Tumgik
hielorojo-blog · 1 year
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Pre-verte
La posibilidad de que se dibuje tu rostro entre el vacío de los anónimos espectadores en mi stand de feria me aterra. Esas posibilidades que se solapan en la imaginación con escenarios y sutiles variantes más que prepararme para una posible reacción natural, me marcan la certeza de alguna sonrisa aterrada y un balbuceo del no decir. Y más aún, bañada de inseguridades por mi devenir corporal, mi deriva profesional y mi sin sentido emocional al que se ha vuelto turbulento y confuso en las etapas finales de los meses de estos años.
¿Me saludarías? ¿Sentirías algún temblor de reconocimiento al verme? ¿Quizá timidez enmarcado en un seguro abrazo?
Parece que ese encuentro no está cerca, la vida me está dando la espera para lograr más confianza, una que no ha llegado con los años o los logros, una que no han matizado los fracasos ni los desamores.
¿estamos cerca de volvernos a ver?
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hielorojo-blog · 2 years
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31 marzo 2023
Esta es un quizás una nota que maqueta el prólogo de lo que mis entrañas dibujan como posibilidad, un pálpito, una premonición, que se ha cumplido ya múltiples veces en mi imaginación y que nunca se ha sentido realmente preparada para ese instante.
Esto es un desahogo, una voz de calma a mi yo futura en el oido para que detrás de los nervios y la anticipación encuentre un lugar seguro, un hecho tangible a la agitación interna a la que aferrarse, mientras quienes ven desde afuera puedan solo percibir pasmo. Aquí te dejo lo que necesitas saber.
Es impensable que hayan transcurrido 12 años desde esas memorias que reservo sobre tú y yo, y otros dos desde que se volvieron presentes, acaso algún día llegará el momento en el que al igual que los rostros y las voces inmortalizados en las pantallas, las memorias permanecerán inertes en un ámbar virtual, velados eternamente para los ojos nostálgicos y estupefactos por lo vívido del pasado, que no se han desdibujado, que en ese prisma no se han contaminado más allá de la emoción que atraviesa al espectador. Me da escalofrío esa visión, pues las pocas esperanzas que permanecen en el vivir radican en la especulación, en la fabulación de recuerdos, de intenciones y de lo que narramos como nuestra vida, que se apila para darnos las razones para definirnos, que se solapan para dotarnos de profundidad y que elegimos para construir la ficción de nosotros mismos.
Sin embargo, aunque esta reflexión si atañe a esta entrada, mi necesidad camina por otras rutas, en el bus en movimiento ya me acercaba a esta materialización, mis preguntas y razones plasmadas frente a mí y si la comedia de la vida y las causalidades lo permiten algún día frente a ti.
Antes de preguntarte quisiera explicarte, lo que doce años después interpreto pasaba por mi cabeza mientras en mi cuerpo se desbordaban todos los sentimientos que por ti sentí y que jamás te compartí.
Cuando te conocÍ:
No recuerdo cuando te conocí, ni cuando supe de tu existencia o cuando te mire a los ojos por primera vez. En ese año en el que entre a tu colegio no sabia ni sospechaba que estarías allí, yo no llegaba sin un mundo anterior a explorar el que tu habitabas, en tu territorio yo ya tenía aliados, una vida de recuerdos y muchas expectativas que atender. Así que creo que no te vi.
Luego de un año la vida en el colegio me resultaba monótona, en la turbulencia de la juventud me hacia falta el tremor que la cercanía de una persona enmarcada en el romance me podía ofrecer, son necesidades, adicciones que en esos momentos son vitales para desplazarse por los días.
Luego de recorrer mis posibilidades creo que te elegí, en una mezcla entre consciente aceptación y solapada emoción, allí comencé a cultivar mis sentimientos por ti. Casi arrastrándome a hacerlo, por tedio, por necesidad.
Pero, esa elección premeditada comenzó a salirse de mis posibilidades, la emoción del secreto, el juego del encuentro y la siempre presente fascinación propia por habitar historias me llevaron a ver crecer esas sensaciones y compartirlas con mis amigos, algunos, con los que creamos códigos para disimular, con los que especulábamos y encontrábamos evidencias de una mutua respuesta. Creo que esa conversación callada entre nosotros nunca existió, por lo menos no en ese momento, en el que de seguro era tan indiferente mi existencia para ti, como lo fue el año anterior la tuya para mí.
