moonaram - Tumblr blog

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hgguk​:

su mirada va hacia baram cuando la escucha responder, el hecho de que sea capaz de creer en aquellas declaraciones que, incluso él, de encontrarse en su lugar, habría encontrado un poco descabelladas, consigue que se sienta de algún modo reconfortado. ‘ uh, ¿tienes frío? ’ se distrae momentáneamente con eso, y de hecho está bastante preparado para cambiar de tema y proponerle hablar de algo menos oscuro, cuando lo que la escucha decir hace que sus ojos se abran con cierta sorpresa. ‘ ¿así como… hechizados, dices? ¿malditos? ’ se mueve hasta quedar de frente a ella, y su mirada busca la atención de la contraria. ‘ yo… no estoy seguro ’ admite, bajando la mirada hacia el suelo por un instante, pero después volviendo a observarla. ‘ le creo a las personas que aseguraron que fueron torturados por ellos ’ confiesa. ‘ pero también… que otras personas aseguren que ellos estaban en otra parte, me despierta ciertas dudas. es decir, ¿por qué mentirían? ’

    no espera que sea una pregunta relacionada al clima lo primero que escuche con el tema a mano, por lo que no le queda más que sonreír y esconderse más bajo su improvisado abrigo. “ ¿tú no? es como si el invierno se hubiera adelantado. ” comenta, o se queja, o suspira; no tiene mucha noción de los gestos en sus palabras. “ pero estoy bien. ” se yergue entonces, dispuesta a dejar de encogerse, volverse un pilar sobre el que otros puedan apoyarse en lugar de otra fuente de preocupación. frunce ligeramente el ceño cuando la conversación regresa al tópico principal, prestando atención a quien ahora puede observar de frente. “ uh, más bien me refería a... influenciados. pero ahora que lo mencionas — podría ser. es decir, no sería exagerado considerar la posibilidad. a veces siento que por cada hechizo positivo, existen dos negativos. ” sus dedos han pasado ha aferrarse a sus brazos, tanto por protección contra el viento como de las oscuras posibilidades que ahora se tejen frente a sus ojos. “ ¿y por qué mentirían los que dicen ser torturados? ” ofrece por su parte, apenas un adendum a lo especulado más que refutación. “ a veces no sé... a veces no sé en quienes confiar y en quienes no, yongguk. ” le confiesa con un suspiro, finalmente buscando su mirada cuando el mal sabor de su propio comentario le hace buscar una forma de recuperar el optimismo en ambos. “ pero también creo que el punto está en mantener cerca a los amigos y no perdernos de vista mutuamente. ” antes de perder el valor, extiende una mano en dirección contraria, dejando en antebrazo un apretón que espera sea reconfortante. 

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     su frente se presiona contra rodillas, buscando confort en la sensación de sus propios brazos alrededor de su cuerpo. busca esquivar así el gélido viento de la noche, tanto como sus pensamientos, recuerdos, esa presión contra sus ojos que la invita a derramar pesares en forma de rastros salinos. “ quedar ciega, ahora mismo. ” responde al reconocerle más por voz que por rostro, parpadeando un par de veces contra la luz que súbitamente le ataca. “ hace días. ” semanas, en realidad, pero se guarda la información por considerarla quizás irrelevante para el mayor. “ se supone que quería ayudar con la vigilancia, pero... ” y aparta la mirada. el peso de su propia tristeza le ha ganado, despojándola de la energía usual y obligándola al asiento que ahora ocupa. “ ¿qué hay de ti? ¿patrullas? ”

          sumando otra noche de insomnio a su colección, abandona el lugar de descanso y comienza a deambular por los alrededores, siendo la varita lo que ilumina su camino, llevándolo a encontrar, entre los árboles, a la figura de alguien más. ‘ ¿qué haces? ’ no es hasta que cree reconocer la identidad contraria que opta por hablarle, en un tono bajo que, de cualquier modo, no consigue ser un susurro. ‘ ¿tampoco puedes dormir? ’

