía dormido, junto con la abuela Georgina, que se encontraba imnotizada por la televisión.... Sin siquiera prestar atención a su alrededor.....
Los demás abuelos estaban en la mesa cenando, ayudados a levantarse por los padres de Black....
Después de que entraron los comerciales, Black suspiro, aburrida y sin sueño, se dirigió hacia su cama, sacando debajo de ella, su cuaderno de bocetos... Imaginó algo que deseara dibujar. .
Hasta que se le ocurrió una idea...
Dibujar como creía que se veía Wonka..
Tal vez era de piel clara, con un traje elegante negro o café... Cabello y ojos color chocolate, y un sombrero de copa color dorado....
Termino el boceto....
Dejando a la luz un Wonka que...
Si bien se veía perfecto y apuesto...
A black no le agradaba ...
Le faltaba algo... El tipo no le llamaba la atención ...
Pero decidió ignorarlo... Guardando su cuaderno, Black se cambio a una pijama, metiéndose en la cama, hasta tratar de conciliar el sueño.... Hasta que lo logró, cayendo desmallada.
______________________________________
Pov Black
Han pasado aproximadamente 4 días, y casi todos los boletos han sido encontrados, solo queda uno,
Me siento muy estresada,
No quiero decepcionar a mi hermano ....
Me vestí con mi ropa habitual, saliendo de mi hogar...
Me dirijo hacia la tienda de Bill, para comprar una barra Wonka, esta es mi ultima oportunidad para encontrarla... Si no lo hago........tendré que darle la noticia a Charlie...
Recorrí las calles hasta toparme con la tienda, irrumpí en ella, sorprendiendo a Bill el cual estaba limpiando un vaso de cristal
Bill:¡Wow! Black, cuidado con la puerta... ¿Sucede algo?
Ni siquiera pude formar otra palabra, cuando me eche a llorar dramáticamente sin control..
Bill corrió hacia mi, depositando mi rostro en su hombro....
Sollozando le dije...
Black:¡E-es que solo queda un boleto!
Bill:¿estas llorando solo por eso?
Black:*halándolo de la playera* ¡¿tienes idea de como va a reaccionar Charlie cuando se entere que el ultimo boleto fue encontrado?!
Black:¡mi pobre hermanito!
Bill:PUF...Black que dramática eres... Jejeje. . mira.... Te prometí que te ayudaría... Así que ..... Tengo un truquito bajo la manga....
En ese momento, Bill se acerco a un estante, sacando de el una barra de chocolate Wonka regular, entregándola a Black
Bill:Esta barra, me la entregaron como pedido especial... Espero que tengas suerte ... Porque ya no quedan mas...
Black, se ilumino instantáneamente, abriendo lentamente el envoltorio, revelando una corteza dorada dentro de el....
Black chillo de alegria, lanzándose a abrazar a su fiel amigo, agradeciendo miles de veces por el obsequio...
Bill se río entre dientes, obviamente planeandolo todo, pues a petición de Wonka, esa barra había sido mandada para caer en manos de Charlie....
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Poema de la soleá, de Poema del cante jondo
Vestidas con mantos negros
piensa que el mundo es chiquito
y el corazón es inmenso.
Vestida con mantos negros.
Piensa que el suspiro tierno
y el grito, desaparecen
en la corriente del viento.
Vestida con mantos negros.
Se dejó el balcón abierto
y el alba por el balcón
desembocó todo el cielo.
¡Ay yayayayay,
que vestida con mantos negros !
*******
Soneto de la dulce queja, de Sonetos del amor oscuro
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.
******
Romance de la Luna Luna, del Romancero gitano
La Luna vino a la fragua
con su polisón de narod.
El niño la mira, mira
el niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve La Luna sus brazos
y enseña lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye Luna, Luna, Luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye Luna, Luna, Luna,
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
¡Ay cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la Luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.
******
Canción de cuna para Rosalía Castro, muerta, de Seis poemas galegos
¡Levántate, niña amiga,
que ya cantan los gallos del día!
¡Levántate, mi amada,
porque el viento muge, como una vaca!
Los arados van y vienen
desde Santiago a Belén.
Desde Belén a Santiago
un ángel vienen en un barco.
Un barco de plata fina
que traía dolor de Galicia.
Galicia tumbada y queda
transida de tristes hierbas.
Hierbas que cubren tu lecho
con la negra fuente de tus cabellos.
Cabellos que van al mar
donde las nubes tiñen sus nítidas palmas.
¡Levántate, niña amiga,
que ya cantan los gallos del día!
¡Levántate, mi amada,
porque el viento muge, como una vaca!
*******
La aurora, de Poeta en Nueva York
La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean en las aguas podridas.
La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.
La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.
Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraísos ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.
La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.
********
Romance sonámbulo, del Romancero gitano
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.
Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.
-Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los puertos de Cabra.
-Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
-Compadre, quiero morir,
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
-Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
-Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
¡dejadme subir!, dejadme
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.
Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal
herían la madrugada.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
-¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está tu niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!
Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa
dejadme subir al menos
hasta las altas barandas.
Compadre, quiero morir,
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
Compadre donde está dime,
donde está esa niña amarga
cuantas veces la esperé
cuantas veces la esperaba.
*******
Casida del sueño al aire libre, del Diván del Tamarit
Flor de jazmín y toro degollado.
Pavimento infinito. Mapa. Sala. Arpa. Alba.
La niña finge un toro de jazmines
y el toro es un sangriento crepúsculo que brama.
Si el cielo fuera un niño pequeñito,
los jazmines tendrían mitad de noche oscura,
y el toro circo azul sin lidiadores
y un corazón al pie de una columna.
Pero el cielo es un elefante
y el jazmín es un agua sin sangre
y la niña es un ramo nocturno
por el inmenso pavimento oscuro.
Entre el jazmín y el toro
o garfios de marfil o gente dormida.
En el jazmín un elefante y nubes
y en el toro el esqueleto de la niña.
******
Al oído de una muchacha, de Canciones
No quise.
No quise decirte nada.
Vi en tus ojos
dos arbolitos locos.
De brisa, de brisa y de oro.
Se meneaban.
No quise.
No quise decirte nada.
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BTS REACCIONA A: Tú vomitando en la cama, delante de ellos.
Pedido de este BTS REACCIONA A aquí...
N/A: Para hacer este reacciona hemos optado por plantear una situación común –como hemos hecho en alguna otra ocasión–. De esta manera, las reacciones de cada uno han quedado más cortitas, y son más fáciles y cómodas de leer.
Dicho esto, ¡disfrutad de la lectura!
Los constantes rugidos que tu estómago llevaba entonando desde que te habías metido a la cama esa noche, te avisaban de que no estabas bien.
Dando vueltas entre las sábanas, notabas cómo poco a poco la angustia se acrecentaba, y acabaste por incorporarte y quedar sentada, esperando a ver si se te pasaba el malestar o no.