Había crecido tanto esa confluencia de sensaciones, hormonas y anhelos, que lleve mi confesión sobre tu habitar en mi corazón a quien sin preverlo sería mi primer pareja, él sin duda fue el que me hizo dudar de los espejismos que veía de ti, de tus intenciones creadas en mi mente, de tus miradas que sentía me pertenecían, del roce de tus manos y las mías por instantes, de las conversaciones virtuales que lograba sostener contigo oculta tras tus palabras en luz.
Él me confesó lo que en ese momento de mi vida represento un caos, la realidad de lo que tus amigos pensaban de mí, y la tristeza que conllevaba que no solo tú existieras en esas especulaciones, sino que otras dos personas que conquistaba como amigos estuvieran involucrados.
En retrospectiva y confiando parcialmente en lo que mi memoria me revela, los juicios a los que llegaron no son como para perder de golpe la autoestima, es más, yo conocía eso de mí, casi lo había logrado crear como filtro, sin embargo, la amalgama entre una inseguridad creada por quienes sabía tus intereses románticos y esa definición de ustedes sobre mí me colapsó. Sí, yo en definitiva era y soy una mujer un poco alejada de los estándares del construido mundo femenino, mis actitudes, mis gustos y mis maneras siempre han sido toscas, cortantes y como lo nombraron "marimachas", esa era en superficie, una carcaza desinteresada por la pulcra apariencia, con voz fuerte, movimientos torpes y un miedo antiintuitivo de ser descubierta sensible y vulnerable. Eso tiene historia, pues en el tiempo en el que crecía a la par de mis primeros intereses románticos, me dejaron claro que alguien como yo no tenía permitido sentir de esa manera y menos aún considerarme digna de ser correspondida.
Así que sí, esa confesión por parte de mi nuevo confidente y futuro amante sería suficiente para alzar la barrera que estaba apunto de hacer caer frente a ti. Temí y me escondí en lo que conocía, las respuestas más primitivas, huí y cuando no fue suficiente porque lograbas acercarte, ataque, con indiferencia, desidia y rudeza, esas que en su imaginario eran mi esencia, pero que encapsulaban mi creciente pánico por ser expuesta, ser de nuevo el centro de burlas y chismes, ser rechazada por quien sospeche un cómplice en este sentimiento.
Y cuando tuve la oportunidad aunque dude, me aferré, a la posibilidad de ser amada y de amar, de dejar atrás y de desmitificar el hecho de ser un sujeto digno de ser querido, una mujer habilitada para ser no sólo pareja, sino par.
Me entregue a los brazos de mi primer novio sabiéndolo suficiente para mantener al límite eso que aún sentía por ti. Él era de alguna forma tu amigo, y eso sería suficiente para aumentar la distancia racional entre tú y yo para mí.
Pero, como creo en ciclos y en tratar de concretarlos, el día del grado decidí confesarte en pasado lo que aún sentía presente. No recuerdo si te busqué con la mirada más de lo habitual, o si incentive de alguna manera que nos encontráramos en esas escaleras del camerino, a veces sospecho que no fue casual, que fuiste con alguna intención, porque en el fondo también intuyo que mi solapado interés se transparentaba en mi forma de mirarte y que lo percibiste mucho antes incluso de tu propia consciencia sobre ello. Allí nos encontramos, y leí ese momento como una señal de que esa intención de confesarte mi sentir estaba encaminada a hacerse realidad. Me entregaste tus guantes en custodia y estaba lista para esperarte fuera de ese baño y hablar de una vez contigo, algo corto, algo casi informativo, algo esperaba yo carente del brillo en mis ojos que lograba ver desde adentro siempre que te miraba. Pero, llegó alguien más a esa escalera, alguien que también sospecho no estaba ahí por casualidad, pues era demasiado cercana a mi amante de esas épocas y quizá porque yo se lo confesé antes, quería prevenir mis intenciones de contarte mi secreto. Así que me fui, con tus guantes aún en mis manos, humedecidos por mi propio sudor, estrujados por la anticipación de un momento que sabía inevitable.