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     personalmente, habría preferido que condición permaneciera como algo personal, mas asume que es mucho pedir que nadie notase la forma en que cojea cuando la gran cantidad de personas se mueve casi al unísono. “ estoy bien, estoy bien. ” reafirma, sin embargo, dando su mejor esfuerzo por ofrecerle una sonrisa. “ es el frío. la pierna siempre me duele cuando la temperatura baja. ” omite el detalle de que la herida fue adquirida durante el ataque de los inferi, agradeciendo también el largo de sus pantalones al permitirle ocultar la extensión de la cicatriz. “ puedo seguir caminando, no te preocupes. ¿qué hay de ti? ¿aun tienes ánimos para seguir? ” 

❛ hey, hey, ¿segurx que estás bien? estás caminando muy extraño ¡ah-haha! ❜ no sería de sorprender que la persona contraria estuviese cansada o adolorida luego de que llevasen caminando cerca de cuatro horas sin descanso. ¡algunos incluso llevaban aún heridas que no han sanado del todo! seguro hubieran estado mejor quedándose atrás en las ruinas, pero supone que la sensación de mal augurio era suficiente para convencerles de acompañar al grupo explorador en lugar de permanecer.  //  @startersgs​

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     le parecen curiosas sus palabras, siendo que acaba de acercarse al primer rostro familiar que reconoce entre los voluntarios, mas no le sorprende; asume, por su actitud, que ha sido más de uno el que le ha pedido unirse al grupo menos popular. “ puedo cazar por ti. ” propone, a pesar de que la forma en que se esconde bajo el mullido chal que recubre sus hombros dice más sobre su preparación para la tarea que cualquiera de sus palabras. “ aunque no me vendría mal la compañía. podrías recolectar alimentos mientras yo intento poner en práctica los consejos de ateera. no sé qué tan hábil sea en hacerme una con la maleza, pero nada que no pueda intentar. ” está dispuesta a ser de ayuda, sea como sea.

“Te prometo que soy mejor para buscar frutos,” asegura a quien se le acerca, pensando que es aquel estudiante que había tomado por misión (palabras suyas) de llevárselo de caza. Ni siquiera quiere hacer contacto visual con él, para que no logre convencerlo a la fuerza. “Es mi primo el que es bueno cazando, de verdad.” @startersgs​

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     permanece en silencio por un momento tras digerir la pregunta, sopesando la realidad de que, además de los maestros traidores, el director corrupto y los alumnos asustados, también existiera una maldad tan intrínseca en alguno de los estudiantes. “ no quisiera creerlo. ” comienza en voz queda, pateando una roca que encuentra en el camino. “ pero... si incluso nuestros profesores nos atacaron, no deja mucho espacio para el optimismo, ¿huh? ” de repente una brisa helada sopla, obligándola a encogerse aun más bajo el pequeño chal grueso que le resguarda del clima. “ quizás fueron... quizás fueron controlados. por los adultos. ” propone, aun aferrada en cierta forma a una realidad que no fuese tan oscura. mira entonces a su acompañante. “ ¿tú qué opinas? ” 

          se ha perdido en sus pensamientos por tanto rato que ni siquiera sabe si la persona que percibe cerca de él es la misma que lo acompañaba minutos atrás, pero no se molesta en comprobarlo antes de hablarle. ‘ ¿qu�� opinas de lo que dijeron de esos dos chicos? ’ le pregunta, mientras evalúa una pequeña fruta a la que, en realidad, no le presta mucha atención. ‘ los que supuestamente torturaron gente, ¿crees que sea cierto? ’ 