¿Habría sido la cena? ¿O quizá un virus?
Lo único que deseabas era no vomitar, porque te daba un asco tremendo.
Sin embargo, una arcada acudió a ti, dando señales de que al final tu temor acabaría por cumplirse.
Alargaste tu mano al otro lado de la cama, en donde se encontraba durmiendo tu novio plácidamente, y lo moviste ligeramente, llamándolo por su nombre.
“Me encuentro mal…” -dijiste en un hilo de voz, encendiendo la luz de la lamparita que tenías en tu mesilla de noche.
Y al segundo, sin darte tiempo a decir nada más, una segunda arcada hizo que al final toda la cena que habías ingerido esa noche… bueno, no, no solo la cena de esa noche: la comida también, y el desayuno; todo el menú de los dos días anteriores; y un poco de tripa también porque why not. En conclusión, ahora había un buen potao’ delante de ti, cubriendo las sábanas.
KIM SEOKJIN
Cuando encendiste la luz de la lamparita, Jin aún estaba un poco aturdido, pero no tardó en abrir sus ojos y mirarte cuando pronunciaste su nombre.
Se despierta completamente en cuanto ve cómo devuelves toda la cena encima de la cama. No tarda en reaccionar y se levanta, dirigiéndose hacia tu lado para ayudarte a levantarte y llevarte directa al baño, por si tienes que seguir vomitando. Efectivamente, en cuanto cruzáis la puerta del aseo, te vuelve una arcada que hace que termines de echar toda la cena en el váter.
Mientras estás ahí, él sale y recoge todo el estropicio, quitando todas las sábanas y echándolas directamente a lavar, y abriendo seguidamente las ventanas para airear la habitación.
Una vez hecho esto, se dirige de nuevo al baño para ver cómo estás.
“¿Cómo te encuentras? ¿Te sientes un poco mejor?” –te pregunta, apoyado en el marco de la puerta, observándote con preocupación.
Reprimiendo las ganas de llorar, asientes ligeramente. La angustia a cesado, pero sigues con malestar.
Jin te ayuda a levantarte y a limpiarte, trayéndote un pijama limpio también para que te cambies.
“Ven, vamos al salón.” –dice, guiándote hacia el sofá, en donde acomoda todo y te sienta.
Dándose prisa, prepara un vasito con agua y limón para que vayas dando sorbitos –un método que sirve para limpiar el estómago–, y también coge un cubo para dejarlo a tu vera, por si de repente te entran otra vez ganas de vomitar, que no tengas que ir corriendo al baño.
Una vez todo listo, te deja ahí recuperándote; mientras, él vuelve a la habitación para hacer la cama y así poder llevarte de vuelta a ella para que puedas descansar bien.
Aunque te apena y avergüenza que tu novio haya tenido que ver cómo manchas toda la cama con tu vómito, y que encima lo hubiese tenido que limpiar todo él, no puedes evitar sentirte afortunada por tenerlo: Había mantenido la calma en todo momento, dándole prioridad tu bienestar antes que a la horrible y asquerosa escena que habíais provocado.
Con sus cuidados y atención, como si de un enfermero se tratase o incluso tu propia madre –ya que parecía que sabía muy bien cómo enfrentar la situación–, conseguiste olvidarte de tu malestar y descansar un poquito; y gracias a Dios, ese cubo no tuvo que ser utilizado en toda la noche.
MIN YOONGI
Al principio, cuando sintió los ligeros movimientos en su brazo y la luz de tu lamparita traspasar sus párpados, no entendía lo que sucedía.
“Me encuentro mal…” –conseguiste decir, antes de que una arcada provocase que vomitaras toda la cena en la cama.
El pobre no consigue reaccionar por unos segundos, manteniendo la vista fija en donde está cayendo todo, con la boca entreabierta y los ojos abiertos como dos rendijas debido a la hinchazón de los mismos por el sueño.
Con movimientos lentos, se quita las sábanas de encima y se levanta, dirigiéndose hacia tu lado de la cama. Una vez ahí, se pone de cuclillas y coloca su mano en el bajo de tu espalda, deslizándola de arriba a abajo creando cortas y delicadas caricias.
Permanece ahí, quieto y callado, hasta que ya no parece que vas a echar nada más y le miras apologéticamente. Pero él no hace drama de la situación, y con total tranquilidad te va guiando con sus acciones: coge tu mano entre las suyas para ayudarte a levantarte y te lleva hasta el baño.
Una vez ahí, otra arcada hace su aparición y tienes que inclinarte sobre el váter para seguir echando toda la porquería que queda en tu estómago.
Yoongi es paciente y amoroso; te aguanta el pelo para que no se te escurra por la cara y llegues a manchártelo, y permanece a tu lado a pesar de que mañana tiene que madrugar.
Una vez pasada al fin la tormenta, te deja sola un momento mientras te lavas y te cambias para él poder limpiar la cama.
Al ver y oler la escena, suelta un gran suspiro, pero enseguida se pone manos a la obra, retirando las sábanas manchadas y colocando unas nuevas y limpias, además de abrir las ventanas y puertas para que corra aire y se ventile la habitación.
Cuando sales del baño, sintiéndote un poco mejor, Yoongi vuelve a hacer de guía y te sienta en la cama para acomodarte los cojines y que quedes más bien incorporada.
“Gracias…” –dijiste con un hilo de voz, cuando Yoongi terminó de arroparte.
Una tímida sonrisa hizo su aparición en el cansado rostro del artista, y se inclinó para darte un dulce beso en la frente.
Apenas había dicho palabra en todo el rato, pero tampoco habían sido necesarias: sus acciones valían más que cualquier cosa, y te hacía sentir protegida, cuidada y amada. No cualquiera hubiera mantenido la calma que había lucido Yoongi viendo cómo manchabas todo de vómito, haciéndose cargo luego de recoger y limpiar todo.
Eso es amor, loko.
JUNG HOSEOK
Al escucharte decir que te encuentras mal, no tarda en incorporarse y mirar en tu dirección, luchando por abrir sus ojos del todo solo para ver, justo en ese momento, cómo tu cuerpo se impulsa hacia adelante en concordancia con la arcada que te había venido, la cual provoca que eches fuera todo lo que te estaba provocando el malestar, delante de vosotros.
Instintivamente, el pobre Hoseok, sorprendido ante tal escena, se aparta de ti rápidamente y pone una mueca de asco mientras ve cómo todo el vómito cae encima de las sábanas que te están cubriendo, sintiendo el hedor ya impregnando el ambiente.
“¡Oh, Dios, ____! ¿Estás bien?” –exclama, incorporándose y dirigiéndose rápidamente a tu lado de la cama en cuanto parece que, de momento, no vas a echar nada más.– “Ven, levanta. Vamos al baño.”