Esta parte de la historia, de mi historia y la tuya es borrosa, solo sé que te invite a hablar conmigo, pues con seriedad tenía que decirte algo, no he sabido jamás si fueron mis ojos los que me delataron, mis nervios o algo que tú sabias y yo no lo que hizo que supieras la razón de esa conversación, a tu certero "te gusto" respondí algo parecido a "me gustabas", no recuerdo tu respuesta a continuación, solo una imagen extracorporal mirándonos allí de pie, tu contra la pared y con un pie apoyado en ella y yo evitando tu mirada, supongo que así debió verse y supongo también que si alguien más lo vio, en especial mi pareja de aquel entonces, la situación debió ser aterradora.
En algún momento me dijiste "por qué no me dijiste antes" y el resto de la charla esta tan desdibujada en mi mente que solo recuerdo mi voz interna trayéndome la imagen de las chicas que te gustaban y el conocimiento de lo que ustedes pensaban de mí, jamás te lo hubiera confesado antes de pensar ese día que sería la última vez que te vería.
No pensé que esto sería tan extenso, definitivamente tengo un mundo por contarte, pero en este momento mi vida se atraviesa y debo dejarlo aquí, pero en algún momento continuaré y para ti de seguro será un instante, y para mí el tiempo se asemejará más a la infinita posibilidad de que nunca leerás esto.
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hielorojo-blog · 2 years
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Eclipse lunar
Por fin puedo sentarme a escribir sobre esto. Después de revivirlo en mi mente una cantidad insana de veces, de transformar las posibilidades en escalofríos, de temblar y perder el aliento en cada kilómetro. Por fin me puedo sentar a escribir sobre lo que nos pasó, porque ahora parece distante y ajeno.
Es así, después de revivirlo en el recuerdo, se difuminó en instantes, capturados por la repetición y distorsionados por la fatalidad posible.
Hace un mes tuvimos un accidente, perdimos el escaso control que en esta etapa de la vida se puede sentir y dimos vueltas en segundos que parecían sin más, los últimos. Una casa nos detuvo, el abismo se quedo con las ganas de sentirnos caer hacia sus faldas, los tiempos posibles de otros viajes se desencontraron y pudimos vivir.
¿y algo cambió? no, la vida cuando no se acaba no para, y la total responsabilidad de nosotros mismos no nos permitió remordernos en el impacto. Nada de eso, teníamos que cortar la distancia de los afectos, remar kilómetros de asfalto con la única seguridad de que nadie más lo haría por nosotros, y aún menos en la mitad de la nada, donde pudo haber quedado nuestra vida esparcida entre las piedras, anónima, perdida, desaparecida.
Volvimos al territorio que nos ha entregado todo, incluso la certeza del abrigo legitimo del hogar, que construimos los tres y que aún a kilómetros de distancia de Bogotá fue el refugio para permanecer.
¿Cómo siguen su vida las miles de personas que han sufrido la violencia en este país? Después de ese accidente estas dudas se sembraron más fuertes que nunca en mí. ¿Cómo navegar con el dolor cientos de kilómetros hacia un lugar en el que nadie te acoge? ¿Cómo? No tiene explicación para mí. Algunos le llaman Dios, otros amor, incluso esperanza, resignación, venganza o justicia ¿Cuál es el impulso entonces que nos hace seguir? Aunque mis preguntas sobre el dolor y el conflicto parezcan no tener mucha relación con un accidente de tránsito, quizá su lazo más cercano pueda ser ese mismo sentimiento de abandono, de desesperanza y de soledad y terror al otro que llegamos a tener también.
Quizá después de eso lo único que me hace seguir es la inercia.
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hielorojo-blog · 3 years
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hielorojo-blog · 3 years
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El tiempo nos ayuda a olvidar
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hielorojo-blog · 3 years
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Hasta el próximo ciclo lunar.
Después de una madrugada leyendo otra vida, siento que ya me estoy liberando de la que fuese la mía hace unos años.
Estos días han sido de remembranzas y descubrimientos, entre viejos mensajes y repaso de decisiones no tomadas. Siento que puedo respirar y seguir mi camino.