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     “ te diría de esperar a la fogata de la noche, pero no quiero poner a prueba tus límites. ” se permite un gesto de comisuras elevadas que bien podría asemejar una sonrisa, al menos su mejor intento de una, por jinah. sin más, saca de entre el pequeño manto que recubre sus hombros la varita, ondeándola en el aire como invitación para encender uno de sus cigarros en lo que se acerca. “ ¿estás... mejor? ” el último recuento de muertes, la salud en declive de algunos con los que incluso compartió palabras días antes, le tienen con la preocupación como principal motivación. “ puedo hacerte compañía el resto del camino, por mucho que la nicotina me haga toser. ”  

entre dedos una cajetilla ( medio vacía ) de cigarrillos gira; los movimientos son calmos, casi rítmicos, hasta que presencia foránea la manda a volar fuera de su mano. qué putada. ‘ no tendrás un mechero que me dejes, ¿no? ’ porque a falta de varita y con el suyo perdido entre los escombros, más opciones no le quedan. ‘ o algo que me sirva para conseguir fuego. ’ *     @startersgs​

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demolish the light.

marco temporal: jueves cinco de noviembre, 6:35 pm ambientación: alrededores de las ruinas del castillo tw: sta largo  

trabaja. trabaja sin cesar porque cada segundo entre las ruinas sin el propósito de encontrar recursos es uno donde puede recordar que bajo escombros se encuentran rostros familiares, inocentes, que nunca verán la luz del día otra vez. trabaja porque de vez en cuando escucha gritos a sus espaldas, sollozos, otros voluntarios encontrando los restos de compañeros que nunca saldrán de entre esas montañas, y lo único que ella puede hacer es halar con más fuerza el suéter recién encontrado y ahogar en la frustración de su peso muerto el mismo miedo que se rehúsa a reconocer.

trabaja porque, al mismo tiempo, mientras está supuesta a mantenerse dentro del margen de lo que alguna vez fue cocina o zonas que ya fueron examinadas por quienes buscan el rastro de cuerpos, vive con la esperanza confusa de ver entre piedras y escombros el rostro de alguien familiar. ha buscado ya por todo el campo: en las filas de heridos, las de vivos y las de muertos, y en ninguna es capaz de reconocer la sonrisa tranquila de naeun.

busca, escarba, espera, y en algunas ocasiones hasta acepta ayuda, pero no es sino hasta el día en que nota miradas esquivarle que lo sabe. lo sabe con una seguridad que no ha sentido nunca, ni al consultar el tarot ni al estudiar alguna palma, una convicción que supera cualquiera de sus filosofías, con una opresión en el pecho que no tiene nombre porque no sabe aun lo que es. no distingue entre pena o alivio cuando ve primero cortas hebras oscuras balancearse en el aire, cuerpo aun cargado por quienes le han rescatado / arrancado de entre ruinas, y allí donde alguna vez pensó que podría haberse abalanzado hacia los restos de su amiga, se queda estática. inmóvil. como si las garras poderosas de alguna criatura la sostuvieran por el cuello y enterrada en su mismo lugar, ni siquiera el frío de los copos de nieve que continúan con su descenso capaz de hacerla reaccionar. porque a diferencia del cuerpo inerte de su madre sobre una cama, este es un shock que nunca pudo haber visto venir. porque a pesar de los días tras su rastro, ver los ojos sin vida, el rostro magullado y los restos heridos de quien aun se mantiene intacta en su memoria es demasiado.

lo primero que nota son las lágrimas. se da cuenta porque descienden primero cálidas y luego de vuelven inmediatamente frías, haciendo de su rostro una anatema de sensaciones que es difícil de ignorar. luego se da cuenta de que corre, piernas torpes que tropiezan y vuelven a levantarse mientras se aleja, en cualquier dirección, no importa donde, pero lejos, lejos, lejos. porque de repente su única oportunidad para respirar es a kilómetros de distancia, alejada de la realidad de los sobrevivientes y los cadáveres y los heridos y las ruinas, aquellas sobre las que sueña cada noche, y de naeun. por todos los dioses, naeun. es aquel nombre el que la invita a dejarse caer después de todo, rodillas chocando contra la tierra sucia y gélida, manos temblorosas que al fin se alzan y se presionan contra su rostro para liberar en ese momento la agonía que ha estado manteniendo a raya. no sabe qué tan lejos se encuentra de los establos, pero grita, un único alarido que libera el resto de sus lágrimas y sus recuerdos, risas y salidas y magia, tan pura y tan querida, y de nuevo la aparente causante de tanto mal en su vida.