Hoseok aparta con sus dedos en forma de pinzas las sábanas, intentando tocarlas lo mínimo posible y que no se esparza por todo los restos de vómito; así, te incorporas del todo, y agarra tu cintura con su brazo para dirigiros al baño. Sospecha que vas a volver a vomitar, ya que tu cuerpo está tenso y se percata de que estás intentando controlar la arcada que, nada más cruzar la puerta del aseo, te sacude todo el cuerpo haciendo que te inclines sobre el váter.
Hobi permanece en todo momento contigo, sujetándote el pelo mientras terminas de echarlo todo, y dedicándote palabras de ánimo:
“Venga, échalo todo.” –decía, tranquilizadoramente– “Ya está, mi vida.”
Al fin parece que estás mejor, y Hoseok te ayuda a levantarte para que te laves la boca y luego te cambies por un pijama limpio, ayudándote a vestirte como si fueses una niña pequeña.
“Ala, ya estás, como nueva.” –te sonrió, terminando de abotonar tu camisa.
Te sentaste un momento en el váter, ya que todavía te encontrabas un poco mal –aunque lo peor ya había pasado– mientras Hoseok iba sacando sábanas y fundas para cambiar la cama.
“Ahora vengo.” –dijo, dándote un beso en la frente antes de salir hacia la habitación.
Cogió una mascarilla de su mesita de noche, para evitar el olor, y unos guantes para evitar mancharse, y se encargó de dejar vuestra habitación de nuevo habitable.
Cuando saliste y viste a Hoseok con la mascarilla y los guantes, no pudiste más que sentirte mal y avergonzada... Y como todavía no te encontrabas del todo bien, al final te dio por llorar. Te gustaría que estuviese tu madre contigo para cuidarte, la verdad... Las madres tienen eso de que, con tan solo su presencia, ya te sientes más segura.
“Ay, cariño…” –dijo, al verte con los ojos llorosos, acercándose a ti mientras se quitaba los guantes y deslizaba la mascarilla por su barbilla.
“Qué asco… lo siento…” –decías, intentando taparte la cara.
Sin decir nada, Hoseok te abrazó y sumergió sus dedos en tu pelo, acariciándolo con ternura.
“¿Te encuentras mejor?” –preguntó, centrando su atención en tu bienestar.
“Todavía siento un poco de angustia, pero sí, me encuentro un poco mejor…”
Hoseok te dirigió a la cama y te acomodó todo para que estuvieses a gusto; luego, se sentó en el filo de tu lado, mirándote con dulzura.
“Intenta descansar un poco ahora, y si ves que te vuelve el malestar fuerte, me lo dices.”
Mientras volvías a conciliar el sueño, tu mente divagaba: No podías creerte la suerte que tenías en la vida. Vale, puede que acabaras de echar la potada del siglo; pero tener a Hoseok para ayudarte y estar contigo era un regalo divino –aunque no era tu madre–. Y es que, a pesar de que la situación había sido repugnante, él se había aguantado y te había asistido con total naturalidad.
KIM NAMJOON
Al escuchar tu voz en medio de la oscuridad, Namjoon no reacciona, permaneciendo todavía en el quinto sueño; La luz de tu lamparita cuando la enciendes segundos después, tampoco produjo mucho cambio con respecto al estado de sueño del joven rapero. Es cuando lo sacudes un poco más bruscamente y le dices que “te encuentras mal” que, aún con Morfeo presente, se activa una pequeña parte de su cerebro y hace lo posible por abrir los ojos, mientras alarga la mano para encender su propia lamparita.
“¿Has dicho que te encuentras mal..?” –dijo Nam con la voz somnolienta, intentando enfocar su mirada en ti, sin saber si seguía dormido o despierto.
Acto seguido, te viene una arcada con la que, por fin, echas todo lo que te estaba causando malestar.
Namjoon, ahora un poco más despierto pero aún aturdido, se queda ahí quieto mirándote, sin saber qué hacer. Automáticamente alza un brazo y coloca su mano en tu espalda, propiciando caricias tranquilizaras con su palma, mientras que con la otra se encarga de mantener tu pelo enganchado hacia atrás. Continuas vomitando en la cama hasta que parece que ya no te queda nada por echar.
Tu estomago está al fin vacío y parece que tu malestar ha cesado un poco.
Eres tú quien por iniciativa propia te incorporas de la cama para ir al baño a enjuagarte la boca. Namjoon, intuyendo tus intenciones, se levanta y te ayuda a ir hasta el aseo, aunque sigue un poco perdido. Veía cómo te lavabas la cara y los dientes, soltando suspiros; y él no podía hacer más que quedarse ahí en una esquina mirándote, y sintiéndose en cierta manera inútil. Realmente no conseguía quitarse la nebulosa de su mente tras haber estado sumergido en un profundo sueño.
“Te voy a traer un pijama limpio para que te cambies.” –dijo en un momento en el que le vino algo de luz al cerebro.
Te cambiaste y, cuando ibas a salir, Namjoon te dirigió directamente al salón para que descansaras ahí mientras él se iba a limpiar la habitación.
La escena de la cama era espantosa, daba un asco tremendo… Pero Nam, aguantándose la angustia que estaba formándose ahora en la boca de su estómago, se encargó de dejar la cama como nueva, echando a lavar las sábanas manchadas –y, aunque nunca había puesto una lavadora, se las apañó para hacerla funcionar y así no tener que molestarte–; y para intentar eliminar el mal olor optó por echar ambientador… lo cual fue un error, porque ambos olores tan fuertes se juntaron y puaj, no había quien aguantase ahí dentro.
Cuando salió de la habitación hacia el salón de nuevo, te encontró durmiendo como un bebé en la esquinita del sofá, lo cual agradeció porque, si no queríais morir intoxicados, teníais que dormir ahí.
Poniendo un mantita sobre tu cuerpo y acomodando las almohadas, Nam se aseguró de que estabas cómoda, y se sentó en el sillón de enfrente, observando cómo dormías hasta que nuevamente el sueño acudió a él.
A la mañana siguiente, cuando te despertaste temprano, te encontraste con que estabas todavía en el sofá, y Nam estaba frente a ti durmiendo sentado, con las piernas despatarradas y la cabeza inclinada para un lado.
Sonreíste ante esa visión: Te daba pena que Nam hubiese tenido que verte echando toda la cena, básicamente, encima de vosotros; pero agradecías que, a pesar de no enterarse de nada, hubiese hecho lo posible por ayudar y atenderte.
Y, es que, Namjoon era un tierno bebecete que, sea cual sea la situación, incluso una tan desagradable como esta, siempre intentará ayudar –aunque no tenga ni idea de qué hacer–.
PARK JIMIN
Nada más escuchar tus palabras, se incorpora en la cama hasta quedar sentado, como si lo hubiesen invocado. Con los ojos aun cerrados y la carita hinchada, gira la cabeza en tu dirección e intenta abrir sus párpados, buscando tu mano con la suya.
“¿Qué?” –pregunta, con su usual voz dulce sustituida por una más grave y ronca.– “¿Qué te pasa? ¿Qué te duele?”