Ya me he reconciliado con la idea de que es mi naturaleza regresar y revisar el "pudo ser", y que sus protagonistas en realidad no tienen mayor trascendencia más allá de la eterna interrogante del quizá.
Estas semanas te correspondió ser protagonista de esas cavilaciones, te redescubrí en un tiempo en el que no éramos más que posibilidades. Pero hoy, hoy somos otros, con una década de caminos separados, con ninguna historia detrás, con ninguna promesa por venir. Y así seguiremos, porque fuimos lo que debíamos, almas que se acompañan, voces de fe y amor propio, que nos recordaban en carne y hueso que cualquiera puede ser querido sin más requisitos o exigencias, solo bastando el anonimato del no saber.
Esperaré la próxima ventisca de nostalgia, y me dejaré llevar sabiendo que pasará. Pero, no rechazaré su caricia, el escalofrío de su paso, el baile de sus caminos y el silbido de un día tal vez.
Te dejaré guardado de nuevo unos cuantos años y retomaré en otro tiempo las revelaciones que traen consigo los días, recreando tus intenciones, regocijándome en la ignorancia de no saber que forma tenia aquello que sentíamos. Así que hasta un próximo ciclo de luna. Let it be forever.
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hielorojo-blog · 3 years
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Experta en el hastío.
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hielorojo-blog · 3 years
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Vuelvo aquí, un 24 de noviembre alentando la hipótesis de los últimos días del mes, más reflexivos e introspectivos que la oleada de espectativas que significan los primeros días, que infinitamente son inicio y final, y que de una semana a otra no difieren más que en los pagos mensuales al universo de gastos que devienen en la adultez.
Vuelvo aquí, a este espacio de múltiples encuentros, esa montaña donde se asciende a gritar en la orilla, segura de hablarle al mundo y a un eco que me recuerda que estoy en el inmenso paisaje de internet, tan camuflada e igualmente expuesta como quien observa la fauna silvestre desde un arbusto deshojado. Ese vértigo me hace volver, y la memoria, a este archivo omnipresente, pero vulnerable. Aquí todo parece eterno y efímero a la vez, como una carta que se escribe a la luz de la vela, entera y amenazada con la extinción súbita en cualquier movimiento.
"Añade etiquetas para que la gente te encuentre" No, por que borrar el efervescente ánimo de estar desnuda ante el mundo e invisible. Así no.
Cómo persona nostálgica, que revisa cíclicamente el "pudo ser" pero que fácilmente olvida hasta la más significativa emoción nacida desde la oscuridad de las vísceras. Vuelvo, aquí donde si soy capaz de leerme, lejos del túmulo de hojas manuscritas guardadas para un "tal vez", rememoradas y reescritas mentalmente una y otra vez, hasta que trascienden a la ficción.
Pienso en alguien, en el más grande pudo ser que ha tenido mi historia, en la ambigüedad de sus palabras, en lo ajeno de su memoria. Un par de conversaciones sobrevivientes entre chismes diarios, estas semanas he redescubierto mi propia historia, como lectora atrapada por un relato lleno de capas, ahora afuera, comprendo un poco más lo que pasaba, entre nosotros, en nuestra historia.
Y en esa avidez por encontrar respuestas, fragmentos perdidos de esos días, aún viven en mí preguntas sin respuestas, supuestos que dibujé para descifrarte, canciones, palabras, miradas que reuní para estudiarte, y aún hoy, más que nunca sigues siendo un interrogante, y ese pudo ser quizá nunca existió, y ese puede pasar a lo mejor ya de esfumó, el día que decidí decirte adiós, sin palabras y arropada en el tiempo, que dicen conlleva olvido, pero que aquí, diez años después aún habita inquieto.
En retrospectiva los sucesos se deforman, los vacíos mentales buscan recrearse para hallar una coherencia a esos momentos, pero no existe más que tu voz sin sonido en un millón de escenarios, repitiendo frases en busca de la verdad. Aquí esa verdad no habita. Pero, quizá sí en ti, en las lánguidas memorias que puedas guardar de esta espera, de una promesa, de un día tal vez.