piensa en regresar a casa. en darle la razón a dakho y arrepentirse, pedirle guía para vivir normalmente, ofrecer una disculpa a su madre por una misión que, realmente, nunca le fue encomendada. porque se da cuenta de la futilidad de perseguir un sueño perdido cuando no puede hacer nada por proteger a quienes más quiere. piensa, también, en que regresar es imposible. no solo por lo incognito de sus posiciones actuales, sino también por quien ahora es. por naeun. por el resto de personas perdidas en un sinsentido como el de la noche de brujas. nunca podrá ser la misma que decidió regresar a guleumseong tras un año de búsqueda fútil y esperanzas manchadas por su propia negación. ya no es la ilusa perpetuadora del destino de su madre. ya ni siquiera sabe quién es.

es imposible regresar de algunas decisiones, ara.

                                 “lo sé, papá.”

así como sabe, teme, que decidir quedarse y hacer todo lo posible por evitar más pérdidas de personas que cargan importancia en su corazón sea la decisión de la cual nunca pueda escapar. no mentalmente, pero sobre todo de manera física. ¿cómo podría vivir, sin embargo, como podría siquiera perdonarse, sin haber dado todo de sí ahí cuando más se la necesita?

con manos temblorosas se limpia el rostro, apoyándose después del suelo para impulsarse hacia arriba. debe volver. a naeun, a sus compañeros, y, sobre todo, a lo que ahora suena a misión.

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softest girl ever ♡

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daevn​:

dolor esparce por cada centímetro de ( quebrada ) anatomía. imprudente, aquel es el único adjetivo capaz de describir situación actual; esa tozudes que ve característica. descanso vuelve (in)necesario porque mantenerse recostada sobre camilla, inmóvil, termina por hacerse tortura para la eutteum. por ello ronda sin rumbo definido, va de un lugar a otro ofreciendo ayuda y recibiendo negativas, miradas ( algunas condescendientes y otras curiosas ) sobre heridas más visibles. esperanza a nada de verse perdida cuando llamado alerta sentidos, haciéndole buscar origen para encontrarse con femenina figura. ilusión vuelve efímera cuando mención de cuerpos provoca un escalofrío capaz de recorrerle cada vértebra. niega, mirada descendiendo hasta escombros. no debería estar ahí. “ n-no. ” monosílabo va trémulo, nervioso y apagado. “ ¿e-encontraste algo? ” porque decir alguien siente inhumano. 

     temblor en voz le hace prestar mayor atención a quien se dirige, encontrando en interlocutor una identidad imprevista, al menos tan cerca de zona de desastre y no cerca del área de reposo. “ más que nuevas mantas para ti y los otros heridos, no. ” cierra cualquier oportunidad de pregunta cuando sabe que no encontrará respuesta en contraria, mucho menos si es una preocupación más real la que le obliga a dar unos cuantos pasos en dirección ajena. “ no deberías estar aquí, daeun. ” le dice, buscando en el rostro de la de menor estatura algo, lo que fuera, dolor o incomodidad, incluso tristeza. sobre lo último no tenía demasiado para ofrecer, pero compañía al menos podía brindar. “ ¿te acompaño a algún lado? ¿necesitas vendas nuevas? ” no quiere pensar que su aventura tan cerca de ruinas se debía a alguna misión, no en su condición, pero también asume, por lo poco que conoce de menor, que es poco lo que le detendría cuando algo se propone.