Tu respuesta a sus preguntas no llegan con palabras, sino con la cena hecha puré que comienzas a echar por la boca.
Jimin te mira con sorpresa, abriendo un poco más los ojos y la boca ante tal escena.
Se levanta corriendo de la cama y va hacia tu lado, casi tropezándose con las sábanas que se habían enganchado a su pie.
“Vale, vale, no pasa nada.” –dice él, intentando calmarte.– “Ahora vengo.”
Dicho esto, va hasta la cocina, en donde coge un cubo, y vuelve la habitación, poniéndolo delante de tu cara justo cuando te viene otra arcada.
Mientras sostienes el cubo entre tus manos, soltando lo que queda en tu estómago de la cena, Jimin retira rápidamente las sábanas manchadas y las tira en la basura –ni lavarlas ni leches–.
Suspirando, como si se acabase de deshacer de un cadáver, Jimin entra de nuevo en la habitación y se encuentra con tu mirada vidriosa y tu carita de perrete triste. Ni tú misma te esperabas crear este estropicio y, además de asco, te daba pena que tu novio hubiese tenido que verte en esta situación y tener que ayudarte –además de que seguías sintiendo malestar–.
“¡No llores, mi amor!” –dijo dulcemente Jimin, enternecido.
Fue hacia a ti y te arrebató el cubo de las manos. Ya no parecía que fueses a vomitar más, por lo que te acompañó al baño para que te asearas y te pusieras limpia.
De nuevo en la cama, Jimin se aseguró de que estuvieses cómoda y de que no te volvía la angustia, preguntándote constantemente cómo seguías y si estabas mejor.
Gracias a Dios, el malestar se fue disipando y conseguiste conciliar el sueño, a pesar de sentir tu garganta todavía arder por la bilis ew. Mientras, Jimin se quedó observándote hasta que se cercioró de que estabas totalmente dormida, acariciándote el pelo con delicadeza.
Nunca había vivido una experiencia en la que alguien vomitase casi encima de él, tan de repente; y aunque había sido desagradable, le importaba muchísimo más que tú estuvieras bien.
KIM TAEHYUNG
Taehyung se incorpora de la cama al escuchar tu estruendosa arcada. Con el corazón en la mano, se levanta de un salto de la cama y mira la escena con espanto y confusión, el sueño ya bien olvidado.
La realidad es que no sabe qué hacer; se encuentra perdido: ¿Va hacia a ti? ¿Te trae un cubo? ¿Trae la fregona? ¿Llama al vecino? ¿A emergencias?
“Tae…” –consigues decir, estirando un brazo en su dirección.– “Ayúdame a ir al baño, por favor.”
“E-eh, sí.”
Va corriendo hacia tu lado de la cama y, como si fueses una muñeca de porcelana, camina cuidadosamente contigo hacia el aseo, en donde te apoyas en el váter a la espera de que te venga otra arcada –la cual sientes cerca– para terminar de echar lo que te está produciendo tanto malestar.
Como Taehyung no sabe reaccionar, simplemente se queda en una esquina del aseo, viendo cómo continuas vomitando. Al percatarte, te da muchísima vergüenza, por lo que estiras los brazos y empujas sus piernas para darle a entender que te deje sola.
Así es como Tae acaba fuera, sintiéndose el peor novio el mundo. Repara en que la cama todavía está toda con el vómito recién hecho, por lo que se dedica a limpiar todo lo mejor que puede hasta que salgas.
Cuando ya está terminando, ve tu cabecita sobresalir por la puerta del baño:
“¿Me puedes pasar un pijama limpio, porfa?” –preguntas tímida.
Taehyung asiente fervientemente con la cabeza y se dirige a tu armario para hacer lo que le has pedido.
“¿Estás mejor?” –te pregunta una vez que llega hasta ti, con semblante de pura preocupación.
“Más o menos… Voy a ducharme rápido..” –dices, cogiendo de sus manos los trozos de tela.
Él de nuevo asiente y deja que le cierres la puerta en la cara.
Mientras te duchas, busca por internet «qué hacer cuando tu novia vomita en la cama». Literalmente, eso es lo que pone en el buscador de Google.
Evidentemente, no encuentra lo que busca, por lo que acaba llamando a su madre.
Siguiendo lo que la pobre mujer, adormilada, le dice, Tae prepara un vaso con agua y bicarbonato, para que enjuagues tu boca y puedas eliminar el sabor del vómito; luego, prepara otro vaso con agua, pero en esta ocasión con unas gotitas de limón, porque parece ser que ese mejunje ayuda a limpiar el estómago; lo siguiente que hace tras dejar todo eso que ha preparado en tu mesita, es abrir las ventanas para que se ventile todo y puedas descansar con un ambiente renovado; y por último, acomoda tus cojines de manera que, cuando vuelvas a la cama, mantengas una postura más bien sentada, pero cómoda.
Todo eso es lo que te encuentras al salir del baño, y Taehyung está justo ahí para escoltarte hasta la cama.
“Ven. He llamado a mi madre y me ha dicho que te enjuagues la boca con esto, para que se te quite el mal sabor.” –dice, haciéndote sentar en tu lado de la cama.
“¿Has llamado a tu madre…?” –paras un momento para mirar la hora– “¿¡… a las tres y media de la mañana!?” –preguntas, alarmada.
La verdad es que, aunque te da pena por “tu suegra”, agradeces la preocupación por parte de tu novio. El pobre parecía realmente perdido ante esta situación, teniendo tú que decirle qué hacer para ayudarte en un primer momento. Pero al final, estabas agradecida de que se hubiese molestado en ayudarte, llegando incluso a llamar a su madre…
JEON JUNGKOOK
“¿Mmmmm?” –entona Jungkook cuando siente los ligeros movimientos en su brazo.
“Me encuentro mal…” –dices en un hilo de voz, aún en medio de la oscuridad, cuando todavía no habías encendido la luz.
Jungkook se incorpora hasta sentarse en la cama y, justo cuando le das al interruptor y la tenue luz ilumina la habitación, una arcada hace que eches toda la pota en la cama bajo la sorprendida mirada de tu novio, quien no puede evitar pensar que te pareces a un personaje de una película de zombies que vio hará unas semanas.
“Wow, wow…” –se aparta instintivamente y sale de entre las sábanas hasta ponerse de pie, observando desde otra perspectiva el panorama, el cual no mejora para nada.– “¿Has cenado tomate?” –preguntó sin pensar al ver trocitos de… bueno, eso, ew.
“Puajjjjjj…” –exclamas, con una mueca de asco y con ganas de llorar, observando lo que ha salido de tu boca y dándote más angustia conforme más lo miras.
“Vale, vale…” –dice Jungkook, más bien para sí mismo tras ordenar sus pensamientos e ir ejecutando acciones.– “Vamos a ir al baño.”
Te ayuda a salir de las pringosas y malolientes sábanas y te dirige hasta el baño.