Y desde aquí toda esta diatriba puede llegar a ser exagerada, un macro de un tiempo insignificante para ti, un momento de confusión y juventud, que nunca mantuvo un anhelo real.
¿Qué es de tu vida hoy?
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hielorojo-blog · 7 years
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Nota aclaratoria del lustro
29.Julio.2017
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Es tu turno.
De nuevo algo pasa en los últimos días del mes y parece que mis memorias se activan, y he vuelto a esta carta escrita hace ya 5 años, pero, la historia es casi la misma, cambiando un poco el nombre de los protagonistas y alivianando las lecciones aprendidas.
Sucedió algo similar, poco a poco nos dijimos adiós, la distancia hizo lo que no éramos tan valientes de hacer, terminó con nuestra unión. De nuevo debo confesar que, en una dualidad insana, llegue a empujar esa situación en la que fuera el adiós físico un adiós también emocional, algunas veces lo intentamos, separarnos era difícil, pero nuestros caminos se dividieron con sabiduría, fue la elección correcta no ir tras el sueño del otro a destiempo. Me siento orgullosa de haberte dejado seguir tu camino y yo continuar con el mío. Ese mismo deseo que palpitaba en mi interior pedía un auxilio, el dejarnos ir.
El tiempo lejos fue un vacío permanente, cuando dijiste que ya no me amabas, y la cercanía en tu voz se agotaba y solo existía el contacto por necesidad. Estuve agotada varias veces, muy lejos de casa por primera vez y con el corazón arrugado. La historia se repetía y quien fuera mi compañero caminaba sin mirar si a su costado aun había alguien. De nuevo el sentimiento de ser olvidada, de poseer poca importancia. Fueron días difíciles, pero claros, ya habíamos dejado de existir, y mucho de ello era por deseo propio.
Pasamos momentos impresionantes, el brillo en tus ojos me mostraba que caían barreras dentro de ti y cada vez yo estaba más cerca de alguien sin recelos. Discusiones al principio de nuestra relación en torno a las parejas anteriores, como dejarlas y marcharse sin más. Sabía que eso pasaría conmigo. Un adiós tácito, un silencio permanente. No fui la excepción.
Ahora no me siento olvidada, poco relevante o pasajera. Esos sentimientos fueron reemplazados por una aceptación de años. Yo sabía que sería así. Por mi parte pienso de vez en cuando en ti, que tal tu vida, pero más que todo si es mejor ahora, lo espero, sé que no eramos los indicados.
De mi te cuento que un amor distinto llego a mi vida, no un amigo al que quiero si no un amor en el que confió. Una tranquilidad extraña ha embargado mi tiempo con él, y era lo que necesitaba, he cambiado en ese sentido considerablemente. Hemos roto un ciclo.
La vida se ha abierto drásticamente, hoy lejos de mi casa, pero aun en mi país, no siento tan fuerte la distancia, y en esta oportunidad pese al miedo inicial de alejarme, los kilómetros no han significado olvido, existe un sentimiento vivo que se tú tienes ahora hacia otra persona, coincidimos.
Nunca sabré con certeza que pasa por tu cabeza y porque se altera ahora tu corazón pero, en mis años de compartir a tu lado, sé que de vez en cuando piensas en mí como algo feliz, un saludo para tus recuerdos.
Una buena vida para ti, para tu familia para tu profesión. Un abrazo.
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hielorojo-blog · 8 years
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Supermercados, Autoservicios y Fruver
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hielorojo-blog · 9 years
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hielorojo-blog · 9 years
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...y ya en el momento de partir, llegaran de golpe la brutal realidad y el ensueño. Y allá, de seguro no habrá nada que me recuerde a ti, más que tu mirada virtual y la escurridiza sensación de que olvide algo en casa, algo que a fin de cuentas se había ido antes que yo.
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hielorojo-blog · 9 years
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Came across this in my files. Made this little thing last year for an assignment I hated
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hielorojo-blog · 9 years
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hielorojo-blog · 9 years
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hielorojo-blog · 10 years
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¡Hielorojo cumple 3 años hoy!
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hielorojo-blog · 10 years
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#AlTempanyaki #Valeria #MoltoBuono
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