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        piernas se recogen contra el cuerpo mientras una manta recubre hombros, todo un intento por mantener a raya el súbito frío que se ha apoderado de la noche. su posición cercana a la fogata es solo otro intento por lo mismo, prefiriendo el calor natural de las brasas y la sensación de comunidad con el resto de cuerpos en posición similar al efecto de su varita. mira por el rabillo del ojo a quien resulta familiar, un rostro menos del cual preocuparse esa noche. “ no habríamos conocido a jeongja. ” hace referencia a experiencia compartida en un pobre intento por humor, elevando apenas comisuras en una sonrisa que muere tan pronto nace; le es imposible mantener siquiera la farsa de optimismo cuando desolación sopla en el viento tan fuerte como los vestigios del invierno. “ — a veces me arrepiento. ” revela al hablar contra sus piernas, abrazándose a sí misma mientras se sumerge a lo más profundo de sus pensamientos, las cartas empezadas y sin terminar de su ahora extinto escritorio, el deseo febril de reencontrarse con padre y hermano. “ y otras veces pienso que... pienso que quizás este es el lugar donde debo estar, ¿sabes? no — no como si tuviera algún papel grande que jugar, porque merlín sabe lo inútil que he sido desde el inicio de todo esto. ” comienza a decir, resoplando ante lo que considera su propia futilidad. “ pero quizás... quizás le hago bien a alguien estando aquí. o quizás soy solo yo misma intentando sentirme mejor sobre la situación. ” eleva mirada en dirección ajena entonces, dándose cuenta tardíamente de lo mucho que ha hablado. “ lo siento, siento que tu pregunta tal vez fue retorica. ”   

manos extendidas hacia la fogata, tras mirar al cielo  un suspiro pesado escapa de sus labios, uno frustrado, pesado. nunca fue notable su confianza en el mundo mágico, pero sería hipócrita de su parte negar que los años hicieron de guleumseong una excepción. tampoco podría asegurar, a su vez, que la ilusión / burbuja explotó de un día para el otro. los preludios fueron varios, tantos, que por eso la sensación que en su interior reina es la impotencia. “ ¿no te culpas por no haber abandonado el colegio después del baile de bienvenida? ” rompe el silencio para compartir el reproche que lo ha estado persiguiendo. @moonaram​

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     dedos acarician distraídos la nueva irregularidad que nace en dermis de antebrazo, su vista enfocada en las ruinas de aquel lugar al que había comenzado a llamar hogar apenas meses atrás. debería estar entre sus escombros, rebuscando artículos que pudieran resultar de utilidad para la nueva realidad de los sobrevivientes, pero hacía ya un rato que le habían obligado a tomar asiento en roca y descansar. es el lugar donde voz masculina le encuentra, rompiendo ensimismamiento para ser reemplazado por confusión y, luego, de inmediato, un suspiro. “ ateera tiene sus preocupaciones en la alumna equivocada. ” pues ella, prácticamente ilesa, no debería ser la prioridad de adultos que intentan cuidar de heridos y atacados. sin embargo su mano se alarga para tomar lo ofrecido, dedos aferrándose a la suavidad de tela como una línea de vida. “ ¿te das cuenta que eres el preferido para enviarme mensajes? ” no sonríe, pero sí eleva la mirada en dirección ajena con lo que espera se traduzca como buen humor. aunque es difícil mantener intenciones cuando sus propias palabras traen a mente la figura de idha, el haberla visto entre el borroso estupor de alcohol lanzando hechizos y traicionando a quienes eran compañeros de día a día. “ al final estar atentos no sirvió para nada, ¿huh? ” no cuando habían bajado la guarda y el momento había sido vilmente aprovechado. sus palabras son una invitación a conversación, o un simple comentario casual para compartir con visita esporadica. dejaría que el otro hangil decidiera.