“¿Pero qué has cenado?” –dice mientras camina contigo.
“Los restos que quedaban de la comida que preparó el otro día Jin…” –respondiste, dándote náuseas de nuevo el tan solo recordar la comida; no porque estuviese mala, sino porque cualquier imagen de alimentos en este momento no era bien recibida.
“Madre mía, ____… Ese táper llevaba en la nevera por lo menos una semana…” –dijo Jungkook, negando la cabeza para sí mismo, chasqueando la lengua.
Nada más cruzar la puerta del baño, otra arcada hace que empujes a Jk de golpe para tener vía libre e inclinarte sobre el inodoro, echando los restos que quedaban en tu estómago.
Mientras continuas vomitando, Jungkook va a por su móvil y llama al culpable –al primero que se le ocurre, vaya, ya que no sabe muy bien qué hacer en esta situación–.
Jin, al escuchar que ha sido su comida –pasada ya– la que ha provocado tu estado, se siente ofendido; pero no tarda en darle instrucciones al joven cantante para que pueda atenderte adecuadamente. De esta manera, siguiendo lo que le ha comentado Jin, Jungkook limpia toda la habitación, echando a lavar todo –y por todo, nos referimos a todo, hasta la alfombra que no se había manchado; y si llegáis a tener perro, también lo echa a lavar–; luego, abre las ventanas y todas las puertas de la casa –un poco más, y deja abierta también la puerta de la entrada–; lo siguiente que hace es preparar un vaso con agua y limón, para que te limpie el estómago; y, por último, pone un cubo en el lado de tu cama por si de repente te vuelven a dar náuseas y no te da tiempo ir al baño.
Cuando sales al fin para coger un pijama limpio y cambiarte, sintiéndote ya un poco mejor, encuentras que está todo como si no hubiese pasado nada; y ahí caes en la cuenta de la horrenda escena que habías causado y lo asqueroso que ha debido de ser para Jungkook tener que limpiarlo todo.
“____, ¿cómo te sientes? ¿Un poco mejor?” –te pregunta Jungkook, apareciendo por la puerta de vuestra habitación, con el vaso de agua con limón en la mano.
“Todavía siento un poco de malestar, pero sí…” –dices simplemente.
Él te sonríe de lado y te acerca suavemente hacia él para darte un corto abrazo y un beso en la frente.
“Gracias…” –dices, tu voz amortiguada al estar de cara contra su fuerte pecho. Él responde dándote otro beso en la cabeza.
Así, después de cambiarte, te metes en la cama de nuevo con Jungkook, y te duermes con la cabeza apoyada en su hombro bajo las tranquilizaras caricias que él repartía por tu brazo, sin volver a sentir atisbo de náuseas ni arcadas.
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Monstruos invisibles
Hay personas que se proyectan en uno y ven lo que no existe. Hace años, una amiga me faltó el respeto porque creía que yo tenía mejores condiciones de vida que ella, por lo que yo no tenía derecho a estar triste o preocupada (hoy, esta es la «nueva normalidad» en el terreno pantanoso de la moral y la política). Yo, sin jamás defender la queja y siempre acudiendo a escuchar sus problemas (nunca sucedía a la inversa…), me quedaba estupefacta de la ironía. Además, decirle que no se aflija a alguien que nunca muestra su sentir es peligroso. Ella, como muchos, prefería pensar que ella siempre estaba peor. De aquello me quedó una grave secuela que alimentó mi tendencia previa a no compartir con los demás cómo me siento (por suerte, no para conmigo misma), y hoy es el día en que todavía me cuesta exteriorizarlo, siendo la música mi única salida. Sin embargo, lo más asombroso de aquello no era esa toxicidad de mi “amiga”, sino ver que nada la respaldaba (hechos que nunca supo, por la combinación de su desinterés y mi temor a revelar lo sentido y vivido): decidía competir contra un monstruo invisible, que era yo, su amiga. Ese monstruo invisible tenía mi apariencia. Enturbiaba el vínculo por sistema y lo convertía en un campo de batalla en vez de un refugio. Al no haber cambios, como era de esperar, la amistad hube de extirparla, por el bien de las dos.
Hace poco, un autor al que sigo con cariño se vio envuelto en la necesidad de explicar sus condiciones de vida a una persona que lo linchaba con una actitud muy poco constructiva y asertiva. Él cayó en lo que yo me he visto tentada a caer aquí, y justificó que sus letras hablaban de la responsabilidad individual con el hecho de que había vivido una guerra, contando sus miserias para que otros, con sus monstruos invisibles, le diesen su aprobación. Yo no he logrado verbalizar lo que he vivido ni con viejos amigos y, por fortuna, no creo que lo haga nunca porque ya no lo necesito, menos aún si lo que me lleva a hacerlo es la necesidad de defenderme de los monstruos famélicos de otros; de todo aquello que ven en mí y señalan para hacerme más pequeña de lo que ya me siento (pero que no aparento). Renuncio a pensar que es necesario ser Viktor Frankl para ser respetado, sobre todo cuando defiendo que, sin negar las circunstancias, nadie es víctima de lo ajeno, en última instancia. ¡Osada de mí, qué desalmada…! Ayer, un amigo (ay, amistad… refugio de mi sentir…) me decía que él no necesitaba decir lo que siente para que no le linchen: lo harán de todos modos. Tiene razón.
No tardé mucho en darme cuenta de que estos síntomas de justicieros bélicos se extendían por todo el mundo: en mí, en mi padre, mi madre, mi hermana, mi pareja, mis amigos, compañeros, conocidos, vecinos… Todos veían en mí y en los demás cosas que no existían. Te culpaban, más o menos inconscientemente, de todas sus miedos y miserias. Sin ir más lejos, recuerdo a mi padre decirme con total claridad que, como él nunca había tenido un padre tan presente, yo debía de besar cada paso por donde él pisaba, porque tener un padre como él era un regalo. Esto no sería tan grave de no ser porque es un narcisista (patológico), cuyas pretensiones como padre distaban siquiera de no insultar en una conversación rutinaria. Mi padre, al igual que mi amiga, negaba los abusos familiares y sociales que había recibido porque no aceptaba que yo pudiese sufrir más que él. Al igual que mi amiga, desestimaba los hechos ocurridos, y las pocas veces que lograba verbalizar lo ocurrido me culpaban por tenerlo presente, siendo que me habían medicado por no poder verbalizarlo. Ahora veamos Twitter: así es el conflicto social, una red de emociones no resueltas. Todos se culpan entre sí, ensañándose con el ente de la sociedad como el eje crucial de sus vidas, pero sin tener en realidad un remoto sentimiento de respeto por el Otro ni conciencia social. Lo cierto es que cada miembro de la familia es peor que el anterior, y ahora ya me sale una carcajada de tan solo decirlo. Pero, para mi desgracia, sus palabras las vería reproducidas por el mundo miles de veces más, y mi amiga sólo fue un caso entre cientos. Ahora suspiro aliviada. Me aparté a tiempo de esa inercia cegadora. Y lejos de seguir la cadena de demandas, aprendí que tratar a otros en función de lo que sentimos es la justicia propia de un tirano.