rostro, extremidades, anatomía entera vuelve vestigios del desastre ( con heridas mínimas aferrándose a dermis ). suerte, dirán algunos, prudente quiere creer el hangil. huida fue rápida, ignorando pequeño acto de valentía que hermano mayor trató de protagonizar y la breve disputa que esto generó. y es el recuerdo de disturbio el que pone de peculiar humor, no, molestia no es, impotencia sí, un poco. la voz de profesora es capaz de sacarle de ahí, donde hunde en pensamientos y termina viendo a la nada misma. a petición acompaña suave sonrisa, haciéndole imposible poner resistencia cuando ve entregada frazada y es baram, a la distancia, el destino que mujer señala. pasos van tranquilos, aclarando garganta al anunciarse. “ ateera cree que lo necesitas. ” extiende entonces pedazo de tela.  /       @moonaram​        ! *

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khyungu​:

se encuentra de regreso, después de hacer su patrullaje matutino, cuando decide acortar camino atravesando las ruinas del castillo para encontrarse más rápidamente con el lugar en el que tiene planeado sentarse a hacer nada hasta que el próximo día llegue. no recuerda las reglas respecto a deambular por el castillo, no sabe si tiene permitido pasear por ahí, y tampoco le preocupa demasiado la amenaza de ser exiliado a las montañas. por eso es que camina por ahí con tranquilidad, sin poner realmente atención a aquello entre lo que se abre paso, ignorando las chances de encontrar entre las ruinas algo que le sea de utilidad. se ha resignado. cuando ve a la contraria, y la escucha pronunciar aquello, tiene la certeza de que no le espera ninguna consecuencia de admitir ante ella lo que se encontraba haciendo ahí. y si decide mentir ( u ocultar la verdad, en parte ), es por otro motivo. ‘ tal vez ’ avanza hacia ella, y tan pronto como su mirada se encuentra con aquello que la contraria sostiene en sus manos, descubre a qué grupo pertenece ella. ‘ ¿por qué? ¿encontraste a alguien? ’ 

     no debería sorprenderle del todo que sea hyungu quien atienda su llamado, quizás hasta acostumbrada a que sea el mayor quien ronde cuando lanza peticiones cuestionables al aire. aspira profundo y deja salir el aliento lentamente en lo que escucha su respuesta. “ tal vez no es una respuesta. ” no le deja escapar con aquel intento por eclipsar la verdad y obviar pregunta, aunque no sabe si podría culparlo por intentar retener algo de privacidad. son probablemente intenciones como las propias las que miembros de referida asignación esquivan al evitar compartir lo que les toca, y lo entiende. si en algún momento debe identificar a quienes yacen debajo del derrumbe, no está segura de poder soportar el momento de hacer contabilidad y promulgar identidades. y sin embargo ella misma busca piedad, complacencia, el renunciar al estado de tensa suspensión al que desconocimiento le somete. “ no. ” al menos, no en esa ocasión. el descubrimiento de una mano entre escombros había sido el acontecimiento del día anterior, y cierta parte de su mente, aquella que le recordaba a su hermano, se reía con algo parecido a la histeria por ese aparente don para encontrar cadáveres del que ahora relucía. quizás esa es mi habilidad. pierdo tiempo estudiando cartas y palmas cuando mi poder especial yace entre las manos de la muerte. “ le estoy — buscando. ” frazadas se achican en su agarre cuando las aprieta contra el pecho al confesar motivo de pregunta, ignorancia sobre el destino de quien considera como una de las personas más cercanas en el castillo provocando una congoja de la que tiene que deshacerse al cambiar el tema por completo. “ ¿ya tienes una de estas? ” indaga entonces, elevando el final de una de las mantas.