A mí mi familia me ha curtido sin darse cuenta. Mi familia ha sido el microcosmos, una maqueta del mundo que asolaba fuera. Desde niña he sorteado todo tipo de abusos como he podido. Pero este nicho ha sido mi primer terreno de juego y hasta el día de hoy lo he llevado en silencio, trabajando con el esmero de un artesano, sin hacerlo una escusa para ser negligente con los demás. “Sus faltas no justifican las tuyas”, me decía mi mejor amigo. Mentiría si no dijese que durante años me he considerado desgraciada por razones de más y de menos peso, pero hoy vivo para ser responsable de lo que siento y de lo que soy. Sin embargo, me pregunto, ¿cuántos estarían dispuestos a ser sus propios padres? Me gustaría trabajar para que esa respuesta fuese positiva. Desde luego, si decir cómo me siento sirve para ello, lograré vencer el miedo y darle a “enviar”. Recuerdo ahora a una vieja amiga psicóloga diciendo que yo he tenido que ser mi padre y mi madre, y padre y madre de mis padres, también. De lo segundo estoy saliendo, pero de lo primero espero no salir nunca.
Los monstruos invisibles jamás deberían tener la apariencia de alguien (no: ni de un político). Sueño con que llegue un día en que nadie se crea juez para culpar, sino para responsabilizar, y que cada cual se encargue de sí mismo analizando sin taras emocionales ni sesgos a los demás. Yo, mientras tanto, trataré de seguir canalizando lo que siento con la música y mis amigos, sin modificar la voz narradora para que no parezca personal lo que digo, y sin sentir taquicardias cada vez que me leen en una opinión o me rechacen por la misma. Legitimar lo que sentimos se hace de puertas para adentro, nunca hacia afuera. Reconocer lo que sientes debería ser una ayuda para cambiarlo a tu favor, para que no estorbe a la hora de percibir a los Otros ni a ti mismo; no un cristal vidrioso desde el cual juzgas y vives a los demás. Hay un noventa por ciento de emociones en los ojos, me invento, que no dejan ver con claridad, ni escuchar ni respetar a los demás. Incluso hablar de respeto se está poniendo difícil... Y mucho me temo que hablar de saber escuchar sólo ofende en un mundo intolerante que se cree justo. Mientras haya diferencias de opiniones, nos queda mucho que aprender. Nadie debería de pagar los platos rotos de lo que sufrimos. El mundo no es un vertedero y nadie nos debe nada. O sumas, o restas.
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Amado mío. Qué triste fue verte partir, te llevaron a esa discordia en la cual no tenías nada que ver. Te fuiste y tu nombre se diseminó en toda una nación. Pero ahora casi estoy contigo, como el sol entre las montañas. Quiero que brillemos eternamente, porque alumbras mi realidad de una manera en la que no te das cuenta, desde que nos conocimos, hace unos cuarenta años; tengo certeza de ello. Dejarás un legado aquí, inigualable, para nuestros dos hijas. Olivia pregunta por ti a veces, ya es toda una mujer, hoy me ha mostrado a su prometido. Le dejaste buenos valores, supo escoger un buen marido. Qué triste que la última vez que la viste fue cuando apenas cumplia sus dos lustros; hoy en día sigue siendo la misma niña extrovertida, igual que tú. Lee, pero se dedica más al arte y a la creación de espacios. Es liberal y muy bella; no te imaginas los descarados hombres que alguna vez vinieron con la intención de cotizarla. Gracias al cielo, y a Dios, nunca nos faltó nada.
Olivia, es curiosa, sin embargo; repite una pregunta ¿Cómo te pidió la mano mi padre? Le resulta difícil creer cuando le menciono firmemente que yo fui quien se arrodilló a las faldas de la montaña, a la orilla del río; lo recuerdo tan bien, tan loca y jóven te lo propuse, “Me resulta imposible seguir viviendo en esta informalidad, cuando lo amo con todo lo que me define. Acepte este manuscrito, donde le pongo cientos de relatos, a manera de anillo de compromiso; mientras consigo el dinero para ofrecerle uno” justo ahí noté que una pequeña lágrima, brillante y rápida se deslizó por tu tierna y delgada mejilla, fugaz; pero le dio total sentido a mi vida unos años después, cuando te perdí, cuando te me fuiste.
Minerva, ay, Minerva. Antes me ponía triste la idea que te marchaste y ni sabíamos de su existencia en mi vientre, fue hasta unas semanas después, que la partera, la pequeña Olivia y yo, nos enteramos. Fue una euforia nostálgica, luego, resultó en varios vecinos otorgando su sentido pésame “lo lamentamos, cómo es de triste una niña que crece sin padre, y una mujer que cría sin un hombre a su lado”.
Aún tenía fe en que volverías, todo se desmoronó cuando aquellos oficiales, formales y galantes; me informaron de tu fallecimiento “Murió debido a las limitadas raciones alimenticias para los soldados, señora Camila, su esposo pertenece a los miles de hombres que murieron de hambre y de languidez”. Tengo seguridad que nuestros corazones se escucharon tronar en todo el mundo, sé que nuestro llanto logró hidratar todo el oriente medio, ¿Recuerdas amor mío? El que siempre quisimos visitar, Minerva dice con un poco de gracia que nuestros lamentos inspirarían más tarde la creación de todas las salsas que recita el maestro Willie Colón, me hubiese gustado bailar contigo todos esos ritmos, y crear fervientes momentos de pasión a partir de sus llorones trombones y de las altivas trompetas.
Cuando estoy relajada en mi mecedora, me gusta cerrar los ojos y recordar los tuyos, respirar lentamente y sentir tus suspiros cálidos en mi cuello, entrelazar mis manos y recordar tu tacto; cuando corríamos salpicando agua y echando chispas de un amor y un cariño magistral. Me gusta apretar los labios y besarte una vez más, sentir aquellos labios suaves y cálidos, que parecían nunca degradarse a pesar del empeño que ponías; pasando todo el día bajo ese sol bugilista, arando las parcelas de maíz y de trigo. Siempre me decías que era gracias a mi menjurge casero, supuestamente “te otorgaba suavidad y curaba quemaduras”. Cuando los tres en casa sabíamos que daba un gusto horrible penas se untaba en los labios.
Y podría escribir tres novelas, diez canciones y veinte fábulas que contengan la travesía de nuestro tierno amor juvenil, de la algarabía del pueblo cuando se anunció la boda; cuando nos mudamos a nuestro hogar, o cuando adoptamos a nuestro perro, Bacco. Sin embargo, yo ya soy una vieja, y estoy más cerca de ti que al sol de mañana. Por eso, quise escribir estas pequeñas líneas. ¿Por qué lo hago? Quiero cometer mi última pilatura, quiero que quien abra esta carta, sea alguno de mis más lejanos descendientes ¿Te imaginas a alguien en el nuevo siglo leyendo esto?
Entera y eternamente tuya.
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Capítulo 23 “Eres tu” (ChilexBolivia)
—¡Me cago en mi puta desgracia!— grito España en la sala y Justo los latinos llegaron y escucharon las maldiciones de España. —¡Maldito Creeper!—
—“Li pirrilli ni isti listi”— mencionaron la frase de España que el le dijo por llamada hace media hora.
—Claro, tú jugando Minecraft mientras que nosotros peleando por el puto baño y ser puntuales— añadió Mexico cruzando los brazos y los otros moviendo la cabeza a los costados dando la señal de negación.
—Ustedes no tienen ese maldito derecho, ustedes cumplen hora latina.— se quejó de que ellos, cada año siempre llegaban tarde.
Lo típico y clásico de los latinos.
—Al grano vamos a comer, los otros invitados ya deben estar llegando.— mencionó a Inglaterra, Francia, USA, Canadá, Italia y Portugal.
Aunque esta reunión son solo para latinos, España invitaba a sus queridos amigos.
Además más compañía mucho mejor.
Todos ingresaron a la sala a ayudar a preparar la mesa.
Mexico junto con El Salvador fueron a recoger la carne ya lista en la parrillada.
Bolivia y Chile poniendo los platos aunque por jugar rompieron 2.
—Pero ¡¿qué putas?! ¡Ustedes dos siempre!— dijo molesto España luego soltando un suspiro. —Bien pongan platos de barro que ustedes me regalaron. Y esta vez no ¡rompan!— salió del comedor para ayudar a Nicaragua a traer los vasos.
—Uy que deli, así ¿te comportas con Italia? ¿Como una pasa bien arrugada y amargada?— comentó Bolivia en un tono burlón mostrando una gran sonrisa.
Mencionó a Italia ya que los latinos especialmente Mexico que el esparció el chisme.
Escucharon que España e Italia estuvieron saliendo hace un tiempo. Y gracias a ese dato, podrían chantajearle al español.
España se volteó con una expresión de ira que hizo a asustar a Chile y Bolivia que inmediatamente los dos fueron a la otra habitación para traer los platos de barro.
Así organizaron la mesa.
Entonces de 25 minutos los invitados europeos llegaron.
—Good Evening!— saludo Inglaterra sujetando la mano de Francia.
—Hi!— dijeron los hermanos USA y Canadá.
—Buenas noches.— Francia, Italia y Portugal en el idioma nativo de España.
—Pasen, pasen boludos.— habló Argentina, por suerte los europeos no sabían esas palabras tan clásicas delos latinos. Pero si USA Y Canadá aunque les daba risa que los mencionaran así, por esa razón no dijeron los significados esas tales palabras latinas.
Entraron al comedor se acomodaron y así inició la cena.
(...)
Se llenó el lugar de risas pero fue interrumpido por un toque de timbre.
—Bolivia anda a abrir la puerta.— ordenó España y el pequeño tricolor hizo caso de mala gana.
—“Bilivii indi i ibrir li piirti”— añadió el boliviano en voz alta que hizo reír a los europeos.
España por esa broma se molestó que se agachó y sacó su zapato para lanzarle pero Bolivia actuó rápido y salió del comedor mucho antes que el zapato le alcanzara.
Ya al frente de la puerta abrió y se sorprendió por la visita inesperada.
—¿Rusia?— preguntó asombrado.
—Hey Bolivia, perdón por llegar un poco tarde.— el boliviano al escuchar su comentario elle miró extrañado.
¿Acaso también el tenía que venir?
Bolivia se puso tenso que tuvo que fingir que si sabía.
—Eh... ari Ari waway, pásale, pasale.— el ruso solo sonrió y soltó unas cuantas risas por el nerviosismo del tricolor que le hacía gracia.
Dejo entrar a Rusia seguido cerró la puerta así dirigiéndose al comedor.
Los dos entraron, Bolivia regresó a su lugar y Rusia como todo caballero fue a saludar a España y después a sus demás amigos europeos.
—¿Que ha pasao, Rusia? ¿Por qué llegaste tarde?— interrogó España para saber la razón.
—Ammm... pues... la verdad no me dijeron que hoy era la reunión.—
Los latinos se callaron, otro clásico es que siempre olvidan a avisar o informar.
Después dirigieron su mirada a Bolivia, ya que el era el responsable en comunicarle a Rusia pero por la situación de Chile se le olvidó completamente.
España soltó otro suspiro y miró a los latinos.
—¿Quien tenía que avisar?— cuestionó controlando su tono de molesto.
Y los muy hijos de su madre señalaron al boliviano.
—Eh... eh...— el tricolor no sabía que responderle y el español esperaba una respuesta. —Eh... me estoy meando.— los presentes se le quedaron observando a Bolivia, mientras que el se teñía de un color carmesí igual que una rosa por la vergüenza.
Chile al escuchar ese comentario quiso reír pero sería algo incómodo y tapó su boca a la vez mirando al otro lado.
—Me desahogare en el baño.— se levantó rápido y se largo del comedor.
Luego se llenó de risas.
—No mames esta vez si se pasó Bolivia.— dijo Mexico entre risas.
—Bien bien.— intento España calmar sus risas. —Vamos a divertirnos, vamos a comenzar la fiesta.— todos asintieron y se fueron a la gran sala excepto Chile, que fue hacía Bolivia aun entre risas.
—Boli... vamos salí ya paso.— hablo Chile aun entre risas.
—“Yi pisi” si si, como no. Ay no... que vergüenza...—
—Ya, ya, ven vamos a la fiesta.—
—¡Mana!— negó la invitación de Chile.
—¿No? A ver dímelo de nuevo.—
—Dije que ¡no!— otra vez negó Bolivia.
—¿Por qué? Así me rechazas, eres cruel, solo eres un puto monolito.— el chileno actuó que Bolivia le hirió sus sentimientos, este chileno si que le gusta hacer drama.
—No me vengas con tus mariconias.— añadió Bolivia.
—A ver repetí eso.— dijo Chile cruzando los brazos.
—Oblígame perro.— respondió Bolivia y de pronto Chile derrumbó la puerta del baño y por esa sorpresa, el boliviano gritó como una niña pequeña.
—¡Ayuda! ¡Que me quiere violar!— Chile se encontró cargando a Bolivia sobre el hombro derecho de este mientras que de la pequeña estatura pateleaba. —Si me vas a violar por fa con delicadeza.—
—No mames, fuera de aquí joto.— hizo caer a Bolivia entonces se quejó por el golpe en su trasero.
—¡Que puto eres!— dijo Bolivia parándose sobándose de su trasero, Chile otra vez soltó unas cuantas risas.