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obliviace​:

tilda levemente la cabeza hacia un costado, cierta curiosidad brillando en iris mientras observa a la menor a pocos metros de él. no le tienen permitido ayudar ( aunque tampoco es que anhele hacerlo ), así que no se involucra demasiado en tareas ajenas; supone que todos cumplen al pie de la letra, negados a verse despojados de pocos alimentos que les entregan para sobrevivir estos días. pregunta femenina lo hace alzar una ceja. “ no estoy en ningún grupo ” responde inicialmente, con cuidado acercándose un poco más hasta ella. intenta no tropezarse, no ceder ante el dolor que siente por todo su cuerpo. se vería tonto, además, y hacer el ridículo frente a alguien es lo último que necesita en ese momento. “ ¿para qué quieres saber? ”

     respuesta es suficiente para adivinar motivos por los que no participa de ninguna de las actividades disponibles para los demás; debe estar dentro del grupo de los más heridos, y por algún motivo si propia falta de discreción le avergüenza. “ estoy— ” duda antes de responder, abrazándose a las mantas que ha recuperado de entre el desastre mientras le dirige una mirada. “ busco a alguien. quería saber si... alguno de ese grupo podía ayudarme. ” brindar información, compartir vistazos o detalles. es todo lo que necesita, o al menos eso piensa. no sabe qué tanta tranquilidad de mente obtendrá de conocer el destino de compañera extraviada. “ ¿qué hay de ti? ” sale de sus pensamientos con una sacudida de la cabeza. “ si necesitas algo en especifico dime y puedo intentar ubicarlo. es peligroso rondar por aquí solo. ” en tu estado, es más bien lo que quiere decir, mas cansancio le hace más proclive a prudencia. 

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hyvnn​:

asiente; mera respuesta entregada cuando son vocablos femeninos quienes cree interrumpir distracción. responsabilidad otorgada convirtiéndose en la razón detrás de la leve opresión sobre latente; imágenes de caídos aún mantenidas sobre pensamientos y siendo los escasos sobrevivientes encontrados quienes proporcionan un deje esperanza a tan poco alentador panorama. “ ¿buscas a alguien en específico? “ se permite formular; interrogante tornándose habitual en los pocos días que lleva bajo aparente misión.

     nace esperanza, diminuta, un rayito de luz en medio de la confusión, aunque de todas formas no se deja llevar por primeras reacciones; el hecho de que contrario pudiera darle una respuesta no significaba que la tuviera. “ sí. ” es también una ventaja que sea otro hangil quien ha terminado por ser la persona a quien llama atención, acercándose al muchacho para no tener que alzar tanto la voz. “ no he visto — naeun. ¿la... la conoces, cierto? también va en nuestro año. ” sus manos aprietan la tela de las mantas que ha logrado recuperar en lo que lleva de asignación por el día, retorciéndola con nerviosismo. “ no... no está entre los heridos, o en ningún otro lado, así que... ” es incapaz de completar sus palabras, finalmente bajando la mirada cuando la voz le falla. quizás esté muerta. o, tal vez, esté viva. bajo las ruinas.

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so0​:

La voz ajena lo devuelve a la realidad, su mirada vuelve a enfocarse en los escombros, en la destrucción que los envuelve. El felino en su pecho, de pelo largo, blanco y sucio, maulla. Su mirada viaja a él y luego a la muchacha, atendiendo a sus palabras sólo en aquel segundo, en que la segunda ola de realidad lo despierta. Se lleva una mano a la nuca, antes de volver al suave pelaje. “¿Huh? No, no,” contesta. “De… eliminación…” agacha la mirada. Ahí, lo espera la del gatito, que parece querer reconocer en él a su verdadero dueño, con grandes ojos amarillos. Era un trabajo horrible, para una situación horrible, piensa, pero uno que se tenía que hacer. Vuelve la mirada a la contraria, acercándose con paso tranquilo, derrotado. “Estás… ¿Estás buscando a alguien?” Pregunta, venciéndolo su curiosidad. “No tienes que responder si no quieres,” avisa, por las dudas. 