—A mi me dicen que soy joto.—
—¡Lo eres!— le causaba gracia al chileno esa linda manera como se enojaba Bolivia, pero algo le veía diferente en él, como una manera más linda y tierna. Que ese lindo gesto solo se mostrara para el solo para el.
Y en ahí... por primera vez le vio de otra manera a Bolivia.
Como un país único, especial, que... por su sencillez, amabilidad, su gracia, su humildad, su carisma, su... luz que pudo iluminar el oscuro camino de Chile y que le pudo sacarle de ese lugar. Pudo entender que no encontrará a alguien como él, y que la vida sólo una vez te dará esa oportunidad de conocer a ese país.
Pero... esa clase de mirada solo fue el primero y el último.
Y vaya... Bolivia cada segundo, minuto, hora, día, semanas, meses incluso años, le seguía, le sigue y le seguirá viendo de esa manera tan única que no podemos dedicar a cualquiera.
Y en ese tiempo Chile nunca supo cómo le miraba a cada instante.
Le miraba... como... algo excepcional, tan hermoso, tan... maravilloso como que... nunca vio algo tan perfecto en su vida, y esa perfección era simplemente Chile.
Y de alguna forma Bolivia siempre eligió a él, pero Chile Siempre elegía a Argentina aunque Bolivia le mostraba a cada rato el amor que tenia hacía Chile pero no se conformaba con eso o mejor dicho nunca estuvo conforme, quería solamente a Argentina.
Espero que Chile nunca se arrepienta más adelante de esas acciones que poco a poco mataba a Bolivia.
El error de cualquier que podamos cometer, valorar cuando ya lo perdiste.
Y ahí será demasiado tarde.
Posdata: el MAP CHIBOL aún está abierto, envíenme un mensaje o reblogueen para saber quienes van a participar, solo eso.
A si una cosa más.
Dedicó este capítulo para @raquel-staruvu y @vapsi0w0
💕✨💕✨
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1. Bosque
(SwissPan) Yahoho Tralala
Basch tomó una suave pero profunda bocanada de aire. Fijó su mirada en su objetivo, preparó su mano en el gatillo, chequeó que sus perros también estén atentos, y nuevamente inhaló y exhaló. Era ahora o nunca.
Un fuerte estruendo asustó a las aves del bosque, que volaron despavoridas en todas direcciones. Para ellas, iba a ser otra nublada y tranquila mañana de otoño, pero para Basch, hoy habría festín de ciervo.
Sus fieles compañeros, Eiger, Jungfrau y Mönch, corrieron detrás del herido animal, como si ellos mismos fuesen a devorarlo. El cazador largó un suspiro de satisfacción al imaginar cuánta comida le podrá dar hoy a su querida hermana. Había oído que la sopa de carne de ciervo era buena para curar todo tipo de mal, y eso le vendría muy bien a Erika.
Juntó su bolso con tres cadáveres de patos, que pensaba vender después en el mercado, y se dirigió en dirección de los ladridos. Pronto se dió cuenta de que en lugar de haber estado feliz por darle al blanco, mejor se hubiera puesto en marcha a la persecusión lo antes posible, o mejor: debió haberle dado a la cabeza y no al abdomen, para así no tener que caminar tanto por él.
Ya comenzó a hartarse cuando juraba que había caminado bastante, mientras que los ladridos aún sonaban demasiado lejos. No es que no confiaba en la habilidad de sus perros, pero aún así se mordió el labio, algo irritado por haber cometido tal error de principiante. Pero ahí fue, de golpe, que se dió cuenta de que no tenía ni idea de dónde estaba.
Sí, el bosque es amplio, pero era tan experto como para conocer y nunca sobrepasar los límites hacia lo desconocido. Su vista estaba repleta de densos árboles que, quién sabe cuántos metros tenían y cuántos años llevaban allí. Ya el cielo era difícil de ver, y la oscuridad que lo rodeaba parecía que en cualquier momento se lo iba a tragar.
Nervios. Comenzó a ponerse nervioso. Llamó a sus perros con su usual silbido, pero no había ningún tipo de respuesta. Los ladridos eran constantes y distantes, haciendo eco desde todas las direcciones que el bosque presentaba.
Y ahí fue, mientras miraba hacia todos lados en busca de una posible e inexistente salida, que lo vio. Una sujeto frágil como una rosa, con la piel tan blanca como nieve, los labios rojos al igual que la sangre y el pelo negro tan negro como el ébano. Estaba sentado sobre la hierba, descansando de recolectar manzanas, y jugando con las pequeñas flores bajo un foco de luz tenue, que ignoraba la inmensidad de la oscuridad.
Aunque Basch podría preguntarse qué hace una persona a estas profundidades, no podía parar de pensar en que era bello. Muy bello.
Como si la belleza del chico lo guiara ciegamente, se acercó a él mirándola fijamente.
-¿Oh? ¿Un viajero? O mejor dicho ¿Un cazador?- El joven dio vuelta su cabeza, con una sonrisa tan amable y perfecta que hasta parecía que lo estaba esperando. -Cuéntame ¿Cuál es tu deseo?
-¿Deseo? Mi deseo es que Erika pueda ser una niña sana.- respondió sin chistar.
Por alguna razón, no sentía nada frente a la pregunta del chico. Era como si estuviera en una especie de transe que lo obligaba a actuar honestamente ante él.
-¿Tu hermana? Que dulce.- expresó con tono de compasión -¿Cómo te llamas?
-Basch.- respondió sintiendo cómo su alma era consumida por esos hermosos ojos oscuros.
-Basch, te concederé tu deseo, pero con una sola condición.- dijo levantando el dedo y acentuando que sólo será una -¿Me entregarías tu corazón en matrimonio?
Basch no lo podía creer. Una propuesta de matrimonio que, aunque repentina, provenía de parte del hombre más bello que había conocido jamás. Obviamente no iba a desaprovechar ésta oportunidad. ¿Imaginas cuánta felicidad podría llegar a tener viviendo junto a su hermana y su ahora esposo?
-Me gustaría que llevaras estas manzanas a tu hermana. Digamos que es una invitación a nuestra boda.- una vez habiendo escuchado la respuesta de su futuro esposo, sonrió mostrando su inevitable alegría.
Con una fluidez casi artificial, Basch tomó las manzanas de su cesto, y sin dudar ni por un segundo, le dió un gran mordisco a una de ellas. Nunca había probado algo tan sabroso. Jugosa, con un equilibrio perfecto entre acidez y dulzura, un color intenso, y hasta parecía desbordar de vida. Ésta manzana sí que llegaría a curar a su hermana.
Pero Basch nunca comprendió porqué su hermana lo miró con tanto terror al llegar a la casa. No entendió porqué gritaba tanto y se negaba a comer las manzanas. No entendía porqué dentro de su pecho había una manzana.
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Ay, perdón. Si tuviera que ponerle un título sería “Iba a escribir algo romántico... SALE MAL”
Bueno, mi primera entrada, y ya me quiero suicidar :3
n i c e
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