     se atora en su pecho una respiración cuando da cuenta de lo que ha preguntado. si existe algo peor que identificar aquello que pueda acechar debajo de los escombros, debe ser la tarea de guiar a los difuntos hacia un reposo incierto. “ oh, ya... ya veo. ” y aunque contrario bien podría brindarle la información que desea tanto como alguien de recuperación, de repente se ve incapaz de indagar. es por lo que se enfoca en el pequeño animal que ahora nota que trae en brazos, como si fuese suficiente para darle las fuerzas de hablar del tema o ignorarlo por completo. “ está bien. ” responde al escucharle, negando con la cabeza. “ yo fui la que puso el tema. ” y aun así no sabe si quiere molestarlo, hacerle pensar en aquello que probablemente él prefiere ignorar mientras está libre. “ estoy buscando a alguien, pero — ” ¿puede esperar? no le sienta bien decirlo, así que se limita a extender una mano hacia el pelaje del felino cuando la distancia entre ambos no es tanta. “ ¿quién es este pequeño? ¿es tuyo? ” cuestiona, en un intento por retardar al menos un poco más el tema, darse la oportunidad de definir prioridades o su filosofía en un momento donde nada es tema sagrado. 

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hsena​:

sacude la cabeza en un intento de despertarse “¿baram?” murmura reconociendo la voz y esperando para volver a escucharla, el tono parece bajo, débil y no puede evitar apresurarse para alcanzarla. pestañea dos veces, los párpados pesan demasiado para poder mantenerse en pie, las bolsas violáceas bajo los ojos achican sus ojos y los vuelven casi medialunas en su intento de mantenerse despierta. “no, no, estoy en—guarida” dice y sacude la cabeza de nuevo “guardia, de noche” aclara a causa de su error “¿qué—pasó?”  la mira, esperando que la respuesta no sea la que cree en su cabeza

    busca en el rostro contrario familiaridad y la encuentra, cierta tranquilidad apoderándose de la tensión en sus músculos cuando se relaja ante la imagen ajena. aunque sabe que es un apenas un bálsamo de segundos, siendo la respuesta de su asignación el recordatorio de su propia pregunta, lo sucedido, lo que rebusca entre ruinas. “ no, no — solo. quería preguntarles algo. ” podría confiarle su preocupación, especialmente cuando comparten casa y conocimiento sobre aquello que le ofusca, pero de nada serviría preocupar a quien nota con bastantes cosas ya en su plato. “ ¿has logrado descansar algo? ” se interesa entonces, para cambiar el tema y por preocupación real, notando su estado. “ perdón si te desperté... aunque quizás quieras acomodarte mejor fuera. ” pues los ruidos de gente en el perímetro continuarían toda la tarde, según sus estimaciones.

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htw00​:

Sabía que a esas horas debería de estar durmiendo, descansando para que durante la noche pudiera ser útil y estar alerta, sin embargo, la preocupación que se propaga por su interior no se lo permite. No puede dejar de pensar en Sunhee su hija, que probablemente piense que algo le pasó a su padre o que incluso éste la ha abandonado. Una amargo sabor se estanca en su boca al no poder distraerse de ninguna manera por lo que agradeció la participación de alguien más. Miró a la chica y se acercó a ella antes de otorgarle una respuesta. “No– del grupo nocturno” respondió. “¿Por qué? ¿encontraste a–– a alguien?”

     no sabe si la respuesta negativa le trae alivio o más decepción. se aferra a las mantas polvorientas que ha encontrado entre escombros y niega con la cabeza. “ no, no, yo... más bien busco. a alguien. ” su voz se vuelve pequeña, apartando la mirada ante la revelación. “ no le he visto entre los heridos ni los — los cuerpos, así que pensé... ” pero se detiene a sí misma y suspira, finalmente dedicándole una sonrisa actuada al contrario. “ no importa. ¿quieres... ya tienes una? ” le pregunta señalando las telas entre sus brazos. “ imagino que durante la noche el frío es peor. ”